10MINUTOS DE DISCIPULADOmaristas.mx/wp-content/uploads/De-Oración-1.pdfSeamos o no muy creyentes,...

2
Como llegué Hasta aquí... FICHA NÚMERO 1 1- Me sitúo aquí y ahora…. Estoy en este momento aquí…. En casa, en la escuela, en un café, en el colecvo, en una plaza… Estoy donde debo estar. Pero necesito estar CON TODO MI SER. Me siento cómodamente… con la espalda derecha… Voy a dejar que mi respiración se vuelva un poco más lenta. Voy a llevar al aire hacia la zona del vientre… siento cómo, al inspirar, se hincha mi panza…. Inspiro por la nariz en 4 empos (uno… dos…tres…. cuatro), retengo el aire en cinco empos…. Expulso el aire por la boca en seis empos, hasta senr que me vacío…. Repito este mismo ejercicio cuatro veces. 2- Una breve reflexión ¿Cómo llegué hasta aquí? Había un viejo libro para niños, llamado Amy, el niño de las estrellas, ¿lo conocés? En un momento, el niño le decía a un amigo: No te apresures, Pedrito. Recuerda que la paciencia es la ciencia de la paz. No quieras abrir antes de empo un regalo sorpresa. La vida te irá guiando; Dios está detrás de cada acontecimiento. Ciertamente, si tenemos más de veinte años de vida, seamos o no creyentes, ya habremos aprendido una curiosa lección: en la vida hay puertas que se abren y puertas que se cierran…de manera muchas veces misteriosa. Nos lanzamos tras nuestros sueños, y por el camino nos ocurre lo que al montañista: atravesamos por momentos valles profundos, donde apenas vemos lo que tenemos por delante o detrás, y hasta tenemos la sensación de haber fracasado rotundamente; y de pronto, sin saber bien por qué, nos encontramos en un punto de vista panorámico, desde el cual podemos disfrutar y hasta comprender lo recorrido, y percibir lo que resta por recorrer. 22 DE MAYO DE 2017 MINUTOS DE DISCIPULADO PARA TU CORAZÓN DE MAESTRO/A 10

Transcript of 10MINUTOS DE DISCIPULADOmaristas.mx/wp-content/uploads/De-Oración-1.pdfSeamos o no muy creyentes,...

Page 1: 10MINUTOS DE DISCIPULADOmaristas.mx/wp-content/uploads/De-Oración-1.pdfSeamos o no muy creyentes, es difícil resistirse, tarde o temprano, a la sensación de que hay una especie

Como lleguéHasta aquí...

FICHA NÚMERO 1

1- Me sitúo aquí y ahora….Estoy en este momento aquí…. En casa, en la escuela, en un café, en el colectivo, en una plaza… Estoy donde debo estar. Pero necesito estar CON TODO MI SER.

Me siento cómodamente… con la espalda derecha…

Voy a dejar que mi respiración se vuelva un poco más lenta. Voy a llevar al aire hacia la zona del vientre… siento cómo, al inspirar, se hincha mi panza….

Inspiro por la nariz en 4 tiempos (uno… dos…tres….cuatro), retengo el aire en cinco tiempos…. Expulso el aire por la boca en seis tiempos, hasta sentir que me vacío…. Repito este mismo ejercicio cuatro veces.

2- Una breve reflexión¿Cómo llegué hasta aquí?

Había un viejo libro para niños, llamado Amy, el niño de las estrellas, ¿lo conocés?

En un momento, el niño le decía a un amigo: No te apresures, Pedrito. Recuerda que la paciencia es la ciencia de la paz. No quieras abrir antes de tiempo un regalo sorpresa. La vida te irá guiando; Dios está detrás de cada acontecimiento.

Ciertamente, si tenemos más de veinte años de vida, seamos o no creyentes, ya habremos aprendido una

curiosa lección: en la vida hay puertas que se abren y puertas que se cierran…de manera muchas veces misteriosa.

Nos lanzamos tras nuestros sueños, y por el camino nos ocurre lo que al montañista: atravesamos por momentos valles profundos, donde apenas vemos lo que tenemos por delante o detrás, y hasta tenemos la sensación de haber fracasado rotundamente; y de pronto, sin saber bien por qué, nos encontramos en un punto de vista panorámico, desde el cual podemos disfrutar y hasta comprender lo recorrido, y percibir lo que resta por recorrer.

22 DE MAYO DE 2017

MINUTOS DE DISCIPULADO

P A R A T U C O R A Z Ó N D E M A E S T R O / A

10

Page 2: 10MINUTOS DE DISCIPULADOmaristas.mx/wp-content/uploads/De-Oración-1.pdfSeamos o no muy creyentes, es difícil resistirse, tarde o temprano, a la sensación de que hay una especie

Seamos o no muy creyentes, es difícil resistirse, tarde o temprano, a la sensación de que hay una especie de hilo invisible que va tejiendo nuestra vida. Hay quienes lo llaman Dios. Y quienes, claramente, definen como vocación este devenir de los acontecimientos, que nos va colocando cada vez más en nuestro lugar.

¿Por qué te digo esto? Porque no creo que sea pura casualidad que estés aquí, ahora, trabajando en esta escuela, leyendo este texto… Quizá soñaste toda tu vida con estar donde estás. O quizá esto que estás viviendo es lo último que se te hubiera ocurrido que podrías vivir….

¿Y si fuera cierto, maravillosamente cierto, que, por encima de nuestros razonamientos y proyectos, a veces a través de ellos y a veces en contra de ellos, hay una Fuerza Amorosa que nos conduce por la vida?

En ese caso, sólo se trataría de confiar…. De vivir intensamente. De tomar las riendas de nuestras decisiones… pero a la vez de no desesperarse, incluso en los momentos de confusión o de fracaso.

Te propongo un solo acto, para honrar en este mismo momento tu vocación de educador o educadora: elegí una vez más ser quien sos. Consciente y amorosamente. No estás aquí al azar.

3- Dejando ser al corazónTe propongo cerrar los ojos un par de minutos, y dejar que pase por tu mente, en forma libre y serena, una especie de película de los acontecimientos que te trajeron hasta aquí: hasta este trabajo, este servicio, esta escuela… permite que tu corazón se asombre ante tanta casualidad amorosa que te fue guiando.

Al final, si nace de tu corazón, te invito a cerrar con una frase que exprese gratitud, o confianza, o aquello que se haya despertado en tu ser en estos minutos de interioridad. Es una sencilla frase que te dirás a vos mismo/a, o a Dios, o al Universo…con la serena confianza de quien se abre a la vida.

PROVINCIA MARISTA DE MÉXICO CENTRAL

Si tengo deseos de orar…

Padre, me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad secumpla en mí, y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te confío mi alma y te la doy con todo el amor de que soy capaz.

Porque te amo y necesito darme. Ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza, porque tú eres mi Padre.

(Charles le Foucauld)