Análisis comparativo de la política exterior de George ...
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Universidad de La Salle Universidad de La Salle
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Negocios y Relaciones Internacionales Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
2020
Análisis comparativo de la política exterior de George Bush y Análisis comparativo de la política exterior de George Bush y
Barack Obama desde la influencia demócrata y republicana Barack Obama desde la influencia demócrata y republicana
Daniela Lucia Osorio Rojas Universidad de La Salle, Bogotá
María Alejandra Tapasco Sánchez Universidad de La Salle, Bogotá
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Citación recomendada Citación recomendada Osorio Rojas, D. L., & Tapasco Sánchez, M. A. (2020). Análisis comparativo de la política exterior de George Bush y Barack Obama desde la influencia demócrata y republicana. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/negocios_relaciones/235
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ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE GEORGE BUSH Y
BARACK OBAMA DESDE LA INFLUENCIA DEMÓCRATA Y REPUBLICANA
María Alejandra Tapasco Sánchez
Daniela Lucia Osorio Rojas
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Programa de Negocios y Relaciones Internacionales
Bogotá, DC
2020
ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE GEORGE BUSH Y
BARACK OBAMA DESDE LA INFLUENCIA DEMÓCRATA Y REPUBLICANA
Trabajo de grado para optar al título de Profesional en Negocios y Relaciones
Internacionales bajo la modalidad de monografía
María Alejandra Tapasco Sánchez
Daniela Lucia Osorio Rojas
Directora:
Prof. Irma Liliana Vásquez Merchan, PhD
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Programa de Negocios y Relaciones Internacionales
Bogotá, DC
2020
CONTENIDO
RESUMEN ............................................................................................................................ iv
ABSTRACT ........................................................................................................................... v
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I. AGRUPACIONES POLÍTICAS EN LAS LÍNEAS DE PODER DE LA
POLÍTICA EXTERIOR NORTEAMERICANA .................................................... 3
1.1 Configuración de los ideales demócratas y republicanos ............................................. 3
1.2 Aislacionismo, coaliciones y figura de poder en la Política Exterior ........................... 8
1.3 Política exterior y poder de los Demócratas y Republicanos ..................................... 11
CAPÍTULO II. ANTECEDENTES DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE GEORGE BUSH Y
BARACK OBAMA ............................................................................................... 14
2.1 Candidatura de George W Bush: crisis y defensa de intereses ................................... 14
2.2 Candidatura de Barack Obama: regeneración y relaciones smart .............................. 18
CAPITULO III. LAS PERSPECTIVAS DE PODER EN EL SIGLO XXI: ENFOQUES Y
ALIADOS .............................................................................................................. 23
3.1 George W. Bush vs Barack Obama: Enfoques del Poder ........................................... 23
3.2 Las Relaciones Exteriores: América Latina y Medio Oriente .................................... 28
CONCLUSIONES ................................................................................................................ 31
REFERENCIAS ................................................................................................................... 35
iv
RESUMEN
Las doctrinas políticas de los presidentes son factores relevantes al momento de diseñar e
implementar una agenda política, en el caso de la política exterior no es la excepción. Las
líneas de poder al interior de los Partidos Políticos tradicionales (Demócrata y Republicano)
están definidas por una serie de cambios a lo largo de la historia de los Estados Unidos.
Donde el partido Demócrata se identifica por tener una postura más liberal y el partido
Republicano es el que representa una postura más conservadora, así nos conduce a analizar
¿De qué manera influye la ideología política desde la perspectiva de poder Soft, Smart o Hard
en el periodo de 2001 a 2016 en la agenda de la política exterior de los mandatos de George
Bush y Barack Obama? Se considera que la coyuntura que enfrenta cada presidente durante
su periodo electo caracteriza el trayecto y el modelo con el cual se diseña la política exterior.
Así, para George W. Bush es con la seguridad y defensa a raíz de los atentados del 11-S, y
para Barack Obama con el desarrollo económico y social, y la defensa de los derechos
humanos.
Palabras Clave: Estados Unidos, Agenda Política, Poder Inteligente, Poder Suave, Poder
duro.
v
ABSTRACT
The political doctrines of the presidents are relevant factors when designing and
implementing a political agenda, in the case of foreign policy it is no exception. The lines of
power within the traditional Political Parties (Democratic and Republican) are defined by a
series of changes throughout the history of the United States. Where the Democratic party
identifies itself as having a more liberal stance and the Republican party is the one
representing a more conservative stance, this leads us to analyze how does political ideology
from the perspective of soft, smart or hard power influence the period from 2001 to 2016 on
the foreign policy agenda of the terms of George Bush and Barack Obama? It is considered
that the situation faced by each president during his elected period characterizes the path and
the model with which foreign policy is designed. Thus, for George W. Bush it is with security
and defense because of the 9/11 attacks, and for Barack Obama with economic and social
development, and the defense of human rights.
Keywords: United States, political agenda, Smart power, Soft power, Hard power.
1
INTRODUCCIÓN
El ejercicio de poder durante el periodo presidencial de George W. Bush condujo a la pérdida
de legitimidad internacional, que condujo al aumento del gasto en defensa e incrementó el
déficit presupuestal de la deuda pública. Otras dificultades de este mandato fueron la crisis
económica de 2008 y la crisis de Siria que pusieron en riesgo la política de poder inteligente
(Smart Power). En 2009, cuando toma el poder Barack Obama, se encuentra en una difícil
situación en la que las decisiones deben tomarse con cuidado puesto que Estados Unidos se
encuentra en una crisis económica, por lo que cualquier decisión podría afectar directamente
su gestión. A nivel interno, se encuentra con una población expuesta al desempleo, y a nivel
externo, se evidencia la necesidad de replantear la estrategia de política exterior y ocuparse
de los asuntos vitales para que pueda recuperar su posición hegemónica en el sistema
internacional (Valdes,2013).
De la agenda de la política exterior de los expresidentes George W. Bush y Barack
Obama, se puede inferir que la orientación en sus ideales políticos tuvo una incidencia directa
en los parámetros y mecanismos que se ejecutaron a lo largo de sus mandatos
respectivamente. En este caso, se considera que los partidos políticos: Demócrata y
Republicano tienen diferencias no sólo en su fijación política sino también en el modelo
económico y de seguridad para el diseño del plan de gobierno. En el caso de George W. Bush
y Barack Obama se puede identificar que poseen un enfoque de gobierno que según Joseph
Nye se identifica como Hard Power y Smart Power, respectivamente. La relación que se
presenta entre Soft, Smart y Hard Power está definida por el enfoque y modelo con el cual
cada presidente analiza la política exterior del país; tomando como punto de referencia el
ámbito de la seguridad y el poder.
Los conceptos de Soft Power o Hard Power necesitaban complementarse para
identificar y describir el modelo con el que se estaba ejerciendo la política norteamericana.
Es donde se identifica el concepto de Smart Power. La política exterior de un territorio
implica el modo como un país entabla las relaciones con otros territorios, garantizando en
primera medida los intereses nacionales. Cada mandatario tiene una percepción y un foco
diferente para dirigir los lineamientos de la política exterior. En el caso de George W Bush
su parámetro de ejecución estuvo basado en el Hard Power, situación que causó la crítica de
la administración. Barack Obama por su parte hizo uso del Smart Power. Este proceso entre
2
una administración y otra con orientación política distinta corriente ideológica de republicana
a demócrata, partiendo de una postura conservadora y basada en la libertad individual a un
cambio en una corriente liberal y el bienestar social, genera en cierta medida un choque en
el empalme de ambas corrientes; sin embargo, el desempeño de cada presidente tiene una
influencia a raíz de su partido político. Las divisiones en las posturas de los Partidos
Demócrata y Republicano no sólo están marcadas en términos políticos, también inciden
temas económicos y sociales (Nye 2003).
En este sentido, la presente investigación plantea este interrogante ¿De qué manera
influye la ideología política desde la perspectiva de poder soft, smart o hard en el periodo de
2001 a 2016 en la agenda de la política exterior de los mandatos de George Bush y Barack
Obama? Tomando como referencia la agenda en la política exterior de los expresidentes
George Bush y Barack Obama se puede inferir que la orientación de su doctrina política tuvo
una incidencia directa en también en el modelo económico y de seguridad. En el caso de
George Bush y Barack Obama se puede identificar que poseen un enfoque de gobierno que
según el autor Joseph Nye se identifican como Hard power y Smart power. La relación que
se presenta entre Smart Power y Hard Power está definida por el enfoque y modelo con el
cual cada presidente analiza la política exterior del país; siendo la referencia los ámbitos de
la seguridad y el poder.
Este trabajo está organizado en tres secciones. En el primer capítulo, se analiza las
características y los fundamentos que instauraron los ideales del actual Partido Demócrata y
Partido Republicano y la relación de los partidos en la política exterior de George W. Bush
y Barack Obama. En el segundo, se examina las bases en la construcción de la política
exterior de los mandatarios George W. Bush y Barack Obama. En el tercero, se compara su
perspectiva de poder en el Hard Power y Smart Power y las relaciones con América Latina
y Oriente Medio. Por último, se presentan las conclusiones.
3
CAPÍTULO I. AGRUPACIONES POLÍTICAS EN LAS LÍNEAS DE PODER DE LA
POLÍTICA EXTERIOR NORTEAMERICANA
Durante el nuevo milenio y en los mandatos presidenciales de George W Bush y Barack
Obama se han identificado dos Partidos Políticos principales que han dominado el escenario
en las elecciones presidenciales y en los asuntos gubernamentales: El Partido Republicano y
El Partido Demócrata. Sin embargo, a lo largo de la historia de la nación norteamericana, se
han presentado diferentes afiliaciones políticas que han sido las precursoras de los partidos
tradicionales actuales. La época de emancipación, revolución y finalmente independencia
fueron momentos claves para configurar la estrategia ideológica de Estados Unidos en
especial en temas de política exterior.
La influencia que tiene una corriente política incide en diferentes factores frente al
modelo con el cual un presidente ejecuta su mandato. En este sentido, la representación que
tuvieron los demócratas con la administración de Barack Obama y los republicanos con la
representación de George W Bush determinaron lineamientos y recursos fundamentales en
la implementación de la agenda política de cada uno.
1.1 Configuración de los ideales demócratas y republicanos
El concepto de Partido Político resulta complejo para definir, tomando en cuenta que
cada autor que intenta dar una interpretación a este concepto tiene un fundamento conceptual
diferente
Como han señalado muchos observadores, intentar definir a un <<partido>> es como
intentar definir un elefante. Cualquiera que haya visto uno sabe qué aspecto tiene, pero
resulta bastante difícil definírselo a una persona que nunca se ha cruzado con uno (Ware,
2004, p.26).
Sin embargo, todos convergen en que un partido es un grupo de individuos con un
propósito común, un ideal que puede tomar en cuenta temas como las funciones que debe
ejercer un estado con su pueblo “quizá la mejor manera de solventar estos problemas pase
por tomar en consideración algunos de los rasgos de los partidos que, al menos algunos de
los observadores, consideren rasgos clave” (Ware, 2004, p.27). Así se puede interpretar que
el papel que tienen los partidos políticos en los estados está definido y directamente
sincronizado a un ideal social. La formación de estas instituciones comprende una visión y
4
un objetivo común. Estos partidos a su vez tienen un orden interno y un modelo para ejercer
el poder.
Joseph Nye (2004) afirma que el poder es “la habilidad de obtener lo que quieres a
través de la atracción antes que a través de la coerción o de las recompensas” (p.117). Esta
capacidad de atracción que describe el autor se aplica a diferentes conceptos, en este caso
particular se aplica a los Partidos Políticos de Estados Unidos: Demócrata y Republicano, y
los mecanismos que cada grupo utiliza para obtener la partición política a través de los
votantes y finalmente lograr ocupar un periodo presidencial en la Casa Blanca. Joseph Nye
lo clasifica en tres vertientes: Soft Power, Hard Power y Smart Power.
Conforme a Nye (2004) el poder es más efectivo cuando se aplica con otros que sobre
otros, en las líneas de poder que este autor identifica se pueden catalogar los componentes
que permiten determinar la corriente de poder por la cual se inclinó determinado mandatario,
el desempeño en la administración de cada uno de los expresidentes corresponden a la
vertiente de Smart Power para Obama y el Hard Power para Bush Jr.
En el momento en que las 13 colonias evidencian que el papel que desempeñan como
ciudadanos es significativamente inferior en términos de participación y representación
política, y que mantenerse bajo el dominio del imperio británico no tiene un efecto positivo
sobre si, inician los primeros asentamientos de inconformismo, la poca injerencia que
mantienen con respecto a los asuntos del territorio colono incrementa el sentimiento de
independencia. Surgen las primeras figuras de participación política que más adelante darán
origen a la configuración de los Partidos Políticos.
Alan Ware (2004) identificó que “los partidos son instituciones que agrupan a la gente
con el propósito de ejercer el poder en el seno del estado” (p.27). En el caso de Estados
Unidos, estas agrupaciones de personas iniciaron por los próceres de la independencia como
el caso de George Washington, Thomas Jefferson, Alexander Hamilton y John Adams,
importantes representantes y creadores de las primeras líneas de Partidos Políticos (Partido
Federalista y Partido Republicano) que hacen parte no solo de la historia de la Nación sino
también de la construcción de un ideal social, un modelo de participación de cómo se deben
atender diferentes asuntos. Esto ha generado un arraigado sentimiento con la ideología y
comportamiento que definen el sentir de un grupo de individuos, por esto se puede deducir
5
que para un ciudadano norteamericano su partido político es más que una ideología, se puede
decir que en cierta medida es una identidad.
Desde la independencia de Estados Unidos y la necesidad de crear entes
gubernamentales de control han surgido dos partidos tradicionales en la historia de dicha
nación: Partido Demócrata y Partido Republicano. Cada uno con una visión que abarca desde
diferentes ejes el modo de ejercer el control político al interior del territorio. El partido
Republicano desde su fundación en el año 1854 se ha identificado con una corriente
conservadora y basada en la libertad de los derechos individuales. A diferencia de su
contraparte el Partido Demócrata fundado en el año 1824 y que ha promulgado la importancia
de la responsabilidad social y comunitaria. Ambos partidos con una visión opuesta en el papel
que debe desempeñar el gobierno y que es en cierta medida es el foco principal de la postura
gubernamental lo que ha dado el origen a cada partido hace tantos años.
Desde un principio la historia reseña diferentes posturas políticas que tenían los
ciudadanos frente a diferentes temas: en el contexto histórico atravesaba una época de
inestabilidad política a causa de la separación del imperialismo británico y se iniciaba una
era de descubrimiento y desarrollo del sentimiento independentista con ideales de libertad
que mantenía dividido a los estados del norte y del sur. Esta división en las posturas políticas
y sociales finalmente conlleva a la confrontación bélica (Guerra de secesión).
Los partidos tradicionales de Estados Unidos han sido la consecuencia de luchas
políticas e ideológicas que identificaban la naciente república, finalizar un proceso de
independencia y configurar un nuevo sistema político requiere de grandes transformaciones,
estos numerosos cambios a lo largo de los años han resultado en los partidos tradicionales
actuales. Sin embargo, la historia de estos partidos que dominan la escena política ha sufrido
cambios significativos con respecto a su orientación política y los ideales que defendían
desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad.
La configuración de los partidos tradicionales manifestó empatía por identificar el
contexto político, social y económico que se estaba desarrollando a finales del siglo XVIII.
El factor crucial era la culminación del proceso de independencia de gran bretaña, por lo cual
algunos estados simpatizaban con las políticas e ideales de los británicos, como Estados que
difieren de estas y apoyaban los ideales de la Francia revolucionaria. La realidad era que para
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tal momento la nueva nación no contaba con un sistema de gobierno fuerte y capaz de
responder a las necesidades que exigía el naciente territorio.
Con el paso de los años las transformaciones dentro del dominio republicano y
demócrata han girado en torno a la adaptación de las necesidades de la participación política.
La dinámica que ha transformado la política en el territorio norteamericano ha sido producto
de una ruta de decisiones gubernamentales en pro de favorecer los ideales del pueblo. Sin
embargo, para ejercer como un mejor órgano de participación se ha utilizado la democracia
como una herramienta de acción constitucional, que permita entablar una mejor relación entre
el ambiente gubernamental y sus ciudadanos.
El surgimiento del Partido Demócrata y Republicano se puede definir como la
consecuencia de expresión frente a la coyuntura del país en el siglo XIX. La historia de los
partidos tradicionales en Estados Unidos se remonta a la división del Partido Demócrata-
Republicano posterior a los inconformismos en el modelo. Las diferencias en perspectivas
de temas como la esclavitud, la división territorial o el sufragio fueron puntos claves para
lograr la disolución bipartidista y dar los primeros pasos a la conformación de los Partidos
Políticos que identificamos en la actualidad y que se debaten continuamente las elecciones
presidenciales.
Entre los años de 1790 y 1815 se presentó el periodo de mayor división política en
Estados Unidos entre los republicanos y los federalistas. Los ideales del bipartidismo no
estaban precisamente basados en el contenido de la declaración de Independencia. Este
periodo de inestabilidad a causa de la guerra y revolución mantuvo a los republicanos
defendiendo la promulgación de la declaración y a los federales en oposición a esta (Bosch,
2005). La época entre la independencia y el establecimiento de un sistema de gobierno
requería expresar las orientaciones políticas que se consideran acordes para el nuevo
gobierno, esto permitió el desarrollo y establecimiento de los primeros partidos políticos.
El partido demócrata se configuró en la década de 1820, de los partidos políticos a
nivel mundial es uno de los más antiguos, y fue un partido pionero en diferentes temas
políticos de América (Bates, 2015). La iniciativa de crear una estructura política organizada
y basada en la autonomía estatal, dejando paso a que cada Estado tomarán sus propias
decisiones a nivel territorial. Sin embargo, esta postura disolvía el ideal de una república
unida y federal, el mayor debate entre los federales y demócratas-republicanos.
7
Durante el siglo XIX, también existió un partido político conocido como los Whig,
surgió en el año 1834, este partido fue resultado de la oposición de los ciudadanos al mandato
de Andrew Jackson, debe su nombre a los británicos (Enciclopedia Moderna, 2011). Este
partido buscaba una reforma en el gobierno y la recuperación de la economía, creían
firmemente en que tenían la solución para mejorar la situación del país consideraban que
podían restaurar el equilibrio entre la rama legislativa y ejecutiva, en cierta medida era
reemplazar los ideales de los demócratas ya que el periodo de poder de Andrew Jackson
genero grandes inconformismos en el modelo de ejecutar su presidencia. Su nombre surgió
del partido antimonárquico británico. Este partido tuvo una fuerte representación y acogida
entre finales de la década de 1830 hasta inicios de la década de 1850. En representación de
este partido llegaron al poder: William Henry Harrison y Zachary Taylor “[A]t the end of
1832, the National Republicans developed the credo upon which the Whig party would be
founded and which would remain its central principle (Holt, 2003, p. 17).
El tema de la abolición de la esclavitud en la década de 1850 fue un factor clave en
la formación de un nuevo partido: El partido Republicano, y en la decadencia y eventual
desaparición de los whigs, a causa de la división interna del partido en quienes favorecen la
esclavitud (proesclavistas) y quienes estaban a favor de la abolición de esta (antiesclavistas).
Esto sumado a fracturas por elementos externos como la ley Kansas-Nebraska finalmente
disolvió el partido. Esto facilitó la victoria en las elecciones presidenciales de Abraham
Lincoln (candidato Republicano y ex-whig) “[F]rom the time of the Whig party’s birth in the
winter of 1833-34 until its death during the 1856 presidential campaign, Democrats played a
profound role in shaping its fate” (Holt, 2003, p.ix).
Durante la guerra de secesión, se identificó un fuerte nacionalismo ideológico basado
en quienes apoyaban los estados del norte partido Republicano y quienes auspiciaron los
estados del sur partido Demócrata “Para el año 1861 se evidenciaba la fuerte división entre
los estados del norte y el sur, el tema que más afectaba la situación era la esclavitud, a pesar
de tener otras diferencias, la situación era tan critica que solo había un camino, el cual implicó
una significativa transformación” (Keegan, 2011, p.15). La postura del presidente para aquel
momento acrecentó el interés de defender los ideales políticos a ambos lados del territorio
“la guerra fue considerada como la única salida posible ante la existencia de una serie de
contradicciones que ponían en peligro la estabilidad del sistema político estadounidense, y,
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en definitiva, del sistema federal” (Hijano, 1997, p. 63). Con la culminación del conflicto se
realizaron algunas modificaciones con respecto a las exigencias de los estados, la más
importante se logró la abolición de la esclavitud (Hijano, 1997).
Las diferencias al interior de los Partidos Políticos prosiguieron en la época de
reconstrucción de aquel conflicto civil, durante la primera guerra mundial, la gran depresión
y finalmente la segunda guerra mundial. El perfil de poder de la nación norteamericana
durante este tiempo procuró enfocarse en el fortalecimiento económico, apoyando las
relaciones bilaterales que trajeron consigo beneficios a su territorio. Durante la guerra fría
existió la constante tensión de que se pudiera desarrollar un conflicto militar; sin embargo,
el foco principal fue crear una barrera proteccionista que frenase el avance del comunismo a
territorios extranjeros. Situación que acrecentó la figura intervencionista norteamericana en
América Latina.
1.2 Aislacionismo, coaliciones y figura de poder en la Política Exterior
Las doctrinas de la política exterior norteamericana son el resultado del lineamiento
entre las necesidades, nociones de autoprotección y la coyuntura internacional. Desde un
primer momento los valores nacionales fueron claves para el desarrollo de la política exterior
“La cultura política en los Estados Unidos contiene aquellos valores asociados generalmente
con las políticas publicas tanto nacionales como externas” (Pomerleau, 1995, p.85). Con la
primera administración a cargo de George Washington el país busco crear un modelo político
que atendiera los asuntos que serían el preámbulo de su política exterior, la cual ha sido
ajustada en principios como: aislacionismo, moralismo, excepcionalísimo y unilateralismo.
En el marco de la política exterior, Estados Unidos mantuvo como prioridad la
garantía en el tema de la seguridad nacional este fue el eje principal en el desarrollo de su
política externa a lo largo de su historia (Hernández, 2004). Cuando los entes
gubernamentales comprenden que su mejor opción de evolucionar e implementar una política
independiente del modelo europeo es mantener una política aislacionista, se acrecientan las
oportunidades de crecimiento comercial y territorial, manteniendo este distanciamiento a su
vez evitaban la posibilidad de una reconquista y ratificaban su necesidad de independencia
en todos los aspectos posibles. “La orientación de la política exterior estadounidense se
caracteriza desde los años de independencia por el aislacionismo” (Hernández, 2004, p.19).
9
La nueva república ansiaba mantener un fuerte distanciamiento con su exconquistador inglés,
esto permitió enfocarse en la construcción su propia identidad y expansión territorial.
Las nociones de valor son un ejemplo de los esquemas en los que Estados Unidos
fundamenta su política, enfocado en categorías como libertades esenciales y democracia,
priorizando que todas las políticas que se ejecutan sirvan al interés nacional, por lo que se
presenta control gubernamental en los aspectos civiles. Durante la guerra fría, buscaba frenar
la expansión del comunismo anteponiendo la defensa de su modelo socio-económico y
político. Para Estados Unidos su guía de valores es más relevante al perfeccionar su modelo
democrático, sirviendo de modelo para otras naciones, además de promulgar por la defensa
de sus valores en el mundo. (Kissinger, 1996)
En un principio, este país tuvo los mejores ejemplos de esquemas políticos (Europa)
que no permitían el ejercicio de una democracia y en cierta obstaculizaban los propios
intereses de los territorios. En conjunto con el aislacionismo se enmarcan los cimientos del
excepcionalísimo americana, el considerarse como la nación elegida y el modelo a seguir por
el mundo.
Desde un comienzo, la política exterior se mantuvo firme a la protección de sus
intereses nacionales. Con la presidencia de George Washington inician las primeras pautas
de la política exterior norteamericana, que aconsejan un aislacionismo en las relaciones con
el continente europeo, evitar los conflictos, y fortalecer las alianzas que permitan el
crecimiento comercial “desde ese momento, el aislacionismo constituye el corolario del
excepcionalismo estadounidense, de la sensación de que su país es radicalmente distinto de
Europa y, a decir verdad, superior” (Gauchon & Huissoud, 2013, p.66).Petersen identifica
que “en su discurso de despedida, George Washington, recomendó a los líderes
norteamericanos “permanecer removidos de alianzas permanentes con cualquier potencia en
el mundo,” y advirtió usar “alianzas temporales solo en caso de emergencias extraordinarias.”
(Paterson, 2018, p. 5). Medidas que se pueden clasificar según Nye como un poder blando.
El Soft Power utilizado para esta época permitió generar los primeros lineamientos de la
construcción de una política exterior basada en el bienestar del país por medio de alianzas
comerciales que permitieran que creciera como nación y evitando los conflictos de carácter
bélico.
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Estados Unidos ha mantenido la primicia de interferir en el momento que pueda
afectar los intereses individuales de la nación y mantenerse aislados en medio de evitar
confrontaciones innecesarias, “En la política exterior norteamericana se han identificado dos
grandes posturas: el aislacionismo y el intervencionismo, tendencias y posiciones
significativas en su actuación política” (Vieco, 2017). En el principio de la construcción de
la política exterior buscan alejarse de los conflictos que tienen Europa en su territorio; Sin
embargo, buscan entablar alianzas que les permiten un crecimiento económico significativo
durante este siglo, los Estados Unidos sacaron provecho de su posición geográfica, lo cual
les permitió apartarse de las intrigas y juegos de poder europeos y, contrario a ello, se le
facilitaron diversos acercamientos en términos comerciales (Vieco, 2017, p. 215).
Cuando inicio el proceso de expansión de la nación norteamericana, también se
incorporó el ideal de que EE.UU. era una nación especial, un modelo extraordinario en
términos de democracia y derechos al individuo (Paterson, 2018). Se ha considerado como
una nación ejemplo y como un territorio superior, una práctica de excepcionalismo que
perdura en la concepción de los ciudadanos incluso en el siglo XXI, un carácter que no
desaparece con los años y perdura en la identidad cultural de la nación.
El aislamiento de EE.UU. se mantuvo como centrífugo en su política exterior durante
el siglo XX (Paterson, 2018, p.17). Incluso un siglo después de las palabras de George
Washington y las recomendaciones hechas por este exmandatario, Estados Unidos continuó
una política exterior aislacionista, no se sometió a participar en conflictos que no lo afectarán
directamente y en el momento que hizo presencia en conflictos externos fue un recurso para
salvaguardar sus propios intereses. Tomando en cuenta que este ideal aislacionista buscaba
la protección del territorio y sus ciudadanos, y enfocarse en una expansión económica,
apoyada por la privilegiada posición geopolítica con Europa y Asia.
El periodo posguerra comenzó un cambio en la política exterior de EE.UU.: del
unilateralismo y aislamiento a una estrategia de multilateralismo marcado por la asistencia
económica a países en desarrollo, alianzas extraterritoriales, y acuerdos bilaterales (Paterson,
2018). Como se mencionó anteriormente, el territorio norteamericano interfirió cuando se
puso en riesgo el modelo político y económico de su nación. El caso más relevante fue en el
desarrollo de la guerra fría, un esfuerzo por reducir la expansión del comunismo a diferentes
territorios, en esta postura recurre a la conformación de alianzas que garantizaran la
protección del interés nacional.
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De acuerdo con las percepciones de Joseph Nye, el término Smart Power fue el
resultado de la postura “to counter the misperception that soft power alone can produce
effective foreign policy” (Nye, 2009, p.160). El modelo de Smart Power contiene
características del Hard y el Soft Power. Las acciones y ejecuciones que tomaron George
Bush y Barack Obama durante su mandato responden a estos términos de poder que
desarrolló el autor. La política que se desarrolla solo por la fuerza o basado en el ámbito
militar, que fue el caso de George W. Bush proyecto una imagen diferente a la que el país
estaba acostumbrado “United States must move from eliciting fear and anger to inspiring
optimism and hope” (Armitage & Nye, 2007 p.1). Los atentados del 11 de septiembre de
2001 trajeron para la administración de George W. Bush una reconfiguración en los aspectos
de seguridad nacional y política exterior “ El 11 de septiembre fue pinero para iniciar la
guerra contra el terrorismo, término que adquirió la Casa Blanca y sus coaligados para
identificar a sus adversarios en la escala global” (Chihu, 2006). En este punto, se vivió una
era de desconfianza que segmento alianzas transnacionales, en pro de garantizar la seguridad
de sus ciudadanos el país, redujo las relaciones con otros países, lo que provoca una imagen
diferente a la que proyectaba siempre esta nación. Con el cambio de administración a Obama
se tradujo en la construcción de alianzas estratégicas y el cambio de la imagen
norteamericana al mundo.
1.3 Política exterior y poder de los Demócratas y Republicanos
En el manifiesto de su versión sobre política exterior, Paterson afirma que “desde
principios del siglo XX la línea de poder de Estados Unidos se mantuvo en cabeza de los
partidos tradicionales: el Partido Demócrata y el Partido Republicano” (Paterson, 2018). Las
figuras de poder para este momento ya tenían constituidos los partidos políticos y las posturas
ideológicas a seguir por cada uno. El Partido Demócrata, por ejemplo, ha mantenido una
postura favorable para apoyar el multilateralismo; sin embargo, su representante Barack
Obama mencionó que en caso de necesidad para proteger los intereses nacionales era
aceptable aplicar el unilateralismo ratificando al obligación como nación de mantener la
importancia de sus intereses en un sistema donde cada nación responda a obligaciones y
mantenga sus derechos (Yopo, 2013). Ratificando el uso del Smart Power, y basado en la
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postura de Nye el Smart Power permite lograr estrategias integrales al combinar poder duro
y el poder suave (Nye, 2009).
Como representante del partido Republicano George W. Bush, siguió una postura
opuesta al multilateralismo “Bush, como otros republicanos, prefería el unilateralismo al
multilateralismo” (Paterson, 2018, p.31). Un aspecto primordial en la ejecución de su política
era garantizar la seguridad nacional, priorizando la línea militar, acto que tuvo mayor peso
con los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 “Los ataque del 11-S fueron un punto
clave en la nueva percepción de la seguridad, y el modelo en que se ejercía la misma” (Guida,
2010). El uso del Hard Power puesto que basó su política en reforzar los medios militares.
Previo a su ejecución como mandatario, en su candidatura George Bush propuso incrementar
el presupuesto destinado a fortalecer el ámbito militar “la propuesta estaba enfocada a la
construcción de un sistema de defensa nacional antimisiles” (Cordovez, 2001).
Dentro de la construcción de la política estadounidense han existido fuertes
representantes que han marcado la historia de la Nación norteamericana y que a su vez han
sido ejemplos al interior de los partidos políticos tradicionales: Partido Demócrata y Partido
Republicano como se identifica en la siguiente postura
desde entonces todos los mandatarios demócratas han fundamentado su política exterior en
los valores y principios que Wilson expuso durante su presidencia y todos los mandatarios
republicanos han tratado de aplicar los preceptos de Roosevelt (Cordovez, 2001, p.12).
Aunque cada administración trae consigo diferentes prioridades se mantienen
siempre algunos objetivos que hacen parte permanente de la historia de la política exterior
del territorio. Adicional a este precepto, también las posturas del pueblo inciden en la política
exterior “Con variada intensidad, la política internacional de los Estados Unidos ha sido
influenciada por las actitudes del pueblo norteamericano” (Cordovez, 2001, p.13).
Posterior al periodo presidencial de George W. Bush, donde la característica principal
en su segundo mandato estuvo marcada por una fuerte influencia militar y un medio abrasivo
para impartir el curso de su agenda, llegó una nueva perspectiva con la que se fortalecía la
representación del Partido Republicano a ojos de un nuevo candidato que marcaría la historia
de la Nación. Tomando en cuenta que Barack Obama fue el primer presidente
afrodescendiente en la historia de Estados Unidos, un candidato que representaba una era de
cambios, esto permitió en cierta medida una participación diferente para los
afrodescendientes y mayor relevancia en términos de derechos civiles.
13
La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca trajo consigo una serie de
transformaciones relevantes en diferentes ámbitos, el usar el diálogo como la herramienta y
mecanismo principal en su postura política y en la implementación de su agenda evidenció
un choque con la administración previa, el uso del Soft Power como medio de poder permitió
al expresidente abarcar con un mejor modelo la ejecución de su mandato. Esto le posibilitó
al partido Republicano mantener un nuevo ejemplo de representación política “Estados
Unidos abandonaba sus pretensiones de liderazgo duro y se incorporaba al dulce concierto
multilateral de las naciones civilizadas” (Marco, 2012, p.132).
El Período presidencial de Bush Jr. ha sido fuertemente criticado por temas como el
intervencionismo y la fragmentación de las relaciones exteriores con algunos países, con la
llegada de Obama se introdujo una mejor relación con los países en temas de política exterior,
y el modelo de Hard Power quedó atrás, para dar paso a una nueva visión. Conforme a la
postura de Barack Obama (2008) “su Gobierno emprendería la tarea de deshacer el daño
ocasionado durante siete años a la imagen de Estados Unidos, un compromiso que implicaría,
fundamentalmente, un cambio de actitud y de dirección en el ejercicio del liderazgo
estadounidense” (Guida, 2010, p.209).
[P[ara los neoconservadores los EE.UU. no sólo son un país único y diferente
cualitativamente por sus orígenes nacionales basados en el rechazo al sistema europeo de
Estados y por las particularidades propias de su sistema político, sino que son, además, una
nación superior al resto de países del mundo. Esta superioridad americana, tal como la
entienden los neoconservadores, posee dos dimensiones complementarias: una dimensión
basada en los principios morales y en los valores y otra sustentada en el poder militar
Acentuando las creencias de un gobierno enmarcado en una administración en el sello
conservador el mandatario George W. Bush incentiva que en los asuntos de política exterior
se genere una mayor influencia y control por parte del poder militar, el cual se debe encargar
de garantizar la protección de los valores americanos.
Exponer el concepto de política exterior implica profundizar en diferentes temas
durante el gobierno de cada mandatario. Esto permite identificar los criterios de ejecución de
una agenda gubernamental. Previamente se ha mencionado que durante la administración de
George W. Bush y Barack Obama presentaron posturas políticas diferentes, no solo por la
corriente política de cada mandatario, sino también por el modelo de poder que desempeñó
cada dirigente durante su gestión. Sin embargo, es necesario validar si administraciones
14
previas tanto de corriente demócrata como de corriente republicana, han seguido los
lineamientos de sus partidos políticos, o si por el contrario han manifestado una concepción
individual en la ejecución de su política exterior. Este trabajo se enfoca en identificar las
pautas seguidas por George W Bush y Barack Obama con respecto a su política exterior en
términos de alineamiento con respecto a sus partidos.
CAPÍTULO II. ANTECEDENTES DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE GEORGE
BUSH Y BARACK OBAMA
El concepto de política exterior es necesario comprenderlo desde la óptica de que cualquier
estrategia que se realice hacia un país constituye el interés nacional, basado en la política de
seguridad, defensa y militar que ahonda los intereses esenciales de la población. Por esto, en
esta sección se pretende identificar los parámetros base de los presidentes George Bush y
Barack Obama para la construcción de su política exterior. Dichos parámetros parten de una
política fundamental, asociada a los recursos económicos, morales, militares y políticos, así
mismo a factores como el sector económico, industrial, cultura política y diplomacia.
2.1 Candidatura de George W Bush: crisis y defensa de intereses
George Bush antes de ganar la presidencia, peleaba su candidatura con Albert Arnold
Gore, más conocido como Al Gore, quien para ese momento había sido vicepresidente de la
presidencia de Clinton y un fuerte contrincante, ya que, era el favorito en las urnas, en este
ámbito Bush poseía una gran desventaja en cuanto a política exterior, pues Gore contaba con
toda la experiencia gubernamental para ocupar este ámbito otorgando una sensación de
desconfianza hacia el candidato Bush. Sin embargo, Bush suscita su idea de política exterior
a partir de la afirmación “las causas deberían ser justas, las metas claras y la victoria
apabullante” (Ortiz, 2018), no sólo deberían intervenir en los intereses nacionales, sino que
se debía mostrar la fuerza estadounidense al mundo. Bush asegura que la función de las
fuerzas armadas en ámbitos internacionales debía ser como una ‘superpotencia humilde’ que
debía llegar a solucionar las cosas o en metáfora apagar el fuego.
Según Bush, el país debía ser partidario de coaliciones regionales enfocadas en la paz
y seguridad de sus áreas, un ejemplo perfecto era la intervención militar contra Irak en el año
15
1991. Bush estaba totalmente enfocado en mantener la supremacía internacional del país a
partir de ideas clásicas de militarismo e inmovilización, e influyendo en ideas unilaterales
representadas en la preferencia de la relación intergubernamental sobre la cooperación de
instancias supranacionales (Lopez, R. 2017).
A nivel internacional el candidato no gozaba de gran acogida, puesto que, siguiendo
su idea conservadora anunció que no seguiría apoyando la ratificación del Tratado de
Prohibición Total de Pruebas Nucleares que, antiguamente había sido firmado por el
expresidente Clinton y avalado por el Senado 4 años más tarde, además aseguraba que gran
parte del presupuesto sería otorgado al Programa de Defensa Nacional Antimisiles, con el
objetivo de resguardar la seguridad nacional. Cabe señalar que en su administración se
implementó el Escudo Antimisiles o Defensa Nacional de Misiles un programa de defensa
en el que se interceptaban misiles enemigos antes de que lleguen a su meta, esto hizo que se
generará desacuerdo con países como Rusia y China.
En cuanto a América latina, Bush asegura que se fortalecería el Área de Libre
Comercio de las Américas y apoyaría los esfuerzos de inclusión de la democracia de los
países latinoamericanos, enfocado en el fortalecimiento de la relación bilateral con México.
Las ideas de Clinton eran rechazadas por muchos países e instituciones que aseguraban que
eran neo aislacionista e imprudente, atribuido a una doctrina impuesta por el país
norteamericano en la que su objetivo principal era no intervenir en asuntos externos, si no
representan una amenaza directa o indirecta para el país. Una de las claves para apaciguar
todas estas afirmaciones fue la contratación de Richard Cheney y Colin Powell, quienes eran
bien conocidos en el ámbito internacional, siendo el primero ex secretario de defensa y
candidato a la Vicepresidencia y el segundo General retirado, incorporado en la misma
secretaría. Para Bush estas personas aportaron experiencia y seguirán el hilo conservador que
se manejaba.
A partir de lo anterior, uno de los primeros parámetros es que el expresidente Bush
lanzó su candidatura con una gran influencia de su padre George H. W. Bush, cuando se dio
la presidencia de su padre se prioriza la defensa de intereses de seguridad estadounidenses,
tuvo gran influencia en el derecho internacional y el multilateralismo, la doctrina aplicada
por su padre es explícita en los fundamentos que el país utilizó durante la Guerra Fría. Los
logros que más se le atribuyen a su padre es la participación estadounidense en la Guerra del
16
Golfo donde se garantiza la estabilidad de los equilibrios de poder y la segunda cuando
priorizó la estabilidad de su país, después de la caída de la URSS, teniendo en cuenta que
esto implicaba grandes riesgos (Tovar, 2018).
El segundo parámetro lo podemos resumir en que a pesar de que su padre se considera
uno de los más destacados en política exterior Bush hijo tuvo en cuenta, dos paradojas en
torno a la presidencia de su padre la primera es que él no iba a basarse en “el realismo político
pragmático y prudente de Bush padre” (Tovar, 2018). Después de los atentados del 11 de
septiembre, Bush afirmó que aplicaría un idealismo unilateralista enfocado en combatir el
terrorismo, los derechos humanos y la democracia. La segunda paradoja es que a pesar de
que haya una gran política exterior, esta no será tan importante para los votantes, es decir,
que, aunque la idea de política exterior sea buena, no gana elecciones (Tovar, 2018).
Los objetivos de George Bush seguían la misma línea de sus antecesores: promover
la paz, libertad, libre comercio y democracia, aunque cambió la manera en que estos objetivos
serían perseguidos. Bush durante su presidencia, aplicó varios parámetros e impuso otros. El
expresidente tuvo en cuenta ciertos parámetros que se establecieron después de la Primera
Guerra Mundial y cogieron más fuerza después de la Segunda, cuando el país tuvo mayor
protagonismo, estos son las normas moralistas que el presidente Wilson quiso imponer con
el Pacto de la Liga de las Naciones y con la actitud pragmática y realista de Roosevelt
(Cordovez, 2001).
La política exterior del país tuvo una gran definición a partir del 11 de septiembre con
los atentados al país, el país que se creía era omnipotente y nadie podía tocar, fue impactado
cruelmente, dejando desplomados términos relevantes en las relaciones internacionales y la
política como seguridad, poder y soberanía. Este acontecimiento dejó bastantes dudas sobre
la capacidad de seguridad del país conduciendo al presidente a colocar ‘Mano de hierro’ en
la diplomacia norteamericana (Molina, 2003). Con pocos meses en el poder, el presidente
George Bush concibe el neo terrorismo como meta fenómeno de la política internacional.
Después de lo ocurrido el presidente concibe una nueva noción de política exterior y
es consolidada a partir de los siguientes elementos: guerra al terrorismo, establecimiento de
un orden internacional favorable a los valores e intereses del país y evitar el ascenso de una
potencia hegemónica regional o global que desafiara el orden internacional (García, 2004).
También hace énfasis al concepto de una nueva defensa extendida, apoyada de una política
17
declarativa apoyada en la “sustitución de la disuasión y los remanentes de contención, por la
defensa y la Compulsión- coerción, como núcleo básico de su política estratégica” (García,
2004, p.14). El concepto de defensa extendido es considerado como el sentido de protección
que se da no solo como defensa estratégica, también como un recurso defensivo y ofensivo.
Este hecho creó una dificultad en la percepción de la expansión y definición de poder,
fundamentándose en la ventaja militar que poseen, creando una posición hegemónica
apoyada de preeminencia normativa y económica. En contexto, podemos citar la idea de
Joseph Nye, en cuanto a poderes duro y poderes blandos; en este caso los poderes duros están
basados en el poder económico, tecnológico y militar, y poderes blandos ideología,
instituciones y cultura, aunque los poderes blandos hacían parte indispensable del manejo del
país, el expresidente tomó como enfoque los poderes duros, dejando una imagen de poder
imperial.
Otro de los parámetros importantes para la creación de su política exterior fue la
influencia del pensamiento del expresidente Ronald Reagan, pero enfocada en un neo-
paganismo donde los pilares eran la reafirmación moral y religiosa, bajas de impuestos,
aumento en el presupuesto de defensa y la reafirmación del país como superpotencia (García,
2004). W. Bush reafirma el ideológico de Reagan de ‘Imperio del Mal’ denotación que daba
contra la URSS y se enfoca en la búsqueda y promoción de la libertad en todos los países,
sobre todo en Oriente Medio. Este establece que la libertad es un derecho fundamental y
Estados Unidos reafirma su expansión impulsando más la idea del wilsonismo e idealismo a
partir de la idea de universalizar los valores, libre mercado y la nueva definición de
democracia como práctica fundamental en la creación de la política exterior del expresidente
Bush. Así mismo se crea una paradoja en su visión, ya que, por un lado, demuestra caracteres
de realismo estratégico identificados en la maximización del poder y la voluntad que se
requiere para su utilización y por otro, enfoca toda su perspectiva a una concepción idealista
a partir de un orden internacional de democracias, apoyan la teoría de Emmanuel Kant de la
paz perpetua.
Basado en la influencia del expresidente Reagan, Bush abarca la nueva política militar
y fortalece la doctrina Bush que se dio después de los atentados del 11 de septiembre. En esta
describe inicialmente que el país trataría como terrorista a cualquier así que daba ayuda o
asilo a terroristas. Luego removió la idea de una guerra preventiva en la que el país podía
18
contrarrestar regímenes extranjeros que amenazan la seguridad del país e implementó un
nuevo concepto de democracia abogando un nacionalismo estadounidense que justificaba los
actos que se venían conteniendo como la invasión a Irak y Afganistán. Esta doctrina también
hizo alusión a los “Rogue States” término acuñado desde 1914, que clasificaba a los
regímenes que hacen esfuerzos por rebelarse contra el sistema internacional. Según la
doctrina Reagan, apoyada por el presidente Bush, estos países se unen en características como
terrorismo e insurgencia, agresión regional y apoyo al terrorismo.
Igualmente, Bush adopta la posición del expresidente Reagan en cuanto a Política
energética nacional enfocado en la dependencia petrolera de Oriente medio. Además, adoptó
nuevas características como la reordenación del área, en la que se estableció una potencia
aliada con Estados Unidos
[Q]ue sustituya estratégicamente a Arabia Saudita, aunque sin descartarla totalmente por su
peso estratégico y energético, pero creando un pivote político militar y, en el ámbito
energético en Oriente medio, cerrando un triángulo Turquía-Israel-Irak (García, 2004,
p.20).
Para el presidente Bush este es un punto geopolítico estratégico, ya que, es un punto
clave para la obtención de factores energéticos no sólo como necesidad sino también como
sitio de control sobre áreas como Europa y Asia por la dependencia que estas fuentes crean.
Según Stanley Hoffman, “el nuevo esquema global no encaja con el juicio norteamericano,
se hace cada vez más visible la globalización consolidando las relaciones interestatales en el
panorama interno, en el aspecto externo se manifiesta el plano político multifacético”
(Hoffman, 2002).
2.2 Candidatura de Barack Obama: regeneración y relaciones smart
Los asuntos mundialistas comienzan a ver una nueva forma con el legado de Barack
Obama puesto que él ha trabajado para poder cambiar la imagen que se tiene ante el mundo
del poder norteamericano, comprendiendo muy bien como la globalización ha redistribuido
la riqueza, influencia entre los Estados. Como candidato en el año 2008, el presidente Obama
afirmó que acabaría con la implicación norteamericana en la guerra de Irak y Afganistán;
abriría vías de comunicación con países; los cuales habían tomado un distanciamiento
durante años, y generaría cooperaciones que beneficiaran al país dejando a un lado los
problemas trasnacionales que han mantenido hasta el siglo XXI.
19
El presidente Obama fue recibido con gusto en la Casa Blanca, sobre todo por las
personas que no compartían las ideas unilaterales que estaba manejando el expresidente
Bush. Los cambios en política exterior generados en la administración de Obama fueron:
• Promoción de libre comercio.
• La pacificación en América Central.
• Protección de derechos humanos y defensa de la democracia.
• Fortalecimiento de los organismos multinacionales.
• Disposición a recurrir al uso de la fuerza militar.
Obama generó un cambio en la política internacional dejando a un país más seguro,
los acercamientos que han tenido con China han generado un amplio apoyo de varias
administraciones enfocadas en el desarrollo de una asociación flexible y resistente en áreas
de interés compartido, preparándose para las respuestas a los problemas geopolíticos que se
puedan presentar. Otro punto que tenía claro Obama era el cambio climático, incluido el
hecho de haber persuadido a los chinos para lograr un apoyo más eficaz a la cooperación
global, y los nuevos procesos de la seguridad nuclear (Dominguez, 2010). Otro de sus
objetivos fue lograr transformar otras culturas, abriendo los lazos con Irán, Myanmar y Cuba,
en donde el enfoque anterior era una política anquilosada, sin dejar a un lado el cumplimiento
con las obligaciones de la no proliferación y así acabar con las muertes que se han generado
bilateralmente.
En la administración de Obama se encontraron diversas dificultades en su política
exterior, el poder duro de Bush condujo a la pérdida de la legitimidad internacional. La crisis
de Siria dispone de un riesgo a la política de poder inteligente. El país busca mantener su
lugar como actor dominante en el ámbito internacional aplicando la estrategia de Smart
Power donde se busca probar que es un país comprometido con el bien común y la defensa
de los bienes globales, dejando por último recurso la fuerza.
La política exterior de Barack Obama ha sido lejana del legado que había dejado su
antecesor George W. Bush, bajo una perspectiva de regeneración nacional donde pretendía
construir una nueva imagen, puesto que durante los ocho años anteriores solo se veía
conflictos, guerras, crisis económicas y unilateralismo para que con su nueva imagen vieran
a Estados Unidos como una potencia amable, un país colaborador dispuesto a generar
diálogos con adversarios y aliados.
20
En 2008, Obama llegó a la Casa Blanca con objetivos explícitos para los conflictos
heredados, acabando la guerra con Irán y Afganistán, el propósito era generar nuevas
negociaciones para dejar atrás el conflicto que había sido marcado durante varios años. El 31
de diciembre de 2011 las tropas americanas finalizaron su retirada, aunque no se cumplió del
todo. Esta guerra dejó aproximadamente 4.488 soldados americanos muertos y 33.184
heridos, 318 soldados de otras naciones perdieron la vida, sin dejar a un lado la cantidad de
civiles iraquíes que murieron a causa de esta guerra, sin dejar a un lado el costo que fue
aproximadamente de un billón de dólares. Lo contradictorio de esta guerra, es que la fecha
de retirada concordó con la que estaba fijada en el Iraq Status of Forces Agreement, lo cual
había sido firmada por la administración de George W. Bush y el gobierno iraquí en
diciembre del 2008, todo esto condujo a una reducción de tropas americanas en el país
(Rupérez 2017).
En estas negociaciones se encontraron con una oposición por parte del gobierno iraquí
y algunas divisiones en los Estados Unidos puesto que se pretendía seguir con la hegemonía
regional en Irán y Turquía. En el segundo mandato del presidente Obama se generaron graves
preocupaciones e interrogantes de si valdría la pena, por todo lo del Contraterrorismo, quizás
por la constancia que opera la policía afgana a los principios de comportamiento democrático
y occidentales, obligando así al presidente a aumentar la presencia militar pero el presidente
quería mantener lo que había anunciado en 2010, que era precisamente retirar la contingencia
americana del combate con Afganistán para finales de 2014, pero no se podía lograr puesto
que surge de nuevo AL Qaeda, por lo cual el secretario de Defensa León Panetta manifiesta
la necesidad de garantizar la presencia americana en Afganistán con el fin de poder combatir
el terrorismo y fortalecer sus tropas militares (Rupérez, 2017).
El primer documento de seguridad nacional del año 1998 ayudó al fenómeno de la
globalización, pero para el año 2010 la estrategia Leitmotiv, fue la que realmente ayudó a
definir el papel de Estados Unidos como superpotencia. Por medio del documento se generan
unas transformaciones alrededor mediante un liderazgo proactivo, esto llevó a unos cambios
internos, como lo fueron económicos y políticos. Para el año 2010, lo que marcó la estrategia
fue el rechazo suscitado por el unilateralismo de la Administración de Bush en relación con
Irak, y el hecho de haber implementado la fuerzas sin la autorización del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas (UNSC United Nations Security Council, por sus siglas en
21
inglés), condujo a elegir sus intereses nacionales y la necesidad de aplicar los valores más
allá de su frontera. En este año se reflejó un gran cambio de actitud hacia el poder de EE.UU.
y concepción de liderazgo global (Powell, 2015).
Otro de los problemas que se comenzó a enfrentar la administración de Obama es el
ejercicio del poder duro de G.W. Bush donde llevó a la pérdida de legitimidad internacional,
con consecuencias en un crecimiento del déficit presupuestal de la deuda pública. Luego se
produjo la crisis económica y financiera del 2008. Las difíciles situaciones que presenta
Obama llegando al poder lo obligan a tomar decisiones con precaución para no generar gran
impacto económico puesto que cuando él llega al poder se encuentra con una tasa de
desempleo del 7.3 %, temiendo que los sectores ultraconservadores en el Congreso
rechazaran todas las iniciativas que él propone para revertir la crisis y también así a
reestructurar su política exterior (Valdés, 2013).
Las expectativas que traía la llegada de Barack Obama y su política exterior no solo
eran a nivel interno sino también externo, como por ejemplo la relación que se iba a tener
con México, luego de una relación con altibajos entre el mandato del presidente George Bush
y los presidentes mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón, pero las expectativas eran
positivas para un cambio positivo en las relaciones bilaterales, pero el presidente Obama no
muestra mucho interés en generar un cambio en la política exterior con México, sino a una
relación bilateral contemporánea que es poco flexible para permitir cambios. Diversos
actores gubernamentales y no gubernamentales que inciden en el proceso de toma de
decisiones sobre temas presentados en la agenda, con todo lo anterior, se comienzan a
identificar dificultades hacia el cambio, sin echar de menos los problemas internos que
presenta México como el narcotráfico, el terrorismo y la migración que también generan
conflicto.
En el discurso del presidente Barack Obama, México no ocupó un lugar importante,
donde el candidato demócrata no conocía muy bien este país, a diferencia del Bush donde él
sí estaba mucho más familiarizado con el país. Las propuestas que dio el presidente Obama
era el asunto migratorio, el segundo era la renegociación del TLCAN, el tercero hacía
referencia al tema del narcotráfico y en reestructurar las medidas para evitar el tráfico de
armas ilegales y de drogas, donde estos temas son los principales para el candidato en su
relación con México.
22
En una entrevista le preguntan a Obama sobre su posición respecto a México, el
presidente dijo que México tiene que hacer un mejor trabajo para evitar que las drogas lleguen
al norte y Estados Unidos debe hacer un mayor esfuerzo para que las armas y dinero fluyan
al sur y lidiar con el tema de las drogas (Medina, 2013). De esta manera, dio a entender en la
entrevista que su principal objetivo es la lucha contra el narcotráfico, sin dejar de lado las
relaciones bilaterales y la importancia para la política exterior en su nueva administración,
pero en realidad lo más importante para él era la crisis de 2008 y la relación con Irak.
Asimismo, el presidente Obama fue duramente criticado por el presidente Felipe Calderón,
por la incapacidad de controlar el flujo de armas ilegales que entraban a México por la
frontera. Este hecho generó un porcentaje alto de violencia en el país, ya que, este armamento
llegó a manos de los narcotraficantes. Este tema fue principal en las reuniones de estos países
y es la prioridad en la agenda bilateral con México.
Para el caso del comercio, Obama planteó replantear el TLCAN el cual se firmó entre
Estados Unidos, Canadá, y México en el año 1992, y su mayor objetivo era disminuir los
aranceles al comercio en la región. Durante la presidencia de Barack Obama, la mayor parte
del comercio con México fueron insumos, puesto que era conveniente para la economía de
México (Velázquez, 2011). La seguridad y la política exterior de los presidentes
norteamericanos se han interpretado a menudo en función de mostrar un país más pacífico.
No obstante, se ha reflejado como un movimiento pendular entre un polo aislacionista. En
contexto, se ha preferido analizar la evolución de la política exterior y de seguridad de los
antiguos presidentes generando un conflicto estructural entre la defensa de los valores y los
intereses.
Joseph Nye ha intentado analizar la evolución de la política exterior y seguridad
norteamericana mediante un análisis de liderazgo proporcionado por diferentes presidentes
estadounidenses a quienes define como transformadores o incrementales. No obstante, para
Powell, Obama ha sido visto como un líder inspirador, pero debe hacer grandes
transformaciones en pro de la economía y relación internacional del país (Powell, 2015 El
comité noruego del Nobel de la Paz no había reducido los elogios al considerar que Barack
Obama merecía el reconocimiento por el extraordinario esfuerzo para reforzar la diplomacia
internacional y la cooperación entre los pueblos, y llevar al país a una mejor relación
internacional. (Rupérez, 2017). En el gobierno de Barack Obama se produjo un retorno a la
23
política de Estados en defensa de la democracia y los derechos humanos en América Latina
caracterizada por los cuatro periodos presidenciales anteriores.
CAPITULO III. LAS PERSPECTIVAS DE PODER EN EL SIGLO XXI:
ENFOQUES Y ALIADOS
La agenda política de un país se refiere al conjunto de asuntos empleados por grupos
ideológicos o políticos que, a su vez, pueden estar influenciados por agentes externos como
es el caso de los partidos políticos. Esta agenda permite enfocarse en los objetivos que se
buscan lograr a nivel interno y externo del país. Las formas de poder de las que hicieron uso
George W. Bush y Barack Obama durante su mandato se pueden comparar a partir de
diferentes aspectos: su relación con Medio Oriente, sus relaciones con América Latina y en
general su postura de poder en su agenda de política exterior. Esta comparación en la
ejecución de la diplomacia de cada mandatario está a su vez alineada a su corriente política
(Demócrata y Republicano). En ese sentido, este capítulo permite analizar los enfoques de
poder a partir de sus relaciones con otros territorios, y transversalmente, las coyunturas que
influenciaron la política de cada mandatario.
Tomando como referencias las formas de poder propuestas en los planteamientos de
Joseph Nye se identifica una política exterior para George W. Bush basada en el poder duro
- en especial después de la violencia ejecutada en su país el 11-S-, y una política de poder
inteligente, en el caso de Barack Obama, -en cuanto al ideal de transformar la visión de
Estados Unidos de su antecesor, modificar el modelo de ejecución de poder y en general crear
un nuevo panorama para las relaciones bilaterales del país-.
3.1 George W. Bush vs Barack Obama: Enfoques del Poder
A lo largo de la historia norteamericana, sus mandatarios y representantes del
gabinete han mantenido la creencia de superioridad frente al mundo, considerándose como
la nación elegida para ser un modelo y que le concede un estatus especial, lo que a su vez se
conoce como la doctrina del destino manifiesto, una postura que ha llamado a Estados Unidos
a la expansión territorial y su justificación, en especial en América Latina. “Su política
exterior se ha basado siempre en la creencia de que la modernización, la occidentalización y
la americanización son beneficios absolutos e íntegramente relacionados, factores necesarios
24
para el establecimiento de un orden justo en la sociedad” (Pfaff, 2002, p.85). Una
superioridad que se ratifica con la capacidad económica e innovaciones competentes en el
mercado internacional.
Como se ha mencionado, los expresidentes del periodo 2001-2017 difirieron en las
prácticas de política exterior y el modelo de poder bajo el cual se ejerció su agenda
presidencial. En este orden de ideas y tomando como referencia las perspectivas de poder de
Joseph Nye, se observa que George W. Bush fundamentó su candidatura y su mandato en el
poder duro, enfocado en el fortalecimiento de la capacidad militar, mientras que su
contraparte Barack Obama tuvo la estrategia de limitar la confrontación militar y ejercer el
poder inteligente como mecanismo de acción durante su mandato.
Según Joseph Nye y sus concepciones de poder, identifica que “Hard Power, is the
use of coerción and payment” (Nye, 2009, p.160). Término que refleja y encaja en el uso e
incremento en la esfera militar de George W. Bush. Durante su presidencia, Estados Unidos
afrontó una difícil situación con la vulneración de la seguridad nacional y la respuesta directa
frente a lo que se conocería como la guerra contra el terrorismo.
Previo a los ataques a las torres gemelas, el primer semestre en la Casa Blanca de
George W. Bush ya marcaba su preferencia por favorecer y fortalecer el armamento militar.
Esta manifestación aparentemente no proyectaba la mejor impresión frente a las naciones
vecinas y países con los que se mantenía relaciones bastante limitadas (como el caso de
Rusia, al finalizar la guerra fría). Según Stanley Hoffman,
La administración Bush ha utilizado hábilmente la manipulación del miedo. El 11-S ha
servido de palanca para aumentar el poder de los republicanos en el país y de EE UU en el
mundo (Hoffman, 2003, p. 69).
La amenaza que representó este hecho conllevó a una nueva configuración en la
perspectiva de la seguridad a nivel internacional, atacar a la figura de poder del hemisferio
occidental significaba cambiar el esquema establecido hasta aquel momento. Ninguna nación
se encuentra preparada para enfrentar en un primer momento las implicaciones sociales,
económicas y políticas que conlleva enfrentar el terrorismo
El abanico de decisiones por las que podía optar el gobierno estadounidense tras el 11-S era
amplio y diverso. En concreto, el gobierno de Bush escogió la lucha contra el
terrorismo como respuesta a estos acontecimientos (Palomo, 2016, p. 941).
25
La estrategia utilizada por el presidente Bush permitió justificar el intervencionismo
y la invasión en territorio extranjero, acrecentando el uso del poder duro como foco de
exposición ante la crítica internacional. La guerra que se empezó a acrecentar en primera
instancia como respuesta al 11 de septiembre, provoco el miedo generalizado a nivel mundial.
El uso de una política exterior enmarcada en el unilateralismo se evidenció
contundentemente en la invasión de territorios extranjeros, ejerciendo una política exterior
independiente y que le permitiera efectuar sus acciones con libertad. El unilateralismo no ha
sido un principio ajeno a los ideales norteamericanos, en sus pilares políticos prima la
tradición unilateralista anteponiendo los intereses de la nación, ante todo.
Dentro de la administración de George W. Bush también destaco el papel de los
halcones, militares y diplomáticos, partidarios del partido Republicano que cuando se trata
de asuntos exteriores tienen una fuerte postura, quienes concuerdan en la importancia de la
demostración del poderío militar una herramienta optima y recurso viable para la obtención
de los propósitos norteamericanos, obstaculizando la vía diplomática; con la guerra contra el
terrorismo declarada por George W. Bush su participación se hizo más relevante al apoyar el
manejo militar con Medio Oriente la visión de estos republicanos en temas de política
exterior dificultan las tácticas diplomáticas del país con otros estados
Los cambios que ocurren entre un gobierno y otro tienen una correlación que permite
dar continuidad a diferentes temáticas y que a su vez abren la oportunidad a nuevas
propuestas, en otras palabras, “un presidente que toma posesión del cargo hereda los
compromisos y los tratados, los conflictos y los problemas explícitos e implícitos, y las
guerras abiertas o encubiertas” (Birnbaum, 2012, p.79). En el caso de los expresidentes
George W. Bush y Barack Obama se pudo evidenciar que Barack Obama tuvo el gran reto
de planificar una política que asumiera las transformaciones del gobierno anterior y se
acoplara en el nuevo estilo de poder el Smart Power.
Barack Obama ejerció durante dos períodos la presidencia de Estados Unidos, hecho
que le permitió fortalecer las relaciones bilaterales del territorio con otras naciones. En
primera instancia el objetivo primordial era mejorar la visión del territorio norteamericano
frente al mundo, “Obama se proclamaba defensor de una suerte de ‘excepcionalismo
americano’, definido de manera peculiar como el respeto a las normas e instituciones
internacionales” (Tovar, 2014, p. 90).
26
El término Smart Power se puede identificar como una conexión entre el Soft Power
y el Hard Power, mezclar elementos que pertenecen a cada uno de estos poderes permite
desarrollar esta unión en el contexto de poder. Según Joseph Nye, “Figuring out how to
combine the resources of both hard and soft power into smart-power strategies requires what
I call ‘contextual intelligence’” (Nye, 2009, p.161). Como lo menciona el autor para
desarrollar el poder inteligente, es necesario la aplicación del poder duro y el poder suave,
para crear políticas y estrategias efectivas y acordes al uso del Smart Power. Sin embargo,
para el autor hay un requisito relevante al momento de implementar el Smart Power y es lo
que llama inteligencia conceptual.
Esta inteligencia conceptual aplicada en política exterior se caracteriza como un
recurso que permita a un legislador construir una estructura que contenga lineamientos y
objetivos, para concluir en estrategias inteligentes (Nye, 2009). Esto es lo que se pudo
identificar en las políticas de Barack Obama, el uso de la fuerza fue un mecanismo rezagado
a un segundo plano mientras la primera opción de resolución de conflictos pudiese ser el
dialogo y las relaciones diplomáticas. Esta política del presidente no se identificó solo en
términos del poder suave o el poder duro, se mezclaron ambas posturas de poder para lograr
transformar sus mecanismos de acción en estrategias efectivas durante la ejecución de su
mandato.
El expresidente Obama tuvo claro siempre los principios a desarrollar durante su
presidencia y los retos a afrontar con los compromisos heredados previamente por su
predecesor, favoreciendo el bien común y la preocupación por las causas medioambientales,
Según Norman Birnbaum,
Sus intereses se centraban en el desarrollo económico y social y la defensa de los derechos
humanos, en el control de armamento, especialmente de las armas nucleares y en el
desarrollo paulatino de una jurisprudencia internacional y de acuerdos medioambientales
internacionales (2012, p. 80).
Durante su periodo presidencial uno de los mayores y complejos retos que, logró con
éxito, fue mejorar la imagen frente al mundo en el último periodo presidencial “Barack
Obama fortaleció la imagen y posición de Estados Unidos en el panorama internacional, y
planifico un modelo acorde a los obstáculos, heredados de la presidencia de George W. Bush
“(Gelb, 2012).
27
Las relaciones interestatales comenzaron a mejorar con la presidencia de Barack
Obama dando una nueva imagen a la nación “el abrazo de la diplomacia de Obama lo hizo
popular en el extranjero y revivió la imagen de Estados Unidos en todo el mundo” (Lindsay,
2011, p. 774). Con su diplomacia pudo darle una nueva oportunidad a las relaciones
comerciales y políticas que habían quedado fragmentadas con la guerra del terrorismo. Aunque cada presidente tuvo diferentes perspectivas de poder y diferentes
mecanismos para impartir su presidencia, ambos procuraron mantener la hegemonía de
Estados Unidos vigente en el panorama internacional. Cada uno basado en las coyunturas
sociales, económicas y políticas que atravesaba la nación, impartiendo diferentes estrategias
enfocadas al punto de vista del Hard Power y el Soft Power. Finalizando el siglo XX e inicios
del siglo XXI, este país reafirmó su ideal de ser una superpotencia en el escenario global. Por
esta razón, las alianzas y/o coaliciones que se puedan formar, tienen como objetivo acrecentar
la influencia de la nación norteamericana en otros territorios, y que le puedan proporcionar
un beneficio: en términos económicos o políticos, como es el caso de la Unión Europea.
La relevancia de la política exterior está marcada por la hegemonía que ha logrado
mantener el territorio a través de los años, sin importar las guerras, crisis económicas, o
terrorismo. Si bien es cierto que estas situaciones han podido interferir su imagen de
superpotencia, la idea de poder estructurar otra nación capaz de sobrellevar las coyunturas y
mantenerse establece son pocas
los años de Bush en el gobierno amenazaron con erosionar el liderazgo de Estados Unidos
por el unilateralismo y ‘el síndrome de Ícaro’. El gobierno de Obama, al corregir estos
errores, parece constituir un intento de restaurar el equilibrio pero aparentemente solo
dentro de límites bastante estrechos” (Whitehead & Franco, 2011, p.50).
Aún pueden persistir factores externos que interfieran y amenacen la posición de líder
global, pese a esto cada mandatario vela por no interferir y acrecentar su posición en el
esquema internacional. Durante la presidencia de George W. Bush y posterior al 11-S
la administración Bush anunció su estrategia de seguridad nacional en la que se declaraba
el derecho a recurrir a la fuerza para eliminar cualquier presunto desafío a la hegemonía
global estadounidense, destinada a perpetuarse” (Chomsky, 2016, p. 3).
La concepción del presidente no difiere mucho de las percepciones del nacionalismo
americano, una nación que se ha construido en la ideología del excepcionalismo y que ha
perdurado a través de los años. En un mundo multipolar, es cada vez más necesario garantizar
28
las buenas relaciones con los países que puedan favorecer la posición privilegiada. El
surgimiento de nuevas potencias amenaza contantemente el estatus y se puede considerar que
el peligro de declive puede surgir principalmente por factores económicos, pese a esto la
influencia del modelo político también puede perjudicar la posición estratégica del territorio
norteamericano. Debido a esto la política exterior estadounidense está enfocada en primera
instancia a garantizar y proteger los intereses y la seguridad nacional, la hegemonía del
territorio, como concepción que surge desde sus habitantes y que se incrementa en el
desarrollo de su política y el sentimiento de nacionalismo.
3.2 Las Relaciones Exteriores: América Latina y Medio Oriente
Las transformaciones en los factores internos, generan consecuencias tras el cambio
presidencial del régimen Bush, en cuyo transcurso se observaron diferencias de forma y de
énfasis en la política exterior con América latina. Los cambios se ven en las fuerzas distintas
en el sistema internacional que se ha producido como consecuencia de la caída de los
regímenes comunistas, donde se ve un triunfo ideológico de Estados Unidos. Esto ha tenido
una consecuencia, la afectación que ha tenido con relación a América Latina, llevando a que
el nombre de Estados Unidos se expandiera en una imagen de desarrollo y dominación hasta
los años setenta, puesto que ya se comienza a ver una mejor relación en el ámbito de los
derechos humanos y la democracia.
En los primeros tres años de mandato del presidente Bush, se pudo observar
variaciones un poco imprevistas, a finales del primer año de mandato uso la fuerza militar
para poder resolver los diferendos hemisféricos en la invasión de Panamá, donde en su amaña
electoral se quería mostrar que no era negligente. El tema de la democracia se sigue
manteniendo en el mandato del presidente Bush como punto central de la política exterior
hacia América Latina (Ramos, 2017).
La política exterior de George W. Bush ha sido unilateralista desde su campaña, los
factores que demostraron la perspectiva de este mandato fue su personalidad, la teoría realista
predominante de los republicanos y la trayectoria y sus asesores entre los cuales se
encuentran Richard Cheney, Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld. Durante su campaña,
Bush se presentó como una persona sencilla, no muy brillante, y muy falta de cultura, pero
se destaca por su gran conocimiento sobre México y el hemisferio occidental. Con todo lo
29
anterior, podemos determinar la estrategia que él tiene para hacer política, y no ‘desgastarse’,
dejar todo en manos de sus colaboradores durante la elección del 7 de noviembre.
El unilateralismo surge como un corolario a la primera tradición de política exterior
estadounidense, conllevando a que esté destinado a ser el mejor país del mundo y el
excepcionalismo autorizaba el uso de cualquier medida. El unilateralismo significa tener la
libertad de hacer política exterior independientemente de las potencias europeas. Los
estadounidenses son muy regionalistas y están convencidos de que deben compartir sus
valores con el resto del planeta, guiándose a un mundo mejor y más seguro.
Antes del 11 de septiembre se realizó la primera visita de Estado de Vicente Fox,
gracias a la relación que tenían México y Estados Unidos, Bush aceptó el reto de una amnistía
para los millones de trabajadores ilegales en su país. Para el caso con la China comunista
parecía ser el enemigo ideal, aunque se esté abriendo el comercio exterior, pero la cultura de
este país juega diferentes reglas en el comercio y política, y cuenta con uno de los ejércitos
más grandes y poderosos del mundo, presentando una amenaza a la seguridad nacional de
Estados Unidos (Melendez, 2002).
La administración de Obama ha mantenido el apoyo de la justificación legal para la
utilización de los drones en Afganistán y algunas zonas de Pakistán como escenarios
jurídicamente bélicos, llevando a logar un respaldo del derecho internacional. Estos dos
países se pueden tomar como bélicos puesto que Estados Unidos no está jurídicamente en
guerra. El presidente que más ha marcado su política exterior con el estado de Israel y menos
dispuesto a negociar entre Israel y la Autoridad Palestina es Barack Obama, dejando a un
lado el apoyo que se tenía de América e Israel. La desconfianza que se presenta por la política
exterior que manejo Barack Obama sobre el tema central de la negociación para conseguir
una existencia de los estados conviviendo con el mediterráneo oriental y oriente medio
(Rupérez, 2013)
La llegada de Obama a la casa blanca fue recibida con entusiasmo por parte de
América Latina, luego de los ataques del 11 de septiembre la política exterior estaba enfocada
en la guerra contra el terrorismo, la invasión contra Irak, los abusos a los derechos humanos
en Guantánamo y Abu Ghraib, y la violación a los derechos internacionales, todo esto
conllevando a una perspectiva negativa de Estados Unidos. Hacia el lado de Argentina,
Venezuela, Bolivia, Haití, el panorama no era muy diferente puesto que también se mantenía
30
una desconfianza, generando así un rechazo mayoritario a la política de la administración
Bush.
La relación se quería mejorar positivamente por parte de los líderes latinoamericanos
de países como: Panamá Nicaragua, Perú, Uruguay, Ecuador, entre otros. Sin embargo, otros
países tomaron más precaución de los vínculos hacia la región, un ejemplo de esto fue el
presidente Hugo Chávez, quien no creía que se pudiera esperar mucho del nuevo gobierno
de Estados Unidos, poniendo así en tela de juicio un debate en relación con el gobierno de
Obama, quien no iba a dejar de lado su objetivo principal lo cual era defender los intereses
estadounidenses (Pignatta, 2009).
Las relaciones con Oriente Medio se vieron fuertemente afectadas después de los
atentados a las torres gemelas, esto no solo transformó la visión de Estados Unidos frente al
terrorismo, también dieron origen a nuevas perspectivas del mundo frente a este tema, hecho
que marco una nueva era para la política mundial. La fragilidad de las naciones frente a una
amenaza de grandes magnitudes y con limitados mecanismos de control, ejerció una fuerte
presión para dividir la realidad en la política internacional.
En el caso de Irak, enfrentó el intervencionismo directo, el presidente George W.
Bush utilizo el Hard Power a partir de una invasión en territorio extranjero que le permitió
hacer uso de su poder militar y que tenía a su vez un trasfondo económico, de mantener el
control sobre terrenos petroleros, recursos de gran interés.
La invasión de Irak en 2003 gira en torno a la necesidad del gobierno estadounidense de
garantizar el control sobre los ricos pozos de petróleo iraquíes, para el presidente Bush y
sus asesores el objetivo principal de la invasión fue demostrar la eficacia de la potencia
militar estadounidense (Klare & Sanchez, 2011, p.28).
La nueva amenaza que representaba el terrorismo tuvo efectos en diferentes países
con la intimidación de amenazar la estabilidad de la paz e incrementar los ataques de
violencia. Estados Unidos usó estos recursos como fuente para contrarrestar los ataques del
11 de septiembre y recurrir al intervencionismo para controlar la situación con sus tropas en
Oriente Medio
“la invasión de Irak tenía que funcionar como una demostración de fuerza que sacudiera el
orden prevalente en Oriente Medio y estableciera las bases para una nueva era más
ventajosa para los intereses norteamericanos (Klare & Sanchez, 2011, p.28).
31
Con la administración de Obama y posterior a conversaciones de aproximadamente
un año entre Estados Unidos e Irán, se originó un acuerdo que marcaba un tiempo de
tranquilidad y garantías para las potencias extranjeras. El reducir la operación de Irán y la
construcción de armas de destrucción masiva, hechos que acrecentaron el intervencionismo
en estos territorios, terminaría con las críticas relaciones de Oriente Medio y occidente al
firmar el acuerdo de Ginebra. Este acuerdo marco nuevas oportunidades para mitigar las
consecuencias de la guerra contra Oriente medio. Aunque las opiniones respecto a la firma
de estos acuerdos se encuentran divididas, hay quienes afirman que esta estrategia
diplomática favoreció en gran medida a occidente, los puntos clave que se identifican según
Orsini (2015) son:
1. Durante quince años, Irán podrá enriquecer uranio, pero a un nivel tan bajo que no
podrá desarrollar la bomba atómica.
2. Los inspectores de las Naciones Unidas podrán visitar las centrales nucleares en
Irán para verificar el cumplimiento de los acuerdos
3. Si Irán demostrara el cumplimiento de los acuerdos, se le retirarían las sanciones
económicas al poco tiempo (Orsini, 2015, p.113).
El Smart Power como herramienta política permite recurrir y gestionar la mejor
opción limitando la intervención militar y requerir el uso de la fuerza, la estrategia de Barack
Obama con la firma de tratados internacionales, permitía visualizar nuevas oportunidades de
dialogo, y aunque se alegaba al uso de la buena fe, los antecedentes entre los vínculos de
Oriente y Occidente requerían de este tipo de intervención que contrarrestara los efectos del
previo uso del Hard Power. Adicional este tratado favorecía la limitación de construcciones
de armas químicas, y permitía ejercer cierto grado de control en el territorio oriental sin
afectar la legitimidad de su territorio.
CONCLUSIONES
La construcción del arquetipo de la política exterior de Estados Unidos se ha fundamentado
en la consideración de ser una nación elegida y la guía para el mundo, lo que la ha catalogado
como una nación excepcional, con el deber de defender y distribuir sus valores nacionales
con el modelo democrático, logrando la construcción de una identidad a partir de la política
aislacionista que justificó y fundamentó este aislacionismo en especial del continente
32
europeo. Finalmente defendiendo las acciones unilaterales que ha ejecutado, como el caso de
la administración Bush Jr, al proteger el interés nacional y garantizar la seguridad del
territorio norteamericano.
Las visiones de poder de las administraciones de George W. Bush y Barack Obama están
definidas según las posturas de poder descritas por Joseph Nye como Hard Power y Smart
Power respectivamente, durante la presidencia de cada mandatario sus partidos políticos
favorecieron o rechazaron las diferentes decisiones y acciones que efectuaron cada uno. Sin
embargo, la administración de Bush Jr., fue la que más estuvo alejada de los principios de su
partido político y a su vez fue la más controvertida por la crítica internacional.
A lo largo del desarrollo del trabajo se realizó una exploración de las primeras
agrupaciones políticas relevantes en Estados Unidos, posterior a su independencia como
colonia británica, a raíz de esto se podía suponer que se adoptarían los parámetros
gubernamentales que parecieran efectivos a la nueva nación y a su vez se rechazarían las
conductas que perjudicaban el entorno político, entre estos asentamientos surgieron las
primeras posturas políticas y los ideales de los mismos por temas como el comercio, la
configuración territorial federal o incluso la esclavitud.
En la actualidad los partidos tradicionales de Estados Unidos responden al Partido
Demócrata y Partido Republicano, los cuales han sido los partidos más representativos desde
el siglo XX, por esto los mandatarios de las últimas décadas han sido elegidos bajo estas
corriente políticas, como lo fue el caso ge George W. Bush y Barack Obama; sin embargo la
orientación política de un mandatario puede diferir en la ejecución de su agenda política, si
se observa que los lineamientos de su partido no están acordes con los requerimientos que
sean necesarios en el desarrollo e implementación de la agenda de política exterior.
Este fue el caso de George W. Bush, la coyuntura de los ataque a las torres gemelas
el 11 de septiembre de 2001, modificaron el panorama de seguridad a escala global, fue un
punto clave en la seguridad internacional en el nuevo milenio. En primer momento, dieron
origen a un nuevo concepto como lo fue la guerra contra el terrorismo y segundo, enfrentaron
la fragmentación de las relaciones entre oriente y occidente al incrementar la ola de
inseguridad e inestabilidad en la paz mundial, además dieron la oportunidad para el desarrollo
de una política intervencionista, el uso de la fuerza militar, la postura del Hard Power y
finalmente la transformación de la visión de Estados Unidos frente al resto del mundo.
33
A raíz de este cambio en la percepción de diplomacia de George W. Bush, no se puede
afirmar firmemente que un partido incide directamente en las decisiones de un mantario. En
el caso de Barack Obama, heredo los conflictos adquiridos por su predecesor y la urgente
necesidad de disipar el panorama de guerra contra el terrorismo y darle al mundo una nueva
visión de Estados Unidos, recurriendo al uso de la fuerza como una segunda opción y dando
prioridad a la reconstrucción de relaciones bilaterales, que favorecían el progreso del
territorio norteamericano.
Si bien es cierto que ambos expresidentes (George W. Bush y Barack Obama)
mantuvieron diferentes enfoques de poder, desde cierto modo siempre han priorizado la
garantía de preservar los intereses nacionales y la seguridad y bienestar del pueblo
norteamericano. En la comparación realizada para ambos mandatarios se identificaron
diferentes mecanismos de acción, pero con un objetivo similar el excepcionalismo
norteamericano. Una tradición que se remonta a más de doscientos años y que ha permitido
a este territorio mantenerse vigente en el panorama global.
De esta manera, se valida la hipótesis que se postuló al inicio del trabajo y se responde
a la pregunta de investigación afirmando que efectivamente la orientación política de los
presidentes interviene en la ejecución de la política exterior de los mismos. La agenda de
cada mandatario tuvo afinidades con las posturas de sus partidos, sin embargo, las corrientes
políticas no determinaron el modelo de política exterior de George W. Bush y Barack Obama,
incorporando temas como la guerra contra el terrorismo y las crisis económicas, se evidenció
la necesidad de efectuar estrategias que permitieran solucionar las diferentes coyunturas que
se presentaron durante cada administración, lo cual pudo permitir discrepancias en la práctica
política.
En términos de poder y basado en la apreciación de Joseph Nye se afirmó que el
gobierno de George W. Bush se adjudicó en el hard power como enfoque de poder en la
política exterior, postura que es cierta y que se ratifica significativamente después del 11-S,
con las acciones bélicas, incrementó en el gasto para favorecer el ámbito militar, enfocado
principalmente en el desarrollo del escudo antimisiles y las intervenciones en Oriente Medio:
Afganistán e Irak. Estas acciones como respuesta de garantizar la seguridad y estabilidad de
la paz, con trasfondos económicos, a partir del control de territorios extranjeros de petróleo.
34
En el caso de la política exterior de Barack Obama se postuló que la perspectiva de
este dirigente estaba determinada por el smart power. El mayor reto de esta administración
fue restructurar las relaciones que se habían segmentado en la anterior administración, en
especial con Oriente Medio a causa de la guerra contra el terror. El uso del smart power
conforme al punto de vista de Joseph Nye, se evidencio principalmente con la firma del
tratado con Irán para mitigar el riesgo de la construcción de armas de destrucción masiva, y
el retiro de las tropas norteamericanas de territorio iraquí, en general procurando el
restablecimiento de las relaciones bilaterales con diferentes territorios. Su mandato redujo el
previo uso de hard power y transformó la visión de Estados Unidos.
A partir de lo anterior, se deduce que en términos de política exterior ambos
presidentes si ejercieron el hard power y smart power. En el postulado de que la orientación
política de un mandatario determina su política exterior no se puede aseverar firmemente que
esto suceda de este modo, puesto que la agenda política se enfrenta constantemente a las
diferentes circunstancias en el panorama internacional y el modo de ejecutar sus acciones no
siempre pueden estar ligadas al Partido Demócrata y Partido Republicano.
35
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