Babalú Ayé, Asojuano, Oluwo Popo, San Lázaro

Me ha tomado mucho tiempo para elaborar un ensayo sobre el Orisha patron de nuestro Ile. La razón?

La controversia con respecto a este Orisha de gran alcance. Antes que nada, es necesario comprender

que la mayoría de los Irunmoles y Orishas viajaron a diferentes regiones y países por diversas razones y

es por eso que tienen diferentes nombres y su forma de culto es variable. Además, algunos de ellos

vinieron a la tierra en varias ocasiones y es por eso que los conocemos como avatares diferentes, con

otras características propias.

En Cuba, debido a la convergencia de las diferentes culturas africanas, podemos percibir claramente la

declaración anterior. Es por eso que podemos encontrar que a este Orisha se le llama:

Babalú Ayé, Lucumí;

Asojuano, Arara;

Oluwo Popo, en su avatar como Awo Orunmila;

San Lázaro, en su forma sincrética;

También es adorado en formas diferentes según el linaje religioso, por ejemplo:

En la variante Lukumi, Babalu Aye es recibido como un Orisha, pero no se corona como Orisha tutelar de

una persona en una ceremonia kariocha.

Los Arara tiene dos variantes en la forma de adorar a Asojuano u Oluwo Popo. El primero es Asojuano,

como una deidad u orisha al igual que el Lucumí, pero sí se corona como un Orisha tutelar en una

ceremonia de kariocha. Esta variante del Orisha se puede consultar para adivinación mediante el

Dilogún. Mientras que la otra variante mantenida por el Cabildo Arará Sabalú Nonjó de Matanzas y en La

Habana por su extensión en la casa de Pedro Abreu; se adora Oluwo Popo como un Orisha de la misma

forma que adoramos a Orunmila, Osain, Eshu o cualquiera de los Omoluwos. Debido a que eran

conocidos, según algunos Pataki en el Odu Ifa, como Awo Orunmila con gran conocimiento de la

adivinación de Ifa. Esa es la razón por la cual en esta variante, Oluwo Popo sólo puede ser consultado

para la adivinación mediante el uso de un Opele. Esta tradición pasó a algunas casas de Ifá en especial la

casa de culto de Bernardo Rojas y su descendencia gracias a dos grandes sacerdotisas del Cabildo Arará

Sabalu Nonjo cuando se establecieron en La Habana.

En el sistema religioso de culto Orisha, Babalú-Ayé es el nombre de la alabanza del espíritu de la Tierra y

está fuertemente asociada con las enfermedades infecciosas, y la curación. Él es un Orisha, en

representación de la divinidad Olorun en la Tierra. El nombre de Babalú-Ayé se traduce como "Padre,

Señor de la Tierra", y apunta a la autoridad de este orisha ejercicios sobre todas las cosas terrenales,

incluyendo el cuerpo, la riqueza y las posesiones físicas. En África occidental, estaba fuertemente

asociado con las epidemias de viruela, pero en el continente americano contemporáneo, es más

comúnmente considerado como el patrón de la lepra, la gripe y el SIDA. Aunque fuertemente asociado

con la enfermedad, Babalú-Ayé es también la deidad que cura estas dolencias. Es tanto temido como

amado, Babalú-Ayé se refiere a veces como la "ira del dios supremo", ya que castiga a las personas por

sus transgresiones. La gente se refiere a Babalú-Ayé, con un gran respeto y evitan llamarle por su

nombre real, porque no desean invocar las epidemias.

Su culto se identifica ampliamente con la propia Tierra, y sus santuarios suelen estar separados de las

áreas comúnmente transitadas. Sus instrumentos rituales incluyen una escoba ritual para la purificación,

un recipiente cubierto de terracota y las abundantes conchas de cauri. Por lo general universalmente se

ofrenda de todos los granos.

En un Tambor de Fundamento, cuando un Oru cantado se está ofreciendo a este Orisha, el Apwon o

quien está dirigiendo la ceremonia derrama un poco de agua en el suelo, y todos los participantes se

mojan sus dedos en ella y tocan su frente, como un ritual de limpieza, y en señal de respeto a este

Orisha de gran poder.

Babalú Ayé no sólo debe estar asociado con las epidemias, las enfermedades y la curación de las

mismas. Él es el patrón de la abundancia, de las cosechas, y la deidad terrenal que imparte la Justicia, ya

sea humana o Divina.

En Cuba, San Lazarus o San Lázaro es adorado por casi todas las personas. Sabemos de sus milagros,

sabemos de la forma en que imparte justicia. El culto a San Lázaro en Cuba es tan fuerte como el culto a:

la Caridad del Cobre, la Virgen de Regla o Santa Brabara. Todos estos son cultos sincréticos, una mezcla

de catolicismo y el culto orisha. El famoso santuario de San Lázaro en Cuba se encuentra en El Rincón. Es

el lugar cumbre de la adoración de este santo. Cada víspera del 17 de diciembre, la semana anterior y la

siguiente, este santuario y la carretera que conduce a ella, se llena de peregrinos que desean honrar una

promesa hecha al santo u Orisha. La gente literalmente se arrastra por varios kilómetros con una piedra

de dimensiones desproporcionales atada a uno de los tobillos o alguien que camina descalzo. Es una

gran celebración que moviliza a todo un país como ninguna otra celebración religiosa en la isla.