218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después...

40
Colombia

Transcript of 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después...

Page 1: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia

Page 2: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

106

Page 3: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

107

Un país de “fuertes regiones”

La república que se funda con el nombre de Colombia despuésde 1810 comprende, con excepción de Venezuela, el mismo terri-torio que a mediados del siglo XVI fue establecido por la Coronaespañola bajo la jurisdicción de la Real Audiencia de Santa Fe.Las provincias allí integradas llevaban, pues, hasta entonces, másde doscientos cincuenta años dependiendo de un mismo centropolítico y referidas a un mismo ámbito jurídico, económico y cul-tural. Es probable que este antecedente haya influido para queluego de un corto período posterior a la independencia, en el quemuchas provincias reclamaron autonomía y se negaron a subor-dinarse a la capital, terminaran prontamente por aceptarla; peroesta aceptación se fundaba más en la relación jurídica de la épo-ca colonial, de pertenencia a un centro administrativo, que en laidentidad nacional. Por el contrario, prevalecía la identidad re-gional, determinada en gran medida por la geografía.

En efecto, hay que tener en cuenta que la casi totalidad de lapoblación se asentó en cerca de una tercera parte del territorio,en la parte montañosa (tres ramas de la cordillera de los Andes),y las costas Atlántica y Pacífica, aproximadamente 400.00 kiló-metros cuadrados. El resto del territorio lo constituían selvas yllanuras. Un 60% de la población habitaba a finales de la Coloniaen la franja oriental. No existían sino caminos de herradura, difí-ciles y peligrosos y los ríos hacían de vías de comunicación entrelas regiones. Las jornadas de viaje entre unas y otras podían du-rar semanas o meses, razón por la cual vivieron en un relativoaislamiento durante siglos. Como bien dice el historiador AlfonsoMúnera, “en la víspera de los movimientos de independencia, lafragmentación regional de la Nueva Granada, contra la cual nadahabía podido la voluntad centralizadora de los Borbones, seguíasiendo por obra de la naturaleza y de su historia la característicacentral de su organización social y el factor determinante de sucultura” (1998: 52). Sin embargo, pese al aislamiento y las difi-cultades en la comunicación, hubo corrientes de intercambio demercancías en un grado notorio, como consta en documentos dela época colonial y en los libros de historia.1

La Colombia del siglo XIX era “un país de fuertes regiones”(Jaramillo en Varios autores, 1983: 191). Los Estados federales,1 Luis Ospina (1955) describe en detalle las características de la producción y el comercio en

los años que antecedieron a la Independencia.

Page 4: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

108 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

creados en 1863 y disueltos en 1886, configuraban regiones des-de el punto de vista geográfico, económico, social y cultural. Elaislamiento y las difíciles condiciones del transporte eran evi-dentes, pero sin embargo “este territorio [el de Colombia] poseíaalgunos factores de unidad” y aunque no existía un mercado na-cional, no faltó entre las regiones “un cierto tráfico económico”(Jaramillo, 1984: 341). En ese núcleo de la nación que constituíael sector andino del país, la tercera parte del total (los 400.000kilómetros cuadrados mencionados más arriba) “fue donde real-mente se dieron luchas entre federalistas y centralistas, y dondeexistió la tensión entre región y nación” (ibíd.: 350). JaimeJaramillo Uribe señala que el federalismo respondía a la existen-cia de regiones dispares heredadas de la Colonia. Se inició a me-diados del siglo XIX y en sucesivas reformas constitucionales llegóal pleno federalismo en la Constitución de 1863, en la cual “lasoberanía quedaba fragmentada y [...] se abría la perspectiva deun período de conflictos internos, entre unos estados y otros yentre éstos y el gobierno nacional” (ibíd.: 352).

Las tensiones centro-periferia no tuvieron en Colombia la di-mensión que cobraron en Argentina y en México, en buena medi-da por las razones que se desprenden del análisis de JaramilloUribe: un territorio mucho más pequeño, interacción entre regio-nes (tráfico comercial) y, sobre todo, un proceso de reconocimientode la diversidad provincial por parte de la élite liberal-conserva-dora en la legislación federalista que, si bien conduce a legalizarla fragmentación, evitó un enfrentamiento al estilo argentino. Alrespecto, José A. Ocampo considera que parte de los conflictosentre los dirigentes de la segunda mitad del siglo XIX fueron ini-cialmente conflictos intrarregionales antes que interregionales,de modo que con la creación de los estados federados en 1863 se“permitía que por lo menos a nivel de cada región se consolidarauna élite que posteriormente se pudiera enfrentar a las otras élitesya en calidad de élite regional; ya era algo más que una élite pu-ramente local”. Ocampo concluye que en el período federalista seda “una especie de consolidación intermedia que permitió des-pués el centralismo” (Ocampo en Varios autores, 1983: 127).

La herencia colonial que determinó la formación de regionesdiferenciadas por su desarrollo económico desigual, sus específi-cas estructuras sociales y sus propios focos de poder local, seconsolida como forma de dominación bajo la hegemonía de los

Page 5: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 109

llamados radicales del partido liberal. Pero las transformacionesde las dos últimas décadas del siglo XX, el crecimiento económicodebido al avance del capitalismo comercial, la apertura de vías yla ampliación del transporte, abrieron la posibilidad de la unidadnacional. El acendrado anticlericalismo de los liberales radicalesy la existencia de una Iglesia católica de fuerte arraigo en el pue-blo agudizó un enfrentamiento que a mediados de la década de1870 condujo a una guerra religiosa que coincidió con el derrum-be de la exportación de tabaco y desató una crisis de la cual sesirvió Rafael Núñez para adelantar su campaña de ascenso haciael poder. De este modo, la coyuntura de creación del Estado uni-tario y centralizado se presenta a partir de 1880, cuando Núñezes elegido por primera vez a la presidencia. Y será un largo proce-so, pues las fuerzas productivas y la división del trabajo tienenun escaso desarrollo y la infraestructura vial no ha superado suscondiciones de atraso. No puede hablarse, por lo tanto, de mer-cado interno. Es apenas el comienzo de la centralización. La uni-dad nacional se afianzará en el período 1904-1909, con la presi-dencia de Rafael Reyes.

La institucionalización del gobierno civil

Los años inmediatamente posteriores a la proclamación de laindependencia fueron de confusión. Los criollos que llegan al poderse habían distinguido por ser hombres de gabinete, abogados, yalgunos de ellos serios investigadores científicos en la Expedi-ción Botánica. Aun más, no sólo no eran hombres de armas sinoque no ocultaban su hostilidad hacia el ejército. Varios historia-dores dan cuenta de esa particularidad de los jóvenesneogranadinos y, por extensión, de la singularidad del civilismode la Nueva Granada en el contexto hispanoamericano. El histo-riador norteamericano A. J. Kuethe estudió en particular la rela-ción entre la estructura militar española y la sociedad colonial enel período preindependiente (1773-1808) y afirma que “no huboen la Nueva Granada una tradición militar elitista que echararaíces firmes [...], faltó el enlace feliz entre la creciente institu-ción militar y la aristocracia criolla del corazón institucional, de-mográfico y cultural de la Nueva Granada. En la provincia dePopayán y en los alrededores de Santa Fe, el establecimientomilitar, como instrumento del despotismo ilustrado, fue miradocon hostilidad y rencor por la aristocracia local” (1993: 386) y a

Page 6: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

110 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

diferencia de sus homólogos de México “cuando Colombia entróen la independencia, los elementos criollos del ejército colonialse definieron patrióticamente, con lo que obtuvieron para la cor-poración militar un gran momento de respetabilidad” (ibíd.: 387).

Con todo y este antecedente, tan pronto asumieron el gobier-no desembocaron en la guerra civil a causa de la famosa querellaentre centralismo y federalismo. Invirtieron tres años (1812-1815)en una lucha estéril y no se prepararon para detener la avalan-cha de la reconquista española que habría de derrotarlos con fa-cilidad. Piénsese además en el hecho de que quienes accedieronal poder en la región central de Cundinamarca formaban unasola y gran familia2 y entre sus miembros se repartieron los pues-tos de mando. Así, la pelea de centralistas y federalistas fue enbuena medida una pelea de parientes, en la que se mezclaronintereses económicos y rencillas familiares. No obstante, la his-toria hubiese sido la misma sin este ingrediente de parentesco.Su fracaso se debió a que carecían de las dotes necesarias paracrear nuevas instituciones. En definitiva faltó en los criollosneogranadinos, como era de esperarse, capacidad militar, perotambién visión política y al único que si la tenía, Antonio Nariño,no lo dejaron gobernar.

En cuanto a la capacidad militar, Bolívar corrobora la inepti-tud de los colombianos para las armas: en 1828, defendiéndosede las “calumnias” de Santander, sostiene que no es cierto que élproteja a los venezolanos más que a los granadinos, pues en laRepública hay “menos empleados venezolanos que granadinos[...] aunque hay menos militares granadinos que venezolanos”,aunque añade: “¡Qué diferencia entre éstos y aquéllos! [...] Noquiero hacer un paralelo entre los militares de Venezuela y los dela Nueva Granada, porque resultaría un contraste poco favorablepara estos últimos”; sin embargo, dice que va a pasar revista aalgunos jefes granadinos, cita a varios generales de división yobserva que entre ellos “Córdoba es el único valiente y militar” ycomplementa diciendo que entre los coroneles “se verían igualeso peores ineptitudes militares si quisiera entrar a revistarlos”;finalmente, confiesa que los ascensos de generales “y los de mu-chos coroneles y tenientes coroneles de la Nueva Granada han

2 Arturo Abella (1960) da una información detallada acerca de esos nexos familiares. Fenó-

meno semejante se dio en Cartagena, por la misma época.

Page 7: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 111

sido dados en fuerza de una razón de Estado y de un motivo po-lítico que hicieron callar mi deber y mi justicia. Ya desde el año13, en que meditaba la unión de Nueva Granada y Venezuela, mipolítica tendía a hacerme valer y querer de los granadinos, y des-pués del año 19 seguí el mismo plan para la conservación de launión que había logrado” (Perú, 1999 [1912]: 148-151). Comopuede verse por la argumentación de Bolívar, los neogranadinosformaban parte de la oficialidad del ejército debido más a las cir-cunstancias, la de la lucha por la independencia, que a una incli-nación por la carrera de las armas.

La particularidad cultural de los neogranadinos resaltaba encomparación con los venezolanos. Según David Bushnell, el de-sarrollo intelectual era más alto en la Nueva Granada que en Ve-nezuela: “Había una mayor actividad en el campo de las profesio-nes, en parte debida a la categoría de Santa Fe como capital delvirreinato, con su burocracia y todo lo que ésta supone. La máspareja distribución de la propiedad permitía una más amplia di-fusión de conocimientos, por lo menos elementales, y el carácter‘nacional’ de los granadinos daba especial impulso a la profesióndel derecho. Un competente general español los describe comogeneralmente tímidos y esto explica el hecho de que en NuevaGranada ‘se escribe mucho y los jueces están abrumados de tra-bajo’, mientras que en Caracas ‘se terminan las disputas por mediode la espada’ (1966: 19-20).

Vencido el ejército español y asegurada la independencia, esemismo espíritu civilista frustrado en los años anteriores, se im-pondría con Francisco de Paula Santander. En efecto, entre 1819y 1826, años en que gobernó en la Nueva Granada, mientras enArgentina y México continuó la guerra civil, en Colombia huboun paréntesis de paz, durante el cual se cimentaron las institu-ciones liberales, que habrían de desarrollarse con vigor a lo largodel siglo XIX. Pero la tarea no era nada fácil. Todo estaba por hacery había que hacerlo cumpliendo con el compromiso de respondera las necesidades de Bolívar en la campaña del sur: “El simplehecho de haber creado una administración efectiva en tales con-diciones –comenta Bushnell–, capaz de abastecer los ejércitos yde mantener el orden público interno en todo el país, exceptoalgunas regiones de importancia secundaria, nunca ha dejado dedespertar admiración por la capacidad administrativa del vice-presidente Santander” (ibíd.: 57).

Page 8: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

112 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

Su divisa puede sintetizarse en la frase del historiador Joa-quín Tamayo, “mantener la libertad por la ley”. Bolívar lo llamó elhombre de las leyes: “Cuando más considero el gobierno de us-ted –decía en una carta Bolívar a Santander– tanto más me confir-mo en la idea de que usted es el héroe de la administración ame-ricana. Es un prodigio que un gobierno flamante seaeminentemente libre y eminentemente correcto, y, además, emi-nentemente fuerte [...] usted es el hombre de las leyes [...]” (enTamayo, 1975: 142). Bushnell, quien estudió a fondo la obra degobierno de Santander, considera merecida la expresión de Bolí-var. Dice que esto “puede verse con máxima claridad en su respe-to habitual por las libertades civiles, que constituyen, despuésde todo, el aspecto más importante de la legalidad constitucional[...] El respeto de Santander por los derechos de la oposición esparticularmente sorprendente” (op. cit.: 59).3 Anota este autorque, como presidente, Santander procedió con prudencia en eluso de las facultades extraordinarias, que tan fácilmente se pres-tan al abuso y que siendo consciente de la falta de cuadros pre-parados para la administración, en contra de lo que suele afir-marse, no los reclutaba tan sólo entre sus amigos, así “las personascuyos nombres proponía al Congreso como candidatos para losprincipales cargos ejecutivos y judiciales eran muchas veces aje-nas y aun contrarias a su ideología” (ibíd.: 51).

Durante los tres últimos años del gobierno de Santander (1823-1826) el Congreso, dice Bushnell, produjo “sesudas piezas legis-lativas basadas en la necesidad de darle a todos los aspectos dela vida nacional –impuestos aduaneros, tribunales, educación,etc.– una organización legal y formal que estuviera a tono con lasexigencias del nuevo régimen”; se protocolizó entonces la separa-ción de poderes y gracias a ella “los tribunales colombianos fue-ron despojados de todas sus funciones no judiciales” (ibíd.: 63).Se creó una Corte Suprema, verdadera innovación que permitíalas apelaciones con mayor facilidad. El ejecutivo mantuvo siem-pre excelentes relaciones con el poder legislativo. El antimilita-rismo estaba a flor de piel. En el Congreso, “el nombramiento desoldados profesionales en cualquier clase de cargos civiles se

3 La mejor prueba que puede aducirse de su respeto por las libertades ciudadanas la da

Antonio Nariño, su connotado enemigo político, quien librando una batalla enconada a

través de periódicos contra Santander “admitió que Bogotá gozaba de una prensa libre”

(ibíd.: 82) .

Page 9: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 113

considera convencionalmente como causa de amenazas de des-potismo militar [...] la legislación que se elaboró en 1825 trató deasegurar tanto la separación formal de los poderes ejecutivo yjudicial como la terminación del sistema de unir en una personalos mandos civil y militar” (ibíd.: 44-45).

Santander manejó con habilidad y realismo las relaciones conla Iglesia para lograr un buen grado de autonomía del Estadofrente a ella, sin dejar de suprimirle los impuestos de que disfru-taba y sometiéndola, con el patronato, al poder civil. Paralela-mente, puso todo su empeño en la enseñanza de las ideas libera-les, en la Universidad Central, que fundó, y a través de medidasque facilitaban la difusión de las obras de los filósofos del libera-lismo. La labor de su gobierno que va de 1821 a 1826 y la efec-tuada más tarde, cuando al regresar del exilio lo eligen presiden-te (1832-1837) completan un largo período de paz absoluta en elcual realiza una obra que logró echar raíces perdurables en Co-lombia. Tulio Halperin Donghi considera exitoso el modelo políti-co de la Nueva Granada en la década de 1830 y preguntándosepor el “secreto de este éxito” dice que “en primer término, el papelrelativamente secundario del ejército neogranadino” (1993: 196).

Vida de campo, 1856.

Page 10: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

114 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

Santander logró implantar las instituciones correspondientesa los principios que definían la nueva república. A partir de susrealizaciones cobraron entidad en Colombia las institucionespolíticas propias del Estado moderno: el imperio de la ley, el sis-tema electoral, la alternabilidad en el gobierno, el derecho a laoposición, el libre juego de los partidos y la libertad de expresión.Su influencia se prolonga en el tiempo, hasta la década de 1850,cuando seguidores suyos acceden al poder, consagran leyes pro-gresistas (la llamada “revolución del medio siglo”) e inician el pre-dominio de los liberales radicales en el país, defensores a ultranzade los principios del liberalismo clásico que inspiraron aSantander. Cabe aclarar que si bien las instituciones liberalesfuncionaron, éstas lo hicieron en el circuito de un grupo reduci-do, las élites de los dos partidos, liberal y conservador, partidosde honoratiores (Weber) que mantendrán su hegemonía a lo largode la historia del país. En la primera mitad del siglo XIX esas ins-tituciones coexistieron con la esclavitud y el control del trabajoservil de los campesinos. Y sobre todo, coexistieron con la con-centración de la propiedad de la tierra en unas pocas familias,dueñas del poder político. Los ejércitos eran ejércitos de partido,reclutados en razón de la devoción de los campesinos por suspatronos, los hacendados. Los cargos del Estado se repartían entrelos dirigentes y sus clientelas. El grado de racionalidad de esasinstituciones era precario. Bajo la cobertura de las mismas re-gían, sin duda, características propias de un sistema patrimo-nial. El aislamiento de las regiones era efectivo y en ellas manda-ban los caciques y no el Estado central.

En Colombia también hubo caudillos, calificados entoncescomo caudillos militares. Y fue corriente en el medio político delsiglo XIX el contrapunto entre los civilistas y los militaristas. Endiscursos, artículos de periódico y ensayos se encuentran refe-rencias y análisis al respecto. El modelo de caudillo militar es elgran general Tomás Cipriano de Mosquera. En él se compendianen alto grado el autoritarismo y la condición de hombre de espa-da. Este jefe que se caracterizó por sus frecuentes ataques deautoritarismo, sin duda un caudillo militar, si bien dio muestrasde arbitrariedad, por ejemplo, al mandar fusilar sin fórmula dejuicio a los vencidos en las guerras civiles, no fue nunca un dic-tador y sus actos de gobierno en nada se diferencian de los decualquier dirigente civilista de la época: su primera presidencia,

Page 11: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 115

1845 a 1849, la ganó por elección y se distinguió por su carácterprogresista; dirigió en 1854 el movimiento armado que se organi-zó para restaurar el régimen legal quebrantado por el golpe deEstado del general Melo, objetivo logrado en pocos meses; se le-vantó en armas contra el presidente Ospina en 1859, siendo pre-sidente del estado del Cauca, cargo al que llegó por elección po-pular, como reacción contra la intervención ilegal del presidenteen varios gobiernos provinciales. Estuvo dispuesto a una conci-liación que, rechazada por el presidente Ospina, determinó lacontinuación de la guerra y el triunfo de Mosquera. Ya en el po-der, convocó a una asamblea constituyente, de la cual salió laConstitución de principios liberales extremos de 1863; volvió a lapresidencia por voto popular dos veces más y transcurrido unaño de la segunda (1866-1868), los liberales radicales le dieronun golpe de Estado y fue reemplazado en la presidencia por elvicepresidente, que era uno de ellos. Tenía, es cierto, una perso-nalidad que chocaba con las maneras civilistas predominantesde entonces, propias de los abogados e intelectuales que impo-nían su impronta a la política, porque era ante todo un militar,pero los excesos de su conducta se producían dentro del ordenestablecido, no apuntaban a fracturarlo ni a sustituirlo por unadictadura.

Junto con Mosquera se acusaba de militaristas a otros gene-rales, como José María Obando y José Hilario López, oriundoscomo aquél del Cauca, y José María Melo. De ellos se puede decirlo mismo que de Mosquera: actuaron respetando la ley funda-mental de organización del Estado. La excepción fue Melo, quiendio un golpe de Estado, pero lo hizo en un ambiente deradicalización social y como un intento desesperado de frenar lacarrera de liberales y conservadores hacia la federación y el libre-cambio. Melo y Obando dirigían la fracción popular del PartidoLiberal, llamada “draconiana”. Su programa se centraba en elgobierno fuerte, el proteccionismo y la defensa del ejército nacio-nal. La otra fracción, denominada “gólgota”, era la de los futurosRadicales, federalistas, librecambistas y empeñados en la reduc-ción del ejército. Obando, de gran ascendiente popular, fue presi-dente encargado en 1832 y elegido para el período 1853-1857. Lodepuso Melo en 1854, comandante del ejército y copartidario suyo,porque no aceptó su propuesta de que él mismo diese el golpe deEstado, pese a que las razones de Melo se fundamentaban en el

Page 12: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

116 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

programa draconiano, vulnerado por la Constitución de 1853,que aprobó el libre cambio y la disminución del pie de fuerza dela Guardia Nacional, de la cual Melo era comandante. El otrocaudillo militar, José Hilario López, elegido para el período presi-dencial 1849-1853, realizó los cambios progresistas que se cono-cen como la “revolución del medio siglo”.

Valga observar que estos caudillos militares, salidos todos delas gestas de Independencia, actuaron dentro del marco del idea-rio liberal común a los dos partidos políticos que se definieron enla década de 1840, el liberal y el conservador, y sólo se diferen-ciaban de los líderes civilistas por su condición de militares, yaque al igual que aquéllos, su participación en las guerras civilesse originaba, por lo general, en motivos ideológicos de partido.4

Se orientaban en unos casos a modificar la Constitución segúnlos principios de uno u otro partido y, en otros, a consagrar dere-chos que consideraban habían sido negados por el partido contra-rio, pero ninguno de dichos caudillos militares buscó instaurar enColombia un régimen autoritario como el de Rosas en la Argentinao el de Santa Anna en México. La verdad es que como jefes regio-nales no se diferenciaban de los jefes regionales civilistas. Hubootros caudillos militares menores. Sus acciones se adelantaron enla misma línea ideológica y partidaria de los aquí reseñados.

La lenta evolución de la economía

En 1823, año en el que pasó Gaspar Mollien por Bogotá, laciudad tenía 21 mil habitantes. Sus descripciones, si se compa-ran con las de Camacho Roldán veinte años después, no pierdenvigencia: la aldea que era la capital seguirá siéndolo hasta me-diados del siglo y apenas empezará a cambiar de faz con el augedel cultivo del tabaco, que revertirá económicamente en especialsobre Bogotá, en donde se construyen casas y se inauguran ser-vicios que hasta entonces no tenía. Detrás de ese carácter aldea-no de la capital está la pobreza del país. Pobreza que se explicapor la ausencia de minerales o de abundantes recursos agrícolaso ganaderos para la exportación. Las capas altas colombianas –lo

4 En su estudio comparativo entre Uruguay y Colombia, Fernando López-Alves registra el

importante papel que desempeñó el sistema bipartidista en ambos países y su predominio

sobre los ejércitos respectivos. De igual manera, constata que “en ambos casos, los generales

eran partidistas, dominaban en nombre de sus partidos y les prestaban gran atención a sus

distritos políticos” (2002: 36).

Page 13: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 117

confirma Mollien– son modestamente ricas si se las compara conlas de Argentina y México. Según el viajero francés en Bogotá,“salvo ligeras diferencias, todas las casas se parecen; no hay nadaque permita distinguir las de los ministros, y hasta costaría tra-bajo advertir cuál es la del presidente, sin la guardia que custo-dia la entrada” (1944: 181-182). Por otra parte, constata Mollienque “no hay en Bogotá diez comerciantes que tengan 100.000piastras; entre las personas que viven de sus rentas, no hay cin-co que tengan un capital mucho mayor. Las fortunas más co-rrientes son de 5.000 a 10.000 piastras” (ibíd.: 192).

La minoría propietaria comprende a los terratenientes, losdueños de minas y los comerciantes. Comparada con las de Ar-gentina y México es, sin lugar a dudas, una minoría pobre. Laexportación mayor es la de oro, sin ser extraordinaria en volu-men. No hubo un producto agrícola, ni ganadería que proporcio-nara grandes ganancias. El tabaco, la quina y el añil tuvieronciclos cortos de demanda del exterior. El producto que más semantuvo fue el tabaco, entre 1855 y 1885. En la última décadadel siglo se impondrá el cultivo del café, fuente decisiva para eldesarrollo del país de ahí en adelante.

Igual que en Argentina y México, en Colombia no aparecendiferencias de fondo entre los terratenientes y los comerciantes.Frank Safford, quien estudió con detenimiento el origen de lospartidos políticos colombianos, sostiene que “no hubo mayoresconflictos de intereses ni mucha divergencia entre la clase altasobre políticas concretas” y que existió en el siglo XIX

“interpenetración” entre terratenientes y comerciantes. Cita apropósito de este hecho, un trabajo sobre el desarrollo del Valledel Cauca en el período 1850-1870, en el que el autor, RichardHighland, “encuentra lo que yo había encontrado en otras partesdel país en una época anterior; que hubo una interpenetraciónentre los terratenientes y los comerciantes”. Traducido a la filia-ción partidista, Safford establece la imposibilidad de enfrenta-miento entre los dos partidos políticos, por cuanto en ambos co-existían dichos estamentos, además de que muchos liberales yconservadores eran a la vez comerciantes y terratenientes (Safford,en Varios autores, 1983: 14).

No se trata sólo de la identidad de terratenientes y comercian-tes desde el punto de vista de ser poseedores de riquezas que seprotegen mutuamente, sino también de su actividad como capi-

Page 14: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

118 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

talistas. No todos los terratenientes eran rentistas al estilo feu-dal. En el siglo XIX muchos de ellos invirtieron sus capitales enindustrias, en el cultivo y exportación de productos agrícolas yen los bancos. Luis Ospina Vásquez trae una información muybien documentada al respecto.5 En la década de 1840, terrate-nientes y comerciantes de Bogotá fueron los primeros empresa-rios de industrias textiles, de loza, de hierro, de vidrio, estimula-das por el Estado con diversas ventajas para su creación en lacapital y zonas aledañas. También fueron terratenientes y co-merciantes de la capital quienes fundaron haciendas tabacalerasen Ambalema y exportaron tabaco después de 1850, cuyos nom-bres figuran entre los directores y accionistas de los bancos quefuncionaron en el país durante la segunda mitad del siglo XIX.Safford muestra, además, cómo en esas actividades la participa-ción extranjera fue menor y en algunos casos, por ejemplo en losbancos, estuvo ausente. Significativa diferencia con Argentina yMéxico, donde la inversión y la presencia de capitalistas extran-jeros por la misma época es tan notoria.

En cuanto a la mano de obra, en el decenio de 1870 los gobier-nos radicales intentaron promover la inmigración para acelerarel desarrollo económico. Aprobaron leyes y se tomaron algunasmedidas concretas para conseguir el flujo de europeos a Colom-bia. Aunque no tenían objeciones a inmigrantes de otros países,lo cierto es que no llegaron. Más tarde, durante la Regeneración,la intención fue la de atraer a grupos católicos. La Iglesia partici-paba directamente en este programa. Aparte de las congregacio-nes religiosas (salesianos, maristas, lasallistas) tampoco hubouna inmigración cuantitativamente importante.

Una peculiaridad del desenvolvimiento económico colombia-no es, sin duda, el haberse centrado prácticamente en el ahorronacional y muy poco o casi nada en la inversión extranjera. Estacaracterística tiene que ver con el hecho de que el sector domi-nante de la sociedad es el que se desdobla en capitalista indus-trial en el siglo XX, luego de haber atravesado todo el siglo XIX enun acoplamiento al comercio y la industria, combinado con elcontrol del Estado que le permitirá mantenerse en la cima delpoder económico y político. Lo que realiza en Europa occidental

5 Véanse Ospina (1955) capítulo III y Safford (1977) capítulo “Empresarios nacionales y ex-

tranjeros en Colombia”.

Page 15: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 119

la nueva clase ascendente, venida de abajo, la burguesía, enColombia lo hace la capa alta tradicional que con el paso deltiempo se acondiciona a su nuevo papel de burguesía moderna.

Por otra parte, éste era un estamento que se identificaba comotal en todo el territorio nacional: “En las relaciones sociales, enBogotá, en Cartagena o en Popayán –dice Safford– los atributosde clase siempre eran considerados mucho más importantes quelas identidades regionales. En todas partes de Colombia se iden-tificaron [...] según su riqueza y, careciendo de ésta, su educa-ción. El origen regional no importaba” (1977: 93). Bastaba tenerdinero para ser aceptado en los círculos que se movían en la cús-pide de la sociedad. Actitud que se debía, según Safford, a que “lasociedad colombiana del siglo XIX respetaba el poder del dinero,todos los ricos ocupaban sus rangos más altos” (ibíd.: 95). Endistintos trabajos, este historiador muestra que son numerososlos individuos que ascienden a la que llama la clase alta,6 enrazón de haber acumulado riquezas, en particular en el comer-cio, o haberse constituido en terratenientes por la donación detierras baldías por el Estado. Lo que no disminuye la importanciaque tuvo la cooptación de individuos venidos de abajo, aquellosque se destacaban por su competencia intelectual.

Ejemplo del ascenso por la vía del comercio es el de varios, sinola mayoría, de los jefes radicales. Lo registra Charles Bergquist:“Los patrones de vida de Aquileo Parra, Santiago Pérez, SalvadorCamacho Roldán –dice este historiador– eran notablemente simi-lares a los de Samper [Miguel]. Todos tuvieron principios provin-cianos modestos, una educación liberal, movilidad social a travésdel éxito del comercio exportación-importación, vínculos y viajesen los países del Atlántico” (1977: 143). De idéntica extracción socialson los líderes conservadores del mismo período: “Conservadoresde importancia, como Rufino Cuervo, Mariano Ospina y Pedro JustoBerrío (entre otros) –precisa Safford en el ensayo que dedicó a laformación de los partidos en Colombia– no eran de linaje particu-larmente ‘aristocrático’, sus orígenes sociales eran similares a losde la mayoría de los líderes liberales” (1977: 166).

Diversos economistas e historiadores han calificado la prime-ra mitad del siglo XIX colombiano como un período de estanca-

6 Valga aclarar que para la época, por el desarrollo alcanzado, esos grupos altos dominantes

funcionaban más bien como estamentos.

Page 16: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

120 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

miento, el mismo que caracteriza a Argentina y México. No huboproducción alguna notable y persistieron las cargas colonialessobre la tierra y el comercio. La exportación descansaba en eloro, que no alcanzó niveles extraordinarios. Las haciendas pro-ducían para el consumo interno. Luís Ospina hace el balance delos años 1830-1845: “El adelanto –dice– no se traducía en au-mento del comercio internacional: la producción agrícola paramercados remotos, nacionales o extranjeros, era pequeña y rudi-mentaria, tanto como en la Colonia, si no más”, el capital nacio-nal “era muy pequeño” (1955: 188). William McGreevey coincidecon Ospina en la afirmación de que los propietarios de las ha-ciendas en el interior no buscaban la expansión del comercio in-ternacional y añade que esa élite terrateniente, “en general esta-ba satisfecha con la posibilidad de los mercados urbanos paralos productos cultivados en sus tierras” (1975: 78).

El estancamiento cede en la segunda mitad del siglo XIX, y van agobernar los miembros del recién fundado Partido Liberal. Ellospertenecen a la misma tendencia que se observa en Argentina yMéxico, pero aquí el progreso se da a un ritmo más lento, acordecon la escasa potencialidad de la economía y se desenvuelve den-tro de un contexto político diferente. En Colombia los liberales ac-tuaron a través de los dos partidos. En aquellos dos países consti-tuyeron grupos sin partidos fuertes que los sustentaran ydependientes en alto grado del ejército para su permanencia en elpoder. En Colombia la era liberal transcurre con la alternabilidadde los dos partidos en el gobierno y se inicia en 1845 bajo la égidade un presidente que había sido elegido como conservador, TomásCipriano de Mosquera (1845-1849). Durante su gobierno se efec-tuaron cambios sustanciales para la modernización del país comola instauración del librecambio que habrá de caracterizar la políti-ca económica de allí en adelante. El siguiente presidente, JoséHilario López (1849-1853), de la corriente que se mantuvo fiel a lasorientaciones de Santander, profundizó esos cambios, realizó otrosy abrió la compuerta a la hegemonía del partido liberal que durahasta 1880. Baste mencionar en relación con esa confluencia delos dos partidos en los principios liberales, que miembros del Par-tido Conservador contribuyeron a aprobar en el Congreso, en 1853,una Constitución librecambista y de tendencia federal, dos asun-tos que se consideran propios del Partido Liberal. Uno de los fun-

Page 17: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 121

dadores del partido conservador, Mariano Ospina Rodríguez, eralibrecambista y presidió un gobierno federal (1857-1860).

A mediados del siglo XX empieza el llamado “auge del tabaco”.Mosquera había liberado su producción de los amarres del Estado yentregado a la iniciativa privada su comercialización. El auge setermina hacia 1875. En el marco de la débil economía colombianade entonces las exportaciones de tabaco causan un efecto favorablepara su fortalecimiento. Pero el impacto de su derrumbe es grandey habrá que esperar más de dos décadas para poder reemplazarlocon el café, un producto sin la fragilidad demostrada por su antece-sor. Lo subraya McGreevey: “especialmente después de 1875 –dicerefiriéndose a la crisis del tabaco–, fue imposible para la economíanacional continuar dependiendo de un sector exportador activo; envez, el país se vio sometido a una situación de estancamiento e ines-tabilidad [...] La incapacidad del sector exportador de mantener surápido ritmo de expansión es el fenómeno que permite arrojar laculpa sobre el comercio internacional” (ibíd.: 175).

Precisamente esa vinculación al mercado internacional es dé-bil, como corresponde a la debilidad de la economía del país. Lascifras de las exportaciones del tabaco son, sin duda, importantespara Colombia (6 millones de pesos en su punto más alto) perono compiten junto a las de las exportaciones de Argentina y México.Aun después de estabilizada la exportación del café, en 1913, ladimensión de la economía colombiana frente a la de los otros dospaíses es notoriamente pequeña, tal como puede verse en el si-guiente cuadro:

Indicadores del grado de integración al mercado mundial

de los países latinoamericanos

Fuente: Ocampo (1984: 53). En el cuadro original figuran todos los países latinoamericanos.

Se tomaron los tres que interesaban al presente estudio.

Export. Inversiones Valor comercio Invers. Extr. Kms

extranjeras exterior ferroc. Kms ferrocarril

1913 1913-1914 per cápita per cáp. Per cápita

(A. L. = 100) (A. L. = 100) (A. L. = 1)

Mill. US$ Mill. US$ Import. Export. 1913 1893-5 1919-22

Argentina 510.3 2.143 294 343 306 382 286

México 148.0 1.949 47 47 131 106 120

Colombia 33.2 37 40 34 8 15 20

Page 18: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

122 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

Las cifras transcritas son elocuentes: sólo en un indicador, eldel valor del comercio exterior per cápita, el dato de Colombia seacerca al de México y llama la atención lo extraordinariamentebaja de la inversión extranjera per cápita, en sí misma y en com-paración con Argentina y México.

José Antonio Ocampo hace el análisis histórico del procesoexportador colombiano: “Sobre la base de una economía con unnivel de exportaciones por habitante sumamente bajo –anota alrespecto–, y un claro consenso de la élite en torno a la necesidadde una mayor integración económica con el exterior, el crecimientode las exportaciones colombianas en el siglo XIX fue verdadera-mente desalentador. Solamente en las décadas del cincuenta,setenta y noventa se logró un aumento significativo en las expor-taciones reales per cápita [...] Más aún, un análisis detallado delos ciclos de las exportaciones indica que los períodos de dina-mismo se pueden reducir a sólo veinte años durante todo el siglo,y que los años de expansión fueron en su mayoría períodos deprecios externos excepcionales para los principales productos. Acomienzos del siglo XX, las exportaciones reales per cápita eranapenas un 36% superiores a las de fines de la Colonia y [...] Co-lombia seguía siendo uno de los países latinoamericanos con unnivel más bajo de apertura externa” (1984: 48).

El autor complementa la información anterior con un cuadrosobre la importancia relativa de las economías latinoamericanassegún su grado de integración a la economía mundial para el mis-mo año de 1913. Utiliza tres indicadores: porcentaje de exporta-ciones, porcentaje de inversión extranjera y porcentaje de kilóme-tros de ferrocarril, para tres grados de integración: muy alto, alto,medio y bajo. Argentina se halla en el grado muy alto, México en elalto y Colombia en el medio y bajo, colocada en el penúltimo lugaren el orden de los países. En definitiva, como lo dice el autor, “Co-lombia se destaca en ambos cuadros por el bajísimo grado de inte-gración al mercado mundial y supera sólo a Haití desde el puntode vista de los tres índices señalados” (ibíd.: 52).

En relación con los datos de Argentina y México cabe observarque a pesar del alto grado de crecimiento que acompaña a susexportaciones, sus economías no dieron el salto hacia la indus-trialización. Es lo que señala McGreevey cuando al analizar lasexportaciones en el caso colombiano se refiere al vínculo causalentre ellas y la economía interna en América Latina. Según su

Page 19: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 123

punto de vista: “Entre 1850 y 1930 hubo en Latinoamérica casosespectaculares de crecimiento dirigido por un sector exportadoren expansión; pero, virtualmente en todos los casos, esa expan-sión no logró transformar la economía interna” (op. cit.: 5). Enlos capítulos de Argentina y México se examinaron las razonesque pueden explicar este fenómeno en los dos países.

Mestizaje y nacionalidad

En Colombia predominó, desde la época colonial, el mestizaje.El porcentaje de población indígena fue pequeño y mucho máspequeño el de la población negra: “Al finalizar el siglo XVIII, con-forme al censo de 1778, en una población que se acercaba a unmillón de habitantes, el Nuevo Reino de Granada tenía, en cifrasaproximadas pero muy cercanas a la realidad, una población blan-ca y mestiza que podría estimarse en 80%, junto a un 15% deindígenas y un 5% de población negra” (Jaramillo, 1977: 141-142). Por otra parte, la cantidad de indios fue cada vez menor: “alterminar la época colonial sólo quedaban en el país algunos pe-queños enclaves de población indígena como el representado porel grupo Páez-guambiano en las cercanías de Popayán [cuya po-blación ascenderá hoy a unos 30.000 indígenas, por lo demásfuertemente aculturizados] o el grupo Aruaco de los Kogi en laSierra Nevada de Santa Marta, con unos 2.000 miembros aproxi-madamente” (ibíd.: 142).

Muy pronto se sustituyeron las culturas nativas por la españo-la. La lengua chibcha, la más extendida en el territorio, había des-aparecido ya a comienzos del siglo XVII y la religión católica habíareemplazado las religiones tribales. Si se añade a lo anterior laausencia de inmigración, es notorio que el mestizaje va unido auna religión y un idioma que dan lugar a un alto grado de homoge-neidad de la población, que convierte al mestizo en un importantecanal de nivelación social. El proceso de mestizaje, observaJaramillo Uribe, fue por excelencia el factor dinámico y diferenciadorpara la conformación de la sociedad estratificada. Sin el mestizajela estructura hubiese sido más rígida. Se definieron así dos fuer-zas sociales: la del grupo criollo y la de los mestizos, estos últimosen irreprimible proceso de ascenso social.

Analizando el repunte demográfico sucedido en el país entre1750 y 1850, Jorge Orlando Melo muestra cómo “el impacto delmestizaje sobre el proceso demográfico y colonizador, y particu-

Page 20: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

124 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

larmente [...] la recuperación demográfica se dio entre la pobla-ción definida legalmente como mestiza o blanca...” (1992: 27).Del seguimiento que hace a los grupos sociales, Melo concluyeque “la historia del poblamiento en el siglo XVIII es la historia de laexpansión de la frontera, que es también la historia de la expan-sión del mestizaje” (ibíd.:28-29). Pero, subraya que el sentido delproceso de transformación cultural muestra que “el indio va des-apareciendo, se lo llevan las epidemias y los trabajos, y los mes-tizos son los que van quedando y los que empiezan a conformaruna cultura mestiza y cristiana” (ibíd.:61).

Melo relieva la particularidad del proceso del mestizaje colom-biano en el marco hispanoamericano: “Aunque no hay que olvi-dar que existen áreas donde el mestizaje es menor y donde losindígenas conservan parte importante de su cultura (sobre todoen el Cauca y en el Alto Magdalena), este mestizaje avanzado esla más notable de las peculiaridades culturales de la Nueva Gra-nada: en otras regiones de América como México, Perú o Guate-mala, los grupos principales mantuvieron su idioma hasta el si-glo XIX o XX, y la división de la sociedad en las dos repúblicas, lade los indios y la de los blancos, se mantuvo hasta épocas muchomás recientes” (ibíd.:75).

El predominio del mestizaje constituye uno de los aspectos pe-culiares del proceso histórico colombiano. Al punto que, como afir-ma Melo, determina la cultura del país como una cultura mestiza,diferenciada regionalmente. Se sustituyen las culturas indígenaspor la cultura española y se conforma “una cultura mestiza,dominantemente española, que es relativamente igual en todo elterritorio de la Colombia actual, pero que adquiere modalidadespropias en las regiones de la Costa, en Antioquia, en el sur deColombia y en Boyacá. Es una cultura nacional que se apoya enlos textos escritos, en la medida en que los grupos dirigentes cul-turales –el clero, los burócratas, los abogados– tienen una culturalibre, basada en el impreso o manuscrito” (ibíd.:76).

Es del caso destacar que los primeros esbozos de nacionalidadque se registran en el último tercio del siglo XVIII y la primeradécada del siglo XIX se expresan ya bajo el tácito reconocimientode una homogeneidad cultural a la cual probablemente no esajena la influencia del mestizaje. Es factible comprobarlo en laproducción escrita de los jóvenes criollos de esos años, la mayo-ría de ellos formados en la práctica científica de la Expedición

Page 21: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 125

Botánica e influidos por las ideas avanzadas de su director, JoséCelestino Mutis. Descubren, a través de las investigaciones queadelantan sobre su entorno natural y social, lo que podría ser labase de una identidad nacional posible: “El primer estudio de unpueblo naciente –dice uno de ellos– es el de conocerse a sí mis-mo, comprender la naturaleza del suelo en donde va a multipli-carse, perfeccionar sus minas, su industria, su comercio y suagricultura, abrir los caminos para aproximar los lugares, ade-lantar las artes de primera necesidad con preferencia a las delujo, etc.” (Restrepo, 1942: 227).

En el siglo XIX aparece la palabra nación utilizada como sinóni-mo de Estado y la palabra nacional sirviendo de denominación alas coaliciones coyunturales de sectores de los partidos liberal yconservador. Los liberales se pronuncian contra el pasado, repu-diando la herencia española, que ven prolongada en la Iglesiacatólica. Una muestra entre muchas de esa actitud es la de undiputado radical que se opone a que el Estado devuelva un semi-nario a la Iglesia: “Como liberal que soy –dice– considero la in-cautación del seminario como una conquista que arrebata esebaluarte al fanatismo y priva de un medio poderoso de propagan-da a los eternos enemigos del progreso” (en Varios autores, 1984:127). Es una manera de pensar idéntica a la de los liberales deArgentina y México: la herencia española es un obstáculo para larealización de la nueva sociedad de ciudadanos que se empeñanen construir por medio de la educación. En el polo opuesto estánlos que, por el contrario, reclaman el derecho de la Iglesia católi-ca a dar sustento ideológico a las instituciones colombianas enrazón del derecho divino que le asiste y por ser ella la portadora dela nacionalidad. Son por supuesto un pequeño grupo de intelec-tuales que participan en política, cuyas ideas tan sólo tendránposibilidad de influir en el Estado con la Regeneración, por mediode Miguel Antonio Caro, precisamente quien había persistido, casisolitario, en una posición que liga la religión con la nacionalidad.En efecto, en los comienzos de su actividad política, hizo público elprincipio básico de su ideología: “El catolicismo –escribió en 1871–es la religión de Colombia, no sólo porque los colombianos la pro-fesan, sino por ser una religión benemérita de la patria y elementohistórico de la nacionalidad y también porque no puede ser susti-tuida por otra” (en Varios autores, 1986: 93).

Page 22: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

126 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

La homogeneidad que brinda el mestizaje, como pudiera creer-se, no fue un elemento de unidad nacional, en parte debido a lascondiciones de atraso del país y el aislamiento de las regiones, yen parte porque tempranamente se produjo la división de la po-blación en dos mitades, liberales y conservadores, que se convir-tieron en comunidades enfrentadas por motivos de odio y ven-ganza, constituyéndose el bipartidismo en la gran barrera para eldesenvolvimiento de una conciencia nacional.

Bipartidismo y sistema electoral

Helen Delpar inicia su libro sobre el bipartidismo colombianocon el siguiente comentario: “En 1979 Colombia era el único paísde América Latina cuyo sistema político estaba dominado por dospartidos políticos –el liberal y el conservador, asociados a los co-lores rojo y azul, respectivamente– que podían rastrear sus oríge-nes hasta la mitad del siglo XIX. En otras partes, partidos nacidosen esa época han desaparecido, como en el Brasil, o han quedadoreducidos a la insignificancia, como parece ser el caso de Uru-guay” (1994: XXXI).

La perduración del bipartidismo señalada por la historiadoranorteamericana, va unida a la continuidad del sistema electoraly a la alternabilidad de los gobiernos elegidos por voto popular,dos formas institucionales cuya consolidación dependió precisa-mente de la acción permanente de los dos partidos y de la persis-tencia del sistema bipartidista. Como todo partido político, el li-beralismo y el conservatismo se mueven en la esfera del poder yse alternan en él por motivos inherentes a su propia dinámica,por cuanto buscan realizar programas y obtener prebendas yhonores para sus jefes y seguidores. Para Weber sólo pueden existirpartidos dentro de comunidades que poseen un ordenamientoracional y un “aparato” personal dispuesto a realizarlo (ed. cit.:693). Estas condiciones se cumplen en el caso colombiano: elEstado impone su vigencia mediante leyes con las cuales los par-tidos pueden cumplir su función propia. Después de 1850 seobserva el desarrollo de los partidos liberal y conservador en con-sonancia con un orden legal que se mantiene estable.

Por la misma época surgen los primeros partidos modernosen Inglaterra y Estados Unidos en la forma de bipartidismo. Enuno y otro país sucede igual que en Colombia: sus antecedentesse pueden rastrear hasta mediados del siglo XIX. De ahí que la

Page 23: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 127

autora de la cita anteriormente transcrita arriesgue la hipótesisde que “es probable [...] que la subsistencia de una forma de de-mocracia en Colombia en el siglo XX pueda atribuirse, cuandomenos en parte, a la evolución del sistema bipartidista del sigloXIX” (ibíd.: XXXVI).

El partido liberal y el partido conservador se delinearon entre1830 y 1840. Las dos tendencias, originadas en Santander y Bolí-var en la década anterior, se resuelven por esos años en la divisiónde la primera en liberales moderados, que se alinderan con los“bolivianos”, definiendo el núcleo básico del partido conservador, ylos que se mantienen en la tendencia ideológica original defendidapor Santander, que constituirán el partido liberal.7 Su fundaciónse protocoliza hacia 1849, cuando se publican los principiosdoctrinarios de uno y otro partido. Sin embargo, los identifica unmismo fundamento filosófico liberal. Los distinguen matices acer-ca del centralismo y el federalismo, el proteccionismo y el libre-cambio, que desatan, es cierto, serios enfrentamientos, pero queson transitorios y no alcanzan a separar nítidamente a los dospartidos en términos ideológicos, por cuanto en ambos existenpartidarios de las dos posiciones antagónicas. La única divisiónclara, profunda y perdurable es la que se deriva de la estrecharelación entre la Iglesia católica y el Partido Conservador. El clerono actuó autónomamente frente al poder político, realizando alian-zas coyunturales con partidos afines a su causa, como pasó enArgentina y México, sino que participó de manera consistente, desdeel momento de su nacimiento, al lado del Partido Conservador.

Los partidos políticos en la acepción weberiana son una em-presa de “interesados”: un pequeño grupo de personas “intere-sadas en la participación en el poder político se crean, me-diante reclutamiento libre, un séquito, se presentan ellasmismas o sus patrocinados como candidatos electorales, re-únen dinero y salen en busca de votos” (ed. cit.: 1081). En laprimera etapa de esos partidos en Inglaterra, los notables de lasociedad inglesa formaron las primeras asociaciones políticas,los partidos de honoratiores, que se cohesionarán a través delos parlamentarios, responsables de la elaboración de sus pro-gramas y de su continuidad. Ese tipo de partidos fueron el li-beral y el conservador colombiano en el siglo XIX. Los notables7 Este proceso lo describe en detalle Safford (1977), véase “Aspectos sociales de la política en

la Nueva Granada. 1825-1850”.

Page 24: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

128 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

8 La caracterización de los dos partidos como partidos de honoratiores la sustenté histórica-

mente en Pérez (1989).9 “Todas las luchas de partido –anota Weber– son, no sólo luchas por objetivos materiales,

sino también ante todo por el patrocinio de los cargos [...] La relegación en su participación

en los cargos la resienten los partidos más gravemente que la actuación contra sus objetivos

materiales” (ed. cit.: 1079).

de las regiones llegaron a la capital elegidos al Congreso y allítejieron los hilos de sus partidos mediante la identificación deintereses y el acuerdo en los objetivos de su acción política. Ensus primeras décadas de funcionamiento decidían entre ellossus candidatos y luego hacían la propaganda entre los votan-tes.8 El resultado, al llegar al gobierno, era el de llenar los car-gos del Estado con los miembros de su séquito, desplazando alos del otro partido que los detentaban, desencadenando así unapugnacidad extremada, que se convertía en una lucha por lasubsistencia, en la medida en que de esos cargos dependía lavida de las familias de los implicados en el juego por el poder.9

Se trataba de una sociedad preindustrial en la que casi no habíaestructuras ocupacionales alternativas a las de la burocracia es-tatal. Este hecho y el alineamiento de la Iglesia católica con elpartido conservador radicalizaron el enfrentamiento, llevando alseno familiar la socialización derivada de la acción de los parti-dos. Allí se convirtió en sentimientos de odio y de rechazo al opo-sitor que cortaba el sustento y que acababa con la vida de lospadres, hermanos o hijos en las guerras civiles.

Alberto Lleras, jefe destacado del partido liberal, dos veces pre-sidente de Colombia y perteneciente a un familia incrustada enla alta política desde el siglo XIX, describe, en los años 1950, esefenómeno subjetivo nacido de circunstancias de las que fue vícti-ma su propia familia:

La influencia de las grandes pasiones y de los sangrientos suce-

sos del siglo pasado fue de tal manera determinante y violenta, que

todo el país, sin una sola excepción, no solamente los ciudadanos

aptos para la guerra, sino las mujeres y los niños, tomaron bandera

con sombrío carácter irrevocable. Los castigos y las venganzas, el

saco de las villas provincianas realizadas por las tropas de uno y otro

bando, la admiración por un jefe militar determinado, y aún los mis-

mos odios de familia, son el combustible predilecto de nuestros par-

tidos, en la centuria anterior, en cuanto se desciende de la esfera en

Page 25: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 129

que pugnan por trazar un destino a la nación los intelectuales y filó-

sofos, con la audaz trasplantación de experimentos políticos extran-

jeros. Vive aun la generación que alcanzó a sentir en su carne las

heridas de esos combates y, desde luego, las siguientes nacieron y se

educaron en un ambiente poblado de recuerdos bárbaros y heroicos.

Los partidos se transforman posteriormente en su estructura supe-

rior, pero permanecen inmutables en la base, y desde allí se sigue

luchando con la aspereza y el rigor de tiempos y circunstancias des-

aparecidos. La acción estimulante de los programas no llega hasta

allí, sino envuelta en los antiguos sentimientos, que despiertan una

emoción casi mística (s.f.: 32-33).

El bipartidismo contó, por una parte, con ese antagonismo delos “hermanos enemigos” y, por otra, se sustentó en un mismogrupo social y en los lazos de parentesco de sus dirigentes, sepa-rados por los motivos anteriormente expuestos y por contradic-ción de intereses (en situaciones coyunturales), y divergenciasideológicas, la mayor entre ellas, la posición frente a la Iglesiacatólica que, como se comentó más arriba, se integró a una de lasdos alas del bipartidismo. En ambos partidos se definieron tem-pranamente, desde mediados del siglo XIX, dos tendencias, unamoderada y la otra extrema, que han operado como un mecanis-mo de sobrevivencia, ya que en momentos de crisis los modera-dos logran superarlas accediendo al poder mediante la coaliciónliberal-conservadora. Estas coaliciones han sido una constantehasta el presente.10

La élite bipartidista controló el poder y mantuvo la vigencia delEstado de derecho en la medida en que todas las acciones políti-cas, legales o insurreccionales, tuvieron lugar bajo el amparo delos dos partidos. La conciencia de ese control del poder la expre-sa, a su manera, Alberto Lleras, desde su perspectiva de jefe libe-ral, encomiando la labor histórica del bipartidismo, que no obs-tante sus enfrentamientos armados, realizó, según él, la unidadnacional: “Entre nosotros son [...] [los dos partidos] por su histo-ria, la contribución más preciosa a la unidad patria, aún en el

10 En Pérez (1989: 9) intenté una explicación de esta dualidad partiendo de la idea de que el

“bipartidismo se constituyó en el siglo pasado como la unidad de dos estructuras antagónicas

pero complementarias: una, la de los partidos doctrinarios, proyección “vertical” de dos partidos

opuestos, diferenciados y, en apariencia irreconciliables; otra, la de la coalición republicanaforma de compromiso “horizontal”, de liberales y conservadores, para el ejercicio del poder”.

Page 26: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

130 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

instante de sus extravíos supremos, la guerra civil. Cuando laNación estaba a punto de disolverse, azotada por un regionalis-mo autonomista que la geografía abrupta alentaba y casi impo-nía, los dos partidos con sus luchas, establecieron el único con-tacto que por mucho tiempo existió de una a otra frontera entrelos colombianos, y nuestros propios caudillos revolucionarios ela-boraron, con sus rutas complejas, perseguidos o vencidos, el re-cio tejido nacional indestructible” (op. cit.: 31). Se confunde aquíla “unidad patria”, la unidad de los nacionales en cuanto colom-bianos, con la unidad de la élite bipartidista en el control delpoder. El enfrentamiento armado entre liberales y conservadoresde mediados del siglo XX demuestra a las claras que el bipartidismoportaba el germen del odio sectario y de división irreconciliableen la base popular, que hubiese podido destruir las basesinstitucionales del Estado a no ser por la efectividad del meca-nismo de las coaliciones.

Colombia se caracteriza por haber tenido un calendario elec-toral muy profuso, prácticamente “el país vivía en permanenteestado de agitación política” (Posada, 1995: 5). Según DavidBushnell y Malcolm Deas, uno de los calendarios electorales másintensos del mundo occidental. Posada Carbó considera que lacompetencia electoral fue posiblemente más intensa en Colom-bia que en Chile y Brasil y que “el largo y casi ininterrumpidocalendario electoral colombiano desde 1830 no tuvo paralelo enla Argentina” y destaca que “en 1930 cuando casi todos los regí-menes latinoamericanos fueron desplazados por la fuerza, el go-bierno conservador en Colombia aceptó la derrota en las urnas yentregó el poder a la oposición liberal” (ibíd.: 25).

Por su parte, Bushnell pone de presente “que es por medio deelecciones que tradicionalmente se ha llevado a cabo aquí el rele-vo de gobernantes” (1975: 28). En efecto, en el siglo XIX todos lospresidentes fueron elegidos de acuerdo con las normas legales ygobernaron los años previstos en éstas. Sólo hubo tres interrup-ciones: los gobiernos autoritarios de Bolívar y Urdaneta (1828-1831) el de Mosquera (1860-1863) y el golpe de Estado del gene-ral Melo (abril a diciembre de 1854). Al revisar los antecedenteshistóricos del proceso electoral, Bushnell señala que la Constitu-ción de 1853 fue la primera en otorgar el derecho de sufragio alvarón adulto en Colombia y en América Latina. La siguiente fue lade Argentina del mismo año. En su concepto, a pesar de no haber

Page 27: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 131

sido del todo democrático “el proceso electoral [...] parece que síalcanzó un grado relativo de regularidad formal, constitucional”(ibíd.: 31). Y concluye que “el estilo político que ha sido y para bieno mal todavía es característico de Colombia no puede apreciarsesin tomar en cuenta el aspecto electoral” (ibíd.: 36-37).

Bushnell realizó un análisis detenido de la participación elec-toral en 1856, año con alguna relevancia, por cuanto en la Cons-titución de 1853 se aprobó el sufragio universal masculino en laNueva Granada y la provisión de todos los altos cargos por votopopular directo. Sistema que se mantuvo en la Constitución de1858 (Bushnell, 1999: 252). Debido a la expedición de estas nor-mas, “en la Nueva Granada, durante este período, casi siemprehubo alguna campaña electoral en curso [...] la única elecciónpresidencial del siglo XIX realizada a través del sufragio universalmasculino y bajo condiciones de relativa normalidad fue la de1856, en la que el candidato conservador Mariano OspinaRodríguez fue elegido por una votación popular de 97.407 votoscontra 80.170 votos del liberal Manuel Murillo Toro y 33.038 delgeneral Tomás Cipriano de Mosquera, este último como candida-to de un improvisado Partido Nacional que contaba con elemen-tos de los dos partidos tradicionales” (ibíd.: 253).

La tasa de participación para toda la Nueva Granada fue aproxi-madamente del 40%. En 1851 el censo dio una población total de2’243.054 habitantes.

Dice Bushnell que la tasa de participación se fue en picada enel período de 1861 a 1885 debido a que volvieron las restriccio-nes al sufragio y porque hubo desaliento debido a la manipula-ción electoral a gran escala. Con base en lo anterior dice que se“puede postular la hipótesis de que la experiencia de la década de1850 –marcada por la ampliación del sufragio, frecuentes cam-pañas y la ausencia de irregularidades electorales de tal tamañoque pudiera quitarle significado al proceso– jugó un importantepapel en el desarrollo del sistema de partidos” (ibíd.: 262).11

El camino hacia la centralización. Rafael Núñez

No es por azar que el hombre que realiza la unidad nacionalen Colombia sea un abogado y en Argentina y México, jefes mili-

11 El presidente de 1855-1857, Manuel María Mallarino, también fue elegido por sufragio

universal masculino, aunque técnicamente era sólo vicepresidente, encargado de completar

el período de José María Obando.

Page 28: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

132 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

tares. En estos dos últimos países sin el respaldo armado eraimposible para Roca y Díaz llegar a la presidencia. Como se vioen los capítulos respectivos, a Roca no le bastó vencer en laselecciones, le fue necesario vencer también en el campo de bata-lla a las tropas bonaerenses; para Díaz, la oportunidad electoralya había pasado y su posibilidad de acceder al poder dependía dela fuerza, llevando a cabo el levantamiento armado, el último delsiglo XIX, con el consabido “Plan”, ahora el de Tuxtepec, que justi-ficaba la insurgencia de los caudillos mexicanos contra el gobier-no de turno. Núñez, en cambio, no tuvo problemas para accedera la presidencia. Luego de una primera derrota electoral en 1875,triunfó en 1880 en su segunda postulación. Elegido de nuevo en1884, cuando gana la guerra que le declaran los radicales en 1885,aprovecha la coyuntura para decretar la muerte de la Constitu-ción de 1863 y sancionar la nueva Constitución de 1886, queconsagra la centralización y la unidad nacional. Será reelegidoen 1886 y en 1892.

Rafael Núñez (1823-1894), como Roca, nace en una familiapatricia de provincia sin medios de fortuna. Estudia derecho enCartagena, su ciudad natal, y a los pocos años de graduado, en1852, está en Bogotá, en el Congreso, representando a Panamá.En la capital encuentra a un grupo de jóvenes intelectuales de sumisma edad agitando ideas progresistas que han tomado de laliteratura política francesa y de la revolución de 1848. Liberales yal mismo tiempo socialistas estos jóvenes, llamados “gólgotas”,son el antecedente del liberalismo radical que gobernaráhegemónicamente al país entre 1863 y 1880. Militante del parti-do liberal, Núñez no se incorpora plenamente a ese grupo en tan-to mantiene buenas relaciones con el que se le opone, los libera-les “draconianos”. Incluso actuará como mediador entre ellos.Discute en el Congreso la iniciativa del ala radical de establecerel federalismo en Colombia, asegurando que su implantación lle-vará a la anarquía y la dictadura: “En la situación presente denuestra sociedad –dijo Núñez en esa ocasión– la consecuencialógica de la federación sería, primero el desorden, luego la anar-quía, y últimamente, la dictadura de un Rosas, de un Carrera, ode un Paredes” (en Liévano, 1944: 67).

Ya desde entonces el futuro Regenerador vislumbra un modelode Estado que será objeto de sus meditaciones en los largos añosde exilio, observando de cerca la política inglesa y leyendo a los

Page 29: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 133

autores que le proporcionarán el fundamento filosófico a dichomodelo. De que poseía notables condiciones de dirigente políticoes claro indicador el hecho de que el joven provinciano, recién lle-gado a la capital y al Congreso, se proyecte de inmediato comolíder y sea acogido por los jefes veteranos, incluido el presidenteelegido en 1853, José María Obando, quien lo nombra ministro enese año. Dos veces más ocupará el cargo de ministro, en 1854 y1862. En esta última oportunidad firma la desamortización de bie-nes de manos muertas, sin importarle las excomuniones de la Igle-sia. Después de 1863 vivirá en Europa, como cónsul en El Havre yen Liverpool. Regresa al país en 1875 y vuelve a la política. Comoya se dijo, en 1880 es elegido por primera vez a la presidencia yempieza el ciclo de transformación del Estado.

Poeta, periodista, pensador social, abogado, Núñez es una ex-presión cabal del dirigente político colombiano. Pero a esas ca-racterísticas une la habilidad del político frío, cerebral, que pro-grama su estrategia hacia el poder sobre la base de un diagnósticorealista de la sociedad colombiana y de la encrucijada en queésta se encuentra, seguro de poseer la llave que permitirá abrir elcamino hacia la Colombia moderna. También como Roca y Díaztiene de zorro y de león. Sus más enconados opositores lo recono-cen y se lo enrostran como un estigma. Juan de Dios Uribe (El“indio” Uribe), famoso panfletario radical que sufrió el exilio acausa de Núñez, lo llama “taimado y cobarde zorro”, “un zorrodisfrazado con piel de león”; según su apreciación, “en aquel con-tinente rudo y jesuítico, no puede leerse más que una cosa: laastucia”; es “impasible” y “frío”12 y “suave como una tela de seda,pero como una tela de seda que se amolda a todas las situacio-nes”; lo califica de dictador y lo compara con los típicos dictado-res hispanoamericanos (Escobar, 1964: 216-217). En 1888 Uribedenunciaba el autoritarismo de Núñez a propósito del cierre deperiódicos y el destierro de dirigentes radicales y periodistas. Unaño antes, el director de El Espectador, Fidel Cano, protesta porel cierre de su periódico afirmando que “el poder absoluto creadohoy por la Regeneración decide sobre los derechos de los llama-dos ciudadanos de Colombia” (en Carrera, 2004: 51). Es decir,que la concentración del poder en la persona de Núñez es la mis-ma que se observa en Roca y Díaz. Y puede afirmarse que sin12 Al respecto de estos rasgos psicológicos debe anotarse que sus enemigos lo había bautiza-

do como “el tirano esfinge”.

Page 30: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

134 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

esas cualidades maquiavélicas y su capacidad de ver más lejosque los demás, no hubiese podido en tan corto plazo, entre 1875y 1880, ponerse a la cabeza de la política nacional, derrotar enlas urnas al poderoso Olimpo Radical y en 1886 fundar el Estadonacional.

Igual que aquellos dos gobernantes y con procedimientos muysemejantes a los de Porfirio Díaz, Núñez sacó del juego a los jefesregionales que representaban una rémora para la unidad delEstado: “[...] con astucia e inteligencia –dice Camilo de BrigardSilva– había logrado desposeer de feudos a poderosos caudillos,que no se resignaban fácilmente a la pérdida de ellos, ni a depen-der del poder central. A Payán, quien dominaba el Cauca, lo hizoelegir vicepresidente de la República; el general Daniel Aldana,quien conspiraba en Cundinamarca, quedó eliminado, porquedicho Estado fue transformado en Distrito Federal [...]; al generalWilches, prestigioso jefe de Santander, quiso alejarlo Núñez desu feudo ofreciéndole primero la Legación en Caracas y luego lade Roma, que éste no aceptó; pero su influencia quedó disminui-da cuando el gobierno nombró a don Antonio Roldán jefe civil ymilitar de ese Estado. Un incidente con el periódico americanoStar and Herald que se publicaba en Panamá, le permitió igual-mente deshacerse del general Santodomingo Vila, quien ejercíalas funciones de gobernador de ese Estado, que había sido trans-formado en Distrito Nacional” (citado por Mesa, 1980: 93).

Habría que anotar, eso sí, que el objetivo de transformar elEstado lo logró también, como Roca, venciendo a sus opositoresen el campo de batalla. Núñez se hallaba en su segunda presi-dencia cuando los radicales se lanzaron a la guerra. En ese mo-mento, 1885, contó con el apoyo de los nacionalistas. Sus nuevosaliados le organizaron tropas adicionales y con ese refuerzo diobuena cuenta de sus enemigos. Aprovechó la coyuntura del triunfopara declarar caducada la Constitución de 1863, que los radica-les habían imposibilitado de cambiar por la vía parlamentaria.Convocó una Asamblea Constituyente que se encargó de redac-tar la nueva Constitución, llevando al articulado legal las direc-trices doctrinarias del Regenerador.

Las formas patrimoniales son acentuadas en el caso colom-biano. Núñez gobernaba con un círculo de amigos pertenecientesa su partido liberal independiente y con miembros de su familia.Su esposa, Soledad Román, en particular, tenía gran influencia

Page 31: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 135

en sus decisiones y a veces tomaba su lugar, como sucedió cuan-do Núñez asumió la dirección de las acciones del gobierno contrael levantamiento armado de los radicales en 1885. Situación se-mejante era la de Miguel Antonio Caro, presidente de 1894 a 1898,sobre cuyo entorno familiar basta anotar que su cuñado CarlosHolguín, dirigente del partido nacionalista ejerció la presidenciade 1888 a 1892 y el hermano de éste, Jorge, quien fue encargadode la presidencia en 1909, estaba emparentado con los Arboleda,parientes a su vez de los Mosquera, y su hijo se casó con una hijade Rafael Reyes, presidente de 1904 a 1909. Por otra parte, losHolguín eran nietos de Manuel M. Mallarino, presidente de 1854a 1857.

Estas redes familiares no se reducen a los dos dirigentes de laRegeneración. Más bien fueron lo característico de las élites go-bernantes colombianas. En efecto, después de 1830 y hasta ladécada de 1860, las familias de la región del Cauca estuvieron enel eje del poder. Cuatro hermanos Mosquera: Joaquín, presiden-

Milicias de la Nueva Granada, 1856.

Page 32: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

136 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

te en 1830, Tomás, presidente cuatro veces, José María, diplo-mático, Manuel José, arzobispo; José María Obando, presidenteen 1832 y en 1853, familiar de los anteriores; Julio y Sergio Arbo-leda, los ya mencionados sobrinos de los Mosquera, jefes políti-cos connotados del partido conservador; el yerno de Tomás, Pe-dro Alcántara Herrán, presidente de 1841 a 1845; además JoséHilario López, presidente de 1849 a 1853, miembro de la élitecaucana. Otros parientes de los Mosquera, como Lino de Pombo,tuvieron papel importante en la política de esos años. Tambiénexistían lazos familiares en el grupo de liberales radicales quegobernaron entre 1864 y 1878. En un momento dado, en el direc-torio del Partido Liberal de cinco miembros, cuatro tenían víncu-los de parentesco con un importante dirigente del mismo.

1880-1910: El Estado nacional

El soporte de la acción de Núñez fue entonces, en la práctica,una coalición bipartidista, los liberales independientes y el sec-tor “nacionalista” del partido conservador agrupados en el Parti-do Nacional. Característica de este tipo de coaliciones liberal-con-servadoras, que se repiten a lo largo de los siglos XIX y XX, fue sufragilidad, ya que se basaban en pactos que una vez cumplido elobjetivo que las hizo posibles, se marchitaban muy pronto.13 Eneste caso desapareció el sector liberal del Partido Nacional y elpoder quedó en manos del sector nacionalista, bajo la direcciónde Miguel Antonio Caro. La muerte de Núñez en 1894 dejó elcampo libre a sus aliados del otro partido, que si bien compartíanlas premisas centralizadoras acentuaron el autoritarismo y de-fendieron la unidad nacional mediante la represión.

Después de pruebas desastrosas, como la guerra civil de tresaños (1899-1902) y la separación de Panamá (1903), vuelve elverdadero espíritu de la Regeneración con Rafael Reyes, elegidopresidente para el período 1904-1910. Militante del Partido Con-servador, se había iniciado en la política cuando Núñez le solicitasu apoyo para combatir a los radicales en la guerra civil de 1885.Improvisa un ejército y derrota la fuerte oposición armada de lospanameños. A partir de allí se proyecta como un importante diri-gente. Participa en la elecciones presidenciales de 1898 sin éxito

13 La única coalición bipartidista que se mantuvo por un buen número de años fue la del Frente

Nacional de 1958, porque se le puso amarre constitucional y se convirtió en norma legal duran-

te 16 años. Mediante ella los dos partidos se repartieron el poder por partes iguales.

Page 33: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 137

y logra ser elegido en su segunda postulación en 1904. Sus ideasse inscriben en la línea trazada por Núñez: Estado fuerte, unidadnacional, desarrollo industrial. La consolidación del Estado larealizará de modo autoritario, con la divisa de más administra-ción y menos política, tomada de Porfirio Díaz, luego de una visi-ta a México, e idéntica a la de Roca. Hombre de visión empresa-rial, sienta las bases de la industrialización del país. Desde elprimer año de su mandato hubo de enfrentarse a la oposición deuna fracción mayoritaria del partido conservador que le bloqueóen el Congreso sus iniciativas de cambio. Ante la perspectiva deparalización de su gobierno Reyes no dudó en cerrarlo y susti-tuirlo por una Asamblea Constituyente. En la historiografía co-lombiana se conoce su gobierno como una dictadura, lo que escierto si se atiende al hecho de la ruptura del orden jurídico y elrégimen personal implantado, pero en cuanto al modo como go-bernó, no se diferencia en nada del que pusieron en práctica Rocay Núñez. Como ellos, él encarnaba una necesidad histórica decentralización del poder y de transformaciones estructurales enel sentido capitalista que no disponían de cauce institucional parasu realización. De una forma distinta, la influencia de Núñez enColombia, prolongada con el gobierno de Rafael Reyes, cubre idén-tico período que el de Roca y Díaz.

Rafael Núñez tenía una idea clara de la estructura del Estadonacional, en sus dimensiones modernas. En los ya lejanos díasde los comienzos de su carrera política descubrió una de las cla-ves del mismo al rechazar el federalismo: la centralización delpoder. Según lo planteaba entonces, la organización federal pro-puesta por los radicales, no la federación en sí misma, exitosa enlos países avanzados, anulaba este factor indispensable para eladecuado funcionamiento del Estado y conducía irremediable-mente a la anarquía. En su crítica del federalismo colombianodecía Núñez en 1885 que “en el funesto anhelo de desorganiza-ción que se apoderó de nuestros espíritus, avanzamos hasta divi-dir lo que es necesariamente indivisible; y además de la fronteraexterior, creamos nuestras fronteras internas, con nueve códigosespeciales, nueve costosas jerarquías burocráticas, nueve ejérci-tos, nueve agitaciones de todo género, casi remitentes. En Suiza,en los Estado Unidos se ha marchado continuamente de la dis-persión a la unidad. En Colombia hemos, a la inversa, marchadode la unidad a la dispersión” (en Pombo y Guerra, 1951:187-188).14

Page 34: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

138 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

De ahí que considere que “reemplazar la anarquía por el ordenes, en síntesis estricta, lo que de nosotros se promete la repúbli-ca” (ibíd.: 191).

En Europa, estudiando casos de formación del Estado nacio-nal, como el de la Alemania bismarckiana, Núñez comprendió elpapel decisivo que juega el ejército en la constitución y perma-nencia de ese Estado. En el mismo documento citado anterior-mente –el mensaje a los constituyentes encargados de elaborar lanueva Constitución en 1885– sostiene “la necesidad de mante-ner, durante algún tiempo, un fuerte ejército, que sirva de apoyomaterial a la aclimatación de la paz” (ibíd.: 189). Comprendióademás, el antiguo ministro expropiador de los bienes de la Igle-sia, el papel de la religión para la unidad del pueblo: “La toleran-cia religiosa –dice en ese documento que servirá de médula a laConstitución del 86– no excluye el reconocimiento del hecho evi-dente del predominio de las creencias católicas en el pueblo co-lombiano. Toda acción del Gobierno que pretenda contradecir estehecho elemental, encallará necesariamente, como ha encalladoen efecto, entre nosotros, y en todos los países de condicionessemejantes” (ibíd.: 186); ésta la considera Núñez una de esas “rea-lidades ineludibles” cuyo desconocimiento es causa de que no sehaya podido establecer el orden en Colombia. Antes había plan-teado la necesidad de llamar “en auxilio de la cultura los senti-mientos religiosos”, demostrando con ello que se ubica en el án-gulo político, no en el de las creencias, para registrar objetivamenteel papel crucial de la religión para la unidad del pueblo, requisitobásico para el orden y la paz.

En la Constitución de 1886 se consagra la centralización delpoder. Se reemplazan los estados por departamentos, cuyos go-bernadores serán nombrados por el presidente. Se instituye unsolo ejército nacional que respalda el monopolio de la fuerza porel Estado y se abre el camino para la creación de un mercadointerno, frenado hasta entonces por las legislaciones de los esta-dos de la Federación. El restablecimiento de los derechos de laIglesia católica garantiza la paz religiosa, alterada seriamente enel período anterior, pero se hace otorgándole prerrogativas que ledan al Estado un tinte teocrático. Marcada diferencia en este casocon Argentina y México, en donde se instaura la separación de la14 Nótese la semejanza con el planteamiento de Mazzini sobre la situación que antecede a la

unidad italiana, transcrito en la introducción.

Page 35: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 139

Iglesia y el Estado y aquélla no disfruta de un poder político pro-pio. En Colombia, ya se ha comentado en otra parte de este tra-bajo, la Iglesia se alinea con el partido conservador.

Las imperfecciones del Estado nacional fundado por la Rege-neración son notorias. Y se explican por el lento desarrollo delpaís, por su aislamiento (recuérdese su precaria vinculación a laeconomía mundial y su escasa inmigración) y su carácter predo-minantemente rural. A finales del siglo XIX no podía hablarse aúnde la unidad de mercado y subsistían fuertes rasgos depatrimonialismo. Los dirigentes del Estado manejaban “los asun-tos nacionales como los de un señorío precapitalista [...] la in-mersión en la vida campesina del país campesino como que leshubiera impedido la comprensión, la sensación siquiera de lascorrientes nuevas que conformaban el mundo contemporáneo”(Mesa, 1980: 88). Y a principios del siglo XX la situación de atrasoera la misma que la de veinte años atrás: “los arados y talleres deColombia –dice Darío Mesa– eran [...] indicio de que nos hallába-mos lejos de dominar los procesos naturales y signo de que no sevivía socialmente en el tejido complejo de la ciudad. La electrifi-cación había empezado, pero alrededor del ochenta por ciento delos tres millones de colombianos vivía en el campo, en regioneseconómicamente separadas, con una sicología predominantemen-te regional” (ibíd.: 90). Situación ésta propicia para la persisten-cia de caudillos y caciques que en un territorio todavía fragmen-tado, fueron “una necesidad social y la expresión política de lascircunstancias materiales y estatales del país” (ibíd.). Salta a lavista que lo logrado por Núñez en el momento de la centralizaciónera tan sólo el primer paso en un proceso que habrá de cubrirmuchos años del siglo XX. Etapa clave en ese proceso fue la delgobierno de Rafael Reyes. Con él empieza el Estado moderno enColombia.

Estas imperfecciones han dado lugar a interpretaciones dis-tintas sobre el carácter del Estado nacional fundado en 1886.Uno de los especialistas en el período, Darío Bustamente, distan-ciándose de quienes disminuyen los alcances de la organizaciónestatal de la Regeneración afirma: “yo sigo creyendo que Núñezestableció algunas de las bases más importantes para la forma-ción de un Estado Nacional Colombiano, con toda la precariedadque éste ha tenido siempre en el país; y claramente aumentó lacapacidad de acción del Estado, al punto en que no sólo facilita-

Page 36: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

140 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

ría la existencia de un Estado intervencionista como normalmentese usa este concepto, sino también que haría más factible la adop-ción de un modelo librecambista más realista”. Bustamante creeque “La historia colombiana del siglo XX ha vivido bajo el signo delproyecto político de la Regeneración” (1983: 121-123).

Tampoco podía contarse en esos años con un ejército profesio-nal, si lo normal eran los ejércitos de partido. El que existía en1885 era un ejército liberal y para enfrentar el levantamiento ar-mado de los radicales se contó con el apoyo de un ejército con-servador. Núñez sostenía que el gobierno debía ponerle especialcuidado al ejército y que debía expedirse una “nueva ley de re-compensas estrictamente proporcionadas sin mezcla de favor, alos merecimientos bien comprobados de cada uno, así como seestila en todas las naciones en que se ha querido hacer de lamilicia no instrumento abyecto de abuso sino profesión honora-ble”. Sin embargo, como anota Patricia Pinzón de Lewin, en laépoca de la Regeneración el ejército estaba dirigido por generalesconservadores, por lo tanto “faltaba mucho para llegar a una fuerzapública verdaderamente nacional que dejara atrás las formacio-nes o ejércitos de un régimen” (1994: 48). Respecto a la policíapuede decirse lo mismo. El Cuerpo de Gendarmería, creado en1888, se reorganizó bajo las órdenes de un policía francés, traídopara ese efecto, pero muy pronto se politizó: “Según la ‘OrdenGeneral del Cuerpo’, un documento de instrucciones elaboradoel 20 de diciembre de 1892, quienes no fueran leales a la ‘causapolítica que representa el gobierno’, debían ‘renunciar al puestopara no poner a la Dirección en el penoso caso de separarlos delservicio’” (en Atehortúa y Vélez, 1994: 37). La profesionalizaciónserá una de las realizaciones de Reyes, quien crea la Escuelamilitar y la Escuela naval durante su gobierno y trae misioneschilenas para iniciar la formación de los oficiales.

El esquema general de Núñez suponía el desarrollo de la in-dustria, pero a finales del siglo XX se carecía de capitales y de lainfraestructura vial y de comunicaciones indispensables para ci-mentar un proceso de industrialización. Apenas entonces, comoparte de tal proyecto, se inicia un plan de construcción de ferro-carriles, que por la falta de recursos económicos y la particulari-dad de la topografía avanza lentamente. El país dependía de lasdivisas que proporcionaba la exportación del café, que había cre-cido notablemente en los últimos años (la exportación había pa-

Page 37: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

Colombia 141

sado de 34.393 bultos en 1855 a 383.207 en 1899), pero todavíano producía la acumulación suficiente para financiar obras cos-tosas como éstas, que debieron contar con inversión extranjera.Sin embargo, esa acumulación será la que permitirá más tarde eldesarrollo de la industria.

Cabe señalar, no obstante, que la capacidad de maniobra delos dirigentes de la Regeneración se veía reducida, pues no repre-sentaban a los estamentos que controlaban la riqueza del país.Lo cierto es que “a diferencia de los gobiernos radicales que losprecedieron, no tenían el apoyo de las poderosas clases de loscomerciantes exportadores-importadores y de los banqueros [...]el régimen de papel moneda lesionaba a los comerciantesexportadores-importadores y a los dueños del capital líquido, yfueron ellos a través de los viejos voceros radicales del partidoliberal, y una ala disidente de reciente formación del partido con-servador, los que se convirtieron en los críticos y opositores abier-tos a la regeneración durante los primeros años de su existencia”(Bergquist, 1977: 136).

Como puede verse por los análisis presentados hasta aquí, enuna primera fase del período de creación del Estado nacional(1880-1904) prevaleció la economía basada en la gran propiedadterrateniente y la actividad comercial era muy débil.15 Luego, enla segunda fase, durante el gobierno de Rafael Reyes (1904-1909),sin que haya sufrido ningún cambio la estructura de dominaciónpatrimonial, se inicia el desarrollo de la industria, con la protec-ción del Estado y gracias al considerable crecimiento de la expor-tación de café. Factor crucial en esta segunda fase para el acon-dicionamiento de la misma minoría económica y política a lasexigencias del capitalismo fue el control que los dos grandes par-tidos mantuvieron a lo largo del siglo XIX sobre la sociedad colom-biana. El arraigo del bipartidismo y de las instituciones civiles seconvirtió en formidable coraza para la hegemonía de la élitebipartidista que monopolizó el poder durante todo el siglo. Elmestizaje, la pobreza del país y de su clase propietaria, la apertu-

15 Hasta 1881, por ejemplo, se adjudicaron 1’301.122 hectáreas de tierras baldías. Entre esas

adjudicaciones se otorgaron 627.523 hectáreas a cambio de títulos de concesiones y bonos

territoriales, 359.831 por documentos de deuda pública, 152.650 por concesiones especiales,

114.440 en auxilios por apertura de caminos y la construcción del canal de Panamá y 6.066

a cultivadores (Memoria del Secretario de Hacienda para el Congreso de 1882: LXXXIX, en:

Varios autores, 1989: 110).

Page 38: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

142 El tránsito hacia el Estado nacional en América Latina en el siglo XIX

ra de ésta hacia otros sectores sociales y la tradición civilista,fueron también elementos sustantivos en el desarrollo de ese pro-ceso.

Page 39: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad

143

Page 40: 218 El transito hacia el estado nacional república que se funda con el nombre de Colombia después de 1810 ... fragmentación regional de la Nueva Granada, ... abrieron la posibilidad