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N.º 207 / marzo 2017 ISSN 1657-0987 www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá, Colombia ciencia & tecnología Cenizas de termoeléctricas son anticorrosivas Al mezclarlas con cemento, aumentan la resistencia del concreto, mejoran las propiedades de los materiales, aseguran la durabilidad de las estructuras y disminuyen los costos de construcción. Página 14 ciencia & tecnología Software localiza focos epilépticos El sistema encuentra el área del cerebro en la que se genera el trastorno neurológico crónico. Su alto nivel de precisión ayudaría a planificar la cirugía de pacientes con esta enfermedad. Página 11 Continúa en la página 5 política & sociedad “Colombia le mostró al mundo que no puede haber una dicotomía oscura entre justicia y paz” Foto: Ovidio González/Unimedios “Ponemos a disposición de Colombia nuestra experiencia en la construcción de paz”, dijo Michael D. Higgins, presidente de Irlanda. Después de destacar el proceso de paz colombiano como digno ejemplo de innovación para el mundo, el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, reiteró el apoyo que la Unión Europea le seguirá dando al país en el capítulo del posconflicto. Es la primera vez que un presidente irlandés en propiedad visita Colombia. Atraído por la capacidad de transformación que representan las nuevas generaciones, el mandatario eligió a la Universidad Nacional de Colombia (un) para hablar sobre un pasado de conflicto y la construcción de un futuro de paz. ciencia & tecnología Nuggets de cachama Con una presentación atractiva y saludable, los productores podrán comercializar los ejemplares medianos y pequeños de esta especie autóctona del oriente colombiano. Página 15

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N.º 207 / marzo 2017ISSN 1657-0987

www.unperiodico.unal.edu.co [email protected]á, Colombia

ciencia & tecnología

Cenizas de termoeléctricas son anticorrosivas Al mezclarlas con cemento, aumentan la resistencia del concreto, mejoran las propiedades de los materiales, aseguran la durabilidad de las estructuras y disminuyen los costos de construcción.

Página 14

ciencia & tecnología

Software localiza focos epilépticos El sistema encuentra el área del cerebro en la que se genera el trastorno neurológico crónico. Su alto nivel de precisión ayudaría a planificar la cirugía de pacientes con esta enfermedad.

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Continúa en la página 5

política & sociedad

“Colombia le mostró al mundo que no puede haber una dicotomía oscura entre justicia y paz”

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“Ponemos a disposición de Colombia nuestra experiencia en la construcción de paz”, dijo Michael D. Higgins, presidente de Irlanda.

Después de destacar el proceso de paz colombiano como digno ejemplo de innovación para el mundo, el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, reiteró el apoyo que la Unión Europea le seguirá dando al país en el capítulo del posconflicto. Es la primera vez que un presidente irlandés en propiedad visita Colombia. Atraído por la capacidad de transformación que representan las nuevas generaciones, el mandatario eligió a la Universidad Nacional de Colombia (un) para hablar sobre un pasado de conflicto y la construcción de un futuro de paz.

ciencia & tecnología

Nuggets de cachama Con una presentación atractiva y saludable, los productores podrán comercializar los ejemplares medianos y pequeños de esta especie autóctona del oriente colombiano.

Página 15

marzo 2017 | 2 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Colombia: ¿más educada o más pavimentada?

En 2011, enmarcado en el Plan Nacional de Desa-rrollo, el Gobierno nacional propuso impulsar priorita-riamente sectores que serían la clave para el desarrollo sostenible del país a mediano y largo plazo. Estos sectores se denominaron desde entonces las locomotoras para el desarrollo nacional. Una de ellas era la locomotora de la innovación, que según el mismo Plan aseguraría la sostenibilidad a largo plazo, pues impulsaría el avance en todos los demás sectores desde lo más fundamental: la investigación, el fomento de la ciencia y la creación de nueva tecnología. Para entregarle el suficiente com-bustible a esta locomotora de la innovación, el Gobierno tramitó ante el Congreso de la República la reforma constitucional que permitió destinar el 10 % de los recursos del Sistema General de Regalías al desarrollo de las ciencias, la tecnología y la innovación, creando un fondo específico para tal fin. Mediante esta misma estrategia se proponía cuadruplicar el presupuesto de Colciencias, soporte estatal para el desarrollo de la investigación en Colombia.

Lamentablemente, la reglamentación para la asig-nación y distribución de dichos recursos tuvo más en cuenta los intereses políticos departamentales que los criterios presentados por los académicos. Así, los recursos fueron asignados en su mayoría por las gobernaciones a los proyectos de investigación que para sus fines se consideraban apropiados. En efecto, con una visión eminentemente cortoplacista, algunos gobernadores han intentado apoyar proyectos que entreguen resultados durante su periodo de gobierno y su formulación se ha orientado hacia la consultoría o el trabajo especia-lizado. Muchos esperan resultados que, como fruto de la investigación, resuelvan con agilidad necesidades locales insatisfechas por falta de políticas o recursos. Un importante número de esos “proyectos de investiga-ción” no ha sido aprobado por los evaluadores. Algunos tampoco son viables técnicamente y han recibido un concepto negativo de Colciencias. Como consecuencia, buena parte de los recursos no se ha ejecutado.

Por más de dos años las univer-sidades del país han presentado las críticas correspondientes al sis-tema de asignación y distribución de los recursos y, por supuesto, han formulado varios escenarios alternativos para organizar y me-jorar la financiación a la ciencia,

incluyendo la más obvia: que sea Colciencias, la entidad técnica del Estado, la que asigne los recursos.

Hoy, el mismo presidente Santos propone desconge-lar esos recursos de las regalías no ejecutados, cerca de $1,5 billones. Pero, en una incomprensible propuesta, trasladarlos para la construcción de vías terciarias.

Desde 2014 hemos pedido que se modifique la ley para que el 10 % de las regalías se destine a la investiga-ción de manera más objetiva y técnica, evitando la baja ejecución por las razones expuestas. Lo que no se ha logrado en este lapso, ahora se va a obtener apoyados en el fast track legislativo, pero para quitarle los recursos a la investigación y destinarlos a la construcción de vías. Es decir que como la locomotora de la innovación jamás arrancó, se pretende deshuesarla y venderla por partes.

El presupuesto de Colciencias en lugar de incremen-tarse pasó de $427.000 millones en 2013 a $276.000 millones en 2016, una disminución superior al 35 % de su presupuesto anual. Esto, como es obvio, también ha repercutido en la investigación y particularmente

en el número de becas. Es así como en la Universidad Nacional de Colombia se pasó de tener 314 estudiantes de posgrado becados por Colciencias en 2014 a tan solo 75 en 2016. De forma similar, el Programa Jóvenes Inves-tigadores de Colciencias pasó de apoyar a 197 jóvenes de la Universidad Nacional en 2014, a solo 50 en 2016. Puesto que el número de estudiantes de posgrado ha aumentado, la disminución porcentual de estudiantes becados por Colciencias es aún más impactante.

Como se ve, se anhela que Colombia sea la más edu-cada, pero se hace todo lo posible para que eso no se logre, pues tardíamente parece haberse comprendido que es más fácil y rápido pavimen-tar 1.000 kilómetros, que formar 1.000 nuevos doctores.

Lastimosamente, de nuevo la academia solo encuentra muros de silencio en sus solicitudes y llamados de atención. Se está con-denando a un “paseo de la muerte” a la ciencia, la innovación y la in-vestigación. En efecto, a nuestras quejas, reclamos, sugerencias o solicitudes se nos responde con redireccionamiento a otras en-tidades con poco poder de decisión o muy limitados recursos. Eso se observa con la respuesta a la carta que el Consejo Académico de la Universidad Nacional le envió al señor Presidente de la República el pasado 10 de febrero, ante el anuncio del cambio de destina-ción de los recursos de regalías no ejecutados aún. Con sorpresa la directora jurídica de Presidencia respondió que se daba trámite de nuestra misiva al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, al Departamento Nacional de Planeación y a Colciencias. La remisión de la solicitud a estas dependencias es una clara forma de dilación.

El cambio de destinación de $1,5 billones de regalías constituye un daño enorme para el apoyo de la ciencia y la investigación en el país y representa una visión atrasada y pobre en la consolidación del desarrollo de nuestra Nación. En lugar de hacer ciencia, desarro-llar tecnología y solucionar con nuestro intelecto las necesidades del país, se prefiere cambiar el destino de estos recursos (no renovables), ya prometidos a la innovación, para dedicarlos a la construcción de vías terciarias. Hubiese sido incluso una buena oportunidad para apoyar la investigación en temas afines, para dis-minuir la adopción de tecnologías y métodos foráneos y empezar a desarrollar con nuestros investigadores y talentosos estudiantes la adecuada construcción de vías en la compleja geografía nacional.

Colombia tiene una inversión en investigación menor que el 0,3 % del pib. Los países que sobresalen en cien-cia y tecnología invierten el 5 % de su pib. No entiendo cómo, con estas “innovadoras estrategias colombianas”, que van en contra de todo sentido común, se pretende ser el país más educado de la región, ingresar al club de países desarrollados de la ocde y consolidar una paz sostenible a largo plazo.

Señor Presidente, confío en que su buen juicio y su capacidad de comprensión lo aparten de las asesorías inconvenientes, para que pueda tomar una decisión de líder, de estadista que entiende que lo primero para lograr la equidad es la educación. Una acción en ese sentido le ganaría el reconocimiento universitario de su verdadera visión.

Se está condenando a un “paseo de la muerte” a la ciencia, la innovación y la investigación.

Lo que no se ha logrado en este lapso, ahora se va

a obtener apoyados en el fast track legislativo,

pero para quitarle los recursos a la investigación

y destinarlos a la construcción de vías.

palabras clave: regalías, ciencia y tecnología, Colciencias. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

ignacio Mantilla prada, rectorUniversidad Nacional de Colombia

Educación

marzo 2017 | 3 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

investigación & creación

30 días en la Universidad

Más información en www.agenciadenoticias.unal.edu.co

La U

nive

rsidad Nacional

d e C o l o m bia

director: Fredy Chaparro S.

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Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

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Medellín. Dispositivo portátil analiza el contenido de clorofila de las plantas con técnicas de fluorescencia. Así, los agricultores sabrán cuánto fertilizante necesita su cultivo.

Manizales. Protector visual automático para automóviles evita que los rayos del Sol afecten la visibilidad del conductor.

Bogotá. Con polvo de llantas se fabricarán placas de aislantetérmico para el sector de la construcción.

Bogotá. Abejas impregnadas de pesticidas combatirán plagas en cultivos de Cundinamarca.

Bogotá. Tangaras, mirlas y cucúlidos forman parte de las 29 especies de aves que ayudaron a regenerar arbustos, árboles y enredaderas del bosque subandino, gracias a su acción dispersora de semillas.

Bogotá. La papa “primavera” es resistente a enfermedades como sarna y gota. Además conserva sus propiedades nutricionales cuando se fríe al vacío.

Palmira. Gracias a su potencial antioxidante, las especies bola de perro, mortiño y limón de monte podrían llegar a tener propiedades beneficiosas.

Medellín. Muletas plegables facilitan la movilidad de los usuarios. Además de los materiales convencionales, los diseñadores usaron resortes y elementos de seguridad adicionales.

Manizales. Incubadora tipo domo conserva el aire en un sistema cerrado y mantiene la temperatura. Así se mejora la gestación avícola a muy bajo costo.

Bogotá. Reactor fotocatalítico agiliza la limpieza de aguas contaminadas con colorantes. Funciona con luz ultravioleta y se podría utilizar en la industria de alimentos y en curtiembres.

Bogotá. Con tecnología 3D se diseñan cascos y forros para tapicería de automóviles; esta ofrece precisión y modelos personalizados.

Bogotá. Trabajos informales y de prestación de servicios afectan lactancia en Colombia.

Bogotá. Residuos de tomate de árbol conservan carne por más tiempo.

Bogotá. Podoscopio permitirá diseñar plantillas para pie diabético.

Manizales. Estimulan crecimiento de huertas verticales simulando ciclo del Sol.

Bogotá. Aplicación móvil optimiza pegado de suelas de zapatos.

Bogotá. Batería reutilizable carga luces led en suelas de calzado infantil.

Medellín. Pitillos biodegradables a partir de suero y cacao.

Bogotá. “Rellenitas”, croquetas de morcilla para consumir como pasabocas o snacks.

Manizales. Parasol transforma energía para cargar celulares y otros dispositivos.

Bogotá. Bebida de maíz dulce y aloe vera ofrece beneficios energéticos y nutricionales.

marzo 2017 | 4 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

Las armas son lo de menos…carlos Medina gallego, profesor, Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de PazUniversidad Nacional de Colombia

El Acuerdo Final de Paz no ha dejado de contar con una frenética oposición, que proyecta acciones de reversión si las fuerzas políticas opositoras acceden al poder en las elecciones de 2018. Dado el periodo político que se avecina, los retos que tiene su implementación marchan contra el tiempo.

Para ningún proceso de paz resulta fácil avanzar en el camino de la implementación de los acuerdos firmados a través de la formulación de las leyes que recojan su espíritu con la mayor fidelidad posible. En el ámbito de lo institucional-normativo pasar de lo escrito a la realidad de las acciones constituye en sí mismo un reto mayor. Esto a pesar de la existencia del mecanismo del fast track y de la voluntad política que han mostrado algunos sectores para comprometerse a cerrar el proceso cumpliendo con las responsabili-dades asumidas.

Tal vez el mayor problema de la implementación –en el campo de las ejecuciones del Gobierno– lo constituye la maraña de procedimientos jurídicos e instituciona-les que resultan tanto del ordenamiento estatal como de la normatividad existente que impide que dichos procedimientos y ejecuciones funcionen al ritmo que lo requiere cada momento; pero igualmente la sesgada priorización que el Gobierno hace de sus particulares urgencias, las que se centran en la dejación de armas por parte de las Farc y la sustitución de, al menos, 50.000 hectáreas de cultivos de uso ilícito.

La ruta de la implementación debe ir evacuando poco a poco una agenda legislativa que favorezca la materialización tanto de acuerdos en aspectos esen-ciales para que el proceso se haga irreversible, como de realizaciones prácticas que llenen de seguridades a quienes se van a reincorporar y a la sociedad en ge-neral. En ese sentido es relevante no perder de vista algunos aspectos.

amnistía e indulto

Primero. Fue necesario sacar la Ley de Amnistía e Indul-to, Ley 1280 del 30 de diciembre de 2016, que posibilitó que las fuerzas insurgentes comenzaran a marchar hacia las zonas veredales transitorias de normalización con la mayor seguridad jurídica posible.

Sin embargo, los amnistiados e indultados que aún se encuentran en las cárceles, y que representan una población aproximada de 3.000 prisioneros, no ven que el sector judicial y la Fiscalía se apersonen de la situación y comiencen a producirse las liberacio-nes pertinentes para que se desplacen a sus zonas, se vinculen a los procesos de reincorporación y respon-dan, cuando tengan que hacerlo, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (jep).

La Ley de Amnistía no solo favorece a los guerri-lleros de las Farc, sino que además permite adoptar un tratamiento especial para terceros involucrados y miembros de la fuerza pública y otros agentes estatales que hayan sido sindicados, procesados y condenados por cometer delitos durante el desarrollo del conflicto armado.

Jurisdicción especial para la paz y las víctimas

Segundo. También ha tenido curso la aprobación de la jep, escenario en el que tendrán trámite los procesos

palabras clave: implementación, Estatuto de Oposición, zonas veredales transitorias de normalización. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

El mayor problema de la implementación sigue siendo la lenta e insuficiente adaptación de las zonas vere-dales transitorias de normalización.

que no son amnistiables ni indultables por constituir crímenes de lesa humanidad y de guerra. Para ello se ha designado el Comité de Escogencia que se encargará de elegir a los 113 magistrados que formarán parte de dicha Jurisdicción.

La Comisión está constituida por el magistra-do José Francisco Acuña, de la Corte Suprema de Justicia, ex decano de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (un); el jurista peruano Diego García-Sayán, por parte de la onu; el argentino Juan E. Méndez, del Centro Interna-cional para la Justicia Transicional, del cual es presidente emérito; Álvaro Gil-Robles, abogado español designado por el Consejo Europeo de Derechos Humanos, y Claudia Vacca González, profesora de la un, designada por el Sistema de Universidades Públicas.

Tercero. El tema de la justicia está unido al de los derechos de las víctimas y al compro-miso de reparación integral y no repetición que también dependen del éxito de la imple-mentación. Sobre esta población, más allá de lo que se venía haciendo, es poco lo que se ha avanzado.

estatuto de oposición, reformas política y electoral

Cuarto. El proyecto del Estatuto de Oposición ya está listo, y seguramente pasará por el Con-greso de la República para su aprobación. Este es un recurso político que estaba en mora de ser presentado y es una vieja deuda que se tiene con la Constitución de 1991, y en general con la democracia y las fuerzas políticas del país.

Quinto. Las comisiones responsables de presentar ante el Congreso las reformas tanto políticas como al sistema de partidos y al sis-tema electoral vienen realizando un esfuerzo muy importante para presentar los respectivos proyectos de ley al mecanismo de fast track; es de esperarse que estos tengan trámite en los próximos tres meses, a más tardar.

lo agrario está leJos…

Sexto. Los temas agrarios todavía están lejos de la agenda legislativa y su tratamiento está

siendo muy sensible para ciertos sectores de la sociedad que le vienen haciendo la mayor oposición.

Es importante recordar que la Reforma Rural Integral se considera estructural para la supera-ción del conflicto; además, es complementaria al tema de los cultivos de uso ilícito en los cuales se avanza entre el diálogo con las comunidades y los acuerdos de erradicación concertada, y entre la confrontación directa y la imposición de políticas de erradicación forzada que desconocen el espíritu del Acuerdo en lo que se corresponde con el punto 4.

la mayor urgencia

No obstante el mayor problema de la imple-mentación sigue siendo la crítica situación que afrontan las comunidades de las Farc en las zonas veredales transitorias de nor-malización.

La adecuación de dichos espacios está siendo lenta e insuficiente para garantizar las condi-ciones dignas de quienes se concentran allí en el proceso de dejación de armas. Además merece la pena recordar que las zonas veredales servirán para darles impulso a los programas de reincorporación de cuyo éxito depende realmente la finalización de la guerra.

El Gobierno tiene premura de que las Farc les entreguen las armas a las Naciones Uni-das en el calendario que se ha propuesto para hacerlo, y de que se desarrollen las tareas de erradicación forzada.

Esa organización está pensando en sentido más prospectivo y de mayor alcance. Para las Farc las armas no son lo importante, sino que se creen las condiciones para un proceso de reincorporación que sea irreversible. Porque si no es así, se vivirá permanentemente en una potencial situación de guerra y, como lo han señalado con frecuencia miembros de la insurgencia y varios especialistas, para empe-zar una guerra “las armas son lo de menos…”.

foto: Presidencia de la República

marzo 2017 | 5 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

“Colombia le mostró al mundo que no puede haber una dicotomía oscura entre justicia y paz”Michael d. higginsPresidente de Irlanda

El presidente de Irlanda Michael D. Higgins fue catedrático en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Irlanda, Galway.

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El mandatario fue invitado por la Embajada de Irlanda en México, la Dirección de Relaciones Exteriores (dre) de la un y la Rectoría de la Institución. En su discurso se refirió al proceso de paz que experimentó su país después de las históricas tensiones entre católicos y protestantes, a la posibilidad que tienen las naciones de poner fin a sus diferencias con soluciones sostenibles que ataquen las raíces del conflicto, y al papel preponderante que desempeñan las víctimas en los acuerdos, entre otros temas. Estos son algunos apartes de su intervención.

Al regresar de una de las zonas veredales en Anorí (Antioquia) reflexioné sobre el senti-miento, el sentido inquebrantable que provoca la dignidad humana del otro, ya sea quién vence o quién ha sido derrotado en el conflicto; desde la perspectiva de quién gana o quién pierde.

Me da mucho gusto estar en Colombia en este momento tan significativo, y ser el primer presi-dente irlandés en oficio que visita este país con el cual tenemos una recíproca amistad que se ha venido fortaleciendo en la cooperación acadé-mica y cultural, y en nuestro compromiso con el proceso de paz colombiano.

La historia cultural entre Irlanda y Colombia se alimenta de nuestras relaciones diplomáticas formales desde 1999. Aunque nuestra geogra-

fía y nuestros viajes históricos sean tan diferentes, existen aspectos similares en la experiencia colec-tiva de los irlandeses y los colombianos. Un ejemplo es la lu-cha por la posesión de la tierra, tema en el que se concentró Irlanda durante los siglos xviii y xix, y hoy es una estructu-ra importante para la visión de calidad de vida en Colombia.

En el avance de una sociedad de pequeños lati-fundistas a una economía rural está incluida la migración e incluso la urbanización. Así vemos que la tierra es la fuente de cambios profundos tanto en Colombia como en Irlanda.

Como país europeo antiguo, que nunca ha tenido colonias, Irlanda siempre ha reconocido tanto la importancia global de las civilizaciones antiguas de este continente, como la sofisticación y simetría que lograron con la naturaleza y la agri-cultura antes de que las grandes colonizaciones provocaran su degradación con la extracción insaciable de minerales.

En el contexto del siglo xviii, una generación de católicos irlandeses exiliados –a quienes se les había negado una oportunidad política y eco-

nómica en su propia tierra– empezó a buscar en España y sus colonias cómo mejorar su condición vinculándose al comercio, la milicia y la administración; fue así como migraron hacia América Latina, y sus hijos y nietos em-pezaron a convertirse en figuras clave en el desarrollo político de este nuevo continente.

Los irlandeses empezaron a ser prominentes en Co-lombia a comienzos del siglo xix, cuando cerca de 2.000 voluntarios arribaron para luchar en el Ejército patriota que comandaba Simón Bolívar. Dos de las más célebres figuras, Francis Burdett O’Connor y Daniel Florence O’Leary, sirvieron con distinción durante esas campañas que per-mitieron que Colombia dejara de ser una colonia española para transformarse en una república independiente.

O’Leary, nombrado lugarteniente de Bolívar después de la batalla de Boyacá, escribió un recuento monumen-tal de 32 volúmenes sobre las guerras de Independencia, publicado entre 1879 y 1888, época en la que las guerras por la tierra estaban llegando a su periodo más intenso en Irlanda. Estas memorias fueron usadas luego por el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez en su libro El general en su laberinto.

En cuanto a mí, la última vez que visité Colombia fue en 2010. Formaba parte de una delegación de parla-mentarios facilitada por la ong Trócaire, que buscaba documentar, por medio de entrevistas, la realidad del conflicto armado colombiano en el campo y su efecto sobre las comunidades, con el fin de informarles a los irlandeses y a la Unión Europea acerca de la gravedad de la situación de los derechos humanos y humanitarios en este país. Queríamos entender cuáles habían sido las raíces del conflicto armado, la extensión de la pobreza, la desigualdad y los vínculos entre el desplazamiento forza-do, la toma ilegal de tierras y el conflicto en términos de recursos naturales. Todo enmarcado en las posibilidades que había para alcanzar la paz.

Esperábamos aumentar nuestra conciencia y la con-ciencia internacional sobre la situación de las víctimas y su campaña por el acceso a la verdad, justicia y reparación. Visitamos la región de Buenaventura y las familias nos contaron historias tristes sobre personas desaparecidas, amenazadas y perturbadas por el maltrato y el desplaza-miento. Los pobladores también se refirieron con repul-sión a prácticas como los falsos positivos ejecutados por autoridades que, luego de asesinar habitantes, disfrazaban sus cadáveres con uniforme de guerrilla irrespetando no

solo los cuerpos sino desacreditando a las familias en su comunidad.

Estas situaciones recientes hablaban de la terrible realidad de un conflicto que habían vivido generaciones en un país estructurado en profundas desigualdades. Los académicos nos contaban que en Colombia el 0,4 % de los terratenientes tenía el 61 % de la tierra rural, y solo el 1 % de la población tenía el 58 % de la propiedad urbana.

Los temas centrales en los conflictos de tierra re-suenan en nosotros, los irlandeses, porque en la tierra se encuentra el centro de las peores atrocidades y los peores actos de violencia en nuestra confrontación de los siglos xviii y xix; incluso hasta la independencia y después de esta.

A pesar de las numerosas dificultades que las comuni-dades vivían en la época de nuestra visita a Colombia, me impresionó la iniciativa de organizaciones de la sociedad civil, grupos religiosos, ong, sindicatos y defensores de los derechos humanos que buscaban paz y justicia, ade-más de idear un acompañamiento humanitario a quienes habían sufrido las consecuencias del conflicto. Algunas de las víctimas nos pidieron generar conciencia sobre su contexto. Esto fue muy significativo, ya que en su nombre sostuvimos 36 reuniones con diferentes organizaciones e instituciones, incluyendo miembros del Gobierno, entre ellos el vicepresidente.

Después publicamos nuestro reporte y hubo un lla-mado a un mayor compromiso por parte de Irlanda y de la Unión Europea con Colombia, e incluso se hizo el nombramiento de un representante especial para la paz en el país de parte de la Unión Europea.

¡Han pasado siete años!

Este conflicto parece no tener solución, pensábamos como externos durante nuestra visita en 2010. Sus raíces eran tan profundas y el dolor del país tan intenso, que un nuevo espíritu parecía imposible ante el dolor de 220.000 personas asesinadas, 6.400.000 desplazadas, 11.000 muti-ladas o asesinadas por las minas y 7.000.000 en la unidad de víctimas del Gobierno. Y en mi país sucedía lo mismo, la esperanza y el deseo de un futuro mejor se ejercitaron y prevalecieron.

En Irlanda entendemos las decisiones difíciles y doloro-sas que implican la paz y la reconciliación. Los conflictos son diferentes y tienen elementos únicos, pero ponemos

Al venir de Irlanda, con un millón de hectáreas de tierra arable, la escala de la ambición del Acuerdo colombiano con su compromiso de restitución y formalización de títulos de diez millones de hectáreas de tierra, en 12 años, es impresionante.

Foto: Ovidio González/Unimedios

marzo 2017 | 6 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

La transformación de la vida rural no puede discutirse como algo utópico.

Por primera vez el Gobierno y las Farc escucharon en detalle a las víctimas.

a disposición de Colombia nuestra experiencia en la construcción de paz de los últimos años.

Así mismo, la Unión Europea ha establecido un fondo fiduciario para apoyar los diferentes proyectos en Colombia, e Irlanda se ubica en el centro de este apoyo que tiene una profunda dimensión de ayuda humanitaria.

Tal como dijo el presidente Santos durante la entrega del Premio Nobel, “como la vida en sí, la paz es un proceso que tiene muchas sorpresas”. En Irlanda entendemos que estos temas no se resuel-ven de la noche a la mañana en un proceso lineal sencillo y que el compromiso de todos los actores es importante para que el premio mayor, que es la paz, valga la pena.

Resaltamos que después del resultado del ple-biscito, el presidente Santos aceptó los resultados y llamó al diálogo nacional e invitó a los que se oponían al proceso a participar de manera constructiva. En Irlanda vivimos circunstancias similares durante el proceso de paz, pero lo digo una vez más: la flexi-bilidad es la amiga del éxito en la negociación, de ahí la importancia de la intensidad y la positividad con la que los actores comprometidos encaren el camino.

Sin embargo, nadie subestima los retos que im-plica la implementación del nuevo acuerdo en temas como el marco de justicia transicional, el desarme y el establecimiento de un ambiente seguro para todos los ciudadanos colombianos.

Es necesario poner en práctica las políticas ne-gociadas. La voluntad conjunta debe permitir la discusión y construcción de nuevos métodos de economía global que enfrenten desafíos como el desarrollo sostenible y el cambio climático, además del comercio, la educación, la ciencia y la tecnología.

En esta época de crisis humanitaria global el mundo tiene mucho que aprender del proceso de paz en Colombia. La discusión sobre desplazamiento, desarme, reconciliación y posconflicto son muy im-

portantes para todas las naciones.Desde la década en que comen-

zó el conflicto en Colombia, en el mundo se han logrado más de 200 acuerdos de paz. Y si bien se debe tener cuidado para no hacer una comparación simplista entre los países y sus conflictos, ya que tienen particularidades, los obs-táculos y retos que deben encarar quienes diseñan las soluciones son similares. Los procesos de paz, exitosos o fallidos, son guías en contextos diferentes. El día de la histórica firma del Acuerdo nos

conmovió escuchar al presidente Santos decir que este logro se había inspirado en la experiencia de Irlanda del Norte. Otro caso de éxito fue el de Sudá-frica, pero es importante señalar que los resultados se logran luego de evaluar los propios fracasos e intentos por negociar la paz.

Déjenme expresar mi admiración inequívoca por quienes han participado en la negociación de este momento de esperanza y posibilidades para Colom-bia. Ha sido una lucha difícil y larga que requiere de voluntad para crear las bases sólidas de un mejor futuro, de emancipación del conflicto, de mirar más allá de las incompatibilidades y reemplazar la bata-lla armada por un espíritu de paz y reconciliación.

Debo destacar que el desarrollo del proceso de paz en Colombia ha sido innovador y es admirado en el mundo, ya que ha enseñado cómo un conflicto que parecía interminable recorre un camino con soluciones sostenibles.

la paz duradera no niega las causas

Se requiere un compromiso con las causas subya-centes del conflicto. El escritor colombiano William Ospina habla de la importancia de que todos los escritores traten de comprender los eventos del pasado en Colombia con el fin de capturarlos de manera memorable:

Hay muchos relatos, muchas narraciones y muchos testimonios. Lo más importante será que todos tra-temos de convertir en algo asimilable y en memoria lo que ha sido solamente tragedia, dolor y asombro.

Un llamado general a la memoria no debe afectar ninguna forma de amnesia falsa o de acomodación, de conveniencia. No podemos traer de vuelta una

Irlanda quiere ser un puente entre Colombia y la Unión Europea, que contribuya a afianzar el desarrollo de sus conexiones, pero también que Colombia sea un puente entre Irlanda y Latinoamérica.

persona asesinada ni restaurar una construcción, así que el acto de hacer memoria es una consecuen-cia ética inescapable, desde lo personal hasta la construcción de memoria colectiva. El compromiso con el pasado revela una negociación compleja de diferentes emociones por parte de quienes han sido afectados por un conflicto: cómo recordamos, perdonamos y olvidamos no es una tarea mera-mente académica. La escritora Hannah Arendt lo plantea desde la formulación de soluciones hasta el reto de vivir la paz, de cómo podemos cohabitar, dejar de lado lo que nos hace diferentes y ponernos en los zapatos ajenos para tener mayor empatía. El recuerdo no debe incapacitar la posibilidad del presente y el futuro, sino que, pese a lo doloroso que pueda ser, debe conducir al perdón y a liberar el dolor.

Esto me lleva al anuncio que se hizo desde La Habana en junio de 2014, cuando una decla-ración de principios marcaba un compromiso para garantizar los derechos de las víctimas a la verdad y a la justicia total. Fue un momento tan histórico como el acuerdo de la Jurisdicción Especial para la Paz.

Por primera vez las Farc y el Gobierno escucharon en detalle a las víctimas y se gestó tanto el deseo de clarificar la verdad sobre los hechos de violencia,

como la responsabilidad de quienes los cometieron, lo cual conllevó a la formulación de una justicia transicional. También se articularon principios de una metodología sobre derechos de reparación y garantía de no repetición.

La decisión de escuchar los niveles de abuso que tuvieron que encarar 60 víctimas de violaciones de derechos humanos fue significativa, sin precedentes, y puso de relieve la necesidad de ubicar a las víctimas de todos los conflictos en el centro de las negociaciones.

Colombia le mostró al mundo que no puede ha-ber una dicotomía oscura entre la justicia y la paz, y debe prevalecer la comprensión de las relaciones entre ambos objetivos. Una paz duradera debe garantizar que las causas principales que ocasio-naron el conflicto se solucionen, o de lo contrario se perpetuarán injusticias intergeneracionales. La pobreza se deriva de la desigualdad y no debe ser analizada como parte de una cultura de clases o diferencias étnicas o lingüísticas, y así lo deben entender quienes han vivido en estas condiciones. Esta experiencia ha sido parte de la historia irlandesa.

Tampoco podemos olvidar que el testimonio de los testigos de primera mano y de los sobrevivien-tes del conflicto es lo que les permite a las nuevas generaciones entender la verdad de lo que ha suce-dido, y, como una cultura antigua con una canasta

foto: archivo particular

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

marzo 2017 | 7 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: Michael D. Higgins, conflicto armado, Acuerdo Final de Paz. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

oscura, los capacita para llenarla de vida en sus propios tiempos.

De hecho, el acceso a la verdad fue uno de los derechos que con toda razón reclamaron las víctimas en el proceso de negociación. La verdadera reconciliación exige mucho más que un acuerdo político y se basa en las experiencias de quienes han sido afectados por el conflicto.

Después de 20 años de nuestro acuerdo, en Irlanda la reconciliación sigue siendo un reto. La conciliación es una parte esencial en toda paz sostenible. Incluye reconocer que los dolores del pasado no se olvidan, pero el futuro está vivo y lleno de posibilidades que no han nacido. Así, el pasado no se debe disolver sino utilizar como un acto de imagi-nación y creatividad que se interponga a la memoria trágica presente y futura. El acto de perdón, sin embargo, no es sencillo y es necesario amar de manera ilimitada. Exige un alto nivel de generosidad capaz de trascender la venganza o la amargura para lograr una discusión verdaderamente reconciliadora. Lo muestra el reflejo exitoso de los procesos internacionales.

el acuerdo de paz es una inversión social

Colombia y su amarga lucha de 50 años mues-tra los costos de la distribución desigual de tierras: en un legado de desplazamiento in-

terno, más de seis millones de personas han sido des-pojadas de sus territorios y muchos fueron obligados a buscar refugio en otras partes. En 2010, durante mi visita parlamentaria se nos informó sobre una importante reforma que se llevaría a cabo en 2011 a través de una ley de res-titución de tierras. Cuando empezaron las negociacio-nes de paz se habló de una reforma rural integral que les restaurara a las víctimas sus derechos e impulsara una renovación radical de

todas las condiciones sociales y económicas en las cuales viven más de once millones de colombianos.

La meta, como dice el Acuerdo, grosso modo es “transformar la realidad de la vida rural con igualdad, equidad y democracia”. Puede sonar ambicioso pero no se debe discutir como algo utópico, es necesario y se puede lograr; lo requieren los futuros colombianos, pero también los demás habi-tantes del planeta, ya que necesitamos crear nuevos modelos de conexión entre ecología, economía y ética. En América Latina hay un logro importante de esas simetrías. Al venir de Irlanda, con un millón de hectáreas de tierra arable, la escala de la ambición del

Acuerdo colombiano con su compromiso de restitución y formalización de títulos de diez millones de hectáreas de tierra, en 12 años, es impresionante.

No solo es la visión de un proceso legal de reformas de tierra, sino una inversión social con base en principios de equidad, sosteni-bilidad, protección ambiental y dignidad.

También es destacable la conformación de una corte institucional rural que ayude con transparencia y se base en el Estado social de derecho para resolver los problemas de tierras.

El reto es inmenso para una reforma rural e integral. En Irlanda lo seguimos viviendo casi un siglo después de nuestra independencia. Ahora hay sociedades vibrantes, iguales y económicamente sostenibles, pero eso no es fácil de nutrir, y el legado tanto sicológico como físico del conflicto en Colombia hace que el desafío sea mayor.

El Acuerdo proyecta una visión en la que no solamente se trabajará por un pueblo sino por un sistema sostenible de producción y propiedad de la tierra, en el cual las mujeres, que han sido afectadas de manera despropor-cionada, son muy importantes.

Flavia Pansieri, directora adjunta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reconocía que uno de los grupos más impactados por el conflicto armado en Colombia son las mujeres:

En vista de esto, y porque constituyen la mitad de la población, es prioridad total incluir a las mujeres en los procesos de toma de decisiones, escucharlas y tomar sus posi-ciones sobre la paz, el desarrollo del país y las políticas públicas de derechos humanos.

En Colombia las mujeres asumieron gran parte de la carga del conflicto como víctimas y como participantes en la reconstrucción de las comunidades afectadas por las atrocidades de la guerra. Un acuerdo sostenible requiere de su presencia, tal como se evidenció en la mesa de negociación. El acuerdo de 2014 para crear una subcomisión de género, que retó la exclusión histórica de mujeres en la construcción de la paz, fue importante para lograr un acuerdo final, pues estableció las bases para construir una sociedad inclusiva que respetara las voces de todos los miembros.

Tenemos que reconocer y felicitar el es-tablecimiento de una subcomisión de temas indígenas y afrocolombianos. Su importancia se queda en mi mente por mi visita a Bue-naventura en 2010. Creo que la subcomisión es única y su potencial es tan innovador que muchos países van a tomarla como ejemplo en procesos futuros.

En el caso de Irlanda, nuestra lucha por la paz logró un acuerdo importante (en 1998) que nos permitió construir una amistad pro-funda con nuestro vecino, el Reino Unido. Sin embargo somos conscientes de que nuestro proceso continuará hasta que el destino de

reconciliación creativa y duradera se haya logrado.

Así que yo veo en el Acuerdo de Paz co-lombiano el profundo compromiso de los negociadores que escribieron durante cuatro años un texto complejo, ambicioso e inteli-gente, pero también una marca indeleble de los grupos de la sociedad civil colombiana.

Las organizaciones de mujeres, comuni-dades indígenas y afrocolombianas, campe-sinos, grupos de víctimas, en-tre otras, han contribuido no solo al Acuerdo sino también a la arquitectura del proceso de negociación en sí. Que yo sepa, este compromiso ite-rativo con la sociedad civil, con la negociación, es único y, como mencioné, particu-lar por el establecimiento de las subcomisiones de género, base para las nuevas negocia-ciones de paz que vienen en todo el mundo.

En mi propia experiencia, de más de 40 años como le-gislador, senador, ministro y ahora presidente, he sido testigo de muchas de las transformaciones positivas en Irlanda, y que tienen su origen en el activismo de la sociedad civil, la igualdad total de hombres y mujeres, la protección de nuestro ambiente, la herencia cultural, el matrimonio igualitario y el avance de los de-rechos de la población lgbt, así como nuestra legislación contra la corrupción y en pro de la transparencia.

En este contexto, es evidente la naturaleza de la cálida relación que existe entre nuestras dos naciones, y sé que se puede profundizar no solo para recordar nuestro pasado o vidas actuales como ya lo dije, sino también para construir y compartir en conjunto un futuro rico en paz y prosperidad sostenible.

Irlanda quiere ser un puente entre Co-lombia y la Unión Europea, que contribuya a afianzar el desarrollo de sus conexiones, pero también que Colombia sea un puente entre Irlanda y Latinoamérica.

En este momento tan importante de la historia moderna, quiero desearles a los co-lombianos mis profundos deseos de una paz duradera y un futuro próspero e inclusivo. Nos da mucho gusto decirles que Irlanda, bilateralmente a través de la Unión Europea, seguirá contribuyendo al proceso de paz, y les digo a los líderes globales y a la gente de todo el mundo que aquí hay mucho que aprender de todo el proceso de reconciliación en Colombia.

Los pobladores también se refirieron con repulsión a prácticas como los falsos positivos ejecutados por autoridades que, luego de asesinar habitantes, disfrazaban sus cadáveres con uniforme de guerrilla irrespetando no solo los cuerpos sino desacreditando a las familias en su comunidad.

En Irlanda entendemos las decisiones difíciles

y dolorosas que implican la paz y la reconciliación. Los

conflictos son diferentes y tienen elementos

únicos, pero ponemos a disposición de Colombia nuestra experiencia en la

construcción de paz de los últimos años.

Tony Blair (izq.) primer ministro bri-tánico, y Bertie Ahern, primer ministro de Irlanda, durante la firma de paz en Irlanda.

foto: archivo particular

marzo 2017 | 8 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

México y Trump: el prejuicio y el mercadoJesús rodríguez zepeda, profesor investigadorUniversidad Autónoma Metropolitana de México

Es la discriminación, y no la economía, la que explica el conflicto actual entre los dos países. A pesar de los esfuerzos del Gobierno mexicano por demostrarle al presidente Trump las ventajas de tener unas óptimas relaciones económicas y de seguridad, el mandatario se comporta guiado por una pulsión marcada por el prejuicio y la estigmatización racial y nacional.

La investidura presidencial de Donald Trump el 20 de enero de 2017 materializó muchos te-mores y reservas que habían crecido durante el largo periodo de las campañas electorales en los Estados Unidos. Como es sabido, uno de los rasgos discursivos más destacados durante la precampaña republicana –y luego durante la campaña electoral contra su rival demócrata Hillary Clinton– fue un ataque sostenido a la población mexicana.

Aunque históricamente en los ee. uu. ha existido un sentimiento de rechazo a la población de su vecino del sur y siempre se dieron actos y reglas que hacían aflorar prejuicios soterrados contra este grupo nacional, lo cierto es que después de la Segunda Guerra Mundial y hasta 2016 tanto las presidencias demócratas como las republicanas habían mantenido un criterio general de buena ve-cindad con sus contrapartes mexicanas. Tal relación de cordialidad y de alianza tácita se robusteció a partir del soporte tripartito entre Canadá, Estados Unidos y México del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan, o nafta, por sus

El intercambio comercial en la frontera es de 1.000 millones de dólares diarios, según el Reporte del estado de la frontera del Wilson Center, un centro de estudios independiente de ee. uu.

palabras clave: discriminación, economía mexicana, racismo en Estados Unidos. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

siglas en inglés), firmado en diciembre de 1992 y en vigor desde el 1 de enero de 2004.

El tlcan es un acuerdo sobre tarifas, graváme-nes y circulación libre de mercancías que pronto se convirtió en un factor dinamizador de las eco-nomías de los tres países, por lo que el consenso interpretativo al mediar la segunda década del siglo xxi es que es beneficioso porque reposa en la complementariedad de sus respectivas economías.

La alteración mayor, o la denuncia de este Tra-tado por parte del Gobierno estadounidense, con lo que el presidente Trump ha amenazado hasta la fecha, implicaría un descalabro mayúsculo para la economía mexicana. Durante la vigencia del tlcan México se convirtió en el segundo socio comercial de los ee. uu., solo por debajo de China, mientras que las exportaciones netas mexicanas al país del norte suman un 71 % (291.000 millones de dólares). Por lo demás es cierto que existe un superávit favorable a México por 63.192 millones de dólares, aunque en contrapartida recibe importaciones estadounidenses por 230.959 millones de dólares.

Ese contexto de amenazas de cancelación del Tratado, y la correlativa satanización de la población mexicana (en especial de las personas migrantes indocumentadas), articulados por Donald Trump en su campaña, incentivaron al Gobierno mexicano a una aventurada respuesta política que, a la postre, se ha revelado como muy desafortunada.

El presidente Peña Nieto invitó al entonces candidato republicano a una visita a México que se realizó el 31 de agosto de 2016. Más que los por-menores de la visita y sus consecuencias, importa destacar aquí el modelo de racionalidad política que dominó esta decisión de “invitar al enemigo a casa” y que, no obstante sus resultados negati-vos, se ha mantenido hasta la fecha como guía de acción de la política mexicana en su relación con el nuevo ejecutivo estadounidense.

La intención declarada de la autoridad mexi-cana era informarle al candidato Trump acerca de la verdadera naturaleza de las recíprocamente beneficiosas relaciones económicas entre ambos países, con la expectativa de que, una vez este personaje tuviera clara la genuina situación eco-

nómica, modificara su conducta a la luz de la in-formación verdadera.

respuesta equivocada

La visión del Gobierno mexicano responde a una idea de racionalidad económica neoclásica, conforme a la cual los sujetos económicos tenderán a actuar racionalmente –es decir buscando resultados opti-mizadores– si disponen de información pertinente para la orientación de sus actos económicos. El fundamento de la decisión racional (rational choice) neoclásica es el supuesto de que el conocimiento de aquello que produce beneficio económico para el sujeto lo llevará a descartar conductas contrarias a ese beneficio.

Fue Amartya Sen quien formuló una crítica radi-cal a este modelo de racionalidad que supone una reducción de las motivaciones del sujeto a los be-neficios pecuniarios optimizadores que promueven su posición económica. Sen denominó con ironía rational fools (“tontos racionales”) a los sujetos que, guiados por otros móviles conductuales, son capaces de subordinar su interés económico a otro tipo de satisfacción. Y es en este juego de conductas estra-tégicas en el que el móvil discriminatorio adquiere un particular relieve para nuestro caso.

La respuesta estratégica a los embates de Donald Trump ha sido equivocada porque ha supuesto un modelo de rational choice en ese gobernante en vez de uno de rational fool. Por decirlo de manera breve: la clave que explica el actual estado de cosas entre ee. uu. y México es la discriminación y no la econo-mía. Mientras que el Gobierno mexicano pretende el convencimiento racional del presidente Trump según una forma mentis neoclásica, ese sujeto se comporta guiado por una pulsión marcada por el prejuicio y la estigmatización racial y nacional.

Gary S. Becker, el famoso economista de la Uni-versidad de Chicago, publicó en 1957 su innovadora obra The Economics of Discrimination (La economía de la discriminación), en la que acuñó el concepto de “gusto por la discriminación” (taste for discrimination), el cual se representa económicamente como la cantidad de dinero que un sujeto está dispuesto a perder o dejar de ganar con tal de afirmar su preferencia discriminatoria.

El profesor Becker sostenía que la conducta re-flejada por este concepto es económicamente irra-cional, pero se podría agregar que, no obstante su irracionalidad mercantil, es precisamente el tipo de motivación que explica una actitud constante como la del presidente estadounidense.

Un error interpretativo agregado al prejuicio neo-clásico ha sido el de contemplar los excesos y las incoherencias de este gobernante en clave de equili-brio o de salud mental. Esta perspectiva tampoco es correcta. Más allá de su particular talante personal, Donald Trump expresa una corriente de pensamiento profunda y estable: el racismo o supremacismo racial estadounidense y su profunda herida simbólica ante el riesgo de pérdida de su hegemonía demográfica y, desde luego, cultural. Esta corriente es la que ha encontrado con Trump condiciones políticas propicias para emerger en las instituciones formales.

Si el Estado mexicano no es capaz de entender que es la discriminación y no el apetito pecuniario lo que mueve este proceso, será incapaz de definir su posición de una manera políticamente solvente. Esto no implica que la economía sea irrelevante, pero aquí, como en muchos otros casos, la economía sigue al prejuicio, y no al revés.

foto: archivo particular

marzo 2017 | 9 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: río Magdalena, sustentabilidad ríos, Navelena. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Medioambiente

Obras en el Magdalena arriesgan sustentabilidad del ríogerMán Vargas cuerVo, profesor, Departamento de GeografíaUniversidad Nacional de Colombia

Antes de invertir miles de millones de pesos en el uso intensivo del principal sistema fluvial del país, tal como se tiene previsto con el contrato firmado con Navelena (envuelta en el escándalo de corrupción de Odebrecht), es recomendable pensar en cómo desarrollar acciones para garantizar la sustentabilidad del río por un periodo más largo.

Desconocer el comportamiento natural de ríos como el Magdalena lleva al deterioro de los sistemas naturales. Cada sector productivo se aproxima a él a partir de sus intereses, aunque las acciones u obras que realizan ponen en riesgo su sostenibilidad. El despropósito más reciente que se pretende es el proyecto de navegabilidad.

Esa iniciativa no busca recuperar la navega-bilidad, porque siempre ha existido, sino el au-mento de la capacidad de carga con embarcacio-nes que muevan entre 800 y 1.000 millones de toneladas/año. Para ello es necesario transformar el canal navegable en cerca de 600 km. Solo entre Puerto Salgar y Barrancabermeja está contemplada la ejecución de 168 obras hidráulicas rígidas que incluyen 82 diques direccionales, 43 diques de ali-neamiento y 43 revestimientos.

El mayor efecto ambiental de estas obras es que estarían modificando la movilidad natural del cauce activo y los procesos dinámicos y bióticos en el lecho mayor, las llanuras de inundación y las ciénagas asociadas.

Según Óscar Alonso Vargas, gerente de Sustenta-bilidad del Consorcio Navelena (filial de Odebrecht), “habrá unas obras piloto para saber cómo se comporta el río, las cuales serán las primeras que se construirán para la protección de las orillas, en las costas de las veredas Santo Domingo, de Barrancabermeja, y San Luis Beltrán, de Yondó”.

Para los expertos en sistemas fluviales naturales, en el comportamiento de su composición, estructura y dinámica en el tiempo y el espacio es evidente que estas obras no pueden ser de “prueba y ensayo” para ver cómo se comporta el río. Por eso es muy impor-tante que los colombianos comprendan que tratar de controlar los cauces activos o cuerpos de agua sin estudios técnicos adecuados provoca grandes daños, pues evita su dinámica o movilidad propia.

Por otro lado, no se pueden pasar por alto los supuestos manejos de corrupción por parte de Ode-brecht sobre el proyecto, dinero que seguramente iría en detrimento de los estudios a realizar y los manejos ambientales de las obras proyectadas.

sistema natural

Comúnmente cuando se hace mención al río se hace referencia al cuerpo de agua, conocido técnicamente como “cauce activo”. Sin embargo los cauces fluviales representan un sistema natural en el que interactúan varios componentes fundamentales que son: cauce activo, lecho o cauce mayor, dique aluvial, llanura de inundación, ciénagas y delta.

El cauce activo representa el cuerpo de agua en un momento determinado; puede contener islas flu-viales, y barras y playas de arenas. Puede desarrollar diferentes formas de acuerdo con sus condiciones

hidrológicas y sedimentológicas de un solo cauce de forma rectilínea, sinuosa o meándrica, o en varios cauces o brazos de formas tabulares (dos brazos paralelos), formas trenzadas o anastomosadas con varios brazos que se cruzan entre sí.

El cauce activo del río Magdalena –con más de 1.500 km de longitud– presenta desde su nacimiento toda una diversidad de formas, con anchos que van desde unos pocos metros en su nacimiento hasta 1.800 m en aguas bajas y 2.700 m en aguas altas.

En cuencas medias y bajas dicho cauce necesita movilidad para mantener su equilibrio hidro-sedi-mentológico e hidráulico. Este movimiento puede ser frontal y lateral sobre el denominado lecho mayor, el cual sirve para amortiguar naturalmente las aguas en periodos de invierno y fenómenos extremos (fenómeno de La Niña). En algunos tramos del río Magdalena este alcanza anchos de hasta de 5 km.

no aguanta más presión

Otros aspectos importantes que no se pueden perder de vista en relación con la sustentabilidad del río se relacionan con el hecho de que en la actualidad existen cerca de 950 títulos mineros legales, sin contar con las concesiones temporales, principalmente para la extracción de materiales de construcción (arcillas, limos, arenas, gravas) con fines de apoyo a las obras de infraestructura y los planes de vivienda social.

Si bien estos propósitos sirven para fomentar el desarrollo del país, es importante valorar en conjunto los impactos ambientales que se están dando sobre el sistema natural con efectos sobre los cambios morfológicos de los cauces, que producen cambios de los regímenes de sedimentación y erosión, des-bordes, rompederos e inundaciones.

Dentro de los efectos también se encuentra el de la minería de oro en la cuenca Cauca-Magdalena que recibe los contaminantes de los desechos de la minería tanto legal como ilegal que por siglos ha utilizado mercurio, que es volátil a temperaturas altas y se concentra en suelos y sedimentos aluvia-les afectando la cadena de ecosistemas acuáticos y terrestres.

De igual manera, en el área de influencia del río Magdalena se presentan 18 departamentos

y 726 municipios, 115 de los cuales tienen sus cabeceras en el lecho mayor del río.

La afectación realizada por los habitantes de esas zonas por sus necesidades de agua potable y el vertimiento de aguas residuales marcan un deterioro constante de este recurso hídrico, y los riesgos por inundaciones y desbordes en estas poblaciones mal ubicadas dentro del lecho mayor.

Así mismo, el Magdalena presenta un gran número de ciénagas y grandes extensiones de llanuras de inundación, principalmente en la denominada depresión momposina que cubre una superficie aproximada de 23.000 km2, la cual es sometida a intensos procesos de sedi-mentación por la degradación de suelos y tierras interandinos y la alta presión de distritos de riego de la zona.

Otro aspecto legal imperante a evaluar es la ronda hídrica. El Decreto Ley 2811 de 1974, por medio del cual se expidió el Código Nacional de Recursos Renovables, establece en su artículo 83, que “son bienes inalienables e imprescriptibles del Estado, entre otros, […] la del cauce perma-nente de ríos y lagos, hasta de treinta metros de ancho […]”. Esta medida resulta inadecuada si se considera el río como un sistema natural, en el cual el cuerpo de agua es solamente un elemento.

Algunos de los ejemplos anteriores llaman la atención sobre la alta presión que los colom-bianos estamos realizando en el río Magdalena y que lo vuelven un sistema fluvial vulnerable para generaciones futuras. Las entidades gu-bernamentales, la academia y la sociedad en general deben tomar acciones claras y eficaces para evaluar conjuntamente todos sus impactos y establecer medidas de restauración y conser-vación ambiental.

Vista de un sector del río Magdalena en aguas bajas y periodos de inundación extrema. Nótese la importancia de considerar el río como un sistema natural.

imagen: Landsat

marzo 2017 | 10 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: Ley Estatutaria de Salud, sistema de salud, eps. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Salud

Ley Estatutaria de Salud no se cumpleMario hernández álVarez, docente, coordinador del Doctorado Interfacultades en Salud Pública, Universidad Nacional de Colombiacarolina corcho, vocera de la Mesa Nacional por el Derecho a la SaludJaiMe urrego, candidato a doctor en Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia

Aunque la normativa propone grandes avances al concebir la salud como un derecho fundamental, y no un servicio, no se tiene claridad sobre la manera en que un sistema excluyente y en desequilibrio económico pueda aportar en la transformación de la salud en el país.

Hace unas semanas los medios de comunica-ción anunciaron que con la resolución 330 del 14 de febrero de 2017 del Ministerio de Salud y Protección Social entró en vigencia la Ley Estatutaria de Salud (número 1751 de 2015), por medio de la cual se mate-rializa la salud como derecho fundamental autónomo. Sin embargo tal afirmación está en duda, ya que la sentencia C-313 de 2014, que modula la Ley, indica no solo que esta se estaría incumpliendo, sino que además existiría una posible inconstitucionalidad de la normativa.

En efecto, el artículo 26 de la Ley Estatutaria de Salud establece que “rige a partir de su publicación y deroga las disposiciones que le sean contrarias”. El único aspecto al que se le fijó un plazo de dos años para su implementación fue la definición de las ex-clusiones explícitas, es decir el listado de servicios y tecnologías que no serían pagadas con recursos públicos, según lo regulado en el artículo 15. Al res-pecto la resolución 330 hasta ahora crea el mecanismo científico-técnico participativo para definir dichas exclusiones y no lo que estaba ordenado, que era contar con el listado respectivo.

Una revisión del articulado de la Ley evidencia su bajo nivel de cumplimiento a solo dos años de la expedición. Al respecto, los artículos 2, 5, 6 y 8, referidos a las obligaciones, se están vulnerando. Tal es el caso de los elementos esenciales y princi-pios a cargo del Estado y de los agentes del sistema para garantizar el derecho fundamental a la salud. A juzgar por el aumento de tutelas interpuestas por la falta de acceso a bienes y servicios de salud, según la Defensoría del Pueblo el 64 % forma parte del Plan Obligatorio de Salud (pos).

Los artículos 7 y 19 de la Ley Estatutaria de Salud ordenan una evaluación anual de “indicadores del goce efectivo del derecho a la salud” y la construc-ción de un “sistema único de información en salud” que dé cuenta de los elementos constitutivos del derecho, respectivamente. Tal evaluación no se ha realizado, en parte porque el sistema de información es fragmentado e incompleto.

El artículo 9 obliga a actuar sobre los “determi-nantes sociales” de las desigualdades en salud. Sin embargo, poco se ha hecho al respecto, más allá del establecimiento de la Comisión Intersectorial, casi inoperante, un deficiente avance del Plan Decenal de Salud Pública, altos niveles de corrupción de los programas sociales y un deterioro de los territorios y el medioambiente.

El artículo 11 ordena priorizar los sujetos de pro-tección especial, como niños, adolescentes, mujeres gestantes y víctimas de violencia, entre otros. Este mandato contrasta con, por ejemplo, el cierre de camas pediátricas en todo el país denunciado por la Sociedad Colombiana de Pediatría debido a la poca rentabilidad para los actores privados del sistema, o la indignante mortalidad infantil por desnutrición en La Guajira.

La participación social regulada por el artículo 12, junto con lo ordenado por la Ley Estatutaria de Par-ticipación en condiciones vinculantes para el Estado,

El sistema de exclusiones contempla los servicios y las tecnologías que no se deban pagar con recursos públicos.

ha sido reducida a consultas parciales, discontinuas y poco representativas del conjunto de las ciudadanías.

La Ley también prohíbe la “negación de servicios”. Para ello, el artículo 14 le ordena al Congreso esta-blecer “sanciones penales y disciplinarias tanto de los representantes legales de las entidades a cargo de la prestación del servicio, como de las demás personas que contribuyeron a la misma”. Pero esta normativa no existe.

El proceso de precarización laboral del personal de la salud aumenta debido al incumplimiento total del artículo 18 que establece el “respeto a la dignidad de los profesionales y trabajadores de la salud”, quienes “estarán amparados por condi-ciones laborales justas y dignas, con estabilidad y facilidades para incrementar sus conocimientos, de acuerdo con las necesidades institucionales”.

acciones insuficientes

De otra parte, mientras que Colciencias y las uni-versidades públicas ven reducir su presupuesto y se incrementa la dependencia tecnológica, se incumple el artículo 22 que ordena la formulación de una política de ciencia, tecnología e innovación en salud orientada –según la Corte Constitucio-nal– a generar conocimiento que determine, entre otras, la efectividad de las tecnologías utilizadas en el país.

El artículo 23 sobre política farmacéutica –modu-lado por la Corte Constitucional para afectar toda la cadena de los medicamentos– ha avanzado parcial-mente al definirse un techo de precios para algunos medicamentos y al negociarse con Novartis el precio del Imatinib, como dueño de la patente. Esto resulta insuficiente para impactar uno de los renglones más críticos para la sostenibilidad financiera y la eficacia del sistema de salud.

En relación con las exclusiones ordenadas por el artículo 15 el asunto es más grave, a la luz del mandato de la Corte Constitucional. La insistencia

del Gobierno en mantener un plan explícito de beneficios “colectivos” y una serie de “prestacio-nes excepcionales” es opuesto al mandato de la Corte, que solo aceptó una definición taxativa de exclusiones. Esto quiere decir que todo lo que no sea excluido está incluido, y desaparecería el pos. El plan sigue porque el Gobierno sostendrá el contrato tácito con las eps, es decir el pago per cápita (o upc), con el consabido lucro que implica. Pero puede ser de otra manera: una ad-ministración pública, descentralizada y vigilada de los recursos públicos sería mucho más eficaz y sostenible, como lo ha demostrado Costa Rica, para no ir muy lejos.

Medidas gubernamentales supuestamente en-marcadas en la Ley Estatutaria de Salud, como la Política de Atención Integral en Salud (Pais) y su Modelo Integral de Atención en Salud (Mias), el modelo Guainía de asegurador único en te-rritorios dispersos, el decreto 2353 de 2015 que actualiza y regula la afiliación, la resolución 1328 de 2016 que elimina los comités técnico-cientí-ficos, son ejemplos de la decisión de mantener inamovible el modelo Ley 100, actuando en el borde de la inconstitucionalidad y renunciando a repensar un modelo de salud distinto para el país.

En este escenario se insiste en que sea el Con-greso de la República la instancia que reorganice el sistema de salud de acuerdo con la Ley Esta-tutaria de Salud y la jurisprudencia constitucio-nal de fondo, por medio de una ley ordinaria. Se trata de garantizar el derecho fundamental, autónomo e irrenunciable a la salud a partir de un gran pacto social y político nacional, frente a la construcción de una sociedad en paz.

foto: archivo particular

marzo 2017 | 11 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

ciencia & tecnologíaAlgoritmos detectan crisis epilépticas

Investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Villanueva y La Geltrú (España) desarrollaron una metodología para detectar las crisis epilépticas en registros electroencefalográficos (eeg), mediante los algoritmos de Lempel-Ziv, Lempel-Ziv Multiestado (lzm) y el valor medio rectificado (arv). Se tomó una base de datos del Hospital Infantil de Boston con 22 pacientes, cinco varones de entre 3 y 22 años y 17 mujeres de entre 1,5 y 19 años. El arv detecta el 100 % de las crisis y el lzm el 89 %.

Ciencia& Tecnología

Software localiza focos epilépticosJuan daVid Martínez pérez, Unimedios Manizales

A partir de registros electroencefalográficos (eeg) tomados del cuero cabelludo, el sistema encuentra el área del cerebro en la que se genera el trastorno neurológico crónico. Su alto nivel de precisión ayudaría en la planificación de la cirugía de pacientes con esta enfermedad.

La epilepsia no Ha conseguido derrotar a Mónica Márquez Cuartas, una mujer de 46 años que en 2014 superó un estado de coma que la mantuvo postrada en cama por tres meses, y quien además, a consecuencia de las convulsiones tóni-co-clónicas (pérdida de conocimiento), ha presen-tado fracturas en sus maxilares y dientes.

Hace 14 años la epilepsia se convirtió en una compañía desafortunada para esta madre de tres mujeres. Aunque hasta el momento ha aprendido a “domarla” con medicamentos, cada día desea que sus hijas, quienes heredaron la enfermedad, tengan una mejor calidad de vida a pesar de padecerla.

Mónica y sus hijas forman parte de los 50 mi-llones de personas de todas las edades que en el mundo padecen este trastorno crónico, lo que convierte la epilepsia en la causa neurológica de defunción más común, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (oms).

Yuli Osorio Laserna, neuróloga del Hospi-tal de Caldas, recomienda realizar tomografías –o resonancias magnéticas– y electroencefalogra-mas con el fin de obtener un diagnóstico precoz y comenzar de inmediato un tratamiento, al que responde aproximadamente un 70 % de los pacien-tes, indican estimaciones de la oms.

Uno de los tratamientos consiste en una cirugía, por medio de la cual se remueve el tejido de la corteza cerebral que está generando los ataques. Juan David Martínez Vargas, doctorando en In-geniería de la Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Manizales, explica que se realiza en diferentes etapas.

Lo primero que hace el neurólogo es apoyarse en la historia clínica del paciente, luego toma registros eeg y le pregunta por lo que siente an-tes de sufrir el ataque. Una vez establecidas las primeras características, se implanta una malla de electrodos intracraneales directamente en la superficie del cerebro. La información obtenida del procedimiento sirve para identificar cuál es la parte del cerebro que está originando la especie de “corto circuito”, y que se debe extirpar.

“El riesgo de la cirugía es que todas las partes del cerebro tienen actividad neuronal asociada, es decir que si se remueve una parte, la actividad

relacionada con esa área puede verse afectada, por lo que quizás el paciente pierda el movimiento de un brazo o de una pierna, o su capacidad de hablar”, señala.

Esta situación motivó al doctorando Martínez Vargas a diseñar un software que identifica con precisión la zona del cerebro que provoca el ataque de epilepsia, sin recurrir a la cirugía intermedia, es decir al implante de la malla de electrodos.

sustento del diagnóstico

Para validar la herramienta, el investigador utilizó una base de datos de tres pacientes suministrada por el Laboratory for Clinical and Experimental Neurophysiology, Neurobiology and Neuropsycho-logy, del Hospital Universitario de Gante (Bélgica).

Los datos tenían registros eeg en los ataques de epilepsia de las tres personas estudiadas, una con tres ataques, otra con dos y la última con uno. Igualmente proporcionaron las resonancias magnéticas de los sujetos antes y después de que el médico los tratara, además de la segmentación a mano del área removida por el especialista.

“Con la resonancia magnética se creó el modelo del cerebro de cada uno de los pacientes. Después, con los registros eeg y este modelo del cerebro, se mapeó la actividad registrada en la corteza cerebral durante el ataque de epilepsia. De ahí se identificó cuál era el foco de la actividad epiléptica de todas las regiones del cerebro activas durante el ataque”, precisa el doctorando.

El software desarrollado en la un Sede Manizales se estructuró en dos etapas: la primera permitió encontrar las áreas con actividad epiléptica, y la segunda detectar las áreas que originaban el ataque.

Según el investigador, uno de los problemas es que la epilepsia es una enfermedad que produce una red de actividad en el cerebro, es decir que se crea en un punto específico y se propaga a otras áreas, aunque estas no son las que realmente generan los ataques.

“Los métodos propuestos por el Grupo de In-vestigación de Procesamiento de Señales, de la un, identifican en toda la información recogida el área exacta en la que se genera la epilepsia dentro de la zona que el médico removió”, asegura el estudiante. Sin embargo es necesario hacer una validación más rigurosa de los algoritmos propuestos.

El sistema ayudará a planificar la cirugía de pacientes con la enfermedad, porque le indicará al neurocirujano la región del cerebro que produce los ataques para extraerla y así curar al paciente.

La siguiente tarea del grupo de investigación es validar el método con más datos y aplicarlo en pacientes colombianos.

palabras clave: focos epilépticos, resonancias electromagnéticas, mapeo cerebral, eeg. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

ilustración: Heimy Shayuri Garnica Jara/Unimedios

marzo 2017 | 12 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

desarrollo rural

Plantas transgénicas de algodón más dependientes de Spodoptera

Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad del Tolima y Corpoica comparó el comportamiento de las larvas del complejo Spodoptera entre lotes comerciales de algodón convencional y genéticamente modificado en el Tolima. Así, confirmaron que las plantas transgénicas presentan un mayor porcentaje de dependencia a las larvas de esta plaga (11,98 %), que las convencionales (9,13 %).

Desarrollorural

Algodón transgénico, ¿paquete chileno?Vanessa cardona, Unimedios Bogotá

Una investigación adelantada en Tolima y Córdoba evidenció que, una década después de su debut, las semillas de algodón genéticamente modificado no han sido efectivas en el control de plagas. Además, los sistemas de riego inadecuados, los altos costos de producción y el aumento del uso de insecticidas han contribuido a reducir la rentabilidad de los cultivos.

A mediados del siglo pasado en Colombia el algodón era una especie de “súper estrella” del agro. En 1977, por ejemplo, el país contabilizaba 377.246 hectáreas dedicadas a este cultivo, y generaba casi medio millón de empleos. Sin embargo, las políticas de apertura económica hicieron que aquella época dorada diera un giro radical. El cultivo se ha reducido tanto que en la actualidad apenas se destinan unas 17.600 hectáreas a esta actividad.

Aspectos como baja rentabilidad económica; mayor presión de plagas y enfermedades; altos costos de los insumos; bajos rendimientos de la fibra y poca adapta-bilidad de los materiales transgénicos también han sido responsables de la disminución en un 95,3 % de la siembra de algodón en el país.

Una investigación adelantada en los municipios de El Espinal y Guamo, en Tolima, y de San Carlos, San Pe-layo, Cereté y Ciénaga de Oro, en Córdoba –las regiones algodoneras más representativas del país–, demostró que la introducción en 2003 de las primeras variedades de algodón genéticamente modificado no ha cumplido con las expectativas de aumentar la productividad y los ingresos económicos de los agricultores.

En Cereté existen 607 lotes destinados a la siembra de algodón, de ahí la importancia socioeconómica de este cultivo en el municipio, conocido como “la capital del oro blanco”. De otra parte, en El Espinal existen 352 lotes y entre ambas zonas representan el 80,4 % del área total sembrada con esta fibra textil vegetal en el país.

Pese a la notable disminución en la siembra de algodón desde hace tres décadas, los agricultores de estas zonas han persistido con la esperanza de obtener utilidades en cada temporada. “En Córdoba predomina la agricultura campesina familiar en fincas pequeñas; los integrantes de los hogares son los encargados de la mano de obra para recoger el oro blanco que ahora es escaso”, afirma Pedro Hernán Rodríguez, estudiante de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Bogotá.

El análisis realizado por el futuro magíster incluyó datos estadísticos y consulta a actores de la cadena productiva del algodón en las zonas de estudio, lo cual permitió comparar el área sembrada y el rendimiento del algodón transgénico y convencional; determinar la rentabilidad, e

identificar los factores que han influido en las variaciones registradas de producción.

desequilibrio ecológico

El algodón transgénico cultivado en el país es de tecno-logía Bt y rr, es decir resistente a insectos y al glifosato, y tolerante a herbicidas. Por tanto, ofrece protección contra plagas de lepidópteros como el bellotero (Heliothis virescens, Helicoverpa zea), el rosado colombiano (Sacadodes pyralis), el rosado de la India (Pectinophora gossypiella) y el de las hojas (Alabama argillacea).

Una de las características de los sistemas de producción agrícola en las zonas de estudio es la presencia de cultivos transitorios de arroz y maíz. Mientras en El Espinal el algodón se siembra durante el primer semestre del año y en el segundo semestre se rota con arroz, en Cereté se cultiva entre agosto y enero y luego se rota con maíz, por lo general transgénico, con tecnologías Bt y rr.

Sin embargo, la rotación entre dos organismos ge-néticamente modificados ha generado un desequili-brio ecológico por el aumento de las poblaciones de las principales plagas del cultivo que no son controladas por la tecnología Bt, como Spodoptera sp. y picudo del algodonero (Anthonomus grandis) que, según datos de la Confederación Colombiana del Algodón (Conalgodón), ha generado pérdida de sostenibilidad y reducción de las áreas de cultivo.

Esta situación ha incrementado el uso excesivo de insecticidas en los últimos años. Algunos productores consultados aseguraron que en Córdoba se están reali-zando hasta 13 aplicaciones y en Tolima hasta cinco por ciclo productivo para el control de plagas.

“Los insecticidas utilizados pertenecen a las catego-rías toxicológicas Ib y II, lo cual indica el alto riesgo de contaminación del medioambiente y la afectación a or-ganismos acuáticos, aves, invertebrados, seres humanos y mamíferos. Además, ante la pregunta de si ha habido una reducción en el uso de insecticidas con el algodón transgénico, el 76,5 % de los productores encuestados manifestó que no, mientras el 23,5 % afirmó que sí”, explica el investigador Rodríguez.

Ramón Sánchez, productor algodonero de Cereté desde hace más de 20 años, cuenta que con la semilla convencional se sembraban hasta 30 kilos por hectárea, mientras ahora solo usan de ocho a 10 kilos de material transgénico para esta misma siembra esperando la misma producción; sin embargo, el costo de la semilla excede en un 300 % a la convencional y para conseguir ganancias considerables es necesario tener tecnología y buenas prácticas de cultivo, lo que no siempre está al alcance de los campesinos.

pérdidas económicas

En Cereté la mayoría de los cultivos de algodón no cuenta con sistemas de riego, por lo que el 74,6 % de los lotes sembrados suple sus necesidades hídricas con las lluvias, lo que incrementa el riesgo de pérdida de la cosecha y disminuye los rendimientos cuando se presentan eventos climáticos como el fenómeno de El Niño.

Por el contrario, en El Espinal el 98,6 % de los cultivos utiliza riego por gravedad. Si bien este sistema genera impactos ambientales negativos debido a que requiere mayor consumo de agua y genera problemas de drenaje y salinidad, ha demostrado que las variedades de al-godón transgénico presentan mejores rendimientos en condiciones de riego que en condiciones de secano, es

decir cuando se toma únicamente el recurso hídrico que proviene de la lluvia.

La investigación también demostró que en 2015 los productores del Tolima reportaron una utilidad promedio de 782.901 pesos por hectárea, pero los cordobeses per-dieron en promedio 313.095 pesos por hectárea entre 2014 y 2015, a pesar de tener costos de producción más bajos.

Dentro de las razones enumeradas por Pedro Her-nán Rodríguez se encuentra el hecho de que en la costa Caribe existe mayor presión de plagas, menor acceso a maquinaria agrícola y no se acostumbra realizar análisis de suelos ni foliares, lo cual genera costos innecesarios en fertilización y acumulación de sales que aceleran los procesos de desertificación.

En cambio en el Tolima, teniendo en cuenta que el algodón se rota con arroz –que es un cultivo altamente tecnificado–, cada temporada se realizan análisis de suelos que permiten implementar programas de fertilización. Esta práctica y la disponibilidad de riego es quizá una de las causas por las que el rendimiento es más alto.

El estudio también sirvió para constatar que aunque el algodón transgénico es tolerante a la molécula de gli-fosato y efectivo en el control de maleza, la tecnología de esta semilla no responde a las plagas actuales de los cultivos, probablemente porque no fue diseñada para las condiciones climáticas del país.

El investigador concluye que la falta de tecnificación y de buenas prácticas en varias regiones no ha permitido que este sector productivo recupere sus ganancias y la tendencia a la baja siga predominando en ambas regiones algodoneras, lo cual indica que la siembra de algodón genéticamente modificado no ha tenido los resultados esperados atribuidos a la tecnología.

palabras clave: cultivo, algodón transgénico, insecticidas, riego. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Ante la escasez de semilla convencional, los productores se ven obligados a utilizar semilla transgénica.

fotos: archivo particular

foto: archivo particular

marzo 2017 | 13 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Apuesta por biodiversidad de TumacoYaneth Muñoz-saba, profesora, Instituto de Ciencias NaturalesFernando Fernández, profesor, Instituto de Ciencias NaturalesUniversidad Nacional de Colombia

A pesar de su riqueza natural, muchas especies de la ecorregión de Tumaco son sensibles a la destrucción del hábitat. Por eso es conveniente apoyar la recuperación de la cobertura vegetal en sitios como la Sede de la Universidad Nacional de Colombia (un), a partir de la creación del primer Jardín Botánico del municipio.

palabras clave: ecorregión Tumaco, biodiversidad, jardín botánico. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Su ubicación en la esquina suroccidental de Colombia le ha conferido a la Perla del Pacífico, San Andrés de Tumaco (Nariño), una inmensa riqueza cultural y natural.

Uno de los ecosistemas más importantes es el manglar, cuya diversidad amuralla la región; este no solo evita o ayuda a disminuir la erosión de la costa, sino que además sus trampas de arena y lodo conforman un sistema de raíces que sirve como sala-cuna y refugio de la fauna que da sustento a pescadores y pesquerías.

Infortunadamente, tal biodiversidad se enmarca en una región de conflicto social como los procesos de urbanización, la extracción ilegal de madera, los cultivos ilícitos y los atentados contra los oleoduc-tos cuyo crudo ha provocado grandes daños a los ecosistemas.

Para proponer estrategias sostenibles de conser-vación, manejo y uso tradicional, a partir de 2015 investigadores de la un sedes Bogotá –por medio del Instituto de Ciencias Naturales– y Tumaco profun-dizan en el estudio, la comprensión y protección de la biodiversidad de esta zona del país, perteneciente a la región biogeográfica del Chocó.

Para ello realizan acciones de docencia con estu-diantes de pregrado de asignaturas como Taxonomía Animal y Dimensión Pacífica de la Nación Colombia-na, y de investigación, centrada en la caracterización de la fauna de la ecorregión de Tumaco.

El área de estudio comprende la Estación Mar Agrícola (a cargo de la Universidad de Nariño), la isla de El Morro (unidad de la Dirección General Maríti-ma), el Centro de Investigación El Mira (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria), la isla de Boca Grande, el río Mira y la un Sede Tumaco. De igual manera la isla del Gallo y Salahonda dentro de la jurisdicción del municipio Francisco Pizarro.

amurallada por manglares

La ecorregión de Tumaco se caracteriza por presen-tar mangle rojo, negro, blanco, concha, zaragoza y manglillo que rodea el litoral. Otros ecosistemas son el bosque primario tropical con especies arbóreas como laurel y cedro; vegetación herbácea y arbusti-va, pastizales y claros –producto de la intervención humana– y plantaciones de cacao, plátano y palma de aceite.

La isla de El Morro –el sitio más turístico de Tumaco, ubicado a 10 minutos del centro de la ciu-dad– presenta remanentes de bosque secundario conservado; en la Estación Mar Agrícola se obser-van charcas y restos fangosos de los cultivares de camarones. En la zona se hallan gramíneas acuáticas, rastrojos, vegetación en recuperación y cultivos de cacao, y el Centro de Investigación El Mira exhibe cultivos de palma de aceite.

Por su parte, la un Sede Tumaco alberga árboles de 15 metros de altura por dos metros de grosor, además de especies como la tagua dispersada por

la boruga; la iraca, empleada para hacer escobas, sombreros, cestas o bolsos, y el galán de la noche, polinizada por chimbilás. De igual manera se hallan plantas propias de bosques sucesionales (bosques cuya vegetación es reemplazada gradualmente) como el cordonci-llo y el yarumo, junto con higos y guayabas dispersadas por los mamíferos. También sobresale un excedente de bosque de bambú cultivado.

Salahonda ostenta un bosque secundario (vegetación que se produce naturalmente después de una modificación drástica del bosque previo), con raíces zanco-nas y abundantes lianas; la isla del Gallo presenta palmeras y pepe-pán, sitios rodeados de bosques de mangle rojo, algunos parches se asocian con mangle negro y blanco. En la isla de Boca Grande hay un gran parche de icaco, nombre indígena de la planta que los antepasados empleaban para hacer mermeladas.

nuevas especies

Entre la fauna de artrópodos se registran arañas, libélulas, chinches, mariposas, polillas, escara-bajos, abejas, avispas y hormigas que aportan información sobre el estado de los ecosistemas, su productividad y los niveles de contaminación acuática y terrestre.

Buena parte de la fauna es generalista (viven en cualquier lado, comen de todo) debido al predo-minio de hábitats intervenidos; en la hojarasca y los troncos caídos hay microhábitats que albergan insectos especializados (viven en lugares especí-ficos, comen recursos específicos). Mar Agríco-la se caracteriza por la abundancia de insectos oportunistas (comen lo que haya) y diminutos crustáceos asociados con los remanentes fangosos; Salahonda por los ciempiés, milpiés, amblipigios, escorpiones, seudoescorpiones y opiliones, y la isla de Boca Grande por los cangrejos marinos y estuarinos como el corredor.

El estudio de los peces de aguas dulces de los ríos Mira y Rosario enfatizó en el conocimiento de estos recursos usados para pesca artesanal, tra-dicional y comercial. Las recomendaciones deben estar dirigidas hacia el cumplimiento de las tallas de captura y protección de los lugares de repro-ducción y cría con el fin garantizar la conservación y el uso del recurso hidrobiológico.

Un aspecto relevante de la documentación realizada fue la población de anfibios y reptiles, los cuales son muy diversos, en parte gracias a la abundante agua que alimenta las cuencas hi-drográficas del Chocó. Se registran los anfibios Bolitoglossa biseriata, B. medemi, Caecilia guentheri, Diasporus gularis, Lithobates vaillanti, Oophaga sylva-tica, Pristimantis walkeri; las serpientes Mastigodryas boddaerti, Micrurus dumerilii, Spilotes pullatus; los la-gartos Lepidoblepharis ruthveni y Ptychoglossus, todos exclusivos del bosque de Salahonda; y en la isla de El Morro se detectaron los lagartos Diploglossus monotropis y Lepidoblepharis intermedius.

La ecorregión también cuenta con 29 especies de aves migratorias (septiembre-febrero), entre las que se resaltan la tortolita ecuatoriana, con distribución restringida; en vulnerabilidad, la cotara morena y la chachalaca cabecirrufa. Como nuevo registro para la zona se identificó el pato migratorio zambullidor Aythya affinis y el pato Neotropical.

Otros nuevos registros fueron los de la tortolita Columbina cruziana y el semillero Sporophila telasco

(aves restringidas al corredor Pacífico) y el turpial belicoso.

cacería de subsistencia

Otra de las conclusiones del “inventario” realizado es que la asociación entre los medianos y grandes mamíferos y las comunidades humanas está rela-cionada con la cacería de subsistencia, o porque son consideradas perjudiciales. Esta es precisamente una de las principales causas de su reducción po-blacional aunada a la disminución de los bosques y corredores biológicos.

Se registraron 40 especies entre zorras, murciéla-gos, armadillos, perezosos, hormigueros, primates, tigrillos, cusumbos, venados, marranos y roedores como ardillas, ratas espinosas y el conejo negro.

De igual manera se resalta el varamiento hace dos años del lobo marino Arctocephalus, en la isla de El Morro, la ampliación de la distribución del mur-ciélago frugívoro del género Artibeus, la presencia en Salahonda del mono aullador negro Alouatta palliata, y la mayor concentración de mamíferos en los bosques de la Sede Tumaco.

La biodiversidad de la ecorregión de Tumaco refuerza su importancia a pesar de su alta interven-ción; existe una considerable riqueza de especies, muchas sensibles a la destrucción del hábitat, por lo que es conveniente incentivar la recuperación de la cobertura vegetal en sitios como la un Sede Tumaco a partir de la creación del primer Jardín Botánico del municipio.

La ecorregión cuenta con 29 especies de aves migratorias.

Algunos artrópodos forman parte de la fauna utilizada para indicar la calidad del hábitat.

fotos: Javier Ardila

Medioambiente

marzo 2017 | 14 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

ciencia & tecnología

Morteros con mayor resistencia y desempeño

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Valle demostró que si a los morteros (compuestos para pegar elementos de construcción –como ladrillos, piedras y bloques–, rellenar los espacios y revestir paredes) se les añade un 10 % de ceniza volante, presentan un incremento del 35 % en la resistencia a la compresión, comparado con el compuesto sin adición. A su vez esta mezcla se destacó por su mejor desempeño frente a la corrosión de los aceros estructurales.

Ciencia& Tecnología

Cenizas de termoeléctricas son anticorrosivasVanessa cardona, Unimedios Bogotá

Al mezclarlas con cemento, las cenizas volantes aumentan la resistencia del concreto, mejoran las propiedades de los materiales, aseguran la durabilidad de las estructuras y disminuyen los cuantiosos costos de construcción.

El deterioro por corrosión afecta carreteras, puentes y edificaciones. Las reparaciones por estos daños se ejecutan dentro de los primeros diez años de vida útil de las estructuras y cuestan miles de millones de dólares en todo el mundo.

Los daños provocados por iones cloruro presentes en el ambiente –que ingresan a las estructuras de concreto hasta llegar al acero de refuerzo– deterioran el material y sus propiedades, lo cual ocasiona problemas en la in-fraestructura.

“La capacidad de la ceniza para fijar el cloruro funciona así: cuando los iones cloruro del ambiente salino se intro-ducen en la estructura, el aluminio que se encuentra dentro de la ceniza volante captura los iones por un proceso de adsorción y los deja dentro del concreto e impide que lle-guen hasta el acero de refuerzo”, explica Leonardo Augusto Fonseca, doctor en Ingeniería-Ciencia y Tecnología de Materiales de la Universidad Nacional de Colombia (un).

En la búsqueda de materiales que ralenticen o retarden el inicio de la corrosión en las estructuras de concreto, la investigación adelantada por el ingeniero Fonseca deter-minó que las cenizas volantes pueden convertirse en una de las fuentes de materia prima más prometedoras en la generación de cementos “verdes”.

La ceniza volante es el residuo que resulta de la com-bustión del carbón usado en las termoeléctricas. Se tra-ta de uno de los desechos más importantes en Europa, donde alcanza las 100 megatoneladas al año (mt/año), o en países como Estados Unidos, donde se producen más de 136 mt/año y solo un 30 % es aprovechado en usos benéficos como la adición al concreto; el 70 % sobrante termina en rellenos sanitarios.

Aunque las ventajas de la mezcla de cemento y cenizas volantes ya han sido demostradas y probadas en otros países, en Colombia todavía es una tecnología incipiente. El país cuenta con cuatro plantas termoeléctricas a base de carbón, pero el residuo que resulta del proceso aún no responde a procesos de calidad; al igual que en otras latitudes, también va a parar a rellenos sanitarios.

Para demostrar el potencial anticorrosivo de las cenizas volantes, el investigador tomó muestras de este residuo en Termosochagota y Termopaipa (Boyacá), y en Termo-tasajero (San Cayetano, Norte de Santander). Después realizó diversas pruebas usando una mezcla control –que solo contenía cemento– y otras siete en las que varió la cantidad de ceniza mezclada con cemento; en la primera prueba combinó 5 % de ceniza con 95 % de cemento y fue variando con porcentajes de 10, 15, 20, 30, 40 y 50.

por más de un siglo

El ingeniero Fonseca señala que la forma de determinar la habilidad del concreto para resistir la penetración de

palabras clave: ceniza volante, cemento, construcción, resistencia. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Para aumentar la resistencia del concreto a la corrosión es necesario reemplazar un 10 % de cemento por ceniza volante.

cloruros se hace por medio de la Prueba Rápida de Pe-netrabilidad de Cloruros (rcpt, por sus siglas en inglés), la cual indica la probabilidad –baja, moderada y alta– de que el acero se corroa.

Los resultados indicaron que la muestra control tenía una alta penetrabilidad de los iones cloruro, pero cuando se empezó a adicionar ceniza volante la probabilidad des-cendió hasta “baja”. La mayor efectividad se dio cuando la mezcla fue 50 % del residuo y la otra mitad de cemento.

“En exactamente 330 días cabe totalmente la probabi-lidad de que los cloruros se fijen, ya que después de este periodo los materiales de la mezcla reaccionan y se hacen más densos, lo que impide el ingreso de las sales”, agrega el investigador.

De igual manera, aunque a medida que se aumenta el porcentaje de remplazo de ceniza la velocidad de corro-sión también aumenta, esta es muy baja: de alrededor de 0,003 milímetros de corrosión por año, es decir que para que el acero de refuerzo se corroa un centímetro deben pasar 150 años.

menos calor, mayor duración

Otro aspecto que se tuvo en cuenta para la investigación fue el calor de hidratación, que es la temperatura gene-rada por la reacción entre cemento y agua, que debe ser mínima, pues cuanto más caliente esté el concreto, más probabilidades existen de que a corto plazo se produzcan fisuras en las estructuras.

Así, el investigador encontró que la ceniza volante producida en Termosochagota es de mejor calidad de-bido a que produce menos calor de hidratación cuan-do se mezcla con el cemento y además reacciona com-pletamente y evita la aparición de grietas. De hecho, mientras que la muestra control alcanzó una tempe-ratura máxima de +8,63 oC con respecto a la tempera-tura ambiente, la de la mezcla con 50 % de ceniza vo-lante de esta termoeléctrica disminuyó hasta en un 77 %. Los resultados demuestran que el material es ideal para fabricar productos comerciales y para su uso en climas cálidos.

“También se evidenció que al añadir entre el 10 % y el 15 % de remplazo de ceniza aumentó la resistencia

del concreto”, añade el investigador, quien destaca que otro beneficio en el uso de este residuo es la reducción de los costos.

Por ejemplo, agrega, si inicialmente una construc-ción necesita 1.000 sacos de cemento, con el remplazo de ceniza volante esa cantidad se reduce a 850, ya que 150 sacos corresponderían a este último material. Además se trata de una materia prima económica, pues una tonela-da de cemento cuesta 10 millones de pesos, mientras que la misma cantidad de ceniza vale apenas 200.000 pesos.

control de calidad

El trabajo del investigador Fonseca incluyó la formulación de ecuaciones para estimar la isoterma de fijación de clo-ruros, una medida que define la cantidad de cloruros libres que pueden afectar el acero en el largo plazo.

“Encontramos que la calidad de las cenizas volantes que se producen en el país varía con el tiempo, lo cual no es ideal. Esto pasa porque es un material heterogéneo y depende de la calidad del carbón de las termoeléctricas y de las adecuaciones que se hagan en ellas”, puntualiza el doctor.

Si bien se demostró que utilizar la ceniza como un ma-terial cementicio suplementario es una buena alternativa para darle un uso a estos residuos –pues da resistencia a la compresión y mejora las propiedades de los materiales–, se esperaba que tuviera una mayor capacidad de capturar los cloruros.

A diferencia de otros países, en Colombia no existe un control para la producción de ceniza volante, por lo que no se tiene un certificado de venta. Ahora que se ha compro-bado que este material puede aportar de forma importante a la industria de la construcción, es necesario supervisar su calidad de acuerdo con las normas internacionales para aprovechar al máximo su potencial.

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

marzo 2017 | 15 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Cius eiunt rerferatqui della non pa dolum imen-tiam alis elesti is maion-sent aut faciur, omnissim quametur as velles pre, quas apis idest, non cum volupta ducipic iistecu llandictum autectatium

ciencia & tecnología

Salchichas saludables

Científicos de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) desarrollaron salchichas con igual sabor a las tradicionales, pero bajas en grasa, con poca sal y nutritivas. Para obtener la nueva fórmula disminuyeron el contenido de grasas saturadas y aumentaron las insaturadas incorporando aceites de origen marino, además de fitoesteroles (subproducto de la soya que disminuye el colesterol). Así, redujeron el contenido graso de las salchichas al 5 %, mientras que las comunes tienen un 20 %.

Ciencia& Tecnología

Nuggets de cachamaJuan carlos Millán guzMán, Unimedios Bogotá

Alrededor de 120 piscicultores del departamento del Meta se beneficiarán con este producto elaborado con aditivos naturales. Además de incrementar la rentabilidad de sus estanques, podría convertirse en una alternativa nutricional que incentive el consumo de pescado en los colombianos.

En los últimos años la industria de los pasabocas (o snacks) ha sido uno de los sectores con mayor crecimiento en el mundo. En 2015 Estados Unidos registró un incremento del 27 %, y cifras de Euromo-nitor International –firma especializada en estudios de mercadeo– muestran que en 2013 Colombia sumó ingresos por valor de 1,9 billones de pesos por este concepto.

Aunque se trata de un importante escenario para el mercado de los alimentos en el país, la mayoría de los productos posee un alto contenido de calorías, colesterol y grasas trans (cuando se agrega hidrógeno al aceite vegetal), lo cual no garantiza que su con-sumo se constituya en una alimentación adecuada.

La Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia de 2010 demostró que el 15,2 % de los colombianos entre 5 y 64 años consumió diariamente alimentos de paquete, un 22,1 % gaseosas o refrescos, y un 36,6 % golosinas o dulces.

En la búsqueda de un alimento que además de nutritivo fuera atractivo para los consumidores, en especial para el público infantil, investigadores del Grupo de Pescados del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (Icta) de la Universidad Nacional de Colombia (un) elaboraron nuggets o deditos de Piaractus brachypomus, especie conocida popularmente como cachama, gamitana o timbiquí, pez de gran tamaño típico de la Orinoquia y Ama-zonia colombiana.

de los llanos a la mesa

Una de las motivaciones del Icta para idear un sub-producto a base de pescado la encontraron los in-vestigadores en los Llanos Orientales, donde el 30 % de la producción obtenida a través de piscifactorías se usa como alimento para cerdos, según datos de la Asociación de Piscicultores de los Llanos Orientales (Acuioriente).

El profesor Jairo Humberto López Vargas, di-rector del Icta, explica que el mercado prioriza los ejemplares grandes porque son más fáciles de ingerir evitando el riesgo de ahogamiento, situación que sí dificulta la comercialización de los peces pequeños.

Después de evaluar el potencial de especies como tilapia, bocachico y yamú, que también se cultivan en la zona, se concluyó que el producto idóneo para un pasabocas era la cachama, pues además de que

palabras clave: cachama, Llanos Orientales, tecnología de alimentos. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

tiene más carne aprovechable, también posee buen sabor, olor y textura.

Para el proceso de obtención de los deditos, desde el Meta hasta los laboratorios del Icta, en Bogotá, se enviaron 250 kilos de cachama congelada, con un peso entre los 420 y los 450 gramos. Una vez en la planta de alimentos de la un se registró el peso y la talla de cada una, y después se les retiraron las cabezas, las aletas caudales, ventrales y laterales, las escamas y los intestinos.

Finalizada esta primera etapa el pescado se some-tió a un baño de vapor hasta que alcanzó entre 65 y 70 oC. Después, una despulpadora apartó la carne y la piel de la columna vertebral y de las espinas intramusculares, y el producto obtenido se convirtió en una pasta a la que se le agregaron especias como laurel, tomillo y orégano, además de una parte de agua y proteína de soya, con el fin de mejorar la capacidad de retención de agua.

“La proteína aislada de soya es un aditivo muy parecido a cualquier harina en polvo, por tanto facilita la cohesión entre todos los ingredientes y contribuye a darle textura al producto”, explica Andrés Felipe Acevedo, magíster en Ciencia y Tec-nología de Alimentos de la un.

El experto menciona que con la pasta separada en porciones se formaron los nuggets, los cuales se bañaron con una mezcla de harina de trigo, sal y bicarbonato de sodio para luego apanarlos y some-terlos a un proceso de prefritura a 160 oC.

Concluido el proceso, el producto se empacó al vacío y se congeló, que es como se ofrecerá en el mercado. El precio del kilogramo del producto oscilaría entre los 13.000 y 15.000 pesos. “Las eva-luaciones realizadas determinaron que los deditos de cachama congelados se pueden conservar hasta por 100 días”, menciona el magíster Acevedo.

Otro valor agregado fue el recubrimiento del dedito con una película de quitosano, producto de los residuos secos de la industria del camarón. “Estos se mezclaron con aceite esencial de laurel y extracto etanólico de propóleo”, explica el investi-gador, quien agrega que la innovación brindará la

posibilidad de elaborar productos a partir especies poco aprovechadas industrialmente, y facilitará la comercialización del producto en diversas regiones del país.

alimento con potencial

“Por ser fácil de preparar en horno microondas o en sartén, el producto se puede consumir en cualquier momento del día”, afirma el profesor López. Justa-mente uno de los objetivos fue elaborar un alimento cárnico a partir de especies de peces consumidas solo en fritos o en filetes. De esta manera es posible aprovechar la mayor cantidad de carne posible de un alimento poco consumido en el país.

Estadísticas del Ministerio de Agricultura y De-sarrollo Rural indican que el consumo per cápita de pescado en el país es de apenas 6,7 kilos, muy por debajo del promedio en América Latina, que es de 9 kilos, y más alejado todavía del promedio mundial, que asciende a 18 kilos.

Con el propósito de garantizar el éxito en la comer-cialización del producto, el Icta les ha recomendado a los socios de Acuioriente que se vinculen a los planes de abastecimiento institucional dispuestos por las alcaldías y gobernaciones, de tal manera que se pueda comenzar a crear el hábito del consumo de pescado en las escuelas para consolidar un mercado que demande esta clase de alimento.

De hecho, al contar con una planta de procesa-miento –propiedad de la Asociación–, en la vía que de Villavicencio conduce a Acacías los piscicultores pueden replicar el proceso de producción de nuggets de cachama de acuerdo con la alternativa tecnológica propuesta por la un.

fotoilustración: Alejandra Cardona Mayorga/Unimedios

marzo 2017 | 16 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

medioambienteCielos no tan azules

Un estudio de las universidades de Pekín y de Fudan (China) demostró que cerrar temporalmente las fábricas y controlar el flujo vehicular no soluciona los problemas ambientales. Los académicos compararon los valores de calidad del aire en 189 ciudades antes y después de la implementación de la “Política de Cielos Azules”, instaurada por el Gobierno chino, y se dieron cuenta de que los registros empeoraron. Esto se debe a que las fábricas redoblan su actividad con el fin de recuperar las pérdidas generadas en los periodos de restricción.

Medioambiente

Metales pesados en aire de Los MártiresJuan Francisco Molina Moncada, Unimedios Bogotá

Aunque los niveles de plomo, cadmio y cromo en la localidad de Bogotá no son alarmantes, se recomienda diseñar estrategias para evitar los efectos nocivos que la exposición a estos metales pesados provoca en niños y adultos mayores en el largo plazo.

La inseguridad no es la única amenaza que afronta la localidad de Los Mártires. Además de la venta de drogas ilegales y la presencia de habitantes de calle, los residen-tes del sector también conviven con la contaminación ambiental.

Una de las imágenes más comunes al medio día es la gran polvareda que levantan carros, camionetas y camio-nes esquivando los huecos de las calles, imagen con la que ya nadie parece sorprenderse. De hecho, algunos niños y adultos mayores juegan o descansan en los parques, a donde llegan los vapores del esmog o de las pinturas y otras sustancias químicas que transpiran los talleres de mecánica típicos del sector.

La alta contaminación del aire se constituye en un grave riesgo para los habitantes de una localidad que alberga un importante patrimonio arquitectónico, cultural e histó-rico del país, pero que además sufre un elevado proceso de crecimiento industrial y comercial. Según el censo de 2005, de los 19.630 establecimientos de la localidad, el comercio representa el 58,3 % de la actividad económica, seguido por las empresas de servicios con un 21,4 % y la industria con el 9,9 %.

Las microindustrias y los negocios pequeños emiten gases de cadmio, cromo y plomo, metales pesados que afectan directa o indirectamente la salud de la población por las enfermedades respiratorias crónicas y agudas que generan en especial a los niños y adultos mayores.

“El organismo es incapaz de eliminar grandes cantidades de metales pesados. Una vez se encuentran en el cuerpo se van acumulando, por lo que –si no se toman medidas preventivas– las poblaciones sensibles pueden desarrollar en el largo plazo problemas respiratorios, renales u óseos, e incluso cáncer”, afirma el ingeniero Johan Álvarez Berrío, magíster en Toxicología de la Universidad Nacional de Colombia (un), quien obtuvo por primera vez los registros y las cifras de la generación de emisiones provocadas por estos compuestos en Los Mártires.

Precisamente en octubre de 2013 la Organización Mun-dial de la Salud (oms) confirmó que la contaminación del aire es un agente cancerígeno para los humanos. Después de analizar 109 monografías y 1.000 artículos científicos en los cinco continentes, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (iarc, por sus siglas en inglés) determinó que las partículas presentes en el aire, el llamado pm10 (polvo, cenizas, hollín, cemento y metales menores a 10 micrómetros) y los gases sucios del transporte sí producen la letal enfermedad.

ambiente dañino

Antes del monitoreo atmosférico el magíster Álvarez rea-lizó un inventario de las fuentes fijas de emisión. En esta tarea registró 682 industrias, de las cuales 237 se dedican

a la litografía, 58 al oxicorte, 161 a latonería y pintura, 132 a la metalmecánica y 94 a la metalurgia; además iden-tificó que 523 emiten cromo, 154 cadmio y 264 plomo.

Respecto a las fuentes móviles, el investigador encontró que durante el día cerca de 707.000 vehículos recorren la localidad, así: el 57 % automóviles, el 24 % motos, el 15 % buses y el 4 % camiones.

Una vez establecidos estos datos, determinó dos zonas de estudio. La primera en los alrededores de la Institución Educativa Ricaurte (cerca de la Plaza de Los Mártires), y la otra en las inmediaciones del Colegio Distrital República Bolivariana de Venezuela, ubicado en el barrio Samper Mendoza.

Allí, con equipos medidores de alto volumen (similares a una aspiradora) pertenecientes a la Universidad Santo Tomás, tomó las muestras y registró fecha, hora, punto de muestreo y nombre del recolector, actividad que realizó en 18 días.

El material colectado se estudió en el Laboratorio Espe-cializado en Análisis de Elementos Traza de la Universidad de La Salle, y con los resultados obtenidos se elaboró un modelo de recepción de contaminantes atmosféricos mediante el uso del software Environmental Lakes, de la Environmental Protection Agency de los Estados Unidos.

Dicho modelo calcula cuatro variables: 1) el número de partículas suspendidas totales en el aire; 2) la cantidad de material particulado menor a diez micras (pm10), el cual tiene el tamaño suficiente para entrar en el organismo del ser humano; 3) las concentraciones de plomo, cadmio y cromo, las distancias que recorren y su impacto; y 4) el índice de calidad del aire (ica).

Con respecto a los metales, tanto la oms como la resolu-ción 610 de 2010 de Colombia establecen que el nivel máxi-mo de plomo que puede soportar una persona al día es de 15 µg/m³ (microgramos por metro cúbico), cifra que se ajusta a 12 µg/m³ en Bogotá, por la altura. En los 18 días de estudio, el mayor registro de plomo fue de 0,088227531 µg/m³.

En cuanto al cadmio, el valor permitido al año por la re-gla colombiana y extranjera es de 0,005 µg/m³, cifra que se ajusta a 0,004 en el ambiente bogotano. La muestra más alta fue de 0,001515594 µg/m³. Entre tanto, solo la oms cuenta con un valor límite para el cromo: 0,25 µg/m³ al año; en Los Mártires el registro más alto fue de 0,064317333 µg/m³.

Finalmente estableció que el ica del sector al año es de 71,2 –valor calificado como “regular”– y al día es de 142,4,

cifra calificada como “dañina” para grupos sensibles como niños menores de 12 años y adultos mayores de 60. El valor diario supera al anual porque una exposición duradera es mucho peor que una momentánea.

estrategias de prevención

Es probable que si los transeúntes conocen estas cifras no se preocupen por la contaminación, pues a primera vista las concentraciones no son altas ni alarmantes, “pero el hecho de que la legislación lo permita no quiere decir que todo esté bien”, advierte el profesor José Javier Toro, del Instituto de Estudios Ambientales, quien asesoró al magíster en su estudio.

Precisamente los investigadores llaman la atención sobre el hecho de que las enfermedades respiratorias –que perjudi-can ante todo a los niños– ocupan un 14,4 % de las consultas médicas y un 2,45 % de las hospitalizaciones en la zona.

Otro aspecto sobre el que advierten está relacionado con que los metales pesados analizados viajan a través del polvo y se pegan al humo de los carros. Por ejemplo, en una zona donde no hay muchos edificios y el viento corre más rápido, el cromo y el cadmio pueden recorrer hasta tres kilómetros, aunque concentrándose en cifras mínimas. “El problema no es para la persona que visita el sector de vez en cuando, sino para la persona que reside allí”, subrayan.

Por eso, el magíster Álvarez y el profesor Toro señalan que justamente ahora que se vienen dando discusiones como la actualización del Plan de Ordenamiento Territo-rial de Bogotá, los hallazgos en Los Mártires sirven como ejemplo para demostrar la urgencia de diseñar estrategias que ayuden a prevenir los efectos nocivos que provoca la exposición a metales pesados. De hecho recomiendan impulsar la reconversión tecnológica de la industria ins-talada en el sector.

Mientras tanto, dos abuelas que llevaron a sus nietos a un parque de la localidad comentan que el barrio ya no es lo que era antes: “ahora solo hay ruido, basura y un aire pesado”.

palabras clave: material particulado, contaminación ambiental, Los Mártires. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

De las 682 industrias de la localidad, 132 se dedican a la metalmecánica.

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

foto: archivo particular

marzo 2017 | 17 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

medioambiente

Efectos de los cultivos ilícitos sobre la salud de los agricultores

Investigadores de la Universidad Militar Nueva Granada de Bogotá explican que el uso incontrolado de sustancias químicas en los procesos de fabricación de las drogas ilícitas tiene efectos sobre la salud tanto de la población que labora en dichos procesos como de la que consume las aguas contaminadas con estos residuos. Los excedentes de la aplicación de los químicos son arrastrados a las corrientes de agua cercanas y las cadenas tróficas se incorporan acumulándose en el tejido de las especies expuestas y generando un proceso de bioacumulación.

Medioambiente

Planes de desarrollo inconclusos favorecen deforestación y cultivos de cocaVanessa cardona, Unimedios Bogotá

En los años sesenta y setenta aumentaron la tala de árboles y la afectación del paisaje en Colombia, Perú y Bolivia. Las causas de esta situación no fueron las plantaciones de coca sino los planes de desarrollo del Estado, que no tuvieron visión e implementación de largo plazo.

Durante los últimos 15 años los cultivos ilícitos de coca –presentes en 24 de los 32 departamentos en Colombia– han provocado un daño forestal de enormes proporciones. Según el Observatorio de Drogas de Colombia, en 2014 se talaron 608.000 hectáreas (ha) de bosque húmedo tropical, es decir un promedio de 40.500 ha por año, 111 por día.

Otros organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (unodc) y la Oficina de la Casa Blanca de la Política Nacional para el Control de Drogas han afirmado en diferentes oportunidades que por cada hectárea de coca sembrada hay varias deforestadas.

Sin embargo, una investigación adelantada en los bosques del Amazonas de Colombia, Perú y Bolivia mostró que la mayor parte de la deforestación no es causada por el cultivo de coca sino por los planes de infraestructura inconclusos que se dieron durante los años sesenta para abrir la frontera amazónica por medio de proyectos de desarrollo y la construcción de carreteras.

Liliana Dávalos –profesora de Ecología y Evolución de la Universidad de Stony Brook (Nueva York)– y Dolors Armenteras, docente del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia (un), evaluaron la contribución de los cultivos de coca a la deforestación en la Región Andina y analizaron la distribución espacial de los cultivos en los países productores. Para ello tomaron como fuente principal artículos recientes que analizan la deforestación en la región, y artículos y documentos de 1970 y 1980 sobre los planes y proyectos de desarrollo en la zona.

“En la actualidad los tres países suplen la demanda mundial de cocaína ilegal. Sin embargo, mientras en Colombia la mayor extensión de cultivos de coca está dispersa en ecosistemas distintos desde los piedemontes andinos hasta la Amazonia, Orinoquia y el Chocó bio-geográfico, en Perú y Bolivia han estado concentrados en la vertiente amazónica en zonas de frontera agrícola, mismos sitios donde emergieron hace más de 30 años”, explica la profesora Dávalos.

La investigadora destaca además que en la última década Bolivia ha experimentado la tasa de deforesta-ción más alta, con un 0,6 % anual; Perú se ha mantenido con el porcentaje más bajo, 0,2 % anual, y Colombia en el medio con el 0,3 %. Sin embargo, está claro que la pérdida de cobertura vegetal se concentra en zonas de expansión de la frontera agrícola.

En el estudio se analizaron 12 proyectos de desarrollo adelantados en los tres países durante los años sesenta y setenta, los cuales estaban enfocados en incentivar la colonización de la Amazonia implementando nuevas

palabras clave: deforestación, cultivos de coca, planes de desarrollo. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

En los mapas de los años setenta se observa que la deforestación y los cultivos ilegales aumentaron en zonas en las que se adelantaban los proyectos gubernamentales.

vías e infraestructura, desarrollo rural y suministro de los servicios necesarios para los asentamientos urbanos.

carretera marginal de la selva

Entre 1962 y 1972, por ejemplo, había alrededor de 2,5 millones de personas que buscaban tierras en Colombia. Al desarrollar esos territorios amazónicos, los gobiernos nacionales pretendían aliviar la presión sobre las ciudades capitales que se encontraban en rápido crecimiento, y ase-gurar así los alimentos y las mercancías para cada Nación.

Los proyectos se abrieron en las afueras de la selva ama-zónica. En el caso de Colombia se hizo en Guaviare, Caquetá y Putumayo; en Perú, en Alto Marañón, el río Apurímac, Pichis-Palcazú y el valle del río Huallaga; y en Bolivia, en Alto Beni, Chapare y al este de Santa Cruz, sitios que luego se convirtieron en puntos calientes para el cultivo de coca.

A estos se suma la Carretera Marginal de la Selva, un megaproyecto vial conocido como Troncal de Piedemonte que arrancó en 1963 y que busca conectar las regiones amazónicas de Colombia, Ecuador y Perú con las de los llanos de Venezuela y Bolivia por vía terrestre.

Para el estudio se hizo una modelización del paisaje que permitió medir la influencia de estos proyectos sobre la distribución actual del cultivo de coca y comprobar si coincidían. En esta tarea se tuvieron en cuenta 984 muni-cipios de los tres países.

Para poder hacer el análisis se representaron 3.525.806 km2 del bioma amazónico en 24.898 píxeles. Así, se encon-tró –con más de un 90 % de probabilidad– que los lugares donde está actualmente la coca coinciden con las áreas en las que se adelantaron estos proyectos.

Además, concluyeron que cuanto mayor fuera la distancia del municipio con el proyecto más cercano, menor era la probabilidad de que hubiera presencia de cultivos de coca.

La aparición de cultivos de coca en estos lugares se debió a que los esfuerzos por parte de los gobiernos no se mantuvieron y en los tres países los objetivos de pro-ductividad agrícola no se cumplieron.

“Muchos campesinos terminaron migrando a las ciudades y el modelo de desarrollo resultó ser el mismo que se había replicado en otras zonas de cada país, es decir que al abrir

monte esos bosques se transformaron en corto tiempo –en algunos casos de manera inmediata– en pastizales de baja productividad”, explica la docente Armenteras.

Convertir el bosque en zonas agrícolas resultó necesario para reclamar títulos de tierras, y los cultivadores lo lograron con mayor eficiencia mediante la quema del bosque y el desmonte para el pastoreo, aumentando la deforestación en la zona. Por falta de cobertura los agricultores enfrentaron más lluvias y plagas agrícolas, y además no contaban con un buen drenaje y la fertilidad del suelo era deficiente.

paisaJe degradado

Por estas razones, la construcción, la mejora y el man-tenimiento de las carreteras resultaron más costosos y difíciles de lo previsto, y la infraestructura para apoyar a los agricultores permaneció incompleta durante décadas.

“La apertura de los caminos abrió la frontera amazónica occidental, promovió la migración y, una vez el apoyo disminuyó, el terreno quedó preparado para el cultivo de coca”, afirman las docentes, quienes agregan que a esto se sumó la crisis económica de los años setenta y ochenta, época en la que los agricultores en América Latina dispo-nían de menos apoyo institucional y financiero. Al mismo tiempo, la demanda internacional de cocaína explotó y la coca se mostró como la principal alternativa agrícola.

Aunque estos proyectos comenzaron hace más de 30 años, su huella perdura en el tiempo con la degradación del paisaje y la permanencia de los cultivos ilegales.

Las investigadoras esperan que los resultados, que ya fueron publicados en la revista Bioscience, ayuden a aprender del pasado y a evitar la repetición de errores. Es necesario que los proyectos de desarrollo involucren a las comunidades de la Amazonia para establecer metas explícitas de conservación forestal, desarrollo agrícola y que el plan sea sostenible durante décadas, y no solo en los años de inversión.

foto: El Tiempo

marzo 2017 | 18 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

ciencia & tecnología

Pioneras en Colombia

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales posee una de las bodegas más grandes de datos ambientales del país. Esta contiene información de dominio público a través de su plataforma web. Desde ahí, el usuario puede acceder en tiempo real y conocer aspectos relacionados con el clima. Asimismo, es similar a la del Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), de carácter público/privada, con información satelital que facilita el acceso del usuario.

palabras clave: bodega de datos, gestión del riesgo, cambio climático. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Ciencia& Tecnología

Primera gran bodega de datos del clima en Caldasirina Juliao rossi, Unimedios Manizales

El gigante repositorio, alojado en el ciberespacio, almacena alrededor de 25 millones de apuntes históricos de estaciones meteorológicas e hidrometeorológicas que servirán para analizar la evolución de las variaciones climáticas, además de mitigar y gestionar el riesgo de desastres naturales.

“Las regiones centro-sur y oriente de Caldas son las más afectadas con las intensas lluvias y fuertes vientos que se vienen registrando en los últimos días”. Así infor-man por estos días los medios de comunicación locales sobre los riesgos que afronta el departamento debido a la temporada de lluvias.

Caldas es un territorio vulnerable a los desastres natu-rales. En 2015, por ejemplo, las inundaciones provocaron 223 muertes en la región, según datos del Departamento Nacional de Planeación. Precipitaciones, deslizamientos e inundaciones son algunos de los fenómenos naturales que afectan a los ciudadanos de la zona con más frecuencia.

En el caso de Manizales, vulnerable está en las lluvias, las cuales provocan deslizamientos. Uno de los más re-cientes sucedió en 2011 en el barrio Cervantes donde un alud sepultó catorce viviendas causando la muerte de una treintena de personas. Otros riesgos son las inundaciones de las cuencas y microcuencas, que se pueden convertir en avalanchas.

El profesor Omar Darío Cardona, del Instituto de Es-tudios Ambientales (Idea) de la Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Manizales, afirma que “vivimos en una zona de amenazas naturales como deslizamientos, inundaciones, volcanes y terremotos, fenómenos que se convierten en determinantes del desarrollo de la ciudad”.

En tal sentido, considera que mitigar el riesgo o tratar de evitar pérdidas económicas y sociales es una tarea difí-cil, por lo cual debe existir un trabajo interdisciplinario y articulado de las autoridades para pensar en la seguridad de las comunidades.

Precisamente por esa relevancia en tiempos de cons-tantes variaciones climáticas, el departamento de Caldas puso en marcha la primera bodega de datos de la región, una especie de despensa gigante alojada en el ciberespacio que permite consultar de manera estructurada la infor-mación climática recolectada desde hace cinco décadas.

El Centro de Datos e Indicadores Ambientales de Caldas (Cdiac) es una plataforma en la que se alojan los más de 25 millones de datos recolectados por las redes de esta-ciones meteorológicas, hidrometeorológicas y de calidad del aire. Su diseño estuvo a cargo de ingenieros del Idea de la Sede, junto con la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas).

El profesor Jorge Julián Vélez, del Idea, explica que la bodega de datos facilita la extracción de información rele-vante para prevenir desastres naturales y generar alertas tempranas. Por ejemplo, “es posible conocer en qué época

del año se incrementan las lluvias y, por ende, aumentan los caudales de los ríos Cauca y Chinchiná; asimismo, qué días del invierno aparecen las heladas que podrían afectar los cultivos. Además, dicha información está unificada, es decir que se encuentra en un mismo lugar”.

el tiempo en el clima

La facilidad que ofrece el tratamiento de grandes volúme-nes de información ha permitido que desde hace algunos años la bodega de datos (Data Warehouse) sea una aliada de las actividades empresariales y financieras, pero más recientemente de la meteorología, ya que está conformada por datos provenientes de diversas fuentes.

En el caso de Caldas la herramienta es útil porque la información agrupada corresponde a datos históricos, es decir aquellos en los que la dimensión del tiempo es relevante. Así por ejemplo, sirve para analizar qué tanto ha cambiado el clima en 50 años, o cómo y cuánto llovía antes.

Para construir el Cdiac fue necesario, primero, agrupar toda la información proveniente de las 55 estaciones del departamento. Emilcy Hernández Leal, administradora de sistemas informáticos e integrante del Grupo de Am-bientes Inteligentes Adaptativos (Gaia), menciona que en esta tarea fue necesario realizar un proceso de extracción, transformación y carga (etl, por sus siglas en inglés).

“Con la información compendiada creamos un sistema de almacenamiento integrando todos esos datos dispersos; incluso algunos los encontramos en formato cd, Excel archivos de texto”, sostiene.

Después, los ingenieros aplicaron el esquema “estrella”, un modelo de datos a partir de una tabla de hechos en los que se describen variables como temperatura, caudal, velocidad del viento, presión y precipitación, las cuales son reportadas cada cinco minutos por las estaciones.

“A esa tabla de hechos se le suma la tabla “dimensio-nes”, que indica el factor tiempo, es decir hora, jornada

(mañana/tarde/noche), fecha y año, además de longitud y latitud”, agrega la administradora de sistemas informáticos.

bodega robusta

El procesamiento de los datos empieza desde el momento en que estos llegan a las estaciones de monitoreo, ingresan en tiempo real al software central de recolección y después de un proceso de limpieza se cargan en la plataforma.

“Existen filtros para ‘purificar’ la información porque el sensor de las estaciones puede fallar y arrojar datos erró-neos, como por ejemplo que en el barrio de la Enea –cerca del Aeropuerto La Nubia de Manizales– la temperatura está por encima de los 40 grados, cuando regularmente es inferior. Cuando eso pasa, el sistema elimina ese dato”, indica la integrante del grupo Gaia.

Cuando los datos están ubicados en la bodega son accesibles para ser consultados por entidades como la Unidad de Gestión del Riesgo, las alcaldías, Corpocaldas o la Gobernación.

La profesora Jeannette Zambrano, del Idea, anunció que el proyecto no está finalizado y que, por el contrario, en una siguiente fase se incluirá información acerca de la calidad del agua. El trabajo amerita tomar muestras directas tanto de ríos y quebradas, como del suelo.

“También se prevé incluir datos sísmicos y mapas, lo cual permitirá contar en 2019 con una bodega de datos más robusta que sirva no solo para pronosticar sino para comprender cuál es y cómo ha sido el comportamiento de las variables históricas del clima”, manifiesta la docente.

El trabajo adelantado por la un Sede Manizales evi-dencia el potencial que se puede desarrollar uniendo las capacidades de cada una de las disciplinas, y consiguien-do con esto resultados positivos tanto en la solución informática como con la herramienta para el apoyo al monitoreo ambiental.

Datos recolectados por las redes de estaciones metereológicas, hidrometereológicas y de calidad de aire

Centro de Datos e Indicadores Ambientales de Caldas (CDIAC)

Bodega de datos

1

2

3gráfico: Lina Margarita Otálora Melo/Unimedios

marzo 2017 | 19 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: infraestructura verde, cambio climático, reservas forestales urbanas. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Medioambiente

“La Reserva Van der Hammen protege a los bogotanos del cambio climático”

ángela carolina pérez, Unimedios Bogotá

James Levitt, director del Programa de Innovación para la Conservación de Harvard Forest, Universidad de Harvard, asegura que mitigar el impacto del cambio climático y proteger zonas de reserva ecológica es un objetivo que no tiene reversa y que debe unir a todos los sectores de la sociedad.

En 1634, los Habitantes de la naciente ciudad de Boston convirtieron un terreno de 200 m2 de fauna y flora en una reserva forestal, y donaron un porcen-taje mensual de sus ingresos para la preservación.

Dos siglos después, un grupo de empresarios inversionistas le ofreció a la Alcaldía comprar el te-rreno para desarrollar un proyecto de construcción. Sin embargo, su propuesta no tuvo acogida por los habitantes de la zona –tataranietos de quienes la habían convertido en reserva–, quienes aseguraron que esta no se vendería bajo ninguna circunstancia.

La decisión convirtió al Boston Common en el parque urbano más antiguo de Estados Unidos. En épocas coloniales, sirvió como lugar de reunión, pas-toreo y campo de entrenamiento militar; además, ha sido testigo de sermones, protestas y celebraciones, y ha recibido a visitantes famosos, como el general George Washington, el reverendo Martin Luther King, Jr. y el papa Juan Pablo II.

Por eso, para James Levitt, antropólogo y magís-ter en Gestión Pública y Privada de la Universidad de Yale –una de las más prestigiosas instituciones de educación superior de Estados Unidos y del mundo–, reservas como el Boston Common o la Reserva Fo-restal Thomas van der Hammen cumplen un papel fundamental en la protección de las ciudades contra los embates del cambio climático.

El magíster Levitt estuvo invitado a la confe-rencia “¿Qué viene después de Hábitat III? Hábitat III FollowUp Conference”, realizada en octubre pasado por el Centro de Estudios Sociales de la

Según James Levitt, fomentar programas de investigación en los bosques de las ciudades promovería su protección.

un. Después de reconocer la reserva bogotana y evidenciar la riqueza de flora y fauna que alberga, Levitt destacó la importancia de los espacios fo-restales dentro de las ciudades para salvaguardar la biodiversidad en las urbes.

un Periódico (unp): ¿por qué es importante pro-teger la infraestructura verde, como llama usted a las zonas forestales en las urbes?

James Levitt (J.l.): la Comisión Mundial so-bre la Economía y el Clima ha advertido que en los próximos 15 años se necesitarán 90 trillones de dólares en infraestructura, incluidos energía, telecomunicaciones y transportes. Esto quiere decir que es necesario invertir en la protección de bosques y zonas verdes más del doble de lo que se ha gastado en todo el planeta. Tales recursos debemos obtenerlos de las alianzas financieras.

unp: la idea de desarrollar estrategias para la protección de zonas forestales en las ciudades parece un proyecto ambicioso…

J.l.: y lo es; uno de los aspectos que se debe tener en cuenta al momento de trabajar en conser-vación es que esta implica un trabajo muy grande. Por tanto, no es solo una tarea de los gobiernos, sino que también es necesaria la participación del sector privado, las universidades y, por supuesto, del conjunto de la sociedad.

unp: ¿cómo cree que se puede involucrar al mayor número de actores posibles?

J.l.: con argumentos muy sólidos que les ayuden a tener la certeza de que unidos se conseguirán me-jores resultados. Por ejemplo, en el estado de Maine (región de Nueva Inglaterra en Estados Unidos) está ubicada la reserva Maine Wildlife Park que se une con el océano y no cuenta con construcciones. La propiedad es compartida, y para involucrar a los dueños en acciones de conservación el Estado invertirá en la protección del área siempre y cuando el sector privado no tenga intenciones de erigir allí construcciones para viviendas o empresas, y además si alguna universidad adelanta estudios de fauna y flora del lugar.

unp: ¿de qué manera se pueden obtener los recursos para la conservación?

J.l.: se debe ser muy ingenioso para crear es-trategias que permitan obtener dinero, pues estas

deben motivar a los inversionistas. ¿Y cómo se los cautiva a ellos?, pues diciéndoles que van a tener beneficios. Por ejemplo, el proyecto que lidero en Harvard, con el apoyo del Lincoln Institute of Land Policy, llamado Red Internacional de Conser-vación de Bosques, consiste en compartir técnicas financieras entre los países; así, ideas que surgen en Europa las llevamos a Chile, o de Australia a Estados Unidos.

unp: además de Maine, ¿qué otras experiencias de conservación conjunta conoce?

J.l.: en Chile una familia compró un terreno de 400 hectáreas (más o menos la extensión del Parque Metropolitano Simón Bolívar de Bogotá) con el objetivo de dárselo al Estado para que rea-lice actividades de conservación. Gracias a esta iniciativa, el Gobierno de ese país le ha dado vida a la Ruta de los Parques de Chile.

unp: usted ha mencionado actores importantes de la sociedad como gobiernos y empresarios, pero ¿cómo involucrar a la sociedad civil en la conservación de los bosques?

J.l.: es importante que todos comprendamos que la conservación de la naturaleza es interdiscipli-naria. La información científica, los datos sociales o los argumentos religiosos nutren la percepción de las personas, lo cual es muy importante para conseguir que la gente sea sensible con la reali-dad de los espacios que se quieren proteger. Así mismo, durante los últimos años la tecnología se ha convertido en una aliada de la conservación de zonas forestales. Por ejemplo, ahora las imágenes satelitales permiten tener un censo de vegetación en Norteamérica.

unp: como ya sabe, en Bogotá se tiene un ejem-plo de conservación ambiental en la Reserva Fo-restal Thomas van der Hammen.

J.l.: es un hermoso pedazo de tierra que necesita ser protegida. Sé que existen estudios que evidencian la importancia de esta zona para las especies que la habitan; además es indudable que es un espacio que une a los ciudadanos con la naturaleza, pero quizá lo más importante es que su conservación protegerá a la ciudad de la crudeza del cambio climático, por ejemplo evitando inundaciones. Así mismo es un lugar que representa la riqueza de la biodiversidad en una ciudad tan cambiante como Bogotá, y es tarea de todos salvaguardarla del concreto.

unp: durante el conversatorio en la un, Michael Cohen, director del Observatorio de América La-tina de The New School, dijo que los acuerdos de Hábitat III alcanzados en Ecuador solo quedan en papel, ¿usted qué opina?

J.l.: el punto relevante es que ante la necesidad de fortalecer la infraestructura verde no tenemos otra opción, porque el cambio climático es inmi-nente y estas áreas son más que necesarias para responder a la crisis. Las personas suelen olvidar el camino que se ha recorrido: hasta hace 150 años no había parques nacionales ni zonas protegidas, pero en la actualidad se tienen billones de hec-táreas de áreas destinadas a la conservación del medioambiente en todo el mundo. El reto es seguir trabajando por la conservación de los bosques en las ciudades para garantizar un mejor porvenir para las futuras generaciones.

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

marzo 2017 | 20 Periódico – N.º 207 – Universidad Nacional de Colombia

Artes& Culturas

Noche herida, documental sobre la herencia del conflictoManuel ruiz Montealegre, profesor, Escuela de Cine y TelevisiónUniversidad Nacional de Colombia

La película, realizada por cineastas de la Universidad Nacional de Colombia (un), relata la cotidianidad de una mujer campesina y desplazada que vive en Ciudad Bolívar. La cinta, ganadora del premio a la mejor película colombiana en el Festival Internacional de Cine de Cartagena 2016, se estrena este 30 de marzo en Bogotá, Medellín y Cali.

Noche herida es la última parte de la trilogía Campo hablado (En lo escondido, 2007 y Los abrazos del río, 2010), en la que se reflexiona sobre la capa-cidad que tienen las víctimas del conflicto armado para contrarrestar los efectos de la violencia por medio de la cultura, la religión, la memoria y la tradición oral.

Blanca Ligia Rodríguez, la protagonista del filme, forma parte de los siete millones de personas des-plazadas por la violencia que abandonó su tierra en Antioquia, a principios de la década del 2000. Después de la muerte de su hija, ella es quien asume la crianza de sus tres nietos, de entre 10 y 14 años.

La cinta documental, dirigida por Nicolás Rincón Gille, economista de la un, muestra cómo la abuela se apoya en la fuerza de las tradiciones y de sus profundas convicciones para lograr que sus nietos no abandonen los estudios y puedan superar la adversidad evitando repetir los ciclos de violencia que los han afectado.

En Noche herida, la lucha de esta mujer por el presente y el futuro de los suyos se convierte en un poderoso ejemplo de entereza y convicción. La película revela un nuevo punto de vista para abordar la temática de la violencia, el desplazamiento y el conflicto armado, pero también se refiere al amor y a la increíble capacidad de esta familia para sobre-ponerse a las adversidades que hallan en una ciudad que les da la espalda.

De igual manera, casi siem-pre muestra un espacio muy íntimo, aunque los relatos de los personajes le permiten al espectador conocer lo que su-cede afuera o ha sucedido en el pasado. Aún sin imágenes de la violencia que sufrió la familia antes de ser desplaza-da, sí es explícito el efecto que esta produjo en sus miembros.

el cine y la investigación social

El documental se elaboró a partir de una investigación so-bre las temáticas que aborda, en la que su director utilizó metodologías propias de la historia y la antropología. Así, Noche herida es el resul-tado de la observación de la vida cotidiana de esa familia. No hay entrevistas en las que los personajes cuenten cómo ha sido su vida ni qué piensan de sus condiciones actuales. Es

palabras clave: Noche herida, cine colombiano, conflicto armado. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Noche herida es una producción colombo-belga de 87 minutos que ha tenido reconocimientos en Francia, Eslovenia, Argentina y Bélgica.

La película revela un nuevo punto de vista para abordar la temática de la violencia, el desplazamiento y el conflicto armado.

por medio de sus conversaciones, su gestualidad y su relación con el espacio que habitan, que el espec-tador va configurando un escenario tan particular como representativo de la sociedad colombiana.

Aunque habitualmente el cine se ha relaciona-do con el arte, la cultura y el entretenimiento, los avances tecnológicos y la consabida importancia de los medios digitales (como uno de los principales mecanismos de difusión actuales) han incidido en la utilización del audiovisual como herramienta cada vez más recurrente para difundir los resultados de investigaciones en ciencias sociales.

No en vano, instituciones como Colciencias exigen ahora entre sus resultados un producto audiovisual, lo mismo que el Centro Nacional de Memoria Histórica, que también ha inclui-do entre sus objetivos la producción y el uso de audiovisuales, como por ejemplo la Caja viajera de memoria histórica, una serie de documentales que dan cuenta de sendas investigaciones realizadas en Bojayá (Chocó), El Salado y Mampuján (Bolívar), San Carlos (Antioquia), El Placer (Putumayo) y Trujillo (Valle del Cauca).

Sin embargo, si bien muchos de estos productos son útiles e innovadores, la falta de apropiación de las técnicas y los aspectos narrativos del lenguaje cinematográfico conlleva a que las piezas audiovisuales no so-brepasen su objetivo informativo.

Por eso es pertinente desarro-llar la relación entre las ciencias sociales y el cine, con el fin de ahondar en el mutuo beneficio entre la coherencia y pertinencia de las investigaciones sociales, y la emotividad y sensibilidad que puede llegar a generar el cine entre los espectadores.

cine y educación

El estreno de Noche herida en las salas de cine comerciales no es un hecho menor en el actual contexto de la industria cinematográfica colombiana, especialmente si se tiene en cuenta que esta se en-

cuentra marcada por los intereses económicos de las grandes empresas distribuidoras y exhibidoras.

Por medio de la Ley de Cine el Gobierno ha preten-dido impulsar el desarrollo de la industria cinemato-gráfica nacional, pero su enfoque está determinado por los aspectos comerciales, que desconocen el valor y el sentido educativo que puede tener este arte.

Con base en las temáticas que aborda Noche heri-da, sus productores quieren desarrollar un modelo de promoción y distribución de la cinta en alianza con diversos actores institucionales con el ánimo tanto de utilizar el cine como medio para articular el entretenimiento y la educación, como de generar nuevos espacios de reflexión y sensibilización sobre el futuro de nuestra sociedad en el actual contexto de paz en Colombia. De hecho, el filme está relacionado con aspectos como la equidad y la inclusión social, y hace hincapié en la educación como un aspecto fundamental para el desarrollo y fortalecimiento de la sociedad.