Analisis de La Zonas de Reserva Campesin
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ANALISIS DE LA ZONAS DE RESERVA CAMPESINA
VALLE DEL RIO CIMITARRA
Juan Sebastián Camelo García – [email protected]
Ingeniería agronómica.
Universidad Nacional de Colombia
“Hay que ponernos de acuerdo en lo fundamental” AGH
Resumen
El presente documento tiene por objeto realizar un análisis crítico sobre los procesos de
constitución, funcionamiento y dinámicas de la zona de reserva campesina del valle del
Rio Cimitarra planteada como modelo para fortalecer la economía campesina, y como una
estrategia de desconcentración de la tierra.
De esta manera, se analizaran desde diferentes perspectivas la importancia territorial de
esta zona del sur del Magdalena, las posiciones que apoyan la reactivación de la Zona de
Reserva Campesina (en adelante ZRC) sus contradictores, y las dinámicas que están
inmersas en este modelo.
Palabras clave.
Zona de reserva campesina, Valle del Rio Cimitarra, economía campesina, concentración
de la tierra, latifundio, asociación Colombiana del Valle del Rio Cimitarra (ACVC)
Abstract
The aim of this paper is to analyze the processes of establishment, functioning and
dynamics of peasant reserve “Valle del Rio Cimitarra” posed as a model for strengthening
the rural economy, and as a strategy to decentralize land.
Thus, be analyzed from different perspectives territorial importance of this area in the
south of Magdalena, positions that support the revival of the Peasant Reserve Zone
(hereinafter ZRC) of its opponents, and the dynamics that are embedded in this model.
Keywords.
Rural reserve area, River Valley Scimitar, rural economy, land concentration, estates,
Colombian Association Scimitar River Valley (ACVC)
2
Introducción
Las zonas de reserva campesina, se
plantean durante el gobierno de Ernesto
Samper, para darle un impulso a
diferentes propósitos para la defensa
integral del campesinado, para que este
con su conocimiento, pueda darle un
buen aprovechamiento a la tierra. En la
Ley 160 de 1994 se define la ZRC como
“las áreas geográficas que sean
seleccionadas por la Junta Directiva del
INCORA, teniendo en cuenta las
características agroecológicas y
socioeconómicas regionales”. Según esta
definición, contenida en el artículo 80°
del capítulo de la ley en mención, es en
los reglamentos respectivos de esta ley
donde se indicarán las extensiones
mínimas y máximas que podrán
adjudicarse, determinadas en Unidades
Agrícolas familiares (Ministerio de
Agricultura y desarrollo rural,1994)
Sin embargo, se ha demostrado que en
un País como Colombia, la teoría y la
concepción con la cual se plantean los
proyectos de ley, distan de la realidad, y
estos se pueden quedar en tan solo
buenas intenciones.
La carta política de Colombia de 1991, en
su articulo 64 (Constitucion Politica de
Colombia, 1991) resalta que como deber
del estado, este debe promover y brindar
las condiciones necesarias para el acceso
a la propiedad de la tierra de los
trabajadores agrarios y garantizar
condiciones para que su calidad de vida
mejore. Siendo el INCODER quien define
las posibles áreas geográficas para su
instalación.
Y para entender en conjunto el modelo
de ZRC, se deben exponer sus propósitos
y objetivos fundamentales:
1) Prevenir la “descomposición” de
la economía campesina
2) Evitar la concentración de la
tierra en pocas manos, y la
legalización y titulación de
baldíos a sujetos que no lo
requieran
3) Fomentar la pequeña propiedad
campesina
4) Regular y limitar el ordenamiento
de la propiedad rural
También define aspectos claves para
entender la dinámica de las ZRC, como la
definición de la autoridad competente
(INCODER), la procedencia y no
procedencia de solicitudes (viabilidad)
de constitución de zonas de reserva
campesina, a quienes está dirigida y
cuales son los criterios sociales y
económicos para elegibilidad. Y si estos,
responden a verdaderos criterios
técnicos, o intereses particulares del
orden político, social y hasta militar.
También es pertinente el análisis de la
discusión del tema agrario, y la petición
(No improvisada) de las FARC en la
Habana de la constitución y
fortalecimiento de las ZRC, que no solo
responde a una preocupación del tema
netamente rural, sino que puede ir de la
mano de la importancia geoestratégica
de la ubicación de las ZRC y de la
construcción de su base social en las
regiones.
Hipótesis histórica
Las causas para que se desarrollara el
conflicto armado colombiano se centran
en la convergencia de diversos factores
que agudizan el mismo, pasando por la
debilidad del Estado en suplir las
necesidades de los ciudadanos, las
diferencias para llegar al poder, y lo que
nos atañe, el conflicto por la posesión de
3
la tierra y el debilitamiento de la
economía campesina, por la
concentración de la tierra por parte de
unos pocos. (Miguel Peco Yeste, 2006)
Y esto dio paso a la expansión y
fortalecimiento de las organizaciones
armadas y terroristas en nuestro país,
convirtiendo al territorio nacional –
sobre todo a partir de los 80 – en el
campo de batalla del mal llamado
“conflicto interno” colombiano, y
configurando a la ruralidad como un
botín en disputa, tanto como de las
guerrillas, paramilitares, multinacionales
y demás actores como intereses sobre la
renta y el capital de la tierra.
Para esta década y por poner un ejemplo,
la ubicación de la guerrilla Marxista-
Leninista de las FARC, era en el golfo de
Uraba, pasando por el sur de Córdoba,
bajo Cauca Antioqueño, sur de Bolívar,
Magdalena Medio, piedemonte llanero,
de donde se dirigía por el sur hacia la
costa pacifica y concluía la trayectoria
luego de pasara al Huila y al Valle.
(ECHANDIA CASTILLA, 1999). Pasando
en los años 90, a los centros de poder del
país, y en general a los sectores mas
dinámicos de la economía, para tratar de
ejercer control militar, territorial etc,
involucrando a la población civil por el
sometimiento armado mediante
estrategias delictivas, en muchos casos
tratando de ejercer influencia en las
legitimas manifestaciones y peticiones
campesinas, ante un estado que ha
olvidado y tiene una gran deuda con el
campo., tratando así de sacar provecho
de las legítimas exigencias campesinas,
hacia un estado igualmente legitimo.
Zonas de reserva campesina en el país
Para abordar el debate sobre la
conveniencia o no de esta figura, y
analizar su funcionamiento e
importancia territorial de la ZRC del
Valle del Rio Cimitarra, se hace
imperioso acercarse a las generalidades
de las ZRC, su ubicación, dinámicas
asociadas a los movimientos campesinos
y demás factores que influyan dentro de
estos procesos.
De esta manera el estudio de caso que se
hará en el presente artículo tiene en
cuenta que desde mediados de los años
80, aumentaron las movilizaciones por la
tenencia de la tierra como lo exponen
varios autores (Fajardo, 1989) y tomaron
fuerza exigencias de constitución de ZRC
como en el caso del sur de Bolívar y el
Magdalena medio.
Y para los años 90, las acciones y
manifestaciones campesinas en las
regiones tomaron fuerza, ligando de una
u otra forma las exigencias a intereses
políticos y a exigencias en materia de
derechos humanos, constituyendo así
comités y ONG que buscan la
constitución de mas ZRC, tales como
CREDHOS, PDPMM ASCAMCAT y ACVC
(sobre la cual pesan argumentos que
reivindican la lucha política que sus
miembros hacen sobre la creación de
ZRC) constituidas legalmente.
De esta forma, efecto de su simbiosis el
concepto de ZRC creada por Alfredo
Molano, para referirse a la “necesidad de
posicionar el acceso a la tierra para los
colonos de la serranía de la macarena”
tuvo su respaldo jurídico con la
anteriormente mencionada ley 160 del
94 bajo cuatro pilares fundamentales:
Acceso a la propiedad de la tierra
Generación del desarrollo en las
regiones
Subsistencia de sus pobladores
Protección de los recursos
naturales
4
Sin embargo, una cosa es la intención
normativa y otra la aplicación política, ya
que esta mueve intereses muy fuertes y
toca aspectos claves de la problemática
de tierras en el país.
En este orden de ideas, las ZRC
constituidas en el país son: (Gonzales,
2013)
1. ZRC de Calamar. (469.000 Ha
Guaviare)
2. ZRC de Cabrera (44.300 Ha
Cundinamarca)
3. ZRC del pato. (145.155 Ha
Caquetá)
4. ZRC sur de Bolívar (29.110 Ha
Bolívar)
5. ZRC del valle del rio Cimitarra
(184.000 Ha Antioquia y Bolívar)
6. ZRC Alto cuembi (22.000 Ha
Putumayo)
En esta oportunidad, el análisis profundo
se hará con base a la constitución,
funcionamiento, y demás dinámicas
sociopolíticas, económicas y culturales de
la zona de reserva campesina del Valle
del rio Cimitarra.
Sobre la ZRC del Valle del rio
Cimitarra.
Antecedentes históricos de la ZRC del
Valle del rio Cimitarra.
El inicio de la organización de la
Asociación Campesina del Valle del Río
Cimitarra (Impulsora de la constitución
de la ZRC) data de 1985, cuando los
campesinos colonos deciden conformar
la Cooperativa de Pequeños y Medianos
agricultores de Antioquia fruto de la
necesidad de abastecerse fácilmente de
los productos de primera necesidad a
través de un medio jurídicamente legal,
pues el centro de abastecimiento
(Barrancabermeja) se encontraba a una
gran distancia y los controles militares
sobre los alimentos eran cada vez más
fuertes. Tuvo 3 sedes en zona rural de
Yondó y Remedios.
En 1997 conforman jurídicamente a la
Asociación Campesina del Valle del Río
Cimitarra –ACVC-, con los siguientes
objetivos:
- Resolver los desequilibrios sociales
existentes como una base para el logro
de la paz
- Velar por la explotación racional de los
recursos naturales para el beneficio
comunitario y crear una conciencia
colectiva alrededor de esto
- Fortalecer los procesos organizativos
de la región
- Gestionar recursos para adelantar
proyectos de desarrollo en la región.
La Zona de Reserva Campesina del Valle
del Río Cimitarra se constituyó mediante
la resolución No. 028, del 10 de
diciembre de 2002 expedida por el
INCORA. Posteriormente, fue suspendida
por la resolución 046 del 10 de abril de
2003, de la misma entidad. Y Siete años
después, mediante la resolución 240 del
de febrero de 2010, el INCODER levantó
la medida e inició un proceso de
reactivación, a partir de la actualización
del Plan de Desarrollo Sostenible.
(INCODER, 2011)
Como organización campesina y popular
sin ánimo de lucro la ACVC está
conformada por las Juntas de Acción
Comunal y organizaciones de los
municipios de San Pablo y Cantagallo en
el Sur de Bolívar, Yondó y Remedios en
Antioquia y Barrancabermeja y Puerto
Wilches en Santander.
Y esta viene impulsando proyectos de
desarrollo comunitario, económico y de
5
protección de los derechos humanos de
las comunidades campesinas y populares
de esta región.
Descripción geográfica del área
El origen territorial del valle del río
Cimitarra de debe a aspectos geográficos
como el ser en gran parte la cuenca del
río Cimitarra y sus principales afluentes
Tamar e Ité, que articulan en la región
procesos de comunicación,
comercialización y de organización, en
gran medida la comunicación en la
región y de esta hacia fuera se realiza por
el río; y a aspectos sociales y económicos
que identifica a las comunidades
asentadas allí en una determinada
problemática social caracterizada por la
baja atención del estado, existencia de
conflictos políticos etc. (ACVC, 2010)
La región del valle del Río Cimitarra se
encuentra localizada en todo el centro
del país. Geográficamente se ubica sobre
el costado oriental de la cordillera central
sobre cordillera y parte del valle del río
Magdalena y al costado sur de la Serranía
de San Lucas. (MOLINA PORTUGUEZ,
2011).
Comprende áreas de tres (3) municipios
de dos (2) departamentos del país. Cubre
parte de los municipios de Remedios
(costado oriental del departamento de
Antioquia) y San Pablo (extremo sur del
Sur de Bolívar) y todo el municipio de
Yondó, (costado oriental del
departamento de Antioquia), y
Cantagallo (extremo sur del sur de
Bolívar).
La región comprende todas las veredas
de los municipios de Yondo (Antioquia) y
Cantagallo y veredas de los municipios
de San Pablo (Bolívar) y Remedios
(Antioquia) que tiene relación directa
con el Río Cimitarra y sus afluentes.
Presenta diversidad de paisajes valles y
piedemonte surcados con gran cantidad
de afluentes que drenan hacia los ríos
Tamar, Ite, Cimitarra y Magdalena así
como Ciénagas reconocidas como
Canaletal, Tabaquera, Cañaguate, Bija,
San Juan, Sepultura, Pajardí, Las Lenguas,
San Lorenzo, Tapazón, La Aparecida,
Tortuga, Las Cruces, Sabalo Viejo, La
Papa, Breva, Maquencal, El Tablazo,
Sardinata, Barbacoas, Grande, Guamal y
El Dorado. (IDEADE, 2003)
Esta zona del país localizada en el valle
interandino del río Magdalena, es
reconocida por su riqueza petrolera, los
yacimientos de oro en el sur del
departamento de Bolívar y el potencial
hídrico representado en los ríos y
ciénagas que la conforman. Pero además,
por una compleja realidad de violencia y
de un conflicto generalizado, análisis que
se hará para definir si este modelo es una
verdadera política de acceso a la tierra, o
un intento de control territorial.
Configurándose así, como una de las
zonas con mayor relevancia territorial en
el país; no solo por la riqueza geográfica
que esta posee, sino por su ubicación
clave para la estrategia de la movilización
en el “conflicto” colombiano. Ya que en
esta zona, hacen presencia muchos
6
grupos al margen de la ley, como se
evidencia a continuación:
Actividades económicas.
Los pobladores del Valle del Cimitarra
han subsistido de 4 actividades
económicas: la forestal, la agrícola, la
pecuaria (incluida la pesca) y la minería
artesanal. La actividad minera no se
desarrolla a profundidad en este
documento, pues aunque fue
representativa en el municipio de
Remedios por los años 50, actualmente la
mayoría de minas se encuentran
agotadas.
Esta zona se caracteriza por carecer de
un espacio de mercadeo, que constituya
un centro receptor de la producción
agrícola. En general, el campesino vende
sus productos en Barrancabermeja,
donde también hace sus compras y suple
sus necesidades en materia de salud.
Barrancabermeja se erige así como el
centro administrativo y comercial de la
región.
Por otro lado, actualmente se está
reactivando y fortaleciendo la
producción colectiva de panela
agroecológica. Proyecto respaldado y
desarrollado por el comité de caña de
Puerto Matilde, donde campesinos y
campesinas lo conforman de manera
voluntaria y trabajan por garantizar la
soberanía y seguridad alimentaria para el
campesinado de la región. Resaltando
que las propuestas ambientales y de
conservación han sido una constante
positiva dentro de la zona. Se busca que
todas las actividades económicas sean
amigables con el medio ambiente.
Este proceso de fortalecimiento
productivo y organizativo también está
siento acompañado por estudiantes y
pasantes del equipo técnico de la
Asociación Campesina del Valle del río
Cimitarra, quienes viven en la aldea
comunitaria donde, junto a las
comunidades, desarrollan
permanentemente sus actividades.
(ACVC, Prensa Rural, 2014)
El campesino en el VRC.
Para un amplio sector del campesinado
nacional, la tierra es su todo, el vínculo
hacia ella se deriva en tanto que es su
fuente de alimentación, riqueza,
movilidad y reproducción como clase
social.
La ACVC afirma que su primera función
como organización, es por la defensa y
7
permanencia en esa tierra del Valle del
Río Cimitarra.
Se comprende así que la defensa del
territorio es una necesidad para evitar
las consecuencias del desplazamiento.
Análisis del funcionamiento e
importancia territorial de la ZRC del
VRC.
Uno de los principales objetivos de las
ZRC (como se mencionaba
anteriormente) es fomentar y estabilizar
la economía campesina, superar las
causas de los conflictos sociales que las
afecten y, en general, crear las
condiciones para el logro de la paz y la
justicia social en las áreas respectivas"
(Decreto 1777 de 1996, artículo 1). Por
lo tanto las comunidades campesinas
deben asumir la responsabilidad del
manejo y conservación de los recursos
naturales de la zona.
Así, uno de los primeros puntos a
analizar es el de la estructura de la
tenencia de la tierra, y si este modelo
consagrado en la ley sirve para promover
o no el acceso progresivo a la propiedad.
Pero según cifras y encuestas dadas por
la ACVC as quejas contra la deficiente
labor de titulación de baldíos en la zona
son comunes. Debido a las dificultades
para adelantar la titulación, son escasos
los procesos de titulación llevados a
cabo. Pequeños y medianos campesinos
solo cuentan con declaraciones extra-
juicio sobre la posesión, en las que
declaran las mejoras y el tiempo de vida
y laboreo que llevan allí.
Gran parte del área corresponde a
terrenos del estado y la ocupación está
coordinada por la Asociación de
Campesinos del Valle del río Cimitarra. A
pesar de que han presentado procesos de
titulación de tierra, estos no cubren más
del 10% de los predios ocupados.
Desmitificando así, que la ZRC se
convierte en un instrumento válido y
fundamental para promover el acceso a
la tierra.
Estos datos confirman mi hipotesis, en la
cual las exigencias del campesinado, no
solo pasan por el acceso a la tierra, y la
búsqueda de la reforma agraria que
desde los 30 ha estado en la agenda
política de muchos, sino por la
bancarización rural, condonación de
deudas, rebajas en los fertilizantes y
apoyo estatal por los impactos de los
TLC. 1, es decir por el desarrollo rural
integral con enfoque territorial.
Otra de las “actividades económicas”
desarrolladas en la región se relaciona
con el fenómeno de los cultivos de uso
ilícito y el tránsito de Grupos al Margen
de la ley (en adelante GAML) que se
encargan de la transformación y tráfico
de los estupefacientes dentro del
territorio nacional.
1http://www.noticiascaracol.com/nacion/gobierno-acepto-
tres-exigencias-de-campesinos-para-que-levanten-paro
8
Configurándose como un corredor
estratégico para el tráfico de drogas y
armamento. No por parte de los
campesinos, sino por aquellos que
quieren aprovechar las legítimas
exigencias de este sector de la población.
Las fumigaciones de glifosato
comenzaron en el 2001 debido al inicio
del Plan Colombia y su programa de
erradicación; sin embargo, estas no solo
destruyen la coca, sino también afectan
diferentes cultivos de alimentos, pastos,
selva y cuerpos de agua. Por ejemplo, las
primeras fumigaciones en esta región
provocaron el envenenamiento de 1.439
hectáreas de las cuales apenas 516
hectáreas correspondían a cultivos de
coca.
En este sentido, la Asociación Campesina
del valle del rio Cimitarra (2009) asegura
que el estado también ha hecho
presencia a través de las fumigaciones
con glifosato, lo cual ha afectado no solo
a la economía campesina, sino también
ha generado impactos negativos sobre la
sociedad como el desplazamiento
forzado y el aumento de enfermedades
asociadas con la contaminación del aire,
el suelo y el agua de la región.
Las administraciones municipales de San
Pablo, Cantagallo y Yondó: tienen como
objetivo general atender las necesidades
básicas y mejorar la calidad de vida de
cada uno de sus habitantes. Como estos
municipios son los directos afectados por
la creación de la ZRC y por la explotación
de los recursos naturales que se
encuentran en sus territorios, deberían
ser los primeros en apoyar y ser
consecuentes en el proceso de inclusión
de la población dentro del planteamiento
y el desarrollo de políticas como las que
se establecen en sus Planes de Desarrollo
y Ordenamiento Territorial.
Pero una evaluación de estos planes
permite afirmar que sus intereses se
centran en proveer un manejo eficiente
de los recursos generados por regalías,
producto de la explotación de la oferta
minera-energética más que en impulsar
un manejo colectivo de los territorios por
medio de la ZRC y la activación de las
economías campesinas de la región.
Otro de los problemas de fondo como lo
presenta Jorge Triana en su escrito
(Triana, 2010) es que la normatividad
no presenta criterios diferenciadores que
permitan limitar el acceso de la tierra a
los empresarios organizados, en garantía
de los campesinos para la constitución
de las Zonas de Reserva Campesina y ello
va cerrando cada vez más la posibilidad
de acceso a la tierra de ésta segunda
población y con ello, la no protección a
sus derechos económicos, sociales y
culturales, al disminuir la cantidad de
terrenos baldíos disponibles para su
delimitación y adjudicación. El modelo
que puede servir más a la geoestrategia
del conflicto, no garantiza el beneficio a l
campesinado. También resalta que “La
Normatividad que regula y reglamenta
las Zonas de Reserva Campesina, limita el
acceso a la propiedad de la tierra a los
trabajadores agrarios.”
Por otra parte, si bien es cierto que la
productividad y la rentabilidad esta en
segundo plano, después de la garantía del
acceso a la tierra por parte de pequeños
campesinos, los proyectos formulados en
esta Zona, son inviables por falta de
recursos para su ejecución, y por lo tanto
deja sin fondo la idea que estas zonas son
motores de desarrollo económico de las
comunidades campesinas, como quizás si
lo pueden ser las alianzas productivas
reguladas y protegidas por el estado para
el real beneficio del campesinado. A
continuación se evidenciaran algunos
proyectos que por falta de
9
presupuesto no han sido llevados a
cabo.2
De esta manera, podemos constatar que
el modelo como está planteado tiene
varios vacíos, y en la mayoría de los
casos no responden a las expectativas del
sector rural. Problemática que también
se evidencia en las preocupaciones de los
habitantes de la zona, como es el caso de
Álvaro Manzano, quien afirma que sin
una reforma agraria integral (Cuasi
expropiatoria) las ZRC no solucionan la
gran deuda con el campo, (Manzano,
2012).
Si bien es cierto que exista satanización
por parte de quienes están en contra de
estas figuras por ser “enclaves de las
farc”, y por la supuesta acción conjunta
de los líderes de las mismas con el grupo
guerrillero3, pueden contener los
argumentos para evaluar la eficacia de
las zonas, en un debate profundo sobre lo
que debe ser la Colombia rural.
2http://www.prensarural.org/acvc/plandesarrollozrc.pdf 3http://www.semana.com/nacion/articulo/catatumbo-correos-implican-lider-protesta/349856-3
El modelo de desarrollo de un país como
el nuestro, debe ser una orientación
concertada y consensuada entre todos
los actores rurales, para que el manejo
económico, político, social y cultural sea
para el beneficio del conjunto de la
sociedad. La tierra debe ser reordenada,
para que su uso racional este dentro de
un gran modelo de desarrollo, que
involucre a los pequeños y medianos
campesinos, a los grandes empresarios,
agroindustrias etc.
Por lo tanto, el desarrollo no
necesariamente debe regirse a la
constitución de mas ZRC, porque si se
llega a una definición sobre la
combinación adecuada del minifundio y
la agricultura empresarial, se puede
construir el gran escenario de la
producción agropecuaria, responsable
con el medio ambiente, respetuosa de la
propiedad privada, y cumpliendo la
función social.
Y debería ser obligación del estado,
promover alianzas entre productores y
campesinos, formulando políticas
públicas, para que el tejido social se
reconstruya con todos.
En consecuencia, queda planteado el
debate de revisar el tema de las ZRC y la
UAF, para que la intención de proteger al
campesino, no se convierta en un
mecanismo para condenarlo al atraso,
por la limitación territorial que se le
quiere dar. Por eso, es que las ZRC
encajan en los mismos conceptos de
limitación de la propiedad, y el freno a un
ascenso socio-económico. Por lo que se
hace necesario, revisar el modelo y
plantear uno que se adecue a nuevo
ruralidad Colombiana.
Como se evidencio, más allá de una
construcción de asociatividad política y
social, no se ha dado esta en el nivel
10
económico, ya que los proyectos no
andan y el abandono estatal se agudiza
cada vez más, con la excusa de una
autonomía que en la mayoría de casos no
existe, pero que puede estar supeditado a
los intereses de los GAML.
Conclusiones
Las movilizaciones legitimas del
campesinado, han tenido efecto
en la formulación de políticas
públicas encaminadas a saldar la
deuda con el sector rural, un
ejemplo claro del producto de
estas presiones fue la expedición
de la ley 160 del 94.
La región del Valle del Rio
Cimitarra, ha estado inmersa en
dinámicas de la geoestrategia del
conflicto, y por lo tanto su nivel
de importancia es muy alto para
los diversos actores del mismo.
Por su ubicación geográfica y su
riqueza territorial.
La estigmatización contra los
habitantes de los municipios de la
ZRC del VRC, responde a
intereses políticos, ya que
generalizan y relacionan las
actuaciones (algunas veces
delictivas) de pocos miembros de
la zona, con el conjunto de sus
habitantes
Si bien es cierto que existen
críticas contra el modelo, es de
resaltar que los habitantes de la
zona, buscan alternativas de
producción amigable con el
medio ambiente, planteando
modelos agroecológicos de
producción.
Las propuestas en materia
ambiental de las organizaciones
campesinas, si bien no pueden
abarcar toda la problemática de
contaminación medioambiental,
si presentan soluciones
alternativas para el cuidado del
ambiente.
El debate sobre el modelo de
acceso integral a la tierra debe
revisarse, tanto en los planes de
desarrollo locales, como en la
posible derogación o reforma de
la ley 160. Hay que buscar
alternativas que tengan todos los
componentes del desarrollo rural
integral con enfoque territorial.
La cartografía del conflicto puede
dar a entender que en un
“posconflicto” las áreas de
consolidación de la base política
de las farc pueden coincidir con
las zonas de reserva ya
constituidas.
Las delimitación de las posibles
nuevas ZRC, deben tener en
cuenta las ZR Forestal, para que
no exista un traslape que
perjudique el área forestal, y
tampoco promueva la erosión de
suelos a causa de la agricultura
convencional.
El arraigo campesino, no está
supeditado a la constitución de
nuevas ZRC, sino al respeto por
parte del estado de sus
costumbres y tradiciones.
Por lo tanto, el desarrollo rural
debe responder a las necesidades
de quienes habitan el campo,
para que se les brinden
condiciones de equidad, y
eliminar la brecha que se tiene
entre el campo y la ciudad. En
otras palabras una meta clave es
configurar al campo como un
escenario de una vida digna para
sus pobladores. Hay que
entender el campo como el gran
espacio productivo del país, y no
como fuente de odios y
diferencias políticas.
11
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