AEPIMIFA

AEPIMIFA colabora de forma activa contra la lucha del coronavirusDesde nuestra asociación AEPIMIFA, la Asociación Española de Profesionales de la industria Farmacéutica, Alimentaria, Cosmética y Afines, hemos puesto nuestro granito de arena ayudando a diferentes organismos a través de donaciones. Se han destinado 15.000 euros distribuidos en ayudas sociales y a la investigación. La Federación de los Bancos de Alimentos de España y Cáritas recibieron 5.000 euros cada uno y el Instituto de Salud Carlos III recibió también 5000 euros para dedicarlos a proyectos públicos de investigación que se están realizando en toda España para la COVID-19. Fue una iniciativa desarrollada gracias al apoyo de todos nuestros socios protectores que, de forma unánime, apoyaron estas donaciones.

JUNTA DE AEPIMIFA

Bajo esta filosofía de seguir ayu-dando, desde la junta directiva estamos trabajando sobre varias

acciones y ideas para seguir colaborando y esta previsto una campaña de información sobre lo que estamos viviendo todos de-bido a este virus que nos esta cambiando radicalmente nuestra vida.

Todos somos conscientes de que la pre-vención es y será la mejor herramienta para combatirlo. Por eso es vital mantenerse al día de las informaciones más recientes so-bre la COVID-19, informaciones que se pueden obtener a través de la OMS (Orga-nización Mundial de la Salud), a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local y también gracias a revistas como esta. Hay que reconocer que, para la gran mayoría de las personas, los efectos no son mortales, pero no hay que olvidar que, para una parte, sus efectos pueden ser muy graves. De ahí que cuidar su salud y proteger a los demás a través de medidas simples puede ser vital.

A nivel de prevenciones, podemos resu-mirlas en tres: 1. Evitar desde cada uno la propagación de

la COVID-19 con gestos simples que ya conocemos pero que es interesante recordar.

• Lavarse las manos con frecuencia. Usar agua y jabón o un desinfectante de manos a base de alcohol.

• Mantener una distancia de seguridad con personas.

• Utilizar mascarilla cuando no sea posi-ble mantener el distanciamiento físico.

• No tocarse los ojos, la nariz ni la boca.• Cuando tosa o estornude, cúbrase la

nariz y la boca con el codo flexionado o con un pañuelo.

• Si no se encuentra bien, quédese en casa.

• En caso de que tenga fiebre, tos o di-ficultad para respirar, busque atención médica.

2. Limpieza y desinfección de las superficies los enseres, locales, ambientes... con agentes biocidas.

Inactivan el virus de forma eficaz y rápida. Por lo tanto, es muy conveniente estable-cer pautas de limpieza y desinfección de domicilios, oficinas, industrias, espacios cerrados y abiertos... Existen muchos sis-temas y productos que van del hipoclori-to de sodio (cuya disolución en agua es conocida como lejía), ozono, peróxido de hidrógeno, alcohol, compuestos de amo-nio cuaternario y compuestos fenólicos… Hay que tener una especial atención a los efectos que pueden tener estos pro-ductos para la salud humana y utilizarlos correctamente, siempre respetando las re-comendaciones de las fichas de seguridad e indicaciones de los fabricantes. También es muy importante tener en cuenta cómo puede afectar sobre la fabricación de sus productos ya que, por ejemplo, se sabe que los tratamientos más tradicionales a base de amonios cuaternarios y derivados clorados pueden tener efectos dañinos no deseados, lo que se reduce con nuevos productos desinfectantes a base de aminas terciarias, que son más novedosas y efec-tivas. En concreto, sabemos que muchas empresas ya exigen a sus empresas de limpieza y desinfección solo la utilización de éstos últimos. La utilización de ozono o

Para la gran mayoría de las personas,

los efectos no son mortales, pero no

hay que olvidar que, para una parte, sus efectos pueden ser muy graves. De ahí

que cuidar su salud y proteger a los demás a través de medidas simples puede ser

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3. El tercer sistema de prevención sería la vacuna.

Antes de hablar de las vacunas en estudio deberíamos recordar lo que es una vacuna y cómo funcionan.

Las vacunas son uno de los inventos más importantes y eficaces de la historia de la medicina y de la humanidad. Cuando co-menzaron a estar más disponibles, en la década de 1960, la incidencia de varias enfermedades graves e incluso mortales, como la poliomielitis y el sarampión, dismi-nuyó considerablemente. El funcionamien-to de las vacunas es un proceso fascinante: cuando un niño o un adulto recibe una va-cuna para una enfermedad específica, su cuerpo aumenta la protección contra esa enfermedad. Esto significa que está listo para hacer frente a la enfermedad con síntomas mínimos si se produce un brote o si entra en contacto con alguien con la enfermedad. Esto se debe a que la vacuna prepara al cuerpo para una determinada enfermedad utilizando su propio sistema inmunológico. Las vacunas no contienen bacterias o virus vivos que causan la enfer-

medad, sino pequeñas cantidades de bac-terias o virus muertos o debilitados.

¿Cuál es el principio de la vacuna?Consiste en inyectar al organismo un agen-te infeccioso (virus o bacteria) de forma inofensiva, pero estimulando la respuesta inmunitaria del organismo. Como el sis-tema inmunológico tiene algún tipo de

memoria, la exposición posterior al agente infeccioso desencadenará una respuesta rápida y, por lo tanto, más eficaz. El agen-te es reconocido por una o más moléculas específicas y constituye el antígeno. El sis-tema inmunológico responde produciendo anticuerpos dirigidos específicamente con-tra él y fabricados por células de memoria (linfocitos B y T). Por tanto, una vacuna es específica para una enfermedad. Aquí está la primera dificultad para la de la CO-VID-19: hay que conocer muy bien esta enfermedad y el virus.

¿Qué inyectamos? La vacuna puede ser un agente inactivado (desprovisto de material genético) o ate-nuado (entonces es una forma relaciona-da pero no patógena). También puede ser un subconjunto de un virus o incluso una simple toxina, tratada de manera que no tenga efecto patógeno pero que conserve sus propiedades antigénicas (en el caso de la vacuna contra la difteria, por ejemplo).

¿Cómo usamos la vacunación?La vacunación tiene un efecto protector en un individuo pero, en el caso de una enfer-medad contagiosa, la vacunación masiva protege a toda la población al frenar o pre-venir la propagación del agente infeccioso. Y es exactamente el caso de la COVID-19.

Se han publicado ya tres vacunas (una rusa, una británica y una china), lo que sugiere una buena

inmunización de los sujetos de prueba después de una o dos inyecciones.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta

que la presencia de anticuerpos aún no

indica que el paciente esté protegido del

SARS-CoV 2

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¿Qué vacunas vamos a tener?Es la pregunta del millón y, hasta la fecha, no existen vacunas que prevengan la infec-ción por el virus SARS-CoV2 (responsable de la enfermedad llamada COVID-19) o una vacuna que reduzca la agresividad y la mortalidad de la infección por el SARS-CoV2. Sin embargo, actualmente se en-cuentran en fase de prueba varias vacunas prometedoras y la OMS acaba de sacar una lista que no habla de todas y segura-mente cambiará mucho.

Cuando se conoce bien la enfermedad y el virus, podemos decir que, en el mejor de los casos, el desarrollo de una vacuna para el mercado suele ser largo, ya que se parece mucho al de un medicamento, es-pecialmente a la de un biomedicamento. Por el momento existen muchas candida-tas y se están sometiendo a ensayos clíni-cos. Algunas se encuentran incluso en la fase 3 (ensayo en humanos justo antes de la comercialización). Estos ensayos deben

determinar en particular si la vacuna es in-ofensiva para los seres humanos y eficaz para prevenir la COVID-19. Si la cobertu-ra de vacunación es suficiente, es decir, al menos el 95% de la población debe estar vacunada, la vacuna ayudará a prevenir fu-turas epidemias.

De estas candidatas que han comenza-do ensayos en humanos, tenemos vacunas compuestas por adenovirus (comúnmente utilizado en investigación y especialmen-te en ciertas vacunas) que se utilizan para transportar proteínas del SARS-CoV 2. Se han publicado ya tres vacunas (una rusa, una británica y una china), lo que sugiere una buena inmunización de los sujetos de prueba después de una o dos inyecciones. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la presencia de anticuerpos aún no indica que el paciente esté protegido del SARS-CoV 2. Se necesitan más estudios para asegurar la eficacia de la vacuna. En esta carrera, pode-mos encontrarnos que casi todos los labo-

ratorios privados o públicos a nivel mundial que tienen conocimientos y medios para in-vestigar en el campo de las vacunas.

Pero no solamente hablamos de nuevas vacunas en esta carrera contra la CO-VID-19. También hay estudios y ensayos con vacunas existentes como la vacuna contra el bacilo de Calmette-Guérin (el fa-moso BCG) y COVID-19.

Como menciona Nature Reviews Drug Discovery, al principio del verano de 2020 el panorama mundial de I + D de vacunas para la COVID-19 incluye 115 candidatas (figura 1), de las cuales 78 están confirma-das como activas y 37 no confirmadas. De los 78 proyectos activos confirmados, 73 se encuentran actualmente en etapas ex-ploratorias o preclínicas.

El perfil de los desarrolladores de vacu-nas es muy variado. De los candidatos a vacunas activas confirmados, 56 (72%) están siendo desarrollados por desarrolla-dores privados/industriales y los 22 (28%) proyectos restantes están liderados por universidades del sector público y otras or-ganizaciones sin fines de lucro (figura 2). Aunque grandes multinacionales desarro-lladoras de vacunas (como Janssen, Sanofi, Pfizer y GlaxoSmithKline) se han involucra-do en el desarrollo de la vacuna COVID-19, muchos de los desarrolladores principales son pequeños y/o no tienen experiencia en la fabricación de vacunas a gran escala.

En España, dos laboratorios (Rovi, en Ma-drid, y Biofabri, del grupo Zendal, en Porriño, Pontevedra) van a participar en diferentes procesos de fabricación para su distribución en España y en mercados internacionales para los desarrolladores norteamericanos Moderna y Novavax, respectivamente.

Lo que sí podemos decir es que el esfuer-zo mundial de I+D de vacunas en respuesta a la pandemia de la COVID-19 (figura 3) no tiene precedentes en términos de escala y velocidad. Dado el imperativo de la veloci-dad e incluso una especie de competitivi-dad que puede notarse entre algunas po-tencias mundiales, hay indicios de que las vacunas podrían estar disponibles bajo uso de emergencia o protocolos similares para principios de 2021. Esto representaría un cambio fundamental con respecto a la ruta tradicional de desarrollo de vacunas, que tiene un promedio de más de 10 años �

Fuentes: OMS y Nature Reviews Drug Discovery.

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