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    27G ,robert.o

    Gnifico 2Ingresos fiscales de la Provincia de Entre Rios

    Pesos2.000.000 ! '- :.. ::. .c .= ::: :... .. _

    o

    1.500.000 1------------------1.000.000

    500.000

    1822-1831 1832-1841 1842-1851Ingresos por prestarnos Ingresos genulnos

    CONDICIONES Y ESTIMULOS EN LARECUPERACION DE UNA ECONOMlA REGIONAL

    PEAcTICAS MERCANTILES E INSTITUCIONES EMPRESARIALESEN MENDOZA (1820-1880)*

    Beatiiz Biaqoni

    "amos a.horcla oim cos a. mi amigo. No ee a punicIyo donde 10 encontrara esia. que va por conducto deD. Redro L. Ramayo, siendo el objeio principal el pedir-Ie unservicio mas de los que me t iene prestados . ComoIedye antes, e stamos en una ciuclad sin relaciones ytodD hay que hacer/o o.fuerzo: de dinero . .. Espero puesque usred me hara est e gran serv ic io mcmdandomeunos 500 0600 pesos y 0.1mismo t ietnpo el documentoen clebidaJorma parajlrmar/o, sirLliehc101eentre tantoesta carta comoJllsi:ificativo.

    Ignacio Segovia a Benito Gonzalez Marco.Montevideo, 20 de diciembre 1873Las Iormas vartadas que adquirieron las ecoriomias regionales como resultado de ladesarticulacion del anttguo mercado interno colonial han formado parte de la agendade los htstortadores (Halperin Donghi, 1979; 1980; Assadourian, 198:3).En que rriedidaellibrecambio de raiz bcrbontca. yluego identiftcado tan solo can Buenos Aires, habiaperjudicado a las ecoriornias de su vasto hinter land, ha side un tema recurrente y unadivers a litcratura ha evaluado su impacto por regiones y por productos.

    En tal sentido la crtsts de la vitivinicultura cuyana 110.ectbldo desde temprano.elinteres de los histor iadores preocupados por advert ir la manera en que cste t ipo deeconomias monoproductoras espectalizadas se enfrentaron a contextos dcsfavorablesentre finales del siglo xvru y las primeras decadas del periodo independien teo Losresultados de las investigaciones se dirigen en varias direcciones. Mientras algunoshacen hincapte en los resultados negat ives del lib re comercio inaugurado en 1778.otros vinculan eldeclive dela produccton de aguardientes y vines cuyanos con ellniciode las guerras civiles a par tir de 1820.' Sin embargo, y aunque cualquiera cle estos

    La version deftnitiva de este estudio se ha benefici. ac1o de las crit icas y cornentarios de lospar ttctpantes del simposio. de los comentanstas, especialmente de Colin Lewis. y de otros colegascomo Zacarias Moutouktas y Raul Fradkin.1. La crisis de InviUvinicullura colonial ha recibido diversas explicaciones. Entre las aproxima-ciones clasicas que revisan las rnodalidades de l declive de vinos que solapan la discusion delreforrnlsmo borboruco y el acecho clel l ibrecambio. se encuentran Martinez (1962) y Acevedo

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    (19811. Baja I-egistros dil"erenles se organizan las cOl1clusiones de Garavaglia (1987) sabre los .eferlos dell ibre cornercia a lraves de los diezl1las : Amaral (1990b: I-(7) se JncIina en cambia paralribuir elcleteJiaro de la prod uccion regional a las guerras civiles, reel1perando la originalia lesissarmientin

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    examinar 121isonomia de los negocios. reconocer Iormas y estrategias econornlcas que"suelen Ilust rar de mejor manera elejerciclo cornerctal concreto llevado a cabo, en estecaso, por un punado de protagon isLasque se movteron en uri contexte de rnercados'camblantes y de marcos instiLucionales en permanente constttucion. En medic cle 'tipo de ecoriomia que preflgura el t ranst to del capi tal mercant il al moderno, las prac-,Licas empresariales a explorar revelan reglas de juego complejas que desmntfican la'presuncton de que la complejidad representa atributos cleeconomias entendldas como,rnodernas. "

    CONSlDERACIONES EN TORNO DEL COMERCIO. EL MERCADO Y LAMONEDACuando Woodbine Parish vlsito Mendoza advtrt tn que la "ciudad agricola" reul1i~;

    algunas ventajas al servir como punta de tntermediacion entre closmercados en franco,crecimiento. Alos ojos clelconsul brttantco, Jacoriexlon de Mendoza'con el "extranjero',','habia hccho surgtr "una especie de Espiritu cornercial entre los habitantes, estimulan,~"dolos hacla habitos mas industriosos" que no habra Iocalizado en su larga travesia,(Parish, 1958 [1852]). De acuerdo con Francis Head, esos atr ibutos eran semejantesa los de sus pares ingleses residentes en Valparaiso que, a excepci6n de un medico,todos se dedicaban al comercio (Head, 1986 [1825]). La percepcton de los visitantes se,asimtlaba a la del sanjuanino Domingo F. Sarmiento cuando en 1845 habia tdent ill -.caclo Mendoza como la "Barcelona del interior" (Sarmiento, 1986 [1845]). l ,En que"medicla estas impresiones i lustraban los componentes del intercambto rnercanttl .mendocino de la primera mitad del siglo XIX?

    La precariedad instiiucional de laprovincia se advierte en la menguada Informacion,estadistica del periodo. En la practica, muy pocos regtstrcs existen que permttan,reconstruir la dtnamica mercantil de la provincta en el periodo constderado, Solo,despues de 1854, ano que coincide con la sanclon de la Constttucion provincial y de;la relorma dela estructura impositiva de matrtz colonial, se puecle obtener informacion,mas conflable para evaluar elIenomeno. En coriaecuenota, Iamayoria de los trabajos,que han considerado el comercto de exportacton e importaci6n de la provincia en la,primera mitad del siglo XlXapelan a la tnformacion regtstrada por Parish, con las,anotaciones posteriores de su t .raductor Justo Maese, quien habia consultado regis-tros provinciales que luego resultaron dificiles de localizar, Ademas, el mismo Maesoreconocio elvalor informativo de las descnpctones realtzadas por Damian Hudson, queluego Iueron publicaclas ba]o la forma de "Apuntes cronologtcos para servtr a la histortade la antigua Provincia de Cuyo", en las paginas de El COllstitucional en 1852.4 '

    Si se toman los datos ofrecidos por Parish hacta 1827, las exportactones e impor-,tactones de Mendoza permiten apreclar en primer lugar la mediaci6n ejercicla por lacludad en elinterior de un ampllo espacio econorntco, AImisrno tiempo, ellas manifies-.tan que a pesar clelas dificultades arancelartas, financieras y polit icas, de las iriesta-,bles y primtttvas condiciones de comunicacion-y traslado -tan senaladas como barre-ras para el normal desenvolvimiento del comercio tnterprovincial- (Cortes Concle,2000, V; Cortes Conde et aL, 2000; v r. Buenos Aires constituia su principal mercado(Anexo, cuadro I).

    4. Vinculado conSarmiento. Damian Hudson estuvo a cargo del Registro EstaclisUcode LaRepu-blica Argentina editado en Buenos Aires enlre 1865y 1875.

    Cortdictones y t51 imulcs en la recuperaci cn de una eccnomia regional 281

    Las notus mas clistintivas cle los valores senalados en el cuadro 1 indican que aBuenos Aires .arrtbaban 80 per ciento clelos caldos. 75 por ciento de las Irutas secasy el tercio de trrgus y de las hartnas. Chile en camblo rectbia prod uctos derlvados delganado: cuercsvjabon y sebo. POl' e l heche de que los gravamenes se tmponian alcomercto (alcabalas) ya la produccion (tllezrnos). IRS Fuentes oftciales irnpiclen veriflcarelcornercio de transite represenlado por elganado en pie venc!ido en Chile. EI problemano paso c1esapcrcibido para laadmtmstracton localni tam poco para elsector mercantil.En 18241a Honorable Junta de Represeniantes de Mendoza recibi6 un peutorio de losabasteros y cornerciantes que denunciaba las imposiciones al cornercio de efeclos, dela tierra 0 de ult rarnar . beneficiando a los capitalistas Sin cargas Ilscales." Aun asi , elgciben1ador Pedro Molina reconocia que cerca de cliez mil cabezas de ganado cruzabanla cordil lera cada ano (Jorba. 1998: 23); mejor c1icho, en los sets meses que elpaso perUspallata perrnitia atravesar la cordillera nevada.

    En cuanto a las importaciones, Buenos Aires surt ia 64 por ciento de los "efectos deult ramar" que se sumaba al 16 por ciento de procluctos varlados que tngresaban desdeChile, como textiles y dtversosutiles de Ierreteria. En parte, esos benefictos eran proclu-cidos por una disposicion del gobiemo de 1824 que declare lib r es de derechos a losarticulos ingresados desde Chile, clisposlciones que quedaban sujetas a condiciones dereciprociclacl . Entre tanto, de Santa Fe provenia 20 por ciento de las introcluccionesrepresentadas por productos variados comoyerba. arrozy azucar. EI consume de textileseuropeos en la ciudacl parece haber estaclo bastante general izado. Asi 'al menos 10considero Francis Head en 1825 cuando constato que en la cludad "cast todas las casasson ttenditas y las mercaderias que muestranson principalmente algodones ingleses"(Head, 1986: 52). Por esos aries Samuel Haigh, al dar por conc1uicla su estadia men do-ctna previo su paso a Chile, afirmaba que Mendoza importaba "toda clase de manufac-turas europeas de Buenos Atres que es el canal directo cleaprovisionamiento pero entiempo de guerra civil. cuando elcamino habia estado infestado por merodeadores, hansuplido sus necesidades trayendo articulos de Chile" (Haigh, 1988 [1831J: 53).

    Este esquema de relaciones cornerclales no parece haber dado condiciones deprosperidad. En 1828 la balanza comercial de Mendoza era desfavorable y la situacionse aguclizaria en los anos sigutentes. Esa si tuacion explica el reclamo realizaclo por elentonces gobernador Molina ante el gobierno de Buenos Aires, y el "Convenio particu-lar" celebrado junto a San Juan, con la Republica de Chile en 1835. Molina escribiael 8 de entre de 1835:

    Ladesproporcton inmensa cn las Introducciones de efectos ultrarnarmoscornparada con laexporlaci6n dehulas del pais. y que sicndo necesario parallenar aquel deficit la extraccion de numerario, la balanza de cornercto es detodo punto desfavorable, resultando de aqui un principia corroslvo que gra-dualmente nos conduce a una rutna infalible. 1Gobierno y el pueblo toclode

    5,Vale destacar que el gobernac1orPedro Molinaen junto de 1824 pidi6 a la Sala la aprobaciondeun impuesto para costear a los diputados del Congreso que se aplicaron ala introclucci6n deganado mayor y menor como tambien al COllsumo.Asimisrno. los recursos provenientes delcomercio con Chile eran evaluados como generalizados con respeclo. obviamente, a los afiosantenores. Altema de la frontera. deben sumarse los coni1ictos deriv~c1osde las acciones eleCarreras. Aetas de la LegisLatllra de Mendoza. l.I.1820 a 1827 (ac!vertencia cleCarlos Segretti).Buenos Aires.MH. 1988. p, 174-175.

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    Mcnrloza estan tocanclo haec mucho tiernpo este estado. lrnpostble mirar conim.lif'er encia el cuad ro que olrcce un pueblo entero sunndo en la escasez yruarchundo con rapldez 8 su l.otal aniquilamienLo. t . . . lAlgobierno de Mendozale es dolorcso sobrernanera vel ' el estado de coumoclon en que se halla laprovtncla de au marido. y convencldo de que solo podra sal lrse de eladoptanclomcdtdas que ttendan a c la r una justa protecclon a su industria y produccio-nes. se clirige al Exmo. de Buenos Aires de quien es liclto esperar, par supos tc lon. por sus luces y per hal la rs e a l [ rente de los pueblos a rgentlnos, queno mlrara ,:011 [ ri a incl ifereneia Ia muert e que arnenaza a una provincla her-mana cuycs in tereses estan llgados con los del gran pueblo de Buenos Airesque tan dignamenLe usted preside.

    A diferencta de otras cxpcriencias provinciales -como Corrientes 0 Ent re R ios-(Chiaramonte, 1991; Schmit. 2001 b}, el panorama que presentaba la balanza comer-cia! em desolador. Mientras que para 1828 las Importaciones representaron 590.389pesos plata, la s expor taciones sumaron 227.720; en 1833 el cuadro era mas agudo :245.895 pesos plata [rente a 36.500; Ilnalmente, en 1834, el estado de cosas era'asflxlaute: 244.490 y 50.4,38 pesos plata. Para entonces la exportaclon de vlnos yC1 .guardientes de Mendoza hacia Buenos Aires exh lb ia una presencia exigua (Rosal,J995a; Rosa ly Schmi t, 1999: 74), y las adrntntstractones de Cordoba} ' San Luis habianelevado los derechos de transito.

    Ante esta situacton Molina 110 dudaba en reconocer que si bien lo s lazos con BuenosAires debian ser Iavorecldos. sollcltaba "una justa protcccion ala industria y produc-clones nacionales" porque "la expertencia de hechos practicos" recomendaba final-mente que habia que prevenlr "la ruina completa" que amenazaba a Jos pueblos. S610pontcndo "un clique ala codicia extranjera , nor medio de un sistema prohibitivo res-pecto , al rnenos, de aquellos articulos que j,l. nacion produce y culttva", era posibleobtener recurs os que permitieran constitutr deflntttvamente el pais." La literatura ha .heche hincaple en la mslstente politica de los gobtcrnos locales por rnejorar la poslclon :de la "industria territorial". Percibido como act.o de soberania v de resistencia alapolitica centralista del puerto que se pusieron en evidencia en-Ia ley de aduana decliciembre de 1835, el Ienorneno ha sido poco atendido para examtnar otros aspectos.Por una parte , como 10suglere Amaral (1990b), que si la crists vittvinicola se debia ala cornpetencia extranjera, tarnbien enconLraba algunas razones de su declive en lascondiciones de produccion y comerclaltzacton de las que tam poco escapaban produc-clones viLivinicolas europeas. Esa sltuacton se adviertc incluso CU10S despues cuandola prutccclon no derive en urimejoramiento de la "tndustria" local; por la otra, no seha cvaluado 10suficiente e1 modo en que estos Estados rnunidos de sobercll1ia hacian

    6. Ajulclo de Pedro Molina. la(mica posibil idad que ternan los pueblos de sal ir de la miserla eraque el gobienlo profesara l a Indust rl a t er ri tori al . De a lii que planteara "el deseo de sacar amipueblo de un eslado LanaOigente, me ha heeho entrar en relaciones decomercio con LaRepublicade Chile. AqueJ Gobierno esta dispuesto a conc.eder a nuestras producciones todas las ventqjasposibles; mas. perleneciencio nosolros, y quetiendo pertenecer a la Republica Argentina, en lasins tl"ucciones rJadas a l empleado don Juan de Rosas. se Iepreviene que en su ajust e a li enclas iempre a que la balanza se inc line a. ravor del comercio de Buenos Aires . Hemos creido justohacerlo asi en rrlencion a las cOl1sideraeiones que se merece una provincii1 hermana y que tantossacI'il 'icios ha hecllo pornuestra ernancipacion polilica; pero cn;:emostambien que a lavez. S01110Sacreedores a una compcnsacion reciproca" documento citado en Perta y Lillo (1934J.

    Condiciones y e.st.imulos ell l a r ec up erac lo n de un a ec onouu a regiollHI 283

    uso de un poder de negociacion -a pesar del reconoc imiento de la aUlorielacl politicaportena- con el objcto de mejorar las condiciones de intercamblo interregional en cadauno de los puntos neuralgicos del c ircuiLo mercanl il. En este sent ido, los reclamos delgobierno mendocino reccnocian una trayectorta mas larga que enconlraba sus raiccsen las sucesivas leyes de aduana que trnponiau gravamenes a los caldos cuyanos. Esagencalogia tr ic lu ia l anLo a la au toridac1 que habia regido el destine de las ProvinctasUnidas hasta 1820 como tam bien al mtsmo Eslado de Buenos Air es. 7 Y st las "quejas."o reclarnos adoptaban un fuerte componente corporalivo, no solo se dirigian a losgobiernos que controlaban los clercchos de aduana en el puerto porteno sino quetamblen se orientaban a disrn in uir lo s derechos impuestos por los gobiernos de SanLuis y Cordoba. En este ultimo caso, la tntencion de las adrrnnistractones cordobcsasde obtener recursos aduaneros para robustecer las finanzas provtnciales, que incluyea Juan B. Bustos y a Jose Maria Paz, elevaron los gravamenes de los vines y aguar-dientes cuyanos en 1829 que con poslcrioridad redujeron en Iunclon de los reclarnosde productores regionales y de los comerciantes locales afec t. ados por la impostclon(Converso, 1994: 28-37; Romano, 1992, 1999: 7-43). En scntido estricto las Ilnanzaspubltcas de Mendoza depcndian -al igual que en otras provincias- regularrnente de los.c1erechos de transite. y en situacioncs de excepcion se recurria a empresttlos Iorzosos. 8En consecuencia, l a presion ejercida por el gobierno mendocino si evocaba, comoesgrime Chiaramonte (2000: 451), criLerios y practicas neomercantilistas arnparadosen el status confederal vigente, del misrno modo representaba una estrategia orlentadaa rnejorar la introduccton de la p roclucci6n reg ional en un rner cado que expertmentabaun creclrntento s ingula r. De cualquler modo, la iniciativa cuyana acusaba justamentela naturaleza de estes rnercados arnparados por nonnativas polittcas. comerciales.fiscales y financieras flexlbles que no casualrnente dependian para subsistir de losderechos de transito e imposiciones al cornercio.

    Con Lodo, la estrategia de Molina de rnejorar los lazes mercan tiles con Chile trajocomo ccnsecuencta una reduccion de lo s aranceles que r edonde6 6 por ciento a pro-ductos naturales e industriales, a excepclon del vino. Un as unto nada menor en lostermtnos de las negoc iacioncs ent re l as par tes vinculantes se reconoce en una norma-tiva ofictal de la provincia que autorizaba a ejercer e1 comercio en Mendoza a loscludadanos de 1a Republlca Argentina. Ademas, el gobiemo establecia un impuesto alos capitales de giro; y un ano despues resolvia ajar 3 pOI' c icnto de interes legal. De

    7. Juan C .Nicolau (1995J ofrece un analists de letmcdificacion de los derechos impuesLos a loscaldos cuyanos desde 1813 que se rnodifican en 1822 dando curso alpedido cuyano de imponergravarnencs a los ultramarinos can elfln de "reconciltar alpueblo quejoso de Mendoza con BuenosAires"; finalmente. la ley de 1836 exlme del page de derechos de diversos productos de la t ierra,ent re el los los vinos , que son derogados en 184l.8. Hasta 1855 sernantuvo la est llJctura trtbutmia colonial. Alcabalas y diezmos, imposicionesalramo de carnes y derecbos de.transito completan e1 cuadro hacia 1830; despues el gobiernocliscrirnina el gravamen al papel sel laclo y suma derechos de pal:entes . Aligual que en BuenosAJres,el intenlo de introclucir elirnpuesto al patrimol1io conc1uy6 en un rotunda [racaso ell 1825.Una not.a s ingular se origina en torno de la proporci6n del diezmo que Mendoza debia clcrivar aCordoba, y que ocasiono tensiones entre el gobernador Bustos y la adminislraci6n pro\~ncial.Despues de 1855. se int roducen impuestos a laexport ac ion de ganado, cobre y sobre el uso delos potreros a cargo de empres

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    tal forma se reiniciaron las reexportaciones de zanado f tdt _ EI ' . "' c c ,ru as secas y artesanrver sas. mencionado convenio se renovo en 1838 S' b _ _ _18

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    Bcalrlz I:3mgoni

    Entre 1860 _I I 1872 un cicio de prosperklad expertmcnta el co rnercio de Mendoza c or iChile, aunque tambleu se evidcncian inLensas relacloncs con el Literal. Para cntonces101onst rucc lon del l er rocurr tl Rosar to-Ccrdoba Int rodujo expec tauvas Iavorables parascctores rncrcan tiles vinculados a esos mercados. Asi, sc observa una recuperacion delvii'lCdo y aurncnta cunstderablemente la producclon de lrtgo y harinas cuyo destinecran localidades de la ru La q ue convergian en Rosario.Las clfras gr.nerales del mtercarnbio comercial de Mendoza y Chile entre 1866 y .1872 of reccn algunas aprox imaciones de saldos Iavor ab les para la provincia (Anexo,cuadro 3). Si se examtuan los rubros, los articulos tmportados que provenian de Chilecnglubaban (c: ji c1osvari es (como el braman tel, l ienzo, l tcores, a rroz , acei te , ctga rros,cafe, drogas, utiles de ferreter-jay merceria, maqutnas, muebles, perfurneria, ptnturas,pieles, papel, indumcn taria, sombr er os, le, yerba y calzados. En cambro. si se observanlos bicnes exportados par Mendoza, el ganado esta a la cabeza de las exportaciones.Le seguian en orden mucho menor de lmportancia minerales de pla ta, j abon y cuerosque representuban 5 por ciento de las expor taciones. Al Iocalizar la observaclon sobrelos regislros de 1871 =realizados segun cl Informe del Departamento Nacional deAgJ'icultura- se verlflca 10 senalado. . ".:

    En consccuencta, el comer cio de exportacton de Mendoza con Chile est.aba apoyadoen la ganaderia. Si se comparan estas clfras con los resultados de 1850 e1 incrementodel vol urncn ganadero es notable: de las 15 mil cabezas de ganado vacuno que reglstroHudson y que rccupero Maese, se pas a a mas de 60 mil unldades. Asimisrno, eseincremento coiucidio con el alza de los precios del ganado, Es necesarto recordar quela artlculacton de los ncgoctos pecuarios entre Mendoza y el valle central chilenopoaibilit.o el dcsarrcllo de Ja exportaclon de ganado cuando Chile ingresa al circuitomundlal del trlgO.14E l auge del trigo hizo caer la producclori de ganado local y por endelos preclos suhic ron: una vaca gorrla vaJia 10pesos en 1846, 15en 1853,26,50 en 1860v 36 en 1875.~ La Iilera lura IFl inslsttdo en que Mendoza solo resultaba ser intermediaria en la ventade productos orlginarios del Literal. Los calculos realizados sugiercn que hacia 187250mil cabezas ck gR.nac lo e ran adqut ridas por e rnpresar ios regiona les, 10que representaba7:50 In)1 pesos Iuertes, en Iuncion de 15 peso s por cabeza, d esde luego sin contar elcontrabando. Alos e lectos de sopesa r l a rel ac ion costo-benef tc io de este Upo de comercto,5i los au t-o res acuerdan en reconoeer la obtcncion de ganancias habtdas por este tipo decomerclo de t rans tto , s in embargo Haman la a tenc ion sabre los desequi libr ios comercia-lcs con cl Ln.oral. En llgor, si la balanza comercial con Chil e e ra favorable, lavinculacioncon cl csl .e no 10 era, aun rcconocienclo la vital ic1ad del eomercio provincial con Rosariodcspucs de J.852. 5i la vcrrta de trigo y harinas en Santa Fe yen local idades Intermedias-que incJuian a San Luis y Cordoba- no era producto de una cuesti6n coyuntural, el

    1'1. Aj uicio de Amokl Bauer (1970: 137-235), e l c ic Io tri .guc ro chileno es breve , 81d est in o d e losclllbarqLles cerea1eros hacia California y Aus tral ia conocen unii fugaz prosperidad a pCSaI' de queel va ll e ce ll tr al fue ra l a lmica zona b- ig ue ra de ll 1erni sf er io su r. .L a a pe rtura d e rnerca do s nu evospara cI tri.go y l a ha rina rue compeULiva h as ta 1857, Aexc ep cion c le 1864, e l comercio eA"le rno delPacil1co se habia perdido. 5i e ll ri go ch il en o siguio a limentando rnerca do s cl eB ra sH y cl R io de laP I" ta , LDrnbien gi Jn o los de l as prov in ci as de Atac ama y Coquimbo. En 1880 las condicionesravoralJlcs deS(lpa recieron [ren te a la producc ion cerea le ra a rgen tina y europea . Bauer concluyeque eI c ic io lriguero rue favorec ic io [Jo re l ai%a de precios l11undiales y las conciiciones de lransporle(Hauer. HlD4, cap s . . 3 y 41.

    Coridtctoncs y cstimulos en 1 < : 1 rccuperaclou de U11(l ecoriomia regiol'li::ll 2B7

    progrcstvo avance cerea le ro dar ia cast por I tnali zada la exper ienc la mencloc ina domina-da por la ganacieria comerclal que habia nutrido los terrninos del lntcrcambio c1esde laprtrneros Liempos de viel a indepencl ienLe. S in embargo, esa estrateglca combtnacionagr icola y ganadera no parcce haber Leniclo s ignos elocucntes de co rnpetitividad. En talsentidc el desarrollo vitlvtnicola posterior , si proc1ujo beneftctos impo rlan tes que selradujeron en una dtversi fi cacton social y econornlca destacada, no s610 adquir to vigoren e lpe rs ist .ent .e aumento del mercado intcrno y e lmejoramiento del si st ema (ranspor -tes, sino que fue tributano del estimu lo oficial en la p roporcion de credito par a I in anclarl as inversiones, yde la presion ernpresar tal que constguto rest ringir e1 tngreso al mercadode vinos y l icores ext ranjeros mediante a ranceles de i rnport ac ion ( fl eming, 1976; Balan,1978; Balan. y Lopez, 1977; Bragoni, 2000),

    NEGOCIOS, CREOI1'O Y MERCA005.LA OINAMICA EMPRESARLAL DE lOS GONZALEZ (1820-1880)

    Todo parece sugerir entonces que durante la larga agonia vit rv in icola de CUllOcolonial se produ]o un proceso de reasignaclon de recursos en el cual habrian conver-gtdo Innovactones ernpresariales y prcducttvas que no Iueron independient.es de COI1-textos mstttucionales a partir de los cuales la produccton regional y los blenes demtermedlacton constguteron scr ubicados en mercados relatlvarnente distantes pewsujetos al control de agentes locales.Las pagmas que slguen rcvtsan una trayectorta empresarlal exitosa Iormada en laprtmera mitad del stglo XIX, cuando en apariencia las guerras civiles y el desrnantela-mien to del equiltbrio rclativo que habia alimcntado la circulacion rnercantil durantedes slglos hab rian cond icionado ampliamcnte las econo rnias del intertor. ",Que rneca-nis rnos la expli can' i' , " ,que tipo de mversiones dle ron origen a este grupo empresar io 'P ,",en que medida los lazos personales eran utiles para avanzar en nuevos negoclos yobLener capital? EI funcionamiento empresartal ha sido reconstruido a par ti r de infor-macion eptstolar, comercial y deprotocolos notar ia le s del per iodo, con 10cual he podir loinf erir tres aspectos su stantlvos de su desenvolvimicn to . El pr trn er o r emite ala or ga-ntzacton de la empresa en un espaeio social am plio que vertfica sus funeiones yefl cienc ta rel at tva en til:). lapse para nada breve; el segundo da cuenta de un francoproceso de capttaltzaciori y /0 enrtquecimiento queparece depender de una logtca dencgoeios que cornbinaba acttvldadcs comerciales y productlvas. Esa logtca denegociosapareceria concctada al tipo de rnercados sobre los que se operaba y su partictpacionclependia de cornpltcados procedimientos en cuanto al acceso al crcdito y de la infor -macion sobre el estaclo de los mercados para comprar y/o vender. POI' ultimo, ladinamica de negoctos a arialtzar converge en la [oml.acion de un banco de emision, yesta situacion ayuda a pensar, entre oLras cosas, los mecanismos que convergen en laformali zacion de relaciones comercial es y financieras y, finalmente, inferir que lasrelaciones personales no clej8J1de p rcvalecer en un mundo econornico donde conver-gen cada vez mas relac iones despersona li zas,

    Los terminos clel intercamiJ(o (1827-1840)La corresponc\encia entre los hermanos Lucas y Beni to Gonza lez Mil le iro ent. re

    1827 y 1840 constituye un inventario de los productos que circulaban entre Buenos

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    Aires y Mendoza. Ella revela la mterclependencta que nut ria e1desarrol lo de losctos. Descle Buenos Aires Lucas enviaba a la plaza de Mendoza efectos cleazucar de La Habana, tabaco paraguayo o de Virginia. yorba y el ganado de susestancias. ublcadas en Capilla cielSenor y Las Salacias, que invernaba en los n(1,h",r.c.'