La tensión entre fines, contenidos y metodologías en los lineamientos curriculares
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3. CONTENIDOS CURRICULARES
El desarrollo de esta condición en coherencia con la denominación del programa se
estructura a partir de la fundamentación teórica del programa, los lineamientos pedagógicos
y didácticos adoptados en la institución según la metodología, modalidad y la organización
de las actividades académicas. Para tal efecto, el programa de Maestría en Pedagogía
presenta la propuesta de actualización curricular, derivada del proceso de autoevaluación y
estudio disciplinar y contextual.
Dentro de los resultados del proceso de autoevaluación se encontró que el puntaje
promedio de la evaluación curricular fue de 4.15, el cual se derivó de la aplicación de los
criterios estipulados en el Decreto 1075 con un puntaje de 3.87 y del Decreto 2450 con un
puntaje de 4.43. Respecto a este resultado vale la pena mencionar que pese a la acogida de
los diferentes actores frente a la propuesta curricular, se enfatizó en la necesidad de su
actualización de acuerdo a las nuevas necesidades de formación pedagógica.
Respecto a estas necesidades se precisa un currículo estructurado desde el lenguaje por
competencias, y la actualización del plan de estudios en concordancia con la línea de
investigación del programa que gira en torno a la formación del docente y la práctica
pedagógica.
3.1 Fundamentación teórica del programa
La propuesta de la Maestría en Pedagogía, se fundamenta desde los siguientes campos
de conocimiento: Humanismo Cristiano y Pedagogía Franciscana, Investigación Educativa
y Pedagógica, Educación y Pedagogía en el Siglo XXI, Saber Pedagógico, Formación y
Práctica Pedagógica, que a la vez permiten la estructuración del Plan de Estudios.
3.1.1 Humanismo Cristiano y Pedagogía Franciscana
Al ser la pedagogía aquella que orienta las acciones educativas y de formación, se vale
de los diferentes modelos y corrientes de pensamiento, entre los cuales se destaca el
humanismo que otorga al hombre una forma de ser y de vivir, basado en los valores y
principios. De esta manera, se considera necesario incluir dentro de la reflexión pedagógica
el componente humanista, y particularmente la propuesta del Humanismo Cristiano, el cual
se constituye en una de las improntas fundamentales de la Universidad Mariana.
Para tal efecto, se incluye dentro de la fundamentación los aportes teóricos desarrollados
a partir del texto de Humanismo Cristiano, realizado por el colectivo de docentes del
Departamento de Humanidades de la Universidad Mariana (2009), donde se precisa que en
el sentido amplio, el término “Humanismo” está referido a una amplia categoría de
pensamientos que fundamentan, promueven y exaltan la dignidad y el valor de todas las
personas, apelando a las cualidades específicamente humanas, como la racionalidad y la
capacidad investigar y hacer ciencia; o amparándose, exclusivamente, en la autoridad
divina y en los preceptos religiosos.
El Humanismo Cristiano reconoce las contribuciones de otras formas de humanismo,
como la exaltación del valor de la libertad, del humanismo existencialista; la lucha del
marxismo contra toda forma de explotación y subordinación del ser humano a las fuerzas
materiales y económicas; el valor absoluto concedido a la persona humana, por el
humanismo personalista, entre otras.
La propuesta del Humanismo Cristiano guarda una estrecha relación con la Pedagogía
Franciscana, al ser esta última la que recoge los principios humanistas y los convierte en
una manera práctica de vivir. El Franciscanismo propone un modelo pedagógico basado en
la vivencia, en el reconocimiento y respeto por el otro, en el amor y libertad. Este modelo
se gesta desde la práctica, desde la vivencia, para lo cual la Pedagogía Franciscana propone
una relación de igualdad con el otro, de reciprocidad, acogida, escucha y fraternidad; que tal como
lo expone Soto (2008), “no tiene esquemas para clasificar el actuar de los otros, sino que respeta
en cada hombre la obra que Dios lleva en él”. (p.6). Así, esta propuesta se opone a la
uniformidad y homogenización, buscando en cambio la autonomía y personalización.
Al respecto, Zavalloni (1995), manifiesta que la Pedagogía Franciscana configura una
manera de ver, sentir, pensar, sufrir la realidad desde una cosmovisión estructurada en una
serie de elementos o itinerarios pedagógicos, entre los cuales se destacan: el primado de la
persona desde su dignidad; el desarrollo de la iniciativa individual; la relación dialógica
fraterna, basada en el respeto, participación, reconocimiento y aceptación, donde se
concilian lo divino y lo humano fundamentados en el amor, que es el estilo pedagógico de
Francisco: ser padre y madre para cada hermano, penetrar sus sentimientos y hacerse todo
para todos; y la creatividad en lo cotidiano.
Desde esta perspectiva, Zavalloni (1995) destaca que la Pedagogía Franciscana tiene
como centro a la persona, quien es protagonista principal de su propio crecimiento, cuyo
proceso se caracteriza por ser dinámico, orgánico, gradual, coherente, práctico,
experiencial, inculturado y abierto a nuevas formas de vida y de servicio. Es importante
destacar que esta pedagogía se basa en la vivencia, sin ser un pedagogo Francisco realizó
una acción pedagógica, que puso como centro al ser humano y se preocupó por su
desarrollo integral, por los valores.
3.1.2 Educación y Pedagogía en el siglo XXI
La reflexión sobre la educación y la pedagogía será abordada desde el campo conceptual
y particularmente desde los aportes de Bourdieu, Zuluaga, Echeverri y Quinceno, entre
otros). Desde esta perspectiva la pedagogía es un campo conceptual que se vale de la
educación, en tanto como lo establece el MEN (2013) ofrece una idea de apertura, en su
condición múltiple y plural, con la capacidad de alojar discursos, prácticas, conceptos y
teorías de diverso origen y la posibilidad de interpretar las contribuciones de las distintas
culturas pedagógicas a través de la reconceptualización.
Así, la pedagogía es un concepto va más allá de las propuestas del sentido común y la
retórica de quienes quieren fijar normas de actuación al maestro y a la escuela, sin consultar
al intelectual de la educación que les ha de dar aplicación y fundamento desde el saber que
le es propio; en este sentido, está cargada de las subjetividades, representaciones, formas de
significar el hacer educativo, que buscan establecer relaciones, contactos, afinidades con los
propósitos que un sistema educativo tiene, así como con los establecidos por las propias
instituciones educativas.
La pedagogía es considerada como una práctica política en cuanto posibilita la expresión
y creación de experiencias culturales; en este sentido, las prácticas pedagógicas configuran
las condiciones para que los grupos, regiones y comunidades se hagan visibles como
actores del proceso social y de su proyecto de ciudadanía.
La pedagogía funda el saber del maestro, su experiencia, su disposición, además que le
permite vincularse con el mundo, donde lo ético constituye una parte esencial de su hacer
profesional (Zambrano, 2001). La pedagogía se asume como un campo de saberes,
experiencias y concepciones que, permiten dar cuenta del hecho educativo, de la
cotidianidad y de la manera cómo los distintos actores sociales y educativos piensan,
construyen, recrean y orientan sus prácticas educativas.
Es importante citar al respecto, que dentro de las corrientes y tendencias que han
influido en la consolidación de la pedagogía y la educación se destacan la corriente
naturalista, que pretende que la intervención del docente sea escasa, con el fin de que el
estudiante justamente pueda hacer desde su naturaleza, el despliegue de sus intereses e
inclinaciones; la corriente social, que determina que lo social y lo cultural también juegan
un papel fundamental dentro de los procesos educativos del ser humano, el cual debe ser
educado para vivir en y para la sociedad; y la corriente trascendente, que considera que la
esencia del ser humano está en Dios, no en la naturaleza ni en la sociedad, sino en la
trascendencia del ser humano.
Entre las nuevas orientaciones del siglo XXI se han venido consolidando nuevas
orientaciones educativas y pedagógicas, entre las cuales están el constructivismo,
existencialismo, posmodernidad, diversidad y ciencia crítica de la educación.
Desde la perspectiva constructivista el conocimiento se adquiere a partir de la
representación o reflejo que el sujeto hace de la realidad, en ese sentido el conocimiento
puede ser innato, adquirido y construido por el ser humano. En materia pedagógica el
centro de atención es el estudiante, quien se convierte en la base de esta concepción, el cual
aprende no sólo en actividades físicas sino también cuando lee, escribe, recibe
explicaciones; el conocimiento que se construye parte de saberes pre-existentes; el docente
por su parte es el orientador de los procesos de aprendizaje del estudiante.
El existencialismo y la posmodernidad en la educación y la pedagogía se sustentan en el
movimiento filosófico que apuesta por la existencia, libertad e individualidad, donde se da
prioridad a lo subjetivo y se considera que los problemas a estudiar son elección del ser
humano, en este sentido el docente y los padres de familia no tienen la verdad, ya que ésta
debe someterse a crítica, a la lucha y a desacuerdos; en este sentido el estudiante debe ser
capaz de liberarse y concientizarse frente al papel de su existencia en la sociedad.
La postura del pensamiento complejo de la educación y la pedagogía se enmarcan en la
teoría y sustento epistemológico de la complejidad; en este sentido lo complejo implica
reunir, integrar, unir, abracar diferentes posturas, teorías, leyes, paradigmas, enfoques, los
cuales hacen parte de un todo, pero el todo está en las partes, es decir se respeta el principio
hologramático de lo sistémico. Es así como la incertidumbre, la creatividad, la capacidad de
anticipación y la sensibilidad ante el medio social son los elementos fundamentales que
hacen parte de la acción de un sistema educativo cuyo sustento sea el pensamiento
complejo.
La pedagogía de la diversidad corresponde a un movimiento teórico que tiene sus inicios
en el siglo XX pero cuyo auge se ve más marcado en el siglo XXI, su planteamiento radica
en educar en, para y desde la diversidad. Bajo esta concepción se entiende que la educación
debe pensarse desde las capacidades, potencialidades y condiciones biopsicosociales de los
estudiantes y que además responda a las necesidades de su contexto y condición humana,
cuya praxis lleve a la emancipación del ser humano y de los grupos sociales excluidos.
La corriente crítica de la educación y la pedagogía apunta principalmente a mejorar la
racionalidad de la educación, como insumo para que el docente y el estudiante afiancen
racionalmente su práctica para ellos mismos. En este sentido, la enseñanza se concibe como
toda práctica social que se recrea desde componentes históricos y sociales específicos. Los
resultados de aprendizaje no se miden desde un método empírico sino desde el método
crítico y autocrítico que es el que le permite al ser humano reflexionar, discernir, separar,
analizar con el fin de avanzar en el desarrollo de individuos racionales y unas sociedades
más democráticas. Bajo esta concepción se deja a un lado la investigación de corte
positivista y se avanza a investigaciones que se enfoquen principalmente en la investigación
cualitativa.
Teniendo en cuenta los anteriores tendencias, la Maestría en Pedagogía, se ubica dentro
de la corriente socio crítica, en tanto busca ofrecer un espacio para el debate, la discusión,
la crítica, la confrontación entre las realidades educativas y los discursos tanto teóricos
como pedagógicos que orientan el quehacer de los docentes.
3.1.3 Formación pedagógica del maestro
La formación pedagógica de los docentes implica como lo propone Díaz (2006) orientar
la formación desde lo personal, teórico, disciplinar e investigativo. Esta
multidimensionalidad involucra que la formación no sólo se circunscribe a lo disciplinar y
pedagógico, sino a la promoción de los valores, donde se destacan la libertad, el respeto a la
dignidad de la persona, la solidaridad, el pluralismo y la justicia social, entre otros. De
acuerdo a ello, se destaca que existen diferentes modelos de formación docente.
Dentro de los modelos de formación pedagógica de los docentes señalados por Díaz
(2006) se destacan el personalista, el cual centra su atención sobre la persona con todos sus
condicionantes y posibilidades; el modelo de orientación social-reconstruccionista que se
basa en el carácter crítico de los procesos de enseñanza y aprendizaje; y los actuales
modelos basados en la formación por competencias, interrelación entre teoría y práctica, la
investigación como forma de reflexión, la visión transdisciplinar de la formación, la
combinación de la formación generalista con la especializada, entre otros.
Dentro de estos modelos Díaz (2006) llama la atención sobre la figura del docente –
investigador en la medida que se trasciende la enseñanza para investigar la práctica
pedagógica y poderla transformar; ello implica que el docente deja de convertirse en
transmisor y consumidor de conocimientos producidos por otros, para ser un generador de
los mismos.
Teniendo en cuenta esta tendencia, se asume la formación pedagógica docente como un
campo estratégico de la educación actual, un campo de prácticas orientado hacia los valores
y por ende un campo de conocimiento y de investigación, para lo cual requiere
encaminarse al acercamiento epistemológico, teórico, reflexivo y constructivo del campo
conceptual y práctico de la pedagogía (MEN, 2003).
Así mismo es importante señalar que la formación docente crea un espacio de
posibilidad para la transformación del quehacer docente, del vínculo pedagógico y de la
gestión e institucionalidad educativa. Esta afirmación se sustenta, a su vez, en el
reconocimiento del papel estratégico que juega el profesor en las transformaciones
educativas, (Messina, 1999); se trata de un campo de conocimiento que se preocupa por la
inteligibilidad de las acciones de formación y construye conceptualizaciones teóricas para
facilitar la comprensión de un complejo campo de prácticas de donde aquellas surgen.
Dicho campo requiere de la diferenciación entre la formación de formadores y la
formación de base; un campo de investigación que busca construir conocimientos y
plantear problemas aun no resueltos a partir de estudio de las prácticas, de las situaciones,
de los sujetos, de las instituciones de formación de formadores. (Beillerot, 1996) un campo
de prácticas orientado hacia los valores; construido en y a partir de la realidad social,
económica, política, cultural y laboral de las representaciones sociales y psíquicas de los
actores, preocupando la profesionalización de quienes desempeñan el rol de formador.
3.1.4 Práctica pedagógica
Dentro del ámbito de reflexión pedagógica se hace necesario adentrarse en el concepto
de las prácticas pedagógicas, las cuales se constituyen en el escenario donde el maestro
confronta todos sus conocimientos, destrezas y habilidades disciplinares y pedagógicas
dentro de la realidad, para lo cual debe disponer también de todos aquellos elementos
propios de su personalidad.
Para dicho propósito el maestro debe cuestionarse frente a lo que sabe, cuál es el
propósito de enseñanza y cómo lo comunica. De esta manera, la práctica pedagógica
implica integrar toda una serie de aspectos dentro de los cuales se encuentra la concepción
sobre el modelo pedagógico y la manera como se materializa en la realidad educativa.
Al ser la práctica pedagógica la forma como se plasma el modelo pedagógico del
maestro, se precisa plantear como lo propone De Moreno (2001) los diferentes tipos de
modelos de práctica, los cuales guardan relación con los paradigmas de profesor que han
primado en las últimas décadas:
Profesor técnico (concepción tradicional): Las prácticas son esenciales para adquirir las
técnicas del oficio de ser maestro. El esquema tradicional para su desarrollo consiste en
información – observación – imitación de profesores experimentados. Se observa una clara
separación entre la teoría y la práctica.
Profesor psicólogo humanista (concepción personalista): Las prácticas son el espacio para
contribuir al desarrollo integral del futuro profesor pues le permite acercarse de lleno a la
realidad de las instituciones educativas e incidir directamente en ellas. El enfoque de práctica
se corresponde con los proyectos sociales comunitarios en cuyo trasfondo subyace la idea de
cumplir una misión con las comunidades deprimidas. El practicante se entrega de lleno a
contribuir a la solución de problemas de la comunidad.
Profesor investigador (concepción orientada a la indagación): La práctica proporciona
capacidad de análisis de la acción, de las creencias y teorías implícitas que subyacen en ellas,
de los significados otorgados por los protagonistas de la acción y del bagaje que los futuros
profesores traen ya a la formación. El enfoque de práctica considera necesario integrar la teoría
y la práctica pues supone que la práctica es un espacio para lograr conocimientos nuevos, que
deben analizarse a profundidad. (De Moreno, 2001. p. 7).
Desde estas concepciones se desataca que lo importante es que el maestro en el
desarrollo de su práctica pedagógica genere procesos de reflexión y conceptualización
permanente sobre la enseñanza, el aprendizaje, la didáctica y el conocimiento, de manera
que les permita el mejoramiento de su quehacer y transformación de la realidad.
Al ser la práctica pedagógica una forma de transformar la realidad, Fierro (1999) la
define como una praxis social, objetiva e intencional en la que intervienen los significados,
las percepciones y las acciones de los agentes implicados en el proceso -maestros, alumnos,
autoridades educativas, y padres de familia- como los aspectos políticos institucionales,
administrativos, y normativos, que según el proyecto educativo de cada país, delimitan la
función del maestro. De esta forma, el desafío de la praxis implica que la práctica
pedagógica no sólo debe servir para enseñar, sino para indagar, para investigar y
transformar los problemas socioeducativos.
Como lo propone Díaz (2006) para desarrollar un proceso reflexivo en la reconstrucción
de la práctica pedagógica, y definir un criterio teórico-metodológico que permita establecer
la diferencia entre el docente que aspiramos ser y el que realmente somos, y así procurar la
correspondencia entre la prédica y el testimonio en nuestra vida docente.
3.1.5 Saber pedagógico
Zuluaga (1999), indica que el saber constituye las condiciones de existencia, al interior
de una práctica específica, de proposiciones coherentes, descripciones más o menos
exactas, teorías, análisis cualitativos y normas, formando un cuerpo heterogéneo con los
discursos correspondientes a este conjunto; por esto, no existe saber sin una práctica
definida y toda práctica se perfila por el saber que forma. En consecuencia, un saber no
podría constituirse sin una práctica que le confiere materialidad: es la manera como los
conocimientos entran en acción con la sociedad.
Todo saber está conformado por elementos que lo hacen identificable en su propio
momento histórico y posteriormente asequible y re-construible al trabajo arqueológico. En
su configuración intervienen: los diferentes objetos en torno a los cuales giran discursos y
las prácticas; los conceptos que lo conforman, los cuales se definen, se aplican y se
transforman de acuerdo con unas condiciones propias que nacen de su propia práctica y los
sujetos que nombran los objetos, usan los conceptos, métodos y procedimientos, y dotan de
sentido su hacer y su saber (Zuluaga, 1999).
El saber busca generar transformaciones efectivas de la práctica pedagógica, explicar los
hechos de la educación, identificar sus problemas específicos y el conocimiento de las
estructuras cognoscitivas que intervienen en el proceso de aprendizaje. Adicionalmente, el
saber confiere a la práctica pedagógica un espacio propicio para entender el hecho
educativo, incluye en el mismo todas las relaciones que se establecen entre los sujetos de
este hecho educativo. No sólo las prácticas de enseñanza se convierten en objeto de saber,
también se incluye la escuela como el escenario donde se produce saber.
En esta perspectiva, este saber orienta una forma de ser del docente, una forma de
asumirse como tal en el seno de la sociedad, y sobre todo, se convierte en el sello de la
actuación educativa, de quienes asumen el rol de pensar la libertad de los sujetos, trabajan
en función de tal libertad y promueven las condiciones de filiación y sentido en el espacio
social. Así, el saber se constituye a partir de la práctica pedagógica, los cuales (saber y
práctica) se crean en los procesos de institucionalización de ellos mismos. El saber de la
pedagogía como práctica pedagógica en nuestra formación social está regido por el
conjunto de reglas de la práctica discursiva que involucra la institución, el sujeto y el
discurso de la pedagogía.
Desde esta perspectiva Díaz (2006) asegura que los docentes generamos teorías, como
fundamento consciente o inconsciente de nuestra práctica pedagógica, que pueden
contribuir a la constitución de una base de conocimientos sobre los procesos que explican
nuestra actuación profesional. Así visto, según Díaz (2006):
El saber pedagógico son los conocimientos, construidos de manera formal e informal por
los docentes; valores, ideologías, actitudes, prácticas; es decir, creaciones del docente, en un
contexto histórico cultural, que son producto de las interacciones personales e institucionales,
que evolucionan, se reestructuran, se reconocen y permanecen en la vida del docente (p. 95).
La concepción de saber pedagógico propuesta por Díaz (2006) contiene tres entidades
básicas: (a) cognitiva, expresada en dos direcciones: formal e informal, (b) afectiva, y (c)
procesual. La entidad cognitiva está referida a las formas y/o instancias desde las cuales se
origina el saber y pueden ser, las formales; la entidad afectiva está referida a sentimientos,
afectos y valores; y la entidad procesual denota flujos permanentes de interacción,
construcción, reconstrucción, reconocimiento y permanencia que se dan al interior del
docente, en un contexto histórico cultural, institucional y social que le sirven de marco.
3.2 Modelo pedagógico y didáctico institucional según la metodología y modalidad
del programa
La Maestría en Pedagogía, responde de manera adecuada y positiva a los principios que
se ha propuesto la Universidad Mariana en su Proyecto Educativo Universitario y en el
Modelo Pedagógico Institucional, el cual contiene los principios y lineamientos que
orientan el quehacer académico universitario.
De esta manera, lo referentes que guían la propuesta pedagógica de la Universidad
Mariana, y por ende del programa de Maestría en Pedagogía se estructuran en 5 ejes: la
formación Humano Cristiana, la espiritualidad y Humanismo Franciscano, los principios
pedagógicos de la Beata Caridad Brader, el constructivismo epistemológico y pedagógico y
el aprendizaje constructivista.
A nivel de la propuesta pedagógica, la Universidad y el programa de Maestría acogen las
orientaciones del Modelo Pedagógico (2009) con enfoque constructivista, el cual se centra
en la persona (pedagogía franciscana), en sus experiencias previas y en la interacción del
sujeto con el objeto de aprendizaje y con los otros. Se destaca al respecto, que para llevar a
cabo los procesos de aprendizaje con enfoque constructivista se requiere de la articulación
de tres elementos: evaluación coherente, logro de competencias y procesos de aprendizaje
bajo estrategias constructivistas. Estos elementos deben partir de la concepción de que los
procesos cognitivos son considerados como construcciones mentales y que el aprendizaje
significativo no es una relación arbitraria, sino la integración de nuevos elementos con los
previos en una estructura conceptual.
Dentro de los lineamientos adoptados institucionalmente también se destaca que la
propuesta pedagógica se asume desde la educación por competencias, las cuales implican el
saber hacer, saber actuar, y saber aplicar, así como las habilidades, capacidades,
conocimientos, destrezas, procedimientos, estrategias, aprendizaje en la solución de un
problema específico y propio de un contexto particular; es decir, poder enfrentar los
problemas, lo cual implica poner en práctica complejos procesos cognitivos y lingüísticos
que suceden en forma simultánea.
A nivel evaluativo, se concibe a la evaluación como valoración del proceso de
aprendizaje; es decir, en la interpretación de los puntajes para verificar cómo va
aprendiendo el educando; así mismo se adopta un modelo curricular práctico, de carácter
naturalista y centrado en la persona, con un enfoque cognitivo – social, caracterizado por el
desarrollo de las capacidades para la solución de problemas del conocimiento y del
contexto, y con proyección a sectores sociales diversos con los cuales se puede construir un
conocimiento pertinente y situado.
3.3. Propósitos de formación, competencias y perfiles
3.3.1 Propósitos de formación del programa de Maestría en Pedagogía
- Promover los procesos de Formación Humano Cristiana y Social que permita
profundizar en los campos de estudio de la ética y la ciudadanía en relación con la
pedagogía franciscana, enfatizando en el concepto de persona como fundamento
esencial del desarrollo humano.
- Promover la formación de magísteres en el campo pedagógico para el desarrollo de
estrategias y propuestas coherentes, innovadoras y pertinentes a los retos de la
educación y la pedagogía en el contexto local, nacional e internacional, teniendo en
cuenta el enfoque de desarrollo humano.
- Fundamentar el saber pedagógico de los magísteres en los ámbitos de la
epistemología, las teorías pedagógicas, educativas y curriculares, para optimizar sus
prácticas pedagógicas y aportar a la transformación de los contextos específicos.
- Fortalecer la práctica pedagógica de los magísteres mediante la apropiación de los
elementos de la didáctica disciplinar y mediática.
- Cualificar los procesos de investigación educativa y pedagógica, con base en la línea
de investigación: “Formación y Práctica Pedagógica”, para aportar al análisis y
solución de los problemas inherentes al quehacer pedagógico.
3.3.2 Estudio contextual
La educación en el contexto de la sociedad actual demanda nuevos desafíos para el
quehacer de la pedagogía, entre los cuales se encuentra la formación y la práctica
pedagógica de los maestros. A nivel de la formación pedagógica se requiere que los
maestros tengan cada vez más elementos de orden conceptual y herramientas prácticas para
hacer frente a los problemas de la sociedad contemporánea y que puedan esta manera hacer
de sus prácticas espacios para la transformación de las múltiples realidades en las cuales se
desenvuelven.
De esta manera, se hace necesario centrar la atención en la formación pedagógica de los
maestros no sólo en la concepción epistemológica y metodológica de la pedagogía, sino que
la tendencia formativa se basa en la formación integral, centrada en la persona, en su
condición humana y en el contexto en el cual se desenvuelve, para lo cual se hace necesario
la formación del ser, el saber, el hacer y el vivir con otros.
Al respecto, Calvo (2004) menciona que:
La investigación, la pedagogía y la construcción de saberes a partir de las prácticas
pedagógicas, han buscado sobrepasar la formación asignaturista, compartimentada en lo
disciplinar y lo pedagógico, que caracterizó a los antiguos programas, y que se han comenzado a
sentar las condiciones para la consolidación de un saber propio del educador sobre su quehacer
(p. 74).
Así, la formación pedagógica del docente se vislumbra como un proyecto continuo, en el
cual el maestro requiere respuestas a sus expectativas en los ámbitos cultural, social y
económico. Dentro de estas propuestas para la formación pedagógica se destaca como lo
señala Calvo (2004) la reflexión sobre la práctica, para lo cual se parte de la reflexión del
accionar pedagógico, donde se parte por contextualizar las realidades de los entornos
educativos.
En esta perspectiva, la investigación va ligada a la enseñanza y al aprendizaje. La
enseñanza es más efectiva cuando involucra investigación en un proceso continuo de
aprender de la experiencia. También en estas propuestas se aprende que la investigación del
educador no es un asunto individual y que las experiencias se enriquecen cuando se
comparten.
Así como lo refiere Calvo (2004):
La investigación sobre la práctica es un proceso de reflexión en el cual se construye saber
pedagógico. No busca generalizaciones más allá de su propia experiencia. Busca que el maestro
comprenda la estructura de su propia práctica y cómo transformarla en forma permanente y
sistemática. El supuesto es que la transformación de la práctica pedagógica pasa por una
pedagogía emancipatoria. En tal sentido busca teorías implícitas y operativas que la hacen
rutinaria (p. 96).
Dentro de estas tendencias de formación se destaca también los desafíos a los cuales los
maestros deben hacer frente, especialmente frente al conocimiento y desarrollo científico -
tecnológico, y la preparación de ciudadanos para el siglo XXI. Al respecto el Ministerio de
Educación Nacional dentro de los lineamientos de formación docente (2013) establece la
importancia de formar sujetos, con la mirada puesta en el educador como constructor de
experiencias de aprendizaje, desde estructuras curriculares flexibles.
Al realizar la lectura del contexto nacional y particularmente del Departamento de
Nariño se encuentra que este caracteriza por ser territorio con una gran riqueza
pluricultural, constituida por mestizos, afro descendientes e indígenas, asentada en las
ciudades y, principalmente, en las áreas rurales; escenario el cual amerita un tipo de
pedagogía acorde a los nuevos tiempos y realidades socioculturales.
Dentro de las realidades que hoy llaman la atención e involucran una nueva dinámica de
la formación pedagógica, se encuentra la relacionada con el orden socio económico y
político de la sociedad, en el que el conflicto, la exclusión, pobreza y corrupción son un eje
dinamizador por excelencia, que requiere de procesos de reivindicación, que trascienden el
ser individual.
Teniendo en cuenta estos desafíos contextuales, el programa de Maestría en Pedagogía
de la Universidad Mariana centra su estructura curricular en la formación humana integral
mediante la propuesta Humano - Cristiana, el saber pedagógico (teorías pedagógicas y
curriculares), la didáctica y la investigación educativa y pedagógica.
3.3.3 Macroproblema
¿Qué elementos del saber pedagógico, didáctico, curricular e investigativo se requieren
para promover la formación Humano Cristiana - Social y la profundización en el campo
conceptual de la pedagogía y de la práctica pedagógica?
3.3.4 Competencias del programa
Tabla 10. Competencias de primer y segundo nivel
Macrocompetencia - Primer orden Competencias de segundo orden
Promueve procesos de Formación Humano
Cristiana y Social que permita profundizar
en los campos de estudio de la ética y la
ciudadanía en relación con la pedagogía
franciscana, enfatizando en el concepto de
persona como fundamento esencial del
desarrollo humano.
Desarrolla el espíritu crítico, el sentido ético y el
compromiso social, desde los fundamentos Humano
Cristiano y la Pedagogía Franciscana
Desarrolla procesos de investigación
educativa y pedagógica, con base en la
línea de investigación: “Formación y
Práctica Pedagógica”, para aportar al
análisis y solución de los problemas
inherentes al quehacer pedagógico.
Fundamenta epistemológica y metodológicamente la
investigación desde los enfoques pedagógicos.
Diseña proyectos de investigación pedagógica teniendo
en cuenta los métodos y los criterios de calidad exigidos
por el programa de Maestría en Pedagogía
Aplica los elementos de análisis de la información
derivada del trabajo de campo de la investigación
pedagógica
Interpreta la información de la investigación desde
diferentes fuentes y autores de la pedagogía
Fundamenta el saber pedagógico desde los
ámbitos de la epistemología, las teorías
pedagógicas, educativas y curriculares, para
optimizar sus prácticas pedagógicas y
aportar a la transformación de los contextos
específicos.
Identifica la epistemología de la pedagogía y de las
prácticas pedagógicas para fortalecer el conocimiento y
saber pedagógico.
Indaga las concepciones de pedagogía y educación desde
la pluralidad conceptual y metodológica.
Reconoce las teorías y el diseño curricular para
materializar las teorías pedagógicas.
Aplica los fundamentos teóricos de la evaluación
curricular para la transformación de los programas de
formación.
Articula a la práctica pedagógica los
elementos de la didáctica disciplinar y
mediática.
Diseña estrategias de enseñanza y aprendizaje para
optimizar las prácticas pedagógicas.
Aplica las tecnologías de la información y de la
comunicación en los procesos de enseñanza, aprendizaje
y evaluación.
Reconoce los elementos, características y concepciones
de la evaluación dentro del proceso de aprendizaje.
Asume posturas críticas en el campo
pedagógico para el desarrollo de estrategias
y propuestas coherentes, innovadoras y
pertinentes a los retos de la educación y la
pedagogía en el contexto local, nacional e
internacional, teniendo en cuenta el enfoque
Configura una postura crítica sobre los problemas
educativos y pedagógicos desde la relación globalización
y desarrollo humano.
Apropia las principales teorías filosóficas, sociológicas y
antropológicas de la educación y la pedagogía para
generar propuestas de modelos pedagógicos.
de desarrollo humano. Analiza los elementos conceptuales de la pedagogía
crítica para asumir una postura crítica frente a los
problemas educativos contemporáneos.
Reconoce los conceptos teórico-prácticos e históricos en
el marco de las políticas educativas y su evolución desde
la diversidad e inclusión.
3.5 Perfiles del programa de Maestría en Pedagogía
Perfil de ingreso
El profesional que desee ingresar al Programa de Maestría en Pedagogía de la
Universidad Mariana debe tener las siguientes características y cualidades:
- Nivel medio de competencia lectoescritora (Habilidad para la expresión oral -
Habilidad para la comprensión de lectura y redacción de textos).
- Nivel básico de competencia investigativa (Conocimientos básicos en teoría y
metodología de la investigación)
- Formación académica de nivel profesional en la educación u otro campo disciplinar.
- Experiencia en procesos educativos o con interés en desempeñarse en el ámbito
educativo.
- Nivel básico en el manejo de las TICs.
- Capacidad de trabajo individual y en equipo.
Perfil profesional (egreso)
El egresado de la Maestría en Pedagogía de la Universidad Mariana debe demostrar el
dominio de las siguientes competencias profesionales:
- Promueve procesos de Formación Humano Cristiana y Social que permita
profundizar en los campos de estudio de la ética y la ciudadanía en relación con la
pedagogía franciscana, enfatizando en el concepto de persona como fundamento
esencial del desarrollo humano.
- Desarrolla procesos de investigación educativa y pedagógica, con base en la línea de
investigación: “Formación y Práctica Pedagógica”, para aportar al análisis y solución
de los problemas inherentes al quehacer pedagógico.
- Fundamenta el saber pedagógico desde los ámbitos de la epistemología, las teorías
pedagógicas, educativas y curriculares, para optimizar sus prácticas pedagógicas y
aportar a la transformación de los contextos específicos.
- Articula a la práctica pedagógica los elementos de la didáctica disciplinar y
mediática.
- Asume posturas críticas en el campo pedagógico para el desarrollo de estrategias y
propuestas coherentes, innovadoras y pertinentes a los retos de la educación y la
pedagogía en el contexto local, nacional e internacional, teniendo en cuenta el
enfoque de desarrollo humano.
*Además del dominio de las anteriores competencias desde la disciplina, el maestrante
debe acreditar la formación en los niveles A2 y B de inglés.
Perfil ocupacional
El Magister en Pedagogía de la Universidad Mariana puede desempeñarse en las
siguientes áreas y funciones:
En Instituciones de Educación básica, media y superior públicos y privados:
- Directivo docente (Rector – Vicerrector – Decano – Coordinador de Área – Director
de Programa).
- Docente en las diferentes áreas del conocimiento de acuerdo a la naturaleza de su
formación académica.
- Investigador
- Coordinador de Proyectos Pedagógicos
En Entidades Gubernamentales (Secretarías de Educación, Ministerio de Educación,
Secretaría de Cultura, Desarrollo Comunitario, Bienestar Social) y Empresariales,
Asistenciales, ONGs, Institutos, entre otras:
- Consultor y asesor pedagógico
- Director de proyectos pedagógicos, académicos y educativos.
- Investigador en contextos institucionales
- Diseñador, ejecutor y evaluador de proyectos pedagógicos
- Gestor de comunidades educativas
Es importante mencionar respecto a la coherencia entre las competencias desarrolladas por
el programa y los propósitos de formación con el perfil de egreso y ocupacional de los
maestrantes, que esta se valoró dentro del proceso de autoevaluación del programa en alto
grado de cumplimiento. Así mismo, la correspondencia entre el perfil, la metodología del
programa y las mediaciones pedagógicas con las particularidades del contexto es valorada
en grado muy alto, lo cual obedece a la coherencia entre la teoría y la práctica; es decir, al
cumplimiento de los propósitos de formación de la maestría con el quehacer pedagógico de
los maestrantes.
3.4 Estructura y organización de contenidos
La nueva propuesta curricular del programa de Maestría en Pedagogía se encuentra
estructurada de acuerdo con las políticas curriculares de la Universidad Mariana teniendo
como base 4 áreas: institucional, investigativa, disciplinar y electivas. Así mismo se
enfatiza en el proyecto de investigación como producto de la reflexión que el maestro
efectúa del quehacer pedagógico y como aporte al contexto.
A su vez, cada una de las áreas está contenida por componentes de los cuales se
desprenden las macrocompetencias o competencias de primer y segundo orden que
estructuran los diferentes cursos, distribuidos a lo largo de los 4 periodos, tal como se
evidencia en la siguiente tabla.
Tabla 11. Estructura curricular Maestría en Pedagogía
Área Componente Curso Periodo
Inst
itu
cio
nal
Formación
Humano -
Cristiana
Formación ética y ciudadana del maestro desde la
Pedagogía Franciscana
1
Inves
tig
ació
n
Investigación
Pedagógica
Fundamentación epistemológica y metodológica de la
investigación pedagógica 1
Diseño y métodos de la investigación pedagógica 2
Elementos de análisis de la información en investigación
pedagógica 3
Práctica de la interpretación y presentación de la
investigación pedagógica 4
Dis
cipli
nar
Saber Pedagógico
(Teorías
pedagógicas y
curriculares)
Epistemología de la pedagogía y prácticas pedagógicas 1
Pedagogía y Educación 2
Teorías y diseño curricular 3
Evaluación curricular 4
Didáctica
Estrategias de enseñanza y aprendizaje 2
Cibercultura y Mediaciones pedagógicas 3
Evaluación para el aprendizaje 4
Pedagogía en el
siglo XXI
(globalización y
desarrollo
humano)
Problemas educativos y pedagógicos desde la relación
globalización y desarrollo humano 1
Teorías filosóficas y socio antropológicas de la educación y
la pedagogía 2
Pedagogía critica 3
Políticas y prácticas pedagógicas desde la diversidad e
inclusión 4
Ele
ctiv
as
General
Paquetes estadísticos
Multimedia
Lectura crítica
Educomunicación y conectivismo (aprendizaje ubicuo)
Fundamentos estadísticos
Producción de textos escritos
2
Profundización
Electivas I y II
-Gestión de la calidad educativa
-El teatro como mediación pedagógica
-Educación inclusiva
-Pedagogía para la paz
-Territorio y posconflicto
3
-Pedagogía de la creatividad
-Formación por competencias
-El maestro y la pedagogía
-Pedagogía y tecnologías de la información y la
comunicación
-Competencias socioemocionales en la formación de
maestros
4
Los componentes se fundamentan de la siguiente manera:
Formación Humano – Cristiana
Este componente hace parte del área de formación institucional propuesta por la
Universidad Mariana, la cual está orientada a la libre responsabilidad del crecimiento, del
cultivo y transcendencia de la persona, para lo cual se hace necesario trabajar tres
dimensiones: la emocional, espiritual y corporal. De esta manera, se busca el desarrollo del
espíritu crítico, la conciencia social y el sentido ético y moral, posibilitando el crecimiento
personal y comunitario desde los valores propios del Evangelio y la espiritualidad
franciscana.
Teniendo en cuenta la propuesta institucional, la Maestría en Pedagogía se acoge a este
componente con el curso de formación ética y ciudadana del maestro desde la Pedagogía
Franciscana, cuyo propósito es que los maestrantes puedan identificar la visión cristiana del
hombre y los principales valores del Evangelio, reconociendo a Jesucristo como referente
para su proyecto de vida personal, social y profesional, al estilo franciscano.
Investigación pedagógica
Este componente está relacionado con la discusión epistemológica y metodológica de la
investigación pedagógica y su relación con las prácticas educativas de los docentes. Para
ello, se pretende:
- Orientar a los docentes de los distintos niveles educativos tanto teórica como
metodológicamente en los procesos de investigación formativa.
- Hacer de la investigación un espacio de desarrollo a la formación del docente desde la
reflexión-acción de la práctica educativa de los docentes.
- Utilizar la investigación como medio para analizar la práctica educativa de los docentes
y poder intervenir en ella con nuevas propuestas pedagógicas y didácticas.
Pedagogía en el siglo XXI (globalización y desarrollo humano)
Su objeto de estudio y ámbito de intervención es el constituido por el análisis de la
pedagogía desde el marco de los impactos que generan las políticas sociales y educativas
mundiales en lo local, lo regional y lo nacional en la calidad de vida y en los procesos
culturales, democráticos y productivos; así mismo, explora las maneras de abordar los
problemas educativos y pedagógicos desde la lógica de distintos niveles educativos y su
vinculación con los problemas sociales más amplios que vive la sociedad colombiana. Se
pretende en consecuencia:
- Ubicar las tendencias de la globalización y su incidencia en el desarrollo humano local,
regional y nacional.
- Configurar una mirada contemporánea sobre la relación entre educación, cultura,
sociedad y prácticas educativas, en contextos específicos.
- Analizar el marco de política educativa como referente de acción de las prácticas
docentes en las instituciones educativas de preescolar, básica y media y superior.
- Fortalecer la fundamentación teórica y epistemológica en relación con la educación,
como concepto interdisciplinario.
Saber pedagógico (Teorías pedagógicas y curriculares)
Este componente tiene como propósito analizar teóricamente los elementos que
fundamentan el saber del maestro desde la teoría educativa, los modelos pedagógicos y
curriculares. Su objeto de estudio y ámbito de intervención está constituido por el nivel
institucional y de aula, a partir del reconocimiento de la cultura académica que hace parte
de éstos ámbitos, de las prácticas y discursos que se propician en el ejercicio cotidiano de la
docencia en los diferentes niveles educativos y la construcción de una propuesta
pedagógica que se articule a los fines educativos. En este sentido, se precisa como
propósitos:
- Comprender la pedagogía como paradigma relacional.
- Permitir a los docentes de los diferentes niveles educativos reflexionar, analizar y
valorar su práctica educativa desde los enfoques y modelos que se les presenta, así
como fortalecerla desde dichos análisis.
- Evaluar la práctica educativa de los docentes, con base en estos enfoques y modelos.
- Analizar las perspectivas teóricas y metodológicas en la cual se pueda articular la
práctica educativa de los docentes de educación preescolar, básica, media y superior.
Didáctica
Este componente está centrado en los conceptos de formación y prácticas pedagógicas,
para lo cual busca que los maestrantes puedan articular a sus prácticas pedagógicas
elementos de la didáctica. Para tal fin, este componente se vale de la formación didáctica,
las mediaciones pedagógicas y la cibercultura, la evaluación del aprendizaje. Los
propósitos de formación se centran en:
- Articular las estrategias didácticas a los procesos de enseñanza – aprendizaje en la
educación superior a las prácticas de los docentes.
- Marcar procesos de evaluación articulados a las prácticas curriculares de las
instituciones educativas y los docentes.
- Formar teórica y metodológicamente en la formulación, ejecución y evaluación de
procesos y proyectos educativos, que permitan alimentar la práctica educativa de los
docentes de preescolar hasta el nivel de educación superior.
Trabajo de investigación
El trabajo de investigación que desarrollan los maestrantes punta a la comprensión de las
prácticas educativas que orientan su quehacer y a la construcción de alternativas
pedagógicas y metodológicas para cualificarlas, a partir de procesos de investigación-
reflexión sobre dichas prácticas.
Las preguntas sobre cómo enseñar y acompañar al estudiante en sus procesos de
aprendizaje, tienen que ver con los componentes formativos al estímulo y desarrollo del
trabajo grupal, la interacción entre el docente y el alumno; la enseñanza estratégica para
identificar el objeto, las competencias de los alumnos, los medios y los sistemas de
evaluación. De esta manera, con el trabajo de investigación se espera analizar la práctica
docente como ejercicio de reconstrucción, interpretación y cualificación, para lo cual se
propone el siguiente proceso.
Teniendo en cuenta lo anterior y de acuerdo con los propósitos de los diferentes
componentes, se trabajará con los cursos de formación relacionados en el Anexo 3.
(Distribución curricular por cursos y periodos).
3.5.1 Integralidad, flexibilidad e interdisciplinariedad
Integralidad del programa
A nivel de la integralidad se destaca la correspondencia entre el perfil, la metodología
del programa y las mediaciones pedagógicas con las particularidades del contexto; al
respecto se encuentra que esta condición fue valorada dentro del proceso de autoevaluación
en grado muy alto, lo cual obedece a la coherencia entre la teoría y la práctica; es decir, al
cumplimiento de los propósitos de formación de la maestría con el quehacer pedagógico de
los maestrantes.
La Maestría en Pedagogía desarrolla su propuesta formativa desde el marco de la
filosofía trazada a partir en el Proyecto Educativo Institucional de la Universidad Mariana
(2011), dentro del cual se enfatizan como principios orientadores los Evangélico –
Teológicos, educativos pedagógicos, sociales, históricos, estéticos y afectivos, ambientales
y ecológicos, epistemológicos y antropológicos; así mismo se asumen como valores del
programa el respeto, la paz, inclusión, responsabilidad, solidaridad y fraternidad.
Así mismo es importante señalar a nivel de la propuesta de formación integral del
programa que su diseño curricular se estructura en dos dimensiones: la teórica y vivencial
(ver tabla 12). La primera como lo indica su nombre aborda los aspectos teóricos y la
segunda, está constituida por los aspectos vivenciales, donde se encuentran el área
institucional con la formación Humano Cristiana y el área de investigación formativa,
donde los estudiantes desarrollan su proceso investigativo, el cual se articula a su vez a la
línea y área de investigación de la maestría.
Tabla 12. Dimensiones y componentes de formación dentro del currículo
Dimensión Teórica Vivencial
Área Disciplinar Institucional Investigación
Componente Pedagogía en
el siglo XXI:
globalización
y desarrollo
humano
Saber
Pedagógico:
Teorías
pedagógicas
y
curriculares
Didáctica
Formación
Humano
Cristiana
Investigació
n
Pedagógica
Proyecto de
Investigaci
ón
Flexibilidad del programa
En referencia al grado de flexibilidad curricular del programa se encuentra que la
ponderación del proceso de autoevaluación es muy alta en tanto el diseño de los cursos,
electivas y créditos brinda a los estudiantes la posibilidad de desarrollar su plan de estudios
en diferentes tiempos y bajo condiciones flexibles.
Así se encuentra que en el programa de Maestría en Pedagogía, en correspondencia por
lo establecido la normatividad y en los lineamientos institucionales, el crédito académico se
asume como la medida de tiempo de trabajo del educando que incluye las horas de
acompañamiento del educador profesional y las demás horas de trabajo independiente que
debe realizar para alcanzar las metas de aprendizaje o los logros del aprendizaje.
El programa contempla dos tipos de créditos: obligatorios y electivos. Los obligatorios
hacen referencia a aquellos créditos que el educando debe tomar y que se consideran de
formación indispensable, los cuales equivalen a un 80%. Los créditos electivos son aquellos
que de una gama propuesta por la Universidad, el educando selecciona para complementar
su formación, corresponden a un 20% y se dividen en electivas generales y de
profundización.
Las electivas de profundización están referidas al conjunto de experiencias y actividades
académicas de enseñanza y aprendizaje que promueven la apropiación y aplicación de
conocimientos en un campo específico, dentro de la misma área de conocimiento del
programa que cursa el educando y tienen una equivalencia del 15% del total de créditos
académicos. Las electivas generales son actividades académicas de libre elección que
responden a intereses particulares de los educandos y de actualización permanente y que
podrán efectuarse o s complementarse a través de modalidades y están constituidas por el
5% del total de los créditos.
Para tomar las electivas los estudiantes se inscribirán según sus intereses y necesidades.
Los cursos de electivas podrán variar de una cohorte a otra, y dependerán de las ofertas y
las demandas específicas. Las temáticas de los cursos electivos serán publicadas para cada
periodo académico, y su inscripción dependerá de su pertinencia con el desarrollo del
proyecto de investigación, previamente acordado con el tutor.
Así mismo, la participación en eventos científicos de carácter nacional e internacional al
que asista el maestrante y sean debidamente acreditados podrán ser homologados como
créditos electivos generales. El maestrante también tiene la posibilidad de cursar electivas
generales o de profundización en otros programas de maestría ofrecidos por la Facultad de
Posgrados y Relaciones Internacionales y de otras universidades que pertenecen a la Red
Colombiana de Posgrados mediante el convenio de movilidad estudiantil.
Interdisciplinariedad del programa
La organización operacional del plan de estudios de la Maestría en Pedagogía está
definida por áreas y componentes de formación, los cuales implican la articulación e
integración de conocimientos, discursos, temáticas, objetos de estudio y métodos de
distintas áreas que se materializan en la oferta de diferentes cursos de carácter obligatorios
como electivos, los cuales se constituyen en la impronta del programa en el ámbito local,
nacional e internacional.
La formación pedagógica ofrecida por la maestría se vale de las tradiciones pedagógicas,
de la pedagogía latinoamericana, la pedagogía franciscana y las humanidades, tales como la
filosofía, psicología, sociología, antropología y sociología para analizar la realidad
educativa y/o pedagógica; en tal sentido, la oferta de formación del programa se
fundamenta bajo 5 componentes y la formación de cursos electivos que se estructuran bajo
una mirada interdisciplinaria, tal como se evidencia en la siguiente tabla:
Tabla 13. Integralidad e interdisciplinariedad del programa
Aspecto Institucional Investigación Disciplinar
Com
ponen
tes Formación
Humano
Cristiana
Investigación
Pedagógica
Pedagogía en el
siglo XXI:
globalización y
desarrollo
humano
Saber
Pedagógico:
Teorías
pedagógicas y
curriculares
Didáctica
Inte
rdis
cip
linar
iedad
Filosofía,
teología, ética,
antropología,
humanidades
Epistemología,
filosofía,
metodología
de la
investigación,
metódica
Filosofía,
sociología,
antropología,
ciencia política,
campo
conceptual de la
pedagogía y la
educación
Epistemología,
historia de la
educación y la
pedagogía,
currículo,
psicología del
aprendizaje
Estrategias de
enseñanza –
aprendizaje,
evaluación,
tecnología
educativa y de la
información,
administración
educativa
El
ec tiv
as
Generales Profundización
Fundamentos estadísticos
Paquetes estadísticos
Lectura crítica
Producción de textos escritos
Multimedia
Educomunicación y
conectivismo (aprendizaje
ubicuo)
Gestión de la calidad educativa
El teatro como mediación pedagógica
Educación inclusiva
Pedagogía para la paz
Territorio y posconflicto
Pedagogía de la creatividad
Formación por competencias
El maestro y la pedagogía
Pedagogía y tecnologías de la información y la
comunicación
Competencias socioemocionales en la formación de
maestros
La integralidad e interdisciplinariedad del programa se representa dentro de los
componentes; así sobresale en primer lugar la formación Humano Cristiana como impronta
de la Universidad, la cual se vale de diferentes disciplinas tales como la filosofía, teología,
ética, antropología y humanidades; en segundo lugar se encuentra la investigación
pedagógica que se apoya de la diversidad metodológica y epistémica, para que el
maestrante conozca y pueda tener diferentes opciones a la hora de desarrollar su trabajo
investigativo; en tercer lugar se halla la pedagogía en el siglo XXI frente a los desafíos de
la globalización y el desarrollo humano, para ello la propuesta formativa se fundamenta en
el análisis de problemas educativos y pedagógicos, en las teorías filosóficas, sociológicas y
antropológicas de la educación y la pedagogía, así como las políticas y prácticas
pedagógicas desde la diversidad e inclusión educativa en Colombia; el cuarto componente
abarca el campo pedagógico propiamente dicho desde la formación epistemológica, las
teorías, modelos pedagógicos y curriculares y la pedagogía crítica; finalmente, el quinto
componente se circunscribe frente a la formación y práctica pedagógica a nivel de la
didáctica, las mediaciones pedagógicas y cibercultura, la evaluación del aprendizaje y la
formación ética y ciudadana del maestro.
Junto a los componentes antes mencionados, la estructura del plan de estudios contempla
la formación de cursos electivos, en los cuales se encuentran las electivas generales que
brindan la opción a los estudiantes de cursar diferentes campos del conocimiento que
amplían la visión pedagógica, entre estas sobresalen: paquetes estadísticos, fundamentos
estadísticos, multimedia, lectura crítica, producción de textos escritos, educomunicación y
colectivismo (aprendizaje ubicuo).
Así mismo, se destacan las electivas de profundización en el campo pedagógico, que se
especializan en un área de la pedagogía, dentro de las cuales se encuentran: gestión y
organización escolar, prácticas pedagógicas, el teatro como mediación pedagógica,
educación inclusiva, pedagogía para la paz, pedagogía de la creatividad, formación por
competencias, el maestro y la pedagogía, pedagogía y tecnologías de la información y la
comunicación, competencias socioemocionales en la formación de maestros, entre otras.
De otra parte, se encuentra que dentro de la formación interdisciplinaria el programa
ofrece el acompañamiento investigativo a los maestrantes por parte de los docentes
investigadores del programa, quienes semestralmente abren un espacio de socialización
para compartir sus apreciaciones frente al avance en el proceso investigativo con el ánimo
de retroalimentar los trabajos y de esta manera mejorar la calidad de los mismos.
Entre otro de los espacios destinados para el ejercicio de la interdisciplinariedad, los
docentes investigadores del programa se reúnen para compartir sus experiencias y saberes
investigativos en el espacio llamado círculos de reflexión, el cual busca realizar aportes
desde las diferentes perspectivas disciplinares a la línea de investigación de la Maestría:
Formación y Práctica Pedagógica del grupo de investigación Indagar.
A nivel de las actividades extracurriculares, el programa de Maestría en Pedagogía junto
a los otros campos que conforman la Facultad de Posgrados y Relaciones Internacionales
de la Universidad Mariana desarrollan anualmente el Encuentro Internacional y Nacional
de la Facultad de Posgrados y Relaciones Internacionales; el cual se constituye en un
espacio de reflexión para la transferencia de conocimientos y productos de investigación en
el marco de las perspectivas de diálogo interdisciplinar de pregrado y posgrado.
Para tal efecto, cada año se reúne a un importante número de investigadores, expertos de
reconocimiento internacional y nacional con el objetivo de fomentar el debate
interdisciplinario a través de la difusión de nuevo conocimiento, según las áreas temáticas
definidas por cada uno de los campos y programas que desarrolla la Facultad de Posgrados.
La interdisciplinariedad se traduce también en el aporte del cuerpo de docentes del
programa de Maestría en Pedagogía, quienes desde su formación desde diversas áreas del
conocimiento, sus experiencias y competencias enriquecen los procesos formativos en el
área disciplinar, investigativa y del proceso de autoevaluación. De igual forma, la
comunicación del conocimiento construido por los asesores de investigación y los
maestrantes se posibilita mediante diversos órganos de difusión con que cuenta la
institución: revistas, boletines, informativos, libros y la página web.