102631329 Su Problema Es Endogeno Carlos Perez Soto

8/12/2019 102631329 Su Problema Es Endogeno Carlos Perez Soto

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Su problema es Endgeno

Carlos Prez Soto

Ilustracin por Sicario Infernal

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anuncian 'ue tendr$ 'ue de&ar su traba&o. Ella pregunta 8ser despedida9 Su &efe le dice 'ue no, 'ue ser$des)inculada temporalmente. Sin sueldo. "ientras busca traba&o ! trata de obtener algo m$s de a!uda desu e3 marido, consulta a un psi'uiatra. :l le dice 'ue presenta un cuadro de depresin media, 'ue podr#aagra)arse si no es tratado de una manera m$s acti)a. Ella le cuenta largamente sus des)enturas. Elpsi'uiatra escuc%a atentamente ! dirige sus relatos %acia situaciones de su infancia. 2umenta sus dosis de

f$rmacos, combinando antidepresi)os con rela&antes 'ue le a!uden a dormir. Ella )uel)e a relatar suspenurias presentes en cada sesin. El psi'uiatra, despus de escuc%arla muc%as )eces le sugiere 'ue enrealidad todas esas dificultades son producto de algo m$s profundo, 'ue es necesario abordar. /+o 'ueocurre0, le dice, /es 'ue gran parte de su problema m$s profundo es endgeno0.

7. -el malestar al psiclogo, del psiclogo al psi'uiatra

2lergias, colon irritable, asma, erupciones en la piel, %ernias ! discopat#as, dificultad para dormir,dolores musculares, ciclos menstruales alterados, dolores de %uesos, &a'ueca, problemas en el embarazo.+as consultas mdicas rebozan de dolientes, 'ue luego %acen cola en las farmacias. +os mdicos generalesderi)an a especialistas, los especialistas deri)an a sus pacientes a especialidades distintas. -el dermatlogo

al otorrino, del otorrino al gastroenterlogo. -el gineclogo al neurlogo.-esde luego, desde el punto de )ista de una medicina social o, incluso, desde la mirada de cual'uier

estimacin sobre los ni)eles de la salud pblica, la situacin es abiertamente anmala. Pero, de maneraconsistente e in)ariable, las causas ambientales in)ocadas para estas )erdaderas epidemias de alergias otrastornos g$stricos, son )agas ;el estrs< o, e3actamente al re)s, in)eros#milmente precisas5 de&e decomer cosas 'ue tengan pigmentos ro&os, cambie de &abn, consuma menos grasas, c$mbiese a lamante'uilla )erdadera, no, me&or c$mbiese a las margarinas, no consuma bebidas gaseosas, reemplace elazcar por sacarina= >pero 'ue no tenga aspartame?...

En medio de informaciones contradictorias, casi todas alarmantes, sobre lo 'ue se come, lo 'ue se bebe,las frecuencias ! las cantidades, los usuarios deri)an de una restriccin a otra, sin muc%o mtodo. Escogencomer menos pan, menos mante'uilla, menos gaseosas, %acen toda clase de dietas fugaces !contradictorias, ! cada cierto tiempo las ol)idan, para reanudarlas nue)amente, cuando las alarmas )uel)ena parecer ineludibles. 2n as#, o 'uiz$s por eso mismo, sus malestares no disminu!en, a lo sumo )ancambiando de car$cter5 de las alergias se pasa a los problemas g$stricos, de los problemas g$stricos a losdolores musculares= ! )uelta a las alergias ;despus de todo= son estacionales


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reconociendo 'ue ellos mismos no est$n completamente con)encidos de las locuras mdicas 'ue se puedene&ercer sobre alguien 'ue tenga todos los recursos para costearlas.

2nte esta dis!unti)a, tratamientos mu! caros ! agresi)os, malestares inespec#ficos pero )isibles !molestos, muc%os especialistas, sin de&ar de tratar al paciente 'ue %an ganado, sugieren amablemente una

)isita al psiclogo. (abitualmente reconocen5 /muc%os de estos malestares son psicosom$ticos0. Porsupuesto sin especificar 'u aspecto del mal tendr#a origen ps#'uico, ! sin de&ar de recetar sus propiostratamientos ! f$rmacos.

+a )isita al psiclogo conduce a dos sugerencias paralelas5 el neurlogo, el psi'uiatra. -e estatriangulacin surge %abitualmente un doble tratamiento. $rmacos de tipo antidepresi)o, o ansiol#tico, o/moduladores de $nimo0, o somn#feros le)es5 /para contener0. *erapia psicolgica %ablada !, de acuerdo alas posibilidades econmicas del paciente, a )eces tambin, ! de manera paralela, consulta psi'ui$trica5/para ir controlando la e)olucin del problema0.

Bue)amente, desde el punto de )ista de la salud pblica, la situacin es curiosa5 estamos en medio de

una )erdadera epidemia de /problemas endgenos0. Por supuesto, ! es %ora de aclararlo, aun'ue todo elmundo lo sabe, /endgeno0 no significa /interno0 de manera general, como puede ser una lcera o una%ernia. Significa /neurolgico0. Es por eso 'ue todos los caminos conducen al psi'uiatra. +a teor#a m$scomn, no slo en los medios de comunicacin sino incluso en las e3plicaciones de los especialistas, es'ue una buena parte de las somatizaciones en forma de alergias o problemas g$stricos, pro)iene decambios en el estado de $nimo ! del comportamiento 'ue, a su )ez resultan de un /desbalance 'u#mico0 enel cerebro. En el detalle las e3plicaciones oscilan entre la abundancia o escasez de ciertosneurotransmisores o ;en un giro m$s tcnico< de las sustancias 'ue pueden facilitar su produccin o sureabsorcin por parte de las neuronas.

A. /-e tanto estar desempleado me %an terminado por fallar los neurotransmisores0

En realidad, %asta los m$s entusiastas partidarios de esta e3plicacin neuronal aceptan 'ue, en ltimotrmino, se trata en la ma!or#a de los casos de malestares precipitados por razones sociales. +o 'ue seniega acti)amente, en cambio, a )eces de manera mu! e3pl#cita, es 'ue se trate de un problema pol#tico.

El e3ceso de traba&o, las presiones laborales, las tensiones deri)adas del endeudamiento, se in)ocan confrecuencia. Se las menciona, sin embargo, de manera genrica, &unto a otras causas m$s inmediatas comola falta de e&ercicios, la falta de empat#a o de destrezas comunicacionales, o los malos %$bitos alimenticos.Por supuesto %a! 'ue contar tambin al smog, a la inseguridad general de los tiempos, ! a una /)idamoderna0 m$s e3puesta al riesgo ! a la )ariabilidad.

Por supuesto el /e3ceso de traba&o0 raramente es reconocido como sobre e3plotacin, las /presioneslaborales0 como precariedad contractual ! salarial. 4ara )ez se interroga sobre las ra#ces delendeudamiento, 'ue se asume como un dato, sin preguntarse ni por la usura ni por el af$n de consumo. ,desde luego, el riesgo ! la )ariabilidad de la )ida moderna no llegan a ser reconocidas como el borde deldesempleo, el drama del cesante ilustrado, del empleado 'ue %a sido sobrepasado por &)enes a los 'ue seles puede pagar menos salarios, o la traba&adora duea de casa 'ue tiene doble ! triple traba&o cotidiano.+a )ida moderna, despus de todo, es una constante a)entura, llena de posibilidades.


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El malestar pblico, 'ue se reconoce como social, se %a disgregado en la e3plicacin mdica. Bo setrata !a de un problema colecti)o sino m$s bien de una coleccin de problemas indi)iduales. +ae3plicacin deri)a de lo sociolgico a lo mdico, pasando in)ariablemente por una etapa depsicologizacin.

+os mecanismos ideolgicos en &uego no son dif#ciles de enumerar. Primero, el problema es su!o. Boest$ tanto en el medio ambiente, en el entorno social, sino unsucapacidad para enfrentarlo. Segundo,suproblema es psicolgico. Bo reside tanto en la gra)edad ob&eti)a de lo 'ue le ocurre, sino en supercepcinde la situacin, en la seguridad ;autoestima< con 'ue la aborda, en el traba&o 'ue usted puede%acer o no con sus e3pectati)as ;siempre un poco irreales


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pasaron buena parte de sus )idas en asilos ! manicomios asaltados de manera peridica por la locura=tras ser agobiados por los celos profesionales, las presiones sociales, el e3ceso de traba&o, laincomprensin e ingratitud general.

Para las capas medias menos acomodadas, en cambio, el alto costo real ! simblico, de este salto %acia

la locura, siempre fue demasiado alto. El psicoan$lisis )ino en au3ilio de estos menos fa)orecidos creandouna zona pre)ia, propiamente psicolgica5 la neurosis. los neurticos se multiplicaron por decenas demiles. Primero las mu&eres, despus los &)enes ! los nios, por ltimo los %ombres, la epidemia de laneurosis se generaliz a lo largo de la ma!or parte del siglo DD. cont desde el principio con sustratamientos adecuados5 la psicoterapia para los 'ue puedan pagarla, los tran'uilizantes ! somn#ferosrecetados a desta&o para todos.

El 3ito de la neurosis como cuadro cl#nico 'ue fa)orec#a un trato diferencial por parte del entornosignific, sin embargo, su propio debilitamiento. +entamente empez a ser )ista como una especie dearbitrariedad sub&eti)a, e incluso como una cmoda manera de e3imirse de los deberes comunes a todos.El 'ue el malestar fuese /simplemente0 sub&eti)o de& lentamente de ser una e3cusa suficiente. +a

obligacin de rendir, laboralmente, en el plano social ! familiar, ante los /desaf#os de la )ida0, se mantu)opor sobre esta condicin, 'ue se )e#a originada en una )oluntad antisocial por mu! inconsciente 'ue fuesesu mecanismo. Entonces empez la era de las alergias.

+as alergias no parecen depender de nuestra )oluntad, ni consciente ni inconsciente. "enos an losmalestares g$stricos, 'ue se %icieron comunes &unto a ellas, en la misma poca ;en @S2 en los aos


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Incluso m$s.%o e&iste' hasta el d#a de ho!' ninguna forma cient#ficamente aceptable de correlacionarestados determinados del sistema nervioso con estados determinados del comportamiento.7+a cla)e enesta afirmacin, por supuesto, es la palabra /determinados0. Badie duda 'ue, en general, los estadosmentales, intelecti)os o emoti)os, tengan su base ! centro de operaciones en el sistema ner)ioso. 2dem$s

de esta %iptesis, mu! razonable, nadie sabe de 'u maneras precisas la acti)idad de las neuronas secon)ierte en lo 'ue %abitualmente llamamos acti)idad mental, ni cmo, a su )ez, esta se e3presa comocomportamiento.

Incluso m$s. +a gran ma!or#a de los f$rmacos 'ue se %an usado para inter)enir sobre el presuntodesbalance 'u#mico 'ue %abr#a a ni)el neuronal empezaron a ser aplicados much#simo antes de 'uesi'uiera se formulara tal %iptesis. Se administraron simplemente a partir de correlaciones entre el f$rmaco! ciertos efectos conductuales 'ue parecieron con)enientessin tener ninguna idea clara, cient#ficamentesustentable, sobre el efecto 'ue produc#an sobre el funcionamiento mismo del cerebro.A

Incluso m$s. +a %iptesis actualmente pre)aleciente sobre la e)entual influencia sobre el origen de los

estados depresi)os de la serotonina ;o de la norepinefrina< cuenta con tantas pruebas a favorcomo pruebasen contra, lo 'ue la descarta completamente como una %iptesis cient#fica aceptable. ;Ler el te3to deIr)ing Mirsc%


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4tem teraputico (asto en illones de US5

2ntipsicticos 7H.17Q 2ntidepresi)os 7.71K1A 2nti epilpticos 17.HHA

1 2nalgsicos Barcticos 17.111K 2nalgsicos no Barcticos 1.QOK

Slo dos productos, Sero'uel ;$uetiapina, antipsictico< ! N!pre3a ;olanzapina, antipsictico< sumaron)entas en el mundo de m$s de 17.H millones de dlares. Slo durante 71, slo en Estados @nidos, secursaron m$s de 7H millones de recetas de antidepresi)os, ! m$s de 7 millones de recetas deanalgsicos narcticos ;pastillas para dormir


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Juan, elipe ! "ar#a %an ca#do en una doctrina mdica 'ue es a la )ez un mercado de productosmdicos cu!a ineficacia global en trminos teraputicos en e)idente ! manifiesta. , sin embargo,curiosamente, antes de cada escalada diagnstica ! farmacolgica ;de las pastillas para dormir a losansiol#ticos, de los ansiol#ticos a los antidepresi)os, de los antidepresi)os a los antipsicticos


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-esde un punto de )ista neurolgico la situacin es, en realidad, bastante lgica. Sea cual sea el ni)elnormal de sus neurotransmisores ca)en pocas dudas de 'ue el alco%ol los %a alterado. +os efectos sobre lapercepcin, sobre el $nimo, sobre el comportamiento, son bastante )isibles. *odo el mundo los reconoce.Por supuesto, de manera in)ersa, todo el mundo reconoce 'ue recuperar esos e'uilibrios neuronales, seancuales sean sus ni)eles de normalidad, es un proceso molesto. -espus de la euforia, la resaca, despus de

/la )olada0, /el ba&n0, /la mona0. 2 nadie le cabe ninguna duda de 'ue estos efectos, a%ora molestos, sonuna consecuencia directa de esta )uelta a la normalidad despus de un episodio, por mu! le)e 'ue sea, deinto3icacin.

Este patrn de efectos es mu! importante. @na sustancia altera el funcionamiento del sistema ner)ioso.Esa alteracin se e3presa en s#ntomas f#sicos ! en el comportamiento. +os s#ntomas son placenteros. Peroluego el sistema ner)ioso traba&a para recuperar su normalidad. ese traba&o se e3presa en s#ntomas,f#sicos ! de comportamiento, 'ue se e3perimentan de manera dolorosa ! molesta. Esta es una e3perienciamu! comn, ampliamente reconocida en el caso de into3icantes le)es como el alco%ol o la mari%uana. Boes dif#cil detectarla en el consumo abrupto ! no %abitual de cafe#na, como en las bebidas llamadas/energticas0, o en el caf /cargado0. Es muc%o m$s )isible en drogas m$s fuertes, 'ue tienen efectos m$s

radicales, como la coca#na o la %ero#na. es una cadena de efectos 'ue ocurre cotidianamente con el consumo de antidepresi)os, antipsicticos,

estimulantes o ansiol#ticos. +odas las sustancias $ue alteran al sistema nervioso producen tambin resaca,es decir, efectos posteriores a la interrupcin abrupta de su consumo 'ue se e3perimentan comodesagradables ! dolorosos. , tal como en el caso del alco%ol, la clase de efectos ! su duracin est$relacionado directamente con la cantidad consumida ! con los estados psicolgicos pre)ios a suinterrupcin.

+a interpretacin psi'ui$trica predominante en torno a las drogas psicotrpicas, sin embargo, de maneraasombrosa, parece desconocer completamente este efecto de resaca, tan ampliamente constatado para todaclase de drogas de este tipo. En una mezcla bastante curiosa de modelos tericos, muc%os psi'uiatrasinterpretan los efectos de la resaca sobre el comportamiento como /emergencia de un cuadro latente0, esdecir, de manera an$loga a la idea, )agamente psicoanal#tica, de /emergencia de lo reprimido0. Elresultado de esta operacin es 'ue los nue)os malestares, producidos por la alteracin $ue la droga haintroducido, aparecen a%ora como manifestaciones de algo $ue el paciente tendr#a de manera previa eindependiente de la droga.

Badie dir#a 'ue los efectos de malestar posteriores al consumo de alco%ol se deben a un estado latente'ue el alco%ol slo %a contribuido a sacar a flote. Esta es la interpretacin casi general, sin embargo, en elgremio psi'ui$trico respecto de la resaca producida por las drogas psicotrpicas 'ue se consideranteraputicas. +a conclusin m$s %abitual, fuera de toda lgica, es 'ue el estado endgeno latente se %amanifestado, ! 'ue su /agra)amiento0 en el ni)el del comportamiento es de algn modo positi)o, por'uepermite dimensionar me&or la gra)edad del problema, ! tratarlo me&or= aumentando la dosis de lasdrogas 'ue se %an recetado, ! cu!a interrupcin ;indebida< %a acarreado esta re)elacin.

Cuando "ario pas por un problema familiar m$s o menos delicado su consumo de Pisco aumentnotablemente. Por supuesto tambin aument la intensidad de sus momentos de resaca5 /la monaprofunda0. +a lgica psi'ui$trica nos indicar#a a'u# un camino claro a seguir5 cada )ez 'ue se sienta as# de

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mal= aumente la dosis de Pisco. "ientras lo mantenga en un ni)el de consumo aceptable podr$ mantenerel /e'uilibrio 'u#mico0 neuronal necesario para afrontar sus dificultades.

Bue)amente a'u# el problema es su!o;usted de& de tomar las pastillas 'ue le indicaron


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@na manera de abordar el problema, en este pa#s, es comparar las antiguas capas medias, formadasentre los aos A ! , con las nue)as capas medias cu!o auge empieza en los aos O ! Q. @nas capasmedias /cl$sicas0 e3plotadas a ritmo e!nesiano. Con amplios pri)ilegios en educacin, salud, )i)ienda,cultura, conseguidos a costa del Estado, ! tambin a costa de los sectores m$s pobres del pa#s. @nas capasmedias con ba&os ni)eles de endeudamiento, o con endeudamiento blando, perfectamente pagable. @nas

capas sociales emergentes sobre las 'ue imperan patrones de prestigio, cultura ! modales pro)enientes dela )ie&a Europa de los aos 7. Con )ocacin familiar ! barrial. -emocratista, moderada en el aparentar,entre la cual el e&ercicio ! el consumo de la alta cultura ofrece un cierto prestigio. @nas capas medias conun amplio espacio para la mo)ilidad social, al menos en los sectores integrados a la produccin moderna. tambin, unas capas medias orgullosas de una democracia 'ue omite sistem$ticamente a los m$s pobresen el campo ! la ciudad, para la cual las comunidades tnicas originarias son slo moti)o de follore !fraseolog#a patriotera, 'ue omite sistem$ticamente a los militares ;! pagar$ por ello


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/inners0 ! /loosers0K, tal como en las series norteamericanas para adolescentes ;norteamericanos


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El precio de no cumplir con los est$ndares, siempre bastante )agos, ! entregados al /criterio0 de lose)aluadores, 'ue por supuesto casi nunca aparecen como tales, pero 'ue tienen claramente ese poder, esser detectado como /un caso problema0. +a consecuencia %abitual es una deri)a, apenas distinguible delbull!ing laboral, en 'ue los estigmas se acumulan, las oportunidades de /enmendar0 se agotan m$sr$pidamente 'ue lo prometido, ! en 'ue la presin misma de la situacin refuerza los comportamientos 'ue

fueron inicialmente estigmatizados.Pero el precio real, el 'ue )a m$s all$ del lugar de traba&o, es la perspecti)a 'ue se abre, ominosa, ante

la posibilidad del desempleo. 2sumir de pronto, sin respaldo alguno, el endeudamiento. +as casascomerciales, los colegios e Isapres, las cuentas por los ser)icios. +a perspecti)a de buscar empleo enmedio de una fuerte competencia por las fuentes de traba&o, en 'ue la edad, los antecedentes laboralespre)ios e incluso la /buena presencia0, pueden actuar como factores en contra. @na competencia en 'ue esnecesario afrontar la posibilidad abiertamente parad&ica de la /sobre calificacin0. Curiosamente, ! encontra de toda e)idencia, los e)aluadores suelen argumentar 'ue m$s e3periencia significa m$s salario;cuestin 'ue rara )ez se cumple en el mercado laboral real< ! 'ue, por lo tanto, es preferible contratarpersonas con menos e3periencia 'ue puedan ser formadas en sus tareas durante su e&ercicio, ! 'ue cuesten

menos. +a realidad detr$s de este argumento, sin embargo, es otra5 m$s e3periencia significa tambin m$s/problem$tico0. Es decir, los e)aluadores suelen preferir traba&adores m$s dciles, en contra de toda laretrica grandilocuente del traba&ador creati)o, poli)alente, capaz de asumir desaf#os por'ue !a los %aenfrentado antes.

El precio social del desempleo tan f$cilmente posible es, en buenas cuentas, la perspecti)a de cambiarrepentinamente de estatus despus de una enorme e3posicin e3itista frente a familiares ! amigos. entonces, considerada de esta manera, nos damos cuenta de 'ue se trata de una situacin 'ue atra)iesatodos los ni)eles salariales. Bo es e3clusi)a de los traba&adores m$s altamente tecnolgicos, aun'ue losafecte con m$s frecuencia. Bo es e3clusi)a de los ni)eles salariales m$s altos, incluso se puede afirmar 'ueel drama del contraste es ma!or &ustamente en 'uienes cuentan con menos respaldos, con menos )#nculospara sobrelle)ar o incluso disimular temporalmente su prdida. Es decir, &ustamente en los sectores detraba&adores con ingresos m$s ba&os ! entornos sociales menos protegidos. (a! 'ue considerar 'ue en estepa#s incluso los traba&adores 'ue ganan el salario m#nimo suelen tener )arias tar&etas de multitiendas !%acer algn tipo de copago en colegios sub)encionados.

Esta precariedad en el $mbito laboral, 'ue genera una situacin en 'ue se debe responder a la sobree3igencia con el me&or rostro posible ba&o la amenaza permanente del desempleo, impacta directamente enla familia. Jefes de %ogar agobiados por las deudas, por sus propias autoe3igencias de 3ito, por laingratitud de un traba&o 'ue se debe mantener a toda costa con una sonrisa en los labios, ! 'uefrecuentemente tienen 'ue completar en sus casas, no pueden, desde luego, seguir sonriendo en sus%ogares. Guscan descanso para un cansancio 'ue no logran identificar directamente. Padecen formas decansancio 'ue no son !a de tipo f#sico muscular, sino 'ue afecta m$s bien a la musculatura fina, a lascoordinaciones perceptuales !, desde luego, sobre todo, a la sub&eti)idad. 2nte este cansancio de nue)otipo, ! dados los patrones culturales imperantes, la far$ndula, la ena&enacin deporti)a, completan unc#rculo de pobreza5 todo el /tiempo libre0 se con)ierte m$s bien en simple tiempo de restauracin de lafuerza de traba&o, componentes sub&eti)as incluidas, para poder seguir siendo sobre e3igido el lunessiguiente.

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Como siempre, son las &efas de %ogar las 'ue lle)an la peor parte. +a /modernizacin0 slo %aremo)ido mu! superficialmente el mac%ismo %istrico de las sociedades latinoamericanas. 2dem$s delambiente laboral %ostil, ! con frecuencia &unto a l, la mu&er traba&adora an lle)a el peso de tener 'ue/%acerse cargo de la casa0. +a disgregacin de la institucin familiar 'ue todas las estad#sticas sealanempieza, de manera leg#tima, por la rei)indicacin de la mu&er traba&adora de un %orizonte de %umanidad

'ue le es sistem$ticamente negado. 4ealizarse en la )ida, contar con medios propios e independientes desubsistencia, compartir de manera efecti)a las tareas %ogareas, ser considerada tambin como e3itosa, serestimada por sus competencias educacionales, laborales, sociales. *odo este mundo de deseo dereconocimiento parece ser ob)io para los %ombres ! es, en cambio, %asta el d#a de %o!, una constantetarea, una constante luc%a, para la mu&er. +as tasas de separacin con!ugal, el nmero cada )ez crecientede &efas nicas de %ogar, la postergacin del matrimonio, el HU de nios 'ue nacen en C%ile fuera delmatrimonio, son efectos, buenos o malos, buscados o no, de esta larga luc%a por la dignidad. Efectos deuna luc%a 'ue se despliega en un mundo radicalmente in&usto. Efectos 'ue %a! 'ue asumir como tales, paralos cuales slo un mundo radicalmente distinto puede ofrecer alternati)as.

8-eber#amos e3traarnos de 'ue todo esto se e3prese en el medio escolar9 +os nios tambin %an sido

con)ertidos en su&etos de consumo. *ambin se %an creado para ellos pautas de e3itismo ! )isibilidad/adecuada0. *ambin entre los &)enes ! nios %a! est$ndares de consumo 'ue alcanzar ! e3%ibir. Pautasde competiti)idad ! rendimiento.

+os colegios pagados o no, entregados a la lgica mercantil, se con)ierten en )erdaderas m$'uinas deproducti)idad formal, acosados por indicadores artificiosos ! artificiales, como el SI"CE ! la PS@, 'ueno miden progreso educati)o alguno ni, para 'u recordarlo, indicador cultural alguno, pensados slo paraofrecer indicadores de selecti)idad 'ue, a pesar de su pobreza de contenidos, influ!en dr$sticamente en lasperspecti)as de ascenso educacional ! social posibles para los estudiantes.

+a parado&a de la sobre e3igencia laboral se repite de esta manera en los colegios. Por un lado %a! 'uerendir. El colegio necesita m$s promedios en el SI"CE ! la PS@. Cada estudiante e3ige ! es e3igido porsus compaeros en torno a los modelos de comportamiento 'ue muestran las series &u)enilesnorteamericanas, de acuerdo a los modelos de e3itismo de sus padres, de acuerdo a sus propiase3pectati)as de aparecer ! circular de manera e3itosa. Pero, a la )ez, cada &o)en, cada nio, debe mostrarun comportamiento /adecuado0. E3presar sus emociones de manera adecuada. "ostrar una actitudcolaborati)a ! proacti)a. -esarrollar aserti)idad ! empat#a. El riesgo de no cumplir con estos est$ndareses, nue)amente, llegar a ser considerado como /un caso problema0. +a espiral de refuerzo negati)o 'ueconlle)a el estigma se repite, tal como en el bull!ing laboral. a ella contribu!en, con la me&or intencindel mundo, todos los actores 'ue est$n a cargo del proceso educati)o, imbuidos de ideolog#apsicologizante ! psi'ui$trica= ! presionados tambin por sus propios agobios.

1. +a contencin social como efecto

Juan, "ar#a ! elipe est$n absorbidos por una misma espiral de e)entos 'ue escapan completamente asus posibilidades de accin indi)idual. Sometidos a los efectos de un sistema de )ida in%umano. L#ctimasde sus propios deseos colonizados por la ena&enacin. L#ctimas de un sistema de sobre e3plotacin !su&ecin social. Juan descarga sobre su familia los agobios 'ue contempla, sin poder descifrar su origenglobal. "ar#a descarga sobre sus %i&os el agobio de tener 'ue luc%ar por el reconocimiento %asta en los

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espacios m$s #ntimos de su )ida. elipe descarga sobre sus padres, sobre sus profesores ! compaeros, elagobio de no poder estar a la altura de las sobre e3igencias 'ue se descargan sobre l.

Pero no se rebelan. El %orizonte de un mundo m$s %umano no aparece en absoluto, de manera efecti)a,en sus )idas. Juan apo! el golpe de Estado, pero se %orroriz luego con los usos ! abusos de la dictadura.

"ar#a %a sido siempre de iz'uierda, pero de un modo cada )ez m$s le&ano, casi como una simple nostalgiade sus d#as de colegio. elipe casi no %a escuc%ado %ablar de seme&antes temas, ! no imagina un mundoalternati)o m$s all$ del %orizonte de sus consolas de &uego.

Bo slo no se rebelan. *ampoco conciben sus dramas como dramas sociales o pol#ticos. Bi si'uieracomo dramas comunes o colecti)os. Cuando cuentan sus problemas los describen como puramenteindi)iduales. Cuando escuc%an los problemas, casi idnticos, de otros, no llegan a identificarlos con lospropios. (an llegado al con)encimiento, terico ! pr$ctico, de 'ue sus problemas son indi)iduales, dealgn modo nicos ;el problema es su!o


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+a medicalizacin de nuestros problemas ! agobios no es ni ine)itable ni insuperable. Bo estamosobligados a la medicina con)ertida en ideolog#a por el af$n de lucro. *rat$ndose de un problema 'ue afectatan directamente, de manera tan personal, nuestra sub&eti)idad, es necesario abordarlo primero en ! desdeese plano. Pero, trat$ndose de un orden de problemas 'ue claramente e3ceden nuestras posibilidades deaccin personal, es necesario asumir 'ue slo se pueden abordar con 3ito si los compartimos, si somos

capaces de socializarlos.En el plano puramente personal, la primera fase de todo intento por ir m$s all$ del c#rculo )icioso de la

medicacin es enfrentar el desaf#o de disminuirla progresi)amente. Se trata de una cuestin delicada, ! lama!or parte de las )eces dif#cil. +o primero 'ue se debe tener en cuenta es el efecto de resaca de todas lasdrogas 'ue afectan al sistema ner)ioso.%unca se debe suspender un tratamiento con drogas psicotrpicas;antipsicticos, antidepresi)os, ansiol#ticos, /moduladores de $nimo0, somn#feros, calmantes< de manerarepentina o abrupta. Siempre la disminucin debe ser lenta, al ritmo 'ue el propio afectado sienta comom$s seguro. Se debe estar dispuesto a aceptar retrocesos temporales, plazos m$s o menos largos. Engeneral, uno deber#a demorarse en de&ar de tomar las drogas 'ue consume tanto o m$s 'ue el tiempodurante el cual las %a consumido. En muc%os casos esto puede ser muc%o tiempo. +o m$s importante es la

decisin de %acerlo, ! de cuidarse uno mismo a lo largo de todo el proceso.

O

-esde luego, el slo %ec%o de reducir el consumo de f$rmacos psi'ui$tricos no reducir$ los problemassub&eti)os a partir de los cuales fueron recetados. 2un'ue s# reducir$ los poderosos ! catastrficos efectosdel escalamiento teraputico ;el empezar a consumir cada )ez m$s drogas, de di)erso tipo


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bases biolgicas 'ue nadie %a establecido de manera cient#ficamente )$lida. 4eside en las estructurassociales 'ue constitu!en al sistema en 'ue somos dominados, e3plotados, sobre e3igidos. *enemosderec%o a 'uerer cambiar ese mundo opresi)o !, social ! pol#ticamente, podemos %acerlo.

Como la desinto3icacin personal, la tarea pol#tica puede ser larga ! dif#cil. Pero lo m$s importante en

nuestra decisin de 'ue es necesaria ! es posible. /En la calle, codo a codo, somos muc%o m$s 'ue dos0,nos dice la realidad. , tambin, como lo %a indicado otro cantor con tanta claridad, esta es una gran tareacomn a la 'ue llegamos, en la 'ue 'uedamos, /los 'ue puedan sonre#r0.

Santiago de C%ile, Julio de 717.

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102631329 Su Problema Es Endogeno Carlos Perez Soto

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