Agustina de Aragón España...

23
Agustina de Aragón España (1950) Director: Juan de Orduña. Jefe de producción: Juan Manuel de la Rada. Argumento: Clemente Pamplona y Angel Fernández Marrero. Guión literario y diálogos: Vicente Escrivá. Guión técnico: Juan de Orduña. Fotografía: Ted Pahle. Música: Juan Quintero. Asesores de ambiente: Manuel Comba y E. Torre de la Fuente. Decorados: Sigfrido Burman. Asesores militares: Teniente coronel de Estado Mayor Antonio Fernández Prieto y comandante José Artero Soteras. Asesor religioso: Leandro Aina. Intérpretes: Aurora Bautista (Agustina de Aragón), Manuel Luna (tío Francisco), Virgilio Texeira (guerrillero Juan el Bravo), Fernando Rey (general Palafox), Eduardo Fajardo (Luis Montana), Jesús Tordesillas (coronel Antonio Torres), Guillermo Marín (Napoleón Bonaparte), Juan Espantaleón (tío Jorge), Fernando Sancho (Escudella), Raúl Cancio (Colás), Fernando Nogueras (Desconocido de los documentos), José Bódalo (capitán francés del puesto de control), Maruja Asquerino (Carmen), Arturo Marín (mariscal Lefevre), Juan Vázquez (general Guillelmi), Miguel Pastor Mata (general Lacoste), Alfonso de Córdoba (ayudante de Palafox). Premios en 1950: Mejor director del Círculo de Escritores Cinematográficos y mejor película del Sindicato Nacional del Espectáculo. Duración: 2 h. Argumento Al palacio de Oriente llega un carruaje del que desciende Agustina de Aragón. La recibe el general Antonio Torres, un antiguo conocido de los sitios de Zaragoza, que la acompaña a los salones superiores para ser recibida por el rey Fernando VII. Agustina está muy nerviosa por el acontecimiento, pero para que su ánimo no flaquee ante el rey, el general la aconseja que contemple las banderas que, según él, se tomaron en Zaragoza. Agustina comienza a recordar… Napoleón habla a sus generales sobre sus proyectos en España. Para anular el bloqueo de los ingleses, es preciso controlar España. Para ello, ha dispuesto que su hermano José se siente en el trono de ese país. A uno de los generales le da un plazo de 15 días para que su hermano sea coronado. A la alternativa de que los españoles no lo acepten, el Emperador contesta con des-precio que los españoles son “un pueblo comido por los piojos y la soberbia”. Derrama inadverti-damente una bebida sobre el plano de España como símbolo de la próxima invasión francesa. La Guerra de la Independencia ha comenzado. La pantalla recoge acontecimientos emblemáticos como el Dos de Mayo, Móstoles, Fusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas rápidas, algunas basadas en cuadros conocidos. Barcelona. Un jinete aparece en la entrada de la ciudad perseguido por varios soldados franceses. Consigue subir a un balcón e introducirse en una casa despistando momentáneamente a sus perseguidores. En la misma habitación donde se ha refugiado, entra la protagonista, Agustina, que es informada por este hombre, de que los franceses le persiguen porque es portador de importantes documentos. En el despacho del general francés, responsable de Barcelona que está acompañado por un importante afrancesado, un oficial de caballería informa de su fracaso en encontrar al fugitivo. El afrancesado comenta al general la importancia de los documentos y sugiere que se dicte una orden estableciendo puestos de control en todas las salidas de Barcelona. Por la noche, un carruaje en el que viaja Agustina se detiene en uno de los puestos. El capitán, después de revisar los papeles de la viajera, la acosa con descaro, lo que motiva una reacción violenta de Agustina. Finalmente el carruaje es autorizado a continuar. Más ade-lante, el vehículo se detiene, para que pueda salir de un falso fondo el fugitivo de los documentos. Sube al coche, invitado por Agustina que se ha dado cuenta de la importante misión del hombre. Éste, por el miedo a ser apresado confiesa que su destino es entregar los papeles cerca de Zaragoza a un hombre conocido como Lorenzo el Pastor, que se encuentra en una finca llamada Alfranca en las afueras de la ciudad.

Transcript of Agustina de Aragón España...

Page 1: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Agustina de Aragón – España (1950) Director: Juan de Orduña. Jefe de producción: Juan Manuel de la Rada. Argumento: Clemente Pamplona y

Angel Fernández Marrero. Guión literario y diálogos: Vicente Escrivá. Guión técnico: Juan de Orduña. Fotografía: Ted Pahle. Música: Juan Quintero. Asesores de ambiente: Manuel Comba y E. Torre de la Fuente. Decorados: Sigfrido Burman. Asesores militares: Teniente coronel de Estado Mayor Antonio Fernández Prieto y comandante José Artero Soteras. Asesor religioso: Leandro Aina. Intérpretes: Aurora Bautista (Agustina de Aragón), Manuel Luna (tío Francisco), Virgilio Texeira (guerrillero Juan el Bravo), Fernando Rey (general Palafox), Eduardo Fajardo (Luis Montana), Jesús Tordesillas (coronel Antonio Torres), Guillermo Marín (Napoleón Bonaparte), Juan Espantaleón (tío Jorge), Fernando Sancho (Escudella), Raúl Cancio (Colás), Fernando Nogueras (Desconocido de los documentos), José Bódalo (capitán francés del puesto de control), Maruja Asquerino (Carmen), Arturo Marín (mariscal Lefevre), Juan Vázquez (general Guillelmi), Miguel Pastor Mata (general Lacoste), Alfonso de Córdoba (ayudante de Palafox). Premios en 1950: Mejor director del Círculo de Escritores Cinematográficos y mejor película del Sindicato Nacional del Espectáculo. Duración: 2 h.

Argumento

Al palacio de Oriente llega un carruaje del que desciende Agustina de Aragón. La recibe el general Antonio Torres, un antiguo conocido de los sitios de Zaragoza, que la acompaña a los salones superiores para ser recibida por el rey Fernando VII. Agustina está muy nerviosa por el acontecimiento, pero para que su ánimo no flaquee ante el rey, el general la aconseja que contemple las banderas que, según él, se tomaron en Zaragoza.

Agustina comienza a recordar…

Napoleón habla a sus generales sobre sus proyectos en España. Para anular el bloqueo de los ingleses, es preciso controlar España. Para ello, ha dispuesto que su hermano José se siente en el trono de ese país. A uno de los generales le da un plazo de 15 días para que su hermano sea coronado. A la alternativa de que los españoles no lo acepten, el Emperador contesta con des-precio que los españoles son “un pueblo comido por los piojos y la soberbia”. Derrama inadverti-damente una bebida sobre el plano de España como símbolo de la próxima invasión francesa.

La Guerra de la Independencia ha comenzado. La pantalla recoge acontecimientos emblemáticos como el Dos de Mayo, Móstoles, Fusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas rápidas, algunas basadas en cuadros conocidos.

Barcelona. Un jinete aparece en la entrada de la ciudad perseguido por varios soldados franceses. Consigue subir a un balcón e introducirse en una casa despistando momentáneamente a sus perseguidores. En la misma habitación donde se ha refugiado, entra la protagonista, Agustina, que es informada por este hombre, de que los franceses le persiguen porque es portador de importantes documentos.

En el despacho del general francés, responsable de Barcelona que está acompañado por un importante afrancesado, un oficial de caballería informa de su fracaso en encontrar al fugitivo. El afrancesado comenta al general la importancia de los documentos y sugiere que se dicte una orden estableciendo puestos de control en todas las salidas de Barcelona. Por la noche, un carruaje en el que viaja Agustina se detiene en uno de los puestos. El capitán, después de revisar los papeles de la viajera, la acosa con descaro, lo que motiva una reacción violenta de Agustina. Finalmente el carruaje es autorizado a continuar. Más ade-lante, el vehículo se detiene, para que pueda salir de un falso fondo el fugitivo de los documentos. Sube al coche, invitado por Agustina que se ha dado cuenta de la importante misión del hombre. Éste, por el miedo a ser apresado confiesa que su destino es entregar los papeles cerca de Zaragoza a un hombre conocido como Lorenzo el Pastor, que se encuentra en una finca llamada Alfranca en las afueras de la ciudad.

Page 2: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Al puesto de control llega el primer oficial responsable de la persecución y amonesta al capitán del puesto por dejar partir el carruaje de Agustina. Ordena que salga inmediatamente para interceptarlo. En el camino, Agus-tina y su acompañante se encuen-tran con refugiados que huyen de los pueblos que han saqueado las tropas francesas. Estos refugiados les informan que no es probable que haya enemigos por esos pa-rajes porque la partida del gue-rrillero Juan el Bravo se ha encar-gado de hostilizarlas. A pesar de todo, el coche es divisado por el capitán del puesto y sus hombres. El acompañante de Agustina entre-ga los documentos a ésta, pero en el tiroteo que se origina durante la persecución es alcanzado por un disparo, muriendo en los brazos de Agustina. Cuando el coche se para por la muerte del cochero, aparece providencialmente Juan el Bravo al frente de su partida lo que hace huir a los franceses. Juan comenta con uno de sus hombres que es posible que el hombre muerto fuera el que esperaban, pero que no lleva documentos.

Como Agustina le dice a Juan que se dirige a Zaragoza, éste se ofrece acompañarla hasta su pueblo donde su madre podrá hospedarla por esa noche. A las preguntas de Juan sobre ciertos documentos que les interesan, ella contesta con evasivas, manifestando que el motivo de su viaje a Zaragoza es su próxima boda. Ante la reserva de Agustina, Juan no insiste. Al llegar al pueblo, toda la partida acude a la iglesia donde se celebra una misa a la que asisten los vecinos entre los que se encuentra la madre de Juan. Al terminar, el guerrillero las acompaña a su casa habiendo presentado Agustina a su madre para que la atienda esa noche. El grupo de franceses que ha seguido de lejos al coche sin ser advertidos, decide esperar a la noche para ocupar la aldea y buscar a Agustina. Juan se despide por unas horas, porque es por la noche cuando lleva a cabo sus actividades de hostigar al invasor. Cuando la patrulla francesa está segura que los guerrilleros han salido del pueblo, penetran en éste y conminan a todos los habi-tantes a que salgan de sus casas. Parte de la gente se agrupa en la plaza, pero Agustina y la madre de Juan continúan en la de ésta, medio ocultas, contemplando desde una ventana los acontecimientos. Algunos vecinos disparan sobre los franceses y alcanzan a dos hombres, lo que provoca una reacción de aquellos que abren fuego sobre la multitud. En la refriega una bala alcanza a la madre de Juan que muere en brazos de la protagonista. El capitán francés ha visto el paradero de Agustina e irrumpe violentamente en la casa. Agustina intenta esconderse en el granero, pero al fin, es descubierta por el capitán, que intenta forzarla. Ella se resiste con fiereza. En esos momentos, cuando el resto de los franceses está incendiando el pueblo, se da la voz de alarma por la repentina aparición de los guerrilleros, avisados por uno de los vecinos. Los franceses huyen, pero Juan entra en su casa y en el granero descubre al capitán francés luchando con Agustina. En la pelea que sigue, Juan mata al oficial y venga a su madre cuyo cuerpo ha encontrado junto a la puerta.

Agustina y los guerrilleros llegan a Zaragoza. Ella se dirige acompañada por Juan a casa de su tío Francisco. Cuando el guerrillero se despide, Francisco compara a Juan con Luis Montana, el novio de Agustina, manifestando su desagrado por esa relación. Luis es indigno de casarse con ella porque es un afrancesado declarado. No solo es lo peor como hombre, sino que además es un traidor.

En la casa de Luis Montana el mismo afrancesado que acompañaba al gobernador francés de Barcelona dialoga con aquél. La teoría del afrancesado es que en Zaragoza se está gestando una conspiración importante y que debe prevenir de todo hecho sospechoso al capitán general Jorge Juan de Guillelmi. No debe separase de él. Por el momento, el periódico que dirige Luis está haciendo un gran servicio de propaganda a favor de Francia. Sospecha que unos papeles muy importantes han llegado a Zaragoza por medio de una mujer que ahora es vigilada para que les pueda conducir a la cabeza de la rebelión.

Por la mañana temprano, Agustina se dirige a la Alfranca en un carro de bueyes después de despistar en el templo del Pilar a un hombre que la seguía. Consigue llegar a la finca y entregar a Lorenzo el Pastor los documentos. Cuando sale, aparece Juan detrás de Lorenzo mientras éste lee los papeles. Al regresar, su tío la interroga de malas maneras sospechando que ha ido a ver a Luis Montana. Agustina decide visitar a Luis ante el malhumor que ha despertado en su tío por relacionarse con un afrancesado tan detestado. Quiere comprobar personalmente lo que piensa Luis. Al llegar, y mientras espera en una sala la llegada de su novio, comprueba en una mesa que, entre las lecturas, se encuentra Cronique des victoires de Napoleon en Europe y debajo las Oeuvres Completes de Voltaire. Pero lo peor, es que descubre un papel escrito por Luis, con el aspecto de que va a ser publicado en el periódico, el siguiente texto, que lee en voz alta: “Y aún corriendo el riesgo de que se nos tache de antipatriotas hemos de decir una vez más que Zaragoza descansa tranquila en manos del ilustre general Guillelmi, Capitán General de Aragón. Habrá pues, que castigar con rigor a los que siembran la confusión llevados por un falso patriotismo. No podemos olvidar bajo ningún pretexto que los soldados de Napoleón son nuestros amigos.” Cuando aparece Luis, Agustina, prescindiendo de toda efusión amorosa, le interpela si ha escrito esa hoja. Ante la respuesta afirmativa de Luis, Agustina le cuenta que ha llegado a Zaragoza, perseguida durante todo el viaje por un grupo de jinetes franceses que han asaltado un pueblo. Quienes actúan así no

Page 3: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

pueden ser amigos. Luis comprende rápidamente que Agustina es la mujer que portaba los documentos y la advierte que corre un gran peligro. La mujer sale de la casa de Luis convencida de que su noviazgo ha terminado.

Hay una reunión de patriotas en el domicilio de la condesa de Bureta, en donde se comentan los acontecimientos. En esta reunión se encuentra el tío de Agustina. Esperan la llegada de Palafox para comenzar el Alzamiento. Éste empezará al día siguiente, ya que en ese momento entra el coronel Antonio Torres confirmando que Palafox se pondrá al frente. Juan, que también ha llegado a la estancia, informa que la familia real española está prisionera en Francia, porque los documentos que ha recibido Palafox así lo prueban. A Francisco, le reconoce que su sobrina ha sido la portadora de los documentos para Palafox.

En la ciudad se ha pegado en varios lugares una proclama del general Guillelmi sobre los sucesos del Dos de Mayo en Madrid, que es acogida con insultos por los zaragozanos reunidos en una plaza. Desde un carro, Juan arenga a la multitud, que decide ir a buscar armas a Capitanía. En una sala de este edificio, Luis aconseja al Capitán General Guillelmi que tome medidas urgentes para mantener el orden. Ante el ruido de la muchedumbre que llega a la habitación, Guillelmi ordena que Torres disperse a la muchedumbre. Torres se niega a obedecer la orden y manda a la guardia que deje pasar a unos cuantos manifestantes. Entre los que suben hasta la estancia de Guillelmi se encuentran Agustina y Juan. Cuando Luis les dice que los franceses son amigos, Agustina y Juan se abren paso hasta los primeros manifestantes, replicando que los “amigos” solo se dedican a saquear y asesinar. Indignada Agustina, abofetea a Luis y como consecuencia, Guillelmi da la orden, de que se les desaloje del edificio. En ese momento, una voz lee en el exterior el bando del general Palafox que asume el mando militar de toda la región como Capitán General. Juan dice a los presentes que vayan a buscar armas al castillo de la Aljafería. El coronel Torres ordena que Guillelmi y sus acompañantes sean enviados a prisión. Ante la pregunta de Juan de quien era el hombre que ha abofeteado Agustina, ésta replica que prefiere no hablar de él.

En Capitanía General, Palafox coordina y organiza el levantamiento de acuerdo con los medios de que dispone. Reconoce a sus oficiales que cuenta con un escaso número de fuerzas. Prácticamente no hay ejército regular. La única alternativa es la de olvidar las enseñanzas militares

Page 4: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

El capitán general Juan de Guillelmi (Juan Vázquez) ordena disolver la multitud

El coronel Torres (Jesús Tordesillas) arresta al capitán general Guillelmi

Page 5: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

y confiar en el paisanaje. En la casa del tío de Agustina, mientras éste se prueba el uniforme dice que los detenidos con Guillelmi han solicitado pasarse al bando patriota. La noticia es confirmada por Juan, que viene de Capitanía y anuncia a Agustina que Palafox le ha concedido la libertad de Luis Montana.

El marqués de Lazan, hermano de Palafox llega a Capitanía con una propuesta de rendición por parte de Murat. En caso contrario la ciudad será arrasada. Informa, además, que el general de división Charles Lefebvre Desnoëttes ocupará la ciudad con un ejército de 10.000 hombres. Este ejército se encuentra en Pamplona y llegará a Tudela en unos días. Ante esa noticia Palafox decide salir a su encuentro con los hombres de que dispone.

El ejército de Palafox abandona la ciudad para su encuentro con los franceses. Los paisanos le despiden, pudiéndose comprobar que, junto a las tropas regulares, marchan también numerosos paisanos armados. Para darse una idea del grado de improvisación de las fuerzas, varios paisanos comentan al oficial que les acompaña, que ellos solo combatirán junto a los de su pueblo, a pesar de que el oficial les informa de que están asignados a su compañía.

Han pasado varias horas. Un correo militar entra en la ciudad y sin contestar a los paisanos, se dirige a Capitanía donde comunica a Palafox que el ejército ha sido derrotado por falta de refuerzos. En casa de la condesa de Bureta hay varias mujeres cosiendo. El tío Pedro detalla que el desastre ha ocurrido en Alagón. Entra en la estancia Agustina y todos comprenden que la guerra se aproxima a la ciudad. Ahora lo más urgente es recibir al ejército vencido.

El ejército derrotado hace su entrada por la puerta del Carmen. Varias mujeres buscan a sus maridos y, al comprobar las ausencias, empiezan a comentar que Palafox las ha engañado. Éste sabía lo que tenia que suceder con aquellos hombres. Un numeroso grupo de ellas se dirige a Capitanía, donde el coronel Torres les permite pasar por orden de Palafox. Las recibe desde lo alto de una escalera. Ha participado en la batalla y está herido en un brazo. Agustina, que ha acompañado a las mujeres, reconoce a Palafox como Lorenzo el Pastor de la Alfranca. Recrimina a las mujeres por su exigencia y tras un encendido discurso, en el que insiste que es preferible morir a la esclavitud, las mujeres vitorean a Palafox.

El ejército de Lefebvre se encuentra frente a la ciudad haciendo los preparativos del asalto. Palafox habla a los zaragozanos desde el balcón de Capitanía. Ha rechazado el ultimátum de Lefebvre y todo el pueblo debe defender la ciudad. Está seguro de que cuenta con apoyo divino y por ello ha mandado bordar la imagen de la Virgen del Pilar en la bandera. El general Lefebvre se ríe de la respuesta de Palafox y ordena el ataque a la ciudad para el día siguiente, 15 de junio de 1808. Este ataque comenzará en las puertas del Carmen y Santa Engracia.

Las baterías francesas bombardean las murallas donde se han situado los defensores, la mayor parte paisanos, entre los que también se encuentran mujeres. Las imágenes de la película muestran que en esta defensa participa el pueblo, tanto mujeres como hombres. Después del bombardeo, las tropas francesas llegan a las murallas y penetran por las brechas abiertas; los defensores luchan con lo soldados en combates cuerpo a cuerpo. En un solar, Agustina está atendiendo a un herido cuando aparecen varios defensores anunciando que los franceses están encima. Agustina, reprocha su cobardía, quita el mosquete al hombre que ha dado la alarma y grita que deben volver a la muralla. El coronel Torres pide refuerzos para Santa Engracia a Palafox, pero éste se los niega. Finamente, los defensores rechazan a los asaltantes que se retiran a través de la muralla. El general Lefebvre reconoce que el asalto ha fracasado y los defensores celebran el triunfo cantando una jota y gritando ¡Viva Zaragoza!

El general Lefebvre es sustituido por el general Lacoste. En este acto, el primero comenta al segundo, que sus hombres están luchando contra alucinados, pero Lacoste informa que para asaltar la ciudad llegarán 47.000 hombres; además todavía se puede jugar una última carta en la ciudad. El afrancesado que antes visitó a Luis aparece otra vez en su casa. Informa que los franceses iniciarán dentro de poco un asalto por sorpresa, pero que necesitan un apoyo dentro de la ciudad. Un hombre deberá eliminar a Palafox. Si todo sale bien, el afrancesado, asegura que conseguirá un decreto de Lacoste donde nombra a Luis, Prefecto de la ciudad conquistada. Luis responde que ha cambiado de bando y que le denunciará inmediatamente. Tiene lugar un forcejeo en el que Luis consigue matar al oponente con su propia pistola. De inmediato, Luis se dirige al

Page 6: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Primer ataque francés a la ciudad

hospital donde está Agustina para advertir de los planes de Lacoste sobre Palafox y que todos deben estar prevenidos.

Un nuevo ataque a Zaragoza. Hay un intenso bom-bardeo que destruye varios edificios, entre ellos la casa del tío de Agustina que muere bajo los escombros. Lacoste observa, que el hospital todavía no ha sido alcanzado y ordena su destru-cción. Las granadas caen sobre el edificio, provocando la huida de los que permanecían en el patio. Luis se ha dado cuenta de que el hospital está siendo bombardeado y se dirige para buscar a Agustina, encontrándola sin sentido bajo varios escombros. La deposita en una camilla, se dirige a una fuente por agua, pero llega Juan, que también la busca. Agustina se recupera con Juan y ambos comprenden que se quieren. Juan la besa. Luis presencia la escena sin que hayan advertido su presencia y es consciente de que ha perdido el amor de la mujer.

Tiene lugar la boda de Agustina y Juan en la basílica del Pilar. Los franceses ya están dentro de la ciudad y se lucha con ferocidad en la iglesia de San Agustín, en cuyo interior van penetrando las tropas francesas, incluso caballería, mientras que los defensores, entre los que se encuentran los hombres de Juan, disparan desde el púlpito. Palafox es informado de que la situación en el Carmen y en la iglesia de San Agustín es desesperada. Mi-entras tanto, en el hospital, a instancias de Agustina para que un médico inspe-ccione a un enfermo, se descubre que éste tiene la peste. Para subir la moral, los defensores cantan varias jotas.

La llegada del invierno mu-estra a los zaragozanos en muy malas condiciones físicas dentro de un paisaje navideño. Comentan que el propio Palafox ha caído enfermo. En la habitación de éste, los oficiales informan que apenas existen hombres útiles para la lucha. La peste ha provocado numerosas bajas y las mujeres están recogiendo los cadáveres. Palafox decide considerar combatientes a todos los habitantes de la ciudad, sin distinción de edad y sexo. Hay que hacer honor a los 60.000 voluntarios que han caído. Un emisario del general Lannes, que ahora es el general responsable del cerco, ofrece la capitulación a Palafox, porque el resto del país ya lo ha hecho. Solo Zaragoza resiste en una lucha sin sentido. Palafox replica que no sabe capitular y que en todo caso lo hará después de muerto. Lleva al emisario a la basílica del Pilar para que compruebe directamente donde encuentran ánimos para seguir resistiendo. Ese es el secreto de la ciudad.

Llega el asalto definitivo. Los defensores son arrollados por los franceses. En una batería se encuentra Juan con Agustina, que, ante la situación desesperada, sale en busca de refuerzos. Un disparo de cañón derriba a los defensores de la batería, entre ellos a Juan. Al mismo tiempo, Luis, que también se encuentra entre los defensores, muere en la lucha cuerpo a cuerpo contra un portaestandarte francés gritando ¡Viva España! Palafox está en la cama y no puede incorporarse a los oficiales de su Estado Mayor que han decidido morir en las murallas.

Lucha en el púlpito de la iglesia de San Agustín

Page 7: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

En una calle de la ciudad aparece el coronel Torres en busca de defensores, pero solo encuentra a un sacerdote con los muertos y enfermos. No hay hombres útiles, pero ante la pregunta de si se va a entregar el Pilar, todos los supervivientes, enfermos y mujeres, se ponen en pie y se dirigen cantando, como si fuera una procesión, a las murallas para intervenir en el último combate.

La caballería francesa se desliza silenciosamente entre montones de cadáveres de los defensores. No hay oposición, todos han muerto. Agustina vuelve a la batería y descubre a su marido que muere en sus brazos, pero que antes, la pide que siga luchando. Indignada, grita contra los franceses y dispara el cañón por última vez.

Agustina vuelve a la realidad en el palacio real de Madrid donde el rey Fernando la condecora como símbolo de todos los héroes de España que lucharon en la Guerra de la Independencia.

Consideraciones

Se trata de una película de las históricas, realizadas al principio de los años cincuenta, pero con ciertas

matizaciones.1 Es una producción que gozó de bastantes medios materiales para su rodaje, lo cual se nota en las escenas de combates. En los títulos de crédito se agradece la participación del ejército español, teniendo como asesores el teniente coronel de Estado Mayor Antonio Fernández Prieto y el comandante José Artero Soteras. Hasta ahora pocas producciones habían dispuesto de un presupuesto tan importante como el de esta película. La revista Primer Plano comentaba a raíz de su estreno:”Para resucitar este glorioso episodio histórico se necesitaba un esfuerzo gigantesco. Cifesa lo ha comprendido y lo ha llevado a cabo. El ejército francés, con sus miles de soldados de infantería, su caballería y artillería, da a este film el esplendor impresionante de su masa y de sus brillantes uniformes. Tres mil soldados desfilan, y también luchan, lo cual ha costado a la productora 350.000 pesetas diarias. Cifesa ha reconstruido la Zaragoza de esa época gracias a un centenar de decorados. Otros planos se han rodado en los mismos lugares históricos que se citan en esta historia. Se ha confeccionado más de diez mil vestidos para el ejército francés y los guerrilleros españoles..”2 Como consecuencia de estos medios, se han conseguido escenas convincentes de los ataques a Zaragoza - si el espectador se olvida de las cargas de la caballería – muy diferentes de producciones anteriores como El Abanderado. El objetivo es imbuir al espectador que los franceses habían puesto medios importantes en el sitio de Zaragoza. La película no mantiene ninguna referencia, ni ningún parecido, con la película realizada en 1928 por Florián Rey. El director de fotografía es el norteamericano Ted Pahle, que había sido jefe de operadores de la Paramount; su trabajo se nota en los encuadres generales y sobre todo en lo cuidados primeros planos. Como detalle curioso, la película acepta, en ocasiones el uso de otras lenguas, como el catalán, que emplea el guerrillero Escudella.

Producida por Cifesa, que gozaba de amplias subvenciones por parte del estado, la empresa quiso aprovechar el éxito de Locura de amor, otra película que había dirigido Juan de Orduña con el protagonismo de Aurora Bautista, la misma heroína que encarga a Agustina de Aragón. El director de Cifesa, Vicente Casanova, se había embarcado en la realización de otros films históricos como Alba de America, La leona de Castilla y Lola la Piconera, durante el período 1948 a 1950. En la anterior película, el actor que encarna a Palafox, Fernando Rey, desempeñaba el papel de Felipe el Hermoso, con lo cual a la nueva Agustina de Aragón se incorporaban bastantes miembros del equipo anterior.

1 Hay un interesante análisis de la película realizado por María del Mar López Talavera en El cine español y la Guerra de la Independencia: Acordes y desacuerdos, Aportes 46, XVI (2/2001) , pp 65-77 que coincide en sus apreciaciones generales con este texto. 2 Primer Plano 15 de octubre de 1950, citado por Emmanuel Larraz en La Guerre d´Independence dans le cinema franquiste, en Les espagnols et Napoleón. Actes du colloque International d´Aix-en-provence, 13,14, 15 octobre 1983, pag 249

Page 8: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

En Agustina de Aragón, el director desarrolla una descripción paralela entre el drama amoroso de la protagonista y las circunstancias históricas en que se desenvuelve la ciudad. La primera hora de la película cuenta una persecución de la protagonista con alusiones al momento en que se vive el comienzo de la guerra. Los franceses son presentados, especialmente, el capitán de un puesto de control, como violadores y asesinos, que no les importa matar a los indefensos aldeanos. Si estos recurren a la violencia es por venganza como consecuencia del comportamiento de los soldados napoleónicos. La conspiración para el Alzamiento se va perfilando y los preciosos documentos que lleva a

Zaragoza Agustina son la clave de la rebelión. Los afrancesados aparecen como personas conscientes que no dudan en traicionar a su patria, incluso uno de ellos, tiene tal poder, que da Instrucciones al Gobernador Militar de Barcelona y Luis Montana, el novio de Agustina, hace lo mismo con el Capitán General de Aragón, Guillelmi. Es muy curioso que el afrancesamiento de Luis se describa por el descubrimiento de las Obras Completas de Voltaire, aunque Agustina, más bien le reprocha el escrito que ha preparado para publicar en su periódico sobre la amistad con los franceses. El diálogo es el siguiente, tras darse la mano como ejemplo de “calida” efusión de novios en el cine de entonces:

-¿Has escrito tú esto? -Sí y no me avergüenzo. No he hecho más que

obedecer a los que mandan. Le guste o no le guste a la gente hemos de tolerar a los

franceses -¿De veras lo crees así? ¿Eres capaz de sentir lo que aquí has escrito? -¿Pero que te sucede? ¿Por qué me hablas de ese modo? -No puedo creerlo, pensar que tu recuerdo me dabas fuerzas para llegar hasta aquí

-¡Agustina! -No puedo creerlo. Día y noche perseguida. Huyendo siempre. Temiendo no poder escapar de esos soldados, para que ahora… - ¿Qué te perseguían? ¿Por qué? -¿Qué te importa? No podrías comprenderlo - Sí que me importa. Más de lo que supones. Dime Agustina:¿solo has venido a Zaragoza por mí? -¿Tanto te preocupa? -Es necesario que me hables claramente. Si te ha traído aquí lo que me imagino, corres todavía un gran peligro. -No sé de que me hablas, ni te entiendo. -¡No mientas Agustina, esto es más serio de lo que te figuras . Quizás te has comprometido demasiado te ruego que confíes en mí. Debes hacerlo. -¿Para qué?.Puedes estar seguro de que nunca recurriré a ti. Me basta verte al lado de nuestros enemigos para no dudarlo siquiera. De cualquier forma puedes estar tranquilo. Habéis llegado tarde. -Agustina, espera, no me has comprendido ¿como puedes creerme tu enemigo. Tu me importas más que todo.¿Hace falta que te lo repita - Adiós, Luis y no sabes como siento que tengan razón los demás. Con estas escenas el público recibe el mensaje de que los afrancesados, siempre muy bien vestidos, en

contraste con el traje regional de los patriotas, tenían un gran poder en la Administración española, ya que estaban infiltrados, cerca de las personas más influyentes, sean españoles o franceses, pero, además, con el don de cierta

Lectura de un afrancesado: Voltaire

Page 9: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

ubicuidad. Lo prueba el hecho, de que un afrancesado penetre en la ciudad sitiada y otro agente persiga a Agustina por Zaragoza antes de que entregue los documentos a Palafox. Es posible, que estas escenas recojan la influencia de ciertas películas americanas, que por los años cuarenta, presentaban la existencia de los comunistas como algo peligroso, difícil de detectar, pero real. En España esta presencia era mucho más efectiva, ya que la guerrilla republicana todavía se mantenía activa en algunas zonas.

La segunda parte de la película es el desarrollo de las luchas en Zaragoza. En ella, abundan los episodios históricos a los que poco a poco, se pretende dar un carácter de epopeya, evitando que el espectador intuya que, al final, la ciudad se rinde, y los franceses la conquistan. Se tiende a presentar que ha sucedido algo comparable a Numancia: todos los defensores han perecido. No hay rendición. Como detalle curioso, Palafox reconoce en la película que ya han muerto 60.000 voluntarios, cifra atroz para ese cerco, si los franceses disponen, como dice, Lacoste de 47.000 hombres. Se insinúa que la enfermedad es la causa de esa mortandad.

Un aspecto importante que destacar es que el ejército se ve arrastrado a la lucha, empujado por los paisanos. Así, en las escenas del asalto a la ciudad se puede observar que los civiles se combinan con los militares y las mujeres también intervienen. El mismo Palafox comenta a sus oficiales que deben confiar en el paisanaje y olvidar las Ordenanzas

Los generales o mariscales franceses, así como los españoles afrancesados, aparecen en la pantalla como unos tipos bastantes gruesos, como si fueran poco capaces de tomar decisiones, en contraste con la juventud y dinamismo de los patriotas.

Agustina es la persona que hace varias arengas en momentos críticos, Juan hace otra para iniciar la rebelión y Palafox cuando ya se inicia el sitio. Es decir, la necesidad de subir la moral procede del pueblo, aunque sea completada en su ejecución por el estamento militar. Finalmente, Agustina queda como única superviviente, después de la muerte de Luis, de Juan y también de su tío, doblemente, gloriosa viuda, e incluso, en esta lúgubre cuenta se podría añadir al desconocido patriota que le entregó los documentos al salir de Barcelona y a la madre de Juan. En cuanto a Palafox, si el público no conoce la historia real, podrá suponer que también perece victima de la enfermedad. En resumen, aquí no se salva nadie, excepto Agustina, aunque solo sirva para que pueda contarlo.

En esta película se insiste más que en otras históricas en las moti-vaciones religiosas. Se explica porque en los títulos de crédito figura como asesor religioso, Leandro Aina. También el guión literario y los diálogos se deben a Vicente Escrivá que posteriormente se espe- cializaría en varias produ-cciones importantes de tipo religioso que alcanzaron cierto éxito. Por ejemplo, los guerrilleros llegan al pueblo de Juan cuando se celebra una misa. Agustina se dirige al Pilar para despistar a un perseguidor. Es muy sintomática, la escena de Palafox llevando al mensajero de Lannes para mostrarle a los que rezan en la Basílica del Pilar y decirle que la Virgen era el secreto que daba fuerza a los zaragozanos para seguir resistiendo todas las adversidades.

Aunque en los títulos de crédito aparece como responsable de la música el maestro Juan Quintero, los trozos musicales que aparecen en la película recogen en varias ocasiones la celebre composición de Cristóbal Oudrid, El Sitio de Zaragoza. Un estudio de la música de la película efectuado en Francia señala que: “El análisis musical de la obra revela una partitura de una gran riqueza y de un fuerte coherencia perfectamente de acuerdo a los tres discursos, dramático, histórico e ideológico que estructuran en paralelo el desarrollo de la acción: patético destino de Agustina; heroica resistencia de Zaragoza; patriotismo exarcebado de la nación española.”3 Este mismo estudio resalta un inventario de seis secuencias musicales que componen la partitura de la película. Entre ellos hay música épica con fragmentos de la Marsellesa y del Sitio de Zaragoza, algunos trozos melódicos líricos bastante discretos para las escenas entre Agustina y Juan, música religiosa de la basílica y finalmente cinco jotas cantadas en momentos claves de la película, como por ejemplo una copla de unidad nacional española, la cantada después del discurso de Palafox en el balcón de Capitanía y la jota “Levántate Zaragoza” cantada por mujeres, niños, viejos enfermos cuando el pueblo se reúne para el último combate en las escenas finales que se transforma en una apoteosis heroica que recuerda el final de una ópera.

La historia en realidad

Al principio de la película una voz en off sobre la imagen de una placa en la que está escrito “La patria a sus

héroes de 1808 y 1809”, dedica la película con el siguiente texto: “A los héroes gloriosos de la Independencia de España dedicamos esta película que no pretende ser un exacto y detallado proceso histórico de la gesta inmortal de los Sitios de Zaragoza, sino la glosa ferviente y exaltada del temple y del valor de sus hijos, de sus héroes y heroínas, reunidos en la impar figura de Agustina de Aragón, símbolo del valor de la raza y del espíritu insobornable de Independencia de todos los españoles” .Muy de acuerdo con el lenguaje oficial del gobierno.

Por lo tanto, como película histórica de esos años, su finalidad no es la de ajustarse a los hechos históricos, sino trasladar al espectador las premisas que al régimen le interesaba insistir en esos años: patriotismo, obediencia al jefe militar, sacrificio de los buenos patriotas, sublevación del pueblo contra el invasor, lucha contra las ideas enciclopedistas, fe religiosa en la Patrona, resistencia al extranjero hasta la muerte….Es evidente que la transposición de estos parámetros a los sitios de Zaragoza no resulta muy difícil si se escogen con cierto cuidado la mezcla de

3 Jean Sentaurens, La guerre de l´indépendance et le cinéma espagnol. Variations musicales autour du patriotisme en Actes du colloque La musique dans le théâtre et el cinéma espagnols. Pau 28 et 29 janvier 2000. Université de Pau et des Pays de l´Adour . Editions Fédéron 2002, pags 167-201

Page 10: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

ingredientes que interesa manejar y al mismo tiempo solo se añaden algunos episodios escogidos. En consecuencia, partiendo de que esta película solo proporciona información parcial y sesgada al que desconoce esos hechos, pero que no pretende profundizar en ellos, se recibe un mensaje general de que hubo una heroína y que Zaragoza fue defendida hasta la muerte por sus habitantes. Pero si se tiene cierto interés en saber lo que realmente sucedió hay que separar los dos elementos que componen el argumento de la película: los acontecimientos que tuvieron lugar durante los sitios de Zaragoza y la biografía de la protagonista, Agustina de Aragón.

Con respecto a los sitios, la ciudad sufrió dos. El primero comenzó en junio de 1808 y terminó en agosto, al ser levantado por los franceses como consecuencia de la batalla de Bailén. El segundo se inició a mediados de diciembre de ese año para terminar con la rendición de la ciudad el 21 de febrero de 1809. En la película no se diferencian ambos, parece que Zaragoza sufrió un sitio continuo.

José Rebolledo de Palafox y Melci tenía el grado de brigadier y pertenecía a los Reales Guardias de Corps. Efectivamente se encontraba oculto en la finca Alfranca cerca de Zaragoza.4 La explicación era que había desobedecido la orden del capitán general Jorge Juan de Guillelmi de incorporarse en un plazo de 24 horas a su destino en la primera compañía de los citados Guardias de Corps. El motivo de esa orden es que Palafox había llegado a Zaragoza procedente de Bayona el 5 de mayo con instrucciones verbales –según él - de Fernando VII para comenzar la rebelión. Mantuvo nada más llegar a Zaragoza una entrevista con Guillelmi, explicando la situación de la Familia Real en Bayona y la intención de iniciar una resistencia. Para sorpresa de Palafox, la respuesta de Guillelmi fue de “que le contrarió en todo y le hizo conocer desde sus primeras expresiones que ya estaba resuelto todo lo contrario”5 Al conocer la actitud desfavorable del Capitán General, Palafox se reunió con Antonio y Jerónimo Torres, el primero coronel, jefes del Cuerpo de Fusileros y con el capitán de artillería Ignacio López Pascual que eran partidarios de la insurrección. Guillelmi informó a Murat de lo que sucedía y además ordenó a Palafox que se incorporase de inmediato a su destino en Madrid. Palafox decidió entonces desobedecer y esconderse en Alfranca. Por lo tanto, Lorenzo el Pastor sabía muy bien lo que sucedía en Bayona y no necesitaba documentos. A la conspiración de Palafox se fueron incorporando diversas personalidades de la ciudad, tanto de la aristocracia, como de agricultores acomodados. Estos últimos podían actuar como transmisores para conseguir una afluencia de campesinos de los pueblos cercanos cuando fuera necesario actuar.

El día 24 de mayo había una gran multitud congregada frente a la Casa de Correos, que era el lugar donde se leía y comentaban las noticias de la prensa. Como entre esas noticias, la del día, era la de renuncia de la familia real al trono de España, la multitud enardecida encabezada por un practicante y un labrador acomodado se dirigió a Capitanía General para pedir las armas del castillo de la Aljafería. Como es lógico, Guillelmi se negó, pero los hermanos Torres aprovecharon la oportunidad y con el pretexto de calmar los ánimos, desviaron a la multitud al castillo con el propio Capitán General, el cual se vio obligado a entregar las armas. Nada menos que 25.000 fusiles y 80 piezas de artillería. A partir de entonces, Guillelmi quedó encerrado en el castillo con el pretexto de salvar su vida. Pretexto muy justificado, porque en otras ciudades las multitudes exaltadas ya habían asesinado a militares de alta graduación, cuando estos tuvieron alguna duda sobre cómo debían actuar ante la presión popular. Quedaba al mando el segundo de Guillelmi, el teniente general Carlos Mori. En esta situación, el teniente general reunió al día siguiente al Ayuntamiento y al Real Acuerdo para decidir la persona que se encargaría de encabezar el levantamiento. Nadie se ofreció. Por la noche, la conspiración de Palafox dio sus frutos, porque un grupo de agricultores se desplazó a la Alfranca para pedirle que se pusiera al frente de los sublevados. El día 26 en la reunión del Real Acuerdo, Palafox informó a los presentes de la misión que traía de Bayona para resistir, así, que, a instancias de la multitud que desde fuera seguía lo que se deliberaba, fue nombrado Capitán General de Aragón después de la renuncia de Mori.

4 La bibliografía sobre los sitios de Zaragoza es muy abundante, pero un resumen muy práctico y detallado se puede encontrar en Juan Priego López (Ponente), Servicio Histórico Militar, Guerra de la Independencia 1808-1814. V.1I.Primera campaña de 1908. Librería Editorial San Martín. Madrid 1989. páginas 9, 15, 115 y sgs. La obra principal sobre los sitios en la que se basan bastantes otras es la de Agustín Alcaide Ibieca, Historia de los dos sitios que pusieron a Zaragoza en los años de 1808 y 1809 las tropas de Napoleón. Imprenta D.M. de Burgos. Madrid 1830 5 José de Palafox, Memorias. (Ed. Herminio Lafoz Rabaza) Ayuntamiento de Zaragoza. Zaragoza, 1994. pág.53

Page 11: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Informado de lo que estaba sucediendo en Zaragoza, el Emperador encargó al general de división Lefebvre Desnoëttes que se ocupase de someter a la ciudad. Con este objetivo, Lefebvre – que no era un general tan viejo como aparece en la película, tenía 35 años, una edad aproximada a la de Palafox que era de 33 – había llegado a Pamplona el 3 de junio. Tenía a su mando sólo unos 3.500 hombres y su primer objetivo en la aproximación hacia la capital aragonesa era Tudela. Allí debería esperar refuerzos. Alarmados por esta llegada, los habitantes de Tudela pidieron auxilio a Palafox, el cual envió a su hermano mayor el marqués de Lazan – primer teniente de Guardias de Corps con el grado de mariscal de campo, que había salido, según cuenta la película, de Madrid con una carta del ministro de la guerra O´Farril para convencer al hermano y que aprovechó para pasarse al bando rebelde - con una mezcla de soldados y paisanos que totalizaban unos 5.000 hombres. Pero esta mezcla de paisanos y soldados, no podía dar ningún resultado frente a dos columnas de soldados regulares que era el sistema adoptado para el ataque frontal. Lefebvre, que contaba con una buena caballería, 1.200 jinetes, 600 de los cuales eran los letales jinetes polacos6, no perdió mucho tiempo en deshacer la improvisada fuerza de Lazàn que se desintegró con rapidez. Como sucedía con frecuencia en las derrotas, los paisanos acusaban a sus jefes militares de “traición”, cuando eran ellos los primeros en salir huyendo mientras los soldados entrenados aguantaban los ataques de la caballería.

En su retirada a Zaragoza, el marqués de Lazán se encontró con los refuerzos que le había enviado su hermano José. Estos eran varias compañías de los fusileros de Aragón que estaban al mando del coronel Antonio Torres. Se trataba de tropas veteranas. También se incorporó otro hermano Palafox, Francisco, el segundo de la familia. Con estos refuerzos, unos 3.000 hombres y 100 jinetes de Dragones del Rey, el marqués de Lazan resolvió plantar cara otra vez a Lefebvre. Pero éste ya había recibido en Tudela los refuerzos que esperaba, entre ellos infantería polaca y francesa, junto con varias piezas de artillería. Tenía 5.158 hombres que ya le permitían adelantarse hasta Mallén, más cerca de la capital aragonesa. Al marqués de Lazan no le quedó más remedio que desplegar sus hombres en este pueblo, pero el encuentro que tuvo lugar el 13 junio, fue de poca duración. Una columna atacó su ala derecha, mientras que los jinetes polacos lo hacían por la izquierda sin encontrar una fuerza de caballería que les pudiera contener. Los soldados veteranos españoles se pudieron replegar al pueblo en cierto orden, pero los paisanos se declararon, como en el encuentro anterior, en fuga a los primeros disparos. Era la segunda derrota.

Las noticias de esta derrota llegaron a Zaragoza, pero los habitantes lejos de desmoralizarse, reaccionaron convocando a toda le gente útil a la salida de la población. Millares de ciudadanos se presentaron para recibir un arma, la mayoría de los cuales desconocía su uso. Aquella multitud se puso en marcha con poco orden, agrupándose los componentes por razones de parentesco o amistad. Estas son las escenas que muestra la película cuando el ejército improvisado sale de la ciudad donde van mezclados soldados y paisanos. En total unos 6.000 hombres, de los cuales solo 500 eran soldados que se podían considerar veteranos. Con Palafox a la cabeza se dirigieron al pueblo de Alagón distante unas cinco leguas, seguido por un convoy con víveres. Pero como una de las bazas que jugaban hábilmente los imperiales era precisamente la velocidad de desplazamiento, la sorpresa de este improvisado ejército fue que en Alagón ya estaban los franceses esperándoles en la mañana del 14 y sin tiempo para descansar empezó el combate. Combate que no aparece en la película. Lo que sucedió se parece algo al combate de Mallén. El ejército francés atacó en tres columnas. Dos lo hicieron por el centro, que respondió al ataque con más o menos fortuna, pero la tercera columna compuesta por la caballería, desbordó el flanco de las improvisadas tropas de Palafox. Acometidas por la espalda, se produjo una desbandada general que no pudieron contener Palafox y sus oficiales, incluso a pesar de que el caudillo hizo una carga desesperada con los 100 Dragones del Rey, de resultas de la cual quedo herido en el brazo izquierdo.

El ejército de Palafox derrotado en Alagón entra en Zaragoza

La descripción de la entrada del ejército derrotado el día 14, que aparece en la película, puede coincidir con el

relato de Alcalde. “En este día presentaba Zaragoza el aspecto más lúgubre. Las puertas cerradas, un silencio tan profundo como extraordinario, el alboroto y la confusión de la noche anterior..; semblantes pálidos; madres y esposas taciturnas que no sabían si volverían a ver a

6 La actuación de los polacos en Zaragoza aparece en la película “Cenizas” de Wajda que se comenta más adelante.

General Lefebvre (Arturo Marín)

Page 12: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Los zaragozanos rechazan los ataques durante el primer sitio

Page 13: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

sus esposos e hijos; tales eran los objetos que de todos lados se ofrecían a la vista. A las cuatro de la tarde los fugitivos indicaron el éxito de la empresa. Entraban por la puerta del Portillo, agobiados, pero con espíritu. Pocos sabían dar razón de su compañero; infinitos fueron víctima de la sed y del cansancio, algunos quedaron prisioneros.”7

Llegó el día 15 de junio con la decisión de Lefebvre de atacar por sorpresa a Zaragoza ya que carecía de efectivos y artillería suficiente para un sitio regular. Con tres batallas ganadas era lógico que tuviera bastante confianza. Incluso comentó a varios prisioneros tomados en Alagón, a los que puso en libertad para que informaran a los zaragozanos “que habría de entrar en la ciudad a pesar de los treinta mil idiotas que querían oponerse a los esfuerzos de sus tropas aguerridas.”8 A las diez de la mañana la vanguardia ya había hecho retroceder a algunos destacamentos de soldados que se encontraban en las afueras, concretamente en el puente de la Muela y la Casa Blanca. Hacia las dos de la tarde las tropas francesas llegaron cerca de los muros.

Mientras se desarrollaban estos combates preliminares, Palafox decidía abandonar la ciudad ya que pensaba que “sin tropas no pudo esperar jamás en la defensa de una ciudad abierta con unos defensores que eran paisanos inexpertos en el arte de la guerra y sin fortificaciones.. por lo que considerando que si permanecía en la ciudad se exponía perderlo todo....determinó trasladar el Cuartel General a la villa de Belchite.”9 La salida de Palafox, en momentos tan críticos, se mantuvo secreta para no desanimar a los zaragozanos que se disponían a defender la ciudad. Palafox entregó el mando al coronel Vicente Bustamante y salió por la puerta del Arrabal con sus más íntimos colaboradores hacia Belchite.10 ”A las nueve Palafox desconfiado del éxito dirigió un oficio al teniente de Rey don Vicente Bustamante encargándole el mando; y enseguida tremolando un pendón con la efigie de nuestra señora del Pilar, para ver si a la vista de aquella imagen se inflamaban más los zaragozanos; quejándose de la dispersión del día anterior, marchó, manifestando que iba a recorrer los puntos. El marqués de Lazan permaneció hasta las tres de la tarde, y viendo que no podía conseguir ninguna noticia salió por el camino de Valencia, acompañado por don José Obispo.” 11

Los zaragozanos, desconocedores de la partida de Palafox, decidieron defender la ciudad frente a todos los pronósticos desfavorables. No en balde se habían repartido los 25.000 fusiles y 60 cañones del castillo de la Aljafería aunque parte se hubiese perdido en las tres derrotas anteriores. Solo había unos mil soldados veteranos y de 5.000 a 6.000 paisanos reglamentados de los Tercios. El resto, una multitud muy numerosa dispuesta a resistir.

Lefebvre envió poco después del mediodía tres columnas sobre la puertas del Portillo, Camen y Santa Engracia que fracasaron en su empeño de tomar la ciudad por la dura resistencia que los zaragozanos opusieron desde las casas, los muros, de todas partes. Como no se trata de contar con detalle los pormenores del asedio, baste añadir que por la noche los franceses habían fracasado en su intento de conquistar una ciudad, aunque fuera abierta, cuando los habitantes estaban decididos a defenderla a todo trance.

La decepción ante este ataque tuvo varias consecuencias. La primera que el Emperador decidió reforzar a Lefebvre con más unidades y que al frente de todas ellas se pondría el general de división Verdier que estaba en Miranda. La segunda, que Palafox informado en Belchite que la ciudad había resistido, decidió regresar para defenderla. Este regreso se haría recogiendo todas las fuerzas que pudiera encontrar y de paso cortar las comunicaciones del ejército francés con Tudela y Pamplona. A tal efecto reunió unos 4.000 hombres y se situó en el pueblo de Epila para luego pasar a la retaguardia de Lefebvre. Pero, éste que ya había recibido refuerzos importantes y conociendo la posición de Palafox, destacó a Epila al coronel polaco Chlopiski con el regimiento del Vístula, un batallón de infantería más 50 jinetes. En la noche del 23 esta fuerza sorprendió a la de

7 Alcalde pág 55 8 Alcaide pág. 54 9 Priego pág 121 basado en Marques de Lazan, Primera Campaña de 1808 en los reinos de Aragón y Navarra. Art 3º parr. 3º 10 Priego pág. 124 11 Alcalde pág. 58

Page 14: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Lucha en la iglesia de San Agustín

El combate final en Zaragoza

Page 15: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Palafox, que estaba lamentablemente descuidada. A los primeros disparos los paisanos salieron huyendo y el resto poco pudo hacer sino retirarse a Ricla. Era la cuarta derrota que sufrían los aragoneses y la segunda de Palafox en menos de un mes. Había perdido 600 hombres. El caudillo aragonés aprendió esta amarga lección y decidió evitar en un futuro el combate en campo abierto, si no contaba con soldados entrenados o veteranos, además de caballería para neutralizar a la de su oponente.

El día 26 de junio el general Verdier llegó a Zaragoza con refuerzos asumiendo además el mando de todas la fuerzas por ser de mayor antigüedad que Lefebvre. Éste no era sustituido, sino que cedía el mando por el motivo citado. El general Verdier contaba con el coronel de ingenieros Lacoste como responsable de las obras de asedio. En la película encontramos a Lacoste transformado en general sustituyendo a Lefebvre como general en jefe de los sitiadores. Pero esto no tiene importancia, porque de lo que se trata es de presentar un baile de jefes delante de la ciudad. Tres días más tarde Verdier recibió más soldados, de manera, que la fuerza de los sitiadores subía a unos 13.000 hombres frente a 8.120 defensores que seguía siendo una mezcla de combatientes entre los que había poca presencia de veteranos. El día 30 de junio Verdier dió la primera orden para el ataque comenzando con un intenso bombardeo que no causó daños importantes en la ciudad. El día 1 por la tarde, Palafox regresó a la ciudad con 1.300 hombres y 60 jinetes, aprovechando que el cerco no era completo. El día 2 de julio se inició el asalto a la ciudad mediante seis columnas que avanzaron por diferentes lugares. Todas las columnas encontraron una gran resistencia y solo la que se dirigió al Portillo de San Agustín, pudo tener cierto éxito al haber eliminado a los defensores de la batería apostada, En ese mismo punto, Agustina realizó la hazaña de coger el botafuegos y de un disparo afortunado, a menos de cien metros, provocar una gran mortandad entre los atacantes. Allí se crea la leyenda que más adelante se comentará. En breve. La feroz resistencia de los aragoneses supuso el fracaso de este asalto y el triunfo celebrado de los habitantes.

Verdier comprendió que para tomar la ciudad era necesario iniciar un sitio en toda regla con la apertura de trabajos de aproche mediante paralelas con zanjas. Pero como los efectivos franceses no eran suficientes, la ciudad podía de vez en cuando ser abastecida desde el exterior con comida o con hombres que se incorporaban a la defensa. El día 1 de agosto Verdier había recibido más refuerzos y decidió atacar el 4 de agosto. Este asalto se efectuó mediante tres densas columnas que actuando con eficacia pudieron llegar hasta el centro de la ciudad, el Coso. La ciudad casi podía darse por perdida; muchos iniciaron la huida por el único puente libre, el del Arrabal. El mismo Palafox lo creyó así, por lo que decidió abandonar la ciudad acompañado de su Estado Mayor, para dirigirse al pueblo de Pina. Dejó el mando al coronel Antonio Torres, ascendido ahora a brigadier, que según lo que se ha visto, era en realidad el defensor de la ciudad cuando todo llegaba hasta el último trance. Cuando todo podía considerarse acabado. La salida de Palafox no se comunicó a Torres, porque en un oficio remitido por éste a su jefe la noche del 4 se puede leer: “Luego que los enemigos pasaron a la cruz del Coso y la tropa se retiró al Arrabal, pasé en casa de V.E. y hallé que no estaba, ni sus señores hermanos: en consecuencia, me hice cargo del mando interinamente: reuní la tropa y oficiales que pude en el Arrabal, con la que pasé a la ciudad y tomé las providencias que juzgué oportunas para evitar que se extendiesen por la plaza; y después de un fuego que ha sido continuo y muy sostenido se han rechazado hasta el Coso.”12 Los zaragozanos reaccionaron. El mismo Torres coordinando los contraataques con el coronel, José Obispo, estabilizaron la situación. La ferocidad de la lucha era de tal nivel que el propio Verdier resultó herido. Lefebvre se encargó del mando otra vez. Palafox, mientras tanto, llegó al pueblo de Osera donde se oía el combate de Zaragoza. La ciudad se defendía a la desesperada. “Cosa, que no podíamos comprender” reconoce el marques de Lazan que acompañaba a su hermano.

En consecuencia, Palafox decidió volver a Zaragoza contando con las tropas que pudiera recoger en Pina o en otros lugares. En la madrugada del 5 leyó el mensaje de Torres que además decía, “y mi situación es la más crítica que ha tenido ningún militar por lo que juzgo que V.E. no la perderá de vista por lo que espero que V.E. o uno de sus señores hermanos se presente en la plaza por la mañana del 5 con refuerzos y auxilios..” Esto debió de impresionar a Palafox y es posible que se arrepintiera por no haberse quedado en la ciudad en esos instantes que parecían los últimos. Pero estos instantes no llegaron, porque la defensa continuó aguantando milagrosamente. Finalmente Palafox entró en Zaragoza el día 9 con un convoy de provisiones. El sitio había terminado. Los franceses habían recibido órdenes de levantarlo como consecuencia de la batalla de Bailén.

El fracaso del primer asalto.

Como se puede comprobar, la realidad histórica de este primer sitio es muy distinta de lo que presenta la

película. Es posible que asumiendo parte de la misma, los guionistas no pusieran a Palafox como el personaje que acompaña a Agustina cuando la condecora el rey, sino el general Antonio Torres, el jefe que supera dos veces el “todo está perdido.” La razón se desconoce, pero es posible que haya algo de cierto en ello. No se entra aquí a juzgar la conducta del caudillo aragonés saliendo de la ciudad en esos momentos tan importantes. Es probable que haya justificaciones de peso, como eran su falta de confianza en unos paisanos que tan malos resultados le habían dado en los enfrentamientos en campo abierto o que encerrarse en una ciudad con tan pocas posibilidades de defensa, era condenar de antemano a los escasos veteranos que tenía el ejercito de Aragón. Un ejército que Palafox pretendía crear

12 Alcalde Ibienca pág. 223

Page 16: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

y organizar, pero que no le interesaba hacerlo en una ciudad sitiada. Todo es posible. Las razones son muchas y los posibilismos también. Quizá sea mejor que dejemos actuar a los segundos, mientras no haya datos suficientes como para emitir juicios que en el análisis de una película no deben entrar. En todo caso, deben actuar como ilustradores, pero no como elementos de valoración histórica, ya que solo se utiliza la película como aliciente para saber lo que realmente ocurrió y no al revés.

Queda otro aspecto importante. ¿Quien era Agustina de Aragón? ¿Cual era su verdadera historia? La contestación a esta pregunta es un tanto sorprendente: no hay mucha información sobre la vida de Agustina.

Así como hay una abundante bibliografía sobre los sitios de Zaragoza13, hay pocos libros sobre Agustina de Aragón14. Todo ello explica que algunos historiadores conocidos escribieran que era soltera cuando sucedió el hecho citado del dos de agosto y que estaba en relaciones con el sargento que servía la batería. La confusión es mucho mayor porque el propio Palafox en un documento que se conserva en el museo del ejército describe:

“Al entrar en la batería observé a una joven de gallarda apariencia y talla elevada dando fuego a un cañón de a 24; y reconviniendo al Comandante Marco del Pont por haber permitido entrase una mujer en la batería en contravención a las órdenes que tenía dadas, me respondió el Comandante enterándome de lo siguiente: esta mujer se llama Agustina Zaragoza, natural del Principado de Cataluña, pero residente en la ciudad desde hace tiempo; joven de unos 22 años y enlazada con conexiones con un Sargento de Artillería, con quien estaba concertado su matrimonio; servía éste bizarramente aquel cañón de a 24, y a la sazón una bala enemiga lo acierta y lo tiende en el suelo; llegaba la Agustina a traerle el refresco y no se le permitió la entrada, contentándose en contemplar a su amante desde la gola de la batería, verle caer y presentarse ella en el mismo sitio fue obra de un momento; arranca del cadáver el bota fuego que tenía aún en la mano, llena de heroico entusiasmo dice: aquí estoy yo para vengarte, agita el botafuego y lo aplica al cañón declarando que no se separaría del lado de su amado hasta perder ella también la vida. Todavía la encontró el General en este ejercicio gallardamente colocada al lado del cañón, participando con todos de tan singular sorpresa, en tal grado que en el acto la concedió el sueldo y la graduación de Sargento, las mismas distinciones y premios que tenía ganados su desgraciado amante15

A pesar del escrito de Palafox – es curioso que no la mencione en sus Memorias - que luego sirvió para que otros historiadores lo emplearan como referencia, como es el caso de Gómez Arreche, quien hace referencia a un escrito del propio Palafox, posiblemente destinado a la prensa francesa, ya que está redactado en francés:

“Agustina tenía de veinte a veinticinco años; era morena, de grandes y hermosos ojos y aún cuando no podía pasar por linda, era graciosa, alta, bien formada y tenía una viveza sumamente agradable y un aire muy despejado. Amaba a un sargento de artillería, que murió en el momento de hacer fuego. Ciega de cólera arranca la mecha de las manos de su amante y jurando vengar la muerte de éste se abalanza al cañón de a 24 que servía y le da fuego. Yo fui testigo de aquella escena en el momento que llegaba a la batería, que estaba cubierta de los cadáveres de más de 50

artilleros, tendidos en el suelo, presentando el espectáculo más desgarrador. La joven brillaba con todo su esplendor, aunque envuelta en humo, y me saludó con una desenvoltura igual al valor. En el instante en que terminó el combate, cogí las ginetas del sargento muerto y las coloqué en los hombros de la amazona, que continuó después pe1eando en otras ocasiones, siempre exaltada y siempre guerrera. Bien merece algunas páginas de la historia, pues, aun cuando mujer nacida en el vulgo, se ha portado siempre como una heroína.”16

Agustina no era soltera ni la amante del sargento que servía la batería. Parece que tenía otro. Incorporemos algunos hechos.

En un escrito redactado por ella misma con fecha 12 de agosto de 1809 dirigido al rey, en este caso, el presidente de la Junta Central, cuenta algo de su vida y de aquel acontecimiento:

“Señor:“ Agustina Zaragoza, por otro nombre la Artillera

de Zaragoza, se presenta a V. M. y con su mayor respeto expone: “Que a primeros de Junio de 1808 salió de Barcelona con dirección a la capital de Aragón, habiéndose encontrado de paso en la primera escaramuza que padecieron los Franceses desde Esparraguera al Bruch, de donde se retiraron a Barcelona, y pudo la Exponente continuar cuando empieza a ser atacada por los Franceses, y queriendo alternar con sus mayores defensores los Artilleros, los anima y exhorta a la firmeza; y empieza a hacer este oficio sirviendo tacos y otras provisiones. Los días primero y segundo de Julio empiezan los enemigos el bombardeo contra la Ciudad, y a su estrepitoso ruido adelanta sus pasos hacia la batería de la puerta del Portillo, atacada con la mayor furia, pónese entre los Artilleros, los socorre, los ayuda y dice: ánimo Artilleros, que aquí hay mujeres cuando no podáis más. No había pasado mucho rato cuando cae de un balazo en el pecho el Cabo que mandaba a falta de otro Xefe, el cual se retiró por muerto; y caen también de una granada, y abrasados de los cartuchos que voló casi todos Artilleros, quedando por esta desgracia inutilizada la batería y expuesta a ser asaltada: con efecto, ya se acercaba una columna enemiga cuando tomando la Exponente un botafuego pasa por entre muertos y heridos, descarga un cañón de a 24 con bala y metralla,

13 En el Congreso Histórico Internacional de la Guerra de la Independencia y su época que tuvo lugar en 1908, Carlos Riba García, presentó un Aparato bibliográfico para la Historia de los Sitios de Zaragoza, con pocas referencias a Agustina de Aragón. 14 Se podrían citar los de Agustín Coy Cotonat, Agustina Saragossa Doménech, heroína de los sitios de Zaragoza, Taller Tipográfico de José guerra, Ceuta 1914, Francisco Lanuza Cano, Agustina de Aragón Ediciones GP Barcelona 1960, del mismo autor, Semblanza genealógica de Agustina de Aragón. Biografía histórica y Biografía humana Madrid 1957, Juan Antonio Continente Cuevas, Fulleda i Agustina d´Aragó, Ajuntament de Fullera 1986 15 Este documento y otros aparecen en el artículo de Francisco Lanuza Cano La famosa hazaña de Agustina de Aragón. La Artillera. Revista de historia Militar nº 2 pág 113 16 José Gómez Arreche y Moro, Guerra de la Independencia. Historia militar de España de 1808 a 1814. Tomo II. Imprenta y Litografía del depósito de la Guerra. Madrid 1875, pág. 354

Page 17: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

aprovechada de tal suerte, que levantándose los pocos Artilleros de la sorpresa en que yacían a vista de tan repentino azar, sostiene con ellos el fuego hasta que llega un refuerzo de otra batería, y obligan al enemigo a una vergonzosa y precipitada retirada. En este día de gloria mediante el parte del Comandante de la batería, el Coronel que era de Granaderos de Palafox, la condecora el General con el título de Artillera y sueldo de seis reales diarios que ha cobrado en aquella Tesorería hasta fin de Diciembre último, pasando como tal la correspondiente revista de Comisario, y haciendo las demás funciones de su destino.”

“Posteriormente trabajó en esta batería y en las demás a donde cargaban los Franceses, como podrán informar los Comandantes de Artillería Don José López y Don Salvador de Osta; los Tenientes Coroneles Don Pedro Iriarte, Gobernador que ha sido del Castillo en el segundo Sitio, y Don José Gabriel Moscoso; el Mariscal de Campo el Sr. Butrón; y también los Excmos. Sres. Don Lorenzo Calvo, y Don Francisco Palafox, y esto mismo atestiguan las gacetas publicadas en Zaragoza, de las cuales no ha podido conservar ninguna en medio de sus últimos infortunios.”

“La Exponente, Señor, no contenta de contribuir sólo a la defensa de las baterías, las ha dejado cuando conocía no había riesgo, para auxiliar donde más era necesario con municiones, víveres y demás, visto lo cual por el General, la mandó presentarse en su casa, y la concede los dos escudos de honor con el lema: defensora de Zaragoza y recompensa del valor y patriotismo, como se justifica con los dos despachos que ha podido conservar. Constante siempre en su valor y entusiasmo patriótico, se tiene en Zaragoza hasta que segunda vez la sitian y atacan los franceses.”

“Sería molestar demasiado la atención de V. M. si hubiera de referir todas sus acciones. Pregúntese, Señor, quién hizo los primeros fuegos de la batería de la puerta del Carmen para desbaratar las que los Franceses construían con el designio de batir aquella. Nadie ignora que la Artillera Zaragoza. Pregúntese cómo se portó en la batería el día 31 de Diciembre que no faltará aún en esta Ciudad quien será testigo de que el mismo General por su mano le dio la cinta de honor que usa, cuyo documento perdió siendo prisionera. Pregúntese quién se puso delante de nuestra tropa cuando después de tener los Franceses tomado entre otros puntos el Convento de la Trinidad Descalza, se trató de desalojarlos saliendo por una de las troneras de la Misericordia y Puerta del Portillo, y no faltará quien diga que la vió avanzar la primera, y que sorprendida nuestra Tropa por la salida que el enemigo hizo por un portillo a la espalda del Convento, fueron rechazados los nuestros y obligados a retroceder a toda prisa, y que no habiendo podido seguir la Zaragoza por la

Page 18: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Agustina se avergüenza de la cobardía de algunos zaragozanos

demasiada precipitación, viéndose ya casi a las manos de los Franceses, no le quedaba más arbitrio que tirarse al foso del cañón puesto en la Misericordia al frente de dicho Convento, de donde la sacaron sus compañeros los Artilleros, continuando después dentro de la Misericordia, proveyendo de cartuchos y piedras a los Combatientes antes de regresarse a la batería donde ya la creían perdida. Pregúntese, Señor, que hizo esta Artillera a los tres o cuatro días que se repitió la misma salida con el mismo objeto y no faltarán millares de personas que confiesen que no habiendo podido conseguirse a causa de hallarse parapetados los franceses de sacos de arena ocultos dentro de la misma puerta del Convento, tuvieron que abandonar el proyecto con alguna pérdida de una y otra parte, y que deteniéndose la Zaragoza en medio de tanto peligro, quitó a un tambor francés la caja, cogió dos fusiles de los muertos, y lo presenta todo al Comandante de su batería, el referido Coronel que era de Granaderos de Palafox quien habiendo dado parte de esta acción al General, ofreció S.E. a la Exponente su debido premio; pero esto no pudo tener lugar por la última desgracia de esta Ciudad, digna de llorarse con lágrimas de sangre.”

“En medio de todo sólo la cruel peste de que fue acometida podía hacer desistir de su empeño de resistir a tan vil canalla.”

“Postrada en una cama puesta en el repuesto de un cañón, dentro del Convento de San Agustín, oye la funesta noticia de rendición y de que se acercaban los Franceses; pónese en pie, consigue que la ayuden a vestir, y también a su hijo de cinco años que se hallaba en igual estado, quiere salir huyendo, cae en manos del enemigo, porque hubo quien dijo esta es la artillera, y la llevaron con otros muchos a la Casablanca. Extiéndase la voz entre los Comandantes franceses que la Artillera Zaragoza estaba prisionera, y se le presentan dos, cuya maldita lengua no entendió, y se deja comprender por la caridad que después dispensaron. Esta no fué otra que hacerla andar, sin consideración a su enfermedad, con todos los demás Prisioneros y su hijo, hasta que apiadado uno de éstos, el Ayudante de Artillería Don Pedro Bustamante, le cedió uno de los dos machos que llevaba, donde fué con su criatura hasta que en Caparroso le robaron el macho, ropa y dinero que llevaba. Imposibilitada ya de esta suerte y temiendo un golpe de algún bárbaro, se presenta al Comandante francés pidiéndole que la dejara, y no encuentra más apoyo que el permiso de continuar su camino sobre una carreta. Llega a Puente la Reina, y metiéndose entre los demás enfermos del Hospital; es aquí donde consigne que la olviden los Infames, y donde pudo desviarse hasta llegar a Cervera de Aguilar, en cuyo Pueblo se restableció algún tanto con el socorro de algunas piadosas almas, a quienes conmovían sus desgracias.”

“Llegada a Olvega perdió a su hijo a la fuerza del contagio, fatiga del camino y falta de recursos para asistencia.”

“Se presenta en Teruel a aquella Junta y su Gobernador, Don Luis Amat, pide pasaporte para el Ejército, y con él se presenta también a los Generales el Sr. Marqués de Lazan y el Sr. Don Joaquín Blake, quienes unánimes convinieron en concedérselo para presentarse a S. M.”

“Señor; en vista de estos y otros hechos de que no puede menos de gloriarse la Artillera Zaragoza con toda la nación, ¿qué no debe esperar de la generosidad con que V. M. sabe premiar el valor y patriotismo más acendrado? Interesa a V. M., interesa a la Nación; interesa a la Exponente, y en V. M. confía.”= Sevilla 12 de Agosto de 1809 = Señor = A. L. R. P. de V. M. = Agustina Zaragoza = Rubricado .

“Señor: “Atendidos los motivos que van expuestos anteriormente, y 1a necesidad en que me hallo por haberlo perdido

todo siendo prisionera; suplico a V. M. se sirva concederme el sueldo de Capitán efectivo, librándome en su virtud el correspondiente despacho. Sevilla 26 de Agosto de 1809.” = Señor = Agustina Zaragoza = Rubricado.

Al margen de este memorial, se lee: “S. M. concede sueldo y grado de Alférez de Infantería.” = Fecho en 30 de Agosto de 1809.17 De este escrito se puede deducir que Agustina tenía un hijo de cinco años y que murió después del sitio en el

pueblo de Olvega. No obstante, es curioso que no mencione los motivos para ir a Zaragoza ni su estado civil.

17 Lanuza páginas 109-112

Page 19: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

Según Francisco Lanuza, Agustina Zaragoza Doménech nace en Barcelona en 1786 y con diecisiete años se casó con Juan Roca Vilaseca, cabo segundo del Primer Regimiento del Cuerpo de Artillería de Barcelona. Al comenzar la Guerra de la Independencia, el marido de Agustina participa en el conflicto, concretamente en la acción del Bruch según se recoge en su expediente. Lógicamente esto significaba la separación y parece que Agustina se dirigió a Zaragoza con su hijo de cuatro años para ir a casa de sus padres. Otra hipótesis es la de buscar a su marido. 18

Para ir completando los aspectos de la vida de esta mujer, la parte de investigación más reciente e interesante

es la de Ana María Freire que ha efectuado una prospección reciente sobre la vida de Agustina.19 Esta investigación se apoya en gran parte en la novela histórica escrita por la hija de Agustina, Carlota Cobo, donde se aportan ciertos datos que resultan muy interesantes.20 Esto es lógico, porque la hija de Agustina ha sido quien ha podido cubrir aquellas partes de la vida que no se pueden conocer solamente basándose en expedientes militares o referencias históricas incompletas. Es evidente que una novela histórica no carece de ficción, pero la depuración de la misma se puede hacer con la ayuda de los documentos citados antes.

Agustina, efectivamente, se dirige a Zaragoza en busca de sus padres pero en el camino se encuentra con la primera escaramuza en Esparraguera donde logra que se perdone la vida a dos prisioneros franceses. En este viaje, Agustina se encuentra con Luis Talarbe, el verdadero amor de su vida, que se ofrece acompañarla y protegerla. Es un segundo encuentro, ya que según la novela, Agustina lo había conocido en Mahón, ciudad a la que se había destinado Roca poco después de casarse. Después de las acciones que se han contado antes, Agustina comparte con Talarbe los azares del segundo sitio. Ambos son hechos prisioneros, pero los dos consiguen fugarse, ella del hospital de Puente la Reina, según cuenta, y él de Pamplona, también de un hospital donde estaba con varios prisioneros. No debía ser difícil tal evasión, debido a la gran cantidad de enfermos de peste que había en la ciudad cuando sobrevino la rendición.

Agustina y Talarbe viajan juntos a Sevilla, donde es homenajeada por la Junta central que la reconoce el grado de alférez de infantería el 30 de agosto de 1809 según consta, también, en el documento anterior. Después de un viaje a Gibraltar ambos se embarcan para Alicante y posteriormente para Tortosa, donde iba a comenzar el asedio del ejército de Aragón mandado por el mariscal Suchet. Tortosa se rinde en enero de 1811 y Agustina vuelve a caer prisionera con su amor, o amante, Talarbe. Ambos son enviados a Zaragoza donde el segundo consigue escarparse del hospital, con la ayuda de Agustina. Después de esta fuga, pasan a ser destinados a la división de Morillo que participa en la batalla de Vitoria bajo el mando de Wellington. Después de esta victoria ambos llegan a Valencia donde Talarbe ya es teniente coronel. Pero en Valencia, Agustina recibe una carta de su marido Juan Roca, al que creía muerto, que la reclama. Dura decisión, pero el deber conyugal en esa época, está por encima de su amor por Talarbe y Agustina debe volver con Roca para mantener un matrimonio infeliz. Talarbe ya no tiene interés en permanecer en España y parte para América a las órdenes de Morillo, donde se casa y vuelve a España diez años más tarde con el grado de general.

La nueva situación de Agustina con Roca termina mal. Hay una separación y Agustina solo vuelve a verle cuando Roca muere en Barcelona. La vuelta de Talarbe casado, no arregla la situación sentimental de Agustina que se ha casado a su vez, sin amor con Juan Cobo y Mesperuza, un médico, doce años más joven que ella.

Agustina se marcha a vivir a Ceuta donde muere. Otra incógnita. ¿Quién era Talarbe? Según los expedientes y biografías de los componentes del Estado Mayor

analizados por Ana Freire, los hechos descritos coinciden con los del teniente general José Carratalá y Martinez que llegó a ser en 1838 ministro de la Guerra, luego Capitán general de Andalucía y senador por Sevilla hasta su muerte en

18 id Lanuza págs 89-92 19 Ana María Freire, Historia y Literatura de Agustina de Aragón en Actas del III Coloquio de la Sociedad de Literatura Española del siglo XIX , Lectora heroína, autora (La mujer en la literatura española del siglo XIX) (Barcelona 23- 25 octubre 2002) Universitat de Barcelona 2005 20 Carlota Cobo, La ilustre heroína de Zaragoza o la celebre amazona en la Guerra de la Independencia: Novela histórica, Imprenta de Santiago Aguado, Madrid 1859

Page 20: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

1855, un año y cinco meses antes que Agustina. Como la novela sobre Agustina se publica cuatro años después, es lógico que no se identificara claramente a Carratalá con Talarbe porque era un personaje real de cierto relieve.

¿Se debe de terminar con estos datos? A veces la realidad histórica supera la propia ficción. Imaginemos qué película, o incluso, qué serie televisiva de varios capítulos podría haberse rodado si colocamos a Agustina con Talarbe/Carratalá luchando, juntos en Zaragoza, fugándose, volviendo a luchar en Tortosa, escapándose otra vez, participando en batallas. En medio de esas convulsiones históricas, es seguro que vivirían su gran amor. Sería una buena mezcla, porque a las dosis de violencia se añade el atractivo de un amor imposible. ¿Hay algún paralelismo de la película comentada con la vida real? Es posible que el personaje de Luis Montana, el afrancesado, pudiera ser comparable a Juan Roca, como amor desgraciado y el Juan, el guerrillero que lucha con ella en Zaragoza al de Talarbe. Pero el guerrillero debe morir porque es un amor imposible y lo hace en la batería coincidiendo con lo escrito por Palafox. Agustina doblemente viuda de Roca/Talarbe y Luis/Juan. Amor imposible, desgracia, destino… Todo son elucubraciones donde se pueden hacer muchas fantasías. Pero la imaginación no debe jugar con la historia y por lo tanto cada uno es libre de pensar lo que le inspiren estas líneas.

Actualmente, las películas históricas pueden contar aspectos mucho más humanos o si se quiere atrevidos, que en los años cincuenta, donde este tipo de pasiones no se podían presentar en la pantalla sin cierto escándalo. Por lo tanto, si se rodase una tercera película con la vida real de Agustina es posible que primaran en el público las apreciaciones afectivas más que las admirativas sobre la vida de esta mujer. Mucho más interesante como persona humana que como heroína mitificada.

La muerte de Juan El Bravo.

El director

Juan de Orduña fue actor de teatro y actor y director de cine. Trabajó como actor de teatro desde niño y en 1925 con 18 años ya es conocido en el cine también como actor. Con veinte años, combina la actuación con la dirección, siendo Una aventura de cine inspirada en un relato de Wenceslao Fernández Florez su primer trabajo como director. No debió de ser una buena experiencia, porque solo volvió a dirigir al término de la Guerra Civil, aunque después de 1939 también trabajó de actor en cuatro películas. En 1942 dirige A mi la Legión film considerado patriótico y que recuerda algo La Bandera de Julián Duvivier, pero que inició una manera de rodar películas sobre militares en los años posteriores. La comedia de alta sociedad o de los teléfonos blancos que se puso de moda en las pantallas del cine italiano por esos años le facilitaron el rodaje de títulos como Deliciosamente tontos (1943), Ella, él y sus millones (1944), Tuvo la culpa Adán(1944), Yo no me caso( 1944). En 1948 rueda Locura de amor, que es la primera película importante de tipo histórico que llega a las pantallas españolas. El éxito es importante y Juan de Orduña había confiado el papel protagonista en Aurora Bautista, una joven actriz de teatro. A esta película de género histórico le siguen, además de la estudiada Agustina de Aragón, La leona de Castilla (1951) y Alba de América (1951), que cierra este ciclo, porque el público ya había perdido el interés por este tipo de cine. Tres años después dirige Zalacain el aventurero (1954) y Cañas y Barro (1954) sendas adaptaciones de las conocidas obras de Pío Baroja y Blasco Ibáñez. El estreno en 1957 de El último cuplé le supuso la ruptura con los anteriores éxitos de taquilla. Superó a todos y al mismo tiempo provocó la llegada a la pantalla de una serie de imitaciones que se basaban en los mismos parámetros, pero que no consiguieron igualar el estilo y la firma del director. Con posterioridad, dirige otros musicales y reincide en el cine religioso con Teresa de Jesús (1961), el drama Bochorno (1962), una nueva versión de Nobleza Baturra (1965) película de la que había sido actor y varios títulos de la series de agentes secretos que entonces se habían puesto de moda en las pantallas europeas como Jerry Land cazador de espías (1965) y Anónima de asesinos (1966).

Page 21: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas

A partir de 1968 dirige para TVE trece zarzuelas clásicas como Las Golondrinas, Bohemios, El Caserío, El Huésped del sevillano, La canción del olvido, que también tuvieron éxito de audiencia en la pequeña pantalla. Juan de Orduña ha sido un director muy atacado por la crítica, pero es innegable que ha sabido dirigir ciertas películas de géneros muy diversos que tuvieron gran éxito de público y eso lo ha colocado en la Historia de Cine Español. Que supiera conectar con los gustos de la gente durante los diversos periodos de la historia en España, no le quita el mérito de haber sabido dirigir lo que la taquilla exigía. Y lo hizo con más dotes de honestidad profesional que otros directores. Posiblemente se trata de la figura de un director que se debería revisar con cierto más detalle. Seguro que nos encontraríamos con ciertas sorpresas.

El final de la película: todos los defensores han muerto y los franceses entran en Zaragoza.

Page 22: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas
Page 23: Agustina de Aragón España (1950)jesusmaroto.es/admin/peliculas/pdf/9_AgustinadeAragon.pdfFusilamientos de la Moncloa, el Bruch y la insurrección en Valencia, mediante varias escenas