00 Oración Todo

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1 Patxi Loidi LA ORACIÓN ACCIÓN SOLIDARIA

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    Patxi Loidi

    LA ORACIN

    ACCIN SOLIDARIA

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    Escuela de catequistas, Ciclo 2 TENA 4: la oracin - 1 15 de agosto de 2013 El femenino y masculino son inclusivos.

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    NOTA PREVIA

    Este cuaderno se ha escrito para personas que

    han hecho un recorrido en la comunidad y en la

    oracin; no es para principiantes. As que djenles que

    oren como quieran, con tal que oren. Harn oraciones

    intelectuales y ticas. Pondrn el yo en el medio.

    Tendrn muchas peticiones y palabras. Orarn por

    inters. Pondrn a Dios a su servicio.

    Tened en cuenta que esos estadios hay que

    recorrerlos. Con ellos se aprende a orar. A medida que

    se avanza, las palabras disminuyen, hay ms silencios,

    el amor aumenta, el yo baja, Jess crece. No turbis al

    principiante con las enseanzas de este cuaderno, que

    vosotros mismos habris aprendido al cabo de aos. Ya

    les llegar su hora. Este cuaderno no est escrito para

    los principiantes, sino para gente que han dado pasos

    en oracin y quieren avanzar ms. Que Dios las

    bendiga.

    Al final del cuaderno, hay un captulo que expone cmo

    ensear a orar a principiantes. Quienes asuman esa

    tarea han de conocer y practicar bien este cuaderno. Si

    t eres catequista de principiantes, aprende y practica

    cuidadosamente este cuaderno y sus orientaciones,

    para poder ensearlas y aplicarlas bien a los

    rincipiantes.

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    Captulo 1 FE CLIDA

    1.- La fe clida es la base para aprender a orar. Pon a Jess por encima de todo. malo con todo tu corazn, como a tu mejor

    amigo. l te ama con ternura, de forma incondicional.

    Corresponde t a su amor, amndolo tambin con ternura. Desde ah, el paso a la oracin es fcil. Podr tener sequedades. Pero

    estoy lleno de amor. Y ese amor me ayuda a orar. La oracin clida est en relacin con la fe clida.

    2.- La fe fra y la fe clida se diferencian por el amor a Jess. Fe fra es la fe de la cabeza; fe clida, la del corazn. Fe

    fra es la fe de ideas; fe clida, la del amor. La fe fra vive de enseanzas y normas; la fe clida vive de la amistad ntima con

    Jess. La verdadera fe cristiana es la fe clida, una opcin muy

    personal, que se concentra en la persona de Jess, con amor y entusiasmo.

    3.- Muchos cristianos tienen una fe fra. No les ha tocado el

    corazn. Aceptan las normas y cumplen los actos de culto; pero no son amigas-os de Jess. No conocen la oracin de amistad. Rezan

    las plegarias corriendo, como quien cumple un deber. Qu les

    ocurre? Nunca han tenido un encuentro vivo con Jess; nunca han experimentado su flechazo ni han sido heridos por su amor. No entienden nada de amores contigo, Seor.

    4.- Fe clida. Amas a Jess? Sufres con l? Luchas con l?

    Te sacrificas por l? Esa es la fe clida, que sabe de amores y dolores. Abarca la persona entera: la cabeza con las ideas, el

    corazn con el amor, la voluntad con las obras. Cuando es muy clida, no le importa perder muchas cosas por Jess. De ella han

    nacido las grandes entregas y los grandes apstoles, seglares y consagrados. Quisiera amarte apasionadamente, Seor.

    5.- Salvador. De qu te ha liberado Jess? Si respondes cosas generales o te cuesta responder, es que no sientes su salvacin y

    tienes fe fra. La fe clida siente que Jess le ha salvado y sabe

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    bien de qu le ha salvado. En sus testimonios no dir cosas

    generales, sino que contar experiencias y cambios concretos, con

    humildad y agradecimiento. Porque la conversin clida es como una chispa; tu chispazo, Seor, que me incendia y me cambia. 6.- Mi salvador. Con la fe clida, Jess no es slo el salvador, sino mi salvador. Como Andrs y Juan, que recordaban 70 aos despus su primer encuentro con Jess a las cuatro de la tarde (Jn 1,39). Como Pablo, que escriba: Me am y se entreg por m (Ga 2,20). Como Magdalena, que se sobresalt al or su nombre en boca de Jess (Jn 20,16). Como Pedro, que le dijo: Seor, t sabes todo, t sabes que te quiero (Jn 21,17). Seor, dame la fe de estos amigos.

    7.- Sin ley. La fe clida no necesita rdenes ni normas, porque se alimenta del amor. Para la fe clida no hacen falta leyes. Las

    normas le sobran. Las enseanzas las aprende con facilidad, porque tiene dentro a Jess y lo siente con el fuego del Espritu.

    Antes te conoca de una forma genrica y no personal. Eras alguien importante, pero ms o menos lejano. Ahora te conozco con el corazn, como la novia al novio; y todo es diferente para m.

    8.- Diariamente. El amor necesita al amor. La fe clida necesita orar diariamente; no para pedir, sino para ser amado y amar. Para la fe fra la oracin es un deber o un solucionario; para la fe clida,

    una necesidad y un gran gozo. Tiene reservado un tiempo fijo. Y no la deja por muy ocupado que est, porque es la cita diaria con

    el amigo. Su oracin consiste en estar con el Amigo que ms me quiere y a quien yo ms quiero.

    9.- No tengo tiempo. Piensa, hermano, si dices la verdad. Pinsalo, hermana. No te mientras a ti misma. T sacas tiempo

    para muchas cosas que no son tan importantes como estar con Jess. Y ves TV. Y escuchas la radio. Y pasas tiempo en la calle.

    Procura no engaarte a ti misma. Para empezar, reserva 15

    minutos para estar a solas con Jess. No vas a tener 15 m. para el amigo que ms te quiere y a quien t ms quieres? Pues, si no

    los tienes, vaya amigo! Eres verdadero amigo de Jess?

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    9.- La fe clida busca el silencio. Sin silencio no hay oracin

    profunda. Hay un silencio exterior, que es la ausencia de ruidos. Cuando no hay silencio, no queda ms remedio que aprender a orar con ruidos. Las personas orantes suelen decir que los ruidos

    externos no les estorban para orar. Ms importante es el silencio interior, ausencia de ruidos dentro de la persona: preocupaciones, inquietudes, ansiedades, recuerdos, disgustos, etc. La fe clida te

    ensear a hacer silencio interior y a orar con ms profundidad. Tambin ayudan los ejercicios de concentracin. Pero nada tanto

    como la fe y la oracin clida.

    10.- Una cancin clida

    Creo en Jess (2), l es mi amigo, es mi alegra, l es mi amor.

    Creo en Jess (2), l es mi Salvador.

    El llam a mi puerta, me invit a compartir su heredad.

    Seguir a su lado, llevar su mensaje de paz. Ayud al enfermo y le trajo la felicidad.

    Defendi al humilde; combati la mentira y el mal.

    Ense a Zaqueo a partir su hacienda y su pan. Alab a la viuda porque dio cuanto pudo ella dar.

    Da y noche, creo en Jess. l est a mi lado, creo en Jess. Doy por l la vida, creo en Jess. Es mi Salvador.

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    Captulo 2 ORACIN DE AMISTAD

    1.- Sin saltos. El paso de la oracin clida a la oracin de amistad se produce casi espontneamente. No hay que hacer

    ningn esfuerzo especial. No hay que dar ningn salto. Fe clida,

    oracin clida y oracin de amistad estn muy relacionadas. La fe clida es la fe del corazn. Y la fe del corazn me hace amiga de

    Jess. Entonces hago oracin de amistad de la forma ms natural. Cuando me sumerjo en la oracin siento que un gran amigo est

    conmigo y yo estoy con l. Y mi oracin se hace al mismo tiempo

    profunda. Ya no se trata de rezos; es otra forma de orar.

    2.- Orar con el corazn. Es una oracin de amor. Es como la relacin entre dos amigas, que se dan amor mutuamente. Es un

    amor que se recibe y se da. La persona orante se siente querida por Jess y recibe su amor; al mismo tiempo ama a Jess y le da

    su amor. No es que descuide la reflexin mental y la decisin de

    obrar conforme al evangelio. La mente y la voluntad estn presentas en la oracin del corazn. Pero estn envueltas en el

    amor, de tal forma que en esa oracin es el corazn el que manda.

    3.- Jess est en el centro de mi oracin y de mi corazn. Lo sabemos muy bien. Nadie por encima de Jess, nadie delante de

    l. Si hacemos una circunferencia, l ocupa el punto central del crculo y yo estoy en la periferia. Que el yo no est en medio,

    como ocurre muchas veces, sobre todo en las oraciones de peticin. Entonces, le ponemos a Jess a nuestro servicio. Pero

    no: yo quiero tenerlo bien en medio, mirarle a l, invocarlo,

    adorarlo, darme a l. Y Jess, que ya me ha tomado por amiga, me transformar, hacindome como l.

    4.- Que el yo no est en medio. Ocurre en muchas oraciones,

    sobre todo en las peticiones: Mi yo est en medio. Sin darnos

    cuenta, utilizamos al Seor para nuestro servicio. Y actuamos como si l fuera un agente directo de la historia humana, que

    mueve los hilos del mundo. Los evangelios y la oracin de amistad

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    requieren un cambio de actitud; quitar del medio al yo y poner a

    Jess y el Reino de Dios. Deja el protagonismo a Dios y vacate

    del yo. Seor, quiero que ests en medio de mi corazn.

    5.- Una plegaria que contiene oracin de amistad. No la leas corriendo. Lela despacio, como masticando las palabras.

    Detente donde notes que alguna palabra te toca el corazn.

    Me quieres?

    Tres veces le hiciste a Pedro la misma pregunta:

    Me quieres? A Pedro le doli, porque te haba negado tres veces.

    l te quera, claro que te quera.

    Y yo? Te quiero realmente? Cunto te quiero? Siento que sta es la pregunta ms importante,

    la nica pregunta. S que a m tambin me dices: Me quieres?

    Nos han educado a sacar enseanzas de tu evangelio,

    y a tomar compromisos.

    Nos han hablado de valores, lneas de accin, ideas fuerza. Ideas, ideas, ideas Compromisos, compromisos, compromisos Y T dnde quedas?

    Maldita sea! Tomamos tus ideas y te dejamos a Ti.

    Hazme muchas veces esta pregunta, Jess. Me gusta que me la hagas.

    Quiero mirarte a Ti, hablarte a Ti y amarte a Ti,

    amarte apasionadamente. No quiero mirar otras cosas.

    Pregntame otra vez ahora mismo: Me quieres?

    6.- Estudia esta plegaria

    Tres veces la misma pregunta. Qu significa esto? Que algo grande estaba en juego. El perdn que le daba Jess de

    nuevo. La humildad de Pedro. Su liderazgo.

    Me quieres? Jess basa en el amor nuestra vida cristiana y la Iglesia que va a conducir Pedro.

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    A Pedro le doli. Era un dolor necesario para dejar atrs el pasado y dar el salto definitivo al amor. A m me hace la

    misma pregunta, para dejar atrs lo negativo de mi pasado.

    Es la nica pregunta para una cristiana. Todo lo dems es secundario al lado de este punto. Por eso le pido a Jess que

    me haga muchas veces esta pregunta.

    Ideas y compromisos, tres veces. Es una crtica fuerte contra esas oraciones, en las que dejamos a Jess por tomar sus

    ideas y compromisos.

    Mirarte a Ti, hablarte a Ti, amarte a Ti. Estamos en el centro de la plegaria, en el centro del cristianismo. Por eso, hazme muchas veces esta pregunta.

    Y me quedo pensativo. He entrado en oracin profunda, oracin del corazn, oracin de amistad.

    7.- Definicin. La has odo muchas veces. Aprndela de

    memoria sin dejar ni una sola palabra. Orar es estar amorosamente con el Amigo que ms me quiere y a quien yo ms

    quiero, escuchndole y hablndole. Fjate en las palabras siguientes.

    6.- Analicemos esta definicin

    + Estar. Es lo ms importante. Orar es estar con Jess. Estar por el gusto de estar. Estar por amistad. Es decir: no oras por sacar un beneficio, sino por estar con tu amigo ms querido.

    + Como visitar a un amigo. Imagnate que vas a visitar a un amigo. El amigo te dice: Hola, qu tal? Qu negocio te trae por aqu? T le respondes: No; vena solo a verte, a visitarte. Algo as es la oracin de amistad. Sin duda sacars mucho provecho. Pero

    t no vas por el provecho, sino por estar con tu amigo querido.

    + El Amigo que ms me quiere y a quien yo ms quiero. Y qu hacen los amigos? Disfrutan estando juntos. Pueden hablar de

    trivialidades, pero estn a gusto. No es que con Jess hablemos de trivialidades. Hablamos con el corazn y estamos a gusto.

    + Amorosamente. Es el resumen de lo anterior. La oracin de amistad es una visita a Jess hecha con amor, con mucho corazn.

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    + Escuchndole y hablndole. Ambas cosas se hacen al mismo tiempo. Se entremezclan la escucha y el dilogo. Pero es muy

    importante escuchar a Jess en la oracin.

    8.- Otra plegaria

    Orar con el corazn

    Pues cambiemos, hermanas-os,

    cambiemos, si no queremos que la fe se nos seque,

    por falta de lgrimas y carios. Un rbol seco es un rbol muerto,

    que no sirve para los jardines del Seor.

    Cambiemos nuestras oraciones y celebraciones. Reguemos el desierto con el agua del Espritu

    Y con las alegras y lgrimas del corazn.

    El Espritu ora con gemidos y palabras inarticuladas, porque habla con el corazn del nio;

    y el nio est envuelto en el cario de sus padres.

    Oremos envueltos en el cario de nuestro Padre-Madre y no con tantos razonamientos, palabras y propsitos.

    Oremos con el sentimiento que da el Espritu,

    con ternuras y abrazos y lgrimas y sonrisas. Dejemos esa seriedad adusta,

    que produce hielo en el corazn.

    Seor, t nos enseaste a decir Abba, Padre-Madre, y nosotros seguimos hablndole a Dios.

    T nos enseaste a orar como nios,

    y nosotros seguimos haciendo razonamientos. T nos enseaste a orar con confianza y abandono,

    y nosotros seguimos presentando justificaciones.

    Padre, Madre, Abba, aqu est tu hija querida.

    9.- Analicemos esa plegaria. Qu palabras nos interesan?

    Cambiemos. As es. Hay que cambiar la forma de orar.

    Lgrimas y carios. Esas son cosas del corazn. Antalas.

    rbol seco. Se refiere a las oraciones intelectuales y ticas. No son del corazn. Son rboles secos. Tenlo presente.

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    Agua del Espritu. Se opone al desierto. Es el corazn.

    Gemidos. Brotan del corazn. As ora el Espritu.

    Palabras inarticuladas. Clarsimo. No son razonamientos; no son intelectuales; no es discurrir. Fjate bien.

    Como nios. Tambin est claro. Los nios no andan con razonamientos ni compromisos. Puedes estar en la oracin como un nio, envuelto en el cario de Jess y del Padre?

    Sentimiento del Espritu. S, l da sentimiento.

    Ternuras y abrazos. Los da el corazn. Apntalo.

    Seriedad adusta. Es lo que produce la oracin intelectual de razonamientos. Nunca has sonredo a Jess en la oracin?

    Hielo. La oracin intelectual y de razonamientos es fra.

    Ensame a orar con el corazn. Es la breve plegaria que tienes que repetir muchas veces.

    Estas aclaraciones nos dan una base para la oracin de amistad.

    10.- Frutos. Cundo produce fruto la oracin de amistad?

    Cuando somos constantes. Ocurre con todas las cosas buenas de la vida: dan fruto cuando se cuidan con constancia. La oracin

    intermitente produce mucho menos fruto: menos unin con Jess,

    menos amor y menos transformacin personal. Es preciso decidirse por la oracin diaria. Cuando hay decisin, la constancia

    es ms fcil. Cuando la decisin no es firme, la constancia suele ser menor. Y se deja la oracin con ms facilidad.

    11.- Todos los das. Habitualmente, todos los das comemos, todos los das dormimos, todos los das tomamos agua Hay cosas que hacemos todos los das invariablemente. Lo mismo debe

    ocurrir con la oracin: hemos de hacerla todos los das sin falta.

    12.- Cunto tiempo? Despus de la Convocatoria, en los

    primeros aos, hagamos al menos una oracin de amistad de 15 minutos cada da. Poco a poco hay que prolongar ese tiempo

    hasta llegar a los 30 minutos. En pasos muy importantes de la vida, como puede ser un retiro largo y la consiguiente decisin

    posterior, conviene prolongar un poco ms el tiempo diario de

    oracin. En esas ocasiones, los acompaantes del retiro suelen dar las instrucciones debidas y ofrecer las ayudas necesarias.

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    13.- Con reloj. Es la forma de no distraerse varias veces mirando la hora. Un reloj que tenga timbre es la gran ayuda para no

    disminuir el tiempo y no preocuparse de la hora.

    14.- Da y hora fijos. No dejes nunca la oracin. Para ello, ten una hora fija y un lugar fijo. Es deseable que tengas un rincn de oracin. La oracin diaria exige una reorganizacin de la vida. La hora fija es parte de tu horario diario. Estas prcticas, adems de asegurar tu oracin, aumentan tu personalidad, porque te exigen

    una mayor disciplina en tu vida. Y has de saber que, si tienes

    disciplina en dos o tres asuntos, terminars tenindola en todos los dems. Es un beneficio adicional que sacars de la oracin.

    15.- La mejor hora para la oracin de amistad puede ser:

    Por la maana, seguida despus de la oracin de la maana. Por la noche, seguida antes de la oracin e la noche. Antes de la cena.

    16.- Amor. Todo esto suena a imposicin cuando se hace a la fuerza. Pero no suena a imposicin, sino a ayuda, cuando se hacen

    por amor y con amor. El amor es la gran motivacin, el gran estmulo para orar diariamente. Por algo decimos que orar es estar amorosamente... Cualquier persona desea estar a menudo con el amigo ms querido. Con Jess queremos estar todos los das.

    17.- Plegaria FORTIFCAME

    Seor, quiero orar.

    Quiero estar contigo muy a menudo. Quiero estar contigo cada da.

    Me va a costar. T la sabes bien.

    Conoces ni debilidad. No me dejes sola.

    Adelntate

    y siembra cada da en mi corazn la necesidad de ti.

    Dame el entusiasmo que t tenas, cuando te retirabas a lugares solitarios

    a estar con tu Padre.

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    Captulo 3 NOTAS COMPLEMENTARIAS

    1.- Orden de la oracin personal.

    1 Hacer los tres actos iniciales, para empezar la oracin. Son un medio para cortar con lo que estbamos haciendo y para entrar en profundidad con Jess. La buena oracin es siempre una gracia de Dios.

    2 Hacer respiraciones durante un rato. Es otro medio para cortar del todo con lo anterior; tambin para concentrarse; y para empezar a estar con Jess, porque ya he hecho los tres actos iniciales. So respiraciones abdominales, contado de 1 a 10. La atencin se concentra en el abdomen.

    3 El centro de la oracin. Tomar el texto que tengo para orar. Leerlo con atencin. Entresacar las ideas principales, las que ms me afecten. Si es un texto evanglico y necesito estudiarlo, ese da hago solo el estudio en clima de oracin; al da siguiente hago la oracin.

    4 Hacer los tres actos finales, para acabar la oracin.

    2.- Los tres actos iniciales. Su finalidad es cortar con lo anterior y sumergirse en la unin con Jess. Por eso hay que hacerlos con mucha devocin, aunque han de ser breves.

    1. Me presento a Jess, le digo mi nombre con una sonrisa y

    aado que quiero estar un rato con l exclusivamente. 2. Le digo que tengo muchas ganas y mucha necesidad de

    orar. Ambas cosas.

    3. Le pido la gracia de hacer una buena oracin.

    3.- Tres actos para acabar la oracin de amistad.

    1 Le digo a Jess que se ha acabado mi tiempo y voy a terminar.

    2 Le doy gracias por haber estado con l orando.

    3 Le digo: Seguiremos juntos, aunque de otra manera.

    Con esta frase declaramos que no todo es oracin, pero que todos los actos de mi vida pueden ser actos de unin con Dios.

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    4.- Evaluacin de la oracin (en la oracin personal). Es un acto muy recomendable para aprender a orar e incluso para crecer

    en personalidad. Se puede hacer con los actos siguientes.

    1. Datos principales. Fecha. Lugar. Tiempo. Tema. Mtodo. He hecho los tres actos del comienzo y el final? He aprovechado

    todo el tiempo, sin disminuir nada? He quitado los estorbos?

    2. Calificacin global que doy a mi oracin, MB, B, R, etc.

    3. Los dos criterios de la buena oracin son AMOR y ESFUERZO. Ver en qu grado los he puesto.

    4. Facilidades que he tenido en esta oracin. Son las cosas que me han ayudado a orar bien. Pueden ser externas e internas.

    - Externas. El lugar, el clima, la ausencia de ruidos, etc. Son menos importantes que las siguientes.

    - Internas. Son facilidades espirituales. Ganas. Gusto. Sentimiento de la presencia de Jess a mi lado. No me costaba, tena que esforzarme menos. Me llenaba, etc.

    - Una pregunta: cmo he aprovechado las facilidades.

    5. Dificultades que he tenido. Pueden ser internas y externas. - Externas. Haba ruido, haca calor, yo me encuentro

    acatarrado, que tena muchas distracciones, etc.

    - Internas. Son dificultades espirituales. El tema no me gusta. Siento rechazo. Me cuesta aceptarlo. Etc.

    - Una pregunta final: cmo he combatido las dificultades. - Tambin puedo preguntarme por las causas.

    6. Luces y gracias que me ha dado el Seor en esta oracin. Luces. El Seor me ha iluminado, he visto claro tal punto Gracias. Siento fuerza, amor, decisin, he tenido una visita especial del Seor, algo me ha llenado mucho, etc. La

    oracin ha mejorado mi actitud.

    Este repaso ha de ser corto: unos 5-7 m. Mientras escribes el

    repaso, sigue orando, con miradas y palabras al Seor.

    5.- Rincn de oracin. Ocurri hacia 1998. La noticia ilustrada la

    trajo el peridico. Una familia musulmana emigr a un pueblo de pescadores del norte de Espaa y alquil una vivienda pequea.

    Lo primero que hicieron fue reservar una habitacin para una mezquita familiar. All entraban descalzos.

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    Quiz no podamos tener una habitacin entera para orar,

    pero podemos tener un rincn. Por ejemplo una pequea

    alfombra, que se deja doblada cuando no oramos, o un par de cojines, algn pequeo signo Y hacer una inclinacin profunda.

    Siempre en el mismo sitio, se ora mejor. El rincn de oracin impregna un poco de espiritualidad toda la casa. La

    psicologa humana necesita sitios especiales para cosas delicadas.

    6.- Concentracin. Algunas personas no aciertan a concentrarse;

    se distraen mucho y sufren por ello. La concentracin mayor viene del Espritu Santo. Pero podemos emplear tcnicas que nos

    ayuden a conseguir el hbito de la concentracin.

    Sintate bien, tieso-a. La espalda, recta. Los pies en ngulo recto, sin estirarlos. Ojos cerrados o bajos mirando a un

    punto fijo. Manos recogidas en el regazo. No te relajes. Concntrate.

    Haz la seal de la cruz despacio. Besa la Biblia con amor, como besando a Jess.

    Haz los tres actos para iniciar la oracin.

    Haz tres respiraciones profundas, largas. Despus pasa un rato con respiracin abdominal normal,

    contando de 1 a 10. Concntrate en el abdomen. Al meter el aire, di los nmeros impares; al echarlo fuera, los nmeros

    pares. Si te pasas del 10 o te pierdes, vuelve a comenzar con

    el nmero 1. Estate un rato as. Luego lee el pasaje con el que vas a orar.

    Finalmente ora. Te dar mucho resultado.

    7.- Escuchando ruidos. Los anteriores actos de concentracin tienen como centro la respiracin. Es quizs el mejor medio. Hay

    otro muy bueno: escuchar todos los ruidos que puedas, por

    pequeos que sean. Lo haces en vez de las respiraciones. Al cabo de un rato estars completamente concentrado.

    8.- Oracin de la maana y de la noche. Son oraciones

    vocales breves, con algn silencio breve. Su objetivo es comenzar y acabar el da con Dios. Tenemos un libro para hacer estos dos

    tiempos de oracin, con salmos y cnticos para cuatro semanas.

    Se titula Dios es alegre. Los salmos y cnticos tienen msica y se pueden cantar. Constan de los actos siguientes.

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    Oracin de la maana. 1 Dos salmos o salmo cnticos.

    2 Evangelio del da: lectura y breve meditacin. Quedarse con una frase para todo el da.

    3 Previsin y ofrecimiento del da. 4 Padrenuestro.

    Oracin de la noche. 1.- Un salmo o plegaria. 2.- Lectura cristiana del da. Es el acto complementario de la

    previsin de la maana.

    3.- Leer un pensamiento de un libro fijo. 4.- Acabar con el avemara, como despedida de Santa Mara.

    La previsin y la lectura cristiana del da son dos prcticas que

    ayudan grandemente a formar la personalidad.

    9.- La postura influye mucho en la concentracin. Hay tres

    posturas llamadas reinas, que favorecen grandemente la concentracin: loto, sastre, egipcia.

    DIAMANTE LOTO o SASTRE EGIPCIA

    LOTO o SASTRE. Es la postura ideal: sentado-a en el suelo sobre una manta y poniendo cada pie sobre la rodilla del otro pie. Para

    muchas personas es difcil sin un entrenamiento prolongado. DIAMANTE. Consiste en ponerse de rodillas y sentarse sobre los

    pies. Tambin es difcil, pero se alivia mucho con un banquito

    apropiado. EGIPCIA. Consiste en sentarse en una silla recta o en una

    banqueta y tener el cuerpo tieso. Es la ms sencilla. Pero si

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    puedes adoptar una de las otras dos, hazlo, porque son mejores.

    10.- Palabras claves de la oracin de amistad. Mira esta lista.

    Jess. Centro de la oracin de amistad. Contemplacin. Evangelios. Son los principales libros de la O. de amistad. Ganas y necesidad. As comienza la oracin de amistad. Seor,

    tengo muchas ganas y mucha necesidad de estar contigo. Amor. Me quieres? Corazn. Orar con el corazn. Estar amorosamente. Como una visita a Jess. Ser amado y amar. Amor mutuo. Escucharle y hablarle. Silencios y palabras. Silencio. No hables tanto. Poco a poco. Masticando las palabras. Escuchando. Dejarte tocar. Que te llegue adentro. Con emociones y sin ellas. Gratuita. No voy a sacar algo. Voy a estar con mi Amigo. Sin peticiones. No voy a pedir nada. El yo en la periferia. Fuera del centro! En la sequedad, resiste con amor. Resiste en oracin. Fe adulta en un mundo adulto. Dios no es un agente directo. Repasar. Hacer repaso de mi oracin.

    11.- Palabras incorrectas sobre la oracin de amistad.

    Reflexionar. Es la oracin de la cabeza. Meditar. Lo mismo: es oracin de la cabeza. Sacar enseanzas. Es oracin discursiva. Compromisos y propsitos. Son parte de una oracin tica. Son

    positivos, pero no centrales. El cambio brota del amor. Peticin. Es una oracin pobre y peligrosa. No oro para pedir,

    sino para estar con el Amigo que ms me quiere.

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    Captulo 4 ESCUCHAR Y HABLAR A JESS

    1.- Escucharle y hablarle. Son las ltimas palabras de la definicin: Estar amorosamente con Jess, escuchndole y hablndole. Recuerdas lo de Mara, la hermana de Marta, escuchando a Jess? (Lc 10,39). Y lo de Mara de Nazaret, que

    rumiaba mucho aquellos sucesos? (Lc 2,19.51b). Cuando eres amiga-o de alguien, te gusta escucharle. Y no digamos si es la

    persona amada. En nuestras oraciones comunitarias tiene que haber un largo rato de silencio. Y en la oracin personal, con ms

    razn, porque en la comunitaria hay que acomodarse al conjunto.

    2.- Escuchndole. Primeramente dile a Jess que tienes muchas ganas y mucha necesidad de estar con l. Suscita dentro de ti esas ganas y ese sentimiento de necesidad de estar con Jess. Despus lee despacio el evangelio una o dos veces, con vivos

    deseos de que te impacte; y deja que el texto te toque el corazn. Seguro que dos, tres o cuatro palabras o frases te llegan al alma.

    Eso es lo que te dice Jess. Escchale atentamente. No pases de una frase a otra sin sacarle todo el jugo. No necesitas hacer todas

    las frases. Y no hables mucho: escucha y habla; habla y escucha. 3.- Jess te habla tambin con los grandes problemas sociales

    de nuestro tiempo, como el hambre y la justicia; la guerra y la paz; la urgente necesidad de promocin de la mujer; la

    destruccin de la naturaleza y el movimiento ecolgico, etc. Te habla adems cuando sientes fuertemente las necesidades del

    prjimo con deseos de ayudarle. Y en general, Jess te habla con

    lo que sientes dentro de ti cuando ests con l con mucha atencin.

    4.- Y si no uso el evangelio? Haz lo mismo. Has elegido una plegaria, un salmo, un nmero de este cuaderno. Acta de la

    misma manera. Has de tener muchas ganas previas, mucha necesidad, mucha atencin, masticando las palabras. Despus,

  • 19

    empieza con la primera frase o palabra seleccionada. Detente en

    cada una de ellas y escchale, porque con todas ellas puede

    hablarte el Seor. Cuando hayas agotado la primera, pasa a la siguiente y haz lo mismo. As hasta el final. Lo que sientes dentro,

    eso es lo que te dice el Seor. Por eso te detienes y le hablas de ese punto. Puedes entremezclar ambas actividades, escucharle y

    hablarle. Todo ello poco a poco, con palabras y silencios.

    5.- Y cmo le hablo a Jess? De qu le hablo? Vamos a

    ver algunos casos. Puedes hablarle de tu propia vida. Por ejemplo, cmo te

    encuentras; si ests alegre o triste; si tienes algn disgusto o

    un problema o un xito, etc. Adems, puedes hablarle de lo que l te haya hablado. Le has

    escuchado al Seor en un texto evanglico o en una plegaria. Hblale de lo que le has escuchado.

    Puedes hablarte tambin de lo que sientes dentro cuando ests con l. Qu sientes? Dselo. Verbaliza lo que sientes.

    Hblale de tu familia, tu comunidad, la Iglesia, tus estudios,

    tus amigos, lo que haces, lo que dejas de hacer, lo que sale mal, lo que te sale bien, etc.

    Pero hblale sobre todo de lo que l te dice

    6.- Un engao peligroso: hablar consigo mismo. Ocurre

    cuando llevas bastante tiempo hablndole a Jess sin parar. Y, en un momento dado, te olvidas de que le hablas a Jess y lo que

    haces es hablar contigo mismo. Es un engao que puede ocurrirte. Y es muy negativo, porque ya no hay oracin 7.- No hables tanto. Este consejo es ante todo para tu oracin particular y para el tiempo de silencio de la oracin comunitaria.

    Por lo tanto, no se refiere a las intervenciones, aunque tambin valga para ellas. Recuerda la enseanza de Jess: Al orar, no hables mucho como hacen los paganos, creyendo que Dios los va a escuchar ms por su palabrera. Tu Padre sabe lo que necesitas

    antes de que se lo pidas (Mt 6,7). As que no hables mucho. Y habla poco a poco, con palabras y silencios, masticando lo que digas al Seor. No le digas muchas palabras seguidas En la oracin

    de amistad, callar es tan importante como hablar.

  • 20

    Recuerda lo que haca Mara, la hermana de Marta y Lzaro, y lo

    que haca Mara de Nazaret.

    8.- Combina las palabras y los silencios espontneamente.

    Si no haces ms que hablar, es fcil que caigas en el engao anterior. La definicin de oracin dice que hemos de escuchar y

    hablar a Jess. Y pone primero escuchar. As que has de combinar

    las palabras con los silencios: escucharle y hablarle.

    9.- Recuerda siempre la siguiente idea. En la oracin, lo ms importante no es lo que le digas a Jess, sino el hecho de estar con l amorosamente. Repite esta frase y aprndela. Es tambin consecuencia de todo lo anterior.

    10.- Cmo llenar los silencios sin distraerse? Con una combinacin de respiraciones y palabras.

    Haz respiracin abdominal. Despus de tres respiraciones profundas, djale a tu cuerpo que siga su ritmo.

    Al cabo de un rato, di una palabra breve al expulsar el aire: Dios, Jess, amor, Padre, madre, sed, ven, etc.

    Usa este instrumento con un pasaje evanglico. Selecciona las palabras que te interesen ms y repite cada una muchas

    veces. El pasaje te va calando muy adentro sin necesidad de discurrir

    nada ni hacer propsitos. O sea, sin oracin discursiva ni tica.

    La asimilacin de un pasaje por repeticin de palabras es un gran instrumento de oracin y conversin.

  • 21

    Captulo 5 ESPRITU SANTO,

    MAESTRO DE ORACIN

    1.- Orar. Si quieres conocer a Jess, amarle, seguirle, proseguir

    su causa y darle a conocer, has de hacer mucha oracin. Si

    quieres tener una fe clida, has de ser una persona de oracin profunda. El Espritu Santo te quiere ensear a orar. Pero no se

    aprende a orar con poca oracin. Tienes que elegir entre estos dos puntos: oracin o mediocridad. Acrcate a Jess. Deja que el Espritu Santo ore contigo y te ensee a orar. .

    2.- Por qu nos cuesta orar? Por qu tenemos tanta dificultad? Medita en las cuatro frases siguientes y ora con ellas.

    1 El problema de la oracin no es un problema de mtodos. Es

    un problema de amor. 2 El problema del amor no es un problema de flechazos, sino un

    problema de cultivo y constancia.

    3 El amor que no se cultiva se muere. Nadie quiere ser pareja de una persona con la que est una vez al mes.

    4 Los novios se ven cada da o muy a menudo. Si estn muy ocupados, hacen lo indecible por verse y lo consiguen. Y si a

    pesar de sus esfuerzos no lo consiguen, se hablan por telfono.

    Oramos poco porque amamos poco. El Espritu es amor.

    3.- La fuerza para orar nace del amor a Jess. La persona que lo ama quiere estar con l. Es como los novios, que se ven cada

    da o muy a menudo. Si estn muy ocupados, hacen lo indecible

    por verse y lo consiguen. Y si a pesar de sus esfuerzos no lo consiguen, se hablan por telfono largo rato, aunque les cueste

    dinero. El esfuerzo que hagamos para orar queda compensado con la alegra de estar Jess.

    4.- Obra del Espritu Santo. Yo te alabo, Padre, Seor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y

    entendidos y se las has dado a conocer a la gente sencilla (Lc 10,21). Jess ora en voz alta movido por la alegra del Espritu.

  • 22

    5.- La secuencia es la siguiente.

    Jess nos promete el Espritu (Jn 14,15-17; Hch 1,8).

    Nos lo da en la cruz y la resurreccin (Jn,19,30; 20,22).

    Nos bautiza con el Espritu Santo (Mc 1,8; Jn 3,1-5), sobre todo en Jn 20,22, donde adems sopla sobre nosotros, como signo de la segunda creacin, la nueva creacin.

    Tambin en Pentecosts (Hch 2,1 ss.) nos empapa de su Espritu, como se ve especialmente en la cita del profeta Joel.

    Y cuando Pedro dice a la multitud: La promesa es para vosotros; para vuestros hijos; incluso para todos los

    extranjeros a quienes llame el Seor Dios nuestro.

    Y el Espritu nos ensea a orar como Jess, con el mismo sentimiento filial; nos ensea la oracin de amistad, porque

    ora dentro de nosotros con gemidos inarticulados (Rm 8,26).

    La amistad con Jess nos lleva a la oracin de amistad, que nos ensea el Espritu Santo.

    Ha llegado la hora de dar un salto a la oracin de amistad. Cada da llega esa hora. Hoy es el da.

    6.- Espiritualidad. El amor a Jess y la oracin de amistad

    generan una vida interior potente. Es la espiritualidad, que consiste en la vida del Espritu Santo en nosotros. Abarca todos los

    campos de la vida. Pero han de estar impregnados de oracin. Y nos lleva a trabajar y luchar por los intereses de Dios en el mundo.

    As fue la vida de Jess, que actuaba conducido por el Espritu

    Santo. (Citado tres veces en pocos versculos: Lc 3,22; 4,14; 4,18). El mismo Espritu que conduca a Jess condujo a los

    apstoles en los comienzo de la Iglesia, como nos muestra el libro de los Hechos. Tambin los personajes de la infancia de Jess

    aparecen movidos por el Espritu: Mara, Isabel, Juan Bautista, su padre Zacaras, el anciano Simen (Lc 1.35.41.44.67;2,25).

    Dejemos al Espritu que ore en nosotros y nos ensee a orar.

    7.- Oracin gratuita. El Espritu es gratuito un regalo del Seor- y nos ensea la oracin gratuita. El Espritu viene en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos orar como

    es debido; y es el mismo Espritu quien intercede por nosotros con gemidos que no se pueden expresar (Rm 8,26).

    T visitas a un amigo por amistad, verdad? Vas a verle al

    hospital porque es tu amigo, pero no para sacar un provecho

  • 23

    personal. Pues haz lo mismo con Jess. Deja atrs el pasado.

    Olvdate de sacar frutos de la oracin. Deja de lado tu provecho,

    incluso el ser mejor. Es cierto que tenemos mucha necesidad de orar. Mucha. Ms de lo que creemos. Pero t oras para estar con

    tu Amigo del alma y no para sacar provecho; ni siquiera para ser mejor. Y entonces es cuando vas a sacar ms provecho sin haberlo

    buscado. Y si alguien te pregunta: Qu sacas de esa oracin?,

    responde: Ni lo s ni me importa. Estoy con mi Amigo.

    8.- Efectos especiales? No los busques. No busques consuelos ni siquiera paz. Tu oracin dejara de ser gratuita. Es verdad, hay

    personas que buscan emociones en la oracin. Y cuando no las tienen, creen que han orado mal. Incluso buscan efectos

    especiales. Pero la buena oracin no se mide por las emociones y

    menos por los efectos especiales. Si vienen, bien; son regalos de Dios. Pero no hay que buscarlos. Si no hay emociones, la oracin

    puede ser tan buena o mejor. La oracin es buena cuando la hago con fe, con amor, poniendo los medios pide ese amor. Esta es la

    obra del Espritu, nuestro maestro y educador. Djate ensear por

    el Espritu. Y, con emociones o sin ellas, ora con espontaneidad.

    9.- Y si tengo sequedad? La oracin de amistad puede pasar por desganas y sequedades. A primera vista resulta extrao: soy

    amiga-o de Jess y no tengo ganas de orar. Pero es parte de nuestra vida. No es que ames a Jess. Lo amas tanto como ayer o

    hace una semana. Lo que te ocurre es que, por ms que lo intentas, no te sale nada. El texto no te dice mucho. No sacas

    jugo. Ests seco. Pues bien: resiste en oracin. La buena oracin

    es cuestin de amor. Con sequedad puedes hacer una excelente oracin. Resiste por amor y con amor; y no le robes ni un minuto

    al Seor. As le muestras tu amor. El Espritu vendr en ayuda de tu debilidad.

    10.- La sequedad es positiva o negativa? Es un paso de crecimiento. Claro que, si no luchas, puede resultar negativa, no

    por la sequedad, sino por tu flojera. Pero si luchas y resistes, el Espritu se servir de ella para que des un paso adelante: para que

    te desprendas un poco ms de tu yo y le pongas ms en medio a

    Jess, al Padre, al Reino de Dios. La sequedad es una escuela de crecimiento.

  • 24

    11.- Al principio, las personas que estn empezando, suelen

    sacarle gusto a la oracin y buscan consuelos y satisfacciones. Es

    como si el Espritu les diera caramelos. A medida que avanzamos en oracin, pueden disminuir esas satisfacciones y obligarnos a ser

    ms adultos, con ms desprendimiento de nuestro yo. Y vienen sequedades, a veces prolongadas. Es probable que tal persona

    tenga que cambiar de forma de orar, sobre todo si su oracin est

    plagada de peticiones. El Espritu nos empuja a buscar a Dios por Dios y no por sus consuelos. Puede ser una gran purificacin y un

    salto hacia adelante. Mantente firme, todo el tiempo, lleno de amor, aunque te cueste. Prescinde de buscar consuelos. Y el

    Espritu te har crecer. Y si encuentras un buen consejero, que

    separa de oracin, ser tambin una bendicin, porque te dar luz.

    12.- Rutina y tibieza. Esto es otra cosa. Es una enfermedad que nos acecha a todos-as en todos los campos de la vida. Cuando

    aprendemos a intervenir, sabemos decir palabras bonitas en la

    oracin comunitaria, aunque no hayamos orado durante el silencio. Lo mismo nos ocurre cuando oramos a solas: podemos

    decirle bellezas al Seor sin orar. Se puede caer en la rutina despus de haber aprendido la oracin de amistad? Por supuesto

    que s. Y muchas veces es difcil de erradicar, porque parece que oramos. Hace falta una sacudida del Espritu para salir de esa

    situacin.

    13.- La lucha contra la rutina y la tibieza. Es un combate

    difcil porque la persona misma no se siente en tibieza. El arma principal es la lucha, pero ella no la ve necesaria. Y sacar

    justificaciones para mostrar que no tiene tibieza. Ojal encuentre

    una buena consejera-o y sea dcil al Espritu. Quien lucha acaba venciendo, porque el Espritu acude en su ayuda. Otras armas

    eficaces son la evaluacin de la oracin bien hecha, la reunin de comunidad sincera, la escucha de los hermanos-as, la tutora

    sincera y bien dirigida. La curacin llevar tiempo. Pero si el

    interesado-a ve su enfermedad y la afronta, la victoria es segura. Y despus hacia arriba, impulsado por el Viento del Espritu.

  • 25

    Captulo 6 ORACIONES DISCURSIVAS Y TICAS

    1.- Ideas y compromisos. Estas dos palabras se repiten hasta

    tres veces seguidas en la plegaria Me quieres? Oraciones intelectuales y ticas (Cap. 2). Se refiere a las oraciones

    discursivas y ticas. Discursivas: consisten en discurrir sobre un

    texto y sacar enseanzas. ticas son las oraciones de propsitos, compromisos y exigencias. En stas suele haber adems

    culpabilizaciones contra s mismo y remordimientos. Para crecer en oracin, hay que hacer un uso moderado y tcnico de la oracin

    discursiva y la oracin tica.

    2.- La oracin discursiva o intelectual razona sobre un texto

    con algunas reflexiones como las siguientes:

    Cules son las ideas y enseanzas principales de este pasaje? Voy mirndolas una por una, para ver si las comprendo bien.

    Despus aplico a mi vida una por una, para ver si las cumplo.

    Si no las cumplo, ver las causas y las consecuencias.

    Sacar una conclusin y ponerme un propsito o compromiso.

    De la misma forma analizo las dems ideas que he elegido. 3.- Importancia de la oracin discursiva. Si oramos con un

    texto evanglico o con un texto de un documento, lo primero que necesitamos hacer es entenderlo bien. As que primero procura

    conocer el texto y asimilarlo. Si no lo haces, entrars a la oracin

    de amistad sin hacer caso del texto que tienes para orar. Por lo tanto, la oracin discursiva es importante. Si vas a un retiro y te

    dan unos materiales, lo primero que has de hacer es estudiarlos. Es lo mismo que hacemos con los evangelios. Primero estudiar el

    texto. Despus hacer oracin de amistad con l. Cunto espacio

    he de dedicar a la oracin discursiva? Depende del tiempo disponible. Si tengo una hora, puedo tomar 15-20 m. para

    asimilar el texto. Si tengo varias horas, puedo dedicarle una. Antes de orar con un pasaje o texto, hemos de conocerlo y asimilarlo.

    4.- Si eliges una frase que ha gustado mucho, es conveniente que la mires dentro del pasaje entero. No puedes

  • 26

    tomar una frase al azar y fuera de la totalidad del texto. Mralo

    entero y entrate rpidamente de sus ideas principales. Ese breve

    tiempo inicial es tambin oracin discursiva. Ordinariamente necesitamos discurrir para elegir correctamente. Algunos das

    puede ocurrir que una frase, idea o palabra nos pegue fuerte desde el primer momento. En tales casos no hay duda: sabemos

    inmediatamente qu es lo que debemos elegir. Pero otros das no

    hay nada que nos pegue fuertemente, por lo cual hemos de fijarnos de un vistazo en la totalidad del texto y orar frase a frase.

    5.- Cuando pasamos rpidamente a la oracin de amistad,

    corremos el peligro de desperdiciar muchos puntos del pasaje que

    pueden tener grandes riquezas. Ejemplo. Oramos con la aparicin de Jess a los apstoles de Juan 20,19-23. Enseguida me gusta la

    palabra paz, que Jess dice dos veces a los apstoles. Me sumerjo en la escena, tomo esa palabra y hago una excelente oracin de

    amistad. Al da siguiente hago oracin con otro pasaje. Qu es lo que ocurre? Que Jn 20,19-23 pasaje tiene muchas riquezas y he

    desperdiciado todas menos una.

    6.- Ejemplo. Riquezas que hay en Jn 20,19-23.

    Una es la PAZ que acabamos de mencionar. Es la paz que nos regala Jess Resucitado. Pero hay ms cosas.

    Los apstoles llenos de miedo con las puertas cerradas.

    Jess traspasa las paredes y se pone en medio. Es el mismo de antes, pero est en una situacin nueva, de plenitud.

    El envo misionero de Jess, el mismo que l recibi del Padre, es algo grande. Ya tenemos para orar al Padre y al Hijo.

    Jess sopla sobre los apstoles y les da el Espritu Santo. Este punto tiene gran importancia.

    Nos recuerda la primera creacin, cuando Dios sopl sobre sobre la figura humana de barro y creo al ser humano.

    Enseguida nos damos cuenta que ha comenzado la segunda creacin, por el Espritu, los nuevos tiempos

    Finalmente tenemos las palabras del perdn de los pecados, que tienen varios contenidos.

    El asombro. Dios, por medio de Jess, d semejante poder a la Iglesia formada por hombres pecadores.

    La gracia que es la sacramento de la reconciliacin en sus variadas formas.

  • 27

    Los perdones que yo he recibido por medio de la Iglesia.

    Todas estas riquezas las he dejado por tomar un punto sin fijarme en los dems, y pasar a otro texto al da siguiente.

    7.- Recomendaciones.

    Empezar siempre con un rato de oracin discursiva, para captar bien el texto entero.

    Orar varios das con el mismo pasaje. Un da, discursiva; dos o tres das, oracin de amistad con distintos puntos.

    Con esto hacemos algo muy recomendado: ARAR el texto.

    Con textos no bblicos podemos seguir la misma pauta. Adems, algunos de nuestros documentos tienen muchas citas del evangelio. Algunas personas andan cambiando temas. Lo

    ms provechoso es ahondar en nuestros grandes temas.

    8.- No te quedes en la oracin discursiva, si quieres crecer en

    oracin. Son necesarias, dale su parte, pero no ms. Antes lo decamos: uso moderado y tcnico, como los cuestionarios.

    9.- Oraciones ticas. Sabemos que son oraciones de propsitos,

    compromisos y exigencias, acompaadas de culpabilizaciones y

    remordimientos. Los ejercicios de san Ignacio estn dirigidos a la voluntad y tienen esta tendencia. La plegaria Me quieres? del captulo segundo critica el exceso de sentido tico con repite tres veces la palabra compromiso. Ocurre cuando nos dedicamos a comparar nuestra con las enseanzas de Jess, nos criticamos y tomamos propsitos. Con ello, el centro de la oracin es el yo.

    Frente a esa tendencia la plegaria destaca a Jess diciendo:

    Quiero mirarte a Ti, hablarte a ti y amarte a Ti. No quiero mirar otras cosas. 10.- La parte buena de las oraciones ticas. Son las

    decisiones y propsitos, que tomamos con la voluntad. Las buenas

    decisiones son absolutamente necesarias para el seguimiento de Jess. La oracin de amistad es oracin del corazn. Pero la

    inteligencia y la voluntad aportan su parte. La dimensin tica es necesaria, con medida, para la buena oracin. Pero tampoco te

    quedes en ella. Da paso siempre a la oracin de amistad.

  • 28

    11.- Cundo hemos de usar la dimensin tica. A lo largo de

    toda la oracin hemos de tener deseos de seguir a Jess y

    proseguir su causa. Pues bien: este deseo tiene sentido tico. Por lo tanto, el sentido tico ha de impregnar toda la oracin, siempre

    como diluida dentro de la oracin de amistad. Por ejemplo, le decimos a Jess: Quisiera ser como t. Ese deseo lleva escondida una carga tica, subordinada al amor y la amistad. La frase Quiero mirarte a TI, hablarte a TI y amarte a Ti, que destacbamos antes, es una frase de dimensin tica, dentro de una oracin de amor y amistad. El momento adecuado para hacer un acto expresamente tico es el final de la oracin, cuando tomamos

    propsitos. Pero tampoco debemos tomar un propsito en cada

    oracin, porque en un mes tendramos treinta propsitos. Lo normal es tener uno o dos puntos de insistencia continuos; y esos

    son los puntos que se renuevan hacia el final de la oracin.

    12.- Las sequedades tienen una funcin educativa, como hemos visto en el captulo tercero. Aparte de eso, las oraciones

    discursivas y ticas pueden ayudarnos mucho en las sequedades.

    Es los das de sequedad es ms difcil hacer oracin de amistad. Las distracciones y la desgana se suceden una tras otra. Y llega un

    momento en que nos sentimos tentados a dejar la oracin. Entonces recurrimos a la oracin discursiva y tica, regadas con

    breves invocaciones, y logramos orar con mucho provecho, a

    pesar de la sequedad. Hacemos reflexiones y actos de decisin por Jess; sacamos enseanzas y hacemos actos de compromiso. Y

    con ello ocupamos bien el tiempo cerca de Jess. Pero tan pronto como podamos, volvemos a la oracin de amistad.

    13.- Las intervenciones en la oracin comunitaria. Las

    mejores son las del corazn. Pero no son las ms frecuentes.

    Abundan ms las peticiones, las reflexiones y las de sentido tico: sermoncitos que se dan para los dems, auto crticas, etc. Cmo

    se hacen intervenciones del corazn? Durante el silencio, oras con oracin de amistad y no preparas lo que vas a decir. Y a la hora de

    intervenir, sigues orando de la misma forma, solo que en voz alta.

  • 29

    Captulo 7 ORACIN Y PECADO

    1.- La oracin barre el pecado. Oracin y pecado no pueden

    estar juntos, lo mismo que Dios y el pecado. La persona que hace oracin con constancia nota que sus pecados van disminuyendo.

    Puede ocurrir con propsitos que se hacen en la oracin, que en

    ese momento es una oracin tica. Puede ocurrir tambin sin hacer propsitos expresamente, por la fuerza misma de la oracin.

    2.- Tenemos muchos pecados, ms de los que pensamos. Los

    pecados graves se ven rpidamente. A veces hay engaos, por no

    querer asumirlos. Empezamos a pensar que aquello no fue tan grave Lo primero que hace la oracin es descubrirnos los pecados graves y llamarnos la atencin sobre ellos. La primera sanacin de la oracin es llevarnos a superar los pecados graves.

    3.- Los pecados veniales no son cosas sin importancia. La

    tienen y grande. Impiden la accin de accin de Dios en nuestra

    vida. Lo dijo grficamente san Juan de la Cruz: un ave puede estar atada por una cuerda gruesa o por un hilo de oro. En ambos

    casos, no puede volar.

    4.- La soberbia. Todos la tenemos. Est dentro, pero aparece de

    muchas formas ms o menos disimuladas, como: el trato malo a las personas, enfados que duran muchos das, recibir mal los

    avisos y la correccin fraterna, dar respuestas destempladas, herir a la gente con palabras o con el silencio, molestarse por cosas

    pequeas, no soportar una humillacin, dejar de ayudar, la falta de compasin, no saber dar gracias o pedir perdn, no pedir las

    cosas por favor, estar de mala cara, rerse del otro, mirarlo por

    encima, no perdona a quien nos ha hecho algn mal, el qu dirn que nos hace esclavos y muchas manifestaciones ms. A veces pretendemos remediar estas manifestaciones sin ir al fondo de la cuestin, que es la soberbia que tenemos dentro. Comparando

    todo esto con la humildad de Jess y las humillaciones que sufri,

    debiera darnos vergenza, y sera una vergenza positiva, un primer paso hacia la conversin. La oracin diaria nos muestra

    estos y otros puntos oscuros y nos ayuda a ser curados por Jess.

  • 30

    Pero sepamos que son obstculos importantes para la accin de

    Dios en nuestra vida y en nuestro apostolado.

    5.- Otros fondos negros de la persona son manifestaciones de

    los dems pecados capitales, como la avaricia, lujuria, ira o enojo, gula, envidia, pereza. En cada uno de ellos se pueden sacar

    ramificaciones como en la soberbia. Son pecados veniales, pero

    algunas veces pueden ser graves. Unos y otros impiden la accin de Dios en nuestra vida y quitan eficacia a nuestro apostolado.

    Nuestra amistad con Jess queda herida. Es recomendable hacer un repaso de las ramificaciones que tienen en nuestra vida cada

    uno de los pecados capitales, para ponernos en situacin de que

    Jess nos cure. La oracin te empuja a luchar tambin contra los pecados veniales. Si no lo haces, la oracin decae.

    6.- La oracin te desvela tus pecados ocultos. Es una

    primera accin de Dios en las personas orantes. Les va descubriendo su interior profundo. Les muestra sus bajos fondos.

    Les hace ver cmo son. Les invita a aceptar su realidad. El

    reconocimiento de la propia realidad negativa y oculta, es el primer paso para el cambio que Dios quiere operar en nosotros

    con la oracin. A partir de ah, todo es ms fcil. Aunque siempre hay que luchar, porque hay deficiencias que cuesta mucho

    erradicar.

    7.- La oracin acta, pero no de forma automtica ni

    inmediata. No hay automatismos en la vida cristiana. Las reuniones, las hermanas-os de la comunidad, tu pareja, las

    personas con las que tratan y Dios mismo en la oracin y meditacin, te desvelan tu realidad pecadora. A veces solo el

    sntoma o la manifestacin; y t tienes que adentrarte ms al

    fondo, para ver las races de tu mal. La gracia de Dios te va acompaando y sosteniendo en estos descubrimientos y

    reconocimientos. Pero nada es automtico. Y Dios no te sanar si t no quieres ser sanado.

    8.- No dejes la oracin, aunque veas cosas feas en tu persona. No la dejes nunca, aunque tengas pecados que te disgustan. No

    cedas a la tentacin de desaliento, que puede venirte en estos casos. Cmo es posible que, despus de orar, haya hecho esto

  • 31

    tan feo?, te dirs quizs a ti mismo. Y pensars que es mejor dejar

    de orar. Sera una gran equivocacin. Tendrs faltas cuando seas

    principiante en la oracin y cuando seas un aventajado. Te arrepentirs, orars y volvers a tener faltas. Y te sentirs mal. No

    dejes la oracin. Sera una gran derrota. Ya que has empezado el camino de la oracin, que es algo tan grande, mantente en l,

    aunque tengas pecados veniales e incluso graves. Dios seguir

    actuando; pero necesita tiempo para sanarte, necesitas tiempo t. Y es seguro que, con la constancia en la oracin, irn

    disminuyendo tus pecados veniales y desapareciendo los graves

    9.- Jess curaba y sigue curando a quienes se acercan a l.

    Jess sigue haciendo hoy, que es el Resucitado, las mismas curaciones que haca en si vida terrena. A los diez leprosos les dio

    la curacin fsica; pero al Samaritano que volvi le dio la curacin interior cuando le dijo: Tu fe te ha salvado. El mismo don le

    concedi a la mujer pecadora, a la Hemorrosa, a la Cananea, al ciego Bartimeo y a tantos otros. Hoy tambin Jess nos sana

    pacientemente, aunque la cosa sea larga, cuando nos acercamos a

    l con la oracin.

    10.- Celebremos el sacramento de la reconciliacin. Hoy el sacramento individualizado se est abandonando en muchas

    partes. Mucha gente no se confiesa nunca o rara vez y casi a la

    fuerza. Pero es un gran sacramento. Su desaparicin es una prdida inmensa. La sustitucin por el perdn antes de la

    eucarista o en celebraciones comunitarias se puede convertir en algo muy superficial. La celebracin individual es, adems de su

    valor sacramental, un gran instrumento de cambio personal. Las curaciones que nos concede Jess en la oracin, reciben una

    fuerza especial en este sacramento. Con la oracin y el

    sacramento de la reconciliacin, vencemos aplastantemente.

    11.- Tener mucho nimo es la actitud ms eficaz para vencer ser constantes en la oracin, recibir sanaciones y vencer el

    pecado. Si somos constantes, notaremos cmo disminuyen

    nuestras faltas y pecados, cmo crecemos en valores cristianos, como nos parecemos ms a Jess, y alabaremos a Dios con alegra

    y accin de gracias. Las personas animosas avanzan ms, porque a Dios le gusta vernos alegres, entusiastas y decididos.

  • 32

    Desarrollemos esta actitud en nuestra vida de oracin; y se

    extender a toda nuestra vida. Y crecer nuestra auto estima. Es

    otro fruto de la oracin constante.

    12.- Hace falta mucha humildad. Es la leccin de este captulo. La humildad es la puerta del despacho de Dios. Como humanos

    somos limitados. Y como pecadores, deficientes. Bastaran estas

    dos consideraciones para hacernos humildes. Pero la soberbia que llevamos dentro nos lo impide. Tenemos la humildad social de no

    querer aparecer como credos o soberbios. No es ms que un maquillaje que deja ms al descubierto nuestra soberbia. Dios

    tiene cerrada la puerta de nuestra casa cuando no tenemos

    humildad. La oracin y la humildad se necesitan la una a la otra como un crculo vicioso. A ms oracin, ms humildad; y a ms

    humildad, mejor oracin. Rechazamos las humillaciones como ataques a la dignidad humana. Y lo son por parte de quien las

    provoca. Pero para quien las recibe son ocasiones de humildad y de gracia, si las llevamos con Jess, que sufri tantas y tan

    grandes humillaciones. Contemplar mucho al Crucificado y meditar

    en sus humillaciones nos acerca a la oracin humilde, que le permite a Jess sanarnos cada vez ms.

  • 33

    Captulo 8 LA ENFERMEDAD

    1.- Enfermedad. Pecado y enfermedad son diferentes. Todos somos enfermos espirituales, necesitados de curaciones continuas.

    La oracin verdadera nos cura las enfermedades y nos libera de ataduras para volar a Dios. La conversin es un proceso de

    curacin total, hasta alcanzar la plenitud de nuestro ser humano,

    que es la de Jess. Las comunidades cristianas son hospitales, donde recibimos los cuidados necesarios para curar las

    enfermedades, crecer en salud y as ayudar mejor a otros. Nuestra vida de fe sufre enfermedades, como las sufre el cuerpo y la

    sicologa humana. La enfermedad espiritual y su curacin es parte

    de nuestro proceso hacia Dios; hemos de contar con ella.

    2.- La mediocridad es una enfermedad espiritual. El mundo necesita gente fervorosa. La mediocridad no cambia a la persona

    ni cambia al mundo. Seamos sobresaliente en entrega, compromiso y oracin. Poca experiencia religiosa es como poco

    combustible: al poco tiempo, el carro se detiene. Poco compromiso

    con la justicia es como una llana pinchada: el carro no funciona. La mediocridad es la peste de los buenos y la tumba de las

    utopas. Y le da arcadas a Dios. El Apocalipsis te lo dice con toda claridad: Conozco tus obras y no eres ni fro ni caliente. Ojal

    fueras fro o caliente! Pero eres solo tibio, ni fro ni caliente. Por eso voy a vomitarte de mi boca1.

    3.- El Seor espera que dejes la mediocridad Y te vuelvas una

    persona fervorosa. Por eso te dice a continuacin: Yo reprendo y

    castigo a quienes amo. Anmate y cambia de conducta. Mira que estoy de pie junto a tu puerta Y llamo. Si alguien oye mi voz y

    abre la puerta, entrar a su casa y cenaremos juntos. A la vencedora la sentar en mi trono junto a m2.

    4.- Purificacin. Al crecer en experiencia religiosa, nos damos ms cuenta de nuestras enfermedades y sentimos la necesidad de

    1 3,15 2 Ap 3,19-21

  • 34

    purificacin. Nos vemos indignos y queremos purificarnos. Es un

    sentimiento positivo, que pone Dios dentro de nosotros.

    Por eso, la experiencia de Dios exige purificaciones sucesivas, cada vez mayores, porque todos enfermedades y

    pocas de menos fervor, incluso de mediocridad. La persona que avanza en espiritualidad se siente indigna con frecuencia. Cuando

    no siento mi indignidad, no estoy camino del fervor.

    5.- Cuando Dios se acerca a una persona, sta siente una gran

    necesidad de limpiar su casa, porque empieza a ver mucha ms suciedad. Antes no la vea; ahora la ve y se siente indigna. Y

    desea que Dios la purifique. No es un sentimiento negativo de

    culpabilidad, sino un deseo positivo y alentador, aunque al mismo tiempo resulte doloroso.

    As nace una nueva valoracin de las faltas y pecados, mucho ms afinada. Se da importancia a cosas que antes se

    pasaban por alto. El paso siguiente es la vergenza ante Jess y ante s mismo, un sentimiento liberador y salvador, porque es

    vergenza amorosa.

    Pedro sinti vergenza ante Jess, cuando descubri en El la fuerza proftico de Dios. Qued tocado y no saba lo que le

    pasaba. Se vio tan pequeo y pecador, que exclam con toda sinceridad: Aprtate de m, Seor, que soy un pecador. Jess lo

    levant y lo acogi.

    6.- Atricin y contricin. La vergenza ante s mismo da lugar a

    la atricin, nombre que damos al arrepentimiento por honradez, por no ser lo que uno quisiera ser. La atricin es positiva cuando

    no deriva en culpabilizacin, sino que nos pone en una dinmica de cambio.

    Pero hemos de aspirar a un don mucho ms alto, llamado

    contricin. Es el dolor por amor a Jess y el Padre, por haber usado mal los dones que l me ha dado, por haberle fallado a un

    amigo tan querido. Es una mezcla de disgusto, pena y rechazo del mal, por amor de Dios.

    La contricin ejerce una influencia muy grande en el

    crecimiento de la experiencia religiosa. Nace del amor y engendra amor. Acrecienta el deseo de Dios y la unin con El. As que aspra

    a la contricin con toda tu alma.

  • 35

    7.- Cundo hay enfermedad?

    Cuando desaparece o disminuye la oracin, el compromiso, el

    amor, la entrega, las ganas...

    Cuando hay una flojera persistente para el amor y el sacrificio. Cuando hay mediocridad, superficialidad, desgana para el

    bien. Cuando hay tentacin persistente contra algo del evangelio,

    desde la verdad hasta el dinero, el perdn, la sexualidad.

    Cuando no hay ni avances ni retrocesos durante cierto tiempo. Cuando mis criterios no son los de Jess.

    Cuando la sequedad de la oracin se prolonga mucho tiempo. Cuando no acepto tal o cual punto del mensaje de Jess.

    Cuando bajo la guardia y disminuye el esfuerzo y la lucha. Cuando no tengo voluntad de poner los medios necesarios.

    Cuando tengo posturas fijas que no vienen de Jess.

    Cuando tengo idolillos, que no combato, incluso cultivo, como envidias, rencillas, ganas de figurar, debilidades, gula,

    activismo, falta de profundidad, poca oracin... Cuando hay faltas consentidas frecuentes, aunque no sean

    graves.

    8.- En esta oracin, hz un repaso de tus posibles

    enfermedades, con la vista puesta en Jess, con toda confianza. Toda oracin ha de estar empapada de confianza. Pero esto

    repasos exigen mayor insistencia y en la confianza, para no caer en la baja autoestima o el desaliento. Ten presente que algunas

    enfermedades son peores, porque no se ven y nos van minando

    ocultamente por dentro. Repasa la lista anterior y otros puntos que se te ocurran. Tambin puedes estudiar tus inclinaciones, tus

    puntos flacos y fuertes. Este repaso te ayudar adems a conocerte y te servir mucho para el seguimiento de Jess.

    Disponte a una lucha cerrada. Las enfermedades no deben

    asustarte, pues tambin de ellas se vale Dios para tu plena realizacin. Acrecientan la humildad, la decisin, el esfuerzo, la

    confianza. Pero has de afrontarlas valientemente, sin cerrar los ojos a tu realidad. Ese ser un signo de tu sinceridad con Dios.

    Esta puede ser una gran oracin.

    Seor, hoy es un da especial para afrontar mi realidad y desarrollar mi amistad contigo. Djame decirte desde muy

    adentro: Seor, confo en ti con todo mi ser.

  • 36

    Captulo 9 ORACIN Y CRUZ

    1.- La oracin y la cruz tienen relacin por varios puntos.

    En primer lugar, la oracin ha de recordarme que el seguimiento de Jess es seguimiento con la cruz a cuestas. Cuando la oracin

    no me lo recuerda, debo preguntarme si mi oracin no estar fuera de la realidad, en un regusto y alegra idealizados. Otro punto de contacto es la ayuda que la oracin ha de darme para llevar bien mis cruces, ya que todo el mundo las tiene. Finalmente, el tercer punto de relacin est en que la oracin misma tiene sus cruces y en ciertos momentos del proceso puede ser una cruz.

    2.- Toma tu cruz cada da, nos dice Jess (Lc 9,23). El

    evangelio nos recuerda esta enseanza de Jess. Cada da tiene su cruz. Durante temporadas enteras, la cruz puede serla misma

    todos los das. A veces tenemos una cruz principal de larga duracin, que puede venirnos de la familia, el trabajo, el carcter,

    el sacrificio que exige nuestra vocacin, las dificultades que nos ponen las personas y la sociedad, los fracasos, los planes

    frustrados, los pecados, grandes y pequeos, los puntos dbiles

    de nuestra personalidad, los fallos que no queremos afrontar ni corregir y otras varias realidades. En la medida en que toda

    nuestra vida est dedicada a Jess, esas cruces tienen algo que ver con su seguimiento. Por eso es positivo hacer cada da en la

    oracin de la maana un ejercicio de aceptacin de nuestras

    cruces. As la oracin viene en nuestra ayuda para convertir nuestras cruces en instrumentos de santificacin y apostolado.

    3.- Cul es tu cruz? En la oracin, el Seor te hace

    silenciosamente esta pregunta. Te descubre tus cruces y la principal de ellas. Cuando las ves como obstculos y dificultades,

    te las hace ver adems como cruces cristianas, unidas a la cruz de

    Jess. Sabiendo esto, t mismo has de preguntarte cul es tu cruz: tus cruces y tu cruz principal. El descubrimiento de mis

    cruces es el primer paso para convertirlas en factores de vida cristiana. Pero adems la oracin te ayuda a llevarlas bien, sobre

    todo la cruz principal de cada poca determinada.

  • 37

    4.- En la tutora han de salir mis cruces. Hay personas que

    tienen un acompaante o tutor espiritual. Si preferimos palabras

    de hoy, digamos que la tutora es un coaching, un entrenamiento prolongado. Una de las comunicaciones principales en la tutora

    espiritual es la de las oraciones. En esas oraciones deben salir mis cruces; y si las veo como dificultades, darles espritu y convertirlas

    en cruces cristianas. Una oracin en la que no salen las cruces

    puede ser una oracin encerrada en una burbuja. Lo mismo la tutora que no conversa sobre las cruces personales.

    5.- Las cruces de mi vida pueden ser mis achaques y

    enfermedades, cuando las tengo. Pero son adems mis disgustos,

    fracasos y humillaciones. Las humillaciones son importantes para adquirir humildad; y no nos quedemos solo en la herida que

    causan a nuestra dignidad. Cruces muy importantes, si no las ms importantes, son mis pecados. Cuando avanzo en oracin, siento

    ms profundamente pecados de los que antes no haca caso. Cuando amo a Jess, me duelen ms mis pecados, incluso los

    pequeos.

    6.- La oracin misma puede ser una cruz en los comienzos.

    Hay personas que gozan mucho en los primeros pasos de la oracin. Ello se debe a los descubrimientos que hace el

    principiante y al entusiasmo que pone. La concentracin, el

    silencio, el estar como fuera de s mismo producen un gran gusto por s mismos. Si adems se experimentan en unin con Jess o sea en oracin- la satisfaccin es mayor. Pero tambin hay personas que no aciertan a orar y sufren en los comienzos de la

    oracin. Y las personas que le sacan gusto pueden llegar a sentir dificultad despus de los primeros pasos. Es la cruz de la oracin.

    De ella hay que hablar al principiante. Y tambin al que empieza

    un nuevo proceso, despus de aos de poca oracin o de oracin ms bien floja.

    7.- La cruz de la oracin produce frutos, cuando no se

    abandona ni se afloja la oracin, sino que se lucha con constancia.

    Esa cruz nos muestra nuestra debilidad, nuestra pobreza espiritual, lo cual es no pequeo beneficio. Nos lleva a recurrir ms al Seor.

    Nos induce a hacer actos explcitos de entrega a l. Y nos da humildad, porque vemos nuestra pobreza espiritual y nuestra

  • 38

    necesidad de Dios. Son grandes beneficios, que hay que ayudar al

    principiante a conseguir.

    8.- Y la recomendacin de gozar en la oracin? Hay que

    darla, porque el encuentro con Jess produce gozo. Y hemos de ensear al principiante a gozar con el Seor. Pero la dificultad y la

    desgana van a llegar; y hay que ensearle igualmente a resistir en

    oracin durante las desganas, con amor y por amor a Jess. Si no lo aprenden, difcilmente sern constantes en la oracin. Entonces

    se les puede dar esta pequea sugerencia: orar es amar. Hay otras muchas cosas que son amor. Pero tambin la oracin es un

    acto de amor. Saberlo le ayudar mucho a quien tiene dificultades

    iniciales, a sacar de ellas todo el provecho que hemos indicado.

    9.- Las dificultades vuelven a aparecer cuando avanzamos en oracin. Y son dificultades mayores, porque la subida es ms empinada. Ah se prueba a la verdadera orante. Estas dificultades pueden ser la sequedad, la desgana, la sensacin de no avanzar y

    de inutilidad, la sensacin de repeticin, el cansancio Son dificultades provenientes de la misma oracin, porque la oracin misma es cruz, sobre todo en determinados pasos. Esas cruces

    son necesarias para avanzar. Y pueden durar meses y aos, que necesitamos para purificarnos, superar el ego (aunque sea

    parcialmente, pues siempre queda algo), aprenderla constancia,

    aprender el amor que es la oracin, adquirir generosidad, y sobre todo aprender a buscar a Dios por Dios y no por las satisfacciones

    que nos da la oracin ni por los beneficios que nos aporta.

    10.- La mayor dificultad y cruz son nuestros pecados, tanto los grandes como los pequeos. Es posible que los pecados graves

    hayan desaparecido al llegar a este grado de oracin. Pero puede

    tambin haberlos. Grandes o pequeos, los pecados son las mayores cruces que nos trae la oracin, porque el Seor nos los

    desvela; porque, al desvelrnoslos, nos acusa; Porque nos llama a luchar contra ellos.

    11.- Tiempos de cruz son tiempos de gracia y crecimiento. Hablamos de cruces de la oracin. Con nuevos crecimientos,

    vendrn nuevas cruces. El Espritu nos conduce hacia mayor unin y parecido con Jess. Los sufrimientos que tengamos al orar, tanto

  • 39

    en los comienzos como en los avances, son medios de los que

    Dios se vale para purificarnos y hacernos crecer. A veces

    necesitamos mucho tiempo sequedades y dificultades para que Dios nos purifique. Todo ello nos da mayor eficacia apostlica,

    aunque nunca hay que descartar el fracaso. Pero la eficacia cristiana no est en los nmeros.

    12.- Sin cruz no hay crecimiento en oracin. La oracin se vive con gozos y cruces. Al orar, gozamos; y tambin sufrimos. Si

    en esas circunstancias abandonamos o dejamos la lucha, nos quedaremos en mediana. Hay muchas personas que llegan a orar

    bastante bien, pero no pasan de ah por los sufrimientos y

    sacrificios que lleva consigo la oracin. Si somos constantes y luchamos, Dios nos llevar ms arriba, hacia su santa Montaa.

  • 40

    Captulo 10

    EL ESTUDIO DEL EVANGELIO ES UNA FORMA DE HACER ORACIN

    1.- Lo primero, estudiar el pasaje. Las cuatro partes del trabajo con los evangelios pueden hacerse tanto en particular

    como en grupo. Pero lo primero es siempre el estudio. No se puede orar bien con un texto evanglico o hacer aplicaciones sean personales, sociales o apostlicas- sin conocerlo bien. Hay grupos que se ahorran el esfuerzo del estudio y pasan

    rpidamente a los comentarios. No es el camino correcto.

    Fortalceme, Seor, para no saltarme el estudio.

    2.- Jess. En la vida cristiana, el centro es Jess. l nos ha llamado y reunido. Formamos comunidad con l. Lo que ms

    queremos es conocerle, amarle, seguirle, proseguir su causa y darle a conocer a todos los que podamos. Si avanzamos en estos

    cinco pasos, nos transformaremos por completo. Igualmente, en el

    estudio del evangelio, el centro es Jess. A veces ponen en primer plano la Palabra de Dios. Pero la principal Palabra de Dios es

    Jess. Seor Jess, T nos hablas con tu vida, tus obras y tus palabras.

    3.- Arar el texto. El primer y principal objetivo del estudio del

    evangelio con cuestionarios es llevarnos a estudiarlos

    minuciosamente, palabra por palabra. A esto lo llamamos arar el texto. El arado va metro a metro aprovechando todo el terreno. Algo semejante queremos hacer nosotros con los evangelios. Son libros muy cortos. Cada frase y cada palabra lleva muchas

    riquezas. Si no los estudiamos palabra por palabra, se nos escapan

    la mayor parte de esas riquezas. Adems, las preguntas nos introducen en la pedagoga activa. Las respuestas no se sacan de

    la cabeza, sino del texto. Seor, ensame a leer los evangelios palabra por palabra. Ensanos a arar el texto.

    4.- Vers cosas que no habas visto. Todo el mundo piensa

    que conoce los evangelios. Pero cuando los leemos con los

  • 41

    cuestionarios, nos salen cosas inesperadas, que nunca habamos

    observado. Como consecuencia de ello, conocemos mejor a Jess,

    lo conocemos de otra forma. Y quedamos sorprendidos. Esta es la experiencia de muchas personas, que puede ser tambin la tuya.

    Y con eso, mejorar tambin tu oracin.

    5.- Pedagoga activa. Hay personas que oyen muchas conferencias bblicas con poco provecho. Quizs emplean una

    pedagoga pasiva: escuchan, no toman notas, no estudian. Oyen

    explicaciones sobre los evangelios, pero no los manejan directamente. En cambio, el cuestionario nos lleva a la lectura

    directa del texto y nos apega a l. Es preciso apegarse al texto. En el grupo resolvemos las dudas y completamos el estudio. Seor, quiero estudiar los evangelios para conocerte ms y amarte ms.

    6.- Evangelios dominicales. Los textos que estudiamos son los

    evangelios del domingo. Lo normal es hacer ese estudio en la semana anterior al domingo correspondiente. De esta forma,

    cuando vas a la eucarista, conoces bien el evangelio y puedes aprovecharlo mejor. Si la homila no es buena, no te inquietas,

    porque has estudiado el evangelio y puedes orar con l. En cada eucarista, tu palabra me da vida.

    7.- Primer da, Segundo da. La hoja del evangelio est dividida en dos partes con esos titulares. Est preparada para trabajarla en

    la casa en dos das. El primer da se hace el estudio del pasaje, con la introduccin y el cuestionario. El segundo da se ora con ese

    texto. La preparacin del evangelio es un acto de amor. Lo

    preparo bien, porque quiero conocer y amar a Jess. El estudio del evangelio se hace en clima de oracin, con breves invocaciones a

    Jess de vez en cuando. No deja de ser estudio, pero tiene mucho de oracin; ms an, si se hace bien, es verdadera oracin. Seor, quiero conocerte ms, para amarte ms.

    8.- Orden de los actos al estudiar el evangelio

    1 Entronizacin de la Biblia y cancin Tu Palabra me da vida. (Todos de pie).

    2 Proclamacin del evangelio. (Todas de pie)

    3 Plegaria inicial, para antes del estudio del evangelio. (Sentadas)

  • 42

    4 Leer el nmero 1. Introduccin. Y sacar las ideas

    principales. (Sentados)

    5 Hacer los dems nmeros. 6 El ltimo nmero del primer da no tiene preguntas. Es

    un dilogo sobre el tema propuesto. No hay que saltarlo. Y hay que dialogar, discutir

    7 Plegaria final, para despus del estudio del evangelio.

    9.- La entronizacin. Dos personas entran al crculo del grupo.

    Una trae un cirio encendido; la otra, la Biblia, abierta y en alto. Van presentado la Biblia a todas las personas y cada una de ellas

    hace una pequea inclinacin de cabeza a la Biblia, cuando llega

    adonde est ella.

    10.- Proclamacin del evangelio. Despacio. Con voz fuerte.

    11.- Plegaria inicial, para hacer el estudio del evangelio en clima de oracin. Recitan todas despacio la siguiente plegaria.

    Antes del estudio del evangelio

    Seor, creo en ti con toda mi persona. Con mi cabeza te conozco. Con mi corazn te amo. Con mi voluntad hago tu obra.

    Quiero conocerte, amarte, seguirte y proseguir tu causa.

    Dame amor a los evangelios, para que tenga un gran afn de estudiarlos.

    Abre mi mente, como abriste la de tus discpulos el da de Pascua.

    Dame la sabidura espiritual, para que los estudie bien y los asimile internamente.

    Quisiera, Seor, sentir lo que estudio, llevarlo a la prctica y comunicarlo a los dems.

  • 43

    Ven, Espritu Divino, y dame el verdadero conocimiento del Seor. Haz que este estudio del evangelio sea verdadera oracin y que el Seor se haga presente dentro de m.

    Virgen Mara, ensame a escuchar la Palabra de Dios y a seguir a Jess.

    12.- Leer el nmero 1. Introduccin. Como no tiene

    preguntas, existe el peligro de leerlo superficialmente. Para evitar este peligro, sacan entre todos las ideas principales de la

    Introduccin.

    13.- Hacer los dems nmeros menos el ltimo. Son cuatro o cinco nmeros, con varias preguntas en cada uno de ellos. La

    forma de proceder es la siguiente.

    Primero se lee el ttulo del nmero. A continuacin, los versculos citados. Despus se contesta a las preguntas. Hay que fijarse a la vez en la hoja y en el evangelio.

    14.- Las respuestas se sacan de la Biblia. Aprende bien esta

    idea: Las respuestas se sacan de la Biblia y no de la cabeza. Las respuestas no se inventan. Solo en el ltimo nmero del cuestionario hay que sacarlas de la reflexin, recordando el

    evangelio que se ha estudiado.

    15.- El ltimo nmero del cuestionario. Es un dilogo. Ha de ser un dilogo entrelazado. Es el momento en el que cada cual

    puede y debe dar su opinin. Algunos grupos no saben tener este

    dilogo entrelazado. Es preciso favorecerlo con insistencia. 1 Obliga a reflexionar sobre Jess y el evangelio. 2 Nos educa a

    tener ideas propias. 3 Nos ensea a dialogar en grupo, sin limitarnos a dar la respuesta.

    16.- Lo importante no es acertar las respuestas. Algunas

    personas se inquietan cuando no aciertan a contestar bien a todas

    las preguntas. Ten en cuenta lo siguiente: lo importante no es acertar todas las respuestas, sino estudiar bien el evangelio. Si hacemos todas las semanas este esfuerzo, aprenderemos a fijarnos mejor y a interpretar otros textos que no hayamos

  • 44

    estudiado en la comunidad. Seor, t miras mi esfuerzo ms que mis aciertos. 17.- Plegaria final. Al terminar el estudio del evangelio recitan todos, despacio, otra plegaria para seguir en clima de oracin.

    Despus del estudio del evangelio

    Gracias, Seor, por regalarme tu evangelio. Gracias por ensearme a leer tu evangelio. Gracias por metrmelo dentro de mi corazn. Gracias por poder conocerte y amarte. Gracias por nuestra comunidad, que me da amor a los evangelios y me ensea a leerlos.

    Ilumina mi mente con la luz del Espritu Santo y enciende en mi corazn el fuego de tu amor.

    Fortifica mi voluntad, para que pueda llevarlo al mundo.

    Bendice mis esfuerzos para que den frutos de espiritualidad y apostolado. Amn.

    18.- En tu casa. Haz el estudio del evangelio de la misma forma,

    siguiendo los mismos pasos, con las mismas plegarias, para hacerlo todo en clima de oracin. Este estudio en tu casa, tiene

    doble finalidad: Primero, preparar la reunin, que saldr mucho mejor cuando est preparada. Segundo, acostumbrarte a orar t solo en tu casa; y no quedarte solo con la oracin de la reunin.

    19.- Por escrito. Para que el estudio del evangelio sea eficaz,

    has de hacerlo por escrito. La respuesta escrita tiene muchas ventajas: exige mayor concentracin; evita el olvido de lo

    estudiado; obliga a no inventar las respuestas; nos libra de las divagaciones en la reunin del grupo. Seor, mientras escribo las respuestas, tu Espritu me caldea el corazn.

    20.- En un cuaderno exclusivo. Has de tener un cuaderno para

    las reuniones, que tenga solo cosas de las reuniones. O sea, un cuaderno exclusivo. No es positivo hacerlo en hojas sueltas.

    21.- Da fijo. Lo mejor es que ests bien organizado y que hagas

    el estudio en un da fijo. Es ms pedaggico y ms seguro. Te aprovechar ms.

  • 45

    22.- En la reunin del grupo, cada cual corrige sus respuestas.

    Y se felicita a s mismo en silencio por las respuestas buenas. T, Seor, ests en medio en este hermoso trabajo. 23.- Nuestra devocin principal es Jess. Y con Jess, la

    Biblia. Por eso ternemos la Biblia abierta en las reuniones, la

    entronizamos y la colocamos en el lugar principal. De los santos y santas, nos interesa la devocin a Mara de Nazaret, madre de

    Jess y hermana nuestra. Con los evangelios, t, Seor Jess, reinas en mi corazn.

    0000000000000000000000000000000000000

    24.- Proclamacin. Los evangelios siempre, siempre

    Nuestra mejor devocin, los evangelios.

    Nuestra mejor lectura, los evangelios. Nuestra mejor meditacin, los evangelios.

    Nuestra mejor oracin, con los evangelios.

    No queremos otras devociones ni otras revelaciones.

    Estamos hartos de ver tantas devociones que suplantan a los evangelios;

    hartos de tantas revelaciones secundarias, de tantas apariciones innecesarias,

    de tantas enseanzas que no nacen del evangelio.

    Nos interesan los evangelios, hoy, maana y siempre.

    Nos interesa el Nuevo Testamento centrado en el evangelio. Nos interesa el Antiguo Testamento, ledo desde el Nuevo.

    Nos interesa Jess, siempre Jess, slo Jess, todo Jess. Lo dems no nos interesa nada.

    Dejadnos en paz con l.

    Jess es la roca.

    Construimos nuestra casa sobre la roca. Y esta casa no se cae.

    El verdadero Jess est en los evangelios.

  • 46

    Captulo 11 ORAR CON LOS EVANGELIOS

    1.- Libros de oracin. Los evangelios son los mejores libros para orar. Sabemos que la verdadera espiritualidad brota de los evangelios. Nos centran en Jess. Nos transmiten el amor gratuito

    de Dios. Nos muestran el rostro del Padre, lleno de ternura, y nos

    hacen or los gemidos del Espritu. De esa manera nos transforman. Y sentimos el envo apostlico del Seor para los

    pobres y para todos. As aprendemos la oracin gratuita. La contemplacin de Jess es la mayor fuerza para la vida y la accin.

    Frente a esas oraciones llenas de palabras y peticiones o frente al

    afn de enseanzas y de exigencias ticas, afirmamos que en Jess se encuentra la mejor enseanza y el mayor dinamismo

    tico. Por eso preferimos el evangelio a todos los dems libros de oracin. Nuestro principal libro de oracin son los evangelios.

    Gracias, Seor, porque estn impregnados de amor.

    2.- Por qu preferimos los evangelios? Porque es la mejor

    manera de centrar la oracin en Jess, que es lo ms importante de la oracin. Cuando no se centra en Jess, la oracin se dedica

    a hacer peticiones, lo cual es una oracin pobre; o a sacar enseanzas, lo cual produce oraciones intelectuales y fras: o a

    sacar exigencias y compromisos, lo cual genera oraciones ticas y

    tambin fras. La oracin centrada en Jess es una oracin clida, porque Jess es el Hijo amoroso de Dios y nuestro amigo. Adems

    las mejores enseanzas, el mejor dinamismo tico y los mejores valores encuentran en Jess y los evangelios. Por todo ello,

    preferimos los evangelios para hacer oracin.

    3.- Qu nos da la oracin con los evangelios? Ante todo, lo

    que hemos dicho: nos centran en Jess, y esto es lo ms importante. Nos transmiten el amor gratuito de Dios. Nos

    muestran el rostro del Padre, lleno de ternura. Nos hacen sentir la presencia del Espritu, que ora dentro de nosotros. De esa manera

    nos transforman. Y sentimos con fuerza el envo apostlico del

    Seor. Finalmente, con los evangelios aprendemos la oracin

  • 47

    gratuita, que es mucho mejor que las oraciones de peticin y de

    compromisos.

    4.- Espiritualidad. Hoy en da mucha gente descubre la

    importancia de la espiritualidad, porque el materialismo ambiental les vaca el corazn. Pero con frecuencia buscan la espiritualidad

    donde no est: en esoterismos, apariciones, milagreras, supuestas

    revelaciones, etc. La verdadera espiritualidad la dan los evangelios. Por qu? Porque nos centran en Jess y en el Reino

    de Dios. Nos muestran que ser cristiano es seguir a Jess y proseguir su causa.

    5.- Aprendizaje. Hace falta un aprendizaje para la oracin con los evangelios, porque se usan poco como libros de oracin. El

    segundo da del cuestionario hay una gua para orar con el pasaje estudiado. Siguiendo esa gua un da y otro, aprenderemos a orar

    con los evangelios. Para mayor claridad, exponemos a continuacin un proceso. Se supone siempre que hemos hecho

    previamente el estudio del pasaje. S t, mi maestro de oracin, Seor.

    6.- Mtodos de oracin con los evangelios. Es peligroso hablar de mtodos, puesto que la oracin es cuestin de amor.

    Pero los mtodos ayudan mucho. Son medios pedaggicos y no

    puras tcnicas que dan resultados mecnicamente. Exigen esfuerzo, tanto en los consuelos como en las sequedades. Dos mtodos hemos visto en el cap. 10. Veamos otros.

    7.- El eco. Es un mtodo prctico para no desviarnos del texto. Se proclama el evangelio. Se deja un breve silencio para releer el

    texto. Y se hace el eco as: decir el versculo y la frase o palabra

    que me ha resonado; y explicarlo. Hay luz y todos tienen la biblia abierta. El eco es eco de Dios. Dios me habla por el hermano-a. 8.- El subrayado. Consiste en subrayar o seleccionar por escrito todas las palabras del texto que me hayan llegado y orar con ellas sucesivamente. En cada una se est el tiempo que dure la devocin, hasta sacarle todo el jugo. Si un da no hago todas las palabras seleccionadas, contino al da siguiente.

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    9.- Lectura por trozos. Es el que se indica en los cuestionarios

    del evangelio. Es el ms recomendable para aprender a orar.

    Tambin para resistir en oracin en las sequedades.

    10.- Repeticin de frases y de palabras. Es un gran medio de asimilacin del evangelio de forma no discursiva. Consiste en

    repetir cada frase del pasaje 10 20 veces. Tambin se pueden

    repetir palabras. Les resulta aburrido a los principiantes. Pero es muy eficaz. Puede ser una oracin de amistad y gratuita.

    11.- Rosario evanglico. Es una variante del mtodo anterior.

    Tomo una frase del pasaje evanglico y la convierto en el primer misterio. Rezo el padrenuestro. Repito diez veces la frase elegida.

    Digo el gloria. Aado una invocacin a Mara: Mara, Madre Solidaria, ensame a escuchar la Palabra de Dios y a seguir a Jess. Hago lo mismo con otras cinco frases del pasaje. As tengo un rosario evanglico, que me ha servido para arar todo el pasaje. Veamos un ejemplo con el hijo prdigo.

    + Primer misterio: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde.

    + Segundo misterio: El hijo menor se march y despilfarr toda su fortuna.

    + Tercer misterio; Me levantar, ir a mi padre y le dir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

    + Cuarto misterio: El padre lo vio de lejos, se conmovi profundamente, corri, lo abraz, lo cubri de besos.

    + Quinto misterio; Ponedle el mejor vestido, el anillo, las sandalias, el ternero gordo, la msica.

    12.- Respiraciones y palabras. Gran mtodo, porque produce una alta concentracin. Consiste en acompasar las palabras del

    texto con la respiracin. Se seleccionan algunas palabras. Durante un rato se hacen respiraciones sin palabras. Despus se repite diez

    o veinte veces cada palabra al expulsar el aire.

    13.- Arar el texto. No es un mtodo ms. Es la expresin que aplicamos a los mtodos anteriores, para ensear que hay que aprovechar cada palabra del texto, como el labrador ara el campo.

    14.- Meterse en la escena. Me imagino la escena y me meto en

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    ella. Soy una ms de las personas que rodean a Jess. Revivo el

    hecho y lo hago mo. Ah escucho y hablo con el Seor. Y

    experimento que el pasaje me est ocurriendo en m. Recuerda este principio: Jess Resucitado hace hoy en m las mismas cosas