7. Parte Exploratoria de La Entrevista
Click here to load reader
-
Upload
brainpharma -
Category
Documents
-
view
118 -
download
2
Transcript of 7. Parte Exploratoria de La Entrevista
6
Hemos visto hasta aquí el marco general
comunicativo y la interrelación entre los
mensajes verbales y los no verbales. En este
capítulo estudiaremos la primera de las dos
partes que la constituyen:
• Exploratoria: averiguar el motivo o moti-
vos de consulta, vaciar la información pre-
elaborada mediante apoyo narrativo, bús-
queda de los datos específicos necesarios
para tomar decisiones, acompañamiento a
la exploración física, técnicas instrumenta-
les (analítica, pruebas de imagen, etc.) o
pruebas psicológicas (test).
• Resolutiva: enunciar y explicar los proble-
mas encontrados, educar en nuevos hábi-
tos, reconvirtiendo, si fuera preciso, creen-
cias incorrectas, negociar con el paciente
la individualización de las medidas preven-
tivas, terapéuticas o diagnósticas propues-
tas, llegar a acuerdos y tomar precauciones
de cara al futuro.
33Parte exploratoria de la entrevista
introducción
Parte exploratoria
de la entrevista
La edad disminuye todo,menos la capacidad de entender a otros.
PLUTARCO. La educación de los niños (100 a. C.)
Hemos descrito anteriormente, entre los
tipos de entrevista existentes según su forma-
to, la entrevista semiestructurada. Consiste
en que el profesional tiene un guión con una
serie de tareas básicas que realizar en cada
fase de la consulta. Lógicamente, puede ser
flexible y modificar algunos aspectos, pero
hay un guión fundamental que le sirve de
guía. En la fase exploratoria de cualquier
entrevista, incluida la psiquiátrica, las tareas
que tendría que realizar se resumen en la
tabla 1.
la entrevista semiestructurada
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 33
34 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
Los primeros momentos de la entrevista
son cruciales para que el proceso se desarro-
lle adecuadamente. La clave, al principio, es
esperar, ser receptivo, observar al otro, escu-
char. Los puntos para tener en cuenta en los
primeros minutos se resumen en la tabla 2.
En estos primeros momentos, conviene no
seguir una serie de conductas que estropean la
relación. Las más frecuentes son las siguientes:
• No mirar al paciente.
• Mientras habla el enfermo, buscar datos en
la historia, mirar papeles o escribir en el
ordenador.
• Hablar en vez de escuchar o aplicar proto-
colos sistemáticamente.
• Permitir la existencia de distintos ruidos en
la comunicación (teléfono, otros pacientes
que hablan, gente que entra y sale, etc.).
empezar la entrevista: recibimiento cordial
Secuencia de técnicas, comentarios y ejemplos
1. Recibimiento cordial y pregunta abierta
«Dígame usted»
2. Delimitar consultas
Prevención del «ya que estoy aquí… míreme tal
problema»
3. Apoyo narrativo
Vaciado de la información preelaborada
Panorámica de quejas
Favorecer datos significativos espontáneos
4. Información específica
Secuencia correcta de técnicas
5. Actualización de problemas anteriores
Repasar con el paciente el estado de problemas
anteriores
6. Acompañamiento a la exploración física/testpsicológicos
Frases puente
Tabla 1. Fase exploratoria. Entrevista semiestructurada
De Borrell, 1989.
• Conocer al paciente: si se dispone de tiempo,
conviene leer previamente un resumen de la his-
toria; es la única forma de conocerle mejor. No
podemos mantener todos los datos en la memo-
ria, aunque sea un paciente habitual
• Cordialidad: saludar cordialmente al paciente y
a sus acompañantes, llamando al enfermo por
su nombre. Tratar de ser cordial, pero sin forzar.
Hay que ser natural
• Presentarse: presentarse (nombre y cargo), si el
paciente no lo conoce, y presentar a cualquier
alumno o colaborador que esté en la entrevista.
Hay que adecuar la presentación a la demanda
del paciente. Si éste tiene una demanda urgente,
se le atenderá en primer lugar
• Dar la mano: según el contexto cultural será
conveniente saludar dando la mano (en nuestro
entorno, es lo habitual). En otras situaciones,
puede bastar con una mirada, una sonrisa o una
invitación a sentarse
• Contacto ocular: concentrarse en mirar (recor-
damos que el contacto ocular es clave en comu-
nicación no verbal para inspirar confianza) y
atender sólo al paciente en el primer minuto de
entrevista. Si no hay más remedio que hacer
algo (apuntar alguna cosa en el ordenador,
etc.), se debe indicar y pedir permiso antes de
hacerlo
Tabla 2. Elementos clave en los primeros minutos de la entrevista
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 34
35Parte exploratoria de la entrevista
Cuando vemos al enfermo en la consulta,
después de saludarlo y aplicar las técnicas que
hemos comentado en el apartado anterior, se
realiza una pregunta abierta como: «¿en qué
puedo ayudarle?» o «¿qué le ocurre?». El pacien-
te, en su concepto de enfermedad, empezará a
describir los síntomas que le ocurren, en el
orden y con la amplitud que considere necesa-
rio, aunque siempre modulado por nuestra
respuesta verbal y no verbal. Si adivina que
queremos que acabe o le interrumpimos, el
discurso se termina pronto, lógicamente. La
mayoría de los pacientes suelen invertir unos
2-3 minutos en contestar a esta pregunta. Si no
le interrumpimos, se sienten escuchados (lo
que favorecerá el ambiente de la entrevista) y
obtendremos información relevante. Sólo en
el caso de que la respuesta se alargue y, sobre
todo, la información que nos ofrezca sea re-
dundante o periférica, vale la pena interrum-
pir. Con un tono de empatía, concretaremos el
discurso diciendo: «Si no le importa, preferiría
que nos centrásemos en lo que le ocurre aho-
ra. ¿Puede describirme mejor…?».
Sin llegar a profundizar completamente en
la queja que presenta, se suele hacer lo que
se denomina «delimitar la consulta». Consiste
en acordar con el paciente lo que se va a
abordar en la entrevista. En atención prima-
ria es muy frecuente que el paciente inicial-
mente presente una queja (p. ej., dolor de
garganta), pero, cuando se ha resuelto ese
tema, utiliza la frase: «Ya que estoy aquí (los
ingleses dicen by the way), ¿por qué no me
mira también la tensión?». De esta forma, hay
que reiniciar toda la consulta para esta
segunda demanda. En psiquiatría no es tan
frecuente, pero puede ocurrir que el pacien-
te «ya que esta allí» consulte un segundo pro-
blema suyo o de algún familiar. Por eso, se
recomienda delimitar la consulta con una
frase del tipo: «Hoy nos vamos a centrar en
este sentimiento negativo que lleva experi-
mentando hace varias semanas, ¿le parece?».
centrar el discurso: pregunta abierta y delimitar la demanda
Existen diversas técnicas para la comunica-
ción en la entrevista que se describen en la
tabla 3.
Relato del paciente
Baja reactividad y silencio funcional
Son dos técnicas muy importantes. La baja
reactividad (espacio de tiempo que transcurre
desde que termina de hablar el paciente hasta
que empieza el profesional, y que se recomien-
da sea de 1-2 segundos) crea un clima fácil para
expresar todo lo que el paciente considere
importante. Los silencios funcionales son los
que intencionadamente señalan al paciente
Favorecen el relato del paciente
• Baja reactividad
• Silencio funcional
• Facilitación
• Empatía
Favorecen la clarificación de sentimientos o pensamientos
• Frases por repetición
• Clarificación
• Señalamiento
• Interpretación
Tabla 3. Técnicas que facilitan
el apoyo narrativo
De McWhinney, 1995.
técnicas para facilitar el apoyo narrativo
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 35
que continúe y pueden acompañarse de algún
gesto de asentimiento o invitación a proseguir.
Tienen por efecto proporcionar un tiempo de
meditación al paciente, ayudar a su concentra-
ción o actuar como catalizador de determina-
das reacciones emocionales en el curso de la
entrevista. El principal error que hay que evitar
es usar silencios por vacilaciones, dudas o inse-
guridad del entrevistador, y que el silencio se
produzca con significados no deseados o no
adecuados (p. ej., cuando esconden cierta ten-
sión erótica entre paciente y profesional, o una
falta de orientación acerca de cómo enfocar el
problema del paciente).
Facilitación verbal o no verbal
Son frases («continúe, por favor», «le escucho»),
sonidos guturales o gestos (cabeceos) que ayu-
dan a iniciar o proseguir el relato sin indicar ni
sugerir contenidos. Todo ello acompañado de la
técnica especular que facilita al profesional estar
en sintonía con el discurso del paciente (demos-
trar sentimientos coherentes y no discordantes
con los que muestra el paciente). Los errores que
se deben evitar en esta técnica son: a) emplear
un silencio disfuncional (que desconcentra al
entrevistador o al paciente, sin que obedezca a
ninguna estrategia de enfoque), y b) facilita-
ción «cerrada» por una pregunta (p. ej., «siga,
siga... estaba usted bien del todo?», en cuyo caso
la facilitación carece de valor, pues orientamos
el sentido de la respuesta del paciente).
Empatía
Son gestos, frases, que expresan compren-
sión y solidaridad emocional sin prejuicios éti-
cos o ideológicos. La forma no verbal es tocar
levemente el brazo o el hombro del paciente,
mientras el gesto facial expresa apoyo y afecto.
La forma no verbal es estar en empatía no con
la situación sino con el sentimiento (p. ej., el
profesional puede estar en desacuerdo con el
aborto que ha realizado la paciente: no estamos
en empatía con la acción, sino con el senti-
miento; la frase sería: «Imagino que tiene que
ser muy difícil tomar una decisión así. Com-
prendo que lo esté pasando mal»).
La empatía es una técnica que debe formularse
de manera correcta para evitar que tenga efec-
to negativo, sobre todo en situaciones extremas
(p. ej., la muerte de un familiar, la pérdida de
miembros o de función). En estos casos, se
recomienda empatía no verbal. Si se hace ver-
bal, frases del tipo «entiendo cómo se siente», es
probable que produzcan respuestas del tipo
«usted qué sabrá…». La manera más correcta de
formular frases con empatía es «imagino, no lo
sé, que tiene que estar pasando por algo terri-
ble». El principal error suele ser considerar la
empatía como un juicio de valor (p. ej., «hiciste
lo que pudiste»). Tampoco deben ofertarse lo
que se denomina falsas seguridades: intentar
tranquilizar al paciente sin ninguna base sólida.
Sólo sirve para calmar la ansiedad del profesio-
nal, pero el enfermo percibe que lo que quere-
mos es pasar a otro tema (p. ej., «tranquila, segu-
ro que la operación irá bien y no pasará nada»).
Clasificación de sentimientos
o pensamientos
Frases por repetición
Es una técnica sencilla basada en la repeti-
ción de una palabra o frase que orienta la aten-
ción hacia un contenido concreto. Por ejemplo,
si un paciente que sufre de depresión cuenta
que mejora los fines de semana, puede decirse
«¿los fines de semana?», para indicarle que inte-
resa profundizar en ese aspecto del discurso.
No necesita de gran entrenamiento y es muy
útil para producir la reflexión sobre aspectos
de los que el paciente no se había percatado. Es
necesario no repetir estas frases con excesiva
frecuencia y formularlas con empatía y respeto
para evitar que puedan interpretarse como
burla o recriminación, tipo coletilla. El principal
error en este caso es utilizar lo que se denomi-
na antagonismo: repetir una palabra con acen-
to de incredulidad (p. ej., «¿seguro que mejora
de la depresión los fines de semana? No creo»).
Clarificación
Solicitar con expresión de extrañeza (con
empatía) o una pregunta que el paciente acla-
re algún término (p. ej., «¿qué entiende usted
por…?»). No debe abusarse de la clarificación
para no dar la impresión de interrogatorio.
Tampoco puede hacerse en un tono inade-
cuado, porque se convierte en una crítica
implícita (y, por consiguiente, antagonismo).
Señalamiento
O confrontation, en término anglosajón.
Técnica que muestra al paciente emociones o
conductas, profundizando en sus motivacio-
36 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 36
nes o evidenciando conflictos. Muestra discre-
pancias entre conductas verbales y no verba-
les o entre dos aspectos del discurso (p. ej.,
«afirma que se lleva bien con su madre pero
por la expresión de su cara no está tan claro…»
o «antes me ha dicho que le encanta su traba-
jo pero ahora me comenta que está deseando
cambiarse... ¿qué quiere decir?». Es una fórmu-
la muy potente que, bien empleada, ayuda al
paciente a esclarecer emociones o ideas.
Interpretación
Es como el señalamiento pero, además, el
profesional interpreta cuál es la causa de la
discrepancia (p. ej., «afirma que se lleva bien
con su madre, pero por la expresión de su
cara no está tan claro… creo que muchos de
sus problemas están producidos por la ambi-
valente relación que tiene con su madre». Es
una técnica que sólo debe usarse si se tiene
formación en psicoterapia y en ese contexto,
no en una entrevista clínica normal. El
paciente tiene que estar a punto de contactar
con esos sentimientos, porque si no rechaza-
rá la interpretación y su efecto será contra-
producente (aumentará las resistencias).
Tampoco debe usarse como antagonismo (p.
ej., «si usted fuera más comprensiva no ten-
dría tantos conflictos»).
37Parte exploratoria de la entrevista
La formación de los profesionales sanita-
rios es fundamentalmente biológica y eso
influye mucho en la manera en que se ense-
ña a elaborar las preguntas para obtener la
información clínica. La mayoría de las veces,
estas preguntas no obedecen a un proceso
abierto a una gran incertidumbre –como es
la realidad de la entrevista–, sino a la manera
en que el profesional se construye sus pro-
pias hipótesis y trata de corroborarlas me-
diante el interrogatorio. Por eso, la tendencia
habitual es elaborar preguntas que tengan
respuestas de «sí» o «no», para contrastar las
hipótesis preelaboradas. Las preguntas cerra-
das tienen el inconveniente de que facilitan
en demasía la respuesta y pueden contestar-
se sin ningún esfuerzo para pensarlas, o sim-
plemente diciendo lo que creen que el profe-
técnicas para obtener información específica
1. Preguntas abiertas: obligan al paciente a res-
ponder con una frase entera y que no encierra
en sí misma sugerencias (p. ej., «¿cómo se sien-
te?, ¿cómo son esas crisis?». Uno de los principa-
les errores que se debe evitar es añadir coletillas
finales (p. ej., «¿cómo se siente?, ¿triste?»), con lo
cual la convertimos en una pregunta cerrada
2. Menú de sugerencias: son preguntas que encie-
rran en su formulación un mínimo de 2 (a veces,
3 o más) sugerencias. Por ejemplo, «los proble-
mas de sueño que tiene, ¿en qué consisten: le
cuesta conciliar el sueño, se despierta a media
noche o se despierta pronto por la mañana?».
Los errores que se deben evitar son: a) hacer
una única sugerencia, ya sea porque el paciente
nos interrumpe o porque no se nos ocurren más
(p. ej., «era como una punzada o...?»). Siempre es
posible la coletilla «o todo lo contrario», coletilla
que evita este error, y b) formular menús de
sugerencias que en sí mismos contengan la res-
puesta que esperamos del paciente y no las que
no nos interesen (p. ej., «este bajo ánimo, ¿lo
tiene desde hace días, semanas?», con lo cual
excluimos largos periodos de tiempo)
3. Preguntas cerradas: pueden ser respondidas
con un monosílabo (p. ej., «¿le ocurre más por
las mañanas?», «¿ha perdido el apetito?»). Los
errores que se deben evitar son: a) basar el exa-
men verbal sólo en este tipo de preguntas, por-
que se pierde mucha información (deben com-
plementarse con técnicas de apoyo narrativo y
siempre después de probar preguntas abiertas y
menús de sugerencias), y b) evitar concatenacio-
nes, varias preguntas cerradas encadenadas y
rápidamente contestadas por el paciente en la
dirección que el entrevistador le sugiere (p. ej.,
«¿tiene dificultades para dormir? y «poco apetito
y algo de pérdida de peso, ¿verdad?»)
Tabla 4. Proceso de preguntas recomendado para obtener información
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 37
38 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
Hay dos técnicas que deben evitarse en esta
fase de la entrevista clínica, porque alteran
mucho la relación médico-paciente. Aunque ya
las hemos comentado superficialmente, vale la
pena detenerse algo más en ellas.
• Antagonismo: conducta verbal o no verbal
que opone, critica, o culpabiliza la conducta
o emociones del paciente. Es muy frecuente
en la relación asistencial, sobre todo bajo la
forma de culpabilidades, cuando el paciente
no hace lo que le recomendamos (p. ej., «si
no toma el tratamiento va a estar peor de la
depresión, usted sabrá lo que hace, yo ya le
he avisado»). Debilita la relación asistencial y
favorece el mal cumplimiento de los trata-
mientos. Si tenemos que criticar la conducta
de un paciente (y a veces puede ser conve-
niente), es preferible hacerlo en la fase reso-
lutiva, una vez explorado, y hacerlo con
empatía, no culpabilizando, para evitar ses-
gos y actitudes poco colaboradoras (p. ej.,
«veo que no ha mejorado nada de la depre-
sión. Por otra parte, ya me ha dicho que no
toma el tratamiento. Yo creo que no va a
poder mejorar si no toma un antidepresivo.
Usted tiene que elegir entre continuar así o
seguir el tratamiento»).
• Seguridades prematuras: son respuestas
tranquilizadoras, ofertadas de forma prema-
tura, sin ninguna base científica («todo se
solucionará», «ya verá como irá bien»). Es una
respuesta utilizada por el entrevistador para
no tener que profundizar en las emociones
del paciente y equivale a un rechazo educa-
do, ya que sólo tranquilizan al profesional,
no al paciente. Lo recomendable es usar la
empatía («entiendo que lo está pasando mal
en estos momentos previos a la operación»)
o comunicar con rigor: «le he informado de
los porcentajes de riesgo de esta operación.
Con todo, yo creo que el coste-beneficio
hace que sea recomendable operarse, aun-
que usted es quien decide».
Independientemente de las técnicas, hay
una serie de conductas que no son recomen-
dables en la fase exploratoria (tabla 5).
errores en la parte exploratoria de la entrevista(Neighbour, 1998; Borrell, 1989)
• No saludar. Darle un recibimiento impersonal
• Dar por sobreentendido el motivo de la consulta
(p. ej., «¿viene por la depresión, no?»
• No dejar hablar al paciente, con interrupciones
y excesiva dirección (lo que se denomina «alto
control» del profesional)
• Preguntar demasiado y excesivamente rápido,
sin aprovechar la propia elaboración realizada
por el paciente. La información así obtenida es
menos relevante
• Conducir de tal manera la entrevista que obten-
gamos los materiales que deseábamos obtener,
pero no los más adecuados ni los más relevantes
a efectos del cuidado del paciente. Este sesgo de
la entrevista, generalmente inconsciente, hacia
lo que el profesional está buscando es una de las
principales fuentes de error médico
• Entremezclar la exploración de los problemas del
paciente con recomendaciones o ins-trucciones
propias del final de la entrevista
Tabla 5. Errores habituales en la fase exploratoria
sional desea oír. Además, impiden que se
emitan matices. Por ejemplo, un paciente a
quien se le pregunta «¿está triste?» puede res-
ponder simplemente «no», aunque se tengan
sensaciones diferentes a lo normal pero que
no sean realmente tristeza. En general, se
recomienda seguir el proceso que se resume
en la tabla 4.
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 38
39Parte exploratoria de la entrevista
Los momentos iniciales de la entrevista son
cruciales para su desarrollo. Para entrar en
empatía con el paciente y realizar una entre-
vista adecuada, se recomienda dejar hablar
primero al enfermo, estar atento a lo que no
se dice y atender los signos no verbales de
aprobación. Cuando se sepa todo lo que el
paciente quiere, hay que tratar de negociar
los contenidos de la consulta, dejando opor-
tunidad para abordar en otro momento los
asuntos que queden pendientes. Las técnicas
de apoyo narrativo pueden ser útiles para
facilitar el relato del paciente o para favore-
cer la elaboración de percepciones, emocio-
nes o ideas. La información específica se
obtiene de forma más fiable siguiendo un
proceso desde preguntas abiertas a pregun-
tas cerradas, basándose en la máxima de que
cuanto más tenga que pensar la respuesta el
paciente, más fiable será ésta.
conclusiones
06 habilidades 28/10/08 10:20 Página 39