Abuso del uso de la tecnología

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26 | Sociedad | Viernes 16 de enero de 2015 SOCIEDAD Edición de hoy a cargo de Nora Bär www.lanacion.com/sociedad | @LNsociedad | Facebook.com/lanacion [email protected] Intoxicados por la tecnología. Crecen las consultas por el uso abusivo de dispositivos Cada vez se registran más casos de adicción a Internet; en la Argentina, ya existen tratamientos, aunque en muchos casos es difícil detectar el problema “Si me quedaba sin batería en el te- léfono o no me podía conectar, me ponía ansiosa y hasta llegué a tener ataques de pánico. Mi miedo más grande era no enterarme de si le pa- saba algo a mi mamá o a un ser que- rido. Necesitaba tener todo bajo con- trol y usaba el teléfono todo el tiem- po para eso, llamando o mandando mensajes”, cuenta Delfina, de 17 años, un año después de haber terminado un tratamiento de cinco meses en el Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (Ceeta). Aunque la última versión del Ma- nual de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales, la biblia de la psiquiatría, no incluye dentro de los trastornos adictivos la adic- ción a Internet o a los dispositivos digitales, existen estudios en varios países que reflejan una preocupa- ción global. Según los resultados obtenidos recientemente por Ce- cilia Cheng y Ángel Yee-lam Li, del Departamento de Psicología de la Universidad de Hong Kong, se esti- ma que la prevalencia mundial de la adicción a Internet rondaría el 6%. La Argentina no integra el grupo de 31 países analizados, pero espe- cialistas locales afirman que aunque Internet y las nuevas tecnologías son herramientas muy útiles, tam- bién pueden generar problemas si se usan mal. Según los registros del Ceeta, en el período noviembre-di- ciembre de 2014, el centro tuvo un 15% más de consultas asociadas con el mal uso de los dispositivos digi- tales que en 2013. En la Fundación Manantiales, la organización dedi- cada a la investigación, prevención y asistencia integral de las adicciones, hubo un aumento de consultas del 70% desde 2010 hasta este año. Establecer un límite entre el uso normal de los dispositivos y el que debe llevar a una consulta es difícil ya que se trata de elementos empleados cotidianamente, tanto por chicos co- mo por adultos. Según Florencia Sal- varezza, directora del Departamento Infanto-Juvenil de Ineco, “la gente les tiene miedo a las cosas nuevas, pero el problema no es que se usen las herra- mientas digitales, sino que sólo se ha- ga eso. Las personas deberían poder regularse y si no, pedir ayuda”. Laura Jurkowski, psicóloga es- pecialista en adicciones a Internet y fundadora de ReConectarse, el cen- tro que abrió sus puertas a partir de la creciente demanda de orientación, explica: “Las personas consultan cuando empiezan a ver los mismos problemas que tienen los adictos a sustancias, como irritabilidad y an- siedad si no pueden conectarse. Y es- to termina generando problemas en la familia, el trabajo y otras áreas”. Agustina tiene 20 años y es paciente de la Fundación Manantiales. “Pasa- ba tanto tiempo encerrada usando la computadora y el teléfono que descui- dé el colegio, me alejé de mis amigos y mi única compañía eran los parti- cipantes de un foro de Internet. Real- mente sentía que esas personas con las que chateaba eran mis amigos, que me conocían mejor que mis pa- dres y que me comprendían comple- tamente. Y si en mi casa intentaban limitarme el uso de la Web, estallaba, me largaba a llorar y trataba mal a to- do el mundo. Hasta llegué a robarle el celular a mi hermano”, cuenta. “Actualmente existe un diagnós- tico popular llamado FOMO (fear of missing out) o temor a quedar desco- nectado o fuera de circulación en las redes sociales, que suele afectar más a prepúberes y a mujeres. Se asocia con trastornos de ansiedad generalizada y fobia social –explica Gabriela Mar- tínez Castro, directora del Ceeta–. Los adolescentes todavía no tienen una identidad formada, sino una identi- dad de grupo. Son en la medida en que pertenecen a un grupo como Facebo- ok, Twitter, Instagram. A las mujeres también las afecta porque son multi- tasking, tienen muchos roles: laboral, familiar, social, académico.” Prevención y tratamiento En el mundo se habla de una tera- pia llamada digital detox, poco cono- cida en la Argentina, y que consiste en ofrecer experiencias turísticas y campamentos para desconectarse de la vida online y reencontrarse con la naturaleza, la espiritualidad y las per- sonas. Aunque las propuestas en ho- teles de lujo o paisajes naturales sue- nen tentadoras, la forma de prevenir y tratar los problemas asociados con el mal uso de las herramientas digitales debería ser otra, según los expertos. En el caso de los chicos, “los pa- dres tienen la responsabilidad de redireccionar el tiempo libre de sus hijos para que incluya activi- dades deportivas, juego simbólico, cognitivo, de mesa, solitario y gru- pal. Es muy fácil darles una tablet y desentenderse, es el famoso chupe- te”, sostiene Salvarezza. Martínez Castro agrega: “Es importante que los padres les pongan límites a los chicos y que los incentiven a través de otros recursos para que, movili- zados por el aburrimiento, utilicen más su creatividad”. Según los expertos consultados, los tratamientos para resolver es- te problema que se ofrecen hoy en la Argentina tienen como objetivo principal lograr un uso equilibrado de los dispositivos digitales, a partir de un abordaje general. “A través de nuestras técnicas de psicoterapia cognitiva conductual, recomendamos empezar por apagar los dispositivos por períodos cortos, que con el tiempo se van extendien- do, hasta convertirse en momentos específicos, los de conexión”, cuenta Martínez Castro sobre el Ceeta. Pese a la paradoja, existen apli- caciones móviles para controlar el uso de redes sociales e Internet, co- mo Checky o Socialnetworklimiter, que pueden servir de ayuda para re- gular el consumo digital.ß Agustina Gallego Soto da despreciable cifra de 2,5 millones de pesos”, precisa la nota de (Elimi- nando Variables). Desarraigado Uno de los beneficios de los que goza el liquidador de la ex ATC cubre el “desarraigo”, ya que es oriundo de Santa Fe. Por eso, Boudou, cuando era ministro de Economía, le otorgó un pasaje de ida y vuelta por semana. Esto le permitió sumar a su sueldo el año pasado otros 52.780 pesos. Este beneficio administrativo se otorga a todos los funcionarios que tienen que trasladarse más de 100 km de su lugar de residencia para realizar su trabajo. Sin embargo, en la AFIP consta que el abogado registró su domicilio fiscal en la avenida Córdoba al 1300 de la ciudad de Buenos Aires. Pero la liquidación de ATC SA no es su única fuente de ingresos. El ex canal estatal Argentina Televi- sora Color (ATC), reemplazado por la TV Pública, sigue funcionando con un único empleado y un presu- puesto anual de un millón de pesos, de acuerdo con los registros oficiales del año pasado. Ese empleado es el liquidador de la empresa, el abogado Bernardo Pascual Iturraspe, que el año pasa- do cobró el 65% de los 829.210 pe- sos que el Ministerio de Economía le giró a ATC. El sueldo bruto anual de Iturras- pe alcanzó los 536.411 pesos o casi 45.000 pesos por mes, según deta- lla una investigación periodística publicada en el sitio online (Elimi- nando Variables). Para “bienes y ser- vicios”, el liquidador destinó el 35% restante del presupuesto. “La empresa de televisión es- tatal, antecesora de la actual TV Pública (Canal 7), se encuentra en liquidación desde fines de enero de 2001, es decir, desde hace 14 años, y sigue generando costos al Esta- do. En la actualidad cuenta con un único empleado, que es, casual- mente, su liquidador. El solitario trabajador costó, sólo el año pasa- do, el equivalente a unos 100.000 dólares del presupuesto nacional”, escriben los periodistas José Stella e Ignacio Montes de Oca, autores de la publicación. Iturraspe ejerce su cargo desde marzo de 2010 por un decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Desde entonces, su tra- bajo demandó más de 3,8 millones de pesos. “Y esos gastos fueron au- torizados gracias a diversas reso- luciones firmadas por los también ex ministros de Economía Amado Boudou y Hernán Lorenzino. En el lapso de cuatro años, el liquidador habría embolsado en sueldos la na- Iturraspe también es productor de seguros y pocos meses antes de asumir su función organizó Litoral Productores SA, que tiene sede en esta ciudad. Al año siguiente, en 2011, recibió su matrícula (N° 72.050) para actuar como productor de seguros en cual- quier lugar del país. El entonces su- perintendente de Seguros de la Na- ción, Juan Antonio Bontempo, fue quien firmó la resolución N° 36.382 de esa institución. “En Litoral Productores, Iturras- pe es socio de un ex funcionario del Ministerio de Economía, Carlos H. Castro, al que se lo identifica como parte del entorno del vicepresiden- te. Otro de los socios es Walter H. Morales, hombre de la gestión de Boudou y que ejerció el cargo de coordinador de Planificación Edili- cia del Palacio de Hacienda”, escri- ben Stella y Montes de Oca.ß ATC sigue funcionando con un solo empleado medios. Es el liquidador del ex canal estatal que el año pasado recibió un millón de pesos Desde Londres, diálogo con uno de los más célebres escritores científicos Simon Singh. “Si uno no estudia ciencia, el mundo puede ser muy confuso” L o normal es que en las entrevistas el periodista pregunte y el entrevista- do responda. Pero con el brillante Simon Singh nada es co- mo suele ser. El físico doctorado en la Universidad de Cambridge, que fue él mismo periodista de la BBC, y director y productor de do- cumentales, intercambia roles y se pone a preguntar sin otro acicate que su propia curiosidad. El célebre divulgador de la cien- cia deslumbra a sus lectores con el pulso de un novelista consumado, y sus libros están condimentadas con emoción, suspenso e intriga. El último Teorema de Fermat , que aca- ba de editar Páprika en el país, es la historia fascinante de un problema matemático que eludió a los más grandes talentos durante 350 años, y de Andrew Wiles, que finalmen- te logró demostrarlo después de una década de trabajo titánico en soledad. Fue traducido a más de 22 idiomas y figuró en la lista de libros más vendidos del Reino Unido. En este diálogo por Skype habla sobre los temas que lo movilizan, sobre las pseudociencias y sobre la nece- sidad del alfabetismo científico. –Simon, ¿cómo comenzó a interesarse por el periodismo científico? –La verdad es que cuando terminé mi doctorado conocí a otros que eran más inteligentes y más rápi- dos que yo, y pensé: “Ellos son los que harán grandes descubrimien- tos, los que deberían seguir”. A mí me interesaba enseñar y escribir, y finalmente me decidí por el pe- riodismo. Pero creo que si hubiera sido verdaderamente brillante co- mo físico, habría continuado. –¿Escribe sobre matemática porque siente el deber de atraer al público a esta disci- plina o es simplemente cues- tión de gusto personal? –Como periodista, empecé a tra- bajar para la BBC y cubrí muchos temas diferentes, todo tipo de historias. En mi último año, hice una serie para la BBC que fue muy elogiada y de allí surgió mi primer libro sobre matemática [El último teorema...]. Mi segundo libro fue The Code. La gente me dice que ése es un libro sobre matemática, pero para mí también es sobre tecnolo- gía. De modo que yo discuto que mi primera obra fue sobre matemá- tica; la segunda, sobre tecnología; la tercera, sobre cosmología [Big Bang]; la cuarta, sobre medicinas alternativas [Trick or Treatment], y la quinta, sobre matemática [The Simpsons and their mathematical secrets]. Uno sencillamente busca buenas historias... –Para usted, ¿qué es lo que defi- ne una buena historia? –Elijo tramas que puedo explicar. En matemática, el problema más grande aún sin resolver es la hi- pótesis de Riemann, que es muy complicada, así que no me mete- ría a escribir sobre eso. Además, dado que es un problema sin re- solver, no tiene final. Busco histo- rias que sean frescas y que tengan un rico desarrollo, que sean expli- cables y tengan un comienzo, un medio y un final. –¿Eso es lo que lo atrajo del teo- rema de Fermat? –Sí, exactamente: no se trata só- lo del problema, que estuvo 350 años sin resolver, también tiene una poderosa historia humana detrás. Ésa es una gran ventaja: tener héroes, villanos, triunfos y tragedias… Cuando escribo sobre ciencia, siempre escribo también sobre los científicos. –Para usted, ¿quién tiene que comunicar la ciencia, los cien- tíficos o los periodistas? –Ambos. En Gran Bretaña hay una campaña enorme para que todos los científicos salgan a comunicar la ciencia, lo que para mí es ton- to, porque hay científicos que no quieren, otros que no tienen la ha- bilidad y algunos están trabajando en temas que no necesariamente interesan al público. Si los cientí- ficos tienen una pasión ardiente por esto, si pueden hacerlo y si su investigación es de interés para el público, entonces deben hacerlo, pero no deberían estar obligados. Y los periodistas son muy importan- tes también. No creo que sean unos o los otros. Necesitamos a los dos. –Usted escribió un libro sobre pseudociencias. ¿Por qué a pe- sar de que la ciencia avanza sin cesar, las pseudociencias, como la homeopatía, seducen a tanta gente? –¿La homeopatía también está muy difundida en la Argentina? –Sí. –Bueno, mucha gente tiene la filo- sofía de que lo natural es bueno y lo industrial es malo. Ésa es parte de la razón. ¿Por qué usted no cree en la homeopatía? –Porque no hay trabajos cien- tíficos serios que la respalden. –Las actuales teorías científicas no la respaldan, pero eso no quie- re decir que en el futuro no pueda encontrarse una explicación. Ha- ce décadas no se podían explicar los agujeros negros, pero ahora sabemos que son reales. No en- tiendo por qué usted piensa que no es efectiva. –¿Usted cree en la homeopa- tía? –No digo que crea, pero me inte- resa saber por qué no cree usted. Hubo 200 ensayos clínicos sobre la homeopatía y la mayoría la res- palda. Eso es un hecho. El Servi- cio Nacional de Salud británico, del que estamos muy orgullosos, gasta varios millones de libras por año en homeopatía. –En su país incluso tienen un hospital homeopático... –¡Sí! Uno en Londres y otro en Es- cocia. Yo no creo en la homeopa- tía, coincido con usted. Pero los ar- gumentos son muy complejos de analizar… Si las personas buscan en Internet, pueden encontrar ar- gumentos que parecen científicos y que respaldan la homeopatía. Si el bebe tiene cólicos, el homeópa- ta le da píldoras de azúcar, y si el bebe deja de llorar, esos padres usarán homeopatía el resto de sus vidas. Usted y yo podemos decir: “Es sólo una coincidencia, antes o después el bebe iba a dejar de llo- rar”, pero los padres no piensan eso. Para ellos, ésa es una eviden- cia increíblemente poderosa. Si uno no estudia ciencia, el mundo puede ser muy confuso. –¿Ya sabe cuál será su próximo libro? –Creé una fundación llamada Go- od Thinking [Pensar Bien] y en los próximos uno o dos años quiero no sólo promover la buena cien- cia, sino también desenmascarar la mala. Lo grande, lo maravilloso del método científico es que, inclu- so si los científicos están equivoca- dos, la ciencia se autocorrige. No sólo es importante que los cien- tíficos hagan buena ciencia, sino también que desenmascaren la mala investigación. ß Texto Nora Bär Profesión: físico, periodista y escritor Edad: 50 años Origen: Reino Unido Hijo de inmigrantes indios al Reino Unido, Singh es uno de los más destacados divulgadores de la ciencia Dispositivos digitales en todos lados... hasta en la playa mauro v. rizzi

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Efectos negativos de la Revolución tecnológica

Transcript of Abuso del uso de la tecnología

  • 26 | Sociedad | Viernes 16 de enero de 2015

    SOCIEDADEdicin de hoy a cargo de Nora Br www.lanacion.com/sociedad | @LNsociedad | Facebook.com/lanacion [email protected]

    Intoxicados por la tecnologa. Crecen las consultas por el uso abusivo de dispositivos Cada vez se registran ms casos de adiccin a Internet; en la Argentina, ya existen tratamientos, aunque en muchos casos es difcil detectar el problema

    Si me quedaba sin batera en el te-lfono o no me poda conectar, me pona ansiosa y hasta llegu a tener ataques de pnico. Mi miedo ms grande era no enterarme de si le pa-saba algo a mi mam o a un ser que-rido. Necesitaba tener todo bajo con-trol y usaba el telfono todo el tiem-po para eso, llamando o mandando mensajes, cuenta Delfina, de 17 aos, un ao despus de haber terminado un tratamiento de cinco meses en el Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (Ceeta).

    Aunque la ltima versin del Ma-nual de Diagnstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales, la biblia de la psiquiatra, no incluye dentro de los trastornos adictivos la adic-cin a Internet o a los dispositivos digitales, existen estudios en varios pases que reflejan una preocupa-cin global. Segn los resultados obtenidos recientemente por Ce-cilia Cheng y ngel Yee-lam Li, del Departamento de Psicologa de la Universidad de Hong Kong, se esti-ma que la prevalencia mundial de la adiccin a Internet rondara el 6%.

    La Argentina no integra el grupo de 31 pases analizados, pero espe-cialistas locales afirman que aunque Internet y las nuevas tecnologas son herramientas muy tiles, tam-bin pueden generar problemas si se usan mal. Segn los registros del Ceeta, en el perodo noviembre-di-ciembre de 2014, el centro tuvo un 15% ms de consultas asociadas con

    el mal uso de los dispositivos digi-tales que en 2013. En la Fundacin Manantiales, la organizacin dedi-cada a la investigacin, prevencin y asistencia integral de las adicciones, hubo un aumento de consultas del 70% desde 2010 hasta este ao.

    Establecer un lmite entre el uso normal de los dispositivos y el que debe llevar a una consulta es difcil ya que se trata de elementos empleados cotidianamente, tanto por chicos co-mo por adultos. Segn Florencia Sal-varezza, directora del Departamento Infanto-Juvenil de Ineco, la gente les tiene miedo a las cosas nuevas, pero el problema no es que se usen las herra-mientas digitales, sino que slo se ha-ga eso. Las personas deberan poder regularse y si no, pedir ayuda.

    Laura Jurkowski, psicloga es-pecialista en adicciones a Internet y fundadora de ReConectarse, el cen-tro que abri sus puertas a partir de la creciente demanda de orientacin, explica: Las personas consultan cuando empiezan a ver los mismos problemas que tienen los adictos a sustancias, como irritabilidad y an-siedad si no pueden conectarse. Y es-to termina generando problemas en la familia, el trabajo y otras reas.

    Agustina tiene 20 aos y es paciente de la Fundacin Manantiales. Pasa-ba tanto tiempo encerrada usando la computadora y el telfono que descui-d el colegio, me alej de mis amigos y mi nica compaa eran los parti-cipantes de un foro de Internet. Real-

    mente senta que esas personas con las que chateaba eran mis amigos, que me conocan mejor que mis pa-dres y que me comprendan comple-tamente. Y si en mi casa intentaban limitarme el uso de la Web, estallaba, me largaba a llorar y trataba mal a to-do el mundo. Hasta llegu a robarle el celular a mi hermano, cuenta.

    Actualmente existe un diagns-tico popular llamado FOMO (fear of missing out) o temor a quedar desco-nectado o fuera de circulacin en las redes sociales, que suele afectar ms a prepberes y a mujeres. Se asocia con trastornos de ansiedad generalizada y fobia social explica Gabriela Mar-tnez Castro, directora del Ceeta. Los adolescentes todava no tienen una identidad formada, sino una identi-dad de grupo. Son en la medida en que pertenecen a un grupo como Facebo-ok, Twitter, Instagram. A las mujeres tambin las afecta porque son multi-tasking, tienen muchos roles: laboral, familiar, social, acadmico.

    Prevencin y tratamiento En el mundo se habla de una tera-

    pia llamada digital detox, poco cono-cida en la Argentina, y que consiste en ofrecer experiencias tursticas y campamentos para desconectarse de la vida online y reencontrarse con la naturaleza, la espiritualidad y las per-sonas. Aunque las propuestas en ho-teles de lujo o paisajes naturales sue-nen tentadoras, la forma de prevenir y tratar los problemas asociados con el

    mal uso de las herramientas digitales debera ser otra, segn los expertos.

    En el caso de los chicos, los pa-dres tienen la responsabilidad de redireccionar el tiempo libre de sus hijos para que incluya activi-dades deportivas, juego simblico, cognitivo, de mesa, solitario y gru-pal. Es muy fcil darles una tablet y desentenderse, es el famoso chupe-te, sostiene Salvarezza. Martnez Castro agrega: Es importante que los padres les pongan lmites a los chicos y que los incentiven a travs de otros recursos para que, movili-zados por el aburrimiento, utilicen ms su creatividad.Segn los expertos consultados, los tratamientos para resolver es-te problema que se ofrecen hoy en la Argentina tienen como objetivo principal lograr un uso equilibrado de los dispositivos digitales, a partir de un abordaje general.

    A travs de nuestras tcnicas de psicoterapia cognitiva conductual, recomendamos empezar por apagar los dispositivos por perodos cortos, que con el tiempo se van extendien-do, hasta convertirse en momentos especficos, los de conexin, cuenta Martnez Castro sobre el Ceeta.

    Pese a la paradoja, existen apli-caciones mviles para controlar el uso de redes sociales e Internet, co-mo Checky o Socialnetworklimiter, que pueden servir de ayuda para re-gular el consumo digital. Agustina Gallego Soto

    da despreciable cifra de 2,5 millones de pesos, precisa la nota de (Elimi-nando Variables).

    DesarraigadoUno de los beneficios de los que

    goza el liquidador de la ex ATC cubre el desarraigo, ya que es oriundo de Santa Fe. Por eso, Boudou, cuando era ministro de Economa, le otorg un pasaje de ida y vuelta por semana. Esto le permiti sumar a su sueldo el ao pasado otros 52.780 pesos.

    Este beneficio administrativo se otorga a todos los funcionarios que tienen que trasladarse ms de 100 km de su lugar de residencia para realizar su trabajo.

    Sin embargo, en la AFIP consta que el abogado registr su domicilio fiscal en la avenida Crdoba al 1300 de la ciudad de Buenos Aires.

    Pero la liquidacin de ATC SA no es su nica fuente de ingresos.

    El ex canal estatal Argentina Televi-sora Color (ATC), reemplazado por la TV Pblica, sigue funcionando con un nico empleado y un presu-puesto anual de un milln de pesos, de acuerdo con los registros oficiales del ao pasado.

    Ese empleado es el liquidador de la empresa, el abogado Bernardo Pascual Iturraspe, que el ao pasa-do cobr el 65% de los 829.210 pe-sos que el Ministerio de Economa le gir a ATC.

    El sueldo bruto anual de Iturras-pe alcanz los 536.411 pesos o casi 45.000 pesos por mes, segn deta-lla una investigacin periodstica publicada en el sitio online (Elimi-nando Variables). Para bienes y ser-vicios, el liquidador destin el 35% restante del presupuesto.

    La empresa de televisin es-tatal, antecesora de la actual TV Pblica (Canal 7), se encuentra en

    liquidacin desde fines de enero de 2001, es decir, desde hace 14 aos, y sigue generando costos al Esta-do. En la actualidad cuenta con un nico empleado, que es, casual-mente, su liquidador. El solitario trabajador cost, slo el ao pasa-do, el equivalente a unos 100.000 dlares del presupuesto nacional, escriben los periodistas Jos Stella e Ignacio Montes de Oca, autores de la publicacin.

    Iturraspe ejerce su cargo desde marzo de 2010 por un decreto de la presidenta Cristina Fernndez de Kirchner. Desde entonces, su tra-bajo demand ms de 3,8 millones de pesos. Y esos gastos fueron au-torizados gracias a diversas reso-luciones firmadas por los tambin ex ministros de Economa Amado Boudou y Hernn Lorenzino. En el lapso de cuatro aos, el liquidador habra embolsado en sueldos la na-

    Iturraspe tambin es productor de seguros y pocos meses antes de asumir su funcin organiz Litoral Productores SA, que tiene sede en esta ciudad.

    Al ao siguiente, en 2011, recibi su matrcula (N 72.050) para actuar como productor de seguros en cual-quier lugar del pas. El entonces su-perintendente de Seguros de la Na-cin, Juan Antonio Bontempo, fue quien firm la resolucin N 36.382 de esa institucin.

    En Litoral Productores, Iturras-pe es socio de un ex funcionario del Ministerio de Economa, Carlos H. Castro, al que se lo identifica como parte del entorno del vicepresiden-te. Otro de los socios es Walter H. Morales, hombre de la gestin de Boudou y que ejerci el cargo de coordinador de Planificacin Edili-cia del Palacio de Hacienda, escri-ben Stella y Montes de Oca.

    ATC sigue funcionando con un solo empleadomedios. Es el liquidador del ex canal estatal que el ao pasado recibi un milln de pesos

    Desde Londres, dilogo con uno de los ms clebres escritores cientficos

    Simon Singh. Si uno no estudia ciencia, el mundo puede ser muy confuso

    L o normal es que en las entrevistas el periodista pregunte y el entrevista-do responda. Pero con el brillante Simon Singh nada es co-mo suele ser. El fsico doctorado en la Universidad de Cambridge, que fue l mismo periodista de la BBC, y director y productor de do-cumentales, intercambia roles y se pone a preguntar sin otro acicate que su propia curiosidad.

    El clebre divulgador de la cien-cia deslumbra a sus lectores con el pulso de un novelista consumado, y sus libros estn condimentadas con emocin, suspenso e intriga. El ltimo Teorema de Fermat, que aca-ba de editar Pprika en el pas, es la historia fascinante de un problema matemtico que eludi a los ms grandes talentos durante 350 aos, y de Andrew Wiles, que finalmen-te logr demostrarlo despus de una dcada de trabajo titnico en soledad. Fue traducido a ms de 22 idiomas y figur en la lista de libros ms vendidos del Reino Unido. En este dilogo por Skype habla sobre los temas que lo movilizan, sobre las pseudociencias y sobre la nece-sidad del alfabetismo cientfico.Simon, cmo comenz a interesarse por el periodismo cientfico?La verdad es que cuando termin mi doctorado conoc a otros que eran ms inteligentes y ms rpi-dos que yo, y pens: Ellos son los que harn grandes descubrimien-tos, los que deberan seguir. A m me interesaba ensear y escribir, y finalmente me decid por el pe-riodismo. Pero creo que si hubiera sido verdaderamente brillante co-mo fsico, habra continuado. Escribe sobre matemtica porque siente el deber de atraer al pblico a esta disci-plina o es simplemente cues-tin de gusto personal? Como periodista, empec a tra-bajar para la BBC y cubr muchos temas diferentes, todo tipo de historias. En mi ltimo ao, hice una serie para la BBC que fue muy elogiada y de all surgi mi primer libro sobre matemtica [El ltimo teorema...]. Mi segundo libro fue The Code. La gente me dice que se es un libro sobre matemtica, pero para m tambin es sobre tecnolo-ga. De modo que yo discuto que mi primera obra fue sobre matem-tica; la segunda, sobre tecnologa; la tercera, sobre cosmologa [Big Bang]; la cuarta, sobre medicinas alternativas [Trick or Treatment], y la quinta, sobre matemtica [The Simpsons and their mathematical secrets]. Uno sencillamente busca buenas historias... Para usted, qu es lo que defi-ne una buena historia?Elijo tramas que puedo explicar. En matemtica, el problema ms grande an sin resolver es la hi-ptesis de Riemann, que es muy complicada, as que no me mete-ra a escribir sobre eso. Adems, dado que es un problema sin re-solver, no tiene final. Busco histo-rias que sean frescas y que tengan un rico desarrollo, que sean expli-cables y tengan un comienzo, un medio y un final.Eso es lo que lo atrajo del teo-rema de Fermat? S, exactamente: no se trata s-lo del problema, que estuvo 350 aos sin resolver, tambin tiene una poderosa historia humana detrs. sa es una gran ventaja: tener hroes, villanos, triunfos y tragedias Cuando escribo sobre ciencia, siempre escribo tambin sobre los cientficos. Para usted, quin tiene que comunicar la ciencia, los cien-tficos o los periodistas?Ambos. En Gran Bretaa hay una campaa enorme para que todos los cientficos salgan a comunicar la ciencia, lo que para m es ton-to, porque hay cientficos que no quieren, otros que no tienen la ha-bilidad y algunos estn trabajando en temas que no necesariamente interesan al pblico. Si los cient-ficos tienen una pasin ardiente por esto, si pueden hacerlo y si su

    investigacin es de inters para el pblico, entonces deben hacerlo, pero no deberan estar obligados. Y los periodistas son muy importan-tes tambin. No creo que sean unos o los otros. Necesitamos a los dos. Usted escribi un libro sobre pseudociencias. Por qu a pe-sar de que la ciencia avanza sin cesar, las pseudociencias, como la homeopata, seducen a tanta gente?La homeopata tambin est muy difundida en la Argentina?S.Bueno, mucha gente tiene la filo-sofa de que lo natural es bueno y lo industrial es malo. sa es parte de la razn. Por qu usted no cree en la homeopata? Porque no hay trabajos cien-tficos serios que la respalden.Las actuales teoras cientficas no la respaldan, pero eso no quie-re decir que en el futuro no pueda encontrarse una explicacin. Ha-ce dcadas no se podan explicar los agujeros negros, pero ahora sabemos que son reales. No en-tiendo por qu usted piensa que no es efectiva.Usted cree en la homeopa-ta?No digo que crea, pero me inte-resa saber por qu no cree usted. Hubo 200 ensayos clnicos sobre la homeopata y la mayora la res-palda. Eso es un hecho. El Servi-cio Nacional de Salud britnico, del que estamos muy orgullosos, gasta varios millones de libras por ao en homeopata. En su pas incluso tienen un hospital homeoptico...S! Uno en Londres y otro en Es-cocia. Yo no creo en la homeopa-ta, coincido con usted. Pero los ar-gumentos son muy complejos de analizar Si las personas buscan en Internet, pueden encontrar ar-gumentos que parecen cientficos y que respaldan la homeopata. Si el bebe tiene clicos, el homepa-ta le da pldoras de azcar, y si el bebe deja de llorar, esos padres usarn homeopata el resto de sus vidas. Usted y yo podemos decir: Es slo una coincidencia, antes o despus el bebe iba a dejar de llo-rar, pero los padres no piensan eso. Para ellos, sa es una eviden-cia increblemente poderosa. Si uno no estudia ciencia, el mundo puede ser muy confuso. Ya sabe cul ser su prximo libro?Cre una fundacin llamada Go-od Thinking [Pensar Bien] y en los prximos uno o dos aos quiero no slo promover la buena cien-cia, sino tambin desenmascarar la mala. Lo grande, lo maravilloso del mtodo cientfico es que, inclu-so si los cientficos estn equivoca-dos, la ciencia se autocorrige. No slo es importante que los cien-tficos hagan buena ciencia, sino tambin que desenmascaren la mala investigacin.

    Texto Nora Br

    Profesin: fsico, periodista y escritorEdad: 50 aosOrigen: Reino Unido

    Hijo de inmigrantes indios al Reino Unido, Singh es uno de los ms destacados divulgadores de la ciencia

    Dispositivos digitales en todos lados... hasta en la playa mauro v. rizzi