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VIDA MÁS ALLÁ DEL TRABAJO

INTRODUCCIÓN

En nuestro tema anterior tratamos el tema del paro y dentro de él a personas que quieren trabajar pero las circunstancias se lo impiden. Pero ¿qué ocurre cuando el trabajo se convierte en adicción? Es otra cara dentro de la psicopatología sociolaboral. Trabajar es necesario, por muchas razones: necesidad económica, crecimiento personal… Sin embargo un exceso de trabajo puede repercutir en todas las facetas de nuestra vida: salud, relaciones personales…si alguna de estas facetas se resienten significa que nuestros límites han sido sobrepasados, estamos frente a una adicción: Una adicción al trabajo. En muchas ocasiones esa adicción al trabajo aparece a consecuencia de intentar cubrir otras necesidades en nuestra vida. Pero en ningún caso el trabajo debe ser una vía de escape. En nuestra sociedad se valora favorablemente que una persona sea trabajadora, sin embargo todos conocemos a personas que viven para su trabajo, se llevan “trabajo a casa”, no desconectan. Su vida gira en torno a su trabajo. Son muy buenos en su profesión pero descuidad otras facetas importantes de la vida. Para solucionar esto necesitaríamos un entrenamiento, técnicas para relativizar lo que es prioritario y sobre todo comprender que ésta como cualquier otra adicción deteriora y nos introduce en un círculo del que será complicado salir aunque no imposible.

HISTORIAS SOBRE ADICTOS AL TRABAJO

Hemos seleccionado de Youtube un pequeño reportaje, una enfermedad no reconocida, que plasma de una manera personal las consecuencias de ser un adicto al trabajo, así como pequeñas aclaraciones que un grupo de expertos va realizando a medida que transcurre el video. En el reportaje salen dos testimonios reales contados en primera persona sobre su adicción al trabajo, y que a continuación recogeremos a modo de resumen para que quede plasmado en el papel: 1º caso. Se trata de un hombre de unos 35 años aparentemente desaliñado y que puede parecer introvertido. Su nombre es Isaac Vera y nos cuenta que hace 6-7 años empezó a darse cuenta de que realizaba jornadas laborales de hasta 14 horas, sin que pudiera reconocer cuándo empezó este proceso de adicción. Cuando se tomó en serio su enfermedad laboral, entraba al trabajo a las 4-5 de la mañana y salía a las 11 de la noche. Reconoce que el trabajo

Grupo 7 Cortijo Fernández, Elena

Moreno Barrio, Silvia Posada Pardal, Carla

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suponía una abstracción del entorno que le rodeaba, no salía a comer con sus compañeros, sino que les decía que le trajeran la comida. Afirma que deseaba que los días durasen 36 o 48 horas, y como esto no era posible, empezó a pensar que las horas de sueño sólo eran una pérdida de tiempo. Su estado de nerviosismo era tal, que llegó incluso a padecer un principio de parálisis facial y cuando su jefe comprendió la situación y la incapacidad que

tenía Isaac para desempeñar cualquier trabajo, le despidió. 2º caso. El caso de María Martínez nos muestra la carencia afectiva que ofrecen estos sujetos a su entorno familiar, y cómo esto va a repercutir en su estado emocional. María es una madre de familia de unos 50 años que lleva trabajando de secretaria para un despacho jurídico durante más de 28 años. En el ámbito laboral se la considera como una trabajadora excelente y muy responsable. Afirma

que lo más importante para ella son sus hijos y, entre lágrimas, reconoce haber descuidado el cuidado de los mismos por el trabajo. Ahora ella se siente sola: sus hijos han crecido, no tiene amigas… María reconoce que debería haber dedicado mucho más tiempo a sus hijos, pero en su momento se veía incapaz de hacerlo, porque todo lo que no fuese trabajo lo veía como una pérdida de tiempo (dice Laura Mercado, terapeuta, en el video)

PROPUESTAS

Todos sabemos lo que es trabajar, pero ¿Qué pasa cuando nos volvemos adictos al trabajo? Nuestros casos prácticos lo reflejan perfectamente. Pero, ¿cómo podemos evitar que esto pase?, ¿Cómo podemos sacar a alguien de esa adicción a la que está atado? No hay que confundir a las personas trabajadoras y responsables o a las que trabajan más de 8 horas al día por necesidad económica o profesional de manera temporal con las que realmente sufren una adicción al trabajo. Trabajar muchas horas no es sinónimo de adicción. Sacar de esto a una persona con este problema no es nada fácil, ya que en primer lugar no reconocen que tengan un problema, porque no lo ven como tal, y cómo bien dice esa frase tan conocida, “El primer paso para solucionar un problema es reconocer que se tiene”. Cuando se tiene una adicción al trabajo se pierden las relaciones sociales, se ven muy afectadas y resentidas las relaciones familiares y de pareja, y no hay interés por ningún otro tema que no sea laboral. En estos casos, las terapias suelen ser largas y difíciles. Mucho más que las de las adicciones normales, ya que no se pueden alejar de la sustancia nociva a la que son adictos. Lo que nosotras como pedagogas hemos creado, es una terapia en la que el sujeto sea consciente de que tiene un problema y además se implique en solucionarlo.

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Para esta terapia nos hemos basado en algunas ideas de la corriente de psicología positiva, y en otras iniciativas ya tomadas, como las recomendaciones que la empresa “infojobs” realiza para sus usuarios. La terapia es la siguiente:

¡¡¡A DESCANSAR SE HA DICHO!!!!

Nuestra terapia consiste en reuniones con el psicoterapeuta cada tarde de lunes a viernes, a la hora a convenir entre ambos. En estas reuniones la mitad de los días serán reuniones individuales y la otra mitad serán reuniones grupales. Las reuniones individuales serán para charlar entre el psicoterapeuta y el paciente, mientras que las grupales, también está permitida la charla, se dedicarán sobre todo a la realización de actividades en las que descubran que no hay nada de malo en descansar, actividades de ocio en las que vean que poco a poco son capaces de superar su adicción, y de emplear parte de su tiempo en otras actividades. Pero no todas las reuniones de grupo serán para hacer actividades, juegos reflexivos, etc. Si no que también se harán jornadas de recapitulación grupal, en las que se recapitule, como bien dice su nombre, todo lo aprendido y todos los avances realizados. Durante las jornadas individuales se le plantearán una serie de reflexiones y cuestiones al paciente para que se dé cuenta de su situación, como ¿Realmente me satisface mi puesto de trabajo o mi sueño es otro? ¿Mi familia me reclama tiempo? ¿Tengo amigos? ¿Salgo con ellos? ¿Doy prioridad a mis necesidades o a las de la empresa? ¿Puedo trabajar menos horas? ¿Por qué no lo hago? ¿Las personas que me valoran lo harán igual si gano menos dinero, trabajo menos horas o no soy directivo? ¿Yo me valoraré igual si lo hago? Con estas preguntas, se tratará de hacer que el sujeto sea consciente de la situación real que está viviendo. Muchas veces sirven para desenmascarar muchos aspectos que han quedado ocultos de su vida, de sus sentimientos, e incluso de sus relaciones. Por otro lado, un ejemplo de las actividades grupales realizadas serán talleres de riso-terapia, concienciación de la importancia del descanso, introducción del tiempo de ocio con juegos en grupo cómo el juego del pañuelo, valoración de las relaciones interpersonales que lo son realmente por la persona y no por su puesto o su trabajo, etc. Estas sesiones serán progresivas, irán de menos a más, hasta que poco a poco vayan aprendiendo a no invertir solo su tiempo en trabajar y a ser conscientes de su situación y aprendan a controlarla. Esto deberá ir acompañado en todo caso con otra serie de medidas, al principio del proceso se deberá reducir la jornada laboral todo lo posible, de manera que su exposición a su “droga” sea la menor posible. Conforme se vayan produciendo los avances se irá regulando su jornada laboral al mismo tiempo. Esto llevará bastante tiempo, puede que incluso, en algunos casos, años. Debido al grado de adicción de cada paciente. Creemos que con la ayuda del profesional adecuado, con la terapia de actividades, ofreciéndoles una visión positiva del ocio, pero con cuidado, sin pasarnos al extremo de la adicción al ocio y el rechazo al trabajo, podremos lograr que la persona lleve un ritmo de vida saludable.

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CONCLUSIONES

“Hay hombres que trabajan como si fueran a vivir eternamente”

Demócrito

Lo ideal ante esta patología sería encontrar un equilibrio en nuestra vida en cuanto a lo profesional y personal. Justificamos el tiempo que dedicamos al trabajo con muchos aspectos: necesito dinero para vivir, en caso de tener una familia pensamos que no queremos que les falte nada…Pero en la mayoría de las ocasiones tendremos “cubierta” a esa familia en el aspecto económico pero les estaremos privando de nuestra compañía, lo más importante para nuestro bienestar. Resulta preocupante que existan empresas que indirectamente están fomentando la adicción al trabajo, es decir, exigen plena entrega de los empleados. Pero sobre todo, somos optimistas y creemos que toda adicción se puede solucionar con una terapia adecuada.

BIBLIOGRAFIA

http://www.youtube.com/watch?v=TcWHLQ801G0&feature=related http://www.youtube.com/watch?v=erJ6LCyWZ68&NR=1

www.proyecto-salud.com.