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Análisis comparado y evaluación de la cantidad de carbono secuestrado en los productos de madera en España bajo el marco del Protocolo de Kioto

CANALS REVILLA, G1

1Universidad de Vigo.

Resumen Los productos de madera juegan un importante papel en la lucha contra el cambio climático por su capacidad de retener el CO2, durante el crecimiento del árbol en forma de madera. Esta tesis doctoral, defendida en 2010 con la calificación de Sobresaliente Cum Laude, cuantifica por primera vez en España el carbono retenido en los productos de madera, y con mayor detalle, en el sector del tablero español. Esta investigación se basa en la metodología internacional desarrollada por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (Intergovenmental Panel on Climate Change, IPCC) en el marco del Protocolo de Kioto, a semejanza de otros estudios llevados a cabo en países de nuestro entorno. Los resultados de la tesis doctoral apuntan a que el carbono retenido por la industria de la madera anualmente equivale al 3-4% de las emisiones de nuestro país. Es decir, equivale a las emisiones de dos millones de coches que circulen 15.000 Km. por año. Estos datos muestran que si se incluyeran los productos de madera en la contabilización nacional anual como almacenes de carbono, además de una mejora del perfil de emisiones de nuestro país, se podrían generar beneficios en la gestión de las masas forestales, así como influir en la política energética, incrementar las tasas de reciclaje de madera, impulsar la construcción sostenible, e incluso, potenciar la creación de empleo en zonas rurales. Palabras clave Cambio climático, productos de madera, sumideros de carbono, contabilización y metodología.

1. Introducción En 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto

(UNFCCC, 1998), a poner en marcha un conjunto de medidas con el fin de reducir los gases de efecto invernadero (GEI). En 1998 en una reunión internacional de un grupo de expertos de IPCC, que tiene lugar en Dakar (Senegal), se inicia el debate sobre la necesidad de incluir los productos de madera (Harvested Wood Products, HWP), como sector anexo al conjunto silvícola e indisociable de la gestión forestal, en la contabilización total de las emisiones de GEI de un país (BROWN et al, 1999; EGGERS, 2002). Asimismo se apuesta por que ha de realizarse, metodológicamente, en armonía con otros desarrollos del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC, 2000; IPCC, 2003). Este hecho supone un reconocimiento a la importancia que los productos de madera tienen en el Cambio Climático, como almacenes temporales de carbono. Esto se justifica en que los árboles en los montes, a través de la fotosíntesis, consiguen fijar CO2 atmosférico, y retenerlo en su madera. Una vez se corta y se transforma esa madera en un HWP, ese CO2 queda almacenado durante

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la vida útil de ese producto, y por lo tanto, podemos decir que actúa como un almacén temporal.

El interés de desarrollar esta tesis doctoral surge, fundamentalmente, por la importancia

que los HWP están adquiriendo en las negociaciones internacionales en el marco de Kioto, así como en las posteriores decisiones que se han ido tomando en las Conferencias de las Partes (Conference of the parties, COP). De hecho, la Unión Europea en la última COP de Copenhague y de Cancún, ha mantenido una posición de apoyo a la contabilización de los HWP para el siguiente acuerdo marco en materia de emisiones. Además, es pertinente señalar la necesidad de esta investigación, ya que hasta ahora en España no se había realizado ninguna contabilización del carbono retenido por los HWP bajo metodología internacional, a diferencia de otros países de nuestro entorno. Se estima que las conclusiones de esta tesis doctoral demuestran las consecuencias positivas que se derivarían de la inclusión de los HWP en el balance nacional de emisiones y, por tanto, su importancia a nivel nacional para la industria forestal y los montes. Esto podría generar un nuevo valor añadido en aquellas regiones con un sector forestal potencialmente pujante.

Al objeto de llevar a cabo esta contabilización de los HWP, se han realizado dos

análisis. En primer lugar, se ha estimado la fijación de carbono del sector de la madera en España de 1990 a 2006. Entendiendo por HWP los siguientes: madera en rollo, madera aserrada, tableros de madera y papel. Para realizar esta estimación se han utilizado, tal como indican las Directrices IPCC 2006, los tres enfoques de contabilización reconocidos: el de variación de stocks, el de la producción y el de flujos atmosféricos. Y en segundo término, se ha tomado la decisión de centrar el análisis de este estudio en el sector del tablero español de partículas y de fibras, ya que es una industria de la madera con una notable implantación en nuestro territorio y con una capacidad productiva importante en el entorno europeo. El sector del tablero es un eslabón intermedio que vertebra, hoy en día, la cadena productiva de los HWP. Conecta el mundo forestal y la industria de aserrío con la fabricación de productos finales como son el mueble, las puertas, suelos, revestimientos, etc. Además es un sector clave porque tiene unos registros estadísticos bien elaborados y de alta fiabilidad, por lo que este estudio nos puede reportar datos de mucho interés para posteriores análisis. Es además, un sector interesante en sí mismo por la gran cantidad de madera reciclada que reintegra en su cadena productiva a diferencia de su entorno europeo, y por tanto, obtendremos una situación de fijación de carbono diferente y que requerirá quizás de otra valoración. 2. Objetivos

Esta tesis doctoral surge con el objeto de emprender una nueva vía de de investigación

de carácter nacional sobre la contabilización del carbono retenido en los HWP, a semejanza de otros países de nuestro entorno. En segundo término, evaluar si es posible realizar una contabilización precisa del sector de tableros español, como primera etapa de investigación en esta materia. Por último, determinar las posibles repercusiones que esta contabilización de los HWP pudiera traer consigo sobre la gestión forestal, gestión de residuos, y otras políticas medioambientales.

3. Metodología

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Este trabajo de investigación ha seguido la metodología de cálculo internacional

aplicada por el IPCC, recogida en sus Directrices 2006, en el capítulo 12, del volumen de AFOLU (Agricultura, Forestal y otros usos del suelo). Con el fin de poder contabilizar los distintos HWP, la metodología de IPCC indica que se haga mediante la contabilización de los productos semi-elaborados o semi-terminados, esto es, madera en rollo de uso industrial, que se utiliza para hacer productos tales como madera aserrada, chapa, tableros derivados de madera, partículas, pasta y papel, y también leñas (SKOG & NICHOLSON, 1998; IPCC, 2006). El período analizado en esta tesis doctoral corresponde a los años 1990-2006.

Los expertos de IPCC han desarrollado tres enfoques metodológicos, que conllevan

diferencias notables entre la forma de contabilización de los países productores y consumidores de madera (SKOG, 2008; BOWYER et al, 2010). Esta contabilización ha de ser homogénea y comparable entre los distintos países. Los tres enfoques metodológicos propuestos son:

Producción ( Production approach)

Variación de stocks (Stock change approach)

Flujos atmosféricos (Atmospheric-flow approach)

Además, existe un cuarto enfoque, no utilizado en este trabajo, que es el enfoque por

defecto (Default approach, Figura 1). Esta aproximación no considera que los productos almacenen carbono durante su vida útil. Es decir, una vez cortada la madera, la totalidad del carbono retenido en la misma se oxida y retorna a la atmósfera en forma de CO2 en el país donde se realiza el aprovechamiento forestal en ese mismo año. Por tanto, los productos de madera no se incluyen ni contabilizan en el inventario nacional de emisiones.

Produción madera

Residuos forestales

Crecimiento del monte

Atmósfera

Límite del sistema

Límite nacional

Flujo de carbono a través del límite del sistema

Figura 1. Enfoque por defecto (IPCC default approach)

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El enfoque de la producción (Production approach, Figura 2), estima las variaciones de carbono tanto en el monte como en los productos de madera que se producen a partir de la madera nacional.

Producción madera

Residuos forestales

Crecimiento del monte

Atmósfera

Límite nacional

Descomposición de la madera crecida en el país

Flujo de carbono a través de la frontera del sistema

Límite del sistema

Otro flujo de carbono

Exportación

Importación

Figura 2. Enfoque de producción (IPCC production approach)

Las emisiones de la madera cortada serán cuantificadas en el momento de su corta. Mientras que las emisiones de los HWP serán cuantificadas en función de su vida útil y su proceso de descomposición, es decir, la emisión se retrasará tantos años como esté en servicio ese producto de madera, contabilizándose esos años como un almacén temporal de carbono. El carbono que contienen los HWP elaborados a partir de la madera nacional que vayan destinados a mercados de exportación, se contabilizará en el país donde se produjeron éstos. Es decir, el país que genera la madera deberá contabilizar el stock de carbono de los HWP, aunque ese producto se utilice en el propio país o se destine a exportación. En caso de ir al mercado de exportación, el país productor tendrá que rastrear esos flujos hasta su descomposición. Por el contrario, un país que importe HWP no los contabilizará en su stock. Este enfoque, por tanto, prima en su contabilización a aquellos países netamente exportadores de HWP como pueda ser Suecia.

Bajo esta aproximación metodológica se promueve la conservación de las masas

forestales como sumideros de carbono y la gestión forestal sostenible, ya que la disminución de los stocks o almacenes de carbono forestales supondría un aumento de las emisiones netas en el inventario nacional y viceversa. Asimismo, cabe señalar que con este enfoque no se promueve la deforestación, porque las emisiones se contabilizan allí donde ocurren. No obstante, la gran dificultad que conlleva es la capacidad de rastrear y cuantificar la vida útil y la eliminación de los productos más allá de sus fronteras.

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El enfoque de variación de stocks (Stock Change Approach, Figura 3), estima el cambio neto de los stocks de carbono en el monte y en el conjunto de productos de madera, considerando que el límite del sistema es el país.

Descomposición de los productos de madera consumidos

Produción madera

Residuos forestales

Crecimiento del monte

Atmósfera

Límite nacional

Flujo de carbono a través de la frontera del sistemaLímite del sistema

Otro flujo de carbono

Exportación

Importación

Figura 3. Enfoque de variación de stocks (IPCC stock change approach)

Este enfoque considera que los cambios de stock en el monte ocurren en el país productor, es decir, donde se encuentra la masa forestal, mientras que los cambios de los stocks de los HWP se contabilizan en el país donde se consumen los mismos. Es decir, los cambios en los stocks son contabilizados por el país en el que suceden. La exportación de madera disminuye el almacén nacional de carbono contenido en los productos de madera. Por el contrario, toda importación de madera aumentará este stock, que desde un punto de vista del inventario, puede considerarse como una absorción o stock de carbono. En cuanto a la descomposición de los distintos HWP al final de su vida útil, en el caso de los productos procedentes de importación o madera importada, éstos se contabilizarán donde tengan lugar, es decir, en el país donde termina su vida útil. Para esta aproximación, el stock de carbono de los productos de madera de un país se calcula sumando el carbono de la producción doméstica de la madera y las importaciones, y restando las exportaciones.

Bajo esta aproximación metodológica se promueve la conservación de las masas

forestales como sumideros de carbono y la gestión forestal sostenible, ya que la disminución de los stocks de carbono forestales supondría un aumento de las emisiones netas en el inventario nacional y viceversa. Análogamente al enfoque de la producción, cabe señalar que con éste tampoco se promueve la deforestación, porque las emisiones se contabilizan allí donde ocurren. Por otro lado, esta aproximación metodológica, tal como se apuntó en la reunión de expertos de Dakar (BROWN et al, 1999), si que genera incentivo a que el país consumidor de HWP contabilice los productos de madera como almacenes de carbono. Este enfoque, por tanto, prima en su contabilización a aquellos países principalmente importadores de HWP como pueden ser Holanda o Reino Unido en Europa.

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El enfoque de flujos atmosféricos (Atmospheric Flow Approach, Figura 4) de CO2 entre la biosfera y la atmósfera, contabiliza las emisiones actuales y las absorciones dentro de los límites dónde y cuándo ocurren.

Producción madera

Residuos forestales

Crecimiento del monte

Atmósfera

Límite nacional

Exportación

Importación

Descomposición de los productos de madera consumidos

Flujo de carbono a través de la frontera del sistemaLímite del sistema

Otro flujo de carbono

Figura 4. Enfoque de flujos atmosféricos (IPCC Atmospheric-flow approach) Las emisiones brutas de los aprovechamientos de madera en rollo y de la

descomposición de los productos de madera se contabilizan en el país consumidor. Mientras que el crecimiento de los bosques se contabiliza en el país productor. Cualquier emisión asociada a los almacenes de carbono que cruce el límite del sistema, se transfiere de un inventario nacional a otro. Al contrario que en el caso de variación de stocks, los países consumidores no aumentarán su stock de carbono por la importación pero deberán seguir y contabilizar las emisiones de los productos importados. Si la madera se produce y consume domésticamente, no hay ningún cambio en la asignación de las emisiones.

Este enfoque, a semejanza de los otros dos anteriores, promueve la gestión forestal

sostenible en términos generales. No obstante, cabe señalar que la madera que se exporte procedente de gestión forestal sostenible, sí que puede ser un incentivo para el país que la exporta porque es el que contabilizará las toneladas de carbono contenidas en estos HWP exportados. Por el contrario, para el país que la importa, esto no supone un incentivo porque lo que contabilizará serán las emisiones de dichos HWP. Es relevante destacar, tal como se apuntó en la reunión de expertos de Dakar, que este enfoque podría promover la deforestación. Si la madera procedente de deforestación se exporta, ese carbono se contabilizará en el país importador y no en el exportador. Por ello, se apuntaba la necesidad de incluir alguna regulación adiccional para evitar este efecto perverso de la metodología.

Además, estos enfoques metodológicos pueden tener diferentes implicaciones en los

países importadores y exportadores, dependiendo de si se trata de un país que tiene limitación de las emisiones cuantitativas, es decir, países desarrollados o Partes del Anexo I, según el Protocolo de Kioto.

Estos métodos, dependiendo de su nivel de detalle, se clasifican por nivel 1, 2 y 3, en

orden de complejidad. En este estudio se hizo un primer análisis de nivel 1 y nivel 2 para toda la cadena de transformación de la madera nacional, basándose en los datos que anualmente recoge la FAO en su departamento de estadística forestal. De esta manera, IPCC permite a todos los países que así lo deseen, hacer una primera aproximación en el cálculo de los

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almacenes o emisiones de carbono generados por sus HWP. Esta contabilización se podrá llevar a cabo aplicando los tres distintos enfoques metodológicos descritos anteriormente a través de algunas variables auxiliares. El cálculo se basa en los stocks históricos de productos de madera en los países (calculados en función de la producción, importaciones y exportaciones históricas de los productos de madera) y las vidas útiles asociadas a su uso. Todos los datos de producción, de importación y de exportación están disponibles en las bases estadísticas de la FAO, mientras que IPCC proporciona los valores por defecto de las vidas útiles o medias de cada categoría de productos. Es preciso indicar que, en el nivel 1 se han aplicado las vidas por defecto proporcionadas por IPCC, mientras que en el nivel 2 se ha utilizado información proporcionada por la industria nacional y los distintos usos de los productos. Es necesario, además, transformar todos los datos a unidades de masa de carbono, y para ello se utilizan los factores de conversión proporcionados por IPCC. Las variables intermedias a las que se ha hecho mención son las siguientes:

1A: diferencia de stocks anual en los productos de madera en uso en el país (en

toneladas de carbono). Estos productos de madera provienen del consumo doméstico del país, se trata de la producción nacional de madera, a la que se le imputan las importaciones y se le restan las exportaciones de madera.

1B: diferencia de stocks anual en los productos de madera en descomposición en el país

(en toneladas de carbono). Estos productos de madera provienen del consumo doméstico del país, y ya están en desuso y por ello, en proceso de descomposición. Se estiman como la producción nacional de madera, a la cual se le suman las importaciones y se le restan las exportaciones de madera que hoy en día está en proceso de descomposición.

2A: diferencia de stocks anual de los productos de madera en uso en el país y que

provienen de la producción nacional de madera (en toneladas de carbono). Esta variable se estima como la variación del stock de carbono procedente únicamente de los productos de madera que se han fabricado con madera del país. En este caso todos aquellos productos o madera de importación se consideran cero.

2B: diferencia de stocks anual de los productos de madera en descomposición en el país

y que provienen de la producción nacional de madera (en toneladas de carbono). Esta variable se estima con la variación de stocks de carbono de aquellos productos que se fabricaron con madera nacional y nunca importados, y en estos momentos están en desuso y proceso de descomposición.

PIM: cantidad de carbono contenida en las importaciones anuales de productos de

madera al país declarante, incluido todo el material basado en la madera: madera en rollo, productos macizos, papel, pasta y papel recuperado.

PEX: cantidad de carbono contenida en las exportaciones anuales de productos de

madera desde el país declarante, incluido todo el material basado en la madera: madera en rollo, productos macizos, papel, pasta y papel recuperado.

H: carbono contenido en las cortas anuales de madera en rollo para transformarse en

HWP, incluyendo la corteza así como la madera que se empleará como combustible o leña.

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Una vez estimadas estas siete variables, es posible calcular el stock o almacén de carbono según los tres métodos vistos anteriormente (FCBA, 2008):

Enfoque de variación de stocks: ∆CO2 = 44/12 × (1A + 1B) Enfoque de producción: ∆CO2 = 44/12 × (2A + 2B) Enfoque de flujos atmosféricos: ∆CO2 = 44/12 × (H – ∆CHWP DC) En relación al cálculo de los productos de madera en desuso, y por tanto en proceso de

descomposición (variables 1B y 2B), en el nivel 1 IPCC asume que no hay datos suficientes registrados en la FAO y no se cuantifica. En el nivel 2 se han cuantificado, a partir de los registros estadísticos de vertederos de carácter nacional proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La estimación de las variables anteriormente descritas de forma general se lleva a cabo de acuerdo con las ecuaciones y cálculos descritos en el capítulo 12 del volumen 4: Agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU), de las Directrices de IPCC 2006 (IPCC, 2006).

En segundo término, se ha realizado, bajo un método de nivel 3, una evaluación de la

fijación de carbono en el sector del tablero español de partículas y de fibras (IPCC, 2006; LIPPKE et al, 2010). A tal efecto, se han utilizado datos estadísticos proporcionados por la propia industria de transformación, así como modelos de vidas útiles y aplicaciones aportadas también por el sector. Este nivel de detalle se ha podido aplicar a los tableros, ya que se trata de un sector que tiene unos registros estadísticos bien elaborados y de alta fiabilidad, por lo que este estudio nos puede reportar datos de mucho interés para posteriores análisis. Al realizar una primera evaluación de este sector, conseguimos un acercamiento inicial a una parte importante de la cadena productiva, y por tanto, una aproximación interesante, con objeto de poder llevar a cabo la contabilización global de los productos de madera en España en un estudio posterior.

Debido al elevado número de variables de entrada y a la marcada recurrencia en las

formulaciones, en este trabajo se ha optado por la simulación por ordenador, aplicando el método de Monte Carlo, para contrastar los resultados obtenidos. Los llamados métodos de Monte Carlo, también utilizados en estudios previos como SKOG et al (2004) ó DIAS et al (2007), son algoritmos computacionales que recurren a un muestreo aleatorio y repetido, para calcular el resultado de una ecuación. En este estudio, en concreto, se han realizado 5.000 iteraciones utilizando el software MATLAB ®.

4. Resultados

Como se puede observar en la Figura 5, el enfoque que mejores resultados ofrece de

fijación de carbono en los productos de madera, tanto en el nivel 1 como en el nivel 2, es el de variación de los stocks, con un valor máximo de 3 millones de toneladas de carbono en el año 2000. Esto parece lógico, si se tiene presente que España es un país importador de madera más que exportador.

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Figura 5. Resultados de los tres enfoques metodológicos en el nivel 1 y nivel 2 (izquierda y derecha respectivametne), desde 1990 hasta 2006, en toneladas de carbono

Los resultados que ofrece el enfoque de la producción son algo inferiores a los de

variación de stocks, porque para su cálculo se contabilizan sólo aquellos productos elaborados a partir de madera nacional, es decir, no se tienen en cuenta los productos ni la materia prima procedentes de otros países. Tanto el enfoque de variación de stocks como el de la producción generan resultados positivos, es decir, los HWP se comportan como almacenes de carbono. Por el contrario, el enfoque de flujos atmosféricos registra valores negativos desde 1991, es decir, hasta esa fecha los productos de madera constituyen almacenes de carbono, pero es a partir de ese año cuando se convierten en fuentes emisoras de carbono. Esto es debido a la contabilización de los productos de importación y exportación en el sistema de cómputo del almacén de carbono.

Los resultados de nivel 3 en el caso de los tableros, como se observa en la Figura 6,

indican que el enfoque más beneficioso sería también el de variación de stocks (alcanzándose valores próximos al millón de toneladas anuales de carbono), salvo cuando la capacidad de exportación de la industria sea notable, a través de procesar madera nacional. Estos resultados aportan una dispersión muy baja, de acuerdo a lo que indican sobre estos análisis las Directrices de IPCC (SKOG et al, 2004; DÍAS et al, 2007).

Figura 6. Resultados de los tres enfoques metodológicos en el nivel 3, desde 1990 hasta 2006, en toneladas de carbono

Si comparamos los resultados numéricos, cabe destacar que los dos enfoques que proporcionan mayores cantidades de carbono fijado en los HWP en el período analizado, de 1990 a 2006, son el de variación de stocks y el de la producción, con unos valores máximos

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en el año 2006 de 960.000 y 1,10 millones de toneladas de carbono, respectivamente. No obstante, cabe señalar que si analizamos las tres curvas, las diferencias en los resultados de entre los tres enfoques no son muy notables a lo largo de estos años. El enfoque de variación de stocks es el que genera una mayor contabilización de carbono en los productos de madera desde 1990 hasta 2002 (con un valor máximo de 855.000 toneladas de carbono en 2000). En los últimos cuatro años analizados, sin embargo, el enfoque de la producciones el que genera mayores valores de carbono, superando desde 2004 hasta 2006 el millón de toneladas anuales de carbono.

Estos resultados parecen indicar la importancia de las exportaciones del sector de

tableros español en esos años, y debido a ello, el enfoque que mejores resultados proporciona es el de la producción, que contabiliza a aquellos productos en uso y en proceso de descomposición elaborados a partir de madera nacional, y que se comercializan tanto en el país como fuera de él. Ahí es donde radica la clave de sus elevados valores, ya que como se puede observar en los datos de partida, se trata de un sector industrial que consume poca madera de importación respecto al total de sus consumos, y además, exporta gran cantidad de producto todos los años. Cabe destacar, además, que la fijación de carbono por el enfoque de la producción es creciente en el período analizado. Esto puede deberse, por un lado, a que en las últimas décadas la necesidad de importar madera para la producción de tableros ha ido disminuyendo notablemente, y por otro lado, a que los productos en desuso se han ido incrementando, y por tanto también el almacén de carbono.

Los resultados muestran que la aplicación de un método de nivel 3 es posible de

acuerdo a las Directrices de IPCC, si se tienen unos datos iniciales precisos y se modeliza correctamente la utilización de los productos. El análisis estadístico muestra que los resultados de nivel 3 presentan una menor dispersión debido a la mayor precisión de los datos de partida, frente a los análisis llevados a cabo en el nivel 1 y 2.

5. Discusión

Más allá de los resultados obtenidos, se deben de tener en cuenta otros factores en la

evaluación de los enfoques como indican otros estudios internacionales, tales como las consecuencias sobre la gestión forestal, la bioenergía, la gestión de los residuos, el reciclaje, la situación socio-económica y el efecto sustitutorio, la viabilidad y la coherencia con el actual marco de la presentación de informes de emisiones de GEI (FORD-ROBERTSON, 2003; UNECE/FAO, 2008).

a) Gestión forestal Con respecto a la gestión forestal, en todos los estudios analizados, se destaca la

cuestión de si en el caso de optar por un enfoque metodológico u otro, se va a promover la gestión forestal sostenible, o por el contrario, se va a fomentar una no gestión de las masas forestales, o incluso la deforestación. Con objeto de que esto último no suceda, es necesario que no se pueda contabilizar el stock de carbono de aquellos productos que provienen de países donde exista cualquier duda acerca del tipo de gestión forestal que se practica. En varios de los estudios evaluados, se señala que el enfoque de flujos atmosféricos ofrece menos incentivos para la gestión sostenible de los bosques que los otros enfoques, y que incluso, como ya se apuntó en la metodología, podría promover la deforestación. Esto es debido a que la madera procedente de bosques gestionados de forma no sostenible, también puede ser

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exportada, y su carbono contabilizado por el país de destino, mientras que las emisiones que se deriven de su aprovechamiento forestal o no contabilizan, o lo hacen en el país de origen.

En el escenario actual no todos los países tienen que cumplir con las obligaciones de

reducción de emisiones en el marco de Kioto. Por ello, puede hablarse de “países con obligaciones” y “países sin obligaciones”, según pertenezcan o no al Anexo I, pero esta circunstancia puede ser cambiante con el tiempo y su desarrollo. Esta diferenciación puede traer consigo consecuencias negativas sobre la gestión forestal, o por el contrario promover una mejor gestión de las masas forestales, y por tanto, de los HWP, en función también del método final que se decida aprobar para llevar a cabo la contabilización de los HWP en los inventarios nacionales. Teniendo en cuenta las consecuencias a largo plazo de los enfoques, una cuestión importante es el desarrollo de la comprensión global de los compromisos previstos por el Protocolo de Kioto. En el corto plazo, algunos países podrán beneficiarse de la situación asimétrica, fruto de la división entre países con obligaciones y sin obligaciones. Esto podría, sin embargo, cambiar radicalmente cuando el grupo de países con obligaciones vaya en aumento. Las ventajas a corto plazo de algunos países, no deberían, por ello, influenciar la elección del enfoque de contabilización.

Por otro lado, la elección de uno de estos tres enfoques puede, asimismo, generar

consecuencias sobre el mercado de la madera. En este sentido, el enfoque de variación de stocks, podría provocar un aumento en el precio internacional de la madera, debido a que penaliza las exportaciones de ésta. Y podría tener repercusiones de forma distinta dependiendo de los países. Aquellos pertenecientes al Anexo I, tenderán a exportar menos HWP, ya que los utilizarán en su contabilización nacional. Y aquellos países no Anexo I, exportadores de madera, podrían encontrar un escenario propicio en el que poder exportar más productos a precios más elevados, e incluso, aumentar su producción. Esto puede implicar mayores ingresos y más oportunidades de empleo en el sector forestal. Aquellos países del no-Anexo I que sean importadores, no podrán hacer frente al precio internacional de los HWP, y por tanto, tendrán que optar por reducir las importaciones y potenciar la producción nacional.

b) Bioenergía Respecto a la bioenergía, cabe señalar que algunos artículos científicos sugieren que los

árboles son igualmente eficaces en reducir la acumulación de CO2 de la atmósfera si bien actúan como sumideros, o bien, como bioenergía sustituyendo la emisión debida a fuentes fósiles. Esto implica que la estrategia más eficaz mediante la utilización de la superficie forestal con el fin de disminuir el incremento de CO2 en la atmósfera depende de la situación actual de nuestros montes, de la productividad esperada, la eficiencia con que la madera puede sustituir a combustibles fósiles y de la perspectiva temporal del análisis. En el caso de las masas forestal con una gran cubierta forestal y una baja productividad, la estrategia más eficaz parece ser reforestarlos o gestionar la superficie, con objeto de mantener el crecimiento, y por tanto, la retención de carbono. En aquellas superficies forestales en que se espera una elevada productividad, la estrategia más eficaz se estima que sea la de gestionar el monte con el fin de producir madera, y utilizar ésta aplicando el criterio de mayor eficacia posible, tanto en productos de larga duración como en sustitución de combustibles fósiles.

Por el contrario, el estudio suizo (FOEN, 2007) afirma respecto a los HWP que, el uso

en cascada de la madera, considerado en los escenarios de construcción (es decir, utilizar el

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material primero, y por último, tras su vida útil, reutilizarlo energéticamente) produce un balance de CO2 mucho mejor que el uso de energía por sí sola. En esta misma línea se encuentran otros análisis (FLUGSRUD et at, 2001, en los que se señala que en la mayoría de los casos, desde el punto de vista de los GEI, es preferible el uso en cascada de los HWP, en vez de la utilización directa de la madera para energía. En este sentido, este estudio admite que la contabilización de los HWP dentro de los inventarios de GEI como almacenes de carbono, podría servir como incentivo en el uso de la madera como material, y en última instancia, como fuente de energía.

Asimismo, y en este escenario de debate, es posible pensar, o al menos cuestionarse, las

implicaciones sobre la gestión forestal, y otras cuestiones medioambientales, que pueden traer consigo futuros marcos de acuerdos políticos, tanto en el terreno de las energías, de los residuos (PINGOUD et al, 1996; BARLAZ, 2006) como, por supuesto, en cuando a emisiones. En este sentido, en el ámbito de la Unión Europea, recientemente se han tomado importantes decisiones en relación al futuro escenario europeo de producción energética, y en concreto, en relación al desarrollo de las energías renovables, con la estrategia energética de cara a 2020 (EUROPEAN UNION, 2011). Es posible que esta política y sus medidas puedan tener repercusión directa e indirecta en la gestión forestal, y, por tanto, en la industria de la madera.

c) Efecto de sustitución Además, es necesario evaluar el efecto de sustitución de la madera por otros materiales

energéticamente más intensivos. Este aspecto ha sido analizado en otros estudios para los productos de construcción (SCHLAMADINGER & MARLAND, 1996).

En el caso de Suecia, se compara un edificio construido con una estructura de madera

con otro de hormigón. Los resultados muestran que la energía primaria que necesita la solución en madera es mucho menor que la de hormigón. Por otro lado, las emisiones de CO2 son significativamente inferiores en el caso del edificio de madera, debido principalmente a dos razones: por un lado, a la reducción del uso de combustibles fósiles, y por otro, a las emisiones procedentes del proceso de fabricación del hormigón. El factor más importante que afecta a los balances tanto energéticos como de carbono, es el uso de la biomasa en la fabricación de productos de madera, remplazando combustibles fósiles. El análisis de los efectos de los costes energéticos y del carbono en la competitividad económica de los materiales, que permite esta construcción en Suecia mostró que el coste energético para procesar el material es una parte porcentual del coste total del producto acabado, y este era inferior para los productos de madera que para otros productos de construcción tradicionales como hormigón, acero, etc.

6. Conclusiones

Las principales conclusiones fruto de esta investigación son las siguientes: 1- Dado el balance de los acuerdos internacionales en las recientes cumbres mundiales,

todo indica que la contabilización de HWP va a ser obligatoria en el próximo acuerdo marco, tal como está, entre otros, impulsando la UE. En este sentido, cada país firmante deberá realizar una cuantificación oficial de sus HWP.

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2- La situación metodológica a la que se llegue en un futuro cercano, ha de ser capaz de dar respuesta a planteamientos muy controvertidos, como los que se han manifestado en los distintos informes, y entre los que cabe destacar la necesidad de: ser capaz de promover la gestión forestal sostenible; evitar distorsiones de mercados de la madera, potenciando a países Anexo I frente a los no incluidos en el Anexo I; mantener la cadena de valor y el uso en cascada de los HWP, generando de esta forma mayor valor añadido; ser consistente y compatible con el sistema de contabilización desarrollado para otros sectores industriales en el marco del Protocolo de Kioto.

3- A tenor de los resultados que ofrecen los métodos de nivel 1 y 2 de toda la cadena de

transformación de los HWP, según el enfoque de la variación de stocks o del de la producción, y comparándolo con las emisiones de España según los datos del Ministerio de Medioambiente, la fijación de los HWP equivale en torno al 3-4% de las emisiones anuales del país. Hasta ahora España no ha tenido presente a los HWP ni de forma voluntaria en sus inventarios de GEI. No obstante, y a la luz de los resultados de esta investigación debiera plantearse la conveniencia de poder incluir a los HWP en sus comunicaciones oficiales con objeto de mejorar el perfil de emisiones del país y, asimismo, hacer visible que los HWP tienen la capacidad de almacenar importantes cantidades de carbono anualmente.

4- A la luz del os resultados obtenidos, se puede estimar que una mayor gestión de

nuestras masas forestales traería consigo una mayor producción de madera nacional y, por tanto, una clara influencia positiva sobre los resultados que se obtienen según cada enfoque metodológico. En consecuencia, parecería oportuno que se analizara esta problemática en detalle en posteriores investigaciones, de cara a desarrollar políticas coordinadas de gestión forestal y cambio climático.

5- Asimismo, en relación al reciclaje de la madera y sus productos derivados, tal como

recogen los distintos estudios analizados, parece necesario que la solución metodológica que se elija como definitiva, opte por potenciarlo frente a otras opciones de gestión, ya que el optar por un uso en cascada de los productor de madera, tal como indican algunos de los trabajos revisados, implica que el carbono esté retenido en forma de producto durante más tiempo.

6. La planificación y gestión de los almacenes de carbono que se forman en vertedero

de manera temporal debe hacerse de manera coherente con las políticas internacionales y nacionales de gestión de residuos, y no potenciar el incremento de metano en la atmósfera. Dichos almacenes pueden representar una importante reserva acumulativa de carbono, pero puede optimizarse en gran medida potenciando el papel como reservorio de carbono en productos en uso, así como su reciclaje tantas veces sea posible. No obstante, por la importancia que tiene el carbono acumulado por los productos fuera de uso, como se ha recogido en los diversos estudios internacionales analizados (BARLAZ, 2006), resulta adecuado que se evalúen las consecuencias a largo plazo de la contabilización de los HWP. Parece necesario analizar la posibilidad de que estos almacenes en vertederos se saturen o incluso se transformen en emisiones en el largo plazo, con el objeto de poder tomar las decisiones que se consideren oportunas, de cara a evitar un aumento de las emisiones.

7- Además de todo lo anterior, se estima de gran interés poder desarrollar esta

metodología de nivel 2 o 3 para el sector del aserrío, que sobre el papel debería ser una industria con gran capacidad de retención de carbono, máxime si consideramos las

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potenciales utilidades, fundamentalmente el uso estructural de la madera, en cuyo caso este material goza de vidas útiles más largas.

Y, por último, cabe destacar el carácter totalmente innovador de este trabajo de

investigación, dado que no existen hasta el momento otros estudios nacionales que evalúen y cuantifiquen la cantidad de carbono que almacenan temporalmente los productos de madera, mediante el empleo de alguna metodología internacional reconocida. Y, además, este trabajo puede constituir el inicio de nuevas líneas de investigación en la importante lucha contra el cambio climático y políticas activas para mitigarlo.

7. Agradecimientos

Quiero agradecer a la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros por toda la

información que me ha proporcionado así como el apoyo técnico y humano recibido, a la Universidad de Vigo por la posibilidad de realizar este trabajo y a todos los colaboradores que en distinta medida han hecho factible este estudio así como a mi familia. 8. Bibliografía

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