Jardín de infantes

Con el asesoramiento de:Paula CóppolaPuericultora universitaria y profesora de nivel inicial

P r i m e r a i n f a n c i a

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El ingreso al jardín de infantes

representa un gran cambio

para el pequeño, y también

para mamá y papá. Y cada

cambio que se produce en

nuestras vidas requiere de un

período de adaptación.

El mundo se agranda para tu hijo con el inicio del jardín. Es un momento importante en su vida, en un nuevo espacio para jugar, compartir, disfrutar y crecer. Pero no solo para él. El ingreso al jardín de infantes representa un gran cambio para todos. Y cada cambio

que se produce en nuestras vidas requiere de un período de adaptación. ¿Te acordás del primer día en un nuevo trabajo? ¿O de qué se siente al llegar a una fiesta donde no conocés a los invitados? No cabe duda: integrarse a un lugar nuevo, con caras nuevas, no es fácil. Mucho menos para un niño. Tu nene pasará de estar todo el día en casa, con vos o con la persona que lo cuida, a quedarse en un sitio que desconoce, con gente que no conoce, y donde no es el único de su talla. Por lo tanto, es preciso que la transición sea paulatina, de modo que se vaya adaptando e incorporando –lentamente– al entorno y a la circunstancia.

Consejos para una mejor adaptación

A la hora de elegir

Hoy en día existen diferentes opciones, de acuerdo con las necesidades de cada familia. Podés optar por el jardín con-vencional, que forma parte de una institución educativa. Por los jardines rodantes en casas de familia: una modalidad muy frecuente en los barrios cerrados. O bien por los grupos de juego algunas veces por semana. Los chicos que han pasado por la experiencia de un jardín maternal suelen estar más “cancheros”. Desde bebés, se acostumbraron a permanecer en un entorno que no es su casa, y a compartir sus días con otras criaturas. Otros niños, sin embargo, harán su primera experiencia en el jardín entre los 3 y los 5 añitos. Cualquiera sea el caso, todos deben tran-sitar el período de adaptación, una época plena de emocio-nes, miedos, ansiedades y dudas. Para el pequeño, y también para mamá y papá. Sin embargo, se trata de un ciclo que no solo servirá para que tu hijo se adecue a la nueva situación, sino también para que vos puedas compartir la experiencia con él: ver cómo es el ambiente, y conocer quiénes y cómo son las personas que lo cuidarán.

Se acerca el gran día

Marzo. Tu nene está a punto de empezar el jardín. Y como no podía ser de otra manera, estás ansiosa porque se acerca ese “primer día de clases”, tan tras-cendente para la vida de tu hijo, porque inaugura su socialización.El período de adaptación, aunque no parezca, es un proceso que comienza en casa, cuando los padres deciden que el pequeño irá al jardín. Es indispensable que los papás acompañen esta instancia, y que estén convencidos de la decisión. Así, podrán transmitirle su seguridad al niño: si mamá o papá se angustian, el nene lo percibirá, y le resultará muy difícil quedarse en el jardín y disfrutarlo.Antes del inicio, tendrás una entrevista con la maestra. Esta reunión, cuyo objetivo es el conocimiento mutuo, es sumamente importante. La maestra conocerá a la familia, cómo se compone y cómo son sus vínculos. Los padres, por su parte, intimarán con la persona que estará a cargo de su hijo, podrán conversar con ella sobre sus expectativas y temores, y enterarse de cómo se lleva a cabo la adaptación en ese jardín.Consejo: antes de que tu chiquito concurra por pri-mera vez, debés prepararlo para el gran día. Contale el nombre de “la seño”, cómo es el jardincito, la salita, el patio... Decile que hay juegos, que usará delantal, y que conocerá muchos amiguitos.

P r i m e r a i n f a n c i a Jardín de infantes: conseJos Para una meJor adaPtación

El período de adaptación es un proceso que comienza en casa, cuando los padres deciden que el pequeño irá al jardín.

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En qué consiste la adaptación

Durante el período de adaptación, el nene no va solo al jardín: papá y mamá lo acompañan y permanecen junto a él. Tam-poco se queda la jornada completa, sino que el tiempo va aumentando a medida que transcurren los días: una hora la primera semana, una hora y media durante la segunda, y así, poco a poco, la estadía se incrementará en forma gradual.

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Puede ocurrir que ambos papás trabajen y no puedan concurrir al jardín junto con su hijo. En ese caso, algún familiar ocupará ese lugar. Lo más recomendable es que sea siempre la misma persona, de manera que pueda seguir los progresos día a día. ¿Cuánto tiempo requiere la adaptación? Como se trata de un proceso gradual, puede durar desde algunas semanas hasta un mes, o quizás un poquito más. Eso depende de cada niño y de su familia. Por otro lado, debés saber que a lo largo de esta etapa pueden ocurrir avances y retrocesos. Se necesita tiempo y mucha paciencia.

Comienza el proceso

Tu participación será activa los primeros días: compar-tirás la merienda, harás algún dibujito, y cantarás alguna canción junto con los demás dentro de la salita. Con el correr de los días, verás cómo tu hijo comienza a inter-venir: juega y se divierte con sus compañeritos, y eso te hará sentir mucho más tranquila. De manera gradual te irás alejando algunos ratitos, y pasarás de la salita al patio. Si en algún momento tu hijo llora y pide ir con vos, la maestra te llamará para que vea que, aunque no estés a la vista, estás cerquita de él. La cantidad de tiempo dentro y fuera de la sala la decide cada maestra, de acuerdo con la evolución del grupo.Tu hijo debe vivir esta instancia de la mejor manera po-sible: en forma progresiva, respetando sus tiempos, y en un marco de contención. Transmitiéndole confianza y seguridad, favorecerás el “despegue” y tu nene se adaptará sin inconvenientes.

Llegó el momento

La adaptación es un período en el que se construyen nuevas relaciones: entre los niños y sus padres con el jardín, y entre el jardín con las nuevas familias. Estos vínculos son posibles únicamente con confianza y seguridad recíprocas.¡Suerte en este nuevo ciclo! Brindale protección y apo-yo. Acompañalo, y disfrutá a pleno de esta etapa que comienza tu hijo. Ya verás que muy pronto no podrás creer cuando, ansiosa por ver su carita, lo esperes en la puerta del jardín.

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Claves para una adaptación exitosa . La adaptación es un proceso progresivo,

y a veces con altibajos. No te asustes si tu hijo entra sin llorar los primeros días y luego se angustia: el equipo docente lo ayudará a transitar este momento.

. Es importante que la comunicación con la institución sea fluida.

. Respetá los horarios establecidos durante este período.

. No llegues tarde a buscarlo a la salida, porque es muy probable que tu hijo se angustie.

. Si tu nene quiere llevar al jardín algún juguete que le resulta significativo, consultalo con su maestra. Llevar algo propio a su nuevo ambiente le otorgará seguridad los primeros días.

. Pueden aparecer dolorcitos de panza, llanto, enojo, dificultades con el sueño y ciertas conductas que están asociadas con esta nueva experiencia. Son normales. Con mucha paciencia deberás contener a tu hijo.

. Cada niño es único. Por lo tanto, la adaptación será diferente en cada caso. Evitá hacer comparaciones con sobrinos, hijos de amigas, o con tus otros hijos.

. La adaptación al jardín de infantes es una situación de cambio importante. Por eso, no es conveniente que coincida con otras mudanzas significativas, como dejar los pañales, la teta o la mamadera.

. La maestra te indicará qué hacer durante esta etapa. Es preciso que aceptes las normas de la institución, para que tu participación sea positiva, no interfiera con la tarea, ni con la adaptación de los demás niños del grupo.

. Durante el período de adaptación, no te vayas sin que te vea. Podés saludarlo diciéndole: “En un ratito te vengo a buscar”. Pero las despedidas deben ser breves, y debés reforzar que volverás a buscarlo sin falta.

Transmitiéndole confianza y seguridad, favorecerás el “despegue” y tu nene se adaptará sin inconvenientes.

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