Astronom í A
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CAPITULO I
NOCIONES GENERALES
1. ETIMOLOGÍA Y DEFINICIÓN DE ASTRONOMÍA
La palabra astronomía proviene de dos vocablos griegos: Astro: estrella o astro y
Nomia: regla o norma. La mayor parte de las ciencias utilizan el sufijo griego 'logía'
que es «tratado, estudio», como por ejemplo cosmología y biología. De hecho,
"astronomía" debía propiamente haberse llamado "astrología", pero esta
denominación ha sido arrebatada por la pseudociencia1 que hoy en día es
conocida con dicho nombre. Por ello no debe confundirse la astronomía con
la astrología. Aunque ambas comparten un origen común, son muy diferentes.
Mientras que la astronomía es una ciencia estudiada a través del método
científico, la astrología moderna es una pseudociencia que sigue un sistema de
creencias no probadas o abiertamente erróneas, o sea viene a ser un conjunto de
creencias y sistemas que estudian las posiciones de los cuerpos celestes y sus
detalles derivados para explicar asuntos relacionados con la personalidad, las
relaciones humanas y también para deducir pronósticos. Y que incluso tiene que
ver con el horóscopo; palabra que proviene de "hora" y "scope" (observar), que
significa "observación de acuerdo a la hora de nacimiento".
La realidad actual nos muestra los mal llamados "horóscopos" de los periódicos
que en realidad no lo son, por el simple hecho de que ellos no tienen en cuenta la
hora, día, mes y año de nacimiento de cada persona, sino sólo el día y el mes. Por
tanto, no es astrológicamente válido dividir a las personas en 12 grupos o "tribus",
diciendo "del 21 de marzo al 22 de abril, Aries"; "del 22 de abril al 22 de mayo,
Tauro", etc. y pretender que a todas las personas de Aries el mismo día les vayan
a ocurrir las mismas cosas.
Para Wikipedia, la astronomía viene a ser:
“(…) la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes del universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoroides, las estrellas y
1 También llamada (‘falsa ciencia’), es aquella afirmación, creencia o práctica que es presentada incorrectamente como científica, pero que no cumple con un método científico válido, no puede ser comprobada de forma fiable o carece de estatus científico.
la materia interestelar, los sistemas de materia oscura, estrellas, gas y polvo llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos”
Antiguamente se empezó con la simple observación visual de los planetas y
estrellas. En la actualidad la Astronomía se ha ampliado y comprende otras áreas
de la ciencia como la física, la astronáutica, la astrofísica, entre otras.
Entonces, para el grupo, en un sentido amplio, la astronomía estudia todo lo que
contiene el Universo; estrellas, planetas, satélites, cometas, meteoritos,
asteroides, agujeros negros, polvo interestelar, galaxias, etc. Desde qué son,
cuáles son sus características, cuál es su evolución, sus movimientos, posiciones,
distancias, movimientos, estructura, etc.
2. HISTORIA Y ORÍGENES DE LA ASTRONOMÍA
Los astrónomos, desde la antigüedad, consideraron el cielo desde el punto de
vista religioso, ya que, para ellos, era la morada de los dioses, supervisores Del
día y de la noche, de los grandes eclipses de Sol y de Luna. En muchas culturas,
las personalidades se atribuían a formas y objetos celestes, en la certeza que
influían en la vida de los hombres. Los astrónomos – sacerdotes escrutaban el
cielo, tomaban notas, compilaban calendarios y actuaban como depositarios de las
leyendas relacionadas con el cielo. No había una distinción clara entre astronomía
y astrología.
Las primeras civilizaciones se sirvieron de la astronomía para establecer con
precisión las épocas adecuadas para sembrar y recoger las cosechas y para las
celebraciones. También lograron utilizarla para orientarse en las largas travesías
comerciales o en los viajes. Los egipcios, mayas y chinos desarrollaron
interesantes mapas de constelaciones y calendarios de gran utilidad. Desde la
más ancestrales culturas ha existido una semana de siete días, correspondientes
a cada fase de la Luna, doce veces al año. (Los sacerdotes egipcios esperaban la
mañana en que Sirius, la estrella más brillante del cielo, aparecía por primera vez,
después de que el Sol, la hubiera bloqueado; luego, utilizaban esta “salida heliaca”
para predecir las crecidas anuales.)
2.1 LA ASTRONOMÍA PRIMITIVA
En el progreso astronómico primitivo posiblemente los seres humanos fijaron su
atención en el objeto más luminoso que observaban: el Sol; luego en la Luna y
después estrellas y planetas.
Pronto, el conocimiento de los movimientos cíclicos del Sol, las Lunas y las
estrellas mostraron su utilidad para la predicción de fenómenos como el ciclo de
las estaciones, de cuyo conocimiento exacto dependía directamente la
supervivencia de cualquier grupo humano: cuando la actividad principal era la
caza, era fundamental predecir el instante el que se producía la migración
estacional de los animales que les servían de alimento y, posteriormente, cuando
nacieron las primeras comunidades agrícolas, era trascendental conocer el
momento exacto para sembrar y también para recoger el fruto.
La alternancia del día y la noche debe haber sido un hecho explicado de manera
obvia desde un principio por la presencia o ausencia del Sol en el cielo y el día fue
seguramente la primera unidad de tiempo universalmente utilizada.
Debió de ser importante también desde un principio el hecho de que la calidad de
la luz nocturna dependiera de la fase de la Luna, y el ciclo de veintinueve a treinta
días ofrece una manera cómoda de medir el tiempo. De esta forma los calendarios
primitivos casi siempre se basaban en el ciclo de las fases de la Luna.
En cuanto a las estrellas, para cualquier observador debió de ser obvio que eran
puntos brillantes que guardan entre sí las mismas distancias relativas, es decir,
conservan un esquema fijo noche tras noche.
Así parecería natural interpretar que las estrellas estuviesen fijas a una especie de
bóveda sólida que rodeara a la Tierra, pero que el Sol y la Luna no deberían estar
incluidos en ella: la Luna, noche tras noche, cambia su posición relativa y, hasta
visiblemente, en el curso de una misma noche. Para el Sol esto es menos obvio,
ya que cuando el Sol está en el cielo las estrellas no son visibles; pero el cielo
nocturno contiene las estrellas de la otra mitad del cielo, y el aspecto de esta mitad
visible cambia también noche tras noche.
El orto de ciertas estrellas es el hecho que determinará la división del tiempo y la
fijación de los días.
Del Megalítico se conservan grabados en piedra de las figuras de ciertas
constelaciones: la Osa Mayor, la Osa Menor y las Pléyades. En ellos cada estrella
está representada por un alvéolo circular excavado en la piedra.
Del final del Neolítico han llegado hasta nosotros menhires y avenidas dolménicas,
es decir, alineamientos de piedras; la mayor parte de ellos orientados hacia el sol
naciente (Este), aunque no de manera exacta sino siempre con una desviación de
algunos grados hacia la derecha.
Con el tiempo, se observó que el esquema visible de las estrellas realiza un giro
completo en poco más de 365 días. Esto lleva a pensar que el Sol describe un
ciclo completo contra el fondo de las estrellas en ese intervalo de tiempo. Además
este ciclo de 365 días del Sol concuerda con el de las estaciones y, ya antes del
2500 a.C., los egipcios usaban un calendario basado en ese ciclo, por lo que cabe
suponer que utilizaban la observación astronómica de manera sistemática desde
el cuarto milenio a.C.
En efecto el año egipcio tenía 12 meses de 30 días más 5 días llamados
epagómenos. La diferencia, pues, era de ¼ de día respecto al año solar. No
utilizaban, pues, años bisiestos: 120 años después se adelantaba un mes, de tal
forma que 1456 años después, el año civil y el astronómico volvían a coincidir de
nuevo.
A este intervalo de tiempo se le llama período sotíaco, por la estrella Sothis,
nuestro Sirio, (el Sepedet de los egipcios), que sirvió a los egipcios para
determinar el principio de su año.
El Nilo empezaba su crecida más o menos en el momento en que la estrella
Sothis, tras haber sido mucho tiempo invisible bajo el horizonte, podía verse de
nuevo poco antes de salir el Sol.
El calendario egipcio tenía tres estaciones de cuatro meses cada una:
Inundación o Akhet.
Invierno o Peret, es decir, "salida" de las tierras fuera del agua.
Verano o Shemú, es decir, "falta de agua".
La apertura del año egipcio ocurría el primer día del primer mes de la Inundación,
es decir, aproximadamente cuando la estrella Sirio comenzaba de nuevo a
observarse un poco antes de la salida del Sol.
De finales de la época egipcia (144 d.C.) son los llamados papiros de Carlsberg,
donde se recoge un método para determinar las fases de la Luna, procedente de
fuentes muy antiguas. En ellos se establece un ciclo de 309 lunaciones por cada
25 años egipcios, de tal forma que estos 9125 días se disponen en grupos de
meses lunares de 29 y 30 días. El conocimiento de este ciclo permite a los
sacerdotes egipcios situar en el calendario civil las fiestas móviles lunares.
La orientación de templos y pirámides es otra prueba del tipo de conocimientos
astronómicos de los egipcios: las caras de las pirámides están vueltas hacia los
cuatro puntos cardinales, de forma que, por ejemplo, la desviación al Norte de las
pirámides de Keops y Kefrén es de 2´28", es decir, prácticamente despreciable
dada la dimensión del monumento.
Probablemente esta orientación la efectuaban sabiendo que la sombra más corta
de un objeto es la que apunta al Norte.
2.2. LA ASTRONOMÍA PREHISTÓRICA
Desde la más profunda antigüedad, el hombre ha contemplado los cielos y se ha
maravillado con su aspecto. No podemos imaginarnos cuales fueron las
explicaciones que construyó en su mente al contemplar al Sol, la Luna y las
estrellas.
Con un cerebro en proceso de formación, los primeros homínidos debieron
encontrarse a merced de las inclemencias del medio ambiente. Los fenómenos
naturales como la lluvia, la sequía, el frío o el calor tuvieron que sembrar en su
mente más miedo y temor por lo desconocido que admiración. Muy poco podemos
intuir sobre el grado de conocimiento de la astronomía que manejó la humanidad
en esta etapa de su evolución.
2.3. LA ASTRONOMÍA PALEOLÍTICA
El Paleolítico Superior (40.000 a 10.000 años a.C.) se caracterizó por un
conocimiento astronómico muy básico. Son muy pocos los indicios que se han
descubierto, pero el haber dominado el fuego, trajo como consecuencia el
desarrollo ulterior de la humanidad.
De la última glaciación, la humanidad emerge con un conocimiento primario que la
va a permitir iniciar su desarrollo.
Se atribuye a esta era, el inicio del conocimiento astronómico de la humanidad: el
hallazgo de huesos tallados, mostrando secuencias de 28 o 29 puntos, es una
clara alusión a la medida de las lunaciones. De manera similar se han encontrado
labrados en piedra, de lo que se cree son representaciones del Sol, la Luna y las
estrellas.
2.4. LA ASTRONOMÍA NEOLÍTICA
La mejora de sus herramientas de trabajo le permitió incrementar su dieta
alimenticia y por primera vez, la raza humana, mejor alimentada, comienza a
profundizar sus habilidades existenciales.
Con el Neolítico, adviene la agricultura y con ella la necesidad de precisar los
mejores momentos para realizarla. Se han descubierto asentamientos agrícolas
que ya existían en el año 9.000 a.C. y pueblos organizados, como el de las
cercanías de Chatal Huyuk, al suroeste de Turquía.
El cultivo de la tierra trajo como consecuencia dos factores:
Necesidad de predecir los movimientos de los astros principales (el Sol y la
Luna) en el cielo.
Agotamiento de la fertilidad del suelo por la monotonía del cultivo.
Predicción de los movimientos del Sol y la Luna.
Con el transcurrir del tiempo, la raza humana tuvo que vincular los cambios
climáticos con las posiciones del Sol en el cielo. Al repetirse las temporadas de frío
o calor, lluvia o sequía, debió preocuparse por poder predecir sus instantes de
ocurrencia: había nacido la astronomía de posición. Para poder determinar los
puntos de salida y puesta del Sol, comenzó a fabricar alineaciones de piedra o
palos. Con el correr de los años fue afinando sus observaciones y mejorando sus
métodos de predicción.
Son ejemplos de estas estructuras:
Las alineaciones de Carnac y Le Menec, en Francia, de 4 y 1 Kilómetros, tienen
2.934 y 1.099 bloques de piedras (menhires) respectivamente. Se encuentran
alineados con la salida del Sol en las fechas en que debe comenzar la siembra (6
de mayo y 8 de agosto). Los análisis arrojan una antigüedad de 6.700 años a.C.
Stonehenge, en Inglaterra, complejo de círculos para determinar la salida y puesta
del Sol y la Luna a través de todo el año. Uno de sus círculos internos; el Círculo
de Sarsen, está compuesto de 30 bloques de piedra, uno de los cuales es la mitad
de los otros: los estudiosos coinciden que es una clara alusión a los 29,5 días que
dura cada lunación. Se le calcula una antigüedad entre 3.700 a 2.100 a.C. Ya en
el año 2.500 a.C. se utilizaba para calcular eclipses de Luna.
2.5. LA ASTRONOMÍA BABILÓNICA
Para perfeccionar su calendario, los babilonios, estudiaron los movimientos del Sol
y de la Luna. Solían designar como comienzo de cada mes el día siguiente a la
luna nueva, cuando aparece el primer cuarto lunar después del ocaso.
Hacia 400 a.C. comprobaron que los movimientos aparentes del Sol y la Luna de
Oeste a Este alrededor del zodíaco no tienen una velocidad constante. Estos
cuerpos se mueven con velocidad creciente durante la primera mitad de cada
revolución hasta un máximo absoluto y entonces su velocidad disminuye hasta el
mínimo originario.
Además perfeccionaron el método matemático representando la velocidad de la
Luna como un factor que aumenta linealmente del mínimo al máximo durante la
mitad de su revolución y entonces desciende al mínimo a final del ciclo. Con estos
cálculos los astrónomos babilonios podían predecir la luna nueva y el día que
comenzaría el nuevo mes. Como consecuencia, conocían las posiciones de la
Luna y del Sol todos los días del mes. También eran capaces de calcular las
posiciones planetarias.
2.6. LA ASTRONOMÍA CHINA
La astronomía china se centró más en la observación que en el aspecto
cosmológico. En este sentido, los problemas del calendario y el registro de
eventos importantes, como la explosión de supernovas, eclipses y aparición de
cometas, fueron sus principales objetivos. Entre los eventos más resaltantes de la
astronomía china, cabe destacar:
El primer calendario solar de la historia (1.300 a.C.) y el invento de la brújula
(100a.C.).El nuevo año chino se inicia el día de la primera luna nueva después de
que el Sol entre en la constelación de Acuario. Sabemos poco la astronomía en la
antigua China. Sin embargo, se sabe que es 6 más antigua que la astronomía
occidental y que, por estar tan alejada de ella, tuvo un desarrollo totalmente
independiente. Los chinos consideraban al universo como una naranja que
colgaba de la estrella polar ubicando sus 284 constelaciones en 28 segmentos o
casas en que dividían el universo. La antigua astronomía estelar china difiere
mucho de la babilónica y de la occidental. Al igual que en Babilonia, el antiguo
calendario chino de principios del siglo II a. C. es un año lunisolar, con ciclos
bisiestos de 19 años. La obra "Calendario de tres ciclos", aparecida hacia el
principio de nuestra era y cuyo autor es Liu Hsin, describe la historia de la
astronomía china desde el tercer milenio.
Los astrónomos de la corte imperial china observaron fenómenos celestes
extraordinarios cuya descripción ha llegado en muchos casos hasta nuestros días.
Estas crónicas son para el investigador una fuente valiosísima porque permiten
comprobar la aparición de nuevas estrellas, cometas, etc. También los eclipses se
controlaban de esta manera. Por el contrario, el estudio de los planetas y de la
Luna no estuvo, hasta el siglo I a.C., en condiciones de proporcionar predicciones
suficientemente exactas de los fenómenos celestes.
Se cuenta la historia de los desdichados astrónomos de la corte, Hsi y Ho, que
fueron ejecutados por haber puesto en peligro la seguridad del mundo, al dejar de
predecir un eclipse de Sol.
La concepción del Universo en la China antigua se encuentra expuesta en el
"Chou pei suan ching", un tratado escrito alrededor del siglo IV a.C. Según la
teoría del Kai t'ien (que significa: el cielo como cubierta), el cielo y la Tierra son
planos y se encuentran separados por una distancia de 80.000 li (un li equivale
aproximadamente a medio kilómetro). El Sol, cuyo diámetro es de 1.250 li, se
mueve circularmente en el plano del cielo; cuando se encuentra encima de China
es de día, y cuando se aleja se hace noche.
Posteriormente, se tuvo que modificar el modelo para explicar el paso del Sol por
el horizonte; según la nueva versión del Kai t'ien, el cielo y la Tierra son
semiesferas concéntricas, siendo el radio de la semiesfera terrestre de 60.000. El
texto no explica cómo se obtuvieron las distancias mencionadas; al parecer, el
modelo fue diseñado principalmente para calcular, con un poco de geometría, la
latitud de un lugar a partir de la posición del Sol.
El Kai t'ien era demasiado complicado para cálculos prácticos y cayó en desuso
con el paso del tiempo. Alrededor del siglo II d.C., se empezó a utilizar la esfera
armilar como un modelo mecánico de la Tierra y el cielo. Al mismo tiempo surgió
una nueva concepción del Universo: la teoría del Hun t'ien (cielo envolvente),
según la cual: "... el cielo es como un huevo de gallina, tan redondo como una bala
de ballesta; la Tierra es como la yema del huevo, se encuentra sola en el centro.
El cielo es grande y la Tierra pequeña."
Posteriormente, las teorías cosmogónicas en China girarán alrededor de la idea de
que el Universo estaba formado por dos sustancias: el yang y el yin, asociadas al
movimiento y al reposo, respectivamente. De acuerdo con la escuela
neoconfucionista, representada principalmente por Chu Hsi en el siglo XII, el yang
y el yin se encontraban mezclados antes de que se formara el mundo, pero fueron
separados por la rotación del Universo. El yang móvil fue arrojado a la periferia y
formó el cielo, mientras que el yin inerte se quedó en el centro y formó la Tierra;
los elementos intermedios, como los seres vivos y los planetas, guardaron
proporciones variables de yang y yin.
2.7. LA ASTRONOMÍA EN LA INDIA
Los antiguos hindúes decían que: “El Universo era una noche de sueño cósmico
de Brahma”. Este sueño de 4.320 años terrestres, era guardado por Shiva, el
señor de la danza cósmica. Cuando Brahma despierte, el Universo terminará.
La sociedad civilizada surge en la India, al igual que en Mesopotamia y Egipto; con
la cultura de la Edad del Bronce. Sin embargo no es mucho lo que se sabe del
Indo más allá del 3.000 a.C.
Poco antes de la era cristiana, se adoptó una escritura alfabética y se comenzó
toda una labor de recopilación del cocimiento hindú antiguo. Estos compendios
antiguos, Los Vedas, contienen las primeras referencias astronómicas en lo que
respecta al Sol, la Luna y las estrellas. Como cosa extraña, los planetas no
poseen ninguna referencia.
Los dos grandes astrónomos hindúes, Varahamihira (505 d.C.) y Brahmagupta
(628 d.C.) trabajaron en el observatorio astronómico de Ujjain.
Varahamihira construyó un compendio de la astronomía hindú: los Siddantas. En
ellos se expresa que el conocimiento astronómico hindú provenía del Occidente
(Yavanas).
Los astrónomos hindúes, para poder explicar el complicado movimiento planetario,
recurrieron a la teoría griega de los Epiciclos, pero en lugar de ser redondos, los
mismos eran elípticos.
2.8. LA ASTRONOMÍA EGIPCIA
La astronomía en el antiguo Egipto, no se diferencia mucho de las demás
civilizaciones, en los albores de la humanidad: una mezcla de registros científicos
enlazados con concepciones místicas.
Para los egipcios, el cielo estaba representado por Nut, una diosa con cuerpo de
mujer que extendía sus extremidades para arropar todo el firmamento. Geb (la
Tierra) servía de soporte, siendo los cuatro puntos cardinales, los puntos en donde
se apoyaba Nut.
A través de Nut, Amón-Ra (el Sol), transitaba el Nilo celestial en su barca.
El calendario egipcio se encontraba basado en el movimiento del Sol y la duración
de su año era de 365,25 días. Su año estaba dividido en 12 meses de 30 días
cada uno, más cinco días adicionales, denominados Epagómenos.
Para el año 2.700 a.C., ajustaron su calendario con el orto helíaco (salida en el
horizonte) de la estrella Sotkis (la estrella Sirio de la constelación del Can Mayor).
Esto llevó a los astrónomos-sacerdotes a calcular el ciclo en donde se repetirían
las mismas condiciones de salida de estrellas y fecha de inicio de las estaciones
climáticas, conocido con el nombre del Gran Ciclo de Sotkis o el Gran año, con
una duración de 1.461 años solares.
Las cinco planetas observables más el Sol y la Luna constituían los siete objetos
celestes que regían cada uno de los día de la semana.
La gran herencia astronómica que nos dejaron fue su calendario solar, el cual
pasó a Occidente gracias a la conquista de Julio César.
2.9. LA ASTRONOMÍA GRIEGA
Los antiguos griegos fueron los primeros en intentar dar una explicación a los
fenómenos naturales sin tener que recurrir a causas sobrenaturales; así, la
astronomía pasó de considerarse como un culto místico a consagrarse como una
ciencia. Los pensadores helenos comprobaron que las ideas astrológicas
dominantes no se correspondían con las “leyes” del universo que ellos estaban
empezando a descubrir. Thales de Mileto (625 – 545 a.C.)
Estudio astronomía en Mesopotamia. Aporto a su país el conocimiento y los
documentos de los babilonios y los egipcios, y expuso teorías meridianas entre las
ideas mitológicas del pasado y los descubrimientos científicos del futuro. Creía,
siguiendo las referencias de los babilonios, que la Tierra era plana y que flotaba en
el agua como un tronco. Se dice que realizó la predicción del eclipse de Sol del 28
de mayo del 585 a.C., que sirvió para detener una batalla entre medos y lidios.
Aristóteles (384-322 a.C.)En torno al 340 a.C., Aristóteles afirma que la Tierra es
redonda, no plana, y da tres argumentos a favor de esta tesis:
En los eclipses lunares siempre se observa que la sombra de la Tierra sobre la
Luna tiene forma de arco de circunferencia.
La diferencia en la posición aparente de la estrella Polar entre Grecia y Egipto, que
incluso le permite hacer un cálculo del tamaño de la Tierra en 400.000 estadios,
aproximadamente unos 80.000 km. de circunferencia (el doble del tamaño real).
En el mar cuando un barco aparece en el horizonte se ven primero las velas y
posteriormente el casco del barco.
Además establece que la Tierra está quieta y el Sol, la Luna, los planetas y las
estrellas se mueven en órbitas circulares y con velocidad uniforme alrededor de
ella, ya que el movimiento circular, al ser el más perfecto que existe, es el que
debe gobernar los cielos.
Sus argumentos sobre la condición y posición de la Tierra le llevan a pensar que
no pueden ser simple consecuencia del movimiento de los cielos: la circunferencia
de un círculo determina las propiedades de su centro; el cosmos es esférico, luego
la tierra ha de ser esférica.
Además argumenta que la Tierra es el centro del Universo de la siguiente manera:
los cuerpos pesados no caen en líneas paralelas, sino en líneas que convergen en
su centro. Los cuerpos que se proyectan directamente hacia arriba caen hacia
abajo al punto del cual partieron, por tanto, la Tierra ni está en movimiento ni está
en ningún sitio que no sea el centro.
2.10. LA ASTRONOMÍA ALEJANDRINA
Aristarco de Samos (310 – 230 a. C.)Fue seguramente el primer astrónomo
conocido que defiende una idea heliocéntrica del Universo: la Tierra, los planetas y
mucho más lejos las estrellas giran alrededor del Sol.
Aristarco no conocía las distancias de la Tierra a la Luna y al Sol, pero fue capaz
de calcular su proporción.
Su idea está basada en cómo se producen las fases de la Luna: ésta no tiene luz
propia sino que la recibe del Sol y la refleja hacia nosotros, de tal forma que sólo
se ilumina una mitad de su superficie esférica mientras que la otra mitad
permanece en la oscuridad.
Por otra parte, Aristarco dedujo, a partir del tamaño de la sombra de la Tierra
sobre la
Luna durante un eclipse lunar, que el Sol tenía que ser mucho mayor que la Tierra
y que además tenía que estar a una distancia muy grande. El Sol, al estar tan
lejos, ilumina a la Luna prácticamente con un haz de rayos paralelos.
Aristarco dedujo que el Sol está 19 veces más lejos de nosotros que la Luna. Sin
embargo, actualmente se conoce que el Sol está 389 veces más lejos de la Tierra
que la Luna. Una de las razones de este resultado tan inexacto, posiblemente se
debió a que a simple vista no puede establecerse con precisión cuándo está la
Luna en la fase de media luna, así como localizar con exactitud los centros del sol
y la luna.
En definitiva, no importa tanto el que Aristarco utilizase datos imprecisos y
consiguiera respuestas imperfectas. Lo que realmente sí asombra es que su
método fuese tan sencillo, claro y correcto; de manera que si luego se disponía de
mejores observaciones podrían darse respuestas más precisas. Aunque su
exposición era más científica que la de Aristóteles, sus teorías encontraron pocos
seguidores y la historia es parca en referencia a sus ideas heliocéntricas.
Ptolomeo (87-170 d.C.)
Ptolomeo de Alejandría, publicó en el año 140 d.C. Aproximadamente, una
admirable enciclopedia de la ciencia clásica, el “Almagesto” en la cual plasmó siglo
de observaciones babilónicas sobre los movimientos de los planetas, para apoyar
sus argumentos de que la Tierra era el centro del Universo. Utiliza el modelo
geocéntrico heredado de Aristóteles:
La Tierra en el centro y ocho esferas rodeándola. En ellas estarían la Luna, el Sol,
las estrellas y los cinco planetas conocidos en aquel tiempo: Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter y Saturno.
Los planetas se movían en círculos más internos engarzados a sus respectivas
esferas. La esfera más externa era la de las estrellas fijas, las cuales siempre
permanecían en las mismas posiciones relativas, las unas con respecto a las
otras, girando juntas a través del cielo.
Este modelo no describía con claridad que había detrás de la última esfera, pero
desde luego no era parte del universo observable por el ser humano. Su complejo
sistema de “círculos dentro de círculos” acabaría convirtiéndose en un acertado
método matemático para pronosticar los movimientos de los planetas.
El “sistema del mundo” de Ptolomeo, desarrollaba las ideas que regirían el mundo
de la astronomía durante quince siglos. Su muerte marcó el fin de la era clásica de
la astronomía.
2.11. LA ASTRONOMÍA EN EL S. XVI
Copérnico (1473-1543)
Estudiando los movimientos del Sol, la Luna y los planetas, intenta encontrar un
modelo cosmológico inteligible de todo el Universo. Es decir, sigue la senda de
sus predecesores, que ya lo buscaban descontentos, sin duda, con una
explicación que se limitaba a predecir y describir fenómenos con inventos
matemáticos arbitrarios.
Propone entonces un sistema heliocéntrico que se caracteriza por:
• Una relativa facilidad en explicar el movimiento retrógrado de los planetas y en
mostrar por qué sus posiciones relativas al sol determinaban tal movimiento.
Proporcionaba una base sobre la que determinar las distancias al sol y a la tierra.
Su carácter interconexo: las posiciones planetarias en cualquier momento son
simultáneamente explicables en tal configuración. Su teoría lunar es más simple.
La gran aportación del sistema de Copérnico se concreta en dos ideas:
Una modificación de las ideas vigentes en la época acerca de la naturaleza
de la materia, de los planetas, del sol, de la luna y de las estrellas.
Una modificación acerca de la naturaleza y acciones de la fuerza en
relación con el movimiento, es decir, de la física aristotélica imperante
entonces.
En 1543, antes de morir publicó su obra maestra “Sobre la Revolución de las
Esferas Celestes” que subvertiría la visión que tenía la humanidad del cosmos,
desencadenando una polémica que encontró su mayor punto de encono, en la
actitud hostil de la Iglesia, que sostenía como dogma inalterable, la creación divina
del universo con la Tierra como único centro posible.
El planteamiento de Copérnico no tuvo más éxito q el de Ptolomeo, pero dos
acontecimientos posteriores sirvieron de detonante a la revolución copernicana:
las observaciones sobre el cielo, sorprendentes y precisas, de Thycho Brahe y la
utilización de un sencillo catalejo por Galileo.
Tycho Brahe (1546 – 1601)
Astrónomo danés que realizó enormes cambios en las técnicas de observación y
en los niveles de precisión. Diseñó y construyó un gran número de instrumentos:
más grandes, más sólidos y mejor calibrados.
Además inauguró la técnica de efectuar observaciones regulares de los planetas
en su curso a través de los cielos, ya que hasta entonces sólo se observaban en
las configuraciones más favorables; en concreto, observó la órbita de Marte con la
ayuda de cuadrantes de pared. Fue tal la precisión y el número de datos que
acumuló que acabó con la dependencia que tenía la astronomía europea respecto
a los datos de la Antigüedad.
Además del movimiento de los planetas, Tycho Brahe cita la nova observada en la
constelación de Casiopea en 1572 y la estudia con detalle: determinó que el
fenómeno era supralunar, por lo que pone en duda la incorruptibilidad de los
cielos.
Por otra parte, observó diversos cometas que pasaron cerca de la Tierra en 1577,
1580, 1585, 1590, 1593 y 1596. Con el primero de ellos ya dedujo que este
fenómeno era también supralunar.
El sistema de Brahe fue aceptado como alternativo al de Copérnico durante más
de dos generaciones. El sistema de Brahe se basa, pues, en el principio de
circularidad, el movimiento uniforme y en la precisión observacional; de tal forma
que, interpreta la ausencia total de paralaje estelar como un apoyo a la idea de
una tierra en reposo, no en movimiento como suponía Copérnico.
En 1599 fue acogido en la corte del emperador Rodolfo en Praga, donde en 1600
nombró ayudante suyo a Johannes Kepler, el cual cuando muere Brahe - y tras
varios pleitos con los herederos - recibe los preciosos datos acumulados durante
toda su vida. Kepler los utiliza para formular sus tres leyes sobre el movimiento de
los planetas.
Johannes Kepler (1571-1630)
Astrónomo alemán, publica en 1596 su obra Mysterium cosmographicum que le
pondrá en contacto con Tycho Brahe. Tras la muerte de éste, pasó a ocupar el
puesto de astrónomo de la Corte Imperial y evaluó las observaciones que había
hecho Brahe de Marte.
En 1609 apareció su Astronomía nova con las dos primeras leyes del movimiento
planetario (ley de la elipse y ley de las áreas). La tercera ley estaba contenida en
Harmonices mundi. Con ellas da un modelo que explica adecuadamente los
movimientos de los planetas, incluida su retrogradación.
Las leyes enunciadas por Kepler sobre el movimiento de los planetas son
las siguientes:
Los planetas se mueven sobre elipses, con el Sol en uno de sus focos.
La línea de unión planeta-Sol (llamada también radio vector) barre áreas
iguales en tiempos iguales (ley de las áreas).
El cuadrado del período de revolución de un planeta es proporcional al cubo
de su distancia media al Sol.
En 1611 apareció su Dioptrik, con las bases numéricas y ópticas del telescopio
astronómico (o de Kepler).En 1627 se publicaron las Tablas rodolfinas, que
constituyen la base de todos los cálculos de órbitas planetarias hasta bien entrado
el siglo XVII.
En suma, Kepler prepara el camino a un descubrimiento fundamental: la ley de la
gravitación universal de Newton, ya que una fuerza de atracción entre el Sol y un
planeta proporcional a sus masas y, sobre todo, inversamente proporcional al
cuadrado de la distancia que los separa, explicaba el hecho de que el planeta
(más ligero) girase en una órbita elíptica alrededor del Sol, con éste en uno de sus
focos.
2.12. LA ASTRONOMÍA EN EL S. XVII
Telescopio de Galileo. El óptico holandés Hans Lippershey fue probablemente el
que construyó el primer telescopio en la primera década del siglo XVII. Galileo fue
uno de los que lo utilizaron para observar los cielos. El telescopio que construyó
galileo en 1609 era un telescopio de refracción, con lente convexa delante y una
lente ocular cóncava. Con él descubrió las fases de Venus, lo que indicaba que
este planeta gira alrededor del Sol. También descubrió cuatro lunas girando
alrededor de Júpiter. En la imagen, dos telescopios de Galileo conservados en el
Museo de Historia de la Ciencia de Florencia.
En 1609 diseñó y construyó un telescopio adaptando un catalejo. Al parecer, ya
había sido inventado en Holanda, mantenido bajo secreto militar. Gracias al
telescopio, hizo grandes descubrimientos en Astronomía, de entre los que destaca
la observación el 7 de enero de 1610 de cuatro de las lunas de Júpiter, girando en
torno a este planeta. Este descubrimiento daba la razón a Copérnico y
cuestionaba la postura de que la Tierra era el centro de todos los movimientos
celestes. Además observó que la Luna no era una esfera perfecta sino que poseía
montañas y cráteres. Estos y otros descubrimientos los publicó en su obra
Sidereus Nuncius. Pero la ciencia oficial se negó a creerle alegando que no había
demostrado que lo observado al otro lado de los cristales curvos existiese
realmente, y lo observado podrían ser errores del aparato.
Observaciones de Galileo:
Puso sus observaciones de las lunas de Júpiter en su libro Siderius Nuncius.
Estudió Júpiter a lo largo de un mes y fue capaz de mostrar el movimiento de los
satélites en torno a Júpiter. Hasta que Galileo comenzó a estudiar la Luna y
Venus, no tenía una evidencia concreta para apoyar el Sistema de Copérnico.
En 1616 la Iglesia Católica declaró falsas las ideas de Copérnico. El Papa Pablo V
instó a los católicos a no enseñar o defender el copernicanismo. En 1623 fue
nombrado papa Urbano VIII. Éste tenía ciertas simpatías por los nuevos
movimientos intelectuales, por lo que Galileo le dedicó su obra Il Saggiatore, que
publicó ese mismo año. En ella Galileo defiende que el mundo hay que estudiarlo
con matemáticas, no con referencias a una autoridad intelectual. Aunque Urbano
VIII era reacio a revocar un edicto de un papa anterior, permitió a Galileo exponer
sus trabajos sobre las mareas siempre que dejase claro que se trataba de
hipótesis de trabajo y no dé explicaciones sobre el funcionamiento real del mundo.
Por espacio de ocho años estuvo trabajando en dicho libro, al que añadió tal
cantidad de material nuevo que las mareas pasaron a ser un simple argumento
más a favor del movimiento de la Tierra. El libro se publicó en 1632 como una
defensa del sistema astronómico de Copérnico, bajo el título de Dialogo supra y de
massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano.
Fue requerido en Roma por la Inquisición. Tras un largo y agotador interrogatorio,
aunque inusualmente benévolo debido a la fama de Galileo, el 22 de junio de
1633, admitió su "error", y negó que el Sol fuese el centro del Universo y que la
Tierra girase en torno a su eje y alrededor del Sol. Profundamente convencido de
la veracidad de su descubrimiento se dice que Galileo, antes de retirarse de la
sala, murmuro su famosa frase: "Eppur si muove" ("…y sin embargo (la tierra) se
mueve (alrededor del Sol)")
En 1637 publicó su obra Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno a due nuove
scienze. Ésta y el Diálogo son sus obras más importantes.
El escritor alemán Bertolt Brecht escribió una novela sobre su defensa del
copernicanismo y sus problemas con la Iglesia Católica, "Vida de Galileo Galilei".
Al finalizar el siglo XX el Papa Juan Pablo II reivindicó la figura de Galileo
sosteniendo que fue más inteligente que los teólogos de su época.
Astronomía
Sus aportaciones en el terreno de la astronomía y el estudio del universo no
fueron menos importantes. A principios del siglo XVII, perfeccionó el catalejo, un
instrumento óptico de reciente invención, para obtener un telescopio de sesenta
aumentos.
Con la ayuda de dicho aparato, Galileo exploró el cielo y llegó a conclusiones que
revolucionaron profundamente la manera de entender el orden del universo. En
contra de la creencia general, demostró que la superficie de la Luna no era
cristalina, sino que estaba cubierta de cráteres y montañas, con lo que refutó la
idea aristotélica de la absoluta perfección de los astros. De la misma manera,
descubrió las manchas solares, con lo que pudo determinar el período de rotación
del Sol y la dirección de su eje. Galileo descubrió, asimismo, los cuatro satélites
mayores de Júpiter y demostró que no todos los astros giraban alrededor de la
Tierra. Esta constatación de las teorías copernicanas, contraria a la cosmología de
Tolomeo vigente hasta entonces, le valió la condena de las autoridades
eclesiásticas, pero desempeñó un papel fundamental para edificar la moderna
visión del universo.
Metodología científica
Puede considerarse a Galileo como el fundador de la astronomía moderna, y más
en general, como el introductor del método experimental en la investigación
científica. Además de sus extraordinarios resultados como físico y astrónomo, la
importancia de Galileo está precisamente en haber creado una mentalidad
científica nueva, cuyas bases son aún las nuestras. Por estos motivos, puede
considerarse a Galileo como el fundador de la ciencia moderna, basada en la
observación de los hechos, la realización de experimentos y la formulación de
teorías explicatorias. En la historia de la cultura, Galileo se ha convertido en el
símbolo de la lucha contra la autoridad y de la libertad en la investigación.
Manchas solares. Dibujo de las manchas solares en la obra El mensajero de los
astros. Los defensores del sistema tolemaico sostenían, con Aristóteles, que en el
firmamento sólo podían existir cuerpos esféricos perfectos. Las observaciones
mediante el telescopio de Galileo desmintieron esta opinión: fue el primero en
describir los cráteres de la luna o las manchas solares. Tales observaciones le
permitieron determinar el período de rotación del Sol y la dirección de su eje.
Galileo puede ser considerado como el fundador de la ciencia moderna, porque
hizo despertar a la inteligencia humana de una acrítica aceptación de la autoridad
de Aristóteles, y trazó las líneas de un método experimental en el que la
experiencia sensible y la razón venían a encontrarse unidas en el común esfuerzo
de la investigación.
2.13. LA ASTRONOMIA EN MÉXICO
La Astronomía Maya
En América durante la época precolombina se desarrolló un estudio astronómico
bastante extenso. Algunas observaciones Mayas son bien conocidas, como el
eclipse lunar del 15 de Febrero de 3379 a.C. Tenían su propio calendario solar y
conocían la periodicidad de los eclipses. Inscribieron en monumentos de piedra
fórmulas para predecir eclipses solares y la salida heliaca de Venus.
Si los distintos pueblos del Méjico antiguo llegaron hasta la fase jeroglífica, los
mayas lograron la fase silábico-alfabética en su escritura. La numeración iniciada
por los olmecas con base vigesimal, la perfeccionan los mayas, en los siglos III y
IV a. C.
Los mayas conocieron desde el tercer milenio a. C. como mínimo un desarrollo
astronómico muy polifacético. Muchas de sus observaciones han llegado hasta
nuestros días (por ejemplo un eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a. C.) y se
conocían con gran exactitud las revoluciones sinódicas de los planetas, la
periodicidad de los eclipses etc. El calendario comienza en una fecha cero que
posiblemente sea el 8 de junio de 8498 a. C. en nuestro cómputo del tiempo,
aunque no es del todo seguro. Los mayas tenían además un año de 365 días (con
18 meses de 20 días y un mes intercalado de 5 días).
Los estudios sobre los astros que realizaron los mayas siguen sorprendiendo a los
científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la
concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron
para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.
El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las
ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda
celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar
fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se
observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se
crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del
edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en
numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano
y las tablas de periodicidad de los eclipses.
2.14. LA ASTRONOMÍA INCA
En América del Sur, en los andes Centrales, culturas preincaicas realizaron obras
como las Líneas de Nazca, o la Puerta del Sol en Tiahuanaco. En realidad, aún es
mucho lo que falta por investigar en este aspecto y en la actualidad científicos de
diferentes partes del mundo han vuelto a mirar a América, porque sin duda, a
pesar del saqueo realizado por los conquistadores europeos, se pueden descubrir
muchas cosas más.
Sin duda alguna, los Incas es el imperio más representativo de América del Sur.
Es precisamente en Cuzco, en donde muchos investigadores han encontrado
documentos de colonizadores españoles que describen el Templo del Sol, del cual
irradiaban cuarenta y un ejes llamados ceques, cuya disposición implicaba
lineamientos geománticos o astronómicos, que definían el valle en 328 huacas las
cuales cumplían funciones rituales y políticas.
Los Incas conocían la revolución sinódica del los planetas, Construyeron un
calendario Lunar para las fiestas religiosas y uno solar para la agricultura.
Utilizaron elementos como mojones alrededor de los pueblos para realizar
astronomía observacional. Los Chibchas conocían la constelación de Orión y
reconocían la relación entre la salida heliacal de Sirio con el comienzo de la
temporada de lluvias.
El calendario consistía en un año solar de 365 días, repartidos en 12 meses de 30
días y con 5 días intercalados. Se sabe que el calendario era determinado
observando al sol y a la luna. Para fijar las fechas exactas del año y meses,
Pachacútec dispuso la edificación de 12 torres o pilares localizados al Este de la
llacta del Cusco, llamados sucangas.
Los Incas daban mucha importancia a las constelaciones y estaban muy
interesados en la medición del tiempo para fines agrícolas. Poseían sus propias
constelaciones entre las cuales, se destacan la Cruz del Sur y el Centauro. Para
ellos la vía láctea era oscurecida por sacos de carbón. La Astronomía jugó un
papel muy importante para la construcción de sus ciudades.
2.15. LA ASTRONOMÍA AZTECA
La civilización Azteca surgió a partir del siglo X. Su máximo esplendor lo obtuvo
entre los siglos XIV al XVI. Los aztecas no solo desarrollaron la astronomía y el
calendario, sino que estudiaron y desarrollaron la meteorología, como una
consecuencia lógica de la aplicación de sus conocimientos para facilitar sus
labores agrícolas.
La representación del cielo (masculino) y Tierra (femenino) estaban determinados
por Ometecuhtli y Omecíhuatl, respectivamente. Las eras en la cosmología azteca
están definidas por soles, cuyo final estaba marcado por cataclismos. El primer
Sol, Nahui-Oceloti (Jaguar) era un mundo poblado por gigantes, que fue destruido
por jaguares. El segundo Sol, Nahui-Ehécati (Viento) fue destruido por un huracán.
El tercer Sol, Nahuiquiahuitl, por una lluvia de fuego. El cuarto Sol, Nahui-Ati
(agua) fue destruido por un diluvio. Y el quinto, Nahui-Ollin (movimiento) está
destinado a desaparecer por movimientos de la Tierra.
El calendario azteca, o piedra del Sol, es el monolito más antiguo que se conserva
de la cultura prehispánica. Se cree que fue esculpido alrededor del año 1479. Se
trata de un monolito circular con cuatro círculos concéntricos. En el centro se
distingue el rostro de Tonatiuh (Dios Sol), adornado con Jade y sosteniendo un
cuchillo en la boca. Los cuatro soles o eras anteriores, se encuentran
representados por figuras de forma cuadrada que flanquean al quinto sol, en el
centro. El círculo exterior está formado por 20 áreas que representan los días de
cada uno de los 18 meses que constaba el calendario azteca.
Para completar los 365 días del año solar, los aztecas incorporaban 5 días
aciagos o nemontemi.
Para los aztecas, la sucesión del día y la noche se explicaba por las constantes
luchas entre los astros principales. Dado que durante el día es muy difícil observar
la Luna e imposible a las estrellas, los aztecas interpretaban que el sol naciente
(Huitzilopochtli) mataba a la Luna (Coyolxauhqui) y a las estrellas.
La astronomía era muy importante, ya que formaba parte de la religión.
Construyeron observatorios que les permitieron realizar observaciones muy
precisas, hasta el punto que midieron con gran exactitud las revoluciones
sinódicas del Sol, la Luna y los planetas Venus y Marte. Al igual que casi todos los
pueblos antiguos, los aztecas agruparon las estrellas brillantes en asociaciones
aparentes (constelaciones). Los cometas fueron denominados "las estrellas que
humean"
3. PERSONAJES FAMOSOS QUE DIERON APORTES SOBRE ASTRONOMÍA
3.1. THALES DE MILETO
Se le llamó Thales de Mileto (o Thales) porque vivió en
la ciudad de Mileto, entre 624 a.C. - 546 a.C. Fue uno
de los "siete sabios" de la antigüedad. No se tiene
información sobre sus escritos y su vida se conoce
fraccionadamente por las referencias de otros autores.
Filósofo de la Escuela Jónica, autor de una cosmología
de la que sólo nos han llegado algunos fragmentos.
Se destacó principalmente por sus trabajos en filosofía y matemáticas. En esta
última ciencia, se le atribuyen las primeras "demostraciones" de teoremas
geométricos mediante el razonamiento lógico y, por esto, se la considera el Padre
de la Geometría.
Según Thales, el principio original de todas las cosas es el agua, de la que todo
procede y a la que todo vuelve otra vez. Se atribuye a Thales el uso de sus
conocimientos de geometría para medir las dimensiones de las pirámides de
Egipto y calcular la distancia desde la costa hasta barcos en alta mar.
Son seis sus teoremas geométricos:
1. Todo diámetro biseca a la circunferencia.
2. Los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales.
3. Los ángulos opuestos por el vértice son iguales.
4. Dos triángulos que tienen dos ángulos y un lado respectivamente iguales
son iguales.
5. Todo ángulo inscrito en una semicircunferencia es recto.
6. El famoso "Teorema de Thales": los segmentos determinados por una serie
de paralelas cortadas por dos transversales son proporcionales.
En astronomía fue observador de la Osa Menor e instruyó a los marinos para
guiarse con esta constelación. Predijo el eclipse solar del año 585 a.C., utilizando
el Saros, un ciclo de 18 años, 10 días y 8 horas.
Thales fue el primero en sostener que la Luna brillaba por el reflejo del Sol y
además determinó el número exacto de días que tiene el año.
Thales también fue el famoso sabio de la historia que cayó en un pozo por mirar
las estrellas y una anciana le dijo: "pretendes observar las estrellas y ni siquiera
ves lo que tienes a tus pies". También se le atribuye a Thales la historia del mulo
que cargaba sal y que se metía en el río para disolverla y aligerar su peso; Thales
le quitó esa mala costumbre cargándolo con esponjas.
Cuando le preguntaron la recompensa quería por sus descubrimientos, contestó:
"me consideraría bien recompensado si los demás no se atribuyeran mis
hallazgos, sino que reconocieran que son míos".
3.2. ANAXIMANDRO, CREADOR
DEL ÁPEIRON
Fue un filósofo, geómetra y
astrónomo griego nacido en
Mileto, ciudad que corresponde a
la actual Turquía, entre los años
610 a. C. y 545 a. C. Fue
miembro de la escuela de Mileto,
sucediendo a Thales, de quién
fue discípulo, en su dirección.
Como astrónomo, Anaximandro dedicó gran parte de su vida a realizar numerosas
investigaciones que le llevaron a afirmar que la Tierra tenía forma cilíndrica y que
ocupaba el centro del universo.
Igualmente, se le ha atribuido la creación de un mapa terrestre, así como diversos
trabajos para la medición de los solsticios y equinoccios mediante la utilización de
un gnomon o el cálculo del tamaño y distancia entre las estrellas.
Otras atribuciones fueron el desarrollo de un reloj de sol y una esfera celeste.
Tal como hiciera su maestro Thales, Anaximandro también busco un elemento
básico del cual partiera la realidad. Sin embargo, al contrario que Thales,
Anaximandro consideró que este arché o elemento no era el agua, sino una
materia desconocida que él denomino ápeiron y que viene a referirse a lo ilimitado
o indeterminado (a: "sin"; peras: "límite, perímetro").
Anaximandro desarrolló una cosmogonía en la que se describía la formación del
universo como un proceso de rotación en el que se separaba lo caliente de lo frío.
De esta manera los astros eran porciones de aire comprimido.
Por su parte el Sol tenía la forma de una rueda de carro en cuyo borde se contenía
el fuego, que se encontraba en la periferia del mundo, y que se escapaba a través
de un orificio. Así, Anaximandro explicaba los eclipses por la obstrucción de uno
de estos orificios. Anaximandro también consideró que el tamaño del Sol era hasta
28 veces superior al de la Tierra, mientras que la Luna era 19 veces mayor y
también tenía forma de rueda.
Igualmente, el cosmos de Anaximandro está compuesto, precisamente, de
ápeiron, una sustancia infimita y eterna. Así, los planetas y astros se formaban con
la separación de esta sustancia, que volvía a ser absorbida por el universo cuando
desaparecían.
Anaximandro explica la creación de la Tierra a partir de un movimiento rotatorio
que hizo que los materiales más pesados del universo se hundieran hacia el
centro, formando así nuestro planeta con forma de disco, al tiempo que el fuego se
desplazó hacia el exterior dando lugar al Sol y las estrellas.
3.3. PITÁGORAS Y EL GEOCENTRISMO
Se dice de Pitágoras que es el primer matemático puro y
también uno de los primeros astrónomos de quien se
tiene información. Vivió entre los años 569 a 475 a.C., en
Samos, y dedicó su vida al estudio de la ciencia, filosofía,
matemáticas y música.
Se educó adecuadamente estudiando la lira, la poesía y recitó a Homero. Los
filósofos que influenciaron su pensamiento fueron Thales y Anaximandro, ambos
de Mileto. Thales contribuyó al interés matemático y astronómico. Por
recomendación suya viajó a Egipto para estudiar con Anaximandro y, años
después, regresó a Mileto.
En la guerra de Egipto contra Persia, fue apresado y enviado a Babilonia, en
donde perfeccionó sus conocimientos en aritmética y música. Hacia 520 a.C.
regresó a Samos. En esta ciudad creó una escuela llamada el semicírculo, donde
se sostenían reuniones políticas.
Viajó al sur de Italia alrededor del 518 a.C. Se cree que este viaje lo realizó
escapando de compromisos políticos que había adquirido en sus reuniones del
semicírculo. Fundó una escuela en Crotona que llegó a convertirse en una
asociación parcialmente religiosa, científica y filosófica, que se apoyaba en la
inmortalidad del alma y la doctrina de la reencarnación.
Su sistema de educación se basaba en la gimnasia, las matemáticas y la música.
Los pitagóricos creían que el mundo conocido podía ser explicado a partir de las
matemáticas. A sus seguidores se les llamó mathematikoi. Eran vegetarianos y no
tenían posesiones personales, aunque también existían otros que tenían su propia
casa y no eran vegetarianos. Se recibían hombres y mujeres.
En su escuela se pregonaba que el más profundo nivel de la realidad es de
naturaleza matemática. Creían que la filosofía puede ser utilizada para la
purificación espiritual, que el alma puede elevarse para unirse con lo divino y que
ciertos símbolos tienen significancia mística. Todos los hermanos de la orden
debían observar estricto secreto y lealtad.
Se interesó por el concepto de número, triángulo y otras figuras matemáticas, así
como la idea abstracta de probar. De esta manera dio a los números un valor
abstracto que puede aplicarse a muchas circunstancias. Sostuvo que todas las
relaciones podían ser reducidas a relaciones numéricas y que las cuerdas
vibrantes poseen tonos armoniosos cuando la relación de sus longitudes son
números enteros.
Actualmente se recuerda mucho a por su Teorema: "Para un triángulo rectángulo,
el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de sus catetos".
En astronomía, planteo tres Paradigmas:
1. Los planetas, el Sol, la luna y las estrellas se mueven en órbitas circulares
perfectas.
2. La velocidad de los astros es perfectamente uniforme.
3. La Tierra se encuentra en el centro exacto de los cuerpos celestes.
Estos paradigmas fueron seguidos fielmente por sus discípulos Platón y Sócrates,
y significaron el punto de partida las teorías geocéntricas. También reconoció que
la órbita de la luna estaba inclinada y fue uno de los primeros en establecer que
Venus es la misma estrella de las mañanas y tardes.
Fue a Delos hacia el año 513 a.C. para cuidar a su amigo Phekerides, quien se
hallaba enfermo. Después de su muerte regresó a Crotona. Esta ciudad fue
invadida por los Sibaritas y se rumoreaba que estaba envuelto en este ataque. En
el 508 a. C. la sociedad pitagórica fue atacada por Cylon, por lo que huyó a
Metaponte, donde murió años después sin que se conozca su causa.
3.4. DEMÓCRITO DE ABDERA Y
LA "TEORÍA ATÓMICA"
Fue un matemático y filósofo griego
presocrático que vivió entre los años
460 y 370 a.C. en la ciudad de
Abdera, en Tracia. Demócrito,
conocido también como "el filósofo
que se ríe" fue discípulo de Leucipo,
filósofo griego al quien se atribuye la fundación del atomismo.
Estudio con numerosos magos y eruditos caldeos que el propio rey Jerjes de
Persia dejó en la casa de su padre cuando se alojó allí durante las Guerras
Médicas contra los Griegos. Gracias a ello aprendió astrología y teología siendo
muy joven.
Una de las principales aportaciones de Demócrito fue el desarrollo de la "teoría
atómica del universo", que fue concebida originariamente por su mentor, el filósofo
Leucipo. Demócrito acuñó por primera vez con esta teoría el término "átomo".
Así, la "teoría atómica" establece que la materia es tan sólo una mezcla de átomos
(que en griego significa "indivisible"). Estos son elementos que inmutables, eternos
e infinitamente pequeños y, por tanto, imperceptibles para los sentidos.
Esta teoría puede resumirse en los siguientes postulados:
- Los átomos son indivisibles, homogéneos y eternos.
- La diferencia entre los átomos estriba únicamente en forma y tamaño, pero no en
sus cualidades internas.
- Las propiedades de la materia cambian según la agrupación de los átomos.
De esta forma, según esta teoría no puede existir una división ad infinitum de las
cosas, dada la naturaleza infinita de los átomos.
Igualmente, los atomistas, con Leucipo y Demócrito a la cabeza, consideraban que
el movimiento era una realidad y no un fenómeno. Así, existirían dos causas en la
realidad, por un lado "lo que es", causa representada por los átomos, y "lo que no
es", que vendría a ser representado por el vacío. De esta manera, este "lo que no
es" es lo que permite la existencia de partículas diferenciadas y el especio en el
que se mueven. Por tanto, el movimiento de los átomos en el vacío es algo
inherente a los mismos, en tanto que son eternos y están siempre en movimiento.
3.5. EUDOXO DE CNIDO Y LAS ESFERAS
(408-355 A.C.)
Matemático y astrónomo griego que nació y
murió en Cnido, hijo de Esquines y discípulo de
Platón. Su familia estaba compuesta por
médicos y por su influencia realizó los estudios
de medicina, profesión que ejerció durante
algunos años en Grecia. También se le conoce
como Eudoxio de Cnidos.
A los 23 años se fue a Atenas e ingresó en la academia de Platón, donde estudió
filosofía. Años después conoció los estudios astronómicos que se estaban
llevando a cabo en Egipto. Organizó su traslado a la ciudad de Helipopolis
patrocinado y recomendado por el rey Ageliseo. Allí tuvo acceso a los estudios de
las observaciones y teorías de los sacerdotes de esta ciudad.
De regreso a Grecia fundó una escuela de Filosofía, Matemáticas y Astronomía.
Años después escribió su primera obra llamada Fenómenos, donde describió la
salida y ocultación de los astros. Fue el primer Astrónomo que estableció que la
duración del año era mayor en 6 horas a los 365 días.
En su segundo libro, "Las Velocidades", explicó el movimiento del Sol, la Luna y
los Planetas e introdujo un ingenioso sistema en el que asigna 4 esferas a cada
astro para explicar sus movimientos.
En este modelo de sistema solar la Tierra esférica se encontraba en el centro,
alrededor de ella rotaban 3 esferas concéntricas, la más exterior llevaba las
estrellas fijas y tenía un periodo de rotación de 24 horas, la de en medio rotaba de
este a oeste en un periodo que completaba 223 lunaciones, la esfera interna
poseía la luna y rotaba en un periodo de 27 días 5 horas 5 minutos. Cada uno de
los 5 planetas requería de 4 esferas que explicaban sus movimientos y el sol y la
luna 3 esferas cada uno.
En geometría influyó de manera importante sobre Euclides con su teoría de las
proporciones y el método exhaustivo, por lo que está considerado como el padre
del cálculo integral. La primera fue la solución más antigua a los números
irracionales, que no pueden ser expresados como cociente de dos números
enteros. El método exhaustivo le permitió abordar el problema del cálculo de áreas
y volúmenes, como el de la pirámide, cuyo volumen es un tercio de un prisma que
tenga la misma base.
Hacia el año 350 a.C. Eudoxo se trasladó a la ciudad de Cnido. Allí se encontró
con un régimen democrático recién establecido y recibió el encargo de escribir la
nueva constitución.
Eudoxo trazó un mapa del cielo desde un observatorio construido por él mismo a
orillas del Nilo. También estudio diversos calendarios y el registro de los cambios
estaciónales, estudios meteorológicos y crecientes del Nilo.
Combatió ardientemente los horóscopos diciendo que: "Cuando se creen hacer
previsiones acerca de la vida de un ciudadano con sus horóscopos basados en la
fecha de su nacimiento no debemos dar crédito alguno, pues las influencias de los
astros son tan complicadas de calcular que no existe hombre en la faz de la tierra
que lo pueda hacer".
Las conclusiones geométricas que Eudoxo trasmitió oralmente, fueron pasando de
generación en generación hasta hoy. Al parecer Eudoxo sí plasmo sus resultados
algo más que en la mente de sus pupilos, pero con la quema de Alexandría y
sucesos similares se ha perdido cualquier aportación directa de él. Sin embargo se
conoce su obra por medio de citas de otros autores, como el poeta Arato, la
influencia en el libro V de los elementos de Euclides y las cuadraturas de círculo y
parábola descritas en "El método" por Arquimides.
3.6. ERATÓSTENES
Apodado Beta por uno de sus envidiosos
contemporáneos que decía que: “él era en todo el
segundo mejor del mundo” (Beta es la segunda letra
del alfabeto griego, a eso se debía su apodo). Nació
en Cyrene (Libia) en el año 276 a.C. Fue astrónomo,
historiador, geógrafo, filósofo, poeta, crítico teatral y
matemático. Estudió en Alejandría y Atenas. Trabajó con problemas de
matemáticas, estableciendo un procedimiento para hallar los números primos
(Criba de Eratóstenes) y tuvo obras de los cuales sólo se tienen noticias por otros
autores.
Una de sus principales contribuciones a la ciencia y a la astronomía fue su trabajo
sobre la medición de la tierra. Se dice que por referencias obtenidas de
un papiro de su biblioteca, sabía que en Siena (hoy Asuán, Egipto) el día del
solsticio de verano (21 de Junio), los objetos verticales no
proyectaban sombra alguna y la luz alumbraba el fondo de los pozos; esto
significaba que la ciudad estaba situada justamente sobre la línea del trópico y
su latitud era igual a la de la eclíptica que ya conocía. Eratóstenes, suponiendo
que Siena y Alejandría tenían la misma longitud (realmente distan 3º) y que el Sol
se encontraba tan alejado de la Tierra que sus rayos podían suponerse paralelos,
midió la sombra en Alejandría el mismo día del solsticio de verano al mediodía,
demostrando que el cenit de la ciudad distaba 1/50 parte de la circunferencia, es
decir, 7º 12' del de Alejandría. Si era plana la Tierra como se creía en aquellas
épocas, no se deberían encontrar diferencias entre las sombras proyectadas por
los objetos a la misma hora del mismo día, independientemente de donde se
encontraran.
Posteriormente, tomó la distancia estimada por las caravanas que comerciaban
entre ambas ciudades, aunque bien pudo obtener el dato en la propia Biblioteca
de Alejandría, fijándola en 5000 estadios, de donde dedujo que la circunferencia
de la Tierra era de 250.000 estadios, resultado que posteriormente elevó hasta
252000 estadios, de modo que a cada grado correspondieran 700 estadios.
También se afirma que Eratóstenes, para calcular la distancia entre las dos
ciudades, se valió de un regimiento de soldados que diera pasos de tamaño
uniforme y los contara.
Admitiendo que Eratóstenes haya usado el estadio ático-italiano de 184.8 m, que
era el que solía utilizarse por los griegos de Alejandría en aquella época, el error
cometido sería de 6.192 kilómetros (un 15 %). Sin embargo, hay quien defiende
que empleó el estadio egipcio (300 codos de 52,4 cm), en cuyo caso la
circunferencia polar calculada hubiera sido de 39614 km, frente a los 40008 km
considerados en la actualidad, es decir, un error de menos del 1%.
Sin embargo, al demostrarse que si lo hacían (la sombra dejada por la torre de
Siena formaba 7 grados con la vertical), dedujo que la tierra no era plana y,
utilizando la distancia conocida entre las dos ciudades y el ángulo medido de las
sombras, calculó la circunferencia de la tierra en aproximadamente 250.000
estadios (unos 40.000 kilómetros, bastante exacto para la época y sus recursos).
También calculó la distancia al Sol en 804.000.000 estadios y la distancia a la
Luna en 780.000 estadios. Midió casi con precisión la inclinación de la eclíptica en
23º 51' 15". A pesar de que se le atribuye frecuentemente la obra Katasterismoi,
que contiene la nomenclatura de 44 constelaciones y 675 estrellas, los críticos
niegan que fuera escrita por él, por lo que se suele designar Pseudo-Eratóstenes a
su autor.
Se dice que creó uno de los calendarios más avanzados para su época y una
historia cronológica del mundo desde la guerra de Troya. Realizó investigaciones
en geografía dibujando mapas del mundo conocido, grandes extensiones del río
Nilo y describió la región de Eudaimon (actual Yemen) en Arabia.
El primero en utilizar la palabra Geografía fue Eratóstenes en una obra perdida,
hoy en día. Sin embargo, la fundación de la geografía se le atribuye al también
considerado padre de la Historia, Heródoto (484-420 a. C.).
Eratóstenes al final de su vida fue afectado por la ceguera y murió de hambre por
su propia voluntad en 194 a.C. en Alejandría.
Fue, incluso, director de la Gran biblioteca de Alejandría e inventó el primer reloj
solar moderno, al que denominó “Skaphe”.
Un cráter de la Luna y un monte submarino del Mediterráneo llevan su nombre.
3.7. HIPARCO DE NICEA (190-120 A.C.),
También conocido como Hiparco de Rodas, fue un
matemático y astrónomo griego siendo el más importante
de su época. Hiparco nació en Nicea, Bitinia (hoy Iznik,
Turquía). Es considerado el primer astrónomo científico.
Fue muy preciso en sus investigaciones de las pocas que
se conocen porque se comentaron en el tratado científico
Almagesto del famoso astrónomo alejandrino Claudio Tolomeo, sobre quien cultivó
gran influencia. Uno de sus aportes relevantes fue su cálculo del año tropical
(365d 5h 55m), es decir, la duración del año determinada por las estaciones. Que
tenía un margen de error de solo 6 minutos y 15 segundos con respecto a las
mediciones modernas (365 días 5 h 48 m 45,9 s). Según este personaje, se debía
adoptar el año tropical por ser el que guarda relación con las estaciones del año.
Uno de sus tantos trabajos, relacionados con la astronomía es el
llamado Commentary on Aratus and Eudoxus. Dicho trabajo fue escrito en tres
libros: en el primero nombra y describe las constelaciones, en el segundo y tercero
publica sus cálculos sobre la salida y entrada de las constelaciones, al final del
tercer libro da una lista de estrellas brillantes. En ninguno de los tres libros antes
mencionados líneas arriba hace mención sobre matemáticas astronómicas. Se
dice incluso que no usó un solo sistema de coordenadas sino un sistema
mezclado de varios tipos de ellas.
Inventa la trigonometría, que consiste en relacionar las medidas angulares con las
lineales. Las necesidades de ese tipo de cálculos son muy frecuentes en la
Astronomía. Fueron sus contribuciones a la trigonometría tanto a la plana como a
la esférica, publicó la tabla de cuerdas, un temprano ejemplo de una tabla
moderna de senos, cuyo propósito era proporcionar un método para resolver
triángulos. También introdujo en Grecia la división del círculo en 360 grados.
Elaboró el primer catálogo celeste que contenía aproximadamente 850 estrellas,
diferenciándolas por su brillo en seis categorías o magnitudes. Es probable que
este trabajo haya sido usado por Ptolomeo como base para su propio catálogo
celeste. Sobre este último, como se ha dicho, tuvo una gran influencia y, al
rechazar la teoría heliocéntrica2 de Aristarco de Samos, fue el precursor de los
trabajos geocéntricos3 de Ptolomeo. Con el propósito de elaborar dicho catálogo,
Hiparco inventó instrumentos, especialmente un teodolito4, para indicar posiciones
y magnitudes, de forma que fuese fácil descubrir sí las estrellas morían o nacían,
si se movían o si aumentaban o disminuían de brillo. Murió en Rodas, Grecia en el
año 120 a.C.
Consiguió una excelente aproximación de la distancia entre la Tierra y la Luna, ya
intentada por Aristarco de Samos, usando eclipses lunares totales de duración
máxima. Hiparco calculó que esta distancia era de treinta veces el diámetro
terrestre, calculado previamente por Eratóstenes. Es decir, unos 384.000
kilómetros.
Fue el primero en dividir la Tierra en meridianos y paralelos, haciendo usual los
conceptos de longitud y latitud geográficas de un lugar o espacio.
2 Modelo astronómico según el cual la Tierra y los planetas se mueven alrededor de un Sol relativamente estacionario y que está en el centro del Universo.
3 Antigua teoría que pone a la Tierra en el centro del universo, y los astros, incluido el Sol, girando alrededor de la Tierra.
4 Instrumento de medición mecánico-óptico que se utiliza para obtener ángulos verticales y, en el mayor de los casos, horizontales, ámbito en el cual tiene una precisión elevada.
3.8. CLAUDIO PTOLOMEO (O TOLOMEO)
Uno de los personajes más importantes en la historia
de la Astronomía. Fue astrónomo y geógrafo,
Ptolomeo fue el que propuso el sistema geocéntrico
como la base de la mecánica celeste que perduró por
más de 1400 años. Sus teorías y explicaciones
astronómicas dominaron el pensamiento científico
hasta el siglo XVI. Nació en Egipto aproximadamente
en el año 85 y murió en Alejandría en el año 165 d.C.
Influenciado por la concepción del Universo dada por Platón y Aristóteles, su
método de trabajo difirió notablemente del de éstos, pues
mientras Platón y Aristóteles dan una cosmovisión5 del Universo, Ptolomeo fue
un empirista.
La ciencia griega tenía dos posibilidades en su intento de explicar la naturaleza: la
explicación realista, que consistiría en expresar de forma rigurosa y racional lo que
realmente se da en la naturaleza, y la explicación positivista, que radicaría en
expresar de forma racional lo aparente, sin preocuparse de la relación entre lo que
se ve y lo que en realidad es. Ptolomeo afirma explícitamente que: “Mi sistema no
pretende descubrir la realidad, sólo es un método de cálculo”. Es lógico que
adoptara un esquema positivista, pues su teoría geocéntrica se opone
flagrantemente a la física aristotélica: por ejemplo, las órbitas de su sistema son
excéntricas, en contraposición a las circulares y perfectas de Platón y Aristóteles.
Aunque debe su fama a la exposición de su sistema ptolomaico, su saber fue
mucho más allá; recopiló los conocimientos científicos de su época, a los que
añadió sus observaciones y las de Hiparco de Nicea, y formó 13 volúmenes que
resumen quinientos años de astronomía griega y que dominaron el pensamiento
astronómico de occidente durante los catorce siglos siguientes. Esta obra llegó a
Europa en una versión traducida al árabe, y es conocida con el nombre de
Almagesto (Ptolomeo la había denominado Sintaxis Matemática).
5 Manera de ver e interpretar el mundo o visión del mundo.
El tema central de Almagesto es la explicación del sistema ptolomaico. Para este
sistema, la Tierra se encuentra situada en el centro del Universo y el sol, la luna y
los planetas giran en torno a ella arrastrados por una gran esfera llamada primum
movile6, mientras que la Tierra es esférica y estacionaria7. Las estrellas están
situadas en posiciones fijas sobre la superficie de dicha esfera. También, y según
la teoría de Ptolomeo, el Sol, la Luna y los planetas están dotados además de
movimientos propios adicionales que se suman al del primum movile.
Según la filosofía medieval, ese movimiento era debido a Dios, él era el Primum
mobile, y esto daba lugar a la rotación de todas las esferas, una tras otra. El
movimiento era de este a oeste, y se completaba el círculo cada día. Las esferas,
al moverse, iban transmitiendo sus influencias astrológicas a la Tierra. El
movimiento del primum mobile era ocasionado por su amor a Dios y, a la vez,
comunicaba su cadencia al resto de las esferas.
6 Primer móvil, es la más exterior de las esferas en el modelo geocéntrico del universo.
7 Que permanece en el mismo estado o situación.
Ptolomeo afirma que los planetas describen órbitas circulares llamadas epiciclos
alrededor de puntos centrales que a su vez orbitan de forma excéntrica alrededor
de la Tierra. Por tanto la totalidad de los cuerpos celestes describen órbitas
perfectamente circulares, aunque las trayectorias aparentes se justifican por las
excentricidades. Además, en esta obra ofreció las medidas del Sol y la Luna y un
catálogo que contenía 1.028 estrellas.
La teoría ptolomaica es insostenible porque parte de la adopción de supuestos
falsos; sin embargo es coherente consigo misma desde el punto de vista
matemático. A pesar de todo, su obra astronómica tuvo gran influencia en la Edad
Media, comparándose con la de Aristóteles en filosofía.
Uno de sus mayores trabajos fue en Geografía, donde realizó mapas del mundo
conocido, dando coordenadas a los lugares más importantes con latitud8 y
longitud9, los que por supuesto, contenían graves errores; e incluso se dice que
ésta obra fue lo que llevó a Cristóbal Colón a creer que podía llegar a las indias
por el oeste, ya que en ellos parecían estar más cerca.
De esta manera, a pesar de todos los errores que Ptolomeo cometió en sus
trabajos, fue uno de los Astrónomos que cambió la visión del universo e intentó
explicar científicamente la mecánica de los astros. El hecho de que su equivocada
teoría haya permanecido tanto tiempo no depende de él, sino de los religiosos que
se encontraron muy cómodos con la teoría geocéntrica y la compatibilidad con sus
creencias.
3.9. ANAXÁGORAS DE CLAZOMENAE (JONIA 488-
428 AC)
Fue perseguido por el poder político de Atenas debido
a sus creencias ateas, en contra de las divinidades
8 Es la distancia angular entre la línea ecuatorial (el ecuador), y un punto determinado de la Tierra, medida a lo largo del meridiano en el que se encuentra dicho punto.
9 es la distancia medida en grados que separa un punto del ecuador. Ésta latitud debe expresarse con grados hacia el Norte o hacia el Sur en función de dónde esté situado el punto respecto al Ecuador.
aceptadas en esa ciudad. Había investigado los astros y afirmaba que no eran
dioses sino cuerpos incandescentes, postura que le costó el exilio.
Sus conocimientos sobre cosmología le permitieron conocer cómo se producían
los eclipses.
Su aporte más importante fue su teoría de la existencia de una inteligencia
organizadora por el poder de atracción de elementos semejantes. El poder
organizador de esa inteligencia convierte al desorden existente en un cosmos
ordenado que también es el origen del movimiento.
La cosmogonía de Anaxágoras explica el origen del sistema de los cuerpos
celestes a partir de la mezcla primitivamente desordenada de sustancias, como
resultado de su rotación en forma de torbellino.
Sostuvo que la Tierra era un cilindro y no una esfera. Para él, el Sol era una piedra
incandescente, no mayor que Grecia, y que la Luna tenía montañas y estaba
habitada. Fue el primero en sugerir que la Luna brillaba por el reflejo de la luz del
Sol y que en los eclipses de Sol era la sombra de la Luna la que caía sobre la
Tierra. Por declarar que los cuerpos celestes no eran divinos fue procesado y se
salvó por la intervención de Pericles.
Explica entonces que nuestra Tierra tiene forma cilíndrica, ocupa el centro del
universo; los astros están formados de masas sólidas, separadas de la tierra por el
movimiento de rotación. El sol es una masa de fuego, de la extensión
aproximadamente del Peloponeso, y la luna, que tiene valles y montañas, recibe la
luz del sol.
Su astronomía es mucho más racional que la de sus predecesores sobre todo en
lo referente a que el sol, la luna y las estrellas son enormes piedras
incandescentes. Afirmaba que el arco-iris se producía por una reflexión del sol en
las nubes. La luna recibiría la luz del sol.
Diógenes Laercio y Plinio comentan una anécdota de que Anaxágoras predijo la
caída del gran meteorito que cayó en Egospotamos en el año 467 antes de Cristo.
Aunque parece que es absurdo que Anaxágaras pudiera predecir tal hecho lo que
si puede ser es que ayudara a fundamentar su teoría acerca de los cuerpos
celestes estaban hechos de piedras.
Según Anaxágoras la solidez de los cuerpos celestes explicaría porque pudieran
ser lanzados, en la rotación originaria, fuera de la tierra hacia el centro de la
revolución cósmica. Allí ocuparían posiciones cercanas a la periferia10.
Los meteoritos serían cuerpos celestes que a pesar de la velocidad de la
revolución que los mantiene en lo alto, habrían sido lanzados de nuevo a la tierra
por la tendencia habitual de lo pesado a dirigirse hacia el centro de la revolución.
3.10. HECATEO DE MILETO:
Historiador y geógrafo jonio que vivió en el siglo IV a. C. Se desconocen sus
fechas de nacimiento y muerte. Pero según Wikipedia su vida data de 550 a. C.-
476 a. C. También es considerado como el padre de la geografía antigua.
Probablemente escribiera la obra en dos tomos titulada Ges Periodos o "Viajes
alrededor de la Tierra". En el primer tomo describe sus viajes en barco por las
costas de Europa y habla de cada región que visita. El segundo es sobre Asia. 10 Zona inmediata al exterior de un espacio.
Incluye un mapa, basado en otro de Anaximandro de Mileto, del que fue discípulo,
y que él perfeccionó y aumentó.
Este mapa iba acompañado de una descripción de la tierra, donde se alternaban
los datos geográficos, enumerados de una manera un tanto árida, con un
abundante material etnográfico sobre los pueblos visitados en su ruta desde el
Mediterráneo hasta el Mar Negro. Ésta es quizás la obra más importante de
Hecateo y, de hecho, fue utilizada por Herodoto, quien, a pesar de todo, se
burlaba con frecuencia de los mapas de su predecesor.
Hecateo de Mileto representó en su mapa la Tierra como un disco circular, de
unos 8.000 kilómetros de diámetro, rodeado de océano con Grecia en el centro. La
Península Ibérica era el fin del mundo conocido, las llamadas Columnas de
Hércules.
Las referencias que se conoce acerca de Hecateo de Mileto proceden en general
de Herodoto, quien le critica pero se inspira ampliamente en su obra geográfica
De lo poco que se conserva de tales textos se desprende una serie de buenas
razones que inducen a ver en Hecateo el iniciador del estudio científico de la
historia y la geografía. Sus méritos fueron la postura racionalista frente a la
tradición y la religión, y la comprensión respecto a los hechos de los pueblos
bárbaros, que los griegos solían despreciar. En realidad, no es posible precisar lo
que pertenece verdaderamente a Hecateo de lo que se conserva de su obra, ni lo
que proviene de redacciones y falsificaciones posteriores, y ni siquiera cabe decir
cuáles de los títulos, sugestivamente propuestos ya por los antiguos, reflejan
mejor las intenciones del historiador. La verdadera unidad de la obra de Hecateo
se encuentra ante todo en su posición especulativa de viajero incansable que
visita comarcas y regiones lejanas para deducir de sus configuraciones
geográficas las íntimas necesidades del pueblo que allí habita. Hecateo fue lo que
modernamente se llama un "geopolítico".
Su descripción de la tierra completa la identificación del mundo entonces conocido
por los jonios, e incluía un mapamundi circular que representaba las partes
conocidas de Europa, África y Asia rodeadas por un océano exterior.
Las Genealogías, relatos que tenían por lo común una base mítica, critican las
informaciones de la tradición histórica y ponen de relieve su falta de fundamento y
sus absurdos; por otra parte, cabe ver en las Genealogías un adelanto de la obra
posterior de Herodoto (la célebre frase "Egipto es un don del Nilo", atribuida a
Herodoto, es en realidad original de Hecateo).
La ciudad de Mileto, hoy día en Turquía, era en aquel tiempo el centro de la
filosofía y la ciencia al encontrarse en una situación privilegiada.
3.11. ARISTÓTELES
Por los años 340 a.C., afirmaría que la Tierra es
redonda, no plana, y da tres argumentos a favor de esta
tesis:
a. En los eclipses lunares siempre se observa que la
sombra de la Tierra sobre la Luna tiene forma de arco
de circunferencia.
b. La diferencia en la posición aparente de la estrella
Polar entre Grecia y Egipto, que incluso le permite hacer un cálculo del tamaño de
la Tierra en 400000 estadios, aproximadamente unos 80000 km. de circunferencia
(el doble del tamaño real).
c. En el mar cuando un barco aparece en el horizonte se ven primero las velas y
posteriormente el casco del barco.
Además establece que la Tierra está quieta y el Sol, la Luna, los planetas y las
estrellas se mueven en órbitas circulares y con velocidad uniforme alrededor de
ella, ya que el movimiento circular, al ser el más perfecto que existe, es el que
debe gobernar los cielos.
Sus argumentos sobre la condición y posición de la Tierra le llevan a pensar que
no pueden ser simple consecuencia del movimiento de los cielos: la circunferencia
de un círculo determina las propiedades de su centro; el cosmos es esférico, luego
la tierra ha de ser esférica.
Además argumenta que la Tierra es el centro del Universo de la siguiente manera:
a. Los cuerpos pesados no caen en líneas paralelas, sino en líneas que convergen
en su centro.
b. Los cuerpos que se proyectan directamente hacia arriba caen hacia abajo al
punto del cual partieron, por tanto, la Tierra ni está en movimiento ni está en
ningún sitio que no sea el centro.
Además para Aristóteles las esferas de Eudoxo tienen existencia real: el hecho de
ser inteligibles garantizaba su existencia y consideraba a estas esferas como
cuerpos cristalinos tridimensionales, partes de la maquinaria física que mantenía
en movimiento los cuerpos celestes.
Sin embargo, Aristóteles se niega a considerar solo como descriptivos los cálculos
especulativos de Eudoxo y Calipo, ya que para él tendrían sentido estos cálculos
al unir todos los movimientos de todas las esferas, construyendo así una
maquinaria cosmológica única y comprensible.
Por ello Aristóteles intenta evitar en este modelo que los movimientos de las
esferas externas arrastren a los sistemas de las esferas interiores, insertando una
serie de esferas antigiratorias entre las esferas de un sistema planetario y el
inmediatamente inferior. Un total de 55 esferas cumplen el objetivo fundamental: la
potencia motriz trabaja desde el exterior hacia el centro.
BIBLIOGRAFIA y WEBGRAFIA
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Astronomía, F. Martín Asín. Editorial Paraninfo.
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Introducción histórica a la filosofía de la ciencia, John Losee. Alianza Universidad.
Teorías del Universo (volumen I), de los pitagóricos a Galileo, Ana Rioja y Javier Ordoñez. Serie Thémata, editorial Síntesis.
La revolución copernicana (La astronomía planetaria en el desarrollo del pensamiento), Thomas S. Kuhn. Serie Ariel Filosofía. Editorial Ariel.
Astronomía y Matemáticas. Grupo Azarquiel. Cuadernos de Pedagogía nº 166, enero 1989.