ARGUMENTACIÓN ÉTICA

Mtra. Mercedes Caraballoso mcarabal@itesm.mx

ELEMETOS NECESARIOS PARA

ABORDAR LA REFLEXIÓN ÉTICA

Obligaciones, ideales, efectos, razón pública, consecuencias, valores, bienes intrínsecos…

Temario

  Fundamentos de la ética y distinción de categorías básicas: ética, moral, amoralidad, juicio moral, relativismo moral y dilema ético.

  Paradigmas éticos.

Fundamentos de la ética y distinción de categorías básicas: ética, moral, amoralidad, juicio moral, relativismo moral y dilema ético. Paradigmas éticos.

El bien es aquello a lo que todas las cosas aspiran.

¿Cuál es el mejor bote?

  El fin de la medicina:

  El fin de la construcción naval:

  El fin de la estrategia:

Dos preguntas clave:

1. ¿Cuál es el único fin que se quiere por sí mismo?

2. ¿Cuál es el fin del ser humano?

¿Cómo reconocer la verdadera felicidad?

•  La felicidad tiene que ver con el florecimiento; con la actualización de las potencialidades humanas: Plenitud

•  y particularmente con la más humana de las potencialidades: la phrónesis

•  La actividad que nos conduzca al bien debe proyectar su excelencia, es decir, la virtud que reside en las acciones humanas .

El camino a la felicidad exige el ejercicio de una virtud

clave: la prudencia, la cual nos permite deliberar

correctamente y reconocer aquello que resulta ser lo

más conveniente en cada decisión que tomamos a lo

largo de nuestra vida. En suma, nos conduce a actuar

conforme al justo medio.

1.  Saber recordar;

2.  Instruirse;

3.  Ser circunspecto;

4.  Prever el porvenir.

El proceso aristotélico para la toma de decisiones prudentes

La tradición

deontológica

La diferencia entre las éticas teleológicas y las deontológicas es que las primeras buscan un fin «natural» a todos los hombres, mientras que en las segundas se busca obrar por deberes exigidos por principios dictados por la razón pura y derechos (naturales) producidos mediante un consenso o contrato.

Hay un desplazamiento de la búsqueda de lo «bueno» para centrar la realización de la vida ética en el deber, en lo correcto, lo que es exigible.

I.   El  punto  de  par/da  de  la  inves/gación  é/ca  en  Kant:  

•  Los  seres  humanos  para  alcanzar  su  felicidad  deben  echar  mano  de  su  razón  prudencial  y  de  la  calculadora.  El  problema  de  ello  es  que  esa  razón,  a  lo  más  que  puede  aspirar  es  a  dar  consejos,  no  puede  brindar  normas  morales  con  validez  universal.  La  felicidad  y  la  benevolencia  no  son  buenas  “consejeras”,  al  menos,  no  como  lo  es  la  buena  voluntad.  

•  Las  personas  racionales,  saben  que  hay  mandatos  que  debemos  seguir,  nos  hagan  felices  o  no,  porque  de  no  hacerlo  podríamos  dejar  de  ser  humanos.    

•  Por  tanto  es  nuestra  razón  pura  prác/ca,  la  que  nos  da  una  serie  de  leyes  que  mandan  de  modo  incondicionado:  no  prometen  nada  a  cambio  y  se  nos  presentan  bajo  la  fórmula  de  un  impera2vo  moral,  de  impera/vo  categórico.  Así  pues,  se  actúa  por  deber.      

•  De  cualquier  modo,  las  éGcas  deontológicas  nos  ponen  a  salvo  del  exceso  de  pragmaGsmo  en  el  que  pueden  caer  los  planteamientos  teleológicos  y  los  consecuencialistas…  

•  Si  el  trabajo  lo  consideramos  un  derecho  universal,  ¿es  moralmente  jusGficable  el  trabajo  infan/l?  

•  Si  el  trabajo  lo  consideramos  un  derecho  universal,  ¿es  moralmente  jusGficable  el  trabajo  infan/l?  

•  ¿Un  empresario  podría  conGnuar  empleando  niños  después  de  seguir  las  pautas  que  marcan  los  imperaGvos  categóricos?    

Formulación del imperativo categórico

1.  Obra según una máxima tal, que puedas querer que al propio tiempo se torne una ley universal.

2.  Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como fin al mismo tiempo y nunca como medio.

3.  Obra por máximas de un miembro legislador universal en un posible reino de los fines.

III. Criterios para la toma de decisiones éticas:   Identificar si nuestra acción puede ser aceptable

por cualquier otra persona que esté en condiciones de razonar;

  Reconocer que el impacto de nuestra acción no conduce a que la persona sea utilizada como un mero medio o no se le reconozca su dignidad humana; y,

  Actuar pensando que dicha forma de actuación puede ser aplicable en un contexto donde todas las personas que ahí vivan puedan estar de acuerdo en que dicha decisión les reconoce su valor y dignidad humana.

IV. La apuesta del deber por la dignidad y la libertad humana

1.  El planteamiento apuesta por una superación del egoísmo: somos capaces de ponernos en el lugar de otro al momento de decidir si las decisiones son morales o no, sin importar si ello reporta o no ventajas o ciertas consecuencias.

2.  Se parte del supuesto de que las personas son autónomas porque eligen actuar de ese modo, propio de un ser humano que es capaz de darse a sí mismo leyes morales y no regirse sólo por sus apetencias o instintos.

3.  Se reconoce que el ser humano tiene valor, y no precio. Por tanto a la persona se le reconoce por su dignidad y no por lo que posee, representa o es capaz de hacer.

IV. METODOLOGÍAS PARA ABORDAR

DILEMAS ÉTICOS EN EL AULA

(CONTINUACIÓN)

Obligaciones, ideales, efectos, razón pública, consecuencias,

bienes intrínsecos…

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