ARTES de MEXICO 58-Colegios Jesuitas

8/15/2019 ARTES de MEXICO 58-Colegios Jesuitas

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Fotógrafo: Jorge Vértiz Patio de los Naranjos. Antiguo Colegio de Tepozotlán Museo Nacional del Virreinato . CONACULTA INAH.


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f?¿ / ~ ~ t r é r e ~ e l - lel / 1 ~ € c / J : x : f . // Í ' ~'.17. 0 ( ¿;lY / : , ~l otro gran muralistamexicano recuerda sus añosde formación en u n~ Europa

_ - l. _ . ..,., 1 '-

convulsionada por los cambios socialesy artísticos, así como sus encuentros conRodin, Valle-Inclán, el Dr. Atl,la marquesa C a~ a t t i . . . ~ / ,':hA casicuarenta años de haber sido pllblic3,do por vez primera, esta autobiografía

vuelve ala imprenta, ahora ilustradá por el prp p[o MO? negro. /

/ ~ r t t t : - /,11 e l -e j e/e c / l J.tct1--f..e. . j < ~ ( :é,< ~P: : EN EL EXTRANJERO 7;' ~ ~ ~ ~~ c ; - o // P - t - < e ~/

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e - . c ¿ ; c . ~ o / y r r . c . - ( . e ~

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E M E X I O

REVISTA LIBRO Director General Impresión- BRUNOJ. NEWMAN Agradecimientos:ALBERTORUY SÁNCHEZ LACY TRANSCONTlNENTALREPRODUC- JACQUESPONTVIANNE Universidad Iberoamericana

NÚMERO 58 AÑo 200l. Subdirectora ClONESFOIOMECÁNlCAS S.A. DE ABEL L. M . QUEZADA RECTORiA

FUNDADA EN 1953 PORMARGARITADE ORELLANA C.V. IMPRESOEN PAPEL ALBERTORuy SÁNCHEZLACY ENRIQUEGONZÁLEZTORRES S . l

Gerente {leAdministración CREAPRlNTDE 13 5 GRAMOS JosÉ C. TERÁNMORENO ALEJANDROROBLES

MIGUEL SALAS ANZURES y TERESAVERGARA TORRASPAPEL COMERCIALIZADO TERESA VERGARA HUMBERTOBARQUERA S.J.Jefa {leRedacción POR UNISOURCES.A. DE C.V. y JORGE VÉRTIZ DIRECOÓNDE COMUNlCAOÓNSOOAL

VICENTE ROJO ANA MARiAPEREZROCHA ENCUADERNADOEN ENCUADER- MÓNICANAVARRO

.Jefa deDiseño NADORA MEXICANA CONSEJOOE ADMINISTRACIÓN DIR ECCIÓNDE FORMAOÓNVALORALCAROLINA MARTiNEZ S.A. DE C.V. Pres ident e JORGE MARTiNEZ

PRIMERA EDICIÓN 2001 .Jefa dePr o{l wción ALBERTORUY SÁNCHEZLACY BIBLIOTECA FRANCISCOXAVIERSUSANA GONZÁLEZRUlZ Consl jo deasesores Vi.cepresidente CLAVIGERO/UlASecreta,rie deRedacción ALFONSO ALFARO JACQUESPONTVIANNE FERNANDOÁlVAREZ ORTEGASANDRALUNA LUISALMEIDA MA. EUGENIAPONDEALCODER

D smio HOMERO ARIDJIS Consejeros TERESAMATABUENAPELÁEZÉRIKA MAGAÑA JU ANBARRAGÁN OCTAVIO GÓMEZ GÓMEZ MA. OE JESÚS DiAz NAVA

MARIANA ZANATTA RUBERTOBATIS PHlLLIPHurclIlNs Templo del Oratorio de San

Red{wci6n ALBERTO BLANCO BRUNOJ . NEWMAN Felipe Neri, La Profesa

GABRlELAOLMOS ANTONIOBOLÍVARMARGARITADE ORELLANA

ROSALío ALCÁNTARAC.O.Edici6n en Inglés RUBÉN BONIFAZNUÑO ABEL L. M . QUEZADA LUISMARIiNCANoARENASC.O.MICHELLESUDERMAN JULlETACAMPOS ENRIQUERIvAS ZIVY LUISÁVILABLANCAS C.O.As istenle de Redac¡;ión EFRAÍNCASTRO JORGE SÁNCHEZÁNGELES Museo Nacional del VirreinatoEDUARDOGONZÁLEZ LEONOR CORTINA TERESA VERGARA MÓNICAMARTÍ

CorrecC'ión JOSÉ LUIS CUEVAS Colegio de San Ignacio deComisario

MARiA JOSÉ RODILLA SALVADOR EUZONDO Loyola, VizcaínasJULIO ORTIZ

MARiAPALOMAR CRISTINAESTERAS MAGDALENARrus DE LAPOLATradu cción MANUEL FELGUÉREZ Secretario MIGUEL VILLEDAMARIA PALOMAR AL ESPAÑOL BEATRIZDE LA FUENTE LUISGERARDOGARCÍASANlDSCOY M u y especialmente a:

RAFAEL VARGAS ALESPAÑOL CARLOSFUENTES MARiA PALOMAR

CHARLOTTEBROAD SERGIOGARCiARAMiREz Asesor Legal en Derecho de MARco ANTONIOBRAN S.J.,LORNASCOTTFox CONDEPOÓNGARciA SÁIz Autor DIEGO MARTÍNEzS.J.,RJCHARDMOSZKA TEODOROGONZÁLEZDE LEÓN LIC.J. RAMÓNOBÓNLEÓN y

JOHN PAGE ANDRÉSHENESTROSA MIGUELROMERO S.J .

Publicúla.ll JOSÉ E ITURRlAGA Instituto deInvest1:gaciones IGNACIO RODRíGUEZS.J .YOLANDAABURTO MIGUEL LEÓN-PORTILLA Artes de México JAIME EMILIO GONZÁLEZ

LAURABECERRIL JORGE ALBERTOLOZOYA Director MAGAÑA,SJ.

Dist"ib¡,ción ALFONSODE MARIAY CAMPOS ALFONSO ALFARO CHARLESA. FREDERICOS.J.ALMA MENDOZA JOSÉ LUIS MARTiNEZ H.

EDUARDOMATOS MOCTEZUMA Fotografía : ARTESDE MÉXICOes una

Diseño {leestenúmero V ICENTEMEDEL Portada PABLO LABASTlDA PUBLICACIÓNDE ARTES DE ME -

LUlS RODRÍGUEZ ÁlVARO MUTIS Interiores: XJCOy DELMUNDO S.A . DE C.V.

BRUNO J. NEWMAN MARTlRENE ALCÁNTARA:págs. MIEMBRONÚM. 127 DE LA CA-

Oficinas y suscripciones LUlS ORTlZ MACEDO 64 A LA 67 NlEM CERTIFICADODE LICITUD

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N u E s T R A p o R T A D A

LA EXPERIENCIA MíSTICA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA LE PERMITiÓ ENCONTRAR EN E L INTERIOR DE LOS MÁRGENES DEL

CATOLICISMO, UNA FÓRMULA NUEVA PARA CONCILIAR LO S LLAMADOS DE LA FE Y LOS DESAFíos DE LA HISTORIA: ESE CAMINO

ESPEcíFICO UNA E S P I R I T U A L I D A D - QUE ÉL PLASMÓ EN E L LIBRO DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES EN SU D I A R I O

y EN LAS C O N S T I T U C I O N E S DE LA COMPAÑíA DE JESÚS FUE EL ELEMENTO QUE AGLUTINÓ EN TORNO SUYO A UN GRUPO

DE SEGUIDORES QUE LLEGÓ A CONVERTIRSE EN UNA DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS MÁS IMPORTANTES DE LA IGLESIA

CATÓLICA . SIN ELLA NO PODEMOS COMPRENDER LA HISTORIA DE LA CRISTIANDAD LATINA DURANTE LOS ÚLTIMOS CINCO

SIGLOS . . EN LOS COLEGIOS JESUITAS, LA SOBRIEDAD DE LOS ESPACIOS DEDICADOS AL ESTUDIO Y A LA REFLEXiÓN

SE INTEGRABA A LA INVEROsíMIL SUNTUOSIDAD DE LOS RECINTOS DESTINADOS AL CULTO DIVINO : LA COMPAÑíA HABíA

SIDO UN PROTAGONISTA DECISIVO EN LA CREACiÓN DE UN LENGUAJE DE SIGNOS Y DE FORMAS QUE ACEPTABA PLE-

NAMENTE LA CREACiÓN ESTÉTICA COMO UN VEHíCULO PRIVILEGIADO PARA LA TEOFANíA . EN SUS PATIOS Y CORRE-

DORES COBRABA VIDA UN PROYECTO PEDAGÓGICO DONDE EL COMPROMISO CON LOS DESAFíos DE LA INTELIGENCIA NO EX -

CLuíA LAS OTRAS FORMAS DE BÚSQUEDA DEL ABSOLUTO . ESTAS ASPIRACIONES HICIERON SURGIR UN LEGADO - A R T E

CIENCIA, M E M O R I A - QUE CONTINÚA ENRIQUECIENDO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS A LOS HABITANTES DE NUESTRO PAís

Y DEL MUNDO . 1 SAN IGNACIO DE LOYOLA CON EL LIBRO DE LAS C O N S T I T U C I O N E S MARCADO CON LA INSCRIPCiÓN

Ao M A / O R E M D E I G L O R I A M l DETALLE DEL RETABLO DE LOS FUNDADORES. TEMPLO DEL ANTIGUO COLEGIO DE SAN

FRANCISCO JAVIER. TEPOTZOTLÁN. MUSEO NACIONAL DEL VIRREINATO. C O N A C U L T A I N A Hí r>t

ú m r o e o o r d n a d o p o r o s é L u i s e r m e o


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í N D I E

E D I T O RI L

6 Lo s desafíos de la memoria

Alfonso Alfaro

I N T E L IG EN C I S E N S I B L E

I O La educación: o s nudos d e la tramaAZfonso A lfaroCan ap ostiUa de Roland Bar thes

I N T E L I G E N C I H U M N I S T

2 Orígenes de la enseñanza jesuitaLuce GiardCon ap osti lla de John W OlMa lle l S J

I N T E L I G E NC I S O BR E N ' TU R L

3 6 L s jesuitas: art e y espiritualid a dHeinrich Pfeiffer; S J

I N T E L IG E N C I P E D G Ó G I C A

5 La educación jesuita enla Nue va spaña

Pilar Gonzalbo A izpuruI N T E L I G E N C I F WN D D O R

5 8 La patria criolla yla Compañía de JesúsDavid Brading

I N T E L I G E NC I E X P E R I M E N T L

7 La actividad científic a delos jesuitas en la Nue v a spañaElías Trabulse

I N T E L I G E N C I R ZO N N T E

7 8 La filosofí a jesuita novohispanaen perspecti vaGuillermo Zermeño PadillaCon ap osti lla de Maro Fumar oli

8 8 Bibliografía

8 9 Jesuit CollegesA complete Eng lis h version


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Arriba:

Detalle de san Ignacio presidiendo el

retablode los Fundadores.

TemplodeSan Francisco Javier

Tepotzotlán.

Museo Nacionaldell irr einato.

CONACU L7 A-I N, j i l .

Página siguient e

Nicolás En riquez.

San Ignacio en i I1anresa.1762.

Óleosobre tela.

P in acoteca deltenvplodel Orato r o de

San Felipe Neri,L (t Profesa.

(Detalle .

os desafíos de la memoria

,m,¡quiob ' ¡ , , int ado ' 1. ,ulM . doMéxico la Compañía de Jesús es una referencia

ineludible. Su legado artístico forma parte de los

hitos fundamentales de nuestro patrimonio. Entre

otras obras insignes, esa orden religiosa construyó

San lldefonso ,Tepotzotlán, y La Profesa (que la

población identifica ya como monumentossimbólicos mayores), y la obra de Villalpando y

Cabrera no hubiera visto la luz sin su mecenazgo e

inspiración. Clavijero y Kino fueron j e s u i t ~y es

imposiblecomprender a sor Juana y a Sigüenza sin

tomar en cuenta sus complicadas relaciones con los

miembros de esa institución.

Su huella más honda se encuentra ,sin embargo,

en un entramado de redes todavía i v ~que fueron

indispensables para articular el país, en las elites

- cuya configuración recibió de los jesuitas una

marca fundamental- y en las culturas

populares ,profundamente imbuidas hasta hoy

por una religiosidad intensa y expresiva que esa

institución, promotora decidida del espíritu

barroco ,contribuyó activamente a modelar.

La Compañía de Jesús ha estado en el centro de

grandes debates intelectuales y políticos.Durante el

siglo XVI fue un protagonista central en el conflicto

suscitado en tomo a la Reforma protestante ;en el

X VII , Pascal ,en una disputa que no era finalmente

más que otro episodio del secular debate

entre las posiciones filosóficasy teológicas

agustinianas y las tomistas ,hizo objeto a laCompañía de unas críticas acerbas ,sutiles y

formuladas en un espléndido estilo, que

alcanzaron gran difusión. La alta estatura moral

de este contrincante y de otros como el obispo

de Puebla ,Palafox (con quien los jesuitas

sostuvieron una encendida querella por razones

de diezmos,precedenciasy jurisdicciones)- ,

facilitó el surgimiento de una imagen polémica de

esa orden religiosa. Esta situación había de hacerse

más viva a causa de o t r ~encendidas discusiones

internas (por ejemplo,la que los unió a los franciscanos

en contra de los dominicos en tomo al tema de la

Inmaculada Concepción,todavía no proclama,da

como dogma , y que los jesuitas defendían).

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Esos enfrentamientos y tensiones - -semej antes

a los que protagonizaban las demás órdenes

religiosas,y que no hacían sino dar cauce al

movimiento natural de las diversas corrientes en el

interior de la Iglesia- entrarían en una fase

inédita conforme se agudizaba el conflicto de

intereses entre las monarquías absolutistas de laEuropa católica y la Santa Sede, que había de

conducir a la supresión de la orden en el siglo XVIII

as Las actividades de sus miembros, que los

llevaban de las antecámaras palaciegas a los más

abruptos senderos de misión,propiciaron el

nacimiento de una mitología entre heroica y

tenebrosa en cuya factura han intervenido desde

Alejandro Dumas hasta Pérez Reverte.

Dna institución por cuyas aulas pasaron

personaj es de primer plano de la cultura

occidental: Descartes, Corneille,Moliere, Calderón ,

formó también a espíritus brillantes que habrían

de conveltirse en formidables adversarios, como

Voltaire .. .

Ahora , con el desarrollo de una tradición

académica independiente podemos contar ,para

fortuna nuestra, con un elevado número de

investigadores rigurosos que con el mismo interés

pero con mayor serenidad se han dedicado a

escudriñar las actividades de una institución sin

la cual no podemos comprender la historia y la

cultura de la cristiandad latina después del

Renacimiento.El papel de la Compañía de Jesús en el proceso

de construcción de este país es multiforme (la

exploración del territorio ,su participación en los

esbozos de una conciencia patriótica ,su obra

evangelizadora entre las diversas poblaciones . . . );

por eso,Artes deMéxicoha decidido proyectar hoysu mirada sobre uno solo de los ámbitos en que su

actividad ha sido detenninante para la formación de

nuestra sociedad.

lBS Sus institucioneseducativas constituyeronen la

Nueva España el eje de una presenciacon múltiples

ramificaciones. Los colegios jesuitas estaban

dedicados al cultivo de las humanidades y a la

investigacióncientífica y tecnológica, pero recibían


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En estas página s:

Fr ontal de a ltar Siglo X .

Seda bordada con hilo de oro.

Colección templo del Omtorio de San

Fel ipe Nel·i, La. P rofesa

Págin a siguiente:

Relicario con espina de la

corona de Cristo.

Colección tem plo del Orator io de S t t

Felipe Neri, La Prof esa

también y la elaboraba n y le daban sustentoc démico la información produc ida por

explomdoresy misioneros.Ahi confluía n lossaberes y lasexper iencias deuna institucióncuyoshorizonte s eran planetarios ,y sedesarrollabaWlaintensa activida d artística e n torno a unproyecto estét icode a lcancesuniversa les.En susaulasy corredores seformaron también individuos

y se consolidarongrupo s- quellegarían aejercer unliderazgotanto intelectua l comoempresarial y político.

En un momento comoéste,en quesebuscan

nuevas formulas pam convertir a la educación enel verdad ero motordeldesarrollo,cuandosepropugna por fortalecer una dirigencia socialcapazdecond ucir la empresay la sociedad civil por losrumbo s inexplora dos quelostiempos requieren,la mimda hacia los orígenesfund adores denuestra c ultura educativa y de nuestras elitespuederevelarse sumame nte fructuosa .

S Esta publicación abarca sólounperiodo quenoalcan za a cubrir dossiglos:desdela llegada delos primeros religiosos enviados por san FranciscodeBorja en 1572hasta la expulsión decretada porla Corona e n 1767 previa a lasupr esióndefinit iva

ordenada por el papa C lemente XIV en 17 3). Nodeja deser sorprendente la extr aordinaria presenciaquelogróun organismo queni siquiera llegóaestar e n act ividad dur ante los doste rciosdel lapsoqueabarcóla épocaVilTeülal.(DespuésdelaRevoluciónfrancesala Compañíasería restablecidapor l a SedeApostólica, y volvería a implantarseen el lVIéxico independ.iente,aunq ue sería denuevoproscrita envariasoca,siones,pruticularmentedurante la Reforma liberal y la Revolución.)

A pesar deque,comoesnatu ral, numeroso shistoriadoresjesuita s sehan lliteresadoa lolargodel

tiempo en la trayectoria de la orden a la quepmtenecen y algunos deellossonautores deobrasde gran calidad),Á.rtes ele 1IIéxico ha decid.idosolicitru'para estenúmerocolaboraciones deinvestigadores ajenos a la Compañía, y cuya

autorid adderiva exclusivamente desus méritosacadémicos.

1 , La mirada exte rna y d.istantesuele contribuir alenriq uecimiento de losdebates.Además, la historiadeesta ordenreligiosa ,cornolos ternas queconciernen engenera l al pasado y al pr esente delaIglesia católica ,escada vezmásh-ecuentementeanalizada coninterés y profundidad por los


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Alfonso lfara

. Nacional del i rr einato.

EN EL SIGLO XV I SE ENCONTRARON EN ESTE SUELO DOS ORGANISMOS NACIENTES:

UNA SOCIEDAD QUE SE ALUMBRABA A s í MISMA ENTRE LOS ESCOMBROS DE UNA TRA-

GEDIA Y UN INSTITUTO RELIGIOSO APENAS FUNDADO BRIOSO EN SU RECIÉN INAUGU-

RADA .JUVENTUD. ESE CONTACTO FUE SUMAMENTE FECUNDO. UNO DE LOS MÁS NO -

VEDOSOS EXPERIMENTOS DE LOS .JESUITAS Q U E LA ORDEN DECIDiÓ APLICAR

TAMBIÉN EN LA NUEVA E S PA Ñ A FUERON LOS COLEGIOS EN ELLOS SE ARTICULA-

RON LOS DIFERENTES PROYECTOS DE UNOS EVANGELIZADORES LLENOS DE CURIO-

SIDAD CIENTíFICA Y DE PASiÓN ESTÉTICA LA PROPUESTA DE SUS PEDAGOGOS CON-

SISTíA EN UNA MEZCLA INÉDITA : LA ANCHURA DE MIRAS Y E L ENTUSIASMO DEL

RENACIMIENTO SE FUNDíAN CON UNA DECIDIDA ACEPTACiÓN DE LA REALIDAD DE LAS

COSAS INVISIBLES ESTA CONFLUENCIA HIZO NACER UN ARTE UN PENSAMIENTO Y UNA

SENSIBILIDAD QUE TODAVíA HOY MARCAN NUESTRA CULTURA.

I N [ E O R l \ MFra.ncisco Zam bra no , S.J Miche l de e rt eau, S.J Ja .vie r J ú énez L imón , S. J

n la historia que ha llevado a hacer de México una nación, a dotar a nuestro país de lazos capaces de vincular a poblaciones tandiversas como las que hoy se consideran mexicanas, la Compañía de Jesús ha desempeñado un papel singular.~ Gracias en buena medida a la actividad de

sus misioneros, los territorios que formaron el

norte de la América española quedaron profundamente arraigados a nuestro horizontecultural, unidos por unas redes que han resis

tido a la separación política provocada porlas guerras del siglo XIX

1 , En el virreinato, su influjo marcó todas lasartes y todas las formas de expresión -desdela alta creación hasta las culturas populares

a través de un estilo que llegó a convertirseen el lenguaje estético característico de este

país: el barroco.IH< Los miembros de ese instituto participaron

de manera señalada en la formación de unareligiosidad incluyente uno de cuyos pilareses la devoción guadalupana), capaz de darsustento a un sentido de pertenencia compartido por indígenas, criollos y mestizos.

Aun desde el exilio, sus aportaciones a laconstrucción de lo que habría de llegar a seruna nueva patria fueron decisivas. En un debate científico con varíos prominentes inte

lectuales europeos, un jesuita mexicano, el P.

Francisco Javier Oavijero, formuló el modeloidentitario sobre el que habría de construirse el principio de una nacionalidad común:el mestizaje erigido tanto sobre el reconoci

miento de la grandeza prehispánica y de la

11

dignidad de las culturas autóctonas como so

bre la inclusión irrestricta en el horizonte dela civilización occidental.

La expulsión de esa orden religiosa, decretada por Carlos m provocó un desgarramiento irreparable en el tejido de los afec:-

tos y lealtades que unía a la Corona con sussúbditos.

El agravio que los novohispanos y especialmente los indigenas confiados al cuidadode la Compañía, y las elites- recibieron de

esa iniciativa del soberano ilustrado tendríaconsecuencias decisivas: precipitó la búsqueda de un destino autónomo por parte de lossectores dirigentes, y ~ ó el campo libre parala colonización anglosajona de los territorios

que más tarde habrían de pasar a formar parte de los Estados Unidos... La orden se definía con respecto a un marco de universalidad. Surgió antes que vieran

la luz la mayor parte de las naciones modernas, y fue suprimida en el momento que iba

a comenzar el auge de los movimientos nacionalistas, hijos de la ilustración y el roman

ticismo . En gran medida, las vicisitudes .quepadeció en el siglo xvm fueron consecuenciade la voluntad de control centralizado quemanifestaron algunos Estados nacionales decorte absolutista como los borbónicos, que

entraba en conflicto con una instancia de vocación universal: la Sede Apostólica. Los je

suitas, que formaban el más inmediato baluarte del pontífice, y cuya organización loshacía defensores naturales de una perspecti

va mundialista , fueron los primeros en reci-


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Vemos a Ignacio en su Diari o,

cua ndo se trataba de obtener una

respuesta divina respecto a un

punto muy pre ciso de las

Constituciones de los jesuitas)

esperar, vigilar las mociones

[interiores] anotarla s,

conta bilizarlas, esforzarse en

provocarlas, impacientar se,

incluso,por el hecho de que no

llegaran a articular una r espuesta

clara y definitiva. Queda sólo una

salida en este diálogo dond e Dios

habla puesto que las mociones

son numerosas) pero no zanja :

hacer de la suspensión misma la

marca de un signo último .

Esta última lectura, fruto fina l y

ard uo de la ascesis,es el res peto ,

la aceptación reverente del

silencio de Dios,el acatamiento

dado no al signo sino a su

retraso .. .

R O L A N D B AR TH E S

chada de la iglesia del

lementinum antiguo co legio esuita .

raga, República Checa.

Dágina sig¡/iente:

dosaico que dec ora el coro.

1 Ges\¡.Pal ermo,Sicilia, I talia .

bir los embates del nuevo orden que había de

llegar a consolidarse después de la Revolución francesa).IH Por eso, aunque sus contribuciones a la

formación de sociedades como la mexicana

fueron aprovechadas por los movimientos de

construcción nacional, no quedaron, sin em

bargo, circunscritas a ese ámbito. Hoy, en una

época de globalización, la mirada a un orga

nismo cuyo horizonte era verdaderamenteplanetario y fue capaz de desenvolverse en los

más variados espacios culturales puede resul

tar sumamente fecunda.1 , La presencia de esta orden religiosa en te

rritorios muy diversos de la geografia y de la

cultura la ha convertido siempre en objetode interés para pensadores e investigadores

provenientes de todos los horizontes. Una de

las facetas más interesantes de su actividad

está directamente ligada con sus empresas

educativas.IH La labor docente de los jesuitas está mar

cada por una singularidad: la orden formu

ló un proyecto pedagógico original inspirado

en el humanismo renacentista la Ratio studio-rum) y transformó por completo la estructu

ra de una antigua institución el colegio). A

través de estos dos canales contribuyó demanera decisiva al desarrollo de la ciencia, la

formación de las elites y la instrucción pública , tanto en Europa como en los otros te

rritorios donde estuvo presente su influjo.

IH' En la Nueva España, las actividades edu

cativas de la Compañía de Jesús dieron origen a la construcción de edificios que se

cuentan hoy entre los máximos exponentes

de nuestro patrimonio artístico, y los dotó degrandes obras escultóricas y pictóricas que

tuvieron una influencia decisiva en la formación de la sensibilidad y el gusto de los mexi-

canos.I S Antes de partir al exilio, los jesuitas de

jaron, ante todo , un legado intangible forma

do por una manera específica de entender la

ciencia y la cultura, y por la consolidación

de una dirigencia nacional que constituyó laprimera matriz de las elites empresariales deeste país.

~ Concebida como una proyección del pro

pio modelo con que se formaba a los jóvenes

jesuitas, la Ratio studiorum tenía su fuente ysustento en una concepción del cosmos y una

idea del hombre y de la historia : era la expre

sión y el vehículo de una espiritualidad.,:¡. El fundador de la orden, san Ignacio de

Loyola, había sido capaz de inspirarse en las

raíces medievales de la cultura religiosa europea para construir una fórmula adaptada almundo nuevo, mucho más vasto y dinámico,

inaugurado por el Renacimiento.1 , Los colegios jesuitas nacieron durante el

siglo XVI en respuesta a una demanda apre

miante de las poblaciones de la Europa cató

lica, y pronto tuvieron que hacer frente al re

to misionero.Los planes de estudio y la organización

académica se inspiraron en la experiencia

universitaria de san Ignacio y sus compañeros en la Sorbona pero se convirtieron en al

go fundamentalmente distinto al recibir la im-

pronta de esa manera específica de asumir el

legado cristiano que había sido definida por el

fundador y que se convertiría en el sello de laorden.

Vista desde el exterior, esa espiritualidad

suele estar definida por el énfasis en la liber

tad humana (sobre las determinaciones que

se derivan de una idea de la salvación eterna

ligada a la predestinación) y por el ca:rácter

positivo de la experiencia sensible y sensorial como via de acceso a la trascendencia en

contraposición a corrientes éticas como las


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orden que el catolicismo barroco reconocíacomo propio y se derivaban, en buena medida, de la íntima simbiosis que se estableció

entre la Compañía de Jesús y el Concilio deTrento. El resultado de esa colaboración fueun proyecto espiritual y artístico que fue capaz de irradiar un territorio que abarcaba

desde Bohemia hasta la India y desde Flan

des hasta el Brasil.La alianza orgánica, la perfecta compe

netración entre un poderoso impulso socialla reforma católica), una espiritualidad in

novadora la que los jesuitas aprendieron enlos Ejercicios) y uno de los movimientos esté

ticos mayores de nuestra civilización el barroco, capaz de dar origen a un nuevo len

guaje de signos y de formas) todo estoenmarcado en la vertiginosa expansión queconoció en esos siglos el mundo occidentalson los elementos que nos permiten com

prender la amplitud del fenómeno.)

Por otra parte, en lo que respecta a losjesuitas, la necesidad de tomar en cuenta

las condiciones específicas de cada cultura,en una orden como ésta, obligada al contactocon sociedades muy diversas, y la adopción

(dentro del abanico propuesto por la Iglesia)

de un modelo filosófico que impulsaba a laspersonas a precisar las circunstancias propias

de cada situación particular como condiciónprevia a la formulación de un juicio moral

abria un horizonte inconmensurable a la libertad interior de cada individuo (cuyo con

trapunto era, precisamente, un sentido verdaderamente sobrenatural de las implicaciones

de la tragedia del Gólgota que se traducía enesa obediencia que horrorizaba a los ilustra

dos: una fidelidad institucional que fue capazde permitir a la Compañía aceptar en un desgarrado silencio su propia aniquilación en el

momento en que la Sede Apostólica se vio forzada a suprimirla cuando comenzaban a percibirse las primeras turbulencias que habíande conducir a la Revolución francesa).

El intento por conciliar las exigencias de la fecon los apremios de la historia tenía una consecuencia sumamente interesante en los ám

bitos del pensamiento y la creación artistica.1


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Emblema de a Compañía de Jesús

Capilla doméstica Antiguo colegio de

San Francisco Javier Tepolzotlán

Museo Nacional del Virreinato

C O CU LTA NAH

1 El compromiso con la búsqueda científica,

con las técnicas innovadoras y con el arte de

avanzada pudo articularse de manera tan un-cional porque todavía después del Renaci-

miento (pero antes de l ilustración) tant o l

pensamiento como la creación estética podían

integrarse con gran naturalidad en un mismo

paradigma construido sobre las nociones com-

plementarias de contingencia y trascendencia.Los jesuitas tejieron un sistema de flujos

culturales sumamente denso y de gran vitali-

dad que llegaba a los lugares más distantes,un red que unía a Innsbruck con las Califor-

ni as y a Goa con la Tarahumara: los puntos

8

nodales de esa trama eran los colegios. En ellos

confluían y se confrontaban, buscando un

síntesis, los saberes de los eruditos y los des-

cubrimientos de los exploradores, los sutiles

matices de los teólogos y moralistas y las rudasexperiencias de los misioneros. Gracias a los

colegios la orden pudo integra r la tradición yl rigor de los artistas de formación académica

y los hallazgos de las expresiones formales de

los grupos indígenas. Sus obras de evangeliza-

ción y de asistencia, sus laboratorios de con-

vivencia social (como los que experimentabanen las alejadas zonas de misión) estaban sus-

tentados por la exigente disciplina científica


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genes dela enseñanza j esuita


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I N T L I G N I A H U M A N I S TA ¿QUIÉNES ERAN ESOS ESTUDIANTES DE LA S O R B O N A Q U E DECIDIERON AFRONTAR

UNIDOS LOS DESAFíos DEL RENACIMIENTO, LA REFORMA y LA DILATACiÓN DE LOS

CONFINES DE LA CRISTIANDAD


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Cristóbal de Villalpando atribuido) .

San Ign acio escribiendo los Ej ercicios.

Sigloxvll.

61eo sobre tabla .167 ¡; 115 cm.

Colección Colegio de San I gnacio de

Loyola, Vucaínas.

Página siguiente :

Cristó bal de Villalpan do atribuido ) .

San Ign acio veland o sus arm as ante la

Virgen de Monserra t.

Siglox v .61 o sobre ela . BS ¡; 120 cm.

Pinacoteca del templo del Oratorio de

San Felipe Neri , a P ro fesa.

las necesidades del momento y el lugar, aprovechando las ocasiones favorables que se lespresentaban. Y esa plasticidad de acción difi-

cultó al observador externo su identificacióncon un tipo de acción bien definido. En cambio, entre las actividades de la Compañía, todo lo relacionado con la enseñanza se vinculaba con un fin único claramente reconocibley con un tipo de institución escolar inventado y mantjado por la Compañía: los famososcolegios, organizados en todas las latitudessobre el mismo modelo, de conformidad con

las reglas enunciadas por la Ratio studiorum.La visibilidad cuantitativa de la enseñanza,su éxito cualitativo, su significación social enla Europa cristiana y en las sociedades coloniales de América y Asia hicieron el resto y,tras la interrupción debida a la supresión de1773, las otras actividades de los jesuitas que

daron relegadas a las sombras. Más tardeuna historiografía llena de lagunas , a menudo tendenciosa, imbuida de sus propiosprejuicios, forjó la imagen pública de laCompañía como orden educadora exclusivamente consagrada a ilustrar o a perder alajuventud (dependiendo de si el historiador

buscaba defender o impugnar la pertenencia ala Iglesia de Roma . Hubo pues que esperar a

que amainasen las querellas confesionales ylas disputas ideológicas y a que la historiografia se tomase más lúcida respecto de sus propios mecanismos de construcción de sentidgy de interpretación del pasado. La mstgrio

graBa reciente, respaldada por la apertura y lacatalogación de fondos de archivo, ilumi

nada por los conflictos revisionistas entre losestudiosos sobre la dramática historia política del siglo xx, ha podido redefinir la imagende la primera Compañía apartándose tantodel mito antijesuita de la ilustración como de

las tentaciones de una hagiografía ansiosapor restañar las heridas infligidas a la Iglesiacatólica., Gracias al trabajo escrupuloso de ediciónerudita de las fuentes de la Compañía realizado desde fines del siglo XIX por jesuitas

convertidos en historiadores de su orden,gracias al trabajo paralelo de historiadoresexternos que por diversos caminos se en

contraron con el pasado de la Compañía y

22

buscaron saber más sobre el tema , han vuelto a salir a la luz otras actividades significativas y con ello se ha corregido y completado el retrato de la orden. Los nombres y lasobras de jesuitas antaño activos y notoriosen diversos campos han sido rescatados del

olvido. Se da un nuevo énfasis a su papel enel campo de las artes: en los encargos arquitectónicos, en la edificación de iglesias connotable decoración interior o en la composición musical, la pintura, el grabado, artes ytécnicas desarrolladas de forma espectacular

en tierras de misión para entablar relacionescon las elites o sostener en la fe a los conversos recientes. Habria que añadir también elteatro y la danza, en ocasión de fiestas civiles, académicas, o para celebrar grandes fechas de la historia de la Compañía (canoni

zación de miembros de la orden, aniversariode la fundación, etc. . Losjesuitas también par

ticiparon de manera activa en el progreso delconocimiento, particularmente en las cienciasnaturales: escribieron relaciones de observaciones astronómicas, informes sobre eclipses ,descripciones de la fauna y la flora de comarcas lejanas, compendios de farmacopea , levantamientos hidrológicos, estudios cartográficosde regiones poco exploradas, descripciones demáquinas y artefactos experimentales para lafisica y la quimica. Tampoco desdeñaron lasciencias del hombre y de la sociedad: crearonun sistema de transliteración o de notación fonética para lenguas vernáculas, redactarongramáticas y diccionarios para ciertas lenguasde América o de Asia, realizaron la descrip

ción antropológica avant la lettre) de los uso sy las instituciones de sociedades no europea s.A ello se suma una contribución voluminos a,de desigual lucidez, al debate público sobr elos sistemas del mundo y las nuevas filosofias(alrededor de Galileo, Descartes, Pascal, Leibnitz o Newton, para sólo citar a las mayoresfiguras de la época clásica, y los ejemplos

abundan a propósito de polémicas y autoreshoy en dia olvidados, pero que tuvieron cier-ta importancia para sus contemporáneos). La

lectura de las fuentes muestra que los jesuitas no siempre n en todo lugar se alinearonen el campo de los antiguos contra los moder

nos . Sobre muchos temas estuvieron siem-


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Anónimo.

Muerte de san Franci sco Javi er.

SigloKI ll.

Óleosobremadera.

P inacotecadeltemplodelOratoriode

San Felipe Neri , La P rofesa.

Detalle.)

pre tan divididos entre sí y tan ínciertos sobreel partido a tomar como los espíritus ilus

trados de su tiempo. Otros jesuítas a veces

son los mísmos) interviníeron en debates

teológico-políticos, disertaron sabia y a menudo contradictoriamente sobre las relaciones

entre el soberano y sus súbditos, sus aliados

y el Pontifice romano. Los jesuítas, integra

dos en la vida activa, cercanos a las elites

educadas en sus colegios, convertidos a veces en consejeros o confesores de los princi

pes, estuvieron ínmersos en la esfera política

y muchas veces no resistieron la tentación de

tomar partido en cuestiones relativas al go

bierno de los hombres, lo que les ganó firmes

enemístades y a veces durables desacuerdos(expulsión, prohibición de publicar o de pre

dicar, etc.). Como orden religiosa al serviciode la Iglesia y de las almas, la Compañía se ha

ocupado siempre de la dirección espiritual, la

catequesis (misiones itinerantes en el medio

rural, congregaciones de artesanos en las ciudades, ciclos particulares destinados al re

greso a Roma de los cristianos de la Reforma,

24

paraliturgias especiales en l ~ n stierras de

mísión), la predicación orientada a diversos

medios sociales. En el terreno de la erudición

produjo, tradujo, adaptó y comentó una abun

dante literatura teológica, sobre el culto de los

santos el sentido histórico y crítico de la es

cuela de Bolland tuvo en ello un muy lucido papel), sobre la controversia con ciertas

corrientes católicas (fueron célebres las po

lémícas jansenistas) o contra las iglesias de la

Reforma a través de toda Europa.

Entre las funciones asignadas cada año a

los jesuitas por los Superiores locales figu

raba aquélla, valorada, de scriptor, dedicadopor un periodo a la comunicación pública,

casi siempre por escrito. No es de extrañar

que las bibliotecas conserven incontables trabajos salidos de la pluma a menudo prolijade los jesuítas. Estos textos impresos (tam

bién se hallan numerosos manuscritos que no

franquearon las etapas de la censura o que no

hallaron editor) en u principio se redactaban en latin, y más tarde creció la presenciade las lenguas modernas sin suprímír por


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Prólogo del libro de Fran cisco de

Florencia, Menologio de los varones

más señalados en perfección

religiosa Ma dri d, 1747,

Bibl ioteca Fran c isco Xavier

ClavigerofULA

Joseph Genovesi y Tomay,

Leccionesespiritualesparalosochodíasdeexercicios [sic},Pu ebla, 1791.

Biblioteca Francis o Xavier

Clavigero fUIA,

completoel recurso del latín para temas confidencialeso candentes, o para garantizar sucirculación entre eruditos de diversos países.Casi todos losgéneros están representados,como puedeverse al consultarel inventario(incompleto) elaborado por Carlos Sommervogelen los 12 volúmenes de laBibliothequede la Compagnie de Jésus (Bruselas, 1890-1930).Hay ahí relaciones de viajesy manuales escolares, tratados especializados, obras de referenciapara las diversas disciplinas,una vastaliteratura de divulgación, libros de devoción, compilaciones de emblemas, poesíasde encargo a menudoen latín (para una entrada delRey, una solemnidad litúrgica oacadémica),libretosde teatro, y además todolo relativo a la Compañía (sus misiones, susmártires y santosy todas sus hazañas celebradas ad majorem Dei gloriam con un ánimo a vecesun tanto olvidadizo de la santahumildad).En esta nutrida producción, lasobras destinadas a los diversos niveles deenseñanza están bien representadas, pero no

deben hacer olvidar la cantidad, la calidady la diversidad del resto.,'" Es el panoramageneralde lasactividadesde la Compañíael marco dentro del cual hayque reconstruir las etapasy las razones de suintervenciónen la enseñanza,una intervención más circunstancial (¿habrá que decirprovidencial?) que intencional en los primeros tiempos de su existencia. Cuando Ignaciode Loyolay elpequeño grupo de nueve compañeros que decidieron unir aél su suerte

L_E C C O ~ SE S P l R l T U ; A ~ E S

PAR R L O S ; O H O ® i A ~

;Re¡'mpr,esascn la Imprenta deD. P e d ro d e l a RoSl..ARo DB -x DCO XCI,

AoI ' • _

\

P R O-L O .(:;O,y DÉDICATORIAA. LOS

I?ADRES,y HERMANOS' DE 'L:A

COMP ANrA: DE JESUSDE'LA: PROVINCIAP NVEVA-

, '. - ESPAñA .

'N L ri:r..nMAC O N G R E G A ~

cicIL,Provincial,que fecelebroel ., ' Merieó.a ',i>J:incipiosde 'Noviembl'edel~ ñ o~ ¡ f a d a d


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Jltliguel Cabrera

San Luis de Gon zaga. 1767

Óleo sobrelela 136x JJ,j cm

ColecciónU n iver s idad beroa:mericana

los demás y a quien deben el método de los

Ejercicios espirituales que poco a poco había

ido forjado. El grupo había experimentado

en sí mismo los beneficios de ese método y

había aprendido a servirse de él, con Ignacio,

para elucidar las motivaciones de cada quien

y proceder a la elección de una forma de vida

o llegar a las decisiones más arduas de su iti

nerario personal . En adelante los compañeros

ofrecerian también los beneficios del método

ignaciano a sus principales interlocutores.

Este recurso será por siempre un sello distin

tivo de la identidad jesuita en la relación conlas personas y un medio eficaz para atraer

aspirantes a la orden. Inflamado de celo, de

esperanza y de incertidumbre, el pequeñogrupo viajó pobremente de Francia a Italia,

predicando y recibiendo opiniones y consejos

a lo largo del camino . Sin embargo, aun en

ese estado de indefinición, el grupo se distin

gue de otros contemporáneos análogos (nu

merosos en esa época de reforma y refunda

ción) por ciertos rasgos peculiares que leinfunden una fuerte cohesión. Valga señalar

que ninguno de los diez fundadores se apar

tó de él, y sólo la muerte prematura alejó a

Juan Coduri [Jea n Codure] (1541), Pedro Fabro

[Pierre Favre] (1546), Claudia Jayo [ClaudeJay] (1552), así como al primero de los reclu

tados en Italia , Diego Hoces, sacerdote ma-

26

lagueño con quien Ignacio se encontró enVenecia en 1536 y que muy pronto se integróen el grupo , pero murió repentinamente en

Padua en 1538.J Entre los diez, la identidad jesuita en viasde elaboración se fue articulando ya alrededor

de tres temas mayores : un proyecto universal,

una espiritualidad de compromiso activo en

el siglo pero que cuida de mantener el sitio

de la contemplación y, por último, un respetopor el trabajo intelectual.

Todos los testimonios de los primeros

tiempos subrayan la intención universalista,el anhelo de ampliar el campo del apostola

do a las dimensiones del mundo. El grupo sepreocupa tanto por el pueblo cristiano de

Europa, abandonado a la ignorancia por sus

pastores, como por los grupos humanos pri

vados de la Buena Nueva de Jesucristo que

los grandes viajes maritimos han descubierto

recientemente. El grupo arde de deseos de

lanzarse a tierras lejanas, como se ve en eltemprano envío a la India y Asia: Francisco

Javier llega a Goa en mayo de 1542, pero

muere a las puertas de China en diciembre de1552. De la misma manera, desde 1546 Igna

cio negocia con el rey de Portuga1 la misión

a Etiopía, destinada a unir la Iglesia de ese

país con Roma, que se lleva a cabo aunque

sin gran éxito en 1554. Ese espíritu universal

concuerda con la composición internacional

del pequeño grupo. En un principio sólo la Europa latina está representada, con una mayo

ria de españoles (Ignacio de Loyola, Nicolás

Bobadilla, Francisco Javíer, Diego Laínez, Al

fonso Salmerón), un portugués (Simón Rodriguez), dos franceses (Pascasio Broet, Juan

Coduri) y dos saboyanos Pedro Fabro, Clau

dio Jayo) . Pero pronto se esfuerzan por atr aer

compañeros de otros origenes; su presencia

en Italia convoca candidatos locales, y el apos

tolado de Pedro Fabro en Alemania resulta

fructífero : por él llegará el primer recluta de

la Europa del Norte, ese Pedro Canisio, naci

do en Nimega (Países Bajos), pero que es es

tudiante en la Universidad de Colonia y que,

tras ser aceptado en 1543, desempeña un papel decisivo en los paises germánicos (será

canonizado en 1925). Tan pronto como es po

sible, a veces con una prisa un tanto impru-


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Arriba:MiguelCabrera

San Estanislao de Kotscka.1761.

Óleosobretela136 x 115cm

ColecciónUniversidadIberoamericana

Abajo :

MiguelCabrera

San FranciscodeBorja.1761.

Óleosobretela136 x 115 cm

ColecciónUniversidadIberoamericana

dente, los nuevos compañeros son enviadosa tierras lejanas: cuatro jesuitas marchanalCongo en septiembre de1547,seis más a Bra-sil en febrero de1549. La geografía adminis-trativade la Compañía, organizada mediantela creaciónde provinciasjesuitas hí don-de las comunidadesse v n implantando ba-jo la autoridadde un Superior provincial,eselocuente en lo que tocaal rápido crecimien-to numérico (en juniode 1553, según unacarta de Juan Alfonso de Polanco,el secreta-rio de Ignacio y su más cercano colaborador,

había cerca de un millar de compañeros,muchos aún en etapade formación) y la ex-pansión internacional marcha a tambor ba-tiente. En Europase crean las provinciasdePortugal (octubrede 1546),España (septiembrede 1547),Italia (diciembrede 1551),Francia (oc-tubre de 1552), GermaniaUunio de 1556); enlas misioneslejanasla primera fue la provin-cia de la India (octubrede 1549),luego fue lade Brasil Uulio de 1553). Seguirian a ritmoacelerado más creaciones y subdivisionesde

27

las primeras entidades geográficas, a medidaque aumentaban los efectivos (había alrede-dor de 3 500 jesuitas en1565)y que se multi-

plicaban las fundaciones, o se desplazabanal tenorde la situación particular, pero siem-pre buscando actuar a escala mundial, pese aque había regiones y continentes aún cerradosal apostoladode la Compañía en razónderealidades geopolíticas que la rebasaban.1... Desde el principioel grupo buscó ser re-sueltamente activo y contemplativo, en unaconjunción inédita para la reglade vida deanteriores órdenes religiosas. El pequeño cÍr-culo de fundadores hace también hincapiéen su voluntadde participar activamente enlas tareasdel mundo seglar(al serviciode loshombres, según las necesidades del momen-to) y en su idealde una vida organizada en laobediencia a una regla, en pequeñas comuni-dades, reservando cada dia un tiempo consi-derable a la oración individual en silencio ya la meditación privada,un y otra conside-radas indispensables para orientar y reforzarla acciónenmediode las tentaciones, los fra-casos y las dificultades de todo género.Laoración mental, la meditación sobre las Es-

crituras asistida por la técnicade la compo-sición de lugar , el recurso a los poderes dela imaginación y la importancia quese da a laspasiones del alma son elementos que llevanel sellodel método ignacianode los Ejerciciosespirituales. Con el examende conciencia co-tidiano, realizado por cada uno en privado,todas esas prácticas buscan desarrollar y es-tructurar una sólida vida interior, cuyo cuida-do dependerá de la diligencia y la perseve-rancia de cada cual. Se trata deun rupturarespecto de la tradición monástica del oficiode coro, de la oración en voz alta en comu-nidad yde las mortificaciones excesivas im-puestas o alentadas por la regla.En lugarde


36/120

E estaspáginas:

CristóbaldeVillalpando.

San Ign ac io pr edic a a las afueras de

París o san Ignacio convie rt.e a un

jove n sumergi éndose en un río hela do.

1710

Óleosobretela 245 x 4.32 cm .

Museo NacionaldelVirreinato

CONACULTA NAH.

ello la inspiración ignaciana propone la dis-

creción en las manifestaciones externas de

piedad y mortificación, un entrenamiento

metódico -quejamás podrá considerarse com-pleto- a la vida de oración, y ciertas prácti-

cas cotidianas con obligaciones interiorizadas

cuya regularidad se confía a la libertad del in-

dividuo. Cada jesuita se encarga de adaptar su

horario de oración y meditación a las restric-

ciones de su jornada de trabajo, a las exigen-cias del cargo ejercido, sean cuales fueren lasdistracciones o interrupciones impuestas por

las circunstancias externas. En ese nuevo es-

tilo de vida espiritual, bajo la responsabili-dad de la propia conciencia y con la guía del

Superior auxiliado por padres espirituales ,

que es una forma de vida interior cimentada

en la frecuentación de los sacramentos y la

comunión fraterna con los compañeros (ve-

cinos cercanos de comunidad o lejanos co-

rresponsales a quienes se pide el sostén de laoración, como lo repiten tantas cartas de je

suitas enviadas desde el gobierno central de

Roma o de avanzadas aisladas en los confinesde las provincias y las misiones), se puede

ver la influencia de la devotio moderna, sur-gida en las postrimerías del Medievo en la

Europa nórdica y volcada hacia una piedad

28

más interior y personal , así como el nuevo

énfasis de la modernidad naciente en la auto-

nomía del individuo: su necesaria responsa-

bilidad de regirse a sí mismo con sus propiasfuerzas, su responsabilidad en la forma de

poner en práctica la gracia recibida de Dios de

la cual, en el último día, deberá rendir cuen-

tas a su Creador.1' Por último, en esta identidad jesuita es-

bozada desde un principio hay que señalartambién el sitio que se otorga a l a adquisicióndel conocimiento y al trabajo de la inteligen-

cia. Todos los miembros del primer grupo

fueron estudiantes en Paris, se conocieron oencontraron en su universidad, hí se recono-

cieron y probaron su temple. Juntos recibie-

ron ahí, según la costumbre de la época, una

formación es arts en filosofía, luego en teo-logía, fincada en la lectura comentada de las

autoridades de la Tradición, en los autores es-

colásticos y en el domínio de las técnicas de

la disputatio (una forma reglamentada de de-

bate público, ordenado y argumentado), ejer-cicios que se llevaban a cabo en latin (que se-

guía siendo la lengua del conocimiento, de la

Iglesia, del poder y de las relaciones interna-cionales en la Europa renacentista, aun cuan-do ya hubiese comenzado el ascenso de las


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lenguas vernáculas en la

jerarquía intelectual y social). En la universidad de

París, el pequeño grupo aprovechó las enseñanzas de la re

novación tomista emprendida desdetiempos de Petrus Crockaert (quien murió en1514), continuada por Francisco de Vitoria, al

rededor de los dominicos del convento de

Saint Jacques, así como de la nueva cultura hu

manista , cuyo método histórico y critico transformó la relación con las fuentes, resucitó el

legado antiguo de las ciencias y las filosofías ,restauró la belleza del latín clásico, devolviósu brillo al uso retórico de la lengua: cosas

todas éstas que la Compañía tendrá presentesal convertirse en educadora. Como Ignaciocuando decidió , ya adulto , hacerse estudiante ,

todos los fundadores compartian la convic

ción de que los males contemporáneos, el desorden de las ideas y las costumbres, los conflictos políticos y religiosos reclamaban pastores

y elites sociales más instruidos, mejor formados para t;jercer las responsabilidades de suscargos o su rango. La educación era, a sus

ojos, el medio por excelencia para iluminar

las conciencias y templar las voluntades para el servicio del bien común en la fidelidadal Dios de Jesucristo y al Pontífice romano.

29

J>l.. Su proyecto apostólico

da pues un lugar privilegiado a lo que he llamado

el deber de inteligencia .Porque la vida activa y contem-

plativa a la que el grupo se consa

gra también abarca la esfera de lo intelectual.El grupo busca participar en la dinámica del

conocimiento para tomar parte en el debatepúblico de las ideas (lo cual es un trabajo),

para esclarecer las opiniones (lo cual es un

responsabilidad), para adorar al Dios crea

dor a través del reflejo de las verdades accesibles a los hombres (lo cual es la vocación detoda criatura) . Todos los dones recibidos de

Dios deben ser usados , la capacidad de comprender y conocer no puede quedar en erial . Ladedicación al estudio, el respeto por los

problemas del intelecto, la adquisición y la

difusión del conocimiento son asuntos legítimos para religiosos que buscan servir alprójimo y alabar a Dios. En esto el pequeño

grupo se inscribe en la linea de la escolástica,inspirada directamente en Aristóteles (cuya

etafís ic afirma al principio: todo hombredesea saber ) y sobre las huellas de Tomás deAquino (cuya Summa contr gentiles desarrolla los argumentos racionales suficientes paraconducir a Dios a todo espíritu de buena vo

luntad y recta razón). Si los primeros compañeros valoran la función y el trabajo de la

inteligencia es porque los conciben como inseparables de la educación de la voluntad y

de la piedad, a través de la indispensable purificación de los deseos y a todo lo largo del

desarrollo de la vida espiritual de cada person (en privado, en comunidad , en la vidasocial). Voluntad, inteligencia e imaginac ión

deben iluminarse mutuamente. Resulta claroque los movimientos del alma, las eleccio

nes por definir en el torbellino de la acción ,el análisis de los acontecimientos del mundo

dan lugar al t;jercicio del discernimiento y aun desciframiento interior a la luz del métodoignaciano . En la cuarta semana de los Ejercicios espirituales, un fórmula en la con

templación para alcanzar amor resume ca

balmente la unidad de inspiración que cimienta desde sus principios la identidad jesuita:Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad , mi


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[El superior general delos

jesuitas laudio Acquaviva publicó

en 1599 la Ratio studiorum,que

habríade convertirse enla carta

magnade la educaciónjesuita.En

la Edad Media,los agustinos

tuvieronun documentoconocido

también comoRatio studiorum y

las otraB órdenes disponíande textos

semejantes cuyoobjetivo eralaformaciónde sus miembros.La

Ratio de la Compañíade Jesúsera

distintaporqueestabadirigida

tanto a la educaciónde estudiantes

laicoscomo ala de los jesuitas,

pero era diferentetambiénporque

el plande estudios illcluíalas

humanidades-l i teratura ,

historia,teatro,... - así como

filosofíay teología,que eran las

materiastradicionalesde la

formaciónclerical.La Ratio

jesuita asumíaquelas materias

humanistas podían integrarseen

el estudio de las materiasprofesionales o científicas; estoes,

asumíaque el programa

humanistadel Renacimiento era

compatible con elprograma

escolásticode la Edad Media. Los

colegios ocupaban con frecuencia

el centro dela vida cultural de las

villasy ciudades donde estaban

situados:solían ofrecer

anualmentevariosespectáculos

públicos de teatroy danza, y

algunosposeían importantesobservatoriosastronómicos.

J OH N W. O M A L L E Y, S. J.

memoria,mi entendimiento y todami voluntad, todomi haber ymi poseer, Vos me lo disteis, aVos, Señor, lo tomo; todoes vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que éstame basta .~ Conscientede su pequeñez extrema,elcírculo de los fundadores deseaba reclutarrápidamente más compañeros,lo cual seriaun signode confirmaciónde la justezadesus intuiciones, ademásde que su presencia eranecesaria para realizarel apostolado quesepretende a escala mundial. Deseaba a estosnuevos miembros a su imagen y semejanza:hombres formados que hubiesen concluidosus estudios universitarios, instruidos, probados, competentes. Pero escaseaban tales candidatos; los sacerdotes que había estaban yainstalados en parroquias o disponíande beneficios eclesiásticos, y la aventurade la pobreza yde un porvenir incierto no les tentaba en absoluto; otros eran demasiadov ~ o soestaban demasiado quebrantados para correrriesgos y someterse a tal austeridad, tanto trabajo, tantos viajes.Los únicos que se agol

paban a la puerta eran postulantes sin experiencia ni formación, pero llenosde ardor ydecelo. La educaciónde esos jóvenes estaba porhacerse. ¿Había que renunciar a la exigenciade una formación universitaria completa?Seresolvió aceptarlos a título provisional y asumir su manutención alo largode sus estudios.Un estatuto canónico intermedio fue inventado para ellos: se convirtieron en estudiantes jesuitas scholastici approbati) que mantenían en todo momento la libertadde dejar laCompañía. Ésta podía también despedirlos en

cualquier momento,ya porque fuesen incapaces de estudiar o por tener una personalidadno adecuada parael logro de los finesde la

30

institución.Se reformó lareglade pobreza radical conel fin de garantizar su subsistencia;para Ignacio ello fue objetode una dolorosameditaciónde la cual quedan huellas en unahoja manuscritade 1544 y algunas alusionesen suDiario espiritual Se aceptó, pues, recibir bienes permanentes en lugarde simples limosnas para la manutenciónde los colegiosde estudiantes jesuitas, reunidos en grupospequeños bajo la direcciónde algunos compañeros experimentados y enviados a las grandes universidadesParis en 1540, Coimbra, Padua y Lovaina en1542, Colonia en1544, etc.).Así se aprovecharian los recursos intelectuales y se podría dara conocer a la Compañíaentre los otrosestudiantes,e incluso quizáatraer nuevos reclutas. Pronto hubo razonesde desánimo.Las cosas no avanzaban suficientemente rápido, unos se impacientaban,otros se desmoralizaban, los gastos se acumulaban yel dinero escaseaba. Paraacelerarel movimiento sinrenunciara la ambicióndel diploma universitarío, se organizaron enesas casasde estudio actividades pedagógicas

de apoyo: repasosde las lecciones, explicaciónde los textos del programade exámenes,ejerciciosde disputa tia. Luego se añadieronalgunos cursos para suplir a profesoresausentes o insuficientes, pero todo ello seguíadestinado exclusivamentea los estudiantesjesuitas. Llamó la atención a otrosestudiantes la eficaciade este sistema,de cuyasventajas pidieron beneficiarse también. Rehusarse habría ido contra la vocacióndecompartir y servirde la Compañía, siempreinteresada en alentar y respaldar el trabajo

de la inteligencia y conducir al saber. Además, ¿no era éseel medio de hacer conocery valorarel proyecto jesuita, la posibilidad


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CTI:S tóbaldeVillalpando

San Ignacioesordenadosacerdote en

Venecia. Siglo XV Ill.

Óleosobre tela. 45 x 3 8 cm

MuseoNacional del Virreinato.

CONACU LT A -I NAH.

Páginaanterior:

Cristóbal de Villalpand o.

ÉJ..1;asisdesan Ignaciooelraptoen

Manresa.

La CompaiiíadeJesús surgiendo del

corazóndesanl gnacio) .SigloXl Il l .

Óleosobretela 45 x 3 8 cm.

MuseoNacional delVirreinato

CONACU LTA -INAH.

de atraerse más adelante benefactores ycandidatos?Se accedió, yde esa manera losjesuitas comenzaron a ejercer la docencia enun forma todavía limitada.

Almismo tiempo la Compañía recibía peticiones insistentesde aristócratas amigos yderesponsables eclesiásticos que querian abrirun colegio o una universidad en sus territorios y deseaban confiar a los jesuitas tal responsabilidad. Necesidadess e m ~ n t e ssemanifestaban en tierrasdemisión, conlosnuevosconversos, en las sociedades coloniales en

formación. En otras partes los ayuntamientos, los príncipes, los obispos expresaban lasmismas demandas, los mismos deseos. En Es-paña, Franciscode BOIja,duque de Gandíadespués miembrodela Compañía y su tercer

Superior general), en Siciliael virrey JuandeVega,encarecen a Ignacio, con quien mantienen estrechos vínculos.No sin titubeos,la Compañía acepta algunas proposicionesde fundar colegios para alumnos externos ode reorganizar universidades caídas enel letargo. Fueasí comose hizo cargode ciertas

instituciones, o las fundó, en Gandía noviembrede 1547),Sicilia enMesina, octubrede 1548 y luego en Palermo, noviembrede1549), Austria Viena, mayode 1551), Italiadel Norte Perusa, Gubia y Módena,1552).Lomismo ocurrió en Portugal Coimbra, Lisboa,Évora), con mayores dificultades en FranCia,y en las lejanas misiones.EnRoma,el Colegio Romano fundado en febrerode 1551),destinado a los estudiantes jesuitas, fungiócomo laboratorio experimental para la pedagogíade la Compañía y como polode excelencia dónde reunir a los estudiantes másdotados y los profesores mejor calificados.Su presencia visible en la capitalde la Igle-

31

sia católica, cercade los embajadoresde lossoberanos, en las inmediacionesde la curiageneraliciade las grandes órdenes religiosas,resultaba una magnífica herramienta parael cultivode la imagen públicade la Compañía y el lucimiento de sus talentosdeeducadora.l Eneseacelerado movimientodefundación,extensión y reorganizaciónde numerososcolegiosde externos ydeciertas universidades,hubo algunas implantaciones efímeras,a veces debido a la muertede un benefactor

antesde realizarla donación prometida, oalolvidodesus promesas, o a que su familia seoponía a la erogación incluso ante los tribunales. Hubo casos en que las iniciativastoparon con la hostilidad recelosade losmaestrosde las escuelasdel lugar, a quienes la competencia jesuita venía a privardesu fuente de ingresosal ofrecer enseñanzagratuita, los jesuitas representaban en cierta forma una competencia desleal).Lasgrandes universidades se erigieron en frente contra estos arribistas, usurpadoresde

privilegios seculares, y la defensa corporatista de los profesores y doctores triunfó sobre las iníciativas jesuitas en París, Lovainao Padua, en sonados procesos que vieron nacer a losprimeros polemistas antijesuitas, enquienes habriande inspirarse todas las ulteriores querellas.Le catéchisme des JésuitesVillefranche,1602), obra en la cual Étienne

Pasquier, abogadode la UniversidaddeParíscontra la Compañía en1565, retomó y enriqueció su anterior alegato, tuvo efectos devastadores y alimentó gran númerode panfletos duranteel siglo de las Luces. En lapráctica, para cada fundación durante elprimer medio siglo,el asunto central siguió


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Cristóba l de Villalpando.

Glorifi cación de sa n Ignac io.

Siglo J/I.

Óleosobretela. 45 x 43 cm.

MuseoN aáonal delVirre inato.

CONACUW A - AH.

siendo la falta de recursos cómo garantizara cada colegio un ingreso regular para elmantenimiento de las instalaciones y delpersonal docente y administrativo) y el problema igualmente agudo de la escasez de

profesores calificados. No obstante, el programa de estudios esbozado en distintos documentos provisionales, luego redactado enla Ratio studiorum cuya versión definitiva sepublica en 1599) era ambicioso: gramática,

humanidades y retórica para las clases inferiores, con el fin de dominar ellatin en susexpresiones escrita y oral, de estudiar griegoy de lograr un conocimiento profundo debuena parte de los autores clásicos; cursocompleto de filosofía, incluyendo lógica yfilosofía de la Naturaleza - es decir, ciertostemas científicos, además de elementos dematemáticas para las facultades superiores, donde el ciclo culminaba con el estudiodel hebreo, las Escrituras y la teología.

Así pues, los primeros años de los cole

gios jesuitas pueden resumirse como una lucha incesante, no siempre victoriosa, contra

la penuria: penuria de dinero, y más aún de

32

profesores . Los jesuitas graduados y con experiencia son muy pocos y se ven abrumadosde responsabilidades de todo tipo. Se echamano de los estudiantes jesuitas como fuerzade trabajo cautiva, explotable a voluntad sopretexto de su entrega a la institución y desu dependencia de ella, ya que costea sus estudios); enseñan, pues, en las clases inferiores, lo cual les brinda una valiosa experiencia pedagógica, les ayuda a conocer mejor las

almas infantiles, pero hace que se demorenmás sus estudios y se aleje la fecha de sus vo

tos definitivos. Pese a todas las dificultades,el ritmo de las fundaciones se mantiene acelerado en las distintas provincias jesuitas, sinque se pueda ver en ello ninguna estrategiade escala local o regional. En realidad serespondía de manera desordenada a las peticiones de los protectores, a las presiones de

amigos y benefactores en cada localidad. Seaprovechaban las oportunidades según lascircunstancias, moviendo a los jesuitas cali

ficados sin orden ni concierto y sin un mínimo de consideración, con el fin de suplir alos enfermos, los incompetentes o los deserto-


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res ya que la sobrecarga de trabajo desalentóa no pocos, y la pobreza, el frío, la falta de

alimentos minaban la salud de los maestros).Las cartas de los Superiores locales, los in-

formes de los rectores de los colegios, los

reportes de los visitadores encargados de lainspección de las comunidades de las pro-

vincias comunican al gobierno central deRoma que la situación es insostenible , que secorre el riesgo de perderse a causa de esa di-

ficultad para aceptar los propios límites , quepor querer abarcar demasiado se construye

sobre arenas movedizas . Muchos documen-tos internos de la Compañía insisten en losexcesos de esa expansión a toda costa, en lasimprudencias a veces cometidas por uno u

otro de los fundadores Nicolás Bobadilla sedistinguió a menudo por su falta de sentidocomún en la materia), en la ausencia genera-lizada de análisis realistas de cada situaciónparticular, en las demandas desconsideradasque el gobierno central, t n lejano de los

colegios, hace a unos y otros en nombre dela santa obediencia y de su entrega a la tarea

de la institución.

33

;.; No obstante, continuó a todo vapor la ex-

pansión por doquier de los colegios la de las

universidades fue más modesta, quizá en ra-zón del freno impuesto por las universidades

existentes). Es que los colegios respondían auna doble necesidad . Para la Compañía, su

surgimiento puso fin de manera providenciala la incertidumbre de los comienzos: ¿quéhacer, qué tarea apostólica privilegiar, cómo

dar una especificidad visible y una identidad

pública a la joven y débil Compañía? l in-greso en la actividad educativa imprimió di-

namismo a la Compañía al concentrar buenaparte de su energía en un objetivo definido yreconocible en la esfera pública. No existíaaún una orden religiosa enteramente consa-grada a la enseñanza . Por tanto la Compa-ñía no se veía obligada a competir con nadie ,

al menos en lo tocante a los colegios; en las

universidades el problema fue distinto, peroahí la expansión at añó sobre todo a los paí-ses disputados a la Reforma y los territorios

de misión, donde no se planteaba en los mis-mos términos el problema de la anterioridady de la relación de fuerzas en competencia.


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Arriba:

Un us non suffic it Orbis . . Un mundo

no es suficiente). Grabado tomado del

libro de Ignacio de Par edes, Prontuario

manual mexicano , México 1759.

Biblioteca Fran cisco Xavier

Clavigero fUlA.

Abajo:

Biblioteca del Clementinum antiguo

colegio j esuita) . Pra ga,

República Checa.

Además, la fundación de los colegios permi-

tia a los jesuitas implantarse en cada lugar,establecer vínculos sólidos con las elites de la

sociedad civil y la burguesía en ascenso, esdecir, con medios sociales en plena trans-formación y deseosos de dar a sus hijos un

buena educación. La Compañía daba res-puesta a un fuerte demanda general, y al

ofrecer sus servicios también se hacía in-

dispensable . El mismo mecanismo operó afavor de los colegios de la Compañía en re-giones donde los católicos se veían con-

frontados con las iglesias de la Reforma, yen las sociedades coloniales en proceso deconstitución. La Compañía halló así un

manera legítima de asociarse a la reformacatólica dispuesta por el Concilio de Trento,

de servir al pueblo cristiano y a través de él

al soberano Pontífice. Sin renunciar en nin-gún momento a sus ambiciones originales,

la Compañía se halló investida de una fun-ción universal, de una imagen activa, y se

vio asociada con la vida intelectual a través

de toda un gama de manifestaciones eru-

ditas. El ingreso en el mundo de la educa-ción era a todas luces conveniente, pero

también tuvo su precio, como todo en estemundo.

En esa expansión a marchas forzadas re-sulta claro que la Compañía estuvo a puntode perder sus fuerzas y su unidad . Muchos,empezando por algunos de los fundadores,

se interrogaban sobre la legitimidad de ese

compromiso: ¿era realmente conforme a losfines de la institución? La duda y las críti-

cas jamás cesaron a lo largo de la historiade la primera Compañía. Hubo jesuitas quevieron en los colegios el peligro de un in-

movilización forzada en un sitio y en tareasrepetitivas, algo muy alejado del gran de-

signio de movilidad absoluta y disponibili-

dad misionera a escala mundial. Otros de-ploraban los vinculos estrechos que de esamanera se establecían con las elites sociales

y los ricos benefactores, un forma insidio-sa de notabilización que desviaba del

apostolado de los más pobres realizado por

los primeros jesuitas: entre las prostitutas,los jornaleros, los pescadores y los presos .

Unos más señalaban el desequilibrio que

generaban entre la acción y la contempla-ción las actividades de diversión en los


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A, riba: Clemenhnwm an tiguo co legio

jesuita). p.ra go Repúlilica.Checa .

Abajo: Jet/nAdan¿ 8chall de la m.is,:ón

jesuita e Chinc¿.7 O nado de Galerie

illustrée de la Compagnie de J ésus,

Pnr ís.1893. Hlblioleca. FmnC ise o XavierCI üi fero¡U 1.

colegios (teatro, danza, música, fiestas , ce-lebraciones civiles o académicas) destina-das a ganarse la buena voluntad de las fa-milias y a abrir el colegio a la sociedad, asu alrededor. Nadie sabe cuál habría sido eldestino de la primera Compañía de Jesús si

hubiera rechazado la oferta de convertirseen educadora a gran escala. Lo que es segu-ro es que, haya sido cual fuere el costo detal decisión, los jesuitas hallaron en ella laoportunidad de distinguirse y de servir alprójimo en la fidelidad a la inspiración ig-naciana a través de la educación de la inte-ligencia y la voluntad, participando direc-

tamente en la producción o la circulacióndel conocimiento, enmedio de la sociedadcivil y en todos los rincones del mundo . Enel siglo de las Luces su tormento sería ver atantos de sus antiguos alumnos convertirseen sus peores enemigos y aliarse con los

monarcas católicos para exigir y obtener la

5

supresión de la Compañía por el propio so-berano Pontífice. ¿Habrá que ver en ello laingratítud de los hombres, la ceguera y lacobardía de autoridades impotentes, o seráque era necesario un lapso de interrupcióny de prueba para que la Compañía hallase la

manera de reformarse y adaptarse mejor alas necesidades de sociedades nuevas? H S

Traducción de María Palomar.

,, LUCE GlARD es investigador a del Centro N acional de

Inv es tigación Cientific a y está adscrita al Centro d e In -

vestigacione s Históricas de l a Escuela d e Altos Estu-

dios en Ciencias Sociales (Paris). Su interés académico

se centr a en l a historia de las ciencias y de la intelectua-

lidad r ena cen tist a; desde 1990 estudi a particularmente el

papel de la Compañia de Jesús en la hisotria de los flujos

científicos y culturales. Es editora de la obra de Michel

de Certeau . Dest acan entre sus libros: Les jésuites a aRena.issan ce. Syst eme éducatiJ et production du savoir y,

como coautor a, Les jésuites a Z age baroque . 15 4 16 4 0 .


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I N T E L I G E N C I A S O B R E N AT U R A L TANTO LA ENSEÑANZA COMO LA FORMACiÓN TANTO LAS REGLAS DE CONVIVENCIA

COMO LAS NORMAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LOS EDIFICIOS QUE ALBERGABAN

COLEGIOS ..JESUITAS ERAN PARTES ARTICULADAS DE UN SOLO PROYECTO. LAs PRO-

PUESTAS PEDAGÓGICAS DE LA COMPAÑíA DE . .JESÚS ESTABAN ORGÁNICAMENTE VIN-

CULADAS A UN MODELO ESTÉTICO QUE ALCANZÓ UN.i\. DE LAS CIMAS DEL ARTE UNIVER-

SA L . E L PRINCIPIO UNIFICADOR DE TODO EL PROGRAMA HABíA SIDO ESTABLECIDO

POR EL PROPIO FUNDADOR DE LA ORDEN: SE TRATABA DE UNA ESPIRITUALIDAD.

MIRANDO DESDE EL INTERIOR ¿CÓMO ES PERCIBIDA ESA DIMENSiÓN ÚLTIMA ESA

BASE PRIMORDIAL SOBRE LA QUE SE CONSTITUYÓ TODO EL ANDAMIA..JE DEL ARTE

H ein r ic h ei er) S .J.Y LA CULTURA QUE LOS ..JESUITAS PROPAGARON POR EL MUNDO?

e da actividad artí,tica de un grupo ligio,o

Claustro de la Un iversidad de Catania

antiguo legio jesuita . Bicilia, Italia .

Página an terior:

Il Gesu. Pa lermo, Bicilia, It alia.

lleva la marca de su espiritualidad específica.Una espiritualidad es un modo de ver el Evan

gelio. A través de los Ejercicios espirituales,

san Ignacio hizo participes a los miembros de

la Compañía de su particular manera de percibir la palabra de Dios.00 No es fácil caracterizar a una espirituali

dad porque todas contienen al mismo tiempol Evangelio entero; la única diferencia es que

cada una de ellas decide concentrar su atención en ciertos elementos específicos y tratade ponerlas en un plano más relevante.H. ¿Cuáles son los rasgos particulares de laespiritualidad jesuita? Esta orden es, ante todo, apostólica y misionera. San Ignacio había

querido seguir a Dios como ermitaño, perocomprendió, durante su experiencia mística .en Manresa, que debía consagrarse a ayudar,

por todos los medios posibles, a la salva

ción de las almas. Entre estos medios podríanestar también el arte y la arquitectura.1 Aquí, nuestros contemporáneos habituados a las concepciones que predominan enel mundo desde finales del siglo XIX formu

larán sin duda una objeción : el arte no es

un medio, es la expresión individual de un

hombre que tiene el talento particular de

pintar, esculpir, dibujar. Los artistas de hoyno pretenden · utilizar el arte como un ins

trumento: quieren hacer de él un vehículopara establecer con los demás una corrien

te de comunicación que exprese sus vivencias interiores o su personal manera de per

cibir la realidad .

37

.. Los jesuitas , por el contrario, no estaban

a la búsqueda de ese canal de expresión in-dividual sino de un camino para ayudar a

las almas de manera directa o indirecta. Así,

ellos podían utilizar todos los medios pertinentes para la evangelización y para el servicio espiritual del prójimo : sólo desde estaperspectiva es posible comprender la activi

dad artística de la Compañía de Jesús.g Los jesuitas son hombres que renuncian amúltiples gozos de su propia vida en aras dela evangelización. Por eso, ellos no pueden ser

verdaderos artistas en el sentido que hoysuele darse a esa palabra. Sólo pueden serlo a través de tareas ligadas directa o indirectamente con la evangelización.1


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En estas páginasD etalle de la fachada del Gestl .

N áp o es I ta lia .

...< Se subraya así el supremo fin que es siempre el servicio y la alabanza de Dios, y la di

ferencia entre los fines y los medios y en particular la necesidad de no invertir jamás el

orden entre unos y otros. Los medios tienen

que ser siempre apropiados al fin Y no a la inversa. Por eso, desde un perspectiva jesuítica, el arte por sí mismo no puede ser jamás el

objetivo final de la actividad artística y tieneque ser siempre un medio para la santifica

ción del artísta o la de los demás.« En el contexto histórico concreto de un

cierta animadversión por parte de los protestantes, en partícular de los calvinistas, haciael arte sacro, y en conformidad con la iglesia

jerárquíca, el santo formula así su regla octav Para sentir con la iglesia (núm . 360 :

alabar ornamentos y edificios de iglesia,

asimismo imágenes, y venerarl as según querepresentan . Por esta razón, más tarde du-

rante el generalato del P. Oliva se llegó a distinguir entre la licita riqueza ornamental de

10s templos y la austeridad y s(mcillez de las

casas de los jesuitas.« El fundador y sus hijos espirituales com

prendieron desde el pFincipio que la venera-

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ción de las imágenes confirmaba a los fielesen la práctica de la religión católica. El con

tenido de esta regla pasó luego a formar partede los decretos del Concilio de Trento .

- Los artístas plásticos recibieron de esta

formulación ignaciana un considerable aliento externo en una época en que se hacía sen

tir con fuerza la tendencia iconoclasta de la

Reforma., -, Por otra parte, los Ejercicios espirituales,

cuyo propósito es desarrollar todas las facultades interiores del hombre para convertirlo

en un instrumento unido a Dios, constituyentambién un notable aliciente a la actividad de

los artistas.1,,-, Desde l primera semana de los Ejercicios,el segundo preámbulo llamado Composición viendo el lugar , san Ignacio distingue

dos maneras de realizar su propuesta contemplativa: aquí es de notar que en la con-

templación Q meditación visible, así comocontemplar a Cillisto nuestro Señor , el qual es

visible, la composición será ver con la vista

de la imaginadón el lugar mrpóreo donde sehalla la cosa que quíero contemplar. Digo el

lugar corpóreo, así como un templo ( ) monte


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donde se lilailaJesu C:ciSt0 o Nues1:Ira Señora,segV.n lo que quieFo€ont@mptar".I I ~Desp,ués se refiere ala meditaeión apli-cada aotr< ) tip(i) de r e a I i c l a d ~ sy escrnbe":En.la invisible, eomo es del(i)s pecados,la com-@osición seráver con la vista imagrnaav 'a yeonsidel'armi ánima ser encar.eeladaen estecuerpo corruptibley tede el eom,pósitoen este a l l ~ eom0 d'esterrad0 entre brutos anima-les .. "EIl1 este caS0 es neeesaFio inventar lillaímagenpara un contenidol lue hoy llamaría-mos abstraetl1l.De esta manera se estimula

Qotablementelam a g i n a e i ó n

de losamstas.Este plilltoen pattíeular d'tfspertóen ellos ungmn inteJiés.1"' Aunque en el conjuntocle los Ejetcici'Osse trata sólo deun pIeámbulo, es sin em:bar-gID un principio@S@IiICW :desencadenatodol 1.n proces0 interno quepuede llegar luegoa t r a s ~ e n d e I ial rnetiot Con el uso deG01eres yformastanto en la supemcie plana comoenel espacJ(;) vaCÍay tridünensional.~ Un element0pIDCOcemJilrendideen nuestros mas, aum¡uetuv, i) una extIia


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Arriba:

Lavamanos

Antiguo co legio de San Fran cisco

Javi er Tepotzolán

Museo Nacirmal del Virreinato

ON U LTA-U AH.

Pág ina siguien te :

San Jua n Nepomuceno y san I sidro

Labrador Retablo de la Virgen de

Guadalupe

Iglesia de San Fran cisco Ja vier

Tepolzotlán

Museo Nacional del Virreinato

CONACULTA·/NAH.

mente desconocida para él hasta entonces.Creoque algunos artistas han llegado a viviruna experiencia de esa naturaleza, en particular algunos hermanos coadjutores de laCompañíade Jesús.

UN NUEVOARTEFIGURATIVO:EL ESTILO EXTÁTICO

[DERUBENSAANDREAPOZZO)

Conmotivode la beatificaciónde IgnaciodeLoyola, los jesuitas de Amberes encargarona Rubens la ejecución de30 lienzos que debían ornar la primera iglesia copsagrada a su

fundador. (Estos cuadros desaparecieron duranteel incendiode la iglesia a principios delsiglo xvrn.)J En ellos,el artista recurrió auna fórmularenacentista que había de marcar un hitoenla historiadel arte de los países situadosalnortedelos Alpes: sus composiciones ofrecíanuna perspectiva vertical preparada por Correggio que atraía la mirada del observador enuneje que la proyectaba a las alturas.La amalgamadeeste principio con otros formuladospor Ticiano había dado origen al arte barroco. En él, la obra debería ayudar al espectador a ser partícipede la experiencia mística.Este arte surgido para inducirel arrobo teníacomo propósito acercar a los mortales a la experiencia beatífica de los santos.,..: Elcarácter revolucionario de esta propuesta resalta si la comparamos con las formuladas porun egregio antecesor: Miguel Ángel.En sus frescos de la Capilla Sixtina,el observador puede siempre controlar la distanciaentre los personajes representados y sus pro

porciones. Nada de estoes posible para unespectador de los cuadros que Rubens pintópara la iglesiade los jesuitas en Amberes.

Frente a ellos, el observadores arrancado del suelo por el efecto que produce en sumírada esta vertiginosa éomposición.IH.< Prácticamente cada vez que los jesuitas(entonces y después) han formuladodemanera explicita su propio proyecto estéticohanhecho referenciaal estilo de Rubens. Esta circunstanciasepuso especialmentedemanifiesto duranteel periodo crucial que significó para la Compañíael generalato del padre Oliva.

En esemomento se superó una cierta reticencia que había existido en los primeros años

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haciael quehacer artístico, yse asumió en plenitud el impulso del Concilio de Trento.Deesta manera, habría de dejarse atrás un

proyecto estético centrado exclusivamente enla austeridad. A partirde entonces, la sobriedad funcional de los edificios y del estilodevida de los individuos tendría que ser compatible conel esplendor que requeria un culto divino suntuoso, concebido como unodelos principales vehículosde evangelización.Este nuevo derrotero había de convertirse enel signo de identidad del arte jesuítico.1 ElP. Oliva, responsable en gran medidadeeste cambiode rumbo, era amigo cercano delsegundo personaje fundamentaldel arte barroco: Bernini, y atrajo a Roma a Gian Battista Gaulli el Baciccia .

Bernini, siguiendo las directrices delP.Oliva, supervisó las obras y el programa estético para la bóveda de la principal iglesiade la compañía, anexa a la casa generaliciaen Roma: el Gesu La pinturade Baciccia ylos estucosdeRetiy Raggi logran transformartodo el espacio arquitectónico de la iglesiaen un encuentro dinámico entre el cielo y latierra, de tal manera que los fieles puedanparticipar en la visión extática del nombrede Jesús IHS)que aparece enel cielo comouna luminosa custodia.,.. San Pablo exclama: para que enel nombre de Jesússe dobletoda rodillaen los cielos,en la tierra y debajodeella Fil.2-10)':LaCom-pañía, cuyo signoes precisamenteesesagradonombre quisoexpresar plásticamente todalafuerzadelversículo. Podemos hoy seguirpaso

a pasoelprocesoporel cual llegóa darse a este texto paulina una formulación estética.

Laprimera etapa fueuna xilografía, obraquizá del jesuita Fiarnmeri, que fue utilizadaen la portada del primer libro de reglasde laorden en1585.En este grabado se encuentranya las tres categorias evocadas porel apóstol:dos ángeles,el alma humana, un demonio.

Dosde los lienzos que Rubens pintó paralaiglesia de San Ignacio en Amberes guiaronmástarde la búsquedade Gaullipara lograrelpoderoso movimientodesufrescomonumental.Uno de esos cuadros representa a ángeles niños que adoran las siglasIHS;el otro escenifica la caíd

ARTES de MEXICO 58-Colegios Jesuitas

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