010 León Portilla Cartografía

13
CARTOGRAFÍA PREHISPÁNICA E HISPANOINDÍGENA DE MÉXICO MIGUEL L EÓN-PORTILLA Una reciente coedición del Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, y del Archivo General de la Nación ha venido a atraer la aten- ción sobre un tema que concierne al patrimonio cultural de México. Titulada Cartografía de tradición hispanoindígena , constituye la presen- tación, análisis y valoración de un conjunto de mapas de los siglos XVI y XVII en los que aparecen elementos cartográficos españoles junta- mente con otros de procedencia indígena mesoamericana. Se trata, en consecuencia, de una obra que se dirige a mostrar otra importan- te manifestación cultural que debe situarse en el contexto del encuen- tro de dos mundos. Siendo verdad que poco es lo que conocemos acerca de la carto- grafía que se produjo en la época prehispánica de México, en cambio son relativamente abundantes los testimonios que se conservan de la que debe calificarse de hispanoindígena. De la cartografía prehis- pánica mesoamericana ofreceré luego algunas referencias. Existen algunas noticias aportadas sobre mapas elaborados antes de la llegada de los españoles. Dichas noticias las proporcionaron quie- nes contemplaran algunos de esos mapas: el cronista Pedro Mártir de Anglería y asimismo Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo. Tam- bién recordaré que en algunos códices mixtecos, como el Nuttall, Bodley y Vindobonense hay representaciones de algunos ámbitos geográficos. Allí se registran asentamientos humanos con sus glifos toponímicos; asimismo se ven montañas, ríos y otros accidentes geográficos, a la par que algunos caminos y figuras humanas que realizan diversas ac- ciones. En esos mapas, como en las imágenes del mundo en la prime- ra página del Tonalámatl de los pochtecas (Códice Fejérváry-Mayer ) y en las 75-76 del Códice Trocortesiano , de origen maya, ambos prehispáni- cos, se conjugan elementos de connotación espacial y temporal. En los códices mixtecos ya mencionados hay además glifos calendáricos referidos a las acciones de los personajes allí representados; en los otros dos, el espacio cósmico está en estrecha relación con el desarro-

description

010 León Portilla Cartografía

Transcript of 010 León Portilla Cartografía

  • CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENADE MXICO

    MIGUEL LEN-PORTILLA

    Una reciente coedicin del Instituto de Investigaciones Histricas,UNAM, y del Archivo General de la Nacin ha venido a atraer la aten-cin sobre un tema que concierne al patrimonio cultural de Mxico.Titulada Cartografa de tradicin hispanoindgena, constituye la presen-tacin, anlisis y valoracin de un conjunto de mapas de los siglos XVIy XVII en los que aparecen elementos cartogrficos espaoles junta-mente con otros de procedencia indgena mesoamericana. Se trata,en consecuencia, de una obra que se dirige a mostrar otra importan-te manifestacin cultural que debe situarse en el contexto del encuen-tro de dos mundos.

    Siendo verdad que poco es lo que conocemos acerca de la carto-grafa que se produjo en la poca prehispnica de Mxico, en cambioson relativamente abundantes los testimonios que se conservan de laque debe calificarse de hispanoindgena. De la cartografa prehis-pnica mesoamericana ofrecer luego algunas referencias.

    Existen algunas noticias aportadas sobre mapas elaborados antesde la llegada de los espaoles. Dichas noticias las proporcionaron quie-nes contemplaran algunos de esos mapas: el cronista Pedro Mrtir deAnglera y asimismo Hernn Corts y Bernal Daz del Castillo. Tam-bin recordar que en algunos cdices mixtecos, como el Nuttall, Bodleyy Vindobonense hay representaciones de algunos mbitos geogrficos.All se registran asentamientos humanos con sus glifos toponmicos;asimismo se ven montaas, ros y otros accidentes geogrficos, a lapar que algunos caminos y figuras humanas que realizan diversas ac-ciones. En esos mapas, como en las imgenes del mundo en la prime-ra pgina del Tonalmatl de los pochtecas (Cdice Fejrvry-Mayer) y enlas 75-76 del Cdice Trocortesiano, de origen maya, ambos prehispni-cos, se conjugan elementos de connotacin espacial y temporal. Enlos cdices mixtecos ya mencionados hay adems glifos calendricosreferidos a las acciones de los personajes all representados; en losotros dos, el espacio csmico est en estrecha relacin con el desarro-

  • 186 MIGUEL LEN-PORTILLA

    llo completo de dos tonalpohualli o tzolkin, es decir con el cmputode 260 das.

    Mucho ms abundantes, como ya se dijo, son los mapas de proce-dencia hispanoindgena. Justamente la obra a la que me he referidose ocupa de varios de ellos. Es ella resultado de una investigacin rea-lizada por cuatro participantes en el Seminario de Cultura Nhuatl,de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM y dentro del Progra-ma de Posgrado en Estudios Mesoamericanos. Los cuatro trabajaronen equipo con asesoramiento de quien esto escribe. Fueron ellos Sal-vador Reyes Equiguas, Mercedes Montes de Oca y los canadiensesDominique Raby y Adam T. Sellen.

    El propsito de su investigacin comprendi las siguientes etapas:1) anlisis, valoracin y descripcin de la existencia de mapas con ele-mentos de dos formas de cartografa, la indgena mesoamericana, yla espaola renacentista. 2) Seleccin de los mapas objeto de estudio,en el Ramo de Mercedes del Archivo General de la Nacin, Mxico.3) Distribucin de los mismos entre los participantes en la investiga-cin. 4) Adopcin de determinados enfoques sobre aspectos y temasen el acercamiento a dichos mapas por cada uno de los investigado-res. 5) Investigaciones individuales y reuniones de todos para discu-tir los enfoques y mtodos adoptados y los resultados que se ibanalcanzando.

    Treinta y tres son los mapas estudiados, lo que proporcion unpanorama amplio para la identificacin de los rasgos y elementos delos mismos. Proceden los mapas escogidos de cuatro regiones, ubica-das todas en el centro de Mxico. Cinco corresponden a lugares si-tuados en el mbito de Malinalco en el actual Estado de Mxico. Ochose refieren al espacio geogrfico de Ixtlahuaca, en el mismo estado.Ocho provienen de diversos lugares del estado de Hidalgo. A su vez,del mbito de Puebla hay doce.

    La investigacin abarc el anlisis de lo registrado por los expe-dientes en que se localiza cada mapa. En todos los casos, ya que setrata de mercedes o concesiones de tierras, se indica quin es el queordena se realice el proceso correspondiente para conocer si es deaprobarse su otorgamiento. Se describe el procedimiento indicndoselos nombres del o los solicitantes, que en algunos casos es un puebloo comunidad. Tambin se proporcionan los nombres de los testigoscomparecientes y, finalmente, se enuncia cul fue la resolucin alcan-zada. Amplia suele ser la gama de razones expuestas tanto por quie-nes solicitan la merced como por los que comparecen para expresarsus pareceres sobre el caso. El anlisis de los expedientes en los quese halla cada mapa es imprescindible y casi siempre revelador. Debe

  • 187CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    notarse que a fines del siglo XVI y primeras dcadas del XVII eran fre-cuentes tales solicitudes de mercedes de tierras. Ello se explica por elhecho de que debido sobre todo a las frecuentes y muy graves epi-demias las poblaciones indgenas habran disminuido considerable-mente. Consecuencia de esto era que haba tierras baldas que podanser objeto de otorgamientos o mercedes.

    Otro tema en la investigacin fue la presentacin de elementosiconogrficos y glficos identificados en los mapas. Esto, como puedesuponerse, fue asunto clave en el acercamiento. Complemento de ellofue elaborar un catlogo de elementos pictogrficos. Puede afirmar-se que en estos dos puntos se cifra lo ms relevante de la aportacinrealizada. Gracias a la identificacin y ejemplificacin de los dichoselementos iconogrficos y glficos se dispuso de una especie de dic-cionario para poder emprender la lectura del contenido de estosmapas. El catlogo es a su vez, el registro sistematizado de la presen-cia de dichos elementos en los varios mapas. Todo ello se presentadebidamente ilustrado y comentado.

    La parte siguiente comprende los estudios de los mapas escogi-dos, tomando como base lo aportado antes que permite una adecua-da comprensin de los mismos. As, Mercedes Montes de Oca seconcentra en las glosas y las imgenes de varios mapas de lugares si-tuados en el actual Estado de Mxico. A su vez, Dominique Raby sefija en la representacin hispanoindgena del espacio en el rea deHuejotzingo, Puebla. Salvador Reyes Equiguas lo hace para a reginde Tula y Adam T. Sellen para la de Tenancingo.

    Lo alcanzado en cada una de estas aportaciones es ciertamente re-velador. Pone de relieve la riqueza de infomacin incluida en estasmuestras de la vasta cartografa hispanoindgena de Mxico. Ms an,este trabajo se convierte en instrumento para ulteriores investigacio-nes. Ello es particularmente vlido respecto de la presentacin y elcatlogo de los elementos iconogrficos y glficos.

    En el mismo ramo de Mercedes y en otros como el de Tierras,Indios y varios ms del Archivo General de la Nacin y de otros exis-tentes en Mxico y fuera de l hay un considerable nmero de mapasdel gnero que se ha descrito como hispanoindgena. Otro conjun-to, en su mayora del mismo gnero, lo constituyen los que acompa-an a muchas de las relaciones geogrficas del siglo XVI. Y tambinpueden mencionarse algunos cdices coloniales, como los Mapas deCuauhtinchan, los incluidos en la Historia tolteca-chichimeca y no pocoslienzos de diversas procedencias.

    Puede decirse, en resumen, acerca de la obra recientemente pu-blicada que tiene ella el mrito de constituir el ms bien logrado acer-

  • 188 MIGUEL LEN-PORTILLA

    camiento a estas producciones, que son parte muy importante del pa-trimonio cultural de Mxico. Y ser ella adems, como ya se dijo,auxiliar muy til para llevar a cabo otras investigaciones semejantes.A travs de las mismas podrn conocerse aspectos hasta hoy no toma-dos en cuenta en las microhistorias de numerosos lugares del pas. Estosmapas como otras producciones cartogrficas son en realidad ma-nantiales de informacin histrica, reflejo de las formas de vida enmomentos determinados y a la vez piezas de arte, algunas de grancolorido y belleza.

    A continuacin transcribo las partes correspondientes a los ma-pas prehispnicos de Mesoamrica y a la producida ya con elemen-tos hispnicos e indgenas durante el periodo colonial, tomadas deun trabajo ms amplio que publiqu con el ttulo de La cartogra-fa como patrimonio cultural.1 Lo reproduzco aqu ya que conside-ro que es este un tema al que poco se ha dirigido la atencin noobstante su importancia y atractivo.

    El legado de los mapas-cdices prehispnicos

    Fuera del Viejo Mundo Europa, Asia y frica slo en Mesoamricase desarrollaron varias formas de escritura y se produjeron libros. Enalgunos de ellos, conocidos como cdices, y tambin en lienzos de al-godn, se dibujaron y pintaron varias formas de mapas y planos.

    Comenzar atendiendo a los prehispnicos y despus a los msabundantes, tambin indgenas, elaborados en el periodo colonial.Gracias a testimonios de varios conquistadores y cronistas HernnCorts, Bernal Daz del Castillo y Pedro Mrtir de Anglera, entreotros2 consta no slo la existencia de mapas en el Mxico prehis-pnico, sino tambin de sus caractersticas ms sobresalientes. Por otraparte, en algunos de los pocos cdices mixtecos prehispnicos que seconservan hay pginas con representaciones de carcter geogrfico. Conapoyo en ellas y en los testimonios que mencion antes pueden des-cribirse algunos de los rasgos principales de la cartografa prehispnica.

    1 Miguel Len-Portilla, La cartografa como patrimonio cultural en El PatrimonioNacional de Mxico, 2 v., coordinador Enrique Florescano, Consejo Nacional para la Cul-tura y Las Artes y Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2004, t. II, p. 289-322.

    2 Hernn Corts, Cartas de relacin y otros documentos , introduccin de MarioHernndez Snchez Barba, Mxico, Porra 1963, p. 65-66 y 241. Bernal Daz del Casti-llo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva Espaa, 2 v., introduccin y notas de Joa-qun Ramrez Cabaas, Mxico, Porra, 1963, t. I, p. 317. Pedro Mrtir de Anglera,Dcadas del Nuevo Mundo, 2 v., traduccin del latn de Agustn Millares Carlos, Mxico,Jos Porra e Hijos, 1964, t. I, p. 542-543 y 564-565.

  • 189CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    Frecuentemente se trata de mapas-paisaje desprovistos de escalaen los que, con dibujos convencionales, aparecen los principales acci-dentes geogrficos de una determinada regin: montaas, barrancas,ros, cuevas, litorales, as como animales, plantas, seres humanos, po-blaciones y caminos Casi siempre se expresan con glifos toponmicoslos correspondientes nombres de pueblos, ciudades y aun de algunosaccidentes geogrficos. Corts y Bernal Daz hablan adems de iti-nerarios y cartas en que, muy al natural, se registraban cerca de200 lenguas a lo largo de las costas del Golfo de Mxico.3 Pedro Mr-tir afirm haber recibido un mapa de grandes proporciones en el quese vea la ciudad de Mxico-Tenochtitlan y toda la cuenca lacustre conindicacin de las otras poblaciones ribereas.4 Acerca de las represen-taciones geogrficas de cdices como el Nuttall y el Vindobonense, ytambin de otros que se elaboraron muy poco despus de la Conquista,como el Xlotl, puede decirse que fueron concebidas como escena-rios en los que se desarrolla una serie de aconteceres.5 ste es unrasgo de mucho inters en los mapas mesoamericanos que se tornanas en documentos de representacin espacio-temporal.

    La existencia de esta forma de cartografa de la que se sabe queexistan repositorios o mapotecas6 constituye el primer captuloen la larga y rica historia de este gnero de creaciones que pertene-cen al legado cultural de Mxico.

    Los muy pocos cdices prehispnicos que incluyen representacio-nes geogrficas se conservan fuera de Mxico. En los cinco de proce-dencia mixteca hay registros de montaas, caminos, corrientes deagua, pueblos y ciudades, en los que se sitan diversos acontecereshistricos.7 Sin embargo, son en esto de principal inters el llamadoVindobonense, que guarda la Biblioteca Nacional de Austria, y el Nuttall,preservado en el Museo Britnico.8 En ambos hay varias que puedencalificarse de escenas geogrficas. En el Vindobonense se dedican va-

    3 Daz del Castillo, op. cit., t. I, p. 317.4 Mrtir de Anglera, op. cit., t. I, p. 564.5 Cdice Xlotl, reproduccin facsimilar, introduccin y comentario de Charles E.

    Dibble, 2 v., Mxico, UNAM, Instituto de Investigaciones Histricas, 1980. Este cdice in-cluye nueve mapas-escenarios del valle de Mxico.

    6 Ello se infiere de lo que expres Corts acerca de la pronta entrega de un mapaque solicit de Moctezuma, op. cit., p. 69; asimismo habla de esto Fernando de AlvaIxtlilxchitl, Obras histricas, edicin de Edmundo OGorman, 2 v., Mxico, UNAM, Insti-tuto de Investigaciones Histricas, 1975, t. I, p. 527.

    7 Los cdices mixtecos prehispnicos que se conservan son el Vindobonense, Nuttall,Bodley, Colombino-Becker y, de estilo netamente indgena, pero con noticias hasta el ao1560, el Selden.

    8 Codex Nuttall. A Picture Manuscript from Ancient Mexico , con un estudio de Zelia Nuttall,Nueva York, Dover Publications, 1975.

  • 190 MIGUEL LEN-PORTILLA

    rias pginas a lo que puede designarse como amplio registro de lageografa sagrada, en la que ocurren los sucesos histricos que cons-tituyen la temtica del cdice.9

    En las pginas 1 a 4 estn pintados, con sus correspondientes glifos,16 unidades geogrficas no muy extensas que contrastan con otrasrepresentaciones tambin geogrficas, como las que aparecen en las p-ginas 5, 9-10 y 21 del mismo manuscrito. En stas se ven grandes cor-dilleras con varios promontorios o cumbres y diversos conjuntos depoblaciones indicadas por medio de sus glifos.10 Escenarios esplenden-tes por su rico colorido son los de este cdice, cuya geografa es mbi-to donde actan hombres y mujeres y viven tambin animales y plantas,pero en la que la presencia de los dioses tambin se deja sentir.

    A diferencia de los mapas-escenarios que se han mencionado, hayalgunas representaciones del universo en el que residen los dioses, esdecir del ms all del que hablan los relatos sagrados. A dos se harreferencia. Aparecen en las pginas 1 del Tonalmatl de los pochtecas(Cdice Fejrvry-Mayer) y en las pginas 75-76 del Cdice Trocortesianoo de Madrid. En estos dos manuscritos prehispnicos, maya el segundoy de la regin central el primero, se registra la imagen del universohorizontal, distribuido en los cinco sectores csmicos acompaado delos glifos que denotan los cuatro rumbos del mundo, adems de la re-gin central. All se ven los dioses, rboles y aves csmicas. Tambin seregistran en ambos cdices dos series de la cuenta astrolgica de 260das, el tonalpohualli de los nahuas y el tzolkin de los mayas.11

    Recuerdan estos mapas csmicos a los llamados beatos de la EdadMedia inspirados en interpretaciones teolgicas del Apocalipsis.12

    He hecho referencia a estos rasgos y elementos para dejar entre-ver la riqueza semntica de estas imgenes y glifos, las ms antiguasrepresentaciones de cartgrafos y pintores indgenas mesoamericanos

    9 Codex Vindobonensis Mexicanus I, estudio de Otto Adelhofer, Graz, AkademischeDruck und Verlaganstalt, Austria, 1965.

    10 Una descripcin de estas pginas la ofrece Jill Leslie Furst, en Codex VindobonensisMexicanus I: A Commentar y, Nueva York Institute for Mesoamerican Studies, State Univer-sity of New York at Albany, 1978, p. 313-316.

    11 Tonalmatl de los pochtecas (Cdice Fejrvry-Mayer), edicin y comentario de MiguelLen-Portilla, Arqueologa Mexicana, nmero especial 18, 2005, p. 1 (del cdice); CdiceTro-Cortesiano, introduccin de Miguel Rivera, Testimonio Compaa Editorial, Madrid,1992, p. 75-76 (del cdice).

    12 Son numerosos los estudios acerca de los libros beatos, entre ellos el de J. O.Westwood, The art of illuminated manuscripts. Illustrated Sacred Writings, reproducido porArch Cape Press, Nueva York, 1988. Vase tambin la reproduccin facsimilar de El beatode Libana de la Biblioteca Escurialense , con volumen complementario de introduccin yversin castellana del texto latino por Juan Manuel Ruiz Asencio, Testimonio CompaaEditorial, Madrid, 1993.

  • 191CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    que han sobrevivido a infinidad de riesgos. Aun cuando ninguno deestos cdices se conserva en Mxico, no por ello dejan de ser partemuy significativa de su legado cultural. En un sentido ms amplio yverdadero, lo son tambin de la humanidad.

    Cartografa indgena del periodo colonial

    Mucho ms numerosos son los mapas y planos indgenas que se con-servan del periodo colonial. En la mayor parte de ellos sobreviven al-gunas de las caractersticas que tenan los de manufactura prehispnica.Tambin son frecuentemente escenarios de aconteceres. Asimismo sue-len incluir los mismos glifos para indicar topnimos. A medida que suejecucin se aleja de los aos de la Conquista, se fueron introduciendoen ellos elementos de origen europeo, tales como dibujos de iglesiaspara indicar poblaciones, glosas o pequeos textos escritos con el alfa-beto bien sea en idioma indgena generalmente en nhuatl comolingua franca o en castellano. Cuando aparecen personas, no pocasllevan atuendos europeos; hay tambin representaciones de animalesreses, caballos, ovinos antes desconocidos en Mesoamrica.

    De esta cartografa, de la que quedan muchas muestras, puededecirse que ofrece la posibilidad de seguir en diversos tiempos lo quefueron los complejos procesos de mestizacin cultural indgena-his-pana. Mapas y planos son en s mismos testimonios de ello. En tal sen-tido, su carcter de specula les confiere un inters excepcional. Msan, hay que aadir que ciertos rasgos y elementos indgenas en eldiseo de los mapas y planos topogrficos llegaron a introducirse encartas concebidas al modo europeo, aunque verosmilmente con par-ticipacin de tlahcuilos. Como en un juego de espejos, puede hoy con-templarse en estos mapas no poco de la realidad cultural espacio,tiempo y actores, espaoles, nativos y aun negros de los siglosnovohispanos, tal como la concibieron indgenas descendientes deaquellos que experimentaron la confrontacin del encuentro.

    En muchos lugares de Mxico, Europa, los Estados Unidos y aunCanad se conservan estos mapas y planos indgenas del periodo co-lonial. El ms importante repositorio en sta y otras muchas materiases el Archivo General de la Nacin. En muchos de sus ramos se inclu-yen mapas y planos, no pocos de tradicin indgena, otros derivadosde viajes y exploraciones, as como un considerable conjunto de car-tas elaboradas por motivos tales como deslindes de tierras, pleitos to-cantes a ellas, planos de ciudades, haciendas, fortificaciones, palacios,conventos, templos y simples casas-habitacin.

  • 192 MIGUEL LEN-PORTILLA

    Esos mapas y planos permiten seguir paso a paso una historia degrandes transformaciones, tal como la captaron quienes produjeronesas cartas. Tanto en los escenarios geogrficos que se incluyen en loscdices prehispnicos como en muchos de estos otros planos y mapasen los que es perceptible tambin la mano indgena, tenemos antenuestros ojos imgenes henchidas de vida y actividad que integran laque llamar historia en un espacio humanizado. Slo que entre lo queconocemos de las producciones prehispnicas y las indgenas colonia-les hay grandes diferencias. stas, a pesar de la supervivencia de buennmero de antiguas formas de representacin el glifo del agua y elmonte, que denota la ciudad; las huellas de pies para sealar los ca-minos; los glifos toponmicos; el trazo de las corrientes de agua,abarcan una sucesin muy grande de realidades antes no vistas. En-tre ellas sobresalen con frecuencia los smbolos cristianos, iglesias, cru-ces, presencia de frailes; otros de la autoridad espaola, comolos jueces con sus atavos, sentados en sus sillas de cadera (en vezde los icpalli o equipales que, con los petlatl, esteras o petates, denota-ban el mando); asimismo, nuevas formas de cultivo, plantas y animalesantes no conocidos en el Nuevo Mundo. Y, por encima de todo, destacala diferencia que cada vez ms se fue acentuando en el modo de con-cebir el espacio, ahora ya con una perspectiva nunca antes empleada,y con un colorido, en cambio, mucho menos intenso y variado.

    Repositorios en los que tambin se conservan no pocos de estosmanuscritos indgenas son la Biblioteca Nacional de Antropologa eHistoria, y el correspondiente Archivo Histrico, ubicados en el mis-mo edificio del Museo de Antropologa, en Chapultepec. Casi todosse nombran de ordinario cdices. Al investigador John B. Glass sedebe un Catlogo de la coleccin de cdices conservados en la referidabiblioteca.13 Adems de muchos de contenido histrico o genealgico,los propiamente cartogrficos ostentan con frecuencia la mencionadacaracterstica de los mapas indgenas de ser escenarios de diversosaconteceres.

    En ellos, gente de estirpe nahua, otom, purpecha, mixteca,zapoteca, chinanteca y cuicateca que los pint, casi siempre incluyen-do glifos al modo antiguo y a veces con glosas en su lengua, nos acercaal mundo en que vivi, tal como lo conceba y quiso mostrarlo. Fuerade Mxico, en lugares como la Biblioteca Nacional de Francia, se con-servan otros cdices-mapas mesoamericanos del mismo gnero.Unos y otros, en su conjunto, cuentan quiz entre los testimonios ms

    13 John B. Glass, Catlogo de la coleccin de cdices, Mxico, Museo Nacional de Antro-pologa, 1964.

  • 193CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    reveladores, ya que permiten contemplar aspectos interesantsimos delo que era la vida en regiones con frecuencia aisladas en el mbitocolonial de Mxico.

    Mencionar tan slo algunos de estos mapas-cdices para dar no-ticia de los lugares de los que son espejos: del mbito poblano-tlaxcalteca provienen los Mapas de Cuauhtinchan, uno de Cholula,Cuauhquechollan y Contlantzinco. De la regin central: los de Popotla,Otumba, Coatlinchan y el de enorme inters, por representar una par-te de la ciudad de Mxico, conocido como Plano sobre papel de ma-guey. Rica en informacin es esta carta que muestra canales yacequias de la ciudad, las divisiones de las parcelas, los nombres desus poseedores y otras muchas cosas.14 Otro mapa del siglo XVI, queabarca toda la isla de Tenochtitlan con parte de las aguas circun-dantes, fue pintado para entregarlo a Carlos V que estaba deseosode conocer cmo era la gran ciudad. En este mapa concurren elemen-tos estilsticos de los llamados mapas-paisaje europeos, con otros deprocedencia indgena. Tal es el caso de ms de 200 glifos toponmicosal modo de la escritura mexica. Es este el plano o mapa ms antiguoque se conserva en la representacin de la ciudad de Mxico haciamediados del siglo XVI.15

    Entre otros repositorios en que hay asimismo cartas indgenas deeste periodo est la Biblioteca de la Sociedad Mexicana de Geografay Estadstica. Posee ella adems varios atlas europeos, entre ellos unomanuscrito del siglo XVI atribuido a Battista Agnese, en el que hayun mapamundi que reproduce el perfil geogrfico de Mxico tal comose conoca hacia mediados del siglo XVI.16 Tambin es rica la mapotecade la Biblioteca Nacional de Mxico. En ella, adems de un valiosoconjunto de atlas y mapas europeos de inters para la cartografamexicana, se conserva el cdice o mapa de Santa Mara Asuncin, pro-veniente de un barrio de Tepetlaztoc, cerca de Tezcoco. Muy gran-de es el inters de este manuscrito de mediados del siglo XVI.Constituye un detallado registro catastral en el que se ven numerosasparcelas de tierras con anotaciones glficas de sus medidas lineales, tipode suelos en cada caso, nombre de los parajes y de sus poseedores den-

    14 Este plano ha sido estudiado por Manuel Toussaint, Federico Gmez de Orozco yJustino Fernndez en Planos de la ciudad de Mxico, siglo XVI y XVII, Mxico, UNAM, Insti-tuto de Investigaciones Estticas, 1938, p. 55-84.

    15 Vase: Mapa de Mxico-Tenochtitlan hacia 1550 , edicin y comentarios de MiguelLen-Portilla y Carmen Aguilera, Mxico, Celanese, 1986.

    16 Existe reproduccin facsimilar de este atlas: Un portulano miniado del siglo XVI, connota introductoria de Cristina Snchez de Bonfil, Mxico, Sociedad Mexicana de Geo-grafa y Estadstica, 1987.

  • 194 MIGUEL LEN-PORTILLA

    tro del sistema de los calpulli o tierras comunales. Las pinturas estnacompaadas de algunas glosas.

    Por razones de espacio debo circunscribirme a mencionar tan slootros archivos y bibliotecas en donde hay tambin documentos quepertenecen a este legado cultural. Son ellos la Mapoteca Orozco yBerra, de la Direccin de Geografa, Meteorologa e Hidrologa; elMuseo Nacional de Historia (Chapultepec); as como, fuera de la ca-pital, el Archivo General del Estado de Tlaxcala; la Academia de BellasArtes y la Casa del Alfeique en Puebla; el Museo Regional (Gua-dalajara); el Museo Michoacano (Morelia); la Universidad Veracruzanay el Museo Veracruzano de Antropologa (Jalapa) y la Universidad delas Amricas (Cholula). Adems, en numerosas comunidades indge-nas de la regin central y de Veracruz, Oaxaca y Guerrero principal-mente, se conservan hasta hoy lienzos y documentos de intersrelevante por su carcter de mapas y planos.

    Fuera de Mxico ocupa lugar prominente la ya citada BibliotecaNacional de Pars. En su rica coleccin de manuscritos mexicanos seconservan no pocos cartogrficos de estilo indgena tan importantescomo el Cdice Xlotl , los mapas Tlotzin y Quinatzin, los planostopogrficos de Hueyapan y de Santa Mara Ixcatlan, el Mapa nme-ro 1 de Cuauhtinchan, dos planos de propiedades de tierra de Xochi-milco, la Historia tolteca-chichimeca (que incluye diversos planos) y otrasvarias cartas de procedencia y estilo indgenas.

    ste es el primer gran captulo en la historia del legado cartogr-fico de Mxico. Relativamente poco estudiado, es campo abierto enel que pueden anticiparse muchas sorpresas y hallazgos.

    Otra cartografa novohispana con elementos indgenas del siglo XVI

    Mi intencin no es hacer aqu un catlogo sino mostrar al menos algode la riqueza semntica de muchas de estas producciones. Son ellas tam-bin specula en que quedaron reflejadas las observaciones y tomas deconciencia de no pocos mexicanos, espaoles y diversos extranjeros res-pecto a un vasto territorio en el que gente y cultura experimentabanintensos procesos de cambio. Muestran tambin cmo, con el paso deltiempo, se fueron integrando las imgenes del ser geogrfico de Mxi-co al ms amplio del Nuevo Mundo, situado ste en el speculum que alfin se conform de las totius orbis terrarum, las tierras todas del orbe.Cuando Alberto Durero contempl en 1520 los tesoros que Corts ha-ba enviado a Carlos V, llam al pas del que procedan Tierra del oro,maravillado, como lo escribi, del ingenio de sus habitantes que haba

  • 195CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    logrado esas creaciones.17 De ese pas para l, como para casi todos loseuropeos, entonces desconocido, se haba delineado ya, un ao antes,un mapa en el que se trazaron con bastante aproximacin sus litoralesatlnticos, es decir, los del Caribe y el Golfo, desde Yucatn hasta Flo-rida. Dicho mapa fue consecuencia de la expedicin realizada en 1519por Alonso lvarez de Pineda, enviado de Juan de Garay. Conservadohoy en el Archivo de Indias, en Sevilla, es el testimonio ms antiguo deorigen europeo en el legado cartogrfico de Mxico. Entre otras cosases de notarse que en su delineacin Yucatn aparece como pennsula,idea que muy pronto fue abandonada al representarse como isla.

    Ello ocurri en la edicin de la Segunda carta de relacin de Cor-ts, traducida al latn y publicada en Nuremberg en 1524, con un mapade los mismos litorales, casi seguramente derivado del de lvarez dePineda. Dicho mapa debi hallarse en el Padrn Real de Sevilla,de donde alguien sac una copia que se public en Nuremberg en1524. Con modificaciones, original y copia representan a Yucatncomo isla. Es de grande inters notar que debajo de este mapa se re-gistra la escala con que est hecho.

    En la misma hoja, a un lado de dicho mapa, hay un plano de laciudad de Mxico-Tenochtitlan. Aunque a primera vista parece fanta-sioso e inspirado en el de alguna ciudad europea situada en medio deun lago, un cuidadoso examen deja ver que fue dispuesto por unapersona que conoci la ciudad prehispnica antes de su destruccin.Mapa y plano constituyen las primeras producciones cartogrficas deMxico que fueron impresas. Desde poco tiempo despus, copiandocon diversas alteraciones el plano de la ciudad, se imprimieron en elsiglo XVI y siguientes otras imgenes de la metrpoli mexica cuya des-cripcin tanto asombr a los europeos. Adems de la edicin deNuremberg, apareci el mismo ao otra en Venecia con traduccinde la misma carta al italiano y los mismos mapa y plano. Los ejem-plares bastante pocos que se conservan de una y otra de estas edi-ciones de 1524, son hoy parte del legado cartogrfico de Mxico. Eneste pas se preservan ejemplares de ambas en la Biblioteca Nacionaly en la del Centro de Estudios de Historia de Mxico, Condumex,que public en 1980 una reproduccin facsimilar que incluye las de-lineaciones cartogrficas.18

    17 Albrecht Drer, Tagebuch der Reise in die Niederlande, Anno 1520, en A. Drer inseinen Briefen und Tagebchern, Zusammengestelt von Dr. Ulrich Peters, Francfort del Meno,Verlag von Moritz Diesterweg, 1925, p. 24.

    18 El ttulo en latn de la edicin de Nremberg es praeclara Ferdinandi Cortesi de Novamaris Oceani Hyspania narratio Sacratissimo ac invictissimo Carolo Romanorum Imperatori, AnnoM. D. XXIII . Existe reproduccin facsimilar publicada por Condumex, Mxico, 1980.

  • 196 MIGUEL LEN-PORTILLA

    Otras tomas de conciencia del propio ser geogrfico

    Otra forma de cartografa comenz tambin a producirse a partir dela segunda mitad del siglo XVI. Se origin en diversos propsitosde las autoridades espaolas interesadas en conocer y registrar las tie-rras que les estaban ya sometidas. Un trabajo digno de particular men-cin se debi al empeo del oidor de la Nueva Galicia, HernnMartnez de la Marcha, quien visit ese territorio en 1549 y 1550. Alinformar a la corona de la situacin que prevaleca en lo que era en-tonces el septentrin de la Nueva Espaa, y de la conveniencia de quela sede del obispado fuera Guadalajara y no Compostela, envi tam-bin cuatro prolijas pinturas.19

    Una de stas se conserva y es el primer mapa de la Nueva Galiciay regiones adyacentes. Abarca sus litorales en el Pacfico, con indica-cin de varios puertos y bahas, desde la desembocadura del ro Gran-de de Santiago hasta los lmites con Michoacn. Ciudades comoGuadalajara, Colima, Compostela y Tepic, con numerosos pueblos,aparecen en su ubicacin correcta. El curso del Santiago, desde su sa-lida del lago de Chapala, se ve como una frontera natural que separaal territorio ya plenamente bajo la soberana real, respecto del otrosituado al norte, que se considera tierra de guerra.

    Como en los mapas prehispnicos, se ven all escenas de comba-tes en los que participan diversos grupos chichimecas. Varias glosasproporcionan informacin. Una de ellas se limita a la palabraTenamastle, aludiendo a la rebelin encabezada por ste, conocidacomo guerra del Mixtn, que puso en jaque al Virreinato en 1540-1542. Este mapa, conservado en el Archivo de Indias, es documentoinestimable en el conjunto cartogrfico novohispano.20 Obviamentedelineado por un espaol que conoca esta vasta regin, es curiosa lapresencia en l de las escenas que registran aconteceres al modo delos mapas-escenarios indgenas.

    Menos de tres dcadas despus se inici un magno proyecto deinvestigacin que abarc extensiones ms grandes en la Nueva Espa-a. Su realizacin incluy pormenorizadas respuestas a un amplio cues-tionario de 50 captulos sobre aspectos geogrficos, histricos,econmicos, etnolgicos y lingsticos, as como la elaboracin de un

    19 Hernn Martnez de la Marcha, Suma de la visita general de 1550, Sevilla, Ar-chivo General de Indias, Audiencia de Guadalajara, 5, f. 2r.

    20 Un estudio y reproduccin de este mapa lo ofrece Jos Francisco Romn Gutirrezen Sociedad y evangelizacin en Nueva Galicia durante el siglo XVI, Guadalajara, El Colegio deJalisco y Universidad Autnoma de Zacatecas, 1993, p. 113-125.

  • 197CARTOGRAFA PREHISPNICA E HISPANOINDGENA DE MXICO

    21 Vase los artculos de Howard F. Cline, Peter Gerhard, Donald Robertson, HerbertR. Harvey y Robert C. West acerca de las Relaciones geogrficas de la Nueva Espaa, queintegran el volumen 12 del Handbook of Middle American Indians, University of Texas Press,Austin, 1972; Ren Acua ha publicado las Relaciones geogrficas de Guatemala, Tlaxcala,Mxico, Oaxaca, Michoacn y Nueva Galicia, 10 v., Instituto de Investigaciones Antropolgicas,UNAM, Mxico, 1982-1988.

    importante conjunto de mapas y planos. Aunque tambin se hizo unapesquisa semejante en el virreinato del Per, los frutos alcanzados enla Nueva Espaa no tienen paralelo.

    Los trabajos se iniciaron en 1577 y en algunos lugares se prolon-garon hasta 1585. Se conservan 166 relaciones geogrficas relativasa lugares situados en los antiguos obispados de Mxico, Tlaxcala,Michoacn, Guadalajara, Antequera (Oaxaca) y Yucatn. De ellas seconocen 76 mapas: 21 para el arzobispado de Mxico; 19 de Tlaxcala;6 de Michoacn; 2 de Guadalajara; 22 de Antequera y 4 de Yucatn.Se sabe, desde luego, que otros mapas se extraviaron.

    Las relaciones y sus mapas se conservan en tres repositorios: el Ar-chivo de Indias (27 relaciones), la Biblioteca de la Real Academia de laHistoria (12) y la Coleccin Latinoamericana de la Universidad deTexas en Austin (37), que por cierto estuvieron antes en poder de donJoaqun Garca Icazbalceta.

    Existen varios importantes estudios de este conjunto de testimo-nios, as como una reciente adicin de los mismos.21 Los mapas os-tentan rasgos a veces muy distintos entre s. Unos son en realidadplanos de pueblos o ciudades como, por ejemplo, el de Culhuacn,que mantiene, al igual que otros, varios elementos de la tradicin in-dgena. Hay algunos que son autnticas cartas geogrficas, como elde Teozacualco en Oaxaca, que incluye adems las genealogas de an-tiguos gobernantes indgenas acompaadas de glifos y glosas. Dichomapa fue para el investigador de los cdices mixtecos, Alfonso Caso,una especie de piedra roseta de inestimable valor.

    Una vez ms, hay que decir que en este corpus cartogrfico tene-mos un conjunto de specula que permite considerar no pocos de los cam-bios ocurridos en buena parte de la Nueva Espaa, poco ms de mediosiglo despus de su sujecin a la corona espaola. A pesar de los estu-dios realizados en torno a esta preciada cartografa, mucho queda anpor investigar. El legado cultural de Mxico tiene en ella testimoniosque difcilmente pueden encontrarse en otros pases del mundo.