A lo largo de la historia, los analistas han … · Web viewA lo largo de la historia, los...

46
SISTEMA-PLANETA: INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES (Material de estudio para el examen de la Academia Diplomática Andres Bello – 2008). Manuel Luis Rodríguez U., Cientista Político I. INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES La teoría de las relaciones internacionales intenta proveer de un modelo conceptual sobre el cual sean analizadas las relaciones internacionales, sus implicaciones y la forma en que se estudia y entiende la participación de los actores y su influencia en el sistema internacional. Cada teoría ayuda a comprender el nacimiento de las Relaciones Internacionales como área disciplinaria independiente dentro de las Ciencias Políticas, y proporciona categorías de análisis para dar cuenta de sus profundos cambios y reflexiones hasta la actualidad. Cada una de ellas es necesariamente reductiva en diferentes grados, basándose respectivamente en diferentes conjuntos de suposiciones. El cientista

Transcript of A lo largo de la historia, los analistas han … · Web viewA lo largo de la historia, los...

SISTEMA-PLANETA: INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

(Material de estudio para el examen de la Academia Diplomática Andres Bello – 2008).

Manuel Luis Rodríguez U., Cientista Político

I. INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

La teoría de las relaciones internacionales intenta proveer de un modelo conceptual sobre el cual sean analizadas las relaciones internacionales, sus implicaciones y la forma en que se estudia y entiende la participación de los actores y su influencia en el sistema internacional.

Cada teoría ayuda a comprender el nacimiento de las Relaciones Internacionales como área disciplinaria independiente dentro de las Ciencias Políticas, y proporciona categorías de análisis para dar cuenta de sus profundos cambios y reflexiones hasta la actualidad. Cada una de ellas es necesariamente reductiva en diferentes grados, basándose respectivamente en diferentes conjuntos de suposiciones. El cientista político estadounidense Ole Holsti propone que las diferentes teorías de las Relaciones Internacionales actúan como un par de anteojos de color, permitiéndole al observador ver sólo los eventos relevantes a cada teoría. Un adherente del realismo puede pasar por alto completamente un evento que un constructivista defina como crucial, y viceversa.

El número y carácter de los supuestos hechos subrayados por una teoría determina, asimismo, su utilidad. El realismo, teoría en esencia basada en los datos históricos, es especialmente útil al revisar acciones históricas (por ejemplo: por qué X invadió a Y), pero puede resulta limitada tanto en explicar cambios sistémicos (como el fin de la Guerra Fría) como en su capacidad para predecir eventos futuros. El liberalismo, que examina un número muy amplio de condiciones, es menos útil al hacer predicciones, pero puede ser bastante perspicaz para analizar eventos pasados.

Las Relaciones Internacionales, se definen como una disciplina académica y un campo académico de conocimientos que dejó la Ciencia Política en cuanto ésta se centró en el estudio del sistema políticos y las instituciones políticas al interior de una sociedad determinada, posibilitando así que la disciplina de las Relaciones Internacionales pueda enfocarse hacia las relaciones de Estados entre sí mismos y con otras unidades que compongan el sistema internacinonal, incluyendo las organizaciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales y las corporaciones multinacionales.

Desde una perspectiva epistemológica, las Relaciones Internacionales son un campo de estudios con una fuerte vocación interdisciplinario, ya que involucra a varias áreas de estudio, tales como la Ciencia Política, el Derecho, la Economía, la Historia y la Geografía, entre otras. Además, en años recientes, los estudiosos y practicantes de Relaciones Internacionales han vinculado nuevos temas a la disciplina, tales como el medio ambiente, la biología y la informática.

Las Relaciones Internacionales como área particular de investigación académica es mayormente un fenómeno del siglo XX. Sus raíces históricas provienen de la historia diplomática, un acercamiento hacia el entendimiento de las Relaciones Internacionales enfocado en la descripción de eventos históricos, en contraste con la búsqueda de explicaciones teóricas.

La gran devastación producida por la Primera Guerra Mundial destruyó el ambiente de comodidad que había hecho posible la historia diplomática como método primordial para comprender la política internacional. Se comenzó a desear la formulación del conocimiento sobre las relaciones internacionales basado en un contexto teórico, lo que pudiese permitirle a estudiosos y practicantes un mayor nivel de predicción y entendimiento sobre la política internacional, que con la decadencia

2

del Reino Unido y el aumento de la importancia de EEUU., se encontraba en un momento de grandes cambios que requerían de un nuevo marco teórico.

Los orígenes de las relaciones internacionales como campo de estudios se asocia con la búsqueda de una comprensión del fenómeno de la guerra. En efecto, la disciplina aparece en Gran Bretaña inicialmente en 1919 en algunas de sus grandes universidades, como una búsqueda de maneras sistemáticas para poder predecir y prevenir aspectos relacionados con la guerra.

Casi simultáneamente con la formación de las Relaciones Internacionales, aparecieron como en la Ciencia Política, sus distintas escuelas teóricas y conceptuales, de las que se presenta a continuación una breve descripción conceptual.

II. LAS GRANDES ESCUELAS TEORICAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

La escuela del idealismo político

El final de la Primera Guerra Mundial implicó una revolución paradigmática en el estudio de la política mundial. Varias perspectivas sobre las relaciones internacionales competían por atención, tales como el marxismo y el socialismo nacional (fascismo). Pero, la perspectiva conocida como idealismo político liderada por Woodrow Wilson comenzó a dominar los estudios sobre las relaciones internacionales.

Los idealistas compartían una perspectiva sobre el mundo basada en ciertas creencias:

← (1) la naturaleza humana es esencialmente altruista y, por lo tanto, las personas son capaces de ayudarse y colaborar mutuamente;

3

← (2) el mal comportamiento humano es resultado de instituciones y arreglos estructurales, no proviene de la naturaleza misma de los humanos;

← (3) por consecuencia, la guerra es evitable ya que es producto de ciertas instituciones que la promueven, las cuales podrían ser neutralizadas;

← (4) la sociedad internacional debería reorganizarse para reconocer a la guerra como un problema internacional y eliminar aquellas instituciones que la promuevan, en favor de aquellas que adelanten la paz.

Los programas principales de reformas idealistas consistían principalmente de tres grupos.

Un grupo abogaba por la creación de instituciones internacionales para reemplazar el sistema anárquico de balance de poder que predominaba la época anterior a la Primera Guerra Mundial. Este nuevo sistema estaría basado en el principio de la seguridad colectiva, el cual pretende que un acto de agresión por cualquier Estado sería percibido como agresión hacia todos los Estados. La Sociedad de Naciones encarnó este principio al reflejar el énfasis idealista en la posibilidad de la cooperación internacional como mecanismo principal para resolver problemas globales.

Un segundo grupo de programas idealistas enfatizaba el control legal de la guerra. Se buscaba resolver disputas a través de mecanismos legales, tales como la mediación y el arbitraje. Ejemplos de estos programas lo fueron la Corte Permanente de Justicia Internacional y la ratificación del Pacto Kellog-Briand de 1928, el cual prohibía la guerra como instrumento de política nacional.

Un tercer grupo de programas idealistas se concentraba en reducir la inversión armamentista de los Estados a través de acuerdos de control de armas y otros medios.

Usualmente se considera que la primera obra representativa del idealismo es La Paz Perpetua, de Immanuel Kant.

La escuela del realismo político

4

El realismo como teoría política se construyó a base de entender la historia como el resultado de la naturaleza del ser humano a codiciar el poder y desear la dominación de otros. Siguiendo este supuesto, se determina que la posibilidad de erradicar el instinto por el poder es una aspiración utópica. Esto lleva a percibir la política internacional como una lucha interminable entre aquellos actores que intentan dominar a otros y aquellos que intentan resistir este dominio externo.

El realismo político asume que el sistema internacional es anárquico, en el sentido de que no existe una autoridad superior a los Estados capaz de regular efectivamente las relaciones entre ellos. Además, supone que los Estados soberanos son los actores principales que componen el sistema internacional, en vez de serlo las instituciones internacionales, organizaciones no gubernamentales o corporaciones multinacionales. Según el realismo, cada Estado es un actor racional que busca maximizar su posición política dentro del sistema mediante la acumulación de recursos de poder militar y económico. Estos intentos de maximizar el poder llevan últimamente a un balance de poder entre los actores y a la estabilidad en el sistema internacional.

Esta perspectiva realista, también conocida como realismo clásico, comenzó a formularse en las décadas de los 1940s y 1950s bajo las tensiones crecientes de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Las creencias del realismo clásico de que la estructura del sistema internacional y el deseo de acumular poder determinaban el comportamiento de todos los Estados parecían muy persuasivas dado el ambiente de la época.

En años siguientes, el realismo clásico comenzó a ser atacado por críticos que apuntaban hacia comportamientos en el Sistema Internacional que no podían ser explicados adecuadamente por los argumentos realistas. Por ejemplo, las nuevas instituciones que cogían vigor en Europa occidental, en donde dominaba la búsqueda cooperativa de lograr ventajas mutuas en vez de intentos individuales de maximizar poder, se encontraban contrarias a los supuestos del realismo clásico.

A pesar de estas críticas, el realismo continúa teniendo relevancia mediante nuevas teorías realistas ajustadas a la actualidad contemporánea. Por ejemplo, el neorealismo o realismo estructural propone

5

que la estructura del Sistema Internacional, en vez del deseo por acumular poder, dicta exclusivamente las decisiones de política exterior de los líderes políticos.

La obra de Hans Morgenthau, especialmente Política entre las naciones, es considerada una síntesis representativa del realismo político.

La escuela del neorrealismo estructural

El Estado aún continúa siendo un actor importante mas no es el único determinante, adquiriendo relevancia el sistema internacional, donde se considera que es posible utilizar la guerra para lograr la paz pero con límites, en este periodo surge la teoría de la sospecha, es decir, la guerra preventiva, por tanto se hace necesario realizar acuerdos regionales y supranacionales. Además surgen nuevos actores en el contexto internacional, como las organizaciones internacionales, las empresas transnacionales y actores atípicos como el terrorismo.

La escuela de la interdependencia compleja

A partir de los postulados se elabora un modelo ideal de la política mundial opuesto al modelo característico del realismo político. Es el modelo que llaman de interdependencia compleja. La realidad internacional en la mayoría de los casos responderá, según estos autores, a una situación intermedia entre ambos modelos, lo que no impide la necesidad del modelo de interdependencia compleja en orden a analizar adecuadamente esa realidad.

Este modelo tiene tres características principales:

6

a. La existencia de múltiples canales conectando las sociedades. Estos canales serían las relaciones interestatales, transgubernamentales y transnacionales.

b. La agenda de las relaciones interestatales consiste en múltiples problemas que no están ordenados en una jerarquía clara y consistente. Esta ausencia de jerarquía entre los problemas significa, entre otras cosas, que la seguridad militar no domina consistentemente la agenda. Muchos problemas surgen de lo que normalmente se considera política interior y la distinción entre problemas internos y externos se diluye.

c. La fuerza militar no es utilizada por los gobiernos, respecto de otros gobiernos dentro de la región o respecto de los problemas, cuando prevalece la interdependencia compleja. Puede, sin embargo, ser importante en las relaciones de estos gobiernos con gobiernos de fuera de la región o respecto de otros problemas.

Estas tres características de la interdependencia compleja originan procesos políticos distintos, que traducen los recursos de poder en poder como control de resultados. Los objetivos variarían también en función de las áreas de problemas al igual que la distribución de poder.

III. LOS REGIMENES INTERNACIONALES

La palabra régimen se refiere al modo de gobernarse en una cosa. Son instituciones, reglamentos o prácticas de un gobierno en general. Conjunto de condiciones regulares o estables que acompañan o causan una sucesión de los fenómenos.

Las relaciones de interdependencia tienen lugar con frecuencia y son afectadas en el marco de un conjunto de normas y procedimientos que regularizan el comportamiento y controlan sus efectos.

7

Estas series de acuerdos de gobiernos que afectan las relaciones de interdependencia, son los que los autores que estudian denominan regímenes internacionales.

La teoría de los regímenes internacionales en cuanto a expresión de la interdependencia compleja que caracteriza hoy las Relaciones Internacionales, marcadas por el juego conjunto de las relaciones diplomático – estratégicas y de las relaciones económico internacionales, constituye uno de los desarrollos teóricos más interesantes de la década de los años ochenta del siglo XX.

La teoría de los regímenes internacionales pretende explicar en un contexto complejo en el que el conflicto continúa siendo una realidad, las situaciones de orden existentes en un campo concreto de actividad internacional. Keohane y Nye definen los regímenes internacionales, en este sentido como redes de reglas, normas y procedimientos que regulan el comportamiento y controlan sus efectos.

La teoría de regímenes internacionales viene a presentar de alguna forma una aproximación o reconciliación entre las interpretaciones realista e idealista, mejor, neorrealista y globalista de las Relaciones Internacionales, entrando de lleno en la corriente actualmente dominante en este campo que afirma el pluralismo paradigmático.

IV. EXAMEN DE LAS DISTINTAS ESCUELAS TEORICAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

A lo largo de la historia, los analistas han desarrollado distintos enfoques para el estudio de las relaciones internacionales. Entre ellos cabe mencionar al realismo, el neorrealismo, el idealismo y liberalismo, el neoliberalismo y el marxismo.

8

El realismo

El enfoque más comúnmente aceptado para la comprensión y estudio de las relaciones internacionales es el realismo. Los realistas piensan que los estados actúan únicamente en su propio interés y que su principal objetivo es lograr una mayor cuota de poder en el orden internacional. Estas ideas proceden de los escritos de Sun Tzu, Tucídides y Nicolás Maquiavelo. Todos estos pensadores argumentaban que los líderes políticos utilizaban su poder en interés de sus propios estados, con escasa preocupación por la moralidad o la ética de sus actos. Los realistas creen que, para sobrevivir, los líderes deben rehuir los planteamientos éticos, que les harían vulnerables ante sus adversarios más implacables. Creen que el conflicto y la guerra son inevitables, pues para que un Estado consiga algo, otro debe perderlo. Esta concepción relativiza el sentido de las alianzas, en tanto que la cooperación entre distintos estados puede verse quebrantada en virtud del beneficio que alguno de los aliados pueda obtener de la disolución del pacto.

El enfoque realista considera que los estados deberían estar siempre fuertemente armados y preparados para la guerra, jugando un papel mucho menor los aspectos religioso, ideológico, cultural y económico. En virtud del egoísmo que rige las relaciones internacionales, la política exterior de un país no debería estar sujeta a la jurisdicción de ninguna otra autoridad superior a la del propio gobierno de ese país.

Los realistas piensan que las actuaciones de cada nación tienen una gran influencia sobre las relaciones internacionales y creen que las naciones actúan racionalmente, no de modo impulsivo, y que sopesan las ventajas e inconvenientes de sus elecciones antes de inclinarse por una de ellas. Según la teoría realista, los países no se mueven por influencias psicológicas o culturales. Al contrario, actúan con el convencimiento de que están en un mundo en el que no existe un gobierno central al que las naciones puedan apelar para pedir justicia o protección.

9

Sin esa autoridad superior, las naciones deben protegerse y cuidar de sus propios intereses. Los realistas creen que estas características son aplicables a todas las naciones que han existido a lo largo de la historia.

En consecuencia, los realistas creen que las relaciones internacionales están influidas sobre todo por el poder militar y la seguridad internacional. Consideran que la fuerza militar es la característica más importante de cualquier Estado. Otras características, como la riqueza, la población o los principios morales, son fundamentales, sólo porque inciden de modo directo en la fortaleza militar. Valoran el comercio internacional como una fuente potencial de poder, porque las naciones pueden acumular riqueza controlándolo. Creen que el “poder relativo” de una nación comparado con el de otras es más importante que el bienestar de sus ciudadanos. En un mundo donde la posibilidad de una guerra está siempre presente, ganar está por encima de todo.

El enfoque realista ha sido criticado por ser demasiado simplista y no conseguir captar el sentido de las relaciones internacionales en toda su complejidad. Debido a que el poder de un país es difícilmente cuantificable, los realistas han sido criticados por su creencia en que las naciones se esfuerzan únicamente en acumular poder. Los críticos argumentan también que las acciones de una nación son el resultado de las presiones de grupos de intereses, compañías e individuos. Mantienen que el “interés nacional” de cualquier Estado, argumento clave del realismo, puede llegar a ser imposible de definir debido a la existencia de diferentes prioridades y a que la carrera de un país por conseguir sus objetivos puede alejarse de lo racional. Un ejemplo notorio habría sido la I Guerra Mundial (1914-1918), en la que casi todos los países beligerantes perdieron más de lo que ganaron.

El neorealismo

El neorrealismo explica los acontecimientos internacionales fijándose en la distribución del poder entre las naciones más que en el poderío militar de cada una de ellas. El neorrealismo es conocido

10

también como realismo estructural porque fija su atención en la estructura de poder de todo el sistema de estados. Los neorrealistas creen que los hechos ocurren de acuerdo con principios o leyes generales.

A menudo utilizan la teoría de juegos y otros modelos para predecir el comportamiento de los participantes en las relaciones internacionales.

La teoría de juegos es un análisis matemático de cualquier conflicto, que calcula la mejor decisión que se ha de tomar en unas condiciones determinadas. Sin embargo, el neorrealismo carece de parte de la riqueza del realismo tradicional, que sopesa muchos elementos complejos (geografía, moral y diplomacia) para la comprensión de las relaciones entre los estados.

Idealismo.

Los idealistas creen que la legislación y la ética internacionales son influencias decisivas en los acontecimientos internacionales, más que el poder. El Derecho internacional referiría a los principios y reglas de conducta que los distintos estados consideran de obligado cumplimiento.

Los idealistas, siguiendo los postulados de Rousseau y otros autores del Iluminismo clásico, creen que la naturaleza humana es esencialmente buena. Creen que los buenos hábitos, la educación y la existencia de organizaciones internacionales facilitan las relaciones interestatales y darán como resultado relaciones internacionales pacíficas y solidarias. Los idealistas ven el mundo como una comunidad de naciones que poseen potencialmente la capacidad para trabajar juntas en la resolución de los problemas mutuos.

Las concepciones idealistas de las relaciones internacionales fueron particularmente activas en las décadas de 1920 y 1930, tras la experiencia de la I   Guerra Mundial . El presidente de Estados Unidos, Thomas Woodrow Wilson y otros idealistas centraron sus esperanzas para conseguir una paz duradera en la Sociedad de Naciones, organización internacional cuya existencia se prolongó desde 1920 hasta

11

1946 y que pretendió promover la paz y cooperación mundiales en ese periodo. Estos propósitos se vieron seriamente perjudicados por las agresivas políticas exteriores que Alemania y Japón, principalmente, mantuvieron en la década de 1930 y que terminarían con el estallido de la II   Guerra Mundial en 1939. Los partidarios del realismo criticaron a los idealistas por centrarse demasiado en cómo debería ser el mundo en lugar de prestar atención a cómo es realmente.

Aunque el término idealismo cayó en desuso, algunos enfoques liberales de las relaciones internacionales prosiguieron después del final de la II Guerra Mundial. Los liberales creen que las relaciones internacionales evolucionan a través de pequeños cambios a lo largo del tiempo. Los liberales se centran en la interdependencia de los países y los beneficios mutuos que éstos pueden obtener cooperando entre ellos.

A diferencia de los realistas, los liberales creen que a través de la cooperación, todas las naciones salen beneficiadas. También consideran que conseguir riqueza es más importante que lograr más poder respecto a otros países. Los liberales tienden a ver la guerra no como una tendencia natural, sino como un trágico error que se puede prevenir, o al menos minimizar, con la intervención de las organizaciones y los acuerdos internacionales.

Neoliberalismo.

El neoliberalismo, llamado también institucionalismo neoliberal, surgió en la década de 1980 como una respuesta liberal al realismo. Los neoliberales creen que la ONU y otras instituciones internacionales pueden jugar un papel decisivo en la resolución de conflictos, conseguir que tenga más sentido la cooperación internacional y que el trabajo a largo plazo sea más positivo que el enfoque hacia los logros individuales a corto plazo.

Los neoliberales coinciden con los realistas en que los países actúan sólo por su propio interés, pero no comparten el pesimismo realista sobre la inviabilidad de la cooperación internacional. Por el

12

contrario, los neoliberales creen que las naciones pueden cooperar, porque hacerlo es positivo para la consecución de sus intereses y objetivos.

Marxismo.

Las teorías de Karl Marx aportaron doctrinas alternativas al realismo y al liberalismo. Marx se centró en las desigualdades entre ricos y pobres en la sociedad y en la tendencia al enriquecimiento de las clases más poderosas por la explotación de las más pobres y débiles. Los marxistas ven las relaciones internacionales como una prolongación de la lucha de clases, países ricos que explotan a países pobres y débiles.

Los marxistas estudian ampliamente el imperialismo, práctica de los países más fuertes para controlar o influir en los más débiles. Se fijan en aspectos como la explotación o la desigualdad entre países para la comprensión de las relaciones internacionales. Este enfoque tuvo sus raíces en la teoría del imperialismo desarrollada por Lenin en su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo, publicada un año antes de la Revolución Rusa.

Los marxistas tienden a ver en las relaciones económicas la causa y potencial solución al problema de la guerra.

Otros enfoques de las Relaciones Internacionales

En las décadas de 1980 y 1990 surgieron una serie de nuevos enfoques sobre las relaciones internacionales. La teoría “feminista” de las relaciones internacionales señala la importancia de los

13

roles sexuales para llegar a comprender cómo se establece la política exterior y por qué las naciones se comportan del modo que lo hacen.

El enfoque “posmoderno” cuestiona los anteriores análisis de las relaciones internacionales, argumentando que éstas, como materia de estudio, son una disciplina arbitraria inventada por los particulares intereses de los poderosos para conseguir sus propios fines. “Estudios para la Paz” es un enfoque multidisciplinar sobre las cuestiones de la guerra y la paz, volcado en la promoción de la segunda sobre la primera. Considera que los especialistas pueden aprender más sobre ciertos aspectos de las relaciones internacionales, como la diplomacia, y, así, involucrarse en el sstema.

Los participantes en las relaciones internacionales, con frecuencia llamados actores, han influido especialmente en las mismas y en asuntos de interés mundial. Incluyen a los estados, a sus líderes, a los denominados actores intraestatales (grupos u organizaciones nacionales), a los actores transnacionales (organizaciones intergubernamentales) y a las organizaciones internacionales.

V. LOS ACTORES DEL SISTEMA INTERNACIONAL

El Estado en el sistema internacional

Los estados son los actores principales en las relaciones internacionales. Un Estado soberano se reconoce por la existencia de un territorio con fronteras definidas y un gobierno que ejerce su autoridad sobre el mismo. Toda o parte de su población comparte una identidad de grupo, a menudo basada en una combinación de tradiciones comunes, lengua o cultura. En 1997 existían 186 estados, además de una serie de entidades políticas que son casi consideradas como tales (Taiwan, que oficialmente es una provincia de China; colonias, como la Martinica; y naciones no reconocidas, como

14

Palestina). También forma parte de esta relación la Ciudad del Vaticano, que no se enmarca en ninguna de estas categorías.

Los estados varían en tamaño y poder: desde Estados Unidos (con un presupuesto anual de 7 billones de dólares) y China (con una población de más de 1.000 millones de personas) a países con menos de 100.000 personas (como Andorra). El tamaño y el poder son variables importantes al establecerse las relaciones entre un Estado y el resto, y su influencia en los asuntos internacionales. El pequeño grupo integrado por los estados más poderosos, que controlan la fuerza económica y militar de todo el mundo, son conocidos como superpotencias (Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia, China, Alemania y Japón) y son los principales actores en las relaciones internacionales.

Los lideres

El actor principal de un Estado es el máximo líder de ese país, la persona que representa su máximo poder o autoridad política. Por ejemplo, el líder nacional del Reino Unido es su primer ministro, jefe del gobierno, aunque la jefatura del Estado recaiga en el rey o la reina.

Los actores interestatales

Además de sus líderes nacionales, existen otros grupos y personas en cada país que influyen en sus relaciones internacionales. Estos actores internos, llamados actores intraestatales, incluyen a las industrias privadas (con distintos intereses en la política exterior), grupos étnicos, sindicatos, ciudades y regiones. Todos estos actores pueden verse afectados por los sucesos internacionales de forma diferente. Cada uno de estos grupos puede influir en la política exterior de su país por distintas vías

15

(actuando como lobby que ejerce presión sobre los líderes políticos, donando dinero a partidos políticos o manipulando a la opinión pública en ciertos asuntos).

Los actores transnacionales

Las organizaciones que operan en más de un país se conocen como actores transnacionales. A menudo tienen intereses en asuntos internacionales que difieren de los de una nación en concreto. Las multinacionales están incluidas en esta categoría. Además son actores transnacionales las organizaciones no gubernamentales (ONGs), que promueven sus intereses más allá de las fronteras internacionales. Las ONGs a menudo se alinean con los países que apoyan sus intereses y entran en conflicto con aquellas que los desprecian. Las organizaciones intergubernamentales son grupos cuyos miembros son gobiernos nacionales, por ejemplo, la Unión Europea (UE). Se crean para promover la cooperación entre diferentes naciones sobre un tema en concreto o sobre una región geográfica determinada.

Escena internacional e influencia de los actores

Los especialistas en relaciones internacionales han dividido las distintas influencias en los acontecimientos internacionales en diferentes categorías. Hay tres niveles de análisis ampliamente reconocidos: (1) influencias individuales, (2) influencias internas y (3) influencias externas. Algunos estudiosos admiten un cuarto nivel de análisis, las influencias globales.

16

En el nivel de análisis individual se estudian las preocupaciones, percepciones y elecciones de los individuos involucrados en los hechos históricos (grandes líderes, dirigentes, activistas o ciudadanos individuales). Por ejemplo, si el asesino del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo hubiera fallado en su atentado, la I Guerra Mundial no hubiera estallado, al menos, en ese momento.

En el nivel de análisis interno, se estudia cómo las relaciones internacionales dependen del influjo de actores nacionales, incluyendo grupos con intereses especiales, organizaciones políticas y agencias gubernamentales. Los especialistas estudian cómo se comportan diferentes tipos de sociedades y gobiernos, como las democracias en contraposición a las dictaduras. También prestan atención al aspecto político de los conflictos étnicos y del nacionalismo, que pueden llevar a un conflicto internacional y a la guerra. El nivel de análisis interno también puede llamarse nivel estatal o social.

En el nivel de análisis externo, los estudiosos se centran en las propias interacciones entre estados, sin considerar la situación interna de los países ni los individuos que los rigen. Para los realistas, éste es el nivel más importante, porque estudia cómo el poder relativo de una nación, comparado con el de otras, afecta a su comportamiento. Este nivel de análisis se llama también internacional o sistémico.

Algunos especialistas atienden también el nivel de análisis global, es decir, cómo las tendencias y fuerzas mundiales, los efectos del colonialismo que aún perduran, o los cambios tecnológicos y del medio ambiente, afectan a las relaciones internacionales.

VI. EL SISTEMA INTERESTATAL

Los especialistas en relaciones internacionales entienden el mundo como un sistema de estados que interactúan conforme a un código de reglas bien definidas y establecidas hace mucho tiempo. Este código es el sistema interestatal. Las reglas del sistema definen cómo cada nación trata a las demás. Las reglas se basan en un común acuerdo sobre los derechos que asisten a una nación. Por ejemplo,

17

de acuerdo con las tradiciones del sistema interestatal, una nación no debe invadir el territorio soberano de otra, ni debe interferir en sus asuntos internos. Muchas de estas reglas fueron acordadas en la Paz de Westfalia (1648), que puso fin a la guerra de los Treinta Años (1618-1648) en Europa.

Una de las reglas más importantes del sistema interestatal es que todos los países deben respetar las fronteras internacionalmente reconocidas. Salvo la Antártida, casi toda la Tierra está bajo el control de algún Estado. En el sistema interestatal, ningún país tiene derecho a invadir o conquistar el territorio de otro o a interferir en las acciones de un gobierno dentro de su propio territorio. Pero definir las fronteras de un territorio es más difícil de lo que parece a primera vista. Por ejemplo, muchas de las actuales fronteras son el resultado de guerras tras las que los vencedores han extendido sus dominios a costa de territorios de los vencidos.

Otros estados poseen fronteras que les fueron impuestas por el país que los colonizó. Estas fronteras pueden causar muchos problemas. Pueden crear entidades políticas de perfiles extraños, que carezcan de puertos o recursos necesarios. También pueden desgajar nacionalidades que existían previamente o grupos étnicos cuyo contingente humano queda dividido en dos o más países. Se ha comprobado que este tipo de fragmentaciones son un poderoso motivo de conflicto y guerra.

Pertenencia al sistema interestatal

Se considera a un Estado como miembro del sistema internacional si otros estados reconocen la autoridad de su gobierno. Algunos de ellos extienden formalmente su reconocimiento estableciendo relaciones diplomáticas con esa nación. También se reconoce a una nación si forma parte de la ONU.

El reconocimiento no supone que ese gobierno goce de apoyo popular, sino que controla el territorio delimitado por sus fronteras y que consiente asumir las obligaciones como país perteneciente al sistema internacional. Entre estas obligaciones se encuentra la de respetar las fronteras reconocidas

18

de otros estados, asumir las deudas contraídas por gobiernos anteriores y no interferir en los asuntos internos de otras naciones.

Desarrollo del sistema interestatal

Antes del desarrollo del sistema interestatal moderno, los pueblos se organizaban en unidades políticas más heterogéneas y superpuestas, como ciudades Estado, imperios y feudos. El sistema interestatal moderno surgió en Europa alrededor del año 1500 de nuestra era. El sistema creció hasta incluir a todo el continente europeo durante varios siglos, aunque coexistió bastante tiempo con otros sistemas, como el aglutinado en torno al Sacro Imperio Romano Germánico. Con la colonización de gran parte del resto del mundo por las potencias europeas, se exportó la idea de Estado nacional. Después de que las colonias europeas de Asia y África consiguieran su independencia, aspiraron también a ser reconocidas como estados soberanos integrados en el sistema internacional. Hoy en día, la base legal para la aplicación universal de estos principios es la Carta de Naciones Unidas, adoptada en 1945, que reconoce explícitamente los principios fundamentales del sistema interestatal.

A lo largo de la historia del sistema interestatal, las relaciones entre los estados se han estructurado de diferentes maneras, dependiendo de cuáles eran más poderosas. Por ejemplo, el poder podía concentrarse en una o dos naciones, que entonces imponían las reglas a los demás países. El predominio del poder de un Estado se denomina hegemonía.

El poder también puede distribuirse entre varias superpotencias y algunos otros estados algo más débiles. En este caso, son las alianzas las que juegan un papel crucial a la hora de estructurar sus relaciones. Esta situación se denomina equilibrio de poder. Algunos especialistas y líderes políticos opinan que la paz se preserva mejor de esta forma, dado que ningún país puede ganar una guerra con facilidad. La veracidad de esta teoría, sin embargo, no está demostrada. La tesis contraria, llamada teoría de transición del poder, tiene mayor predicamento. Esta teoría sugiere que la paz se conserva

19

más fácilmente cuando un país es hegemónico o cuando lo hacen dos enfrentados, pero igualmente poderosos. Según esta teoría, las grandes guerras son más probables cuando un nuevo aspirante trata de sobrepasar en poder a una nación dominante.

El futuro del sistema interestatal

Hoy en día, muchos de los fundamentos del sistema interestatal están siendo puestos en entredicho por cambios en la tecnología y en las normas internacionales. La idea de la integridad territorial y la soberanía nacional (es decir, la autoridad absoluta de los gobiernos sobre los asuntos nacionales) está siendo socavada. La televisión, los medios de comunicación, los teléfonos e Internet están borrando los límites entre los Estados, mezclando culturas antes diferenciadas y extendiendo las relaciones internacionales.

Los medios de comunicación de masas están llamando la atención de la opinión pública mundial sobre asuntos que antes eran sólo del dominio nacional y preocupaban poco a otras naciones, como los derechos humanos, la situación de la mujer, las agresiones al medio ambiente y a la democracia. Además, los mismos territorios y fronteras nacionales están cambiando. Algunos países naciones se funden en entidades mayores, como la Unión Europea. Otras se desintegran en unidades más pequeñas, como la antigua Unión Soviética.

Estos cambios han exacerbado el debate entre los especialistas sobre si el sistema interestatal sobrevivirá en su forma actual o evolucionará en otra dirección. Algunos de ellos piensan que los estados, con sus identidades culturales diferenciadas, sus fronteras y sus gobiernos, se están quedando obsoletos. Piensan que la economía se está convirtiendo en el motor de las relaciones internacionales y que exige una mayor colaboración entre las naciones. Opinan que la cooperación, junto con los cambios tecnológicos, acabarán borrando la importancia de las fronteras. Otros, sin

20

embargo, consideran que el sistema interestatal sobrevivirá, porque los estados tienen poder militar, lo que siempre determinará el futuro del mundo.

VII. LA CONFRONTACION DE LAS DISTINTAS TEORIAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

La visión idealista de las Relaciones Internacionales ha estado presente desde la Grecia Antigua. Homero habla de la época de los aqueos, donde habían pequeños reinos por toda la Hélade. En “La Odisea”, cuenta lo que hicieron todos estos reinos aqueos en la Guerra de Troya, llegando a establecer que es posible unirse ante la agresión de un sujeto, y que la cooperación es posible, en función de intereses o amenazas comunes.

La visión realista es opuesta a la idealista. Tucídides explica esta postura en su obra "Historia de la Guerra del Peloponeso", en donde Atenas y Esparta se enfrentaron en lo que es el primer sistema internacional bipolar de la historia: el resto de las polis griegas se alinearon con una de ellas, a través de Ligas (la Liga de Delos y la Liga del Peloponeso. Tucídides concluye que el ser humano es egoísta por naturaleza y tiende a la guerra. Los Estados acumulan poder para lograr su fin principal: imponerse sobre los demás para sobrevivir. Por lo tanto, la cooperación no sería posible por intereses que no fuesen los propios.

Ambas visiones se desarrollan con el tiempo. Hugo Grocio dice que existe una "Humanidad" (el hombre ligado entre sí) y que las personas son sujetos de derecho, por lo que la ley debe protegerlas. En torno a esta reflexión se reimpulsa el idealismo. Por otro lado Immanuel Kant escribe en su ensayo “La Paz Perpetua” de 1795 que la guerra no es posible entre dos repúblicas, pues cuando las cosas son públicas, es decir, cuando los ciudadanos son quienes disponen, la tendencia natural es no acudir a la guerra, pues racionalmente ésta trae más costos que beneficios. Debe haber un espacio de discusión entre estados, con reglas claras, en las cuales resolver las diferencias.

21

Paralelamente resurge el realismo con exponentes como Nicolás Maquiavelo, quien contextualizado en la lucha entre reinos y la coyuntura de la formación del Estado Moderno visualiza los conflictos entre las nacientes naciones por imponerse. Por su parte, Hobbes afirmaba que la comunidad políticamente organizada no es natural en el hombre. Si no existiera organización política ("estado de naturaleza"), el hombre tiene plenos derechos, se gobierna a sí mismo, y hay igualdad entre todos. La forma "natural" de relacionarse es, entonces, la guerra (originada por el conflicto de intereses), ya que no hay nadie por sobre el individuo, el cual es juez y legislador sobre sus actos.

No necesariamente prevalece el más fuerte, lo que ejemplifica con David y Goliat. Tras eso, el hombre razona la necesidad de contar con un gobierno superior y se pone de acuerdo con los demás (idea del contrato social) para conformar un Estado Leviatán que hace que las personas le entreguen todos sus derechos a esta figura, impidiéndose la guerra de todos contra todos. Pero como no existe un único estado, las relaciones internacionales se dan en un estado de naturaleza, por lo que se producen conflictos.3

La escuela liberal surge en el periodo de entreguerras. El sistema internacional creado tras el Congreso de Viena (1815-1914) hizo que las tensiones entre países se derivara hacia la guerra. En 1815 había un sistema multipolar: Inglaterra, Francia, Prusia, Rusia y Austria eran las potencias regentes. Durante el siglo XIX, se formaron dos alianzas: la Triple Alianza y el Triple Entente, por lo que el orden internacional se bipolariza. Los conflictos bélicos en 1870 (Guerra franco-prusiana), 1914 (Primera Guerra Mundial) y 1945 (Segunda Guerra Mundial) tuvieron como base este ordenamiento que se conformó en Europa.

Después de ellas, el idealismo se concreta en las ideas del Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, compiladas en sus “Catorce Puntos” expuestas en Versalles, entre las cuales se encontraban la renuncia a la guerra, la autodeterminación nacional, la instauración de un orden internacional multilateral y la creación de la Liga de las Naciones.

El debate resulta de la contraposición con la escuela realista, que insiste en que la defensa del interés nacional es la conducta natural de los estados; y los liberales, quienes rechazan la descripción clásica de política internacional de la inevitabilidad de la guerra, pues sus consecuencias son inaceptables.

22

Pero, conjugado el fracaso de la Liga de las Naciones, la incapacidad de detener el poder nazi mediante la "política de apaciguamiento" y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, el liberalismo acabó en el descrédito.

Científicos vs. tradicionalistas

La visión científica se consolida entre los años 1950 y 1960, época en donde se impone el método científico y el conductismo. Aplicando a las Relaciones Internacionales el hecho de que los científicos evitan nociones generales, esto se traduce en el afán en esta disciplina por sustentar empíricamente las hipótesis, usar frecuencias estadísticas y el anticipo de conductas. Más operacionalmente, el énfasis es poder definir quienes toman decisiones en nombre del Estado.

Los tradicionalistas, por su parte, emiten afirmaciones generales y confían en el juicio bien informado como final del análisis. Para ellos, la complejidad de la vida internacional impide centrar el análisis en variables aisladas, sino que hay que tener en cuenta el contexto. Se necesita captar aspectos cualitativos de situaciones claves, pues hay poco acceso a la información y se produce un salto intuitivo entre evidencia y conclusión.

Aunque el enfoque científico impera, hay ciertas prevenciones tradicionalistas que también son incorporadas en el estudio de las Relaciones Internacionales. Ambas visiones se complementan; el énfasis se desplaza desde el estudio de las instituciones hacia las conductas específicas, pero existe un problema al ser el Estado mismo una institución. La participación ciudadana es filtrada por instituciones y círculos dirigentes, importándole a los ciudadanos, asimismo, las tradiciones y el sentimiento nacional.

23

Enfoques sistémicos de las rrii.

De Relaciones Internacionales concebidas como interacciones entre unidades independientes y soberanas, sin pautas previsibles, se pasa a una visión determinada por las tendencias y estructuras propias de un sistema, pues el Estado deja de ser el único protagonista de las Relaciones Internacionales. Surgen así:

Teorías sistémicas, que abarcan holísticamente el sistema internacional en la formulación de premisas, pudiendo éstas ser de naturaleza:

← Determinista: los componentes del sistema internacional son inalterables, concretos o reales.

← Heurística: teorías analíticas, que relacionan distintos rasgos para explicar eventos y tendencias.

Teorías de alcance medio, que estudian sólo elementos parciales de un sistema:

Teoría de las decisiones: ponen en duda principios convencionales del Estado (protagonismo, racionalidad, coherencia, y unidad en la consecución de sus objetivos). El objeto de estudio pasan a ser los grupos, agencias e individuos que toman decisiones en nombre del Estado.

Teoría del conflicto: distingue el fenómeno universal del conflicto, los nombres genéricos atribuido a situaciones distintas, el conflicto social en general, el conflicto internacional, el conflicto entre estados, y las guerras civiles con proyección internacional.

Teoría de la integración: proceso sobre el cual los actores de diversos sistemas nacionales trasladan sus lealtades, expectativas, y actividades hacia un nuevo centro, que pasa a poseer jurisdicción sobre los Estados nacionales preexistentes. Esta teoría trata de averiguar cómo se forman dichas lealtades, debiéndole mucho al funcionalismo.

24

Estructuralismo en las RRII

El estructuralismo rechaza el concepto de la libertad humana, y prefiere enfocarse en las maneras en que el comportamiento humano es determinado por varias estructuras. El marxismo estructuralista, primeramente asociado con la obra del filósofo francés Louis Althusser, tuvo importante influencia hacia finales de los años 1960 en el pensamiento teórico político. Según esta visión existe una sociedad dividida en burgueses y proletarios, los cuales deben transferir la plusvalía generada por su trabajo. Ambos poseen estrategias universales, por lo que existe lucha de clases.

La explotación de los trabajadores produce empobrecimiento, lo que limita la inversión en los países ricos, promoviendo éxodo de capitales a otras áreas. La imagen que brinda el estructuralismo es, en buena medida, la del marxismo clásico, es decir, que el capitalismo es sólo un instrumento de dominación de los más poderosos hacia los más pobres. Las relaciones que se hallen entre los diferentes actores se definen bajo el esquema de centro-periferia.

Destaca el concepto de dependencia de los países pobres en relación a los más ricos mediante la fijación de precios, las políticas de ayudas, los mecanismos de inversión, el dominio político-militar, entre otros. Asimismo, el estruturalismo centra su estudio en el subdesarrollo, es decir, porqué los países más pobres no podrían alcanzar el nivel de los países con mayor desarrollo.

Teoría de la dependencia

La evolución de los países pobres y de los ricos es un sólo proceso que produce desarrollo en los centros y subdesarrollo en las periferias, por lo que el desarrollo depende de las necesidades e intereses de los países industrializados. Existe una relación de dependencia, que incluye intereses

25

comunes (de elites de la periferia con el centro), alianzas políticas y estrategias convergentes entre segmentos capitalistas. Dentro de esta teoría se distinguen tres corrientes:

La Corriente Cepaliana estudia la tendencia al deterioro de los términos de intercambio entre las exportaciones de materia prima y las importaciones de manufacturas y bienes de capital. La tendencia es que baje el precio de la materia prima y suba el precio de los bienes de capital.

El ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso y el sociólogo chileno Enzo Faletto analizan el fenómeno de dependencia presente en las economías de enclave (economías desarrolladas en medio de una subdesarrollada)5

Roberto Pizarro y Orlando Caputo afirman que el sistema capitalista es una estructura mundial que determina el comportamiento, los beneficios, y los costos de sus diversas partes integrantes, y afirman que los dos objetivos más importantes que debía cumplir el capital extranjero no se concretan en la realidad, pues en vez de financiar la cuenta corriente del balance de pagos, juega el papel principal para desfinanciar el balance y, en lugar de complementar el ahorro interno, es el vehículo principal mediante el cual se produce una transferencia de excedente desde los países dependientes a los centros dominantes del sistema.

Funcionalismo

El funcionalismo es una teoría de las Relaciones Internacionales que surgió principalmente de la experiencia de la integración europea, y se enfoca en los intereses comunes compartidos por los estados. Más comúnmente, funcionalismo es un término usado para describir un argumento que explica los fenómenos como funciones de un sistema en vez que de actores. Immanuel Wallerstein empleó una teoría funcionalista cuando argumentó que el sistema político internacional de Westfalia surgió para asegurar y proteger el desarrollo del sistema capitalista internacional.

26

Su teoría es llamada "funcionalista" pues dice que un evento fue una función de las preferencias de un sistema y no de las preferencias de un agente.

Interdependencia compleja: formulada por Robert Keohane y Joseph Nye, se refiere a que las diversas y complejas conexiones transnacionales e interdependencias entre estados y las sociedades fueron en aumento, mientras que la fuerza militar y el balance de poder decreciendo, pero manteniéndose en un nivel importante.

Así con el fenómeno de la globalización, tanto el Estado como las organizaciones están interrelacionados e integrados en el sistema capitalista moderno (más reconocible desde los años 1970), lo que produce desarrollo solamente en los lugares que al sistema le conviene.8

Realismo vs. transnacionalismo

El realismo hace varias presunciones clave. Asume que las estados nacionales son unitarios, actores geográficamente basados en un sistema internacional anárquico sin autoridad sobre la capacidad de regular las interacciones entre estados mientras no exista un real Gobierno Mundial con autoridad. Asimismo, que los estados soberanos, más que otros actores no gubernamentales o transnacionales, son los actores primarios en los asuntos internacionales.

El Estado actúa como un actor autónomo racional que persigue su propios intereses con el objetivo primordial de mantener su seguridad y soberanía para sobrevivir.

Tras el fin del sistema de Bretton Woods, la creación del Fondo Monetario Internacional, la crisis del petróleo de 1973 y el declive de la hegemonía norteamericana, se critica al realismo por su carácter "estadocéntrico" en un mundo cada vez más interdependiente, y por la importancia que esta teoría le da a los aspectos militares.

27

Existe un número creciente de centros de poder que no representan los intereses del Estado, sino que responden a una expansión de la sociedad civil. Existe también una agenda internacional más compleja y menos jerarquizada, así como una variedad de circuitos cambiantes y entrelazados. Existe un sistema internacional más fragmentado y fluido, multipolaridad y mayor margen de maniobra para los países intermedios.

Se dispersa el poder económico, aunque la riqueza se concentra en unas cuantas grandes empresas transnacionales. Aparecen estructuras de autoridad que trascienden las fronteras nacionales, y existe la capacidad para determinar resultados fuera de autoridades formales. Se cuestiona el concepto de paradigma científico kuhniano, pues contendría idea de teoría cerrada.

Neorealismo vs. neoliberalismo

Las escuelas neorrealistas y neoliberales comparten presupuestos científicos (cómo investigar) y una agenda de investigación (qué investigar). Sin embargo, los neorrealistas consideran que la anarquía limita más la actuación del Estado de lo que piensan los neoliberales. También consideran que la cooperación internacional es mucho más difícil de conseguir y de mantener, y que depende más del poder del Estado de lo que piensan los liberales.

Los neoliberales, por su parte, enfatizan las ganancias absolutas de la cooperación internacional, mientras que los neorrealistas lo hacen con las ganancias relativas.

Los neorrealistas intentan responder quien gana más con la cooperación internacional, mientras que los neoliberales se centran en maximizar el nivel total de ganancias de todas las partes. Por otro lado, los neorrealistas asumen que a causa de la anarquía los Estados tienen que estar preocupados por cuestiones de seguridad y por las causas y efectos de las guerras, mientras que los neoliberales se concentran en la economía política internacional y en el medio ambiente. Finalmente, los neorrealistas

28

no creen que las instituciones internacionales y los regímenes puedan mitigar los efectos limitadores de la anarquía en la cooperación internacional, mientras que los neoliberales creen que sí.

Así, el debate o, para otros, la síntesis entre neorrealismo y neoliberalismo que ha conformado el núcleo duro de la disciplina de las Relaciones Internacionales desde los años 1980, ha desarrollado la subdisciplina de la economía internacional y tiende hacia una convergencia evidente en el qué y en el cómo, según Robert Keohane.

Racionalismo vs. reflectivismo

Para los racionalistas es posible el conocimiento objetivo, creen que la razón humana puede aprehender al objeto. Además, el ser ya conocido puede normarse por leyes positivas. Los reflectivistas, en tanto, son post-positivistas; desconfían de los modelos científicos, porque el conocimiento no posee bases reales: no se puede conocer nada en verdad.

El conocimiento es convención: no existe una ciencia neutral porque no hay una verdad objetiva verificable. La metodología reflectivista se basa en la interpretación histórica y textual, en el análisis del discurso, en la reflexión por sobre la naturaleza de las instituciones y el carácter de la política mundial. Para ellos, las Relaciones Internacionales son un conjunto de fenómenos socialmente construidos.

Teoría crítica

Se usa para denominar a los enfoques reflectivistas o para la Escuela de Frankfurt de 1923. Existe una distinción entre teoría tradicional y crítica (Max Horkheimer). La tradicional supera radicalmte al sujeto y al objeto, conocimiento e intereses, los hechos son inmutables.

La crítica no sólo describe, sino que pretende transformar a las sociedades. Habermas distingue entre fundamentos del conocimiento e intereses cognitivos emancipatorios vinculados al poder que

29

impulsan a liberarse de condicionantes sociales estáticas y de la comunicación producto de intereses técnicos y prácticos. La teoría crítica intenta construir un nuevo orden social. Su función es "desenmascarar" las ideologías presentes en las teorías sociales o en el discurso político, y que frenan el cambio. Entienden la verdad no como una correspondencia al estilo positivista, sino como consenso intersubjetivo de los individuos, apoyado en el lenguaje, pues éste crea realidad y lo expresa. Todo conocimiento es para alguien y con algún propósito (construcción histórica).

La crítica al statu quo se presenta también en el ideario neomarxista y neogramscianista, en el pensamiento postcolonial y en los enfoques feministas.

Postmodernismo

Las ideas postmodernistas rechazan la posibilidad de conocer, y desconfían de todo intento por clasificar, categorizar y encontrar verdades universales, pues sería incompatible con la apertura, la pluralidad y la diversidad. Se pueden analizar los textos explicando los contextos que influyen en el pensar y el actuar. Los postmodernistas instalan la deconstrucción como método que consiste en problematizar significados proponiendo lecturas alternativas transversales (doble lectura) y el análisis geológico de Foucault (ir viendo por capas el significado literal de los textos), lo que pone énfasis en la singularidad de los acontecimientos y en los discursos silenciados.

No es posible conocer la verdad, y por implicaciones teológicas se separa la razón y la fe. Antes de este quiebre, Guillermo de Ockham habla del nominalismo, donde solamente se puede conocer lo específico y no el género. Por convención con el resto aceptamos y nombramos a un utensilio de una forma determinada, por tanto no se podría conocer a Dios a través de la razón.

Durante el siglo XX, se creía en ideas sobre formas de vida totalizadoras. La idea política significaba ser una persona distinta en un mundo distinto, lo que cae con la crisis de la Unión Soviética (el llamado "fin de las utopías"). Lo único real era el capitalismo liberal. Ya no existen verdades absolutas, sólo verdades particulares. La función de los postmodernistas es desenmascarar las ideologías presentes en las teorías sociales o en el discurso político, que frenan el cambio de la sociedad.

30

Constructivismo

El constructivismo se ocupa principalmente de entender cómo el rol de las ideas modela el sistema internacional. Por "ideas", los constructivistas se refieren a los objetivos, amenazas, temores, identidades, y otros elementos de la realidad percibida que influencian a los estados y a los actores no estatales dentro del sistema internacional. Los constructivistas creen que estos factores ideales pueden tener efectos de alto alcance, y que pueden triunfar sobre asuntos materialistas del poder.

Por ejemplo, los constructivistas observan que un incremento en la capacidad armamentista estadounidense es comúnmente más vista como un tema de preocupación por Cuba, antagonista tradicional de los Estados Unidos, que por Canadá, un aliado cercano al país norteamericano.

Los constructivistas también creen que las normas sociales modelan y hacen variar la política exterior a lo largo del tiempo de modo más efectivo que la seguridad que los realistas citan. En síntesis, el tema central del constructivismo es la mutua constitución de las estructuras sociales y los agentes de las Relaciones Internacionales, y se analizan identidades e intereses de los actores. Esto es una síntesis de teorías reflexionistas, racionalistas, neorealistas y neoliberales. Todo se interelaciona, pero no es un proceso súbito. Este es un enfoque cuyo punto de vista es la superación, no es un debate.

Liberalismo

El precursor de la teoría liberal de las Relaciones Internacionales fue el "idealismo; sin embargo, este término fue aplicado de manera crítica por aquellos que se veían a sí mismos como "realistas", como Edward H. Carr.

El liberalismo sostiene que las preferencias del estado, más que sus capacidades, son el determinante primordial de su comportamiento. A diferencia del realismo, donde el estado es visto como un actor unitario, el liberalismo permite la pluralidad en las acciones del estado. Así, las preferencias variarán entre los estados, dependiendo de factores tales como su cultura, sistema económico o tipo de gobierno. El liberalismo también sostiene que la interacción entre estados no está limitada a la seguridad política, sino también a aspectos económicos y culturales. De este modo, en vez de un

31

sistema intenacional anárquico, hay varias oportunidades para la cooperación y amplias opciones de poder, como el capital cultural.

Teoría de la paz democrática

La teoría de la paz democrática argumenta que las democracias nunca han entrado en guerra con otra y tienen menos conflictos entre ellas. Esto es visto como contradictorio especialmente por las teorías realistas y su afirmación empírica es hoy en día una de las más grandes disputas en la ciencia política.

Numerosas explicaciones han sido propuestas por la paz democrática. Spencer R. Weart argumenta que las democracias conducen su diplomacia, en general, muy diferentemente de los estados no democráticos. Los realistas difieren de los liberales sobre la teoría, a menudo citando razones estructurales para la paz, en oposición al gobierno de los estados.

Institucionalismo

El institucionalismo sostiene que el sistema internacionales no es anárquico en la práctica, pero sí tiene una estructura implícita o explícita que determina la forma en que los estados actuarán dentro del sistema.

Las instituciones son reglas que determinan el proceso de toma de decisiones. En el escenario internacional, "institución" ha sido usado intercambiablemente con "régimen", el cual ha sido definidom por Stephen Krasner somo un conjunto de "normas, principios, reglas, y procesos decisionales alrededor de los cuales las expectativas de los actores convergen en un tema o área dada."

Escuela inglesa

La Escuela Inglesa de las relaciones internacionales, tambien conocida como Sociedad Internacional, Liberalrealismo, o institucionalismo británico, mantienen que existe una "sociedad de estados" a nivel internacional, en vez de una condición de anarquía (literalmente entendida como la ausencia de

32

gobernante o Estado mundial). El gran tema acá es la examinación de las tradiciones de las teorías internacionales pasadas, situándolas, como hizo Martin Wight en los años 1950, en tres divisiones: realistas o hobbesianas, racionalistas o grocianas, y revolucionistas o kantianas. En términos amplios, la Escuela Inglesa apoya la tradición racionalista o grociana, buscando una vía media entre la política del poder del realismo y el "utopianismo" del revolucionismo.

VIII. EL ENFOQUE NORTE- SUR DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Las relaciones norte sur

Relaciones Norte-Sur, expresión que se emplea para designar a las relaciones internacionales entre los países industrializados (constituidos como estados independientes hace mucho tiempo y que en la actualidad cuentan con rentas elevadas, situados en su mayoría en el hemisferio Norte) y los países en vías de desarrollo del hemisferio Sur (cuyo acceso a la independencia tuvo lugar después de la II Guerra Mundial). La distinción entre Norte y Sur nació con la aparición en la escena internacional de estos nuevos estados surgidos del proceso de descolonización. Esta distinción expresa ante todo una desigualdad de riqueza; según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en 1966 las tres cuartas partes de la población se repartían sólo el 16% de la renta mundial.

El surgimiento del sur en el sistema internacional

33

La Conferencia de Bandung (1955) puede considerarse como la primera manifestación política del Sur con respecto al Norte. En aquella reunión, 29 países (de los cuales 16 eran antiguas colonias) se negaron a quedar bajo la influencia de cualquiera de las dos potencias dominantes en el contexto de la Guerra fría, Estados Unidos y la Unión Soviética. Además de promover la fundación de la Organización de Países No-Alineados, definieron su intención de organizar alianzas regionales, crear zonas de libre comercio, uniones aduaneras y mercados comunes que favorecieran su despegue económico.

Los problemas del desarrollo se convirtieron en una de las mayores preocupaciones en el seno de las organizaciones internacionales. Al anterior periodo de relaciones bilaterales de naturaleza colonial, siguió otro de cooperación multilateral encaminada a acelerar el desarrollo (percibido entonces en términos de crecimiento de las rentas). En la Convención de Yaundé (1963), la Comunidad Europea (actual Unión Europea) firmó con 18 países africanos los primeros acuerdos multilaterales con países en vías de desarrollo. Fue introducida entonces la teoría del intercambio desigual, expuesta por economistas de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), quienes ponían en duda la teoría dominante del comercio internacional, según la cual el libre cambio permite, por su dinámica expansionista, reducir las desigualdades entre las naciones.

En 1964, Raúl Prebisch, uno de los más destacados investigadores de la CEPAL, se convirtió en el primer secretario de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), en el seno de la cual fue constituido ese mismo año el denominado Grupo de los 77. La creación de la UNCTAD representaba una victoria diplomática para los países del Sur, que consideraban que sus intereses no habían sido tenidos en cuenta por el Acuerdo General Sobre Aranceles y Comercio (GATT), tratado que, desde su firma en 1947, regía el comercio mundial. La UNCTAD se convirtió en un órgano privilegiado para las negociaciones Norte-Sur, en tanto que el PNUD, creado en 1965, pasó a desempeñar un papel fundamental en materia de ayuda al desarrollo.

El diálogo Norte-Sur tomó cierto cariz de enfrentamiento a comienzos de la década de 1970. Los países del Sur reivindicaron con mayor firmeza un nuevo reparto de poder en el seno de las organizaciones internacionales, dominadas hasta entonces por los países industrializados en tanto que eran sus principales soportes económicos. Reclamaban, en especial, una política voluntarista para la

34

redistribución de los recursos; puesto que el crecimiento económico no beneficiaba a todos, sino que las desigualdades entre países y entre grupos en el seno de un país se incrementaban, era necesario crear mecanismos de compensación.

En 1971 obtuvieron la puesta en práctica de un sistema generalizado de preferencias (SPG), conforme a las recomendaciones de la UNCTAD, si bien modificando dos principios fundamentales del GATT, el principio de no discriminación y el principio de tratamiento recíproco: los productos originarios de los países en vías de desarrollo podían ser objeto de un tratamiento arancelario preferencial, sujeto, no obstante, al arbitrio de los países desarrollados. En 1973, la crisis del petróleo (que podía interpretarse como una advertencia del Sur al Norte) conmocionó el sistema de relaciones internacionales e hizo aumentar la tensión entre países industrializados y países en vías de desarrollo. Estos últimos hicieron pública una declaración para la creación de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), que fue acordado en cuatro resoluciones votadas en mayo de 1974 por la Asamblea General de Naciones Unidas.

El debate sobre el NOEI dominó la década de 1970, pero los avances concretos no fueron demasiado numerosos. Pese a que en la Convención de Lomé (1975) la Comunidad Europea instauró, en favor de los países de la ACP (África, Caribe y Pacífico), un sistema original y costoso de compensación de pérdidas a la exportación (garantizando un precio mínimo de los productos básicos), la cotización de éstos estaba fijada siempre por la oferta y la demanda. No obstante, a comienzos de la década de 1980 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicaba el 85% de sus recursos a programas destinados al desarrollo.

La evolución económica y política del contexto internacional durante las dos últimas décadas ha modificado de forma sustancial las relaciones Norte-Sur. Aunque los países en vías de desarrollo habían expresado en años anteriores su rechazo al modelo liberal dominante, éste se ha ido imponiendo progresivamente como única elección. A partir de 1982, año en que México hizo estallar la crisis de la deuda internacional de los países en vías de desarrollo, las instituciones financieras surgidas de la Conferencia de Bretton Woods, el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pasaron a desempeñar una función

35

preponderante en la definición de las políticas de desarrollo, reemplazando a otros organismos de la ONU.

El fin de la Guerra fría, la desaparición de la bipolaridad internacional y la crisis de los regímenes comunistas en Europa Oriental (que creó cierto movimiento de solidaridad para la reconstrucción de los países de este área en torno a economías de libre mercado), fueron factores que contribuyeron a debilitar la posición del Sur (que dejó de tener valor estratégico) en la escena internacional. Frente a un Norte en recomposición, donde la integración económica y política va en aumento, el Sur parece cada vez más dividido. En las negociaciones globales con el Norte, los países del Sur, con muy distintos grados de desarrollo, no defienden siempre intereses similares. En el plano nacional, la exclusión económica y política de sectores enteros de la sociedad constituye una amenaza para la cohesión interna de estados aún jóvenes, así como para la propia estabilidad regional.

Sin embargo, el surgimiento de proyectos planetarios, que trascienden la división entre Norte y Sur, hace aún más flagrante la fractura entre las dos partes del mundo.

Las distintas negociaciones sobre el comercio mundial en el marco de la OMC y otras arenas internacionales, las conferencias internacionales sobre medio ambiente o las cuestiones demográficas, revelan posiciones a menudo incompatibles entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.

Durante la denominada Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, el debate sobre el desarrollo sostenible y la protección del planeta sacó a la luz un desequilibrio evidente en lo que se refiere al acceso a los recursos naturales.

Si bien los países del Sur lograron que se impusiera el principio de una contrapartida económica para la explotación por parte de los países industrializados de los recursos que ellos mismos no pueden aprovechar, también interpretaron la voluntad de los países del Norte de promulgar normas para un crecimiento económico respetuoso con el medio ambiente como una nueva injerencia en el comportamiento de las políticas nacionales y como un freno a su industrialización.

36

37