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    316.42 Sili, MarceloS58 La Argentina rural : de la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales / Marcelo Sili. Buenos Aires : Ediciones INTA, 2005. 108 p. : il.

    DESARROLLO RURAL MODERNIZACION CAMBIO SOCIAL ARGENTINA

    INTA - DDIB

    ISBN 987-521-166-4

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    LA ARGENTINA RURAL

    De la crisis de la modernizacin agraria a laconstruccin de un nuevo paradigma de

    desarrollo de los territorios rurales

    *Marcelo Sili

    * Marcelo Sili es Gegrafo (Universidad Nacional del Sur - Argentina), Doctor en Desarrollo Rural(Universit Toulouse Le Mirail Francia). Realiz su pos-doctorado en el Institut National de la RechercheAgronomique (Francia) y su especializacin en polticas de desarrollo regional en ILPES - CEPAL.

    Sus libros, publicaciones cientficas y trabajos de asesora giran en torno al desarrollo rural y territorial.Sus principales lneas de reflexin son la transformacin de los territorios rurales y las nuevas polticas yparadigmas de desarrollo rural y territorial en general.

    Actualmente es investigador del CONICET, Profesor de la Universidad Nacional del Sur y CoordinadorTcnico de la Poltica Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Ministerio de PlanificacinFederal, Inversin Pblica y Servicios.

    [email protected]

  • 4 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    A Francisco y Manuel,para quienes sueo un futuro mejor en Argentina

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    Prlogo

    JUDICIAL - SE REMATA - SIN BASE - PUEBLO DE LA LLANURA

    El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Ciudad del Progresocomunica que, por falta de rentabilidad y por resistencia a la modernidad, venderen pblica subasta el PUEBLO DE LA LLANURA, ubicado en algn lugar perdido en lavasta geografa rural de la Argentina, en block, en el estado que se encuentra. Elpueblo consta de 1 calle cntrica asfaltada, 3 calles laterales de tierra, 5 calles trans-versales de tierra, 256 viviendas de las cuales ms de 30 estn completamente aban-donadas y 150 estn cerradas, 1 escuela primaria con instalaciones para jardn deinfantes, una Sociedad de Fomento, una sucursal de la Cooperativa Agrcola Gana-dera con almacn y galpones, una sala mdica, una biblioteca con ejemplares deprincipio de siglo XX. Debido a que cuenta con una rica zona agrcola, con arroyos ypaisajes naturales, el lugar es apto para desalojo y siembra de soja. Adems, cuentacon el siguiente inventario de personas y personalidades locales (incluidos en el re-mate): 210 habitantes, de los cuales se consignan 45 personas de menos de 15 aos,18 personas entre 15 y 30 aos, 35 personas entre 30 y 50 y 112 personas de ms de 50aos. Se incluyen las siguientes personalidades locales: Ramiro Antonio, Presidentede la Sociedad de Fomento desde hace 15 aos; Elvio Spadatore, encargado del alma-cn de la Cooperativa; Don Melesio Gonzlez, chacarero del lugar; Ana Mara Walterde Irazusta, directora de la escuela desde hace 20 aos; el Vasco Irazusta, mecnicodel pueblo; Estela Rodrguez, enfermera de la sala mdica; El Paisano Rodrguez,pen de la Estancia Las Margaritas desde hace 47 aos. Se incluye adems en lasubasta las historias, los sueos y los deseos de los 210 habitantes.

    Principales hitos histricos del lugar (incluidos en el remate)

    1893, 11 de abril Fundacin del pueblo1923, 26 de noviembre Paso del ferrocarril por el pueblo1935, 25 de marzo Incendio del molino harinero que tena el pueblo1936, 13 de agosto Inauguracin de la escuela primaria con la presen-

    cia del Gobernador de la Provincia1943, 11 de diciembre Inauguracin del saln del Club Deportivo La Lla-

    nura1947, 20 de noviembre Obtencin del premio al mejor toro de Federico

    Kotzel, en la Exposicin Agrcola Ganadera de la ciu-dad vecina

    1958, 14 de enero Tormenta que derrib la arboleda de entrada alpueblo

    1967 Cosecha rcord1968 Venta rcord de 25 camionetas y 5 tractores nue-

    vos en el pueblo1972, 7 de mayo ltimo tren que pas por el puebloDcada del 80, Emigracin de 328 habitantes1992, 15 de mayo Cierre de la nica estacin de servicio del pueblo1992, 25 de noviembre Campaa solidaria para recolectar los 5700 dla-

    res que permitieron enviar a Ignacio (2 aos)a una operacin en el extranjero (actualmente Ignacio juega con sus amigos por las ca-lles del pueblo)

    1993, 11 de abril Centenario del pueblo, con asado popular dondeparticiparon todos los que se fueron en losltimos 20 aos

  • 6 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    1993, 17 de julio Cierre del correo1994, 25 de octubre Cierre de la sucursal del banco1995, 3 de mayo Cierre del almacn de ramos generales1996, 7 de marzo Cierre del jardn de infantes por falta de chicos2001, 24 de abril Cierre del aula de primer grado por falta de alumnos2003, 17 de noviembre Cierre de la lnea de micros de larga distancia que

    pasaba da por medio por el pueblo

    Para mayor comodidad de los oferentes, el remate del pueblo con su gente y suhistoria tendr lugar en la ciudad del Progreso. El pueblo y su zona podrn visitarse encualquier momento. Dr. Ariel Bustamante, Secretario.

    Ser este el futuro rural de la Argentina, un territorio en subasta, un territorio sinfuturo ms que la siembra de trigo, soja o la extraccin de madera y lana? Serposible construir un futuro rural con mayor dinamismo, sin pobreza, con mayor ca-pacidad de innovacin y con mayor diversidad?

    Estos planteos que se viene realizando la sociedad argentina a travs de diferentesinstancias y mbitos de reflexin y participacin no son menores, tienen relacin direc-ta con el modelo de desarrollo y de pas que se pretende construir hacia el futuro.

    Recuperar los territorios rurales, diversificar la produccin, enriquecer y dinamizarla cultura rural, mejorar la infraestructura y el equipamiento rural, mejorarsustancialmente las condiciones de vida de la gente y erradicar la pobreza es unavoluntad compartida por todos los argentinos, tanto por los que habitan en la mese-ta patagnica, en los valles calchaques, en las grandes ciudades y en los pueblos mspequeos. Es una voluntad compartida, pues luego de varios aos de crisis estructu-ral de los territorios rurales (por xodo y prdida de dinamismo) y de los territoriosurbanos (por congestin y marginalidad), la sociedad comprende que el desarrollorural no es un problema slo del campo, sino un problema nacional que afecta porigual a habitantes de las ciudades y del campo.

    Este libro, escrito desde la esperanza de contribuir a un desarrollo ms equilibradode nuestra sociedad y nuestro territorio, pretende analizar los problemas rurales delas ltimas dcadas, y a partir de los mismos proponer alternativas de solucin a unacrisis que no es coyuntural ni pasajera, sino que es consecuencia de un modelo dedesarrollo nacional, meramente sectorial, desequilibrado, fragmentado e injusto. Paraaquellos lectores que pretenden encontrar en estas pginas una reflexin sobre laagricultura y la economa agraria vale una reiterada advertencia, el eje de reflexinde este libro no es la agricultura, sino el desarrollo integral de los territorios rurales,esto es, el problema del empleo, el xodo rural, la situacin de las infraestructuras yel equipamiento, la cultura rural, la visin y las formas de vida de la gente en las reasrurales, el modelo de desarrollo puesto en marcha en las ltimas dcadas, etc., ydesde el punto de vista propositivo (y poltico) la cuestin central es cmo construirun modelo y un paradigma de desarrollo para los territorios rurales que permitadiversificar los sistemas productivos, mejorar la calidad de vida de la gente y mejorarlos equilibrios sociales y territoriales de la Argentina.

    Como toda obra humana, este libro no es producto slo del autor, sino la crista-

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    lizacin del trabajo de muchas personas, las cuales han contribuido con su apoyo, susideas, su lectura atenta y sus reflexiones a pensar nuestra realidad y un futuro diferente.No obstante la valiosa colaboracin de todos ellos, lo escrito en estas pginas son exclu-siva responsabilidad del autor. En este sentido quiero expresar mi agradecimiento a misamigos y colegas Roberto Bustos Cara, Humberto Colombo, Eduardo Roumec, Silvia Garca,Romain Gaignard, Christophe Albaladejo, Mariano Pla, Eduardo Nuesch, Graciela Oporto,Jos Luis Ibaldi y tantos otros que, desde hace aos, me acompaan en esta cruzada porel desarrollo de los territorios rurales de la Argentina.

    Agradezco tambin por las horas y la pasin dedicada a la lectura de estas pginasy por la colaboracin en la difusin de estas ideas y propuestas a Nelly Gray de Cerdn,Oscar Lascano, Javier de Urquiza, Javier Ortega, Gabriel Delgado, Antonio Cascardo,Silvina Corbetta, Jorge Alonso, Jorge Fiori y Luis Balestri. Un agradecimiento especiala Daniela Grifoni, Guatavo Valente y Lorena Ardisono por el tratamiento estadsticoy cartogrfico.

    Mi sincera gratitud a todos los paisanos y amigos de esta Argentina rural que mehan brindado el privilegio de compartir con ellos su tiempo, sus palabras y su visindel mundo rural y la ruralidad en la Argentina. A ellos tambin les agradezco porayudarme a mantener viva la ilusin y la esperanza de construir el mundo rural quesoamos para nuestros hijos.

    Por ltimo, quiero agradecer a Gabriela por sus ideas y propuestas, por la pacien-cia y el esmero con que corrigi cada una de estas pginas, y muy especialmente porsu permanente presencia en este camino azaroso de construccin de una mejor Ar-gentina rural.

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    Introduccin

    A partir de la dcada de los 60 se empieza a consolidar en muchos pases de Am-rica latina, y en Argentina en especial, un proceso de modernizacin cultural estre-chamente ligado al desarrollo de la ciencia y la tecnologa, a los transportes y lascomunicaciones, y a la construccin y difusin de nuevos valores. Este generalizadoproceso impuls a la ciudad como meta y faro de la modernidad y el desarrollo, de-jando a las reas rurales como espacios marginales y de retraso, tanto desde el puntode vista econmico como social y cultural, dedicados slo a la produccin de bienesprimarios.

    La cultura rural vinculada a la tradicin, las costumbres, la relacionesinterpersonales, la proximidad, fueron sistemticamente reemplazadas por nuevasformas de consumo, culturas y actitudes, y por nuevas relaciones humanas ms an-nimas y ms deslocalizadas. Los cambios generados quebraron el modelo de desarro-llo rural familiar estructurado sobre una organizacin social y territorial donde pre-dominaban las relaciones sociales locales y regionales, con una estructura deasentamientos humanos (pequeas ciudades, pueblos y parajes) volcados a la presta-cin de bienes y servicios al sector agropecuario de carcter campesino, familiar yempresarial, estructurados en la produccin agropecuaria. Paulatinamente esto fuereemplazado por un nuevo modelo de organizacin territorial rural desequilibrado,ligado casi exclusivamente a la produccin de bienes primarios orientados a las ex-portaciones, con menor diversificacin y mayor fragilidad en trminos ambientales,menor capacidad de innovacin y desarrollo y mayores niveles de exclusin ymarginalidad. Siguiendo a Chonchol (1994) podemos definir a este proceso de cam-bio como un proceso de modernizacin conservadora de las reas rurales de Amricalatina, y en particular de Argentina.

    Este modelo de organizacin y desarrollo rural se sostuvo a partir de una visin yun enfoque del mundo rural netamente sectorial y agrario centrado en la produc-cin agropecuaria, las cadenas productivas sectoriales, los mercados y la tecnologa,elementos que fueron dirigidos en gran parte desde los centros urbanos nacionales einternacionales.

    Esta falta de una concepcin territorial e integral del mundo rural y de sus siste-mas culturales y productivos ha sido entre otros, una de las grandes causas del des-equilibrado desarrollo de la Argentina y de otros pases de Amrica Latina en lasltimas dcadas. Las causas de estos desequilibrios son complejas y multifacticas,aunque nadie puede discutir que gran parte de la raz del problema se encuentra enla preeminencia de una mirada muy restringida de lo rural por parte del paradigmade la modernizacin; en el predominio y exacerbacin de la lgica capitalista y secto-rial que solo tiene como objetivo unvoco la bsqueda de la rentabilidad de las em-presas, por encima de la sostenibilidad de los territorios, y en ltima instancia por elcontrol externo de los territorios rurales por parte de grupos sociales y empresarialesligados al capital internacional deslocalizado.

    Pasadas ya cuatro dcadas de este proceso de modernizacin conservadora, losresultados no han sido muy alentadores: xodo y despoblamiento rural y su contracara,el hacinamiento urbano deterioro de suelos y aguas, prdida de la biodiversidad,prdida del patrimonio y de la cultura tradicional, olvido y marginacin social y cul-tural de gran parte de los espacios rurales, etc. Vemos entonces que el balance globalde la modernizacin agraria en trminos econmicos, de desarrollo y de calidad devida no es muy positivo.

    Sin embargo, a pesar de esta crisis estructural, los espacios rurales vuelven a apa-

  • 10 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    1 Cabe aqu hacer la diferencia entre el significado de espacio rural y territorio rural. El espacio rural es una extensin dela superficie terrestre que se organiza en parcelas de diferentes tamaos, directamente vinculadas a las actividadesproductivas primarias, con un hbitat disperso de baja densidad de poblacin y un hbitat concentrado bajo forma depueblos y pequeas ciudades, dotado de infraestructuras y equipamiento ligados a las actividades productivas primarias yactividades de transformacin y de servicios generalmente vinculadas a la valorizacin de los recursos locales. El espacioagrario es un componente ms del espacio rural, es una porcin del espacio rural dedicado a la produccin de bienesagrcolas, ganaderos y forestales. El territorio rural es un espacio rural apropiado por una sociedad bajo un sistema deintencionalidades que organizan y cualifican ese espacio. Este sistema de intencionalidades bien puede ser mltiple y diversolo que nos arroja una territorialidad fragmentada en donde cada actor tiene objetivos individuales y diferentes al resto de losactores, o bien puede existir una intencionalidad colectiva y consensuada que genera un territorio con unidad de objetivosy proyectos

    recer en este nuevo milenio como espacios estratgicos, ya no slo como un simpleespacio agrario ofertado a un grupo de actores y empresas, sino como territorioscapaces de generar procesos de innovacin y desarrollo diferentes1. La emergenciade este proceso de valorizacin tiene que ver con tres hechos fundamentales queinteractan y condicionan mutuamente:

    En primer lugar la visin de que los problemas agrarios no tienen resolucin den-tro de un territorio en crisis. Esto es, que no hay soluciones tecnolgicas niagropecuarias para un territorio en declinacin. El desarrollo de los territorios rura-les debe estar basado en la valorizacin integral de los recursos rurales y no slo laagricultura y la ganadera. En definitiva, se va tomando ms conciencia sobre unfenmeno dialctico: el crecimiento de la produccin agraria y el desarrollo de lasreas rurales no son sinnimos, es ms, muchas veces son contradictorios.

    En segundo lugar, se comienza a comprender el funcionamiento del territoriocomo un sistema en donde todas las variables estn articuladas y condicionadas mu-tuamente. Esto supone comprender que la competitividad econmica, social y polti-ca no es un asunto solamente sectorial (ni agrcola), sino eminentemente territorial,lo que ha generado una paulatina revalorizacin de lo territorial como dimensin dela sociedad que es necesario rescatar como eje central de las polticas de desarrollohacia el futuro.

    En tercer lugar, frente a un aumento considerable de la deslocalizacin (productode la globalizacin) el territorio se revaloriza como elemento esencial en la vida delos hombres, como sustento de la identidad y la cultura no uniformizada. El territo-rio se transforma en un refugio para los efectos destructores de una globalizacinque homogeiniza y construye por doquier no lugares (Auge, 1992) y espaciosbanales. La consecuencia de esto es que los territorios se estn ahora reconstruyen-do y resignificando permanentemente a fin de encontrar sentidos que le permitamantener el mayor grado posible de identidad.

    Todos estos elementos han generado en lneas generales un cambio en la culturacotidiana de la gente; trabajar, discutir y hablar del territorio es casi un hbito, locual marca un interesante cambio cultural y una nueva perspectiva sobre los proce-sos de desarrollo. Esto no es especfico de las reas rurales de Amrica latina ni deArgentina. Los pases industrializados estn viviendo y promoviendo, desde hace variasdcadas, un discurso y una poltica global para el mundo rural, considerando a esteltimo como un factor de equilibrio territorial y social para los pases, como un factorde desarrollo y un espacio de innovacin. Esto explica las fuertes inversiones realiza-das para diversificar la produccin, sostener el estrato de productores familiares, y

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    las polticas destinadas a conservar el equilibrio ambiental y el patrimonio culturaldel medio rural. En ltima instancia estas medidas explicitan la preocupacin polticay social por la permanencia de las sociedades rurales y los equilibrios territoriales.Tambin las organizaciones y gremios vinculados al sector agropecuario en Argenti-na y en otros pases de Amrica latina retoman el tema del mantenimiento de laestructura territorial, de los pueblos y de los habitantes rurales como elementos cen-trales en sus discursos.

    Es as como, en muchos pases en desarrollo como desarrollados, las discusiones delas polticas agropecuarias giran en torno al mantenimiento o no de la estructuraterritorial y de la permanencia de la gente en el medio rural. Dichas discusiones ydebates no slo se sustentan en cuestiones de identidad y de cultura rural, funda-mentales para la vida de los hombres: tambin existe una razn econmica indiscuti-ble, pues esta comprobado que generar un empleo urbano cuesta seis veces ms caroque generar un empleo en zona rural y que mantener una familia en la ciudad cuesta22 veces ms caro que mantenerla en el campo.

    Paralelamente a todos estos procesos, el discurso cientfico, social y poltico entorno al mundo rural esta cambiando: del monopolio del discurso tcnico o agrarista,centrado en las cadenas productivas, la productividad agropecuaria y los mercados,se esta avanzando hacia un discurso ruralista, preocupado por la valorizacin inte-gral del patrimonio territorial rural, por el mantenimiento del tejido social, por elequilibrio de los territorios, por el medio ambiente, la vida en los pueblos, la calidadde los servicios y la diversificacin productiva, etc. Este cambio en el discurso reflejaclaramente la diferencia entre lo agrario y lo rural; el espacio agrario y su desarrollohacen referencia al crecimiento de las actividades agrcolas y ganaderas. El conceptode territorio rural y su desarrollo, en tanto, hace referencia a la problemtica de lospueblos, la cultura y la identidad rural, el medio ambiente, las diferentes actividadesproductivas en las reas rurales, la problemtica de las infraestructuras y elequipamiento, entre otros.

    Este nuevo discurso ruralista revaloriza el concepto de territorio rural. Es desdeeste concepto que se pretende generar un abordaje sistmico y global de lo rural,tratando de observar nuevos fenmenos y procesos que la restriccin tcnica de loagrario no permite visualizar, y ante todo, intentando explorar nuevos sujetos y te-mticas que cobran cada vez mayor importancia en este escenario de globalizacin.

    En funcin de estas problemticas, el propsito de este libro es analizar en formageneral el proceso de transformacin rural operado en la Argentina en la dcada delos 90, una vez consolidado el modelo de modernizacin agropecuaria que se vinogestando desde la dcada de los 60. Se pretende describir en lneas generales losefectos que este modelo de modernizacin tuvo sobre el mundo rural desde susmltiples dimensiones, mostrando a su vez ciertos procesos emergentes de revalori-zacin y renacimiento rural. En efecto, no slo se quiere mostrar los efectos negati-vos del proceso de modernizacin, sino tambin las nuevas experiencias y procesosque se estn generando y que nos permiten pensar en la construccin de un nuevomodelo de desarrollo rural.

    La hiptesis que gua este trabajo es que mientras el proceso de modernizacinagropecuaria sin visin ni gestin territorial integral llega a su clmax, especialmente apartir de la devaluacin y el auge agrcola, estn emergiendo las condiciones para cons-truir otro paradigma de desarrollo rural de base territorial, ms sistmico, diversificadoe integrado que hemos denominado modelo de desarrollo territorial rural (DTR). Am-bos modelos podran convivir durante un tiempo, de acuerdo con las iniciativas econ-micas y polticas que se pongan en marcha para consolidar un modelo u otro.

  • 12 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Si bien numerosos pases y organismos nacionales e internacionales han avanzadoen la prctica y la sistematizacin de este paradigma de desarrollo rural de base terri-torial, en Argentina esto es an poco perceptible. En efecto, este paradigma no estsistematizado ni tiene polticas pblicas que lo avalen y expliciten en trminos deprogramas sistemticos. Sin embargo, la multiplicidad de procesos y dinmicas queest emergiendo en todo el territorio nacional alientan la esperanza de construir undesarrollo rural ms integrado entre campo y ciudad, ms equilibrado en trminossociales y territoriales, ms sostenible en trminos ambientales y ms innovador entrminos culturales y econmicos.

    Este trabajo se divide en dos grandes partes. En la primera se aborda la transfor-macin y la crisis rural. En el primer captulo se analiza el proceso de globalizacin dela cultura y la economa, fundamental para entender la economa de la dcada de los90 y a posteriori el impacto de la misma sobre las reas rurales de nuestro pas. En elsegundo captulo se analiza la transformacin de las actividades productivas en elmedio rural. En el tercer captulo se abordan las transformaciones demogrficas y delos asentamientos humanos. En el captulo cuarto se describen las nuevas problem-ticas sociales y culturales en el medio rural, producto del xodo rural y el deterioroeconmico de las reas rurales. Ya en el quinto captulo nos centramos en el anlisisde los actores que participan en el funcionamiento y desarrollo de los espacios rura-les en sentido amplio. Por ltimo, en el sexto captulo analizamos como emerge elnuevo proceso de organizacin y desarrollo rural.

    En la segunda parte se presenta la propuesta de desarrollo para los territoriosrurales. En el sptimo captulo se define el modelo de desarrollo territorial rural pro-puesto. En los captulos octavo al doceavo se presentan las estrategias de accin queconsideramos importantes para consolidar dicho modelo de desarrollo territorial ru-ral propuesto.

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    PRIMERA PARTE

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    1) El proceso de globalizacin y su impacto sobre la economaargentina y sobre el sector rural

    El proceso de globalizacin ha impactado de manera notable en las reas rurales,cambiando su forma de funcionamiento y, por ende, el modelo de organizacin te-rritorial. Esto ha sido posible gracias a los complejos cambios econmicos que el ca-pitalismo global ha generado en Argentina, especialmente a travs de las polticas deajuste estructural y a los efectos transformadores de las nuevas tecnologas de comu-nicaciones y transportes que han creado nuevas dinmicas territoriales debido a lafuerte movilidad de las personas, mercaderas, ideas y conocimientos, permitiendo asu vez la expansin de nuevas formas de funcionamiento de la economa, la sociedady la cultura a escala global.

    Ambos procesos (cambio tecnolgico y cambio econmico), responsables del cam-bio territorial de las reas rurales, han sido exhaustivamente analizados por la biblio-grafa especializada. En este trabajo nos limitaremos a describir sus principales ras-gos, de manera que se pueda comprender la construccin de nuevas lgicas territo-riales.

    Inicialmente podemos afirmar que la globalizacin es la construccin de un espa-cio de interdependencia, flujos y movilidades que abarcan el planeta entero. Si bienexistieron histricamente otros procesos de integracin global (imperios, dominiosreligiosos, etc.), la diferencia con el proceso actual, segn algunos autores, es queste adems de ser total no depende de ninguna nacin, religin o ejrcito, sino quees un movimiento global de integracin cultural y econmica provocado por la revo-lucin tecnolgica de las comunicaciones y transportes, la consolidacin del capita-lismo y el ajuste estructural sobre sistemas econmicos a escala global.

    1.1 La revolucin tecnolgica y la creacin de una nueva lgica de redes

    Durante el siglo XX el hombre ha sido testigo de una profunda revolucin en latecnologa, especialmente la vinculada a los transportes y las comunicaciones, la cualafect la relacin del hombre con su espacio. Esto ha sido la revolucin de las veloci-dades relativas del tren, el automvil o el avin para transporte de personas y merca-deras por aire, mar y tierra. Durante las ltimas dos dcadas se profundiza y conso-lida la segunda revolucin tecnolgica, vinculada a la velocidad absoluta de las on-das electromagnticas asociadas a los sistemas de comunicaciones (televisin, satli-tes, internet, telefona, etc.).

    Este conjunto de innovaciones tecnolgicas en transportes y comunicaciones hapermitido unir y articular todo el mundo, definiendo un nico espacio global sinfronteras. Ya no quedan prcticamente lugares en el globo que no se encuentreninterconectados. Todo ha sido puesto en redes de comunicaciones y transportes quepermiten, al menos hipotticamente, el contacto virtual (a travs de video, voz, tex-to y grficos) o fsico entre todas las personas de la tierra.

    A partir de este proceso de revolucin tecnolgica los hombres han acrecentadosu movilidad espacial y sus conocimientos sobre otros pases y regiones del mundo.Los individuos ya no slo se desplazan en sus mbitos locales, sino que alcanzanespacios ms lejanos, construyendo lo que denominamos una pluriespacialidad; esdecir, la capacidad de vivir y representarse otros espacios ms all de los espacioslocales propios.

  • 16 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Esta revolucin tecnolgica y la lgica de redes que ha permitido estructurar, per-mite a los actores articular espacios segn intereses bien determinados. Podemosafirmar que la creacin permanente de nuevas redes que articulan actores y procesoses un poderoso instrumento de territorializacin, pues gracias a su conexin es posi-ble valorizar diferentes lugares nunca antes valorizados.

    1.2 La consolidacin del capitalismo global y los nuevos sistemas de accineconmica

    El segundo elemento que estructura el proceso de globalizacin es la difusin yconsolidacin del capitalismo a nivel internacional y, junto con ello la creacin desistemas globales de accin econmica, los cuales se han transformadosustancialmente desde la dcada del 70. A inicios de esa dcada, la cada de las tasasde ganancia, el aumento de la inflacin y el dficit del sector pblico en los pasescentrales y en EE.UU. especialmente, impulsaron la necesidad de cambiar la dinmicade acumulacin capitalista. Dentro de este contexto internacional y posibilitado porla transformacin en los medios de comunicacin y el transporte, se fueron constru-yendo sistemas globales de accin en los mbitos econmico, cultural, social y polti-co. Esto incluye la creacin de nuevas reglas, normas y protocolos comerciales y dedesarrollo econmico en general y principalmente, de mayor coordinacinmacroeconmica entre pases. Estrategia que sugerida o impuesta por la banca inter-nacional y los organismos multilaterales.

    Estos sistemas globales de accin desencadenaron en distintos pases y en diferen-tes etapas, procesos de ajuste que los organismos internacionales han denominado ajuste estructural . En particular, los objetivos de este ajuste han sido: 1) reducirlos costos de las polticas gubernamentales restringiendo las funciones tradicionalesdel estado de bienestar; 2) transformar el modelo productivo fordista, demasiadocostoso debido al aumento internacional del petrleo, en un modelo productivo msmoderno, tecnificado y competitivo; 3) flexibilizar el mercado laboral de manera quepermita aumentar la productividad de la mano de obra y la eficiencia empresarial, yms especficamente, desregular los mercados nacionales de bienes y servicios parapermitir la libre circulacin de recursos financieros excedentes de los petrodlares.

    Todo este proceso, sumado a la revolucin tecnolgica, permiti la consolidacinde un modelo de produccin flexible (neofordista), a travs del cual terminaron deintegrarse los pases centrales y los pases perifricos en un nuevo orden capitalistainternacional donde prevalece una fuerte divisin internacional del trabajo que con-solida los trminos desiguales de intercambio entre el Norte y el Sur. Mientras lospases centrales desarrollan actividades altamente rentables (investigacin, ciencia ytecnologa), los pases perifricos se dedican a actividades manufactureras de bajacomplejidad o con demanda de gran cantidad de mano de obra directa (Sudesteasitico) o a la produccin especializada de commodities. Esta especializacin esclara en Amrica latina y la Argentina en particular, lo que explica las preocupacio-nes polticas y econmicas en la produccin agraria por encima de preocupacionespor el desarrollo rural bajo una concepcin territorial. En sntesis, dentro de esteesquema lo que importa es producir alimentos ms all del cmo y dnde.

    En este contexto internacional de fuerte competitividad y economas abiertas,aumenta la competencia entre las empresas de distintos pases. Aquellas empresas(servicios, industrias, explotaciones agropecuarias) que no pueden competir en unescenario internacional, deben cerrar sus puertas con la consiguiente problemticasocial del desempleo, en tanto que otras, que se reconvierten y aumentan sucompetitividad en trminos internacionales, pueden mantenerse dentro del merca-

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    do, absorbiendo en muchos casos las pequeas empresas locales. Los caminos paralograr una mayor competitividad son muy diversos: aumento de la escala, aumentode la productividad, aumento de la calidad, etc. Aunque en lneas generales, la expe-riencia latinoamericana muestra que los mayores esfuerzos han estado centrados enla disminucin de los costos, lo que ha generado fuertes impactos sociales1 debido ados factores:

    En primer lugar, se produce el reemplazo del hombre por la mquina comomedio para aumentar la produccin y disminuir los costos. Esto ha generado el despi-do masivo de miles de empleados en todos los sectores productivos2.

    En segundo lugar, para reducir sus costos de produccin las empresas disminu-yen la cantidad de trabajadores, y en muchos casos tambin aumentan las horas detrabajo por obrero. La consecuencia ha sido un aumento del desempleo y un aumen-to de la actividad por mano de obra ocupada.

    De esta manera, el proceso de globalizacin en su versin latinoamericana hamostrado debilidades para generar empleos estables, situacin que se prev podraempeorar en forma progresiva de no mediar polticas activas en trminos de crea-cin de empleo3.

    Esta poltica ha sido llevada dentro de un marco de expansin y mundializacindel sistema financiero que era el que garantizaba los flujos del capital financieronecesarios para la valorizacin de nuevos territorios y recursos, y sobre todo para lacaptacin de los flujos de capital de los pases ms pobres a los pases ms ricos. Estosprocedimientos consisten principalmente en operaciones de capital de corto plazodesvinculadas de la actividad econmica real de produccin, comercio e inversin, locual ha llevado a una permanente inestabilidad mundial, sobre todo a los pases mspobres que dependen de la especulacin y transformacin de la economa financierainternacional. Tal es as que hoy se comercializan diariamente en los mercados decambios, valores cincuenta veces superiores al monto de los intercambios de bienes yservicios, en contra de unas dos veces y media lo que suceda hace medio siglo.Bernal Meza (1998, p. 128)

    Como contrapartida de este proceso de volatilidad y deslocalizacin de los flujosde capital se generan nuevas estrategias de regionalizacin o conformacin de re-giones supranacionales cuyo objetivo es integrar pases o bloques con mayor masacrtica (en trminos de produccin y mercado) capaces de retener la mayor parte delos flujos de inversin productiva en un rea territorial restringida, evitando as lacreciente deslocalizacin productiva y de la inversin. Para lograr esta proteccin yfijacin del capital internacional se tiende a normatizar la inversin e imponer mayo-res controles al capital financiero mvil, creando de esta manera un proteccionismo

    1 No analizamos aqu todas las medidas que han sido aplicadas en torno al ajuste estructural de los distintos pases perifricos,aunque podemos mencionar en forma general la liberalizacin y desregulacin de los mercados, la privatizacin de empresasestatales, las reformas del Estado, la modernizacin tecnolgica y productiva, el desarrollo de la infraestructura y latecnologa, etc.2 Ver el trabajo de Armando Kuri Gaytn (Revista de la Cepal N 55), sobre el cambio tecnolgico y sus repercusiones en tornoal empleo y la equidad.3 Para ejemplificar este problema podemos observar como el Grupo de los 7 (Canad, EE.UU., Japn, Francia, Alemania, Italiay Reino Unido) duplic su tasa de desempleo en los ltimos 20 aos, pasando de 3.7 a 7%. Si consideramos los pases delOCDE, esta situacin es ms grave, se pasa de 3.7% en 1972 a 7.5% en 1995, y si analizamos la situacin de la UninEuropea en general, la situacin es peor, se pasa de 3.2% en 1972 a un 11% en 1995.

  • 18 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    interno, ya no a nivel de pas, sino a nivel de grupo selecto de pases (Unin Europea,Mercosur, Alca, etc.).

    1.3 El impacto de la globalizacin sobre la economa argentina y sobre elsector agropecuario

    El proceso de globalizacin y de ajuste estructural que se consolid definitiva-mente en el ao 1991, con el plan de convertibilidad, defini un nuevo contextosocioeconmico en Argentina. Las reformas implementadas durante la dcada de los90, caracterizadas por la desregulacin de los mercados, las privatizaciones y la inser-cin en los mercados mundiales, subordin las polticas sectoriales a los equilibriosmacroeconmicos, con lo cual han desaparecido gran parte de los tradicionales ins-trumentos de poltica pblica sectorial, como subsidios, tipos de cambio diferencia-dos, franquicias, poderes de compra de las empresas estatales, y fijaciones de preciosa productos bsicos.

    En el sector agropecuario estas polticas se tradujeron principalmente en una ma-yor estabilidad de precios de los productos agropecuarios, altas tasas de inters, unacreciente sobrevaluacin de la moneda nacional con respecto al dlar y la escasez definanciamiento. Estas medidas sumadas a un fuerte aumento en los costos fijos de lasexplotaciones agropecuarias oblig necesariamente a las empresas a aumentar lasescalas productivas, mejorar los sistemas de gestin y modernizar los sistemas pro-ductivos de manera que las mismas puedan encontrar un nuevo punto de equilibrioy rentabilidad que les permitiera continuar sus actividades. Este fenmeno se ampli-fica si tenemos en cuenta que el aumento de escala torna ms eficaz la utilizacin delas nuevas maquinarias y tecnologas y la mano de obra especializada. Se privilegiava costos, entonces, la expansin agraria y la rentabilidad de las empresas ms gran-des, que pueden continuar su proceso expansivo incorporando capital y nuevas tie-rras en detrimento de los pequeos y medianos productores que abandonan la acti-vidad y las reas rurales. Un porcentaje importante de esos actores que no contaroncon escalas y tecnologas de produccin adecuadas durante la dcada de los 90 de-bieron mantenerse en las reas rurales en condiciones de subsistencia o demarginacin, o bien abandonar la actividad, migrando a las grandes ciudades en bus-ca de nuevas oportunidades.

    Estos procesos se acompaaron con la construccin de un mensaje permanente,por parte de los organismos del Estado y otras organizaciones sociales, sobre la im-portancia de la eficiencia y la eficacia de la lgica del mercado en detrimento deotras lgicas subyacentes en el mundo rural. Este mensaje y esta nueva cultura delmercado profundiz la brecha entre los sectores capitalistas y otros sectores quepugnaban por otras polticas de desarrollo rural.

    Dentro de este marco poltico y cultural aparecieron nuevos actores responsablesde vehiculizar los cambios estructurales del agro argentino. Se trata de los grandesgrupos empresarios que actan en toda la cadena productiva, especialmente en laprovisin de insumos y en la logstica y comercializacin de los productos. Estos acto-res emergieron con fuerza a partir del proceso de desregulacin de la economa y lareforma del Estado. El desmantelamiento de las empresas pblicas, y de los rganosde control y regulacin de la produccin y comercializacin de productos primarios,tuvo como contrapartida una fuerte expansin de las grandes corporacionesagroindustriales nacionales o transnacionales, las que reemplazaron a las empresas yorganizaciones estatales, especialmente en lo que a logstica y regulacin del merca-do se refiere. Estas empresas operan en el sector agropecuario en todas sus ramas, atravs de la provisin de insumos (semillas, fertilizantes, pesticidas y herbicidas, etc.),

  • LA ARGENTINA RURAL 19

    la logstica y el transporte (vas frreas, puertos, terminales de carga, etc.), el proce-samiento industrial de la produccin agropecuaria (molinos, aceiteras, frigorficos,fbricas de alimentos, en general) y la comercializacin. Estas grandes corporacionesnacionales y transnacionales, a travs del control del sistema productivoagroalimentario, definieron un nuevo sistema productivo nacional y por ende nue-vas formas de organizacin rural. Son tambin estas grandes empresas, especialmen-te las de origen transnacional, las que impulsaron y promovieron el desarrollo de loscultivos transgnicos, controlando a travs del cuasi-monopolio de la tecnologa, lassemillas y los insumos en general, el gigantesco mercado de la soja y tambin el delmaz.

    Ya a fines de la dcada de los 90, el modelo econmico puesto en marcha por elGobierno Nacional comienza a derrumbarse. En diciembre del ao 2001 se desenca-dena en el pas una profunda crisis poltica y econmica que implica, en un primermomento, un profundo cambio en algunas caractersticas del modelo anterior. Elfuerte endeudamiento externo, los altos niveles de desempleo y marginalidad, labaja productividad de la economa nacional, la sobrevaluacin del peso con respectoal dlar y la fuga masiva de capitales, se combinaron para generar un ambiente decaos que impact en todas las dimensiones de la vida nacional: afect lagobernabilidad, increment en forma alarmante el nmero de pobres y lamarginalidad, y ubic a la Argentina como el pas con ms alto riesgo-pas en tr-mino de inversiones.

    Sin embargo, el derrumbe de la economa no afect por igual a todo el pas y atodas las actividades productivas. Ciertos sectores industriales vinculados a la susti-tucin de importaciones comenzaron un proceso de recuperacin luego de aos dedecadencia. Los sectores agropecuarios ligados a la exportacin, por otro lado, con-solidaron definitivamente su protagonismo en la economa nacional. Hay cuatrofactores que permitieron este cambio:

    El factor fundamental fue el hecho de que la devaluacin cre un tipo de cam-bio mucho ms alto, que si bien gener un aumento de precios en muchos productose insumos, afectando a la poblacin en general, por otro lado ayud a mejorarsustancialmente la rentabilidad de la produccin de bienes de exportacin. En efec-to, la inflacin anual fue del 100% en el ao 2002, en tanto la devaluacin fue del350%. Esto quiere decir que si bien hubo un aumento en los precios de los productos,los mismos fueron vendidos con un dlar sobrevaluado que para los productoresagropecuarios gener una rentabilidad muy alta.

    En el momento del proceso devaluatorio el sector agropecuario en general seencontraba con un alto endeudamiento con la banca privada y oficial. La pesificacinde las deudas (conversin de las deudas en dlares a pesos) permiti a los producto-res licuar rpidamente sus deudas debido a que los productos se cotizaban en dla-res y las deudas se mantuvieron en pesos. Esto ayud a miles de productoresagropecuarios a saldar sus deudas y levantar sus hipotecas, consolidando su situa-cin patrimonial.

    Otro factor importante fue que la crisis se produjo en un momento en el cuallos productores tenan guardada su produccin, lo que permiti vender dichos pro-ductos en momentos donde el valor de los mismos era mucho ms alto en dlares.

    El cuarto factor es que a partir de la crisis comienza un mejoramiento de losprecios internacionales de los granos, lo que permiti vender la produccin argenti-na a valores en dlares ms altos que los de aos anteriores. Este aumento del valorde los productos en dlares alcanz a neutralizar el efecto de las retencionesagropecuarias (impuesto a las exportaciones) del 20% que el Estado impuso a princi-pios del ao 2002.

  • 20 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Estas circunstancias permitieron entonces la recuperacin de los sectores agrco-las, especialmente en el primer y segundo ao posteriores a la devaluacin. Con eltiempo, la recuperacin de los costos en dlares de algunos de los insumos relativizy limit sustancialmente la recuperacin del sector agropecuario, especialmente delsector familiar y campesino.

    A pesar de esta incipiente recuperacin del sector, que afect diferencialmente alos sectores capitalizados con una gran escala y a los productores ms pequeos, elproceso de transformacin y crisis rural contina y se agrava, a tal punto que pode-mos afirmar que a partir del proceso devaluatorio se vive en la Argentina un escena-rio intrnsecamente contradictorio o dialctico un boom agropecuario conviviendocon una profunda crisis rural, esto es, los agronegocios funcionan bien, pero elmundo rural funciona cada vez peor.

    Como dijimos al inicio de este trabajo, esta crisis rural no es slo el producto de ladcada de 1990, sino del abandono sistemtico de una poltica y una estrategia dedesarrollo rural desde una perspectiva territorial integral desde hace varias dcadas.

    Esta crisis rural, que se manifiesta a travs de las dimensiones econmicas, socia-les, demogrficas y culturales, refleja dos hechos muy importantes. En primer lugar,seala el climax de un modelo agropecuario deslocalizado y deslocalizable, sin arraigosterritoriales, y en segundo lugar confirma la emergencia de procesos y proyectoscaractersticos de un nuevo paradigma alternativo de desarrollo rural. De esta mane-ra, los efectos de este modelo que analizaremos en las pginas siguientes, nos mos-trarn no slo las consecuencias negativas, sino tambin los procesos emergentesque permiten pensar en estrategias y alternativas diferentes para el futuro rural.

    2) La transformacin de las actividades productivas en el mediorural en Argentina

    En tanto la lgica econmica de la ltima dcada ha consolidado a los sectoresempresariales, por otro lado se produjo una disminucin y prdida de capital huma-no en los estratos productivos familiares y campesinos. Ambos procesos son comple-mentarios y se acompaan de otros fenmenos, tales como el cambio en los sistemasproductivos y las estructuras agrarias. En este captulo se van a analizar estos proce-sos de cambio productivo, los cambios en las estructuras agrarias y los actores msrepresentativos del sector agrario nacional.

    2.1 El complejo proceso de agriculturizacin y diversificacin productiva

    A partir de 1990 se consolida en la Argentina un doble proceso: por un lado, au-menta la produccin agrcola, por lo cual la agricultura se posiciona como la activi-dad de mayor volumen de negocios en las reas rurales. Paralelamente se profundizael proceso de diversificacin rural no agraria. Este doble proceso en apariencia con-tradictorio es una clara seal del cambio de estructuras y dinmicas productivas, ascomo una seal de los cambios que se avecinan en la Argentina rural.

    El proceso de agriculturizacin consiste en el crecimiento absoluto y relativo de laagricultura con respecto al Producto Bruto Interno total agropecuario. La ganaderay sus actividades conexas se alejan del corazn pampeano y de las reasagroecolgicamente ms ricas, para localizarse en reas marginales desde el punto

  • LA ARGENTINA RURAL 21

    de vista productivo. Este proceso se debe en general a que el perodo comprendidoentre la inversin del dinero en la actividad agrcola y la recuperacin de los frutosde dicha inversin es ms corto que el que requieren las actividades ganaderas. As,el productor agropecuario (o los inversionistas) privilegian las inversiones de cortoplazo en la agricultura y dentro de sta principalmente la soja. Este tipo de actividadagrcola ampliamente difundida durante la dcada de los 90 se ha amplificado noto-riamente a partir del proceso de devaluacin debido a la alta rentabilidad de dichonegocio.

    El grfico siguiente muestra el extraordinario crecimiento de los cereales yoleaginosas en la Argentina en la ltima dcada. (Grfico 1)

    Grfico 1Evolucin de la produccin de cereales y oleaginosas.

    1998 - 2003

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    1998 2002Aos

    Mil

    lone

    sde

    tone

    lada

    s

    Oleaginosas

    Cereales

    Las siguientes figuras dan muestra de este proceso de agriculturizacin. En primerlugar se observa un leve crecimiento de las oleaginosas en las provincias de Jujuy,Salta, Tucumn, Catamarca, San Luis, Formosa, Misiones y Corrientes. Tambin seregistra un fuerte crecimiento en la regin pampeana, en el Chaco y en Santiago delEstero, en tanto se produjo una disminucin en la Provincia de La Pampa. Este ampliocrecimiento se debi ante todo al cultivo de soja. Con respecto al aumento de loscereales se nota un incremento leve en Jujuy, Salta, Tucumn, Formosa, Corrientes,Santiago del Estero, Chaco y San Luis, y un fuerte crecimiento en Crdoba, Santa Fe,Entre Ros y Buenos Aires, en tanto que disminuy en las dems provincias.

    Como contrapartida de esta expansin de la agricultura se produce una reorgani-zacin de la ganadera, tanto ovina como bovina. El ganado bovino retrocedi en lasprovincias de Buenos Aires, Crdoba, Entre Ros, Corrientes, Mendoza, Neuqun,Catamarca y Tucumn, en tanto aument sustancialmente en Santa Fe y provinciasextrapampeanas como San Luis, Chaco, Santiago del Estero y las reas marginales dela Provincia de La Pampa. El resto de las provincias tuvieron un leve incremento delos planteles de ganado bovino. En tanto, la ganadera ovina no tuvo un cambionotable, solo aument en las provincias de Chaco, Formosa y Misiones, y decaynotablemente en provincias tradicionalmente productoras como todas las patagnicas,La Pampa, Buenos Aires, Entre Ros y Corrientes. El resto de las provincias argentinastuvo una disminucin leve en sus planteles ovinos.

    Desde el punto de vista social, territorial y ambiental, el proceso de agriculturizacinno es neutro. Al contrario, ha generado numerosos impactos, algunos ms nocivosque otros, los que sin duda afectan al conjunto del mundo rural argentino.

  • 22 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Figura 1Evolucin de la Produccin Oleaginosa

    entre los aos 1988 y 2002

    Secretara de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentos de la Nacin

  • LA ARGENTINA RURAL 23

    Secretara de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentos de la Nacin

  • 24 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Figura 3Evolucin de la Ganadera Bovina

    entre los aos 1988 y 2002

    Fuente: INDEC. Censo Nacional Agropecuario 1988 y 2002

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    Figura 4Evolucin de la Ganadera Ovina

    entre los aos 1988 y 2002

    Gran Disminucin

    Disminucin leve

    Aumento

    INDEC. Censo Nacional Agropecuario 1988 y 2002

  • 26 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Un primer efecto es la fuerte expansin de la frontera agraria. Este fenmeno hasido muy importante hacia el norte y oeste de la regin pampeana, debido a la difu-sin de nuevas semillas adaptadas a reas ms marginales, sobre todo soja, girasol yactualmente maz, y al ciclo hmedo que benefici a zonas tradicionalmentesemiridas y ridas. Un efecto inmediato de este proceso de corrimiento de la fronte-ra agraria fue la destruccin del monte nativo, con todas las negativas consecuenciasambientales que ello implica, y el desplazamiento de la ganadera hacia regionesperifricas.

    En segundo lugar podemos sealar que este proceso de agriculturizacin tiene unefecto nocivo sobre el equilibrio del tradicional ciclo agricultura - ganadera que per-mita una cierta sostenibilidad de los suelos y los sistemas de cultivos. En efecto, elmonocultivo de trigo y soja u otros cereales y oleaginosas desplaz a la ganadera,alterando las rotaciones tradicionales. En gran parte del pas los tambos, las instala-ciones, los alambrados y todo el equipamiento ganadero, desaparecen dando lugar acampos sin lmites dedicados a los cultivos. Cambian las actividades pero tambincambia el paisaje y el sistema natural que lo sostiene, y en lneas generales el territo-rio con sus pueblos, sus infraestructuras y sus relaciones sociales.

    Es evidente que el cambio en los sistemas productivos se acompaa con la intensi-ficacin del uso del suelo debido al aumento del nmero de cultivos por parcela porciclo agrcola o al aumento de la productividad ligado a la mayor utilizacin deinsumos. El incremento del uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas ha generadomltiples efectos, entre los cuales podemos mencionar:

    un aumento notable en los riesgos de polucin de las aguas superficiales ysubsuperficiales. Numerosos lagos, lagunas y arroyos de la Argentina, especialmenteen la regin pampeana, han aumentado sustancialmente sus volmenes de fosfatosy nitratos aumentando la contaminacin y la eutrofizacin de las aguas, lo que hallevado a una disminucin notable en sus vlumenes de fauna ictcola, y por lo tantola notable reduccin de la actividad turstica y recreativa con la consiguiente prdidade empleos y dinamismo local.

    la acidificacin de suelos por exceso de nutrientes y minerales afectan los mis-mos que pierden su fertilidad natural y disminuye su capacidad de recuperacin na-tural.

    La destruccin de la fauna y el deterioro de la biodiversidad.

    Un lugar destacado en este complejo proceso de agriculturizacin lo tiene la cre-ciente incorporacin de productos de origen transgnico, especialmente la soja. Elauge de los productos transgnicos esta vinculado al considerable aumento de losrindes por hctarea y por lo tanto el aumento en la rentabilidad de la produccin. Sinembargo, la utilizacin de estos productos tiene dos aspectos que es necesario consi-derar: su impacto sobre la biodiversidad y sobre el consumo humano.

    Con respecto a la biodiversidad, experiencias recientes en Mxico y otros pasesdonde se utiliza maz transgnico muestran una profunda alteracin de los cultivoscercanos debido a la presencia de plen transgnico que muta las especies vegetaleslocales, y genera una prdida de biodiversidad muy importante en reas rurales ricas.

    El segundo aspecto tiene relacin con el consumo humano de estos productos. Sibien los efectos sobre la salud humana no estn claramente definidos, el principio deprecaucin, es decir la duda existente sobre el impacto de estos productos sobre lasalud humana, habilita a millones de consumidores a reservarse el derecho de consu-mir los mismos.

  • LA ARGENTINA RURAL 27

    Son innumerables los estudios y anlisis realizados en el mundo entero en torno ala produccin y el consumo de productos transgnicos. En Brasil, por ejemplo, soloun 13% de la poblacin consumira estos productos contra un 87% que no lo hara, yel 92% de la poblacin defiende la rotulacin de productos transgnicos como me-dio de informacin para poder, de esta manera tener, la posibilidad de optar por elconsumo o no de dicho producto. Lo que s queda claro es que su consumo est cadavez ms cuestionado y restringido a nivel internacional, especialmente para el usohumano directo, orientndose dichos productos cada vez ms al consumo animal.

    Un ltimo factor a tener en cuenta a partir del fuerte proceso de agriculturizacines que el creciente uso de insumos aumenta la dependencia de la agricultura, y delpas en general, con respecto a las empresas abastecedoras, generalmente de origentransnacional. Los productores y el pas en general, pierden as su capacidad de con-trol y regulacin de su produccin debido a la dependencia de insumos que estnpatentados en otros pases. Esto no slo condiciona la autonoma del pas en trmi-nos de produccin de alimentos, sino que adems ata a la agricultura nacional a losvalores de los insumos de origen internacional que cotizan en dlares.

    A pesar que este proceso de agriculturizacin y el nuevo boom agropecuario pos-terior a la devaluacin permiti a muchos productores agropecuarios mejorar su si-tuacin econmico-financiera en el corto plazo o en el caso de los propietarios ren-tistas, mantenerse en los pueblos y ciudades regionales en condiciones econmicasms holgadas5, dicha actividad est en el corazn de un debate sobre la agriculturasostenible. Ms all de esta discusin, creemos pertinente pensar que no se tratasolamente de un problema agrcola, sino de un problema rural de fuerte impactosobre todo el territorio nacional, pues los efectos del monocultivo agrcola no afec-tan solo a las reas rurales donde se cultivan, sino a toda la estructura urbana respon-sable de contener a la poblacin rural expulsada de sus reas de origen. No son pocaslas voces que se levantan contra este modelo productivista; hasta los medios de co-municacin ms importantes y especializados en la materia se han hecho eco de estapreocupacin, tal como lo muestra el siguiente recuadro.

    El hombre no est frente a un televisor, la radio o, siquiera, conectado a la red.Pero, igual, Carlos Topic, de profesin transportista de cereales, sabe de memoria elprecio de la soja. Sentado en una mesa de un bar de Alcorta, provincia de Santa Fe,recita las oscilaciones del da anterior en Chicago y Rosario, y habla con autoridadsobre como China y los especuladores le estn dando una nueva dimensin al mer-cado.

    Es inevitable que este pueblo vibre al ritmo de las cotizaciones de este granomilagroso, que hoy domina el 50% de la cosecha en la Argentina, y el 25% delas exportaciones nacionales. Los lugareos calculan que en la ltima temporadaaqu se sembr 85% de soja y 15% de maz, y aunque el precio en Rosario cay de700 pesos por tonelada en abril a 530 pesos por tonelada el viernes, hay corazo-nes contentos. Somos turistas norteamericanos, confiesa Vicente Angelozzi,un chacarero.

    Alcorta, una localidad de menos de 8 mil almas, fue hace casi un siglo la cuna

    5 Sin embargo, esta situacin no puede generalizarse para todo el pas, sino que corresponde principalmente a las zonasagrcolas por excelencia (Crdoba, Santa Fe, Entre Ros, Buenos Aires y La Pampa).

  • 28 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    del movimiento agrario argentino. Hoy, El grito de Alcorta, como se llam lagesta, es una leyenda y el nombre de un boliche a la entrada del pueblo. Como enmuchas zonas del campo argentino, los productos pudieron licuar rpidamentesus deudas con la devaluacin, y luego, con el auge de la soja, la riqueza comenza llover. Pero, aqu tampoco todo es una cuatro por cuatro, uno de los smbolosde la bonanza del campo. Como todo proceso econmico, es contradictorio ydiverso. Aqu, con el boom agrcola tambin se acentuaron las divisiones socialesy tambin aument, aunque parezca paradjico, la pobreza.

    Luciano Alvarez, pen desde los 12, est hace cinco meses desocupado. Antesde la siembra directa, se trabajaba ms. Lo que hacan cinco personas, ahora lohace una. La soja no me dej sin trabajo, fue la tecnologa, dice. Pero a Alvareztampoco se le ocurrira desandar el progreso. Pero, es un hecho objetivo: la tec-nologa expuls a mano de obra que haba en el campo, y recuper a la mano deobra calificada. Pero, de cada 10 que expuls, recuper a 2, cuenta OmarBarchetta, productor y dirigente de la Federacin Agraria. Hoy, en Alcorta seentregan 360 programas de Jefas y Jefes de Hogar. El comedor de la escuela 181alimenta a 170 chicos, cuenta su ecnoma, Mnica Vallaco.

    Acaban de terminar la cosecha en Alcorta. Donde hubo maz quedan los tallosque se transformarn en maleza, y donde hubo soja la tierra parece casi rasa. Lasoja es la reina de los cultivos, porque plantar soja deja ms plata. As de simple.Pero, cuando se planta soja luego de una cosecha del mismo grano, el suelo sedegrada, confiesan los chacareros. Son ellos los primeros en hablar de su temor almonocultivo. Es mucho ms rentable el cultivo de la soja que el del maz, expli-ca Angelozzi, el chacarero. Pero, luego agrega que plantar soja sobre soja no esnegocio en el tiempo. Espero poder dejarle la tierra a mis hijos, agrega.

    Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, el mismo chacarero, con 350 hec-treas en su haber, confiesa que no rota como corresponde. Planto un ao maz,dos soja, cuenta. Es que la soja se hizo tan tentadora, que no slo desplaz culti-vos sino tambin a la ganadera. Barchetta, el otro chacarero, teme que este boomsea slo un ciclo, y que cuando este termine, no haya producciones alternativas.

    Fuente: Peridico Clarn, 30 de mayo del 2004.

    Paradjicamente, este proceso de agriculturizacin se acompa durante toda ladcada de los 90 con un fenmeno de diversificacin productiva no agraria, es decir,la emergencia de nuevas actividades productivas en pueblos y pequeas ciudadesasentada en proyectos innovadores de turismo rural, pequeas industrias de trans-formacin, industrias manufactureras artesanales y nuevos servicios. Las causas porlas cuales emergen estas actividades son muy diversas, aunque hay que destacar lanecesidad que han tenido los productores agropecuarios o los habitantes de los pue-blos y las pequeas ciudades, de generar otra actividad productiva para poder man-tenerse en dichas reas evitando as el xodo rural. Estas actividades estuvieron ge-neralmente vinculadas a la transformacin de los productos primarios (elaboracinde chacinados, lcteos, cereales especiales, venta minorista de carne, produccin demiel y derivados, etc.) o a la prestacin de algn servicio (contratista de maquinariaen la zona cercana a sus explotaciones, servicios tursticos, etc.). Lamentablemente,la gran mayora de estos emprendimientos fracasaron debido a falta de equipamiento,infraestructuras, mercados, conocimientos, crditos y muy especialmente de capaci-dad, por parte del Estado, de acompaar al sector privado en la construccin de losproyectos.

  • LA ARGENTINA RURAL 29

    Este proceso de diversificacin abre las puertas a un nuevo fenmeno poco estu-diado an pero de fuertes efectos sobre la evolucin del mundo rural: la pluriactividaddel productor y de la familia. La agricultura familiar tradicional, organizada en tornoa todos los integrantes de la familia, da lugar a una diversidad de empleos y activida-des productivas en la familia. La madre de familia trabaja ahora en un comercio en elpueblo o en algn servicio estatal; los hijos, sino se fueron a alguna ciudad regional,se quedan trabajando en el campo, tambin desarrollando alguna nueva actividadproductiva vinculada al sector agropecuario (miel, producciones alternativas, con-tratista de maquinaria), o con un empleo en el pueblo o la ciudad ms cercana. Elproductor tradicional mantiene su dedicacin al campo, pero en muchas ocasionestambin se han visto casos de doble empleo en los pueblos, en algn servicio local.

    De esta manera los empleos rurales no agrarios comienzan a tener un rol cada vezms importante en las familias agrarias, por lo cual se deber observar su evolucinen el mediano y largo plazo, pues de este tipo de empleos depender en gran parte elfuturo del mundo rural.

    Otro modelo de diversificacin corresponde al de los nuevos inversores de origenurbano que buscan una alternativa productiva en las reas rurales. En este caso hayque diferenciar los nuevos emprendimientos llevados a cabo por personas quemigraron buscando una nueva alternativa de vida y desarrollan actividades vincula-das a la transformacin de los productos primarios en general o a la prestacin deservicios como el turismo. Este proceso, como veremos adelante, est muy vinculadoal renacimiento rural en Argentina. El segundo modelo de diversificacin vinculado alos actores urbanos corresponde a inversores que adquieren tierras para generar nuevasactividades no tradicionales como produccin de ciervos, camlidos u otro tipo deanimales, realizacin de cultivos especficos, etc. En estos casos, las unidades produc-tivas son de tamao considerable y requieren de grandes inversiones y logstica, porlo cual dichos proyectos aparecen como fenmenos particulares en las reas ruralesdonde se insertan.

    Ms all del inters que ha despertado este proceso de diversificacin durante ladcada de los 90, como modo de contrarrestar la crisis del mundo rural y manteneractividades y la poblacin en dichas reas, este esfuerzo se ha visto drsticamentereducido en los estratos de los productores agropecuarios a partir del proceso dedevaluacin, pues el aumento de los valores de los cereales y oleaginosas en el mer-cado internacional ha empujado a estos productores a abandonar los procesos dediversificacin para volver nuevamente a cultivar cereales y oleaginosas, principal-mente soja, en forma directa o a travs de contratistas de maquinarias. Si bien esteaumento en la rentabilidad agraria a travs de estos cultivos ha permitido recuperarlos ingresos de los productores en el corto plazo, el mismo ha disminuido el potencialinnovador del mundo rural.

    2.2 Los cambios en las estructuras agrarias y la tenencia de la tierra

    Directamente vinculado al proceso de reorganizacin de la tierra, otro fenmenoimportante en el proceso de transformacin rural que consolid un modelo agrarioms concentrado fue la compra de tierras por operadores externos al sectoragropecuario tradicional, hecho que represent en Argentina un fenmeno masivodurante toda la dcada de los 90 y que contina en la actualidad. Dos cuestionespueden ser sealadas al respecto:

    En primer lugar la compra de tierras por parte de mdicos, ingenieros, comercian-tes, abogados y, en innumerables casos, por polticos locales a los productores en-

  • 30 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    deudados o en quiebra. Esta modalidad de transacciones inmobiliarias afect a todoel pas y abri el camino para un masivo proceso de especulacin agraria, pues losnuevos propietarios no pusieron en marcha, en la mayor parte de los casos, sistemasproductivos sustentables, sino que utilizaron las tierras para producir lo que el mer-cado demandaba a travs de los altos precios en cada temporada. Esto obviamenteabri el mercado de tierras para la introduccin y la masiva difusin de cultivos endetrimento de la ganadera. El caso ms notable de adquisiciones de tierra por partede actores urbanos se verifica en el rea de influencia directa de Buenos Aires (unradio de 400 km aproximadamente) donde inversores residentes en la Capital Federaladquieren pequeas explotaciones agropecuarias con un uso recreativo o agrcola,especulativo a travs de la figura del contratista.

    En segundo lugar, la compra de tierras por parte de los grandes grupos econmi-cos nacionales o extranjeros que diversifican su economa comprando grandes ex-tensiones de campo con el objetivo de trabajarlos a gran escala. Se estima que elnmero de grandes empresas agropecuarias (ms de 5000 ha) ha aumentado en for-ma sostenida despus del plan de convertibilidad. Son varias las empresas de capitalnacional y transnacional que han adquirido tierras en la regin. Por ejemplo, la elgrupo CRESUD ha pasado de 20.000 ha productivas en setiembre de 1994 a 340.000en febrero de 1996 (La Nacin, 24/6/1996). Para este tipo de empresas manejarse agran escala es fundamental, ya que les permite mantener un alto nivel de negocia-cin disminuyendo los costos. No obstante, si bien la compra de tierras fue generalen todo el pas, las reas ms demandadas fueron las de alto valor productivo (zonasde viedos, regin pampeana, valles) o de alto valor paisajstico y ambiental (cordi-llera de los Andes, litoral atlntico). En todos estos casos, las tierras adquiridas siem-pre han constituido unidades econmicas, es decir, explotaciones con niveles de ren-tabilidad que permitan su sostenibilidad.

    La conjugacin de estos dos procesos gener un recambio en la tenencia de latierra, en todas las categoras de superficies y en todo el territorio nacional, permi-tiendo adems la notable concentracin durante la dcada de 1990. La tabla siguien-te da cuenta de este proceso.

    Pampeana

    Cuyo

    Nordeste

    Noroeste

    Patagonia

    Total Pas

    189.292

    53.184

    85.249

    72.183

    21.313

    421.221

    134.539

    42.248

    70.036

    67.508

    17.726

    332.057

    - 29

    - 21

    - 18

    - 6

    - 17

    - 21

    Fuente: INDEC. Censo Nacional Agropecuario, 1988 y 2002.

  • LA ARGENTINA RURAL 31

    Segn los censos oficiales, casi 90.000 explotaciones agropecuarias desaparecie-ron como unidades productivas, siendo absorbidas por otras firmas agropecuarias.Si bien estos datos ocultan numerosos procesos de reestructuracin agraria que novamos a analizar , la reestructuracin implica un notable aumento de la superficiepor unidades productivas, especialmente en la regin pampeana. Se consolida as unnuevo modelo agrcola ms extensivo y mecanizado y por lo tanto con menores ne-cesidades de poblacin y equipamiento e infraestructura social.

    Otro aspecto importante a considerar es que se produjo tambin una importanteconcentracin de la tierra, no slo como propiedad sino tambin como recurso pro-ductivo. Se estima que el 50 % de la superficie pampeana ya no es trabajada por losproductores dueos de la tierra, sino por grandes contratistas y pools de siembra.

    Si bien la adquisicin de tierras o la inversin en pools de siembra por actoresexternos a las zonas rurales ha sido vista por numerosos defensores del modelo comoun proceso benfico, pues permiti el ingreso de capitales al sector agropecuario ypor lo tanto la integracin total del sector agropecuario al circuito financiero nacio-nal e internacional, esto perjudica de manera notable la expansin y el desarrollo dela agricultura campesina y familiar debido a la elevacin del precio de la tierra. Endefinitiva, los productores campesinos y familiares no pudieron crecer y alcanzarescalas de mayor rentabilidad a travs de la incorporacin de nuevas tierras debidoen primer lugar a la crisis del sector, y en segundo lugar a la elevacin del precio de latierra demandada en forma permanente por inversores externos al sector.

    De esta manera, el modelo agropecuario general de tipo familiar, consolidado enla dcada de 1960, se transform durante las ltimas dcadas para dar lugar a unmodelo mucho ms concentrado, pues efectivamente durante la dcada de 1990 hubouna tendencia inequvoca a la contraccin y desaparicin de los pequeos y media-nos productores en detrimento de nuevos empresarios agropecuarios y nuevos mo-delos de gestin.

    ...

    En sntesis, el modelo impuesto por el proceso de globalizacin consolid el proce-so de concentracin de la tierra, ya que muchos productores agropecuarios quebra-ron y vendieron sus explotaciones, generalmente a otros productores ms dinmicosy capitalizados, o a gente de la ciudad que busca invertir en tierra. La consecuencia,como veremos a continuacin, es un fuerte despoblamiento rural, empobrecimientode las relaciones sociales y de la diversidad tcnico, productiva en las reas rurales. Asu vez, esta concentracin de la tierra permite una mayor homogeneizacin de siste-mas y actividades productivas, los que pasan a estar controlados desde las ciudades atravs de un proceso tcnico ms moderno y tecnificado con una lgica deagronegocios. Esto implica la existencia de empresas agropecuarias capaces de tra-bajar los campos de los productores que quebraron y que ahora estn en manos depropietarios ausentistas. En efecto, el crecimiento agropecuario y el augeagroexportador estar basado en los inversores externos, los pools de siembra, losfeeds loots, generalmente vinculados a capitales externos.

    Este escenario productivista, ntimamente ligado al desarrollo del sectoragroexportador, es el planteado por diversas corrientes de pensamiento en Argenti-na y no se puede negar que puede ser beneficioso en trminos macrofinancierospara el conjunto de la economa en el corto plazo. Sin embargo, bajo este modelo defuncionamiento slo se beneficia el sector productivo que cuenta con capacidadesinstaladas y escalas adecuadas, por lo cual este modelo no es sustentable en el largoplazo debido a sus consecuencias negativas, tanto en trminos sociales como am-

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    bientales. Los desequilibrios sociales que este modelo genera aumenta los problemasde violencia y seguridad, tanto en las reas rurales como urbanas; por otro lado, estemodelo aumenta los problemas ambientales con consecuencias imprevisibles sobretodas las reas rurales pero tambin urbanas que sufren las consecuencias (basta solocon recordar la catstrofe de Santa Fe, generada por mal manejo de suelos y aguasen las reas rurales). El listado de consecuencias negativas del modelo puede ampliarseinvolucrando adems el deterioro de equipamiento e infraestructura rural, la prdi-da de valores culturales, etctera.

    En funcin de ello y en procura de un desarrollo sostenible en el medio rural seimpone la necesidad de poner en marcha una poltica que permita el desarrollo detodos los actores agrarios en estrecha vinculacin con el territorio donde se encuen-tran los mismos.

    3) La transformacin demogrfica y de los asentamientoshumanos

    La transformacin del sector productivo agropecuario no ha sido inocua en trmi-nos de efectos sociales, econmicos y territoriales: al contrario, ha generado unadiversidad de impactos que constituyen todo un sistema complejo que se refuerza yautoalimenta no slo a nivel agropecuario (una actividad), sino fundamentalmente anivel rural (un territorio).

    Una de las consecuencias ms evidentes de la transformacin rural ha sido el xo-do rural y la reestructuracin de los asentamientos humanos a nivel local y regional,debido a la prdida de empleos y de oportunidades de desarrollo personal en lasreas rurales. A continuacin analizaremos estos procesos de cambio demogrfico ysu incidencia en la transformacin urbana regional.

    3.1 La crisis del empleo rural y el xodo poblacional

    Ms all de los esfuerzos de diversificacin y de generacin de proyectos produc-tivos en todo el contexto rural nacional, que son importantes en trminos de ejem-plos demostrativos, en las reas rurales las fuentes de trabajo ms importantes parala poblacin son:

    Las actividades agropecuarias (cultivos industriales, de cereales, oleaginosas,cra de ganados, forestacin, etc.). El empleo en estas actividades no crece; al contra-rio, estas actividades han incorporado en mayor o menor medida nuevas tecnologasahorradoras de mano de obra lo cual determina una disminucin significativa de lademanda laboral que no es absorbida por otras actividades locales.

    Las industrias, el artesanado y los pequeos emprendimientos. Las industriaslocalizadas en reas rurales o en pequeas ciudades, especialmente las vinculadas ala transformacin de los productos primarios, han evolucionado en forma muy dis-par. No obstante, las ms grandes tienden a localizarse en pequeas o medianas ciu-dades con servicios urbanos ms competitivos, por lo cual en las reas rurales demenor poblacin concentrada quedan las pequeas y medianas empresas. El sectorartesanal y de pequeos emprendimientos si bien no es el principal generador demano de obra rural, permite preservar y conservar la misma en dichas reas.

    Los comercios y los servicios a la produccin (talleres mecnicos, carpinteras,empresas cerealeras, etc.). Estos poseen un personal fijo que se renueva muy lenta-mente. Con respecto a este punto hay que sealar que las nuevas condiciones de

  • LA ARGENTINA RURAL 33

    movilidad por el automvil, generan nuevas lgicas y nuevas leyes de organizacindel espacio. En este sentido podemos diferenciar dos perodos en la prestacin debienes y servicios. Un primer perodo, que se extiende hasta la dcada de los 60, esaquel marcado por la baja movilidad de la poblacin: el espacio de prestacin debienes y servicios corresponde para una gama muy amplia de productos y servicios alos pueblos y responde siempre a las leyes de la economa espacial de niveles jerrqui-cos de aglomeracin, pero con una fuerte autonoma local. En este periodo el inter-cambio de productos se realiza en un cuadro espacial restringido, la puesta en mar-cha de relaciones mercantiles reposa sobre los lazos del interconocimiento y confian-za. El segundo perodo corresponde al desarrollo de la movilidad y de lamercantilizacin de las relaciones sociales: los comercios y servicios de los pueblos engeneral pierden su clientela en detrimento de los supermercados de las ciudades msimportantes, que imponen una nueva lgica de concentracin y de mayores escalas.La deslocalizacin de la oferta y la demanda genera una reestructuracin territorialque vaca a los pueblos de muchas de las funciones de comercios y servicios en detri-mento de una mayor concentracin urbana. En muchos casos los pueblos solo man-tuvieron niveles de prestacin de servicios bsicos para el consumo local. En definiti-va, este pasaje evidencia la destruccin de un orden econmico y cultural fundadoen una lgica mercantil artesanal, el interconocimiento y los valores identitarios paracrearse una nueva lgica econmica vinculada a la produccin en masa, a mayoresescalas de comercializacin y a nuevas pautas y formas de consumo estandarizadas ydesterritorializadas.

    La administracin pblica y los servicios ligados al Estado. Estos se estn trans-formando profundamente; muchos de estos servicios -correo, ferrocarril, telfonos,etc. han cerrado o han reducido su personal a partir de la ley de Reforma del Estadode principios de los 90. Dicha situacin ha sido crtica para los pueblos, pues numero-sas familias han quedado sin empleo, y tuvieron que migrar a ciudades de importan-cia regional.

    La poca capacidad de todas estas actividades para generar nuevos empleos y ab-sorber as la nueva fuerza laboral que ingresa a la poblacin econmicamente activay la salida de los productores agropecuarios en crisis de las explotaciones agropecuariashace que la migracin sea la nica alternativa para los chacareros y para la poblacinjoven en general. Esto consolid un lento proceso de xodo rural en todo el pas, quesi bien tiene diferencias a nivel de provincias o regin, constituye un proceso inexo-rable que vaci las reas rurales.

    As, entre el censo del ao 1991 y 2001 la poblacin urbana aument en 4.137.000habitantes, en tanto que la poblacin rural tuvo una disminucin de 326.000 habi-tantes (poblacin concentrada en pueblos o dispersa en el medio rural). Esta dismi-nucin de la poblacin no fue homognea en todas las regiones del pas. La tabla 2presenta la cantidad de poblacin rural de los censos del ao 1991 y del 2001 y suporcentaje de variacin, el cual como se observa fue negativo en todas las regionesdel pas, excepto en el Noroeste.

    Si analizamos este proceso de despoblamiento rural segn la jerarqua de los cen-tros, en diversas localidades del pas se pudo observar que los pueblos de menos3000 habitantes manifiestan una tendencia neta al despoblamiento, mientras que enaquellos centros de ms de 3000 habitantes tienden al aumento demogrfico. Estasvariaciones se deben a dos procesos diferentes. En algunos pueblos pequeos, la po-blacin disminuy notablemente debido a las migraciones hacia otros centros urba-nos ms importantes. La causa de la migracin est ligada a la inexistencia de trabajoy de los servicios necesarios, especialmente a la ausencia de escuela secundaria en lospueblos ms chicos. En los pueblos de ms de 3000 habitantes la poblacin o bienaument o se mantuvo estable; esto se debe, en la mayora de los casos, a que pro-ductores agropecuarios de la zona adyacente compraron una casa en el pueblo y

  • 34 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    fueron a vivir al mismo. Ms adelante analizaremos con detalle esta reorganizacinde las jerarquas de centros urbanos.

    El crecimiento o decrecimiento de los pueblos est directamente vinculado al ta-mao de los centros poblados y a la distancia que los separa. Cuanto ms grande es lalocalidad, mayor cantidad de servicios posee y por lo tanto ms atractiva es comolugar de residencia para los agricultores que migran a los pueblos. Esto se combinacon la distancia entre centros poblados: cuanto menor es la distancia entre las locali-dades, mayor es la competencia por el mercado consumidor (los agricultores). Enesta competencia, los pueblos ms chicos que no contaban con escuela secundaria ocon una adecuada oferta de bienes y servicios para el agro, tenan pocas posibilida-des de desarrollo comparado con otros centros ms grandes y cercanos. Esta situa-cin es tpica en estas reas rurales, donde una ciudad de mayor importancia crece enforma relativamente rpida debido a que incorpora a la poblacin rural dispersa y ala poblacin de los pequeos pueblos, quienes faltos de dinamismo econmico po-seen escasas fuentes de trabajo. Este proceso de urbanizacin desigual contina enel perodo 1980 1991, aunque puede observarse un leve crecimiento en algunoscentros pequeos debido a situaciones particulares.

    Para explicar la existencia de una poblacin dispersa en las zonas rurales (la cualha disminuido en forma significativa en las ltimas dos dcadas), debemos conside-rar dos situaciones: por un lado, los agricultores que migran, por quiebra o abando-no de la actividad agropecuaria; por otro, los productores que partieron hacia elpueblo o las ciudades en busca de una mejor calidad de vida.

    Si bien el proceso de despoblamiento rural ha afectado en forma homognea atodo el pas, pueden diferenciarse dos etapas muy particulares. Hasta la dcada delos 90 el despoblamiento es ms intenso en las zonas cercanas a los pueblos impor-tantes, ya que la proximidad de estos permite al agricultor residir en el pueblo ydesplazarse cotidianamente a la explotacin. Sin embargo, este tipo de migracinslo afecta las reas en la cuales existe un pueblo cuya dotacin de servicios y deinfraestructuras justifica el cambio de residencia. A medida que aumentan las distan-cias entre los pueblos y las explotaciones, el proceso de despoblamiento se atena,debido a que los gastos de desplazamiento son mayores. Por ello, en las circunscrip-

    Regin

    Pampeana

    Cuyo

    Nordeste

    Noroeste

    Patagonia

    Total Pas

    Poblacin

    rural

    1991

    1.659.752

    471.312

    893.355

    940.631

    214.368

    4.179.418

    Poblacin

    rural

    2001

    1.449.777

    467.144

    787.723

    954.141

    194.446

    3.853.231

    % de variacin

    intercensal

    -13

    -1

    -12

    1

    -9

    -8

    Tabla 2Evolucin de la poblacin rural por regin

    Fuente: INDEC. Censos de poblacin 1991 y 2001.

  • LA ARGENTINA RURAL 35

    ciones alejadas de los pueblos importantes la prdida de poblacin ha sido muchomenor. A partir de 1990, contrariamente a la poca precedente, las migraciones msfuertes se observan en las reas rurales alejadas de los pueblos, sobre todo en laszonas marginales desde el punto de vista productivo o en los dominios de las grandesexplotaciones agrcolas. Esta situacin se explica por el hecho de que el aislamiento yla falta de servicios en la zona obliga a los productores a abandonar la explotacin ypartir hacia los pueblos o las ciudades.

    Sin embargo, ciertos elementos limitan o frenan este proceso que parece inexora-ble. En primer lugar, el mantenimiento de la actividad productiva (an extensiva),demanda un mnimo de poblacin en el campo. Por debajo de ese mnimo, la conti-nuidad de la actividad productiva se hace difcil, sino imposible. Es por esta razn,que siempre hay peones de campo a cargo de las actividades de la explotacin, engeneral de carcter extensivo. Un segundo factor que contribuye a frenar eldespoblamiento rural es el costo en tiempo y en dinero que implica el desplazamien-to cotidiano de los pequeos productores entre el pueblo y el campo. Por ello, aque-llos productores que no poseen los recursos necesarios para desplazarse y para com-prar una casa en pueblo, no tienen otra alternativa que residir permanentemente enla explotacin.

    Finalmente, el tipo de actividad agrcola realizada y la tecnologa utilizada pue-den reforzar o frenar el xodo rural. Si bien no existe relacin directa entre el cambiotecnolgico en el sistema productivo agropecuario y el despoblamiento, las tecnolo-gas y las prcticas agrcolas utilizadas determinan los niveles de poblamiento en elespacio agrario. En efecto, existen actividades y tcnicas agrcolas que exigen unavigilancia y un cuidado constantes: por ejemplo, la produccin lechera o la ganaderacon rotacin de pasturas. En estos casos, los productores deben permanecer en laexplotacin, ya que residir en el pueblo implicara descuidar ciertas actividades esen-ciales. Por el contrario, existen otras actividades (cultivos de cereales y oleaginosas)que no exigen la presencia constante del agricultor en la explotacin, lo cual le per-mite tener la residencia permanente en el pueblo; por lo tanto, estos tipos de activi-dades potencian la disminucin de la poblacin dispersa y la concentracin de lapoblacin en pequeos y medianos poblados. El boom sojero de los ltimos aosamplifica este proceso, vaciando las reas rurales y concentrando la poblacin encentros urbanos medianos con mayor acceso a la infraestructura y los equipamientos.

    Este proceso de xodo genera un circulo vicioso permanente, tal como lo defineHouee El proceso y los efectos de la prdida de vitalidad son bien conocidos. Lascomunidades con baja densidad de poblacin y con actividades precarias resistenmal a la modernizacin: las fuerzas vivas se van del lugar debido a la falta de empleo,de relaciones diversificadas y de perspectivas de un futuro mejor. Esta migracinprovoca la degradacin de los servicios, la inutilizacin del equipamiento colectivo,el abandono de un espacio y del patrimonio. La poblacin envejece, y no se renuevams, la misma se refugia en su aislamiento, despreciando su identidad. Se pierde lamemoria y aquello que quedaba de poder poltico. Se llega as a un umbral de deses-peranza: maana ser el desierto o la recolonizacin, la espera de un milagro exte-rior y la asistencia del Estado (Houee: 1989; 16)6

    6 Si bien esta crisis rural afecta a todo el territorio nacional, los procesos de deterioro adoptan formas diferente en lasreas de produccin extensiva (cereales, oleaginosas, ganadera) y en las reas de produccin intensiva (vid, frutas, etc.).

  • 36 De la crisis de la modernizacin agraria a la construccin de un nuevo paradigma de desarrollo de los territorios rurales

    Es importante remarcar que este circulo vicioso no afecta solamente a las reasrurales de la Argentina. El impacto de la crisis rural de las ltimas dcadas se sientedirectamente en las reas urbanas de todo el pas. En efecto, los migrantes ruralesque se instalan en las ciudades no cuentan con trabajo ni con los recursos necesariospara generar una actividad econmica sustentable; en la mayor parte de los casos sedesenvuelven en tareas de baja cualificacin y con muy bajos ingresos. A esta frgilsituacin econmica se suma la carencia de vivienda estable y de calidad por lo cuallos migrantes rurales terminan engrosando la poblacin de villas miserias y barriosmarginales, donde carecen de las infraestructuras y el equipamiento social mnimo.Es obvio que esta situacin no afecta slo a los nuevos emigrados, sino queincrementan la poblacin pobre de las ciudades, aumenta la demanda de bienes yservicios que no pueden ser provistos por los municipios urbanos y consolidan as uncrculo vicioso de conflictos sociales y pobreza urbana. De esta manera, la crisis ruralno es slo un problema de las zonas rurales de la Argentina, sino un fenmenosistmico que afecta a todo el territorio nacional.

    3.2 El incipiente (y an no cuantificado) proceso de renacimiento rural

    A pesar de este proceso de xodo rural permanente existe un fenmeno paralelode renacimiento rural o de migracin de la ciudad hacia las reas rurales. Si bien estefenmeno no se puede advertir en trminos estadsticos7, el mismo es sumamenteimportante en trminos cualitativos, pues est cambiando el perfil social de las reasrurales. La Argentina no es el nico pas donde se est produciendo este fenmeno,al contrario, en muchos pases latinoamericanos, pero especialmente en Euro