1926 - El Tamaño De Mi Esperanza (Ensayo)

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    JJoorrggeeLLuuiissBBoorrggeess

    EEllTTaammaaooDDeeMMiiEEssppeerraannzzaa

    (1926)

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    ndice

    ndice ................................................. 2El Tamao De Mi Esperanza ............. 4

    Buenos Aires. Enero de 1926 ....... 10El "Fausto" Criollo ............................ 11La Pampa Y El Suburbio Son Dioses19Carriego Y El Sentido Del Arrabal .... 27

    La Tierra Crdena ......................... 35El Idioma Infinito .............................. 42Palabrera Para Versos .................... 50La Adjetivacin ................................. 58Reverencia Del rbol En La Otra Banda 69Historia De Los ngeles................... 74La Aventura Y El Orden ................... 83Las Coplas Acriolladas..................... 89Carta En La Defuncin De "Proa ..... 99

    Acotaciones ................................... 103El Otro Libro De Fernn Silva Valds 103Oliverio Girondo, Calcomanas ... 107Las Luminarias De Hanukah ....... 111Saint Joan: A Chronicle Play ....... 116

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    Leopoldo Lugones, Romancero .. 120Ejercicio De Anlisis ...................... 125Milton Y Su Condenacin De La Rima135

    Examen De Un Soneto De Gngora144La Balada De La Crcel De Readinc152nvectiva Contra El Arrabalero ....... 158

    Profesin De Fe Literaria ............... 169Posdata .......................................... 180

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    El Tamao De Mi Esperanza

    A los criollos les quiero hablar: a los hombreque en esta tierra se sienten vivir y morir, na los que creen que el sol y la luna estn eEuropa. Tierra de desterrados natos es stade nostalgiosos de lo lejano y lo ajeno: elloson los gringos de veras, autorcelo o no ssangre, y con ellos no habla mi plumaQuiero conversar con los otros, con lomuchachos querencieros y nuestros que n

    e achican la realid a este pas. Margumento de hoy es la patria: lo que hay eella de presente, de pasado y de venidero. conste que lo venidero nunca se anima a sepresente del todo sin antes ensayarse y quese ensayo es la esperanza. Bendita seasesperanza, memoria del futuro, olorcito de lpor venir, palote de Dios!

    Qu hemos hecho los argentinos? E

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    arrojamiento de los ingleses de Buenos Aireue la primer hazaa criolla, tal vez. L

    Guerra de la Independencia fue del grando

    omntico que en esos tiempos convenapero es difcil calificarla de empresa populay fue a cumplirse en la otra punta dAmrica. La Santa Federacin fue el dejarsvivir porteo hecho norma, fue un genuinorganismo criollo que el criollo Urquiza (sidarse mucha cuenta de lo que haca) maten Monte Caseros y que no habl con otrvoz que la rencorosa y guaranga de la

    divisas y la voz pstuma del Martn FierrodHernndez. Fue una lindsima volunt dcriollismo, pero no lleg a pensar nada y essu empacamiento, esa su sueera chcarde gauchn, es menos perdonable que sMazorca. Sarmiento (norteamericanizadndio bravo, gran odiador y desentendedor do criollo) nos europeiz con su fe de hombrecin venido a la cultura y que esper

    milagros de ella. Despus qu otras cosa

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    He llegado al fin de mi examen (de mpormayorizado y rpido examen) y piensque el lector estar de acuerdo conmigo s

    afirmo la esencial pobreza de nuestro haceNo se ha engendrado en estas tierras ni umstico ni un metafsico, ni un sentidor ni uentendedor de la vida! Nuestro mayor varsigue siendo don Juan Manuel: graejemplar de la fortaleza del individuo, gracertidumbre de saberse vivir, pero incapade erigir algo espiritual, y tiranizado al fin mque nadie por su propia tirana y s

    oficinismo. En cuanto al general San Martnya es un general de neblina para nosotroscon charreteras y entorchados de nieblaEntre los hombres que andan por mi BuenoAires hay uno solo que est privilegiado poa leyenda y que va en ella como en un cochcerrado; ese hombre es Irigoyen. Y entros muertos? Sobre el lejansimo SantoVega se ha escrito mucho, pero es un van

    nombre que va pasendose de pluma e

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    pluma sin contenido sustancial, y as parAscasubi fue un viejito dicharachero y parRafael Obligado un paisano hecho d

    nobleza y para Eduardo Gutirrez un malevomanticn, un precursor idlico de MoreiraSu leyenda no es tal. No hay leyendas eesta y tierra y ni un solo fantasma camina ponuestras calles. se es nuestro baldn.

    Nuestra realid vital es grandiosa y nuestrealid pensada es mendiga. Aqu no se h

    engendrado ninguna idea que se parezca mi Buenos Aires, a este mi Buenos Airennumerable que es cario de rboles eBelgrano y dulzura larga en Almagro desganada sorna orillera en Palermo mucho cielo en Villa Ortzar y procerid

    aciturna en las Cinco Esquinas y querencide ponientes en Villa Urquiza y redondel dpampa en Saavedra. Sin embargo, Amrices un poema ante nuestros ojos; su anchgeografa deslumhra la imaginacin y con e

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    tiempo no han de faltarle versos, escribiEmerson el cuarenta y cuatro en sentencique es como una corazonada de Whitman

    que hoy, en Buenos Aires del veinticincovuelve a profetizar. Ya Buenos Aires, mque una ciud, es un pas y hay quencontrarle la poesa y la mstica y la pintury la religin y la metafsica que con sgrandeza se avienen. Ese es el tamao de mesperanza, que a todos nos invita a sedioses y a trabajar en su encarnacin.

    No quiero ni progresismo ni criollismo en lacepcin corriente de esas palabras. Eprimero es un someternos a ser casnorteamericanos o casi europeos, uesonero ser casi otros; el segundo, qu

    antes fue palabra de accin (burla del jinete os chapetones, pifia de los muy de a caballa los muy de a pie), hoy es palabra dnostalgia (apetencia floja del campo, viarazde sentirse un poco Moreira). No cabe gra

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    ervor en ninguno de ellos y lo siento por ecriollismo. Es verdad que de enancharle lsignificacin a esa vozhoy suele equivale

    a un mero gauchismosera tal vez la majustada a mi empresa. Criollismo, puespero un criollismo que sea conversador demundo y del yo, de Dios y de la muerte. A vesi alguien me ayuda a buscarlo.

    Nuestra famosa incredulid no me desanimaEl descreimiento, si es intensivo, tambin ee y puede ser manantial de obras. DganlLuciano y Swift y Lorenzo Sterne y JorgBernardo Shaw. Una incredulid grandiosavehemente, puede ser nuestra hazaa.

    Buenos Aires. Enero de 1926

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    El "Fausto" Criollo

    Hace ya ms de medio siglo que un paisanporteo, jinete de un caballo color de aurory como engrandecido por el brillo de su aperchapiao, se ape contra una de las tosca

    del bajo y vio salir de las leoninas aguas (ladjetivacin es tuya, Lugones) a un oscurinete, llamado solamente Anastasio el Polly que fue tal vez su vecino en el antiyer dese ayer. Se abrazaron entrambos y el overosao del uno se rasc una oreja en la clin de

    pingo del otro, gesto que fue la selladura eflejo del abrazo de sus patrones. Lo

    cuales se sentaron en el pasto, al amor de

    cielo y del ro y conversaron sueltamente y egaucho que sali de las aguas dijo un cuentmaravilloso. Era una historia del otro lado demundo -la misma que al genial compadritCristbal Marlowe le inspir aquello d

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    Hazme inmortal con un beso y la que funcansable a lo largo de la gloria de Goethey el otro gaucho y el sauzal riberano l

    escucharon por vez primera. Era el cuentdel hombre que vende su alma a Satans y enarrador, aunque hizo algn hincapi en ldiablico del asunto, no intim con talearoleras ni menos con la universal codicide Fausto que apeteca para s la enterezdel espacio y del tiempo. Ni la ambicin ni lmpiedad lo atarearon y mir slo a Margaritque era todo el querer y hacia cuyo pattic

    destino su corazn fue volvedor. Ya cumplidel relato -con mucho entreacto daguardiente, ocurrencias y de recordacin da pampa- se levantaron ambos hombresensillaron al pingo colorao y al pingo color daurora o madrugn y se fueron. AdndeYo bien s que Anastasio el Pollo surgicomo una divinidad de las aguas, madesconozco su paradero ulterior. Quier

    pensar que fue feliz, pues varones como

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    enderezan siempre a la dicha y en la medihora de amistad y de charla que en edesplayado le omos, trasluci ms divinida

    que la que guardan muchos aos ajenos. Yemprender algn da una peregrinacin aBragao y all en la hondura de los ltimopatios, dar con algn viejo matero o coalguna china antigualla que recordargracias suyas (gracias borrosas, comantiguas monedas) y que me dirn la muerty milagros de hombre tan inmortal. Antesvoy a considerar la poesa que me permiti

    conocerlo.El Faustode Estanislao del Campo es, a mentender, la mejor que ha dicho nuestrAmrica. Son aplaudideras en ella do

    nobilsimas condiciones: belleza y felicidadY conste que al decir felicidad no pienso en lcuriosa felicidad del elogio latino, frase qumuchos suelen entender como suena y cuyequivalencia castellana es algo as com

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    justedad ciudadosa, sino en la buevoluntad y en el jbilo que sus versorascienden. Libro ms fiestero, ms dscolo

    ms buen palmeador del vivir, no conozcninguno. Dicha y belleza estn en excelencias que fuera de sus pginas, slen alguna mujer perfecta he mirado.

    S que la dicha ya no es admirable por nadies que la arrincon la turbia quejumbre quz el romanticismo, s que hoy la ignoran a vez los taciturnos de la parvilocuenciimada -fernndezmorenistas y otro

    canturriadores del verso- y los juiciosos de lravesura, los que son juguetones co

    cautela y se atarean demasiado a que d eel blanco cada rengln. Lo s muy bien y si

    embargo sigue parecindome que la diches ms poetizable que el infortunio y que seeliz no es cualidad menos plausible que l

    de ser genial. La razn raciocinante -vos y y yo, lector amigo- puede ligar imgenes

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    dar asombro a una palabra mediante uadjetivo irregular y frecuentar otras destrezaque hace dciles la costumbre, pero jam

    nos allanar milagros como ste:Ya es geno dir ensillandoTome este ltimo tragitoy eche el frasco a ese pocito

    para que quede boyando.Fresca y liviana como una luna nueva es lestrofa, y esa misma gracia instintiva nalbricia slo al Fausto sino a las otra

    composiciones rurales de nuestro graporteo. Hay una copla suya que dice:

    Mira, si fuera pastory si t pastora fueras,

    me parece que andaranmezcladas nuestras ovejas.

    Linda es tambin la larga serie de agachadaque le escribi a Ascasubi el ao sesenta

    dos con motivo del viaje de ste a Europa

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    de la cual copio unas dcimas (OyuelaAntologa hispanoamericana, tomo terceropgina 1095):

    Y atienda, que esto es formal:Geno es que vaya avisaode que all han edificaoun casern de cristal.

    Si va, deje el animalmedio retirao, no seaque si por algo coceavaya algn vidrio a quebrary a ust me lo hagan pagarmucho ms de lo que seaHasta al Espritu Santoe rogar por ustedesy ala Virgen de Mercedes

    que los cubra con su manto.Y Dios permita que en tantovayan por la agua embarcaos,no haiga en el cielo ublaosni corcovos en las olas

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    ni al barco azoten las colasde los morrudos pescaos.

    (Prosopopeya fina

    Estanislao del Campo: Dicen que en tu vono est el gaucho, verdad que fue de unornada en el tiempo y de un desierto en

    extendido del mundo, pero yo s que esten ella la amistad y el querer, realidades qusern y fueron y son en la ubicuidad y en leterno.

    Estanislao del Campo, alsinista, amigo queras de mis mayores qu buen augurio parodo escribir porteo la versada color d

    Buenos Aires que nos dejaste y que vivhaciendo vivir, en la hermand de la

    guitarras maeras!Estanislao del Campo, soldado que ePavn saludaste la primer bala, puesta ldiestra en el quep qu raro que de tu tenda

    de noches y das perdure solamente un

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    siesta que no viviste, una siesta qudesvelaron dos imaginarios paisanos quhoy han subido a dioses y te franquean s

    media hora inmortal!

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    La Pampa Y El Suburbio Son Dioses

    Dos presencias de Dios, dos realidades dan segura eficacia reverencial que la solenunciacin de sus nombres basta parensanchar cualquier verso y nos levanta e

    corazn con jbilo entraable y arisco, son earrabal y la pampa. Ambos ya tienen seyenda y quisiera escribirlos con domaysculas para sealar mejor su carctede cosas arquetpicas, de cosas no sujetas as contingencias del tiempo. Sin embargoacaso les quede grande aquello de Dios y mconvenga ms definirlas con la palabrtotem, en su acepcin generalizada de cosa

    que son consustanciales de una raza o de undividuo. (Totemes palabra algonquina: lonvestigadores ingleses la difundieron igura en obras de Spengler y de F. Graebne

    que hizo traducir Ortega y Gasset en s

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    alemanizacin del pensar hispnico.)

    Pampa. Quin dio con la palabra pampacon esa palabra infinita que es como usonido y su eco? S noms que es de origequichua, que su equivalencia primitiva es lde la llanura y que parece silabeada por epampero. El coronel Hilario Ascasubi, en su

    anotaciones a Los mellizos de la flor, escribque lo que el gauchaje entiende por pampes el territorio desierto que est del otro ladde las fronteras y que las tribus de indioecorren. Ya entonces, la palabra pampaer

    palabra de lejana. No solamente para esdato lo hemos de aprovechar al coronel, sinpara que recuerde unos versos suyos. Aquva un manojito:

    Ans la pampa y el montea la hora del mediodaun desierto parecapues de uno al otro horizonte

    ni un pajarito se va.

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    Y aqu va otro:Flores de suave fraganciatoda la pampa brotaba,

    al tiempo que coronabaos montes a la distanciaun resplandor que encantaba.

    Esa diccin hecha de dos totales palabra

    (toda la pampa) es agradable junto a lo de lalores, pues es como si viramos a la vez ungran fuerza y una gran mansedumbre, upodero infinito manifestndose en regalosPero lo que me importa indicar es que eambas coplas, la pampa est definida por sgrandeza. Habra esa tal grandeza, dveras? Darwin la niega a pie juntillas azona as su incredulid: En alta ma

    estando los ojos de una persona a seis piesobre el nivel del agua, su horizonte est una distancia de dos millas y cuatro quintosDe igual manera, cuanto mas aplanada euna llanura, tanto ms va acercndose e

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    horizonte a estos estrechos limites: cosque, a mi entender, aniquila enteramente lgrandeza que uno le imagina de antemano

    una gran llanura {The Naturalist in la Plata1892). Guillermo Enrique Hudson, mucriollero y nacido y criado en nuestrprovincia, transcribe y ratifica esobservacin. Y a qu ponerla en dudaPor qu no recibir que nuestrconocimiento emprico de la espaciosid da pampa le juega una faislada a nuestrvisin y la crece con sus recuerdos ? Y

    mismo, incrdulo de m, que en una casa debarrio de la Recoleta escribo estas dudas, fuhace unos das a Saavedra, all por el cincmil de Cabildo y vi las primeras chacritas unos ombes y otra vez redonda la tierra me pareci grandsimo el campo. Verd quui con nimo reverencial y que como tant

    argentino, soy nieto y hasta bisnieto destancieros. En tierra de pastores como sta

    es natural que a la campaa la pensemo

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    con emocin y que su smbolo ms llevaderla pampa- sea reverenciado por todos.

    Al cabal smbolo pampeano, cuya figuracihumana es el gaucho, va aadindose con eiempo el de las orillas: smbolo a medi

    hacer. Rafael Cansinos Assns (Los temaiterarios y su interpretacin, pgina 24

    siguientes) dice que el arrabal representricamente una efusin indeterminada y lo vextrao y batallador. sa es una cara de lverd. En este mi Buenos Aires, lo bablicoo pintoresco, lo desgajado de las cuatrpuntas del mundo, es decoro del Centro. Lmorera est en Reconquista y la judera eTalcahuano y en Libertad. Entre RosCallao, la Avenida de Mayo son l

    vehemencia; Nez y Villa Alvear loquehaceres y quesoares del ocio mateadode la criollona siesta zanguanga y de larucadas largueras. Esos tangos antiguosan sobradores y tan blandos sobre s

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    espinazo duro de hombra: El flete, Vientnorte, El caburson la audicin perfecta desa alma. Nada los iguala en literatura. Fra

    Mocho y su continuador Flix Lima son lcotidianid conversada del arrabal; EvaristCarriego, la tristeza de su desgano y de sracaso. Despus vine yo (mientras yo viva

    no me faltar quien me alabe) y dije anteque nadie, no los destinos, sino el paisaje das afueras: el almacn rosado como unnube, los callejones. Roberto Arlt y Jos STallon son el descaro del arrabal, su bravura

    Cada uno de nosotros ha dicho su retacitdel suburbio: nadie lo ha dicho enteramenteMe olvidaba de Marcelo del Mazo que en lsegunda serie de Los vencidos (BuenoAires, 1910) posee algunas pginaadmirables, ignoradas con injusticia. Ecuanto a la Historia de arrabal por ManueGlvez, es una parfrasis de la letra dcualquier tango, muy prosificada y deshecha

    Conste que no pienso tan mal de todas la

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    etras de tango y que me agradan muchsimalgunas. Por ejemplo: esa inefabilsimparodia que hicieron del Apache, y l

    Campana de plata de Linnig con squevedismo sobre la luz del farol que sangren la faca y ese apasionamiento de lmuchacha herida en la boca que le dice amalevo: Ms grandes mis besos los hizo tdaga.)

    Es indudable que el arrabal y la pampexisten del todo y que los siento abrirse comheridas y me duelen igual.

    Somos unos dejados de la mano de Diosnuestro corazn no confirma ninguna fe, peren cuatro cosas s creemos: en que la pampes un sagrario, en que el primer paisano emuy hombre, en la reciedumbre de lomalevos, en la dulzura generosa del arrabaSon cuatro puntos cardinales los que sealono unas luces perdidas. El Martn Fierro, e

    Santos Vega, el otro Santos Vega, e

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    Carriego Y El Sentido Del Arrabal

    En una calle de Palermo de cuyo nombre squiero acordarme y es la de Honduras, viviall por los aos enfticos del centenario uentrerriano tuberculoso y casi genial qu

    mir al barrio con mirada eternizadora. Esanteayer de Palermo no era precisamentdntico a su hoy. Casi no haba casas dalto y detrs de los zaguanes enladrillados de las balaustraditas parejas, los patioabundaban en cielo, en parras y emuchachas. Haba baldos que hospedabaal cielo y en los atardeceres pareca ms sola luna y una luz con olor a caa fuerte sal

    de las trastiendas. El barrio era peleador eese anteayer: se enorgulleca que llamaran Tierra del Fuego y el punzmitolgico del Palermo de San Benito aperduraba en los cuchillos de los compadres

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    Haba compadritos entonces: hombres dboca soez que se pasaban las horas detrde un silbido o de un cigarrillo y cuyo

    distintivos eran la melena escarpada y epauelo de seda y los zapatos empinados el caminar quebrndose y la miradatropelladora. Era el tiempo clsico de lpatota, de los indios. El valor o la simulacidel valor era una felicidad y o Moreirorillero de Matanzas ascendido por Eduard

    Gutirrez a semidis) era todava el Lungel Firpo que los guarangos invocaban

    Evaristo Carriego (el entrerriano evidentque indiqu al principio de estos renglonesmir para siempre esas cosas y las enuncien versos que son el alma de nuestra alma

    Tanto es as que las palabras arrabal Carriego son ya sinnimos de una mismvisin. Visin perfeccionada por la muerte a reverencia, pues el fallecimiento de quiea caus le aade piedad y con firmez

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    definitiva la ata al pasado. Los modestoveintinueve aos y el morir tempranero quueron suyos prestigian ese ambient

    pattico, propio de su labor. A l mismo lhan investido de mansedumbre y as en labulizacin de Jos Gabriel hay un Carriegapocadsimo y casi mujerengo que no esciertamente el gran alacrn y permanentconversador que conoc en mi infancia, eos domingos de la calle Serrano.

    Sus versos han sido justipreciados por todosQuiero enfatizar, sin embargo, que pese mucha notoria y torpe sensiblera, tieneafinaciones de ternura, inteligencias perspicacias de la ternura, tan veraces comsta:

    Y cuando no estn durantecunto tiempo an se oirsu voz querida en la casadesierta?

    Cmo sern

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    en el recuerdo las carasque ya no veremos ms?

    Quiero elogiar enteramente tambin sprosopopeya al organito, composicin quOyuela considera su mejor pgina, y que yuzgo hecha de perfeccin.

    El ciego te esperaas ms de las noches sentadoa la puerta. Calla y escucha. Borrosasmemorias de cosas lejanasevoca en silencio, de cosas

    de cuando sus ojos tenan maanas,de cuando era joven la novia quin sabe!

    El alma de la estrofa trascrita no est en eengln final; est en el penltimo,

    sospecho que Carriego la ubic all para nser enftico. En otra composicin anteriontitulada El alma del suburbio ya habesquiciado el mismo sujeto, y es hermoscomparar su traza primeriza (cuadro realist

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    hecho de observaciones minsculas) con ldefinitiva, grave y enternecida fiesta dondconvoca los smbolos predilectos de su arte

    a costurerita que dio aquel mal paso, la lunael ciego.

    Son todos ellos smbolos tristes. Sodesanimadores del vivir y no alentadores

    Hoy es costumbre suponer que lnapetencia vital y la acobardada quejristona son lo esencial arrabalero. Yo cre

    que no. No bastan algunos desperezos dbandonen para convencerme, ni alguncuita acanallada de malevos sentimentales de prostitutas ms o menos arrepentidasUna cosa es el tango actual, hecho a fuerzde pintoresquismo y de trabajosa jerg

    unfarda, y otra fueron los tangos viejoshechos de puro descaro, de pursinvergencera, de pura felicidad del valoAqullos fueron la voz genuina decompadrito: stos (msica y letra) son l

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    iccin de los incrdulos de la compadradade los que la causalizan y desengaan. Loangos primordiales: El cabur, El cuzquito

    El flete, El apache argentino, Una noche dgarufa y Hotel Victoria an atestiguan lvalenta chocarrera del arrabal. Letra msica se ayudaban. Del tango Don Juan, taita del barriorecuerdo estos versos malos bravucones:

    En el tango soy tan tauraque cuando hago un doble corte,corre la voz por el Nortesi es que me encuentro en el Sur.

    Pero son viejos y hoy solamente buscamoen el arrabal un repertorio de fracasos. Eevidente que Evaristo Carriego parece algculpable de esa lobreguez de nuestra visinl, ms que nadie, ha entenebrecido loclaros colores de las afueras; l tiene lnocente culpa de que, en los tangos, la

    chirucitas vayan unnimes al hospital y lo

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    compadres sean desvencijados por lmorfina. En ese sentido, su labor es antitticde la de lvarez, que fue entrerriano y sup

    aportearse como l. Hemos de confesar, siembargo, que la visin de lvarez tienescasa o ninguna importancia lrica y que lde Carriego es avasalladora. l ha llenado dpiedad nuestros ojos y es notorio que lpiedad necesita de miserias y de flaquezapara condolerse de ellas despus. Por esohemos de perdonarle que ninguna de lachicas que hay en su libro consiga novio. S

    o dispuso as fue para quererlas mejor para divulgar su corazn hecho lstima sobrsu pena.

    Este brevsimo discurso sobre Carriego tien

    su contrasea y he de reincidir en l algda, solamente para ensalzarlo. Sospechque Carriego ya est en el cielo (en algcielo palermense, sin duda el mismo dondse los llevaron a los Portones) y que el jud

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    Enrique Heine ir a visitarlo y ya se tutearn

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    La Tierra Crdena

    Los alemanes (cuando entienden) soentendedores grandiosos que todo levantan a smbolo y que sin miedcategorizan el mundo. Entienden a otr

    gente, pero slo sub especie aeternitatisencasillndola en un orden. Los espaolecreen en la ajena malquerencia y en la propigramtica, pero no en que hay otros pasesTambin en Francia son desentendedoreplenarios y toda geografa (fsica o polticentindase, que de la espiritual ni hablemoses un error ante su orgullo. En cambio longleses -algunos-, los trashumantes

    andariegos, ejercen una facult dempaparse en forasteras variaciones del seun desinglesamiento despacito, instintivoque los americaniza, los asiatiza, loafricaniza y los salva. Goethe y Hegel

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    Spengler han empinado el mundo esmbolos, pero mejor hazaa es la dBrowning que se puso docenas de alma

    algunas viles como la de Calibn y otraabsurdas) y les versific una serie dapasionadas alegaciones, justificndolaante Dios. Al que me pida otros ejemplos, lecordar la vida del ajaponesado Lafeadi

    Hearn y la del capitn Ricardo Burton que fude ceca en meca -literalmente- sin que loperegrinos agarenos que lo acompaarohasta la Caaba notasen nada en l que fues

    mpropio de un musulmn y la de JorgBorrow el agitanado que chamullaba chanelabael cal como cualquier chaln dCrdoba y la de este gran Hudson, inglchascomusero y hombre de cienciuniversal, que en pleno siglo XIX, en plenprogresismo y despuesismo ensalz lcriollez. Lo hizo en The Purple Land(La tierrcrdena), secuencia de aventura

    peleadoras y aventuras de amor.

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    De esa novela primordial del criollismo lequiero conversar: libro ms nuestro que unpena, slo alejado de nosotros por el idiom

    ngls, de donde habr que restituirlo algda al pursimo criollo en que fue pensadocriollo litoraleo, criollo en bond y en sornacriollo del tiempo anchsimo que nuncpicanearon los relojes y que midierodespacito los mates. Argumento casi no lhay. Un tal Ricardo Lamb -recin casado couna nia argentina que se queda eMontevideo- recorre palmo a palmo el camp

    uruguayo y se entrevera en muchas vidas en algn corazn. Este Lamb es un gramuchacho: vivo, enderezador, enamoradas llama Cervantes a los enamoradizos

    querendones) y apto para toda nobleza, yde pensamiento, ya de pasin. Tienopiniones adems: opiniones ajenassoltadizas, sobre lo ventajoso de la culturaaadiduras que se le caen a unos meses d

    andar por las estancias y que rechaza co

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    violencia pattica. El capitulo anteltimo -eel que Lamb, desde el Sina pelado deCerro, bendice el vivir gaucho y hace l

    apologa del instinto y la condenacin de laeyes- es el resumen racional de la obra. Ahest claro y terminante el dilema quexacerb Sarmiento con su gritoncivilizacin o barbarie y que Hudson Lamesuelve sin melindres, tirand

    derechamente por la segunda. Esto es, optpor la llaneza, por el impulso, por la vidsuelta y arisca sin estiramiento ni frmulas

    que no otra cosa es la mentada barbarie nueron nunca los malevos de la Mazorca lonicos encarnadores de la criollez. Hudsonpor boca de Lucero -un domador floriense gran conversador de pulpera, que charla esu novela- no sufre la poltica y dice de ellque no es sino una intromisin ciudadana ea vida rural. Lo mismo me dijo Spengleantenoche en la pgina ciento trece de s

    segundo y aun intraducido volumen E

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    sentimiento criollo de Hudson, hecho dndependencia baguala, de aceptaciestoica del sufrir y de serena aceptacin d

    a dicha, se parece al de Hernndez. PerHernndez, gran federal que milit a lardenes de don Prudencio Rozas, ex-federadesengaado que supo de Caseros y deracaso del agauchamiento en Urquiza, nalcanz a morir en su ley y lo desminti amismo Fierro con esa palinodidesdichadsima que hay al final de su obra en que hay sentencias de esta laya: Debe

    gaucho tener casa / Escuela, Iglesia derechos. Lo cual ya es puro sarmientismo.

    Otra diferencia que media entre el MartFierroy La tierra crdenaes la insalvable qu

    se alza entre un destino trgico -inevitabiliddel penar- y un destino feliz, que a pesar dodios y tardanzas, jams depone scertidumbre de amor. Esto es, la gradesemejanza entre los veinticinco ao

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    ervientes de Lamb y los cuarentsentenciosos de Fierro.

    La tierra crdena es el libro de un curioso dvidas, de un gustador de las variedades deyo. Hudson nunca se enoja con lonterlocutores del cuento, nunca los reta nos grita ni pone en duda la verda

    democrtica de que el otro es un yo tambiy de que yo para l soy un otro y quiz uojal no fuera. Hudson levanta y justifica lnsustituible de cada alma que ahonda, dsus virtudes, de sus tachas, hasta de umodo de equivocarse especial. As hrazado inolvidables destinos: el de

    montonero Santa Coloma, el de Candelariael de la inglesada inmigrante muy charlador

    de su obligatoria energa y muy quebrantadde ron, el del infeliz Epifanio Claro y el mriste y lindo de todos: el de Mnica, la chinitdel Yi que a un forastero le da todo el queresencillamente, como quien da una mirada

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    Esos vivires y los que pasan por la fila dcuentos que se llama El omb, no soarquetipos eternos; son episdicos y reale

    como los inventados por Dios. Atestiguarloes aadirse vidas claras nobles casiempre, tambin- y enanchar el yo muchedumbre. El Ricardo Lamb s es eternoEs el hroe de toda fbula, es el quijotnormalsimo al que le basta ser esperanzady audaz, como a las mujeres les basta coser buenas y lindas. Oyndolo vivir, me hsucedido el envidiarlo con alguna frecuenci

    sin perderle nunca amistad. Cunta luncampera para un solo hombre, cuntas de pie con alfajor y sin miedo y alerta corazncunto casual amor para recordarlo despuen la segurid del nico amor!

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    El Idioma Infinito

    Dos conductas de idioma (ambas igualmentilingas e inhbiles) se dan en esta tierra

    una, la de los haraganes galicistas que a lutina castellana quieren anteponer otr

    utina y que solicitan para ello una libertaque apenas ejercen; otra, la de locasticistas, que creen en la Academia comquien cree en la Santa Federacin y a cuyuicio ya es perfecto el lenguaje. (Esto es, yodo est pensado y ojal fuera as.) Loprimeros invocan la independencia egalizan la diccin ocuparse de algo; lootros quieren que se diga ocuparse con alg

    ypor los ruiditos del con yel de-faltos aqude toda eficacia ideolgica, ya que naparejan al verbo sus dos matices dacompaamiento, y de posesin- se armuna maravillosa pelea. Ese entrevero no m

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    mporta: oigo el ocuparse de algoen boca dodos, leo en la gramtica que ello equivale desconocer la exquisita filosofa y el genio

    ndole del castellano y me parece unzonzera el asunto. Lo grandioso es amillonael idioma, es instigar una poltica del idioma

    Alguien dir que ya es millonario el lenguaj

    y que es intil atarearnos a sumarle caudaEsa agera de la perfeccin del idioma eexplicable llanamente: es el asombro de uayn ante la grandeza del diccionario y antel sinfn de voces enrevesadas que incluyePero conviene distinguir entre riquezaparencial y esencial. Derecha (atina)mente dice un hombre la voz que rimcon prostituta. El diccionario se le vien

    encima enseguida y le tapa la boca comeretriz, buscona, mujer mala, peripatticacortesana, ramera, perendeca, horizontaoca, instantnea yhasta con tronga, marcahurgamandera, iza y tributo. El compadrit

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    de la esquina podr aadir yiro, yiradora, reaturra, mina, milonga... Eso no es riqueza, earolera, ya que ese cambalache d

    palabras no nos ayuda ni a sentir ni a pensaSlo en la baja, ruin, bajsima tarea de evitaalguna asonancia y de lograrle msica a loracin (valiente msica, que cualquieorganito la aventaja!) hallan empleo losinnimos. (Yo s que la Academia los elogiy tambin que transcribe en serio unsentencia en broma de Quevedo, segn lcual remudar vocablos es limpieza. Es

    chiste o retrucano est en la Cultatiniparla y su intencin no es la qusuponen los acadmicos, sino la adversaQuiero aadir que nunca hubo en Quevedel concepto auditivo del estilo que sojuzg Flaubert y sealar que don Francisco dijremudar frases, no vocablos, como le hacescribir la Academia. He compulsadalgunas impresiones: entre ellas, una d

    Verdussen, del 1699.)

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    Yo he procurado, en los pormenoreverbales, siempre atenerme a la gramticarte ilusoria que no es sino la autorizad

    costumbre) y en lo esencial del lxico hmaginado algunas trazas que tienden ensanchar infinitamente el nmero de voceposibles. He aqu alguna de esas trazasevantada a sistema y con sus visos dpoltica:

    a) La derivacin de adjetivos, verbos adverbios, de todo nombre sustantivo. As danza ya tenemos las derivacioneanceolado, lanceado, alancear, lanzarseanzar y otras que callo. Pero esaormaciones en vez de ser privilegiada

    deberan ser extensivas a cualquier voz.

    b) La separabilidad de las llamadapreposiciones inseparables. Esta licencia daadirle prefijos a cualquier nombrsustantivo, verbo o epteto, ya existe e

    alemn, idioma siempre enriquecible y si

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    mites que atesora muchas preposiciones ddifcil igualacin castellana. As hay, entrotras, el zer que indica dispersin

    desparramamiento, el all universalizador, eur que aleja las palabras con su sentidprimordial y antiqusimo (Urkunde, UrworUrhass). En nuestra lengua medra lanarqua y se dan casos como el del adjetivnhumanocon el cual no hay sustantivo quse acuerde. En alemn coexisten ambaormas: unmenschlich (inhumano)

    Unmensch(deshombre, inhombre).

    c) La traslacin de verbos neutros etransitivos y lo contrario. De esta artimaolvido algn ejemplo en Juan Keats y variode Macedonio Fernndez. Hay un

    mentadsimo (pienso que de don Luis dGngora y por cierto, algo cursiln) que aseza: Plumas vestido, ya las selvas mora

    Mejor es este de Quevedo que cambia uverbo intransitivo en verbo reflejo: Unas

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    otras iban reciennacindose, callando lvieja (esto es, la muerte) como la cacapasando a la arismtica de los ojos lo

    atades por las cunas. Aqu va otro, de cuyhechura me declaro culpable: Lanvestigaciones de Bergson, ya bostezadapor los mejores lectores, etc., etc.

    d) El emplear en su rigor etimolgico lapalabras. Un goce honesto y justiciero, upoquito de asombro y un mucho de lucidezhay en la recta instauracin de voceantiguas. Aconsejado por los clsicos singularmente por algunos ingleses (equienes fue piadosa y conmovedora el anside abrazar latinidad) me he remontado al usprimordial de muchas palabras. As yo h

    escrito perfeccin del sufrirsin atenerme a lconnotacin favorable que prestigia esa vozy desalmar por quitar alma y otraaventuritas por el estilo. Lo contrario haceos escritores que slo buscan en la

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    palabras su ambiente, su aire de familia, sgesto. Hay muchas voces de diverso sentidopero cuyo ademn es comn. Para Rubn

    para un momento de Rubn, vocablos taheterogneos como maravilloso, regio, azueran totalmente sinnimos. Otras palabrahay cuyo sentido depende del escritor quuse de ellas: as, bajo la pluma dShakespeare, la luna es un alarde ms de lmagnificencia del mundo; bajo la de Heinees indicio de exaltacin; para los parnasianoera dura, como luna de piedra; para don Juli

    Herrera y Reissig, era una luna de fotgrafoentre aguanosas nubes moradas; para algiterato de hoy ser una luna de papealegrona, que el viento puede agujerear.

    Un puadito de gramatiqueras claro estque no basta para engendrar vocablos qualcancen vida de inmortalidad en las mentesLo que persigo es despertarle a cada escritoa conciencia de que el idioma apenas si est

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    bosquejado y de que es gloria y deber suynuestro y de todos) el multiplicarlo y variarlo

    Toda consciente generacin literaria lo h

    comprendido as.Estos apuntes se los dedico al graXul-Solar, ya que en la ideacin de ellos nest limpio de culpa.

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    Palabrera Para Versos

    La Real Academia Espaola dice covaguedad sensiblera: Unan todas tres (gramtica, la mtrica y la retrica) sugenerosos esfuerzos para que nuestr

    riqusima lengua conserve su envidiadtesoro de voces pintorescas, felices expresivas, su paleta de mltiples coloresos ms hechiceros, brillantes y vivos, y smelodioso y armnico ritmo, que le ha validen el mundo el nombre de hermosa lengude Cervantes.

    Hay abundancia de pobrezas en ese prrafodesde la miseria moral de suponer que laexcelencias del espaol deben motivaenvidia y no goce de gloriarse de esa envidiahasta la intelectual de hablar de voceexpresivas, fuera del contexto en que s

    hallen. Admirar lo expresivo de las palabra

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    salvo de algunas voces derivativas y otraonomatopyicas) es como admirarse de qua calle Arenales sea justamente la que s

    lama Arenales. Sin embargo, no quiermeterme en esos pormenores, sino en lsustancial de la estirada frase acadmica: esu afirmacin insistida sobre la riqueza deespaol. Habr tales riquezas en el idioma

    Arturo Costa lvarez {Nuestra lenguapgina 293) narra el procedimiento simplistusado (o abusado) por el conde de CasValencia para cotejar el francs con ecastellano. Acudi a las matemticas el taseor, y averigu que las palabraegistradas por el diccionario de la Academi

    Espaola eran casi sesenta mil y que las de

    correspondiente diccionario francs erareinta y un mil solamente. Quiere decacaso este censo que un hablista hispniciene 29.000 representaciones ms que urancs? Esa induccin nos queda grande

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Sin embargo, si la superioridad numrica dun idioma no es canjeable en superioridamental, representativa, a qu

    envalentonarnos con ella? En cambio, si ecriterio numrico es valedero, todpensamiento es pobrsimo si no lo piensaen alemn o en ingls, cuyos diccionarioacaudalan cien mil y pico de palabras caduno.

    Yo, personalmente, creo en la riqueza decastellano, pero juzgo que no hemos dguardarla en haragana inmovilidad, sinmultiplicarla hasta lo infinito. Cualquier lxices perfectible, y voy a probarlo.

    El mundo aparencial es un tropel dpercepciones barajadas. Una visin de cielagreste, ese olor como de resignacin qualientan los campos, la acrimonia gustosa deabaco enardeciendo la garganta, el vientargo flagelando nuestro camino, y la sumis

    ectitud de un bastn ofrecindose

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    nuestros dedos, caben aunados en cualquieconciencia, casi de golpe. El lenguaje es uordenamiento eficaz de esa enigmtic

    abundancia del mundo. Dicho sea con otrapalabras: los sustantivos se los inventamos a realidad. Palpamos un redondel, vemos umontoncito de luz color de madrugada, ucosquilleo que nos alegra la boca, mentimos que esas tres cosas heterogneason una sola y que se llama naranja. La lunmisma es una ficcin. Fuera dconveniencias astronmicas que no debe

    atarearnos aqu, no hay semejanza algunentre el redondel amarillo que ahora estalzndose con claridad sobre el paredn da Recoleta, y la tajadita rosada que vi en ecielo de la plaza de Mayo, hace muchanoches. Todo sustantivo es abreviatura. Eugar de contar fro, filoso, hirientenquebrantable, brillador, puntiagudoenunciamos pual; en sustitucin d

    alejamiento de sol y profesin de sombra

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    decimos atardecer.

    Los prefijos de clase que hay en la lenguchina verncula me parecen tanteos entre lorma adjetival y la sustantiva. Son a maner

    de buscadores del nombre y lo precedenbosquejndolo. As, la partcula pa se usnvariadamente para los objetos manuales

    se intercala entre los demostrativos o lonmeros y el nombre de la cosa. Poejemplo: no suele decirse i tau[un cuchillosino i pa tau [un agarrado cuchillo, umanuable cuchillo]. Asimismo, el prefijo quiejerce un sentido de abarcadura, y sirve paros patios, los cercados, las casas. El prefijchang se usa para las cosas aplanadas precede a palabras como umbral, banco

    estera, tabln. Por lo dems, las partes de loracin no estn bien diferenciadas en chinoy la clasificacin analgica de una vodepende de su emplazamiento en la frase.

    Mis autoridades para este rato de sinolog

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    son E Graebner [El mundo del hombrprimitivo, cuarto captulo] y Douglas, en lEncyclopaedia Britannica.)

    nsisto sobre el carcter inventivo que hay ecualquier lenguaje, y lo hago con intencinLa lengua es edificadora de realidades. Ladiversas disciplinas de la inteligencia ha

    agenciado mundos propios y poseen uvocabulario privativo para detallarlos. Lamatemticas manejan su lenguaje especiahecho de guarismos y signos y no inferior esutileza a ninguno. La metafsica, laciencias naturales, las artes, han aumentadnnumerablemente el comn acervo dvoces. Las obtenciones verbales de leologa (atricin, aseidad, eternidad), so

    mportantsimas. Slo la poesa -artmanifiestamente verbal, arte de poner euego la imaginacin por medio de palabrassegn Arturo Schopenhauer la defini- eimosnera del idioma de todos. Trabaja co

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    herramientas extraas. Los preceptistahablan de lenguaje potico, pero squeremos tenerlo, nos entregan un par d

    vanidades como corcel y cfiro, y purpreo do en vez de donde. Qu persuasin dpoesa hay en soniditos como sos? Quienen de poticos? -El hecho de sensufribles en prosa -respondera SamueTaylor Coleridge. No niego la eventuaelicidad de algunas locuciones poticas,

    me gusta recordar que a don EstebaManuel de Villegal debemos la palabr

    diluviar, y a Juan de Mena, congloriarconfluir:

    Tanto vos quiso la magnificenciadotar de virtudes y congloriar

    que muchos procuran de vos imitaren vida y en toda virtud y prudencia

    Distinta cosa, sin embargo, sera uvocabulario deliberadamente potico

    egistrador de representaciones n

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    levaderas por el habla comn. El mundaparencial es complicadsimo y el idiomslo ha efectuado una parte muy chica de la

    combinaciones infatigables que podralevarse a cabo con l. Por qu no crear unpalabra, una sola, para la percepciconjunta de los cencerros insistiendo en larde y de la puesta de sol en la lejana? Poqu no inventar otra para el ruinoso amenazador ademn que muestran en lmadrugada las calles? Y otra para la buenvoluntad, conmovedora de puro ineficaz, de

    primer farol en el atardecer an claro? Yotra para la inconfidencia con nosotromismos despus de una vileza?

    S lo que hay de utpico en mis ideas y l

    ejana entre una posibilidad intelectual y uneal, pero confo en el tamao del porvenir en que no ser menos amplio que mesperanza.

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    La Adjetivacin

    La invariabilidad de los adjetivos homricoha sido lamentada por muchos. Es cansadoque a la tierra la declaren siemprsustentadora y que no se olvide nunc

    Patroclo de ser divino y que toda sangre senegra. Alejandro Pope (que tradujo a lplateresco la litada) opina que esoesoneros eptetos aplicados por Homero

    dioses y semidioses eran de carcteitrgico y que hubiera parecido impo evariarlos. No puedo ni justificar ni refutar esafirmacin, pero es manifiestamentncompleta, puesto que slo se aplica a lo

    personajes, nunca a las cosas. Remy dGourmont, en su discurso sobre el estiloescribe que los adjetivos homricos fueroencantadores tal vez, pero que ya dejaron dserlo. Ninguna de esas ilustres conjetura

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    me satisface. Prefiero sospechar que loeptetos de ese anteayer eran lo que todavson las preposiciones personales

    nsignificantes partculas que la costumbrpone en ciertas palabras y sobre las que nes dable ejercer originalidad. Sabemos qudebe decirse andar a pie y no por pie. Logriegos saban que deba adjetivarse ondamarga. En ningn caso hay una intencide belleza.

    Esa opacidad de los adjetivos debemosuponerla tambin en los ms de los versocastellanos, hasta en los que edific el Siglde Oro. Fray Luis de Len muestrdesalentadores ejemplos de ella en las doraslaciones que hizo de Job: la una e

    omance judaizante, en prosa, sin reparogramaticales y atravesada de segura poesaa otra en tercetos al itlico modo, en quDios parece discpulo de Boscn. Copio doversos. Son del captulo cuarenta y aluden a

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    elefante, bestia fuera de programa monstruosa, de cuya invencin hace alardDios. Dice la versin literal: Debajo d

    sombro pace, en escondrijo de caa, epantanos hmedos. Sombros su sombra, lcercarn sauces del arroyo.

    Dicen los tercetos:

    Mora debajo de la sombra frade rboles y caas. En el cienoy en el pantano hondo es su alegra.El bosque espeso y de ramas lleno

    e cubre con su sombra, y la saucedaque baa el agua es su descanso ameno.

    Sombra fra. Pantano hondo. Bosquespeso. Descanso ameno. Hay cuatr

    nombres adjetivos aqu, que virtualmente yestn en los nombres sustantivos qucalifican. Quiere esto decir que eravezadsimo en ripios Fray Luis de LenPienso que no: bstenos maliciar qu

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    algunas reglas del juego de la literatura hacambiado en trescientos aos. Los poetaactuales hacen del adjetivo u

    enriquecimiento, una variacin; los antiguosun descanso, una clase de nfasis.

    Quevedo y el escritor sin nombre de lEpstola moraladministraron con cuidados

    elicidad los eptetos. Copio unas lneas desegundo:

    Cun callada que pasa las montaasel aura, respirando mansamente!

    Qu grrula y sonante por las caas!Qu muda la virtud por el prudente!Qu redundante y llena de ruido

    por el vano, ambicioso y aparente!

    Hay conmovida gravedad en la estrofa y loadjetivos grrula y aparente son las dos alaque la ensalzan.

    El solo nombre de Quevedo es argument

    convincente de perfeccin y nadie como

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    ha sabido ubicar eptetos tan clavados, tamportantes, tan inmortales de antemano, tapensativos. Abrevi en ellos la entereza d

    una metfora (ojos hambrientos de sueohumilde soledad, caliente manceba, vientmudo y tullido, boca saqueada, almavendibles, dignidad meretricia, sangrientuna); los invent chacotones (pecaviejerodesengongorado, ensuegrado) y hastradujo sustantivos en ellos, dndoles po

    oficio el adjetivar (quijadas bisabuelas, ruegmercader, palabras murcilagas

    razonamientos lechuzas, guedeja rquiemmulato: hombre crepsculo). No dir que fuun precursor, pues don Francisco era todo uhombre y no una corazonada de otrovenideros ni un proyecto para despus.

    Gustavo Spiller (The Mind of Man, 1902pgina 378) contradice la perspicacia que encansable tradicin de su obra, aentusiasmarse perdidamente con l

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    adjetivacin a veces rumbosa dShakespeare. Registra algunos casoadorables que justifican su idolatra (po

    ejemplo: world-without-endhour, hora mundnfinita, hora infinita como el mundo), pero nse le desalienta el fervor ante riquezapobres como stas: tiempo devoradotiempo gastador, tiempo infatigable, tiempde pies ligeros. Tomar esa retahlbaratsima de sinnimos por arte literario esuponer que alguien es un gran matemticoporque primero escribi 3y en seguida tres

    al rato III y, finalmente, raz cuadrada dnueve. La representacin no ha cambiadocambian los signos.

    Diestro adjetivador fue Milton. En el prime

    ibro de su obra capital he registrado estoejemplos: odio inmortal, remolinos de fuegtempestuoso, fuego penal, noche antiguaoscuridad visible, ciudades lujuriosasderecho y puro corazn.

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    Hay una fechora literaria que no ha sidescudriada por los retricos y es la dsimular adjetivos. Los parque

    abandonados, de Julio Herrera y Reissig, Los crepsculos del jardn incluyedemasiadas muestras de este jaez. Nhablo, aqu de percances inocentones comel de escribir fro invierno; hablo de usistema premeditado, de eptetobalbucientes y adjetivos tahres. Examine lmparcialidad del lector la misteriosadjetivacin de esta estrofa y ver que e

    cierto lo que asevero. Se trata del cuartetnicial de la composicin "El suspiro" (Loperegrinos de piedra, edicin de Parspgina 153).

    Quimrico a mi vera concertabatu busto albar su delgadez de ondinacon mstica quietud de ave marinaen una acuacin escandinava.

    T, que no puedes, llvame a cuestas

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Herrera y Reissig, para definir a su novims valdra poner: para indefinirla), hecurrido a los atributos de la quimera

    rinidad de len, de sierpe y de cabra, a lode las ondinas, al misticismo de las gaviotay los albatros, y, finalmente, a laacuaciones escandinavas, que no se sabo que sern.

    Vaya otro ejemplo de adjetivaciembustera; esta vez, de Lugones. Es eprincipio de uno de sus sonetos mcelebrados:

    La tarde, con ligera pinceladaque ilumin la paz de nuestro asilo,apunt en su matiz crisoberilouna sutil decoracin morada.

    Estos eptetos demandan un esfuerzo diguracin, cansador. Primero, Lugones no

    estimula a imaginar un atardecer en un cielcuya coloracin sea precisamente la de lo

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    crisoberilos (yo no soy joyero y me voy), despus, una vez agenciado ese difcil cielcrisoberilo, tendremos que pasarle un

    pincelada (y no de cualquier modo, sino unpincelada ligera y sin apoyar) para aadirluna decoracin morada, una de las que sosutiles, no de las otras. As no juego, comdicen los chiquilines. Cunto trabajo! Yo ni lealizar, ni creer nunca que Lugones lealiz.

    Hasta aqu no he hecho sino vehementizar econcepto tradicional de los adjetivos: el de ndejarlos haraganear, el de la incongruencia congruencia lgica que hay entre ellos y enombre calificado, el de la variacin que lmponen. Sin embargo, hay circunstancia

    de adjetivacin para las que mi criterio enhbil. Enrique Longfellow, en alguna de supoesas, habla de la seca chicharra, y eevidente que ese felicsimo epteto no ealusivo al insecto mismo, ni siquiera al ruid

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    machacn que causan sus litros, sino averano y a la siesta que lo rodean. Haambin esa agradabilsima interjeccin fina

    o epifonema de Estanislao del Campo:Ah, Cristo! Quin lo tuviera!Lindo el overo rosao!

    Aqu, un gramtico vera dos adjetivos, lindy rosao, y juzgara tal vez que el primeradolece de indecisin. Yo no veo ms quuno (pues overo rosaoes realmente una solpalabra), y en cuanto a lindo, no hemos d

    eparar si el overo est bien definido por espalabrita desdibujada, sino en el nfasis qua forma exclamativa le da. Del Campempieza inventndonos un caballo, y parpersuadirnos del todo, se entusiasma con y hasta lo codicia. No es esto undelicadeza?

    Cualquier adjetivo, aunque sea pleonstico mentiroso, ejerce una facultad: la de obligar

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    a atencin del lector a detenerse en esustantivo a que se refiere, virtud que sacuerda bien con las descripciones, no co

    as narraciones.No me arriesgar vanamente a formular undoctrina absoluta de los eptetos. Eliminarlopuede fortalecer una frase, rebuscar algun

    es honrarla, rebuscar muchos es acreditarlde absurda.

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    Reverencia Del rbol En La Otra Banda

    Hay un ambiente de raigambre y tupido en literatura uruguaya, bien como de entid quse engendr a la vera de hondos rboles y dargas cuchillas y que por quintas y ceibale

    hizo su habitacin. Ese sentir arracimado selvtico late en la entereza de su decurso o hace equiparable al de los ros quarrastran camalotes y cuyas aguaetorcidas copian un entrevero de ramas. N

    es el que tuvieron los griegos, para quieneel bosque slo fue una linda frescura, unvacacin (boscaje frutecido mil veces, sin soni viento, dice el Edipo rey) sino un sent

    dramtico de conflicto de ramas que satraviesan como voluntades. Su oposicims fcil est en la poesa portea, cuyoejemplares y smbolos fueron siempre epatio y la pampa, arquetipos de rectitud.

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    Para testificar este aserto, basta comparar epaisaje del Santos Vegade Ascasubi al deTabarde Juan Zorrilla de San Martn, libro

    entrambos de segura bostezabilid, persignificativos y fuertes. Un sentimientpnico informa el limo de las gestas deltimo, gestas, dice el cantor:

    que narran el omb de nuestras lomas,el verde caneln de las riberas,a palma centenaria, el camalote,el andubay, los talas y las ceibas

    Es evidente la delectacin del poeta con lrondosid y tupidez de los sustantivos quenfila y con el campo embosquecido quellos suponen. Ascasubi, muy al contrario, sdeleita ascticamente con el despejo de lnoble llanura donde el anegadizo corazpuede sumergirse a sus anchas y la comparcon el mar. Semejanza es sta que aunqumuy trada y llevada, no es por eso meno

    verdica y se arrima al lenguaje criollo qu

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    lama playa al escampado frente a las casay da el nombre de isla a los bosques quachonan el llano. (No de la pampa, sin

    sleos, fueron los dos primeros gauchoconversadores que se metieron al tranquiten la literatura y los imagin un orientaBartolom Hidalgo.)

    Hasta aqu, slo he tratado del rbol comsujeto de descripcin. En escritoreulteriores -en Armando Vasseur paladinamente en Herrera y Reissigadquiere un don de ejemplarid y loconceptos se entrelazan con un sentidsemejante al de los ramajes trabados. Eestilo mismo arborece y es hasta excesiva sronda. A despecho de nuestra admiraci

    no es por ventura ntimamente ajena nosotros, hombres de pampa y de derechacalles, esa hojarasca vehementsima que poLos parques abandonados campea? Clarest que hablo de un matiz y que el criollism

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    a todos nos junta, pero el matiz no es menoeal que el color y en este caso basta par

    dilucidar muchas cosas. Por ejemplo, l

    orasterid de Lugones -hombre de sierras de bosques- en nuestro corazn.

    En los actuales uruguayos -en Juana dbarburu, en Pedro Leandro Ipuche, e

    Emilio Oribe, en Mara Elena Muoz- el rboes un smbolo. La tierra hondade Ipuche nes sino un entraarse con el rbol en unsuerte de figuracin pantesta que hace das ramas un anhelar y que traduce saigambre profunda en origen divino. En L

    colina del pjaro rojo de Oribe, la nochmisma es un fuerte rbol que se agachsobre la tierra y de cuya altivez han d

    desgajarse los astros como en San JuaEvangelista se lee. Para Mara Elena Muozel rbol es un templo y una inquietud dalmacigo alza y conmueve su diccin.

    El rbol -duro surtidor e inagotable vivacid

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    de la tierra- es uno de los dioses lares que ea poesa de los uruguayos presiden. Sambin de otro dios, largamente rogado po

    Mara Eugenia Vaz Ferreira y hoy por CarloSabat Ercasty. Hablo del Mar.

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    Historia De Los ngeles

    Dos das y dos noches ms que nosotrocuentan los ngeles: el Seor los cre ecuarto da y entre el sol recin inventado y lprimera luna pudieron balconear la tierr

    nuevita que apenas era unos trigales y unohuertos cerca del agua. Estos ngeleprimitivos eran estrellas. A los hebreos eracilsimo el maridaje de los conceptos nge

    y estrella: elegir, entre muchos, el lugar deLibro de Job (captulo treinta y ocho, versillsptimo) en que el Seor habl de entre eorbellino y record el principio del mund

    cuando me cantaron juntamente estrellas d

    aurora y se regocijaron todos los hijos dDios. La versin es la literalsima de FraLuis y es fcil advertir que esos hijos de Dioy estrellas cantoras valen por ngelesTambin Isaas (captulo catorce, versill

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    doce) llama lucero de la maana al ngecado, frase que no olvid Quevedo al decirlucero inobediente, ngel amotinado. Es

    gualacin de estrellas y de ngeles (tapobladora de la soledad de las noches) mparece linda y es galardn de los hebreos ehaber vivificado de almas los astrosenalteciendo a vitalidad su fulgor.

    A lo largo del Antiguo Testamento hacaterva de ngeles. Hay ngeles borrosoque vienen por los caminos derechos de llanura y cuyo sobrehumano carcter no eadivinable en seguida; hay ngeles forzudocomo gaanes, como el que luch con Jacooda una santa noche hasta que se alz l

    alborada; hay ngeles de cuartel, como es

    capitn de la milicia de Dios que a Josu lsali al encuentro; hay ngeles quamenazan ciudades y otros que son combaquianos en la soledad; hay dos millares dmiles de ngeles en los belicosos carros d

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Dios. Pero el angelario o arsenal de ngelemejor abastecido es la Revelacin de SaJuan: all estn los ngeles fuertes, los qu

    debelan el dragn, los que pisan las cuatresquinas de la Tierra para que no se vueleos que cambian en sangre una tercera partdel mar, los que vendimian los racimos echan la vendimia en el lagar de la ira dDios, los que son herramientas de ira, loque estn amarrados en el Eufrates y sodesatados como tormentas, los que soalgaraba de guila y de hombre.

    El Islam sabe asimismo de ngeles. Lomusulmanes de El Cairo vivedesaparecidos por ngeles, casi anegado emundo real en el mundo anglico, ya que

    segn Eduardo Guillermo Lane, a cadseguidor del profeta le reparten dos ngelede la guarda o cinco, o sesenta, o cientsesenta.

    La Jerarqua Celestialatribuida con error a

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    converso griego Dionisio y compuesta en loalrededores del siglo v de nuestra era, es udocumentadsimo escalafn del orde

    anglico y distingue, por ejemplo, entre loquerubn y los serafn, adjudicando a loprimeros la perfecta y colmada y rebosantvisin de Dios y a los segundos el ascendeeternamente hacia l, con un gesto a la veexttico y tembloroso, como de llamaradaque suben. Mil doscientos aos despusAlejandro Pope, arquetipo de poeta doctoecordara esa distincin al trazar su famos

    nea:As the rapt seraph, that adores and burns

    [Absorto serafn que adora y arde]

    Los telogos, admirables de intelectualismono se arredraron ante los ngeles procuraron penetrar a fuerza de razn en esmundo de soaciones y de alas. No era llana empresa, ya que se trataba de definirlo

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    como a seres superiores al hombre, perobligatoriamente inferiores a la divinidadRothe, telogo especulativo alemn, registr

    numerosos ejemplos de ese tira y afloja de ldialctica. Su lista de los atributoangelicales es digna de meditacin. Estoatributos incluyen la fuerza intelectual, el libralbedro, la inmaterialidad (apta, siembargo, para unirse accidentalmente con lmateria), la inespacialidad (el no llenaningn espacio ni poder ser encerrados pol), la duracin perdurable, con principio per

    sin fin; la invisibilidad y hasta lnmutabilidad, atributo que los hospeda en leterno. En cuanto a las facultades quejercen, se les concede la suma agilidad, epoder conversar entre ellos inmediatamentsin apelar a palabras ni a signos y el obracosas maravillosas, no milagrosasVerbigracia, no pueden crear de la nada nesucitar a los muertos. Como se ve, la zon

    anglica que media entre los hombres y Dio

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    est legisladsima.

    Tambin los cabalistas usaron de ngeles. Edoctor Erich Bischoff, en su libro alemntitulado Los elementos de la cbalapublicado el ao veinte en Berln, enumeros diez sefirotho emanaciones eternas de ldivinidad, y hace corresponder a cada una d

    ellas una regin del cielo, uno de lonombres de Dios,,un mandamiento dedeclogo, una parte del cuerpo humano una laya de ngeles. Stehelin, en sLiteratura rabnica, liga las diez primeraetras del alefato o abecedario de los hebreoa esos diez altsimos mundos. As la letra alemira al cerebro, al primer mandamiento, acielo del fuego, al nombre divino Soy El Qu

    Soy y a los serafines llamados BestiaSagradas. Es evidente que se equivocan dmedio a medio los que acusan a locabalistas de vaguedad. Fueron ms bieanticos de la razn y pergearon un mund

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    hecho de endiosamiento por entregas quera, sin embargo, tan riguroso y tacausalizado como el que ahora sentimos

    Tanta bandada de ngeles no pudo menoque entremeterse en las letras. Los ejemploson incansables. En el soneto de don Jude Juregui a San Ignacio, el ngel guard

    su fortaleza bblica, su peleadora seriedad:Ved sobre el mar, porque su golfo enciendael ngel fuerte, de pureza armado.

    Para don Luis de Gngora, el ngel es uadornito valioso, apto para halagar seoras nias:

    Cundo ser aquel da que por yerrooh, Serafn, desates, bien nacido,

    con manos de Cristal nudos de Hierro?En uno de los sonetos de Lope, he dado coesta agradable metfora muy siglo veinte:

    Cuelgan racimos de ngeles.

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    De Juan Ramn Jimnez son estos ngelecon olor a campo:

    Vagos ngeles malvasapagaban las verdes estrellas.

    Ya estamos orillando el casi milagro que ea verdadera motivacin de este escrito: lque podramos denominar la supervivencidel ngel. La imaginacin de los hombres higurado tandas de monstruos (tritoneshipogrifos, quimeras, serpientes de maunicornios, diablos, dragones, lobizones

    cclopes, faunos, basiliscos, semidioseseviatanes y otros que son caterva) y todoellos han desaparecido, salvo los ngelesQu verso de hoy se atrevera a mentar lnix o a ser paseo de un centauro? Ninguno

    pero a cualquier poesa, por moderna qusea, no le desplace ser nidal de ngeles esplandecerse con ellos. Yo me los imagin

    siempre al anochecer, en la tardecita de lo

    arrabales o de los descampados, en es

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    argo y quieto instante en que se vaquedando solas las cosas a espaldas deocaso y en que los colores distintos parece

    ecuerdos o presentimientos de otrocolores. No hay que gastarlos mucho a longeles; son las divinidades ltimas quhospedamos y a lo mejor se vuelan.

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    La Aventura Y El Orden

    En una especie de salmo -cuya dicciconfidencial y pattica es evidentaprendizaje de Whitman- Apollinaire separos escritores en estudiosos del Orden y e

    raviesos de la Aventura y tras incluirse entros ltimos, solicita piedad para sus pecadoy desaciertos. El episodio es conmovedor rae a mi memoria la reaccin adversa d

    Gngora que, en trance parecido, sali campear resueltamente por los fueros de siniebla, y ejecut el soneto que dice:

    Restituye a tu mudo Horror divinoamiga Soledad, el Pie sagrado.

    Es verdad que entrambos saban con qubueyes araban e invocaron faltabienquistas. Confesar docta sutileza durantel mil seiscientos era empeo tan hbil y ta

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    simptico de antemano como el de confesaatrevimiento en este nuestro siglo dcuartelazos y de golpes de furca.

    La Aventura y el Orden A la larga, todaventura individual enriquece el orden dodos y el tiempo legaliza innovaciones y leotorga virtud justificativa. Suelen ser mu

    entos los trmites. La famosa disputa entros petrarquistas y los partidarios deoctoslabo rige an entre nosotros y, pese os historiadores, el verdadero triunfador eCristbal del Castillejo y no Garcilaso. Aluda la lrica popular, cuyos profundos prediono han devuelto hasta hoy eco alguno de lmetrificacin de Boscn. Ni Estanislao deCampo ni Hernndez ni el organito qu

    concede en la esquina la queja entregadizdel Sin amoro la ambiciosa valenta que poEl taita del arrabalse abre paso, consienteversos al itlico modo.

    Toda aventura es norma venidera; tod

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    actuacin tiende a inevitarse en costumbreHasta los pormenores del cotidiano vivnuestro vocabulario al conversar co

    determinadas personas, el peculiar linaje ddeas que en su fraternidad frecuentamossufren ese destino y se amoldan a caucenvisibles que su mismo fluir profundiza. Estverdad universal lo es doblemente en lataedero a los versos, donde la rima ehbito escuchable y en que los cclicosistemas de las estrofas pasan fatales jocundos como las estaciones del ao.

    arte es observancia desvelada e incluyausteridad, hasta en sus formas dapariencia ms suelta. El ultrasmo, que lo fiodo a las metforas y rechaz la

    comparaciones visuales y el desapaciblimar que an dan horror a la vigentugonera, no fue un desorden, fue lvoluntad de otra ley.

    Es dolorosa y obligatoria verdad la de sabe

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    que el individuo puede alcanzar escasaaventuras en el ejercicio del arte. Cadpoca tiene su gesto peculiar y la sol

    hazaa hacedora est en enfatizar esgesto. Nuestro desalio y nuestra ignorancihablan de rubenismo, siendo innegable qua no haber sido Rubn el instrumento de esepisodio (intromisin del verso eneaslabovaivn de la cesura, manejo de elementosuntuosos y ornamentales) otros lo habraealizado en su ausencia: quiz Jaime

    Freyre o Lugones. El tiempo anula la caterv

    ntermedia de tanteadores, precursores dems gente promisoria, del supuestgenial. La negligencia y la piedad idoltricse unen para fingir la incausalidad de lo belloNo presenciamos todos, quince aos ha, eprodigioso simulacro de los que tradujeron eMartn Fierro-obra abundante en toda gracietrica y claramente derivada de los dem

    poemas gauchescos- en cosa impar

    primordial? Contempornea con nosotros n

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    hay labor alguna de genio y eso estriba eque conocemos todas las nobles selvas quella ha saqueado para edificar su alta pira

    as maderas olorosas que son sahumerio esplandor en las llamas.

    Esa realizacin de que toda aventura enaccesible y de que nuestros movimiento

    ms sueltos son corredizos por prefijadodestinos como los de las piezas del ajedrezes evidente para el hombre que ha superados torcidos arrabales del arte y que confiesdesde las claras terrazas, la inquebrantablectitud de la urbe. Gloriarse de esta sujeci

    y practicarla con piadosa observancia es lpropio del clasicismo. Autores hay equienes la trivialidad de un epteto o l

    notoria publicidad de una imagen soconfesin reverencial o sardnica datalismo clasiquista. Su prototipo est e

    Ben Jonson, de quien asent Dryden qunvada autores como un reyy que exalt s

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    credo hasta el punto de componer un libro draza discursiva y autobiogrfica, hecho draducciones y donde declar, por frase

    ajenas, lo sustancial de su pensar.La Aventura y el Orden... A m me placeambas disciplinas, si hay herosmo en quieas sigue. Que una no mire demasiado a l

    otra; que la insolencia nueva no sea gaje deantiguo decoro, que no se ejerzan muchaartimaas a un tiempo. Grato es el gesto quen una brusca soledad resplandece; grata ea voz antigua que denuncia nuestrcomunidad con los hombres y cuyo gustcomo el de cualquier amistad) es el d

    sentirnos iguales y aptos de esa manera parque nos perdonen, amen y sufran. Graves

    eternas son las hondas trivialidades denamorarse, de caminar, de morir.

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Las Coplas Acriolladas

    Una de las tantas virtudes que hay en lcopla criolla es la de ser copla peninsulaCon slo un par de tijeras y los cincvolmenes de cantos populares espaole

    que don Francisco Rodrguez Marn publicen Sevilla, me atrevera yo a rehacer eCancionero rioplatense de Jorge Furt. Suequiebros, sus quejumbres de ausencia, s

    altanera, sus estrofas erticas, no son daz hispana: son de raz, tronco, lea

    corteza, ramas, ramitas, hojarasca, frutos hasta nidos hispnicos. Pasar de lardinero a lo monedero y lo dir otra vez: so

    calderilla castellana que pasa por cobreargentinos y a la que no le hemos borrado eeoncito. Esa no inventiva es medidesalentadora, pero para desquitarnos della, basta considerar las coplas de broma

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    as de jactancia. Son nuestras y bienuestras. Todava queremos y padecemoen espaol, pero en criollo sabemo

    alegrarnos y hombrear.Al decir coplas de jactancia, no he pensaden las coplas provocativas, que sas lausan en Espaa tambin y no mu

    desiguales, por cierto. Dice la copla porteade compadritos:

    Soy del barrio e Monserrdonde relumbra el acero;

    o que digo con el picoo sostengo con el cuero.

    Y otra:

    Soy de la plaza e Lorea

    donde llueve y no gotea;a m no me asustan sombrasni bultos que se menean.

    Vayan dos coplas de Andaluca, de palabra

    diferentes y de alma igual:

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    Del barrio del Picn sernosy lo que digo no marra:si hay alguno que es valiente

    que salga por la guitarra.Esta noche ha de lloverque est raso, que est nublo:ha de llover buenos palosen las costillas de alguno.

    Las que no tienen parangn espaol son lacoplas de hombra serena, las coplas en quse manifiesta el yo totalmente, con valoprofundsimo:

    El que de firmeza es firmeleva consigo un caudal:o tnesmo afirma una cosaque se le afirma a un bagual.Yo soy como el parejeroque solito me levanto.Ande no hallo resistenciamuerdo el freno, me alzo al campo.

    Cantando me he de morir,

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    cantando me han de enterrar,cantando me he de ir al cielo,cantando cuenta he de dar.

    Al ltimo verso de esta copla lo juzgnobilsimo. Los tres que lo preceden guardaevidente afinid (no s si paternal o filial) coun pasaje famoso del Martn Fierro;el ltim

    es la ms ceida y verdica definicin depoeta que jams he alcanzado. Confesin dJuicio Final, resumen de un vivir, alegatpara lo eterno son los versos de veras y npensaron otra cosa el salmista y JorgManrique y el Dante y Browning y Unamuny Whitman y quiz nuestro payador.

    Una cosa es indesmentible. Al acriollarse, lcopla sentenciosa espaola pierde senvaramiento y nos habla de igual a igual, ncomo el importante maestro al discpuloTranscribo una copla peninsular, de esaque lo sermonean al auditorio:

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Querer una no es ninguna,querer dos es vanidady querer a tres y a cuatro

    eso s que es falsedad.Aqu est la variante criolla, conforme en lprovincia de Buenos Aires suelen cantarla:

    Querer una no es ninguna,querer dos es vanid;el querer a tres o cuatroya esparte de habilid.

    Sucede igual con el refranero. Ya sabemos lque son los refranes: consejos que la muerte da a la vida, abstenciones y astucias de lapersonas ejercitadas en dejarse vivir y ealardearse terratenientes del tiempo. E

    criollo no les cree demasiado. El aconsejadoespaol, ese filsofo sedicente cuya barbcansada y cuyas pedaggicas charladesanimaron tantas pginas de Quevedo, sha hecho un viejo Vizcacha en este pas y n

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    sabe de solemnismos. El adagio Ms sabe eoco en su casa que el cuerdo en la ajenahsido aligerado en Ms sabe el ciego en s

    casa que el tuerto en la ajena;aquel de Mvale llegar a tiempo que rondar un ao, eMs vale llegar a tiempo que ser convidadoy ha llegado tambin a mis odos en estciud: Ms vale pjaro en mano que afeitarscon vidrio. He aqu empezada la reformacide proverbios que oyeron pregonar en uncalle dos afantasmados protagonistas de Ecriticn(Tercera parte, crisiEl saber reinar)

    En cuanto a las coplas burlescas, hay quseparar las coplas rencorosas, satricas, quson de tradicin o espritu peninsular, de lameramente retozonas que son bien criollas

    En Espaa son infinitas las coplas hechas base de rencor; he aqu algunas:

    Ms all del infiernodoscientas leguas

    hay una romera

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    para las suegras.Se lamentaba un frailede dormir solo.

    Quin pudiera en la celdameterle un toro!Quin tuviera la dicha

    de ver a un fraileen el brocal de un pozoy arrempujarle!El que quisiera mandarmemorias a los infiernos,a ocasin la pintan calva:

    mi suegra se est muriendo,Veinticinco palillostiene una silla.Quieres que te la rompaen las costillas?Anoche en tu ventanavi un bulto negro;yo pens que era un hombrey era un gallego.

    No jaserle ningn dao

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    sino una pualataque le parta los reaos.

    En el coplero criollo tambin las hay de estjaez, pero carecen del ensaamie

    espaol:

    Del infierno adelantevive mi suegra,de miedo de quemarmeno voy a verla.Me peli con la vieja,por la muchacha.

    Me peg con la escoba,e di con Vhacha.

    Y sta, de los malevones antiguos, en que lporteo se re de lo francs, y el pauelo d

    seda, del cuello duro:Puro cuellito parao,puro yaquecito abierto,puro voulez-vous con soda,

    puro... que me caiga muerto!

  • 8/2/2019 1926 - El Tamao De Mi Esperanza (Ensayo)

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    Pero las coplas criollas de hoy son aquellaen que se desmiente la especulacin, en qual oyente le prometen una continuid y l

    nfringen de golpe:Seores, escuchenmn:Tuve una vez un potrilloque de un lao era rosillo

    y del otro lao, tambin.Orillas de un arroyito,vide dos toros bebiendo.Uno era coloraditoy el otro sali corriendo.En la orilla de la marsuspiraba una carretay en el suspiro deca:esperate que estn cuartiando.

    Autorizan alguna conclusin estaragmentarias y atropelladas razones

    Pienso que s: la de que hay espritu criolloa de que nuestra raza puede aadirle a

    mundo una alegra y un descreimient

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    especiales. sa es mi criollez. Lo dems -egauchismo, el quichuismo, ejuanmanuelismo- es cosa de manitico

    Tomar lo contingente por lo esencial eoscurid que engendra la muerte y en ellestn los que, a fuerza de color locapiensan levantar arte criollo. Bsteme citados ejemplos contemporneos: Fader en lpintura y Carlos Molina Massey en las letrasEl cacharro incsico, las lloronas, el escribvelay, no son la patria.

    Lo inmanente es el espritu criollo y lanchura de su visin ser el universo. Hacya ms de medio siglo que en una pulperde la provincia de Buenos Aires, sagarraron en un contrapunto largusimo u

    negro y un paisano y se fueron derecho a lmetafsica y definieron el amor y la ley y econtar y el tiempo y la eternid. (HernndezLa vuelta de Martn Fierro.)

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    Carta En La Defuncin De "Proa

    Carta a Giraldes y a Branden una muerte (ya resucitada) dePro

    Brandan, Ricardo: Voy a orejear uaniversario teolgico. Lejos, an ms lejos

    quince cuadras despus del lejos, poescampados y terceros y pasos a nivel, noarrearn hasta un campito al que miregrandes gasmetros (que harn oficio dambores) y almacenes rosados, cuya pint

    ser la de los ngeles que se desmoronardesde el cielo, acudiendo a pie y a caballo dsus diversas comisaras. Eso ser el JuiciFinal. Todo bicho viviente ser justificado

    ensalzado y se ver que no hay ningnfierno, pero s muchos Cielos. En uno dellos (uno que daba a Buenos Aires y que mnovia tuvo en los ojos) nos encontraremoeunidos y empezar una suelta tertulia, un

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    nmortal conversacin sin brindis ni apurosdonde se tutearn los corazones y en el qucada cual se oir vivir en millares de otra

    conciencias, todas de buena volunt alegrsimas. Poco nos dice la patrstica sobresa aparcera del fin del mundo, pero ypienso que el adelantarnos a ella, que emadrugarlo a Dios, es nuestro jubiloso debeNo s de intentona mejor que la realizada poProa.

    Qu lindas tenidas las nuestras! GiraldesPor el boquete de su austera guitarra, poese negro redondelito o ventana que da duro a San Antonio de Areco, habla muy biea lejana. Brandan me parece petisn, peres que siempre est parado en la otra punt

    de un verso, de un largo verso suyo quantes de arrebatarnos a todos, se lo hlevado a l. Macedonio, detrs de ucigarrillo y en tren afable de semidiacriollado, sabe inventar entre dos amargo

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    un mundo y desinflarlo enseguidita; RojaPaz y Bernrdez y Marechal casi le prendeuego a la mesa a fuerza de metforas

    puche habla en voz honda y es una mezclde mano santa y de chasque y trae secretourgentsimos de los ceibales del UruguayRamn, el Recienquedado y Siemprevenidoiene tambin supuesto y hay una barra dadmirables chilenos que han atorrado coervor por unos campos medanosos y ltimoy hmedos que a veces raya un viento negroel negro vientoque adjetiv Quinto Horacio

    hecho tintorero del aire. Somos diez, veintereinta creencias en la posibilid del arte y lamist. Qu lindas tenidas las nuestras!

    Y sin embargo Hay un santsimo derecho e

    el mundo: nuestro derecho de fracasar andar solos y de poder sufrir. No sin misterime ha salido lo de santsimo, pues hastDios nos envidi la flaqueza y, hacindoshombre, se aadi el sufrimiento y rebrill

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    como un cartel en la cruz. Yo tambin quierdescenderme. Quiero decirles que mdescarto de Proa, que mi corona de papel l

    dejo en la percha. Ms de cien calles orillerame aguardan, con su luna y la soled alguna caa dulce. S que a Ricardo lo estlamando a gritos este pampero y a Brandas sierras de Crdoba. Abur Frente nicochau Soler, adis todos. Y ust Adelina, coesa gracia tutelar que es bien suya, dme echambergo y el bastn, que me voy.

    Julio del novecientos veinticinc

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    Acotaciones

    El Otro Libro De Fernn Silva ValdsLa literatura gauchesca siempre fuecordativa y nostlgica. All por e

    cincuenta, en plena Federacin y criollaj

    alzado, el capitn Hilario Ascasubi quiscantar la plenitud del gauchismo y empezLos mellizos de la flor, descansadsimnoveln de un malevo cuyas diabluramueven los ltimos treinta aos deVirreinato. As es: ya en el cincuenta, alguieen trance de buscar la Edad de Oro gauchaa hall muy a trasmano y debi hacer trabajde nostalgia, invocando fechas antigua

    como los adivinos y los cuenteros. Veintaos despus de Ascasubi, el federaHernndez realiz la empresa de aquvueltos los ojos a un anteayer de sentonces, al ya distante patriarcado rosista

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    Despus cant Obligado, que ubic el estadde gracia en los tiempos de la Colonia y noarma un dichossimo Santos Vega que d

    golpe, sin saber cmo, suelta un discursiberal. Lamberti, Elias Regules y JosTrelles tambin plaeron lo pasado. Con vobien suya en versos tirantes y limpiosobserva esa tradicin de aoranza FernSilva Valds. Poemas nativos (nuncVersadas patrias, pues no se trata de uemedo gauchesco, sino de culta poes

    criolla) es la secuela previsible de Agua d

    tiempo. Como en aqul, han colaborado esu escritura dos hombres distintos y auantagnicos: uno, el presunto simbolista dHumo de incienso;otro, el diestrsimo cantode Ha cado una estrella y de La calandriaS que al primero casi lo ha suicidado esegundo, pero resucita de tarde en tarde desliza versos como ste:

    Sobre la cara tiene los labios de la Esfinge.

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    La taba)

    A ese difunto tambin le quiero echar la culpdel cachivachero que abarrota algunaestrofas y las asemeja, por su profusin drebejos criollos, a esas casas paraguaya

    donde despachan ticholos, yerba y tabletasMalicio que ese imperdonable embustero e

    el perpetrador de esta gracia:Caen Al Agua Las Ruedas, Y El Arroyo QuEs BuenoPagando Bien Por Mal

    Con Su Propia Agua Herida Le Va ColgandFlecos.La carreta)

    Concepto casi tan absurdo por su famos

    alsed sicolgica como el de Almafuerte, aasombrarse de que no le pidieran un vaso dagua los rboles. (O como el robledal cuygrandeza / necesita del agua y no lmplora...)

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    El otro, en cambio, el criollo desganado medio romanticn que lo ha muerto qu bieest! Medio como quien canta y medio com

    quien habla, en la indecisin de ambaormas (Silva Valds canta por cifra como lopayadores antiguos en la pelea melodiosdel contrapunto) nos dice su visin decampo oriental. Mejor dicho, su aoranzgrande del campo, su creencia en la felicidde un vivir agreste. Ha pergeado muchacomposiciones lindsimas como El pagorbol doradoy El clarn y Los potros. Yo s

    as envidio de veras, de todo corazn. De lCancin al Paran Guas voy a transcribunos versos, donde el anhelo de inmortalidse agarra a cualquier cosa, al rumor de uo, para en l perpetuarse:

    Paran Guasyo soy tuyo, tuyo desde que nacy mis cantos estncantados para ti.

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    Paran Guassi amor con amor se pagael da en que yo me muera

    t me cantars a m.Una apuntacin tcnica. He censuradsiempre las comparaciones visuales, las quaprovechan meramente una semejanza d

    ormas, hecho sin importancia espiritual. Siembargo, en Silva Valds hay muchaiguras visuales que me agradan del todo. E

    ellas vive el Tiempo, ese dramtico Antes Mientras y Despus que es la vida y qupremisa toda accin:

    Mi caballo al galopeva dejando una siembra de pisadas sicuento...

    Oliverio Girondo, Calcomanas

    Es innegable que la eficacia de Girondo m

    asusta. Desde los arrabales de mi verso h

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    legado a su obra, desde ese largo verso mdonde hay puestas de sol y vereditas y unvaga nia que es clara junto a un

    balaustrada celeste. Lo he mirado tan hban apto para desgajarse de un tranva eplena largada y para renacer sano y salventre una amenaza de claxon y un apartarsde transentes, que me he sentidprovinciano junto a l. Antes de empezaestas lneas, he debido asomarme al patio cerciorarme, en busca de nimo, de que scielo rectangular y la luna siempre estaba

    conmigo.Girondo es un violento. Mira largamente lacosas y de golpe les tira un manotn. Luegoas estruja, las guarda. No hay aventura e

    ello, pues el golpe nunca se frustra. A lo largde las cincuenta pginas de su libro, hatestiguado la inevitabilidad implacable de safanosa puntera. Sus procedimientos somuchos, pero hay dos o tres predilectos qu

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    quiero destacar. S que esas trazas sonstintivas en l, pero pretendo inteligirlas.

    Girondo impone a las pasiones del nimuna manifestacin visual e inmediata; afque da cierta pobreza a su estilo (pobrezheroica y voluntaria, entindase bien) perque le consigue relieve. La antecedencia d

    ese mtodo parece estar en la caricatura sealadamente en los dibujos animados debigrafo. Copiar un par de ejemplos:

    El cantaor tartamudea una copla que l

    desinfla nueve kilos.Juerga)

    A vista de ojo, los hoteleros engordan ante lperspectiva de doblar la tarifa.

    Semana Santa - vsperas)

    Esa antigua metfora que anima y alza lacosas inanimadas -la que grab en la Eneid

    o del ro indignado contra el puente (pontem

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    ndignatus Araxes) y prodigiosamentescribi las figuras bblicas de Se alegrar ltierra desierta, dar saltos la soledad

    florecer como azucena-toma prestigio bajsu pluma. Ante los ojos de Girondo, ante sdesenvainado mirar, que yo dije una vez, lacosas dialoguizan, mienten, se influyenHasta la propia quietacin de las cosas eactiva para l y ejerce una causalidadCopiar algn ejemplo:

    Noches, Con Glido Aliento De Fantasma,En Que Las Piedras Que Circundan LPoblacinCelebran Aquelarres Goyescos!

    Toledo)

    Corredores donde el silencio tonificaa robustez de las columnas!

    Escorial)

    Las casas de los aldeanos se arrodillan

    a los pies de la iglesia,

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    se aprietan unas a otras,a levantancomo si fuera una custodia,

    se anestesian de siestay de repiqueteo de campana.

    El Tren Expreso)

    Es achaque de crticos el prescribirles ungenealoga a los escritores de que hablanCumpliendo con esa costumbre, voy a trazael nombre, infalible aqu, de Ramn Gmede la Serna y el del escritor criollo que tuv

    alguna semejanza con el gran Oliverio, perque fue a la vez menos artista y ms traviesque l. Hablo de Eduardo Wilde.

    Las Luminarias De HanukahCon una emocin veraz y una codicia nuncdesmentida de regalarme con bellezaverbales, han recorrido mi corazn y mis ojo

    Las luminarias de Hanukah de Rafae

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    Cansinos Assns, libro escrito en Madrid cuya voz es clara y pattica en perfeccin dprosa castellana, pero que suelta desde l

    altiva meseta los muchos ros de su anhelros henchidos y sonoros- hacia la plenitude