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2.3. El orden conservador (1880-1916) Prot.' Si-lvia Belenky a) Diagnóstico de la realidad sociopoiítica La generación del '80 En el:año 188Qei pals estaba listo para insertarse a pleno en la; díví- sión internacional del trabajo." En esa época se solucionaron problemas que durante años hablan generado guerras y conflictos. Federalizada 53Tulio Halpe-rin Donghi. Liberalismo argentino y liberalismo mexicano: dos desti- nos divergentes. En El espejo, stc., oti, cit., pp. 146-147. 54 Halperin Doriqhi. Una nación, etc., ob. cit., p. 140. 1 Organización de la economía a escala mundial, consolidada durante el siglo pasa- do, por la que las naciones industrial izadas se reservaron la producción de manufacturas deiando a las zonas no desarrolladas- del- rnurrco-er rot-de- abastecedoras de.materias prí- mas. 75

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2.3. El orden conservador (1880-1916)

Prot.' Si-lvia Belenky

a) Diagnóstico de la realidad sociopoiítica

La generación del '80

En el:año 188Qei pals estaba listo para insertarse a pleno en la;díví-sión internacional del trabajo." En esa época se solucionaron problemasque durante años hablan generado guerras y conflictos. Federalizada

53Tulio Halpe-rin Donghi. Liberalismo argentino y liberalismo mexicano: dos desti-nos divergentes. En El espejo, stc., oti, cit., pp. 146-147.

54 Halperin Doriqhi. Una nación, etc., ob. cit., p. 140.1 Organización de la economía a escala mundial, consolidada durante el siglo pasa-

do, por la que las naciones industrial izadas se reservaron la producción de manufacturasdeiando a las zonas no desarrolladas- del- rnurrco-er rot-de- abastecedoras de.materias prí-mas.

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Buenos Aires, nacionalizada la Aduana y o.srrotado el indio nada impedlaya la consolidación de un régimen polltico oligárqui..c.o· liberal que iba agobernar la Argen,tina pcr más de (res décadas.

Los hombres que ,se abocaron a la tarea de "modernizar" el pals .fueron los integrantes de la Ilamadá g~l.ª-cJóo-deL..:.aQ,....d.e_s.lg.n..acló.JUJueqp_arca a qUlenl=fS-acnIal'On en los puestos de conducción en aquel rno-mef1W. --'~.- --:- - -------------- ~

Mucho se ha debatido acerca de la existencia o no de una llamadageneración .del '80. Los que la consideraron como tal se basaron en elconcepto de Ortega y Gasset, quien consideraba como rasgo Iundarnen-talde una!&eneración -unidad del devenir histórico- el tener una culturapropia con una proyección definida; cada generación tenia una vigenciade quince años, superponiéndose al comienzo y al final con las otras ge· -neraciones~ . . .

"Si en opinión de Ortega una generación es un grup>iJe .hombres cuya sensibilidad radical es homogénea y disiin-ta de la antigua, ello supone que existe entre taleshombres una doble comunidad de fecha y de espacio his-tórico, Lo cual conduce necesariamente al tema de laedad. La edad no es un estado del cuerpo y del alma, sinoun estadio del quehacer vital del hombre. "2

_ Si n atenernos estrictamente a lo señalado por. Ortega y Gassel, po-demos indicar que esta generación ª.b.ac.cÓR§L$..Q[LaJJ.Q.ad.es...dJ3_.dis.t.i.ol~y formación, que tenlan en común haber actuado como d~igentes....e.o.laé ccca.y.baber.co mulgad o-Brl-su-i d.e.Ql.ogJa_tpié;LQ.p,argia Iment ¡: con 1(1spcstutades+lberales y positivistas,

Confluyeron'etreF'SÓ-Hg'urás tales como Eduardo Wilde, lucio V.Mansilla, Miguel Cané, Octavio Bunge, Paul Groussac, Julio A. Hoca,.Ni·colás Avellaneda, los septuagenarios Alberdi y Sarmiento, VJcente F. Ló-pez, Carlos Pellegrini, Leandro N. Aiem y Aristóbulo del Valla -pOr citarsólo algunos nombres- cuyas distintas posiciones tornan a veces algoproblemático el uso de la palabra generación. Tal vez, los que más dite-rían en diversos aspectos fueron los miembros del grupo de católicos:José M. Estrada, Pedro Goyena, Emilio Lamarca y otros.

También se torna polémico el tema de la existencia o no de unprograma generacional. No existe una explicitación cornplea y linealque pueda serasí denominada, pero sí es posible tener una visrón clara yprecisa de las jQ~~damen1alª2 sobre el país que querfan y cómocreían que se potírta logr~ . .

~ No fueron en ello demasiado originales, ya que las bases estabandadas, por lo menos, desde la década del"60, pero sf persistentes y prác-ticos para el logro de sus fines: casi todos ellos crelan en el progresocontinuo y en un futuro permanentemente feliz dentro del marco del librecomercio. n", .

Los trabajos de Herbert Spencer, Auqusto Comte y Carlos Darwininfluyeron notablemente en el pensamiento de los hombres del '80.

Adjudicamos a este concepto las caracterlsticas de concentración del poder poütl-co y económico en manos de una elite.

2 Martlnez de Cedes, Rosa Marla. El pensamiento argentino (1853·1910). Una aplica-ción hlEtÓflca del método gBneracional. Madrid, Editorial Universitaria Camplutense, 1986,pág. '27.

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Awgusto Cornte (1798-1857), c.onsiderado el tundador de la .s.oc:lol,o@Ja,Ql:Ji'S'Ocontrtbuir por medio de esta cíerrcía a la reconstrucctón de la unl-dad social que consideraba amenazada por la anarquía yelcaes. ~

La solidaridad y el consenso necesaríos para eVitar la desintegra-ción de la socledad surgían de la estreche-relación establectdaerrtredosconceptos: orden y progreso, ya 'que para Comte el cambio sólo poetad:a~s'e dentro del orden, Hasta llegar aestaestrectra relactón de 10.5d05térmmos, caractertstlcade la terceraetapa (positiva), la.hurnanldad hablaatravesado por dos anteriores, la te'OIÓ:.gicay la metaiísica,en un 'caminode constante superación, ya que ·el prcqreso, .en la teorla -opttmrstadeComte, se evidencia como una evolución de "un tipo socie! '8 otro inme-diatamente superior a trevée tie-eteiies tscicostmente inteUyrble's y cien-tíficamente previsibles en sus ca-ractedsticEfs es-enciales",3

Para el pensamiento "moderno" I:aLd:e:ad,,:1propreso está unida a.una perspectiva individualista, Ite~a:d:a.a tl'A'9;x,tnl'mo'.porHe'rte.rt Spencer(1820-1903), paraquien, seqún TalcoU Pansons "al merla ~:3. el-referenteeconómico de la vida eociet, existe un mecsnienx» a:atom,Jtico deeutorrequlecion que opere di;mo:dn f/;u:ela pro:se:cv:ci'óndeolo.sinte-resesy los objetivos personales 'de ·cada um» terrg:a cxrmo tesottea» la mayorsatisfacción posible de tes 'ex'igE'f1cias rLe tedos".»

Spencer intentó aplicar las leyes ,evtll utivas 'de la bJoloufa. al-estudiode la sociedad, lntluido porChartes D'2T,win{1¡8U.9-'1E:B2)tamové.n tomó .deél el principio de lasupervivencta del más 'apto, A'sí j'!1IstFftcaba la con-quista de un pueblopor otro, . ,

Es ta .op t im ísta vi s ión-de I·tu'tu ropr.v:pr.a,d,e I.pDsi,tivjstTtB :re:qu.e'r.ra'parasu concrecióneliminar tos o.b:s:tá:ct:Jl:osqlJe i-r.r¡:re:dl:an tar:t1'O:d:eTr:üza:cióndel país: tradtcíón.e Lgnorancia. La liberación cienttttca 8€11').asadG,;€-r,3:unrequisito indtsperrsable paraqu.eel individooae reaírzanaa '$r mismo,co~ la tradictón y ta co-stumbre,

.~ La creciente confianza :en el podar 'expHcati',,:c de la c.iieuda, cnecócon la Iglesi·a', ya que para.la menta'lid::id'po'sitivi'staehío.gmat.i:smo'Cfis-tiano era el prtrrcspaí obstácuto del 'progreso ck.rntif-iLo]En laoposiciánreligión-ciencia, fueron tunríamerrtales 'tosadetantes 'del-evo'lu.ci:onismobiológico y ríe la ciencia pretustórtca :p:arad.es:equil:ibrar "a balanza, yaque

"..,emtios no sólo ttecen e:s:tra.gos .en tos. orimenrs .tremosdel relato btbtic» sino pam:c-ensxJCfivar kad¡;a:se rmeme.d»la oistécttceoristletr« de ca;ída y redetrctán". 5

.El debateentre .arrrbossectores SB caracterizó por el rnenospractoque el :gru.po trrnovaoor manifestaba par las :p:osi'cinne:s catótícas.Estasúltimas aparectan cornoperdadoras yen-rettrada-en uncnn texto mundialen el que la Europa católrca marctraoa r,ezagada .en el carntno hacia ',elpr0gre:s:o,

Pero-el avance cierrtltico.era sólo tJnasp:e:ctD':del:pruc.e'sodemoo.er---niZB'Ci'ón que se funda: ,1e ntaba en la transtorrrración de ~a'5e,s-ec.~~--micas d:e la sociedad. La fe en losavaflc"e:s,.r:te.LQapitali'smod:rrdu-st:--¡:raI~g-e-l'lerab?: ~ná_vrsTó.ñqptimista d~l~fUiurohYrl}a~o,-----'---"'''''-----'

3'Ferr·arotti, Franco, Hombres y máquinas en la .sociedad industrial, Barcelona, Ed. La-bor, 1976, páq. 57,

4 Citado 'por F-erraratti, F, ob. cit. páq. 52,5 Halperin Oorrchi. Tulio. Un nuevo.climede idees-en ,Argentina:del 'so:et Centenario,

Buenos AiT8S, Sudamericana, 1.977.

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Imbuidos de este esplritu moder )iZante~os hombres del '80 decí-dieron cambiar la estructura educativa e institucional; la Iglesia resistióenérgicamente una polltlca qus limitaba..su accionar y le quitaba prerro-gativas que detentaba con exclusividad. I

.-' Católicos y liberales se hablan en'Hentac1o ya anteriormente, perolos conflictos se agudizaron en el seno del Congreso Pedagógico de1882 y en el debate parlamentario cela ley 1.420 de Educación Común(1884) que establecla la enseñanza laica, obl'igatoria y gratuita. Ese mis-mo año se aprobó la ley que creó el Registro Civil. Por ella se transfería alEstado la función de inscr.ibir nacimientos y defunciones, tarea que an-tes estaba en manos de la Iglesia. En 1888 la ley de Matrimonio Civilcompletó la ofensiva laicista. 6 _ ..

Sin embargo, liberales y católicoW' se enfrentaron en el campo delas ideas socioeconómlcas. Por el contrario, la corriente en e-I mundocon el rol de proveedor de materias primas, atravesaba íntegramente a laintelectualidad argentina de uno y otro siqno. El llberaiismo, res trlr jien-do el rol del Estado a los ámbitos de la defensa y la justicia, da&a riendasuelta a la iniciativa privada.

En ese marco, el Estado debla ocuparse...Gle que se cumplieran lasreglas del libre juego de la oferta y la demandyAsí por ejemplo, el presi-dente Juárez Celman afirmaba en 1887:

"Por lo tanto, lo que conviene a /a Nación, según mituicio, es entregar a la industria privada la construcción yexplotación de las obras públices que por su índole nosean inherentes a la SOberanía ... "

La clase dirigente, identificada ella misma con el progreso y el des-tino de la Nación, se preocupaba.más por resolver los problemas prácti-cos que por construir un modelo teórico de país. Alberdi lo hab: 1dichomuy claramente: . .

"Asi la filosofía de nuestra Nación será la que propot-cione una serie de soluciones a los problemas que intere-sen a sus destinos generaies. "7

El pensamiento de Alberdi (véase 2.2.) es justamente la llave maes-tra para abrirnos a la comprensión de aquella realidad nacional unsiglo más tarde. Consolidada definitivamente la unidad del país habíaque "civilizarlo" y los dos pilares básicos del desarrollo eran, para.Alber-di y sus discípulos ideológicos, la mano de obra y el capital extranjero.los hombres del '80, esencialmente pollticos y no teóricos, como ya lofiEfiTIcfS-d-rctro;-ñlclg'ron suyos estos postulados que, líneas más, líneasmenos eran los que"hiiliTanaomíñá'aoenTos últimos veinte años.

Esta visión del camino a seguir era compartida tanto por la oposi-ción como por el oficialismo,que se encontró con un cuerpo jurfdico ins-titucional ya plasmado que '-re facilitó enormemente la tarea de forjaruna pafs agroexportador con una determinante participación extranjera

6 No permanecía ajena a esta actitud laicista la preocupación por atraer población nocatólica del norte de Europa, tal como lo propon la Juan S. Alberdi.

7 Korn, Alejandro. Estudios de Filosofla contemporánea. Ss. As., Ed. Claridad. 1963,pág. 186.

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ya sea en forma de mercado, de vendedor de productos manufacturadoso de proveedor de mano de obra o de capital.

Si la técnica, la ciencia y el progreso provenlan de Europa, era natu-ral el desdén hacia lo nativo. La oposición entre civilización y barbariefue uno de los puntos más salientes de las discusiones de ento.nces.

Algunas voces se levantaron contra la europeización a ultranza. Elhistoriador José Luis Romero adjudica a las clases media y popular una-cierta sensibilidad romántica, representada por ejemplo en un LeandroN. Alem, que mostró una acentuada adhesión a lo criollo en oposición alo extranjero que se arrecia como moderno, idea.que manifestó, tambiénJosé Hernandez y que se intensificó después de 1880, tal como lo de-/muestra el éxito de los folletines de Eduardo Gutiérrez (Juan Moreira).

Tampoco faltaron quienes se opusieron al papel de país agroexpor-tador que la división internacional del trabajo había reservado para la Ar-genfina_ Algunos lucidos hombres de la época visual izaron con claridadlas limitaciones de una prosperidad sin industrias y al; aren sus voces enlos debates parlamentarios de la década del '70.

Lucio V. López señalaba en ,1873:

"Un pafs sin industria, como el nuestro, está siempre ex-puesto a la crisis, porque el germen de las mismas ocupael vaclo que deja la falta de fábricas. No insistamos enbuscar causas accidentales para nuestros males. Lacausa orgánica, la base de todo está en carecer de in-dustrias por la falta de protección que se les dispensa. "8

Este y otros discursos similares en boca de Vic.ente F. López, .t..ris-tóbulo del Valle y Carlos Pellegrini entre otros, eran, no obstante, limita-dos y estaban sujetos al deveni.r del mercado mundial. Surgidos en épo-cas de crisis, reducidos en sus alcances, los proyectos proteccionistascayeron en el olvido cuando las causas externas de tales preocupa-ciones desaparecieron y muchos de sus promotores retornaron sinproblemas al liberalismo económico.

b) Objetivos e instrumentos de los principales actoressociales

El crecimiento vertiginoso

La elite

Hemos definido el cé.gjJnell·_o.L~gá¡:Ejujeocomo aquel en el que seconcentra el poder polltico y económico en manos de un grupo que, en elcaso argentino, estaba íorrnado ººr tEHL?.1\2111e.nts_$.,_Q(amie..!Le.x.p.o.¡:tado-res y sectores ligpdos al transporte, Esta coalición de intereses logrócontrolar el aparato estatal, poder~onómico se identificó con poderpo-I.Uico y U.rl.JI!-ª0_~j.9..~I~cto~ai..!I§.t¿9J)[email protected]:J.º_~~¡o_rl._e.:O::Jo~cargos era consecuencia de acuerdos y no de votos- aseguro la estabi-lidad del régimen. . - '------ .._----~.'.-:----'-'---'---

La elite que condujo los destinos del país llevó él cabo una ~~~

8 Lucio V. López. Revista de ·septiembre. En Aevista del Alo-da-Ia P-lata._T. 6, Ss. As.,1873, pág. 609 Y siguientes.

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Q

que redundó en una aun.mayor cQnc.entLaclQruieíLc!-u~3-v-~e~canisrnco c.tales corno los préstªOlos._O_a-Ílc_aJ:LQs~la. espe_c_ulación, ladepreº-LªºLónJIJ.o_oetaria, etc__t,,<?sestudios realizados COIlC!1erdan en que elsectorrnás.beneücíadc.oor laJormLdabLe_expansi.óru;iELLaeJ~.onomía du-rante ~J.período 1880,19.l3_t.u.e._eJ._deJosteuatenienteiJ,O.; _La adhesión teórica a los principios de la economia clásica: libertadde comercio)' papel neutral del Estado en. el libre juego de la produccióny el consumo no impidió que la elite dirigente aportara momentáneamen-te la ortodoxia librecambista (elevando por ejemplo las tarifas aduane-ras) aunque más no fuera por necesidades fiscales.

Los principios liberales fueron aceptados por todos sin un análisisprevio del tipo de sociedad en el que habian surgido. De allr que en lapráctica coexistieran -

" ...una avanzada legislación y normos r'e gobierno conuna serie de estructuras pertenecientes a la sociedad tra-dicional.Las elites argentinas asimilaron el liberalismo en su for-ma acabada tal y como se daba en Europa, es decir comoideología basada en un sistema socioeconómico consoli-dado, el capitalismo. lqncreron la primitiva concepcióndel mundo en ese sistema y, sobre todo, la necesariatransformación previa, antes de la adopción de las estruc-turas d.e la sociedec tradicional". 11

¿Cuáles eran los puntos principales de los más importantes teóri-cos del llamado período clásico?

. ~t:Adarn Smith (1723-1790), cuya obra capital fue La riqueza de .Ias na-ciones, sustentaba la teoría del/aissez faire por la qu .' el Estado debia li-mitar al mínimo su intervención, ya que los neqocios tenían que hacersepor la relación entre las fuerzas privadas .novidas por el interés indivi-dual. Cada hombre tenía absoluta libertad para conseguir lo que le intere-sara mientras no violara las leyes de justicia.

Las actividades del Estado se limitarían a las de 1) defensa na-cional, 2) administración de justicia y 3) ciertas obras e instituciones deinterés general para la sociedad, que los individuos no quisieran hacer.. Smith creia que las decisiones de los individuos eran más eficaces

que las de un gob;erno central porque conocü.n mejor la situación local yporque el Estado' tendía a ser 'derrochador y extravagante.

El mecanismo por el cual los individuos que sólo desean obtenerganancías son conducidos a buscar e! bienestar yenerale': ei sistema demercado, la "mano invisible". La competencia guía la producción segunlo que desea el consumidor, irnside el alza excesiva de los precios y ase-gura una producción razonablemente eficiente.

La teoría de A. Smith sobre el progreso estaba basada en 81 papelde tres fuerzas principales que intervenían ellel crecimiento: 1) elaumento de la poblaciór., 2) mercados en expansión y división del trabajocada vez mayor y 3) acumuiación de capital. Para acumular capital sólo

9 Diaz Alejandro, co. cit. pág. 372.10 "Se calculó que menos de 2.000 personas poseían en nuestro país tanta tierra co-

mo la superíície total de Italia, Bélgica, Holanda y Dinamarca juntas." Rack, D. ob. cit. pá-gina 16.

11 Martlnez de Coces. M.R., ob. cit. pág. 23'3.

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se contaba con la "frugalidad y buena conduct de íos lndlvl uo " yaque el Estado era una carga que en nada contribula al pro r o,yk. Thomas Malthus (1766-1834), considerado el prlm r conomista

profesional, tuvo una visión pesimista del futuro, pesimismo comparti-do por la mayor parte de sus contemporáneos debido a las convulsionessociales que trajo consigo la Revolución Industrial. •

Su teoría de le población -qu~ influyó notablemente en Darwin ysu teoría de la evolución y selección natural- establecla que la pobla-ción crece en proporción geométrica, duplicándose cada veinticincoaños y la producción de alimentos crece en proporción aritmética. Estosupone que hay que controlar el crecimiento de la población y para ha-cerlo el único control efectivo es la miseria, los efectos de las epide-mias, del hambre y de la guerra. Al aumentar el nivel de vida de los traba-jadores, aumenta la población, lo que hace bajar el nivel de vida hasta elpunto de súbsistencia. Por lo tanto, la huma-iidad estada condenada a lamiseria.

~Las teorías de David Ricardo (1782-1823) pareclan adecuarse mejora un país como la Argentina en el que abundaba la tierra y escaseaban lamano de obra y el capital. Firme partidario del laissez faire, contribuyó ala teoria del comercio internacional con su idea de que entre dos na-ciones se establece en general -rn comercio mutuamente beneficioso, yaque cada una se concentra en la producción de bienes en los que tienecapacidad para producir con ventaja relativa.

Ricardo creía que e! progreso natural de la sociedad conducía a unasituación estacionaria en la qve las rentas de la tierra serían altas perolos beneficios de los capitalistas seria n bajos mientras la masa de lostrabajadores estuvieran en el nivel de subsistencia,

La teoría ctásíca.del.Iíhre. coruercío.persiatió a pesar de las ideasgroteccioliTstaS::de otros.. autores. Era obviarrrente la que más seade-cúaba--a·ias necesidades inglesas, ya que s.rs productos manufacturadoscompetían ventajosamente con los producidos por otros países para suspropios mercados y porque necesitaba un fácil acceso a las fuentes dematerias primas.

¿Qué ideas fundª!.DentaLe.s..inspi.radas en el liberalismo s.L.!$1.E;l_ntarq.,nel des.arrollo ..ecQnórrliºº_a.rge_fl.tino en..uf1 marco internacional de fletesmarítimos en baja y una creciente demandA~o:e¡sroduc1o:Samllelj]:IiSiºspor parte de Europa?" .. -""

Pri nc.lRªLrlente tres: era ne_C.f~rlQ_pr.o\l.ee¡: al.país de_fll¡lnO de obray de capital extran(}i-Qy potenciar !a infraestructura deJrªu;:;pürIes a tra-vés del tendido de nuevas líneas Iérreas.i.Córno.se ..concreta-en-estosprincipios y cuáles fueron sus resultados lo veremos más adelante.

Los sectores medio;

I a expansión eQ.QnóQ:!js:.ª-yel to.rreQta.Lnm.i.g.raIQ[LQlIl.o.dJf.i.ca+.o:r:l-Se·R-srbternente ta estructma-s:9'c'fá! y-l'a~ai:~~frrt;)}Jctón~O.e~r.éÍ....g:g.!i~fW1'~'f=rrg!O-~n~-f

" ... , ," . " ,", '\¡"~"" ,,, ..•. ;:, ": o', .•• \ '·,.'jl·' . ,,_. ._ ".," . ,-_, i'; _" , .,- . ;( . ,I~! l. ...:~..•!':'1,r¿I",p:?:?'e'f)I~~?eC'i'r ·sue"0LÍ.e.strIJ p'p:rs"SD~n'ó.un::aº,entú'adci·p~?S,~.9.o~q;1;~º~;.eafl'tzación; así 'Como un' ri'Otable IJlCremerito de la cla:se"rnediél.~'qlJe c·te·:ció desde un 11,1 % de la población total en 1869 a un 29,9% en 1914.

El 90% del saldo inmigratorio neto se radlcó.enla.zona pé¡,.n:m~ana,pe ro só lo la .cuarta R?rte, Iohízo ,~n)a,s,sona,:PJuf:ªfe~~.L,a,pójítj~~jje;col o-nizacTó'ri'\Uvo éxitó sóro·e"xCepci6rialmenfey,€J,'¡'I;lm.igranJe~eJ),geflefal.,.PlQ!tuvo.acceso. a.la. propiedad de.Ja,Jieir.ra,;,li;.0$J.ecién lJegadosi's,e·v,.olcaronentQ'nééshaCia~¡ás; c.¡·ü.dades.-la,Gapital'Federa,1 .recibió-cas: ',Xh' titcio'tj<eu

8!J

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Los sectores rurales

! Entre 1810 y 186017 la donación de tierras en propiedad fue, con fre-cuencia, la recompensa otorgada a jefes políticos y militares triunfantespese a lo cual muchos antiguos terratenientes pudieron conservar suspwpiedades y su poder polltico. En 1860, los latifundios todavía caracte-rizaban la dtstribuciónde la propiedad de la tierra.

Debido a la abundancia de tierras disponibles respecto de la manode obra y del capital invertidos, las propiedades debian ser muy grand.espara que los jefes políticos y militares juzgasen sus ingresos como satis-factorios. .

Las tierras públicas fueron transferidas a propietarios particulares,principalmente a causa de las necesidades financieras del gobierno. LaConquista del De"ierto fue financiada en parte con la venta de bonos res-catables en tierras oublicas y los militares y It.lntervinieron fueron re-compensados con grandes extensiones de ellas. .

Ei Estado también remató tierras en condiciones favorables paralos compradores y, además, antes de 1879, el gobierno otorgó las tierrascercanas a las nuevas vías a las empresas ferroviarias.

La gran cantidad de tierras virgenes (30 millones de hectáreas) in-corporadas a la producción en la década del ochenta también lo fue enforma de gran propiedad, debido a la falta de transportes internos, a lacarencia de mano de obra y a la ausencia de una polítlca gubernamentaleficaz para desarrollar exitosamen,te la pequeña y mediana propiedadagrícola.

Ya hemos mencionado que la inmigración debía solucionar e!problema de la escasez de mano de obra en la zona pampeana, pero, sólola cuarta parte de los que se dirigieron a esa renión se asentó en el cam-po. El inmigrante en general no tuvo acceso a IJ propiedad de la tierra ysu asentamiento se realizó sobre todo en calidad de arrendatario, Comotal no tenia que realizar inversión algu.na, yó. que no debía pagar la tierracomo el colono sino entregar una parte de la producción. .

El grupo de los trabajado-es "g010ndrina", que cumplida una tareaespecifica retornaban a su lugar de origen para otra tarea estacional, fuecomún entre los inmigrantes italianos, que venian a' la Argentina alenta-.dos por las salarios más altos que los de su país de origen y porque elviaje duraba tres semanas.

El régimen de tenerr-ia de la tierra -;concentración de la propiedady difusión del arrendamiento- impidió, según la interpretación más di-fundida, la formación de una clase media rural y retrasó el pleno creci-miento del campo, debido a que no se asentó en él la población deseadaya la falta de inversiones tanto por parte de los arrendatarios como delos latifundistas. .

Debemos ubicar la diiusión del arrendamiento en la década de1890, en el marco de una ganadería más refinada,que exigió la sustitu-ción de los pastos naturales por alfalfa y ur:'á onerosa preparación de latierra.

r: La favorable situación de los primeros arrendamientos fue cam-( orando, y en la década de 1910 se tornó difícil debido al desplazamiento"de tierra hacia la ganaderiaen busca de una mayor rentabilidad. Esto tra-

17 Nos basamos en el análisis de Diaz Alejandro, C.F. Ensayos sobre la historia econó-mica argentina. Bs. As., Arnorrortu. 1983. .

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jo aparejacc un aumento en los arrendamientos -llegaba incluso al50% de la cosecha- que dejaba al agricultor más expuesto a las malascosechas o a las cardas de precios,

La duración del arrendamiento era problemática, ya que los contra-tos duraban, en su mayoría menos de.tres años. La 'situación se agravabaaun más porque el arrendatario debía vender su cosecha a bajos precios,ya que la comercialización era controlada por un grL po ligado general-mente al sector latifundista.

El deteriorado estado .íe sus intereses provocó él estallido de unaserie de huelgas por un conjunto de reivindicaciones mlnimas (contratopor cuatro años, libertad para trillar y desgranar, que al propietario no lecorrespondiera más del 25% de la cosecha, etc.), huelgas que en la ma-yor parte de los casos tuvieron un resultado exitoso. El conflicto más co-nocido de 10s protagonizados po- los arrendatarios fue el Grito de Alcor-ta, localidcd santateslna donde unos 2.000 colonos declararon una huel-ga agraria en 18~2. El movimiento se 3X::dndió a lo largo de cuatro mesespor distintas iocaiidades de Santa Fe y Buenos Aires. Los propietarios,alarmados por la expansión del conflicto, pidieron la intervención delEjército pero el recientemente electo gobierno radical de Santa Fe semostró remiso a emplear tal rnetodolcqía y íornentó el arreglo entre laspartes.

Si bien los resultados favorables a los arrendatarios sólo mejoraronparcialmente las condiciones de sus contratos, ellos tomaron concien-cia de la importancia de la unión solidaria y asf nació la Federación Agra-ria Argentina, entidad gremial que nucleaba a los colonos y cuyo objetoera

"._.contribuir al movimiento de orqenizecton y mejora--miento meteri=l y rnornt de los agricultores. "18

Los mecanismos pollticos de reproducción del slsterna

Hasta la sancié,Q de la Ley Sáenz Peña (1912), el fraude, la violenciay la apatía de la mayor par.e de la población (la participació.n electoral os-cilaba entre un 10 y un 25% de los votantes habilitados) eran el signo ha-bitual de la contienda política.

Dejó lucha polltica participaban unos pocos y decidían aun menos.La oliqarquta liberal porteña,'? la que luego se incorporaron las provin- -cianas, proponía y disponía de los candidatos, que se.repartían los car-gos entre sí sin que hubiera diferencias Ideológicas notables entre ellos.Esta situación es la que llevó al senador Joaquín V. González a decir, en1912 que "este pafs, según mis convicciones después de un estudio pro-

. tilo de nuestra nstorie, no ha votadó nunca".La clase gOllernante, la oligarquía liberal, si bien discrepé respecto

de la oportunidad o no de ocupar cargos por parte de alguno de sus in-te jrantes, no cuestionó en mudo alguno los principios políticos comu-nes. Asl se constituyó en e.lgLupD-he.g.e.r:nóR·i-GG-4e-~a-sQGieGaEl-meEi·i·aAteel controi djT aparafc)~1ªLL~!?_t¿2C2.der de re.Ple.sjó.D_y_la-Í.mposiGiónde su sistema de valores alresto. de.los.sectores sociales.

Poder polltico y poder económic_9 se confuQc:jj~r-º.Il_y los miembrosde la oligarqufa liberal fueron considerados los más aptos para desempe-

18 Federación Agraria Argeniina. Estatutos, Rosario, ;912.

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ñar tunc.one s gubernamentales. Ellos aseguraron .Ia estabilidad del sis-tema por medio de manejo de la sucesión (véase 2.2.)

El mecanismo electoral 19 permitía el invariable triunfo del oficialis-mo. Instituciones como el Senado -que cubría sus cargos con la mayo-ría de ex presidentes y ex gobernadores-:_eran bastiones conservadoresque aseguraban la continuidad del régimen .

.Las características del proceso electoral y el elevado número deextranjeros mantuvíeron alejada a la mayoría de la población de la pujapolítica. .

Las adhesiones personales de la primera hora fueron reemplazadaspor los partidos políticos. El Partido Autonomista de Buenos Aires y elNacional se aliaron contra Mítre y de ese acuerdo nació el Partíde Auto-nomista Nacional (P..A.N.), e! más importante de la época, que marcó lapaulatina pérdida de lnfluencia de los sectores porteños en la vida poltti-ea del interior. Esta situación se definió entre 1877 y 1878 con la Iorrna-ción de la Liga de los Gobernadores, la que apoyaría más tarde la candida-tura del general Julio A. Roca.

e) Dinámica sociopolltica y económica

Presidencia de JUlio A. Roca

Cuando Roca se hizo cargo de la presidencia su lema fue "Paz y Ad·ministración":

: Paz siqniticeb» imponer definitivamente el reqimen de;respeto a la Constitución ya las leyes por sobre las pa·\siones mal controladas de los que aún no descartaban la \ .

'posibilidad oe apelar a la fuerza en las contiendas por el \M'poder. Administración significaba sobre todo la promo- L"J-.-cton. detdeserrotio económico y la organización del Esta- 1do para servir a la convivencia de la comunidad y, espe- 1cialmente, a los grupos dominantes, para los cuales el ;acrecentamiento del pafs no era sólo motivo de orgullo si./no también causa de beneficio. 20

Roca lo afirmó muy claramente:

"Necesito paz duradera, orden estable y libertad perine-nente; y a este respecto lo declaro bien alto desde esteelevado asiento para que me oiga te República entera:emplearé todos los resortes y facultades que la Constitu-cfón ha puesto en manos del Poder Ejecutivo para evitarsofocar y reprimir cualquier tentativa contra la paz públi-ca. En cualquier punto del territorio argentino en que selevante un brazo fratricida, o en que estalle un movimien-to. subversivo contra una autoridad constituida, ellt estarátodo el poder de la Nación para reorimirio."?'

19 El sistema electoral anterior a 1912 establecía el carácter voluntario del suiragio,que no era secreto, y la obligación de empadronarse.

20 Romero, José Luis. El desarrotlo de las Ideas en la sociedad 8rgen11n8 del siglo xx.Fondo de Cultura Económica, México. 196". pág. 30.

21 Romero, José Luis. ibídem.

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d) Balance del período

Economía y sociedad

Los países industrializacios, en su proceso de crecimiento y de-sarrollo buscaron materias primas, alimentos y mercados para sus pro-ductos. La Argentina del '80 se ubicó en este esquema como país agro-exportdor, dentro de la etapa que Aldo Ferrer denominó "economía pri-maria exportadora":

"Primaria exportadora porque la producción agropecuariaes en toda la etapa el sector más importante de la produc-ción nacional y porque la exportación de productos agro-pecuarios constituye el elemento dinámico del desarrollodel período. "25

En los distintos debates entre grupos liberales y proteccionistas alos que ya hicimos mención predominó la decisión de desarrollar el paísen base al concepto ricardiano de las ventajas comparativas como pro-ductor de materias primasagroganaderas, sin generar una industria pe-sada e independiente. '

• Exportaciones

Las exportaciones fueron el motor del crecimiento económico ar-gentino. Antes de 1880 estaban constituidas principalmente por lanas,cueros y carnes saladas, pero a partir de ese momento-se produjo una for-midable expansión agropecuaria en la que el trigo, el maiz y los cultivosindustriales como el lino, ocuparon los primer.os puestos, especialmenteel trigo, de notable capacidad de crecimiento,

Hasta fin de siglo fueron los cereales entonces los que ocuparon elrol dominante, mientras que las exportaciones de carne marchaban a lazaga. El rubro car,r:¡.efue ocupado al comiénzo principalmente por la bovi-na, sobre todo a/partir del cambio de la raza Merino por la-Lincoln. Sólodespués de los primeros años de este siglo la carne vacuna ocupó el pri-mer lugar.

La exportación de ganado en pie también propició la mejora de lasrazas, rnientras ,se expandía la .ndustria frigorífica. El primer embar-que se realizó en 1883 pero sólo desde comienzos de siglo se hizo en for-ma regular, desplazando internacional mente al tasajo.

Una idea del notable crecimiento de este rubro nos la da el hecho deque se pasó de 20.000 toneladas exportadas en 1900 a 145.000 toneladasde carne en 1910. Cabe señalar que también en un principio se prefirió lacarne ovina a la vacuna ya que se adaptaba mejor al proceso de congela-miento.

La difusión masiva del método del enfriado -que reemplazó casicompletamente al congelado a fines de la década del'20- coincidió conla llegada de los frigoríficas norteamericanos. El enfriado requería car-nes de mayor calrcad, lo que acentuó el proceso de refinamiento, y unestricto cumplimiento en las entregas a los frigoríficas, ya que esta téc-

25 Ferrer, Aldo. la economia argentina .. las etapas de su desarrollo y problemas ac-tuales, México.F,C.E" 1963, pág. 91,

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nica exigia que la carne fuera consumida antes de los cuare-nta días. Espor este motivo que Australia y Nueva Zelanda se dedicaror a la carnecongelada dejando el campo libre a la Argentina en la provisión a Ingla-terra.

La difusión del enfriado (chi/led) dividió a los ganaderos argentinosen dos grupos bien diferenciados: los criadores y los invernadores. Losp-¡'imeros criaban a los animales desde el nacimiento y luego el novll¡oera comprado para el engorde por el invernador, que disponía de los me-jores campos. Mientras que los lnvernadores se conectaban con los fri-goríficas y actuaban como productores y cornerclante s, los criadores de-pendían de las fluctuaciones de precios ya que no podían manejar una0isminución de los mismos o de la demanda en un plazo relativamentetarqc. . --

El transporte ferroviario estaba íntimamente ligado a la exportaciónagropecuaria. LéI.$ principales líneas convergían a Buenos Aires: el ejeouerto-terroc uru fue fundamental para la constitución de la Argentinaen e! "granero del mundo". Las vías cruzaban la pampa húmeda transpor-tando cereales y ganado, valorizando las tierras que atravesaban y queluego seían objeto de fuerte especulación.

El crecimiento ferroviario fue notable en los años que median entre19(;0 y 1914 duplicó su tendido (pasó de 16.000 a 33.500 km y en 1930 habíaI!egado, en números redondos, a 38.600 km. Este avance vertiginoso delos primeros tiempos, contrasta con la lentitud del incremento entre1914 y 1930.

El trazado de las líneas férreas convergía hacia los tres principalespuertos de exportación: Buenos Aires, Rosario y Bahía Blanca. BuenosAires y luego Bahía Blanca desplazaron en importancia al puerto-de Ro-sario en la exportación cereal era y la participación de éste descendió dedos tercios a I 'no en el total de embarques. El puerto de Buenos Aires erael principal de la Argentina pero a pesar de elio presentaba instalacionesanticuadas e ineficientes. A fines de siglo todavía era imposible para losbarcos de ultramar entrar directamente y carga y pasajeros debian sertransbordados a lanchones o a altos carros para llegar a tierra. En 1897se terminó Puerto Madero (Dársena Norte) para que los barcos pudieranconectarse con el ferrocarril, pero debieron pasar varios años hasta que'se completaron las instalaciones para afrontar las necesidades del co-mercio internacional.

Inmigración

En 1869 había menos de dos millones de habitantes (1.737.676) y yaen 1895 ló población había aumentado a 3.954.911 y en 1914, fecha deltercer censo, el país contaba con 7.885.237 habitantes. Este vertiginosocrecimiento se debió a la llegada de inmigrantes provenientes en su ma-yor parte de Ital ia y 'España, ;

La inmigración italiana fue más importante al comienzo, a partir de1880, pr.rn oro los oriundos del norte y luego los del sur. SegGn el estudiode Cortés Conde 27 su motivación para emigrar tuvo que ver más con la si-tuación argemina -que le ofrecía ingresos más altos- que con suscondiciones devida en la península. La capacidad de ahorro que permi-tía la mayor Q martcia en la Argentina favoreció también el posterior

26 Ferns. ri .. Gran Bretaña en el siglo XIX. SS. As .. Solar. 1974. pág. 438.27 Cortés Conde, Roberto. El progreso arqentino, 1880-1914. SS. As., Sudamericana.

1979.

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traslado de la familia del inmigrante que había decidido afi.icarse en es·tas tierras. 28

Los españoles, por su parte, llegaron sobre tojo después de 1900,debido a las crisis agrarias peninsulares y a la pérdida de los mercadoscoloniales por las guerras de 1898 en las que España perdió Cuba, PuertoRico y las Filipinas.

El gobierno argentino fomentó la inmigración sobre todo a· travésde la ley de 1876, pagando pasajes y traslados, dando alojamientos temoporarios, etc., pero sin mayor éxito, debido a que las condiciones que seles ofrecían a los inrniqrantes aquí distaban mucho de acercarse a loimaginado. La política de colonización tuvo éxito excepcionaimente (co-mo en el caso de Santa Fe) y el colono, en general, no tuvo acceso a lapropiedad de la tierra. A partir de 1890, el gobierno abandonó la políticaoficíal de ayuda y la inmigración corrió por carriles naturales v espontá-neos.

Los recién llegados se volcaban entonces hacia las ciudades. LaCapital Federal recibió casi un tercio del total, lo cual provocó seriosproblemas, entre ellos, el de la vivienda. Gran parte de las humildes íarni-Iias inmigrantes se alojó en miserables viviendas, a veces construidas ore-cariamente a tal fin y con las que se especulaba vergonzosamente, o enlos conventillos, antiguos caserones desalojados por la fiebre amarillade 1871.

Familias enteras se hacinaban en una sola habitación por la que lle-gaban a pagar casi un 20% de lo que ganaban. Un censo realizado en1917 establecía que el 88,4% de las familias obreras vivía en una solapieza en una ciudad que pasó de 300.000 a 1.200.000 habitantes entre1880 y 1910.

La carencia de ventilación, las deficitarias condiciones de higiene ysalubridad eran datos habituales 'de estas viviendas populares, de lasque Vaccarezza nos ofrece esta visión:

"Un patio de convemitio, un italiano encargado, un 'yoye-qe' retobado, una percanta, un vivillo, dos malevos decuchillo, un chamuyo, una pasión, choques, celos, discu-sión, desaffo, puñalada, espamento, disparada, auxilio,cana ... telón!"29

Capitales extranjeros

Otro punto fundamental para la expansión económica fueron loscapitales extranjeros. Estos se volcaron preferentemente en obras de lainfraestructura exportadora (puertos, ferrocarriles), servicios públicos ypréstamos al gobierno. La amortización y servicios de la deuda se paga-ban con el producto de las exportaciones -muchas veces los serviciosde la deuda oscilaron entre el 30% y el 50% del valor de las exporta-ciones- y en 1)(0. Acotemos que nuestra moneda sufría constantes de-valuaciones.

Para pagar los intereses se recurría a nuevos préstamos queequilibraban la balanza de pagos, pero al cesar la llegada de capitalextranjero, la economía presentaba crisis más o menos pronunciadas.

Hacia 1913, un 60% de los capitales eran ingleses y del total de las

28Sobre el trabajador "golondrina" véase punto 2.4.29Citado por Jaurercne. Arturo. El medio pelo en la sociedad argentina (Apuntes para

una sociologia nacianaí). Bs. As., Peña Lillo, 1967, pago ;27.95

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inversiones extranjeras. una tercera parte estaba co.icentraoa en losferrocarriles. un 31 % en bonos del gobierno, un 8% en servicios públi-cos, un 20% en comercio, y un 5% en actividades agropecuarias. Es inte·resante observar cuán escasa era la inversión directa en manufacturas yactividades rurales.

La economía dependiente de nuestro país lo tornaba harto vulne-rable a los avatares de los países industrializados. El cese del flujo de ca-pitales extranjeros o la disminución del valor de nuestras exportacionesen el mercdo mundial, sumian a nuestraeconomia en desgastantes crí-sis de un costo social cada vez más alto,

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Cuando Yrigoyen se hizo cargo de la presidencia, hacia dos años queEuropa se debatía en la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico cam-bió la economía internacional y, en lo que a nuestro ~aís respecta, afectó10~. pilares fundamentales de la expansión económica 'ánterior: laafluencia de capital extranjero y la demanda de productos primarios.

A partir de 1913 y casi hasta fines de la guerra nuestro país sufrió ladept esión económica que se tradujo en aumento del desempleo (que tra-jo aparejado un crecimiento de la emigración), inflación, un notable des-censo del salario real hasta 1918, falta de inversiones extranjeras y re-ducción de las importaciones.

Hubo una gran disminución del ritmo de crecimiento en e'l sectoragropecuario donde no había ya más tierras' nuevas ni programas de in-versión. El aumento de la superficie cultivada en la década del '20 fuemuy escaso salvo excepciones como en el caso dei algodón. El interésse volcó hacia la carne, la cría de ganado desplazó gradualmente al culti-vo de cereales.

El incipiente e írrecutarproceso de industrialización durante la pri-rnira guerra se vio favorecido por ella, si bien limitada la renovación deequipos productivos o la provisión de materia prima que muchas veces'no pudo ser suministrada por la producción local.

Se produjo el avance y penetración de los capitales norteamerica-nos en nuestra economía en tres rubros principales: empréstitos, frigorr··licos y explotaciones petroleras (en ese orden). El primer frigorífico nor-teamericano -Swift- se instaló en 1908, y en pocos años los frigorífi-cos de ese origen ya acapara bar: más del 60% de las exportaciones decarne a Gran Bretaña.

Aunque el principal comprador siguió siendo Inglaterra, las impor-taciones eran sobre todo de origen norteamericano ya que el Reino Uni-do no estaba en condiciones de suministrar rnacuinarias, vehlculos ousinas eléctricas necesarias para el ya mencionado proceso de in-dustrialización. Al terminar la guerra, decayó la actividad industrial,sobre todo a partir de 1923, siendo las industrias más perjudicadasaquellas que usaban materias primas nacionales, debido a la rebaja delos aforos de la Aduana.

La polftica

-íasta la década de 1890 no habla aparecido todavía ningún moví-miento capaz de impugnar seriamente la legitimidad del régimen políticooligárquico. Si bien habla fuerzas en pugna, las mismas disputaban espa-ciós sin cuestionar los mecanismos del fraude y de la exclusión electora-les.

La políiíca de acuerdos y de reparto anticipado de cargos, previa a

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los comicios, fue cuestionada tanto por el Parudo Socialista desde suaparición en 1896 como por el Partido Radical que,finalmente lideradopor Hipólito Yriqoyen,trazó una línea de intransigencia y abstención has-ta la sanción de ta ley Sáenz Peña en 1912.

La sanción de esta ley no ocasionó la participación mayoritaria enlas elecciones. Por el contrario, y tal como lo habían supuesto sus pro-motores, la inmensa mayoría de la población permaneció ajena al siste-ma electoral debido al altísimo porcentaje de extranjeros y al escaso nú-mero de éstos que se había r.aturatizado. Aun en los distritos más den-isarnente poblados, Capital F(;deral, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, elporcentaje de votantes sobre la población total fue siempre inferior al100/0 :

Si bien la ley sirvió a la oligarquia para rnantener a la clase obreraapartada del sistema electoral, provocó, sin embargo, la pérdida del rneca-nismo básico del control del poder: la sucesión. Es probable que la elitegobernante haya pensado que su sanción iba a conservar el. manejo delaparato estatal. Esto se cumplió sólo parcialmente -en el Senado porejemplo- ya que la UCR, pese a las reticencias ya mencionadas de su 11-der, triunfó en las elecciones provinciales de 1912 y en las nacionales de1916, aunque con las limitaciones ya apuntadas en cuanto al resto de lospoderes. .

El Partido Radical centralizó su prédica en la lucha por la participa-ción política y contra el fraude y por la reivindicación de las autonomíasprovinciales contra el régimen centralista',

La falta de un programa de la UCR se debió a que este partido aspi-raba a convertirse en un movimiento que convocara a todos los que apo-yaran la libertad de sufragio en contra del régimen fraudulento: la Causaversus el Régimen.

Esta carencia, si bien le ocasionó criticas, promovió adhesiones deíos sectores excluidos hasta ese momento del. sistema político. De estemodo, en medio del entusiasmo popular y de la hostilidad de la 81ite quehasta ese momento había manejado a su antojo los resortes del Estado,Yrigoyen llegó a la primera magistratura en 1916, dando comienzo alciclo de los gobiernos radicales (1916-1930).

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