EMOCIONA’T

FEBRERO N. 06

ESPACIOS Y TE-RRITORIOS

2017-2018 Editor: Silvia Saiz Autors: M.M. Conangla & J. Soler

Newsletter de Ecología Emocional

http://www.ecologiaemocional.org/Inici / Fundació Àmbit Ecologia Emocional

ÁREA EE: ESPACIOS Y TERRITORIOSLa principal tarea del hombre en la vida es darse na-cimiento a sí mismo, llegar a ser aquello que poten-cialmente ya es. El producto más importante de este esfuerzo es su propia personalidad.

ERICH FROMM

Las reservas naturales son espacios especiales muy necesa-rios para mantener el equilibrio. Son entornos valiosos que no tienen precio, lugares especiales que nos permiten apreciar la belleza y la maravilla de la vida en su estado más puro.

En nuestro interior también necesitamos estas reservas natura-les, unos espacios protegidos donde sea posible desarrollar sentimientos y valores especialmente frágiles que precisan cui-dados especiales.

La autoconciencia y la comprensión de nosotros mismos es un gran misterio. Lo cierto es que un mapa no es el territorio, sólo una interpretación del mismo. Lo que vemos no es lo que so-mos ni lo que es. Por este motivo, si nos quedamos con un plano antiguo y sin actualizar, probablemente acabemos perdi-dos porque todo cambia y nosotros a vez.

¿Que parte vemos de un iceberg?

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

N.6 1/9

NUESTRO ESPACIO INTERIOR

La Ignorancia del territorio

“Si de toda la confusión verbal resulta una ac-ción clara, ésta vale por diez mil palabras”

KRISHNAMURTI

El espacio interior que tenemos es el que creamos al expandirnos. Determinadas capacidades sólo afloran cuando nos aventuramos a penetrar en zo-nas desconocidas. Ampliamos nuestro territorio inte-rior al abrir la mente, al permitir que entren y salgan emociones e ideas y al arriesgarnos a salir de nues-tra comodidad y rutina. De eso se trata: de aventu-rarnos en nuevos paisajes y practicar nuevas formas de ser y de vivir.

No es los mismo disponer de información que tener conocimiento. La información descontextualizadas o sin actualizar no sirve de nada. Para conocer hay que arriesgarse, aprender, experimentar y vivir. El conocimiento es experiencia emocional vinculada a la acción. Si queremos vivir para la vida.

Los espacios interiores ejercen una gran influencia en nuestras relaciones exteriores. De la mayor o menos implicación de los mismos dependerá nues-tra capacidad de aceptación, adaptación y acción ante los cambios, nuestra valentía a nuestro miedo a asumir riesgos, nuestra confianza emocional, curio-sidad y deseo de explorar.

Cartografía Vital

“Todo territorio necesita un compromiso de man-tenimiento y cuidado”SOLER & CONANGLA

La cartografía vital está formada por el conjunto de mapas mentales y emocionales que elaboramos a partir de nuestras experiencias y memoria emocio-nal. Esta información contiene una carga afectiva que indica zonas de peligro y zonas de exploración y posibles rutas adecuadas. En este mapa se encuen-tran nuestras creencias sobre la vida, el mundo, no-sotros mismos y los demás. En función de esta car-tografía, escogemos los caminos, tomamos decisio-nes y pasamos a la acción.

El laberinto, la búsqueda del centro

La vida es una continua búsqueda de nuestro cen-tro. A veces nos parece haber llegado y gozamos de instantes de perfecta armonía , pero la calma suele durar poco. La vida nos rediseña el laberinto y volvemos a quedar descentrados. Reiniciamos nue-vamente el camino y salvamos nuevos obstáculos.

N.6 2/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

N.6 3/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

Mapas y dragones

“Sólo el que construye el futuro tiene derecho ordenar el pasado.”

FRIEDRICH NIETZSCHE

Desde que nacemos construimos un mapa mental de nosotros mismos, de los demás y del mundo. En él colocamos señales para orientarnos, indicadores de los obstáculos que deberemos superar si reco-rremos de nuevo la ruta, o pistas sobre los mejores caminos, Hay señales de prohibición de paso, de callejón sin salida o de peligro, fruto de experiencias desafortunadas, dolorosas o negativas. Hay señales que indican libertad de paso, recursos disponibles o panorámicas agradables. A veces, en nuestros ma-pas mentales colocamos dragones guardianes. Dragones como “miedo”, el dragón “debes”, el dra-gón “fracaso”, el dragón “qué dirán”, el dragón “ver-güenza”, el dragón “comodidad”, el dragón “sufri-miento”…cada dragón que localizamos es un punto de mejora y una oportunidad de ampliar nuestro te-rritorio. Ahora bien, debemos estar dispuestos a abandonar la zona de seguridad, entrar en los terri-torios inciertos de lo desconocido y enfrentar los miedos, dando la respuesta mejor, más valiente y honesta en cada situación. Cuando nos enfrentamos a los dragones y los miramos de frente, nos damos cuenta de que, en realidad, no existen y que tan sólo han sido un producto de nuestra mente.

GESTIÓ DESADAPTATIVA DEL TERRITORIO

“Vivir no es sólo perder. Vivir es viajar. Dejas unas cosas y encuentras otras. La vida es

maravillosa si no se le tiene miedo”ROSA MONTERO

En nuestra vida personal la gestión del territorio inte-rior es clave. Cuando una persona se siente sin margen de maniobra, sin espacios personales para experimentar, para estar sola, para desarrollar sus intereses o tomar sus decisiones, enferma emocio-nalmente, se ve invadida por la frustración, por el resentimiento o por la tristeza ante la pérdida de par-te de sí misma.

Somos responsables de diseñar nuestro espacio de crecimiento y ahí no hay normas válidas para todos. El sentido de territorialidad puede ser más fuerte o más débil en función de la persona y, por lo tanto, sólo uno mismo sabe cuando la necesidad de espa-cio esta cubierta y cuando necesita más margen de maniobra.

A veces olvidamos que “disponemos de alas”. La primera reivindicación de territorio debe ser interior. Nuestro proyecto de vida es nuestro espacio de cre-cimiento individual, y la persona que somos, el fruto de la ejecución de dicho proyecto.

N.6 4/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

Fronteras y barreras

“No se puede encontrar la paz evitando la vida”

VIRGINIA WOOL

En nuestro mundo emocional a veces levantamos barreras a modo de defensa de un territorio interior que presentimos amenazado porque alguien ha ig-norado o se ha saltado sus límites. Cuando ocurre esto debemos plantearnos si los hemos definido y marcado de forma clara y si los hemos defendido y marcado de forma clara y si los hemos defendido con asertividad, perseverancia y contundencia. Cuando no lo hacemos así, podemos llegar a vivir prisioneros en nuestro territorio personal, constru-yendo fronteras protegidas y zonas fortificadas y ce-rradas a cal y canto para sentirnos a salvo.

Las fronteras y las barreras son consecuencia de la necesidad de protegerse porque uno se siente inse-guro, no confía en el otro, se sabe vulnerable y teme ser herido. Y si bien los límites son necesarios para nuestro “bien vivir”, las fronteras, en este caso, sólo sirven para aislarnos.

En el viaje de la vida se cruzan por muchos pai-sajes emocionales diferentes. Algunos serán muy bellos y otros menos gratos, la metáfora del desierto nos recuerda la importancia de vi-vir-los todos, de aprender lo que cada uno de ellos nos puede enseñar y gestionar las emo-ciones, por desagradables que sean, de la for-ma más adaptativa.

N.6 5/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

GESTIÓ ADAPTATIVA DEL TERRITORIO

“Cerrar los temas pendientes es hacer espa-cio para lo nuevo”

JAUME SOLER

Podemos adoptarnos a nosotros mismos como un paraje especial a proteger y practicar una buena hi-giene diaria liberándonos de las basuras mentales y emocionales que pueden dañar la esencia que nos identifica como únicos.

Los espacios naturales protegidos tienen a menudo límites en lo que se refiere al número y tipología de los visitantes que permiten y tambíén regulan las conductas que podrían dañarlo. Eso mismo debe-ríamos aplicar en nuestros espacios de relación: aquí no vale todo. Hay hábitats que debemos pre-servar especialmente si queremos mantener el bie-nestar emocional: intimidad, soledad, silencio y mis-terio. Pueden ser nuestra ancla interior, un lugar adonde regresar para recuperar nuestro equilibrio cuando el afuera se convierte en caos.

Restablecer el reino de la posibilidad

“El futuro tiene muchos nomares. Para los débi-les es ihnalcanzable. Para los temerosos, lo desunoocido. Para los valientes es la oportuni-dad.”

VICTOR HUGOA veces no conseguimos lo que anhelamos, no tanto porque no tengamos capacidad sino porque no lo creemos posible, y cuando una creencia así se ins-tala en nuestra mente, filtra tan sólo lo que la con-firma, dejando de lado todo lo demás. Así pues, si pensamos “no puedo”, no vamos a poder. Si pen-samos “no es posible”, no va serlo, porque ya ni lo vamos a intentar.

La ecología emocional propone restablecer el reino de la posibilidad. Todo es posible si estamos dis-puestos a invertir tiempo, energía y amor en algo, si creamos sinergias con otros, si no queremos reco-ger inmediatamente los frutos y estamos dispuestos a sembrar para que otras generaciones los recojan.

La vida es un tiempo demasiado breve como para ver determinados sueños cumplidos, pero es inteli-gente apostar por ellos para que nuestros sueños acaben siendo las realidades de nuestros hijos y nietos. Para lograrlo debemos crear las condiciones para provocar el suceso, ampliar los espacios de libertad, esforzarnos y asumir riesgos.

En nuestro interior, donde anidan los sueños, se ha-lla la música, la llave del equilibrio y la semilla de la creación. Busca el camino hasta este CENTRO.

“No te quedes inmóvilAl borde del caminoNo congeles el júbilo

No quieras con desganaNo te salves ahora ni nunca

No te salves”

MARIO BENEDETTI

N.6 6/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

RELATOAUNQUE LA VIDA NOS ARRUGUE

Éste es el relato del día que Juan se encontró a su amiga Carmen en un bar. Él tenia su rostro muy abatido y descargó en ella todas sus preocupaciones: el trabajo, el di-nero, su relación de pareja, su vocación…, todo parecía ir mal en su vida. Se hallaba muy desilusionado consigo mismo. Carmen introdujo la mano en su cartera y le dio cien euros diciéndole:

_ Juan, ¿Quieres este billete? Juan la miró confuso y le dijo: _ Claro, Carmen. Son cien euros, ¿Quién no los quiere? Entonces Carmen cogió el billete y lo arrugó hasta hacer un bolita. Se lo mostró a Juan y le preguntó: _ ¿Y ahora, aún los quieres? _ Carmen, ¿qué tiene que ver?, siguen siendo cien euros. Está claro que los cojo si me los das. Carmen volvió a coger el billete, lo tiró al suelo, lo aplasto con su pie y lo levantó sucio y marcado. _¿Sigues queriéndolo? _preguntó. _ Mira, Carmen, sigo sin entender qué quieres, pero este billete sigue siendo de cien euros esté sucio o aplastado, o sea, que su valor es el mismo y lo sigo que-riendo. _ Entonces, Juan, debes saber que aunque en ocasiones las cosas no van como queremos, aunque la vida nos arrugue o nos pise, seguimos siendo valiosos como siempre hemos sido.

Libro: Emociones: Las razones que la razón ignora Mercè Conangla , Jaume Soler y Laia Soler Conangla

N.6 7/9

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

MI TERRITORIO INTERIOR

El autoconocimiento nos proporciona la base para proyectar-nos en los espacios inciertos, conocernos y reconocer nues-tras imperfecciones, es un paso primordial para confiar en uno mismo, siendo conscientes de que tenemos los recursos para dar respuesta a lo que vaya surgiendo, a los imprevistos, a los nuevos retos. Conocer nuestros puntos fuertes y débiles es importante para saber hasta que punto podemos confiar en nosotros para una cosa u otra. Desarmar la autocrítica, preguntaría ¿qué tipo autocrítica nos aplicamos? ¿la que nos permite crecer y mejorar, o la auto-destructiva?, nos falta tolerancia en nuestros errores y perse-verancia para luchar por nuestros objetivos; nos ofendemos con nosotros cuando no atendemos nuestras necesidades y no defendemos nuestros sueños, ni respetamos nuestros es-pacios y ritmos; también como intolerantes cuando nos ce-rramos a las oportunidades que se nos presentan y nos me-nospreciamos por ser como somos, … no estáis de acuerdo que somos muy duros con nosotros mismos?La autocrítica ha de ser un espacio para la mejora, para que-rernos más y mejor, de este modo seremos capaces de SER, CONFIAR en NOSOTROS y en los DEMÁS.

Usted crea su propio universo a medida que transcurre su vida.WINSTON CHURCHIL

Sílvia Saiz

MI VIVENCIA como alumna del Màster EE

“Un mundo sin sentimientos ni memoria, un mundo sin desati-nos ni sueños puede que fuera menos pertubador que el nues-

tro, pero ¿de verdad merecería la pena vivir en él?”

GUSTAVO MARTÍN GARZO

Área EE: Espacios y Territorios Twitter @EcoEmocional web: http://www.ecologiaemocional.org/

BIBLIOGRAFÍA

1. Conangla M, Soler J. La Ecología emocional. Amat, 2013 2. Conangla M, Soler J. Ecología emocional para el nuevo milenio. Amat, 2014 3. Conangla M, Soler L, Soler J. Emociones: las razones que la razón ignora. Obelisco, 2013 4. Conangla M, Soler J. Corazón que siente, ojos que ven. Zenith, 20135. Conangla M, Soler J. Juntos pero no atados. Zenith, 2013