# La Mala Rodríguez, uno de los icónos del flamenco fusión.

RAP & FLAMANCOFLAMENCO y RAP

El RAP y el Flamenco son considerados por la mayoría de los públicos generalistas como estilos antagónicos y maneras de vivir la vida contrapuestas. Nada más lejos de la realidad. La música ya de por sí es universal y raíz de manifestaciones como la escritura, por lo que toda manifestación musical, ya de por si tiene nexos de unión entre ellas. Este pilar de la cultura, la música, se entreteje con especial interés en estos dos estilos sonoros y culturales de saber almacenado. Es tal la carga simbólica compartida que contienen ambos géneros que un estudio en profundidad llegaría a ser abrumador, aunque no por ello menos apasionante. Sin demasiados problemas podemos percibir ritmos orientales , percusiones africanas, o ritmos contemporáneos en ellas.

Es llamativa la penetración cultural que está viviendo el RAP en la cultura andaluza, quizás más, si cabe, que en grandes urbes como Madrid y Barcelona. Lo que es indudable, es que el fenómeno de absorción de este movimiento cultural además de musical, está sufriendo una fusión con el legado social andaluz, lo que favorece una corriente o estilo propio de potente personalidad e inconfundible sonoridad e iconografía. A su vez, el Flamenco, antaño no tan valorado, está en un momento

de reconocimiento sin precedentes. Esto no quiere decir que nos hallemos en una cumbre artística, pues con genios siempre ha contado. Esta manera de pensar, sentir y creer esta cultura, es por fin reconocida por lo que es, como así lo atestigua la UNESCO al designarlo como “Patrimonio inmaterial de la Humanidad” en pasado 16 de noviembre de 2010, mérito más que merecido por su carga simbólica en constante desarrollo y aporte.

Así pues, el presente estudio, sin querer pecar de pretencioso ni intentarlo, afrontará el fenómeno del Flamenco y del RAP desde una perspectiva cultural y antropológica densa. Se podrían llenar varios volúmenes sobre el tema sin lograr abarcarlo, pero extraeremos lo más significativo y evidente, que no por ello menos apasionante o relevante. Quizás esta perspectiva desde la distancia nos permita con datos de interés que de otra manera no serían deducibles. Buscaremos en lo “invisible”, en la memoria más profunda, en el sentimiento y en las imágenes. Es mencionable que sin renunciar a ello, afrontaremos el Flamenco desde una visión universal sin denominarla música gitana, pues va mucho más allá y es lejos de esa linde donde se topa con el RAP en toda su carga expresiva.

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Como el lector podrá observar, el marco espacial del presente estudio quedará fijado en el entorno Andaluz, tanto por proximidad al propio estudio como por su interés y riqueza propios. Pese al fenómeno de la globalización , donde compartimos conocimientos, productos, los capitales viajan a sus anchas a lo largo del globo y las comunicaciones son instantáneas y permanentes, el RAP y el Flamenco , dentro de su viaje nómada, se cruzan en Andalucía enriqueciéndose entre ambos sobre manera. Hay quién habla del RAP Gitano, y al revés, quien menciona el RAP “Cani”. Lo que es indudable que ambas manifestaciones han visto abiertas nuevas puertas creativas y culturales reflejadas la una en la otra. Es mencionable que la música siempre ha sido una viajera que no entendía de fronteras ni de vallas limítrofes.

Tomemos una referencia de Bajtin que nos aclara nuestra aproximación al estudio de la cultura popular:

“El espacio propio de la Cultura popular es la plaza pública, espacio no segmentado de expresión pública. El lenguaje propio de este espacio es ambiguo y reta y parodia a lo prohibido, serio y a la Autoridad. El tiempo fuerte de este espacio y lenguaje es el Carnaval, paroxismo del lenguaje de la plaza, externalización del cuerpo-pueblo y su humor considerado grotesco, obsceno y blasfemo por la Cultura culta y oficial. La risa es oposición o reto a lo serio oficial, y su gobierno en este tiempo fuerte supone la victoria sobre

el miedo. La máscara es la negación de la identidad como univocidad. Volteamiento de la jerarquía, engaño a la autoridad (Bajtín en Martín-Barbero 1987

Es curioso el fenómeno de autoría en ambas culturas. El Flamenco y el RAP son en multitud de ocasiones arte de la calle, de la posada, del barrio. Cualquier joven puede ponerse a improvisar en cualquier plaza a modo de platea sin dejar su impronta personal en ello, permaneciendo tan sólo en el imaginario

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# Los jóvenes sevillanos de SFDK.

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colectivo de la audiencia. El anonimato masivo no es algo despectivo mi mal visto, siempre y cuando los amigos, la pandilla sean consciente del acto social. No por ello se tiene menos cultura flamenca o se es peor rapero, pues flamenco y rap permiten el arte y reconocimiento lejos del academicismo que son imprescindibles en la ópera o en ballet -por poner un ejemplo-, artes quizás, mas exquisitos. La improvisación y el anonimato son elemento imprescindible muchas ocasiones para entender de manera verdadera, como una performance. Lejos de discusiones de este índole, desconocidos o ignorados el copyright o el copyleft, el RAP y el Flamenco campan a sus anchas y se expanden por medio de las redes sociales como altavoces de los pequeños autores y artistas que lo impulsan. El fenómeno de Youtube, Facebook o Tuenti están siendo el mejor catalizador imaginable para estas músicas, pudiendo ser la nueva plaza de la que nos habla Bajtín.

Durante el desarrollo de este estudio nos topamos con el siguiente texto de una gaceta universitaria que no hace más que confirmar y reforzar esta hipótesis:“Hay que en cuenta que muchas de las producciones culturales nacen ya muertas y son Cultura desde su misma raíz: no están hechas más que para producir Dinero y sólo sirven para disimular el aburrimiento profundo de quien las compra. Pero otras tienen la desgracia de volverse Cultura, como el flamenco o el rap, que arrancados de la voz de sus comunidades viven hoy condenados a girar en el mp3 del habitual consumidor de Cultura y de contenedores electrónicos para su almacena- miento o, lo que es peor, a ser trasplantadlos a otras culturas en forma de Academia de flamenco, para acabar casi tan mal como el balet o la ópera” - Meoisto, Gaceta Literaria Universitaria, octubre 2008-

# Artistas como el Langui son un ejemplo para los seguidores del RAP Gitano

Es curioso la dualidad que hay entre música de culto y venta de masas. Cuanto más masiva es la venta de una música y grupo cultural, más autoridad pierde este, pues cierto es que tarde o temprano la cultura se pliega al marketing, y en cierto estadio son sinónimos. El Rap y el Flamenco, ya sea influenciados entre sí ofusionados, se encuentran actualmente en esta disyuntiva. Cuentan con suficiente público para que las grandes discográficas o cadenas televisivas de música se hayan fijado en ellas con avidez como un nuevo producto cultural de venta. Pese a ello, ambas cuentan con capacidad de regeneración siendo los jóvenes y nuevos talentos quienes llevan la voz cantante, lejos de los circulos más comerciales. El RAP y el Flamenco se escuchan alejados de los circulos más comerciales salvo en los festivales musicales. Grupos con La Excepción, ganador del Europe Music Awards de la MTV en 2006, aunque con mayores ventas y reconocimiento, no renuncian a sus raíces, como se manifiesta en la figura de “El Langui” que es un ejemplo de conducta y superación en su comunidad manifestada a través del RAP y su fusión flamenca. Como nos comenta el profesor Antonio Méndez de la Universad de Valencia, el la Revista Cuadernos Gitanos (-nº3-), “igual que el flamenco no pertenece a una comunidad o a otras” (Cobo 2007), sino que, a partir de la experiencia gitana del sufrimiento y la alegría, se nutre de los cruces más peligrosos, así el hip-hop puede estar viviéndose como un espacio no exclusivista o esencialista (cultura

de negros no de blancos, cultura de jóvenes no de adultos, cultura de chicos no de chicas, cultura suburbana no urbana...), si no como un espacio de inclusión, de apertura, como un espaciamiento en las formas de vida sin aire propias de nuestro mundo de hoy”. Aquí confirmamos nuestra hipótesis sobre la unión de RAP y Flamenco como nexo de fuerza integrativa frente a lo global y corporativo. Esto

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# En enventos como la Bienal de Flamenco se puede ver la influencia del RAP en el flamenco

que se aleja de la improvisación es lo que denominamos Espectáculo, lo cual no debe ser entendido de manera despectiva, sino no participativa. Eventos como la Bienal de de Flamenco de Sevilla, nos permiten vislumbrar el crecimiento e influencia del RAP y el Flamenco, donde cada vez está fusión ocupa más espacio del cartel oficial. Este tipo de manifestaciones mercadotécnicas y culturales, pese a no poder negar su naturaleza contribuyen a la inserción y adaptación de nuevos elementos culturales e icónicos en la sociedad. La difusión por conciertos, festivales, televisón radio o cualquier otro medio suponen la subordinación de la performance al canal

No obstante, existe otra manera de “enlatar” la performance qe es mediante la autoproducción conseguida con los nuevos medios digitales. Esto aleja momentaneamente la cultura de los canales habituales más cercanos a la estructura de la información. Otros como la grabación mediante móviles por cualquiera que pase permite captar parte de la performance aunque no toda ni mucho menos. Además pueden crearse subperformance mediante la circulación del material por las ya citadas redes sociales, que permiten revivir de manera diferente dicha explosón de memoría colectiva.

Otra muestra de la personalidad intrínseca e innegable en el RAP y en el Flamenco está en ese idioma propio del que gozan ambos movimientos culturales, que en el caso del cante gitano se pierden sus origenes en lo más remoto

de los tiempos, pudiendo encontrar dejes y vovablos en el idiona indú. Las palabras propias fluyen con facilidad en las estructuras propias del RAP y Flamenco que encajan con sorprende precisoón y belleza. Los ritmos prefijados u ocultos pero presentes, facilitan tanto la creación metidada como la improvisación más fresca y vital. Además, las tematicas en las dos culturas son en extremo variado, aunque recurren a los temas universales, amor, odio, pasión, ruptura, familia, clan, barrio... los frames y marcos se superponen para formar un todo.

El RAP y el Flamanco son manifestaciones para y por la comunidad, su práctica no retroalimentativa puede resultar atractiva pero no trascendente. Ferias y tablaos, corros de improvisación y demás foros de unión cultural es donde verdarmente podemos vislumbrar toda la fuerza cultural, ya sea por su verso, música baile o fusión. Es en esta unión colectiva de puertas para fuera donde encontramos la verdadera performance del RAP y del Flamenco y donde entedemos el porqué se adaptan de manera simbionte y explotan en Andalucía como el pocos otros sitios. Nos dan una interacción cultural que es difícil igualar con otras tendencias culturales o musicales. No podemos olvidad que estamos en la cultura de la hibridación donde los generos están callendo y todo se fusiona entreteje o une, creando en ocasiones quimeras de dificil comprensión, al menos en una fase inicial, aunque no es el caso RAP-Flamenco.

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La performance RAP-Flamenco se da en su estado puro lejos de auditorios y festivales, aunque estos últimos cuentan con puntos de improvisación o las conocidas como peleas de gallos en el caso del RAP. La autentica improvisación y recurrir a la memoria colectiva más arraigada se da en el denominado mundo suburbano. Plazas llenas de graffitis, rampas de skate, zona de esparcimiento juvenil o las alamedas de las ciudades. Lejos del efecto de dominación/apropiación, el Flamenco y el Hip Hop en todas sus vertientes sobrevive sin miedos ni tapujos en las zonas obreras de las ciudades. La resistencia/impugnación/reapropiación se da constantemente y se acelera con el fluir de

videos, temas y fotos que pululan por la web subidos con los propios móviles con los que se captura el momento. Es curioso mencionar que es tal el nivel de grabaciones que se produce todos los día que muchos videos del género colgados en la red permiten darnos cuenta que los propios cantantes, coreógrafos o públicos ignoran los mismos.

Una cualidad peculiar del RAP es la transmisión de la cultura sin recurrir por los caminos habituales. Muchos temas de las canciones se alejan de estereotipos temáticos comerciales como el amor o el abandono para contarnos historias de bajos fondos, drogas, malos tratos y demás usando idénticas técnicas que en el cuento para educar al receptor en la manera de solucionar el problema o en como no caer en él. Una música a priori marginal se articula como elemento pedagógico y mediador de la cohesión social dentro de esa suburbe. También podemos ver críticas contra la autoridad imperante, que es criticada por la música del DJ, del cantante, por el uso de graffitis como marcas de guerra y de bailes imposibles similares a danzas tribales de guerra de algunas culturas. Por ejemplo, la capoira era un baile usado por los esclavos para entrenar artes marciales africanas sin que el señor se percatase de la hecho. Pues bien, este movimiento tiene cierta influencia pues el breack dance proviene de la comunidad negra norteamericana. Existen pues vestigios de interconexión, aunque ahora esta música y baile une a jóvenes, y es sólo violencia y ritmo visual.

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# RAP y Flamenco se unen también en lo gráfico

El baile flamenco y por poner un ejemplo existe un género que es un “recitao”, o jaleos. Una bailaora sale a echarse una “patá” o a bailar por alegrías o por bulerías, y esta es acompañada por las bailaoras que están sentadas con gritos y demás ritmos. Esto también se da de manera constante en el breack dance y bailes de RAP.

De nuevo nos topamos con la citada improvisación y performance entre ambos movimientos musicales y culturales.

El RAP y el Flamenco en su vertiente bailada, se caracterizan por la pasión y fuerza de movimientos y gestos, lejos del ballet clásico. Más cercano a lo popular, es más, saliendo de ello, la academia no encaja con estas maneras de ver la vida-cultura.

Es curioso mencionar que tanto Flamenco como RAP salen de culturas marginales, perseguidas o dadas de lado hasta no hace demasiado, como son el mundo gitano y la sociedad afroamericana. Esta exclusión social a dado lugar al desarrollo de una gestualidad y modos culturales propios para el RAP y el Flamenco que no podíamos pasar por alto en nuestra “descripción densa” como diría Ryle. Estos modos han ido más allá, contando con una potente simbología trasmitida a modo de indumentaria, abalorios y demás muestras visuales y sonoras, pomo podrían ser los tatuajes o palmas

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# Los orígenes artísticos de Shica vienen del baile flamenco.

Así pues, y continuando con nuestro estudio antropológico, el flamenco y el RAP comparten que ambos fueron expulsados del status quo de la música en su momento, por lo que tuvieron que construir una cosmología propia. Esto la hermana, como mencionamos, a las denominadas músicas del pueblo. Sufrimiento y alegría se unan en estas dos culturas por igual, entretejiendo su esencia de nuevo. Pero la música el arte y la cultura son universales, por lo que acaban desbordando tarde o temprano como se está demostrando en la actualidad. Flamenco y RAP, RAP y Flamenco, ya sean por separado, ya sean uno, se derraman en la actualidad a lo largo del globo sin perder por ello un ápice de su bagaje cultural o simbólico, enriqueciendo otras culturas y siendo enriquecidos. Esto ha sido así desde los orígenes de la música y la cultura, pero ahora se puede percibir con una intensidad sin precedentes. Estas tendencias están siendo asimiladas por la denominada Cultura Hegemónica, pero el constante flujo simbólico y cultural que aportan las nuevas

generaciones impiden su total absorción. Este fenómeno se está dando más que nunca, tanto en este colectivo como en otros gracias la multiplicidad de canales fuera del sistema económico tradicional. Y digo tradicional, pues los nuevos medios también pertenecen al poder económico aunque no son todavía conscientes de como sacarle el máximo rendimiento económico y de control. Los nuevos sistemas de comunicación intercultural procedentes de la cibercultura se dan tan velozmente que la estructura económica por una vez se demuestra menos evolutiva que la cultural. Las nuevas generaciones, incluidas las objeto de este estudio, tienen la fuerza capacidad y medios para hacer y participar en la cultura como nunca antes se había podido dar.

Pablo Martín RamallalMaster en Comunicación y Cultura

Facultad de ComunicaciónFebrero de 2011

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