A medianoche - WordPress.com...I Era medianoche cuando sintió que sus brazos empezaban a moverse....

59
A medianoche Rony Vásquez Guevara

Transcript of A medianoche - WordPress.com...I Era medianoche cuando sintió que sus brazos empezaban a moverse....

  • A medianoche

    Rony Vásquez Guevara

  • Comité editor:

    Néstor Mendoza

    Geraudí González

    Cristian Garzón

    Rony Vásquez Guevara A medianoche

    Esta edición se realiza bajo la Licencia Creative Commons.

    Incentivamos la difusión total o parcial del contenido de este libro

    por los medios que la astucia, la imaginación y la técnica permitan,

    siempre y cuando se mencionen las fuentes y se realice sin fines de lucro.

    Diagramación: El Taller Blanco Ediciones Contacto: [email protected] Impreso en Bogotá, Colombia, septiembre de 2019

  • Rony Vásquez Guevara

    A medianoche

    COLECCIÓN Comarca Mínima

  • I

    Era medianoche cuando sintió que sus brazos empezaban a

    moverse. Decidió, entonces, romper el cajón. No fue fácil.

    Continuó escarbando y logró ver la Luna. Había salido del

    encierro funerario. Empezaría una nueva vida.

    5

  • II

    Sabía que papá vestía un pijama blanco para dormir, pero

    desconocía que la bisabuela llegaba a casa todas las

    medianoches con su pijama para preparar el desayuno.

    6

  • III

    A medianoche, mi esposa y yo, escuchamos que alguien llamaba

    a la puerta del clóset. Ella, algo temerosa, se acercó para

    averiguar. «Ya regreso», me dijo. Ingresó en el clóset y cerró su

    puerta.

    He despertado para ir a trabajar y el desayuno no está

    preparado.

    7

  • IV

    Cerca de la medianoche, se acercó a la cabina del almirante para

    susurrarle al oído que moriría en un par de horas. El almirante,

    descuidando el timón, buscó aquella voz. El impacto del Titanic

    era inevitable.

    8

  • V

    Como sabían que a medianoche siempre regresaba a su cuarto

    para visitar a sus juguetes, papá y mamá fueron a verlo jugar.

    Pero en esta ocasión mi hermano decidió no venir a casa.

    Incluso después de muerto seguía siendo travieso.

    9

  • VI

    Era medianoche y las sábanas blancas seguían en su lugar. El

    sindicato de fantasmas estaba en huelga.

    10

  • VII

    Era medianoche cuando un grupo de zombis ingresó en el tren.

    Ningún pasajero se asombró de sus vestimentas y aspectos.

    Ellos sabían las dificultades de vivir como personas normales.

    11

  • VIII

    Desde que se conocieron decidieron jurarse amor eterno a

    medianoche, pese a que eran de países distantes y sus horarios

    no coincidían. Como demoraron meses en equiparar sus

    relojes, eligieron un país neutro.

    Abandonaron, sin permiso, la Estación Espacial.

    12

  • IX

    Sabían que profesó su próxima llegada un mes de abril a

    medianoche. Por ello, todos los ciudadanos apagan sus relojes

    desde marzo hasta mayo.

    13

  • X

    Cuando llega la medianoche mi esposo se acerca a la ventana

    de mi habitación. En ocasiones, solo observa el cielo nublado y

    regresa a la cama. Sin embargo, cuando aparece la Luna emite

    algunos rugidos que me espantan y se mantiene despierto

    durante la noche. Lo peor sucede cuando regresa a la cama y la

    humedece.

    14

  • XI

    Desesperado salió del cementerio a medianoche. Le habían

    avisado que invadirían aquel lugar de cadáveres al siguiente

    día. Ahora tenía que encontrar una nueva morada para la

    eternidad.

    15

  • XII

    Sabíamos que la abuela aparecería, como todos los años, a

    medianoche con nuestros obsequios. Lamentablemente nadie

    se despertó a la hora indicada. A la mañana siguiente,

    buscamos los regalos por toda la casa, pero solo encontramos

    una nota en el espejo del baño que decía: «Ahora sí

    considérenme muerta».

    16

  • XIII

    Era medianoche cuando empezaron a sonar las copas y el

    destape de los vinos. «Debe ser tu abuelo que nos visita», dijo

    mamá ante mi sorpresa. «Pronto estaremos todos juntos»,

    sentenció ella. «En el cielo», agregó.

    17

  • XIV

    Después del último beso de medianoche, los enamorados

    decidieron volver con sus esposos. En la puerta del cementerio

    se despidieron desesperadamente. Cada uno regresó a su

    respectivo mausoleo familiar.

    18

  • XV

    A la medianoche intentó concentrarse e invocarla en silencio.

    Quería explicarle que aquel incidente con su mejor amiga fue

    circunstancial. Encendió una vela y comenzó a rezar. Nadie

    aparecía. Repentinamente se abrió la puerta. Un papel

    arrugado se le acercó raudamente. «No volveré más», decía.

    19

  • XVI

    Los noticieros informaron la desaparición de todas las sábanas

    blancas del mundo. Ellos desconocían que a medianoche se

    celebraría el congreso internacional de fantasmas.

    20

  • XVII

    A medianoche siempre visita el nicho donde descansarán sus

    restos. Algunos días le rocía perfumes y otros solo se dedica a

    observarlo. Sabe que su fecha se aproxima y es mejor ir

    acostumbrándose a su próxima morada.

    21

  • XVIII

    A medianoche los esposos sueñan con las personas que

    realmente aman. Pero al despertar vuelven a ser la familia feliz

    de siempre.

    22

  • XIX

    Durante su viaje, los amantes, a medianoche, apagan sus

    teléfonos celulares para evitar que sean interrumpidos por sus

    respectivos esposos.

    23

  • XX

    Desesperados por fugar, los rebeldes subieron al último tren del

    día. Era medianoche y sabían que el ejército los buscaría desde

    el minuto siguiente.

    24

  • XXI

    Angustiados esperaban el aviso. Las fuerzas armadas estaban

    en alerta. Era medianoche y timbró el teléfono. El golpe de

    Estado había comenzado.

    25

  • XXII

    Cuando empezó a temblar la tierra el reloj marcaba la

    medianoche. Gritos y llantos rodeaban la escena capitalina. En

    pocos segundos una ciudad de quinientos años se desmoronó.

    El presidente salió a las calles y abrazaba a cada ciudadano

    diciéndole: «Yo también lo he perdido todo».

    26

  • XXIII

    Sabía que era preferible que su acompañante la abandonara

    antes de la medianoche, no porque el hechizo se desvanecería,

    sino porque ella podría saciar su hambre nocturna.

    27

  • XXIV

    Sonó el teléfono a medianoche, conforme le habían indicado.

    Sin embargo, tomó la decisión incorrecta. Abrir la puerta no era

    la opción idónea. Los militares lo esperaban.

    28

  • XXV

    La niña sabía que a medianoche Papá Noel descendería por la

    chimenea con sus obsequios. Para conocerlo y agradecerle por

    tantos regalos en los últimos años, lo esperó despierta después

    de la cena, ocultándose entre los muebles de la sala. Jamás

    imaginó que aquella noche observaría que Papá Noel salía de la

    habitación de su mamá.

    29

  • XXVI

    Sabía que a medianoche le llegaría la inspiración y escribiría un

    nuevo capítulo de su novela. Sin embargo, en esta ocasión el

    teléfono celular se apagó y todos los relojes del mundo se

    detuvieron.

    30

  • XXVII

    Sabían que el cumpleañero llegaría a la medianoche.

    Prepararon los globos, las piñatas y las serpentinas. El timbre

    sonó. Apagaron las luces y guardaron silencio. Su esposa abrió

    la puerta y un policía la saludaba lamentando la noticia que le

    entregaba.

    31

  • XXVIII

    Después de invocarla al tercer día de su muerte cuando la Luna

    en el cielo marcaba la medianoche, el brujo sabía que ya no

    hablaba con su esposa, sino con su madre.

    32

  • XXIX

    La primera bomba detonó a medianoche mientras todos

    dormíamos, informó el locutor a los televidentes. La segunda

    detonará después de los comerciales.

    33

  • XXX

    Sabían que los disparos del duelo estaban pactados para la

    medianoche, pero cuando estuvieron frente a frente ninguno

    tuvo el valor de revisar su reloj.

    34

  • XXXI

    Mi marido sabe que en noches de Luna llena lo devoraré, no

    solo a besos. Sin embargo, hoy me ha pedido que ya no le

    arranque otro hueso más de la mano. Todavía quiere dedicarse

    a escribir.

    35

  • XXXII

    La alarma sonó a medianoche. Algunos, portando una mochila

    de seguridad, salieron de sus casas en pijama. Otros, con las

    manos en la cabeza, abandonaron cantinas, discotecas y

    hoteles. Por vez primera, todas las construcciones estaban

    vacías. «El simulacro de sismo fue un éxito», declaró minutos

    después el presidente.

    36

  • XXXIII

    El dinosaurio, aterrado por la oscuridad, a medianoche,

    despertó al sujeto que tenía en frente. Ahora, detenido por la

    policía, confiesa que lo despertó porque no quería sentirse solo

    en el microrrelato de Monterroso.

    37

  • XXXIV

    Cuando desperté a medianoche escuché un murmullo y

    segundos después unos gritos. Yo también me asusté. No

    entendía por qué dormía en un ataúd.

    38

  • XXXV

    El escritor sabía que sus personajes dormían a medianoche. Sin

    embargo, no imaginó que uno de ellos anhelaba mayor

    protagonismo y aprovecharía la oscuridad para escaparse a otro

    cuento.

    39

  • XXXVI

    Los generales entendieron que la batalla estaba perdida cuando

    a medianoche los cuervos caían del cielo y los oráculos

    empezaban a abandonar su patria.

    40

  • XXXVII

    Sabía que solo podría trabajar si vestía una sábana blanca, pero

    a medianoche advirtió que hace más de un año no lavaba su

    vestuario.

    41

  • XXXVIII

    Observó la Luna y su reloj. Era la medianoche. Sin embargo, no

    sentía molestia alguna o cambios en su cuerpo. Sonriente,

    celebró que el medicamento empezaba a hacer sus efectos.

    42

  • XXXIX

    En esta historia, los personajes del cuento visitan a medianoche

    al escritor. Le piden que no los enamore porque son buenos

    amigos. «Aunque una escena de sexo nunca sobra», agrega uno

    de ellos.

    43

  • XL

    Ante la sorpresa de todos sus familiares, a medianoche, el

    recién fallecido apareció en la puerta de su casa. Les indicó que

    para su próximo sepelio prepararan unas elogiosas palabras de

    despedida, pues solo así descansaría en paz.

    44

  • XLI

    El sepulturero observó que, a medianoche, empezó a removerse

    el terreno del recién sepultado. Para evitar reclamos de sus jefes

    y familiares decidió acercarse. Con su linterna advirtió que

    unos dedos aparecían escarbando la tierra. Entonces, empezó a

    golpear el terreno con su pala. Minutos después, regresó a su

    cabina con la alegría de haber cumplido a cabalidad con su

    deber.

    45

  • XLII

    Cuando su reloj marcaba la medianoche en su país, ella estaba

    empezando a almorzar otro país. Cuando ella acudía a su

    trabajo, él regresaba a casa del suyo. De esta manera, a pesar

    que el hilo rojo los unía, ambos comprendían que jamás se

    conocerían.

    46

  • XLIII

    Para evitar su conversión, el lobo durmió con unas gafas

    oscuras. La Luna de medianoche no haría sus efectos. Al

    despertar, el lobo olvidó el eclipse lunar y recuperó su forma

    humana.

    47

  • XLIV

    Intentó escapar a medianoche para que nadie lo observara,

    pero olvidó las llaves de la puerta del mausoleo familiar.

    48

  • XLV

    Pese a que se amaron, no pudieron celebrar su matrimonio. Por

    ello, él sabía que incluso en el más allá tenía que reconquistarla.

    Todas las medianoches golpeaba las puertas de su mausoleo

    buscando una respuesta.

    49

  • XLVI

    A medianoche los rebeldes dejaron las armas y se acercaron a

    sus familiares. Era necesario abrazarlos, porque a la mañana

    siguiente sus familiares defenderían la monarquía, mientras los

    rebeldes dispararían por la independencia.

    50

  • XLVII

    Después de la discusión de medianoche, el caníbal se disculpó

    con su esposa. «No quiero que te vayas», le dijo. Sabía que en

    cualquier momento tendría hambre.

    51

  • XLVIII

    La chica de a lado aúlla todas las noches de Luna llena. Para no

    hacerle compañía intento dormir antes de medianoche.

    52

  • XLIX

    Después de medianoche, el príncipe, avergonzado, sabía que

    recuperaría su naturaleza reptil. Sin embargo, no imaginó que

    la princesa compartía su naturaleza animal.

    53

  • ÍNDICE

    5 Era medianoche

    6 Sabía que papá vestía un pijama

    7 A medianoche, mi esposa y yo

    8 Cerca de la medianoche

    9 Como sabían que a medianoche

    10 Era medianoche y las sábanas blancas

    11 Era medianoche cuando un grupo de zombis

    12 Desde que se conocieron

    13 Sabían que profesó su próxima llegada

    14 Cuando llega la medianoche mi esposo se acerca

    15 Desesperado salió del cementerio a medianoche

    16 Sabíamos que la abuela aparecería

    17 Era medianoche cuando empezaron a sonar las copas

    18 Después del último beso de medianoche

    19 A la medianoche intentó concentrarse

    20 Los noticieros informaron

    21 A medianoche siempre visita el nicho

    22 A medianoche los esposos sueñan

    23 Durante su viaje,

    24 Desesperados por fugar

    25 Angustiados esperaban el aviso

    26 Cuando empezó a temblar la tierra

    27 Sabía que era preferible

    28 Sonó el teléfono a medianoche

    29 La niña sabía que a medianoche

    30 Sabía que a medianoche le llegaría

    31 Sabían que el cumpleañero llegaría

    32 Después de invocarla al tercer día

    33 La primera bomba

    34 Sabían que los disparos

    35 Mi marido sabe que en noches

  • 36 La alarma sonó a medianoche

    37 El dinosaurio, aterrado por la oscuridad

    38 Cuando desperté

    39 El escritor sabía que sus personajes

    40 Los generales entendieron

    41 Sabía que solo podría trabajar

    42 Observó la Luna y su reloj

    43 En esta historia

    44 Ante la sorpresa

    45 El sepulturero observó

    46 Cuando su reloj marcaba

    47 Para evitar su conversión

    48 Intentó escapar

    49 Pese a que se amaron

    50 A medianoche los rebeldes dejaron

    51 Después de la discusión

    52 La chica de a lado aúlla

    53 Después de medianoche, el príncipe

  • Rony Vásquez Guevara Lima, Perú, 1987 Director de Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana y Mirmidonia. Revista andante de microrrelatos. Presidente del Centro Peruano de Estudios sobre Minificción. Miembro de Internacional Microcuentista. Su línea de investigación es la minificción y demás brevedades literarias, cuyos ensayos y artículos han sido publicados en revistas especializadas de Colombia, México, Estados Unidos, España y Perú. Es editor de Editorial Micrópolis y fue editor invitado por la revista Ekuóreo (Colombia, 2013). Ha publicado Cuadernillo de pulgas (2011), Cuaderno de pulgas (2011), Circo de pulgas. Minificción peruana. Estudio y antología (1900-2011) (2012), En pocas palabras. Antología del microcuento liberteño (2012), En pocas palabras. Antología del microcuento cajamarquino (2013), El universo de los caracteres. Brevísimo estudio y antología (2014), Tuiteratura (2016) y El último dinosaurio vivo. Antología personal (2016). Se encuentra en prensa el libro monográfico Visiones contemporáneas de la ficción breve, coordinado conjuntamente con la Dra. Gloria Ramírez Fermín, y Microrrelatistas de mi tierra. Antología de minificción peruana escrita por mujeres. Jurado de varios concursos de minificción a nivel internacional. Ha sido invitado de diversas ferias internacionales de libro. Participó en el Seminario de Estudios sobre Minificción de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su taller de minificción «El dinosaurio» se impartió en República Dominicana, Venezuela y Perú. Sus minificciones han sido traducidas al inglés, ruso, italiano, persa y francés.

  • COLECCIÓN Comarca Mínima