Andén 78 - Vociferaciones (o cuando la palabra no basta).

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PARADA OBLIGADA EN LA COMPRENSION DE LA REALIDAD I ilustración por daniel martín - www.dmdesign.com.ar - [email protected] vociferaciones año vi junio 2014 precio: este periódico #78 no se vende (o cuando la palabra no basta)

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Periódico Andén – Publicación argentina de análisis y reflexión sociocultural.

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PARADA OBLIGADA EN LA COMPRENSION DE LA REALIDADI

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sta

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plantaestable

maquinistajuan ignacio basso

chanchogustavo zanella

la que dice que el tren no tiene que poner guiño para doblaryael tejero

encargado del salón comedorluciano pablo basso

boleterojorge augusto cuello

la que hace sonar la bocinalorena barbosa

guardabarrerasgabriela giambroni

la que se pasó de estaciónmaría belén morejón

las que enderezan las víasdavid del ríomaría virginia comptenatalia lópez

jefe de estaciónhoracio ernesto giambroni

el que no vio la barrera pedro pertusi

los que corren la zorramanuel fontenlafranco dré

el que corta las víasmartín giambroni

2editorial

Aprendiste el abecedario jugando al ahorcado, la traspo-sición lúdica de la afasia. El mutismo de aquel que sequeda sin aire y sin vibración posible y no puede enun-

ciar libremente lo que desea. Tus compañeros te tiraban lasletras que el muñequito no podía articular y a medida quesalían desaciertos, acercaban al muñeco a su inminente ani-quilación. Después aprendiste las reglas del Tutti Fruti, eljuego autogestivo, fácil de improvisar y útil para desarrollar elpensamiento analítico, la idea de categorías generales y elconcepto de hipónimos e hiperónimos. Te adaptaste a la faltade papel y te aggiornaste con el repechaje. Y siempre, desdela temprana infancia, conociste ese glorioso juego que sirvepara matar el aburrimiento en cualquier lugar donde teencuentres. Ese que no requiere materiales sino una simplecontemplación del entorno donde se selecciona un elemento aadivinar por el interlocutor, que pregunta de qué color es esacosa que el otro ve: “Veo veo”; “¿qué ves?”; “Una cosa”. Elque ve es el reticente que aplaza la respuesta hasta que elansioso adivina. E incluso ignora la pregunta y responde concualquier categoría (“¿Qué cosa?”; “Maravillosa”), hasta quellega el indicio (“¿de qué color?”).Cuenta Martin Jay en un hermoso libro titulado Cantos deexperiencia que el filósofo alemán Walter Benjamin intentóexplicar la noción de experiencia a partir del color, porquecuando el niño comienza a identificar los colores, tienen laaptitud de verlos como previos a las formas. Los niños tienenexperiencia del color. El momento en el que comenzamos anombrar las cosas, acaso sea uno de los más importantes denuestra vida. El lenguaje es un bien simbólico, un espacio dedisputa y una herramienta que debe ser trabajada. El juegoes, desde la temprana infancia, un recurso para ello. Involu-cra la instrucción como punto de partida de la actividad lúdi-ca. Siempre hay una regla y esa regla impone su enunciación,implícita o explícitamente. Desde Andén, quisimos situarnosen ese intersticio del lenguaje en donde se encuentra la res-tricción, el límite que impone la norma y, a la vez, la libertadque esa norma ofrece. Allí donde se ubica la posibilidad devida comunitaria y al mismo tiempo el tabú. Alguna vez, unprofesor te dijo que escribas con tus propias palabras. ¿Quéquiere decir eso? ¿Son acaso propias? ¿Como podrían ser uninstrumento de comunicación si sólo estuviesen sedimentadaspor la inventiva personal? Usar las propias palabras es inter-venir el lenguaje como arena social desde la apropiación indi-

vidual que da sentida la experiencia, única como las vocesque componen este volumen. No quisimos hacer un número anclado en una forma unívocade pensar la voz y la palabra ni tampoco desde la lingüísticacomo la ciencia primordial del lenguaje. Toda la historia deesta disciplina se debate entre perspectivas cognitivas, psi-cológicas, neurológicas, sociales, culturales, artísticas, políti-cas, filosófico-analíticas y pragmáticas, entre otras. Los auto-res que forman parte del canon de los estudios del lenguajetienen una autoridad que no nos interesa refutar. Nos propu-simos, ante bien, ofrecer a nuestra comunidad de lectores unespacio de libertad desde donde metaforizar, a partir del grito,todos los sentidos deseables. Esta idea comenzó a partir deuna confluencia de temas que constelaban en torno a la pala-bra. Las lenguas inventadas como herramienta de verosimili-tud ficcional y creación de mundos posibles; la traduccióncomo terreno de disputas de sentido y acercamiento a laexperiencia del otro; las nuevas formas de comunicación noverbal; las pequeñas sublevaciones discursivas frente a laspolíticas lingüísticas como ejercicios de poder y hegemonía; elgrito artístico como acto de disidencia y los procesos de cam-bio en el lenguaje como síntomas sociales, son algunos de lostemas que contienen las páginas de este número que es, paranosotros, un grito animal, desafinado y en conflicto con ellógos. Porque en el paroxismo de aquella celebre distinciónaristotélica entre los animales que tienen voz y los hombresque tienen la palabra, la historia nos enseña día a día, queninguna distinción puede resistirse a su propio contexto desurgimiento, y por lo tanto, las simples preguntas ¿quiéntiene voz?, ¿quién puede ejercer el privilegio de la palabra?,¿qué espacios disponemos para el ejercicio de ambas? necesi-tan ser repreguntadas. Ya no alcanza con aquella distinción,la complejidad de nuestro presente nos exige con urgencia eldetenido análisis de las posibilidades y multiplicidades en lasque aparecen y se configuran las palabras, los sonidos, losgolpes, los espasmos, cada una de las proyecciones del cuer-po que ponen en disputa un sentido. Vociferaciones, intentaser entonces, un gesto de desconfianza ante la sospecha deque hoy (como siempre) la voz y la palabra no circulan libre-mente, no están al alcance de todos, y por tanto, hay en ellasla posibilidad latente (como siempre) de una arma de lucha,de un espacio de resistencia, de unos mundos contenidos quepugnan por expresarse.

www.andendigital.com.ar

el que no se quiere bajar del trencésar maffei

los que pintan grafitis en la estacióndaniel martinmariangeles marcone

el que insiste con el carbóngustavo guevara

las que pasan por abajo del molinetegiselle méndezbárbara agüer

las que se roban los quebrachoslaura loredo rubio

el que se dedica a otra cosanicolás alejandro miguez

colgados del tren, como racimosgrupo de estudios para la liberación (gel): martín forciniti,juan francisco martínez peria, mercedes palumbo,ezequiel pinacchio, soledad ramati y mariana fernándeztalavera

caminantes de las vías que se detienen en esta estaciónandrea vallarini, nancy viviana piñeiro, santiagogabriel durante, carmelo sardinas ullpu, romina &mariana risetto, florencia romina viterbo, juliánferreyra, juan ignacio cesio, pablo arraigada,luciano scarrone, matías chiappe ippolito, natalia

pusineri, nuria pucci, horacio cárdenas

boleto

gratarola

con mis

propias

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3texturas

ezequiel pinacchio & andrea vallarini

las derivas del sentido o el sentido a la derivaun comentario sobre otros comentarios

“la batata para el kilo, q faltaba en el cirko k!!!”

¿a qué refiere esta frase? si estuviésemos jugando a las adivinanzas, sr./sra.lector/a, es probable que usted nunca llegue a la solución correcta. pero parano demorarnos en juegos, le adelantamos que esta frase, extraída delsuplemento “espectáculos” de la nación, es un comentario de un lector querefiere a una instructiva nota sobre rumores de amoríos entre un par depersonajes de la farándula.1 ahora bien, ¿cuál es la singular deriva queconduce desde este tema a aquella frase? sobre algunas de las muchascuestiones asociadas a esta pregunta, nos gustaría indagar en estas líneas.

Hace aproximadamente una década, internet evolucionó en lo que se llamaWeb 2.0, una tecnología que permite que los usuarios intervengan activa-mente, promoviendo, de este modo, el intercambio y la construcción parti-cipativa de los contenidos de la red. Así nació lo que se conoce por Con-versación 2.0, es decir, espacios virtuales que posibilitan la conversación

social a través de la web. Vinculado con esto, nos gustaría señalar cómo, a partir deentonces, cambió cualitativamente el sentido de las notas periodísticas. Pues desde queexiste esta tecnología es posible observar que la lectura, e incluso la escritura, de la notapuede ir más allá del punto final que “su autor” le ha determinado. De hecho, lo normales que, en los intercambios de los comentadores, la referencia, en cierto momento, dejede ser lo que dice (o decía) el autor, y pase a ser preferencialmente lo que dicen los pro-pios comentadores. La información, por lo tanto, comienza a jugar con unas reglas queya no se ajustan al tradicional esquema escritor-lector. Prodigiosa, una obra colectiva,tan cotidiana como efímera, avanza desde el pie hasta resignificar completamente elartículo “original”, convirtiéndolo en poco más que una excusa para que los comentado-res digan, sin mayores dilaciones, todo aquello que se les cante. El tránsito del lector alescritor, en fin, se ha consumado. Singular devenir, sin dudas.Pero, ¿qué es lo que se dice y cómo se lo hace? Siendo tantos los comentadores queintervienen en estos espacios y al haber una cantidad y variedad tan asombrosa detemas a los cuales comentar, podría suponerse que lo que se dice resultaría, en conse-cuencia, múltiple, variado, y, por qué no, inabarcable; algo así como la materializacióndel reino de la pluralidad y la diferencia profesada por más de un posmoderno. Sinembargo, a pesar de que no faltan excepciones, por lo general los comentarios conflu-yen fatalmente en unos pocos tópicos. La frase que citamos al comienzo, por caso, esuna de las tantas que expresan la más recurrente, aunque no la única, de las obsesio-nes entre los comentadores de los principales massmedia de nuestro país: la disputa “K”versus “anti-K”. A propósito, resulta un ejercicio interesante rastrear los desplazamien-tos que van conduciendo cada conversación desde los asuntos más disímiles hasta lasacusaciones cruzadas más trilladas. Veamos algunos ejemplos: En la nota “Los jugadores tuvieron una tarde de relax...”, que trata sobre un festejo ínti-mo de la selección argentina en el mundial, uno de los comentarios repentinamente ins-tala la sospecha de que el festejo ha sido: “Organizado por fútbol para todos y los Ks”2.En otra nota, en la cual se habla de visores de realidad virtual, aunque no apareceningún comentario ajeno a la temática, sí sorprende el curioso nombre de uno de loscomentadores: heil_cristina. Al cliquear sobre este “usuario” podemos ver sus otrasintervenciones, y entre ellas una discusión que toma como punto de partida un temabien diferente: el asesinato de un hombre y su beba en el partido de Moreno. Allí, dadoque en la nota se menciona que los vecinos escucharon unas palabras en guaraní,heil_cristina asegura que se trata de: “Otro logro de Cristina, la permisibilidad de nues-tras fronteras e inmigraciones para entregar documentos a mansalva a cambio devotos... –y concluye– toda la lacra de sudamerica viene a nuestro país...”3. Y esto, noexageramos, es sólo un “botón de muestra”. Basta demorarse unos minutos en leerlos para constatar que la radicalización de las opi-niones expresadas con un lenguaje violento y descalificador caracteriza estos intercam-bios virtuales. También resultan sintomáticas las reacciones ante palabras moderadas oplanteos conciliadores. Habitualmente, los comentarios que pretenden introducir algúntipo de matiz o relativización de las opiniones en pugna son denunciados como unaforma de “enmascaramiento” y sus autores rápidamente acorralados en uno de los

extremos de la disputa. “KK detected”, por ejemplo, es uno de los recursos con los cua-les se intenta operar este “desenmascaramiento”. De cierto modo, lo que parece supo-nerse en estas conversaciones es que todos y cada uno somos o bien “amigos” o bien“enemigos”. Y no hay alternativa posible. Por lo tanto, sólo resta identificar a qué“bando” pertenece cada cual y, luego, actuar en consecuencia. Tampoco pasa desapercibido el claro predominio de intervenciones que proyectan sub-jetividades claramente reaccionarias, siempre proclives al escarmiento público del(supuesto) delincuente, partidarias de la deportación del inmigrante (supuestamente)ilegal, la criminalización de la protesta (supuestamente) “organizada”, la relativización delos abusos (en algún punto) “merecidos”, etc. ¿Es que estos espacios tan sólo exhibenuna subjetividad pre-existente, la triste humanidad que somos, o, en cambio, tambiénla incitan y hasta cierto punto la modelan? Como sea, lo cierto es que abundan los pre-juicios raciales, de género, clasistas, e ideológicos de toda índole. Y aunque cotidiana-mente se naturaliza todo esto, tal vez no está de más preguntarse por qué una enormecantidad de personas decide mostrar “públicamente” un perfil tan grotesco y repulsivo,absolutamente brutal. ¿Habrá, acaso, algún tipo de vínculo entre toda la violencia acu-mulada en estos comentarios y el anonimato de los comentadores? ¿Será este el otrolado de “la máscara”, el lado oscuro del anonimato y la ficción como claves de la inter-vención en la esfera pública?Si estas preguntas tienen sentido, se abren nuevos interrogantes, entre ellos: ¿C uál esel significado de la “libertad de expresión” en estos espacios? ¿De qué se “libera” laexpresión y a qué queda “atada”? Al comparar los principales medios de comunicacióndel país, observamos que la posición ideológica de cada uno y el tipo de regulación deestos espacios exhiben un panorama curioso. Página 12, un diario de izquierda o almenos progresista, afín al oficialismo, no habilita la intervención de sus lectores. Claríny La Nación, claramente opositores y de factura liberal y/o conservadora, por el contra-rio, sí lo hacen. ¿Son entonces más democráticos? No obstante esta diferencia, cuandoconsideran que una temática es “sensible”, cierran el espacio de los comentarios. Pero,¿cuáles son y cómo establecen estos “temas sensibles”? ¿Marcan de este modo un lími-te a la opinión pública? Tal vez debamos revisar y cuestionar ciertas claves de lectura que empobrecen nuestracomprensión de la realidad, como aquella de que toda “inclusión”, no importa dónde nicómo ni cuándo, es de por sí una “democratización”. Asimismo, llamar la atención acer-ca de una doble reducción en la cual se enmarcan muchas de las discusiones antes refe-ridas. En primer lugar, la que asimila, sin mediación alguna, cualquier tema a uno solo:“la política”. En segundo lugar, la reducción de “la política” a la disputa “K versus anti-K”. Consideramos que el principal efecto de articular estas dos operaciones es una cre-ciente tendencia a la homogeneización dicotomizante de la opinión pública. Antes del final, Sr./Sra. lector/a, despejemos un posible mal entendido. A pesar del signocatastrofista de este breve derrotero, queremos dejar en claro que no consideramosnefasta la tecnología en cuanto tal ni repudiamos las intervenciones masivas en el ámbi-to de la opinión pública, ni nada por el estilo. Además somos muy conscientes del arbi-trario recorte que realizamos y de que, por eso mismo, no sería prudente generalizar sinmás el alcance de nuestras afirmaciones o sospechas. Así y todo, una pregunta nossigue pareciendo legítima. Si bien hay buenas razones para suponer que la apertura ala opinión de los lectores favorece la democratización de la información regulada por losintereses de los massmedia, también las hay para preguntarse si lo que se produce enesa inclusión no es, en simultáneo, cierta “corporativización” de dichos lectores y de susopiniones. Sin duda, son muchas las líneas de sentido y de análisis que este complejo fenómenodemanda recorrer. Nosotros avanzamos por algunas y hasta aquí llegamos. Elegimosponer aquí el punto final, pero sospechamos y confiamos en que Ud., Sr./Sra. lector-comentador/a, sabrá no respetar este límite y hará del final un punto y seguido.

1 Para que no queden dudas pueden servirse del siguiente link donde encontrarán la nota y elcomentario de “furcho”, del día 16/06/14 a las 17:10h: http://personajes.lanacion.com.ar/1701812-que-pasa-entre-jorge-rial-y-nazarena-velez.2 http://mundial-brasil-2014.clarin.com/jugadores-relax-musica-junto-familiares_0_1161484263.html3 http://www.lanacion.com.ar/1703077-29-balazos#lf_comment=179640404

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4texturas

“Dentro o entre las lenguas, la comunicación humana es una traducción”1

G. Steiner

“Palabra por palabra, terrón por terrón, como se hace al traducir”2

Primo Levi

Si de vociferaciones ahogadasse trata, si de zonas a las queel lenguaje no puede llegar, side imposibles, allí estamos lostraductores para dar cuenta de

los escollos que pueblan nuestro caminocotidiano, por lo general, en pijamas ypantuflas. Somos, tal vez, los que vemoscon lupa las dificultades de lo que no sepuede expresar plenamente, e incluso delo que sí se puede, pero, pequeño deta-lle, debemos hacerlo en otra lengua. Siestamos de acuerdo en que el lenguajese presta a infinidad de interpretaciones,y contiene el vacío de lo inexpresable, lointrigante de lo que se ha dado en llamaridiolecto, y otros tantos problemas, pare-ciera obvio e innecesario señalar lasdobles dificultades a las que se enfrentanlos traductores y las traductoras.

Parece obvio, pero, sin embargo, cual-quiera que se dedique a este métier seencuentra (incluso en sus años comoestudiante) con algunos lugares comu-nes. El primero y más aplastante: traba-jamos en las sombras, transmitimos pala-bras ajenas, somos, o debemos ser, invi-sibles. Le siguen otros tantos; hay quie-nes creen que somos diccionarios conpatas –“¿Cómo?, ¿no sabés lo que signifi-ca esta palabra?”–, que nuestra velocidadde traducción equivale a la velocidad detipeo; es decir, como gusta ilustrar unaquerida exprofesora, somos “fotocopiado-ras bilingües”, que traducir no es másque volcar palabras de un idioma aotro..., y la lista continúa. Nosotros inten-tamos explicar: “No todo el que tiene dosmanos sabe tocar el piano; no todo elque habla dos lenguas sabe traducir”.No, el bilingüismo no es suficiente.

Las dobles dificultades de las que hablo,por supuesto, saltan a la vista de quienespractican o intentan practicar este oficiocon profesionalismo y van adquiriendo

experiencia. Traducir es, sobre todo, unsaber hacer. Quien crea que dos lenguasle bastan no encontrará mayores dificul-tades o quizá sí, pero las resolverá con lafacilidad con que considera que el artede decir con palabras no esconde gran-des misterios.

La frase de Steiner ilustra, por lo menos,dos cuestiones relevantes para nuestrotema. En primer lugar, ustedes podríanpensar: si todos somos traductores, ¿enqué reside tal dificultad? Una preguntaque nos hacen amigos y desconocidos.Como tantas otras actividades de la vida,la dificultad está en hacerlo bien o, por lomenos, a conciencia. ¿Y qué es “bien“?Sin extenderme demasiado en estepunto: es lograr ser fieles al sentido ori-ginal, por sobre todas las cosas. Pero,¿cómo ser fieles si hay tanto de inasibleen el lenguaje?: estudiar las lenguaspalmo a palmo, su cultura, la estructurade sus palabras, de sus oraciones, lascaracterísticas de sus géneros segúncada especialidad, el uso de las palabrasen ambas culturas, en las distintas disci-plinas, a qué remiten, cuál es su origen,y miles de etcéteras. Un trabajo más omenos arduo según cada texto. Claroque la fidelidad no debe ser solamente alsentido, sino también al “genio de la len-gua”. Una traducción que dice lo mismoque el original, copiando sus estructuras,no es una buena traducción, es forzada,entrecortada, “se lee mal”, no es amigadel lector, quien sentirá cierta extrañeza.No estaría mal que la sintiera en algunospasajes, quizá por motivos estilísticospuntuales, pero no en todo el texto.También es de suma importancia, paraun trabajo de calidad, que el traductorconozca el tema en cuestión o, en sudefecto, lo investigue con anterioridad ymientras lo trabaja (siempre y cuando nose trate de ámbitos tan complejos comola medicina, por nombrar apenas uno,

para los que se requiere una vasta espe-cialización). Párrafo aparte merecería latraducción en las Ciencias Sociales y lasHumanidades en general, tan poco estu-diada, y que presenta problemas muyparticulares. Por dar un ejemplo bastanteconocido en el par francés-inglés, pode-mos señalar el caso de la traducción deesa obra tan fundamental de Simone deBeauvoir, El segundo sexo. El traductor,que no conocía ni un poquito la filosofíaexistencialista, tradujo pour soir, “serpara sí”, como “naturaleza verdadera” dela mujer o como “esencia femenina”...,¡lo opuesto al planteo de la queridaSimone! Gran trampa de este campo delconocimiento: lidiamos con palabras deuso cotidiano que, sin embargo, en lasCiencias Sociales son términos técnicos.Reconocerlos requiere de conocimiento,mucha investigación y una buena dosisde intuición. Según he podido constatar,no ha habido otra traducción de la obraal inglés hasta el año 2011. Es decir,generaciones de lectores leyeron yentendieron otra cosa en distintos pasa-jes de libro. Más aún, muchos estudiososhan difundido sus opiniones sobre la

base de un texto erróneo.3

Traducir es labrar las palabras haciéndosemiles de preguntas: ¿por qué esta opciónléxica y no la otra?, ¿qué me dice estapalabra que no me dice aquella, tanparecida?, ¿pertenecen al mismo registrode lengua (formal-informal)?, ¿por quéhay tres oraciones que comienzan con lamisma estructura sintáctica?, ¿debo man-tenerla aunque sea forzado en mi len-gua? Y miles de etcéteras más. Parecebastante claro que nos enfrentamos auna interesante cantidad de cuestiones yque, a cada paso, le corresponde unaelección.

En última instancia, la dificultad reside enlo inasible. Suponiendo que quedan

resueltos, y se tienen en cuenta, todoslos aspectos anteriores, un traductor nopuede traducir por completo todo lo queun texto contiene. A veces no se puedentrasladar de igual manera forma y conte-nido, a veces se pierde en algún rincón yse compensa en otro, abonando una par-cela distinta para que nuestra tierra seaigual de fértil. En el lenguaje, el significa-do es, al mismo tiempo, abierto e implíci-to, y sabemos que no se construye por lasuma aproblemática de los significadosindividuales de las palabras. Justamentepor eso la dificultad no está en la “intra-ducibilidad” de vocablos, porque lo quetraducimos no son vocablos. No, el asun-to es más intrigante. Por las dudas, nointenten explicárselo al traductor de Goo-gle, porque no creo que lo entienda; éles capaz de asegurarle a un argentinoque llueven gatos y perros.

Volvamos a la frase de Steiner, que nospuede hacer reflexionar sobre unasegunda cuestión: la supuesta invisibili-dad del traductor. Digo “supuesta” por-que es inexistente. Todos somos traduc-tores (Steiner dixit), ergo, nadie es invisi-ble. ¿Es acaso invisible y carente deimportancia nuestro papel en el momen-to de interpretar un texto, ya sea escritou oral? ¿No se encarga de eso la crítica?¿Qué hacemos en una clase cuando ana-lizamos e interpretamos una lectura? ¿Nonos alimentamos de esas diferenciasinterpretativas? ¿No las discutimos? ¿Nollenan los estantes de las librerías?Somos creadores de conceptos: comotales, nacemos, crecemos, nos reproduci-mos, traducimos y morimos. La diferenciaes que algunos, además, lo hacemos aotro idioma y morimos un poco todos losdías (disculpen la metáfora cursi poética),abandonándonos a la mejor opción posi-ble y al inmenso placer de sentir que noshemos acercado hasta rozar con ternuraesa idea original que otra mente ha

traducción, invisibilidad y cultura

la aventura del género humano por comunicarse con el lenguaje que le fue dado, a pesar de la lengua que le haya tocado: comprender y comprenderse. ya sea para aprender a utilizar una máquina y realizar nuestro trabajo o prepararnos para rendir un final sobre el pensamiento de hegel

nancy viviana piñeiro /

campesinosde la palabra

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5texturas

parido. Sin embargo, no somos por esomás invisibles ni menos inocentes res-pecto de las interpretaciones y eleccio-nes que nos vemos forzados a tomar.

Lamentablemente, en esa supuesta invi-sibilidad se esconde la poca concienciadel lector acerca de los componentes dela que considera “su” cultura. Gran partedel canon del pensamiento occidental(digamos, eso que se estudia en laescuela y la universidad) nos ha llegadopor medio de traducciones. Y la conside-ramos “nuestra” cultura. Esto no implicaque esté plagada de textos mal traduci-dos ni repleta de subjetividades, muchomenos que estemos “a la buena de lostraductores”. Sí conviene pensar quenuestra cultura está compuesta de otrasa las que hemos llegado, muchas veces,atravesando un puente tendido porotros, del que nos percatamos solocuando está mal construido y el paso sehace dificultoso. Es allí donde el traduc-tor sí debe ser invisible: en llevar de lamano al lector para que camine conpaso firme, sintiendo que el puente estábien construido, pero sabiendo que loconduce a una casa que no es del todosuya, aunque en ella encuentre una gransimilitud y un sentimiento de unión conalgo que lo trasciende: la misma aventu-ra del género humano por comunicarsecon el lenguaje que le fue dado, a pesarde la lengua que le haya tocado: com-prender y comprenderse. Ya sea paraaprender a utilizar una máquina y reali-zar nuestro trabajo o para prepararnospara rendir un final sobre el pensamien-to de Hegel.

La cultura no está mediada solamentepor los traductores, sino también, comosabemos, por las leyes del poder y delmercado; a contramano de ello, hayrupturas elaboradas con intencionalidadque la atraviesan con objetivos muy cla-

ros. Rupturas como las que buscan crearlos medios independientes en la culturamasiva. Entonces, ¿qué eligen traducirlas grandes editoriales? ¿Por qué? Y aunmás importante: ¿qué nos dice lo queeligen no traducir? ¿Qué consecuenciastiene el estudio de determinado temabajo la mirada de determinada cultura?

Frente a ese panorama, algunos elegi-mos hacernos más visibles por voluntadpropia –no en sentido personal, sino encuanto a la elección de lo que traduci-mos– y ponemos un pie, o los dos, en elapasionante mundo de la traducciónactivista (a falta de una denominaciónmás adecuada). Bueno sería que másprofesionales se abocaran a ese campoen la medida de sus posibilidades, dadoque muchas personas bilingües traducena pesar de no tener experiencia ni estu-dios en la materia, por la falta de profe-sionales dispuestos a poner sus herra-mientas al servicio de la sociedad, y nosolo del mercado. Eso trae no pocosproblemas, muy a pesar de las buenasvoluntades. La traducción activista, porlo general, abarca temas muy actuales.Por ejemplo, en la difusión de historias,artículos periodísticos o de análisis sobreAmérica Latina, en particular en lostemas relativos a movimientos sociales yluchas indígenas, llama la atención lacantidad de angloparlantes que escribene investigan sobre Nuestra América.Gran parte de ese material se estudia enuniversidades o está disponible en Inter-net. Quien transite de un idioma a otrosin tener demasiado en cuenta a susinterlocutores creerá, por ejemplo, quela “comunalidad” indígena (término

acuñado por un antropólogo mixe4)cruza las fronteras de una lengua a otrapara transformarse, como quien no quie-re la cosa, en communality o communi-tarianism, dos términos con orígenes yrecorridos muy distintos al del concepto

en español, y que en el lector anglopar-lante activan otra red de asociaciones eimágenes alejadas de aquel. El buen tra-ductor sacará de su caja de herramien-tas la que considere más adecuada pararesolver el dilema.

Habiendo hecho un recorrido breve eincompleto por este camino de las difi-cultades y las soluciones, de la invisibili-zación a la visibilidad (consciente einconsciente), resta ver la hoja mediollena. La misma inexplicable magia queproduce en mortales y poetas intentarobstinadamente expresar con palabras loinexpresable es sobre la que parecelabrar el traductor cuando busca lo quede antemano sabe complejo y, muchasveces, ingrato, pero aún así, mágico.Obstinados, encontramos un gran placeren el esfuerzo. Me gusta pensar quesomos campesinos de las palabras por-que, como dijo Primo Levi: “Una cosa esleer un libro sentado en un sillón, decorrido, sin detenerse, y otra cosa esararlo, palabra por palabra, terrón porterrón, como se hace al traducir”. Comoellos, aún somos bastante invisibles, sibien de un tiempo a esta parte se hacomenzado a ver en la traducción unaherramienta valiosa para acercar voces ypalabras que rompan con el imperialis-mo de la lengua y el pensamiento domi-nantes, que sean capaces de hermanarideas diversas de otras latitudes, senti-res, experiencias, luchas, propuestas,maneras otras de hacer y pensar. Vocife-raciones a viva voz, a viva palabra.

De un modo u otro, cualquiera sea elámbito en que nos desempeñemos, esen la condena del lenguaje mismodonde se encuentra la gran paradoja: elplacer de buscar con insistencia ese rocelo más cercano posible con la ideamadre, la tierra que intentamos arar.

notas

1

Steiner, George (1992) Depués de Babel,Fondo de Cultura Económica.2

Levi, Primo (1983), publicado en Il Manifesto,mayo de 1983, y recopilado por Península enEntrevistas y conversaciones (distribuye Déda-lo). Entrevista reproducida en: http://elarcaim-presa.com.ar/elarca.com.ar/elarca34/notas/pri-molevi.htm3 Michael Henry Heim y Andrzej W. Tymowski,Pautas para traducir textos de ciencias sociales,Traducción del inglés por Teresa Solana., Ame-rican Council of Learned Societies. 4 Díaz, Floriberto (2007), Comunalidad, energíaviva del pensamiento mixe, UNAM, México.

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6descolonialidad

El pasado mes de mayo, México y el mundofueron testigos de una de las vociferacionespolíticas de más alta intensidad de los últimostiempos: Marcos, el vocero de los zapatistas,ha declarado su propia muerte. Es decir, que

aprovechando la oportunidad de anunciar el carácter fic-cional de su personaje, nos notificó sobre su muerte.Muerte, también, ficcional (o no).Entonces, nos preguntamos: ¿Quién es Marcos? ¿Es ver-dadero o falso? ¿Ficción y mentira son lo mismo? ¿Enqué carácter existió? Por otro lado, ¿nos ha retado por-que tiene reproches que hacer? O, más bien, ¿nos retaporque nos desafía a pelear activamente por un mundomás justo?Para empezar Marcos nos señala que hemos odiado, oamado, a un holograma, un personaje: él. Con nuestraobtusa mirada, por nuestra incapacidad de escucharhablar a cualquier miembro de la comunidad –que nosea blanco o, a lo sumo, mestizo–, generamos las condi-ciones para que los zapatistas construyeran a este per-sonaje. Así es que nos dice Marcos que:

En la madrugada del día primero del primer mesdel año de 1994, un ejército de gigantes, esdecir, de indígenas rebeldes, bajó a las ciudadespara con su paso sacudir el mundo. Apenas unosdías después, con la sangre de nuestros caídosaún fresca en las calles citadinas, nos dimoscuenta de que los de afuera no nos veían. Acos-tumbrados a mirar desde arriba a los indígenas,no alzaban la mirada para mirarnos. Acostumbra-dos a vernos humillados, su corazón no com-prendía nuestra digna rebeldía. Su miradase había detenido en el único mestizo quevieron con pasamontañas, es decir, que nomiraron. Nuestros jefes y jefas dijeronentonces: ”… que a él lo vean y por él nosvean”. Empezó así una compleja maniobrade distracción, un truco de magia terrible ymaravilloso, una maliciosa jugada delcorazón indígena que somos, la sabiduríaindígena desafiaba a la modernidad en unode sus bastiones: los medios de comunica-ción.

Ahora bien, una podría preguntarse si la comunidadpuede hablar si no es a través de un vocero. O másaún, cuestionar si toda comunidad necesita comunicar,externalizar sus proclamas políticas y, si lo aceptáramos,quiénes serían su auditorio. Sin embargo, concentrarseen eso sería pasar por alto las críticas de fondo. Porqueel objetivo principal de esta aguda vociferación a vivavoz es denunciar el individualismo reinante: ese que noshace pensar que los individuos son la unidad por exce-lencia, sea epistémica, política o económica. Al contrariode ese supuesto, Marcos viene a decir que, aun demo-

liendo este personaje de ficción, no se disuelve el carác-ter verdadero de lo que decía ni la comunidad por laque hablaba. Es decir, que pueden existir enunciacionescolectivas, que esas comunidades pueden estar com-puestas por personas indígenas y, también, que el silen-cio –como el que mantuvieron aquel primero de enerode 1994– puede ser una poderosa vociferación política.Entonces, podemos ver en funcionamiento la diferenciaentre el sujeto de la enunciación y el sujeto empírico.Esto no es menor ni habita en un nivel puramente teóri-co, porque en esta cuestión radica el abismo entre creerque muere una ficción política, una persona física o unacomunidad entera. Me explico: el sujeto de la enuncia-ción “Marcos” existe pura y exclusivamente en la medidaen la que habita en los enunciados zapatistas, y se per-fila y se define en el mismo acto en el que hay otrossujetos que reciben su enunciado. Este perfil que seconstruye –llamémoslo el “personaje Marcos”– haceque sea indistinta la persona física, el sujeto empíricoque le ponga la voz a ese mensaje. Por esto, Marcospuede ser cualquier persona debajo de un pasamon-tañas que pueda comunicar los enunciados zapatistas.Hasta el punto en que no tiene sentido discutir si existeo no “un individuo real Marcos”. Nos lo ilustra el propioMarcos (¡¿cuál?!) cuando, en la Declaración “Entre la luzy la sombra”, cuenta, relatando el proceso de construc-ción del personaje que: “Marcos un día tenía los ojosazules, otro día los tenía verdes, o cafés, o miel, onegros, todo dependiendo de quién hiciera la entrevistay tomara la foto”.Entonces, si podemos diferenciar al personaje del sujetoempírico, podemos dar justa relevancia a lo que dijoMarcos cuando sostuvo: “No se va quien nunca estuvo,ni muere quien no ha vivido”. Es decir, que no hay razónpor la que lamentarse porque no hay pérdida alguna enla construcción política y ni siquiera hay un Marcos vivoo un Marcos muerto. Hay un Marcos personaje de fic-ción del género de la política.En realidad, ni siquiera sabemos si existe o existió algu-na vez un sujeto empírico Marcos y, en rigor, tampocoimporta…, pero, ¡cuánta tentación nos genera la idea deunificar estos sujetos en un único rostro!El peligro que arrastra este automatismo que nos lleva aunir una “cara” a cada movimiento político, social oeconómico, para algunos autores que trabajan los gru-pos terapéuticos, se llama “rostridad” (Pavlovsky). Estosignifica que el movimiento horizontal de un grupoqueda detenido por la importancia y protagonismo quetoma un líder, que en estos grupos es el coordinador.Una vez producido el fenómeno (de la rostridad) es unaresponsabilidad ética del coordinador romper este lide-razgo, para que la grupalidad tome el protagonismo ysea activo en sus recorridos. Un ejemplo extremo de rostridad se evidencia en laremera del Che Guevara que circula en Mercado Libre(probando que no hay peor sarcasmo que la realidad

misma). El rostro de una persona, un sujeto empíricoque buscaba la ruptura fue capturado por la lógica delsistema y convertido en rostridad en pos de generarquietud, volviéndose totémico y haciéndonos pasivos.Aun cuando en el ejemplo estamos hablando de un líderque tenía jerarquía en un grupo de vanguardia, es decir,cuyo rostro era conocido, esto es independiente de lacirculación posterior de su rostro como síntesis injusta yparadojal de un movimiento político y social.En cambio, si pensamos en el pasamontañas de loszapatistas vemos un ícono que permite y crea el anoni-mato de todos los “Marcos” existentes. Es un ícono sinrostro que nunca revela la identidad de quien lo porta.En este sentido, cuando los zapatistas desarman el per-sonaje de Marcos y rearman cualquier otro, ellos recu-peran la potencia que corría el riesgo de detenerse enun solo rostro, en una sola voz legitimada y representa-tiva. Podemos recordar los videos en los que se traía laidea de “todos somos Marcos” y ver en ellos cómo loszapatistas ejercitaron esta ruptura constante de la refe-rencia a un personaje específico.De la misma manera, lo que en la grupalidad es la ros-tridad, en la dimensión de la política podríamos llamarloliderazgo carismático y si aceptamos eso, nos vemosobligados a ver en la declaración de Marcos unacachetada a los personalismos y una renuncia alegoísmo del líder carismático que se lleva consigola construcción política. En otros términos, si LuisXIV dijo (si lo dijo) y tantos otros pensaron (y lopensaron): “El Estado soy yo”, podemos imaginarque Marcos haya dicho: “El zapatismo no soy yo,somos nosotros”. Así lo ejemplifica cuando dice que es la convicción y lapráctica de los zapatistas, y : “Que para rebelarse yluchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesíasni salvadores. Para luchar sólo se necesitan un poco devergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización.Lo demás, o sirve al colectivo o no sirve”.Entonces, si pensar “a la Occidental” es ponerle un ros-tro a cada movimiento –por ejemplo, Rousseau es lalibertad, Descartes es el racionalismo, Saddam Husseines el mal, Hitler es el autoritarismo, Chavez es el latino-americanismo, etc.–, la propuesta de los zapatistas esdescolonial por donde se la mire, porque implica correr-se de la forma de pensar heredada. Si el “yo” es lamodernidad hegemónica, el “nosotros” de los zapatistases la comunidad que invita a recuperar la capacidad dever la construcción social, al colectivo sin mediacionesestelares de ciertos personajes que, en verdad, no exis-ten. El exquisito uso de la teatralidad política de los zapatis-tas rompe con la rostridad que cristaliza los lugares yhabilita a que entreveamos el dinamismo del proyectocompleto, que haciendo uso de palabras y de silenciosgenera poderosas vociferaciones políticas. ¡Bravo porellos!

no muere quien no ha vividode comunidades que hablan y teatralidad política

soledad ramati /

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7texturas

“Una lengua es un dialecto con un ejército y unaarmada”. La frase es atribuida al lingüista yreferente en el estudio del yiddish Max Wein-reich. Si bien la autoría es discutida (y de hechoel especialista no la habría pronunciado, sino

que supuestamente escuchó la frase en una conferenciapor él dictada), es interesante poner en relación unadeclaración tan lúcida sobre la arbitrariedad de las dife-renciaciones y estatus entre lenguas del mundo con elestudio de una lengua minorizada y no directamenterelacionada a un estado nacional, como es el yiddish.Una consecuencia ineludible se extrae: lengua y políticason esferas necesariamente relacionadas. Fuera de losrecortes que la ciencia realice para sus indagaciones, noexiste la lengua como un fenómeno independiente delas pujas, los intereses y las lógicas de dominación quegobiernan el mundo. ¿Hemos descubierto algo nuevo?De ninguna manera, hace algunos años ya (a fines delsiglo XV) otro genio de la lengua, Antonio de Nebrija,reflexionó:Cuando bien comigo pienso, mui esclarecida Reina, ipongo delante los ojos el antigüedad de todas las cosas,que para nuestra recordación y memoria quedaron escriptas, una cosa hállo y: sáco por conclusión muicierta: que siempre la lengua fue compañera delimperio; y de tal manera lo siguió, que junta mentecomençaron, crecieron y florecieron, y después juntafue la caida de entrambos.El fundacional gramático peninsular no solo establece larelación ─que encuentro movilizadora para estas pala-bras─, sino que plantea una metáfora que hasta el díade hoy se mantiene en la esfera de las políticas lingüísti-cas. Denominémosla, aunque sea de modo provisorio,“metáfora vital”. Según ella, las lenguas se comportancomo todos los seres vivos: nacen, crecen y mueren.Esta metáfora vital es la base conceptual de la acciónsobre las denominadas “lenguas en peligro”. El ejercicioes establecer una analogía entre conservación de len-guas y naturaleza. El lingüista William Croft, en un artí-culo de 1990, menciona que la pérdida de lenguas y suscomunidades de habla es comparable en su gravedad ala extinción de especies y la desaparición de sus ecosis-temas.Visto y considerando la siempre creciente importanciade la ecología en las porciones biempensantes de lassociedades del llamado primer mundo (e imagino tam-bién en los estratos medios y altos de todo el resto), elsímil de la protección y fortalecimiento de las lenguasminorizadas con el de las especies naturales amenaza-das resulta atractivo y convocante. Sobre un problemareal y preocupante (en la actualidad se hablan alrededorde seis mil lenguas, pero en cien años solo la mitad deellas persistirán), se plantea una estrategia discursivaque seduce a quienes buscan un orden mundial que noatente contra el equilibrio natural.En este sentido, la máxima expresión nos la brinda laUNESCO. En su página web Atlas of the World’s Langua-ges in Danger (http://www.unesco.org/culture/langua-ges-atlas), podemos encontrar cada lengua del mundo yver su estado de peligro. Las posibilidades son tantas,

como cinco: vulnerable, definitivamente en peligro, gra-vemente en peligro, críticamente en peligro y extinta. Eluso de los términos nos acerca también a la medicina.Las lenguas en peligro son lenguas enfermas, enfermasde vulnerabilidad, de debilidad y, en muchos casos, sonenfermas terminales.Como investigador involucrado en la documentación deuna lengua en retracción (el ayoreo, una lengua cha-queña hablada por unas seis mil personas entre Boliviay Paraguay), encuentro doblemente problemática estataxonomía hospitalaria y casi tanatológica. Por un lado,la clasificación pesa sobre los hombros de los hablantesde estas lenguas y los oprime. Si bien es cierto queestas lenguas corren peligro cierto frente a las lenguas,en el caso americano, de intervención colonial, es de unreduccionismo atroz el encasillamiento. Las lenguas sonhabladas por comunidades de personas y no es posibleel diagnóstico certero, la cuestión no se mueve en unasola dirección como una enfermedad incurable y progre-siva. ¿Qué ocurre con las lenguas “terminales”? ¿Y conlas lenguas “extintas”? ¿Qué ocurre cuando una lenguaya no es hablada, pero es recordada por algunos oincluso algún anciano? En esos casos, el diagnósticomédico se vuelve condena a muerte. Difícil encarar unatarea de revitalización, si los que entienden ya nos handado la extremaunción, independientemente de la

voluntad de los hablantes o recordantes.Por el otro lado y más centralmente, la metáfora vitalnos aleja de las reflexiones de Weinreich y de Nebrija.Las lenguas en peligro, particularmente en el caso ame-ricano, no pescaron un resfriado que se fue complicandocon el paso del tiempo. Los rótulos nos hacen olvidardel hecho real la realidad de que se trata de pueblossometidos por un poder político y económico que haatentado durante siglos contra su identidad cultural ylingüística. Si no se toma real conciencia del problemapolítico profundo que encarna el sometimiento de lospueblos amerindios, el genocidio, el robo de sus tierrasancestrales y la posterior relocalización, la exclusión desus miembros de las formas de vida occidentalizantes yla posterior estigmatización y el lavado de sus formasculturales mediante distintos grupos religiosos cristianos;estaremos lejos de encontrar la cura a la enfermedad.Más que eso: estaremos realizando una pequeña inter-vención cosmética, no tanto para los hablantes de esaslenguas, sino para nuestras conciencias.

santiago gabriel durante*

una mirada sobre las

lenguas en peligro

El origen de la angustia es la ausencia de pala-bra. Nombrar es el primer paso para ahuyentarla,pero a veces las que tenemos no alcanzan, poreso hay que inventar.En ocasiones, tampoco eso sirve.

La ferra en el pecho se agarra, aunque llante.Lagrimo milpesares escalofriando mis ahogos, entanto mi desconcierto de aquejas rotura todoslos silencios.Una planura llacentera de paz fugaz prolodiasiempre el mismo snif. Insomnio que estoy des-pierto. Sopor no alcanza para cerrojos ni dormis-canso. La carga no aliviana y se entorna cadavez más pesadilla.Pendiente de un hilo desestalibrado,pendiente de todo rededor,dependiente, insoportante y anabstinente,adicsioso, desperado y yúguico,zurcistible, remendicto y ojaleado,

bajometido en su misión, en sumisión,un vil débil,ruin ruina arruinada de nada.

Pérdido, amareado,batido a mares,traviado en el descarril,pectante en el inrumbo.Nerviosidades, paniquitos y temoríficos sensa-mientos, por un lado;Despatías, insulsiones y harteros gastíos,por otro.Mal habidos malabares con las palabras parabujar, tender, frutar y vertirme con algo.Magra catarte poética no sublima dolorni colorni deleita.

Y la paso buscontrando más palabraspara labrar,para hacer surcos con la lengua,azada fértil de saletras y ni tratos.

Horacio Cárdenas

¿qué asociaciones se esconden detrás de una etiqueta como la de “lengua muerta”?¿es acertado clasificar a las “lenguas en peligro de extinción” o se trata de un ejerci-cio con su propia peligrosidad? una lúcida reflexión sobre las metáforas vitales entorno a los idiomas y las connotaciones que de ellas se desprenden.

poemintentos contra la angustia

surcos con la lengua

*Santiago Durante licenciado en Letras de la UBA, espe-cialista en lingüística y becario doctoral del EndangeredLanguages Documentation Programme

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8diálogo

ANDÉN:¿Cuánta gente se estimaque habla quechua en Latinoaméri-ca?CARMELO SARDINAS ULLPU: Tuvimos, elaño pasado, el séptimo congreso mundialde quechua, en la ciudad de Cuzco(Qosco)-Perú, donde participaron lamayoría de las repúblicas que formanparte de la cultura del Taguantisuyu, elcaso de Chile, Argentina, Bolivia y Perú.Faltaron solamente Ecuador y Colombia,que no pudieron estar. El último congresodio el saldo de 19 millones de quechuahablantes –pero quiero aclarar que, antesde la llegada de los españoles, el últimocenso, que fue hecho por Huayna Cápaca través de los quipus, dio como resulta-do que éramos 33 millones de quechuahablantes, desde el sur de Colombia,Ecuador, Perú, lo que es el Estado Pluri-nacional de Bolivia y doce provincias delnoroeste y Cuyo de Argentina, Chilehasta el río Maule y Biobio y al frente deNeuquén. En la amazonía de Brasil hayquinientos mil quechua hablantes. Hoyen día, de aquellos 33 millones, solamen-te somos 19 millones.¿Qué diferencias puede haber encuanto al uso del quechua en distin-tas regiones?El idioma Runasimi –mal mencionadoQuechua– era un único idioma que sehablaba en todo el Tawantinsuyu. Perohoy en día quedaron distintos modismosdialectales en cada región, con ingresosdel castellano, que se fueron creando enestos 521 años en las distintas repúbli-cas. Hay pequeñas variantes dialectales,pero no hay ninguna diferencia en cuan-to al idioma. Cuando nos encontramoscon un hermano ecuatoriano o de Santia-go del Estero o de Colombia, nos enten-demos perfectamente. No hay ninguna

diferencia. Utilizó un término diferente a “que-chua” para referirse al idioma, ¿cuáles y por qué se llama de ese modo?El vocablo original está compuesto por“Runa”, gente, humanidad, y “Simi” quees la voz, el vocablo de la gente. Fue unerror de Fray Domingo de Santo Tomásque en 1532 ingresa a las comunidadesdel Perú a aprender el Runasimi paraevangelizar –le dio un buen resultado–.Cuando en 1564 edita el primer dicciona-rio en Valladolid, dice haber escuchado alos indios del Perú decir: “Quechúa”, peroesa palabra no significa nada, como nosabía la parte fonética, no podía escribirtal como se pronuncia en Runasimi,entonces confundió el término. Segura-mente los hermanos le dijeron “Quechúa”–el que me arrebata, el que me quita– aél. O quizás escuchó “Jeshúa” –que escultura–, son los habitantes de los vallestemplados, en un intermedio entre el alti-plano y la amazonía, lo que en Argentinaconocemos como los valles calchaquíes,como Catamarca, Tucumán, Salta. A raízde esa confusión todo el mundo cree queel idioma es quechua, pero no tiene nadaque ver, está deformado. ¿Cuántas personas que no sonhablantes nativas del Runasimiestán aprendiéndolo? A nivel esti-mativo. ¿Qué grupo etario prevale-ce?En la Universidad Nacional de la Matanzatengo cinco cursos. En su mayoría sonhombres y mujeres de la ciudad, descen-dientes de italianos, españoles, inclusoun francés. Otros hermanos que sonhijos del noroeste: jujeños, de salta, deTucumán, y están recuperando su lenguamaterna, porque lamentablemente enArgentina se pierde. Después del 5 de

mayo de 1871, Sarmiento llega a la pre-sidencia y prohíbe con un decreto laslenguas originarias, y en todo el estedesaparece. Entonces desaparecen elhuarpe, el cacán, el diaguita, el tonocote,el vilela, el kunza. El Quechua desapare-ce de todo el noroeste. En Salta y Jujuy,se mantienen en partes. En Santiago delEstero, es donde más se mantuvo elRunasimi. ¿Qué motivaciones llevan a las per-sonas a estudiar quechua? ¿El acer-camiento a una nueva cosmovisión?Yo creo que es otro el sentido. Creo quequieren conocer en profundidad a travésdel idioma lo que es la cultura. Porqueno solamente el Runasimi es el habla; através del idioma, ellos pueden conocerprácticamente el conocimiento de lamedicina natural, el conocimiento de laalimentación, los alimentos mejoradospor los incas como en el caso de la hojade coca, podemos hablar de la quinua, lamaca, el amaranto entre otras. Tambiénlas carnes de llama, la alpaca, todos ellasfueron mejorados por el inca llevándolosa 0% de colesterol. En aquellos tiempos,los incas eran científicos, ingenierosgenéticos, mejoraron los alimentos parael bien de la humanidad. Variedades demaíz, papa, ajíes, especias. La gente erabien alimentada. Por eso hoy es la luchapor el buen vivir.Algunos vienen, diciendo que no quierenseguir alimentándose como les venden.Entonces, cuando nosotros les explica-mos cuales son los alimentos naturales,quieren volver a la fuente de la naturale-za, tomar contacto con la madre natura-leza, saber cómo nos alimentamos, cómoes nuestra forma de vida, nuestra tradi-ción, porque el hombre andino no adole-ce de tantas enfermedades mientras que

en la gran ciudad se multiplican lasenfermedades. Nosotros en las comuni-dades no conocemos lo que son lasenfermedades de la vesícula, de hígado,de próstata, páncreas, tuberculosis. Haycosas que nos separan, pero nosotros, alestar en la ciudad, también nos contami-namos. Tenemos nuestro perfil occidentala través de la alimentación, de la formade vida que tenemos. El sistema noscondiciona con el trabajo, con las preocu-paciones, se altera la sangre, se altera elmetabolismo, entonces con eso se noslleva a otra forma de vida. En cambio enla comunidad es distinto, la vida es mástranquila, no hay tantas preocupaciones.Todo esto acompaña a integrar la cosmo-visión, el entendimiento y la filosofía devida del mundo andino. ¿Cuáles son las dificultades de siste-matizar el vocabulario del Quechua,o de usar la grafía castellana paraescribir palabras que originalmenteno contaban, quizás con un códigoescrito tal y como lo conocemosahora?Los cronistas mencionan en sus escritosque nosotros teníamos casas de estudios.Dicen: “Unos ignorantes llamados amau-tas dicen que enseñan en unas casuchassin tragaluces a otros ignorantes que nosaben ni leer ni escribir”. Desde eselugar, ellos están justificando casas deestudio y dicen que, para llevar un men-saje, ataban las sogas con nudos y asíllevaban los mensajes. En eso estándiciendo que desde la parte numérica,desde la parte escrita –así como nosotrostenemos escritura en papel– era otra laforma de escritura. Pero se encargandespués de destruir nuestras casas deestudio, nos eliminan a todos los sabios.Lamentablemente han hecho

yael tejero y gustavo a. zanella

“hay que evitar que se hablede nosotros en tiempo pasado”

diálogo con carmelo sardinas ullpu, profesor de quechua en la universidad nacional de la matanza

a pocos días de la fiesta nacional de la pacha mama, surge la pregunta sobre las lenguas y los idiomas quedenominan lo sagrado ancestral. silenciadas por la opresión colonial, decenas de viejas voces han desaparecido oestán en peligro de perderse para siempre. de los avatares de la lengua equívocamente llamada quechua, de suenseñanza y de sus proyecciones, andén charla con carmelo sardinas ullpu, especialista, docente, guardia de honoren la asunción de evo morales y una de las voces más autorizadas en la argentina sobre idiomas originarios.

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9diálogo

desaparecer tanto que no sabemos siteníamos alfabeto o no. Tuvimos queprestarnos el alfabeto de la lengua cas-tellana para llegar en profundidad a lapronunciación perfecta y la escritura enRunasimi. ¿Cómo es enseñar una lengua quefue, de algún modo y como tantasotras, violentada por la conquista? Se nos hace difícil. En primer lugar losestados no reconocen las lenguas origi-narias. Yo creo que todavía estamosmuy colonizados. ¿Por qué digo esto?Aunque esto dé mucho que hablar, digoesto porque vestimos al estilo occidentaleuropeo, educados con una educación

colonizadora en la lengua del coloniza-dor, tenemos la ley romana, la iglesiaevangelizadora, entonces ¿Qué hay deArgentina o del Estado Plurinacionalcomo países independientes? Han pasa-do doscientos años. ¿Y qué se hahecho? Nada más que la reafirmacióndel coloniaje. Entonces, ahí está el tema¿Por qué, estos estados republicanos noreconocen las lenguas originarias desdela currícula, por qué no hay escuelasmulticulturales o pluriculturales? Cuandoellos llaman a las escuelas intercultura-les, están hablando del inglés, francés,portugués y otros idiomas que no sonde este continente. La idea es seguirsiendo colonizados, la idea es seguir glo-balizando lo que es el inglés. ¿La identi-dad nacional me pregunta dónde está?Creo que la identidad hay que buscarlaen la raíz ancestral y milenaria, peropara la educación el Estado debe reco-nocer la enseñanza plurilingüe, para queel qom, el wichi, que son hablantes,puedan enseñar a sus hijos y a sus nie-tos. La gente de la ciudad puede apren-der de otra lengua la forma de vida deotro pueblo, su costumbre, su medicina.Caso contrario nos aíslan y estamosencasillados con la forma de vida occi-dental y europea. Ha habido una forma muy sistemática ymuy consciente de parte de nuestragente de recuperación de nuestra len-gua. Ha sido una forma de crear la con-ciencia para la mejor convivencia entrelos seres humanos. Nosotros vemos,entendemos, que todos los que sonestudiantes del Runasimi son respetuo-sos de todas las cosas, son respetuososcon ellos mismos y son solidarios.Entienden que la colaboración entreseres humanos tiene que existir.En cuanto a la conquista y a la his-toria pre y poscolombina, ¿qué par-ticularidades presenta el caso delQuechua en relación a otras len-guas aborígenes?

El Runasimi fue una lengua muy avanza-da, muy intelectual, por eso había quie-nes tenían conocimiento de astrología,astronomía, ingeniería. Había conoci-miento de cómo buscar, en las altascumbres, agua, por donde pasaban losacueductos. Había conocimiento decómo disecar los alimentos, por eso lacarne disecada es el charqui, la papa elchuyu. Ellos tenían el conocimiento paraguardar los alimentos por cien años. Losguardaban en pirguas, los silos. Lo quelos españoles llamaban fortalezas paradefenderse de otras comunidades fueuna gran mentira que inventaron. Perolos cronistas inventaron muchas cosas,que el inca era un rey, que era unadinastía. El inca era el primer trabajador–aunque con esto hay que decir quetampoco era Perón– él daba el ejemplo.El médico que sabía curar estaba obliga-do a curar a su gente a cambio de nada.Mientras él curaba sus tierras eran tra-bajadas por los agricultores, por otroshermanos. Lo mismo con los ingenieroshidráulicos o los ingenieros genéticos. Laciencia era avanzada tecnológicamente.Cuando ellos dicen que los incas eranconquistadores, que eran reyes, queeran príncipes nos están pintando losreyes de roma, de Grecia. Nosotros noconocimos ningún rey. Esos adjetivosque pusieron son de ellos, no nuestros.Nosotros desde la educación tratamosde descolonizar la mente, de descoloni-zar todo lo que los cronistas escribieroncontra nosotros. ¿Cuántas lenguas se estima quehan desaparecido?En la argentina nomás se perdieron sieteidiomas. En Bolivia se perdió el poque-na, pero el aymara está vivo, el guaraníestá vivo; en la Amazonía están vivos.Hay países que los han mantenido,como el caso del Estado Plurinacional,de las treinta y seis naciones, hay treintay cinco idiomas, solamente dos estaríanprácticamente en desuso, pero enArgentina fue al revés. Creo que las len-guas vivas son cinco o seis no más. Deesos peligran cuatro. Por eso en la medi-da que los estados no tengan en cuenta,los gobiernos no tengan en cuenta lo

que es la pérdida de la identidad. Lapérdida de la identidad se gestó haceciento cincuenta años. Se perdieronmuchas cosas, el conocimiento más quenada. De esos idiomas que están en víasde perderse y de desaparecer, inde-pendientemente del rol de los esta-dos, ¿hay quienes los enseñen, tie-nen sistematizada su educación?Hay una forma desde la educación oficialdel estado colonial que es que cuandolos niños originarios ingresan a la escue-la primaria: si el niño es hablante de sulengua materna, tiene dificultades con elcastellano porque es otro idioma, otracultura, entonces hay un choque. Lamaestra, al no interpretar la sabiduría deesa cultura que es ancestral, llama alpadre y a la madre y les dice: “No tienesque hablar más en tu idioma, en tu dia-lecto, porque el niño no va a prender aleer ni a escribir. Va a ser un ignorante”.De esa manera, los padres le hacencaso, el niño crece con esta educación yes la pérdida de la identidad. Es el argu-mento, el niño no tiene la culpa y lospadres tampoco, pero la educación tienela culpa. Es lo que realmente existe enlas escuelas. Nosotros entregamos anuestros hijos, el Estado se encarga decolonizarlos. Ellos hablan mejor que lospropios colonizadores. Es así de simple.Para que no pase eso, el Estado tieneque incorporar la educación, tiene quereconocer a cada pueblo con sus formasde vida. Tiene que haber una ley nacio-nal, provincial, municipal. Si no hay cole-gios que enseñen, tiene que haber unaforma de solventar los gastos en unestablecimiento. Hay que incentivar apadres y abuelos, que son hablantes,para que enseñen. Lamentablementeestá esta lucha en la Argentina, haceocho años los hermanos wichi y qomfueron a las escuelas para que enseñencomo maestros suplentes y el Estado nolos reconoció. Terminaron barriendo elcolegio, cebando mate, y eso no tienesentido. Sin sueldo, nadie puede soste-ner su lengua. Acá peligra. ¿Por quéestamos en las universidades? Hicimosun proyecto de ley que presentamos enel Concejo Deliberante de La Matanzahace catorce años y eso fue aprobado.En el litoral se habla guaraní; en el noro-este, quechua; en el sur, el mapuche; enel centro, wichi, qom, pilapan, mocoví,guaraní, el tupi, lenguas vivas, que tie-nen hablantes. Encontramos concejalesque eran hijos de correntinos o riojanoso tucumanos que decían: “Sí, mi padrehablaba, mi abuelo hablaba”. Estamosen las universidades para formar a losdocentes que están en contacto con losniños para evitar que se hable de noso-tros en tiempo pasado “estuvieron, vivie-ron, hicieron”.Teniendo en cuenta la cercanía dela festividad de la pacha mama,¿puede decirnos algo que refleje elespíritu del acontecimiento?Para nosotros, el solsticio de invierno esel cumplimiento de la rotación en el añode nuestro padre sol. Esperamos cadaaño esa rotación que, cuando se cum-ple, no es ni año viejo ni año nuevo,sino que es el cumplimiento de la rota-ción en el año. Ahora estamos en el año5.521 en el calendario andino. A partirdel 21 de junio vamos a ingresar a5.522 años. Todos tienen derecho desaber su año nuevo, todos tenemosderecho de festejar nuestras fiestas.Nosotros no festejamos con bebidasalcohólicas, no nos emborrachamos, no

tomamos ningún aditivo, nosotros toma-mos nuestras plantas medicinales, nues-tra comida natural, nosotros pasamostoda la noche en vigilia, alrededor deuna fogata hablando de nuestra tradi-ción y de nuestra costumbre, esperandoque salga el padre sol para decir: “Acáestamos”, y recibir esa energía que

viene de él para estar todo el año liga-dos a él respetando y honrando a lamadre tierra. Tenemos la dualidad, lapacha mama en representación de nues-tra madre y el padre sol en representa-ción de nuestro padre. Todo es dual, lasplantas son hembra y macho, las piedrasson hembra y macho el río representa alhombre, la laguna a la mujer. Dentro deesa dualidad nosotros creemos y enten-demos en nuestra filosofía de vida quenosotros vamos a honrar el 21 en lareserva ecológica. Está reconocido elaño nuevo de los pueblos originarios enCapital Federal por la ley 1550, en laProvincia por la ley 8640. Esas son lasdos leyes que se reconocen el 21 dejunio. Para que en los colegios no se lespongan falta a los niños porque nosotrostambién tenemos derecho de festejarnuestro año nuevo como lo hacen todos.Pero empecemos a respetar el añonuevo de este continente. ¿Qué tiene para brindar el Runasimia los que no lo hablan?Tiene mucho para dar. Todos los herma-nos y hermanas, que son nacidos eneste continente tienen que aprender laslenguas originarias para saber la historiade nuestros pueblos, para saber cómoes su vida, su costumbre, su tradición,cómo son los hijos de este continente.Todos somos hijos de la Pacha Mama,todos debemos buscar nuestras raíces,debemos sentir orgullo por nuestra iden-tidad, no sentir vergüenza, debemos for-talecernos en ese sentido y buscar nues-tra identidad propia. A veces, a mí parti-cularmente, me duele cuando escuchoque los mexicanos descienden de losaztecas, los peruanos de los incas y losargentinos de los barcos. Eso es unagran mentira, no se la crean. El 56% dela población de la Argentina ─dicho porun investigador genético de la UBA, elDr. Corach en un encuentro de pueblosoriginarios en Formosa hace cincoaños─ tiene sangre originaria, así quesomos la mayoría. Más allá de quemuchos hermanos sean blanquitos, noimporta, son nacidos y tienen nuestramisma necesidad de buscar sus raícesen estas tierras. Muchos hermanos vinie-ron de Europa. Yo no tuve la oportuni-dad de venir ni en carabela ni en barco,siempre estuve aquí y seguiré estando.Pero muchos hermanos hoy están eneste continente. Por eso sugiero y pidoencarecidamente que se vuelquen porlas lenguas originarias.

yo creo que todavíaestamos muycolonizados (...)vestimos al estilooccidental europeo,educados con unaeducacióncolonizadora en lalengua delcolonizador,tenemos la leyromana, la iglesiaevangelizadora,entonces ¿qué hayde argentina o delestado plurinacionalcomo paísesindependientes?

es lo que realmenteexiste en lasescuelas. nosotrosentregamos anuestros hijos, elestado se encargade colonizarlos

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Hace un par de días, leyendo el diario, medetuve en la sección de tecnología, una sec-ción que generalmente trato de evadir, dadami falta de interés en el tema o, más bien,por la lejanía que tiene con mi cotidianidad.

Pero, en la mera acción de repasar uno de los diarios demayor circulación en el país, tuvo un gran impacto visualese determinado artículo en el cual predominaban los“dibujos” que despertaron mi interés. En ese momentodescubrí por qué me resultaba tan rápida y sencilla la lec-tura: porque su contenido estaba mayoritariamente com-puesto por una simbología y gráfica que me resultaronamigables. Claro está que la falta de palabras y su reemplazo por“dibujos” nos llevan a introducirnos en el tema del len-guaje ya preguntarnos si se puede afirmar que existe unnuevo/renovado lenguaje a través de los emoticonos,smiles o también llamados stickers. Pero, para tratar dedar nuestra humilde opinión al respecto, previamentedebemos ponernos en tiempo y contexto.Nos ubicamos en las posibilidades de comunicación gra-cias al avance de la tecnología. El chat, el SMS y la men-sajería instantánea. Casi todos los programas de mensa-jería instantánea desarrollan una forma de escritura, quese aplica generalmente por igual en los tres últimos men-cionados, y está condicionada por tres factores funda-mentales: a) el costo, en el caso de los SMS, o la premu-ra, en el de la mensajería instantánea, b) la dificultadpara escribir con rapidez, porque el teclado no es idóneo–en el caso de los teléfonos– o porque el usuario nomecanografía con fluidez1, y c) la necesidad de comuni-carse con rapidez, dada la velocidad en que se desarrollala vida cotidiana del ser humano. Debido a estos factores, los cuales no son necesariamen-te taxativos, se forman ciertas características del lengua-je usado en el chat, los SMS y la mensajería instantánea:“1. Extensión y tiempo de lectura 2. Normas de etiquetastácitas o escritas 3. Uso de un lenguaje simplificado 4.Uso de emoticonos y emoji 5. Ortografía adaptada”.2

Es en la utilización de emoticonos/smiles/stickers dondenos queremos detener. “Los smiles, también llamadosemoticons, nos permiten expresar emociones, estados deánimo o algún detalle delas personas que se estáncomunicando a través deun medio escrito. Tambiénsirven de abreviaturas deexpresiones como “Estoycontento o triste o ¿quéhas dicho?”3. Tal comoestán definidos, a través deuna simbología predetermi-nada, es posible transmitirun mensaje sin necesidadde utilizar las tan valiosaspalabras. Lo interesante deeste tipo de lenguaje noverbal es el carácter deuniversalidad, ya que esplenamente independientedel idioma que se hable. Sibien, pueden existir dife-rentes stickers utilizadossegún una cultura determi-nada, esto no quita su uni-versalidad y abre un tipode comunicación sin barre-ras idiomáticas. Sin embargo, este avancecomunicacional parecieragenerar una retrospectiva odeja vu. Simbología, men-saje, expresión y comuni-cación. ¿No lo vivimos enalgún momento? Efectiva-mente, “...antes de que lahumanidad descubriera laescritura, expresó en lasrocas todo cuanto sentía,deseaba, impetraba de losdioses. Estas rocas hanconservado hasta hoy ellenguaje más primitivo delos hombres...”4. En la edadde piedra, aún sin tener

desarrollado el lenguaje escrito en todas las civilizaciones,la simbología de diferentes tallados o pinturas en piedraha hecho una forma de comunicarse. Aquel simbolismodenotaba predicciones, deseos, esperanzas al porvenir.Salvando las diferencias y sin tener ninguna intención degenerar polémica en el estudio de la lingüística, crear estelazo y establecer esta comparación no parece descabella-do. La simbología denota esta forma primitiva de comu-nicación, que hoy, en la era digital, se retoma. Bien comose afirma, decir más con menos, esa parece una de lasobsesiones del ser humano. Es curioso resaltar el valor delos “emoticonos”, los que no son: “siempre meras aporta-ciones estéticas o cómicas al lenguaje sino que tienen unvalor semántico relevante en las formas de comunicaciónactuales”. Esta afirmación se refuerza al decir:“Textual-mente aportan al mensaje escrito cualidades de la orali-dad y del lenguaje no verbal que es complicado transmi-tir sólo con palabras. Es más rápido y sencillo transmitiruna emoción o una intencionalidad con un gesto que conuna palabra”.5

Es en este sentido que no creemos que esta forma decomunicación se pueda ver como el surgimiento de unnuevo lenguaje, pero sí calificarlo como un resurgimientode un lenguaje, que, si bien se manifiesta con otrascaracterísticas y con otros orígenes o motivos, desplaza eluso de la palabra como medio esencial de comunicaciónpara abrir lugar al lenguaje de la simbología moderna: losemoticonos.

1Disponible en:http://www.fundeu.es/escribireninternet/el-chat-los-sms-y-la-mensajeria-instantanea/,consultado 17.06.2014.2Ídem.3Disponible en:http://lenguaje.com/diccionarios/emoticones.php,consultado17.06.2014.4Kühn, Herbert,Die künstlerprimitiven. Disponible en:http://www.geschichteinchronologie.ch/Daeniken/ESP/mensaje-de-los-dioses/02-dibujos-mensajes-rupestres.html, consultado19.06.2014.5Disponible en: http://www.20minutos.es/noticia/2052704/0/signi-ficado/emoticonos/whatsapp/#xtor=AD-15&xts=467263

10texturas

nuevas formas de comunicación,

nuevas formas de escritura. hoy

las palabras nos quedan chicas, y

recurrimos a imágenes y a

simbolismos en el surgimiento de

una nueva lengua

con la

lenguaatadaen busca de un nuevo resurgimiento del lenguaje escrito

romina risetto / mariana risetto /

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11arteterapia

natalia pusineri /

Arteterapia...,

¿otrolenguajeo elmismo?

En el living comedor entraba la tarde…, milnueve ochenta y siete sería. El sol espiaba porla ventana…, hacía reflejo en los lustradosmuebles de estilo (Luis quince o dieciséis,quien sabe)…, y en el intocable piso parquet,

siempre encerado a la perfección, la alfombra…Teníaflecos, que no sé cómo, pero siempre, siempre estabanperfectamente peinados, cuando alguno se corría delugar me gustaba poner los dedos en forma de garra ypeinarlos hasta que volvieran a su posición correcta…,siempre derechitos… todo estaba siempre derechito, ysino ella se encargaba de enderezarlo… Era un lugar prohibido, ni siquiera sé porqué…, creo queeso era lo que más me atraía: nadie lo usaba nunca, erabastante lúgubre todo ahí dentro… Siento que pormomentos había hasta neblina…, o eran esas pelusitasque se ven cuando entra un rayo de luz por la ventana…Ocupando la pared oeste, se erguía un mueble en el quetodo parecía sagrado: miles de animalitos de porcelana,copas de cristal, adornos antiguos añejos…, todo seencontraba detrás de una puerta de vidrio cerrada conllave… El mueble era muy alto…, mi estatura no debíasuperar los ochenta centímetros, en cambio, más abajoy a mi alcance, las puertas del mueble también cerra-das tenían la llave puesta… No sabía usarla para abrir,pero…, convertir la puertita y la llave en un granpizarrón con tiza no fue una tarea complicada para unaartista de dos años y medio…“¡¿Qué estás haciendo?!”, preguntó la abuela en un gritodesgarrador, presuponiendo las profundas heridas quehabría sufrido su querido aparador a causa de una nietaatraída por la plástica…A la hora de pensar en el porqué de mi conexión con laescritura, había una frase muy primaria que no parabade hacer eco en mi cabeza…, la misma que di a conoceren aquel momento, acompañada de un tono de obvie-dad y de una inocente sonrisa: “¡Etoy equibiendo!”.

Andrea Wilches Riaño dice: “El camino a la salud impli-ca la posibilidad de liberar el potencial creativo espontá-neo en cada uno de nosotros”.1

Este es uno de los maravillosos desafíos que nos propo-ne el ser arteterapeutas, una disciplina que todavía estánaciendo, pero que de a poco va haciéndose su lugar enlas diferentes instituciones y espacios terapéuticos deaprendizaje.¿Es nuestra cultura?, ¿es occidente?, en nuestro país sesuman el auge y la vigencia del psicoanálisis. O fueronaquellos que “nos conquistaron” quienes nos enseñarona privilegiar un lenguaje: el verbal; quedando fuera ocomo segunda opción otros lenguajes, y con ellos tam-bién a las personas que poseen lenguajes diferentes alverbal.Tratando de recorrer estos terrenos, nace la disciplina dela Arteterapia, intentando renacer y recrear aquellacomunicación que tiene que ver con otros lugares delser, lugares más primarios, más ancestrales, más origi-narios, más puros, más corpóreos y sobretodo menosmanoseados.“Los cuerpos se definen por lo que son capaces dehacer, por los afectos de los que son capaces”, diceGilles Deleuze.Entonces, ¿de qué se tratan estos “‘otros”‘ lenguajes?¿Cuál es la labor de un arteterapeuta?Andrea García es Arteterapeuta, además de dedicar suvida a ayudar a otros en tareas solidarias de diferenteíndole, brinda su trabajo a personas con problemas deafasia, hipoacusia y ceguera:“Desde mi experiencia laboral actual, yo vivo y entien-do la Arteterapia como un puente, que busca unir unmundo interno vivo con un mundo externo que no nosoye, porque no podemos reproducir aquello interno enpalabras o códigos reconocibles y, como consecuencia,ese mundo externo tampoco nos ve. Cuerpos cárceles,rígidos, que encierran a un ser que no puede hablar,leer, escribir, caminar, ni recordar nada de su vida. Peroque siente y tiene consciencia de su realidad.¿Cómo gritar la angustia, como exorcizar el dolor queeso provoca si no tengo palabras para decir, si no puedoescribirlo, si no logro que me entiendan? ‘Nadie sabe loque puede un cuerpo, sin estar determinado por elalma’, decía Spinoza; y esto nos abre cuestionamientos:¿qué puede un cuerpo?, ¿de qué afectos es capaz?,¿qué es lo que puede experimentar?, ¿qué puede sopor-tar?Frente a la no palabra/código comunicacional, frente al

silencio profundo o al balbuceo inentendible, estos cuer-pos que encarcelan almas encuentran, a través de laArteterapia, un lenguaje expresivo que rompe las limita-ciones, que abre las almas y los corazones, que resuci-ta la alegría y el deseo. El deseo que Deleuze trata devaciar de sentido y de entender como mero flujo, poten-cia de producción, acercándolo al delirio.Desde ese delirio –delirio como la posibilidad de no pre-tender hacer las cosas bien o mal ni lograr una produc-ción artística bella, entregándonos al juego y al arte– esque podremos fugar y devenir palabra y ser comprendi-dos y resignificar la vida. Aún en el absoluto silencio”.

¿Cuál es la tarea de un Arteterapeuta?Buscar, la misión es explorar cuál es el lenguaje a travésdel cual puede una persona expresar sus emociones,escapando, nosotros como terapeutas incluidos, a larigidez de lo aprendido, lo conocido: lo verbal. Esto nosignifica que quedará por fuera siempre, ni que debe-mos reemplazar todo lenguaje verbal por arte, no; sinosimplemente explorar otros lenguajes para expandirnos,para transformarnos, para acceder a lo nuevo: la crea-ción.Singularmente, una de las definiciones de creación pro-pone: “Presentación de algo más sobre lo ya represen-tado”. Parafraseando esta enunciación, podríamos pro-poner “construcción de algo nuevo sobre lo no repre-sentado”, introducir un corte sobre lo mismo para pro-ducir lo diferente es hacia donde orientaríamos nuestrabúsqueda como arteterapeutas.La creación nos desafía a la invención, a la posibilidadde hacer algo diferente con lo ya conocido, la posibilidadde re-crear, de volver a inventarnos.Un maestro mío decía: “Si un paciente con su afectohace síntoma, un artista con su afecto hace signo”, así,el recorrido podría pensarse en términos de poner elafecto en un signo y no, en un síntoma; un recorridoatravesado por la psicología y el arte, donde el poderhacer con el síntoma (entendiendo aquí al síntoma sim-plemente como afecto penoso que no me permite ser yvivir con libertad) será mover ese afecto hacia algo dife-rente, construir y crear para transformar, poner el sínto-ma a circular con otros, otros personas, otros lenguajes.En este sentido se piensa el trabajo del arteterapeuta nocon el fin de crear una obra de arte, sino con el fin decrear un lugar para poner a trabajar ese afecto penoso,donde el hacer y el crear sean un recurso al padeci-miento.Apuntamos también a descubrir en esa novedad unapotencia, casi parafraseando a Lacan,“allí donde yo erami ello advendrá”, exploramos no solo aquello que yaestaba ahí que nos afecta, sino también aquello que nosmoviliza, tenemos presente también la potencia de lasinfinitas posibilidades por advenir. Desbloqueando inten-sidades.Dar un mapa diferente para recorrer el mismo territorio,ya que nunca dejaremos de ser aquel que somos, peropodemos recorrernos de formas diferentes de acuerdocon el lugar donde nos posicionemos a mirar.“‘Enseñar al alma a vivir su vida, no a salvarla”,nos diríaGilles Deleuze Como aquella niña que inocentemente producía unaherida en aquel mueble familiar, rompiendo con laestructura rígida conocida para dar lugar a lo nuevo através del arte. Enlazando mundos.“Hoy se cruzó en mi camino un ser maravilloso, de esosque te enseñan a ir más despacio para poder disfrutar elcamino, para apreciar los detalles, cosas simples que enel día a día se pierden: un abrazo, una mirada, una son-risa... Es increíble como por medio de la danza encon-tramos un lenguaje en común con B, donde él decide enqué momento conectar conmigo y sus compañeros, esese momento mágico donde nos deja formar parte de sumundo y él se sumerge en su movimiento, expresandomucho más de lo que alguien podría decir con palabras.Nada es casualidad, dicen, hoy más que nunca sientoque tengo el alma llena de vida, de amor para dar ydesafíos que afrontar”. Yanina Cáceres (maestra dedanza de un niño con diagnóstico de autismo).Este es el maravilloso desafío (y regalo) que nos brindael ser Arteterapeutas, encontrar, liberar y comunicarnostambién en otros lenguajes, ¿o es el mismo?Una vez llegó a mis manos un folleto que expresaba“hay otro mundo, pero está en éste’”..., para pensar.

1http://crecercreando.neositios.com/index.php

muchas veces lo verbal no está.

muchas veces la palabra es solo un

balbuceo. muchas veces la palabra

no basta. ¿qué significa

comunicarnos desde otro campo

que no sea el verbal?

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12territorios

Las lenguas oficiales en Haití sonel francés y el créole. Estas len-guas se encuentran en unasituación diglósica; es decir, sushablantes no las utilizan indis-

tintamente, sino que hay un fuerte dese-quilibrio y conflicto entre ambas porqueson utilizadas en distintos contextos yson motivo de diferentes actitudesinconscientes por parte de sus hablantes.En toda situación diglósica, hay una len-gua dominante y una lengua dominada.Y si bien lo más lógico es que el créolesea la dominante, ya que es hablada porel 98.5% de la población, la lengua deprestigio es el francés, utilizada por ungrupo minoritario, el 1.5%. A pesar de laenorme brecha entre ambos idiomas,esta desigualdad no pasa desapercibidaen las actividades cotidianas de los habi-tantes del país caribeño: mientras que elfrancés es utilizado en las funciones altasde la sociedad: judiciales, jurídicas, litera-rias, civiles, etc., el créole ejerce las fun-ciones cotidianas, hogareñas. Y en reali-dad, si bien estas diferencias pareceninocentes, esta marginación lingüística esconsecuencia (y también causa, en untodo dialéctico) de la marginación socialpor parte de las potencias imperiales,apañadas por las oligarquías locales, queutilizan la lengua como puerta culturalpara ejercer un control también político yeconómico. Por eso, la población haitia-na, como antes de su independencia en1804, sigue haciendo la revolución. Por-que la lengua aun hoy, en pleno sigloXXI, sigue refractando la imagen desqui-ciada del colonizador y el colonizado.

descripción lingüística

El primer reconocimiento oficial del

francés fue en la legislación haitiana de1918. En ese año Haití estaba ocupadopor marines norteamericanos que habíandesembarcado en sus costas en 1915.Permanecieron ininterrumpidamentehasta 1930: suficiente cantidad de añoscomo para militarizar a la sociedad yseducir a sus gobernantes, entoncesmulatos, que se lograron conectar con elmercado internacional y las potenciascapitalistas, beneficiándose del excedentegenerado por las masas campesinas. Enese contexto, la oficialización de la len-gua francesa le hizo frente a la amenazade la lengua de la ocupación: el inglés, yle permitió a la reducida oligarquía polí-glota conectarse con el resto del mundo. El créole, lengua de esclavos, campesinay regional, no fue considerada hasta1964, cuando fue mencionada por prime-ra vez en uno de los artículos de la Cons-titución. Sin embargo, ni esa mención nisu declaración como lengua nacional en1983, y cooficial junto al francés en laConstitución de 1987, fueron suficientespara empoderarla: el texto de la Consti-tución fue escrito únicamente en francésy no existe hasta la fecha uno oficialescrito en ambas lenguas; todas las tra-ducciones al créole fueron hechas por ini-ciativas personales de diversos traducto-res. La desigualdad económica que divideal país en una pequeña oligarquía y unamayoría empobrecida, se evidencia tam-bién en el tratamiento marginal de la len-gua del pueblo. En el Parlamento, los textos jurídicos sonescritos y promulgados en francés y nohay un organismo oficial de traducción.Con respecto a la Corte, las sentenciaspueden realizarse en ambas lenguas,aunque los juicios orales solo se pronun-cian en francés. Las detenciones, porotra parte, se realizan en ambas lenguaspara cerciorarse de que el detenido

entienda por qué lo arrestan, aunquedespués no pueda entender, en la sen-tencia, a qué lo condenan. En los medios masivos de comunicación,el créole aparece en la radio, medio ruraly económico, que no utiliza la escritura.Todo lo escrito se encuentra en francés,incluso los nombres de las estaciones deradio. Con respecto a la televisión, pre-pondera el inglés, en tanto que no haytransmisiones televisivas en créole. Lamayoría de los canales de televisión emi-ten programación norteamericana, debi-do a la estrecha relación entre EstadosUnidos y la oligarquía; es de suponer quelos programas televisivos tengan éxito yrefuercen estos lazos, al tiempo quedifundan ampliamente y en colores lacultura norteamericana. Por otra parte, laprensa escrita está fundamentalmente enfrancés, y son muy raras las publicacio-nes en créole. En cuanto a la señalización, los usos sondiferenciados: en las capitales, los carte-les en los edificios pertenecientes a orga-nismos de gobierno son escritos única-mente en francés; en las zonas rurales,en donde la población desconoce elfrancés o es analfabeta, los cartelesestán escritos en francés y en créole. Laseñalización, en las rutas, está escrita enfrancés. Es necesario subrayar que estetipo de datos confirma la idea de que laoficialidad del créole es más simbólicaque real, ya que los carteles oficialesdeberían estar escritos en las dos len-guas oficiales, así como también la seña-lización de las rutas. En relación a la educación, durante elperíodo primario (seis años) la enseñanzaes en francés y en créole; aparentementese trataría de una enseñanza bilingüe.Los manuales de enseñanza están enfrancés, excepto las gramáticas escritasen créole. A pesar de estos datos, pode-

mos afirmar que educarse en Haití, aunen la escuela primaria, está reservado aunos pocos. La mayoría de la poblaciónvive en zonas rurales y las condicionesmateriales de vida de la población sonalarmantes: el 20% de los menores de15 años, niños en edad escolar primaria,están subalimentados y viviendo enhogares de adopción, donde realizan eltrabajo doméstico (una situación denomi-nada restavek) o viviendo en la calle. Laesperanza de vida no supera los 54 años.Por otra parte, Haití posee escasísimosestudiantes universitarios, el 1,2%, quese educan en francés y forman parte delos sectores más ricos. A pesar de que laeducación primaria en Haití es obligato-ria, muy pocas escuelas son estatales,aun la educación primaria está en manosdel sector privado. Los problemas demalnutrición, la ausencia de infraestruc-tura en los edificios escolares, entre loscuales muchos ni siquiera poseen letri-nas, la ausencia de bibliotecas públicas oescolares, la escasez de escuelas gratui-tas privan a los niños de asistir a laescuela. La educación no es prioridadpara el estado haitiano y las inversionesprivadas son de difícil acceso.

ayiti: el pueblo que resiste encréole

Las actitudes hacia las lenguas tienenque ver con comportamientos inconscien-tes de los individuos. Las representacio-nes sociolingüísticas son “imágenes men-tales” en el sentido de manifestacionessociales a partir de actos de percepción,apreciación, conocimiento y reconoci-miento en los cuales los agentes invistensus intereses (Bourdieu: 1982). Mientrasque las actitudes son conductas, las

cuando la lengua es un arma

no son nuevos los gestos solidarios con haití, el país más postergado de latinoamérica. sin embargo, hay intereses en juego y unpueblo que se defiende. una de sus armas es el lenguaje, arena privilegiada de las luchas de clases. haití representa al continenteque debemos defender. haití sigue siendo la resistencia autóctona frente a los estandartes de colón.

florencia romina viterbo /

haití como debate en la latinoamérica del siglo xxi

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13territorios

representaciones son imágenes que seinterponen entre las prácticas lingüísti-cas reales y la conciencia social de esasprácticas. Estas representaciones sondiscursos circundantes en la sociedad,pero que responden a ciertas luchas depoder, de allí la formación de discursos ycontradiscursos. En Haití tanto las actitudes como lasrepresentaciones lingüísticas respondena la imagen diglósica que privilegia elfrancés por sobre el créole. Sin embar-go, no toda la sociedad haitiana eshomogénea con respecto a las represen-taciones y las actitudes. La legislaciónlingüística llevada a cabo por el Estado yotros organismos privilegian el francés.Esto se evidencia en que la lenguanacional y luego oficial no es utilizada enla escritura de los estatutos oficiales yno se determinan leyes que permitan suestandarización. Tampoco hay leyes deprotección hacia esta lengua. Esto escausa (y consecuencia, otra vez, en untodo dialéctico) de que las representa-ciones lingüísticas que predominan entrelos sectores altos en relación al francés,lo consideren útil y reconocido. Losescritores publican en francés para con-sagrarse al acceder a otro tipo de públi-co. El francés tiene el respaldo de laUnión Europea, es una lengua con tradi-ción, es la lengua de la civilización, la de“nuestros ancestros”. En cambio, lasrepresentaciones sociolingüísticas de lasclases altas para con el créole la consi-deran una lengua atrasada, infantil, sub-desarrollada, utilizada por los incultos,sin reconocimiento internacional, sinhablantes en el resto del mundo; endefinitiva, es una lengua que solo sirvepara cuestiones domésticas porque nosirve “para nada”. Sin embargo, las actitudes de las clases

bajas hacia su lengua materna son muydiferentes: los hablantes del créoledefienden su lengua materna. Y esto sedebe, en principio, a que la sociedad sesiente explotada económica y socialmen-te. El francés sigue siendo la lengua deldominador y los jóvenes que se educanen esa lengua están reproduciendo elsistema capitalista y colonial. Justamen-te, el créole, al ser la lengua de un pue-blo oprimido, desconocida y reprimida,se transforma en la lengua que confor-ma la historia de la resistencia. De allíque en la constante lucha por su libera-ción, el pueblo haitiano resista a travésdel créole, reivindicándolo, junto con lasprácticas vuduistas, para emanciparsedel dominio cultural y simbólico, conse-cuencia (y causa) de un dominio político,social y económico. A lo largo de la his-toria de Haití sucesivos gobiernos fuerondestituidos por insurrecciones. Las bata-llas en este país se dan a través de lasarmas, de la religión y de la lengua. Lasinsurrecciones, la defensa del créole ylas prácticas vuduistas, como para susancestros, son modos de expresar suidentidad.

todos somos haití

En medio de un caos económico, políticoy social, las lenguas están vivas, inscri-biéndose también en luchas simbólicas yculturales. Haití oficialmente es un paísbilingüe, aunque -como ya vimos- segúnsu legislación lingüística, la oficialidaddel créole es más un simbolismo queuna realidad. La misma desigualdad,opresión, abandono, falta de cuidado ydiscriminación que se observa contra lossectores más pobres de la sociedad serefleja en la lengua créole. Una sociedad

que grita desde el analfabetismo frentea un sistema político que en lugar deresolver este problema, trata de acallarlacomo puede. La política lingüística enHaití prácticamente no tiene lugar y enmanos extranjeras es una estrategia degobierno para avanzar sobre el país. Elavance del inglés se corresponde con laintromisión de un Estado poderoso,cabeza de un Imperio que no conocefronteras territoriales, con un fuertearraigo cultural y simbólico en todo elmundo. En Haití, este avance, sumado ala simpatía de la oligarquía y a la domi-nación simbólica que se está generandoa partir de los programas televisivos nor-teamericanos, posibilita el pronóstico deque el inglés podría oficializarse. Y estose traduce en el carácter intervensionistade Estados colonizadores que siguenbuscando la dominación económica, elendeudamiento, que privan de libertad alos pueblos latinoamericanos. Debemosser conscientes de que a través de lalengua se pliega un mundo, un mundoque avanza donde le dejemos una grie-ta. Y esto no implica ser puristas con lalengua, sino valorar nuestras fortalezas ybuscar modos de manifestar nuestraidentidad, de autodeterminarnos. En definitiva, Haití es el país más pobrede Latinoamérica porque fue el primeroen independizarse. Y las potenciasextranjeras no le perdonaron esta inde-pendencia. Como si tuviésemos quepedir permiso para autodeterminarnos yser libres. Como si tuviésemos que con-quistar nuestra propia identidad deantaño, que gime agazapada, amenaza-da con que el zarpazo extranjero le quiteel alma.

bibliografía

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El exceso y/o abuso de drogas y alcohol es perjudicial para tu salud... ¡Cuidate, nadie lo hará porvos! – 1994 - Flema. Hay algo en la naturaleza adolescente que hace querer gritar y gritar y gritar contra todo

y contra todos, y derribar el poder y sacarle la máscara a las cosas y ver la verdad cara a cara. Por eso el punkes tan útil a tales fines. Por eso Ricky Espinosa fue su máximo exponente en la Argentina, su poeta más lúcido,

su mártir más célebre. Siempre a contramano, inconforme hasta el cinismo, borracho con lo peor, Ricky, sóloRicky escupía sus letras dejando en el aire la candidez de sus postulados y su primitiva ejecución del instrumen-to. Y sin embargo, si buscaba la verdad, Ricky la encontraba. Desde su existencialismo barato, desde sus cancio-

nes con tres acordes, Ricky le tiraba tarascones a las tetas de la vida. Este disco es su mordida más plena.

Laberintos entre aristas y dialectos – 2007 - Catupecu Machu. Pasados los primeros minutos de la pér-dida, el dolor amaina, pero no se va. Y lo que queda, puesto en el papel, no puede ser más que una voz llenade ruido y furia que resignifica al sinsentido. Disco de duelo, por el grave accidente de uno de los integrantesde la banda; disco premonitorio, doble, con algunas reversiones, acústico y eléctrico, fuera del paso del tiem-po. El cénit poético de Fernando Ruíz Díaz en la línea de Luis Alberto Spinetta —incluye un cover de uno desus temas— y del Gustavo Cerati más lúgubre. Poesía y austeridad instrumental, emoción en palabras y en gri-tos contenidos para una ceremonia, donde lo que se dice y cómo se lo dice ayudan a que mane la sangre paraque la herida no se infecte, para que la vida no se pudra.

Misa flamenca - 1991 - Enrique Morente. ¿Qué mayor griterío que la fe? ¿Qué otra cosa en la experienciahumana más revulsiva que ese creer sin sustento alguno? ¿Qué lenguaje más intraducible y oscuro que aquélque le rinde culto al misterio? Y sin embargo pocas cosas son tan bellas como cuando esa veneración sale dela pluma de grandes poetas españoles como Lope de Vega o San Juan de la Cruz, de músicos forjados al calordel flamenco y de una voz que renovó en los sesenta uno de los géneros más interesantes de la música popu-lar. Peregrinación a los meandros de la voz del cantaor, es una guía, un indicador de que estamos ante unapresencia, ajena a lo mundano, que es trascendente. Muy probablemente los dioses jamás digan palabra algu-na, acaso no existan, pero ante un tributo así, deberían.

Alfagamabetizado - 1996 - Carlinhos Brown. Por parir gente como esta es probable que Brasil sea elpaís mais grande do mundo. Cuando ya había tocado todo con todos los grandes, cuando sus canciones yahabían ingresado en el cancionero popular bahiano, cuando ya había fundado Timbalada, cuando la prensamundial se ya rendía a sus pies; el fundamental, el indispensable, el gran Carlinhos Brown publica su primerdisco solista y sorprende con una multitud de climas y ambientaciones. Muy lejos del sonido for export de lamúsica de bahía, este es un disco de sonidos autóctonos con pulso actual, que no se vuelve viejo, que relaja.Sin las estridencias del axé pero sin dejar de ser –por momentos– bailable, alfagamabetizado es una muestrade ese lenguaje en varias dimensiones que, de tan cerca que está, nunca llegamos a comprender del todo.

/para una voz en el teléfono

15cinco discos cinco

gustavo zanella / [email protected]

Neruda decía que a veces uno se cansa de ser hombre. Del mismo modo, uno se cansa de ser lenguaje, de estar atravesado inapelablemente por palabrasviejas, por signos tatuados en los huesos que marcan la cancha de lo que se puede y de lo que no, de lo que existe para nuestros ojos y de lo que solo exis-te gracias al mero artificio.El lenguaje es una mentira, una farsa fruto de la convención entre unos monos que sometieron a otros y les impusieron una voz —un gruñido— que ennada tiene que ver con la cosa que se intenta designar. Un puente se construye con lenguaje, un corazón se trasplanta con lenguaje, un acelerador dehadrones es puesto en marcha con lenguaje. Pero eso que se puede hacer con el lenguaje solo es posible dentro del lenguaje mismo. Más allá de la pala-bra no hay nada, únicamente una indeterminación amorfa, cuya experiencia en sí es única e incomunicable, que nada tiene que ver con la vida social.Los primeros jugueteos del infante son una muestra cabal de aquello. ¿Qué designa la queja del recién nacido, hacia dónde se dirige ese malestar cuan-do, saciados su hambre y su sed, su frío y su calor, se empeña en vociferar su incomodidad en el mundo? O los amantes que, más temprano que tarde,comprenden que todo les sobra, les falta, que todo les estorba para experimentar al otro en su plenitud. Por eso 5 discos 5 donde el lenguaje se mira así mismo para darse cuenta de que está de más, de que es inútil y de que el equívoco de Babel no ha sido más que otro riso en el rulo de nuestra limita-da y pútrida humanidad.

Salle des pas perdus - 2002 - Coralie Clement. Sueño húmedo de miles de adolescentes japoneses; CoraliClement es una de las más bellas exponentes de la nueva chanson francesa, esos jóvenes modernos y esnobs

que, a principios de la década del 2000, decidieron retomar el cancionero de los sesenta parisinos y reformularlo(no mucho) sobre bases electrónicas, mezcladas con la bossa nova y el calipso y mucho, mucho decir a mediavoz. Casi susurradas las canciones, escritas por su hermano, el gran Benjamin Biolay, remiten casi a lamentos

con lágrimas de cocodrilo; pequeñas quejas de amor y desamor en un francés que, de tan sensual y cool, hacequerer hablar el idioma de la tentación. Porque, bueno, hay que reconocerlo, ciertas formas del amor nos hacen

querer vociferar a más no poder.

Page 16: Andén 78 - Vociferaciones (o cuando la palabra no basta).

Vociferar. Por qué vociferar, por qué escribir devociferaciones; si la vociferación, las lenguas,la glotopolítica y la diglosia me arrastran alpantanoso terreno de la filosofía del lenguaje–ya que si voy a vociferar, lo voy a hacer en

clave filosófica–, qué remedio me queda, cada vez máspresto como estoy a caer una y otra vez en el pozo deTales de Mileto. Por qué escribir de vociferaciones,entonces, con lo opaca que me resultó siempre la filo-sofía del lenguaje (sin duda por ser territorio conquista-do por la filosofía analítica –aunque bien podría ser alrevés: quizás mi antipatía por la filosofía analítica tengasu raíz en la apatía por ese territorio–, pero no es soloeso, ya que ninguna filosofía del lenguaje logró jamásatraerme, por mucho que me simpatizaran el autor o elánimo que se internara en esos senderos). Ocurre que el tema “Vociferaciones” me atrajo de inme-diato. Quizás porque en el origen de esta colaboracióncon Andén hay una vociferación. Quizás porque habíaeludido demasiado la problemática. Quizás porque, pormucha antipatía y opacidad que experimentara, nuncaignoré que la cuestión iba al corazón (o por lo menos alcuerpo) de la filosofía: la filosofía es, después de todo,lenguaje, está constituida de palabras, signos y voces.Quizás porque la cuestión del lenguaje en filosofía siem-pre me interpeló desde el problema del estilo, cada vezque fui llamado a dar cuenta de por qué escribo comoescribo y no de otra manera, es decir, como escribiríaotro que no escribe como yo (como si hubiera un estiloneutro en filosofía, como si Platón o Parménides o Des-cartes o Leibniz o Spinoza o Hegel o Nietzsche o cual-quier otro no hubieran hecho del estilo parte de su obra,como si hubiera filosofía sin estilo, sin palabras, sin unmodo de abrazar las palabras, como si no tuviéramosnecesariamente que empezar por inventar una lenguaque vestir). Y cuando estaba barruntando estas cuestiones, encontréesta cita:

[Hay que] revocar el permiso que la filosofía setoma en secreto para hablar sobre las cosas, esdecir, para viajar lentamente alrededor de ellas ydesplegar las estrategias con las cuales las pose-erá […].[Proponemos] una filosofía que, por unavez, no proponga ni ruptura ni evasión ni conver-sión, nada que se parezca a las grandes decisio-

nes sobre las cuales se juega su felicidad. Loúnico que hay es un flujo que sube y recubre lassignificaciones «bien conocidas», un discurso sinprisa que se constituye a sí mismo (Lebrun, G. Lapatience du Concept, París: Gallimard, 1972, pp.407-412.

Más allá de la agradable sorpresa de leer estas afirma-ciones en torno a Hegel –¡qué bello trabajo el de Lebrunpara no ver en Hegel una martingala para jugadoressupersticiosos, esto es una garantía de conocer la ver-dad de la verdad de las cosas!–, una incomodidad terri-ble surgió en mí, incomodidad que está en el principiode estas líneas. Lebrun presenta la filosofía como undiscurso que se constituye a sí mismo, un mero flujo,meras ideas, la lengua del buey que solo bien se lame.La respuesta surgió como una vociferación rebotandodentro de mi cráneo: ¡De ninguna manera: no nos resig-namos a encerrarnos en la torre de marfil! ¡Queremos,exigimos el mundo! ¡Nos aferramos a la existencia, alnudo metafísico entre la filosofía y la existencia!Pero esto no quiere decir que recaigamos en la viejaalternativa: ser una representación del mundo, un dis-curso sobre un mundo que existiría en sí, más allá, tras-cendente, como cosa en sí. No somos dogmáticos. Nose trata, sin duda, de la vieja teoría del conocimiento,de la verdad como correspondencia. ¿Para qué entoncesla filosofía, si sólo fuera una máquina de repetir lo queya está allí?En suma: ni el escepticismo radical de Lebrun ni el dog-matismo epistemológico de la filosofía de la representa-ción.

Queremos vociferar.

Vociferando, llevando la voz y la palabra hasta sus lími-tes, cubriendo de lengua el mundo, así le damos senti-do. El sentido no está allí, no viene dado, no viene conlas cosas. Viene con nosotros, con las palabras que sederraman. Si tropezamos con cosas con sentido, concosas sensatas (esos pocos peligros sensatos), eso esporque alguien ya gritó ese sentido que encontramos, ynosotros absorbemos sus ecos. En lugar de simplementecreer en los sentidos que nos chocan, readyReddymade, en lugar de simplemente afirmarlos o negarlos, latarea de la filosofía es jugar con ellos, trabajar con ellos,

danzar con ellos, para inventar y construir nuevos senti-dos. Y como no hay mundo sin sentido (¿Qué sería elmundo sin sentido?), construyendo sentido construimosel mundo, lo que Deleuze llamaba creación de concep-tos. No hay que creer por ello que se trata de un fervorindividualista y solipsista. En cada grito no escuchamossolo nuestra voz, sino también las voces del mundo, delas estrellas y las piedras y las malezas o de los anima-les. Un clamor de voces que se entrelazan, tejiendo elmundo. La filosofía juega y danza con las arenas del sentido,pero no puede hacerlo mansa y tranquila. Es un niñoinocente (¡Terrible inocencia de creer que se puedecrear un mundo!), pero también salvaje. Una vocecita sepierde en el barullo de lo dado, en las voces que manany se entrelazan. No queremos perdernos. Queremostener un mundo. Por eso gritamos. Por eso vocifera-mos. Y con suerte cantamos.

Queremos vociferar.

Gritar para llegar desde el discurso más allá del discur-so. Sentir su eco en las cosas mismas. Forzar la lenguahasta la diglosia. Hacer de la filosofía como glotopolítica,glotorealismo, glotoexistencia, como bellamente provocaAndén al convocar a escribir estas palabras. Una vocife-ración que nos choca y nos arrastra. Creyendo que esavociferación, que sin dudas no comprende el mundo,quizás pueda transformarlo. Y quizás (no se puede todo) Lebrun tenga razón y hayaen este gesto algo de deseo de apropiación de la reali-dad. Algo hay en la voz de deseo de dominación, demetafísica de la presencia, de aseguramiento (segura-mente Derrida tenga también razón). Y quizás (peor aún) no sea una cuestión moral, no seasiquiera el problema si está bien apropiarse del mundo,si es legítimo hacerlo. Quizás sea simplemente imposi-ble. Quizás los dogmáticos, al fin de cuentas, tenganrazón y el mundo esté allí, enfrentándonos, duro y total-mente determinado por sí mismo. Y los sentidos que learrojamos reboten y se amontonen inertes en el piso.Quizás querer constituir el mundo no sea más que unafantasía. Quizás la filosofía sea otro nombre de la psico-sis alucinatoria.Quizás solo gritamos como locos. Pero siempre es mejor que el silencio.

julián ferreyra / [email protected]

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gritarel sentido del mundo