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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE GUAYANA
VICERRECTORADO ACADEMICO
DEPARTAMENTO: HOMBRE Y AMBIENTE
AGENTES DE BIODETERIORO EN
MADERAS EN CONTACTO CON
EL SUELO
TRABAJO DE MERITO COMO REQUISITO PARCIAL PARA ASCENDER A
LA CATEGORIA DE AGREGADO
AUTOR:
Ing. MSc. Arlenys Márquez
Upata, Junio 2008
INDICE
Lista de Figuras Introducción Capitulo I. El problema de Investigación Pág. I.1 Planteamiento del problema.................................................................... 3
I.2 Objetivos ................................................................................................. 4
I.3 Justificación............................................................................................. 5
Capitulo II. Marco Teórico II. 1 Bases Teóricas......................................................................................7
Capitulo III. Marco Metodológico III.1 Materiales.............................................................................................. 12
III.2 Metodología........................................................................................... 13
III.3 Inspección y evaluación de las muestras ............................................. 13
III.4 Caracterización de los insectos presentes en las muestras
Evaluadas..................................................................................................... 13
Capitulo IV. Resultados y Análisis IV.1 Daños de las probetas de albura y duramen de cada una de las
Especies....................................................................................................... 15
IV.2 Evaluación macroscópica de la madera................................................ 17
IV.3 Evaluación de los patrones de degradación de las maderas................ 21
IV.4 Caracterización de los insectos presentes en las muestras
Evaluadas..................................................................................................... 23
Conclusiones Bibliografía Anexos
Lista de Figuras Pag. Figura 1. Cubierta alrededor de la pieza de madera donde se observa
actividades de las termitas.................................................................... 14
Figura 2. Resultados de la biodegradación de las maderas evaluadas............... 15
Figura 3. Madera de albura de pata de danto. Indicio de ataque de termitas...... 17
Figura 4. Madera de cedro blanco consumida por las termitas ........................... 18
Figura 5. Madera de majagua con seis meses de exposición ............................. 19
Figura 6. Albura de mora blanca deteriorada...................................................... 20
Figura 7. Madera de Mora gongrijppi y Manilkara bidentata ................................ 20
Figura 8. Aumento de diámetro de las punteaduras y deterioro de los radios.... 21
Figura 9 Deterioro total de los radios, perforaciones en la pared celular de
las fibras y presencia de bacterias........................................................ 22
Figura 10. Características del deterioro de la madera de Sterculia pruriens ......... 23
Figura 11. Madera de Sterculia pruriens con ataque de termitas .......................... 24 Figura 12. Soldado colectado en cedro blanco y Mora gongrijppi ....................... 25
Figura 13. Soldado colectado en la madera de Sterculia pruriens........................ 26
Figura 14. Soldado colectado en cedro blanco y pata de danto .......................... 26
INTRODUCCION
Bajo ciertas condiciones de uso la madera está propensa al ataque de agentes bióticos,
químicos o físicos que pueden actuar solo o en combinación, los agentes bióticos han sido
generalmente su causa principal de deterioro dentro de los cuales los hongos y los insectos
son los principales. El biodeterioro es esencialmente el resultado de la progresiva digestión
de la madera por hongos o insectos, causando una continuidad de cambios en su apariencia
y en sus propiedades químicas, físicas y mecánicas, condición que la hace inatractiva para
ciertos usos. En ambientes naturales, la madera es frecuentemente colonizada en forma
rápida por microorganismos e insectos comenzando un proceso de descomposición o
biodegradación (Zabel y Morrell, 1992), que pueden culminar en la pérdida total de la pieza
de madera.
En Venezuela los estudios de durabilidad de madera comenzaron a desarrollarse hace
algunos años, para evaluar la potencial utilización de las maderas nacionales en la
construcción, ensayando métodos de laboratorio (agar y soil block) y métodos de campo
(cementerios de estacas) en diferentes ambientes (Mayorca, 1972; Encinas, 1998; Mora y
Encinas, 2000). Los ensayos de campo, aun cuando tienen el inconveniente de su larga
duración, son a ciencia cierta las pruebas definitivas para evaluar la durabilidad de la
madera en estas condiciones de servicio.
A pesar de que el campo de la microbiología de madera en Venezuela es reciente, se han
realizado diferentes investigaciones para conocer en particular los mecanismos de
degradación que usan los microorganismos biodegradantes (Encinas, 2000; Castro et al,
2000; Velásquez et al, 2004), pero a esto se debe agregar el conocimiento de las especies
de insectos que pueden deteriorar la madera en condiciones en contacto con el suelo. En
las zonas tropicales, los insectos que constituyen mayor riesgo para la madera son las
termitas, considerados como los mayores destructores tanto de la madera de uso interior
como de uso exterior (Reyes et al, 1995), causando pérdidas severas en las construcciones
de madera, las cuales pueden prevenirse mediante medidas adecuadas de diseño,
tratamiento químico y selección de los materiales (Perez et al, 1981).
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Teniendo un claro entendimiento de los cambios que ocurren durante la descomposición de
la madera y el mecanismo de acción de los agentes causales del deterioro se pueden
definir las técnicas adecuadas para la protección y conservación de este recurso natural que
ha jugado un papel fundamental en la vida del hombre desde tiempos remotos.
La durabilidad de la madera esta directamente relacionada con las condiciones finales de
uso, las cuales están clasificadas como riesgos, que van desde la madera destinada a uso
interior, hasta aquella que será utilizada en condiciones mas severas como lo son en
contacto directo con el suelo y agua salada (Rodríguez, 1998).
Además de las condiciones de uso, la especie y el tipo de madera (albura o duramen) tiene
una gran influencia en su duración en servicio, entre la albura y el duramen la mayor
diferencia se da por la cantidad de extractivos presentes en cada uno, siendo considerada la
madera del duramen con mayor durabilidad que la de la albura (Honorato et al, 1998).
Generalmente, en el uso de la madera en Venezuela no hay una separación de la albura y
duramen, por esta razón es importante realizar estudios a ambas partes, con la finalidad de
decidir si se utiliza la madera preservada o no, además al identificar el tipo de deterioro
presente en la madera se podrá elegir el tipo de preservante a utilizar.
En la presente investigación se analizó la biodegradación de especies de maderas que
están siendo explotadas en la Reserva Forestal Imataca, en contacto con el suelo. Se
determinó el daño ocurrido en cada probeta y el agente causal del deterioro, mediante
observaciones macroscópicas y microscópicas y se identificó los insectos presentes en
cada muestra, con lo cual se podrá determinar si se requiere el uso de sustancias para
aumentar su vida útil en las maderas evaluadas.
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Capitulo I. El Problema de Investigación I.1 Planteamiento Del Problema Durante los últimos años, la Reserva Forestal Imataca ha generado anualmente una
producción de madera en rolas aproximada a los 100.000 m3, lo cual representa un 40% de
la producción nacional. Esta situación ubica a esta Reserva como la principal fuente de
producción maderera en relación a las de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial
destinadas a la producción forestal permanente del país. La cobertura boscosa, con una alta
potencialidad para el manejo forestal posee un volumen aproximado de árboles mayores a
30 cm DAP igual o mayor a 100 m3/ha. Sin embargo a pesar de esta magnitud del uso
forestal, aún existe una sub utilización del mismo, pues tan solo se aprovecha alrededor de
6 m3 por hectárea del potencial aprovechable a partir de los diámetros mínimos de corta
establecidos. (Aicher, 2005).
Existen especies de madera altamente resistentes a la degradación biológica en su estado
natural, y por esta razón han sido siempre las más explotadas y utilizadas, originando una
disminución de éstas, lo que incide directamente en el costo para su obtención. Por el
contrario muchas especies tropicales son poco utilizadas porque, a pesar de tener muy
buenas cualidades estructurales y encontrarse en grandes proporciones en el bosque se
consideran poco resistentes a la degradación biológica, siendo éstas a la vez mas
económicas. (Encinas 2001)
Los sistemas de clasificación de la durabilidad de la madera pueden variar de un sitio de
exposición a otro. Los nichos ecológicos propios de cada sitio hacen que la madera presente
diferentes grados de vulnerabilidad ante los agentes destructores presentes en cada zona,
de igual manera la efectividad de los tratamientos aplicados a la madera son influenciados
por las condiciones de cada sitio. (Zabel y Morrel, 1992)
Las condiciones finales de uso unido a las características intrínsecas de la madera son las
que determinan su vida útil, si una madera presenta baja durabilidad natural se le puede
aplicar sustancias o productos químicos que aumenten su tiempo en servicio (durabilidad
inducida). La cantidad y tipo de preservante que se debe aplicar para que la madera pueda
cumplir con su función sin menoscabo de sus propiedades, dependen de las condiciones de
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uso, de esta manera, una madera que está en uso bajo cubierta y sin mucho riesgo de
humedad como por ejemplo muebles, parquets, y acondicionamiento para interiores requiere
de un tratamiento diferente a aquella que va ha estar en contacto permanente con el suelo o
agua fresca (postes, columnas de exteriores, puentes) donde existe el riesgo de hongos de
pudrición e insectos.
El primer paso para la protección de la madera es conocer la forma de acción de los agentes
de deterioro. Los patrones de degradación resultantes de cada agente determinará la
concentración de preservante a emplear y el método mediante el cual se debe aplicar éste a
la madera, ya que hay hongos que actúan desde el lúmen de las células y se requiere que
la sustancia aplicada llenen las células de la madera, así como hay otros tipos de hongos
que comienzan su ataque en la pared celular y en este caso se requiere penetraciones
profundas de las sustancias en las paredes celulares. En el caso de riesgo de insectos, se
requiere penetraciones profundas en las piezas de madera de manera que no existan
puntos vulnerables para el inicio de ataque de éstos.
I.2 Objetivos
Objetivo General Evaluar los procesos de biodegradación de especies de maderas latifoliadas, en
contacto con el suelo.
Objetivo Específicos 1.- Categorizar el daño de las probetas de cada una de las especies.
2.- Evaluar las características macroscópicas de la biodegradación de las especies
ensayadas.
3.- Caracterizar los patrones de biodegradación de las maderas que determinan el
tipo de pudrición presente.
4.- Caracterizar los insectos presentes en las muestras evaluadas
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I.3 Justificación La superficie de bosques en el mundo corresponde en un 95% a bosques naturales y 5%
restante a las plantaciones forestales, no obstante, la disponibilidad de bienes y servicios
forestales se ha visto afectada por la deforestación tropical y la degradación de los bosques,
en parte porque los materiales provenientes del bosque son susceptibles a la acción de
diversos agentes y organismos que afectan progresivamente su durabilidad.
La madera es el principal bien que se obtiene del bosque, por ser un material orgánico, es
susceptible a ser degradada por organismos biológicos dentro de los cuales los hongos y los
insectos juegan un papel primordial. La resistencia natural de la madera es entendida como
la capacidad inherente de una especie de resistir a los agentes de deterioro, incluyendo
agentes biológicos y los físicos y químicos. (Velásquez, 2004). El primer paso en la
protección de la madera es conocer cuales son los agentes que pueden deteriorarla y su
impacto real, en las condiciones ambientales de uso final. En condiciones en contacto con el
suelo la madera se ve sometida a una serie de agentes que pueden actuar solo o en
combinación, causando una serie de cambios que pueden culminar en su total deterioro.
El deterioro de la madera se manifiesta como un problema en la actualidad que se
materializa en gastos e incomodidades para los usuarios. Este gasto puede llegar a ser
significativo cuando el problema se expande por todas las construcciones de una región. Los
hongos y los insectos son los responsables de las grandes pérdidas económicas por la
degradación y destrucción que causan en la madera, sobretodo en la destinada a uso
exterior o a usos en los que está en contacto directo con el suelo. (Vásquez, 2004)
Según Oliveira (1986), una madera es degradada biológicamente, porque algunos
organismos utilizan los polímeros naturales de sus paredes celulares como fuente de
alimento o poseen sistemas enzimáticos específicos capaces de metabolizarlos en unidades
digeribles. La albura es la parte de la madera que representa material nutritivo susceptible al
ataque de agentes biológicos como las reservas alimenticias en las células del parénquima;
el duramen normalmente presenta mayor durabilidad natural, la cual se atribuye a la
presencia de substancias toxicas en cantidades considerables que previenen o minimizan el
ataque de los organismos que causan el deterioro, en tanto que la madera de albura no tiene
suficiente cantidad de extractivos, o los que tiene son de baja toxicidad para inhibir el
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crecimiento de los organismos (Vásquez, 2004). Bajo las mismas condiciones el grado de
deterioro la albura puede ser un 40% mas rápido que en la del duramen (Honorato et al,
1998).
Para mejorar la durabilidad de la madera se utilizan técnicas de preservación con el fin de
conseguir mayor resistencia del material y así prolongar su vida en servicio de manera que
ésta pueda competir, en cuanto a su vida útil, con cualquier otro material de construcción, la
utilización de métodos de preservación es de gran importancia sobre todo en países
tropicales donde existe un gran número de especies de insectos y hongos destructores de la
madera (Juacida y Quintana, 1992; Peraza, 1994).
En Venezuela no existe normalización en preservación de la madera, en cuanto a las
retenciones mínimas de algunos preservantes, según el uso que se vaya a dar a la madera,
por lo que el conocimiento de los agentes de deterioro que puedan actuar en condiciones
específicas de uso es el punto de partida para iniciar pruebas de protección de la madera,
con diferentes preservantes.
Dada la diversidad de especies forestales maderables, es importante determinar la
resistencia y durabilidad de la madera de manera que se puedan obtener índices de
degradación de estas especies que permitan tomar medidas para su protección. El
conocimiento de la biodegradación de las especies estudiadas en esta investigación aporta
información sobre las limitaciones que pueden tener cada una cuando se usan en contacto
con el suelo, determinando de esta manera si deben usarse sin ningún tipo de protección o,
si por el contrario se debe utilizar sustancias que contribuyan a aumentar su vida en servicio.
De esta manera se fomente la utilización de especies forestales que hasta el momento no
han sido utilizadas teniendo una incidencia directa en la conservación de algunas especies
forestales que hasta el momento han sido explotadas en grandes cantidades debido
principalmente a su alta durabilidad natural.
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Capítulo II. Marco Teórico II.1 Bases Teóricas El aprovechamiento de los bosque de la Reserva Forestal Imataca implica el uso de unas 54
especies, que pueden dividirse en tres grupos: Grupo 1 formado por ocho especies que
representan alrededor del 70% de la producción anual en la reserva, dentro de las cuales se
encuentra el Mureillo (Erisma uncinatum) y el Purgo (Manilkara bidentata), es importante
mencionar que la especie Mureillo contribuye con casi 35% en la producción de este grupo y
con un 25% del volumen total producido anualmente en dicha reserva. Grupo 2 formado
por 18 especies que representa aproximadamente el 23 % de la producción anual de
madera en rolas en la Reserva, dentro de éste se encuentran las especies Carapa (Carapa
guianensis) Pata de danto (Terminalia amazonia), Majagua (Esterculia pruriens), éstas a
pesar de ser especies valiosas tienen una producción mediana en el área y por último un
Grupo 3 con especies de muy baja producción con 28 especies aprovechadas, que
contribuyen tan sólo con el 7% restante, dentro del cual se incluye Mora (Mora gongripii),
Cedro blanco (Simaruba amara) y Mora B (Cholophora tinctorea). (FAO, 1995). Dentro de
las causas de la sub utilización de algunas especies forestales el desconocimiento del
consumidor sobre las características de durabilidad, es una de las principales por lo que
limitan el uso a las especies tradicionales.
La madera es un material de origen orgánico, no homogéneo, formado por conjuntos de
células especializadas en tejidos, destinados principalmente a la realización de las funciones
de transporte, almacenaje y soporte o resistencia (Álvarez y Marlitegui, 1996). Las funciones
de almacenamiento dependen de los parénquimas longitudinales, los radios y de los canales
resiníferos. La función secretora depende de las células epiteliales. Entre células
adyacentes, la conducción de agua y de otras sustancias ocurre a través de las punteaduras
(Zabel and Morrell, 1992). El tipo de punteadura varía con el tipo de célula y el tipo de
madera; esta variación en la estructura de los tejidos xilemáticos determina diversos
patrones de desarrollo y establecimiento de los microorganismos destructores de la madera.
En la sección transversal del tronco de un árbol se pueden diferenciar la albura y el
duramen. El duramen, en el interior del tronco, y la albura, en el exterior. La formación del
duramen se caracteriza por modificaciones anatómicas y químicas. Las modificaciones
anatómicas, se traducen en una obturación total o parcial de los tejidos encargados de
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transportar la savia. Las modificaciones químicas tienen lugar al impregnarse las células con
otros productos naturales producidos por el árbol (resinas, aceites, taninos, gomas,
sustancias solubles, hidratos de carbono polisacáridos, alcaloides, etc) que al oxidarse le
suelen dar un característico color oscuro (Zabel y Morrell, 1992).
Las propiedades físico-mecánicas de la madera dependen de las que presenten sus células
y más concretamente de las que posean la pared celular. La pared celular de la madera está
conformada por un concéntrico arreglo de diversas capas con diferentes composiciones
químicas y orientaciones de los elementos estructurales (celulosa) y sub-estructurales,
polioles y ligninas (Haygreen y Bowyer, 1994; Fengel y Wegener, 1984).
Los tejidos de la madera están constituidos principalmente por substancias como la celulosa
y la hemicelulosa, que abarcan la mayor proporción en las paredes celulares, también hay
extractivos y una pequeña cantidad de materiales inorgánicos (cenizas); además, se
encuentra un compuesto incrustante denominado lignina (Panshin y De Zeeuw, 1980). La
celulosa forma un esqueleto el cual está rodeado por otras substancias (hemicelulosas)
funcionando como una matriz junto con los componentes de la lignina (Sjöstron, 1991). La
celulosa es quizás el más importante componente de la madera, constituyendo un poco
menos de la mitad del peso en maderas latífoliadas y coníferas y está formado por unidades
de glucosa (Scott, 1992).
La lignina y celulosa son compuestos que por su propia naturaleza constituyen la base de
alimentación de organismos vivos conocidos como xilófagos, depredadores de la madera
como hongos, insectos, moluscos, crustáceos y aves. Desde el momento en que un árbol se
corta y pasa a convertirse en tejido muerto, es apetecido por diversos organismos los cuales
influyen en mayor o menor grado en su vida de servicio. Dentro de los agentes degradadores
de la madera se encuentran los agentes biológicos (hongos, insectos y perforadores
marinos) y los no biológicos (Fuego, desgaste mecánico y clima); los agentes biológicos son
los que han mostrado la mas alta peligrosidad en la destrucción de los tejidos leñosos, razón
por la cual se les debe prestar mayor atención cuando se trate de alargar o mantener la vida
útil de la madera. (Blanchette et al, 1990)
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La falta de homogeneidad de la madera hace que se den grandes diferencias entre las
especies, en relación con su comportamiento frente a un determinado agente de deterioro. Los principales agentes bióticos destructores de la madera pertenecen tanto al reino vegetal
(hongos xilófagos) como al reino animal (insectos xilófagos y xilófagos marinos). La acción
de los hongos se origina principalmente en la madera en contacto con el suelo, o cuando se
humedece en la construcción.(Peraza, 1994)
Los hongos que se relacionan con la madera, son los mohos, los hongos cromógenos y los
hongos de pudrición. Su ciclo biológico queda definido por las esporas, las hifas, el micelio y
los cuerpos de fructificación. Las esporas de los hongos se encuentran en todas partes y en
gran cantidad, son arrastradas por el viento, el agua o los animales. El ciclo se inicia cuando
encuentran unas condiciones favorables para su germinación (maderas con un contenido de
humedad superior al 22%). De las esporas emergen las hifas que se introducen en la
madera alimentándose de las sustancias de reserva del interior de las células segregando
enzimas que producen la descomposición de la pared celular estableciendo la función
degradadora en la madera (Juacida y Quintana,1992).
Los factores que tienen mayor influencia en el desarrollo de los hongos son la humedad, la
temperatura y la presencia de aire (oxígeno). La humedad es de vital importancia para la
fisiología de los hongos. Su óptimo se sitúa entre el 35 y el 50%, el límite inferior entre el
20% - 22% y el superior alrededor del 75% (Juacida y Quintana, 1992). Los hongos de
pudrición producen una degradación importante ya que alteran las paredes de las células
de la madera. Según va desarrollándose la pudrición se va acentuando el cambio de color,
rojizas - pardas o a veces claras, y la madera empieza a peder peso y aumentar su
contenido de humedad. En la fase final del proceso se llega a la disgregación total de la
estructura de la madera con una pérdida importante de sus características físico –
mecánicas (Peraza, 1994).
El grupo más grande de hongos que degradan la madera es el de los basidiomycetes y
algunos representantes del grupo de los ascomycetes (Ericsson et al, 1990). Estos
organismos han sido clasificados dependiendo del tipo de polímero que ataquen y con base
a diferentes características macroscópicas. En las etapas avanzadas de descomposición, el
color de la madera puede tornarse café claro a un café oscuro, o bien el color puede ser
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blancuzco (Kirk y Cowling, 1984). Así los hongos se dividen en aquellos que producen la
pudrición marrón (su ataque se centra en la celulosa) y la pudrición blanca (su ataque se
centra en la lignina). Otro tipo de pudrición es conocido como suave o blanda (su ataque se
produce cuando existen altas condiciones de humedad, tanto en el ambiente como en la
madera) la cual se produce por hongos Ascomycetes o Imperfectos (Ericsson et al, 1990)
La acción de los insectos xilófagos se puede producir en una gran variedad de situaciones y
de contenidos de humedad de la madera. Según su ciclo de vida y la forma de su ataque
debemos distinguir los insectos de ciclo larvario, de los insectos sociales y xilófagos
marinos. Entre los primeros tendríamos por ejemplo a las carcomas (anóbidos, lictidos y
Cerambícidos) y entre los segundos a las termitas (Peraza, 1994).
El ciclo de vida de los insectos xilófagos larvarios se caracteriza por su cambio de forma,
que se denomina "metamorfosis", pasando por cuatro estados sucesivos de desarrollo:
huevo, larva, pupa e imago (adulto). El tiempo de cumplimiento de todos los estados es
diferente para cada especie. Los estados de huevo, pupa e imago son por lo general de
corta duración y varían desde varios días, hasta semanas. El tiempo más largo del ciclo de
vida corresponde al estado larvario, etapa durante la cuál lleva a cabo la degradación de la
madera para satisfacer sus necesidades alimenticias. Su desarrollo está influido por
diferentes condiciones, entre las que se destacan, la especie de madera, contenido de
humedad de la madera, temperatura ambiental y la presencia de hongos de pudrición
(Rodríguez, 1998).
El insecto xilófago social mas activo es la termita, son insectos del orden Isóptera, viven en
colonias, se organizan por castas y se alimentan de madera, su rol en ambientes naturales
es de gran importancia ya que participan en el ciclo de nutrientes degradando los
componentes celulósicos e incorporándolos al suelo, sin embargo, en ambientes urbanos
constituyen plagas al ingresar a las viviendas y dañar las estructuras de madera, lo que
genera pérdidas económicas considerables (Smith, 2000).
Las obreras descomponen la celulosa de la madera, transformándola en azúcares
asimilables, alimentando al resto de la colonia mediante la trofalaxis (intercambio de
alimentos entre sí, boca-boca, ano-boca). Pueden alimentarse también de papel y de tejidos,
y para llegar a las fuentes alimenticias pueden provocar daños a otros materiales que
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obstruyan su camino. A veces construyen canales o tubos, fabricados con saliva,
excrementos o partículas de tierra y de madera que les permite salvar cualquier tipo de
obstáculos; estos tubos pueden estar adosados a muros de mampostería o estar colgados
del techo. El ataque de termitas subterráneas se caracteriza inicialmente por una infección
leve y que puede no ser detectada de inmediato. Posteriormente, el daño inevitablemente se
vuelve severo; porque las termitas penetran toda la madera, infestando la construcción por
completo (Cammousseight, 1997).
El trabajo de las termitas facilita las pudriciones en la madera al incrementarse el contenido
de humedad. Por ello el daño de termitas está usualmente asociado a la pudrición de la
madera. La mayoría de las especies de termita consumen madera aproximadamente una
tasa de 2 a 3% del peso de su cuerpo cada día. Los factores que afectan el consumo
incluyen las condiciones ambientales, tamaño de la termita y tamaño de la colonia (Pearce,
1997).
La durabilidad natural de la madera, se define como la resistencia propia que tiene la
madera a ser degradada por cualquier agente biológico, El efecto de los hongos puede ser
evaluado por medio de los cambios que sufre el material durante el desarrollo del proceso
de degradación. La duraminización protege a la madera contra los ataques de los hongos e
insectos xilófagos, por el taponamiento e impregnación de los tejidos de la madera con
sustancias de valor antiséptico. La madera de duramen no sólo es más oscura (en la
mayoría de las especies), sino que también es más densa y resistente a los ataques de
origen biológico; mientras que la madera de albura suele ser más clara, generalmente de
color blanco amarillenta, más porosa y blanda. Desde el punto de vista de los tratamientos,
la albura suele ser más fácil de tratar y de trabajar en la mayor parte de los procesos de
elaboración y desintegración mecánica.
La mayoría de las maderas tiene una durabilidad diferente frente a los diversos organismos
que la pueden degradar. Hay una gran cantidad de especies muy durables frente a la acción
de hongos mientras que son menos las especies que lo son frente al ataque de termitas; Y
dentro de los hongos, hay maderas más durables frente a un tipo que a otro (basidiomicetes
o deuteromicetes).
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La gran amplitud del término “Durabilidad Natural”, en la mayoría de los casos no es
demasiado real si no va acompañado de “frente a que” y así en la actualidad se habla de
durabilidad natural frente a hongos xilófagos o frente a determinados insectos xilófagos o a
xilófagos marinos.
La estructura y la composición química de la madera tienen una influencia significativa en la
degradación producida por los diferentes organismos y los patrones resultantes de deterioro.
El tipo de célula, la composición química y la morfología de la pared celular rigen los efectos
de las enzimas en el substrato leñoso. La descomposición de la madera ocurre por la
conversión de uno o más de los polímeros a moléculas más simples; por ejemplo la
celulosa a unidades de glucosa. Sin embargo para que esto suceda, las condiciones
ambientales, así como las del substrato deben ser adecuadas (Kir y Cowling, 1984).
Las maderas pueden ser clasificadas según su uso y cada una de ellas, sujeta a distintos
niveles de riesgo de ataque de hongos (Rodríguez, 1998): 1.- Maderas en contacto directo y
permanente con el suelo: postes de luz, durmientes. Riesgo importante y constante con
amenaza de destrucción. 2.- Madera que no está en contacto directo con el suelo, pero que
puede sufrir períodos largos de exposición a la humedad: estructuras a la intemperie. Riesgo
importante de ataque con lenta evolución. 3.- Madera que no está en contacto directo con el
suelo, que sufre rehumidificaciones por acción directa de lluvias: aleros de techos. Riesgo
constante de evolución lenta. 4.- Maderas que no están en contacto con el suelo y al abrigo
de la intemperie. Solo riesgo de ataque de insectos.
Capítulo III. Marco Metodológico III.1 Maderas Evaluadas Se utilizó madera de albura y duramen de las especies Mora gongrijpii (Mora g.), Terminalia
amazonia (Pata de danto), Sterculia pruriens (Majagua), Simaruba amara (Cedro blanco),
Carapa guianensis (Carapa), Erisma uncinatum (mureillo), Manilkara bidentata (purgo),
Cholophora tinctorea (mora blanca), procedentes la Unidad N-2 de la Reserva Forestal
Imataca ubicada en el Estado Bolívar y parte del Estado Delta Amacuro comprendida entre
los 8º 00`y 8º 36´ de latitud Norte y los 61º 29´ y 61º 58´ de longitud Oeste, perteneciente al
empresa CODEFORSA, (Corporación de Desarrollo Forestal).
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III.2. Metodología Se utilizó la metodología propuesta por la norma ASTM 1758-96 con modificación del
tamaño de la muestras según Mingliang (2002), así, se prepararon probetas con madera
libre de ataque de hongos e insectos, tomando muestras tanto de albura como duramen con
dimensiones de 30 (L) x 2 x2 cm, , la longitud de la pieza fue cortada en el sentido paralelo
al grano. Las muestras fueron acondicionadas a una humedad de 14 ± 3 %, con 15 réplicas
de albura y 15 réplicas de duramen para cada especie. Una vez acondicionadas fueron
instaladas en un sector de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Upata Edo.
Bolívar, las cuales se dispusieron de manera aleatoria manteniendo una distancia de 60 cm.
entre hilera y 30 cm. de separación entre estacas, enterradas a profundidad de 15 cm.
III.3.- Inspección y evaluación de las muestras de madera La inspección de las estacas se realizó a los tres, seis, nueve y doce meses de establecido
el experimento, siguiendo los criterios de la norma EN 252 según la siguiente escala:
Condición Grado No atacada 0
Ligeramente atacada 1
Moderadamente acatada 2
Severamente atacada 3
Falla 4
Las muestras de madera degrada se trasladaron al laboratorio para realizarle observaciones
microscópicas para describir los patrones de degradación en las maderas a causa de los
diferentes microorganismos presentes en el medio de estudio y determinar el tipo de
pudrición. Las observaciones se realizaron con microscopio de luz, realizando cortes finos
con una hojilla a la madera en sentido transversal y longitudinal, éstos fueron colocados en
porta objetos y se tiñeron con safranina al 0,1 % en gricerol y/o azul de anilina en 50% de
ácido láctico; las observaciones fueron realizadas utilizando microscopio óptico bajo luz
normal y luz polarizada.
Para la caracterización de las especies de los insectos, éstos se preservaron en etanol al
80%, y se procedió a realizar las observaciones pertinentes en estereo microscopio.
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Capítulo IV. Resultados y Análisis Los procesos de biodeterioro de las maderas ensayadas, en albura y duramen, fueron
originados tanto por el ataque de hongos de pudrición como por las termitas, a partir de la
primera evaluación se observó, en algunas maderas, evidencia del trabajo de las termitas,
en otras, solo ablandamiento en la línea de tierra de la madera lo que es signo característico
de hongos de pudrición.
El agente destructor mas recurrente en las especies evaluadas fue termitas subterráneas,
cuyo ataque a la madera se caracterizó fundamentalmente por construcción de una cubierta
alrededor de las piezas de madera (Figura. 1), lo que es el inicio del trabajo en estos
insectos ya que, éstas generalmente atacan la madera ocupándola internamente pues son
fototrópicas negativas, ellas seleccionan un área del suelo dentro del cual pueden fácilmente
formar madrigueras y desde este punto atacan la madera (Eaton y Hale, 1993). El ataque
de termitas subterráneas se caracteriza inicialmente por una infección leve, interna, que
puede no ser detectado de inmediato, posteriormente, el daño inevitablemente se vuelve
severo; porque las termitas penetran toda la madera, infectando la construcción por
completo (Cammousseight, 1997).
Figura. 1. Cubierta alrededor de la pieza de madera donde se observa actividades de las termitas
(madera de Cedro blanco, tres meses de exposición)
IV.- 1- Daño de las probetas de albura y duramen de cada una de las especies. En las maderas evaluadas se encontró diferentes grados de deterioro tanto por hongos
como por insectos, en la figura 2 se puede observar el grado de degradación de las
especies tanto en la albura como el duramen, de las especies ensayadas Manilkara b. fue
- 15 -
la que presentó menor grado de deterioro, ya que todas las muestras se encontraron dentro
del grado 1 (no atacadas) el comportamiento fue igual tanto en las especies de albura como
de duramen así mismo el duramen la especie Terminalia a no mostró signos de deterioro, y
las muestras de albura cinco de éstas fueron solo ligeramente atacadas considerándose
como grado de ataque 2; los reportes de durabilidad natural de estas especies la consideran
como una madera resistente, según el manual del grupo andino y según Mayorca, 1973, la
madera Terminalia es una madera susceptible, es importante señalar que en estos estudios
no se especifica la proveniencia exacta de la madera, y las condiciones de crecimiento de
los árboles tiene una influencia marcada en la durabilidad de la madera (Zabel y Morrell,
1992). Así mismo el duramen de la especie Erisma U. resultó sin daño, lo que concuerda
con los resultados obtenidos por Mora et al (2004), donde fueron expuestas probetas al
contacto con el suelo y después de 18 meses de evaluación éste permaneció inalterado.
0
5
10
15
A D A D A D A D A D A D A D A D A D
Chlorophorat
Simarubaa
Morag..
Terminaliaa
Sterculiap
Erismau.
Carapag
Pinusc
Manilkarab
Especie
Pro
beta
s at
acad
as
1 2 3 4 5
Figura. 2. Resultados de la biodegradación de las maderas evaluadas
Las maderas con mas grado de deterioro corresponden a Simaruba amara y Sterculia
pruriens (tanto albura como duramen) presentando en ambos casos fallas en algunas
probetas desde la primera evaluación; estos resultados coinciden con los resultados
obtenidos por Mayorca, 1973 y los del Manual de preservación del grupo andino (JUNAC,
- 16 -
1988). En estudios realizados por Mora et al (2004) después de 12 meses de evaluación la
madera de Sterculia resultó con grado de 1, 2 y 3 en proporciones similares, lo que les
permitió clasificarla como una madera moderadamente durable, las diferencias en estos
resultados probablemente se deben a las condiciones ambientales de la zona donde se
ubicaron los ensayos y las características de los suelos en esa zona.
Las especies de Carapa g. y Mora g. mostraron un comportamiento similar en cuanto a los
grados de deterioro de la albura y duramen, en la albura las probetas resultaron con grado
de deterioro 2 y 3 y el duramen con grados de deterioro 1 y 2.
IV.- 2 - Evaluación Macroscópica de la madera Las características macroscópicas de la degradación de las maderas se diferenció en cada
especie, según fuera menos o mas susceptible a la degradación por los agentes
destructores presentes en el medio, La madera de Terminalia que solo se vio afectada en
albura observándose una pequeña penetración de las termitas en la parte de la pieza
enterrada en el suelo (Figura.3), al cortar la pieza no se observó túneles en su parte interna.
La observación macroscópica de la madera no evidenció ataque de hongos, lo que fue
corroborado por el estudio microscópico respectivo.
Figura 3. Madera de albura de pata de danto. Evidencia de indicio de ataque de termitas
La durabilidad del la madera al ataque de termitas es una síntesis de tres propiedades
fundamentales, la apetecibilidad a la madera que parece estar relacionado en gran medida
por la porción de lignina presente, mientras la celulosa puede ser digerida por las termitas, la
lignina es totalmente excretada; la repelencia a sustancias químicas específicas presentes,
- 17 -
que cuando se encuentran en suficientes cantidades evitan el ataque de termitas y en último
lugar la oportunidad, ya que estos insectos varían en sus preferencias alimenticias y
cuando hay material apetecible son selectivos para utilizarlos (Smith et al, 2003).
Simaruba amara fue la madera mas afectada tanto en la albura como el duramen, en la
primera evaluación se observaron probetas de albura que fallaron por la acción tanto de
hongos como de termitas, para la segunda evaluación, a los seis meses de instalación
todas las probetas de albura se vieron afectadas, resultando 11 de estas con falla, en
algunas pieza de maderas el daño fue tan intenso que solo quedaron restos de las probetas
observándose en éstas canales en el sentido del grano de la madera (Figura. 4),
Figura 4. Madera de cedro blanco consumida por las termitas (seis meses de exposición)
En la madera de Sterculia p. se pudo precisar que el mayor daño fue producto de ataque de
hongos, en cuanto a la acción de las termitas solo se observó consumo de la madera que
estaba en contacto con el suelo causándole pequeños agujeros (Figura 5), sin una
penetración profunda, ésta parte de la madera se sintió totalmente blanda, al grado de
romperse al ejercérsele presión con las manos, y con un oscurecimiento superficial, los
cuales son características del ataque de hongos de pudrición blanda (Rodríguez, 1998) que
se desarrollan con mayor facilidad en lugares con altos contenidos de humedad y
temperaturas elevadas, condiciones más extremas que las necesarias de los hongos que
causan otros tipos de pudriciones. En las muestras con estados avanzados de pudrición se
observaron con la presencia de una capa blanca superficial, algo erosionada, que al secarse
se resquebrajó.
- 18 -
Figura 5. Madera de majagua con seis meses de exposición
La madera fuera de contacto con el suelo se observó cubierta con una capa formada por
arena, producto de la actividad de las termitas, al ser removida esta capa se observó que las
termitas no penetraron la madera solo la erosionaron superficialmente.
La especie mora blanca también se vio afectada por hongos y termitas, el duramen resultó
con ataque moderado de agentes presentes en el suelo, 9 piezas de madera fueron
ligeramente atacada y las seis restantes fueron moderadamente atacadas; en la albura de
esta madera se observó falla en diez muestras a los doce meses de establecido el ensayo,
en éstas se observó presencia principalmente de hongos, las termitas solo intentaron
penetrar las piezas de madera sin conseguir construir túneles dentro de esta, en varias
muestras que fallaron las madera en la parte interna, tomó una coloración ligeramente
blanquecina y se observó líneas de color oscuro en la parte interna de la madera (Figura 6),
conocidas como líneas de zonas característica particular de los hongos de pudrición blanca,
y son formadas como resultado de interacción y compartamentalización de diferentes
especies de hongos de deterioro o diferentes sepas incompatibles genéticamente (Eaton y
Hale, 1993).
- 19 -
Figura 6. Albura de mora blanca deteriorada. La flecha indica la compartamentalización
En estos estados de deterioro la madera se vuelve fibrosa en la dirección del grano debido a
la separación de las células de la madera a lo largo de la lámina media.
La especie Mora g. presentó resistencia al ataque de los agentes destructores presentes en
el medio (figura 7), en la última evaluación diez de las muestras de duramen permanecieron
sin ataque y las otras cinco solo tuvieron un ataque ligero, se observó solo superficialmente
intento de ataque de las termitas y no se observó indicio de ataque de hongos, es decir la
superficie no se observó ablandada ni se observó oscurecimiento superficial de la madera.
Así mismo el purgo resultó sin ataque tanto en las piezas de albura como en la del duramen.
Figura 7. Madera de Mora gongrippi (a) . Purgo (b), doce meses de exposición
a
b
- 20 -
IV.- 2- Evaluación de los patrones de degradación de las maderas Las probetas que presentaron grado de ataque 4 (Falla) debido a la acción de hongos
fueron evaluadas microscópicamente caracterizando los patrones de degradación en la
pared celular. Este estudio permitió identificar el tipo de pudrición ocasionada por los
microorganismos que generaron falla de las maderas. En términos generales, se determinó
la presencia de hongos de pudrición blanda, hongos de pudrición blanca y bacterias
actuando por separado o en combinación en las muestras de madera. En ninguno de los
casos se observó degradación por los hongos de pudrición marrón.
En el corte longitudinal fue muy frecuente el paso de las hifas de una célula a otra a través
de pares de punteaduras (penetración pasiva), determinándose la presencia de
alargamiento de las punteaduras (Figura 8a) o generando las perforaciones hechas por el
hongo (penetración activa) formando agujeros llamados comúnmente bore hole (figura 8b)
en el parénquima radial se observó la degradación (erosión) de los radios.
Figura 8. Aumento de diámetro de las punteaduras (a) y deterioro de los radios y Bore hole (b).
(Sección longitudinal de la madera de cedro blanco. Microcopio de luz, 10 µm)
Al realizar observaciones en el sentido transversal se observó la presencia de bacterias, y
agujeros en la pared secundaria (S2) (figura 9a), la presencia de estos agujeros es
característico en los hongos de pudrición blanda y ocurren por excavaciones de cavidades
alrededor de la hifa por la emanación de enzimas (Eaton and Hale, 1993), esta
característica es conocida como pudrición blanda tipo I (cavidad). En otras observaciones se
detecto la presencia de erosión causada por las hifas (figura 9b) que crecieron en el lúmen
dirigiendo la erosión hacia la pared celular (pudrición blanda tipo II), esto causó degradación
b a
- 21 -
por erosión de la capa S2 de las células. Los tejidos parenquimáticos radiales presentaron
total deterioro y los vasos fueron aparentemente menos afectados por la erosión
Figura 9 (a) Deterioro total de los radios, perforaciones en la pared celular de las fibras y presencia
de bacterias. (b) Paso de las hifas a través de las paredes celulares, dejando erosión en estas, y
erosión del lumen de las fibras. (corte transversal de la madera de Majagua Microcopio de luz, 10 µm)
También la lámina media fue afectada en gran extensión, siendo degradada en los puntos
de paso de perforación entre pares de fibras, al igual que en las esquinas de célula donde
fue degradada completamente tal como fue observado por Blanchette et al. (1985) en la
madera de birch (Betula sp.) degradada por hongos de pudrición blanca, en otros casos se
observó tendencia a la separación de las células debida a la degradación de la lámina
media. Las perforaciones originadas por el desplazamiento longitudinal de las hifas en la
pared celular fueron observadas ocasionalmente.
La presencia de hongos de pudrición blanca y blanda causando el deterioro en una misma
probeta de madera tiene que ver con la sucesión de microorganismos que se produce
durante el ataque de madera en contacto con el suelo. Eaton y Hale (1993) describen un
modelo de sucesión para esta condición de servicio, la cual comienza con la colonización
de bacterias, algunos mohos primarios y hongos manchadores, posteriormente se inicia la
colonización por hongos de pudrición, siendo los hongos de pudrición blanda los primeros
en establecerse y desarrollarse, seguidos luego por los hongos de pudrición blanca y
marrón.
a b
- 22 -
En otras observaciones las células de parénquima generalmente estaban atacadas y colonizadas por hifas, las cuales se observaron a través de las punteaduras, fue evidente la secuencia en la degradación de las fibras, al respecto las más cercanas a los radios y al parénquima fueron afectadas fuertemente, con desplazamiento progresivo del deterioro hacia las más lejanas (figura 10a). En los estados avanzados de deterioro se observó la degradación total de la S2 en las células y el parénquima completamente deteriorado (figura 10 b).
Figura 10. Características del deterioro de la madera de Sterculia pruriens, seis meses de exposición.
l
Los rasgos observados en las maderas degradadas por pudrición blanda coinciden con lo
observado por Anagnost (1998) en la madera de birch correspondiendo al proceso de
pudrición blanda regular tipo 1, así mismo Castro (2000) observó en el corte transversal de
madera de pino caribe y melina sometida a estudios similares, abundantes cavidades en la
capa S2 de la pared celular secundaria, con la destrucción total de esta, quedando
remanente la capa S3, y en el corte longitudinal igualmente identificó las cavidades con
crecimiento espiralado, siguiendo la orientación de las microfibrillas de la capa S2 de la
pared celular secundaria.
Los hongos que ocasionan pudrición blanda, en latifoliadas causan erosión en la superficie
del lumen de la pared celular de la madera, conocido este proceso como pudrición blanda
tipo 2 (Zabell y Morrell, 1992). Según Anagnost (1998), en observaciones hechas a madera
atacada por ese tipo de pudrición observó que presentaba canales de erosión en el lumen
de la célula, los cuales fueron típicamente angulares y con las hendiduras en forma de V,
por lo que según la angularidad y variedad de formas agrupó cuatro patrones de ocurrencia
b a
- 23 -
como son: canales lisos con extremos angulares, cadenas con secciones en forma de
diamante, canales moteados, y canales serrados, el primer patrón de esos cuatro fue
observado en la madera de majagua.
La presencia de hongos de pudrición blanca en las maderas puede relacionarse con los
tipos de maderas ensayadas, las cuales corresponden a maderas latifoliadas. Varias
investigaciones señalan que la lignina tipo siringil, presente en las maderas latifoliadas, es
más fácil de degradar enzimáticamente por los hongos de pudrición blanca que la lignina
guayacil (Blanchette et al., 1990; Ericsson et al., 1990).
IV. 3.- Caracterización de los insectos presentes en las muestras evaluadas Las maderas deterioradas por insectos fueron observadas detalladamente para aislar e
identificar la clase de insecto que actuó en una determinada especie de madera. En todos
los casos la degradación se debió a la acción de termitas subterráneas, agentes de deterioro
muy común en estas zonas, debido a que las condiciones ambientales son favorables para
su desarrollo (figura 11).
Figura 11. Madera de Sterculia pruriens con ataque de termitas
Las especies de termitas subterránea colectadas en cada una de las maderas fueron
observadas en microscopio para separarlas según las diferencias observadas en las castas
de las termitas colectadas, se sabe las colonias de termitas están formadas por tres castas
- 24 -
básicas: los obreros, los soldados y los reproductores (Koehler, 1996), la diferenciación de
los organismos en cada casta es la que determina la división en cada especie de termita
(Arando, 2004), en este caso se observó diferencia en las características físicas de los
soldados colectados en las especies de maderas (Figuras 11, 12 y 13), según Sermeño et
al, (2003) la morfología externa de los soldados es muy importante para identificar los
diferentes géneros y especies de termitas, sin embargo, cuando no existe la casta de
soldados, es muy importante la morfología interna de las obreras para su correcta
identificación.
Figura 12. Soldado colectado en las maderas de cedro blanco
y albura de mora gongrippi
Figura 13. Soldado colectado en la madera de Majagua
- 25 -
Figura 14. Soldado colectado en las maderas de cedro blanco
y albura de pata de danto
En las maderas evaluadas se diferenciaron tres tipos de soldados, lo que se asume como
tres especies de termitas, cada una de estas especies fue observada en una lupa
estereoscópica MZ 16, con cámara digital acoplada, y utilizando la clave para géneros de
termitas Neotropical (Constantino, 2002) se determinó las familia y el género de las
especies presentes, las cuales se muestran en las páginas sucesivas.
- 26 -
Clave dicotómica utilizando soldados para identificar las familias presentes en las maderas evaluadas:
1.- Tubo frontal o fontanela presente, aunque algunas veces inconspiscua; espuelas tibiales
3:2:2 ó 2:2:2 patas finas y de largo variable; pronotum variable………………………...………2
2.- Pronotum convexo en vista lateral, sin lóbulos anteriores definidos ……Rhinotermitidae
- Pronotum en forma de silla de montar, con lóbulos anteriores …………..……..Termitidae
- 27 -
Clave pictórica utilizando soldados para identificar las familias de termitas presentes en las maderas evaluadas.
FAMILIA RHINOTERMITIDAE FAMILIA TERMITIDAE
ORDEN ISOPTERA
- 28 -
Clave pictórica para identificar el género de la familia Rhinotermitidae presente en las maderas evaluadas.
GENERO Heterotermes
ORDEN ISOPTERA
FAMILIA RHINOTERMITIDAE
- 29 -
Clave dicotómica para identificar los géneros de la Sub familia Nasutermitinae (soldados con mándibulas vestigiales) presentes en la maderas evaluadas
1.- Mandíbulas vestigiales con puntas distintivas; cabeza de color variando de negro al
amarillo pálido ; tubo frontal ancho en la base……………………………………….2
2.- Cápsula cefálica con uns distitiva constricción atrás de la inserción de las antenas; punta
de las mandíbulas largas; línea superior de la cabeza fuertemente cóncava o angular en
vista de perfil………………………………………………………………….. Constrictotermes
- Cápsula cefálica sin una distintiva constricción atrás de la inserción de las antenas; punta
de las mandíbulas cortas; línea superior de la cabeza no fuertemente cóncava en vista de
perfil………………………………………………………………………………Nasutitermes
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Clave pictórica utilizando soldados para identificar los géneros de termitas de la subfamilia Nasutitermitinae presentes en las maderas evaluadas
ORDEN ISOPTERA
FAMILIA TERMITIDAE
SUBFAMILIA NASUTITERMITINAE
GENERO Constrictotermes GENERO Nasutitermes
- 31 -
Se conoce que en Venezuela existe una amplia variedad de termitas dentro del grupo que
atacan la madera, se han reportado termitas de madera seca y termitas subterráneas, de las
termitas subterráneas se conocen tres familias, TERMITIDAE, KALOTERMITIDAE Y
RHINOTERMITIDAE. Snyder (1995) reportó aproximadamente 60 especies. Los tres
géneros encontrados en ésta evaluación pertenecen a dos familias TERMITIDAE y
RHINOTERMITIDAE. En la primera el género Heterotermes, en Venezuela dentro de éste
se han reportado las especies H. convexinotatus, considerada plaga en el área de caracas
(Rosales, 1999), H. crinitus, (Emerson), localizada en el estado Aragua y estado Miranda,
Heteroterme sp, reportada por Issa (2000) en Chaguaramas Edo. Monagas y H. tenius
(Hagen), reportada por Issa y Perozo (2006).
Los otros dos géneros que pertenecen a la familia Termitidae, sub familia Nasutitermitinae,
identificados como Nasutitermes y Constrictotermes. Dentro de Nasutitermes se han
reportado seis especies, consideradas plagas en diferentes puntos del territorio nacional y la
Constrictotermes cavifrons (Holmgren) la cual ha sido localizada en Amazonas (Issa, 2000)
- 32 -
CONCLUSIONES
Las maderas evaluadas resultaron con diferentes grados de deterioro, las especies
Terminalia amazonia y Manilkara bidentata, resultaron sin daño en la última evaluación, lo
que se pueden considerar especies de gran resistencia al deterioro, considerando que fue
sometida durante en año a uno de los riesgos mas altos al que se expone la madera, el
duramen de la especie Erisma uncinatum, tampoco mostró evidencias de ataque de hongos
e insectos, el duramen de las especies Carapa guianensis y Mora gonggrijpii resultó
ligeramente atacado, en cuanto a la especie Cholophora tinctorea, resultó moderadamente
atacada lo que significa que son especies de madera que pueden ser afectada cuando se
somete a altos riesgos,. Por otro lado las especies que mostraron mayor síntoma de
deterioro fueron Simaruba amara y Sterculia pruriens, cuyas muestras resultaron con
ataque severo desde la primera evaluación, estas especies de madera no se deben utilizar
en estas condiciones sin productos que aumenten su vida útil.
Las características macroscópicas de la biodegradación de las especies ensayadas
revelaron la presencia de hongos de pudrición y ataque de insectos, las maderas evaluadas
se vieron afectas en su mayoría por una combinación de ambos agentes destructores. Los
patrones de biodegradación revelaron la presencia de hongos de pudrición blanca, hongo de
pudrición blanda y bacterías; de las especies evaluadas Cholophora tinctorea, resultó más
afectada por hongos de pudrición que por los insectos, Simaruba amara y Sterculia
pruriens presentaron degradación por hongos de pudrición blanda, blanca y bacterias,
actuando en combinación, en el caso de Simaruba las observaciones de las muestras
menos deterioradas se determinó la presencia de hongos de pudrición blanda tipo I y tipo II
caracterizada por cavidades en la pared de las células y erosión desde el lúmen hasta la
pared celular, respectivamente, en las maderas mas deterioradas de esta misma especie
se observó, además de lo anterior, degradación de la lámina media lo que es signo
característico de la pudrición blanca.
- 33 -
Las especies de insectos presentes en las maderas en todos los casos fueros termitas
subterráneas, en las cuales se identificaron el género Herterotermes pertenecientes a la
Familia RHINOTERMITIDAE, y los géneros Constrictotermes y Nasutitermes, pertenecientes
a la Sub familia Nasutitermitinae, familia TERMITIDAE.
Los resultados obtenidos de la degradación de estas maderas en contacto con el suelo
muestran una gran evidencia del daño que pueden causar las termitas a la madera en poco
tiempo, en esta región el clima favorece el desarrollo de estos insectos y la utilización de la
madera está determinada por la durabilidad a estos agentes de deterioro, actualmente se
están realizando estudios con la aplicación de sustancia preservantes para el control de
estos agentes de deterioro. Las termitas son consideradas los insectos más agresivos que
atacan la madera, y consecuentemente son de gran significancia económica. Estos agentes
destructores son los que, en términos generales van a determinar la elección de untito de
sustancia preservantes cuando la madera va ha estas usada en condiciones en contacto
con el suelo.
- 34 -
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