Agricultura Ecologica - Libro - El Huerto Biologico

5/15/2018 Agricultura Ecologica - Libro - El Huerto Biologico

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Claude Aubert


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TItulo original: "Le jardin potager biologique".Traducci6n de la primera edici6n: Sera/ fn Sanjuan Roca.Revisi6n y actua/izaci6n a partir de la segunda edici6n jrancesa: Alvaro AIMs.I n d i ce

Pr6logo, por Serafin Sanjuan : 9Prejacio a.la 2. a edici6n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Introducci6n. EI huerto biol6gico, salud del cuerpo y espfritu 13

Prlmera parte: La practica de la horticultura biol6gica

Portada: Franc Vall . Fo to portada: Ton i Vida lDiseno maqueta: Josan . .Fotocomposici6n: Marta y Amparo. Le Courrier du Livre, 1.972, 1.973. Integral ediciones, 1.980.Paseo Maragall, 371 - Tel. 358 16 11 - Barcelona-32.ISBN 84-85351-22-3 - D. Legal B-49886-1.979.Impreso por Igol (Barcelona).

Capftulo 1: Algunas nociones de agronomfa biol6gica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191.La tierra, medio viviente y fuente de alimentaci6n de lasplantas 192. Las plantas y su ambiente 203. Las plantas y sus enemigos 224. Los tres pilares de la agricultura y la horticultura biol6gicas 23

Capftulo 11 :Implantaci6n y organizaci6n del huerto 251. La elecci6n el terreno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252. La organizaci6n del' huerto 273. ",C6mo transformar en huerto una tierra lnculta? 30Capftulo 1 1 1 : Los utensil ios para el huerto 33

Capftulo IV: La /ertilizaci6n biol6gica 411.Las a portaciones organicas, base de la fertilizaci6n biol6gica 412. Las aportaciones minerales, complemento del abonado orqanico 483. Los activadores y preparados bacterianos 51

Capi tulo V : La !ertilizaci6n biol6gica: su practica 531. EI compostaje en mont6n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 542. EI compostaje en superficie. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 583. Resumen de la fertilizaci6n biol6gica 59

Capftulo VI: La cobertura del suelo 611.Diferentes t ipos d e c obertura del s uelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 612. La cobertura del suelo en invierno 64

Capftulo V11:El trabajo del suelo 671. C6mo cavar la tierra biol6gicamente 672. Algunas reglas esenciales 693. Consejos practices 70

Capftulo V11l:Rotaci6n de cultivos 71Capftulo IX: La lucha contra los parasitos 83

1. Los preparados naturales a base de plantas y mirierales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 832. Insecticidas vegetales 84

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3. Los fungicidasa base de azufre y cobre 854. Los rnetodos de lucha biol6gica 855. Resumen de losprincipales parasites y medios de lucha 86

CapItulo X:De lasiembra a la cosecha 911. La siembra 912. Trasplante y asiento de las plantas 973. La bina y la lucha contra las adventicias 1004. Cobertura del suelo 1025. Lucha contra la sequfa 1036. La cosecha. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

CapItulo XI: Camas y cajoneras 1051. Material necesario 1052. Confecci6n de las camas calientes 1073. EIempleo de las camas y cajoneras 108

Capitulo XII:Conservacl6n de las hortalizas 109Capitulo XIII: Respuesta a algunas preguntas 115

1. La influencia de la luna. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1152. Elecci6n de las variedades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

Pr%go

Segundo porte: Cult ioo de las principales hortalizas

Amigos lectores:HEIhuerto bioI6gico", de Claude Aubert, es quiza 1 0 mas claro, sencilloy completo que se haya escrito sobre el particular, y es valido tanto parael practlco como para el aficionado.Debemos, no obstante, hacer algunas observaciones con elfin de evitarerrores. No hay que olvidar que este libroesta escrito en Francia, y quepor tanto habla de verduras aqui desconocidas, 0 trata a otras tal vez su-perficialmente pues el clirna alitlas condiciona. Respecto a las fechas desiembra, sobre todo, consultad con los agricultores dellugar; ellos sabenmejor que nadie, por tradici6n y por experiencia, cuales son las fechasmas adecuadas para cada lugar: cada valle, cada altura sobre el mar tienesus peculiaridades.No busqueis insecticidas naturales en el mercado espafiol, ya que la-mentable e incomprensiblemente (? ) no existen. En la Cooperativa CE-RES (12 route de Lardy, 91730 Chamarande, Francia) podrels en-contrar todo cuanto conderne al cultivo biol6gico: semillas biol6gicas,abonos verdes, abonos orqanlcos y minerales, fungicidas e insecticidasautorizados en agricultura biol6gica, aparatos para fabricaci6n de j4gos,molinos, herramientas dificilesde conseguir, etc. (previa suscripci6n de40 francos). En las casa Lorda y Roig (c/ Gerona, 9, 1.0 Barcelona-10)podreis encontrar polvos de dolomita, carbonato calcico organlco, pi-zarra, diatomeas ...En cuanto a las herramientas, cada regi6n tiene sus formas tfplcas: 1 0mejor es adaptarse al lugar. Las de la marca "Bellota" son de calidad in-superable. Las "Wolf", de importaci6n, son practicas al estar concebidaspara cada tarea y lIevan mangos largos, 1 0 que permite trabajar en unaposiciQn bastante erecta.

Acedera, 121. Acelga, 121. Achicoria silvestre, 122. Ajo, 123. Albaha-ca, 124. Alcachofa, 124. Apio, 125. Berenjena, 126. Calabaza, 127. Car-do, 128. Cebolla, 129. Cebolleta, 131. Cebol lino, 131. Col (col , coli flor, brocul i,lombarda y rutabaga), 131. Chalote, escalofia 0 cebol la ascalonia, 135. Diente dele6n, 135. Endivia , 136. Escarola, 137. Escorzonera, 138. Esparraqo, 139. Espi-naca, 140. Estrag6n, 141. Fresa, 141. Guisante, 143. Haba, 144. Habichuela 0judfa, 145. Hinojo, 146. Lechuga, 147. Lenteja, 148. Mafz dulce, 149. Me-16n, 150. Nabo, 150. Pastinaca, 151. Patata, 152. Pepino, 154. Pere-ji l, 155. Perifol lo ,156. P imiento , 156. Puerro, 156. Rabano, 158. Rabano picanteo rusticano, 159. Remolacha roja, 160. Ruibarbo, 161. Salsifl, 161. So-ja, 162. Tetragona, 162. Tomate, 163. Tornillo, 165. Trigo, 165. Tupinam-bo, 166. Valer ianela , 167. Zanahoria , 168.

Tercero parte: Las labores mensualesDe enero a diciembre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175Glosario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 199Nombres latinos 201indice alfaMtico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203Bibliografra y direcciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205

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Debels tener bien presente que hacer cultivo biologico implica respetarla vocaclon del suelo: si vuestras tierras son para coles, sembrad coles, to-do el mundo os las alabara: en carnbio siplantals gardenias todo el mun-do os las despreciara. Procurad tamblen plantar arboles 0 sembrar va-riedades que se aparten 10 menos posible de su constitucton genetica pri-mitiva.Y nada mas amigos lectores, aconsejaros tan soloque leais con deteni-miento, pues en este Iibro encontrareis la soluclon a cuantas dudas se ospuedan plantear.

Prejacio a la segunda edici6n

Serafin Sanjuan RocaCubeJ/as, Barcelona

28 de Septiembre de 1.980

Si quieres ser fel iz una bora, emborrachate;si quieres ser fel iz un d ,a , ma ta a t u c erda ;

si quie re s s er f el iz una semana , ha z un hermosa viaje;si quieres ser fel iz un ano. cdsore,

si quieres ser fel iz toda la u ida. haz te agr icul to r.Proverbio chino

Este manual de agricultura biologica se ha escrito para aquellos (agri-cultores principiantes 0 expertos) que quieren producir en cantidadesabundantes hortalizas sanas y sabrosas, exentas de todo productoquimico y cultivadas seqtin las leyes naturales.Es la aplicaclon en horticultura de la agricultura biol6gica, agriculturarespetuosa con las leyes de la vida y orientada sobre todo hacia la bus-queda de lacalidad de losproductos y de la salud de los consumidores.Este manual no pretende ser completo. Nos hemos limitado volunta-riamente a los cultivos de aquellas hortalizas mas corrientes, para respon-der as! a la acuciante demanda de numerosos agricultores noveles. Noobstante, los metodos descritos en la primera parte de esta obra son vali-dos no solo para el cultivo de hortalizas, sino para todas aquellas formasde cultivo blologlco.EI aficionado podra pues obtener provecho para sus arboles frutales,plantas ornamentales, 0 para el cultivo de cualquier planta no descrita enesta obra.Esta segunda edici6n ofrece numerosos complementos y dos nuevasaportaciones, en los capftulos segundo y tercero.

EI autor

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Introducci6n

EIhuerto bioI6g1co, salud del cuerpo y del espiritulPor Que cultivar su huerto?El cultivo del huerto familiar ha sido durante mucho tiempo una cos-

tumbre muy extendida en todos los paises de Europa. Los campesinostenlan todos su huerto donde producian las hortal izas necesarias para sufamilia . Los obreros, la mayoria de ellos de origen rural , s intieron natural-mente la necesidad de poseer, ellos tarnblen, su huertecito, motivo por elcual habla numerosas asociaciones de pequefios horticultores, pertene-cientes a la gente obrera. Una buena parte de la actual juventud cree quees mas sencillo ir a comprar hortalizas al supermercado, pero asist imosdesde hace ya algunos afios a un considerable aumento del interes por lahorticultura familiar. Incluso los arnericanos, que no hace aun muchotiempo se reian de nuestros mimisculos huertos cuando venlan a Francia,ahora se dedican igualmente a cultivar sus propias hortalizas.

Muchos ciudadanos procedentes del campo cultivaron su huerto alprincipio por economla. Pero los aficionados a la horticultura han descu-bierto rapldamente todo cuanto les podia reportar su huertecito. En pri-mer lugar, ciertamente, la seguridad de tener hortalizas frescas y sanas,productos muy dlficiles de encont rar en el comercio. Pero tarnbien la se-guridad de practicar la actividad mas sana que puedahaber. Sana para elcuerpo, al cual hace trabajar de rnanera natural y armoniosa a su propioritmo. Sana para el espiritu, ya que el hortelano vive con sus plantas,aprende a conocerlas y a respetar sus ritmos. Aprende igualmente a amar

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la t ierra al igual que a nuestros humildes e irreemplazables servidores, losmicroorganismos del suelo y las plantas de las cuales obtenemos nuestroalimento.

Nos damps cuenta de la magni tud de nuestra ignorancia y de la necesi-dad de obedecer las Ieyes de la naturaleza. Aprendemos a respetarnuestro alimento, ya que sabemos cuantos cuidados y esfuerzos cuesta elhacer crecer una simple lechuga 0 una humilde zanahoria.Finalmente volvemos a encontrar ese contacto con la tierra que mas 0menos todo ciudadano ha perdido. La horticultura es la manera de poderser un poco campesinos ejerciendo no obstante otro oficio, y necesitamospara nuestro equilibrio psiquico y flsico ser campesinos.

Pero hay horticulturas y horticulturas . ..GPor que trabajar el huerto biol6gicamente?La horticultura no ha escapado al dominio de la quirmca. Los in-

dustriales inundan el mercado de numerosos productos que permi ten, se-gun parece, obtener hortalizas mas grandes, mas hermosas, que crecenmas deprisa y con menos esfuerzo. Algunos lIegan incluso a asegurar queson mas sabrosas. GQuien podria por 10 tanto resistir tantas ventajas jun-tas?Abonos completos adaptados a cada cul tivo, desherbantes totales 0 se-lectivos, productos quirnicos capaces de destruir todos los parasites. To-do el arsenal de la agricultura modern a esta a disposici6n del aficionadoque, al igual que los agricultores, no se priva de emplearlos. Hay sin em-bargo, una diferencia esencial: los agricultores son conscientes del precioque les cuestan esos productos y de los peligros que corren al manipularalgunos de ellos. Por 10que no son muy propensos a sobrepasar las dosissefialadas. Pero el horticultor aficionado no ve mas que una cosa: tenerhermosas hortalizas 10mas raptdamente posible y deshacerse de los para-sitos con el minimo esfuerzo. Es por ello que los fabricantes han elabora-do para ellos productos ant iparasitarios "totales'', que destruyen en unasola aplicaci6n todos los parasites posibles. EIaficionado no presta muchaatenci6n a las dosis de empleo, ni a la composici6n, que muchas veces nitan siquiera se indica (1). Se pone un buen "chorro", mas bien mas quemenos, para estar aSI seguro de que no se escapara ningtin insecto, y latrampa ya esta hecha.

De resultas de todo ello, tenemos que las hortalizas cultivadas por losaficionados que utilizan los metodos modernos, estan a menudo mascontaminadas que las que encontramos en el mercado.

Cada cual, bien es verdad, tiene el derecho de envenenarse, siempre ycuando no envenene tambien a su vecino. La legislaci6n Ie confiere inclu-so el derecho de envenenar "a fuego lento" a los miembros de su familia,Con productos cargados de aldrin , I indano, 0 paration, que habra recolec-tado en su huerto. No obstante, hay que advertir a los que verfan en estoun medio c6modo para desembarazarse de un abuelo que tarda dema-siado en dejar su herencia: los efectos son muy lentos y a veces aparecentan 5610 en la segunda 0 tercera generaci6n.

Trabajar el huerto de esta manera es tambien aprender a matar, a for-zar a la naturaleza e infringir sus leyes. Ese modo de obrar es muy nocivopara el cuerpo y el esplritu, mientras que la agricul tura "bioI6gica" 0 "na-tural" es benefica. Puntualicemos atin una cosa: la agricultura biol6gicano nos condena a cosechar escasas y raquiticas hortalizas. Si sabemospracticarla nos dara cosec has mas abundantes y hortalizas mas hermosas,que con todos los productos quimicos imaginables.

(1) Muchos insecticidasdestinados a losaficionados contienen paration, uno de losproduc-tos mas t6xicos (4mg. matan a una rata de 1 Kg.}, aSIcomo lindane, que es un organoclo-rado muy persistente.

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Primera parteLa practlca de la horticultura biol6gica


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C ap itulo IAlgunas nocfones de agronomia bfol6gfca

1. La tierra, medlo vlvlente y fuentede allmentaclon de las plantas.Una tierra fertil es un medio hirviente de vida. En una hectares de pra-

dera se evahia que existe una poblaci6n animal de mil millones de insec-tos, dos mil millones de acaros, un centenar de miles de millones de ne-rnatodos y varios millones de lombrices. La microflora del suelo (vegeta-les microscoplcosj , contiene por gramo de tierra, casi un mill6n de algasunicelulares y cerca de mil millones de bacterias vegetales, que son lasmas primitivas, nurnerosas, y universalmente repartidas; hallam os losmismos tipos de bacterias simbi6ticas en los sue los y en el tuba digestivode los hombres y de los animales.

Todos esos seres vivos participan, cada uno a su manera, en la elabo-raci6n del alimento para las plantas. Son, como decia Mateo Tavera (1),los cocineros de las plantas, miles de millones de pequefios cocineros in-visibles que fabrican a partir de materias organicas y minerales, presentesen el suelo, los "pequefios platos" preferidos de las plantas.

Son ellos igualmente los que fijan gratuitamente el nit r6geno del aire.Nitr6geno que la mayoria de los agr6nomos prefieren, sin raz6n, sumi-nistrarlo a las plantas de forma sintetica,

La agronomla modern a pretende poder prescindir de esos preciososcolaboradores y dar a las plantas una alimentaci6n elaborada artificial-mente, bajo forma de abonos quimicos directamente asimilables; alimen-taci6n que reernplazarfa ventajosamente a la que elaboran los microorga-(1) Fundador de "Nature et Progres"

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nismos. Se llega incluso a suprlmir completamente el suelo y a reempla-zarlo por un soporte inerte (arena 0 resina slntetical, que.se riega con so-luciones qufrnicas nutri tivas. Se Iellama cultivo hidrop6nico, 0 cultlvo sintierra, que ahora se brinda tamblen a los agricultores aficionados.

En realidad, este modo de cultivo da aparentemente buenos resulta-dos: los rendimientos obtenidos son muy elevados. Pero las plantas culti -vadas de esta forma son extremadamente sensibles al parasitismo, 10quedemuestra que tienen una salud deficiente y que estan mal alimentadas.Las plantas, al igual que los hombres, son tanto menos resistentes a susenemigos naturales cuanto peores son sus condiciones de vida y de ali-mentaci6n.

Dejemos por 10 t anto el cultivo sin tierra para los que se interesan tans610 por el rendimiento y el aspecto exterior de las hortalizas, y que estandispuestos a consumir, y mas generalmente a vender, productos dese-qullibrados y cargados de residuos t6xicos.

En realidad la experiencia demuestra que el tmico medio para obtenerplantas sanas y resistentes a los parasites es el de favorecer al maximo laactividad biol6gica del suelo, absteniendose de intervenir con productosqulmlcos, completamente extraiios a los ciclos bi6ticos.

Los microorganismos fabrican en efecto un sinf!n de substancias muycomplejas (vitaminas, hormonas, substancias de crecimiento, etc.), queconocemos muy poco todavfa y que son indispensables para el desarrolloarmonioso de las plantas.

septentrionales. A la inversa, los tomates son mas sensibles al mildlu enun clima htimedo que en un clima seco. EI factor climatico es particular-mente Importante cuando se trata de elegir las variedades; antes de b u s -car la varied ad mas productiva 0 mas temprana, debemos buscar la quese ada pte mejor al clima en que uno se encuentra.

Se pueden, desde luego, modlflcar algunos elementos del clima: lapluviostdad por el riego, la temperatura por el cul tivo en invernadero 0 encajonera, etc.

Veremos mas adelante que el riego puede ser la mejor 0 la peor de lascosas, todo depende de la manera en que se realice.

En cuanto al cultivo en invernadero 0 en cajonera lesta conforme conel espiri tu de la agricultura biol6gica? Algunos 10ponen en dud a alegandoque es una manera de crear un ambiente artificial. Ello es verdad desde elmomento que hacemos intervenir un medio de calefacci6n, sea naturalcomo la fermentaci6n del estiercol de caballo, 0 bien, encerrando a lasplantas en cristal 0 plastico, con 10 cual las alejamos de las condicionesnaturales. Creo que la planta es mejor juez que nosotros; si no sufre porello, si su resistencia a los parasltos no se encuentra dismlnuida, es queeste modo de cultivo Ie conviene y se puede por 10 t anto aceptar.

La experiencia demuestra que se puede hacer muy bien cultivo biol6gi-CQ en invernadero 0 en cajonera. Ello, no obstante, debe quedar comoun modo de producci6n transitorio y anexo, con el fin de obtener en pri-mavera un rapido crecimiento de hortalizas sensibles al fr io, 0 como culn-vo secundario (berenjenas, pimientos, melones, etc. ).b) EI ambiente vegetal

Ese ambiente comprende en primer lugar los setos y arboles cuya pre-sencia es siempre deseable, no dentro del huerto mismo, sino a su al rede-dor. Desempeiian el papel de corta-vientos, sirviendo de refugio a nume-rosos predadores de insectos.

Cada planta es influida por las que crecen a su alrededor. Queda bienpatente que el monocult ivo es uncontrasentido ecol6gico. EIpeligro delmonocultivo queda excluido en el huerto familiar, donde se cultivan deveinte a treinta especies diferentes sobre unos centenares de metroscuadrados, pero no debemos creer que se pueden colocar las hortalizasen el huerto de cualquier modo, algunas vecindades son benefices, otraspor el contrario son desfavorables. Es el arte de la asociaci6n de las plan-tas, que laagricultura biol6gica vuelve a descubri r poco a poco, y del cualhablaremos en el capi tulo 8.

2. Las plantas y su amblente.Una planta no vive aislada del mundo exterior, se encuentra en un de-

terminado ambiente cuyos principales elementos son el suelo, el cllma,las plantas vecinas y el cosmos.a) EI c/imaCada especie vegetal esta adaptada espedficamente a un clima deter-minado. Algunas tienen exigencias climaticas muy estrictas, otras tienenmayores faclltdades para la adaptaci6n. De todas maneras, una plantacultivada fuera de su zona climatica no se deserrollara tan bien y sera massensible al parasitismo que la misma planta cultivada en su c1ima habitual.Es mas difict l, por ejemplo, luchar cont ra la carpocapsa de la manzana enel Midi (una zona calida del sureste de Francia) que en las regiones mas20 21


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c) Las inf/uencias c6smicasIboainfluenc ia de la luna sobre los vegetales se conoce desde milen ios.

Que la agricultura modema, confiada en su racionalismo cientiftco,niegue esa influencia, no cambia en nada la cosa: queda ampliamentedemostrado tanto por las observac iones rea lizadas en todas lasc iviliza-ciones como por las mas rigurosas investigaciones cientfficas. La lunainfluye sobre el crecimiento de las plantas y debemos tenerlo en cuentaparticu larmente en las fechas de siembra (volveremos sobre este tema enel capitulo 13).

Esto no quiere decir que todos los problemas del parasitismo desapa-rezcan c_?mopor en.can.to. Hay ataques parasita rios (sobre todo los pri-me.ros anos), pero d isrnlnuyen muy rapldamente y se les puede dominarfacllmente con algunos tratamientos no t6xicos , sobre los cuales volvere-mos en el capitulo 9.

3. Las plantas y sus enemigos.

4. Los- tres pilares de la agriculturay la horticultura biol6glcas.

Onicamente si los tres pila res son s61idos podremos realizar una buenahorticultura bio l6gica, si descuidamos tan s610 uno de ellos el ed lfic lo setambaleara.- La !ertilizaci6n tiene por objeto nutrir no directamente a la planta, co-mo 1 0 hacen los ab~nos quimicos, sino a los seres vivos de l suelo , y parti-cularmente a los rrucroorqanismos.

Este a limento debe ser:- abundante pero sin excesos,- de buena calidad,- 1 0 mas var iado posible.Se compone principalmente de materias organicas a las cuales se ana-

den pequenas cantidades de materias minera les na turales.- EI. trabajo del suelo debe dar le una estructura favorable a la circulaci6ndel aire, del agua y a la vida de los microorganismos. Un suelo trabajadoa deSti.empo (por e jemplo, cuando esta demasiado hum:edo) 0 volteado,es ~ec~r, en el q~e se ha enterrado en profundidad la capa superficial, ha-ra ineficazla rnejor de las fertilizaciones.- La rotaci6n, es la sucesi6n de los cultivos sobre un mismo terreno Nodebe hacerse a la ligera, sino respetando las reglas que sobre ella se danen el capitulo 8.

La lucha contra los parasites se ha convertido en una de las ramas masimportantes de la agronomfa y tambien de la horticultura familiar. Paralos horticultores b iol6gicos, por e l contra rio, es una cuestl6n muy secun-darla, dado que la mayor parte de los problemas por parasitismo se re-suelven por sf solos. Ya hemos explicado por que las plantas en cultlvo biol6gico son mucho mas res is tentes alparasi tismo que las plantas cul tiva-das con abonos quimicos. Ello es deb ido senc illamente a que disfru tan demejor salud, ya que la rnayoria de los parasites atacan con preferencia, ya veces exclusivamente, a las plantas enfermas 0 debilitadas. Se podriapensar que cuando los parasitos no disponen ya de plantas enfermas paradevorar, se abaten sobre las sanas, pero ello no ocurre asi, ya que cuandono encuentran la comida que les conviene, dejan simplemente de repro-ducirse.

Se ha observado muy a menudo que los escarabajos de la patata devo-ran alegremente las patatas fertilizadas qufmicamente y no toean sin em-bargo las' del cultivo biol6gico situadas a unos metros de distancia. Unagriculto r afic ionado, conocido mio, practicando el cu ltivo quimico hizoinvoluntariamente la prueba: habra dejado amontonada durante muchotiempo la hierba que habia recogido del cesped de su huerto en un rinc6ndel mismo. Ese rinc6n, al ana siguiente se enc;ontr6 englobado en uncuadro de patatas. Todas las patatas fueron invadidas por el escarabajode la patata, a excepci6n de las que habian sido cultivadas en ellugardonde se habla amontonado la hierba del cesped. Sin saberlo habla reali-zado en ese rinc6n la horticultura biol6gica, en forma de compostaje ensuperficie.22

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Capitulo IIImplantacion y organizacion del huerto

1. La elecclon del terreno.No siempre nos es posible la elecci6n del emplazamiento del huerto,pero si 1 0 es, tendremos en cuenta los factores siguientes:

a) La distancia respecto al domicilio:Es evidentemente muy deseable que el terreno de cultivo este 1 0 maspr6ximo posible al domicilio. Resulta preferible un pequefio espacio pr6-ximo que uno grande pero demasiado alejado.Podemos tamblen concebir una f6rmula mixta:- primero: un huerto pequefio cercade lacasa para aquellas hortali-zas que preclsen de una vigilancia0una recogida muy frecuentes, 0quedeban consumirse muy frescas (rabanos, lechugas, tomates, judlas ver-des, perejil, finas hierbas, etc.).- segundo: un huerto mas grande para los cultivos que requieranmenos cuidados 0que se conserven mas tiempo.b) La super/icie del terreno de cultivo depende:.,- del mirnero de personas a alimentar,- del regimen alimenticio de la familia,- de la variedad de hortalizas que deseemos cultivar,- del t iempo que pod amos dedicarle.Se pueden dar, a titulo indicativo, las cifrassiguientes que son valldaspara una buena tierra de huerto.

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Hortalizas verdes basicas: acelgas, zanahorias,apio, coles, pepinos, calabazas, espinacas,judlas, nabos, ajos, guisantes, patatastempranas, rabanos, tomates, finas hierbas.

200 m2 4002

- ester at abrigo de carreteras con mucha circulaci6n, a causa del ries-go de contaminaci6n por los gases de los tubos de escape (distanciaminima 100 m.);

- ester alejado de fabricas contaminantes;- no estar rodeado de tierras cultivadas qulmicamente.51 esta ultima condici6n no puede satisfacerse, protegeremos eIterre no

de cultivo con setos.e) Naturaleza del sue/o.Vale mas un pequefio huerto con una buena tierra que uno grandesobre un terreno mediocre.Podemos, no obstante, cultivar en una tierra muy mala, con la condl-

ci6n siempre de ser pacientes y estar dispuestos a gastar dinero y, sobretodo, la energla necesaria para su mejora.

Hay dos tipos de suelo que debemos evitar dentro de 10 posible:- los suelos poco profundos (capa de tierra arable delgada sobre sub-suelo rocoso);- las hondonadas difkiles 0 imposibles de drenar.Sea cual fuere el suelo, sera convenienfe real izar un analisis quimico y

biol6gico completo, sobre todo sivemos que las hortalizas crecen con dffi-cultad 0estan invadidas por parasites.Los mejores suelos son aquellos que tienen un contenido medio en ar-

cilia y un buen contenido de humus, profundos y bien drenados.f) Posibilidades de riego:

Evidentemente es interesante poseer un suministro de agua pr6ximo alhuerto; e indispensable en c1ima rnedtterraneo.

Podemos, no obstante, cultivar y obtener buenos resultados, con pocaagua, la necesaria para regar las plantas que necesitan ser transplantadasy algunos planteles delicados.

TABLA 1

Hortalizas cultlvadas

Superficie de una huerta para alimentara una famil ia de cinco personas

Tipo de regimenPredominan Predominanlas carnes las verduras

Todas las hortalizas indicadas en esta obra aexcepci6n de patatas tardias y esparragos. 35 0 m

2 700 m2

Todas las hortalizas, comprendidas las patatasy los esparraqos (sin cul tivo de trigo).

500 m2 900 m2

Estas cifras no son, claro esta, mas que a titulo orientativo. Podran va-riarsegtin la cantidad de suelo, y mas todavla segun la competencia delhortelano.c) La orientaci6n y la pendiente.

Los terrenos pIanos 0 con Ilge.rapendiente son los mas faciles de culti-var. Sl el terreno esta en pendiente, debera ser orientado al Este 0al Sur.Deberemos evitar la orientaci6n al Norte .

EI establecimiento de una huerta sobre un terreno con fuerte pendientees posible siempre que no nos que de otra alternativa, pero exige clertasprecauclones y hay que saber que el trabajo sera siempre mas diffcil,sobre todo si utilizamos un motocultor, y mas pesado que en terreno lla-no.Sl la pendiente es demasiado fuerte, es indispensable cultivar en terra-zas, 10 que supone importantes trabajos si estas terrazas no estan ya insta-ladas.

En el caso de pendiente media, los cuadros se dlspondran siguiendo lascurvas de nivel (perpendiculares a la pendiente) con el fin de limitar losriesgos de erosion.d) EI ambiente. EI terreno debera, en la medida de 10 posible:

- estar protegido de los vientos fries (vientos del norte y del este);- no estar rodeado de arboles excesivamente grandes:

2. La organlzaci6n del huerto.EI plano que detallamos es un ejemplo de huerto-tipo, de una superfl-

cie total de 500 m2 (20 x 25), 400 de los cuales estan cultivados real-mente. Los caminos permanentes estan sembrados de hierba que sesiega regularmente, esta aporta la materia verde para el mulching.

EI huerto esta dividido en parcelasde 1,20 m. de ancho por 9 de largoaproximadamente. Los senderos entre estas tienen 35 cm. de anchura (Iaanchura del rastrillo, 10 que facilita su conservaci6n).

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uti- I Laterales: Ichico, il. escerota, ha- il Laterales: tomates tempranDS. berenje-les bichuela. ultimas siembras. nas, p imi e nt o s d u lc e s, mekme8." " " ' - 0 1 I Cajo~eras I I puerros y apios13hila,asl 12h.lo= coles y lechugas para cortar" " " " " " semillero 12h.) 11h.)0 semillero colesc:.810 plantas aromatlcas puerros

zanahorias y escarolas tomates y habichuelas'- 12h.) 12h.l

habichuelas y remolachas abono verde anual12 h.) 12 h.lzanahorias y cebollas pepinos y guisantes13h.) 12h.1 11h.l 12 h.lzanahorias y puerros calabazas amarillas y maiz12h.l 12 h.) 11h.) 11h.)

zanahorias, achicoria y escarola calabazas y tetragonas12h.) 12h.lsalsifis y diente de le6n fresales12h.) 12 h.)endivias y habichuelas fresales12h.) 11 h.)

-r-- alcachofaspatataspatatas alcachofas 0 esparraqos

patatas esparragosseta 0 frutales

SU R

Para un huerto mas pequefio (200 a 250 m 2 cultivados) reduciremosla longitud de las parcelas a alrededor de 5 m., la anchura sera siemprede 1,20 m.

Para los huertos muy grandes (1.000 m2 y mas), cultivados con la ayu-da de un motocultor y utensilios del tipo de sembradora a mana y aza-d6n, seran convenientes hileras largas (de 20 a 30 m.) asi como suprimirla divisi6n del terreno en parcelas de 1.20 m.

Las nneas se sembraran con la separaci6n normal, una despues de otra,sin dejar sendero. La principal funci6n de los senderos es la de evitar lacompactaci6n del suelo de las parcelas por la siembra y los trabajos decultivo. Si traba jamos con la sembradora manual y la azada , es necesarioandar entre las Ilneas para sembrar y escardar; de todas formas el mimerode pasadas (bastantes para la siembra) es menos elevado que un huertopequeno, 1 0 que reduce los inconvenientes del apelmazamiento delsuelo.

La ocupacion de cultivos indicada en el plano anexo, corresponde a fi-nales de julio 0principios de agosto.Faltan:- los cultivos tempranos recolec tados an tes de finales de julio (a jo , za-

nahorias tempranas, 'Iechugas, coles de primavera, espinacas, habas,gu isantes, patatas tempranas, abono verde de primavera);- los cul tivos tardios sembrados 0 transplantados a partir de principios

de agosto (achicoria y escarola de otofio, espinacas , valer ianela, cebollasblancas, nabos, lechugas, abono verde de otofio).Claro esta, no se trata mas que de un esquema-tipo que cada unopuede modificar segun sus necesidades y su experiencia.Sobre los tres lados Este, Oeste y Norte del huerto se pueden plantar,

en e l exterior de los caminos permanentes, arboles fru tales.lCuaiito tiempo es necesario para culdar un huerto? Es preferible, tam-

. bien en este caso, cultivar bien un huerto pequefio que querer cultivaruna gran extensi6n que no podamos cuidar debidamente .Para un huerto familiar, los meses mas a tareados son abril y mayo. Du-rante este perfodo es necesario disponer (para un huerto de 400 m2 culti-vados) de, por 1 0 menos, 12 a 15 horas por semana. En el resto del afio(excepto en el perfodo noviembre-febrero, durante el cuallos trabajos sonmuy reducidos) de 8 a 10 horas por semana bastan. Un horticultor princ i-piante 0mal equipado tendra que emplear t iempos sensiblemente supe-riores.

Modelo de organzaci6n de un huerto de 600 m.2

muro

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(1) "Chiendent" en el original frances (Agropyrum repens) (N, del T,),

- aportar abonos minerales naturales;- hacer una aportaci6n de compost bien descompuesto antes de la ul-

t ima pasada con motocultor;- recubrir con una capa de mulch.

En inviernoa) Cultivo manual:

- arrancar la hierba que pudiera haber enraizado y atravesado elmulch dejandola sobre el terreno;- rastrillar para mezclar y airear la cape, de mulch.

b) Cultivo mecanizado- si el suelo esta 1 0 suficientemente seco, pasar de nuevo el motocul-

tor a poca profundidad.En primavera

- retirar todas las materias organicas no descompuestas (mulch, malashierbas);

- mulli r de nuevo el suelo, sea con rastril lo (si esta bastante mullido),con rastr il lo de reja profunda 0 con el motocultor;

- preparar el suelo para la siembra;- si el terreno esta muy sucio no debemos sembrar plantas que seaninvadidas facilmente porlas malas hierbas (zanahorias, cebollas);- si el desbroce se ha empezado tarde en el otono y si las plantas viejas

no se han descompuesto totalmente, nos abstendremos de sembrar 0transplantar aquellas plantas que sean demasiado exigentes 0muy sen-sibles a la presencia de materia organtca mal descompuesta (sobre todoapio, colif lor y salslfl):

- si en el primer ana no cult ivamos toda la superficie, sembraremos 0bien una mezcla a base de trebol (por ejemplo, trebol violeta-raygras) sihemos previsto dejar el abono verde todo el ano, 0bien una mezcla a ba-se de vezas (por ejemplo, vezas-guisantes forrajeros-avena) si sequiere utilizar el suelo para siembra 0para una plantaci6n durante el vera-no.S. la t'erra que queremos trans/ormar en huerto, estaba cult.

.,ada antes de/orma qu(m'ca y esta mas 0men os invadida por la hier-ba, procederemos baslcamente de la misma forma, con algunas diferen-cias:En otono

- quitar la hierba dejandola sobre el terreno;

3. ,C6mo transformar en huerto una tierra Ineulta?Una tierra sin cultivar durante numerosos afios no se transforma de la

noche a la manana en una huerta tertiI. No obstante, la transformaci6npuede real izarse rapidamente y sin demasiado esfuerzo si sabemos c6mohacerlo.

Si se trata de una tierra cultivada antiguamente como huerto, el po-nerla nuevamente en condiciones de cultivo se realizara sin dificultad. EIunico problema sera el de las malas hierbas de las que nos desharemos fa-cilmente si el suelo es rico en humus.Si se trata de un suelo pobre en humus, no fertilizado desde hacemucho tiempo, 0 que haya recibido grandes proporciones de abonosqufrnlcos, la conversi6n sera mas dlficll.EI mejor periodo para comenzar el desbroce (0 la conversi6n) es en elotofio. Veamos ahora el proceso a seguir:S. part'mos de una .,.eja pradera 0de un baldio, actuaremos

de 'aforma s.gu.ente:En otonoa) Cultivo manual:- segar la hierba 1 0 mas cerca posible del suelo;

_ dest ruir la vegetaci6n con la hoz y dejarla sobre el terreno (si el terre-no esta muy sucio, en part icular si esta invadido por grama del Norte (1),sera conveniente reti rar los cepellones mas grandes, rizomas de grama,etc, y colocarlos sobre el compost);

- mullir el suelo con la horca de doble mango;_ aportar abonos minerales naturales, segun el resultado del analisisdel suelo;- aportar una buena capa de compost;

_ recubrir con una capa de mulch (ver cobertura del suelo eninvierno).b) Cultivo mecanizado:

- pasar la cortadora 0a desbrozadora;_ destrui r la vegetaci6n con sucesivas pasadas, en poca profundidad,con utiles rotatorios, al ternando con una 0dos pasadas con aparatos dearrastre (rejas de profundidad) si el terreno 1 0 permite;

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_ mullir el suelo con la horca de doble mango 0 con motocultor;_ aportacion de abonos minerales naturales, segun los resultados delanalisis del suelo;_ aportaci6n de una buena capa de compost que incorporaremos su-perficialmente;_ si empezamos lapreparaci6n del suelo bastante pronto (antes de fi-nales de septiembre) podremos, en lugar de aportar elmulch, sembrar unabono verde resistente al hlelo (veza de invierno- centeno):En primavera_ prepararemos el suelo como de costumbre y haremos, sies posible,una nueva aportaci6n de compost bien descompuesto;_ podremos sembrar, a partir de primavera, cualquier cultivo a excep-ci6n de los muy exigentes en humus y que no soporten la materia organi-ca fresca (apio, coliflor, espinaca , salsifl);_ 16gicamente, no podremos esperar en el primer afio cosechas muyabundantes y exentas de parasitos, sobre todo si hemos partido de unsuelo pobre en humus, como consecuencia de malas tecnicas de cultivo.

Capitulo IIILos utensilios para el huerto

Las herramientas del horticultor aficionado deben responder a tres im-perativos:- permitir un trabajo 10mas perfecto posible,- ahorrar tiempo y esfuerzo al horticultor,- no ser excesivamente caras.En este capitulo incluimos un grafico con aquellas herramientas utiliza-das por el horticultor que sigue los metodos biol6gicos.Los fabricantes proponen numerosas variedades sobre las herramien-tas basicas que describimos, cada cual debera elegir segun sus gustos per-sonales.Recordemos que para eficacia y economla, las herramientas deben es-tar correctamente conservadas.Para ello es necesario:- limpiar los utiles despues del uso;- secarlos;- protegerlos de la oxidaci6n con un cuerpo graso (por ejemplo,aceite usado de autom6vil) antes de un periodo de inactividad prolonga-do: sobre todo sise guardan en un lugar htirnedo:- afilar regularmente las partes cortantes.Adernas de las herramientas descritas en las paginas siguientes, es con-veniente que todo cultivador posea:

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a) Material de rlego:EI timco utensilio realmente indispensable es la regadera. Son necesa-

rias dos, de chapa galvanizada (resultan mas caras que las de plastico pe-ro mucho mas duraderas). Ademas es muy util disponer de:

- grandes recipientes en los que recoger el agua de lIuvia, 0 que lIena-remos con el agua de que dispongamos (pozos, no, fuente, conducci6n)para dejarla el tiempo necesario para que alcance la temperatura del aire.Lo ideal es disponer de toneles 0 cubetas de madera (0 una vieja pileta depiedra) 10suficientemente grandes como para introducir la regadera. Encaso de no conseguirlas, nos conformaremos con bidones metallcos (bi-dones viejos de 200 Ii tros van muy bien para este fin) 0 piletas de cemen-to. Uno de estos recipientes, como minirno, sera necesario cerca de losplanteles que exigen riegos frecuentes;

- regadores autornaticos que ahorran la penosa tarea de regar con laregadera 0 manguera con lanza (salvo para las siembras recientes). Los aparatos mejor adaptados al huerto familiar, a nuest ro parecer, son los deinclinaci6n oscilante que permiten regar superficies rectangulares.b) Material de lucha contra parasltos:

Existen en el mercado gran ntimero de aparatos espolvoreadores (derotenona en polvo, Iithotamne, silice, etc.) pulverizadores (de rotenonaliquida, preparaciones a base de plantas, acetato de cobre, caldo borde-les). Indicamos algunos de estos aparatos partiendo de los mas simples(de poco coste) a los mas elaborados (mas caros).Espotuoreadores:

Espolvoreadora a fuelle (1) modelo nistico; existen otros tipos: una pe-quena espolvoreadora manual japonesa, Iigera, eficaz y suficiente paraun huerto pequefio (Kyoritsu); un modelo en plastico que se lieva delantepor medio de tirantes (6,5 litros). EI modelo representado (3) es de estetipo con cuerpo de metal. Dejemos de lado las espolvoreadoras dorsalesa motor que 5610 tienen interes para grandes extensiones.Puloertzadores:

Pulverizadores a presi6n; estos pequefios modelos son suficientes parahuertos pequefios (Pulvelux 0 la marca japonesa). Hay modelos mas im-portantes a base de plastico reforzado (2)' (por ejemplo, Berthoud, 8Iitros) 0 en cobre (Muratori, 2-16Iitrosl, etc.

Pulverizadores a balandn en plastico (3) (tipo Goldenjet, 20 I.); 0 encobre (Goldenjet , 14 I.; 0 Muratori) , etc.

AI propietario de un pequefio huerto no Ie interesa recurrir a aparatoscomplicados y costosos de los que 5610va a servirse 4 6 5 veces al afio.c) La eleccf6n de un motocultor:

Vamos a dar algunas indicaciones que podrian ayudar al aficionado en1a elecci6n de un motocultor.- JA partirde que super/ide la compra de un motocultor es necesaria?

Esto depende, 16gicamente, del dinero y el tiempo que dispongamos.Salvo que tengamos mucho tiempo, nos parece diffctlcultivar mas de 4000500 m2 sin la ayuda de un motocultor. Si se da el caso de disponer depoco tiempo, deberemos plantearnos la posibil idad de comprar el moto-cultor para superficies mas pequefies.- JQuepotencia y que tipo de motor elegir?

Generalmente los pequefios motocultores estan equipados con un mo-tor de dos tiempos y los mas grandes con motor de cuatro tiempos, peropodemos tarnbien encontrar aparatos de 3,5 6 4 C.V. con motor decuatro tiempos. En general el de cuatro t iempos nos parece preferible porser menos ruidoso y menos contaminante, aparte de mas econ6mico. EIdos tiempos os conviene solamente para las motoazadas muy Iigeras y

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para el trabajo en terreno muy accidentado (Ialubrificaci6nde los cuatrotiempos es defectuosa en los terrenos con fuerte pendiente).Una potencia de 2,5 63,5 C.v. es suficiente para los trabajos de unhuerto de superficie media (alrededor de 500 m2), con tierra Iigera0ricaen humus.Para las tareas de desbroce, 0para trabajar en terreno arcilloso pobreen humus, sera necesaria mas potencia; de 4 a 6 C.v.- .:Cuiiles son las herramientas accesorias mas interesantes?Otiles rotatorios: Constituyen el equipo basico de las motoazadas y delos motocultores ligeros. En las motoazadas estos tittles van montados dl-rectamente sobre ejes accionados por el motor, la motoazada asi monta-da no tiene ruedas motrices y avanza por la reacci6n de los titiles rotativossobre el suelo.En cuanto a los motocultores propiamente dichos, los utiles rotativosestan a veces situados bajo un carter de protecci6n, detras del motocul-tor, y accionados por una toma de fuerza; la propulsi6n se realiza me-diante ruedas motrices.En algunos tipos de motocultores, es posible quitar las ruedas y colocarlas azadas sobre el mismo eje.Existen numerosos tipos de utiles rotativos que se diferencian por laforma de las cuchillas (forma acodada, curva, cavadoras, etc.). Excluire-

mos las cuchillas en angulo recto que a la larga provocan una suela de la-bor, (apelmazamiento de la zona inferior de la tierra) y aquellos acceso-rios provistas de puas (fresa de los hortelanos) que giran a gran velocidady desmenuzan demasiado la tierra. .Accesorios de enganche (0 de arrastre): Los motocultores y la mayorparte de las motoazadas (transformadas en motocultores por el montajede ruedas en el eje motor) pueden ser equipadas con toda una serie de

accesorios de arrastre: arado, cultivador, reja azadonera, grada, rodillo,accesorios escardadores y de binado. aporcador, etc.Las rejas azadaneras, que permiten mullir el suelo en profundidadsin voltearlo, son muy utiles en el cultivo biol6gico. Su tinico inconve-cimentado ni empedrado.C.V. en suelo ligero, y de 5 a 7 C.v. en suelo pesado).EIarado no es util mas que en aquellos suelos muy arcillosos, dificilesde mullir con utiles rotativos 0con dientes, como la reja azadonera.

2

Utillaje basico. 1La horca de doble mango (2) s irve para mull ir e l sue lo s in revolverlo . Para suconstrucclon y manejo ver los gfafi cos en pp. 66-68.La azada de dientes u horca de cavar (1) . En hor ti cu ltura b io logica s irve para

arrancar verduras (zanahorias, puerros, salsifis, endivias, etc.l. Enhorticultura cla-sica se uti liza, sobre todo, para cavar, pero nosotros preferimos lagrel inette paraeste trabajo de mul li r.

EIgarf io (3) para mul li r el suelo y romper gruesos terrones.La escardadora (5): con 0 sin destr ipador para. desherbar y al mismo tiemporomper la dura superficie del suelo.La garra (6) : con lamina de escardar para binar , y para escardar sobre la l inea y

entre las l ineas para las verduras sembradas con poca separaclon,La binadera (4): para binar y escardar los suelos duros 0muy sucios linfestados

de hierbas fuertemente enraizadas y dif ic iles de cortar con la escardadora).Un cordel (7) esnecesario para alinear los bancales, trazar surcos, guiar a la rna-

quina de hacer surcos para la s iembra, ~tc.

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Ut il la je no impresc indible, pero interesantePison (6) para apretar el suelo despues de la siembra.Garfio de cavar (7): uti lizado, sobre todo, para arrancar patatas.Gubia del esparraqo (8) indispensable para la recogida del esparraqo.Sembradora (9) para trasplantar plantas con el cepel lOn.Azada (10) indispensable para trabajos en terreno incul to, para binar en suelos

pedregosos (hay de muchas medidas).EIaporcador (12) para aporcar patatas, judias, guisantes, etc.EI cul ti vador (13) con 1, 305 rejas para airear e l suelo.Sembradora (14) permite un ahorro considerable de tiernpo en lasiembra cuan-

do se cultiva una superficie demasiado importante. Existe un modele mas pequefioen plast lco trasparente, asi como un modele mas simple dibujado sobre el dibujon." 3 de la siembra en linea (pag. 94).

Utillaje bilsico. IIEIrastr il lo (1) sirve para acabar lapreparacion del suelo antes de lasiembra, para

recubrir y amontonar el surco despues de lasiembra y para rastril lar piedras y detri-tos d iversos (35 cm. de longitud y 14 dientes) . Prefer ib le de diente plano queamontona mas regularmente.

EIsurcador (2) para hacer los surcos antes de lasiembra. Ladistancia entre dien-tes puede ser regulada a voluntad. Existe un buen modele de marca Wolf, con doslongitudes.EIa lmocafre (11) con lengua para hacer los surcos ( trazado de un solo surco 0de surcos profundos. Eventualmente sirve para binar.EI p lantador (3) para t rasp lantar las p lantas de lechuga, puerro, co l, apio , e tc .Que sea de madera con punta de cobre Ies la rne jor) .

Horca de cuatro d ientes (4) para amontonar paja, sacar heces, t ransportar losdesechos de la recoleccion, extender abono, etc.

Pala cuadrada (5) para manejar t ierra y compost.Carreti lla (15) la clasica de madera, de lados rnovi les (eventualmente de chasis

rnetalico que la aligera). Espreferible a la carreti lla de hierro.Regaderas (16) mejor las galvanizadas que las de plast ico.

Los demas accesorios solo son necesarios para huertos de gran exten-sion (mas de 1.000 m2), excepto qutzas la aporcadora para aquellos quecultiven muchas patatas;Utensilios 0 accesorios accionados por la toma de [uerza: A aquellos

motocultores provistos de toma de fuerza, pueden acoplarseles atin otrosaccesorios: segadoras, cortadora de cesped, cortadora-desmenuzadora,bomba, sierra circular. cortadora de seto, etc.Un accesorio muy lit il, sobre todo para los que no poseen cortadora decesped, es la cortadora-desmenuzadora 0 la cortadora de tri llos que cortay tritura finamente toda la vegetaclon, 10 que permite transformar enmulch los abonos verdes y todos los residuos de cosecha.- Algunos puntos que no debemos oividor:

- si compramos una motoazada vigilaremos que este pro vista de unarueda que permita el desplazamiento del aparato;

- compraremos preferentemente un modele provisto de un manillarque pueda desplazarse a izquierda y derecha, con el fin de evitar el pisarsobre la tierra que acaba de ser trabajada;

- antes de la compra nos aseguraremos que las reparaciones podranrealizarse con rapidez: los motocultores se averian a veces cuando masnecesitados estamos de ellos.

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Capitulo IVLa Jertflfzacf6n bfol6gfca: los materfales

Azada de rueday accesorios

La fertilizaci6n debe nutri r a los seres vivos del suelo, los cuales a su veznutren a las plantas y fabrican el humus.

Los seres vivos del suelo, y particularmente los microorganismos, senut ren principalmente de materias organicas y en segundo lugar de mate-rias minerales naturales. Como dice muy bien J. M. Roger, la materia or-ganica es la sopa y la materia mineralla sal. T odo el arte consiste en quelasopa este en su punto y que los microorganismos se delei ten con la rnis-rna.

Para los grandes huertos.Si e lhuerto t iene mas de 1.000 m2 cultivados, se recomiendan algunos utiles irn-

portantes y necesarios que permitan un ahorro considerable de tiempo: lasembra-dora de brazo y laazada de huerta.

Lasembradora de brazo permi te abr ir e lsurco, sembrar y cerrar lo , todo ello enuna sola operacion. Por otra par te , en ter reno bien preparado, permi te efectuars iembras de una gran precision, tanto desde el punto de v is ta de la profundidadcomo de la densidad. Se puede asi reducir de modo considerable (hasta suprimircompletamente) la operacion larga y pesada del aclareo, en especial para las za-nahorias.

La azada de rueda 0 azada de mana (Hamada todav ia "cochec ito de nino"), esuti lizada por todos los hor te lanos en las b inas y escardas, ya que permi ten efec-tuarlas muy rapldarnente. Puede estar equipada con varios accesorios; 1: aporca-dor , 2 : hojas escardadoras, 3: d ientes de bina, y montada en el aparato: reja delarado, que sirve de poco en agricul tura bioloqica.

1. Las aportaciones organicas.base de la fertilizaci6n bio16gica.Se lIaman organlcas todas las materias que provienen de organism os

vivos (a condici6n de que no hayan sido calcinadas ni sufrido tratamientoqulmico alguno; por ejemplo, la ceniza de madera no es un producto or-ganico sino natural de origen organlco que ha sido mineralizado por lacombusti6n: es el "esqueleto" mineral de la madera). Son as! materias or-ganicas las deyecciones animales, residuos de cosecha, hierba, desechosde matadero, de cocina, etc.

Estas presentan dos problemas: la elecci6n de las materias organicas(animales y vegetales), y su forma de uso (compostaje en mont6n y apor-tes en superficie).

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a) Las materfas organfcas anfmales.Segun parece (aunque algunos partidarios de la agrtcultura biol6gica 10

pongan en duda) las aportaciones de origen animal son indispensablespara la fertilidad del suelo. Esas aportaciones no es preciso que sean im-portantes; constituyen una levadura que permite la mejor descomposi-ci6n de las materias vegetales. Contienen igualmente numerosos elemen-tos ferti lizantes que seria difici]en lapractice del huerto familiar aportar enforma exclusivamente vegetal.

EI estiercol es la materia organlca base en las explotaciones agricolas.En el huerto familiar su empleo no es indispensable, a condici6n de re-emplazarlo con otras aportaciones de origen animal. Sin embargo, esmuy interesante poder procurarse este elemento si uno tiene la oportuni-dad. Los estlercoles son muy diferentes segtin el tipo de ani males que los.producen, y tambien segun el modo en que los animales estan alirnenta-dos.EI estierco! de vaca

Es en cierto modo el estiercol basico en agricultura. Al igual que el detodos los rumiantes, constituye un cultivo de fermentaci6n particularmen-te rico. Pero es un estiercol "frio", que no nos conviene si queremos pro-ducir calor, particularmente en las camas calientes. Por otra parte, debeuno desconfiar de los estiercoles vendidos por los agrtcultores"qufrnicos", estiercoles que han permanecido en mont6n durante largosmeses y que se han podrido en vez de sufrir una fermentaci6n aerobia.Estos estiercoles han perdido buena parte de su valor; pueden emplearsesin embargo a falta de cosa mejor, pero tan 5610despues de un compos-taje 10 suficientemente largo. Pero un buen est iercol de vaca, originariode una explotaci6n biol6gica, es una de las mejores estercoladuras orga-nicas a condici6n de emplearla correctamente.EI estierco! de oveja.

Tiene caracteristicas similares a la del estiercol de vaca, pero se calientamas, y es mucho mas concentrado; tendremos que utilizarlo por 10 tantoen cantidades moderadas.EI estiercol de caballo.

Es el estiercol que al fermentar desprende mas calor. Se emplea, sobretodo en el huerto familiar, para la confecci6n de las camas calientes. Esinteresante poder disponer del mismo, ya que si ponemos un poco en elcompost aceleramos su fermentaci6n.

EI esuercol de gallinaEs con mucho el estiercol mas concentrado, y el mas rico en elementos

ferti lizantes, especial mente en nitr6geno: contiene de 7 a 8 veces masnitr6geno que el estiercol de vaca. Debemos por 10 tanto ser prudentes ensu empleo, las aportaciones no deben rebasar los -cincuenta kilos porarea. EI exceso de estlercol de gallina nos aboca a un exceso de nitr6genoque puede tener las mismas consecuencias que una aportaci6n importan-te de nitt6geno en forma sintetica: mayor sensibil idad al parasit ismo, ma-la conservaci6n y porcentaje demasiado elevado de nitr itos en las hortali-zas. EI estlercol de granjas industriales debe ser desechado pues contienefrecuentemente residuos de antibi6ticos.EI purin.

Es raro que el horticultor aficionado disponga de purin: sin embargo,son numerosos los hort icultores que fabrican una especie de purin, al dl-luir el estiercol de gallina en agua. Esta costumbre nos parece utilizable enhorticultura biol6gica, a condici6n de respetar determinadas reglas: lasmismas que rigen el empleo de purin de b6vidos en las granjas biol6gicas.

EI purin debe esparcirse rapidamente despues de su fabricaci6n; si sealmacena un cierto tiempo, se debe ai rear frecuentemente con un braceoenergico 0 bien insuflandole aire a presi6n.

Las aportaciones deben ser moderadas con el fin de que el purin frescono penetre profundamente en el suelo.

Las aportaciones no deben efectuarse en tiempo de lIuvia, por las mis-mas razones.Si se observan estas condiciones, las aportaciones de purfn son benefi-

cas ya que efecttian una siembra microbiana y representan una aporta-ci6n organica en forma finamente dividida.Los despojos de matadero.

En el comercio se encuentran numerosos abonos organicos fabricadosa base de despojos de los mataderos: polvo de sangre, polvo de carne,cuerno tostado, polvo de hueso, cuero tostado, cerdas de cerdos, plu-mas, desechos de lana, etc. Los mas importantes son, por una parte, elpolvo de hueso, muy rico en f6sforo y calcio (por 10tanto particularmenteinteresante en medios acid os) , por otra los abonos a base de faneras (queson las producciones epidermicas aparentes: pelos, cerdas de cerdo, la-na, cuerno, plumas, escamas, garras, pez, ufias, dientes, etc.) debido asu contenido en sflice especialmente.

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Los guanos.No esta de mas utilizar los guanos siguientes:Los guanos de aves (guano del Peru y de Mozambique) provienen delamontonamiento de las deyecciones de las aves marinas. Constituyen ex-celentes abonos organicos naturales, al abrigo de cualquier contamina-ci6n. Son extremadamente concentrados y deben emplearse en dosis

muy moderadas (algunos kilos por area).Los guanos de peces son abonos fabricados partiendo de los desperdi-cios del pescado; no tienen el valor del guano de ave.b) Las materias org6nicas vegetales.Los residuos de las cosechas.

Todos los residuos de las cosechas son fuentes valiosas de materia or-ganica. No deben nunca quemarse, incluso aunque las plantas esten en-fermas. Se pueden compostar 0 simplemente dejarlos sobre el suelo (conpreferencia despues de haber sido triturados) con el fin de incorporarlosmas tarde a la capa superficial del suelo.Los abonos verdesLos abonos verdes 0 siderales, estan compuestos por plantas que secultivan con elfinde cortarlas y enterrarlas en elmismo lugar, con elobje-to de enriquecer el suelo en humus. Constituyen uno de los pilares de lafertilizaci6n biol6gica; los estudiaremos en detalle al final del presenteapartado.

desperdicios de origen animal 0 vegetal), y elsegundo para 10demas (pa-pel, vidrio, plastico, etc.). EIcontenido del cuba "organlco" ira a parar almont6ndel compost.Los abonos organicos del comercio.

En el comercio se encuentran abonos organicos de origen vegetal: tor-tas y orujos de frutas, algas verdes (1), etc. Los horticultores aficionadoscarecen sobre todo de materia organlca animal; es mejor en general, sisecompran abonos organlcos en elcomercio, que sean de origen animal (0bien mezclas que contienen particularmente materias animales) . Hare-mos una excepci6n para las algas verdes, las cuales tienen un valor fertili-zante excepcional.Otras materias organicas uegetales.

Citaremos tarnbien entre las innumerables materias vegetales que nosda la naturaleza dos algas marinas, elfuco y la ova, de una excelente va-lor fertilizante, pero cuyos precios las hacen s610asequibles en las proxi-midades del mar.- EI serrin de madera, cuyo valor fertilizante es muy pequefio, peropuede incorporarse al compost en cantidades moderadas.- Las hojas de los arboles, que tan s610deben emplarse despues de unlargo compostaje; dan un compost muy acido y deben mezclarse por 10mismo con otras materias organicas.- La turba, tiene un valor fertilizantemediocre. Essinembargo utilparacubrir determinadas sementeras, particularmente en periodo de sequla.

Las adventicias.Al igual que los residuos de las cosechas, las adventicias tampoco de-ben quemarse. EImodo de emplearlas se describe en el capitulo 10.

La hierba cortada.La hierba de las superficies con cesped 0 de los vergeles puede dejarsesobre el terreno con vistas a enriquecer el suelo. Pero puede igualmenterecogerse y emplearse para asegurar lacobertura del suelo entre los culti-vos (ver capitulo 6).

Los desperdicios de cocina.Toda cocina bien organizada debe disponer por 10menos de dos cubospara la basura: uno para todo 10que pueda descomponerse (todos los

c) Los abonos verdes.La practice del abono sideral no es exclusiva del cultivo extensivo, co-mo se cree muy a menudo: los abonos siderales tienen su sit io (un sit iomuy importante) en el huerto familiar.Los abonos siderales poseen multiples funciones:- aportan materia organica al suelo;- enriquecen el suelo en nitr6geno (fijaci6ndel nitr6geno atrnosfericopor las bacterias simbi6ticas de las leguminosas);- protegen al suelo de los rigores del clima: sol, viento, escorrentla,hielo, fuertes variaciones de temperatura, etc.

(1)No confundir lasalgas verdes con lasalgas calcificadasdel tipo lithothamne, de lascualeshablaremos mas adelante.44 45


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EI principio basico es el siguiente: el suelo, en la rnedida de 10posible,no debe que dar nunca desnudo, sembraremos un abono verde cada vezque una parcela de terreno quede libre el tiempo suficiente para permitirsu desarrollo. Las plantas que emplearemos para el abono verde pertene-cen a las tres grandes families botanicas siguientes:_ las leguminosas, son de gran valor ya que son las (micas plantas ca-paces, gracias a las bacterias contenidas en las nudosidades de sus rafces,de fijar el nitr6geno del aire. Numerosas leguminosas se emplean comoabono verde, tales como: trebol, veza, almorta de los prados, haba me-nor, guisante forrajero, altramuz(l), etc;_ las gramrneas, se emplean casi siempre asociadas con las legumino-sas. Se util izan principalmente la avena, el centeno y el raygras(2);

_ las crud/eras, son las (micas plantas capaces de dar una gran masavegetal en untlempo muy corto. Se emplean: mostaza, colza, nabo sil-vestre, rabano chino, etc. (3)Dlferenclamos tres grandes tipos de abono verde:a) Los abonos verdes anuales.Estos abonos se dejan sobre el terreno durante un ano entero. Seemplean para mejorar rapidamente un terreno que se vuelve a cultivar(terreno que anteriormente estaba en cultivo quimico 0 en baldio).Sembraremos siempre una mezcla de gramfnea-leguminosa, 0 bien unaleguminosa sola. Las posibles mezc1as son muy numerosas. Citaremos al-gunas de las que mas usualmente se practican en Francia:

_ trebol blanco (4) enano sembrado solo (unos 100 gr. por area);_ una mezc1a de trebol violado, raygras de Italia (5) (100 g. de raygras

mas 200 g. de trebol violado por area). Esta mezc1a es particularmente in-teresante para la vuelta al cultivo de una tierra en baldfo, 0 de viejas pra-deras lnvadidas por las adventicias;_ melioto (6) (particularmente en terrenos calcareos):

_ trebol de Alejandria (7) y avena (400 g. de trebol mas 400 g. de ave-na por area).(1)Trifolium sp., Viciasp., Lathyrus pratensis, Vlcia faba, var. mtnor.Pisum arvense YLu-pinus sp. respectivamente.(2) Avena sativa, Secale cereale, y Lolium perenne respectivamente.(3) Sinapis sp., Brassica napus var. oleifera, B. rapa var. campestris y Raphanus sp. respec-tivamente.(4) Trifolium repens.(5) T. pratense, Lolium italicum.(6) Melilotus sp,(7) r. alexandrinum (N. del T.).

Se efecttian de tres a cuatro cortes al ano; se pueden dejar sobre elcampo para enriquecer el suelo, 0 bien se recogen uno 0 dos cortes parael mulch.b) Los abonos verdes en cultiuo solapado.

Son los abonos verdes cultivados antes 0 despues del cult ivo principal(casi siempre despues).EI cas~ mas frecuente es el de las parcelas liberadas en agosto 0 sep-tiembre, y sobre las cuales ya no se realiza cultivo alguno hasta la prima-

vera siguiente.Hasta finales de agosto, sembraremos una mezc1a de gramfnea- legu-

minosa (veza-avena, veza-centeno, veza-guisante-avena). La si-guiente mezc1a generalmente da muy buenos resultados: 700 g. de vezas,mas 600 g. de guisantes y 600 g. de avena por area.

En septiembre, sembraremos una crudfera, ya que una leguminosa notendria tiempo suficiente para desarrollarse antes de las heladas. Sembra-remos, por ejemplo, 200 g. de mostaza por area.

Segaremos el abono verde a la entrada del invierno, trinchandolo 10mas finamente posible. Si no es muy al to, una maquina de cortar cespedsera suficiente. Si es demasiado alto se cortara con Ia guadana, dandodos pasadas y cortando unos diez centlrnetros cada vez, terminando la la-bor a ras de suelo con la guadana 0 la maquina de cortar cesped.

EI abonado organico y mineral de ot()i\oserepartlra sobre el abonoverde, acelerando su descomposicion.

Para las parcelas que no se siernbren temprano, por ejemplo, las dest i-nadas a recibir la siembra del mesdemayo, podrfamos sembrar hasta elmes de octubre una mezcla de gramlnea"":"leguminosa resistente al hlelo.(por ejemplo veza de fnvierno=-centeno] que cortaremos tan 5610en Pti~mavera, algunas fechas antes de las pre vistas para la siembra.

Para los cultivos que han de sembrarse en junio (zanahorias de inv ier-no, calabazas, etc.) no habiendo sido ocupado anteriormente el terrenepor un cultivo precoz que 10 deja libre para el mes de junto, pcdremossembrar en marzo un abono verde que sera tri turado y luego incorporadoa lacapa superior del suelo (algunos centfmetros tan s610) unas tresserna-nas antes de la fecha pre vista para el sembrado. Una ligera aportaci6n decompost facilitara su descomposici6n.c) Los abonos verdes en cultivo intercalado.

Son los cultivados durante el cultivo principal, cuya separaci6n es47,46


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grande. Se suele practicar con el tomate, la col, y el maiz. Sembraremos- trebol blanco enano 0 lupulina (1) (0 bien los dos asociados);- guijo (2), leguminosa rastrera que cubre rapldamente el terreno.Se siembra el abono verde poco mas 0 rnenos un mes despues de-

sembrado el cultivo principal y en tierras que esten bien limpias, con el finde que no sean invadidas por las adventicias. Este tipo de abono verde noes aconsejado en los c1imas secos, cuando no hay posibilidad de poderregar a voluntad, ya que mermari'a las cantidades de agua en el cultivoprincipal. En este caso es preferible proteger el suelo con una capa demulch.Advertencia importante: no deben enterrarse nunca los abonos verdes

frescos en profundidad. Deben segarse en primer lugar (triturados si elloes posible), y mas tarde incorporarlos a la capa superficial del suelo (de 3a 5 cm.).2. Las aportaciones minerales,complemento del abonado organico.

En contraposici6n .con las materias organicas, las materias lIamadas mi-nerales no proceden de tejidos vivos, y cuando proceden de los .mismos,estos han sufrido tales transformaciones que tan 5610 mantienen el es-queleto mineral de esos tejidos (cenizas de vegetales, partes calcificadasde organismos vivos) .

Son numerosas las materias minerales que pueden ernplearse en agri-cultura y horticultura biol6gicas. Su punto comtin, que es el que los dife-rencia fundamentalmente de los abonos quimlcos empleados en horticul-tura claslca, es de que se trata siempre de materias minerales naturales,que no han sufrido mas que tratamientos fi'sicos(tri turaci6n, lavado, calci-naci6n), pero nunca tratamiento qufrnico alguno.

Dado que todas las materias minerales contienen numerososconstituyentes, no se puede hablar, como en fertilizaci6n quimica, deabono "potasico", "nitrogenado" "fosfatado", etc.; en todo caso sepuede hablar del predominio de tal 0 cual elemento. Para mas c1aridad ysin dar a esta c1asificaci6n demasiada importancia (ya que hay numerososminerales que contienen dos y tres elementos predominantes) ,c1asificaremos los fertilizantes minerales en funci6n del elementodominante que contengan.

a) Aportaciones minerales con predominio nitrogenado.Las mencionaremos para insistir en que ninguna de elias se emplea en

agricultura natural . EI nitr6geno es, en efecto, un compuesto especi 'f ico dela materia organica que no puede suministrarse en agricul tura biol6gicamas que en forma organice, sea di rectamente 0 bien por mediaci6n de losmicroorganismos que fijan el nitr6geno del aire . Queda inc1uso exc1uidoel nitrato de Chile (potasicol, el tinico abono de nitr6geno natural (1) ycon mayor motivo los abo nos nitrogenados qufrnicos.b) Aportaciones minerales con predominio silrcico.

Entran en esta categori'a todas las rocas si li'ceas tri turadas (polvo debasalto, de granito, de gneis, de p6rfido, etc.). Estos polvos de rocassiliceas empiezan tan 5610 ahora a comercializarse en Francia, pero sevienen empleando en cultivo biol6gico, desde hace ya muchos anos, enalgunos pafses europeos (Sutza, Austria, Alemania), asi como en EE. UU.

Creemos que debe constituir la base de la fertilizaci6n mineral en elhuerto biol6gico. Se emplean a raz6n de 4 a 5Kg. por area al ano, en for-ma de polvo muy fino. Su interes reside en el hecho de que contienepracticamente todos los minerales necesarios a las plantas (en part icularsi lica, magnesioy oligoelementos). Son tinlcarnente pobres en f6sforo(algunos en calcio) que se suministran en forma de fosfato natural 0 polvode hueso.

Es sabido que los sue los volcanicos son de los mas fertiles del mundo;es por este motivo que el basalto es una roca volcanlca y sil i'ceaparticular-mente interesante. Los agricultores suizos emplean una mezc1a compues-ta de granito, gneis, p6rfido y dolomita que da igualmente muy buenosresul tados. Esta mezc1a por otra parte tiene una composici6n muy similara la del limo del Nilo que ha dado a Egipto desde milenios su legendariafertilidad, y que no es otra cosa que residuos minerales arrancados a lasmontafias primarias de la parte alta del curso del Nilo.

La agronomi'a modern a opina que es imi til suministrar sflice al suelo,con el pretexto de que la mayor parte de las rocas la contienen en grancantidad. Pero la agricultura biol6gica ha demostrado, desde hacetiempo, el papel esencial desempefiado por este elemento asi como lautil idad de su empleo.

(1) Medicago lupulina(2) Lathyrus cicera (N. del T.). (1) Una sustancia no esbuena por elmero hecho de ser natural; debe hacerse una elecci6nentre las sustanclas que nos ofrece la naturaleza.48 49


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c) Aportaciones minerales con predominio fosfatado.Constituyen el complemento natural de las rocas sil1ceas. Se empleangeneralmente losfosfatos naturales de Africadel Norte finamente molidos(hiperfosfatos). Existen en Francia numerosos yacimientos de fosfatos na-turales cuya explotaci6n ha sido abandonada dado que son menos ricosen fosfatos naturales que los de Tunez y Marruecos.

Se emplean a raz6n de 2 a 4 Kg. por area y ano. Pueden, no obstante,reemplazarse por polvos de hueso si es facil su obtenci6n.d) Aportaciones minerales con predominio calcareo.-En esta eateqorfa entran todos los abonos calcareos de origen natural(caliza triturada, creta, marga, dolomitas) y particularmente elMaerl y elLithothamne, a base de algas calcificadas. Algunos metodos biol6gicoshan hecho dellithothamne uno de los pilares de su fertilizaci6n. Creemosque se trata de un fertilizante de gran valor, pero su empleo es sobre todointeresante en terrenos acidos. En los terrenos de pH alto (1) (Iamayoriade suelos calcareos) no creemos que su empleo este justificado.En las tierras acidas y neutras, una Iigera aportaci6n de lithothamne,fertilizantericoen magnesio y en oligoelementos, podra servir de cornple-mento a las demas aportaciones minerales (rocas siliceas y fosfatadas) .e) Aportaciones mineraies, con predominio del magnesio.Se trata principalmente de dolomitas. Vienen siendo poco empleadasen horticultura biol6gica ya que los otros minerales suministrados, parti-cularmente las rocas siliceas y el Lithothamne, contienen ya cantidadesbastante importantes en magnesio. No obstante en elcaso de carencia demagnesio, por ejemplo en un suelo cultivado por elmetoda quirnico des-de hace tiempo, una aportaci6n de dolomita sera muy beneficiosa.f) Aportaciones minerales con predominio potdsfco.Estas aportaciones se admiten tan s610en algunos metodos biol6gicos.En horticultura biol6gica su empleo se limitaa algunos casos particulares,dado que las aportaciones organicas y las rocas siliceassuministran el sufi-ciente potasio para el desarrollo de las plantas. Se podra utilizar, no obs-tante, el Patentkali (mineral natural con predominio potasico y magnesi-co) en los suelos con pH muy elevado (pH 8 6 mayor), hasta que su pHhaya bajado a 7 6 7,5. Se suministrara a raz6n de unos 3 Kg. por area.

3. Los activadores y preparados bacterianos.En el comercio pueden encontrarse distintos preparados que tienenpor objeto activar la descomposici6n del compost, favorecer la actividadbiol6gica del suelo 0 bien estimular de manera natural el desarrollo de lasplantas. Entre los preparados que nos parecen mas interesantes, men-cionaremos los siguientes:

- Preparados biodiruirnicos, para los cuales aconsejamos allector quevea las obras que tratan sobre el metoda biodlnamico (1).- Preparados varios a base de plantas medicinales y algas.- Distintos preparados bacteria nos.EIempleo de estos productos no es indispensable, pero facilitan la re-conversi6n y mejoran sensiblemente los resultados en determinados ca-sos.Hay dos productos que creemos verdaderamente interesantes: el Hu-musferment, elaborado y puesto a punto en Suiza por el equipo Rusch-Muller, y que consiste en una incorporaci6n al suelo de bacterias simbi6ti-cas, y el activador de compostaje a base de plantas, puesto a punto por elingles M. Bruce (2).

Para los dernas productos, 10mejor es que cada cual haga las pruebaspertinentes; no podemos emitir un juicio entre los productos comercialescuya composici6n no es siempre conocida y no hemos experimentado deuna forma sistematica.

(1) EIpH (potencial hidr6geno) mide el grado de acidez del suelo. Un terreno equilibradodebe tener un pH que oscile alrededor de 7 (terreno casineutro); elpH es tanto mas bajocuanto mas acido es el terreno.

(1) E. Pfeiffer, "La fecondite de la terre". Del mismo autor "Le gai jardin potager". Ed.Triades.(2) M.Bruce ha puesto a punto un metoda de compostaje raptdo con laayuda de su act iva-dor. Un act ivador analoqo se vende en Francia bajo el nombre de "activateur A.C.C .".

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Capitulo VLa jertflfzacf6n bfol6gfca: su practfca

Ellector qutzas se haya sorprendido al ver el ntimero de materias orga-nicas y minerales naturales que pueden emplearse en horticultura biol6gi-ca. No se trata, desde luego, de emplearlas todas, pero Sl de hacer unaselecci6n en funci6n de las posibilidades de aprovechamiento, aSI comode la naturaleza del suelo. En realidad, la ferti lizaci6n biol6gica se Iimita aunas practices sencillas, las cuales derivan tambien de unos principiosmuy sencillos que se pueden enunciar de la siguiente forma:- La materia organica fresca no debe enterrarse nunca en profundidad.Debe compostarse en montones 0 bien que dar sobre el suelo como co-bertura del mismo, hasta que este 1 0 suficientemente descompuesta.Luego se incorporara al suelo, pero nunca a gran profundidad (1).- EI suelo no debe quedar nunca desnudo. En la medida de 1 0 posible,el suelo debe estar siempre cubierto, sea por un abono verde, sea por unacapa de mulch, 0 bien por el cultivo de turno (si este no recubre toda lasuperficie, se cubrlra el suelo con mulch entre las plantas cultivadas).- Las aportaciones organicas deben ser 1 0 mas variadas posible y nuncaexcesivas. Varias aportaciones pequefias son siempre preferibles a laaportaci6n masiva. Una aportaci6n masiva, incluso en superficie, de ma-(1) De un modo generalla materia orqanica fresca impide lagerminaci6n y est6xica para lasraices, es por 10que nose ven jamas malas hierbas sobre unmont6n de estiercol a pesar dela presencia de numerosas serrullas. Algunas plantas como lascucurbttaceas (calabazas, me-16n y pepino) son excepci6n y pueden germinar sobre estiercol fresco.

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teria organica insuficientemente descompuesta puede tener un efectodesfavorable a corto plazo.d) Las aportaciones minerales son tan s610 un complemento a las aporta-ciones organicas. Las aportaciones minerales son ineficaces siel suelo notiene suficiente actividad biol6gica.Examinaremos ahora las tecnicas basicas de la fertilizaci6nbiol6gica, elcompostaje en mont6n y el compostaje en superficie.1. EI compostaje en mont6n.Materias primas del compostSe cornpostaran todas las materias organicas disponibles que nopuedan utilizarse directamente como cobertura del suelo.Fabricaci6n del compostAunque las opiniones esten divididas a este respecto, somos del pare-cer que debemos actuar de forma que elcompostaje sea rapido. Para elloobraremos de la siguiente manera:- Los materjales seran finamente triturados; de este modo se descompo-nen mas rapldamente y facilitan la constituci6n de los montones.- Los montones de compost tendran una secci6n pequeiia (50 em. dealtura y 1m. de anchura de base), ello favorece una descomposici6naerobia y nos ahorrara el tener que voltear el mont6n de compost.- Aiiadiremos rocas siliceas trituradas, las cuales aportaran elementosminerales (particularmente los oligoelementos) .- Los montones estaran protegidos de lalIuvia,pero elaire ha de podercircular libremente a traves de los mismos.- EIcompost se coloca a ras de suelo y no en fosa. Ellugar no debe estarcenentado ni empedrado.AIcabo de unas semanas (de 4 a 6) se formara ya un humus cuyo olorsera parecido alde latierra de bosque y que estara listopara ser esparcidopor elsuelo (pero no para enterrar). Sera sobre elmismo suelo donde seproduciran las (dtimas transformaciones que desernbocaran en la forma-ci6n del mantillo.De este modo, no tendremos malos olores, ni moscas ni otra c1asedeinsectos. Todo se descompone natura1mente al contacto con el aire. Pro-cediendo de esta forma, se reduce considerablemente el tiempo de des-composici6n, se activan los procesos biol6gicosa la vez que se estimula elcrecimiento de las plantas.

Preparacion del compost.A) Compost prep'arado para pasar por el tamiz (hay un plast ico que evi ta elseca-

do 0 que 10 moje la lIuvia).B) Compost tamizado, l is to para su uso.C) Mont on de gruesos pedazos de compost que no han pasado por el tamiz y

que const ituyen, mezc lando con nuevas materias primas, e l ini cio de un nuevocompost.

0) Compost en curso de ferrnentacion.E)Tapiz sobre el cual es arrojado el compost con laayuda de una pala.Oicho de otro modo: a medida que se usa el compost A, se va formando un

nuevo compost en C. Si las materias primas son abundantes, se hara allado unmenton de aprov is ionamiento, en espera de recoger lo para la formacion de unmenton alargado.

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En el huerto familiar obraremos de la siguiente forma:- Los materiales disponibles (malas hierbas, desperdicios de cocina, es-tiercol, etc. se retinen en un mont6n provisional. Se cortan los elementosdemasiado grandes; los demasiado apelmazados se airean de forma quepenetre el aire en el mont6n provisional. Se espolvorea el mont6n conpolvos de roca. La humedad que pueda procurar la lluviano es nociva,por el contrario, es beneficiosa. Toda una serie de hongos microsc6picosse ponen a trabajar y fijan en su micelioel nitr6geno que podria volatili-zarse. Otras especies de microorganismos, contimian el trabajo de des-composici6n y de transformaci6n.- Alcabo de dos semanas se suelen tener materiales suficientes para ha-cer un mont6n alargado. En primer lugar mezclaremos fntimamente to-dos sus elementos. La descomposici6n, de este modo, se efectua mas ra-pidamente y en mejores condiciones que sise hacen capas sucesivas. EIcompost esta al mismo tiempo mas esponjoso y carente de aglomerados.Se Iepuede volver a espolvorear con polvos de roca, sobre todo si haydesprendimiento de malos olores.

Si no se dispone de materia organica de origen animal, se afiade unabono orqanico como polvo de hueso, polvo de cuerno, guano, etc. Sielsuelo es acido, utiliza;emos con preferencia polvo de hueso.EIcompost sera de mejor calidad y su descomposici6n se efectuara enlas mejores condiciones cuando este compuesto por una mezcla de ele-mentos vegetales y animales.Puede igualmente reemplazarse la aportaci6n de polvo de roca y deabono organico animal por una mezcla ya preparada en el comercio quecontenga todos esos elementos (a condici6n de que esta mezcla no con-tenga abono quimico alguno).Los materiales preparados de esta manera se disponen en montonesalargados tal como hemos explicado antes; se humedece bien (sinque es-curra agua), se riega eventualmente con purin y, sobre todo no seaprieta. EImont6n puede regarse durante su formaci6n, y Una vez term i-nado se riega con un activador a base de plantas. Estos activadores acele-ran la descomposici6n dado que estimulan la actividad bacteriana.Siprotegemos el mont6n del compost del exceso de lluvia, procurandoque tenga librecirculaci6n de aire, uno puede estar segura de obtener alcabo de 4 6 6 semanas un compost bueno para tamizar y poder ser espar-cido sobre elsuelo. De esta forma no hay peligro de que lalluvia10empa-56

pe, apelmazandolo y desapareciendo la posibilidad de que el aire circulepor su interior, 10que transforrnaria su proceso de fermentaci6n en ana-erobio (sin aire). Los medios a emplear para lograr esa protecci6n, sonnumerosos. Se puede, por ejemplo, hacer un enrejado con alambre y re-cubrirlo con material plastico.Segun el usa a que se quiera destinar, se tamizara 0 no elcompost. Sise tamiza (para recubrir por ejemplo, semillas que acabamos de sembrar)los elementos toscos que no pasan por el tamiz se anadiran al nuevomont6n de compost.EIcompost tamizado, se alrnacenara en un lugar aireado, al abrigo delsol y de la lluvia, de manera que podamos disponer del mismo a medidade nuestras necesidades.EIempleo del compostEIempleo del compost es distinto segun que este poco, medianamenteo muy descompuesto. Por otra parte, eltiempo de descomposici6n variacon las condiciones atmosfericas, la naturaleza y el estado de los mate-riales empleados. EItiempo que hemos dado anteriormente, de 4 a 6 se-manas, es tan s610 valido si las condiciones son favorables: tiempo nomuy frfo(en invierno el compostaje es mucho mas lento), materiales flna-mente triturados y de descomposici6n raplda. Los materiales muy celul6-sicos (paja, hojas, serrfn) exigen un tiempo de compostaje mucho maslargo.Sin embargo, no siempre es necesario ni deseable que el compost este"maduro" (es decir, pr6ximo al estado de mantil lo) para su empleo. Heaquf las principales reglas que hemos de tener presentes:- Un compost maduro puede emplearse en cualquier circunstancia(aportaci6n en superficie como cobertura 0 para enterrar) y en cualquierclase de cultivo. No obstar-te, en la practica, 10reservaremos para lasplantas que no soportan las materias orqanlcas frescas 0 a medio descorn-poner (remolacha, apio, zanahorias, cebolla, ajo, etc.) y como coberturadel semillero.- Un compost parcialmente descompuesto se ernpleara tan s610comocobertura del suelo y unicamente con plantas que soporten bien este tipode compost (patatas, tomate, pepino, calabazas). Incluso en estas condi-ciones, procuraremos no forzar las dosis: no deberan hacerse riegosabundantes en los dias siguientes a esta aportaci6n de compost, por elriesgo de arrastre por el agua de los elementos no descompuestos delcompost, al nivel de las rakes dafiandolas.

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Este tipo de compost puede igualmente esparcirse sobre el suelo, enotono, como cobertura, despues de las cosechas. Para las aportacionescomo capa de cobertura sobre el suelo desnudo 0 sobre los abonos ver-des es preferible un compost poco maduro, ya que el suelo se beneficiadirectamente de la actividad microbiana.

damente posible (2 a 3 cm.) pues el fin que se persigue es el de conseguiren la superficie del suelo, una mezcla de residuos vegetales con un pocode tierra con el fin de acelerar el proceso de descomposicion por parte delos microorganismos. Afiadir un abono orqanico-mineral adecuado avuestro terreno: una semana mas tarde, el terreno estara listo para poder-se sembrar. Podeis incluso trasplantar inmediatamente despues si se tratade plantas que hay que enterrar profundamente (coles, puerros, tomatesetc .. )En carnblo, deberels esperar si querels trasplantar lechugas 0 apios(plantas que se trasplantan a poca profundidad y que temen a la materiaorganica fresca).- Si quereis emplear el terreno inmediatamente para sembrar 0para re-alizar un trasplante superficial, podreis 0bien emplear el metoda clasico(arrancar los residuos y colocarlos en el compost); 0 bien pasar la rna-quina de cortar cesped. rastrillar luego los residuos para ponerlos en elcompost 0 emplearlos con mulch. EI segundo metoda es mas raptdocuando se cultiva una superficie de gran extension.Compostaje en superjicie realizado por la cobertura del suelo.

Hemos dedicado un capitulo entero (capitulo 6) a esta cuestion, dadasu importancia y debldo tambien a que rebasa el cuadro del compostajepropiamente dicho.

2. EIcompostaje en superflcle.Consiste en dejar que las matetias organicas se descompongan sobre la

superficie del suelo, en capas delgadas, en lugar de hacerlo en montones.Consti tuye, a nuestro parecer, la base de la ferti llzaclon biologtca, consi-derando el compostaje en menton como suplemento.

5e reconstituye de hecho el proceso natural que se realiza en los bos-ques, donde las hojas de los arboles se descomponen sobre el suelo y for-man ese humus tan caracterfstico del bosque. En las praderas, las deyec-ciones de los animales, la hierba segada y no recolectada, las aporta-ciones de estlercol y de purfn se compostan de manera natural sobre elmismo suelo. Los experimentos de Rusch (1) han demostrado que elsuelo se aprovecha al maximo de la vida microbiana de las materias orga-nicas en descomposicion cuando esta descomposicion se efecnia sobre elmismo suelo. La eficacia del compostaje en superficie es particularmenteespectacular en los sue los arenosos que mejoran raptdamente,

EIcompostaje en superficie reviste multiples formas:~ Compostaje en super/icie de los residuos de las cosechas.

Algunos cultivos (patatas, guisantes, habichuelas, habas, maiz) dejanimportantes residuos. EI rnetodo claslco consiste en arrancar todos esosresiduos y llevarlos al menton de compost. Preferimos otro sistema queconsiste en triturar y compostar esos materiales sobre el suelo mismo.

Si dlsponeis de una buena maqulna corta-cesped, bastara con pasarlasobre los cuadros de patatas (cuando estan buenas para la recoleccion) ,habichuelas, guisantes, habas (una vez terminada la recoleccion, desdeluego), 0en cualquier otra parcela de hortaliza que deje abundantes resi-duos faci les de triturar. Nos quedara sobre el terreno una delgada capa dedesperdicios finamente triturados.- Si no empleais inmediatamente el terreno, dejad que esa capa se se-que en superficie para incorporarla mas tarde a latierra , 1 0 menos profun-(1) Leer la obra fundamental de H. P. Rusch, "La Fecondite du sol". Ed. Le Courrier duLivre.

3. Resumen de la fertillzacl6n blol6glca.Todo cuanto acabamos de decir sobre la fert ilizaclon puede resumirse

en algunas reglas simples.Aportaciones a ejectuar en otono.a) Si no disponels de estiercol:

En la mayor parte de los terrenos: comprar un fertilizante biologicocompleto, contenlendo alrededor de un 50% de elementos organicos (ensu mayorla de origen animal) y de un 50% de elementos minerales (rocassilfceas, fosfatos y eventualmente Lithothamne). Aportar 20 Kg. porarea, en superficie.

5e pueden tarnbien comprar y aportar separadamente los elementosde la mezcla anterior .En los suelos muy calcareos (pH superior a 8): comprar una mezcla

analoqa pero que carezca de Lithothamne y en cambio contenga cenizade lena 0Patentkali. Se puede igualmente aportar separadamente la ce-

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niza 0 elPatentkali (es preferible laprimera) a razon de 6 Kg. de ceniza delena 0 3 Kg. de Patentkali por area.b) Si tenets estiercol:Podeis aportar edemas, 0bien los mismos fertilizantes mencionadosanteriormente pero reduciendo la dosis a la mitad, 0bien un fertilizantepuramente mineral (mismas mezclas que las anteriormente mencionadasmenos los elementos organicosl, a la dosis de 10 Kg. por area.

Emplearemos de 200 a 300 Kg. de estiercol por area (1). Si se trata deestiercol de buena calidad (estiercol fresco a poder ser natural) empleare-mos parte como cobertura del suelo en otofio y el resto se incorporara alcompost. Si se trata de un estiercol de calidad mediocre, 10 cornpostare-mos en su totalidad.EIcompost disponible se repartira en cobertura sobre los cuadros de-sembarazados de su cultivo0bien sobre los abonos verdes. Todas las par-celas desocupadas se recubriran de un manto organico protector (vercapitulo 6). Si disponeis de cantidades lirnitadas de estiercol de caballo,debeis guardarlo para las camas calientes de los semilleros (ver capitulo11).Aportaciones durante el ana:

A 10 largo del ana har

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