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Antologa de filosofa del pensamiento humanista.

Unidad 1 Pensamiento Humanista.1.1 Origen del humanismo.1.2 Caractersticas del Pensamiento Humanista.1.3 Principales pensadores Humanistas.

Unidad 2 Humanismo y Debate de la Modernidad.2.1 Pensamiento Moderno.2.2 La crisis de la Modernidad.2.3 Modernidad y Globalizacin.

Unidad 3 El Humanismo y la Formacin de Valores. 3.1 Condicin Humana.3.2 Educacin con enfoque humanista.3.3 La formacin de valores tico Social.

Pensamiento Humanista:1.1 Origen del Humanismo.

El humanismo es un movimiento intelectual, filolgico, filosfico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sita en el siglo XIV en la pennsula Itlica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Buscan la Antigedad Clsica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemona en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolucin social e ideolgica de Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las reformas (luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma catlica, la Ilustracin y la Revolucin francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideolgico, tuvo as mismo una esttica impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda conocida como letra humanstica, imitada de la letra uncial latina antigua, que vino a sustituir poco a poco a la letra gtica medieval. El Humanismo propugnaba, frente al canon eclesistico en prosa, que imitaba el pobre latn tardo de los Santos Padres y el simple vocabulario y sintaxis de los textos bblicos traducidos, los studiahumanitatis, una formacin ntegra del hombre en todos los aspectos fundada en las fuentes clsicas grecolatinas, muchas de ellas entonces buscadas en las bibliotecas monsticas y descubiertas entonces en los monasterios de todo el continente europeo. En pocos casos estos textos fueron traducidos gracias a la infatigable bsqueda de manuscritos por eruditos monjes humanistas en los monasterios de toda Europa.En consecuencia el humanismo deba restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensin de estos autores de la Antigedad Clsica, a la que se consideraba un modelo de conocimiento ms puro que el debilitado en la Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosfico grecolatino e imitar el estilo y lengua de los escritores clsicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la gramtica, la retrica, la literatura, la filosofa moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espritu humano, en el marco general de la filosofa: las artes liberales o todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teologa, expuesto en sistemticos y abstractos tratados que excluan la multiplicidad de perspectivas y la palabra viva y oral del dilogo y la epstola, tpicos gneros literarios humansticos, junto a la biografa de hroes y personajes clebres, que testimonia el inters por lo humano frente a la hagiografa o vida de santos medievales, y la mitologa, que representa un rico repertorio de la conducta humana ms sugerente para los humanistas que las castrantes leyendas piadosas, vidas de santos y hagiografas de Jacopo della Voragine y su leidsima Leyenda dorada.Para ello los humanistas imitaron el estilo y el pensamiento grecolatinos de dos formas diferentes: la llamada imitatio ciceroniana, o imitacin de un solo autor como modelo de toda la cultura clsica, Cicern, impulsada por los humanistas italianos, y la imitatioeclectica, o imitacin de lo mejor de cada autor grecolatino, propugnada por algunos humanistas encabezados por Erasmo de Rotterdam.

La accin de los mecenas: los mecenas eran personas que con su proteccin poltica, con su aprecio por el saber antiguo, con su afn coleccionista o con la remuneracin econmica a los humanistas para que se establecieran o costearan sus obras en la imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo. Estas personas reunan obras clsicas y llamaban a eruditos conocedores de la literatura griega y romana; por si eso fuera poco, los acogan en sus palacios. Entre los mecenas ms destacados sobresalen: la familia de los Mdici de Florencia Lorenzo de Mdicis, llamado el Magnfico y su hermano Juliano de Mdicis, los pontfices romanos Julio II y Len X, Cristina de Suecia. La creacin de universidades, escuelas y academias: las universidades (como la de Alcal de Henares, Lovaina, etc.) y las escuelas del siglo XV contribuyeron en gran parte a la expansin del Humanismo por toda Europa.

1.2 Caractersticas del Pensamiento Humanista.

Algunos de los rasgos ideolgicos del humanismo son:

Estudio filolgico de las lenguas e inters por la recuperacin de la cultura de la Antigedad clsica. Creaciones artsticas basadas imitacin o mmesis de los maestros de la civilizacin grecolatina. El antropocentrismo o consideracin de que el hombre es importante, su inteligencia el valor superior, al servicio de la fe que le une con el Creador. Se restaura la fe en el hombre contemporneo porque posee valores importantes capaces de superar a los de la Antigedad Clsica. Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradicin clsica, el esfuerzo en la superacin, y el conocimiento y disfrute de lo sensorial. La razn humana adquiere valor supremo. En las artes se valora la actividad intelectual y analtica de conocimiento. En pintura, mediante la perspectiva, se unifica con un punto de fuga racional la escala antes expresionista de las figuras. El comercio no es pecado y el Calvinismo aprecia el xito econmico como seal de que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja. El deseo de la unidad poltica y religiosa de Europa bajo un slo poder poltico y un solo poder religioso separado del mismo: se reconoce la necesidad de separar moral y poltica; autoridad eterna y temporal. El arte humanista toma la materia popular y la selecciona para transformarla en algo estilizado e idealizado, de la misma manera que la novela pastoril recrea una vida campestre desprovista de las preocupaciones habituales al campesino. En el arte humanista no hay lugar para las manifestaciones vulgares de la plebe que se vern ms tarde en el siglo XVII con el Barroco. El optimismo frente al pesimismo y milenarismo medievales. Existe fe en el hombre: la idea de que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo incita a realizar grandes hazaas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios al hombre. La lgica aristotlica frente al argumento de autoridad medieval: la imprenta multiplica los puntos de vista y los debates, enriqueciendo el debate intelectual y la comunicacin de las ideas. Se ponen de moda los gneros del dilogo y la epstola, todo lo que suponga comunicacin de ideas. Se propone la libre interpretacin de la Biblia y su traduccin a las lenguas vulgares (Lutero), frente al reduccionismo medieval de reducir su interpretacin a la del Papa u obispo de Roma (Reforma o protestantismo). Ginecolatra, alabanza y respeto por la mujer. Por ejemplo, el cuerpo desnudo de la mujer en el arte medieval representaba a Eva y al pecado; para los artistas humanistas del Renacimiento representa el goce epicreo de la vida, el amor y la belleza (Venus). En sus comienzos, el humanismo es un movimiento regenerador y en sus principios bsicos se encuentra ya bosquejado en tiempos muy anteriores, por ejemplo, en las obras de Iscrates, que se impuso una labor de regeneracin parecida en la Grecia del siglo IV a. C. En tiempos modernos se encuentra estrechamente ligado al Renacimiento y se benefici de la dispora de los maestros bizantinos de griego que difundieron la enseanza de esta lengua, muy rara hasta entonces, tras la cada de Constantinopla en poder de los turcos en 1453; la imprenta y el abaratamiento de los libros subsiguiente facilit esta difusin fuera del mbito eclesistico.

1.3 Principales Pensadores Humanistas

Los autores ms destacados de ste movimiento fueron:

Francesco Petrarca (1304-1374), es conocido como el padre del humanismo. Fue el primero en sealar que para ser culto y adquirir verdadera humanidad, era indispensable el estudio de las lenguas y letras de los clsicos. Giovanni Boccaccio (1313-1375), al igual que Petrarca, dedic su vida al estudio de los clsicos, especialmente a los latinos, y realiz un importante compendio mitolgico, la Genealoga de los dioses paganos.GemistoPletn (1355-1452). Humanista y filsofo bizantino, unos de los principales impulsores del estudio del griego en el mundo latino, y del platonismo. Ferviente seguidor de Platn, ense en Florencia y estableci la base para la creacin de la Academia de Florencia. Leonardo Bruni (1374-1444), a quien se debe un profundo impulso a la traduccin de la literatura griega.LeonBattista Alberti (1404-1472). Sacerdote, humanista y secretario personal de seis papas, Doctor en Derecho Cannico, fsico, matemtico y arquitecto. Lorenzo Valla (1407-1457), fundador de la filologa por su estudio de los poetas latinos y su proposicin de una nueva gramtica. Quiz su logro ms conocido fue su descubrimiento, basado en pruebas filolgicas, de la falsedad del documento medieval Donacin de Constantino supuestamente redactado por este emperador, y por el que se otorgaban los territorios de la Italia central al cuidado del Papa romano.MarsilioFicino (1433-1499), que divulg la filosofa de Platn por Europa. Antonio de Nebrija (1441-1522), que logr renovar los mtodos de enseanza de las lenguas clsicas en Espaa.Pico dellaMirandola (1463-1494), quien probablemente haya sido el primero en utilizar la palabra humanista para referirse al nuevo movimiento. Fue el autor de un Dilogo sobre la dignidad del hombre. Erasmo de Rotterdam (1469 - 1536), fue la gran figura intelectual en el debate entre catlicos y protestantes y creador de una corriente personal dentro del humanismo de crtica del cristianismo medieval tradicional, el erasmismo, a travs de sus Colloquia y diversos opsculos.Giulio Cesare Scaligero (1484-1558), gran fillogo y preconizador de la imitatio ciceroniana frente a la imitatio eclctica de Erasmo de Rotterdam. Juan Luis Vives (1492-1540), amigo de Erasmo y de Toms Moro, el primero en tratar la psicologa como disciplina cientfica y con contribuciones originales en todo tipo de materias. Robert Estienne (1503-1559, humanista francs con labor comparable al del impresor y humanista Aldo Manuzio en Italia. Michel de Montaigne (1533-1592), quien verti a la lengua vulgar lo ms selecto del pensamiento grecolatino creando el gnero del ensayo, tpicamente humanista. Todos estos y muchos otros, crearon el espritu de una nueva poca, el Renacimiento, que se expandi a travs del invento de la imprenta y las magnficas ediciones de clsicos del impresor Aldo Manuzio y sus hijos y discpulos.

El Humanismo, como uno de los fundamentos ideolgicos del Renacimiento, supona una evidente ruptura con la idea de religin que se manejaba hasta entonces en la que Dios era centro y razn de todas las cosas. Con el Humanismo, Dios no perda su papel predominante, pero se situaba en un plano diferente, y ya no era la respuesta a todos los problemas. Probablemente el autor que supo aunar mejor que ninguno la filosofa humanstica con el pensamiento cristiano fue Erasmo de Rotterdam.

Humanismo y Debate De la Modernidad:

2.1 El Pensamiento Moderno

En el pensamiento moderno es un lugar comn relacionar de manera estrecha el Humanismo con la Declaracin de Derechos Humanos. Es decir, las sociedades democrticas modernas se hacen eco de los grandes pensadores de la libertad de pensamiento, como Locke, Rousseau, Kant hasta Rawls, los cuales no conciben una sociedad justa sin el respeto a la libertad y a los derechos fundamentales del hombre. No obstante, el concepto de Humanismo surge en un contexto histrico totalmente diferente, en el Renacimiento; el humanismo se desarrolla de manera excepcional en la Academia florentina con Ficino, Pico della Mirandola y otros autores.El concepto de Humanismo en el Renacimiento no es totalmente ajeno al pensamiento actual; sin embargo, lo que ms choca al hombre democrtico de nuestro tiempo es la estrecha relacin que exista en el Renacimiento entre el humanismo y los estudios literarios. No obstante, si sustituimos la palabra literatura por la palabra educacin, el concepto renacentista de humanismo recupera su pleno sentido (nos viene a la memoria el Emilio de Rousseau), aunque el Renacimiento hace especial hincapi en los Studia Humanitatis, es decir, en los estudios literarios que corresponden a las Humanidades, o sea, con los contenidos de las escuelas de humanidades ms que con los valores humanos recogidos en la Declaracin de Derechos Humanos. Existe alguna relacin profunda que se nos escapa entre leer a Sneca o a Plutarco y reconocer travs de la razn que todos somos libres e iguales ante la ley? El humanismo tal y como lo entendemos en la actualidad, y segn est recogido en la Declaracin de Derechos humanos, no est vinculado totalmente con la formacin humanstica. No niego que los modernos recurren a menudo a los antiguos y a la cultura humanstica para apoyar sus argumentos; En el Renacimiento, el Humanismo est ntimamente asociado con el arte de la retrica y de la elocuencia que se remonta a los sofistas griegos. La Ilustracin contina el antropocentrismo renacentista, pero, a partir de Descartes, se produce una separacin radical entre el hombre y la naturaleza que dar lugar a la aparicin del sujeto como nueva figura de la modernidad.La modernidad surge culturalmente con la irrupcin del humanismo y filosficamente con la venida de la subjetividad. A lo largo de su admirable Individuo y cosmos en la filosofa del Renacimiento, Cassirer se dedica a mostrar cmo la revolucin cartesiana, que confirma la costumbre de situar en el Cogito cartesiano el comienzo de la filosofa moderna, ha sido preparada por las diversas corrientes humanistas de la filosofa del Renacimiento.Los eruditos renacentistas comenzaron a emplear el trmino humanidades (studiahumanitatis) El trmino, tomado de Cicern y de otros autores antiguos, fue adoptado por Salutati y por Bruni y termin por significar los campos de la gramtica, la retrica, la poesa, la historia y la filosofa moral.El humanismo contemporneo se enfrenta principalmente con el problema del Historicismo, es decir, con la muerte de todos los valores, incluidos los derechos humanos, en el momento en que la historia se convierte en todo real a partir de Hegel, y destruye el mbito de los valores intemporales y eternos.Segn Strauss, el Derecho natural ha sido superado y destruido por la Historia, pero este autor tambin sostiene que es posible volver a los antiguos para recuperar y fundamentar el derecho natural que ha sido sepultado y destruido por el concepto de historia de los modernos. Para los antiguos, la naturaleza es la fuente objetiva y trascendente de todos los valores, mientras que los modernos instauran un antropocentrismo que desplaza la objetividad natural porla subjetividad humana, que destruye todo posible fundamento universal y trascendente del Derecho natural. Alain Renaut y Luc Ferry sostienen que es posible defender el humanismo, es decir, los valores humanos eternos e inmutables como esfera independiente de los hechos histricos, pero tambin como una conquista absoluta de la historia de la humanidad, mas, a diferencia de Leo Strauss y (de Villey), sin necesidad de recurrir a los antiguos. El humanismo, segn la tesis de Alain Renaut y Luc Ferry, es un producto exclusivo del mundo moderno.

Leo Strauss, considera que la modernidad se define a partir de la nueva figura del sujeto. Sostiene que la crtica de la modernidad tiene como principal objetivo superar la metafsica de la subjetividad; por consiguiente, superar el humanismo es considerado como un paso necesario para superar los males de la modernidad, como los colonialismos y los totalitarismos.La modernidad surge del humanismo, y por otra, desemboca en los totalitarismos, es muy tentador identificar los totalitarismos modernos con las ilusiones del sujeto y del humanismo. Este argumento anti humanista ha recibido merecidas crticas por parte de los defensores de los Derechos humanos, pues rechazar el humanismo implica, renunciar a los derechos del hombre como uno de los logros ms importantes e irrenunciables de la modernidad.El humanismo constituye la figura inaugural de la modernidad tal como lo demuestra Alain Renaut: Ciertamente el individuo queda como una figura del sujeto; en este sentido hay que insistir en que son necesarias, para que se pueda desarrollar el individualismo, condiciones que son las de la modernidad, a saber, la instalacin del hombre como valor propio en un mundo no intrnsecamente jerarquizado. La tesis de Renaut, por tanto, afirma que el individualismo moderno surge del humanismo. Este individualismo, que se define como una de las posibilidades lgicas del humanismo, al final termina destruyendo los fundamentos del humanismo, es decir, renuncia a los valores que trascienden al individuo provocando la crisis insuperable del sujeto.

Los conservadores defienden el sometimiento y la obediencia a un poder superior a las voluntades individuales, pero, a falta del fundamento divino, recurren a otra forma de exterioridad: la sociedad.Los conservadores se oponen a la libertad de los modernos, y, por tanto, a los valores de la modernidad como la libertad y la igualdad. El humanismo defiende la idea de libertad contra cualquier poder trascendente que impida al hombre liberarse de las ataduras de la tradicin y de la naturaleza. La oposicin de la razn contra la tradicin define el paso hacia las sociedades liberales y democrticas: La esencia de las sociedades modernas, como lo haban percibido Constant y Tocqueville, consiste en lay al relativismo. El individuo narcisista no afirma la autonoma sino su derecho a la diferencia.El humanismo, por tanto, concuerda con el individualismo en el fundamento subjetivo de las normas, aunque no se detiene en la libertad de eleccin, sino que pretende fundamentar la libertad del sujeto individual en leyes que no slo sean vlidas para l sino tambin para los dems, y desde este punto de vista, el humanismo aspira a leyes racionales con valor universal, que puedan adems someterse al examen crtico de la subjetividad. La autonoma se fundamenta en la subjetividad y en la universalidad, y renunciar a cualquier de las dos implica renunciar al humanismo tal como ha sido constituido desde Montaigne hasta Kant.

Qu es el humanismo? El Humanismo desde el Renacimiento ha permitido pensar al hombre como dueo de su propio destino. Esta es la tesis que defiende T. Todovov en su obra El Jardn Imperfecto.La poca moderna, desde el Renacimiento hasta la poca de las Luces, consisti en defender la libertad humana contra toda autoridad externa basada en la verdad revelada y los dogmas de la tradicin. La Ilustracin, que combate la separacin cristiana entre la razn y la naturaleza, propone como principio unificador entre la naturaleza y la razn no al Dios todopoderoso de la creacin, sino al hombre dotado de razn y de sensibilidad. El racionalismo metafsico del siglo XVII prepar el terreno para el surgimiento de la poca Moderna, al defender la separacin entre la razn humana y la tradicin o la verdad revelada, por una parte, y entre el espritu humano yla naturaleza, por otra parte. No obstante, fue la Ilustracin del siglo XVIII la que culmina la historia moderna, que se inicia en el Renacimiento y la Reforma, al fundamentar los valores del humanismo (la libertad, la sociedad y el yo) no en la naturaleza (de los antiguos), ni en el Dios (de los cristianos), sino en el hombre mismo que es libre para decidir y tomar partido en su propio destino.

En Francia destacan tres pensadores humanistas que aparecen en tres momentos cruciales de la historia: Montaigne en el Renacimiento, Rousseau en el siglo de las Luces y Benjamin Constant en las postrimeras de la revolucin. En su obra Nosotros y los otros, Todorov propone el espritu de moderacin de Montesquieu como paradigma del pensamiento humanista. El humanismo que propone Todorov a partir de estos autores se sita entre dos posturas antagnicas, que, sin embargo, reflejan el mismo componente anti humanista: 1) el hombre es impotente para decidir su propio destino, como sostienen San Agustn y Pascal, a consecuencia del pecado original (lo cual explica la necesidad de recurrir a la gracia divina) y, por otra parte, el hombre es omnipotente para lograr por si mismo todo lo que se propone, como se deduce de la versin orgullosa del humanismo de Descartes, que convierte al hombre en dueo y seor de la naturaleza.

El pensamiento humanista, segn Todorov, se basa en tres principios: La autonoma del yo, la finalidad del tu y la universalidad de los ellos. La libertad corresponde a la autonoma del yo, la igualdad corresponde a la unidad del gnero humano (la universalidad del ellos) y la fraternidad hace referencia a la finalidad del t(el amor y la amistad).Segn Todorov, el humanismo se basa en estos principios, y donde falte alguno de ellos no se cumple los requisitos del pensamiento humanista.

Contina diciendo que las tres ideologas modernas que se oponen al humanismo son: el individualismo, el conservadurismo y el cientificismo.

Lo que distingue al humanismo de las dems ideologas modernas (el Individualismo, el conservadurismo y el cientificismo) es precisamente su rechazo de que haya un valor absoluto que se imponga sobre los dems valores y, por tanto, su defensa de la pluralidad de valores como condicin necesaria de la libertad. El humanismo defiende la libertad de los individuos, la sociedad de los conservadores y la universalidad de los cientifistas. Pero se distingue de los individualistas, conservadores y cientifistas por negarse a identificar al hombre con uno de estos valores (la libertad, la sociedad y la ciencia), mientras que intenta buscar un equilibrio entre los distintos valores para impedir que uno solo de ellos se imponga sobre los dems.Lo que define y distingue el humanismo no son los valores que defiende, sino laModeracin con que afirma los distintos valores. Para el humanista, lo esencial no es lo que el hombre aprueba o desaprueba, sino el hecho de que nada ni nadie debe interferir en su libre eleccin de valores. Adems, el humanismo incluye la idea de responsabilidad, segn la cual el hombre es responsable de sus actos, lo cual supone una limitacin racional de la libertad. Esta limitacin de la libertad a travs de la ley de la razn es una conquista de la Ilustracin, que, a diferencia del humanismo renacentista de Pico, no concibe la libertad sin ley. La libertad desde este punto de vista no se limita a la liberacin del individuo de las normas de la tradicin o de la naturaleza, sino que tambin hace referencia, a partir de Rousseau y Kant, al acto por el cual el hombre se auto determina a travs de la razn.

2.2 La Crisis de la Modernidad

El humanismo tradicional ha visto "lo esencial humano" en la vida racional del hombre expresada en todas las dimensiones de la misma (intelectual, valorativa, moral, emocional, esttica, social y poltica). Lo esencial del hombre (lo que lo especifica y lo distingue de los animales) es la razn, el lgos.Pero he aqu que, en la modernidad, la razn ha entrado en crisis (y, con ella, el humanismo). Esta crisis de la razn comenz en el s, XVII, con un empirismo radical que la negaba en sus productos ms tpicos (ideas universales, principios morales absolutos, conocimiento y existencia de las nociones metafsicas -esencia, substancia, causa, fin ltimo, etc.-). En el s. XVIII, la filosofa de Kant vino a reforzar esta postura, que se consum en el s. XIX con el positivismo y el materialismo. Todo ello ha llevado al neopositivismo del s. XX, que ha propiciado el actual postmodernismo, con su pensamiento "flojo", poco amigo del razonamiento riguroso.Este empirismo, negador de todo asomo de racionalismo, ha tenido dos consecuencias para el pensamiento: 1) el prescindir de todo el mbito metafsico o de principios racionales, con lo cual hoy da ya no se habla de ideales universales, de la razn de ser de las cosas, de normas morales absolutas, de la nocin de verdad, del sentido del mundo, del fin ltimo del hombre, etc.; 2) la prdida de la nocin de naturaleza (o esencia de las cosas) y, por consiguiente, de la nocin de "naturaleza humana", con lo cual se desvanecen conceptos tales como la "ley natural", la "moral natural" y el "derecho natural" (en la ciencia jurdica, el iusnaturalismo es substituido por el positivismo jurdico).Este movimiento intelectual ha cambiado el concepto de hombre y ha asestado un duro golpe al humanismo tradicional. No es que ste desaparezca totalmente, pues quedan algunos aspectos suyos (amor al saber, esteticismo, interdisciplinariedad) que no se ven afectados por la moda empirista; pero s han quedado afectados los rasgos ms hondos del humanismo, como son la eticidad, la trascendencia del conocimiento, los principios racionales absolutos, el fin ltimo del hombre y otros atributos esenciales de la naturaleza humana.Ante este hecho, otros sntomas de prdida de humanismo, como es la menor relevancia atribuida al conocimiento y estudio de las Humanidades, no revisten tanta importancia. Pero la tienen tambin, porque significan una degradacin de la estima en que se tienen unas piezas que son esenciales en la constitucin de lo "humano".

2.3 Modernidad y Globalizacin

La prueba de cada civilizacin humana est en la especie de hombres y mujeres que en ella se produce. Pues bien, qu tipo de hombres, mujeres y nios est produciendo la globalizacin y la posmodernidad en la civilizacin actual, cuando el capitalismo global pragmtico y hedonista ha significado el aumento brutal de la frivolidad, la miseria y exclusin social? Verdaderamente, el hombre no se agota en la realizacin de los valores especficamente biolgicos y ms bien es un ser vital capaz de espritu. De este modo, los fines del hombre como ser vital tiene que servir, en ltimo trmino, al saber culto. Pero ahora el eje cultural de la globalizacin posmoderna no es ya la idea humanstica del saber culto sino la idea postmoderna del saber divertido. Esto es la agona de Fausto!, el personaje goethiano que simboliza al hombre que conquista el mundo, pero que se pierde a s mismo. La civilizacin moderna se consagr febrilmente a la investigacin cientfica, la innovacin tecnolgica, el desarrollo econmico, a mejorar las estructuras sociales y el Estado, pero olvid lo fundamental: cmo transformar y revitalizar el ser humano.

En el proceso de la actual globalizacin se pretende homogeneizar y eliminar las diferencias culturales, suprimiendo las identidades en aras de la ganancia. Es el Telos cultural de la globalizacin. Y esta reestructuracin en vistas solamente del mercado ha generado un tipo de hombre presa de sus deseos ms elementales, que se construye una moral a la carta, relativa y nihilista y que termina constituyendo el hombre antico. En el mundo globalizado, el nihilismo y el relativismo moral testifican, con toda honradez, que la vida carece de sentido, proclaman la era del vaco y la entronizacin de la sociedad de la transparencia, sin densidad espiritual. La supremaca de estos valores configura una atrofia en la conformacin psquica del hombre y representa un ideal cultural sin contrapeso espiritual.

La civilizacin tecnolgica por s misma es incapaz de fundamentar una regin independiente de valores, necesita como contrapeso una cultura espiritual intensificada. De lo contrario, mutila al hombre de su vida interior, dejndolo inerme en medio de una sociedad de la sensacin, de una sociedad transaccional sin valores, que reemplaza su capacidad creadora por su capacidad consumista de los medios tecnotrnicos a su alcance. El hombre antico es el hijo legtimo del predominio de la civilizacin tecnolgica, de la cultura tcnica sobre la cultura humanstica. Por ello, la filosofa de la educacin tiene ante s la grave cuestin del Saber, que no es un problema puramente tcnico y est en el corazn mismo de una reforma del hombre. La preocupacin por la formacin de una jerarqua de los saberes, abordada con profundidad por M. Scheler y J. Maritain, y de los grados del saber destinado a proporcionar un firme cimiento al orden intelectual es urgente para sustituir al desorden moderno. La distincin y complementacin entre ciencia y sabidura es necesaria para mostrar la unin indisoluble entre filosofa terica y filosofa prctica y para devolver la unidad al espritu humano.

La crisis del hombre en la globalizacin va ms all de lo econmico-poltico, hunde sus races en lo tico-moral. Pero la crisis moral encuentra su fundamento en una visin metafsica determinada. El actual neodogmatismo cientificista ultraliberal se basa justamente en la edificacin de una sociedad transaccional sin valores superiores. Por ello, el hombre antico no es un hombre que carece de intersubjetividad sino que est dotado de una intersubjetividad dbil, estrecha, marchita. S es un hombre moral pero no es un hombre tico, pues la moral puede ser relativa pero lo tico es universal. La cultura posmoderna es fundamentalmente la radicalizacin decadente del inmanentismo de la modernidad y el desarrollo consecuente del humanismo luciferino. Este relativismo moral de la cultura horizontal sin trascendencia imperante en la globalizacin ultraliberal, carece de la fuerza interior para resistir los embates de los propios males que engendra, haciendo que la propia sociedad transaccional sin valores encuentre difcil la entronizacin pacfica de la cultura del vaco.

Plantear un humanismo de sntesis que recupere la eterna vocacin trascendente del hombre, no significa desplazar nuestra responsabilidad personal sobre los hombros de Dios o de la Naturaleza. Es necesario volver a los valores permanentes, pues el xito material, el placer y el dinero no vuelven ms humano ni digno al hombre. Al contrario, el hombre antico que pulula en nuestro tiempo, lleva desconsoladoramente una moral doble, hipcrita y de tartufo. Es indudable que es urgente para recuperar una espiritualidad de motivacin interna, autocontrol, autodisciplina y autorrealizacin una revolucin humana, la transformacin interior del individuo, un nuevo humanismo, basado en un personalismo comunitario y en un ethos con sentido de interdependencia del hombre con el cosmos. Sin embargo, no basta con reclamar una tica Global la para la poltica y la economa global (H. Kng), si antes no se advierte con claridad el fundamento ontolgico metafsico de la civilizacin en la que nos hallamos inmersos.

La crisis de la cultura globalizada y posmoderna hace necesario superar el materialismo y el vitalismo fustico del hombre moderno por la idea pascaliana de Dios como amor y caridad, y unir naturaleza y espritu en la idea agustiniana de la plenitud existencial (V. A. Belaunde), que lejos de volcarse en la Nada, percibe el ser divino que los trasciende. Es necesario volver a los valores permanentes, pues el xito material, el placer y el dinero no vuelven ms humano ni digno al hombre. La accin humana en el espacio y en el tiempo est siempre de camino a la eternidad (Blondel). La cultura moderna con su recorte de la realidad humana ha comprometido gravemente la importancia que tiene la madurez personal, todo se ha vuelto frvolo y superficial, y la regla es desconocer el valor formativo de la pobreza y del sufrimiento. Pero a medida que disminuye la necesidad de mano de obra y aumenta el peligro de la extincin del empleo por los progresos de la ciencia y de la tcnica (V. Forrester), la llamada economa de la abundancia pierde sentido y se impone la necesidad de un salario ciudadano y la distribucin de lo suficiente entre todos, el lujo se har difcil y la pobreza relativa indispensable. Se trata de un cambio civilizacional inimaginable dentro de los marcos del capitalismo.

El humanismo y la Formacin de Valores:3.1 La Condicin Humana

Sartre considera que no existe la o naturaleza humana. Esto quiere decir que en nosotros no encontramos unos rasgos fijos que determinen el mbito de posibles comportamientos o el de posibles caractersticas que podamos tener. Para muchos autores esta afirmacin es exagerada: por poner dos ejemplos muy distintos, desde las teoras religiosas se defiende que el hombre, todo hombre, tiene un alma y que sta es precisamente su naturaleza; desde las teoras naturalistas como la de la biologa se indica que nuestra constitucin gentica y biolgica se realiza en lo fundamental del mismo modo en todos los hombres de todos los lugares y de todas las pocas. Sartre rechaza la existencia de una naturaleza espiritual o fsica que pueda determinar nuestro ser, nuestro destino, nuestra conducta. Para l el hombre en su origen es algo indeterminado, y slo nuestras elecciones y acciones forman el perfil de nuestra personalidad. Pero con estas afirmaciones Sartre se enfrenta a un problema: si no existe una naturaleza comn a todos los hombres, por qu llamamos hombres a todos los hombres?, en qu nos fijamos para reconocer en el otro a un semejante? Seguramente preocupado por estas dificultades en El existencialismo es un humanismo introduce el concepto de condicin humana (que para algunos intrpretes viene a ser un remedo de la nocin de esencia o naturaleza): la condicin humana, nos dice, es el conjunto de los lmites a priori que bosquejan su situacin fundamental en el universo. Estos lmites son comunes a todos los hombres; es el marco general en el que invariablemente se desenvuelve la vida humana. Resume este marco bsico de la vida humana en los puntos siguientes:

1. Estar arrojado en el mundo;2. Tener que trabajar;3. Vivir en medio de los dems;4. Ser mortal. Todo individuo, toda sociedad, se ha tenido que enfrentar a estos hechos inevitables y ha resuelto de distintos modos los problemas vitales a los que conducen. Con estos cuatro puntos Sartre se refiere a la inevitable sociabilidad humana, a la inevitable libertad en la que vive el hombre y a la inevitable indigencia material de nuestra existencia, indigencia que obliga al trabajo y a las distintas formas de organizacin social que sobre el trabajo se levantan. La existencia de la condicin humana es lo que puede hacernos comprensibles los distintos momentos histricos y las vidas particulares; aunque los proyectos humanos sean distintos no nos son extraos porque todos son formas de enfrentarse a estos lmites. En este sentido todo proyecto, por muy individual que parezca, tiene un valor universal: hay universalidad en todo proyecto en el sentido de que todo proyecto es comprensible para todo hombre.

3.2 Educacin con Enfoque Humanista.

Pretendemos reflexionar sobre la necesidad de una formacin integral de la persona, porque una visin sesgada o unilateral en cuanto a la formacin humana lleva a un retroceso en otros aspectos del crecimiento humano. En el proceso educativo cuando se acenta el desarrollo en un solo sentido se crean seres humanos incompletos: todo plan de estudios que tienda al equilibrio debe ofrecer promover el desarrollo en ciencias, en tcnicas, en letras, en moralidad, en vida poltica, en vida afectiva de los educandos; como deca Andrs Bello en uno de sus discursos todas las facultades humanas forman un sistema, en que no puede haber regularidad y armona sin el concurso de cada una. No se puede paralizar una fibra, una sola fibra del alma, sin que todas las otras se enfermen.

El probable logro de esta formacin integral de las personas no depende solo de los agentes educadores (familia, maestros, instituciones) sino tambin de los educandos. A los maestros especialmente, ya desde antao, se les pide competencia intelectual, competencia moral y competencia pedaggica. En este sentido resultan elocuentes consideraciones de diferentes pocas. La primera del renacentista Juan Luis Vives: Pero muchsima ms importancia que el emplazamiento del edificio escolar tiene el factor hombre.

Por esta consideracin posean los maestros, no slo la debida competencia para instruir bien, sino que tengan la facultad y destreza convenientes [...]; la segunda de Mara Montessori (1870-1952): El maestro que creyera poder prepararse para su misin nicamente por la adquisicin de conocimientos, se engaara: debe ante todo crear en l ciertas disposiciones de orden moral.En los educandos esperamos despertar el deseo de aprender, de satisfacer la natural necesidad de conocer: si eres amigo de aprender, sers un gran sabio le deca Iscrates a su alumno Demnico cuando le indicaba ejercicios variados para la prctica de la oratoria.

Desde la historia de la educacin podemos confirmar cmo, sobre todo a lo largo del siglo XX, han sido una constante las afirmaciones educar para la sociedad, educar para la insercin laboral, educar para el desarrollo econmico y otras similares que se expresan, por ejemplo, en el documento Educacin y conocimiento: eje de la transformacin productiva con equidad (CEPAL-UNESCO, 1992). Tales fines adjudicados, a veces de manera absoluta, al proceso educativo hacen que consideremos la educacin solo como un fenmeno social o con carcter instrumental y parecen dejar de lado la centralidad de la persona humana en la educacin. A tal punto ha sido as que en la VIII Conferencia Iberoamericana de Educacin(Sintra, Portugal, 1998), ante la conviccin de que la globalizacin implica oportunidades y riesgos para la sociedad y las personas, se propone recuperar el papel del ser humano como actor principal del proceso educativo; por otra parte el Pronunciamiento Latinoamericano al referirse a la necesidad de ms y mejor educacin concluye que a pesar de las reformas educativas implementadas en la regin, los resultados no son manifiestos en el mbito de la formacin integral de las personas donde los mismos no se miden por el nmero de aos de estudio o de certificados, sino por lo efectivamente aprendido (TORRES, 2000) intelectual, social, moral y afectivamente.

Aparece como preocupacin de nuestra sociedad que los jvenes aprendan rpidamente lo que les sirva en funcin de un futuro trabajo en detrimento de conocimientos que se suponen perimidos. La consideracin de la actividad educativa solo en su utilidad fctica nos dificulta la visin de la importancia de una educacin del ser humano en lo humano, ya que educar no es principalmente un proceso mecnico del cual se obtienen determinados productos, sino algo ofrecido a un ser libre y libremente asumido. Todo logro educativo es limitado y tiene valor educativo en tanto moviliza a nuevas vas de perfeccionamiento. Desde esta perspectiva consideramos que la tarea de la escuela es procurar a los educandos la ayuda necesaria para que se desarrollen plenamente como personas, sin perder de vista los factores coadyuvantes (situacin socio econmica, acceso a la educacin, grado de educabilidad) para la consecucin de tal fin y la formacin instrumental necesaria (incluye los aspectos tecnolgicos bsicos). Podramos hacer nuestras las palabras de Pestalozzi refirindose a la educacin pblica en los inicios del siglo XIX:

Debemos tener presente que el fin ltimo de la educacin no es la perfeccin en las tareas de la escuela, sino la preparacin para la vida; no la adquisicin de hbitos de obediencia ciega y de diligencia prescrita, sino una preparacin para la accin independiente. Debemos tener en cuenta que cualquiera que sea la clase social a que un discpulo pueda pertenecer y cualquiera que sea su vocacin, hay ciertas facultades en la naturaleza humana, que son comunes a todos y que constituyen el caudal de las energas fundamentales del hombre. No tenemos derecho a privar a nadie de las oportunidades para desenvolver todas estas facultades. Puede ser discreto tratar alguna de ellas con marcada atencin y abrigar la idea de llevar otras a su ms alta perfeccin. La diversidad de talentos e inclinaciones, de planes y de aspiraciones, es una prueba suficiente de la necesidad de tal distincin. Pero, repito que no tenemos derecho a impedir al nio el desenvolvimiento deaquellas otras facultades que en el presente no podamos concebir como muy esenciales para sufutura vocacin o situacin en la vida. (PESTALOZZI, E., 1976, p. 180).

Esto quiere decir que la educacin debe procurar la formacin humana propiamente dicha: o sea una formacin articulada, sistemtica e intencional con la finalidad de fomentar valores personales y sociales que incluyan a la persona en su totalidad. Atender a las diferencias es parte de una formacin integral en la que se considera dar a cada uno lo que necesita, lo que colma sus aptitudes y apetencias.

3.3 Formacin de Valores: Una tica Social

La educacin en valores es un proceso sistmico, pluridimensional, intencional e integrado que garantiza la formacin y el desarrollo de la personalidad consciente; se concreta a travs de lo curricular, extracurricular y en toda la vida universitaria. La forma de organizacin es el Proyecto Educativo.La personalidad es "un sistema de alto nivel de integracin de funciones squicas del individuo, un complejo de formaciones estructuradas sobre ciertos principios que funcionan dirigidos a un objetivo".

El objetivo constituye el sentido fundamental de la actividad del individuo, se expresa en el proyecto de vida que es "el conjunto de representaciones mentales sistematizadas sobre cuya base se configuran las actitudes y disposiciones tericas del individuo, y que para ejercer una direccin autentica de la personalidad, este modelo debe tomar una forma determinada en la actividad social del individuo y en las relaciones con las personas. Es decir, la caracterstica directriz de este modelo ideal se expresa no slo en lo que el individuo quiere ser, sino en su disposicin real y sus posibilidades internas y externas de lograrlo y de darle una forma precisa en el curso de su actividad"

Si se quiere incidir a travs de la educacin en la personalidad es necesario adentrarse en el porqu de los objetivos de la actividad, que lo hacen componer un proyecto de vida. Si la educacin concibe el proyecto de vida no como un modelo ideal-individual solamente, sino que lo relaciona a su vez con un modelo real-social, entonces podr acercarlo a su realizacin.

La educacin en valores debe contribuir a que el proyecto de vida se convierta en "un modelo de vida sobre la base de aquellas orientaciones de la personalidad que definen el sentido fundamental de su vida, y que adquieren una forma concreta de acuerdo con la construccin de un sistema de actividades instrumentadas, las que se vinculan con las posibilidades del individuo y, de otro lado las posibilidades objetivas de la realidad externa para la ejecucin de esas orientaciones de la personalidad".

La educacin debe y puede incidir en el "GAP" que existe entre lo que se quiere ser y se quiere hacer y lo que se puede ser y se puede hacer en cada momento de la vida o al menos es ms factible, lo que al final es decisin del individuo. La posibilidad de ayudar a adecuar estos dos aspectos, se halla en la comprensin de la relacin entre lo individual y lo social en la personalidad, siendo ste uno de los objetivos fundamentales de la educacin en valores.

La dinmica y la armona de la personalidad desarrollada y adulta en una sociedad se halla en el equilibrio que se alcance entre la satisfaccin de los intereses y necesidades y de los deberes sociales. Por tanto deber ser conjugado lo que se quiere y lo que se puede y es por tanto el objeto de la educacin en valores.

La educacin debe preparar al individuo para el logro en cada momento de la autorrealizacin, entendida sta como: "la orientacin de la personalidad que se dirige al desarrollo de las potencialidades, a la realizacin de valores e intereses fundamentales del individuo en la actividad social".

La educacin puede ayudar a definir un proyecto de vida efectivo y eficaz, convirtindolo en un proyecto real, haciendo corresponder las posibilidades internas del individuo y las del entorno, mediante el desarrollo de los valores cvicos y ticos, la concepcin del mundo, la capacidad de razonamiento, los conocimientos, la motivacin y los intereses.

La educacin en valores tiene como objetivo el alcance de una personalidad desarrollada o en desarrollo, la que se entiende, "al caracterizar a un individuo concreto donde el sistema de procesos y funciones que la forman se encuentran estructurados de manera armnica, en un proyecto de vida realista, donde predomina la autodireccin consciente de los esfuerzos del individuo para lograr el desarrollo de sus potencialidades en forma creadora, as como su participacin en la actividad social de acuerdo con valores de contenido progresista".

Educar en valores significa contribuir a la funcin integradora del individuo mediante la valoracin de las contradicciones de la motivacin, los intereses, etc.

La educacin en valores debe coadyuvar a la tendencia interna de la personalidad a integrar y armonizar los factores internos y externos y a la autonoma de sta, es decir, a la autorregulacin sobre la base de fines conscientes, lo que est por supuesto, en interaccin y en dependencia de la realidad social.

Los valores interiorizados conforman la esencia del modelo de representaciones personales, constituyen el contenido del sentido de vida, y de la concepcin del mundo, permiten la comprensin, la interpretacin y la valoracin del sujeto y brindan la posibilidad de definir el proyecto de vida, integrado por objetivos y finalidades para la actividad social.

Los valores no se ensean y aprenden de igual modo que los conocimientos y las habilidades, y la escuela no es la nica institucin que contribuye a la formacin y desarrollo de stos. Otra peculiaridad de la educacin en valores es su carcter intencional, consciente y de voluntad, no slo por parte del educador, sino tambin del educando, quien debe asumir dicha influencia a partir de su cultura, y estar dispuesto al cambio. De ah la importancia y la necesidad de conocer no slo el modelo ideal de educacin, sino las caractersticas del estudiante en cuanto a sus intereses, motivaciones, conocimientos, y actitudes, las que no estn aisladas de las influencias del entorno ambiental. Una comprensin clara de los lmites objetivos del entorno, del modelo a que aspira la sociedad y de la subjetividad del estudiante permite dirigir mejor las acciones educativas y dar un correcto significado al contenido de los valores a desarrollar.

Son tres las condiciones para la educacin en valores:

Primera: conocer al estudiante en cuanto a: determinantes internas de la personalidad (intereses, valores, concepcin del mundo, motivacin, etc.); actitudes y proyecto de vida (lo que piensa, lo que desea, lo que dice y lo que hace).

Segunda: conocer el entorno ambiental para determinar el contexto de actuacin (posibilidades de hacer).

Tercera: definir un modelo ideal de educacin.

Incidencias de la educacin en valores:

Desarrolla la capacidad valorativa en el individuo y permite reflejar adecuadamente el sistema objetivo.

Desarrolla la capacidad transformadora y participativa con significacin positiva hacia la sociedad.

Desarrolla la espiritualidad y la personalidad hacia la integralidad y el perfeccionamiento humano.

Transforma lo oficialmente instituido a travs de las normas morales, los sistemas educativos, el derecho, la poltica y la ideologa.

Los valores no son pues el resultado de una comprensin, y mucho menos de una informacin pasiva, ni tampoco de actitudes conducidas sin significacin propia, por el sujeto. Es algo ms complejo y multilateral pues se trata de los componentes de la personalidad, sus contenidos y sus formas de expresin a travs de conductas y comportamientos, por lo tanto slo se puede educar en valores a travs de conocimientos, habilidades de valoracin-reflexin y la actividad prctica.