Antropología e Historia: diálogo intergenérico - CORE · sea a la vez Antropología e Historia?...

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Antropología e Historia: diálogo intergenérico CARMELO LISóN TOLOSANA El poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; el historiador las ha de escribií-, no como debían scm, sino como fueron, sin afla(li¡ ni quitar a la verdad cosa alguna... A lo que yo imagino —dijo clon Quijote— no hay historia humana en el inundo qtie mio ten go sus rltibaj OS... CERvANTES En repetidas ocasiones he rebasado, con cierto temor, las borrosas fronte- ras de la Antropología social aventurándorne en rcmszias por el ancho campo de la Historia; el botín obtenido en esta expansión analítica me confirmaba, cada vez, que era precisamente la profundidad temporal del problema investi- gado la que me proporcionaba la descripción caracterizadora adecuada y el punto de vista interpretativo estratégico 2 El material etnográfico recogido personalmente en investigación directa me incitaba con frecuencia a historiar- lo, natural mente desde una perspectiva cultural. Pero ¿es interpretativamente rentable hibridar la Antropología con la historia para obtener un cruce que sea a la vez Antropología e Historia? Es, sin duda, difícil alcanzar un doble enfoque pertinente y en la misma prolundidad. La Antropología no es Historia ni la Historia Antropología a pesar de su contigílidad epistemológica, aunque no hay tina única manera de etnografiar ni un solo modo de- hacer Me retiro a Ijc’Im,moote de (es> C?obcmf (ej-o> Amrshm-mm~so¡ot~~- cm¡tel Uiao,-~- 0? 202 Am-o 7omrese commmmtmiomiii~-. eriieióo dc l’rioeetomi Universiiv Press. 1983 Amr2m-opoIor~um r:iiIemj,-cm¡ dc: (limIír-ict, AL~l, vatios ediciones: Lcr I:s/mctmum mmsc-jjhmI. vol. 1, .-\kal. 199(1; Jirdiridimo, est,-ocm,,m-’m Y c:m-ccmiír-í¿lad. Akal. i992; Aatr-opologíu Soc:¡cH: ,-¿fh:xhsm,c-x ím?&mrIo;I,r/ex. GiS. 956: 1-sc:- ¡o-m4cms e;? (cm historio ele Espades, Temmss de 1-lay. (992 ~- les imrremge-;¡ riel me3j Asss?mtmi. 199k Re;’ ¿sic? cíe A otmcs¡>cilog(cm Socio!, mt - 5. Ser y e lo dc Fablic ac icm nc s - U UNl, 1 996

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Antropologíae Historia:diálogo intergenérico

CARMELO LISóN TOLOSANA

El poetapuedecontaro cantarlas cosas,no comofueron,sino comodebíanser; el historiadorlas hadeescribií-, no como debíanscm, sino como fueron,sinafla(li¡ ni quitara la verdadcosaalguna...A loqueyoimagino—dijo clon Quijote—no hayhistoriahumanaen el inundoqtie mio tengo susrltibajOS...

CERvANTES

En repetidasocasioneshe rebasado,con cierto temor, las borrosasfronte-

ras de la Antropologíasocial aventurándorneen rcmsziaspor el anchocampode la Historia; el botín obtenido en estaexpansiónanalíticame confirmaba,cadavez, queeraprecisamentela profundidadtemporaldel problemainvesti-gado la que me proporcionabala descripcióncaracterizadoraadecuaday elpunto de vista interpretativoestratégico2 El material etnográficorecogidopersonalmenteen investigacióndirectame incitabacon frecuenciaa historiar-lo, naturalmente desdeunaperspectivacultural. Pero ¿esinterpretativamente

rentablehibridar la Antropologíacon la historia para obtenerun crucequeseaa la vez Antropologíae Historia?Es, sin duda,difícil alcanzarun dobleenfoque pertinentey en la misma prolundidad.La Antropología no esHistoria ni la Historia Antropologíaa pesarde su contigílidadepistemológica,

aunqueno hay tina única manerade etnografiarni un solo modo de- hacer

Me retiro a Ijc’Im,moote de (es> C?obcmf (ej-o> Amrshm-mm~so¡ot~~- cm¡tel Uiao,-~- 0? 202 Am-o7omrese commmmtmiomiii~-.

eriieióo dc l’rioeetomi Universiiv Press. 1983 Amr2m-opoIor~um r:iiIemj,-cm¡ dc: (limIír-ict, AL~l, vatios ediciones: LcrI:s/mctmum mmsc-jjhmI. vol. 1, .-\kal. 199(1; Jirdiridimo, est,-ocm,,m-’m Y c:m-ccmiír-í¿lad. Akal. i992; Aatr-opologíu Soc:¡cH:,-¿fh:xhsm,c-x ím?&mrIo;I,r/ex. GiS. 956: 1-sc:- ¡o-m4cms e;? (cm historio ele Espades, Temmss de 1-lay. (992 ~- les imrremge-;¡riel me3j Asss?mtmi. 199k

Re;’¿sic? cíe A otmcs¡>cilog(cm Socio!, mt - 5. Ser y e lo dc Fablic ac icm ncs - U UNl, 1 996

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historia, ambasdisciplinaspresentanalgunasdiferenciasnuclearesen cuantoa métodoy enfoqueformal. Hay unacierta tensiónentrela etnografíavividay la etnografíadocumentada.Lo que no quiere decirque recabeterritorioespecialpal-ala Antropología: las fronterassonporosasy, más importante, las

celebracionesinterparroquiales.Campo tan amplio tiene que venir forzosamenteparceladoen las líneas

que siguen que no pretenden,en modoalguno, ser ni tratar de Antropologíade la histoíia,ni de Etnohistoria,o de aculturacióno difusionismo y ni siquie-ra de la historia de las formasde la cultuia en su estructuradinámicao dehis-toria social, cultural o de costumbres.Mi cometido es mucho más simple ymodesto:sugerir cómo empujadosy avaladospor la prolongadaexpe¡-ienciaetnográficapersonal,jo sfra, podemosventajosamente,escudriñaraspectosdel pasadocon lupa ant¡opológica.¿Porqué?La respuestaviene enmarcadaen esteensayoexperimentalen el que voy a tratarde ver quésepuededescu-brir sobreel tema al hilo de la narraciónde vivenciasetnográficasya sidas,pero repetiblescadavezquehacemostrabajode campo.

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En 1954 me sorprendióun texto breve que por casualidadleí sobrela

santa compaña.¿Setrataba—pensé—-— de una creacióncultural gallegaoformabaparteesadescripcióndel significadoerrantede esta¡ihigucmo esta-rica? Apunté unasbrevesnotas en un fichero, hoy ya antañón,y me olvidédel tema.Mi sorpresafue muchomayorcuandoen 1963 un lugareñogalle-

go, todavíaatemorizado,inc contó cómo la noche anteriorse habíaencon-tradode golpe con asda noite. ——¿Conqué?,le preguntéinquiridor. —‘Conla compana’, me contestó.Al pasarpor el recodode “o fradiflo” oyó acer-carseun rumor comode rezos;prestóatenciónsobresaltadoy vio pasara suvera a la compaña;aún tuvo que apartarseun poco para dejarlesel caminolibre. E¡an los muertos de la parroquia que acababande salir, al caer las

doce en punto de la noche, del cementeriopróximo. El cortejo fúnebre sedirigía con sus débiles luces nocturnasa la casade un vecino que iba amorir, etc. Inmediatamenteme convertíen una máquinade preguntas,algu-nas de las cualesprovocaron,por mi ineptitud y desconocimiento,sonorascarcajadas.Pude,por otra parte, comprobarque los participantesen la con-versacioncreían el testimoniodel vidente.La inesperadanarraciónno sólome hizo vivir la experienciade la diferencia,sino que,a travésde unaparti-cularidadexcepcionalmentesugerente,me introdtmjo en un áreade imaemna-

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ción y significado, o en otras palabras,en una particular ontología de losobrenatural.Este efecto-sorpresaes propio, como todos sabemos,del tra-

bajo de campoantropológico.Durantedos añosanduve,en romerajeetnográfico,por aldeasgallegas

esforzándomeen recogermaterialprimario para poderelucidardespuésestaforma de discursometafísicocultural. Recopilécasi 300 casosconcretosydetallados,97 de los cualesme fueron contadosen propia voz, por el mismovisionario en persona.No hacefalta subrayarel valor extraordinariode estos

visionariosen cuantoagentesdeinteligibilidad del problema.Con el pasodeltiempo y debido a mi continuoperegrinajeregionallleguéa acumularmás de30 denominacioneslocalesdiferentesdel fenómeno,riquezaléxica queen suenergíareveladorame ha permitidocategorizarun conjunto de modalidadesdiferentessignificativasen el interior de un camposemántico-evolutivo,guia-do por un conceptoregulador.Estaprecisión informativa refleja una pluralespecificidadgeográfica,o mejor,unavariedadcultural narrativaheterofónicaqueme indujo a historiarel conceptocon métodoregresivoparaverificarsi laheterologiaactualteníaraícesespecíficasen el pasado.La riquezadel presen-te me llevó a comprobarprimerola existenciade algunosmotivos permanen-tes y tenacesy, segundo,la pobrezahistórico-documental,en términoscomparativos,en relaciónal tema.

Y aquíentramosde lleno no sólo en el núcleo de esteensayo,sino en elcentrode gravedaddela Antropologíasocial.El trabajode campoetnográficoasumepresenciaprolongaday, por tanto,experienciapersonal,estoes,sensa-cionesy vivenciasde vario tipo, intensaobservaciónminuciosa,activaparti-cipacióny anotaciónobjetivaesmeradapor partedel investigador.Desdeestaetnográficabase,esto es, desdela experienciavivida en presente,estaremos——asumimostambién—— en inmejorablescondicionesparaconjurar histórica-

mente,en plenitud, la gestacióny avataresdel presentecultural que conoce-mos en su polisémicarealidad; el estar allí cuandolas cosassuceden,elpresenciaren su complejidad circunstancialy contingenciasignificadoracómo la historia se hace,nos puedeproveerde todo un carcajde preguntas

afiladasdesdelas queleerel pasadodocumental.La densidaddela vida ajenavivida personalmentey en su particularidadcomunitaria,la múltiple exhibi-

ción antenuestrosojos y oídos de lo específico,problemático,cambianteyconflictivo, los sucesosconcretosquepresenciamos,los individuoscon nom-bre propio que nos hablan, la evidenciaverbal, las posturas,gestosy ritos ydemásactosexpresivos,el espacioy tiempo convivenciales,etc., se transfor-man en otros tantospenetra/laqueoperancomoeficacesretossensorialesquevehiculanmúltiples pensamientosquea su vezrequierenun conocimientode

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causay un perfil histórico parasumejor intelección.Más aún: el péndulocul-tural quenos lleva del presentea los pasadospuederevelarnuevasdimensio-nes inesperadasen el procesocomparativode un fenómenoque cambiaparcial o considerablementede significado en su recorrido plurisecular.Fascinaconstatarcómo la compañano es en origen unacreacióngallegasinoun mito germánicoque temporalmentese va revistiendo de distinto ropaje

ecológico-culturalhastaproducir la explosión actualde significado.De estamaneralas diferentesnarracionesactualesseenriquecenpor suhistoricidadyextensióny se definenen su especificidadactual distintiva; sin aquéllanopodemosalcanzarésta.

Este presentismoo efecto-presenciahacequeestemosy actuemosen losmismosescenariosy con los mismosactoresque protagonizanel dramadelhumanovivir, lo quenos zambullebruscamenteen la realidaddel mundofác-

tico y nos acercaa la Ding-auz-sichen tanto en cuantoes posible, a lo queU. Jamesdefinecorno dic r¿gh.t real duing, al hechoo sucesoen su significa-

doraobjetividad. A su vez, estesenseoffact o mejor, efecto-realidaden elque vivimos y nos movemosreclamareposarcon atenemonnuestramirada

etnográficaen el modode existenciade los fenómenosculturales,en su natu-ralezaintrínseca,contextualizaciónestmctural,color local, timbre y clima

específicos.Ahorabien, no nos detenemosaquí; ciertamentequelos fenóme-nos socio-culturalesse nos presentanen el trabajo de campo primero comorealidadesqueno podemosdejarde reconocerdealgunamanera,anteso des-pués,de una u otra formaporquese nos exhibenen su carácterde presenciaostensiva,pero a la vezevidenciany subrayan,en segundolugar, el aspecto!ntencional de las cosas,todo aquello que tiene su ser cmi el representarse

(ceremonias,fiestasy ritos en cuantoDenkformen),todoun universomentalde naturalezamitico-místicay de formassimbólicas.

Esteúltimo vienehipostatizado,y por tanto reificadoen polifónico diálo-

go hakhtineano,esto es. el mantenidocon numerososinformantes,conoce-doresunos, ignorantesotros,discutidores,videntes,habladoresquevibran en

la palabra activa de la narraciónen primera personaautorial, formulaciónrealistaque al describir la propia experienciaobjetiva la subjetividad, hacevivir a los oyentessu tiempo,espacioy submundoy les incita a identificarsecon él. Curiosamente,descripciónen su formulación etimológicaEK~9UOl

significa hacerpúblico algo, dejar salir o escaparsecretos.El diálogo en lavariedad y riqueza de perspectivasque ofrecees el modo de penetraciónindispensabledel etnógrafo,un instrumentode exploracióndel queno puedeprescindir;el testimonio inmediato, plausible, consistente,contrastanteymúltiple es fuentede conocimientoantropológico.En el diálogo con infor-

A mmtm-e)poIergíei e Histomier: diréesgo imz¡emgemr ém-i ces 167

mantessondeamosen profundidad,exploramoshorizontes,dudamos,bifur-camosnuestrossenderosinquiridores y oímos con atencióna nuestrosinter-locutoresque pausadamentedesgranansu apreciación de situaciones,

problemase institucionesy nosconfíansus expectativas,miedos,frustracio-nes e ideas, las cualesnos dan numerosaspistas paravislumbrar el mundo

del trasmundoque escorzan.En las mallas del diálogo aprendemosa oirvoces,escucharecosy adivinarmodulacionesmentales;el inicial diálogo enignoranciacuandotodavíano sabemosformular preguntaspertinentesesnuestraescuelade aprendizaje:nos haceescucharirónicasvocesen paralelou oposición,vocesvoceadorasde la diferencia,vocesencarnadasen hechos.Incluso la mismasituacióndialogal es objeto de experienciaaleccionadora:el tonoemotivo, neutroo agresivo,los comentariosen off, la escenaespacialjerarquizada,los turnos elocuentesy silenciosexpresivosde los informantesconformanun cuadrohumanoque el etnógrafono puedemenosde observary analizardesdesuparticipaciónactiva.

La meticulosaparticipacióndirectaes otra de las situacionesprivilegia-das del antropólogo.No bastacon oír palabras,es imperioso ver actuacio-nes y participar en la vida comunitariaen la medidade lo posible.Observarsignificaba ya en el siglo xv mirar y advertir con atenciónalguna cosa

haciendosobreella reflexión2. Participarequivalíaa tomar y recibir parte,hacer como propio y dar noticia>. El doble régimen de los dos verbos(advertir y reflexionar, apropiarsey comunicar)define con sintéticapreci-sión el cometido del antropólogodurantesu investigaciónetnográficajasitu. Este,el escenariodel cotidiano vivir, estápobladode significantespri-vilegiados como por ejemplo el espacio(objetivadoen marginal, periférico,intermedio,profano,fundacional,noble,supremo,sagrado,etc.) y el tiempo(en susreificacionesde duración,sucesión,puntual,estructural,generaemo-nal, cíclico, ocupacional,festivo, religioso, simbólico, cósmico, etc.). Nosaproximamosmas y entendemosmejor los esfuerzos,trabajosocupaciona-

les, disonancias,conflictos, penuriasy ceremonias,penetramosmásintensa-mente en susactitudes,creenciasy valoresescenificadosen la acción,nosempapamosrealmentedel poderoso,precisoy configurante espíritu dellugar y del espesorde las circunstanciascuandoaplicamosa situaciones,hombresy mujeresel microscopio antropológico,aquí y ahora,a raíz del

suelo,en su medio vital, en su localizaciónexclusiva,en el sitasde la iden-tidad, En este marcoprivilegiado convivimos, nos comprometemos,dialo-

AeoxsoDa PArLNCIA: Um,ivemser! s’ocrmbmr!crmies, Sevilla, 1490flie:ricssrcsrio cíe Amrtomicloeles, Madrid. 1726.

168 ccs muelo Liséms Tolcssommer

gamos,nos equivocamosy noscorrigen, seguimosde cercabiografíasindi-

vidualesy casospersonalesquenos hablancon más poderosay másestimu-lante voz que la que provienede síntesisanalíticaso documentales.Estaexperienciaen colaboración,esteintercambiocontinuoy aprendizajeinter-minable y fluido, estainvolucraciónosmóticapermanenteno sólo nos pre-

sentala oportunidadde trabar un fértil diálogo con hechos;nos enriquece,además,con el sentidode lo relevantey complejo,con los valoresprincipa-les dela vida local. A travésy por medio del efecto-observaciclaparticipan-

me la comunidadnos revela gradualmentesus virtualidadesestructuralesysussignificadosmultivalentes.

Efectivamente:la activa apreciacióndirectadel comportamientocomu-

nítario descubrejoyas dedetallesy nomenclaturasestimulantesque proveende generososdividendosa la miradaantropológicaprecisamenteporqueelojo etnográficoaprehendelos comportamientos,normas e institucionesenpatmterns asociativos,en sentidosfijados por contextos,en contingenciascondicionales—conmingerees ligar estrechamente—o dependenciasyconexionesexplicativas.La percepciónde la arquitecturade bloquescultu-rales siguiendola orientaciónprovenientede los agentes,hechos,valoresycosases algo quenos deparala observaciónparticipanteen el devenirpalpi-tante de la vida; el sentidogeneraldel todo provienede la convivenciapro-longadaen el interior de una etnografíadeictica, demostrativa.En la

fenomenologíade la acción percibimosentramadosde relacionesjerárqui-cas, en la conductainterindividual observadaadivinamosorganizacióndepormenoresen gestalmeno conjuntosde totalidadesparcialesporque losdetallesqueinspeccionamosvienenpegadoscon gomareal-mentalpara quetengansentidoduradero,y las actuacionesen queparticipamosformanpartede un club de datosen el interior de una estrategiaenglobadora.Al estarpersonalmenteenvueltosen mallas de relacionesy tramasde intercambiosformulamos implícitamente sopoicon sentido interno, mapascon redesinternamenteimbricadasy áreasculturaleshomogéneas.Ejemplificamos,

tipificamos, sintonizamosel item con el tipo porque como especialmentemuestran,entreotros, Goethe,Dostoievski,Cervantes,Goya y Juan de laCruz, lo universaly absolutose escondehumildementeen la superficialidad

del detalle.El impulso referencialy objetivantequede ésteprovieneinducea analizarla capacidadfinal de cadaculturacomo un todo, es decir, en suracionalidad, eficacia, disonancia,inestabilidad y coherenciainternas.Además, este esfuerzototalizador al que se ve últimamenteprovocadoel

etnógrafo-testigocorroborala apuestaontológica a la que a su vez se veapremiadoel antropólogo-intérprete:detrásde lo que se ve y oye y más allá

A mrtmcspología e J-Iistmsm-io: clióloges ifltemgemmémiecs 169

de lo que haceen cuanto partícipehay algo escondido,velado, invisibleperoesencialy duraderoquedebeinvestigar

El ejhcto-tota/idad queacabodeescorzarse complernenta, por lo sugeri-do, con el efecto-cultura;no esdiscutibleen Antropologíala centralidaddelhechocultural. El inicial viaje etnográficoa lo distantey ajenose ve, enúlti-

ma instancia,coronadopor el empeñohermenéuticodirigido a alcanzarlaultimidad concretade la vida humana,esto es, la poéticade cadacultura.Pero nóteseque ni el intento ni el ¡nodo ni el método ni la finalidad para

coronaresta empresase diluyen en la esferade la metafísica.Tratamosdeapresarcon nuestraetnografíaideasreguladoras,inferir principios modera-doreso ritmos uniformesa lo Kant, esdecir, rasgosgeneralizablese hipóte-

sis que nos ayudena explorar universosde significado y moralidad, peroinsisto, desdela etnografía-acción,desdela conductacooperadoray mutua-mentedependiente,inmersos,como actoresestratégicose intencionales,en

el espaciocotidiano de intercambiorelacional,apurandoel uso y consumode normaspautadas,adaptandonuestrasexpectativasa las expectativasdenuestrosvecinos,aprendiendoy practicandola gramáticade la interactividadrecíprocay la semánticade la intersubjetividadpara,desdeestainterioridadvivencial, penetrar,hastadondelogremos,en el universomental,de natura-leza mítica y deformassimbólicasde los estudiados,en su antimundocultu-ral, en unapalabra.

En realidadnadatiene de extrañoestecometido final antropológico:intentardar sentidoa la dureza,perplejidades,contradiccionesy misterio dela vida, representarlosesfuerzoscreativosde un grupo por ordenarla preca-riedady el caosa travésdeemblemas,iconos, fórmulasy símbolos,descubrircómo organizanla fusión canónicade pensamiento,creenciay sentimiento,cuerno,mentey espíritu,reflexionarsobrecómo articulanlo ambiguo,confu-

so, irracional y desconocidoy cómo regulanla convivenciaen sus vidriososregistrosde identidad,ctnicidad, exclusión,violencia, trabajoy herenciacul-tural, es labor nuestratan naturalcomo imperiosapor la simplerazón de quetodo eso es algo radicalmentehumano,algo que,a su manera,hacentodasycadauna de las culturasque estudiamos.Nada fácil es penetraren esetras-mundode categoríasextrañas,signosopacos,representacioneslaberínticasysímbolospolivalentes;tampocolo es alcanzarel sentidode valoresquenosrepugnan,de creenciasquenos parecenabsurdasy demaravillosasfantasíaspoético-míticas,peroahí estánescenificandosu inherenciaa lo que es vivir

en cadacultura, y tambiénesperandola varita mágicadel etnógrafo-antropó-logo paraque transformeesosapriorisculturalesen las experienciasprimerasqueconducena esasconformacionesy trace el camino que lleva de las emo-

1 70 crrs-ssme¡c, Liscimm flslcsscrmr a

cionesy sentimientoscomunitariosa esasconfiguracionesimaginativas.Dela doble experiencia—la nuestrade ellos y la propia nativa-— extraemos,siempreenJéedbackobjetivo-mental,ideas que pasana símbolos y que, a

veces,acabanen mitos; exprimimosel significadogeneralde la minuciosidad

particular,exploramosimaginativamentelos vectoresfinalesde la vida peroatravésde lo específicoy concretoetnográfico.

Nuestraprivilegiadaposiciónepistemológicaprovienede quecomoetnó-grafostenemoslos pies en el hunmuscultural local y como antropólogosergui-mos la cabezasobreel horizonteparapoderotearotrasculturasy compararlasentresí. Estamosdentro pero somosde fuera; si penetramosel umbral ajenoesporquevenimoscaminandodesdeotra ladera;al estarcierto tiempo dentroadquirimosun peculiarestadointerno-externo,un extrañocarácteranfibológi-co pero a la vezmediador.Ahorabien,por muchoqueprolonguemosel tiem-po interior difícilmente captaremosen plenitudimágenesmentales,creencias,formasanalógicase inferemiciales,esencias,gozosy tristuras que no formanpartede nuestro marcovital; en importantesocasionesnos tendremosqueconformarcon aproximaciones,resonanciasy ecos. Pero podemoshacerdenuestranecesidadvirtud.

La distanciacon el correspondientedesconocimientonos fuerzano sóloa oír sino a escucharvocesnativasdiferentes,confusasy auncontradictoriasy, a veces,a discreparde todas.Los hechosy comportamientos,asociacio-nes, rituales e institucionesestánahí, ciertamente,pero no son plenamentedefinibles sólo desdeel presentey desdedentro. Lo humanoes, a la vez,único y plural, particular y general,individual y universal, modoespecificode ser y estarque sólo podemosinterpretarconvincentementesi a las ante-flores añadimospremisasestmcturales,histórico-comparativasy universales;no tiene sentidono ir másallá de lo concretoy vivido, hay quetrascenderlo.Aunque nuestroorganon metodológico no es ni puedeser el de la ciencia

exacta,tenemosqueservirnosde criterios, categorías,estrategiasy mecanis-mos externospara contextualizardesdefuera lo interno haciéndoleformarparte de estructurasgeneralesde explicación. El esfuerzogeneralizado¡,ladescripciónde la relación micro/macro,el endurecimientode los hechoseideasen objetividad institucional, la formulaciónde reglas,valores,acciones

y creenciasen matrices isomórficasy el análisis de las formasde integracióncultural en una palabra,requierenel cjécío-distancia,esto es, no ser sola-menteconceptualizadosdesdepremisasvívencialesy participativas,sinodesdepuntos óptimos categorialesforáneosque permitancomparaciónygeneralizacióncientíficas.La narrativacultural de la alteridad precisade la

frissoumde la distancia.

Am> ¡mcs¡solcgío e Hislcsm-i¿m: didioges Oir? mgemmé mico 171

II

En la secciónanterior vienenreseñadasen forzadasíntesisnuestrasprinci-palesseñasde identidad,aquEllasque nosmarcany separan,hastaciertopunto,de otras disciplinasafines; también los puntos fuertesy estrategiasque nosacercana dimensioneshumanasno tan accesiblesdesdeotras perspectivas;entercerlugar, las privilegiadasplataformaspropiasdesdelas que asaltamosconnuestraspregumitaslos qualía de la humanaexistenciaquees algo másquecon-dicionantessocioeconómicosy avatarespolíticos.Los grandesaprioris de lavida —identidad,amor,moralidady muerte—van másy mejorcon intensidad,

detalle,enigmay significadoquecori cifraso estadísticas.No hay listadocanó-nico de especificasmansionesantropológicaspero la convergenciade losmódulos arriba apuntadosintegraun conjunto realmenteimpresionante,no

tanto de trajes teóricoscuantode provocativosdesideratainstrumemítalesqueprocuranrespuestasfértiles siemprea teneren cuenta.Sonnuestraenseña.Y,sin embargo,las cosassonmáscomplejas,como la cultura.Si reparamosen lasexpresionesholofrásticasen las quehe condensadolos argumentosparcialestendremosla sensaciónde hallarnosfrente a un cerradocírculoparadójicoqueimpone prescripcionesincompatibles:el efecto-presenciay el efecto-distancia

por ejemplo,o el efecto-realidady el efecto-cultura,o la apreciaciónde queelcómo observadovienecontaminadoy aunsaturadodeporqué,o de que los ratadela experienciacamperaestánprecodificados,o de queel testimoniodel testi-go no es siemprefiable o convincentepuestoquepuedeseruna meraopinióninjustificada que nos transmiteen un diálogo en el queunosinterlocutoresinfluencian a otros. Nullius in verba, no fiarse de la palabraha sido desdesu

origen el molto de la Royal Socieíy; “la memoria, según la flaquezahumana,tiene mayorpartede la olvidanza, quesobrade la recordación”escribióDiego

Enríquezdel Castillo en el borradordela Crónicade Enrique IV>. Mástodavía:ciertoquetenemosqueinvestigarbloquesculturalesinteligibles, no fragmentosdiscretosqueacabansiendoincomprensibles,perolas culturas,cadaculturaha

de seranalizada,ademásde en términosholisticos—la vida es algo más que lasumade suspartes-—,como texto y discursocomplejo, roto, ambiguo, comolaberintode argumentosy profusiónde narrativasno siempreconcordantesquedificultan lageneralización.¿Quéquierodecircon todoesto?

Hay algo así como la falacia del presenteetnogrójicoque convienejusti-preciarno porquequededesautorizadoningúnextremodel opyavov antropo-

Lo he leído Co A. DOvERMOND: Lcr htem-crorma perdida cíe la Edad Media cas¡euamsa, Salamanca,9~~.0 2l.

172 cas-mejo Lixómm To!osrroa

lógico anteriormentedelineado,sino porquela realidadcultural es, como yalo he ido sugiriendoen los efectos-cultura,totalidad y distancia, narraciónademásde experiencia,texto ademásde diálogo, inferenciaademásde reali-dady siempreelaboraciónconceptualimaginativade formaqueexigeparasuadecuadainterpretaciónun equilibradoy pendularargunzentum ¡u utramquepartem. Efectivamente,la experienciatieneque ser transformadaen conoci-

mientoculturalque se obtieneen virtud de su referenciaa esquemasconcep-tuales jerarquizados.Los objetos y los hechosson, sin duda alguna,observablesperotambiénopacosy resistentes,no hay transparenciainmedia-

ta, son problemáticos,estáncifrados,apuntana algo otro; sólo unaexplora-ción imaginativasujetaa reglascogílitivasy hermenéuticaspodrádefinirlos yexplicarlos. Ademásdel intrínsecoy misteriososignificado de las cosasensusleyesnaturalesy estructurassubterráneas,los objetos,acciones,sucesosy

hechosvienen sobrecargadosde sentidosocultos, resultadode la necesidadhumanade añadir significado,significado que reclamainterpretación.Hayqueteneren cuenta,además,que los sistemasde ideasy de creenciasse rigen

tambiénpor su propia dinámicaintrínsecay dialéctica internas,lo que haceque lleven una cierta vida independientede contexto.No hay un punto firme

o anclaje seguro,una única perspectivaintelectual sino unaplural dialécticadiscurso/realidad,narración/materia,unapermanentetensiónentreel hechoyel valor, entreel texto y el contexto,entreel conocimientoy el conocedor.

Acabo de referirme a narración y texto, mediacionesambasde la expe-riencia y de un presenteque es sólo partede una dimensióntemporalquelohace inteligible. Puesbien,el realismonarrativoesconvencional,laspalabrassonlas quehacenla descripción,las quedomesticany estructuranla realidad;la hacenotra. Al simplementedescribirlas palabrasfabricanficción y cuandoestamosbajo su impacto nos sometemosno tanto a la fuerzade la realidadcuantoal poderde la palabra.El narrador,además,hablasólo en parteen supropio nombre,porqueel lenguajenarray describepor él, organiza,ordenaeimponeun marcode literaridad más quede realidad.Debidoa la morfología

de la narración(estructurade materiales,argumento, técnica,contenido,forma, puntode vista,etc.), los hechosdescritosvan máscon la estructuralin-géisticaquecon la empíricaobjetividad.El modonarrativoen cuantosecuen-ciacontingentede sucesosepitomizaideas,jerarquizasucesosy valoresy, por

su forma y convenciones,refleja en su estructurauna nairación arquetípica.Las narracionesgóticasen generaly las visionariasgallegassobrela compañaobedecena criterios internosde selección y justificación y pertenecena lacomún modulacióndescriptivacomarcal.Los caracteres,corno bien sabenJuande la Cruz y Rilke, por ejemplo, llegan a tomasa veces,el control de la

Aa Cm-esoelogio e Ifiseomier. dicílogo imm¡eryzemsésieo 173

narración.Este último escribióen unacarta refiriéndosea los CuadernosdeMaIteLaurids Rrig’ge: “Desde la últimavezquetuvistenoticia deél, MaIte seha transformadoen unafigura completamenteseparadade mí y ha adquirido

un sery unaindividualidadqueme interesantanto máscuantomás sediferen-cial del autor”

Las nanacionesetnográficasuna vez transcritasse conviertenen textoscon su propia estructurainterna y dinamicidad semántica;pertenecena ungenrequedemanda,por tanto, una lecturaconsecuente.En cuantotexto éstetienevirtualidadesde organizaciónpuramentesintagmáticasy aspectosretóri-co-formalesquehacenquelo quecreemoshechoso casosrealesseanliterari-

dad y que lo verdaderopuedasepararsede lo real. Dostoievski lo vio asi:“Uno puedeexpresarincomparablementemás sobrenuestrahistoria a travésde la fidelidad a la verdadpoéticaquea travésdeunamerafidelidad a la his-

toria”. Tolstoy es de parecidaopinión: “La descripciónde las figuras signifi-cantesde 1812 me forzó a sergobernadomáspor documentoshistóricosquepor la verdad[realidad]” Ú Ambosofrecenalternativasal tratamientohistóricode un tema; todomaterialpuedeserpresentadodesdemásde un género.

El texto que leemosestácompuesto,desdeluego, de intencióny referen-cialidad extratextual,pero tambiénde intertextualidad,esto es, de un tipo dediscurso en relación temáticacomplejacon otros textosque actúan comofuerzasexternasmoldeadorasy contextualizadorasqueañadeno restansigni-ficado. Al naturalizarel texto en contextosaquél se convierte en diferentes

textos, lo que amplía el horizontede expectativasdel lector y, por tanto, laatribución de sentido.Así, por ejemplo, la compañaadquieretanto mmnusva-loración comoplusvalíaconnotativay nuevo potencialsignificativo al enmar-caría en las versionesgermánica,medieval, escocesa,alemana,etc., ya quetodosestostextos actúana su vez como códigoscon mensajesa interpretar.Lo quea su vezquieredecir, nosrepiten los semiólogos,queel texto, debido

a su caráctersingular, indeterminadoe inacabado,requierela cooperacióndellectorpara quepongaen marchacódigosculturalesde interpretación,procesoque en su dinámicahacequeel texto signifique diferentementeparadiferen-tes lectores.

La presencia,la experiencia,el diálogo y la participación, la inmediatezen unapalabra,tienen valoren sí mismo; desdesu especifico,insubstituibleyubérrimo modo epistemológicode conocimientoproducenun texto, nótese,paradójicamenteobjetivo y politrópico, con significado empírico, cultural e

Lo tensodeLomrelomr Scc=ír-of Roo/es, vol - 17, o 16. p. (3-Tire ?immres lites-am-y Srr¡splemrremre, 5 dc agosto de 1994, p 2k

174 (ermmmre lo lisos-r 7<s/osamm es

histórico. Y es aquí, a este pluriverso antropológicoa donde inc habíapro-puestollegar desdeel principio. En la primerasecciónde esteensayohe valo-

rado positivamentela ventajosamoradaepistémicadel antropólogo: supermanentesituación de alerta o continuadoestadoexperiencial,su peculiarmodotemporalde vida que le predisponea comprenderfenomenológicamen-

te. Simultáneamente,por no sernativo tiene forzosamentequetraducir por-que no entiendeautomáticamente,sc tiene queconvertir en iniellectusagensdistanciándosede su situs etnosráfico.Por último, al dialogarcon los infor-mantesobtieneuna plétorade narracionesque se convierten en textos que,más tarde,al interpretar,descubreque en su dinamicidad lingiiística signifi-canmás,de otro modoy menosquelo queobservóen un principio -—verbum

creans—.El primer pa¡ámetrolo practica, virtualmenteen exclusividad, elantropólogo;el segundoy tercero los compartecon el historiadoí, lo qtmeinclina a pensarque la distanciaefectivaentreambasdisciplinases másbien

breve. Más aún,en cuanto al primero, el más distante,podemoshacerdenuestraespecificidadantropológicavirtud histormea.

N. Asehersonnosrecuerdaen BlackScaquehisior en Heródotosignificó

originalmentetestigooculary que el título de susHistorias> lleva la implica-ción de investigacióno entrevistasquetraen ademáslas conclusionespeiso-nales del investigadort en este sentido Historia y Antropología sesuperponen.En la actualidadambasdisciplinasestudianal Otro, distanteenespacíoo en tiempo, siemprediferentey difícil de entendeí.Alteridad, dife-

rencia y distancia, vocesextrañas,discursosmentalesajenosque se dan y

producenal otro lado de nuestrafronterapor lo que es necesariotraducirlos—en tanto en cuantoseaposible—ya queen susextremosdiferencialesplan-tean problemasde comiinensurabilidad.Historiador y antropólogosometenaexamenmicroscópicoel detalle, la circunstancia,la presenciade la contin-gencia, lo particularen su complejidad,lo que activa su sensibilidadno sólopamacaptarla polisemiaimperante,sino tambiénparainsuflar vida, cIar senti-do, penetraren comportamientos.ideasy documentos,alcanzarla intenciona-¡ idad y evaluar lo htmmano: hay qtíe ir mnás allá tina vezque dominamosla

iii u ci osidad etnogmáfi ca o docti meotal porqu e inRivid, ¡uní iii e//ahíle es!.Pasadoy presenteseconviertenen presentablescuandolos ti-ajeamos.

Ambos. tina vez mas.converneil en el modo narrativo (le Sti exposiciónque implica no formulaciónrigurosadeductivasino secueneia contingentedcsucesos,modocítie se lundamnentaen textosy doctimentosque activanprimero,

Hay una cmlicir$m cm? dos ~-oiLinscncsen Akal, 994.7/re- 7irmres Oler-ns>- Sís/s,ss!eo;e,ss 25 dc jmíiio rL 1991 y

.4,mcmcs1>cslrsg{mr e Hur-tor-mer s e/olerges ¡mm (em-gel?e,,r:ms 175

en suspropios términos internose intrínsecos,no como algo otro, y despuéscomo vehículosde mensajescodificados.Los dos necesitanentraren diálogoconstantey asociacióndirectacon los documentos,estoes,narracionesetno-gí-áficasen un caso,históricas en otro, manosearlos,leerlos, escucharlosensus voces, increparlosy exprimirlos. Los dos tienen que hacerhablara lossilencios de los documentos,reconstruirlos,rellenar huecos,tolerar cierta

incertidumbre—viviremos siemprecon ella——, serun tanto generososcon losdatos,Despuésde todo, un texto falso puedevehicularverdadesimportantes.

Ambos, también,parten de referenciasa esquemasde normasy valores yambosprecisandeun potentefoco imaginativo-creativoparaalcanzarlos sig-nificados duraderos,misteriososy obscurosporqueno se rinden de otramanera.El conocimientodel presente,la introspección,el apegoal detalle, laexperienciade vida, cl .snvoir-/=siredisriplinam, cl hábil manejode los marcoscategorialesapropiados,la visión totalizanteimaginativa (a lo Balzac,Valle-

Inclán, Gracián o Blasco Ibáñez)de ambasdisciplinas puedendecirnosmuchode la humananaturaleza.Aun sin serni competircon literatoso nove-listas, siempretendremosqueremontarlos hechos—insisto unavezmas—si

queremosdeciralgo que valgala penaserdicho. Empobreceríamosel hechosi sólo lo viéramosa tíavésde la focalizaciónpiopia de los hombresdel pasa-do o desdeel puntode vistade los informantesdel presente.

La -iqueza del presenteetnográfico nos proveede pluralidad de detallessignificativos, temas relevantesy conexionesestructuralesque nos puedenservir como de plataformasparaentablardiálouoscon textosactualesy pape-

les históricosy hacerleshablarsiempreque tengamosen cuentanuestrapre-dominanteorientaciónsecular,positiva y escépticaque depauperael ciliosmístico-creencialde otras geografíasy momentosculturalesdiferentes.Esimperativo,a la vez, evitar el anacronismoproyectivoenriquecedorponiendo

en las mentesdel pasadomás,muchomásde lo quepensarono pudieronpen-saro imaginar. La Historia nos proveede tío dilatado observatorioen el quepodemosanalizarsi nuestrascategoríasculturalesy mallas relacionalesprivi-legiadasen el presenteetnográlicotienen vigenciaen otros espaciosy tiem-pos o si debenser cuestionadasy perfeccionadaspara convertirlas en

parámetrosrealmentegeneralizables.La multivalencia del presentehaceplu-ris¡gn¡ficar al pasadoqtíe, a stí vez, re—teorizaal presente.El pasadopuede,además,adquirir algo así comoun carácterde presenteperpetuoparadigmáti-co: hay obras,textos,personajesy hechosquetrasciendentiemposy culturas,sumasde fuerzascreadorasque se acercana arquetiposy se condensanenmitos. Concretamente,entrenosotros,los estudiosclásicosprolonganindefi-

nidamenteel tiempo ido, conjuntanpresentey pasado;la herenciacultural es

176 (?en mmsme/es L/seÁr ?/m/ovcsmsem

parteintegrantedel pensamientoy arte actual. Platón y Píndaro,DanteyByron, Botticelli y Bach, no sontanto textosu obrasgenialescuantoríos cau-

dalososde pensamientoy acciónen perpetuodiálogo cuestionadorcon el pre-

sente.En realidady resumen,el statusontológicode las dos disciplinas es,desdevariasperspectivas,virtualmenteequivalente:cl historiador lee docu-mentos,y el antropólogo,cuandoredactala monografía,textos;la expemienciapersonalde la situación etnográficahay que reviviríaporquesestea,como e.

documento,en la penumbradel pasado.Ambas escuchanlas vocesde la alte-ridadperoparaiflejor entendemosa nosotrosmismos.

He dejadoa la compañanoctumeando,con su siniestromuensaje,por las

corredoirasgallegas.¿Quéme aportasu investigacióndirectay, en general,laexperienciade campoparaaccedermejor pertrechadoal análisis histórico deproblemassocio-culturalesrelevantes?El puntobásicode partidaes —como

ya sabemos—la virtualidadepistemológicadel presentevivido en modoparti-cipativo.La convivenciafísica, verbaly social hacequeuno se sientaincluidoen un modode vida; la participaciónmentaly psicológicanosenvuelveemoti-vamentey nosayudaa captarla atmósfera,la tonalidaddel presente;la conste-lación de sensacionesy experienciasfenomenológicasgeneratodoun catálogodepreguntasquepodemoshacer,en principio, al pasado.El modopresentacio-nal del presente,la exégesisoral, instantánea,¡u situ, con los visionarios, lasimpresionesvisualesespacialesy sonorasactúancornopoderosoestímuloini-cíal, nos sensibilizana imaginarpercepcionesy relacionesretrospectivas,aprocesarlos documentoshistóricospertinentesdesdeel diálogo cuestionadorpropio de la narrativaetnográfica,adeslizarnosdesdeel panoramaetnográfico

actualal pasadohistórico;nosprovocan,en unapalabra,a la penetraciónestra-

tégicaen la Historia desdela Antropología.A la vez, y muy importante, lariquezay densidadqueobservamosen el presentecaóticonos fuerzaa pensarcuán ajeno, complejo y diferentepuedeser el pasado,cómo lo podemos

minusvalorarcuandoen lugar de escucharel lenguajede los documentosybuscarlas diferenciasnos apropiamosindebidamentedel pasadopor la direc-ción de las preguntasqueinteresansólo al presente.Perouna vez más el pre-semitepuedevenir en nuestraayudapuespara investigarlopreviamentehemostenido que realizarun doble enormeesfuerzode olvido de nuestrouniverso

conceptualy de reorientacióninquiridora. Desdeestapurificadoraperspectivapodemosintentaracercarnosa la historia latente,a aquellade la que no nos

hablanexplícitamentelos documentosporquetampocohablabanlos actores,asaber,a convenciones,presuncionesy principios moralesreguladores.

Este modo interno de visión y apropiación,estasexperienciassubstanti-vas en modosde vida, tiemposy espaciosinteriores, entreinformantes,desde

A ‘mr mcspología e Histesrias dieiloges in ce m-geadrices 177

su piel y punto de vista,estevivir a lo nativo—hastacierto grado—nos haceverel presentefenomenológicamente,comofuturo del pasado,lo querelativi-zaun tanto nuestroangstepistemológicoal tratar de establecerpuentesy con-tinuidad de principios. Hipotetizamosquela estructurade relacionessocialesestablesy el pesoinstitucional en su necesidadintrínsecaoperade manerasimilar no sólo aquí y ahorasino también más allá y en tiempo fenecido.

Categoríastalescomo identidad,solidaridad,exclusión,normas,reciprocidad,derechos-deberesy moralidad,por ejemplo,pueden,en algunamanera,subsa-nar los silenciosdocumentales.En estesentidomi análisis dela casa-familia-linaje actual conceptualizadocomo un sistemarelacional en permanente

tensióninterno-extername haservidocomo de principio reguladorparaorga-nizarun interesantematerialhistórico—el libro de Vascode Aponte,CasasyLinajes del reino de Galicia— y dar razón estructuralde los avataresen laregión en el siglo xv t Podemosextrapolar,con cautela, la tramade redesestructuralesdel presentea sucesosy momentosde antañoen simetríasitua-

cional; “tuvo queserasí, aproximadamente”,podemospensar.Pero volvamos a la compañaporquenos incita a imaginar en paraleloo

analogíaesos otros universos mentalesque también encontramosen otrosperíodos;equipadosen y por el presentecruzamosfronteras y viajamosal

pasado.Hay gallegos,ademásde los visionarios,que consideranasda noitecomo algo real, como hechoempíricoo sucesoobjetivo. Perono todoscreen;hay un conjunto rural minoritario que rechazaenfáticamentesu realidadyallegapruebasparademostrarsucarácterde fantasíay ficción lo queenmarcael statusrealmenteplural de la narracióny lo que,a su vez, puedeiluminar elpasado.Paraunoslos relatosreclamanverdadobjetiva, moradamental estaque puedeayudarnosa entenderla mítica germánicay la creenciamedieval,algo por tanto,válido en sí mismo. Tambiénlo es el minuciosoexamende Ja

perspectivay argumentaciónde los activos incrédulos.Pero fijémonos en elaleccionadorcaso intermedio: muchosparecenmantenerseneutros,desapa-sionados,no toman decididaposición ni a favor ni en contra.No creenpero

tampocodescreen,ni afirman ni niegan;viven en un ambientede creencia.Suspadreso familiareso amigosy vecinos,es decir, personasque ocupanun

lugar importanteen susvidas, dicen que ven a la nocturnay lúgubre proce-sión; otros lugareñosque conocenhan sido testigospresencialesdel compor-

tamiento en terror y errático de los videntesporque los acompañabanen elmomentoepifánico, y muchosen su entorno creen.Porotra parte, les cauti-van las narraciones,se asombrancon cierta fascinaciónante lo posiblepreci-

EnAmm tmespeslcs crer emrlmmm mcml de Geml/e-iem, eso. e/e., cap - IX -

178 cern-rseIr’ Lischm Tolcsm-osr o

samentepor desconocidoy misterioso,les excita, estiniulae inspira indepen-dientementede su factualidado liccionalidad. Paraellos no es, como inge-nuamente,en nuestrasimplicidad disyuntiva, asumimosnosotros, un

problemacognitivo. Viven en el Limbo de la creencia,participan de unacreenciaflotante pero ni creen ni dejande creer; no es éseel problema.Lapreguntapertinenteahaceres sencillamente:¿quéy cómo son,si son, las cre-enciasen el interior de unacultuma?Al tí-asladarla complejidaddel presenteal pasadotenemosque focalizarlo a lo Novalis, preguntándonosqué hay de

extrañoen lo familiar y de familiar en lo extrañopara relativizar o realzar ladualidad.

Desdeestadiscriminaciónexperimentalestamos,creo, en mejorescondi-cionesiniciales paraevocarun totzmnm.Nymbolicum,esto es, los putterns depensamientoe inducción en el interior de misteriosasáreasde creencias

pobladaspor la ambigúedady la i—rm-acionalidad.Trasladandoper analogicainattributionemla lógicade la situaciónactualal pasadoarticularemos,en prin-cipio, con mejor conocimientode causa,lo confuso,heterogéneoy equívoco,la pasión y el sentimientode formaque nos lleven a unaconsistenteevalua-ción de actitudese ideas. A ello contribuirántambiénel conocimientoy exa-men detenidode los agentesde inteligibilidad (los visionarios, la bruxa, lameiga,el arresponsadory el endemoniado)queconcretamenteen mi casome

han facilitado el análisis de la beata,del misionero y del posesodel siglo xvipor ejemplo, y tambiéncotizarándividendoslos significantesprivilegiados ozonasactualesmarcadas(la casa,la iglesia, el cementerio,la encrucijada,elcamnino de difuntos, el límite entrevivos y la separaciónentrevivos y muer-tos) en relación a la compaña.Si a todo esto añadimosla apreciacióndelcorpus actualen todasu gamade valoresmetafísicos(sentidode la vida, delindividuo, de la necesidad,de la libertad, de la religiosidad, de la muerte,

miedos, deseosy dudas).éticos (bondad,maldad,justicia, responsabilidad)ycívicos (vecindad,solidaridad,etnicidad), dispondremosde una saturaciónsemióticaque transferidadel modo presentacionala lejanastempo¡-alidadespodrá revelarparael presentela energíacultumal del pasado.

CODA. No sabemosencuadí-ara los hechoshumanos,los de ayer y dehoy, en el mareode solucionesdefinitivas; las posibilidadesde acción y pen-samientoson y fueron extraordinariamentenumerosasaunquelas causasdelos fenómenossocio-culturalesno sontalescomopaíaqueno se puedanrepe-tir de manerasimilar o análoga.La ecítezanos segumíaeludiendo porquelosproblemasmoralesgravesno se zanjanni sólo con argumentoracional ni con

consensoporque la explicación científica no intemiiíeta antropológicamente;hay verdadesmás ampliasy profundasque las de la ciencia.Pero no porque

Ami Imes/ses Ierg,cm e iIim-ress-i e,: clicíloges im?temgem?dmico 179

no podamosconocertodo dejamosde conoceralgo o no conocemosnada.Los documentosy textosde quedisponemosno hablan,son leídosy por tantopluriinterpretados,pero tampoco tienen ilimitadas connotacionesporqueel

vocabularioponefronteras.la compañano vacon el bautismoprenataldebajode un puente. Un texto o un documentono tiene límites teóricos significati-vos, peroen la prácticaaguantamejorunasinterpretacionesqueotras;el textoantropológicoy el documentohistórico son diálogosabiertosa múltiples lec-turas.perono a unasemiosisilimitada o interpretaciónlibre no condicionada.No es legitimo sobrepasarla estructuradel texto y su intencionalidadcon-gruentes;un texto puedesignificar unascosasy no otras.Ni la Antropologíaes literaturani la Historia un cronicón?15

Los hechossucedieron,desdeluego, pero no son fácilmente definiblesdesdeel presente,por lo queel pasadoes susceptiblede variaslecturas,perolecturasque vienenacotadasy canalizadaspor otros textos,por una realidadempíricay por una cultura objetivada.No inventamoslos hechosen el pre-

senteetnográliconi falsificamos los documentosmedievales;hay evidenciaclara, objetiva, de la existenciade visionarios, bruxasy evanxeliadorasenGalicia, de la muertedel Justicia de Aragón y de la guerracivil española.Disponemosde cánones,métodosy técnicas—unasmejoresqueotrasy unoslas manejaránmelor que otros— para contextualizara esaspersonasy suce-sos en dominioscategorialesmás amplios. No hay verdadtotal, fija y absolu-ta en relación al pasado,pero hay verdadesparciales,contingentes,porque

hay un pasadoquefue real; no podemosignorarla invasiónárabede la penín-sula.No hay conocimientoplenoo exhaustivo,hechoquenimbaa la interpre-tación con un halo de incitante aventuray consiguienteriesgo, pero sípodemnosdaruna interpretaciónquehagadifícil otra.

El largo invierno del relativismo absolutoha pasado;la deconstrucciónintransigentenació tarada,es algo passée;entramoscon imaginaciónen el

presentey en el pasadopero sin imponerla. Encontramosen nuestrotrabajode campouna factualidad,en los textosy documentosun cierto empirismo,una coherenciao inconsistenciaque analizamos,y en ambos casosvemos

detrása hombresy mujeresdel presenteo del pasado,de nuestraespecie,nomarcianos.Apoyadosen estabaseempíricay común podemosaventurarnosair mucho másallá entablandoun diálogo con el pasadoparaquenosdescubra

i-i~m’e lodo tino limcíoturn sobie narrativa liii al onmropáiogo. iextos clásicos noii los dc C BRiEMONO:

Logio drm ricis. SeuO. (973; y R -, WELIUK y A. \VArrnm;s: T/mersr-y pl Liiemnmtmrme, l--iaícourt. Broce & World,1 942. NI ás mcc ico mc es el dc 1’. 0 Nciii: Fic:sirsas- of J3/sr:o mr mme: Reir elismg ofMss-ra ji ?-e T/mecss5, Univcrs1 my ofToron?ol>rcss, 1994. Dc todos dios y de otros me he scr~-ido.

180 cemm-mmmehs lásdm, ?ishmsemmma

la continuapresenciay potenciade la cultura, conceptoesteque, a pesarde

nuestrafamiliaridad con él, es un tanto misteriosopor su doble faz y gestoplural. Poruna partenos dice categóricamentequeel Otro es realmenteOtroy, por tanto,diferente,distinto,ajenoy extraño.Porotra, que esemismo Otrono es realmenteni en definitiva Otro, sino quedespuésde todo, es miembrode la granfamilia humana.Puesbien, estosdosgestossimultáneosnospropo-nan unadoble antropologizaciónde la Historia.Partiendode la especificidad

cultural estamosllamados a investigar todo un conjunto de bloquesfunda-mentalesculturalesque marcany diferenciana los distintosgruposhumanoso, en nuestrocasohispano,al mismo grupo en períodosdistintosde suhisto-

ríaparticularEl otro gestocultural nos ¡~ropone la investigaciónde otra problemática

másambiciosay general.Todosnosdamoscuentade quevivimos en particu-laridad,en nuestrafamilia, barrio, estamento,profesióny ecología,de quenovivimos en Humanidaduniversaly general.Perotambiéntodossabemosquevivimos a la vezen multiculturalidady panhumanismocomo nosdemuestran

la técnicay economíamundiales.¿Podemos,partiendode estarealidadglobaly a travésde abstraccionesimaginativas,alcanzarcaracterísticasfundamenta-les comunesa todas las culturas, algún tema básicoo denominadorcomún?¿Podemosaprehenderen el simple hecho de ser humanoalgo así como unsujetouniversal?¿Podemosvislumbrar,como pretendíanlos antropólogosdelsiglo pasado,algo comúnen la ideade naturalezahumanaen la quehoy sóloserealzala diferenciacualitativay el particularismomilitante’? El conjunto detextosantropológicosy monografíascamperasal representaren detallela pro-liferación ele formasculturalesentiempo y espaciohapuestode relievepreci-samentela filiación tanto histórica como intertextoal, las analogíasydiferenciasde los grandestemas culturales.Debajo de esagran variedadhumanaadivinamosunospocosmotivos básicos;los grandesmitos humanos,

sabemosdesdeBachofen,Erazer, Lévi-Straussy Needhamtransparentanvariacionesmúltiples de unospocosargumentos,o sea,versionesculturalesde primeridadesy ultimidades,objetivacionesde arquetiposmetahistóricos.

La investigaciónde éstosen su suprahistoria,en comparaciónintercultural yen profundidadtemporal,desdeel Paleolíticohastanuestrosdías,es un retoantropológico.

Ni la Antropología es Historia en sentidoestricto ni la Historia es

Antropología,pero precisamentepor eso es posible y remuneranteanalítica-mente hacerseen mutualidad,pasarde una a otra, escucharuna y otra voz,movernosde modo a modo,de géneroa género.El materialhistórico puedeser presentadoa través de más de una perspectivadisciplinar, la etnografía

Amrtsopeile,g’ínm e Ilirtomies: diálogo immtemgemmémieo 1 8 1

requiereprofundidadtemporal. El diálogo intergenérico,concretamenteydesdenuestraperspectivaantropológica,la antropohistoriadesbordaráypotenciaráel documentode antañohaciéndolesignificar en formamulties-tructuraday sobretodo hibridizada.Quizá la lupa antropológicapuedahacer

hablaralgún silencio e iluminar algunazonaobscurao áreade penumbrademásde un documento.