Acerca de La Ideología - Estanislao Zuleta

14
- 1 - ACERCA DE LA IDEOLOGÍA Texto de la conferencia dictada el 26 de febrero de 1974 en EAFIT por ESTANISLAO ZULETA. 1 TEMARIO: 1. Ideología y Ciencia. 2. Aspectos conscientes e inconscientes de la Ideología. 3. La Ideología como mecanismo de dominación. 1. Ideología y Ciencia. El de la ideología es un tema recientemente muy debatido. Para poder tener una primera idea de en qué consiste el problema, es necesario comenzar por hacer una diferenciación, o mejor una oposición, entre la Ideología y la Ciencia. Para dar una definición de la ideología, el mejor camino es una diferenciación con la Ciencia. Uno puede hacer una definición aproximativa, pero queda muy vaga mientras no pase a una distinción con criterios claros de la Ideología y la Ciencia. Este es un problema muy viejo en la historia del pensamiento humano. Se presentó ya en el momento en que se conoció la ciencia como tal y adquirió un cierto grado de autonomía, es decir, en la Grecia Antigua. Pero volviendo ya a plantear una buena parte de los criterios que permiten diferenciar la Ideología y la Ciencia, voy a remitirme a ellos para que comencemos a hacer esa distinción. El primer gran pensador de la antigüedad que hace una diferencia, aunque no emplea esa palabra, es Platón, pensador en el que se reúnen dos condiciones: Por una parte es un ideólogo -idealista-, y por otra parte es un epistemólogo de la Ciencia Griega, es decir, su obra es en gran parte una larga reflexión sobre las conquistas de la Ciencia Griega (realmente son la Geometría y las Matemáticas) y un desarrollo que lo conduce a la fundación de la lógica. Es decir, nosotros encontramos la lógica escrita y desarrollada en Aristóteles, pero ya está fundada con todas sus premisas importantes en Platón. Encontramos ya en la obra de Platón una caracterización de la diferencia de Ideología y Ciencia, a la que me voy a remitir para comentarla. Las dos obras más importantes de Platón que se pueden estudiar para profundizar en este aspecto y de las cuales voy a sacar la mayor parte de las referencias son “El Teeteto” o “De la Ciencia” y “El Sofista” o “Del Ser”. Naturalmente que en muchas otras obras también se encuentran referencias muy importantes, especialmente en “El Filebo”; y también una obra muy notable para llegar a una buena diferenciación es “Georgias”, de Platón. Me remito, pues, a Platón, por que es un pesador en el cual el drama o la oposición ideología y ciencia se presenta por primera vez en términos nítidos. Partiendo del criterio que vamos a tener en cuenta y que expone Platón en Georgias, es el siguiente: El no habla de ideología, habla de opinión, y la opone (la opinión) a la ciencia o al saber efectivo. 1 Trascripción del material mecanografiado (Publicación del Comité de Relaciones Universitarias) realizada por la estudiante de Trabajo Social Esperanza Rojas Marín, revisada y corregida por Rafael Antonio Fonseca Corredor. Junio de 2008.

description

Bueno

Transcript of Acerca de La Ideología - Estanislao Zuleta

  • - 1 -

    ACERCA DE LA IDEOLOGA Texto de la conferencia dictada el 26 de febrero de 1974 en EAFIT por

    ESTANISLAO ZULETA.1

    TEMARIO:

    1. Ideologa y Ciencia. 2. Aspectos conscientes e inconscientes de la Ideologa. 3. La Ideologa como mecanismo de dominacin.

    1. Ideologa y Ciencia.

    El de la ideologa es un tema recientemente muy debatido. Para poder tener una primera idea de en qu consiste el problema, es necesario comenzar por hacer una diferenciacin, o mejor una oposicin, entre la Ideologa y la Ciencia. Para dar una definicin de la ideologa, el mejor camino es una diferenciacin con la Ciencia. Uno puede hacer una definicin aproximativa, pero queda muy vaga mientras no pase a una distincin con criterios claros de la Ideologa y la Ciencia. Este es un problema muy viejo en la historia del pensamiento humano. Se present ya en el momento en que se conoci la ciencia como tal y adquiri un cierto grado de autonoma, es decir, en la Grecia Antigua.

    Pero volviendo ya a plantear una buena parte de los criterios que permiten diferenciar la Ideologa y la Ciencia, voy a remitirme a ellos para que comencemos a hacer esa distincin. El primer gran pensador de la antigedad que hace una diferencia, aunque no emplea esa palabra, es Platn, pensador en el que se renen dos condiciones: Por una parte es un idelogo -idealista-, y por otra parte es un epistemlogo de la Ciencia Griega, es decir, su obra es en gran parte una larga reflexin sobre las conquistas de la Ciencia Griega (realmente son la Geometra y las Matemticas) y un desarrollo que lo conduce a la fundacin de la lgica. Es decir, nosotros encontramos la lgica escrita y desarrollada en Aristteles, pero ya est fundada con todas sus premisas importantes en Platn. Encontramos ya en la obra de Platn una caracterizacin de la diferencia de Ideologa y Ciencia, a la que me voy a remitir para comentarla.

    Las dos obras ms importantes de Platn que se pueden estudiar para profundizar en este aspecto y de las cuales voy a sacar la mayor parte de las referencias son El Teeteto o De la Ciencia y El Sofista o Del Ser. Naturalmente que en muchas otras obras tambin se encuentran referencias muy importantes, especialmente en El Filebo; y tambin una obra muy notable para llegar a una buena diferenciacin es Georgias, de Platn. Me remito, pues, a Platn, por que es un pesador en el cual el drama o la oposicin ideologa y ciencia se presenta por primera vez en trminos ntidos. Partiendo del criterio que vamos a tener en cuenta y que expone Platn en Georgias, es el siguiente: El no habla de ideologa, habla de opinin, y la opone (la opinin) a la ciencia o al saber efectivo.

    1 Trascripcin del material mecanografiado (Publicacin del Comit de Relaciones Universitarias) realizada

    por la estudiante de Trabajo Social Esperanza Rojas Marn, revisada y corregida por Rafael Antonio Fonseca Corredor. Junio de 2008.

  • - 2 -

    En Georgias, el primer criterio que establece Platn, supremamente interesante, es el siguiente: Cuando se trata del saber efectivo, cuando se trata de la Ciencia, no hay ninguna autoridad que pueda servir de respaldo. Este es un primer criterio, y es un criterio esencial; Scrates discutiendo con Georgias le indica que ningn argumento de autoridad puede ser recibido en una discusin cientfica; es decir, siempre insiste all Scrates: Si tu, Georgias trajeras aqu los siete sabios de Grecia, Pericles y todos los griegos juntos y ellos juraran todos que t tienes razn, eso no demostrara nada. Sera una opinin de ellos y tuya. La nica autoridad que la ciencia admite es la demostracin; una proposicin cientfica es vlida slo con este respaldo: El respaldo de una demostracin; y por lo tanto sobra cualquier referencia autoritaria.

    Las referencias autoritarias son mltiples; por ejemplo, uno puede considerar como una referencia autoritaria la tradicin: Tradicionalmente se ha pensado esto, o Hace tantos miles de aos se ha pesado esto. Scrates, por ejemplo, tambin dice: Tienen de su parte una gran autoridad antigua, Homero, y eso no demuestra nada.

    La autoridad puede ser una autoridad establecida; la autoridad puede ser la presin de la opinin general; todas esas autoridades pueden incluso aparecer combinadas pero con relacin a la ciencia no tienen validez ninguna. Si nos remitimos, para dar un salto muy largo de 2000 aos, al fenmeno, por ejemplo, de Galileo, se puede encontrar un pensador cientfico que est tratando de establecer la ciencia fsica y hacer avanzar la ciencia astronmica contra la autoridad; ah la democracia no tiene ninguna posibilidad de respaldar nada; por ejemplo, Galileo estara en minora. Realmente a nadie se le ocurre en trminos cientficos proponer la teora de que la mayora tiene la razn; en ese sentido la ciencia no es democrtica; si se hubieran hecho algunas elecciones en la poca de Galileo sobre las proposiciones de l o las de la Iglesia, seguramente l habra salido muy mal parado en esas elecciones; adems, la opinin general de la humanidad estaba contra l y la tradicin de milenios; slo tena de su parte un elemento: La demostracin que en ciencia basta.

    En cambio, ya tenemos un carcter tpico de la ideologa: se funda siempre en las tradiciones, en los modos de vida, en las autoridades de cualquier tipo y no se funda en la demostracin. Cuando uno hace una proposicin cientfica no tiene que remitirse (aunque algunos cometen muchas veces ese error) a una autoridad, as sea un gran pensador o un gran descubridor; a nadie se le ocurre sostener una teora cualquiera en fsica o en cualquier ciencia remitindola a su autor; es decir, que los tres ngulos del tringulo suman dos rectos por que as lo dijo Euclides. Nadie necesita decir eso, por que todo el mundo lo puede demostrar rpidamente por s mismo. La ciencia escap a la propiedad de un autor y se convierte en una propiedad general precisamente en la medida en que se funda en una demostracin y ya es completamente secundario que nosotros sepamos quin dijo o no sepamos quin dijo una determinada formulacin cientfica. Vemos un criterio de distincin.

    Pero Platn es mucho ms agudo y da un nuevo criterio todava ms interesante en El Sofista; aqu Platn toma las cosas como si dijramos al revs: En lugar de establecer primero lo que llamaramos hoy una teora del conocimiento, l nos hace, en una forma muy interesante, una teora de la ignorancia. Se pregunta en El Sofista (lo mismo tambin en El Filebo), en qu consiste la ignorancia. Y llega a una conclusin en la que tenemos

  • - 3 -

    que demorarnos un momento porque es fundamental para establecer una teora de la Ideologa. La conclusin de Platn es esta: La ignorancia no es un estado de carencia como se lo imagina el sentido comn; si la ignorancia fuera un estado de carencia, dice Platn, nada habra ms fcil que la enseanza: Sera como dar de comer a un hambriento. Introducir algo all donde hay alguna carencia es algo supremamente sencillo, pero desgraciadamente, la ignorancia no es un estado de carencia, sino (y esa es la frmula de Platn) un estado de llenura. Es un conjunto inmenso de opiniones en las que tenemos una confianza loca; no es una falta. Esta, por el contrario, es propia de la ciencia; el saber que no sabe, no es en absoluto propio de la Ideologa.

    La Ideologa, por su naturaleza, tiene horror al vaco, para todo tiene respuesta. Y mientras nosotros ms nos alejemos en el camino de la humanidad hacia atrs, por ejemplo hacia sociedades que llamamos primitivas, nos encontraremos con unas ideologas ms globales. As, una sociedad con una mentalidad mgica es una sociedad en la que a uno le explican todo: Si llueve o si hace sequa; si hay temblores de tierra o si no los hay; si hay alguien enfermo es por que algn espritu se ha posesionado de su cuerpo; si se alivia, es porque el chaman de su tribu es ms poderoso que el espritu que se ha posesionado de su cuerpo; si se muere, es por que era ms poderoso el espritu. Todo est explicado. Lo que no sabe en absoluto un personaje que est sumergido en la ideologa es precisamente que hay muchas cosas que ignora. La formula que es tan frecuente or en las clases de Filosofa de Scrates, aquella de que slo s que nada s, no es ni mucho menos un rasgo de falsa humildad; era una muy interesante observacin: El primer saber efectivo es un saber negativo, es el saber de que la opinin que tenamos no era nada ms que una opinin y no constituye un conocimiento.

    Los griegos, como se puede ver, ya fueron muy lejos en este campo. Por ejemplo, Platn muestra en El Sofista, que dado que la opinin es un estado de llenura, la educacin es en gran parte crtica y refutacin y no simple informacin de algo de que se carece. Siempre, spase o no se sepa (aunque Platn no lo formula as), se tienen teoras sobre todo; y mientras ms bajo es el desarrollo cultural, ms grande es lo que Platn llamaba la ignorancia; es ms fuerte la definicin de Platn: Estado de llenura, creer que se sabe lo que no se sabe (tambin lo formula as). Uno puede hacer la experiencia en cualquier momento y es una experiencia cotidiana: A un mdico se le presenta un sntoma y muy fcilmente remite a exmenes y dice que no sabe; adems, tambin hay muchas cosas que sabe que no sabe (por ejemplo cul es el origen del cncer); pero si se le presenta un sntoma a una de las seoras que venden hierbas en las plazas de mercado, le diagnostican y le recetan inmediatamente: Un viento encajado y agua de boldo o cualquier otra cosa; lo que si no se acepta es que no sabe. Ese es un rasgo esencial de la Ideologa. Es el carcter totalitario de la ideologa en el sentido de que cree poder dar cuenta de todo, a su manera, ante un pblico ingenuo.

    Si nosotros situramos el uno al lado del otro, a un cientfico, por ejemplo a un perito en ciencias sociales y a un religioso de esos de corte antiguo y comenzaran a hacerse preguntas, es muy probable que para el pblico ingenuo el cientfico quede muy mal parado ante un mismo interrogatorio. Por ejemplo, diran: Cul es el origen de la vida? y el cientfico tendra que decir que no se sabe; Y del origen del hombre? y el cientfico tendra que salir con que no se sabe; y Cul es el origen del lenguaje? y el cientfico tendra que decir que hay varias hiptesis, pero que no hay todava una teora cientfica sobre ese

  • - 4 -

    punto. El religioso no tendra problema; dira: Dios le dict a Adn las palabras en el paraso y luego en la torre de Babel lo dividi en varios idiomas; el asunto es claro y est completo. Esa es una diferencia, y es que la ciencia avanza poco a poco en un mundo de incgnitas. Y para aprender a aceptar la ciencia es necesario aprender a vivir en un mundo de preguntas abiertas, de preguntas que todava no estn contestadas. En cambio, la ideologa responde a todo. En ese sentido es mucho ms cmoda y completa, en ese sentido es mucho ms tranquilizadora. Una ideologa cualquiera que le permite a uno consolarse con una respuesta aunque no est demostrada y aunque sea muy misteriosa y muy vaga, a cualquier planteamiento que uno se haga, es mucho ms tranquilizadora que una ciencia en la que gran parte de las preguntas carecen an de respuestas; se hallan en estado de hiptesis, en estado de investigacin.

    Tenemos, pues, un segundo aspecto muy importante de la diferencia entre la ideologa y la ciencia que tambin nos ayuda a definir lateralmente la ideologa y que procede de una reflexin muy antigua; es esta: la ideologa se caracteriza por que tiene horror al vaco, por que es un estado de opinin generalizada que tiende a dar cuenta de todo. Muchas veces nosotros no lo tenemos claro, sino que tenemos una serie de prejuicios sobre un punto determinado. Por ejemplo, se nos pregunta por la diferencia entre Latinoamrica, y no hemos hecho una investigacin de tipo cientfico, pero tenemos una serie de prejuicios, bien sea raciales, bien sea de determinismo geogrfico o todos ellos combinados, o las caractersticas psicolgicas del pueblo espaol, o del pueblo ingls, o cualquier otra cosa por el estilo, aunque no la hayamos pensado detenidamente, realmente slo cuando entramos en una ciencia, nos damos cuenta de que lo que tenamos muy claro no es nada claro. Todo el mundo sabe aquello que no ha estudiado; ese es un problema desgraciadamente tpico; si uno no ha estudiado nunca el psicoanlisis, sabe muy bien qu son los celos y puede dar ejemplos y hablar continuamente de ellos. Si uno comienza a estudiar algunos mecanismos psquicos de los celos y la paranoia de Freud se da cuenta de que no saba qu cosa eran los celos. Y as como ocurre con esto, ocurre con muchos otros campos del saber. Todo el mundo, sin necesidad de haber ledo El Capital de Marx, sabe qu cosa son las mercancas; las vitrinas de los almacenes estn llenas de mercancas, todo el mundo puede dar ejemplos. Pero la sorpresa de los primeros captulos de El Capital de Marx es que uno no saba qu era la mercanca. De la misma manera que todo el mundo sabe qu cosa sea el dinero o por lo menos sabe que es mejor tenerlo que no tenerlo y no tiene ninguna duda de para qu sirve. Sin embargo, si uno estudia el tercer captulo de El Capital, se da cuenta de que el dinero es un conjunto de funciones, que son cinco y que son muy complejas; descubre una cosa muy curiosa para uno: que uno no saba qu era el dinero.

    La ciencia es un paso hacia el no saber a partir de una apariencia de saber. El ingreso en la ciencia y eso ya lo haba visto Platn es un paso hacia el no saber, pero hacia un no saber riguroso: Que sabe que no sabe y ya sabe qu busca, a partir de una apariencia de saber, de una opinin, deca Platn. Platn fue ms lejos; especialmente se puede leer en ese sentido El Teeteto. Platn (ya habamos visto algunos ejemplos como la mercanca y los celos tomados de formulaciones modernas) tambin se haba dado cuenta de este aspecto; es decir, que uno de los mecanismos del error (de la opinin dira l) por medio de los cuales nos imaginamos saber lo que no sabemos, es una confusin muy tpica: La creencia de que porque se conoce el sentido de una palabra, es decir, que porque no hay

  • - 5 -

    que buscarla en el diccionario, entonces ya se conoce el concepto que representa; esa es una confusin muy tpica; Platn nos la muestra en El Teeteto, en una conversacin inolvidable; Scrates pregunta al Teeteto Qu es la ciencia? y ste comienza a darle ejemplos (la Geometra, la Medicina, etc.); entonces Scrates lo para en ese punto y le dice que no le est contestando lo que l le est preguntando, y le da este ejemplo: Si yo te pregunto, Teeteto, qu es el barro y t me dices que con l se hacen estatuas y se hacen ollas y se hacen ladrillos y se hacen tejas, t no me ests contestando lo que yo te estoy preguntando. Tu tendras que decirme que el barro es cierta clase de tierra mojada con agua y despus me podras decir qu se hace con ella y lo va acorralando con su sistema de ironas hasta mostrarle que el verdadero problema es que l no sabe qu es la ciencia.

    Es preciso distinguir dos actividades ante el saber: La ciencia es siempre un conocimiento demostrable (porque si no es demostrable no es un conocimiento; es una opinin), parcial, indefinido; en lugar de ratificar con una totalidad, la ciencia cada vez que haga un descubrimiento, hace un descubrimiento de nuevas perspectivas en lo desconocido. Es cierto, por ejemplo, que fue muy importante llegar a establecer, a conocer el movimiento de los planetas alrededor del sol y de los satlites alrededor de los planetas. Pero ello, al mismo tiempo que es la respuesta a una serie de incgnitas, es la apertura de una nueva e inmensa serie de incgnitas. La ciencia no tiene un punto final, un tranquilizador final. No busca un estado de descanso, de reposo absoluto de la mente en una respuesta global y final; al contrario, multiplica las inquietudes y las preguntas cada vez que crea un nuevo descubrimiento y un nuevo conocimiento. Si se conoce el tomo, se resuelven una serie de problemas muy importantes en Qumica y en Fsica pero se crean una cantidad inmensa de problemas que hasta entonces no existan. Y as con todo tipo de conocimientos. El conocimiento requiere por lo tanto una actitud distinta a la actitud que requiere y que tiende a imponer la ideologa: La actitud de la bsqueda y del gusto en la bsqueda misma; del saber que no se sabe y gusto en la empresa de buscar, ms bien que la actitud de descanso en la apariencia de un saber probado.

    Una imagen de la felicidad distinta, deca Nietzsche en el prefacio de La Gaya Ciencia; no la felicidad concebida como reposo, como droga, como sueo, cielo o como muerte; es decir, como un estado definitivo y acabado; sino la felicidad concebida como lucha , como conquista, como bsqueda y como trabajo. Es tambin una tnica diferente.

    Se podra caracterizar la ideologa con relacin al saber y al no saber diciendo que la ideologa excluye la auto-critica. Una ciencia es un movimiento esencialmente crtico. Si me remito a un punto de partida tan lejano en lugar de partir de alguna de las nociones actuales sobre ciencias, es porque Platn subray muy bien que el movimiento inicial fundamental de toda ciencia es un movimiento crtico, como expone un terico moderno de la ciencia, Bachelard, al decir que el proceso de la ciencia no es un proceso de acumulacin pasiva y progresiva de informaciones nuevas, sino un procedimiento de ruptura crtica con un saber anterior. Toda ciencia se establece en una lucha con una ideologa que la antecede siempre. La ciencia no comienza nunca por un tete a tete de la conciencia vaca con la cosa desnuda; el conocimiento puro y desprejuiciado con el mundo sin interpretacin alguna. La ciencia siempre comienza por la crtica de una interpretacin previa. Por lo tanto su primer movimiento es crtico.

  • - 6 -

    Por eso me remit a un pensamiento tan viejo; pero se puede encontrar en una teora ms moderna, por ejemplo en la Formacin del Espritu Cientfico de Bachelard.

    2. Aspectos conscientes e inconscientes de la Ideologa.

    Ahora bien, la fuerza de la ideologa es muy grande; mucho ms grande de lo que parece; porque la ideologa no es simplemente un error subjetivo.

    Y ah es donde tenemos que detenernos durante otro momento: Si la ideologa fuera un simple desenfoque personal o subjetivo, una demostracin sera suficiente para disolverla; y en realidad cuando una ciencia se establece contra una ideologa o interpretacin (por ejemplo la Qumica, la Astronoma contra la astrologa, etc.), que la precede siempre, as sea mgica, parte de una demostracin, pero no fcilmente hace desaparecer la ideologa porque la ideologa tiene fundamentos muy profundos; no es un simple error subjetivo. Es, lo que podramos llamar un error encarnado. Los filsofos materialistas y racionalistas franceses del siglo XVIII se imaginaban por ejemplo que la religin era o una equivocacin o una tramoya, una maniobra de los curas y los seores feudales para engaar al pueblo; una de las dos cosas o ambas. Por ejemplo muchos de los enciclopedistas y racionalitas de la Revolucin Francesa, consideraban as la religin. Entonces se imaginaban que era muy fcil refutar eso disipando las tinieblas de la ignorancia, como se deca en esa poca. Pero lo que no haban comprendido es que no se trataba ni de una simple mentira o una maniobra voluntaria ni de la simple tiniebla de la ignorancia, si no de un conjunto muy complejo que estaba profundamente arraigado en la vida y que no bastaba con refutar; eso fue lo que nunca descubrieron, como entre nosotros el siglo pasado, los famosos liberales radicales, ateos, comecuras, que tenan las mismas ideas de los filsofos del siglo XVIII sobre la religin. A nadie se le puede ocurrir que un fenmeno tan complejo en la historia (por ejemplo el Cristianismo, un fenmeno que hace dos mil aos de carrera en la Historia universal) sea cualquier cosa que se le ocurri a alguien soltar en un caf y que por casualidad prendi. Tampoco, ni mucho menos, creer que sea una simple maniobra patronal antisindical o algo por el estilo.

    El verdadero problema de la ideologa es que no basta refutarla; es necesario trabajar otros dos campos, ese es un aporte de Marx y Freud. Es necesario, primero, interpretarla y en segundo lugar transformar la realidad que la hace necesaria. Marx hizo este comentario que es muy corto pero de un contenido y un alcance muy amplio. Refirindose al libro de Feuerbach La Esencia del Cristianismo, libro que es una oposicin, digamos as, de tipo naturalista al cristianismo, Marx dice lo siguiente: Bueno; el seor Feuerbach piensa que la Sagrada Familia no es ms que una idealizacin y exportacin en el cielo de la familia humana; de la familia corriente, de la familia profana; pero lo que no piensa el seor Feuerbach es por qu la familia humana, corriente, requiere una idealizacin, qu hay en ella que la conduzca a producir una idealizacin, ese es otro problema. Cuando Marx dice por ejemplo aquella frmula tan famosa y a veces tan mal comprendida de que no es suficiente interpretar el mundo y que es necesario transformarlo, l no quiere decir solamente que no es suficiente hacer filosofa en las ctedras sino hacer activismo en las calles o cosas por el estilo; l lo que quiere decir es una cosa mucho ms profunda: Que el error est encarnado en formas de vida y no es solamente una opinin desviada.

  • - 7 -

    Por ejemplo en El Capital la dedica mucho tiempo del primer captulo y ya en el cuarto tomo vuelve sobre el problema a discutir el tema del Fetichismo de la mercanca. Para dar el ejemplo en forma clara voy a hacer una definicin rpida del tema; El Fetichismo es un fenmeno muy corriente que consiste en lo siguiente: En adjudicar a algn elemento de un conjunto, en su naturaleza de elemento, en su naturalidad, en su naturaleza anclada, las propiedades que adquiere de las relaciones que tiene en ese conjunto. Por ejemplo, el Fetichismo de la mercanca cosiste en adjudicar a la mercanca, es decir, a la cosa en su materialidad inmediata, en su valor de uso, una propiedad que depende de la Organizacin Social dentro de la cual sirve: El hecho de tener valor; y confundir as el valor (un efecto social) con una propiedad natural. Marx llamaba Fetichismo a eso: A la adjudicacin a una cosa de las propiedades que adquiere a raz de sus relaciones en un conjunto, para decirlo en trminos ms o menos simplistas.

    En realidad Marx muestra una cosa tambin: Que el Fetichismo es un fenmeno esencial al mundo capitalista y no un error particular, que no se resuelve por medio de una refutacin y ni siquiera por medio de una interpretacin, porque contiene un elemento que lo hace indisoluble y es que es necesario al funcionamiento de las relaciones mercantiles en las que se basa el mundo capitalista. Por tanto, su disolucin no puede ser simplemente la crtica terica del Fetichismo; su disolucin slo puede proceder en la superacin de una produccin para el mercado y el paso a una produccin que se base en el clculo de los efectos sociales tiles de lo producido y no del aumento de valor en la produccin. Mientras la sociedad toda viva produciendo para generar ms valor y no para generar efectos sociales tiles determinados, entonces el Fetichismo es un elemento de ese tipo de vida y no es un simple error de un seor.

    El otro problema es este: La ideologa, como el mismo Marx deca pero no lo precis (en general es un pensamiento muy incompleto de Marx; es, mejor dicho, un comienzo de elaboracin de una teora de la sociedad) es en gran parte inconsciente y para poder ser ideologa, es necesariamente inconsciente de sus fundamentos; est fundada en algo que ella misma no sabe. Dejemos por un momento el trmino del inconciente en el sentido que le da Marx, es decir, de no conocer sus propios fundamentos, y veamos un aspecto que es muy importante para no caer en una teora puramente empirista de la ciencia. (Ahora volveremos sobre el problema del inconsciente). Es este aspecto: Como la ideologa est encarnada, como hace parte de un modo de vida y no simplemente de una opinin o de una desviacin mental; o de una mala colocacin de algo dentro de la cabeza, sino de un modo de vida, su refutacin no es nunca suficiente; es necesario un proceso ms complejo, que es la interpretacin y otro proceso, todava ms complejo, la transformacin del modo de vida en que est encarnada. Eso significa (pongamos primero en claro este punto) que de la ideologa no se puede salir por una simple experiencia, en el sentido no de experimentacin cientfica porque sta ya es un conjunto de preguntas elaboradas en forma de experimento, sino de experiencia directa.

    En realidad ninguna experiencia saca a ninguna sociedad de la magia. No hay que creer que si las sociedades primitivas en determinado momento superaron la etapa del pensamiento mgico, ello se debi a que haba un conjunto inmenso de experiencias (por ejemplo sobre la ineficacia de ciertos procedimientos mgicos; que el echo de que se bailara y se regara agua no haca llover; que el echo de que se soplara con humo y se hiciera una danza no curaba a la gente, etc.), en realidad esos hechos no demuestran a

  • - 8 -

    nadie, que est en una ideologa mgica, que la magia no es cierta. La ineficacia, relativa (porque muchas de las enfermedades eran de las que hoy llamaramos de tipo psicgeno y s eran curadas por procedimientos mgicos) por ejemplo ante la naturaleza: Que le caigan rayos al enemigo y que no caigan para ac y otra clase de ruegos por ese estilo, han sido ineficaces pero no por eso se abandon la magia. La magia se abandon porque la sociedad cambi; porque la sociedad dej de ser una sociedad comunitaria primitiva, orgnica, y comenz a ser una sociedad jerrquica, fundada en dominadores y dominados y entonces se pas de la magia a la religin.

    Pero a la religin tampoco la refuta ninguna ineficacia, ninguna experiencia particular; es decir, si uno no toma una posicin interpretativa y crtica, no hay ninguna experiencia que refute a una creencia religiosa; todo el mundo sabe que tanto entre la magia como entre la religin la ideologa tiene una caracterstica que es otro elemento importante para tenerlo en cuenta en una definicin global: Refractaria a la experiencia por completo. Hay una tribu en frica que tiene la costumbre de consagrar sus flechas en una ceremonia mgica para hacerlas ms mortales; pero no por eso deja de echarles adems veneno de serpientes. Cuando salen de cacera estos seores tienen esta combinacin (as la tcnica y la magia se combinan a veces en forma muy curiosa); si el animal al cual hieren con la flecha muere, significa que la ceremonia de consagracin fue eficaz; si el animal sobrevive y sale corriendo, eso significa que la culebra no era venenosa. Y ellos tienen la cosa muy clara. Y no hay que ir hasta esas remotas edades para encontrar esas combinaciones: Es muy corriente tambin que una seora que tiene un nio enfermo le ponga una vela a la virgen del Carmen para que el nio se alivie; pero no por eso deja de aplicarle por ejemplo penicilina y de llamar al mdico; si el nio se alivia es probable que ella crea que la virgen del Carmen le salv al muchachito y si se le muere, a lo mejor piensa que el mdico se lo mat.

    De manera que no hay que ir hasta el fondo del Congo; ni mucho menos. Esas combinaciones de tcnica y pensamiento mgico son muy frecuentes, son frecuentsimas y no hay que buscarlas muy lejos. Ahora bien; yo lo traigo a cuento para mostrar que la ideologa es refractaria a la experiencia. Tomemos por ejemplo una romera; si se hace un ruego por un milagro y el asunto resulta bien, magnfico; si el asunto resulta mal, por ejemplo la persona se muere (la encomendada) eso no pone para nada en cuestin la fe. La fe est por encima de toda relacin crtica con la experiencia: es por lo tanto refractaria a la experiencia. Y al racionamiento tambin es refractaria en la medida en que se hunde en figuras que podramos denominar estructuras psquicas especiales.

    Uno puede poner un ejemplo que no es nada trado de los cabellos para ilustrar el asunto; supongamos una fobia, que es uno de los fenmenos ms corrientes y que ni siquiera se puede considerar un fenmeno patolgico grave, ni mucho menos; una fobia de las que se presentan en la histeria de angustia, incluso esos cuadros que son casi anormales. Se puede observar all que hay un tipo de reaccin que ninguna forma de argumentacin disuelve. La seora X, por ejemplo, le tiene pavor a los ratones; la seora se encuentra en la sala de su casa con un ratn, sale gritando y se sube a la mesa, muerta de miedo; el ratn por su parte tambin se muere de miedo y va y se esconde en un agujero. Naturalmente, si uno le explica a la seora razonablemente que el ratn no es peligroso para ella y que entre los dos ms bien el ratn tiene la razn porque ella es mucho ms peligrosa para l, eso no la va a convencer nunca, porque la reaccin que ella tiene no la tiene en un nivel

  • - 9 -

    consciente; es necesario pasar por un largo proceso; es la interpretacin de qu significa el ratn en su inconciente y qu estructura implica en ese inconsciente esa significacin. Si se logra la interpretacin y la transformacin de un conjunto de reacciones vitales, ya puede ser eficaz la explicacin; de lo contrario no. La ideologa no sera tan fuerte si no tuviera raigambre inconsciente; si fuera un simple conjunto de errores tericos en un nivel puramente terico aislado de lo vivido, de lo inconsciente y de la organizacin social. La ideologa es un fenmeno tan poderoso, porque tiene un arraigo en la vida humana muy profundo y no es simplemente un error terico; un error que podra llamarse desenfoque subjetivo o mala informacin o una especie de carencia como deca Platn, la falta de un conocimiento. No; es el afecto de una forma de vida y eso es lo que hace que la ideologa sea tan poderosa.

    3.La Ideologa como mecanismo de dominacin.

    Ahora bien, la ideologa tambin es una forma necesaria en toda dominacin; es decir, en toda sociedad que se funde en una dominacin en una dominacin de clase; y seguramente en las dominaciones de casta primitivas ya tambin la ideologa comenz a ser una forma necesaria de dominacin. Ahora, cada sociedad tiene que producir la propia. Nosotros por ejemplo tenemos un fenmeno muy curioso al que voy a referirme para terminar y es las enormes dificultades que plantea la necesidad de una ideologa poltica que requiere el Capitalismo y que produjo hace muchos siglos, es decir, en el siglo XVII; la enorme dificultad que representa la ideologa capitalista, los requerimientos ideolgicos del Capitalismo, para el desarrollo de conocimientos cientficos sobre la sociedad. La ideologa capitalista hereda del pensamiento religioso un principio: (Esa ideologa que formula en gran parte como una ideologa jurdica) En la poca medieval, el concepto de Libertad, que podramos denominar de libre albedro. En la poca del cristianismo medieval, en la poca en que el cristianismo era la ideologa comn a la sociedad, ese principio era un principio sobre el que se fundaba todo el aparato teolgico; como sabemos, la teora del pecado, la teora del castigo, la teora del premio, todo lo dems, estaba fundado sobre un principio que es el del libre albedro.

    El derecho recoge esa idea, que por lo dems no es ningn invento cristiano (ya est en los estoicos por ejemplo, desde antes y en algunos pensadores griegos muy anteriores). Ese principio de libre albedro es un principio que dificulta mucho la formulacin de una ciencia de la conducta. Freud, por eso cuando escribe uno de sus primeros libros: Psicopatologa de la vida cotidiana (para una discusin en detalle de ese principio, remtase al ltimo captulo), se encuentra, como muchos otros pensadores lo haban echo antes, ante ese problema: Si nosotros tenemos una potencia no determinada, la libre voluntad, a la que no se le pueden adjudicar causas, la conducta humana no puede ser explicada; porque de todas maneras explicar es remitir un conjunto de fenmenos a las leyes que los determinan y a sus causas. Entonces simplemente tenemos que la conducta humana podr ser aceptada, valorada, moralmente condenada, o elogiada, pero no podr ser explicada; no tenemos por lo tanto el principio que nos permita la posibilidad siquiera de elaborar una Psicologa. Y si hablamos de la conducta humana en trminos colectivos, tampoco una Sociologa, como ciencia; como ciencia; como ciencia determinada de un objeto y estudio de los fenmenos que tienen lugar en ese objeto desde un punto de vista explicativo. Podr haber descripciones de la conducta humana (como dicen algunos

  • - 10 -

    idelogos modernos idealistas) comprensivas que por medio de la simpata, la empata, la comprensin o cualquier otro rasgo fenomenolgico se aproxima a entender lo que otro hace por una forma de identificacin, pero no una ciencia en el sentido de tomar la conducta como objeto de una explicacin.

    Ahora bien, esa libertad que haba sido criticada desde muy antiguo en forma puramente terica por los filsofos (el ms grande de ellos y el ms claro en ese punto es Spinoza y luego Nietzsche), esa idea de libertad, es por as decirlo, esencial para el funcionamiento objetivo del mundo capitalista. El mundo capitalista es un mundo que se funda en una economa de cambio. El postulado del cambio es que el cambio es libre; es decir, voluntario. El mundo capitalista se funda en la forma contractual. El postulado del contrato es que el contrato es de libre voluntad. Ahora; todo el mundo sabe que en una economa donde hay divisin social del trabajo en ramas (fuera de que hay una divisin social de trabajo en clases trabajo que manda y trabajo que obedece trabajo que piensa y trabajo que ejecuta, etc.) es decir, trabajo que hace unas cosas y trabajo que hace otras cosas, el cambio es obligatorio. Un seor que hace zapatos y que no come zapatos ni vive dentro de un zapato cambia necesariamente; sin embargo, tambin es necesario que l se imagine que el cambio es libre; que l cambia porque le da la gana; que el cambio no es como lo que le ocurre a un ciervo, que le toca entregar al seor feudal una determinada renta o un determinado diezmo a cambio de un muy dudoso premio post mortem, pero de todas maneras (l se siente) obligado; en el mundo capitalista es necesario que se sienta libre.

    Desde un punto de vista terico ya Kant haba mostrado antes que la libertad, es decir, un conjunto de actos, hechos, sin causas, no es pensable. Spinoza dio una definicin extraordinariamente brillante y que traigo a cuento porque es muy corta; dice: Libertad es el nombre que damos a la ignorancia que tenemos de la causa de nuestros actos. Como no sabemos por qu actuamos, entonces pretendemos que actuamos libremente, por supuesto, esta es una concepcin tan remota, como les digo, que se puede encontrar en el siglo XVII. Para que no nos confundamos, estoy hablando de la concepcin Cristiano-Capitalista porque el capitalismo reinterpret el cristianismo a su modo para recoger de l esa idea. Por supuesto hay otras concepciones de la libertad que no son metafsicas y desde la ms remota antigedad no postulan un libre albedro. Platn, en el Banquete dice que el amor y el pensamiento son libres. El lo que quiere decir con eso es que no pueden ser obligados en forma de una coaccin, es decir, que a nadie se le puede obligar a pensar u obligar a amar; si una persona ama, este hecho es el resultado de toda su vida y no de una coaccin actual; de su infancia o segn Platn (porque Platn trae una teora fantstica sobre eso) de sus reminiscencias de otra vida y de muchas otras cosas. Platn no quiere decir con eso que no tiene causas, sino que no tiene coaccin, lo que es distinto; el pensamiento por supuesto tiene causas: Causas eficientes, formales, materiales, como deca Aristteles; pero lo que no tiene es posibilidad de una coaccin; no puede ser obligatorio; lo mismo que el amor; que es lo que sostena ya Platn.

    Pero la libertad en ese sentido es otra cosa que la libertad metafsica a la que yo me estoy refiriendo. La libertad metafsica que el cristianismo sostiene es una manera de crear una base terica al concepto de culpa, de premio o de castigo. Por eso Nietzsche en trminos poco amables para el cristianismo como en general acostumbra a hablar llam a la teora de la libertad una metafsica de verdugos; primero declaran el sujeto libre y autor

  • - 11 -

    exclusivo de lo que l es; lo que lgicamente es aberrante: El ser que es su propia causa; y despus de que lo declaran libre, lo declaran culpable de todo lo que l ha sido vctima y entonces pasa a ser castigado. Aqu tenemos nosotros una construccin de la libertad que el sistema capitalista toma a veces en forma muy directa, de la concepcin cristiana. Por ejemplo, si uno estudia, digamos en el pensamiento jurdico, que algunos autores hacen una distincin entre el dolo y la culpa; que consideran el dolo como algo intencionado, hecho a propsito para quebrantar una norma, etc.; y la culpa como algo que poda haber sido previsto pero que no es necesariamente intencional; uno se acuerda de Astete, ah mismo: El pecado venial y el mortal; con pleno consentimiento; es decir, que es tomado por el derecho en forma directa; y el derecho lo necesita porque necesita un sistema represivo. Para poder formular un sistema represivo hay que formular una autonoma del sujeto. Si nosotros pensamos que el sistema para suprimir el robo es suprimir todas las causas del robo (por ejemplo la propiedad privada y su correspondiente expropiacin) entonces no tenemos ningn principio justificativo de la represin solamente policiva del hecho.

    Si nosotros consideramos que la conducta humana es el efecto de las condiciones sociales, de las condiciones personales, familiares, de todo el conjunto de vida que la determina, entonces nosotros no tenemos un principio justificativo de la represin. Por lo tanto es necesario crear una teora de la libertad. Pero una teora de la libertad limitada. En ese sentido ya no sigue el capitalismo tan de cerca al cristianismo sino que empobrece terriblemente la concepcin de la libertad. Ahora; en el pensamiento capitalista, la libertad es una funcin puramente negativa; es decir, se postula que el hombre es libre para realizar todo aquello que no le impida la ley; o en otras palabras, la polica. Porque si no fuera por la polica, la ley no sostendra los latifundios; ni mucho menos; en absoluto; el hecho de tener en la notara un papelito escrito tampoco garantizara el latifundio ni nada de eso; se necesita para que lo garantice la polica.

    El hombre se considera libre e igual en la Constitucin. La constitucin, deca Marx, es lo que la sociedad dice de s misma. Pero a las sociedades, como a los individuos, no se les puede juzgar por lo que dicen de si mismas sino por lo que hacen. Un individuo puede decir de s mismo que l es un genio incomprendido al que todo el mundo toma por un bobo; pero sin embargo no hace ms que bobadas. A las sociedades les pasa cosas muy por el estilo: Proclaman de s mismas en sus cartas constitucionales una gran cantidad de cosas; una de ellas es la libertad. La libertad es concebida como una relacin con la polica; el hombre es libre de todo aquello que no le impida la polica. Por ejemplo la enseanza es libre; todo el mundo puede entrar a estudiar en cualquier rama de la educacin; la ley no se lo prohbe a nadie; se lo prohben otras cosas; se lo prohbe la vida, se lo prohbe la economa; las circunstancias en que vive; por ejemplo es un minifundista de Nario y es muy probable que no vaya a ninguna Universidad. La enseanza es libre; la polica no se lo prohbe; slo el 1% va, pero la polica no le prohbe el 99% que vaya. Todo el mundo es libre de elegir y ser elegido; cualquier campesino de Boyac puede ser elegido presidente de la Repblica pues es libre; lo que pasa es que a lo mejor ni siquiera sepa qu cosa sea una Repblica; eso es otra cosa; l es libre por completo pero solamente en un sentido: En el sentido de que no le est prohibido por la ley; en cuanto a que est prohibido por la vida, eso no le interesa a la constitucin; ese ya no es asunto de la libertad en el sentido capitalista del trmino.

  • - 12 -

    Ahora; uno puede considerar que la libertad consiste en que todo el mundo piense lo que le de la gana y que nadie puede meterse con eso. La libertad de prensa consiste en que todo el mundo exprese en sus peridicos todo lo que quiera; sus pensamientos; y que nadie, la ley se lo prohbe. Todas esas libertades tomadas de los derechos del hombre y del ciudadano fueron comentadas muy corta pero sagazmente por Marx en la Sagrada Familia con este pequeo comentario: Detrs del ciudadano encontramos siempre al propietario; el concepto de ciudadano all es un concepto muy ambiguo; en realidad todas esas libertades estn tomadas de la libertad de propiedad y de la libertad de industria. Claro que todo el que tenga el capital para poner un peridico es libre para poner su peridico y de sostener lo que quiera; el nazismo o el comunismo o lo que quiera: Como libertad de industria.

    Cuando dice que el derecho de cada cual va hasta donde est limitado por el derecho igual de los dems, A qu derecho se puede referir para que est limitado por el derecho de otro? Si uno est pensando en un propietario, por ejemplo de la tierra, es clarsimo que su derecho, es decir, su propiedad est limitada all donde comienza el derecho del otro; eso es clarsimo. Pero si uno est pensando por ejemplo en el arte, en la posibilidad de escribir, de crear, de pensar o de estudiar, uno no ve en qu sentido el derecho de otro sea un lmite para el de nadie. Slo que est pensando el hombre como propietario. Lo que hay detrs de la palabra hombre en el fondo del texto, es la palabra propietario y detrs de la libertad, la libertad de industria.

    As qued empobrecida la heredada concepcin de la libertad. Era necesario y sigue siendo necesario; no hasta una refutacin. Por mucho que se desarrolle la Sociologa y explique que determinadas conductas, determinadas capas sociales o determinados individuos; o la Psicologa; pueden ser especficamente explicados por sus causas como efecto necesario de una determinada confluencia de causas; sobre esta idea no puede funcionar el mundo capitalista; sobre esa idea no se puede construir una teora del castigo, una teora de la responsabilidad, una teora del contrato ni una economa del cambio.

    Entonces es necesaria una fundamentacin ideolgica de una determinada forma de vida. Esa fundamentacin ideolgica es al mismo tiempo una concepcin metafsica y, para decirlo en una palabra de Marx apologtica. Apologtica en la terminologa de Marx quiere decir que donde quiere describir algo, en realidad lo est es defendiendo; es decir, que hace la apologa de lo que pretende estar describiendo. Ahora bien, si nosotros estudiamos una concepcin del cambio en un economista clsico o en un economista moderno, por ejemplo en Smith, en Ricardo o en cualquier economista de los que nosotros llamamos clsicos, podemos encontrar esto: El cambio es concebido como un acto libre; ese acto libre se basa en dos libertades, porque el cambio es un proceso entre dos libertades; cada uno de los dos cambia porque cree que le conviene cambiar segn el principio de la libertad; si no lo creyera, no lo cambiara. Cada uno de los dos que cambian (porque un cambio es por lo menos entre dos propietarios, porque el cambio es cambio de propiedad) supone que lo que recibe es mayor que lo que da; porque si no, no lo cambiara, puesto que el cambio es libre, ambos son por lo tanto dos beneficiarios porque cada uno de los dos supone que recibi algo que vale ms que lo que da, o que es ms til o mejor que lo que da; y si no lo supiera, se quedara con lo que tena y no lo cambiara; ese es el principio de la economa de cambio y de mercado.

  • - 13 -

    Ahora, ese principio se basa por supuesto en el concepto de libre albedro y ese tipo de descripcin es inmediatamente apologtico; como el capitalismo es una economa de cambio, como el capitalismo es un conjunto de cambios (cambios de dinero por mercanca, cambio de fuerza de trabajo por salario, cambios de unos determinados bienes por otros), el capitalismo es en general un proceso de cambio. Y como en cada cambio produce dos beneficiarios, el capitalismo es un proceso de beneficio comn; todo est perfectamente claro. Pero todo est en la palabrita eminentemente liberal: si no, no lo cambiara; porque el asunto est en que se supone el cambio libre. Si el seor no considerara que el salario que se le paga es mejor que el tiempo de trabajo que l da a cambio de ese salario, pues no lo cambiara; pero entonces, Qu hara? Ese es el problema. Si no creyera que es mejor recibir un salario que trabajar diez u ocho horas, no lo cambiara; el problema est en el postulado de que el cambio es libre. Ahora bien; si una parte mayoritaria, inmensamente mayoritaria carece de medios de produccin, tiene que cambiar su fuerza de trabajo por un salario; esa es una obligacin. No una obligacin de la polica; es una obligacin de la vida capitalista y ningn polica lo obliga a que vaya a contratarse; ya no estamos en el esclavismo; ahora estamos en la libertad; l solo va a contratarse sin ningn capataz que lo gue.

    As, pues, que formula una teora de la libertad; pero lo que quiero mostrar es que esa teora por ser ideolgica no es un simple error que se pueda disolver simplemente; esa teora est escrita en el funcionamiento del modo capitalista de produccin. Lo que Marx descubri es que los errores estn encarnados en la vida social y no son simples despistes subjetivos; y que por lo tanto la crtica y la interpretacin son un momento: La transformacin es el elemento fundamental de una refutacin efectiva. Este es el fenmeno de la ideologa como proceso encarnado de la vida. Si no contuviera elementos necesarios de un modo de vida, la ideologa sera fcil de despachar con una refutacin terica; como se puede despachar con una refutacin terica un teorema o un problema matemtico mal hecho; se puede despachar con un procedimiento cualquiera; por reduccin al absurdo, o por cualquier otro. Pero como la ideologa no es un despiste en el secreto de la intimidad del sujeto sino un elemento en la forma de vida social o en la forma de vida personal, el problema de ideologa no es un problema de simple refutacin. Eso mismo ensea Freud con respecto a la religin. l no la considera como un error; considera que tiene muchos elementos inconscientes verdaderos y que precisamente son los que hacen ms difcil un tratamiento puramente refutatorio. Una religin cualquiera (uno puede concebir la griega, o cualquiera otra).

    Las ideologas tienen ese aspecto: no son simples errores sino que tienen elementos vividos expresados en forma simblica y que son muy profundos. Por ejemplo, la idea de un paraso primitivo y de un paraso perdido, es una idea frecuente en muy diversas religiones; y concepciones incluso pseudocientficas como por ejemplo el Buen Salvaje de Rousseau. Y en muchas otras formas: la idea de una edad de oro, los griegos la tenan; la Atlntida de Platn, las Islas afortunadas; es una idea vieja y muy frecuente. Con especificaciones como la que nosotros conocemos de la concepcin judaica es muy interesante: La infancia de cada individuo se proyecta como infancia de la humanidad, se construye la imagen de una poca en la que no daba vergenza estar desnudo, en que no se tena conocimiento de la ciencia del bien y del mal, en que no haba por qu ser castigado al respecto de la ciencia del bien y del mal, y en que haba una proteccin de la que se es

  • - 14 -

    arrojado por la madurez; es decir, la infancia individual se proyecta como infancia de la humanidad; no corresponde por supuesto a ninguna investigacin antropolgica ni arqueolgica sobre los orgenes de la humanidad; pero corresponde a un mito personal de todo el mundo. Y por lo tanto no es vivida simplemente como una idea errada.

    Todas las prcticas desculpabilizantes, penitencias y similares, y las concepciones culpabilizantes psquicas (por ejemplo pocas en las que fue recesara alguna determinada maniobra para expulsar los pecados) son prcticas que se encuentran en muchas estructuras psquicas. Freud mostr en un texto muy interesante Acciones obsesivas y prcticas religiosas, la similitud extraordinaria entre algunas prcticas de ciertas religiones y las ceremonias de algunas estructuras de obsesivos y concluye con una frmula muy dura: Esto no debe asombrarnos; lo que ocurre es que la neurosis obsesiva es una religin privada; pero slo porque la religin es una neurosis obsesiva colectiva. Y por lo tanto ninguna de las dos es susceptible de una refutacin directa, sino de tratamiento.

    Ese punto de vista de Freud en cuanto a lo personal es un punto de vista que haca muchos aos haba planteado Marx con aquello de que es necesario transformar el mundo y no solamente interpretarlo. Porque la ideologa est encarnada; est en los procesos sociales y en las estructuras individuales; no es simplemente un conjunto de errores subjetivos.

    Tenemos pues en primer lugar que la ideologa se funda en la autoridad de cualquier tipo. La tradicin, los antepasados, o la opinin general, que es una autoridad; o en una autoridad institucional; el papa por ejemplo, o no institucional, eso no importa. En segundo lugar; tiene un horror al vaco; es a su modo omnisapiente o por lo menos panopinante si no se le quiere decir algo tan favorable; es refractaria a la experiencia y requiere algo ms que la crtica y la interpretacin: el tratamiento.