ANEJO NUM. 1 · Coeficiente mórfico medio (c) La sección normal de un árbol es el área que...
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TRATAMIENTO D^L "PINUS INSIGAtIS^'
ANEJO NUM. 1
Conatrucción de unaa tablas^ de relación de espaciamiento.
67
Para llegar a estas Tablas se recogieron en los inventarios,sobre las parcelas de ensayo, aquellos casos de espesura completa,anotándose la sección normal (1) y la edad que correspondía alvuelo.
Debe advertirse que la estimación rlé las espesJras de unrodal, en especial las completas y ligeramente excesivas, están ex-puestas a error, por tratarse de apreciaciones personales no suj^e-tas a medida. Esto da lugar a interpretaciones diversas, según elsujeto que haga las observaciones, que el arbolado esté o no po-dado, etc.
Como medida de confrontación, puede tomarse nota de losefectos de la espesura en el desarrollo de alguna dimensión, enespecial el diámetro, no aceptando aquélla como completa si per-turba su desarrollo normal.
Después de hechas las observaciones indicadas, se agruparonlas secciones normales en cinco grupos, correspondientes a las ca-lidades de sus respectivas parcelas.
Se preparó para cada calidad un gráfico de abscisas - edades,ordenadas - secciones normales por h^ectárea, donde quedarondibujados los puntos o valores de las secciones normales, y conellos pudo elaborarse en cada una de las cinco calidades una curvamedia de variación d^e la sección normal, por hectárea, de un rodalen espesura completa con la edad.
Pero estas curvas no han sid'o aceptadas como definitivassin antes ser perfiladas hasta su perfecto ajuste dentro de Iafórmula :
VVoIvmen de ]a
tnasa
X H X F (2j
Sección normal Altura mediaCoeficiente
mórfico medio
(c) La sección normal de un árbol es el área que resulta de la intersección deun plano horiz^ntal a]a altura de i,3o m, con el volumen del tronco. I,a secció^ct'tatmal del vuelo de un rodal es la suma de las secciones normales de los troncos.
(2) Puede verse en el "Ensayo de Tablas de Producción", pág. 65, una expli-cación de los tanbaos efectuad^s para ajustar rn dicha fórmula 1os valores mediosdeSyF.
EI gráfico núm. r muestra las curvas de secciones normalcspara espesura completa en cinco calidades, desde los si^ete años,e^lad en yue se cierra dicha espesura.
^_
ep
.n
Eo
sn
GRA^ICO NÚM, r
Secciones normales de espesuras completas, desde los siete años.
+^ I calidad.I[ .
^^ 11 [ •^n IV >
S M
^w.n V
^ r, _A_ i A- Área de la parcela.r=--d^ 4 S^ S= Sección normal del vuelo.
Aplicando en esta fúrmula los valores que se deducen del ^rá-fico núm. 1, se obtienen los valures resultant^es para la relaciúnde espaciamiento, según la ^I^abla que aparece en cl capítulo corres-pondientc al texto.
Dichas curvas permit^en calcular ]as relaciones de espacia-miento mediantc la íúrmua:
RI# 1►.ñ^}^
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
ANEJO NUM. 2
69
iníluencia de la espeaura en la tormación del volumen de la mnsaprincipsl.
En el Cuadro ^ se registran las variaciones experimentadasen las cuatro parcelas del sitio de ensayo número 3, San Ro-que Buru.
Estas cuatro parcelas son de la misma calidad, tercera, y d'eigual edad. [nicióse la experiencia a los dieciséis años.
La parcela adoptada como testigo, la D, se dejó intacta, y enun momento en que las copas estaban en contacto tangencial; mástard^e, se entrecruzaron los bordes de sus ramas. Es decir, tuvoespesura completa, primero, y excesiva, luego.
Sobre la parcela C se practicó una clara baja, nioderada, de-jando en pie una sección normal igual al 84 por roo de la parcelatestigo; con una espesura defectiva próxima a la normal.
La parcela B fué aĉlarada con mayor intensidad y quedó susección normal al 6o por ioo de la testigo, por efecto de la clarafuerte, y con una espesura clara, pero sin que hubiera una solacopa que perdiese totalmente el contacto con sus vecinas.
Y, por fin, en la parcela A se practicó una ctara de aisla-miento, quedando la masa muy clara y sus secciones al 45 por roode la testigo.
Situadas en gradación calculada las espesuras dé las cuatroparcelas, hemos registrado las diferencias que a partir de esta si-tuación se nota en el ritmo de sus crecimientos.
Como puede verse en el Cuadro ► , la formación de volum^en ab-solute, durante los tres años que siguieron a la clara, ha sido di-rectamente proporcional a la espesura. A mayor espesura, mayorincremento de volumen.
A la misma consecuencia llegamos en el sitio número a, L^eza-ma, después de registrar la experiencia de nueve años, desde lostrece a los veintidós.
En el Cuadro núm. 2 se hallan registraclos todos los ^1'atos,Se adopta la parcela B como testigo, en espesura casi com-
pleta, con 2.25o árboles por hectárea y una sección normal de38•7 m?. Se practicó en la parcela A una clara moderada, dejando
70 IGNACIO ECIIEVERRfA
CUADRO NÚM. i. - Sitio: San Roque Buru.
INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL CRECIMIENTO DEL
PARCELA A
EDAD) Námero de I ^cián normal Igó de la sección^ I I_ I
,^ Volumen antes Volumen despuE; Crecimiento en d4rboles por
Años
, aClaras
Ha., despuEr p°r Na, m. , des-ipuEs de la clara
normal respec[o jde la clara ' de la clara I período •
x la tes[igo 'de la clara , Í ,
16 669 17,5 45 y , 111,671 »
17 656 20 5 48 131 480 ^ 130 542 19 809Cortas de ' , , , ,
18 aislamiento. 625 21,1 47 ^ 146,612 ^ 143,800 16,070
19 450 17.1 42 !I 180,000 s 36,200
72,079
PARCELA B
16 875 23,4 60 > 148,881 I s
17 875 25,4 60 176,454 176,454 27,573
18)i uertes.
868 28,9 65 198,712 197,480 22,258
19 493 20,8 50 248,000 > 50,520
100,351
TBATAI[IENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
VOLUMEN DE LA MASA PRINCIPAL POR HECTÁRF,A
71
P A R C E L A C
- - - _ _---- _ ,. ---= -- _- .:^- - _--.w I
Núm. de 4rboles Sección normal, qb de la ucción Volumen antea VolumenCrecimitntoC l a r a s por Ha., despufs por Ha. m^, dca- normal respecto de la dara despufs de ta
en ei períodode la clara pufs do la clara a la testigo clara
1.037 31.7 84 > 201,975 >
1.031 34,0 83 238,178 237,678 36,203bioderada.
1.006 37,8 85 263,080 260,250 25,402
719 31,2 75 31ó,000 > 55,750
i 17,355
P A R C E L A D
1.550 38,7 ^ 247,300 ! >
Parcela 1.550 42,2 284,741 284,741 37,441Testil;o.
testil;o. 1.487 44,4 310,218 301,590 25,477
1.294 41,9 368,00 > 66,410
.I 129,328
%2 IGNACIO ECHEVERRÍA
CUADRO NÚM. Z. - Sitio: Lezama.
INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL DESARROLLO DEL
PARCELA A
I^DAD
6os
I
Claras
Núm. de irbolespor Ha., despuEs
de la clara
(Sección n4rmal,por Ha, m. , des-
pués de la dara
% de la seación normalraspecto a la
I testigo
lVolumen I
antee de la^
ciara
Vol u mendespués de
la dara
Crecimientoen el perfodo
13 1.200 23,1 69 139,825 N
14
16 Medias. 1.100 ^2,6 79 217,900 200,000 78,075
2l 1.025 49,2 89 402,887 394,630 202,887
n 900 49,2 84 466,300 ^, 71,670
352,632
PARCELA B
13 2.250 33,7. y
192,550 s
14 215,675 212,575 23,125
16 Testi^o. 1.825 41,9 Testigo. 297,350 255,000 84,775
21 1.375 55,2 486,135 441,570 231,135
22 1.350 58,3 519,812 > 78,242
417,277
Masa
extrafda
N
17,900
8,257
^
3,100
42,350
45,565
A
TRATAMIENTO DEL ^^PINUS INSiGNIS"
VOLUMEN DE LA MASA PRINCIPAL POR HECTÁREA
PARCELA C
73
Glaros
Núm. de irbotes
por Ha., después
de la clara
Seccidn normal,por Ha. m!, des-
pués de la clara
% de la secciónnormal respecto
a la testigo
Volumenantes de la
clara
Volumen
deepués de
[a clara
^Crecimiento en elPeríodo
Masa
extrafda
1.125 17,3 51 ^ 97,550 ^,
1.125 28,9 67 177,825 175,000 ;, 80,275 2,825
Fuertes. 1.050 47,8 86 382,342 380,417 ! 207,342 3,725
1.000 49,0 84 398,395 ^ 17,978 x^
^ 305,595
PA R C E L A D
525 9,8 29 ^ 56,675 ^ »
l;lara de
aislanniento. 525 17,8 43 113,225 1 l 3,225 56,550 r
500 32,8 59 272,320 265,840 159,095 6,480
475 33,1 57 2$6,675 » 20,835 »
236,480
74 IGNACIO ECIiEVERRÍA
CUADRO NÚM. 3. - Sitio: Santa Cruz de Izurza.
INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL CRECIMIENTO
PARCELA A.
^^. D A D lI ^ ,- C I a r a s
.Nám. de árboles, Sección normapor Ha., despufs por Ha. m?, dea-
n^ de la uccibn' normal respecto
Volumen Volumentotal antes total despufs
Crecimiento Crecimiento
ARos de la clara i pués de la clara a la testigo de la clara de la claraen el perfado al aóo
13 830 7,98 57 > 35,694 > >
14 Algofuertes.
15
16 810 14,20 66 80,000 78,240 44,306 14,768
^ 44,306__.,^
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
DEL VOLUMEN DE LA MASA PRINCIPAL
PARCEL.A. S
Claraa
Núm, de árbolespor Ha., despuEr
de la clara
1.808
Sección normall
?or Ha. m.s, des
pufa de la clara
14,00
16,331.796
Modera-das.
1.790 21,36
,^ de la scccióñ
normal rcspcctoa la tes[igo
Testi^o.
VoEumen total
antes de la clara
76,000
117,000
Volumen total
despufs de laclara
62,594
75,736
116,868
Crecimientoen el perfodo
a
13,406
41,264
54,670
75
Crccimientoal aóo
s
13,406
20,632
% f1 1 GNAC 1 O ECHL+'V ERRIA
en pie ^.aoo árboles por hectárea en espesura de/ectiva, con unasección normal iguaG al 6q por roo de la testigo. Sobre la C seefectuó una clara más intensa, %uerte, dejando en pie ^.^a5 árbolesen espesura clara y la sección normal al 5^ por ioo. En la D, laextracción de arbolado fué intensísima, una corta de aislamiento,pues quedaron en pie solamente 5a5 árboles, mutuamente aislados,con el a9 por ioo de la sección normal de la testigo.
Durante estos nueve afios se hicieron limpias en la testigo yclaras en las restantes parcelas, y siempre se ha conservado elmismo escalonamiento dé espesuras, siendo su gradación, de ma-yor a menor, ésta : B-A-C-D.
Los datos del Cuadro a manifiestan que la gradación descen-dente, B-A-C-D, de las secciones normales corresponde con el valordescendente que se observa en la formación de volúmenes en dichoperíodo.
Se confirman estos resultados en el Cuadro núm. 3, compara-tivo de la formación de volúmenes en las dos parcelas, B(testigo)y A, dei sitio de Ensayo, "Santa Cruz de Izurza".
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
ANEJO NUM. 3
Inconvenientea de eapeauraa excesivaa.
%7
En la serie de experiencias realizadas, se han preparado deintento parcelas en espesuras excesivas, tales como la parcela F(Miguel-Baso), de Lezama, para registrar sus efectos en la pro-ducción.
La referida parcela - de tercera calidad - tenía, a los die-cisiete años, 4.368 árboles por hectárea. Se efectuó una clara y
^quedó todavía en espesura muy excesiva, como se deduce de losdatos comparativos de ésta con los que deben corresponderle enespesura completa.
E S P E S U R ANúmero de Srhoies Sección normal Relación
por hectárea M ^ de espaciamiento
1~xcesiva ......... 3.184 50,4 12,5
Completa ......... 1.500 37,9 14,4
Todavía se mantuvo la parcela en el estada que se indica, y losefectos no han podido ser más perniciosos.
La copa y el sistema radical carecen de espacio para ensan-charse horizontalmente, y como el valor de la relación de anchurade copa a diámetro del tronco (relación de espaciamiento) nosobrepasa unos límites, resulta que los troncos no pueden en-grosar.
Véase, en los siguientes d'atos, la diferencia que resulta entrela parc^ela F en cuestión, mantenida, como se ha dicho, en espesuraexcesiva y la parcela testigo B, de Lezama, en espesura completa,ambas de la misma edad.
DIAMETRO
Pueda EspesuraMínimo Medio Máximo
1^ Excesiva. 10,6 18,4 33,4
B Co.mpleta. 11,0 22,$ 39,4
%8 1GNAC10 ECE[6VEERÍA
Como se desprende de esta comparación, la parcela F, a con-secuencia de la densidad' apretada de su arbolado, ha desarrolladosu vuelo entre límites de diámetros máximo y mínimo más res-tringidos que la parcela en espesura completa, B, y el díámetromedio de la primera no ha adquirido el valor de la segunda.
GR^FICO N^iM. sr
Proporción centesimai de árboles de diversas clases diam ĉtricas.
Sitio de ensayo núm. 2. - Lesa+na.
Migucl-Baso. Masa en pie, año 1940.
Parcela F.
Los gráficos núm. 2 y núm. 3 sirven para darse cuenta de ladistribución del porcentajé de tas clases diamétricas en ambas par-celas a los veintidós años de edad. Mientras en F más de la mitaddel arbolado se distribuye entre ^o y Zo cm. de diámetro, en Bno llega al 3o por ioo el arbolado entre to y 2o cm., y el ^o portoo está formado por arbolado grueso, que llega a tener ejemplarespróximos a los qo cm.
TRATANfIENTO DEf, ^^PINUS INSIGNIS" 79
Esio hace que el volumen del arbolado grueso, o sea el supe-rior a los 25 cm. de diámetro, alcance tan distintos valores abso-lutos y centesimales, como se comprueba con estos datos:
Parula E^petura
IVOLUMEN, POR HECTAREA, DE ARBOLESSUPERIORES A^5 CM. DE DIAMETRO
1 Absoluto Centesimal
F Bxcesiva. 55,992 13
B ' Completa. 213,300 41
GRá^FICO NúM. 3
Porcentaje de árboles de distintas ciases diamétricaa.
Sitio de ensayo núm. 2. - I,ecama.
)breeniqjrao . ,..
as•ss
25 xrt•ss
raiB'SZR'6X k. ..
Parcela B.
O b0 100 ib0 Y00 ?SO 30A 3S(1 400Diámeirox
Pinus 1'nsignis. Masa en pie, año 1940.
En suma: con tales espesuras, que dificultan el desarrollo ho-rizontal de las copas, se cría un arbolado escaso en ejemplares degran grosor.
80 IGNACIO ECIiEVFAAÍA
Por otra parte, las espesuras excesivas favorecen el crecimien-to en altura del fuste. Se crea así un tipo de árboles extraordina-riamente altos y de poca base, como puede apreciarse si se compa-ran los gráficos números 4 Y 5•
GRAFICO NúM. 4
Rtlaeión dc altura a diámetro normal.
Lezama. Parcela F.
Nd
iso
^oo
uo
^oo lb0 " 200lkártetroá : mm.
Han sid'o dibujados éstos, calculando en una porción de árbo-les tipos de ias dos parcelas, F y B, de Lezama, la relación dealtura dei tronco, H, a su diámetro normal, d. En cada una deestas parcelas se han situado los valores resultantes para dicha
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" 81
relación en un sistema de coordenadas ; abscisas = d, y ordena-
das = H •d
Examinada separadamente cada línea media, observamos quese forma una curva descendente a partir de x= o, y, además, suconvexidad vuelve hacia el eje ^de las X. Quiere esto decir que enun rodal de árboles ccetáneos la relación de altura del tronco asu base es tanto menor cuanto más grueso es el árbol.
GR,4FIC0 NúM. 5
Relación de altura a diámetro normal.
Lezama. Parcela B.
,tiá
!50 300Diámetn^.^ • mm.
Comparando ahora las dos curvas de los gráficos números ^
y 5, vemos que los valores de d, a igualdad d'e diámetro, son
mayores en la parcela F, criada en espesura excesiva y que sontanto mayores cuanto más delgado es el árbol.
6
óĜ 1 G N A C 1 Q E C A E V E R R Í A
La iniluencia de la espesura excesiva en el aumento de ^
puede ser grave, traduciéndose en un ahilamiento del tronco, detonsecuencias fatales, porque éste no puede mantener la verticali-dad de su ej^e bajo el peso de la copa, y basta un temporal paradestrozar el arbolado.
Más adelante, en el Anejo núm. ^, se amplía el estudio de
las variaciones experimentadas por d, por efecto de diversos fac-
tores.
TRA'I'AMIENTO llEL ^^PINUS INSIGtiIS"
r
ANEJO NUM. 4
Influencia de las claras en Ia formación y desarrollo de arbolado
grueso.
Para los efectos de este estudio, denominamos árboles grue-sos aquellos cuyo diámetro normal, con corteza, es sup^erior a z5centímetros.
Puede verse en el Cuadro núm. 4 una de las experjenciasacerca de la influ^encia de la espesura en la formación absoluta devolumen de árboles gruesos.
Dicho Cuadro 4(continuación de las experiencias exp^iestasen el Cuadro i y apoyado en los mismos datos) indica que en elperíodo de trece a dieciséis años las cuatro parcelas tienen esteorden ^dé espesura, de mayor a menor: B-A-C-D, y en dicho pe-ríodo corresponde la formación del máximo volumen de maderagruesa a la parcela A.
Para interpretar debidamente estos datos, no tiene el lectormás que fijarse en el gráfico núm. 6. Sobre un sistema de coorde-nadas en que las abscisas representan ]os años de edad de un rodaly las ordenadas la sección normal, por hectárea, de sus troncos,aparece una curva indicadora de la sección normal que a una masade tercera calidad le corresponde para la espesura completa ensus distintas edades.
Por ĉonsiguiente, todo punto situada encima de dicha curvarepresenta la sección normal de un rodal en espesura excesiva, ytodo punto situado debajo significa la sección normal que corres-ponde a una espesura d'efectiva. ,
Aparecen también en el gráfico unas líneas verticales de pun-tos, que representan las claras practicadas en el rodal, para que lamasa no rebase nunca la espesura completa.
84 IGNACIO ECSEVERRÍA
CUADRO NÚM. 4. --- Sitio: Lezama.
INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN LA FORMACIÓT
PARCELA A
EDAU
Años
13
16
Íi
i, Seccibn normalClara y espesura
Medias.
Defectiva acompleta.
23,1
32,5
Volumen de árboles
gruesos, por Ha..
antes de la clara
a
40,125
PARCELA B
Narcela hestigo.
);spesura decompleta a
excesiva.
33,7
41,9
s
34,175
Volumen de árboles
gruesos, por Ha.,
después de la clara
s,óoo
»
. 4,225
»
Crecimiento totaldel volumen grueso
s
31,325
29,950
'IitATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS'^
DEL VOLUMEN ABSOLUTO DE TRONCOS GRUESOS
PARCELA C
85•
lara y espesufa
I
Settión normalYolumen de árboles
gruesos, por Ha., antes
de la tlara
VoCumen de árbolesgruesos, por Ha., después
de la clara
Crecimiento totaldel volumen grueso
Fuertes. 17,3 » ^
^.spesura clara.28,9 8,125 8,125
PA=R C E L A D
lle aislamiento. 9.$ AI
F,spesura muy
^
^clara. 17,8 13,125 13,125
86 1GNAC:10 EC: HE V ERRIA
Signifacan, por tanto, dichas líneas de puntos, las seccion^esnormales de la masa extraída cada tres años, con arreglo a lo indi-cado en las Tablas de Producción publicadas. Estas claras dejan,como se ve, a la masa principal en espesura defectiva, que es recu-perada cada tres años por el desarrollo de la sección normal:a-b, c-d, etc.
Pues bien: después de fijar en el gráfico estos datos funda-mentales, que han de servir de referencia, se han situado sobre lamisma varias líneas de colores, que conviene analizar por partes.
Véanse, entre los trece y los diecis^is años, cuatro curvasazules. Son las secciones normales de las cuatro parcelas de Lezama,cuyos valores están en e] Cuadro 4.
Obsérv^ese que de dichas cuatro líneas azules hay una deellas, la línea de la parcela A, que está bastante próxima con lalínea e-f, qu^e no es otra cosa sino el desarrollo que sigue un rodaltratado racionalmente en espesura completa.
Ahora bien: la línea azul de A es la sección normal de laparcela de Lezama, qu^e produce mayor volumen de arboladogrueso.
Quiere decir esto que, de las czcatro espesuras que se han pro-bado en el sitio de Lezama, la óptima en volumen de troncosgruesos es la que tiene espesura completa. La espesura excesiva deB y las claras de C y D nos proporcionan m^enores volúmenes. '
Si c^ esta primera experiencia se pasa a otras practicadasen San Roque $uru, se llega a las mismas deducciones. ^stas, ex-presadas en el gráfico núm. 6 con líneas de color rojo.
De las cuatro parcelas de este Sitio de Ensayo, la que en elperíodo de di^eciséis a dieciocho años está más próxima en el grá-fico a la línea g-h, es decir, a 1as secciones normales que desarrollael rodal tratado racionalmente para espesura completa, es la par-cela C.
Pero en el Cuadro 5 se puede ver que, en su primera parte,período dieciséis a di^eciocho años, la formación de volumen má-ximo de madera gruesa corresponde a dicha parcela C; tambiénaquí se confirma que la máxima formación de madera gruesa co-rresponde a la espesura completa y a que ni la espesura excesiva deD ni las espesuras defectivas en dos grados de B y A alcanzan aaquélla en producción de arbolado grueso.
De esta misma Tabla, y en su segunda parte, correspondienteal periodo veintitrés a veinticuatro años, se ve que ya no es la
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" ó%
parceta C sino la D Ia que ha producido mayor voiumen de maderagruesa. ^::;
Cotejando este resultado con el gráfico, se ve que la secciónnormal de D corta a la curva de espesura completa. También, en
GRÁFICO NYJM. 6.
Secciones normale: por hectárea que proporcionan
volŭmenes máximos de madera gruesa.
este caso, se confirma la concíusión. En cambio, las de C, B y Atienen secciones normales en distinta gradación, y todas ellas co-rrespondientes a espesuras defectivas.
***
Si del volumen absoluto de madera gruésa formada se pasa alanálisis del volumen relativo, centesimal, de esta clase desarro-Ilada por la influencia de las espesuras, se llega a la rnisma con-clusión.
En 1os Cuadros 6 y ^, relativos al Sitio de "Lezama", se hancoleccionado los datos de la influencia de la espesura en el porcen-
88 I G N A C 1 O E C H E V E R R Í A
CUADRO NÚM. s. - Sitio: San Itoque Buru.
INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN LA FORMACIÓr
P.A.RCELA A
m
EbAn
Aóos
16
17
18
Clans y espesura
De aislaaniento.
Muy clara.
Sección normal
17,5
20,5
21,1
Yolumen de árboles
gruesos, por Ha.,
antes de la cfara
>
27,150
48,675
Volumen de árbolesgruesos, por Ha.,
deapués de ta clara
10,487
27,150
Crecimiento totaldel volumen grueso
s
16,662
21,525
38,187
23
24 Muy clara.
23,9
25,6
^
I62,062
PA R C E L, A B
16
17
18
^uertes.
CJara.
23,4
25,4
28,9
z
22,656
73,500
134,650
>
39,637
22,656
^
27,412
D
16,981
33,862
50,843
23
Clara.
29,9
31,6
A
218,293
192,106
»
E
26,187
Observación. - Hubiéramos deseado ofrecer estos datos ><in solución de continuidad en el perfodoeste Sitio en Durango, interrumpió nuestros inventarios anuales hasta septiembre de 1938; y a la pérdidsno tué pequeña nuestra alegrta cuando, al liberarse Vizcaya, nos apresuramos a reconocer todas las palsepunda face, aíios 1939-40, y permiten, err este caso, confirmar para el fustal, las conclusiones obtenidat
TRATAMIENTO DEL ^^PiNU5 INSIGNIS^^
' DEL VOLUMEN ABSOLUTO DE TRONCOS GRUESOS
PARCELA C
89
Garas y espesura Sección normal
Volumen de irboleagruesw, por Ha., antcs
de fa clara
Vo7umen de Srboleagruesos, por Ha., deapuEs
de la clara
Crecimiento totaldel volwnen grueso
Moderada. 31,7 > 34,856 »
Defectiva 34,0 75,406 75,406 4o,ssua completa.
37,8 116,337 : 40,931
81,481
35,6 Y 223,756 N
Defectiva. 37,4 253,743 ^ 29,987
Parcela testi8o.
PARCELA
38,7 »
D
41,231 ! ^
Completa 42 2 68 531 68 531 1 301127a excesiva. , ,
44,4 95,318
, I ,
I 26,787
j 54,087
43,4 »^I
242,275 ^I ^
Defectiva a clara. 46,2 288,525 •^ ' 46,250
18-23 años. Corresponde esta laguna al período de nuestra guerra de liberación, que, por hallarse situado`^de nuestro archivo de la Moncloa, y, con él, de gran parte de los datos recogidos. De todas maneras,celas allf instaladas, y las encontramos intactas. Los datos a los 23 y 24 años están obtenidos en ests
, para el latizal.0
90 [ G N A C I O E C H E V E R R Í A
CUADRO NÚM. 6. - Sitio: Lezama.
ANÁLISIS DE LA INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL POR
PARCELA A
EUAD
Años
13
16
Claras
Medias.
% del número
de $rboles gruesos
antes de la clara
1,0
8,3
% del número
de árboles gruesos
después de la clara
2,0
10,0
Crecimientodtl %
1,0
8,0
PARCELA B
13
16Testigo.
0,5
3,9
0,5
4,8
0
4,3
Desarrollo
del crecimiento
del % por clara
1,0
1,7
0
0,9
Desarrollodel erecimientodel % efectivo
r
6,3
»
3,4
NOTA. - Denominamos árboles gruesos a los de diámetro normalr con corteza, superiores a 25 cm.
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
CENTAJE DEL NÚMERO DE ÁRBOLES GRUESOS DE LA MASA
PARCELA C
Claras
Fuerte.
% del númerode 5rboles gruesosantes de la dara
0
2,2
Clarasde aislamiento.
0
% det número
de^árboles gruesos
despufs de la clara
0
2,3
Crecimiento del %
0
2,3
PARCEL A D
0 0
Desarrollo
del crecimiento
del q6 por clara
0
0.1
0
91
Desarrollodel crecimientodet % efectivo
>
2,2
>
4,7 ^ 4,7 ^ 4,7 4,70
92 IGNACIU ECI3EVERRÍA
CUADRO NÚM. 7, - Sitio: Lezama.
ANÁLISIS DE LA INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL POR
PARCELA A
F.DAD% del volumen % , del volumen Desarrollo Uesarrollo
^ de lrboles gruesos de lrboles gruesos Crecimiento del % dd crecimiento del crecimiento
Años antes de la clara después,de la clara dei % por clara del % efectivo
13 4.5 b,'L 1,7 1,7 s^
Id 18,4 20,0 13,8 1,6 12,2
^ "PARCLLA B
^13 2,1 !
^7,6 I 5,5 5,5 ^
ló 11,5j
13,4 ^ 5,8 1,9 3,9
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS^^
CENTAJE DEL VOLUMEN DE ÁRBOLES GRUESOS DE LA MASA
^PARCELA C
9^o del volumende árboles gruesosantes de la clara
4,6
% del volumen
de árboles gruesos
después de la clara
0
4,6
0
11,5
Cr«imiento del %
y
4,6
Deurrollo
dd crecimicnto
del g6 por clara
PARCELA D
( 0
11,5
0
0
0
93
Deurrollodel crecimientodel y'o efectiw^
4,6
>
11,5
94 1 G N A C I O E C H E V E R R Í A
CUADRO Nt1Iy1. 8. - Sitio: San Roque Buru.
ANÁLISIS DE LA INFLUENCIA DE LA ESPESURA EN EL POR
PARCELA A
fiDAD
A ŭ os
16
17
18
qo dd número
de Srbola grutsos
antes de la clara
3,0
9,4
17,1
% del número
de Srboles gruesos
después de la clara
4,2
20,0
18,0
Crecimiento del %
1,2
5,8
8,0
15,0
23
24
16
17
18
s
59,4
5,0
9,6
18,5
54,3
59,4
PARCELA B
6,7
9,6
18,7
s
5,1
1,7
2,9
9,1
13,7
Desarrollodel crecimiento
del % por clara
1,2
0,6
0,9
2,7
0
1,7
0
0,2
1,9
Desarrollodel crecimientodel % efectrvo
0
5,2
7,1
12,3
a
5,1
^
2,9
8,9
11,8
s>23 I s I 56,4
Z,64,224 59,0 60,6
TKATAMIENTO DEI. "PINUS INSiG7vIS'^
CENTAJE DEL NÚMERO DE ÁRBOLES GRLIESOS DE LA MASA
PARCELA C
96 del número
de árbolea gruesos
antes de la clara
7,3
16,6
25,7
% del número
de árboles gruesos
deaDufs de la clara
9,0
16,9
26,3
Crecimiento del %
1,7
7,9
9,4
19,0
)
65,8
60,1
ó6,1
)
6,0
PARCELA D
7,0
9,8
12,9
7,0
9,8
13,4
0
2,8
3,6
6,4
, 39,3 ^ ^
45,0 46,0 ! 6,7
Desarrollo
del crecimiento
del % por clara
1,7
0,3
0,6
2,6
D
0,3
0
0
0,5
0,5
s
0
95
Desarrollodei crecimientodel % efcetivo
0
7,6
8,8
16,4
>
5,7
0
2,8
3,1
5,9
s
6,7
96 TGNACIO ' ECTiEVERRÍA
CUADRO NÚM. 9. - Sitio: San Roque Burw
ANÁLISIS DE LA INFLU^NCIA DE LA ESPESURA EN EL POR
PARCELA A
EnAn
Años
16
17
18
qo del númaro
de árbolgs gruesos
antes de la ctara
7,8
33,0
68,0
% del número
de árboles gruesos
despuEs de la clara.
9,3
33,2
68,0
Crecimiento del gb
1,5
23,9
34,8
b0,2
23
24
16
17
18
s
79,2
12,5
35,9
59,1
75,4
79,2
PAFZCELA B
15,2
35,9
59,1
s
3,8
2,7
20,7
23,2
4b,6
> 80,823
24 82,882,8
>
2,0
neaarrollo
del crccimiento
del % por clara
1,5
0,2
0
1,7
s
0
2,7
0
2,7
0
nmarrollodel crecimientodel % etativo
r.
23,7
34,8
58,5
^
3,8
>
zo,723,2
43,9
s
2,0
TRATAI[IENTO DñL "PINLJS INSIGNIS"
CENTAJE DEL VOLUMEN DE ÁRBOLES GRUESOS DE LA MASA
PARCELA C
`ió del námero ok del námero necarronn n^s<rwnode Srboles gruesos de árboles gruesos Crairniento dd q6 del crecimiento dd ertdmientoantes de la dan despuEs de ta clara del % por clara del q6 efectivo
15,1 17,2 2,1 2,1 s
50,6 50,7 33,5 0,1 33,4
70,5 70,5 19,8 0 19,8
55,4 2,2 53,2
s 83,5 ^ a s
84,4 84,8 1,3 0,4 0,9
16,7
P
16,7
ARCELA
0
D
0 >
36,2 36,2 19,5 0 19,5
49,1 49,2 13,0 0,1 12,9
32,5 0,1 32,4
^ 59,9 A i )
65,7 65,7 5,8 0 5,8
7
iÓ IGNACIO ECHEVBRRÍA
taj^e del número y valumen de toda Ia masa en pie, respectivamente,y el resultado más favorable es aquí también para la parcela A.
En los Cuadros S y g se hace lo mismo con San Roque Buru, yel óptimo se logra en ambas para la parcela C en el período ^ 6- ^ 8añas, y en la parcela D en el período z3-24 años.
O sea, que los óptimos relativos coinci^áen en las mismas parce-las que los óptimos absolutos.
De esto se deduce que la espesura completa es la más favora-ble para criar madera gruesa, y para qu^e a la edad de costa se dis-panga en el aprovechamiento final el mayor volumtn de troncosgruesas.
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
ANEJO N'UM. 5
1° Influencia de la espesµra en el desarrollo del diémetro.
99
Se ha visto en el Anejo anterior la relación de la espesura conla formación de volumen, constituído a hase de troncos de 25 cm.de diámetro normal para arriba.
Ahora no nos interesa saber qué volumen grueso se alcanzacon determinadas espesuras, sino el llegar al conocimiento del me-dio de acelerar la velocidad de crecimiento d'el diámetro normalcon espesuras claras.
Tomamos como punto de partida la marcha de crecimiento deun rodal en espesura completa y comparamos la ley de desarrollodé su diámetro normal medio con otros rodales (en el caso de laexperiencia, los rodales son parcelas) equivalentes, sometidos a es-pesuras defectivas en gradación descendente.
Conviene dejar sentada una advertencia. Cuan^lo una parc^elaes sometida a una clara, el diámetro medio de la masa en pie esdiferente del qu^e tenía la masa antes de ser aclarada (^). De suertequ^e, los efectos que resultan para los incrementos del diámetro me-dio al aclarar una masa, son dobles. Uno, por la variación que,como se acaba de indicar, se produce en el diámetro medio sólo porel hecho de extraer la masa intermedia, variación que en nu^estrocaso se traduce en aum^ento de su valor por las razones expuestasen la acotación (1) .
Otro, por razón de la espesura que ha producido dicha clara ylos efectos que esta distinta densi^dad del arbolado producen en di-cho ritmo ^dél crecimiento.
Como ambos conceptos aparecen englobados en el valor queresulta al ^diámetro medio de una masa al final de un período, con-viene separarlos, porque es, en realidad, el 9egunda el que nos inte-resa. Esta separación aparece en los cuadros que a continuación seexponen.
En el Cua^d'ro Io figuran los crecímientos de 1os diámetros me-
(t) Coano cl sástema emplead^o en las experiencias qtle se reseñan e^i el presentcAnejo, es el ]lamado de claras bajas, en las cua^les, según se verá eny el Anejo nú-rnero 9, en cua^quiera d^e sus gradas se extrae can pref erencia arbolado doaninado,o, •lo que es lo snisurr^o, de las clases diamétricas inferiores, resulta que, a conseanen-cia de la clara, ]a masa principal da un valor al diámetra medio (meriia aritméticao gcoTnétrica de todos sus diámetros), superior al diámetro rnedio d^e la inasa totril.
l00 IGNACIO ECHSVSARÍA
CUADR4 NÚM. l0. - Siíio: Lezama
ANÁLISIS DE LA INFLUENCIA DE LAS CLARAS EN EL
PARC7ELA A
y
6DAD
Años
13
16
21
22
>z
C 1 a r a s
s
Diímetm medioantct de ta clara
4
DiQmetro mediodapués de ia clara
s
Crecimiento totaldeí diimetro
a
Desarrotlo delc^ímiento por
cíara
7
Desarrolbdel credmimto
dectho
mm. ^ mm, mm, mm. mm.
Moderaclas. 127,0 152,0 25,0 Z5,0 ^
186,0 187,5 35,5 1,5 34,0
232,6 239,6 52,1 7,0 45,1
247,2 256,0 16,4 8,8 7,ó
129,0 42,3 ^ 86,7
PARC3ELA B
s t s io ii i: is
134,0 6,0 6,0
14
s13 Testigo. 128,0
lb 158,0
21 195,9
22 228,6
164,0 30,0 0,6 29,4
220,5 56,5 24,6 31,9
228,6 8,1 0 8,1
100,6 ^ 31,2 j 69,4
TRATAl[IENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
DIÁMETRO MEDIO DE LA MASA
><s Ys
PAR Ĉ ELA C
17
Claras
Facrtes.
Diimetto enedioanta de la dara
mm.
124,0
179,0
234,9
245,1
Diimetro mediodeepuEa de 1a clara
mm.
138,0
179,6
235,0
245,1
18
Crecimiento total
del diámetro
mm.
14,0
41,6
55,4
]0,1
lY
Denrrollo del creci-miento por clara
101
Deaarrollo dd crcci-mkaW ctectivo ,
mm.
14,0
0,6
0,1
0
121,1 i 14,7
!Ei
Claras deaislartniento.
5^
118,0
205,0
285,0
294,2
PARCELA D
ft$
153,0
205,0
285,3
294,2
R4
35,0
52,0
80,3
8,9
^b
35,0
0
0
0
mm.
x
41,0
55,3
t0,1
106,4
Y
52,4
60,3
8,9
176,2 ^ 35,0 ^ 141,2
IU2 IGNACIO ECLIEVERRÍA
^iíos en las cuatro parcelas del Sitio de Lezama, sometidas a lasclaras de diferente intensidad, que ya nos son conocidas por haberservido de base a las experiencias anteriores.
Dichos crecirnientos, correspondientes a un periodo de nueveaños, parten del latizal, período de máximos ^efectos de espesuras,y aparecen desdoblados en los dos conceptos antes citados:
i° Varíación del diámetro medio de antes a después de la clara.z° Incremento efectivo del diámetro.De los datos que nos ofrece dicho Cuadro, se desprende la si-
guient^e relación de espesuras a crecimiento de diámetro medio:
^ SECCIÓN NORM+L RCSPCCTO ^^^Credmiento Diferencia^ u1 TeSTroU i etectivo decreNmien• Crccimien-
i'ar- ___, dN toton rcla- t itcelas C L A R A S
± l ' clara 2.' clara 3.' Nara 4.' claradiimetro
medioción a li par-cela testigo
ocen -etmai
IIII dectiro_
-
^ °/eI -
°lo °le °!e i^ Mm. Mm.
1 Z ^
-
3 ^ 5 6 ( 7 8 9
Testígo.^
!I
^
B Empieza con es- ^pesura com- '
i
pleta...... 100 100 ICO 100 ^ 69,4 - 6,0
A Modcrada. ... 70 77 89 84i' 86,7 -{- 17,3 7,5
C Faerte. ..... 50 70 86 84 ]06,4 -}^ 37,0 9,5
D Clara de aisla- ^miento ...., 30 42 59 57 ] 41,2 -1- 71,8 13,3
Las colurnnas 3^ 4^ 5^ 6, ind'ican la relación de espesuras delas parcelas A, C y D, con la testigo B, y la columna 7 indica loscrecimi^entos efectivos del diámetro medio por efecto de ( a espesuraen que han vivido durante nueve años.
Se ve que si, en efecto, se logran incrementos sobre el desarro-llo normal del diámetro, es a costa de castigar el vuelo, rebajandosu espesura enorrnemente.
De suerte que, con espesuras próximas a 8o por too de la com-pleta (caso A), el diámetro incrementa el 25 por loo sobre la tes-tigo, o sea que acorta eI turno al 8o por loo de su duración normal.
R^ebajando la espesura al 7o por loo, se acelera el diámetro enun 5o por roo y acorta el turno a los 2/3.
TRATAI[IENTO DEL "PINUS INSIGNIS" 103
Y aclarando 1a masa al 45 por loo de su espesura se duplicael incremento del diámetro, o sea que el turno se acorta a la mitad.
Como la palabra "espesura" tiene en este caso cierta equiva-lencia con la "producción" por hectárea, quiere esto decir que seacorta el turno en la misma proporción que se disminuye la pro-ducción.
En i^d'éntica forma se registran las experiencias de SAN RoQuEBuRU-también iniciadas en el períocfio de latizal - en ^l Cua-dro 1 r, y los resultados finales en el siguiente cuadro:
SECCIÓN NORMALI
DifermCia
PRESPlCTO A LA TESTIOO
I
CreGIIDltntefectiro
dt crle►mied0Creeimientoar-
celaC!. A R A S
' detcon relaclón Genteslmai1. clara 2' clara
di[metro a la parcela
^ ^ °!o °^ate^tiQe
I 2 I I 3 ^ S 6 7
(Testigo.
D Espesura normal. . , 100 100 54,7 - 3,9
C^
Clara moderada .!^I 85 74 59,5 + 4,8 4,0
B Clara fuerte. ... I I 60 50 78,7 + 24,0 5,8
A Clara de aislamien ^to . . . . . . . . .I I 45 41 88,3 + 33,6 6,8
Así como los de Santa Cruz en los Cuadras I2 y ► 3, llegándosea resultados todavía más ^desfavorables en la correspondencia deespesura de la masa a re^ducción de tiempo lograda para alcanaardeterminados incrementos, ya que para disminuir el turno en ciertaproporción hace falta aclarar la masa tan intertisament^e que la pro-ducción disminuye en mayor grado.
!04 IGNACIO SCBEVERAÍA
CUADR4 NÚM. ii. - Sitio: San Roque Buru.
ANÁLISIS DE INFLUENCIA DE LAS CLARAS
PARCELA A
1
6DAD
A6o^
s
Claras
s
Diámetro mtdioantea de la clan
D►ámetro medíodapuEs de la clar3
mm.mm.
16
17'
18
19
23
24
Claras desislamiento.
161,0186,7206,0210,0255,6268,3
177,0188,0200,0215,0258,3268,3
tt
Crecímiento totaidel diámotro
mm.
16,011,012,015,043,310,0
107,3
PARCELA B
S
16
ly
18
19
23
24
^uertes.
10
168,0187,0198,0205,0263,9283,3
11
178,0187,0197,0227,0269,5283,3
1fE
10,0
9,0
10,0
30,0
42,5
13,8
115,3
6
Desarrollo deleraimfento por
dara
mm.
-I- 16,0+ 1,3- 6,0+ 5,0+ 2,7
0
19,0
18
+ 10,00
- l,o-F- 22,0+ 5,6
0
36,6
7
Desarrollodel crecimimta
efectivo '
mm.
^
9,718,010,040,610,0
88,3
14
^
9,0l l,o8,0
36,913,8
78,7
NOTA. - Se han practicado claras a los 16, 19 y 23 años. A los 17 y 18, sólo se han extraído loa
^ TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
EN EL DU^METRO MEDIO DE LA MASA
PARCELA C
105
^ 6
C i a r a s
is
Diámetro medioantes de la dara
iy
Diámetro mediodeapufs de la clara
is
Ccecimicnto totaldd diámetro
^s
Deurrollo del creci-míento por clara
teo
Desarrollo dd crecimiento efeettvo
, mm, mm, mni.i
mm. ^
1
mm.
Moderadas.I 183,0 191,0 8,0 -{- 8,0 a^^ 200,5 201,0 1Q0 •{- 0,5 9,5
214,0 211,0 10,0 - 3,0 13,0, 217,0 230,0 19,0 + 13,0 6,0
'i 253,7 261,6 31,6 -}- 7,9 23,7^ 268,9 268,9 7,3 0 7,3
I I 85,9
^
26,4 , 59,5
PARCELA D
^1 ^ fDS fL4 fL6 a;8
Testigo. 172,0 172,0 0 0 >
Claras 179,0 179,0 7,0 0 7,0débiles. 193,0 187,0 8,0 - 6,0 14,0
192,0 198,0 11,0 . + 6,0 5,0217,0 241,3 43,3 + 24,3 I9,0251,0 251,0 9,7 0 9,7
79,0 24,3 54,7
árpolea puntisecos.
l0Ó IGNACIO ECHEVERRfA
CUADRO .NUM. iz. - Sitio: Santa Ci^uz de Izurza.
ANÁLISIS DE INFLUENCIA DE LAS CLAI2AS
__
PARCELA A
^
P.ARC
1 !i 8 4 6 6 7 S 9 lA
EDAD Diámetro Diámetro Creeimirnto Desarrollo Desurollo Dl^melro Diámetro
- Cluaa medio anles mediodespaEs total del del
ccedmieatodel
ereeimiento Ciaras medlo antet mediodeapaés
Allos de ta clara dt la clara dilmetro por clara etectiro de ta clara dc la clara
13 Fuertes. 89,0 106,0 17,0 17,0 ^ Testigo. 93,0 95,0
20 IT0,6^
171,1 65,1 0,5 64,6 138,1 155,0
82,1 17,5^
64,6 I^
TRATAMIEN'Ib DEL ^^PINUS INSIGNIS^^
EN EL DIÁMETRO MEDIO DE LA MASA
io7
L A B PA R C E L A C
-- -_ ___, ----- ---11 lXz ^s 14 ls I 16 I 17 ^ 1B lsa
Crecimíento De3arT0110 Desartoilo Diámelro Dílmelro Crecimiento Deaurollo Ueaarrollototal del
diámetroc
delreeimiealopor clara
crecef
delimientocetívo
Claras medio tetesde la clara
medlo después' de la elara
total deldiinefro
delcrecimieatopor clara
delcrecimientoefectlvo
2,0 2,0 . Moderada 88,0 l 00,0 12,0 12,0 .
60,0 I6,9 43,1 153,7 153,7 53,7 0 53,7
62,0 ^ 18,9 ^ 43,1 65,7 12,0 53,7
l0Ó IGNACIO áCáBVERjtÍA
CUADRO NÚlv1. 13
^^^ a^ai DReresda
Pat- repeeto Credmleato de ttedmieato^^mlento
edaç L A R A S a la teati
^eteNiw coa relaciba
^^ma!_ dd dlátetto a la parcda^^s . tlSiÍQO
B TatiQo . . . . . . . 100 43,1 - , 5,9
C Moderada. ..... 78 53,7 -{- 10,6 8,7
A Puerte. ...... 57 I 64,6 -{- 21,5 ^^ 8,0
A continuación se analizan los efectos de la espesura en el cr^e-cimiento ^d'iamétrica del árbol, o mejor todavía, de un grupo de-terminado de árboles, que desde el principio hasta el fin de la ex-periencia han perman^ecido todos eI[os en pie, sin ser eliminado unosolo de ellos por las claras.
2.° tnfluencia de la e$pesura en ei díámetro de tas disEintas
clasé>q diamétricas.
Vamos a analizar en qué clase d^e árboles tienen mayor influen-cia los efectos de las claras.
A1 efecto, escogemos en el Sitio de Lezama los diez árbolesmayores y Ios diez menores (excepto en la parcela D, que escoge-mos ocho) de las cuatro parcelas A, B, C.y D, y examinamos lasvariaciones de sus díámetros y sus respectivos crecimientos cente-simales.
TRATA][IáNTO D$I. "YINU9 INSIGNIS" 109
Lezama.
LOS DIEZ ÁRBOLES MAYORES LOS DIEZ ÁRBOLES MENORlS `
Número de los árboles.
Parce^a A. ,
9, 14, 25, 28, 35, 39, 56, 70, 71, 78. 32, 46, 48, 55, 68, 75, 83, 88, 89, 90.
Parcela B.9Ŝ, 106, 118, 133, 148, 150, 151, 179, 97, 100, 102, 104, 109, 131, 158, 162,
181, 190. 171, 178.
Parcela C.
199, 201, 234, 235, 239, 242, 2b4, 268, 19-^, 204, 213, 240, 250, 255, 258, 263,284, 288. 270, 287.
Parcela D.
?9-4, 314, 317, 327, 329, 335, 344, 346, (8 árbales).353, 358. 293, 295, 298, 322, 342, 350, 360, 367.
Uiámetros medios e^z los diez árboles mayores.
Putel^1931-
mJm.
1934-
mJm.
SeptiembreI93^-
m/m.
Iq^_
m^m.
CreeimieatoCenttfimd
'i'esti^o ............ B 194 232 271 297 5,8
Claras débiles...... A 200 - 303 329 7,1
Clara ftterte ..... .. C 170 220 272 294 8,1
C 1 a r a de aisla-miento ........... D 173 232 297 325 8,7
Diámetros medios de los diez árboles menores.
P^reela1931-
m/m.
1934-
m/m.
l937-
m/m.
1940-
m^m.
Creclrslento
^entesim^l
Testi^o ......... B 118 136 151 158 3,7
Claraa débiles...... A 122 - 165 178 5,1
Clara #mrte ..... .. C 115 141 166 176 5,8
C^l a r a cie aisla-mirnto ... . . . . . . . . D 126 170 227 252 11,1
^IQ IGNACIO SCHEVHRRÍA
Practicando análogos análisis en las parcelas del Sitio Sa^iRoque Buru, llegamos a estos resulta^d'os:
LOS DIP2 XRBOLlS HJIYORES LOS D1EZ ÁRBOLES ME:NORES
Número de •los árboles.
Pafcels A.
1, 73, 80, 86, 97, 107, 122, 1ó6, 222, 4, 5, 10, 19, 59, 108, 109, 114, 177, 23e2.224.
Pafcda B.
258, 275, 284, 296, 302, 313, 338, 379, 244, 248, 278, 289, 304, 322, 400, 402,429; 435. 417, 440.
ParceIa C.
442, 443, 452, 455, 462, 541, 554, 562, 446, 454, 505, 553, 561, 584, 616, 632,602, á23. 641.
Parceta D.
664, 684, 703, 729, 735, 7b3, 815, 830, 673, 691, 695, 737, 765, 771, 775, 792,845, 851. 801, 905.
Diámetras medios de los die,^ árboles mayores..
II CRECII __
MIENTO
Pa^cela ^93a-
i94oI
_ ;
-
Absolutoj - Centesimal
mm. mm. ^i
mm.
Testigo........ D 274
I
379 105 4,4Claras débiles. .. C 273 382 . 109 4,6
Ctara fuerte ..... R 259 406 ^I^ 147 5,7
Clara de aislamien- ^;^to......... A 238 362 ^^ 124^ ó,5
TRATAIdIENTO DEL "PINIIS INSIGNIS'^ 1)( 1
Diá^etros medios de los die^ árboles ^neno^res.
CRECIM IENTO
Parcela ^93z-
^940 ''_ Ab^oluto
_ - -
• - Centesima!mm. mm. mm.
Testi^o........ D 197
i
157 i 20 1,7
Claras débiles. ... C 126 151 25 2,3
Clara fuerte ..... B 132 158 i 26 2,3
Clara de aislamien- ,to . . . . . . . . . A 131 166 ^ 35 3,2
Estos datos conducen a las siguientes conclusiones:
^" EI crecimiento centesimal del diámetro, lo mismo en elarbolado grueso que en el delgad'o, se desarrolla en relación directaa la intensidad de la clara.
z.a De la comparación en cada parcela, del crecimiento cente-simal del diámetro del arbolado grueso con el delgado, resulta losiguiente :
En toda clase de espesuras, el crecimiento centesimal del arbo-lado de las clases diamétricas superiores es mayor que eI del arbo-la^d'o delgado, excepta en los casos fortísimamente aclarados conclaras de aislamiento, en cuyo caso hemos obtenido resultados dis-cordantes.
112 IGNACIO ECHñVERRÍA
ANEJO NUM. 6
Influencia de la eapesnra en la altura. ^
i° Influtncia e^n la adtura media de la masa.
Para conocer si se deduce una relación entre la espesura y elincremento de la altura media durante un período, hemos apeladoal mismo procedimiento de análisis que el empleado en la investi-gación del desarrollo del diámetro con ]a espesura.
Sin embargo, •los resultados, aunque concordantes, han de
a•doptarse con c'rerta reserva.Empecemos por señalar las diflcultades de medición de altu-
ras. Como los procedimientos que empleábamos al principio de lasexperiencias no eran dei todo exactos, hemos seguido, desde elaño ^c^36, el sistema de medir directamente los árboles medianteuna caña graduada, completada con la cinta. En muchas parcelas,medimos todos los troncos, y este sistema es el que nos ha dadomejor resultado. En otras párcelas, no nos ha sido posible hacer lamedición en todos, por lo que hemos elegido grupos de árboles per-tenecientes a todas las clases diamétricas y clases de calidad. Eneste segundo caso, hemos preparado con estos datos una curva me-dia cle alturas.
Veamos ahora los datos que nos proporcionan estos análisis.
En el cuatlro núm. ^ 4 están recogidos los datos que correspon-den al Sitio L;ezama, con sus cuatro parceIas en otros tantos gradosde espesura. En este caso, hemos hallado la altura media, aplicandoal diámetro med'io de la parcela la altura correspondiente en la cur-va media de alturas.
Dichos datos nos conducen a estos resultados :
TRATAMIENTO DEL "PINiJS INSIGNIS" 113
secctóN I^oR.MU. we,PecTO j D+feren.iaA LA IP.5fIUU i del Creei-
Par-Cr^
- - - -- -- --^ =
cimiento'm+ent^ rnn Crecimient^
C L A R A S - -- ef^ctivocela 1.'clara 2.'clara l3'cl.ra 4.'clara de laa^tura
^e+uibnala centes^m.+I
^parcela
°/. °/° • ° °/° I testigo
B^Testigo.
Espesura nor-jmal . . . . . ^^ 100 100 100 100 ` 9,b5 100
A Moderada. . . ^I 70 ?7 89 84 9,70 ^ 0,05 101
C Fuerte.... .i 50 70 86 84 '.^ 10,15 -F- 0,50 l07
D Clara dt: aisla-,miento . . . ^ 30 42 sq 57 ` 9,20 - 0,45 f00
Por lo que puede verse en estas cifras, en las parcelas A y C,sometidas respectivamente a claras moderada y fuerte, la clara hafavorecido el crecimiento en altura media, ya que en ambas par-celas supera en valor absoluto y en crecimiento centesirrial al dela espesura completa de la parcela testigo, B. La parcela D, por elcontrario, a pesar de estar sometida a una clara de aislamiento, noha superado, ni en valor absoluto ni en relativo, al crecimiento enaltura de la testigo.
Carecemos de datos completos de San Roque Buru, por haber-se extraviado en los archivos de nuestra antigua instalación de LaMonclea, por causa de la guerra pasada.
En cuanto al Sitio de Ensayo, Santa Cruz de Izurza, el Cua-dro núm. t 5, en e] que se recogen los efectes de la clara de tresparcelas, A, B, C, en distinta espesura, dan como resultado defini-tivo los datos que exponemos a continuación:
ll(niferencia de cre-
S ibParcela Clara
ecc n norma
respecto ala iCrecimiento efec-Icimiento con re-
tivo de l altura lación rl
Crecimiento
centesimat-a a paatestigo
cela testigo
B Testi^o. 100 2,60 - 37C Moderada. 78 2,70 -I- 0,10 40A ^uerte. 57 3,20 -F- 0,60 46
a
^I4 IGNACIO ECIiEVERRÍA
CUADRO NÚM. i4. - Sitio: Lezama,
ANÁLISIS DE INFLUENCI^ DE LAS CLARAS
PA R C^ L A A
EDADAltur medi A]t di ii l
Desar^ Desarrollo
ARos
Clarasa a
antes de la cl^ra
uro me adespués dt la clar
m ento totarccde la altura Í crecimirnto por
1 claradel [recimiento
efeciivo
13 I►foclerada. 9,60 10,40 0,80 0,80 a
16 14,10 la,2o 3,80 0,10 3,70
21 19,40 19,60 5,40 0,20 5,20
22 2o,ao 20,; o l,lo o,so o,so
ll,lo 1,40 9,70
P A R C E L A B
13 TestiTo. 9,65 9,85 0?0 0,20 D
161~SPCStiranormal. 12,80 13,10 3,25 0,30 2,95
21 17,90 18,90 5,80 1,00 4,80
22 20,80 20,80 1,90 0 1,90
11,15 ^ 1,50 ^ 9,65
TRATAMIENTO DEL "PINVS IKSIGSIS"
EN LA ALTURA MEDIA DE LA r]ASA
PAZ^LCELA C
]15
Clara^Attura media Altura media ^recimiento to[al Desarrollo del creci- Desarrollo del treci-
antes dt la clara despuEs de la clara de ta altura miento Dor clara mirnto efecti^o
Fuertes. 9,40 9,95 0,55 0, 55 s
13,70 13,90 3,95 0,20 3,75
17,95 17,95 4,05 0 4,05
20,30 20,30 2,35 0 2,35
10,90 0,75 10,15
PARCELA D
Claras 3e 9,20 10,40 1,20 1,20 >aislamiento.
14,90 14,90 4,50 0 4,50
16, 50 16,50 1,60 0 1,60
19,60 19,60 3,10 0 3,10
10,40 ^ 1,20 ^ 9,20
^ ] FI IGNACIO ECHEVERRÍA
CUADRO NL'M. 15. - Sitio: Saata Cruz de Izurza.
ANÁLIS[S DE INFLUENCIA DE LAS CLARAS
PARCELA A PARG
i s s a a s a e s ioEDAD Altnra ARun Crec^miento Desarrotio Desarrollo Alturra Altura
- Claras medía antes mraudrsyuls de total
^r!crrcimirnto
aNcrecim^ento Claras media antes
mediadespuls de
l!
Aflos de la clara ly clrra de la altura por clara ^fectrv0 de la clara !a clarl
13 Fuertes. 6,90 7,70 0,80 0,80 ^ Testigo. 7,00 ?,20
20 10,90 11,00 3,30 O 10 3 20 9,80 10,70
4,10 0,9U ?,20
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
EN LA ALTURA MEDIA DE LA MASA
11Í
E L A B P A R C E L A C
rii ><^t ia i.t iis i<a iy is i^
Creclmiento Desarrollo Desarrolio Ahura Alturs Crecimlenio Desarrollo Desarrollo
total dN creci-m^rnto
de^crrcimiento Claraa media antes media despuEs toul
delcrecimirn7o
dUcrrr.irnienio
de la alura por aara efectivo de la clara de ia clara de ia altura por clara efrciivo
0,20 0,20 a Moderada 6,80 7,40 0,60 0,60 •
3,50 0,90 2,60 ]0,10 10,10 2,70 ' 0 2,70
3,70 1,10 2,60 3,30 0,60 2,70
IGNACIO EC FfEVERRÍA
Como se ve, se mantiene la correspondencia directa entre laintensidad de las claras y el crecimiento de la altura. Nos falta unacuarta parcela sometída a clara de aislamiento.
A fin de acumular nuevos análisis que esclarezcan esta cues-tión, ofrecemos los resultados obtenidos en el Sitio de Ensayo Er-queiz, en dos parcelas de la misma calidad, sometidas a tratamientode claras diferentes, en un período de cuatro años. Éstos puedenverse en el Cuadro núm. ^6. Debemos advertir que las alturas sonlas medias aritméticas de todas las alturas de los árboles de la par-eela, medidos directamente.
Véanse los resultados obtenidos:
Diferencia de
Partela ClaraS<tció" normal Crecimiento efec crecimiento con Crecimiento
respecto a la testigo tivo de la altura relación a la Dar• cen[esimatcela testigo
TestigaB ^
I1Zoderada. 100 4,04
-
A ^uerte. De 90 a 90% 4,22 -{-0,18
En este caso, también puede apreciarse que a menor espesura .provocada por clara fuerte corresponde mayor crecimiento medioen altura de la masa.
Ahora bien: los datos aducidos se prestan a una interpreta-ción errónea; reparemos que en la masa analizada al final del pe-ríodo no existen los árboles que han sido extraídos sucesivamenteen las diversas claras efectuadas durante el período que analizamos.
Estos árboles extraídes, han influído, cuando formaban partede la masa en pie, en los valores de las alturas medias.
Este hecho nos mueve a realizar otra experiencia, en la quese^observan las variaciones de altura, habiendo eliminado primerolos efectos de la influencia de los árboles cortados durante las cla-ras. Véase a continuación:
TTtATAbtiENTO DEL "PI1^L75 INSIG\TS" ]]9
2° In/luencia de la espesura en el crecimiento de la alticra del árbol.
Esta cuestión puede abordarse en los sibuientes términos:^Cuándo crece más en altura un árbol? ^Si se desarrolla dentro deuna masa más o menos espesa?
Como qui^era que los crecimientos registrados en un solo árbolpor cada clase diamétrica nos podrían conducir a consecuenciasfalsas, porque no debemos olvidar la influencia del vigar vegetati-vo en estos crecimientos, que puede superar a la influencia de laespesura, el método que hemos seguido en estos casos es el analizartodos los árboles que han permanecido en pie durante el períodode las experiencias, agrupados en clases diamétricas. Este análisisse ha practicado en las dos parcelas, A y B, de Erqueiz, duranteun período de cinco años.
La sección narmal de la parcela B tiene superior espesura du-rante los cinco añes. Por otra parte, ]as mediciones directas de to-dos sus árboles son una garantía de la veracidad de los resultadosobtenidos.
^ 2^ I G N A C 1 O E C H E V E R R Í A
CUADRO NÚM. i6. - Sitio: Erqueíz.
ANÁLISIS DE 1NFLUENCIA DE LAS CLAR.4S
IPARCELA A ^
EDAD ^^^^^^^
II
- C I a r a iAltun mr.dia l Altura media des• Crecimiento total l Desarrollo del creci-
I
Desarrollo de) creci-
AAotantes de la clara pués de la clara de la altura miento por dara miento efectivo
9 9,80 9,80 s a^
a '
10 11,07 11,58 1,78 0,51 1,27
^ 11 12,70 13,40 1,82 0,70 1.12
^^uerte. .
12 a ^ a ^ #
13 15,05 15,05 1,65 0 1,65 ! I
14 I5,23 15,23 0,18 0 0,18
I) 5,43 1,21 4,22^
Para calcular la altura media de B, el año t4, no se ha tenido en cuenta el árbol núm. 9 reaparecido.
TRATAMIENTO DEL "PIWUS TNSTC\iS" 121
EN LA ALTURA MEDIA DE LA MASA
Claras Altura media antes
de fa clara
PA RC E L.A B
Altura media detpués
de la clara
Crccimiento total
de la altura
Desarrollo del creci-
miento por clara
Moderada. 9,07
s
9,07
a
^
A
»
^
11,26 12,47 3,40 1,21
13,10 13,10 0,63 0
14,00 14,54 1,44 0,54
14,86 14,86 0,32 0
5,79 ^ 1,75
pesarrollo de! creci-
miento efectivo
»
s
2,19
0,63
0,90
0,32
^ 4,04
y2i ICNACIO ECHEVERRÍA
Las datos resultantes s^e exponen a continuación:
Parcela
CLASES DIAMETRIGS QUE CORRESPONDEN AL ARO ^
^INICIAL
II
Masa total
I si a too I ^oi a tSo isi'a aoo io^ a;oo
Crecimiento en attura durante cuatro ados.
B 4,40 ( 4,58 5,90 4,80 4,96
A 3,50 ( 4,48 I 5,07 ^ - 4,35
Aarece deducirse que en la parcela 6, más espesa, desarrollanmás las alturas en todas las clases diamétricas, si bien este desarro-llo tiene un valor ligeramente superior a la parcela A, menos espesa.
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" ] 7Ŝ
AN>^JO NUM. 7
Relación H de la altura total del tronco a au diámetro normaf.d
Variación con el diámetro, edad y espesura.
Se ha visto en el Anejo núm. 3 cómo las espesuras démasiadodensas tienden a ahilar los troncos.
Tratamos ahora de extender la experimentación a toda clase
de espesuras, buscando si hay una relación entre éstas y d para for-
mular su ley en caso de que la haya.
A1 tratar de hallarla, nos encontramos con que esta relación d
de altura a diámetro normal es función de tres varia6les, que son:el ^diámetro de los troncos, su edad y, por fin, la espesura en queviven.
Por esta razón, no podemos hallar la deseada relación de espe-
sura a d sin antes dejar esclarecida la relación de diámetro a d
primero, y de edad a d, después.
Veamos en primer término lo que pasa en un conjunto d'eárboles'de distinto diámetro, pero con los dos factores, edad y es-
pesura constantes, o lo que es 1o mismo, qué relación hay de d
a-d, en un rodal ccetáneo y de determinada espesura.
En este caso, los valores obtenidos para á- son aparentemente
diversos y anárquicos. Pero basta con que los ordenemos según elgrosor de los troncos para que aparezca claramente la ley.
Véase repetida ésta en los gráficos núms. ^, 8, g, i o, >>, ^ a y
t3, en un sistema coordenado d= abscisas y d = ordenadas, y se
verá que las curvas medias trazadas conducen invariablPmente a
esta consecuencia: en una masa de árboles coetáneos, la relación d
de altura del tronco a su diámetro normal es tanto menor cuantomás grzceso es el tronco.
I`l^i IGNACIO ECHEV ERRÍA
GR^FICO NÚM. ^
Variacibn de d con el diámetro en masaa coetáneas de nueve aí^os.
1^*qutis. Parcela B, abril 1937.
^ .^150 ^oo
dtámetros^ mn^,
H - altura.
d - diámetro nurmal
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSTGNIS" 1 Ĝ5
GR^FICO NúM. 8
Variación dc H con cl diámetro cn maaaa coetáneaa de nueve años.d
H - altura.
Parcela A, febrero 1937.
tbo zooCIIQMP.TnOi• m ww
d = diámetro normal.
i26 IGNACIO EC FIEVERRÍA
GR^FICO Núb2. g
Variación de H con el diámetro en masaa, coetáneaad
a los catorce años.
Parccla B, mayo 1943.
^ ú0
100
100
H ^ alcura.
!b0 ^ ^^^iti rttei rps n mm.
d _ diámetro normal.
TRATAStIENTO DEL ^^PINUS IISICXIS" 127
Gf ►F1C0 NúM..^o
Yariación de d con el diámetro en masas coetáneas
a los catorce años.
u^o iao soo ^^:.udiámefit^a . mm_.
H - altura.
d = diámetro normal,
]2$ IGNACIQ F.CHEVERRfA
GRAFICO NúM. ^ ^
Relacióa de altnra a diámetro aormal.
Parcela A. Lesama.
too
150 ZOO 7.^0
Edad : v`eintiún aí^oa.
350 40^d icimeinrn . •m m .
^
?RATAILI8NT0 DBI, ^^PINUS INSIGNIS"
GRAFICO NÚM. ^z
tirático do relación de altura a diímetro normal.
Parcela C. I,esarw. Edad : v^iatiúa añow
cbo 700 250 soo as^. ^^ ^oo. o.o.•
9
13O ICNACIO EC88VEItRÍA
GR4FIC0 NúM. ^3
(iráflco de relación de altnra a dit^metro normal.
Parcela D. Leaama. >rdad: veintiún añoa.
MiI
ROO
5C1
150 700 ?^ ' Soo ssolÍitlflle:l^U^: mn^.
'I'KA"!'Abí1EtiTU DEL ^`PINUS íNSIGNIti^^ 131
Valrios ahora a analizar lo que pasa tomando a la edad comovariable mientras el diámetro y la espesura permanecen constantes.
De la comparación de las curvas 7 y g, correspondientes a laparcela B de Erqueiz, en ► 937 Y i94z, o sea cuando tenía nueve ycatorce años, resulta que, para cualquier diámetro, tiene la relación
á mayor valor a mayor ed'ad.
La misma consecuencia se deduce de las curvas 8 y^o de laparcela A de Erqueiz, en el mismo período y con iguales edadesque la parcela B. -
Ahora bien: el diámetro del árbol no es el rnismo en t937 yen ^ 942, sino que se ha incrementado. ^ Qué ha pasado en un árbol
de Erqueiz a su relación d de ► 937 a tg42, con independencia de
los valores de su diámetro normal?La respuesta puede verse en los Cuadros números ^ 7 y ^ 8.Por regla general, esa relación crece.Por lo tanto: en la edad de latizal, a diám.etros iguales corres-
ponden valores mayores a á cuanto mayor es la edad, y en un ár-
bol cualquiera el cociente á crece con la edad.
^Y en el período de fustal? Los resultados son divergentes.
Véase el Cuadro núm. ^g. Se señalan en él las variaciones ^d^e Hd
en cuatro árboles gruesos; en dos se ha elevado su valor de ^938a^940, y en los otros dos ha descendido.
Confirman y aclaran estos resultados los valores medios deduci-
dos para d de las TabIas de Producción; con los cuales se ha pre-
parado la Tabla IV que aparece en el texto. Se ve que estos valo-res propenden a tomar una marcha ascensional, salvo en la pri-mera calidad, que culmina y empieza a^déscender a los diecinueveaños, y la segunda calidad, que hace lo propio, y es porque, preci-sament^e a esas edades, la masa adquiere un diáinetro medio de 25centímetros y ha entrado francamente en el período de fustal.
^**
132 I G N A C I U E G H E V E R R I A
CUADRO NÚM. i7
Sitio: Erqdeíz. Parcela 8.
RELACIbN DE ALTURA A DIÁMETRO NORMAL = á
Arbol núm. Abril ^937 Mayo ^94^
5 76 100
22 73 73
27 72 88
39 72 78
40 45 112
43 56 60
SO 67 70
64 67 73
65 100 124
73 74 73
96 63 74
106 88 109
111 62 62
118 53 62
TRATAMIHNTO DEL "PINU5 INSIGNIS" l33
CUADRO NÚM. i8
Sitio: Erqaefz. Parcela A.
RELACIÓN DE ALTURA A DIÁMETRO NORMAL =^
Arbol nám. ^937 ^g^^
3 91 89
8 62 68
12 127 128
26 72 90
32 94 92
35 87 96
43 75 8'L
50 67 75
51 69 79
57 95 92
76 68 85
101 69 89
134 IGNAI:IU EC:HEVERitÍA
CUADRO NÚM. i9
VARIACIÓN DE d EN VARIOS ÁRBOLES TIPOS
DE San Boqae Byra
Mayo igj8 Mayo ig38 Mayo ^gqo Mayo ^g4o
Patula Arbd ripo núm. de d d^ _ H de d d^ _ H
^ rl ^. d
A 27 36,6 55 40,0 52
B 335 32,5 69 34,2 77
^ 2S8 29,9 65 32,2 70
» 313 44,2 57 48,4 54
TRATAlIIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" 13rJ
Falta por hacer ahora el análisis del extremo que se busca.
Diferencia de valores d por causa de la espesura a igualdad
de diámetro, edad y calidad.En el Anejo núm. 3 se ha probado que una espesura excesiv+a
produee, respecto a una completa, valores de d supesiores.
Nos falta por ver qué es lo que ocurre en espesuras defectivaso claras.
Elegimos Lezama, cuyas cuatro pareelas han estado en espe-suras diferentes durante ocha años. A1 finalizar el período, compa-
ramos los valores que resultan para d.
Pueden verse los gráficos ^ ^, ^ z y ^ 3, que corresponden res-péctivamente a Lezama, A, C y D, y espesuras defectivas las dosprimeras y clara la D. Compáres^e con el gráfico núm. 5 de Leza-ma, B, en espesura completa, y resulta para un diámetro cualquiera
elegido libremente, que los valores s^eñalados por las gráficos para d
son, de mayor a rr^nor, B, A, C, D; es decir, que siguen el mismoescalonamiento descendente que sus espesuras.
IGNACIO ECIiSVER&ÍA
ANEJO N'UM. 8
lnfinencia de la espesn^a en el cocíente díamét^ico.
En el Sitio núm. z, Lezama, qtfe, como es sabido por las expe-riencias expuestas en Anejos anteriores, se dispusieron de parcelasen orden de crecimientos de espesura, por este orden : B, A, C, D,manteniéndose así desde el año i93^ hasta el ^94i, parece que losefectos de la diferente densidad habían de notarse al cabo de algu-nos años en el cociente diamétrico.
para observar este hecho, nos h^emos valido dé los árboles ti-pos pertenecientes a las más variadas clases diamétricas, los cualeshan sido medidos en pie en todos los inventarios.
Así hemos podido calcular los coci^entes diamétricos despuésde haber pasado un períodá suficiente desde las primeras claras,para que se notaran los efectos de la ^espesura sobre dicho coci^entebuscado, registrando los cocientes díamétricos de cada árbot tiposiete, ocho y nueve años después, o s^ea en los años cg3S^ 3q y 40•
Agrupados están por parcelas en el cuadro núm. ao.Del mismo Cuadro se desprende que no hay diferencias sus-
tanciales en el valor del cociente diamétrico de unas parcelas a otras,y, por lo tanto, que no podemos establ^ecer ninguna ley que mar-que la relación de espesuras a dicho valor.
Hemos Ilevado a los gráficos números i4 y ^ 5 estos valorespara ver si en un rodal, formado por árboles ccetán^eos, existe unavariación de cociente ^diamétrico dé unas clases diamétricas a otras.Y, en efecto: las líneas medias trazadas en dicho gráfico - una paracada parcela - en un sistema de coordenadas, abscisas-diamé-tricas normales y ordenadas-cocientes diamétricos, tienen unsentido ligeramente descendente, lo que quiere decir que en árbo:les ccetáneos de un rodál, los árbotes delgados, o lo que es lo mismo,los dominados, mantienen esa tendéncia a! acilindramiento, o seaesa menor ^d'isminución del tronco de abajo a arriba, mejor que losárboles de las clases diamétricas superiores..
Esta consecuencia no deja de tener su importancia en el apro-vechamiento de los troncos delgados, proced^entes de las claras, para
TRATAMIENTO DEL ^^P1NU5 INSIGNIS^^
CUADRO NÚM. 20
Anrílisis de cocientes diamétricos en relación con la eslresura.
LBZAMA--^^
A LA MITAD DE LA ALTURA A ó,so METROS DE ALTURA^
Námeroa AAOS AAOS
de los drbolcsifsB
^
1fSf if40
_:_:°"-- -1f8S
- __:. ,._-
lfsf--
if^l0
Parcela A.7 0,64 0,70 0,60 0,77 U,70 0,759 0,62 0,55 0,55 0,78 0,73 ; 0,68
14 0,63 0,62 0,59 0,77 0,77 ! 0,7735 0,61 0,57 0,58 0,72 0,72 0,7439 0,60 0,54 0,59 0,76 0,73 ^ 0,7456 0,59 0,60 0,50 0,77 0,78 0,7470 0,56 0,50 0,53 0,75 0,72 0,7171 0,61 O,ól O,ó2 0,78 0,72 0,7978 0,42 0,41 0,41 0,7G 0,73 0,74
Parcela I3.
139 0,61 0,59 a,75 0,74 0,75171 0,75 0,75 0,67 O,SÓ 0,80 0,78178 . 0,72 0,69 0,79 0,75181 0,67 0,57 0,57 0,77 0,74 0,73190 0,69 0,63 0,63 0,83 0,81 0,81118 0,62 O,b4 0,76 0,76160 0,55 0,66 0,83 0,79104 0,67 0,76
Parcela C.
203 0,68235 0,60 U,59 0,55 0,75 U,7ó 0,73242 0,68 0,62 0,64 0,76 0,74 0,73263 0,63 0,60 0,61 0,66 0,68 0.67
Parcela D. I
298 0,67 0,56 0,58 0,74 ; 0,75 0,75314 0,66 0,60 0,53 0,78 ^ 0,79 0,74327 0,57 0,60 0,53 0,69 j 0,69 0,69333 0,57 0,47 0,57 0,87 ' 0,8i 0,80346 0,57 0,47 0,40 0,65 ^ 0,54 0,56
Parcela F. ^f$ry lese Y e^o 1'987 198Y 1940
4 0,64 0,61 0,62 0,72 0,71 0,716 0,60 0,56 0,68 0,66
10 0,56 0,52 0,50 0,69 0,73 0,65
138 1GI3ACI0 ECHEVA.RRÍA
GRAFICO NúM. ^4,
Influencia de la espesurs en el cociente diamLtrico.
Sitio de msayo núm. 2. -^esa^na. Parcel8 A, a$o 1940.
Qoc%nEeHiqmPlrico
1'
1bo 2ou 250 3c►O Ss,o 4c)o^, Dimnc4ros. r.w^ aw.
1'RA1'AhíIEN"fU llEL ^^YINUti 1NSIl:Y1>^^ 139
GRAFICO NúM. ^ 5
intlaencia de la espea^ura en ei coeficiente dia^u6trico.
Sitio de ensayo núm. 2. Leaa^a.
ooclenhd4imbtrlco
1'O
aa
lOMI 161► 1t00 7l60 7t/N1 YlS^I
diHmetrns = mm.
Parcela B.
Parcela C.
T(;NAt:10 ECt! E^' ERRSA
celulosa, porque así se utilizan d^e un tronco el mayor número po-sible de rollizos.
Tambíén se confirma en estos gráficos que son casi coinciden-tes, y que la ^espesura en nada influye para mejorar el cociente dia-métrico.
lntluencia de Is espesura en el cocficiente mórfico.
En cuanto al cceficiente mórfico, es un factor que no expresaen volumen una idea equivalente a! cociente diamétrico.
Después de lo dicho de éste, se t^ene el convencimiento de quela relación del volumen de un árbol a la d^el cilindro de igual alturay diámetro normal ha de seguir parecida suerte con las espesurasque el cocíente díamétríco.
Cualquier gráfico d^e coeficient^es mórficos, procedente de cual-quier parcela, nos indica que en árboles ccetáneos, a mayor diáme-tro c.orre5poncte menor val^or a dicho cceficiente. (Véase gráfico nú-mero i6.)
En cuanto a la influencia de la espesura, en el gráfico ^^ apare-cen señalados con distintos colores los valores correspondientes aárboles tipos que han vivido en distinta espesura durante nueveaños, sin que pueda establecerse ninguna diferencia.
TRATAIIIENTO DEL "PINUS INSIGNIS^^ i^ŝ l
GR^F[CO NúM. ^6
Curvas n/ediaa de coeficientes rnórficos.
Sitio de ensayo núm. 12. - Guadalupe.
Cuarto inventario. Junio de 1940.
^^^
^oo tbo ^apo
Parceli A.
:bo soodidoaetiv.. wan..
Total.
^^ Fuste.
i42 Il; tiA^ 1l3 EI:HE^ FRkIA
GRAFICO NúM. ^^
Uráfico comparativo de coeficientes de árboles tipos
con claras de distinta intensidad.
5itio de ensayo núm, 2. - Lezama.
Loe tc^cnleicu
t.ooc^
^
pt^ rrs
^
Año 1940.
lbp lOU 2Sn 300 3.'^O ^ If^Qdi+imeim^• a .tnm..
Parcela B ^ Claras moderadas." A w^ Claras fuertes.
C ^ Claras fuertes.
D ^.w^ Claras de aislamiento.
TItATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS"
ANEJO NUM. 9.-.
Las claras que hemos realizado en nuestras parcelas no se -h^it^ ^'limitado, como puede suponerse, a preocuparnos solamente de• la!intensidad; es decir, de cuantos árboles debíamos extraer, sino tam-bién de cómo debíamos Ilevarlos a cabo, cuidándonos siempre deelegir los árboles para el derribo y de distribuir el aclareo homo-géneamente en toda la masa, según normas que a continuación seindican :
Inatrucciones para la ejecución de ensayoa de clarsa ordinarias
y claras de ais,lamiento.
Estas instrucciones, acordadas en i9oa por la Asociación delnstitutos Alemanes de Experimentación forestal, y empleadas hoypor todos los Institutos, comprenden dos puntos:
El primero s+e refiere a la clase ^dé árboles q ŭe deben s^er objeto •de extracción en las claras, para lo cual empieza por clasificarlassegún su forma, como se indica a continuación :
"Los troncos de un rodál pueden clasificarse del siguiente modo:I. Troncos dominantes. ->;stos comprenden todos los troncos
que toman parte en la cubierta superior de las copas, o s+ea:^° Troncos con desarrollo normal de copa y buena forma de
tronco.2° Troncos con desarrollo normal de copa o mala forma de
tronco.Se comprenden en éstos: -a) Troncos apretados (eingeklemmte).b) Troncos mal formados y de crecimiento adelantado (Vor-
wiichse).c) Los demás troncos de forma défectuosa, especialmente los
ahorquillados.d) Los troncos llamados Peitscher.e) Troncos en forma d^e toda clase.I l. Troncos dominados. -^stos comprenden todos los tron-
cos que no toman parte en la cubierta superior de las copas. En estegrupo hay que incluir: .
144 1GNACIQ EC HE4'ERRÍA
3° Trancos retrasados, pero todavía descubiertos.4° Troncos oprimidos, pero todavía cubiertos.(^stos se tienen en cuenta para los cuidados culturales del
vuelo. )5° Troncos moribundos y muertos, que no se tienen ya en
cuenta para los cuidados culturales del suelo y del vuelo.También corresponden a este grupo las latas encorvadas."El segundo p•snto indiéa las claras, su grado de intensidad y
clase de árboles que cada una de ellas incluye para ser cortados.Las claras ordinarias se extienden teóricamente a la extrac-
ción de troncos moríbundos y muertos, tanto en su copa como enel fuste, o también de aquellos troncos que, a pesar de su buenaforma de fuste y copa, influyen perjudicialmente sobre los troncosmás valiosos o d'e más esperanaas, que se dejan. Extraer por consi-guiente los troncos de las clases y hasta 2, en parlie o totalmente,y los troncos d'e la clase i sólo excepcionalmente, sin llegar, sin em-bargo, a una interrupción duradera de la cubierta.
Las cIaras de aislamiento, por el contrario, extraen, además delos troncos de las clases z hasta la 5, teóricamente también,
• troncos de buen crecimiento, sanos, inofensivos actualmentepara los próximos que se dejan; por consiguiente, se cortan por-ciones, ya mayores o menores, de la clase ^ de troncos, y tienenpor objeto la interrupción d'uradera de la cubíerta. Esta interrup-ción debe continuar, generalmente, durante toda la vida del rodal,o extenderse por lo menos a un período largo, como, por ejemplo,en el tratamiento de cortas aclaradoras de SESe^cx.
***
En la clara ordinaria se distinguen las siguientes clases y grados.
I. Clara baja (Nieder-Durchforstung).
i° Clara débil (grado A). >rsta queda.limitada a la extracciónde los troncos muertos y moribundos, así como de las latas encor-vadas (clase 5) y troncos enfermos, y tienen soíamente por objetosuministrar materiales para estudios epidométricos comparativos.
2.° Clara mod'erada (grado B). l:sta se extiende a los troncosmuertos y moribundos, encorvados, oprimidos, a los Peistcher, alos (Vorwúchse) adelantados de mala forma, más peligrosos, siem-
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" l45
pre que no se puedan hacer inofensivos para la poda, y a los tron-cos enfermos (clase 5, 4 y una parte de la z).
3° Clara fuerte (grado C). ^sta extrae poco a pceo todos lostroncos de las clases 2 a 5, así como también algunos de la clase t,de modo que sólo queden los troncos con desarrollo normal en sucopa y buena forma d^el fuste, en distribución lo más igual posible,que tengan por todos lados espacios para el libre desarrollo de suscopas, pero sin que tenga lugar una interrupción duradera de lacubierta.
Para los grados B y C se aplican todavía los siguientes prin-cipios:
a) En todos los casos en qué por la extracción de los troncosdominantes se originen huecos, pueden dejarse allí troncos oprimi-dos o retrasados, cuando existan.
b) En la extracción de troncos sanos dé la clase z con maldesarrollo de copa o forma de fuste, hay que proceder con la caute-la exigida por la consideración al estado y a la cubierta de todoel rodal.
11. Clara alta (Hochdurchforstung). .
1~sta es una corta en el piso d'ominante, que tiene por objetoel cui^dado especial de futuros troncos cortables, bajo el principiode respetar una parte de los troncos dominados. Aquí hay que dis-tinguir dos grados.
4° Clara alta débil. Ésta se limita a la corta de los troncosmuertos y moribundos encorvados, ademá$ de los mal formados yenfermos, de los ahorquillados, árboles achaparrados, Peistcher,así como de aquellos trancos que deben ser extraídos para la diso-lución de grados de troncos de igual valor. Se separa, por consi-guiente: la clase 5, una gran parte de la clase 2 y algunos troncos^dé la ^. Para evitar la interrupción demasiado fuerte de la cubierta,puede distribuirse entre varias claras la separación de los Vor-wúchse mal formados y dé los demás troncos con forma defec-tuosa de fuste, en especial de los ahorquillados, cuando éstos tron-cos can forma défectuosa de fuste existen en gran número. Tam-bién se recomienda hacer provisionalmente inofensivos, por podao supresión de braaos ahorquillados, los troncos de esta clase quese dejan en la ^primera clara. Este grado es aplicable principalrnentea los rodales jóvenes.
ao
^46 IGNACIO ECHEVEItRÍA
5° Clara alta fuerte. Este grado aspira inmediatamente al cui-dado dé un número variablemente calculado de troncos cortables.Gon este objeto se extrae, además de 1os troncos muertos, moribun-dos, encorvados y enfermos, tambíén aquellos que impidan eI buendesarrolla de la copa de los troncos cortables; por consiguiente, las
, clases 5 y trancos de las clases t y 2. .Este grado resulta apropiadopara los rodales viejos.
(Lichtung).
Los ensayas para la ínfluencía de las claras de aislamiento(Lichtungshiebe), relativos a las determinaciones sobre el creci-miento en volumen, tienen por objeto fijar, ŝi son capaces, y hastadónde, las interrupciones duraderas dé la cubierta, de aumentar elcrecimiento del radal entero, o de un índividuo del rodal, todavíamás allá de la medida conseguida por medio del grado más intensode clara, e investigar, además, dónde empieZa a descender el cre-cimiento a consecuencia de la disrninución demasiado grande delnúmero de troncos y dónde encuentra su límite eI aumento del cre-cimiento del tronco.
Con este objeto se recomienda, aparte de otros ensayos espe-ciales, por ejemplo, sobre el tratamiento de SESaACx, distinguir dosgrados de claras de aislamíento:
^° CJara de aislamiento débil (grad'o LI).2° Clara de aislamiento fuerte (grado LII).Aquélla extrae de ZQ a 30; ésta, de 3o a 5o por Ioo de la super-
ficie de bases de tronco de la parcela comparativa aclarada segúnel grado C.
La clara dé aislamiento fuerte debe pasar en todo caso de aquelgrado de aclareo en el cual se presenta el máximo del crecimientototal; puede, por consiguient^e, en caso necesarío, aumentarse másallá de la cifra indicada. Cuando falten parcelas comparativas delgrado C, ^debe desde lueRo aclararse, según este grado, la parceladestinada al ensayo e inventarios.
El tránsito del estado cubierto al claro debe efectuarse pocoa poco.
Con el grado más fuerte de la clara ordinaria (clara baja) (C),asi como con las claras de aislamiento, pueden combinarse ensayossobre la influencia de un piso inferior e íntermedio, creado artifi-
C^`b
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" ;d ]4Í
^ f
cialmente u originado por vía natural, con el crecimiento etf voluT ^men y en las condiciones del suelo. ^. ^ ^
Con este fin deben aparearse parcelas de ensayo igualni^ñt^e .tratadas, una de las cuales se repuebla, y la otra, no. Cuando yaexiste piso inferior, se suprime éste en una d'e las parcelas corres-pondientes. ^
Además de las parcelas de ensayo que^ son tratadas uniforme-mente durante toda la vida del rodal, se recomienda también dis-poner otras que permitan reconocer, en com^paracíón con éstas, lainfluencia dé las cortas, que poco a poco aumentan según clase ygrado.
***
En nuestras experiencias en el Norbe de España hemos practi-cado las claras bajas, si bien no en términos tan absolutos como losdefinidos por ^as Instrurciones, bien madera^d'as (extracción de losárbol^es defectuosos, muertos o enfermos y urra parte del piso domi-nado) ; bien claras y fuertes (extracción de todo lo anormal, casitodo el píso dominado y algunos árboles del piso dominante) o lasllamadas claras de aislamiento, en las que se mantienen en pie unosárboles d^ominantes aislados.
Como los Sitios de Ensayo de claras estaban Gonstituídos abase de cuatro parcelas, este número nos ha permitid'o establecerlos ensayos comparativos a base de una parcela testigo, mantenidaen la espesura-índice con claras débiles; otra parcela sornetida aclaras moderadas; una tercera, tratada por claras fuertes y, por fin,la última, por claras de aislamiento, ensayando así todos los gradosposibles de claras y sus posibles efectos en una calidad.
Queda por conocer qué pasa en el Pinus Insignis tratado porclaras altas, problema que, para no embrollar los ensayos, se hadejado de intento a un lado, con la esperanza •d^e que será abordadopor la experimentación en su segunda fase.
14a IGNACIO ECHEVERRÍA
ANEJO N'UM. 10
Intlnencia de la ietensidad de las claras en el volpmen total.
Tratamos de inveŝtigar si las conc[usiones alcanzadas, tantopor ScxwAPncy como por LoREV, en sus respectivas experienciasefectuadas sobre e[ abeto rojo, pueden hacerse extensivas en nues-tro caso ai Pinus Insignis.
Las deducciones obtenídas por estos i[ustres investiga^dores fo-restales son éstas:
Conclusión obtenida para el abeto rojo:
La producción extraída en las claras, más la obtenida en lacorta final, o sea, el volumen total, es siempre igual, sea cualquieraet grado de intensidad de las ctaras. .
Comparemos ahora estos resultados con los nuestros.Como material de experiencia tenemos el siguiente :Los r+esultados en las cuatro parcelas de Lezama, después de
haberlas tenido d'urante nueve años (de trece a los veinte años)bajo los efectos de un tipo de claras cada una de ellas y de una rela-ción de intensidades en las cuatro, desde la moderada hasta la cla-ra de aislamiento. (Véase Cuadro núm. 2^.)
Los datos recogidos durante ocho años (dieciséis a veinticua-tro) en las cuatro parcelas del Sitio dé San Roque Buru, en formasimilar a la experiencia ^d^e Lezama. (Véase Cuadro núm. Za.)
La experiencia durante seis años (trece a diecinueve) en tresparcelas de Santa Cruz, a.justadas a las mismas normas que^ en losdos anteriores Sitios de Ensayo. (Véase Cuadro núm. 23.)
Y, por fin, la llevada a cabo en las dos parcelas de Erqueizdurante un período de cinco años. (Véase cuadro núm. aQ..)
Las conclusiones desprendidas de Lezama, San Roque, SantaCruz y Erqaeiz son diferentes de ScHwA^ncH.
Según nuestras exp^eriencias, la intensidad de la clara influyeformando distintos valúmenes totales.
La conclusión obtenid'a por nosotros puede sintetizarse así : elvalor absoluto de los volúmenes totales es tant^o menor cuanto másintensas han sido las claras.
TRATAI[IHNTO DHL "PINUS INSIGNIS"
CUADRO NIJM. 21
Sitio: Lezama.
149
INFLUENCIA DE LA INTENSIDAD DE LAS CLARASEN EL VOLUMEN TOTAL
Pu-^a Tipo dc claTaa
Volumen^93t
m.a
tiúmero
de claras
tç3t-38
Volumen earaíd
en daras ^93^-3
m!
Volumen
masa en piei938
m,
Volumen
total ig38
m!
Porccntaje en la
formsción del vo-
lumen total
B Moderada. 199 3 127 I 520 647 325
A Fuerte. 193 2^
107 •' 439 546 283
C Muy fuerte. 182 1 98 389 487 267
D De aislamiento 130 1 96 271 367 282
IrJ^ IGNACIO ECSEVERRÍA
CUADRO NÚM. ZZ
Sitio: Sa>tt Roqne Bnt'tt.
INFLUENCIA DE LA INTENSIDAD DE LAS CLARAS
EN EL VOLUMEN TOTAL
Paa^a Ti a de clarasp
Volumen
rg9^
m!
Número
de claras
^gg^-38
Valumen extrafdo
en ttaras ^q9t-98
m.a
Volumert
masa en pie^938
am.
Volumen
total ^9y8
m!
Porcentaje en la
formación de! vo
lumen total
D ^Débiles. 246 2 122 426 548 222
C Moderadas. 244 '3 142 294 436 17$
B ^uertes. 200 2 141 260 401 200
A De aislaxniento 204 2 145 204 349 171
Norn --Quizás da primera impresión que rxiba el l^ector, tanto en este cua-dro núm. 22, como en. ^el 21, el 23 y el 24, será de extrañeza, al observar que en la•columna que se refiere a"Volumen extraído en claras", no hay concordancia conlo que se expresa en la columna "Tipos de claras". Por ejemplo: en este cuadro nú-anero 22 se sefiala a 1a parcela D un trahamiento ds olaras débiles, extrayéndoseen las claras 426 m$, mientras en las tres restantes parcelas, de claras más fuertes,se extrae mucho menor voluanen. Pero repárese que la intensidad de la clara depende,entre otros factores, de la época en que se practique, dentro. del período considerado.Así, 20 m g extraídos en un monte bravo es una anutilación bárbara, y en un fustal esuna olara muy artoderada.
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSIGNIS" l51
CUADRO NÚM. 23
Sitio: 5lanta Cruz de Izt^rza.
INFLUENCIA DE LA INTENSIDAD DE LAS CLARAS
EN EL VOLUMEN TOTAL
Volumen
Par- Volumen Número Volumen extraídai Volumen Porcentaje en la
lTipo de claras ^gj^ de claras en claras tg9^y8
masa en p e8 total tgg8 formacíón del vo•u a
m! ^g3^-38 m^
^gj
m? lumen totalm.s
B Moder.ada. 64 1 43 102 145 226
C Muy fuerte. 60 1 19 101 120 200
A Muy fuerte. 49 1 16 97 113 230
l52
Sitio: Erqueíz.
IGNACIO &CHEVBRRfA
CUADRO NÚM. Z4
INFLUENCIA DE LA INTENSIDAD DE LAS CLARAS
EN EL VOLUMEN TOTAI,
VolumenVolumen Número Vdumen e:tra(d Vdumen Poruntaje en la
par.Tipo de clarae igj^ de claras en dara ig37•a^
masa en pietotal igq: formación del vo•
cela ^ ga^m.^ ^g37-a1 m! m a m.a lumen tota!
A Modera^Fa. 133 2 52 237 289 217
B Moderada. 143 2 86 268 354 254
Más aclarada la A que la B.
TRATAMIENTO DEL "PINUS INSICNIS" ] ^j3
Claro está que el volumen absoluto no podemos tenerlo encuenta, ya que las parcelas de cada Sitio no ti^enen en el punta departida existencias en volúmenes iguales.
Por eso, hallamos también la formación centesimal del volu-men total.
En este aspecto, las conclusiones son algo confusas, si bien que-da en pie que, los tratamientos de claras moderadas, proporcionanlos mayores volúmenes centesimales.
:**
Un segund'o aspecto de la dif^erente intensidad de las claras esde consecuencias importantes, desde el punto de vista económico.
Aun aceptando los puntos de vista de SCHWAPAGH y LOREY,y suponiendo hipotéticament^e que en tratamientos de espesurascompletas, pero con distintos tipos de claras, se obtuviesen volú-menes totales iguales, siempre resultarían distintos los dos suman-dos, masa extraída y masa principal, y, además, la masa estaríadistribuída en el tiempo de manera diferente, según la intensidadde la clara.
Esto es suftciente para que alt^ere en cada caso los términos d'elcálculo deI turno financiero, a lo que se agrega la circunstancia deque la diversidad de intensidad de claras, como se ha visto amplia-ment}e en el Anejo núm. 5, afecta a la cuantía del volumen de ma-dera gruesa formado.
Como este tema del turno financiero ha de ser tratado (D. m.)en el próximo folleto, dedicado a esta especie forestal, en él se haráun estudio de la influencia de las claras en dicho turno.