4. Características del entrevistador
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14 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
3 Características
del entrevistador
Nadie hablaría mucho en sociedadsi comprendiese lo a menudo que se tergiversan sus palabras.
GOETHE. Las afinidades electivas (1809)
Una vez conocidos los aspectos generales de
la entrevista clínica, entramos ahora en definir
las características que debería tener un buen
entrevistador y que se resumen en la tabla 1.
Características superficiales
Cordialidad
Es la proximidad afectiva entre paciente y
profesional, el clima agradable que preside el
encuentro entre dos personas. También es
mandarle al otro el mensaje de que es bienve-
nido, de que estamos a gusto con él. La empa-
tía es más una condición interna (la supresión
de los prejuicios) que se demuestra en forma
de una conducta que no rechaza, mientras
que la calidez es sobre todo una cualidad que
se manifiesta externamente, en forma de una
conducta y expresión agradables. Básicamente,
la calidez se muestra de forma no verbal: cer-
canía al paciente (sin invadir su «espacio per-
sonal»), mirada directa y sonriente, postura
características que debe tener un entrevistador
Cuando se realizan estudios, en cualquier
país del mundo, cuando se pregunta a los pa-
cientes qué prefieren, si un médico experto en
su campo, pero serio y distante, o un profesio-
nal con conocimientos simplemente adecua-
dos pero comprensivo y buen comunicador,
la respuesta es mayoritariamente la misma: los
enfermos quieren un profesional que les
atienda, con el que puedan comunicarse y que
les escuche, antes que una eminencia científi-
ca. Sólo suele existir una excepción: la cirugía.
Si al paciente tienen que operarle, perdona
que el cirujano no presente tanta empatía si es
un profesional competente. En cualquier caso,
el mensaje es que los profesionales, aparte de
enfatizar los aspectos científicos y técnicos de
la profesión, debemos insistir también en los
temas comunicacionales. Pero ¿qué es lo que
convierte a un médico en un buen entrevista-
dor/comunicador?
introducción
03 habilidades 28/10/08 10:17 Página 14
corporal abierta y relajada, habla sosegada y
bien modulada, etc.
Respeto
Capacidad del entrevistador de mostrar al
individuo que su problema le atañe, que le
importa como persona. Implica que no va a
evaluar ni a enjuiciar al paciente, que no se
va a erigir en juez y darle lecciones morales
o de cualquier otro tipo. Un ejemplo es
cuando un paciente nos pide aprobación
por algo que ha hecho y teme que le juzgue-
mos: «Al final he tenido que llevar a mi
madre a la residencia porque no podía
hacerme cargo de ella, no sé lo que pensará
usted, doctor». Lógicamente, una respuesta
respetuosa implica no juzgar ni criticar, aun-
que tengamos otra forma de pensar: «Seguro
que ha hecho lo mejor».
Orden
La sistematización del proceso de entrevista
es imprescindible para asegurarse de que no
se deja de preguntar algo importante. Para
ello, aparte de una mayor o menor estructura-
ción del individuo como rasgo de personali-
dad (hay individuos que son más ordenados
que otros), la única manera de ser ordenado
es utilizar un modelo de entrevista semiestruc-
turada, como el que proponemos en este libro
y se recomienda desde los programas de
comunicación (Borrell, 1989). La flexibilidad
no sería contradictoria con el orden: cuando
existe una idea estructurada de lo que debe
hacerse, se puede ser suficientemente flexible
para adaptar ese orden a cada paciente espe-
cífico. La flexibilidad sin orden es, simplemen-
te, desorden. Nos permitirá modificar la
estructura o contenidos de la entrevista en
dependencia de los datos obtenidos.
Concreción
La mayoría de los pacientes presentan cier-
ta tendencia a la dispersión cuando se les
pregunta por la enfermedad. El profesional
necesita centrar continuamente al paciente
para no alargar excesivamente la consulta sin
ningún beneficio, ya que no nos da informa-
ción útil. Es necesario escuchar cierto tiempo
al paciente pero, cuando se confirma que se
dispersa, sin ser cortante, hay que conseguir
que vuelva al tema con frases como: «Esto
que me cuenta es muy interesante, pero
necesitaría saber con qué frecuencia tiene
ese dolor».
Características profundas
Empatía
Se define como la capacidad de ponerse
en la piel de alguien, de entender a la otra
persona desde sus circunstancias (García
Campayo et al., 1995; 1998). Debemos sus-
pender los pensamientos que juzgan y criti-
can al otro –en el fondo, son «a mí nunca me
ocurriría eso» o «nunca acabaría así»–. Sin
embargo, no basta con entender al otro si no
percibe que estamos intentando entenderle,
hay que mandarle el mensaje de que nos
ponemos en su lugar. Por lo tanto, la empatía
tendría dos movimientos:
1. Intentar entender los pensamientos y senti-mientos del otro. Hay mucha literatura
sobre técnicas y métodos para desarrollar
esta cualidad (García Campayo et al., 1995;
1998; 2008): desde leer obras literarias en
relación con la medicina y el sufrimiento
de la enfermedad hasta acompañar el pro-
ceso de enfermedad de los pacientes.
Seguramente, una de las formas más senci-
llas de ponerse en lugar del otro es pensar:
«Si yo hubiese tenido exactamente las mis-
mas circunstancias que esta persona, segu-
ro que estaría haciendo lo mismo».
2. Transmitirle que le entendemos. Esta fase
puede realizarse mediante comunicación
15Introducción a la entrevista clínica
Superficiales
• Cordialidad
• Respeto
• Orden/flexibilidad
• Concreción
Profundas
• Empatía
• Contención emocional
• Asertividad
Tabla 1. Principales cualidades
que debe poseer un buen entrevistador
De Borrell, 1989; García Campayo y Montón, 2001.
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16 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
Cada persona tiene tendencia a utilizar un
sistema de comunicación peculiar que
depende de la visión que tiene del mundo.
Este sistema es lo que en psicología se deno-
mina «estilos de comunicación interperso-
nal» y que dependen de nuestras característi-
cas de personalidad y de nuestras experien-
cias infantiles. Reflejan la opinión que tene-
mos de nosotros mismos (principalmente de
la autoestima), de los demás y del mundo en
general. No siempre utilizamos el mismo esti-
lo y puede que lo modifiquemos en depen-
dencia de la persona con la que nos comuni-
quemos (frecuentemente, según nuestra
posición de poder respecto a él). Pero, en
general, todos tenemos un estilo comunica-
cional básico que se manifiesta en situacio-
nes de estrés o de conflicto. La consulta no es
una excepción: nos comunicamos en la vida
diaria como nos solemos comunicar en la
consulta. La razón de que este estilo tienda a
repetirse se debe a que satisface nuestras
necesidades psicológicas profundas y permi-
te relacionarnos con la gente de una forma
en la que nos sentimos seguros. Hay cuatro
estilos básicos de comunicación interperso-
nal: pasivo, agresivo, manipulador y asertivo.
Sus características fundamentales se mues-
tran en las tablas 2 y 3.
Las características principales del estilo
comunicacional asertivo, que no existen en
los otros estilos, son: a) capacidad de escu-
char al otro; b) posibilidad de decir «no»,
cuando quiere decirlo, sin sentirse culpable,
la asertividad y la comunicación
verbal o no verbal. En general, solemos usar
la primera, mediante sonidos que demues-
tran que escuchamos y que estamos espe-
rando que continúe (p. ej., «ajá», «mmm»,
etc.) o mediante frases, en las que explícita-
mente le manifestamos que intentamos en-
tenderle (p. ej., «le comprendo», «le entien-
do», «por supuesto», etc.). Sin embargo,
cuando lo que nos cuenta es una situación
de extraordinario sufrimiento (la muerte de
un hijo, padecer una enfermedad terminal,
etc.) debemos ser lo suficientemente humil-
des como para reconocer que es práctica-
mente imposible ponerse en su lugar. Es
mejor que no usemos las frases anteriores,
porque podemos producir una respuesta
del tipo: «¿y usted qué sabe?, ¿se le ha muer-
to un hijo alguna vez?» o «¿acaso le han diag-
nosticado un cáncer terminal?». Es impor-
tante que si expresamos la empatía verbal-
mente quede claro que, aunque lo intenta-
mos, es imposible ponernos en su lugar (p.
ej., «me imagino que tiene que ser terrible
vivir una situación así»). Aunque, en general,
en estos casos se prefiere mostrar la empatía
mediante lenguaje no verbal (p. ej., tocando
al paciente en el hombro o en el brazo y
expresando nuestro sentimiento de pesar
con el rostro).
Contención emocional
En psicoanálisis, se define como contra-
transferencia los sentimientos que tiene el
profesional hacia el paciente. Como ser
humano que es, el médico no puede evitar
que ciertos pacientes le caigan bien (lo cual
es un problema, porque puede sobreprote-
gerlos u ofertarles un trato mejor del habi-
tual, lo que no sería justo con el resto de
pacientes), le resulten indiferentes o no le
gusten (la consecuencia suele ser que se le
trate de forma inadecuada). Se calcula que
hasta el 20-30% de los pacientes pueden pro-
ducirnos algún sentimiento negativo. No
podemos evitar estos sentimientos, pero la
profesionalidad nos obliga a que no interfie-
ran en el tratamiento de los enfermos. Por
ello, es necesario participar en grupos de
autoconocimiento para identificar qué tipos
de pacientes nos producen sentimientos
negativos y conocer cuál es la causa (García
Campayo et al., 1994).
Asertividad
Es una cualidad tan importante para el
entrevistador que requiere una sección espe-
cífica, ya que su desarrollo es clave para unas
habilidades de entrevista adecuadas.
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y c) facilidad para dar y recibir críticas cons-
tructivamente.
La mayoría de las personas que poseen un
estilo asertivo no lo han aprendido en el
entorno familiar, sino que lo han desarrolla-
do a lo largo de los años como consecuencia
de un proceso de desarrollo personal. Los
fundamentos de la asertividad son:
• Una buena autoestima. Yo soy adecuado
como persona, aunque puedo equivocar-
me y actuar a veces de forma inadecuada.
Pero esto no afecta la apreciación global de
mi persona, sino que constituye sólo una
conducta aislada.
• Respeto mutuo. Yo soy importante y tengo
mis derechos. Los demás son importantes
y tienen sus derechos. Es necesario nego-
ciar y acercar posturas.
• No hay que buscar vencedores ni vencidos.Esta dicotomía produce sentimientos de
resentimiento a largo plazo e impide que el
estatus establecido se perpetúe. Las solu-
ciones que se adopten sólo se mantendrán
si todos salen ganando, aunque sea parcial-
mente, con las propuestas.
17Introducción a la entrevista clínica
Pasivo
• Postura: soy inferior a los demás
• Objetivo: evitar conflictos
• Consecuencias: incapacidad de expresar opinio-
nes, acepta la postura del otro o tiende a la huida
• Causa: entorno familiar autoritario o hipercrítico
• Reacción que produce: compasión inicial, indi-
ferencia posterior
Agresivo
• Postura: soy superior a los demás
• Objetivo: ganar a toda costa
• Consecuencia: incapaz de negociar. Expone
rudamente su opinión
• Causa: entorno familiar agresivo
• Reacción que produce: miedo, ganas de pelear, ira
Manipulador
• Postura: no se puede confiar en otros
• Objetivo: que nadie sepa lo que quiero
• Consecuencias: aparenta escuchar y negociar
pero manipula
• Causa: entorno familiar manipulador
• Reacción que produce: simpatía inicial pero
rechazo posterior
Asertivo
• Postura: soy igual que los otros. Se puede con-
fiar en los demás
• Objetivo: negociar con sinceridad, llegar a acuerdos
• Consecuencia: expresa sinceramente sus sentimien-
tos, escucha, espera que los otros hagan lo mismo
• Causa: generalmente, aprendizaje
• Reacción que produce: respeto
Tabla 2. Características psicológicas de los estilos de comunicación interpersonal
Pasivo
• Escucha al otro de forma no activa
• Es incapaz de decir que «no», por los sentimien-
tos de culpa
• No puede expresar críticas
• Cuando las recibe, su autoestima se hunde
Agresivo
• Nunca escucha al otro
• Siempre dice «no» de forma ruda
• Siempre expresa críticas no constructivas
• No acepta recibir críticas
Manipulador
• Aparenta que escucha
• Nunca dice «no» de forma abierta: pone excusas
• Critica de forma encubierta, no directa
• No acepta críticas, busca «chivos expiatorios»
Asertivo
• Escucha al otro
• Dice «no» cuando quiere decirlo, sin sentirse cul-
pable
• Critica de forma constructiva
• Recibe críticas constructivamente
Tabla 3. Características comunicacionales de los diferentes estilos
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Los profesionales de la salud necesitan de-
sarrollar un agudo grado de vigilancia durante
la entrevista clínica para: a) estar atentos para
detectar pistas sutiles verbales y no verbales
que ayuden en el diagnóstico, y b) controlar
sus reacciones sin juzgar al paciente.
Es decir, los médicos y las enfermeras nece-
sitamos desarrollar la capacidad de introspec-
ción, que consiste en darse cuenta de los pen-
samientos y sentimientos que nos produce el
paciente y de cómo, a menudo, nuestra con-
ducta se ve afectada por ellos. No existen siste-
mas sencillos para desarrollar estas habilida-
des y actitudes, aunque se consideran impres-
cindibles (Epstein, 1999). Existen estudios pio-
neros en estudiantes de medicina que confir-
man que las técnicas de meditación (que de-
sarrollan el «estar presente») sirven para mejo-
rar el afrontamiento de estos profesionales
ante el estrés. Concretamente, se demuestra
que una práctica de 8 semanas de meditación,
a razón de unas 2-3 sesiones semanales de
30 minutos cada una, mejora los aspectos que
se resumen en la tabla 5.
Estos resultados han podido replicarse en
un grupo de estudiantes, incluso en el perío-
do de exámenes (Shapiro et al., 1998). Se
encontraron resultados similares en estudian-
tes de enfermería (García Campayo, 2008), en
los que 8 semanas de meditación consiguie-
ron reducir el estrés e incrementar la empatía
hacia el paciente. Especialmente interesante
fue el hecho de que «estar atento» disminuía la
tendencia a cargar con las emociones negati-
vas de otros (García Campayo, 2008).
Pero la mindfulness no sólo mejora el fun-
cionamiento y la calidad de vida del profesional
sa-nitario, sino que, en psicoterapeutas en for-
«Estar presente» en la formación del entrevistador
• Se puede elegir no ser asertivo. No hay que
mostrarse compulsivamente asertivos en
todas las situaciones; se puede renunciar al
derecho de ser asertivo por otros benefi-
cios (p. ej., mantener un puesto de trabajo,
la estabilidad de una pareja, etc.). Es impor-
tante saber que se está renunciando a serlo
y se asuma. Pero no se está obligado a ser
asertivo ni a sentirse culpable por no serlo.
Sobre estas bases, surge lo que se llaman
«derechos asertivos». Se encuentran en la
base de cualquier enfoque de tipo cognitivo
y se resumen en la tabla 4.
Muchos profesionales piensan que las
habilidades de comunicación implican que
hay que ceder a todo lo que nos pida el
paciente (estilo pasivo). Nada más lejano
de la realidad. La asertividad nos permite
mantener nuestra postura sin necesidad de
emplear técnicas propias del estilo agresivo
(p. ej., chillar, imponer, etc.), ni del manipu-
lador (p. ej., culpabilizar al paciente). La
asertividad, que es un estilo basado en una
buena autoestima, permite que cada vez
que tenemos algún problema en la consul-
ta (pacientes insatisfechos, discusiones,
errores menores, etc.), seamos capaces de
asumir nuestros errores o las criticas sin
plantearnos nuestra valía como profesiona-
les y analizando en qué aspectos podemos
aprender.
18 Habilidades de comunicación en patología psiquiátrica
• Tengo derecho a cometer errores: es humano y
universal
• Tengo derecho a tener mis propios sentimientos
y opiniones, aunque los demás no estén de acuer-
do: proclamo mi independencia
• Tengo derecho a expresar dichos sentimientos
• Tengo derecho a negarme a una petición
• Tengo derecho a no justificarme ante los demás
• Tengo derecho a no seguir los consejos de los
demás
• Tengo derecho a pedir lo que deseo
Tabla 4. Derechos asertivos
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mación, también el resultado de los pacientes en
as-pectos tanto evaluados por el profesional
(impre-sión clínica global) como medidos por el
propio paciente (ansiedad, somatización,
ira/hostilidad, fobias y obsesiones) (Grepmair
et al., 2007).
Este aspecto no es algo colateral en la
medicina: en Estados Unidos existen univer-
sidades, como la de Rochester, que ofrecen
de forma sistemática, tanto a estudiantes
como a residentes de cualquier especialidad,
un programa formativo específico sobre el
«estar atento», especialmente bien aceptado y
que ha demostrado que mejora múltiples
19Introducción a la entrevista clínica
• Reducción de la ansiedad estado y ansiedad ras-
go autocomunicadas
• Reducción del malestar psicológico general,
incluyendo depresión
• Aumento de los niveles de empatía global
• Incremento de las medidas de experiencia espi-
ritual
Tabla 5. Aspectos psicológicos mejorados
por el desarrollo del «estar atento»
en estudiantes de medicina
De Shapiro et al., 1998.
aspectos de la comunicación (Epstein, 1999).
Michel Balint hablaba del efecto terapéuti-
co del médico. Para que ocurra, es necesario
utilizar unas buenas habilidades de comuni-
cación. A su vez, esto requiere ciertas cualida-
des por parte del entrevistador, y nuestra
obligación como profesionales es desarro-
llarlas. Hemos resumido las principales cuali-
dades que debe mostrar el profesional focali-
zándonos en la asertividad, seguramente la
más importante de ellas. Por último, hemos
realizado una reflexión sobre la importancia
del «estar atento» (habilidad relacionada con
la meditación) para los profesionales y los
conclusiones
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