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Una vez más, camino de la Semana Santa, Jesús nos va mostrando con más nitidez y con asombrosas pistas el rostro auténtico del Padre: aborrece el pecado pero ama al pecador. Poco le importan las historias pasadas de aquella mujer. Para el Señor, el momento presente, es lo más esencial. Y, lo más deleznable, aquellos que sin tener potestad para ello, se erigían en jueces de los defectos de los demás. Qué frase tan sugestiva la del Papa Francisco y de la cual tantos medios de comunicación social se han hecho eco: “Todo pecador tiene un pasado pero sobre todo un futuro”. A Dios, por si lo hemos olvidado, le interesa muy poco el ayer y por ello mismo, en los ojos de Cristo, antepone el horizonte que le aguarda. Cuántas veces, como a esta mujer adúltera, muchas personas, instituciones, también la misma Iglesia, son presentados en medio de la plaza del mundo con la única intencionalidad de desgastar, de juzgar, de condenar o, simplemente, de hacer daño. Es necesario, por supuesto, una autocrítica. Preguntarnos hasta qué punto, nuestra vida cristiana, se encuentra un tanto adulterada. Pero, no es menos cierto, que también estamos llamados a ser comprensivos con los demás y, por supuesto, a ser conscientes de que si nosotros tenemos mil poros abiertos en nuestra piel también los demás pueden tenerlos ¿O no? En la quinta estación del vía crucis contemplamos a Simón de Cirene ayudando a llevar la cruz. Esa debe ser nuestra actitud cuando, a nuestro paso, salen situaciones que nos pueden parecer llamativas o pecaminosas. De nada sirve airearlas, publicarlas. ¿No sería mejor ayudar? A aquellos escribas les importaba un bledo la vida de aquella mujer, entre otras cosas porque sabían perfectamente que el adulterio ya estaba sentenciado de antemano sin necesidad de recurrir a Jesús. Pretendían una excusa para coger fuera juego al Señor. En definitiva, para dejarlo al descubierto. No lo consiguieron. ¿Por qué será que al Señor le importa tan poco el pasado del presente y, en cambio a nosotros, nos gusta tanto meter el dedo en él incluso como arma arrojadiza? Muchas veces, queriendo o sin querer, con verdad o sin ella, podemos hundir a muchas personas; sentenciarlas o enterrarlas en vida. El morbo, y más con los poderes mediáticos llamando a nuestra puerta, se convierte en algo muy apetitoso pero también muy perjudicial para la salud pública y para la paz social. Que nosotros, como cristianos, busquemos siempre lo que Jesús ofreció a esta mujer, su compasión y comprensión. Así lo expresa San Agustín “Sólo dos quedan allí: la miserable y la Misericordia”. Qué bien nos vendría una reflexión al hilo de este tiempo cuaresmal: ¿Cómo nos posicionamos frente a los defectos de los demás, cómo jueces o como personas que saben comprender y arrimar el hombro? Ojala, como Jesús mismo rompió moldes y fue una gran novedad de misericordia en los tiempos que le tocó vivir, también nosotros presentemos ese rostro afable, cercano y no de condena. No olvidemos que lo que a nosotros nos interesa es el pecador, no el pecado. O dicho de otra manera: siempre es más importante el alimento que se sirve que la bandeja que lo sostiene. Betania 70º ANIVERSARIO http://www.sanjoselasmatas.es [email protected] Las Matas. Madrid Año XVI nº 992 V DOMINGO DE CUARESMA CICLO C 7 abril 2019 PERDÓN, SEÑOR Por nuestra insensibilidad y rutina, por nuestras dudas y desconfianzas, por nuestros cansancios y miedos, por nuestras cobardías a la hora de ser cristianos, por nuestra falta de testimonio, por nuestra búsqueda de seguridades, por nuestra escasa relación contigo... Perdón, Señor, por nuestras faltas de fe. Por nuestros desánimos y desencantos, por nuestra tristeza y pesimismo, por nuestras impaciencias y prisas, por nuestras alienaciones y aturdimientos, por nuestras rebajas a tus promesas, por nuestra ceguera a los signos de los tiempos, por nuestra falta de vigilancia y compromiso... Perdón, Señor, por nuestras faltas de esperanza. Por el cinismo de nuestras relaciones humanas, por la pequeñez y dureza de nuestro corazón, por nuestras violencias y enemistades, por nuestra insolidaridad con los hermanos, por nuestro egoísmo y ansia de poseer, por nuestras injusticias individuales y colectivas, por nuestra insensibilidad ante el dolor de los demás... Perdón, Señor, por nuestras faltas de candad. F. Ulibarri Lunes, 8: 19:00h. Biblia Martes, 9: 17:00h. Cofradía de la Virgen del Carmen 18:00h. Equipo de CÁRITAS Miércoles, 10: 19:30h. Grupo R. Carismática Jueves, 11: 17:00 y 18:00h. Catequesis 19:00h. Celebración del Perdón 20:00h. Oración de la comunidad Viernes, 12: ABSTINENCIA 17:00 y 18:00h. Catequesis 19:25h. Viacrucis Domingo, 14: DOMINGO DE RAMOS EN LA PASION DEL SEÑOR. Eucaristías: 11:00 y 12:30h. 12:00h. Catequesis AVISO: Días 12,13 y 14 Convivencia de jóvenes. RECORDATORIO: Abierta la posibilidad de colaborar en la amortización del crédito de 100.000 €, una vez terminadas las obras. Se pueden recoger en el despacho los Diplomas otorgados a los colaboradores de mural y obras. Día 8 Nª Sra. del Puerto, Amancio, Dionisio de Corinto. Dan 13, 1-9.15-17.19-30.33-62 Sal 22 Juan 8, 1-11 (ó Juan 8, 12-20) Día 9 Casilda, María Cleofé, Demetrio, Bta. Lindalva Justo de Oliveira. Núm 21, 4-9 Sal 101 Juan 8, 21-30 Día 10 Ezequiel, Miguel de los Santos, Pompeyo, Terencio y Africano. Dan 3, 14-20.91-92.95 Sal Dan 3, 52-56 Juan 8, 31-42 Día 11 Estanislao, Bta. Elena Guerra, Bto. Sinforiano Félix Ducki. Gén 17, 3-9 Sal 104 Juan 8, 51-59 Día 12 Julio I, Constantino, Florentino, Teresa de Jesús de los Andes. Jer 20, 10-13 Sal 17 Juan 10, 31-42 Día 13 Martín y Hermenegildo, Nª Sra. del Pueyo, Ida de Boulogne. Ez 37, 21-28 Sal Jer 31,10-13 Juan 11, 45-57 "JUNTOS X UN MUNDO MEJOR" Invitación: Marcando la X a favor de la Iglesia en tu declaración de la Renta lo haces posible.

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Page 1: 70º ANIVERSARIO - Las Matas de Madrid...Jesús les responderá desde su experiencia de la misericordia de Dios. Jesús cambiará la perspectiva. Pondrá a los acusadores ante su propio

Una vez más, camino de la Semana Santa, Jesús nos va mostrando con más nitidez y con asombrosas pistas el rostro auténtico del Padre: aborrece el pecado pero ama al pecador. Poco le importan las historias pasadas de aquella mujer. Para el Señor, el momento presente, es lo más esencial. Y, lo más deleznable, aquellos que sin tener potestad para ello, se erigían en jueces de los defectos de los demás. Qué frase tan sugestiva la del Papa Francisco y de la cual tantos medios de comunicación social se han hecho eco: “Todo pecador tiene un pasado pero sobre todo un futuro”. A Dios, por si lo hemos olvidado, le interesa muy poco el ayer y por ello mismo, en los ojos de Cristo, antepone el horizonte que le aguarda.

Cuántas veces, como a esta mujer adúltera, muchas personas, instituciones, también la misma Iglesia, son presentados en medio de la plaza del mundo con la única intencionalidad de desgastar, de juzgar, de condenar o, simplemente, de hacer daño.

Es necesario, por supuesto, una autocrítica. Preguntarnos hasta qué punto, nuestra vida cristiana, se encuentra un tanto adulterada. Pero, no es menos cierto, que también estamos llamados a ser comprensivos con los demás y, por supuesto, a ser conscientes de que si nosotros tenemos mil poros abiertos en nuestra piel también los demás pueden tenerlos ¿O no?

En la quinta estación del vía crucis contemplamos a Simón de Cirene ayudando a llevar la cruz. Esa debe ser nuestra actitud cuando, a nuestro paso, salen situaciones que nos pueden parecer llamativas o pecaminosas. De nada sirve airearlas, publicarlas. ¿No sería mejor ayudar? A aquellos escribas les importaba un bledo la vida de aquella mujer, entre otras cosas porque sabían perfectamente que el adulterio ya estaba sentenciado de antemano sin necesidad de recurrir a Jesús. Pretendían una excusa para coger fuera juego al Señor. En definitiva, para dejarlo al descubierto. No lo consiguieron. ¿Por qué será que al Señor le importa tan poco el pasado del presente y, en cambio a nosotros, nos gusta tanto meter el dedo en él incluso como arma arrojadiza?

Muchas veces, queriendo o sin querer, con verdad o sin ella, podemos hundir a muchas personas; sentenciarlas o enterrarlas en vida. El morbo, y más con los poderes mediáticos llamando a nuestra puerta, se convierte en algo muy apetitoso pero también muy perjudicial para la salud pública y para la paz social.

Que nosotros, como cristianos, busquemos siempre lo que Jesús ofreció a esta mujer, su compasión y comprensión. Así lo expresa San Agustín “Sólo dos quedan allí: la miserable y la Misericordia”. Qué bien nos vendría una reflexión al hilo de este tiempo cuaresmal: ¿Cómo nos posicionamos frente a los defectos de los demás, cómo jueces o como personas que saben comprender y arrimar el hombro?

Ojala, como Jesús mismo rompió moldes y fue una gran novedad de misericordia en los tiempos que le tocó vivir, también nosotros presentemos ese rostro afable, cercano y no de condena. No olvidemos que lo que a nosotros nos interesa es el pecador, no el pecado. O dicho de otra manera: siempre es más importante el alimento que se sirve que la bandeja que lo sostiene.

Betania

70º ANIVERSARIO

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Las Matas. Madrid – Año XVI – nº 992

V DOMINGO DE CUARESMA – CICLO C – 7 abril 2019

PERDÓN, SEÑOR Por nuestra insensibilidad y rutina, por nuestras dudas y desconfianzas, por nuestros cansancios y miedos, por nuestras cobardías a la hora de ser cristianos, por nuestra falta de testimonio, por nuestra búsqueda de seguridades, por nuestra escasa relación contigo... Perdón, Señor, por nuestras faltas de fe. Por nuestros desánimos y desencantos, por nuestra tristeza y pesimismo, por nuestras impaciencias y prisas, por nuestras alienaciones y aturdimientos, por nuestras rebajas a tus promesas, por nuestra ceguera a los signos de los tiempos, por nuestra falta de vigilancia y compromiso... Perdón, Señor, por nuestras faltas de esperanza. Por el cinismo de nuestras relaciones humanas, por la pequeñez y dureza de nuestro corazón, por nuestras violencias y enemistades, por nuestra insolidaridad con los hermanos, por nuestro egoísmo y ansia de poseer, por nuestras injusticias individuales y colectivas, por nuestra insensibilidad ante el dolor de los demás... Perdón, Señor, por nuestras faltas de candad.

F. Ulibarri

Lunes, 8: 19:00h. Biblia

Martes, 9: 17:00h. Cofradía de la Virgen del Carmen 18:00h. Equipo de CÁRITAS Miércoles, 10: 19:30h. Grupo R. Carismática

Jueves, 11: 17:00 y 18:00h. Catequesis 19:00h. Celebración del Perdón

20:00h. Oración de la comunidad

Viernes, 12: ABSTINENCIA 17:00 y 18:00h. Catequesis 19:25h. Viacrucis

Domingo, 14: DOMINGO DE RAMOS EN LA PASION DEL SEÑOR. Eucaristías: 11:00 y 12:30h.

12:00h. Catequesis

AVISO: Días 12,13 y 14 Convivencia de jóvenes.

RECORDATORIO: ▪ Abierta la posibilidad de colaborar en la amortización del

crédito de 100.000 €, una vez terminadas las obras. ▪ Se pueden recoger en el despacho los Diplomas otorgados a

los colaboradores de mural y obras.

Día 8 – Nª Sra. del Puerto, Amancio, Dionisio de Corinto.

Dan 13, 1-9.15-17.19-30.33-62 – Sal 22 – Juan 8, 1-11 (ó Juan 8, 12-20)

Día 9 – Casilda, María Cleofé, Demetrio, Bta. Lindalva Justo de Oliveira.

Núm 21, 4-9 – Sal 101 – Juan 8, 21-30 Día 10 – Ezequiel, Miguel de los Santos, Pompeyo, Terencio y Africano.

Dan 3, 14-20.91-92.95 – Sal Dan 3, 52-56 – Juan 8, 31-42 Día 11 – Estanislao, Bta. Elena Guerra, Bto. Sinforiano Félix Ducki.

Gén 17, 3-9 – Sal 104 – Juan 8, 51-59 Día 12 – Julio I, Constantino, Florentino, Teresa de Jesús de los Andes.

Jer 20, 10-13 – Sal 17 – Juan 10, 31-42 Día 13 – Martín y Hermenegildo, Nª Sra. del Pueyo, Ida de Boulogne.

Ez 37, 21-28 – Sal Jer 31,10-13 – Juan 11, 45-57

"JUNTOS X UN MUNDO MEJOR" Invitación: Marcando la X a favor

de la Iglesia en tu declaración de la Renta lo haces posible.

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No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo

que de bueno hay en cada persona… pero Jesús pide más. Jesús

pide también perdonar. Papa Francisco MV 14.

Lectura del libro de Isaías 43, 16-21

Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, tropa con sus valientes; caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue. «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo. Me glorificarán las bestias del campo, chacales y avestruces, porque ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo, de mi escogido, el pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza». Palabra de Dios.

Salmo responsorial.- Sal 125

R/. EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTROS, Y ESTAMOS ALEGRES.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. R.

Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos». El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R.

Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R.

Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. R.

Lectura de la carta de san Pablo a los Filipenses 3, 8-14

Hermanos: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos.

No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí. Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús. Palabra de Dios.

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11 En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó sólo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más». Palabra del Señor.

A medida que nos acercamos a la gran Semana y al Triduo Pascual, los textos litúrgicos pretenden hacernos profundizar en el misterio de Jesús, el Hijo de Dios, que se entregó a la muerte para salvación del mundo. Estamos ya muy cerca de la Semana Santa, con todo lo que nos ofrece.

Aún es tiempo para preguntarnos cómo estamos aprovechando este tiempo cuaresmal; qué ha sido de aquellos planes que nos hacíamos al iniciar el camino de la Cuaresma. Nuestra conversión es urgente.

Las lecturas que venimos escuchando los últimos domingos nos ayudan a entender la cuestión de fondo que plantea: Jesús ha presentado un rostro de Dios misericordioso, cercano a los pecadores, que espera pacientemente siempre y que a los escribas y fariseos les cuesta entender. Alguien, a quien le importa más las personas que sus actos. Es un Dios que quiere la vida.

De nuevo se enfrenta Jesús con la ley. En realidad, en este drama ni Jesús ni la mujer son importantes. Ambos son rechazados por los escribas y fariseos; Jesús, porque buscan atraparlo; la mujer porque es una simple excusa para ese objetivo.

La actitud del Señor no parece ser muy atenta; casi, hasta parece indiferente. Jesús guarda un silencio sorprendente. Tiene ante sí a aquella mujer humillada. Pronto será ejecutada. ¿Es esta la última palabra de Dios sobre esta hija suya? Él ama, ha venido precisamente para salvar a los pecadores... convertirla es mucho mejor que apedrearla, ordenarla y salvarla es mucho mejor que condenarla... Dios no quiere la destrucción de nadie.

Jesús les responderá desde su experiencia de la misericordia de Dios. Jesús cambiará la perspectiva. Pondrá a los acusadores ante su propio pecado. Ante Dios, todos han de reconocerse pecadores. Todos necesitan su perdón. Como le siguen insistiendo cada vez más, Jesús les pregunta, de forma indirecta ¿quiénes sois vosotros para condenar a muerte a esa mujer, olvidando vuestros propios pecados y vuestra necesidad del perdón y de la misericordia de Dios?

El diálogo de Jesús con la mujer arroja nueva luz sobre su actuación. Los acusadores se retiran avergonzados, pero la mujer no se ha movido. Parece que necesita escuchar una última palabra de Jesús. No se siente todavía liberada. Le ofrece su perdón, y, al mismo tiempo, le invita a no pecar más.

Así es Jesús. Por fin ha existido sobre la tierra alguien que no se ha dejado condicionar por ninguna ley ni poder opresivo. Alguien libre y magnánimo que nunca odió ni condenó, nunca devolvió mal por mal.

El perdón de Dios no anula la responsabilidad, sino que exige conversión. En su defensa y su perdón hay más verdad y justicia que en nuestras reivindicaciones y condenas consentidas.

¡Cuánta actualidad llega a tener este mensaje en nuestra vida y en nuestro contexto concreto! ¡Cuánta necesidad de perdón y de reconciliación tiene nuestro pueblo y nuestra cultura! Nos queda tarea a todos. Así nos preparamos, de verdad, a los grandes acontecimientos pascuales.