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EDUCAR PARA LA JUSTICIA, SEGÚN SAN AGUSTÍN FELIPE I EL “HERMOSO” V CENTENARIO DE SU MUERTE ORHAM PAMUK NOBEL DE LITERATURA 2006 LA ESCUELA AGUSTINIANA LE N.º 85, OCTUBRE-DICIEMBRE DE 2006 A Nuestros jóvenes en Pavía con San Agustín Nuestros jóvenes en Pavía con San Agustín

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EDUCAR PARALA JUSTICIA,SEGÚN SANAGUSTÍN

FELIPE IEL “HERMOSO”V CENTENARIODE SU MUERTE

ORHAM PAMUKNOBEL DE LITERATURA2006

LA ESCUELA AGUSTINIANA

LEN.º 85, OCTUBRE-DICIEMBRE DE 2006

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Nuestros jóvenes en Pavía con San Agustín

Nuestros jóvenes en Pavía con San Agustín

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o NUESTROSCOLEGIOS

RESEÑAS DEACTUALIDAD47LUIS HERNÁNDEZ (1927-2006):

LIBER USUALIS

50LA FAMILIA Y LA JUVENTUD ESPAÑOLAS

56DE PLAZA EN PLAZA CON PACO TORRES

60LIBROS

HISTORIA YLITERATURA21FELIPE I “EL HERMOSO”

V. CENTENARIO DE SU MUERTE(BRUJAS 1478 - BURGOS 1506)

27ORHAM PAMUKALQUIMIA OCCIDENTAL,

PERSA, OTOMANA Y ESTAMBULITANÓBEL DE LITERATURA 2006

ACTUALIDADEDUCATIVA Y PEDAGOGÍA

4LA ESCUELA AGUSTINIANA. I. EDUCAR PARA LA JUSTICIA,

SEGÚN SAN AGUSTÍN

9EN EDUCACIÓN NO HAY NADAPROBADO

13LO IMPORTANTE DE LO LÚDICOEN EL AULA

16ENTREVISTA IMAGINARIA CONSAN AGUSTÍN EN RELACIÓN

CON “LOS SOLILOQUIOS”

31II CONGRESO INTERNACIONALDE LAICOS AGUSTINOS

(ROMA, 12-18 DE JULIO)

33ENCUENTRO INTERNACIONALAGUSTINIANO DE JÓVENES

PAVÍA, AGOSTO 2006

36ACTIVIDADES PASTORALESDE LOS GRUPOS JUVENILES

39LA IMPORTANCIA DEL ESPEJO,EL CAFÉ Y LA DIETA EN

LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS

45VOCACIÓN DESPUÉS DE LOS 20:SER AGUSTINO HOY

LA ESCUELA AGUSTINIANA

LEN.º 85, OCTUBRE-DICIEMBRE DE 2006

Director: Francisco Navas PlataSecretario: Carlos R. Alonso GarcíaE-mail: [email protected]: Provincia Agustiniana Matritense.Islas Hébridas, 57 - 28035 Madrid.Imprime: Grafinat, SA. C/ Albasanz, 14 bis,1ª planta, naves A y B. 28037 MadridISSN: 1577-7197Depósito Legal: M.7.483-1978

E D I T O R I A L

CUANDO estamos cerrando la edición de este número nosllega la triste noticia del fallecimiento del P. Luis HernándezGonzález (1927-2006), que ha sido director de esta revista

durante 16 años; desde el número 13 (octubre-diciembre 1982) has-ta el número 60 (abril-junio 1998), ambos incluidos.

Durante todos estos años de labor callada y minuciosa mantuvola mayor fidelidad posible a los criterios pedagógicos, humanísticosy agustinianos, que expuso en su primer editorial. En el último nú-mero, que realiza como director, desarrolla una tarea de gran tras-cendencia para esta revista al incorporar en sus páginas centraleslos índices completos de sus veinte años de vida (1978-1998), orde-nados alfabéticamente por autores. Contamos con unos datos fun-damentales y muy necesarios para facilitar la consulta a aquellos quenecesitan buscar a las personas que colaboraron, o los temas que setrataron, a lo largo de esos años.

El P. Luis ha sido un religioso agustino polifacético, destacandosobre todo como escritor y músico. Sus variadas facetas artísticasaparecen a lo largo de sus múltiples colaboraciones firmadas en larevista. Vamos a destacar algunos temas recurrentes muy bienestudiados por él: conmemoraciones importantes de acontecimien-tos históricos relacionados con actividades y personas de nuestraProvincia Agustiniana Matritense; investigaciones y estudios críticossobre personajes relacionados con el Monasterio del Escorial, sobretodo con la música; varios poemas suyos en el “Rincón de la poe-sía”, destacado sus sonetos. Es conocida su gran afición a la foto-grafía y podemos comprobarla admirando sus múltiples fotos queaparecen a lo largo de todos los números de la revista.

Desde aquí queremos manifestar nuestro reconocimiento y ad-miración a su persona, pues, el P. Luis, incluso cuando ya no eradirector de LEA, siempre estuvo dispuesto a colaborar y a aportarsus interesantes ideas para que nuestra revista fuese más creativa einteresante.

Siguiendo los pasos de nuestro hermano agustino, Fray Luis deLeón, El P. Luis cultivó el difícil arte de los versos, sabiendo combi-nar con acierto la emoción y la ternura, sobre todo en los sonetos.Destacamos sin duda, su poemario “Nudos del viento”, con variospoemas de notable inspiración. Nos ha dejado una colección depoesías inéditas, que previamente revisadas pueden dar lugar a lapublicación de un nuevo e interesante libro, que podríamos calificarcomo su testamento literario. Nuestro mejor deseo es que su músicay sus versos de altos vuelos le hayan conducido por los espaciosinfinitos hasta las moradas del Padre, donde pueda vivir feliz “inaeternum”, escuchando y dirigiendo (¿cómo no?) los coros angéli-cos celestiales.

Aprovechamos estas líneas para desear una Feliz Navidad a to-dos los miembros de las Comunidades Educativas Agustinianas. Queel Señor bendiga nuestras tareas a lo largo de todo el nuevo año2007, que comenzamos; y nos haga constructores eficientes de la“ciudad nueva” que todos deseamos, basada en la justicia y libre deegoísmos.

Francisco Navas Plata

3Núm. 85 L.E.A..

AEDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

ACTUALIDAD EDUCATIVA Y PEDAGOGÍALa Escuela Agustiniana, Educar para la justicia, según S. AgustínGabriel González del Estal . . . . . . . . 4En educación no hay nada probado, Juan Antonio Sánchez Tapia . . . . . . . 9La importancia de lo lúdico en el aula, Ms. Hernani Morato Feraz, Jr. . . . . . . 13Entrevista imaginaria con San Agustín, en relación con “Los soliloquios”,Grupo San Alipio . . . . . . . . . . . . . . 16

HISTORIA Y LITERATURAFelipe I “El Hermoso” (1478-1506),Jerónimo Paredes González . . . . . . . . 21Orhan Pamuk, Leonor Merino . . . . . . 27

NUESTROS COLEGIOS

II Congreso Internacional de LaicosAgustinos. (Roma, 12-18 de julio) Isabel Alcaide . . . . . . . . . . . . . . . . . 31Encuentro Internacional Agustiniano deJóvenes. Pavía, Jaime Arboleda Castilla y Alberto Navarro Garmendia . . . . . . 33Actividades pastorales de los gruposjuveniles, Santiago Ruiz Galacho . . . 36La importancia del espejo, el café y ladieta en la educación de los hijos, Carlos J. Sánchez Díaz . . . . . . . . . . . 39Vocación después de los 20. Ser agustino hoy, José Alberto Escobar Marín, OSA . . . . 45

RESEÑAS DE ACTUALIDAD

Luis Hernández (1927-2006), José María Torrijos Carrillo . . . . . . . . . 47La familia y la juventud españolas, Isaías Díez del Río . . . . . . . . . . . . . . . . 50De plaza en plaza con Paco Torres, Jesús Torres Fernández . . . . . . . . . . . . 56Libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

4 Núm. 85L.E.A.

Y O creo que la justicia es la prime-ra de las virtudes que debemosenseñar a nuestros alumnos ypracticar nosotros mismos en la

escuela agustiniana. Por eso creo que nos-otros, los educadores, debemos tener unconcepto claro de lo que, para nosotros, sig-nifica la palabra «justicia» en una escuela y enun contexto cristiano y agustiniano. Con laintención de ayudar a los educadores a refle-xionar sobre este tema, que considero tanimportante, me he puesto a escribir estaslíneas.

En la Biblia la palabra justicia tiene un con-tenido muy amplio que yo ni sé, ni podría

explicar suficientemente en este breve artí-culo. Tratando de reducir y simplificar mucho,me atrevo a decir que la mayor parte de lasveces que la Biblia usa la palabra justicia lohace dándole el significado de santidad, ver-dad y pureza. También, otras veces, sobretodo en los Profetas y en el NuevoTestamento, la palabra justicia va asociada alsentimiento de compasión y amor al necesi-tado. Pondré algunos ejemplos. En el Salmo5 el devoto de Yahveh dice: Guíame, Señor,en tu justicia, y en el Salmo 17 dice: Yo, en lajusticia, contemplaré tu rostro. Parece claroque aquí la palabra justicia equivale a verdad,pureza y santidad. Más clara es aún la inten-ción del profeta Isaías cuando afirma, en elcapítulo 5: El Dios santo muestra su santidadpor su justicia. Ser justo es ser bueno yactuar con rectitud, sobre todo cuando serefiere a nuestra actuación en las relacionesinterpersonales. En el libro del Éxodo, en elcapítulo 19, podemos leer: No hagas injusti-cia, ni por favor al pobre, ni por respeto algrande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Enel Nuevo Testamento, San Pablo, 1 Cor 6, 9,dice con rotundidad: los injustos no hereda-rán el Reino de Dios. Y San Pedro, Hechos, 3,14, llama a Jesús de Nazaret el justo, refirién-dose evidentemente al Santo de Dios: con-denasteis al Justo y perdonasteis al asesino.

Hemos dicho ya que, en muchos pasajesde la Biblia, la palabra justicia va asociada alsentimiento de misericordia, amparo y pro-tección hacia los más necesitados y desfavo-recidos. Así, el profeta Oseas, hablando ennombre de Dios, dice: Te desposaré conmigoen justicia y en derecho, en amor y compa-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

Gabriel González del Estal

La Escuela AgustinianaI. Educar para la justicia, según San Agustín

sión. Pero donde más claro y es más frecuen-te esta asociación de la palabra justicia conlas palabras misericordia y compasión es enel Nuevo Testamento. La justicia que predicay que practica Jesús de Nazaret es siempreuna justicia misericordiosa hacia las personassencillas y pobres que le piden ayuda. Hastatal punto que el apóstol Santiago no tendráinconveniente en decir, en el capítulo 2 de suCarta, que la misericordia es superior al jui-cio. Y lo mismo predicaría antes el precur-sor, Juan el Bautista, cuando dirigiéndose auna muchedumbre, a la que acababa de lla-mar raza de víboras, y que, asustada, le pre-guntaba: ¿Qué hemos de hacer?, les respon-día, con palabras claras y tajantes, que elúnico camino que debían seguir para alcan-zar la auténtica salvación era el camino de lamisericordia: El que tiene dos túnicas dé unaal que no tiene, y el que tiene alimentos hagalo mismo (Lc 3,11). Justicia y misericordiavan siempre unidas en el evangelio de nues-tro Señor Jesucristo, por lo que cualquieraque se considere cristiano y quiera poder serllamado discípulo de Cristo debe entender ypracticar la justicia en este sentido. En el capí-tulo 25 del evangelio de Mateo, cuando en elJuicio final el Señor reparte justicia a buenosy malos, la vara de medir la bondad o la mal-dad de los allí presentes no es otra que elhaber actuado o no con misericordia: venid amí, benditos de mi Padre, porque tuve ham-bre y me disteis de comer... apartaos de mí,malditos, porque tuve hambre y no me disteisde comer. El significado de la palabra justi-cia no puede estar aquí más claro. Sería bue-no que leyéramos con frecuencia y detenida-mente este significativo y esclarecedor texto

del evangelio de Mateo. San Agustín decíaque cada vez que leía este texto se llenaba deasombro y de admiración.

San Agustín, lector asiduo y devotísimode las Sagradas Escrituras, siempre pensóque la justicia era un valor y una virtud prime-ra en el comportamiento personal, sobre todocuando teníamos que relacionarnos con otraspersonas. Para el obispo de Hipona, actuarcon justicia, aun cuando se tratara de temasque pudieran parecer de poca importancia,siempre fue algo primordial e importante. Lajusticia no es nunca un asunto pequeño, auncuando se trate de pequeñeces (La doctrinaCristiana, 4, 18). Sobre todo para los queenseñan, presiden o gobiernan, la justicia esla primera virtud que deben tener en cuenta.En este sentido se atrevió a escribir esta fra-se, que después ha sido tantas veces citada:Suprimida la justicia, ¿qué son los Reinossino bandas de ladrones? (La Ciudad de Dios,IV, 4). Y que Agustín emplea siempre la pala-bra «justicia» en sentido evangélico es algoque se puede comprobar estudiando su viday leyendo sus obras escritas. Agustín predi-có y practicó siempre una justicia temperaday moderada por el amor. Sabía muy bienAgustín que Cristo, el Maestro, hizo de suvida una lucha en defensa de los derechos delos más pobres y necesitados. Yo creo quela justicia evangélica que Agustín predicó tie-ne mucho que ver con lo que hoy llamamos«solidaridad», entendida esta palabra en susentido cristiano de compartir nuestros bien-

5Núm. 85 L.E.A.

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6 Núm. 85L.E.A.

es, y nuestra vida, con los necesitados. Escierto que, en tiempos de San Agustín, lapalabra «solidaridad» no existía y, por tanto,no podía tener el uso y el significado que hoyqueremos darle los cristianos, pero yo creoque esta palabra, entendida como hemosdicho, puede traducir con bastante aproxima-ción algo de lo que aquí queremos decircuando hablamos de justicia evangélica, unajusticia que siempre está impregnada demisericordia. Tan claro tenía Agustín esteconcepto de la justicia cristiana que, en sucomportamiento habitual, daba siempre másvalor a la solidaridad que a muchos derechosciviles reconocidos por las leyes. Refiriéndo-se, en concreto, al derecho de la propiedadprivada, el Obispo de Hipona pensaba queeste derecho era inferior y posterior a la vir-tud de la justicia evangélica, ya que la pro-piedad privada era un derecho humano,mientras que la justicia evangélica, la solida-ridad o justicia misericordiosa, era un man-damiento divino. A los pobres y ricos hizoDios dueños de una misma tierra, y esa mis-ma tierra soporta a unos y a otros. Sinembargo, por derecho humano dice el hom-bre «esa finca es mía, esta casa es mía, esteesclavo es mío». Por derecho humano, quees lo mismo que decir por derecho de losemperadores (In ev. Joan 6, 25). De acuerdocon este concepto de justicia, San Agustín notuvo inconveniente en afirmar que el compar-tir los bienes con los necesitados era, paratodos los que quisieran ser llamados discí-pulos de Cristo, un deber de justicia, no desimple caridad. Y si nuestra riqueza es injus-ta, será inútil querer tapar esa injusticia radi-cal con caridades esporádicas. Si das limos-

na para poder seguir pecando impunemen-te, no sólo no alimentas a Cristo, sino queintentas sobornarle como juez (Sermón 39).La tierra, piensa Agustín, da frutos suficien-tes para todos; el que muchos carezcan de lonecesario no es un problema de producción,sino de distribución. Dios quiere dar al rico lomismo que al pobre; nos da de todo conabundancia para que lo disfrutemos (Sermón39). Por naturaleza y en cuanto seres huma-nos nacemos todos con los mismos dere-chos y obligaciones; son las diferentes con-diciones de vida en las que nos ha tocadovivir a cada uno las que nos han hecho des-pués tan diferentes. Si los que han nacido enel tercer mundo hubieran nacido en el prime-ro, hubieran sido personas muy distintas delo que actualmente son, aun cuando hubieranseguido teniendo la misma naturaleza huma-na con la que nacieron. Ya sé que el pensa-miento de Agustín sobre la relación entrecaridad y justicia les ha parecido a muchos unpensamiento peligroso y hasta revoluciona-rio. Porque, si la limosna y el compartir es,como afirma el Santo, no sólo una obligaciónde caridad, sino también de justicia, las per-sonas que pasan necesidad podrían exigir, enjusticia, a las personas que tienen más de loque necesitan, que les dieran, al menos, par-te de lo que les sobra. Ya que lo que paraellos, para los ricos, es superfluo, para éstos,para los pobres, es necesario. Las cosassuperfluas de los ricos son las necesarias delos pobres. Se poseen bienes ajenos cuandose poseen bienes superfluos (In ps. 147, 12).Este principio, dicen, aplicado a rajatablapodría llevarnos a una auténtica revoluciónsocial bendecida por el evangelio. Ejemplosde revoluciones sociales bendecidas por per-sonas en nombre del evangelio los conoce-mos todos. ¡Claro!, decimos nosotros,depende de lo que entendamos por revolu-ción social. El Santo nunca fue partidario derevoluciones armadas y violentas. Tampoco,por supuesto, nosotros lo somos. Pero elhecho de que no seamos partidarios de revo-luciones armadas y violentas, no nos impidedecir, con rotundidad, que el egoísmo inmo-vilista de los que quieren conservar su situa-ción económica, social, política o religiosa nodebe frenar ni detener nunca la fuerza trans-formadora del evangelio. El que lucha por lajusticia contra un orden social injusto no pue-de ser visto nunca como un revolucionarioperjudicial para la sociedad, sino como unapersona que está dispuesta a gastarse y des-gastarse para que la sociedad en la que viveprogrese según el plan de Dios, predicado,

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

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7Núm. 85 L.E.A.

en su evangelio, por Jesús de Nazaret. Serjusto, en sentido cristiano, es estar dispues-to a compartir nuestros bienes con los nece-sitados. Por eso la avaricia y el despilfarroson pecados contra la justicia, pecados quedebemos denunciar y combatir. El que nopuede compartir bienes, dice el Santo, porqueno los tiene, que esté dispuesto a compartirsu tiempo y su vida. El que puede andar, queayude con sus pies al cojo; el que ve, prestesus ojos al ciego; el joven y fuerte, ofrezcasus fuerzas al anciano o al enfermo (In ps.125, 12). La buena noticia de Jesús es la libe-ración de todas las esclavitudes y la igualdadde todos los seres humanos, en una familiade hermanos que tiene a Dios como Padrecomún. Fuimos creados, dirá Agustín, a ima-gen del Dios trinitario, para vivir, como Él, encomunión y comunidad. De este conceptocristiano del ser humano como hijo de Diosdeduce el Santo la prioridad de la justiciamisericordiosa sobre la justicia legal. Para elobispo de Hipona el hecho de actuar deacuerdo con una ley civil no es garantía, sinmás, de moralidad, lo mismo que el actuaren contra de una ley civil no siempre es algomoralmente malo. A los hombres, cuandojuzgan, no les es fácil guardar el equilibrioentre la misericordia y el juicio... el riesgo deuna justicia excesiva es la injusticia. El quese hace demasiado justo, debido a ese mis-mo demasiado, se hace injusto (In ev. Joan95). El que tiene que regular la justicia, ennuestro comportamiento ordinario, es elamor a Dios y al prójimo, no el cumplimien-to más o menos perfecto de las leyes civiles.

Es moralmente malo lo que quebranta la dig-nidad radical de la persona y es moralmentebueno lo que favorece la dignidad radical eintrínseca de cualquier persona, porque todossomos, igualmente, hijos de Dios. Si hace-mos las cosas con verdadero amor, somosbuenos, si nos falta el amor, nos falta todo.San Pablo y San Agustín tenían esto muy cla-ro. ...si me falta el amor, dice una canciónreligiosa, no me sirve de nada..., si me faltael amor, nada soy.

Los educadores cristianos, y con másrazón los educadores agustinianos, por exi-gencia de nuestra misión evangelizadora,tenemos la obligación de estar atentos a lassituaciones injustas e insolidarias que existanen nuestro entorno, para denunciarlas y com-batirlas. No podemos, desde una actitud cris-tiana, cruzarnos de brazos, porque cada hom-bre es parte constitutiva de una ciudad y deun reino, lo mismo que una letra es parte deun discurso (La Ciudad de Dios, 4, 3). Nopodemos consolarnos, o refugiarnos en laexcusa de que el que es pobre lo es por suculpa, porque todos sabemos que, en muchí-simas ocasiones, esto no es así. San Agustíntenía muy claro que, en su tiempo, la causaprincipal de que existan pobres es la avariciade los ricos... porque la avaricia en lugar dehacer crecer, hace disminuir (Sermones 61 y164). Yo creo que en nuestra sociedad capi-talista y de alto confort, globalizada, en la quemandan las grandes empresas multinaciona-les, la avaricia de los más ricos sigue siendouna de las causas principales de la pobreza demuchos pobres. Esto no quiere decir, en nin-

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8 Núm. 85L.E.A.

gún caso, que tengamos que decir a nues-tros alumnos que la riqueza es, en sí misma,mala y perversa. No es malo el dinero y lariqueza; es malo el egoísmo y la avaricia.¿Pensáis que las riquezas son malas? Lasriquezas en sí no son malas; los malos sonlos ricos malos. Las riquezas son dones deDios (Sermón 115). No desaparezcan losbienes de la sociedad; existan, pero sea bue-no el uso de los mismos... son bienes, perorequieren gente buena (Sermón 311. El peli-gro de las riquezas es que es muy fácil ape-garse a ellas, no poder vivir sin ellas y acabarhaciendo cualquier cosa, aunque sea injusta,para no perderlas. También debemos decir anuestros alumnos que la pobreza evangélicano siempre coincide con la pobreza econó-mica. Pobre, evangélicamente, es el que nopone su esperanza en el dinero, sino en Dios,y actúa en consecuencia. Es pobre en el espí-ritu el que se fía de Dios, porque sabe quesólo Él es su Señor y Salvador. El verdaderopobre de Dios lo es en el ánimo, no en el bol-sillo (In ps. 131, 26). Hay personas econó-micamente pobres y espiritualmente ricas, ypersonas económicamente ricas y espiritual-mente pobres. La pobreza evangélica essiempre un bien; la pobreza económica, lamiseria, es un mal.

Cristo debe ser nuestro modelo de perso-na justa, misericordiosa y evangélicamentepobre; es el Justo y el pobre de Yahveh.Condenó a los ricos y a los poderosos, cuan-do éstos hacían mal uso de su riqueza y de supoder. Condenó a los que se hacían llamarmaestros, santos y perfectos, porque noponían su confianza en el poder de Dios, sinoen sus propios méritos y en el poder de sí

mismos. Cristo defendió a los pobres, a lospecadores, a los enfermos, a los que no podí-an valerse por sí mismos y se fiaban de Dios.Así mostró su justicia, una justicia misericor-diosa, que buscaba la felicidad de todos, por-que todos somos hijos de un mismo Padre,Dios.

También San Agustín puede ser propues-to a nuestros alumnos como ejemplo de per-sona justa, misericordiosa y evangélicamen-te pobre. Como obispo y como prior de losconventos que él mismo había fundado semostró siempre justo, corrigiendo a unos,premiando a otros y amando a todos. En laRegla por la que quiso que se rigieran susmonjes, aconseja al Superior del convento:muéstrese ante todos como ejemplo de bue-nas obras, corrija a los inquietos, consuele alos tímidos, reciba a los débiles, sea pacien-te con todos. Observe la disciplina con agra-do e infunda respeto. Y aunque ambas cosassean necesarias, busque más ser amado porvosotros que temido. Que sus monjes vieronsiempre en él a un padre, más que a un juez,lo dice su biógrafo San Posidio en más deuna ocasión.

Que Agustín vivió, desde el momento mis-mo de su conversión, como un auténticopobre evangélico lo sabemos muy bien todoslos que hemos estudiado algo su vida. Viviócon sobriedad en una comunidad fraterna,trabajó sin cesar y practicó la justicia evangé-lica, repartiendo entre los necesitados todolo que no era estrictamente necesario para ély para su comunidad. Escribió su biógrafoSan Posidio: Cuando estaban vacías las arcasde la Iglesia, faltándole con qué socorrer alos pobres, luego lo ponía en conocimientodel pueblo fiel. Mandó fundir los vasos sagra-dos para socorrer a los cautivos y otros indi-gentes. Él mismo dice, en el Sermón 61: alos pobres les doy cuanto tengo; les doy enla medida de mis posibilidades.

Eduquemos, pues, a nuestros alumnos enla justicia y para la justicia, siguiendo el ejem-plo de Cristo y el de nuestro padre SanAgustín. Que practiquen la justicia, siendotrabajadores, sobrios en sus gastos perso-nales y generosos, compartiendo sus bienescon los más necesitados. Que, por amor a lajusticia, que se atrevan a denunciar lasestructuras injustas, de pecado, en la socie-dad en la que viven. Y que lo hagan todo convalentía y con amor.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

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9Núm. 85 L.E.A.

¡E N educación no hay nada pro-bado! Existen muchas teorías,y cada una de ellas insiste enuna propuesta pedagógica dis-

tinta, la cual está sometida a una serie devariables sociales, económicas, culturales eideológicas, que de una u otra manera le dansentido y la hacen útil en un momento con-creto. Así nos encontramos con propuestasde tipo conductista o cognitivista, con teorí-as de corte marxista o del tipo antiautoritario,como pueden ser las experiencias deSummer Hill o Sand School. Por tanto, nosería correcto asumir un método como el ide-al para aplicar en las escuelas o en los cole-gios, y así conseguir el éxito esperado.

No obstante, tampoco podemos decir queen educación vale cualquier cosa.

EEXXPPEERRIIEENNCCIIAA EEDDUUCCAATTIIVVAA EENN SSAALLAAMMAANNCCAA

El pasado verano tuvo lugar, en el colegioSan Agustín de Salamanca, un curso parachicos y chicas de Secundaria y Bachillerato,una aventura pedagógica que cuenta ya convarios años de andadura. La finalidad prime-ra era conseguir que los alumnos aprobaranlas asignaturas que habían suspendido. Digola primera porque el hecho de aprobar no erasino la punta de algo mucho más preocupan-te y prioritario: falta de disciplina, carencia demotivación, dificultades de aprendizaje y unaserie de problemas más que no hacían sinoalgo normal sus resultados académicos.

La procedencia de los chicos/as era muyvariada, los había de Valencia, de Madrid, deSevilla, de León…, también los había de cen-

tros públicos y de privados concertados.Podíamos decir que poseíamos una ampliamuestra de la población estudiante de nues-tro país, válida para un posible estudio sobrecualquier ámbito educativo.

El horario era muy parecido al que lleva-ban durante el curso, con la peculiaridad deque estaban internos en un colegio. Se levan-taban a las 7:30, desayunaban y a las 8:30,comenzaban sus clases que se extendían alo largo de toda la mañana. Después de lascomidas había dos horas de estudio, segui-

Juan Antonio Sánchez Tapia

En educación no hay nada probado

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das de un tiempo de ocio, que consistía enhacer algún deporte o en ir a la piscina.Después de la cena y convivir con sus com-pañeros, se iban a la cama; de 22:30 a 23:00tenían tiempo para asearse, ponerse el pija-ma y ¡a dormir! Este horario se modificabalos fines de semana, en donde no todos seiban a su casa. Durante el sábado y el domin-go los alumnos/as podían salir a la ciudad,se levantaban más tarde y por las nochespodían ver una película en la sala de audiovi-suales, dentro del mismo colegio.

Podría decirse que el curso estaba estruc-turado en dos ámbitos de acción, uno dedi-cado a la parte académica y otro a los aspec-tos de disciplina y convivencia. En cuanto a loacadémico, las clases que recibían eran dematemáticas, biología, francés, inglés, len-gua, latín y dibujo técnico, entre otras, impar-tidas todas ellas por profesores contratadospor el colegio para la ocasión. En el interna-do estábamos 7 monitores, 4 chicos y 3 chi-cas, que pasábamos prácticamente todo eldía con los chavales y cuya finalidad era«acompañarlos», en algunos momentos«aguantarlos» y casi siempre educarlos, yaquí va la primera reflexión: ¿Podemos esta-blecer momentos para la educación? ¿Puedehaber un horario para educar?: «Mirad, cha-vales, de dos de la tarde a diez de la noche os

educamos, el resto del tiempo podéis hacerlo que creáis conveniente.» Creemos que no.

LLAA CCOOOORRDDIINNAACCIIÓÓNN EENNTTRREE EEDDUUCCAADDOORREESS

La educación no debería de tener un hora-rio rígido, ni un lugar determinado en el quedesarrollarse. Todo momento y todo lugarpuede ser bueno para educar. Con los tiem-pos que corren suena a utópico, ¿verdad? Noquiero decir que se tenga que ampliar la jor-nada laboral de los docentes y educadores.Lo que propongo es que exista una coheren-cia en la tarea educativa; que consensuemosun criterio único con el que aplicar unas nor-mas. De ahí que se haga imprescindible eldiálogo fluido entre los distintos agentesimplicados en la educación: padres, profeso-res y educadores, principalmente. No debede existir rivalidad entre estos agentes; másallá de cuestiones puramente personales,debemos de centrarnos en el aspecto profe-sional, ya que la mayoría de nosotros somosprofesionales de la educación, o al menospretendemos serlo. El profesor José A.Marina hace unos años publicaba en unarevista de pedagogía su idea sobre educa-ción, y lo hacía comparando a la sociedadcomo una tribu, la cual toda ella se debe deimplicar en la educación de sus miembrosmás pequeños. Es importantísimo que exis-ta un criterio claro sobre lo que pretendemoscon la educación, un criterio consensuadoentre todos los implicados a través de discu-siones dialogadas y que una vez aprobado hade ser la guía que marque el rumbo educati-vo para un determinado curso. Está claro quecada profesional le dará su toque personal,¡¡faltaría más!!, pero esto no supone quevaya de «francotirador» por el colegio.

En la mayoría de foros educativos, publi-caciones y artículos pedagógicos, se hablade que un educador (los padres también soneducadores, aunque en algunos casos dé laimpresión de que han abdicado de esta fun-ción), nunca debe de pretender ser el amigode sus hijos. Me explico: el rol que debe des-empeñar el padre o el educador es incompa-tible con la figura que desempeña el amigoen nuestra vida afectiva y en la construcciónde nuestra personalidad. Un educador pue-de ser más amable, más cercano, más flexi-ble, pero nunca cómplice de las trastadas desus alumnos; de no ser así estaría «timándo-les», transmitiéndoles una idea distorsiona-da de relación con la autoridad. No me refie-ro a que se eduque para un régimen

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dictatorial, ni mucho menos. La relación conla autoridad es uno de los elementos a tra-bajar en la construcción de la personalidadde los chicos. Unido a este elemento debende reforzar también la asertividad y la empa-tía, de lo contrario estaríamos educando per-sonas potencialmente sumisas. Un padrecuyo objetivo educativo consista en hacerseamigo de sus hijos, les está dejando huérfa-nos.

Uno de los grandes problemas con losque se enfrentaron estos chicos al llegar alcolegio, fue la necesidad y obligatoriedad decumplir una serie de normas. Es difícil trans-mitiros en unas líneas el desconcierto quesupuso para muchos de ellos el hecho, porejemplo de tener que apagar el móvil duran-te ciertos momentos, como al acostarse,durante las comidas o en tiempos de estu-dio. «¡Dios mío, me han quitado el móvil!¡Qué voy a hacer con mi vida ahora!»

En este curso existían una serie de nor-mas, ¡las básicas!, para que se pudiera con-vivir con un cierto nivel de armonía; normascuyo incumplimiento traía consigo el perti-nente castigo, ¡que había que cumplir! Aquípodemos hacer la segunda reflexión, ésta enrelación con la disciplina.

Es debilidad del ser humano culpar a sucompañero de los posibles fracasos que sur-jan en la realización de una tarea conjunta. Eltópico de que los padres culpan a los maes-tros del fracaso de sus hijos y que los maes-tros se desesperan ante el comportamientode algunos padres está cada día más presen-te en la realidad de los centros educativos.

No quiero culpar a los padres, pero sí invi-tarles a pensar un poco sobre el tema de ladisciplina; sinceramente, creo que es aquídonde se produce uno de los puntos débilesen muchas familias.

Hablando con algunos padres sobre elcomportamiento de sus hijos nos decían que,al fin y al cabo, «les daba pena de sus hijos..»,«cómo castigarlo si prácticamente paso todoel día fuera de casa y para lo poco que loveo…» , «si tampoco ha sido para tanto»…Ya esto se unía el chantaje emocional por par-te del chico, cuya práctica hemos utilizado lamayoría de nosotros para conseguir lo quequeríamos cuando se nos acababan otro tipode recursos. Cierto que hablo desde la inex-periencia, pero creo que unos padres nodeben de ceder ante este tipo de chantajes.Con esto no quiero defender la figura delpadre autoritario, ¡ni mucho menos! Lo quequiero decir es que se deben de establecer

unos criterios fijos y claros (otra vez los cri-terios) para ayudar al chaval a saber identifi-car lo que está bien o lo que está mal, lo quepuede hacer o lo que debe de evitar.

LLAA DDIISSCCIIPPLLIINNAA CCOOMMOO VVEEHHÍÍCCUULLOOEEDDUUCCAATTIIVVOO

Podríamos decir que en el aspecto disci-plinario durante este curso de verano nosguiamos por un planteamiento puramenteconductista. Era prácticamente imposibleplantearse cualquier otro modelo. Siguiendolas premisas del condicionamiento operantepropuesto por Skinner, establecimos un sis-tema de premios y castigos que sinceramen-te creo que nos dio resultado. Al principio loscastigos consistían en poner a los chicos máshoras de estudio, privándolos del tiempo deconvivencia y juego con sus compañeros.Poco a poco fuimos introduciendo otramodalidad de castigos que consistía en larealización de trabajos manuales, relaciona-dos con aquello que hubieran hecho mal, porejemplo, se les invitaba a barrer el comedor,o a recoger las mesas o los cubiertos cuan-do habían tirado comida al suelo, o habíanensuciado toda la mesa; se les invitaba arecoger papeles si habían tirado alguno alsuelo, etc... Creo que este tipo de castigoseran más efectivos, lo decían los propios chi-cos/as, que se daban cuenta de lo que habí-an hecho mal y comprendían que el castigoera «justo» y no una consecuencia del esta-do anímico del monitor de turno. Diríamosque este tipo de castigo era más significati-vo para ellos.

Existen varios tipos de disciplina. Una esdel tipo autoritario, de la que de una u otramanera todos hemos oído hablar e inclusohemos experimentado. Otra es del tipo«chantaje emocional», «…si no haces estono te quiero…», es más común de lo que noscreemos, y sucumbir ante ella es un engañoa todos los niveles. Por último, tenemos eltipo disciplina inductiva, la más idónea. Estetipo de disciplina pretende conseguir la auto-rregulación del alumno mediante una serie

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de estrategias, y mucho tiempo el alumno sepercata e interioriza, no sólo las normas, sinotambién su funcionalidad de cara a construiruna convivencia pacífica. Este tipo de discipli-na, aun siendo la mejor, es muy difícil de con-seguir.

En los dos meses que duró el curso deverano la opción más práctica era aplicar ladisciplina autoritaria, no porque fuéramosogros o dictadores, sino por el número dechicos, la problemática que traía cada uno yel corto espacio de tiempo del que disponía-mos los educadores, hacía imposible plante-arse otro tipo de estrategias que en otro con-texto serían muy fructíferas. No obstante,siempre trabajábamos por intentar llegar auna disciplina inductiva, eso sí, a través de laautoritaria, ¡qué remedio!

UUNNAA EEXXPPEERRIIEENNCCIIAA MMUUYY EENNRRIIQQUUEECCEEDDOORRAA

Podíamos hablar de otro tipo de temasque también nos surgieron a lo largo de estosmeses y que tristemente forman parte de larabiosa actualidad en los colegios. Unido alas faltas de disciplina, nos encontramos conchicos que buscaban en el «porro» o en lospendientes su espacio de rebeldía; algunosde ellos se dedicaban a pegarse y hacer unvídeo con el móvil de esas peleas, extraño

(muy extraño), pero cierto; hubo alguna queotra pelea, aunque por lo general la conviven-cia entre ellos fue buena.

A pesar de que ambas secciones, chicosy chicas, estuvieran escrupulosamente sepa-radas, en los tiempos en los que estaban jun-tos, hablo de los tiempos de descanso odurante las comidas, la mezcla de testostero-na y progesterona en el ambiente originabasituaciones potencialmente explosivas y queen todo momento fueron controladas.

Las enseñanzas que al finalizar este cursohemos podido adquirir son:

– La coordinación entre los agentes edu-cativos se hace imprescindible.

– La disciplina no debe ser un tema tabú,puesto que es un elemento básico paraayudar al chico a crecer en todos lossentidos.

– Es necesario seguir creyendo en elpotencial de algunos chicos, a pesarde su mal comportamiento.

Para terminar, me gustaría hablar de unprincipio, el «Efecto Pigmalión», cuya aplica-ción a mí me dio resultado y que consiste encrearte expectativas de cambio en el alumnoy actuar en consecuencia. Trayéndolo a unámbito más religioso, lo podríamos compa-rar con lo dicho por San Juan de la Cruz,aquello de que donde no hay amor, pon amory sacarás amor. ¿Tendrá razón este Santo?Esperemos que sí. Mientras tanto, seguire-mos caminando con la mejor sonrisa y lamochila llena de ilusiones a la búsqueda deese tesoro, que, como nos decía la UNESCOen uno de sus informes, se encuentra escon-dido en la educación.

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

ALCARAZ, M. A. (Coord.), Procesos psicológi-cos básicos I. Manual de prácticas de con-dicionamiento y aprendizaje, Madrid,Pirámide, 2003.

MORALES, P., La relación profesor-alumno enel aula, Madrid, PPC, 1998.

MARINA, José A., «La movilización educativa»,en Cuadernos de Pedagogía, n.º 342, p.73, Barcelona 2005.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

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A lo largo de muchos años el siste-ma escolar eligió el aspecto cogni-tivo como primordial en el des-arrollo infantil, pasando a un

segundo término, así, la emoción que envuel-ve el niño. Pero algunos estudios demuestranque el niño debe ser preparado para la vida yno simplemente para acumular informacio-nes; hace falta trabajar la persona en su tota-lidad, sea en el campo de la afectividad, per-cepciones, expresiones, crítica, creatividad...

Es inconcebible hablar de desarrollo infan-til sin llevar en consideración una visión delniño como un todo. Admitido que la dimensiónafectivo-emocional engloba todo el proceso deadquisición del conocimiento, se torna de sumaimportancia garantizar un ambiente desprovis-to de amenazas, en el cual él se considere segu-ro para demostrar sus inquietudes, sus intere-ses y sus preferencias delante del grupo ytambién para percibir manifestaciones afecti-vas de los demás, de tal modo que poco a pocoaprenda a trabajar, en el plano personal y delas relaciones sociales, y sepa enfrentar posi-bles dificultades y conflictos.

La propuesta del juego dramático infantilen la Enseñanza Primaria viene en auxilio dela necesidad que el sistema escolar posee,pues el niño ya comienza a ser visto comoun todo, sin embargo, los educadores sesienten desarmados delante del gran univer-so que es la formación de la personalidad, yel adulto lo quiera o no es responsable deldesarrollo físico, intelectual, social y princi-palmente emocional del niño.

No se puede olvidar que el niño se expre-sa primero con el cuerpo, antes de emplear ellenguaje verbal, el dibujo o la escritura.También, desde muy pronto, utiliza objetos

simbólicos, como sus juguetes, y el niño seenvuelve de tal manera en la situación queproyecta sus estados afectivos, interpretan-do tal realidad como verdadera. Lo lúdico noes otra cosa que la manipulación de la ima-ginación. Todo se torna posible, la realidadse proyecta por medio de la imagen.

El objetivo de la introducción de lo lúdicoen la educación infantil no es hacer teatro,sino jugar e improvisar con las situacionesdel niño, porque dentro de las nuevas tenta-tivas en la educación lo lúdico surge comoun proceso de auto-conocimiento y conoci-miento del otro por medio de experiencias,

Ms. Hernani Morato Feraz, Jr. 1

La importancia de lo lúdico en el aula

1 Doctor en arquitectura y urbanismo,programación y proyecto de los asenta-mientos humanos, UNIMAR.Coordinador del Depto. de Marketing delColegio Agustiniano San José, S. J., RíoPreto-SP, Brasil.Coordinador del Curso de Design de laUniFAIMI, Unión de las escuelas del Gru-po Faimi, Mirasol-SP.Prof. Del Centro Universitario del NortePaulista, UNORP, S. J., Río Preto-SP, Bra-sil.Colaborador voluntario del periódico en lasección de Educación, «Diario de la Re-gión», S. J., Río Preto-SP, Brasil.

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en las que el cuerpo se torna el mejor recur-so para que se dé la comunicación.

Lo lúdico no solamente representa lavida, sino que es la propia vida. Es una acti-vidad en la cual el pensar, el relajarse, el tra-bajar, el confirmar, el recordar, el ser audaz,el vivenciar, el crear y el implicarse sonacciones realizadas en conjunto, y que unavez accionada una de ellas las otras seguiránal movimiento.

[De acuerdo con los PCNs (ParámetrosCurriculares Nacionales)] 2 El colegio es elórgano competente para el desarrollo de acti-vidades lúdicas, ya que no exige un sitioespecial, ni tampoco se trata de algo caro, loúnico que se pide es la buena voluntad y cre-dibilidad por parte del profesor y el permisodel colegio.

Esa propuesta de lo lúdico no es sólo paraprofesores de Artes o de Lenguas, debeextenderse a todos los demás y sus respec-tivas áreas de contenido; el placer por eldeber necesita ser rescatado.

Infelizmente, en el colegio formal, el pro-ceso de aprendizaje y la técnica de enseñanzano poseen relación con las cosas y personascon las cuales los niños mantienen relacionesfuera del colegio. A lo largo de los importan-tes años de la infancia, él se mueve en dosmundos aprendiendo a construir puentes entrela experiencia interna y el mundo real. Los con-tenidos escolares sólo de modo indirecto estánrelacionados con los papeles que tendrán quedesarrollar en la vida cuando crezcan.

Al iniciar la Enseñanza Primaria el niño noes una tabla rasa debido a las etapas de sudesarrollo anterior, ya que él viene de casa lle-

no de conocimientos, preparado para mante-ner una relación de comunicación razonable.El alumno permanece en el colegio aproxima-damente cinco o seis horas por día, recibeclases expositivas y convencionales que noestimulan su auto-reflexión ni la importanciadel otro. Queda desconcertado, agitado eindisciplinado porque no se despertó su inte-rés. Sin derecho a hablar, sin derecho a expre-sarse sobre lo que siente y sin darse cuenta decómo hacerlo corre por el patio con su ener-gía creadora extrapolada en su cuerpo, quedamarcado en la continuación de su crecimien-to físico e intelectual, tornándose un adultorobotizado e indisciplinado.

Cuando un niño tiene en el colegio laoportunidad de expresar sus emociones, sussentimientos y deseos, la realidad y la fanta-sía presente en su universo, la agresividaddisminuye.

Sin embargo, el profesor tiene un currí-culo a cumplir en un plazo determinado, y elcontenido precisa ser enseñado, eso es indis-cutible; pero existen técnicas alternativas deeducar que pueden cambiar radicalmenteesta situación.

Cuando un niño es estimulado a trasladaren el colegio los hábitos familiares se adap-ta a la nueva situación, sin traumas y entresus hábitos, se encuentra el juego, es decir,lo lúdico. Es una de las estrategias que élemplea para construir su conocimiento.

Por medio de estos juegos aprende aconocerse a sí mismo y a los que le rodean,las relaciones entre ellos y los papeles queasume, explora las características de los obje-tos físicos que están cerca, logrando así lacomprensión de su funcionamiento.

Debido a un concepto generalizado de queel niño en situación lúdica no hace nada y noaprende nada, el colegio formal emplea muypoco esas estrategias. Así, desde el punto devista del adulto, surge una ruptura entre lo lúdi-co y el pedagógico; para el niño, el jugar es unaactividad muy seria, ya que pone en movimien-to sus posibilidades intelectuales y afectivas.

Hablar de lo lúdico sin hacer referencia ala creatividad, convierte lo lúdico en algo unpoco inactivo, pues él estimula el pensamien-to estratégico y pone, en evidencia, los sen-timientos añadidos a los comportamientosexistentes en la actuación diaria.

El desarrollo pleno del niño pasa por sucapacidad de aceptar sus sentimientos y ela-borar sus experiencias en busca de compe-tencias individuales y en equipo.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

2 Los PCNs (Parámetros CurricularesNacionales) son algunos de los compo-nentes de las leyes de educación brasi-leña.

CCUUAANNDDOO UUNN NNIIÑÑOOTTIIEENNEE EENN EELL CCOOLLEEGGIIOO

LLAA OOPPOORRTTUUNNIIDDAADD DDEE EEXXPPRREESSAARR SSUUSS

EEMMOOCCIIOONNEESS,, SSUUSS SSEENNTTIIMMIIEENNTTOOSS

YY DDEESSEEOOSS,, LLAA RREEAALLIIDDAADD

YY LLAA FFAANNTTAASSÍÍAAPPRREESSEENNTTEE

EENN SSUU UUNNIIVVEERRSSOO,, LLAA AAGGRREESSIIVVIIDDAADD

DDIISSMMIINNUUYYEE

15Núm. 85 L.E.A.

Los juegos en grupo ofrecen oportunida-des muy ricas al profesor para trabajar el des-arrollo social, político, emocional y cogniti-vo del niño. Es importante que él seencuentre a gusto, sin muchas imposiciones.Por medio de los juegos los alumnos perci-ben que pueden establecer relaciones, cons-truir secuencias lógicas de ideas y desarrollarsu individualidad.

Cuando controla su relación con el otro elniño construye reglas, sale de sí mismo paracolocarse en el punto de vista de las ideas ysentimientos de los compañeros y ejercitar,así, la reciprocidad.

Los niños con dificultad para expresarmediante el lenguaje verbal o gestual sus sen-timientos, emociones y sensaciones, a medi-da que se conocen descubren al otro y el mun-do que los rodea. Toman conciencia de supapel, del propio cuerpo y relacionan, también,el movimiento, el espacio y el ritmo, y poco apoco aprenden a expresarse con naturalidad.

En el proceso de enseñanza-aprendizajeel empleo de lo lúdico ha comprobado ser unrecurso eficaz contra la evasión escolar, lareducción del índice de suspensos y unamejoría de los resultados del contenido apli-cado en el ámbito escolar.

Es sumamente importante señalar quecuando un niño juega son visibles la alegríay la satisfacción que en él se instala. Cuandoel profesor juega con él colabora con elaprendizaje de trabajar con sus ansias enbusca de satisfacción de sus deseos.Vencidas las frustraciones, el niño aprende aactuar estratégicamente delante de fuerzasque operan en el ambiente. El placer por elhacer despierta en él el gusto por la vida y elenfrentamiento a los obstáculos con seguri-dad y confianza.

Existe una gran necesidad de que el pro-fesional aprenda a escuchar para que puedadescubrir un canal de acceso (o contraseña)para comunicar sus informaciones y estable-cer una relación de crecimiento. La autentici-dad de relación alumno-profesor ocurrirá enla producción a medida que los sentimientossean expresos sin dudas y con adecuación.Una sensibilidad para oír, una profunda satis-facción para ser oído y, en esa relación, unamayor libertad para dar y recibir amor.

Hace falta que el profesor esté compro-metido con la mejora de la calidad de ense-ñanza y con el aprendizaje. Muchas veces élfrena la creatividad del alumno tal vez porconsiderar desnecesaria, o porque crear setorna innecesario, ya que puede traer consi-go lo imprevisto y lo inesperado, perjudican-

do así toda la organización de su aula (exis-ten profesores que son metódicos, nada pue-de ser alterado). Así cometerá un gran error:subestima la capacidad del niño, imposibili-tándole crecer diferenciándose de los demásen su individualidad.

La filosofía educacional básica vieneestructurada en contenidos, como: esponta-neidad, creatividad, respeto, amor, relación yponer límites. Todos estos aspectos puedenser trabajados con los alumnos; para eso,basta que se tome siempre una posición dedescubrimiento con ellos, adaptando las acti-vidades a los niños, de acuerdo con la edad,cultura y objetivos de cada una, pues como elpropio Migliori afirma: «Educar no es sim-plemente formar individuos capaces deactuar civilizadamente, sino conducir energí-as y estimular el deseo de aprender, desarro-llando en el niño todos los niveles de su per-sonalidad, fortaleciendo el carácter yestimulando la creatividad.» 3

RREEFFEERREENNCCIIAA BBIIBBLLIIOOGGRRÁÁFFIICCAA

ALMEIDA, P. N. De, «Dinâmica Lúdica», enTécnicas e jugos Pedagógicos, São Paulo,Edições Loyola, 1995, 8.ª edição.

CHATEAU, J., O jogo e a criança, São Paulo,Summus Editorial, 1987.

GARCÍA HOZ, V., Educar uma difícil tarefa, SãoPaulo, Ed. Nerman, 1981.

LEMBO, J. M., ¿Porqué fracasan los profeso-res?, Madrid, Editorial Magisterio Español,1973.

MIGLIORI, R. F., «Ética», en Valores humanose transformação, 1998.

TUTTOLE, Ch. G., Invente jogos, São Paulo,Edições Loyola, 1994. 3 Migliori, R. F., Ética, valores humanos e

transformação, 1998, p.83.

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E N nuestras reuniones del Gruponos dedicamos durante el curso2005-2006 a leer Los Soliloquios.Una lectura comunitaria, continua

y reflexiva, con comentarios, como la quehicimos en los años anteriores con otrasobras de San Agustín. Al final, como es cos-tumbre, nos reunimos para hacer un resu-men de lo escrito por todos y por cada uno.

El P. Antonio Iturbe nos ha dado una sor-presa, pues hoy, miércoles 13 de septiembre,se ha presentado acompañado nada menosque con San Agustín. ¡Teníamos delante almismísimo obispo de Hipona, que se pres-taba a contestar las cuestiones que nosotrosle habíamos planteado sobre Soliloquios!Nuestro gozo fue realmente inmenso por tan

inesperada visita. Sin más, lo que interesabaera oírle. Nos dijo lo siguiente:

«Escribí “Soliloquios” durante mi estan-cia en Casiciaco, en el año 386. Tenía 33años. Fue con la intención de investigar sobrela verdad de los problemas que entonces meatraían con más fuerza. Esta obra quedóinacabada, pues en el segundo libro, que tra-ta de la inmortalidad del alma, dejé algunascuestiones sin resolver.

Durante mucho tiempo me preocuparondos temas fundamentales, el primero eraacerca de lo que yo debía hacer, y el segun-do lo que debía evitar. A vosotros, queridogrupo que habéis escogido como nombre elde mi gran amigo Alipio, os aconsejo queasumáis esos dos temas, que parecen tansimples (I,1,1).

Muchas frases del primer capítulo de“Soliloquios” os tienen que recordar otrassemejantes que se encuentran en el primerlibro de mis “Confesiones” (I,1,5). Comparad yveréis cómo os suenan mucho las siguientes:

Ahora te amo solamente a Ti, a Ti te sigo,a Ti te busco, y me dispongo a servirte úni-camente a Ti..., porque solamente Tú domi-nas con justicia y yo quiero pertenecer a tuimperio. Manda, te pido, o exige lo que quie-ras, pero abre y limpia mis oídos para quepueda escuchar tu voz. Sana y abre mis ojospara que pueda responder a tus señas.Expulsa mi locura para que consiga recono-certe. Dime a dónde he de atender para ver-te, y espero cumplir con cuantas cosas memandares. Pero Tú, Sumo Bien, no abando-nas a quien Te encuentra por buscarte, puesTú hiciste que Te buscara. Concédeme,Padre, que te busque y líbrame de equivocar-me. Al buscarte nada se me presente paraequivocarme. Como solamente te busco a Tí,Te pido, Padre, que te encuentre ya (I,1,6) 1.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

Grupo San Alipio

Entrevista imaginaria con San AgustínEN RELACIÓN CON “LOS SOLILOQUIOS”

P. Antonio Iturbe, Agustín Diaz/María Paz Largacha,Angel Revuelta/Beatriz Pagador,Fernando Hernández/Hortensia Riesgo,Manuel Villegas/Carmen Villanueva,María del Señor Martínez,Michael Donlohe/Aurora Pareja, Óscar Quesada/Maribel Alcaide,Pilar Pedroviejo y Rosa Caro.

1 Todo el texto es resumen del libro Soli-loquios.

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Me permita el prior, mi querido P. Antonio(aquí el Grupo se manifestó con sonrisas,murmullos y miradas de confirmación y agra-decimiento) que os resuma, en lo posible, mipensamiento:

En mi oración inicial quise reflejar espe-cialmente mi deseo de conocer a Dios yconocer quién soy yo. No había cosa algunaque más deseara. Amo a Dios y al hombre.Las dos cosas ignoraba. Pero no en un sen-tido cerrado y ególatra: quería amar tambiéna los hombres porque tienen almas raciona-les, aunque no se porten bien. Por eso yoamo a mis amigos porque obran bien y por-que tienen una recta intención (I,2,7).

Conocer a Dios no puede tener ni medidani límite. Respecto del conocimiento de nues-tra alma, como Dios nos hizo a su medida ysemejanza, es decir, racionales, nosotros nosconocemos con una medida limitada.

¿Qué es Dios para mí? Dios es mi Señor,mi Rey, mi Padre, mi Principio creador, miesperanza, mi herencia, mi honor, mi casa,mi patria, mi salud, mi luz y mi vida (I,4,9).Por eso al no haber ningún conocimientosemejante al de Dios, yo me baso para cono-cerle, a modo de ejemplo, en nuestros cono-cimientos iniciales sobre la geometría. Asíanalizo sus principios, como los conceptosde línea y sus transversales, del círculo y dela esfera, etc. Aquello que nuestros sentidosno llegan a percibir lo capta nuestra razón.Es verdad que no podemos conocer a Dioslo mismo que conocemos la Geometría. Notenemos una ciencia exacta para el conoci-miento de Dios, ni se puede ver con nuestrosojos sensibles, pero sí con los ojos del alma.

Ello es semejante cuando los principiosde la geometría se aplican a las formas ultra-sensibles de las figuras geométricas. Puesbien, así se puede de forma semejante con-seguir el conocimiento de Dios, y esto produ-

ce un gran gozo, cuyo disfrute anula el inte-rés que podamos tener por cualquier otraciencia (I,5,10-11).

El conocimiento de Dios –como has visto,Hortensia– es especial, y aunque la simplemirada del cielo sea igual a la mirada de la tie-rra, o la mirada a tu nieto sea igual a la miradade Abantos, no es igual el gozo que te produ-ce. La mirada a Dios será siempre mirada, peroel gozo que produce es muy especial (I,5,11).

Muy bien resumiste –tú que me honrascon llamarte con mi nombre– que las poten-cias del alma son como los ojos de la men-te. Y el alma necesita tres cosas: tener ojos,mirar y ver. Exactamente, el ojo del alma esla mente pura de mancha corporal, esto esalejada y limpia del apetito de las cosascorruptibles. Y Dios es el sol que nos bañacon su luz.

La mirada, pues, del alma es la razón.Necesitamos que la mirada sea buena y per-

con San Agustín “LOS SOLILOQUIOS”

18 Núm. 85L.E.A.

fecta para lograr la visión. A esta clase de mira-da la llamamos virtud, que es la recta y perfec-ta razón, la cual será premiada con la vida feliz,pues consigue la visión misma de Dios.

El alma –Fernando– tiene su propia mira-da (6.12-13). La mirada es una función delos ojos, y análogamente la razón es la fun-ción de la inteligencia.

Así, pues, de semejante manera como en elcuerpo los ojos miran y ven, el alma tiene suspropios ojos, que son la inteligencia, que miray ve. Y lo mismo que los ojos han de estarsanos y limpios para ver, esta inteligencianecesita estar sana y limpia. Y ello lo consi-gue la fe, pues hablo de fe –Maribel– porqueuna iluminación se produce en nuestra alma.Esta iluminación nos permite no sólo ver, sinoentender a Dios. Sin embargo, el alma se exi-ge a sí misma estar cada vez más “sana”, opurificada, y esto se consigue por la acción dela fe, esperanza y caridad. La fe hace que con-sideremos al objeto de nuestra visión, Dios,como el artífice de la vida feliz; la esperanzacontribuye a que confiemos en nuestra acer-tada visión; y la caridad, es decir, el amor, pro-duce un deseo ferviente de contemplar y gozara Dios. De esta forma la visión se transformaen un acto intelectual que se verifica en el almacomo resultado de la unión del acto de cono-cer y del objeto conocido (I,7,12).

Puedes imaginar –Carmen– que para diri-girse directamente a la LUZ, aun teniendo losojos sanos, se necesitan ayudas extras: de lafe, que presenta, de forma peculiar, el objetopara que sea observado con gozo por la mira-da; de la esperanza, por la cual una vez per-cibido el objeto confía verlo plenamente; ytercero, la caridad, que desea verlo y gozar-lo, virtudes sin las cuales no se puede llegara entender a Dios (I,6-7,12-13).

Quiero explicar ahora lo que alguien meha preguntado acerca de estas dos formasde conocimiento, pues el conocimiento delalma ciertamente no es igual mientras vivi-mos en este mundo unidos a nuestro cuerpo,al de aquella otra forma de conocer que exis-te en el más allá.

Mientras el alma vivifica este cuerpo, aun-que pretenda ver o entender a Dios plenísima-mente, como los sentidos del cuerpo puedenproducir vacilaciones o dudas, la fe purifica lapercepción de los sentidos y nos lleva a laVerdad con mayor fundamento.

Aunque el alma es feliz ya en esta vida alconocer a Dios, tiene que superar muchasdificultades provenientes del cuerpo, y todasesas incomodidades después de la muertedejen de existir. Se puede afirmar que todoallá será verdadero sin precisar para ello dela fe, ni de la esperanza, al tenerlo todo pre-sente y seguro.

Por consiguiente, los aspectos del almaque son necesarios son tres: que esté sana,que mire (adspectus) y que vea. De las tresayudas, la fe y la esperanza son necesariaspara los dos primeros estadios o aspectos(es decir, para sanar y para mirar); para eltercer estadio (ver), la fe, la esperanza y lacaridad son necesarias para esta vida, puespara la otra solamente precisaremos de lacaridad.

De las tres virtudes dos no serán necesa-rias cuando las almas vean o entiendan a Diosen la otra vida. La caridad, sin embargo, nosolamente no disminuirá, sino que aumenta-rá, ya que cuando se vea y entienda esa sin-gular y verdadera BELLEZA se la amará aúnmás. Para permanecer en esa visión beatísi-ma se exigirá que el ojo (razón) continúe consu mirada (adspectus) (I,7,14).

Me preguntasteis sobre mi teoría de la ilu-minación, que han motivado que se hayanescrito tantas páginas. ¿Por qué al mirar contu ojo llegas a conocer algo, y por qué tumente también conoce en su actuar? Voy areferirme a la importancia de la luz. Os ense-ñaré, partiendo de la semejanza de las cosas

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

2 «Spectamina», término con gran rique-za conceptual.

19Núm. 85 L.E.A.

sensibles, cómo se conoce a Dios, que estambién inteligible. Todos los objetos 2 de lasdisciplinas son también inteligibles, aunquedifieran grandemente entre sí. Pues la tierraes visible, pero sin ser iluminada 3 por la luzno puede ser captada. Aquellas cosas que seexponen en las disciplinas, y que entende-mos todos, son verdaderas sin ninguna duda,pero no hubieran podido serlo si no fueran“ilustradas” por algo, que es su propio sol.En el sol resaltan tres cosas: que es, que bri-lla y que ilumina. De la misma forma en esesecretísimo Dios, a quien aspiramos cono-cer, también se consideran tres aspectos: quees, que es conocido, que hace que lo demássea conocido.

Recuerda, Ángel, que yo renuncié a dese-ar las riquezas al leer el “Hortensio”, segúndigo en mis “Confesiones”, pero siempre uti-licé los bienes necesarios para alimento ypara mantener mi quehacer liberal, puesCicerón me convenció plenamente en nodesearlas, sino administrarlas sapiente y pru-dentemente. Cuando tenía 33 años renunciéa los honores y a contraer matrimonio (I,9-10, 16-17).

Claro que seguía luchando –Pachuca–.Aunque ya no me atraían los manjares a losque había renunciado, sí los saboreaba cuan-do se me presentaban. Los deleites corpora-les ya sólo me apetecía tenerlos en la medi-da que me ayudaban a mantener mi salud(I,10,17).

Respecto de la amistad, me pasó a mícomo a vosotros en vuestro grupo. Busquéen amistosa concordia el conocimiento deDios y del hombre. Así, los primeros quealcancen el conocimiento se lo comunicarána los otros (I,11-12,18-19).

Es cierto –Pilar– que en la trayectoria porconocerme a mí mismo dije que sabía obvia-mente que yo existía y que como tal teníaconciencia de que pensaba. Aluciné, comodecís ahora, de la potencia y maravilla delpensamiento. Amo la vida... por y para alcan-zar la sabiduría, para poder progresar en elconocimiento. Quiero saber si soy inmortal,deseo existir para vivir, y vivir para pensarsiempre. Esa era mi oración “conocerle a Ély conocerme a mí” (II,1,1).

Os lo digo a todos: amo el vivir –Rosa–, ysi amo este vivir, gozo por vivir y gozo porpensar. Quiero amar y aumentar mi amor porpensar. Deseo ser inmortal pensando ygozando. Es decir, conseguir la sabiduría congozo inmenso (II,1,1).

La ignorancia –Maribel– me hacía infeliz.Ya lo dije. Para ser feliz se requiere vivir, ypara vivir se requiere existir. Tú deseas exis-tir, vivir y entender; pero deseas existir paravivir, y el vivir para entender. Si tú ya sabesque existes, sabes que vives y sabes queentiendes. Yo quiero todo esto por siempre(II,2,2,).

Os quiero hacer una recomendación apropósito del conocimiento sensitivo y delconocimiento intelectual: que es necesarioconocer la verdad, y que la verdad necesa-riamente existe.

Los sentidos pueden producir error o fal-sedad, y hacernos equivocar, pero para equi-vocarnos tenemos que con-sentir con la ima-gen recibida, nosotros debemoscon-sentir con la sensación per-cibida. Pueden existir causasajenas que nos dan una imagenambigua (II,3,3) o equívoca. Elerror no está en las cosas, sinoen los sentidos que las reflejan,pues no yerra nunca quien noasiente a lo percibido y falso.Quede claro que una cosasomos nosotros y otra nuestrossentidos, por eso, aunque éstosse equivoquen, nosotros pode-mos evitar el error.

Una cosa es importante en labúsqueda de la verdad, y esto es algo muyserio: hay que ponernos en las manos deDios, y rezar. Cuando rezamos, vivimos mejory nos hacemos mejores. Pedid la luz, y queDios os libre de vuestros errores (II,6,9).

No quiero alargarme sobre el origen de lofalso. Basta con resumiros que lo falso sepuede originar por dos causas: una, porqueen parte las cosas son iguales, y otra, por-que en parte son un reflejo de la original. Lasiguales, naturalmente, se parecen entre sí,como en el caso de los duplicados, y lasimpresiones del anillo. Las reflejadas, infe-riores a la original, lo son cuando se parecena la de la naturaleza superior u original, y tie-nen un reflejo con entidad inferior a la origi-nal: quien se mira en un espejo no dice queél se parece a la imagen del espejo, sino laimagen del espejo a sí mismo. Esto se produ-ce, en parte, en la misma percepción delalma, y parte en la misma apariencia o fenó-meno. Se recibe en el alma por los sentidos,como el movimiento de las torres cuando lasmiras yendo en una barca; como cuando alsoñar se percibe una apariencia semejante ala recibida en la vigilia por nuestros sentidos.Y parecido, pienso, es el caso que sucede en 3 «Illustrata», término inmejorable elegi-

do por San Agustín.

20 Núm. 85L.E.A.

los alienados o locos.Además, respecto a los equí-vocos que se aprecian en lascosas, unos provienen de lamisma naturaleza, comoobjeto conocido, y otros seproducen en nosotros mis-mos como seres receptivos ocognoscentes.

Otras consideracionessobre la diferencia de la fala-cia, la mentira, lo falso y lomendaz, podéis consultarseen este mi libro de los “Soli-

loquios”.

Para la búsqueda de la verdad –como diceAurora– es muy importante el estudio de laDialéctica y la Gramática, o el arte del discu-tir (II,9,19). La dialéctica es la verdadera dis-ciplina que regula la forma de disputar a tra-vés del diálogo y el debate. La dialéctica estáinseparablemente unida al alma, en y dentrode ella, como lo está el calor en el fuego. Conla dialéctica aprendemos a separar la oscuri-dad de la luz (II,11-12,21-23).

No me preguntéis sobre si falta formaciónde la mente en este vuestro siglo. Eso se lotenéis que preguntar al P. Antonio, que yo sémuy bien que él sabe, con sus palabras, hacersencillo lo que le costó entender, tras cavila-ciones escolásticas de todo tipo.

No os aflijáis: somos inmortales. Si lo quepertenece a un sujeto permanece siempre,necesariamente ha de permanecer el sujetodonde se halla. Es así que toda disciplina estáen el alma como en un sujeto, luego siemprepermanece el alma, si siempre permanece ladisciplina. La disciplina es la verdad, y la ver-dad siempre permanece, tal como hemosdicho antes. Si la verdad es eterna, y la ver-dad se alcanza por la dialéctica, que es la dis-ciplina del razonar que está inmersa en todaslas demás ciencias o disciplinas, y esta dia-léctica es inherente a la esencia del alma, nopuede existir, sin el alma. Luego el alma per-manecerá siempre (II,24).

No hay que ser demasiado curioso–Manuel–. Me preguntaste si en mi caminohacia la verdad me ayudó el obispoAmbrosio, de Milán. Pregunta que yo respon-dí en los “Soliloquios” sin nombrar las perso-nas. La curiosidad no siempre es buena com-pañera. Porque vosotros interpretáis que yohe dicho “¿Acaso Dios permitirá, después deenseñarnos a través de las Escrituras lamanera de vivir, que ignoremos la naturalezade la vida? 4 Ambrosio se apiadaría de nues-tra sed y la colmaría más rápidamente que lo

hacemos ahora, pero vivía seguro persuadi-do de la inmortalidad del alma, y no se ima-ginaba que nosotros vivimos en la ignoranciacruel, y Evodio está tan lejos, y nosotros enuna circunstancia tal, que nos es difícil inclu-so comunicarnos por carta 5. Teodoro 6, quegozando del ocio transalpino, pienso habráterminado ya el canto inspirado para disiparel temor a la muerte, y paliar el miedo y elfrío del alma, producido por el antiguo gla-cial. Pero mientras no tengamos tales ayu-das, que no están en nuestras manos, ¿no esuna gran desgracia malograr nuestro ocio ydepender toda nuestra alma de una duda tanpreocupante?”. Bueno, no me acuerdo lo quedije literalmente, pero fue algo así.

Voy concluyendo. Como hacen muy bien–Beatriz, Michael y Óscar– respecto a quienesme uno a vuestros deseos para darles ánimoen sus distintos “trabajos”: tenéis todos queconfiar en Dios. No rogamos a Dios parapedir riquezas, placeres del cuerpo ni hono-res, ni estimación popular, sino que espera-mos que Dios indicará el camino a los quebuscan conocer a Dios y a ellos mismos. NiÉl nos abandonará, ni nosotros lo abandona-remos (II,15,27).

Dios es inmortal, sin duda, porque Dioses la Verdad, y la Verdad no puede dejar deexistir. Dios es verdadero por estar en Él laVerdad.

El alma es inmortal, si se prueba que laVerdad, que no puede perecer, está tambiénen ella. Queda una cuestión, como es la dedemostrar que el cuerpo no es verdadera-mente verdadero, es decir, en él no está laverdad, sino una cierta imagen de la verdad.

Podemos deducir que la dialéctica buscala verdad, por la cual todas las disciplinas sonverdaderas.

El cuerpo nos parece verdadero, y no locreemos así sólo por afán dialéctico. Pero siel cuerpo es verdadero por cierta imitación, ypor consiguiente no es verdaderamente ver-dadero, nada impide que la dialéctica sea ladisciplina de la verdad (II,18,32).

Finalmente, tened ánimo. Dios os asistepara que busquéis, tal como ahora ya expe-rimentáis. Dios nos ha prometido dar, des-pués de la muerte de este cuerpo, la Verdadplena y feliz. Así es. Nosotros respondimos:así esperamos (II,20,34-35).»

Nota: Es cierto que estas palabras nos las diri-gió San Agustín, lo que no nos acorda-mos es si su visita fue o no un sueñocomunitario.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

4 En este pasaje parece que San Agustínse refiere a San Ambrosio, cf. Confesio-nes, VI, 3,3-4 (BAC, p. 518, y nota en p.551); cf. Confesiones, VI, 11,18, y De uti-litate credendi, 9,20, (BAC IV, p. 864.

5 Nebridio, cf. Epist. 3 (BAC, 8, pp. 24ss.),su lectura es muy interesante.

6 Teodoro, cf. De Beata Vita (BAC, I, 623-629.

21Núm. 85 L.E.A.

FELIPE I, Archiduque de Austria,duque de Borgoña, Brabante, Lim-burgo y Luxemburgo, conde deFlandes, Habsburgo, Hainaut, Ho-

landa, Zelanda, Tirol y Artois, y señor de Am-beres y Malinas, entre otras ciudades, nace el22 de junio de 1478 en Brujas, hijo de Maríade Borgoña y de Maximiliano de Austria. Sunacimiento fue recibido con gran alegría enlos Países Bajos, que, por primera vez, ten-drían un señor natural. A la edad de cuatroaños, Felipe tuvo la desgracia de perder a sumadre, María de Borgoña (moría a la edad deveinticinco años, a consecuencia de una des-graciada caída del caballo que le produjo larotura de varias costillas), y quedó en manosde consejeros que guiaron al joven hacia unaalianza con Francia.

María de Borgoña había dispuesto en sutestamento que su esposo, Maximiliano deAustria, se hiciera cargo de la regencia de losestados borgoñones, aunque, en el contratomatrimonial, había quedado perfectamenteclaro que Maximiliano no tendría derecho a laherencia de su esposa. Sin embargo, notodos los Países Bajos aceptaron la regenciade Maximiliano, por lo que éste tuvo quehacer frente a varios levantamientos.

Finalmente, tras la muerte de su padre, elemperador Federico III, ocurrida en el otoñode 1493, Maximiliano sería llamado a gober-nar el Imperio, por lo que debía abandonar laregencia de los Países Bajos. Se iniciaba elreinado efectivo de Felipe III de Borgoña («ElHermoso»), quien comprendió perfectamen-te, frente a los deseos del padre de construirun Estado unificado, que había que respetarel particularismo de cada uno de los pueblossobre los que iba a gobernar.

Los pueblos que gobernaba Felipe III deborgoña eran ricos, sus ciudades industrio-sas y sus gentes vivían con holgura. Un infor-me de aquella época nos confirma que, engeneral, eran: «Buenos mozos, tienen bellaspantorrillas, son trabajadores, industriosos,imitan con gusto y tienen grandes dotesmusicales; pero también son avaros, charla-tanes, ávidos de noticias, recelosos, des-agradecidos, inmoderados en la bebida»

AALLIIAANNZZAASS MMAATTRRIIMMOONNIIAALLEESS

Las ambiciones hegemónicas de Francia,sobre el centro de Europa y sus intenciones deexpansión mediterránea, llevaron a Isabel yFernando (los Reyes Católicos) a establecer

Felipe I “El Hermoso”V CENTENARIO DE SU MUERTE

(Brujas 1478 - Burgos 1506)Jerónimo Paredes González

22 Núm. 85L.E.A.

un sistema de alianzas matrimoniales queenglobaban a Portugal e Inglaterra, potenciasatlánticas, y a los Habsburgo, potencia cen-troeuropea, con el objeto de aislar a Francia.Fruto de esta política fueron los matrimoniosde la infanta Isabel con el monarca luso D.Manuel «El Afortunado», de la infanta Catalinacon Arturo, Príncipe de Gales. Los ReyesCatólicos enviaron como embajador aFrancisco de Rojas ante la corte del empera-dor Maximiliano I de Austria, con la misión deque concertara el matrimonio de sus hijosJuan y Juana con Felipe y Margarita, hijos deMaximiliano. La firme oposición de Luis XI deFrancia obligó a retrasar los planes matrimo-niales. En 1494 se reanudaron las conversa-ciones, que culminarían con la firma de unconvenio para el doble matrimonio, estipu-lándose que ambas partes renunciarían a ladote, quedando a expensas de los padres losgastos que ocasionara el envío de sus hijas alpaís de los novios. Asimismo se concluía unaalianza general y perenne entre ambas partes.

MMAATTRRIIMMOONNIIOO DDEE FFEELLIIPPEE II CCOONNJJUUAANNAA DDEE CCAASSTTIILLLLAA

El 29 de abril de 1495 se celebraba enWorms el matrimonio por delegación entreFelipe III y la infanta Juana de Castilla, y, porotra parte, el de Juan, príncipe de Asturias,con Margarita, archiduquesa de Austria.

Por fin pudieron encontrarse los enamo-rados a mediados del mes de octubre en la

ciudad de Lierre, en un monasterio en el quese había refugiado la princesa por consejo dequien hacía las veces de su capellán, D. Luisde Osorio, obispo de Jaén, a quien la ReinaCatólica había encomendado la guarda delalma de su hija.

Al séptimo día (19 de octubre de 1496) sepresentó en el monasterio Felipe «ElHermoso», de manera inesperada. Tan pron-to como terminó la Dieta de Lindau había par-tido, con su guardia personal, en busca desu prometida, a uña de caballo, mediantepostas, lo que significaba reventar caballos ycambiar de montura cada dos o tres leguas.Llegó un atardecer lluvioso y, por inesperado,la guardia de la princesa no quería dejar pasara aquel extraño cortejo con las ropas moja-das, y sobre monturas de postas. Tambiénhubo lo suyo para que les dejasen pasar almonasterio, pues por ser clausura mitigada,no podían entrar en él varones después delrezo de vísperas. La abadesa, sor María deSoisson, accedió por entender que tenía atri-buciones para dispensar de tal prohibición alas personas de la casa real.

En cuanto a lo físico, Felipe, era de buenasproporciones, alto, robusto y muy sufridopara el ejercicio físico, hasta el punto de quepadeciendo de la rótula de la rodilla derecha,que se le descolocaba por culpa de una lesiónde infancia, él mismo se la volvía a colocar, yseguía con lo que estuviera haciendo. El colorde la cara lo tenía muy claro por la parte dela frente y rojizo en las mejillas; el cabellorubio, como es habitual en los flamencos, ylos ojos azules que sorprendían por la dulzu-ra con los que sabía mirar. Se sentía muy ufa-no de sus manos, finas y alargadas, y dispo-nía de un mayordomo cuyo único trabajo eracuidárselas, sobre todo las uñas, que siem-pre habían de tener la misma forma y medi-da. Los dientes los tenía cariados y procura-ba disimular ese defecto con piezas de oro.De todos modos el príncipe Felipe sufríamucho de las muelas, y nunca viajaba sin uncirujano que le atendiera en ese punto. Quizápor culpa de ese mal era muy moderado enel comer y poco dado a los excesos en labebida.

Felipe «El Hermoso» comunicó a suscaballeros que, puesto que sus augustospadres habían dispuesto aquel matrimonio,y tanto él como la princesa estaban de acuer-do en ello, viendo en todo la voluntad de Dios,no había motivo para dilatarlo sino que en talmomento y ocasión había de celebrarse.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

LLOOSS RREEYYEESS CCAATTÓÓLLIICCOOSS

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23Núm. 85 L.E.A.

Como la abadesa, cuya autoridad dentrode los muros del monasterio estaba por enci-ma del rey, le pareciese poco decorosa tantaprecipitación en el casar, se lo hizo ver a laprincesa, rogándole que le razonase al duquesobre la conveniencia de esperar hasta quepudiera casarles el obispo de Malinas, comoestaba previsto. A lo que la princesa le con-testó:

«Primero habías de convencerme a mí,reverenda madre abadesa, de esa conve-niencia, pues no alcanzo a comprender, puesbastante hemos esperado el uno por el otropara que ahora tengamos que esperar, tam-bién, a su Eminencia el Obispo de Malinas.»

Viendo la abadesa que nada iba a hacerlescambiar, requirió la presencia del capellán delmonasterio, el P. Diego de Villascusa, quienmanifestó que si ambos contrayentes esta-ban en edad de matrimoniar, y no constabaque hubiera otra clase de impedimento, puessu obligación era casarlos.

Los casó bien avanzada la noche, y a laabadesa le entraron escrúpulos de que losregios esposos pasaran la noche de bodas enlugar consagrado a Dios. A lo que el capellánreplicó que tan sagrado como un monasterioera el lecho conyugal cuando en él, marido ymujer, se entregaban el uno al otro para mayorgloria de Dios y procreación de la prole.

Para Juana el encuentro con Felipe seríadecisivo, desarrollándose en ella una des-acerbada pasión que habría de durarle, no yahasta la muerte de su esposo, sino hasta la deella misma. Felipe, una vez pasada la nove-dad, se cansó de tanto requerimiento amo-roso, pues Juana veía en Felipe más al machoque al esposo.

Los consejeros de Felipe entendieron quelos matrimonios que había anudadoMaximiliano favorecía más la política habs-búrgica que a la borgoñona. Quizás, por estacausa pronto empezó a mostrarse el despe-go de Felipe hacia Juana. Los españoles quehabían venido con Juana para servirla fuerondesdeñados, nombrándose a flamencos dela confianza de Felipe para los más impor-tantes cargos domésticos.

JJUUAANNAA,, HHEERREEDDEERRAA DDEE CCAASSTTIILLLLAA

Inesperadamente, Juana se iba a conver-tir en la heredera de los tronos de Castilla yAragón. El príncipe Juan, casado conMargarita de Austria, moría pocos mesesdespués de su matrimonio. De acuerdo conla ley sucesoria, la herencia pasaba a la infan-

ta Isabel, casada con el monarca portuguésManuel «El Afortunado». Ante las cortes, reu-nidas en Toledo, D. Manuel fue reconocidocomo príncipe heredero. Las de Aragón, queno admitían la sucesión por línea femenina,se limitaron a reconocer la transmisión de losderechos sucesorios de Isabel, aguardandoel resultado del próximo parto de la ya prin-cesa de Asturias. Ésta dio a luz al príncipeMiguel, pero fallecía ella ese mismo día.

Las relaciones entre los monarcas espa-ñoles y Felipe empezaron a deteriorarse porla decidida francofilia de éste. El 12 de agos-to de 1498 Felipe firmaba con Luis XII deFrancia la Paz de Bruselas, por la que el archi-duque se comprometía a no reclamar, mien-tras viviera, la Borgoña, recibiendo a cambiotres ciudades, lo que haría exclamar a LuisXII que Felipe «era más francés que el vino deBorgoña».

La muerte del príncipe Miguel, a la edadde dos años, hacía recaer la herencia de losreinos españoles en Juana, segunda hija delos Reyes Católicos. A tal efecto los monar-cas urgieron a los archiduques a trasladarsea España para ser jurados herederos por las

LLAA MMUUEERRTTEE

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CCAATTÓÓLLIICCOOSS

24 Núm. 85L.E.A.

Cortes. El 22 de 1502, ante las Cortes reuni-das en Toledo, en presencia de los ReyesCatólicos, los príncipes fueron reconocidosherederos de los reinos castellanos. El 27 deoctubre, ante las Cortes que Fernando habíaconvocado en Zaragoza, Juana y Felipe fue-ron reconocidos herederos de Aragón y delCondado Catalán, para sí y sus descendien-tes, con la salvedad de que si la reina Isabelfalleciese y el rey Fernando de Aragón volvíaa casarse y tuviera descendencia masculina,dicho juramento carecería de validez.

Al recaer sobre Juan y Felipe la herenciade los reinos hispánicos, el clima políticoeuropeo iba a sufrir profundos cambios.Felipe era ya soberano de Flandes, herederode la poderosa monarquía española y, a lamuerte de su padre, heredaría Austria e inclu-so el Imperio Alemán. Felipe, pues, estaballamado a ser el monarca más poderoso de laCristiandad. Todo esto hizo que Felipe seencontrara apresado por una intrincadamadeja de influencias, de obligaciones y pre-siones, para las que no estaba capacitado,teniendo que evadirse de tan tupida marañamediante complejas combinaciones que urdí-an sus consejeros.

PPRROOBBLLEEMMAA PPOOLLÍÍTTIICCOO

Así estaban las cosas cuando se produjoel fallecimiento de Isabel I de Castilla, el 26 denoviembre de 1504. Fernando convocóCortes en Toro para el 11 de enero de 1505.Conforme al testamento de la Reina Católica,

se juró a Juana como reina de Castilla y alrey Fernando como gobernador ante laausencia o incapacidad de su hija. Estaba cla-ro que si Juana era declarada incapaz paragobernar tampoco podía hacerlo Felipe. Sinembargo, ni el testamento de Isabel I ni eljuramento de las Cortes de Toro iban a sersuficientes para detener las ambiciones de lanobleza castellana. En la primavera de 1505los nobles castellanos, que se mantenían fie-les a Fernando, quedaron reducidos a la exi-gua cantidad de cuatro. El embajador fla-menco, de Vere, escribía a Felipe: «…que noqueda çapatero en la corte que no escribapara ofrecerse a vos». Y era cierto.

Todos miraban a Flandes, a donde envia-ban emisarios y misivas, soñando con laspasadas discordias que les había permitidoacumular los enormes patrimonios que hoydisfrutaban. Si las relaciones entre Fernandode Aragón y Felipe «El Hermoso» eran ya difí-ciles, a partir de ahora entrarían en un acele-rado deterioro. La guerra contra Güeldrés y lapreñez de Juana impidieron a Felipe acelerarsu marcha a España. Este retraso fue aprove-chado por Fernando para desbaratar la alian-za del archiduque con Luis XII y Maximiliano.Las negociaciones de Fernando para contraermatrimonio con Germana de Foix, sobrina deLuis XII de Francia, llegaron a buen fin (verLEA, n.º 84, pp. 35-38). La actitud amenaza-dora de Francia obligó a Felipe y a sus con-sejeros a buscar una solución negociada, quese concretó en la llamada Concordia deSalamanca. El acuerdo supuso para Fernandoun gran triunfo político, ya que se le recono-cía el título de rey de Castilla. El reino seríaregido mancomunadamente por Juana, Felipey por Fernando. La comprometida situaciónde Felipe le obligó a firmar el acuerdo.

Liquidada la guerra de Güeldrés y supe-radas las dificultades financieras, para hacerfrente al enorme gasto que suponía un viajea España, la flota pudo hacerse a la mar, des-de el puerto de Middelburg, el 8 de enero de1506.

Fernando de Aragón, tan pronto supo dela llegada de su yerno, envió emisarios paraconcertar una entrevista y arreglar amistosa-mente las diferencias que les separaban, peroFelipe la fue retrasando todo lo que pudo. Lasituación se fue decantando claramente afavor de Felipe, y la de Fernando iba decre-ciendo aceleradamente. Finalmente, una vezque Fernando se plegó a todas las exigenciasde sus enemigos, Felipe se avino a entrevis-tarse con su suegro. El 20 de junio ambos sepresentaron en El Remesal, una pequeña

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

LLAA CCOONNCCOORRDDIIAA

DDEE SSAALLAAMMAANNCCAA SSUUPPUUSSOO

PPAARRAA FFEERRNNAANNDDOO

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PPOORR JJUUAANNAA,,

FFEELLIIPPEE

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25Núm. 85 L.E.A.

alquería próxima a Puebla de Sanabria, en laprovincia de Zamora. Felipe, embutido en sucoraza, se presentó con toda su tropa, dosmil lansquenetes alemanes armados conpicas y un gran número de jinetes en ordende batalla. Por el contrario, Fernando deAragón se presentó totalmente desarmado,acompañado del fiel duque de Alba, de algu-nos caballeros y de los oficiales de su casa,que en total no pasarían de doscientos, mon-tados en mulas y luciendo, como única arma,la espada de gala.

La entrevista entre suegro y yerno fue bre-ve y no hubo acuerdo sobre la gobernabili-dad del reino castellano. Felipe se mostróincólume ante los argumentos persuasivosde Fernando de Aragón. En definitiva, lo queFelipe deseaba era que Fernando se marcha-ra a su reino patrimonial de Aragón y le deja-ra gobernar con toda libertad en Castilla. El 27de julio Fernando de Aragón, ante el arzobis-po Cisneros, firmaba la capitulación en la igle-sia de Villafáfila. La Concordia de Villafáfilaobligaba a Fernando a aceptar la derrota polí-tica y a reconocer que su yerno podía gober-nar en solitario, en el supuesto de enferme-dad o incapacidad de Juana, quien, una vezmás, sería objeto de las ambiciones de suesposo y de su padre.

FFEELLIIPPEE,, RREEYY DDEE CCAASSTTIILLLLAA

Felipe I, dueño ya del poder, empezó agobernar. Las ciudades no secundaron losdeseos de Felipe de apartar a la reina Juanadel gobierno, por lo que recurrió a los nobles.Éstos estaban dispuestos a reconocer la inca-pacidad de Juana, pero el Almirante de

Castilla, Pedro López de Padilla, se negó adar su consentimiento mientras no compro-bara el estado mental de la reina. Tras hablarlargamente con Dña. Juana, concluyó que nohabía razones suficientes para que permane-ciera encerrada. Mientras tanto, Felipe I, sincontar para nada con su esposa, propietariade los reinos castellanos, dilapidaba el patri-monio concediendo privilegios, fortalezas,villas, ciudades y rentas a los flamencos, lle-gando a dejar las arcas vacías. El año 1506 lasituación social y económica en que seencontraba Castilla era desastrosa. La perti-naz sequía, causa de las malas cosechas y dela peste, originaba el desabastecimiento delas poblaciones y una gran mortandad. Estasituación calamitosa crearía una grave situa-ción financiera e impedirá que los servidoresde la Casa Real puedan cobrar sus sueldos.

MMUUEERRTTEE DDEE FFEELLIIPPEE II ««EELL HHEERRMMOOSSOO»»

El 2 de septiembre Felipe abandona Tudelade Duero, donde la corte había tenido quedetenerse varios días por enfermedad de lareina Dña. Juana, camino de Burgos, a don-de llegaron cinco días después. Inmediata-mente se alojaron en la Casa del Cordón, des-pués de desalojar al Condestable de Castillay a su esposa, Juana de Aragón, hija bastar-da de Fernando el Católico y, por tanto, her-manastra de Juana.

Burgos era una fiesta. La ciudad obsequióa su nuevo rey con corridas de toros, fiestasy cacerías. Felipe llevaba una vida entregadaa los placeres, rodeado de jóvenes que le pro-porcionaban aventuras y bellas mujeres. Su

LLAA CCOONNCCOORRDDIIAA DDEE VVIILLLLAAFFÁÁFFIILLAAOOBBLLIIGGAABBAA AA FFEERRNNAANNDDOO AA AACCEEPPTTAARR LLAA DDEERRRROOTTAAPPOOLLÍÍTTIICCAA YY AA RREECCOONNOOCCEERRQQUUEE SSUU YYEERRNNOOPPOODDÍÍAA GGOOBBEERRNNAARREENN SSOOLLIITTAARRIIOO,, EENN EELL SSUUPPUUEESSTTOODDEE EENNFFEERRMMEEDDAADDOO IINNCCAAPPAACCIIDDAADDDDEE JJUUAANNAA

26 Núm. 85L.E.A.

favorito, don Juan Manuel, también quiso fes-tejar a su señor, y, el 16 de septiembre, orga-nizó un gran banquete en la fortaleza.Después del festín, D. Juan Manuel invitó alrey y a unos cuantos caballeros a una cabal-gada por los campos. Al regreso Felipe sesintió con fuerzas para retar a un partido depelota a un fornido vizcaíno, capitán de suguardia. Terminado el partido, Felipe se sin-tió muy cansado y con una sed abrasadora,bebiendo copiosamente de un jarro de aguafría que le sirvieron. En los días siguientes,pese a que tenía fiebre, siguió haciendo vidanormal. Pero ya el día 19, acometido de esca-lofríos, fue necesario llamar al médico. El día20, además de alta fiebre y dolor en el costa-do, empezó a tener vómitos de sangre. Elmédico pudo comprobar cómo el cuerpo delpaciente estaba salpicado de erupciones,como si se tratase de viruela, así como unafuerte hinchazón en la garganta, en el pala-dar y en la lengua. El 23 estuvo continua-mente atormentado por las diarreas y con-sumiéndose lentamente. La extrema gra-vedad aconsejó administrarle la extremaun-ción, muriendo el día 25, hacia las dos de latarde, a los veintiocho años de edad.

La sospecha de envenenamiento se mani-festó desde el principio de la enfermedad deFelipe. En cualquier caso, la opinión más uná-nime de médicos y cronistas que culparon ala peste de ser la causante de su muerte.

Todavía no había expirado Felipe cuandoya se temía el estallido de alborotos y con-flictos armados, sobre todo por parte de losflamencos. El arzobispo Cisneros, en previ-sión de que estallase una guerra civil entrelos grandes de España o que se cometierauna masacre entre los odiados flamencos, sehizo con el poder.

El reinado de Felipe I fue efímero, apenasduró un par de meses desde que fue juradoen Valladolid. Su temprana muerte le ahorrótener que enfrentarse a los varios conflictosque ya se estaban gestando: luchar contra lasasechanzas que le preparaba su maquiavéli-co suegro; gobernar un pueblo que le eratotalmente desconocido, cuya nobleza, des-contenta de verse privada de las numerosasmercedes que esperaba recibir por habersepasado a su bando, daba ya muestras de noestar conformes con el reparto; y, por último,hacer frente a las ambiciones de los france-ses, siempre dispuestos a saltar sobreEspaña, Flandes e Italia.

Felipe «El Hermoso», que también pudohaber pasado a la historia como El Mujeriego,El Cojo o El Desdentado, educado en la exu-berante sociedad flamenca, donde las libresrelaciones entre los dos sexos se contem-plaban con normalidad, fue un infatigableamante, siendo ésta la causa y las desdichasde Dña. Juana. Excelente deportista, no tuvorival en la esgrima, en la caza, en montar acaballo y tirar al blanco, en el juego de pelo-ta. Moderado en la comida y en la bebida, semostraba fastuoso en el ceremonial de la cor-te. Por su educación franco-borgoñona, todassus simpatías eran para Francia, mientras queEspaña sólo merecía su desdén, que no serecataba de manifestarlo en público. Por lodemás, la muerte de Felipe «El Hermoso» nodespertó un sentimiento de aflicción entre losespañoles, que jamás fueron sus amigos.

El cadáver de Felipe I «El Hermoso» fueembalsamado, siendo su corazón colocadoen una caja de oro para enviarlo a Flandes.Luego, vestido con magníficos ropajes, se leintrodujo en un ataúd de plomo y en otro demadera y fue llevado a la catedral burgalesa,donde se ofició una solemne misa de difun-tos. Terminados los actos religiosos, el fére-tro fue llevado a la Cartuja de Miraflores, don-de recibió sepultura provisional junto a losrestos de Juan II, ya que Felipe había dejadotestado que su cuerpo reposara en la CapillaReal de Granada, junto a su suegra, Isabel Ide Castilla, donde reposan en la actualidadjunto a su mujer Juana «La Loca».

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

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GGEESSTTAANNDDOO

27Núm. 85 L.E.A.

EL 12 de octubre del 2006 se con-cedía el premio Nobel de Literaturaa un escritor turco, Orhan Pamuk.La Academia sueca destacó el

compromiso de Pamuk con la libertad deexpresión y la verdad histórica, puesto que“en búsqueda del alma melancólica de su ciu-dad natal, ha encontrado nuevos símbolospara reflejar el choque y la interconexión delas culturas”. Pamuk recibirá el galardón,dotado con 10 millones de coronas suecas–1,1 millones de euros–, el 10 de diciembre,aniversario de la muerte de Alfred Nobel(1833-1896), inventor sueco, químico, y fun-dador de los premios.

¿Pero quién es este escritor cuyo apellidoquiere decir algodón en turco, de silueta altay felina, desgarbada en su elegancia, de son-risa franca, que escribe en gruesos cuader-nos de espiral, que lleva gafas y ve el mundodesde sus libros y desde su ventanal que daal Bósforo entre los alminares de una mez-quita y la media luna con estrella, y que viveen un barrio de la orilla europea que tiene porun lado el legendario Cuerno de Oro, y por

otro la hormigueante megalópolis abierta ala inmensidad asiática?

¿Quién es este escritor, cuyo nombre sig-nifica rojo en lengua turca, del que la prensamundial se ha hecho eco por haber estadoacusado de atentar contra la identidad de supaís y que, igualmente, condenó la fatwa con-tra el novelista británico de origen indio,Salman Rushdie?

RREEPPEERRCCUUSSIIÓÓNN PPOOLLÍÍTTIICCAA MMEEDDIIÁÁTTIICCAA

En efecto, en febrero del 2005, OrhanPamuk desencadenó el furor de los naciona-listas turcos cuando declara, en una entre-vista al diario suizo Tages Anzeiger, que entre1915 y 1917, “un millón de armenios y trein-ta mil kurdos han sido asesinados en estastierras, pero nadie excepto yo se atreve adecirlo”. Declaraciones que provocaron vivasreacciones en la opinión pública turca y quefueron juzgadas contrarias al interés nacio-nal.

OrhanPamukALQUIMIAOCCIDENTAL, PERSA, OTOMANAY ESTAMBULITA

(Nobel de Literatura 2006)Leonor MerinoDra. Universidad Autónoma de Madrid, autora de “Encrucijada de Literaturas Magrebíes” y traductora)

28 Núm. 85L.E.A.

En octubre del 2005, el escritor fue cul-pado por “insulto deliberado a la identidadturca” por un tribunal de Estambul. Una fal-ta castigada desde seis meses a tres años deprisión. Sin embargo el escritor mantiene sudeclaración: “Mi objetivo era comenzar unapequeña discusión sobre ese tabú, porque esun obstáculo para nuestra entrada en la UE”.Gracias a la gran presión internacional, a prin-cipios del 2006, se terminó con el desisti-miento de los militares y el sobreseimientode la causa. La novelista Elif Sakak se bene-fició después de la brecha abierta por esteautor.

Es importante señalar que, tal vez, por elazar de la fecha, la atribución del Nobel coin-cide con el voto de los diputados franceses aun texto que penaliza con 45.000 euros cual-quier propósito que niegue el genocidioarmenio. Este drama divide a todos los par-tidos en Turquía. Ankara reaccionó ensegui-da denunciando “un golpe duro” para las rela-ciones franco-turcas, e incluso la Comisión

europea lamenta un texto que podría “impe-dir la reconciliación en Turquía”.

El autor, por su parte, en una intervencióntelefónica retransmitida en directo por lacadena de televisión privada NTV, declara que“Francia ha actuado en contradicción con suspropios principios fundamentales de libertadde expresión”. Esta declaración llega despuésde que ciertas voces en Turquía -sobre todola del crítico literario Ozdemir Ince-, sospe-chan que el premio Nobel tiene motivacionespolíticas (cuando Pamuk considera a la polí-tica “un destino inevitable que no me gus-ta”), y que parte de su celebridad en Europa,se debe a su crítica a la posición de Turquíasobre dicho genocidio.

Ante esta diatriba el presidente francés,Jacques Chirac, se apresuró a felicitar aPamuk, “cuya reflexión sobre la sociedad esparticularmente inteligente, fuerte y liberal”.En Turquia, el subsecretario de Estado en elministerio de Cultura, Mustafa Isena, felicitaigualmente al escritor, a pesar de las contro-versias suscitadas en este país, añadiendoque el premio “atraerá la atención sobre laliteratura turca y sobre sus autores”, pero elresponsable turco subraya con cierta severi-dad: “sus otras acciones no me interesan.Pienso que es un buen novelista y creo queha sido recompensado por sus novelas”.

Luego si, ciertamente, la Academia suecano premió “sus otras acciones” sino a unpoderoso narrador, dejemos las controver-sias políticas así como el debate sobre lasrelaciones entre Europa y Turquía, país desetenta y dos millones de habitantes, cuyaescritura es latina y a través de la cual se nostransmitió el corpus del Derecho Romano.

BBRREEVVEE AAPPUUNNTTEE BBIIOOGGRRÁÁFFIICCOO

Orhan Pamuk nació en 1952 en Estambul,en el seno de una familia burguesa y francó-fila, similar a la que describe en Cevdet Bey veO¤ullari (Cevdet Bey y sus hijos, inédita enespañol) y Kara Kitap (El libro negro, Alfa-guara, 2001), en el rico y occidentalizado dis-trito de Nisantasi donde vive la propia fami-lia de Pamuk en un edificio bautizado con esteapellido, porque cada una de sus plantasestaba ocupada por una de las ramas fami-liares. Orhan estudió en el instituto america-no de Estambul, en el Robert College, antesde comenzar estudios técnicos de arquitec-tura en la Escuela Politécnica de Estambul,durante tres años, así como estudios deperiodismo en la Universidad de la mismaciudad. Lector a edad temprana, y adoles-

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

HHAABBIILLIIDDAADDPPAARRAA AABBRRIIRR EELL CCOORRAAZZÓÓNN

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EENN EESSTTEE MMUUNNDDOO

29Núm. 85 L.E.A.

cente que deseaba ser pintor y recopiabaminiaturas, descubre la literatura francesa,Proust y Flaubert, en la biblioteca de supadre. Pero Orhan Pamuk está igualmenteimpregnado de cultura americana y de escri-tores que lo marcaron, Faulkner, Woolf,Conrad y Nabokov, por lo que pasa tres añosen varias universidades norteamericanascomo profesor visitante en Columbia y sobretodo en la universidad de Iowa.

IINNGGRREEDDIIEENNTTEESS DDEE SSUU OOBBRRAA:: MMIISSTTEERRIIOO,, AAMMOORR,, HHIISSTTOORRIIAA,,PPUUEENNTTEE EENNTTRREE EELL AALLMMAA OORRIIEENNTTAALL YY OOCCCCIIDDEENNTTAALL

A la edad de 23 años decide dedicarse porentero a la escritura. Siete años más tarde,en 1982, se publica la citada obra Cevdet Beyve O¤ullari que, en el espíritu de ThomasMann o de Naguib Mahfuz (premiados con elNobel de Literatura en 1929 y 1988, respec-tivamente), describe la evolución de una fami-lia durante tres generaciones. Esta obra obtie-ne el premio “Orhan Kemal” al año siguientede su publicación.

Su segunda novela, en 1983, Sessiz Ev(La casa del silencio, Metáfora Ediciones,2001), fue recompensada igualmente por elpremio “Madarali” en 1984, así como su tra-ducción francesa, La Maison du Silence, fuepremio “Découverte européenne” en 1991.

Esta novela, clásica y renovadora a la vez,construye un gran fresco de la historia deTurquía y de sus acontecimientos más rele-vantes. En ella se viven las contradiciones deuna población que, tiroteada entre dos mun-dos, busca una identidad. Los personajes sonla imagen de esa complejidad y reaccionancada uno a su manera ante las grandes muta-ciones del siglo XX, que ha barrido violenta-mente los vestigios del Imperio otomano. Sise ha ganado en libertad, ha sido necesarioreconstruir un país capaz de adaptarse a lamodernidad sin negar completamente elpasado. Pero además de estos temas y de lasproblemáticas recurrentes en toda la obra dePamuk, se encuentra la voluntad de sorpren-der al lector por una arquitectura compleja yuna narración resueltamente polifónica.Artificios técnicos que ayudan a adentrarseen los meandros del alma turca.

Orhan Pamuk, situado por la crítica entregrandes autores del siglo XX como el argen-tino Jorge Luis Borges o el italiano ItaloCalvino, comenzó a tener repercusión inter-nacional a principios de los años noventa gra-cias a dos obras: Beyaz Kale, publicada en

1985 (El astrólogo y el sultán, Edhasa, 1994)y Kara Kitap de 1990 (El libro negro, Alfa-guara, 2001). La primera novela está situadaen el Estambul del siglo XVII, pero su conte-nido es sobre todo el de un relato sobre lamanera en la que está construido nuestro yocomo historias y ficciones diversas. El per-sonaje principal es un científico venecianovendido como esclavo a Hodya, un hombrejoven y culto. Cuando los dos personajes senarran su vida, se produce un intercambio deidentidad. Ese mismo juego de la problemá-tica de la identidad y del tema del doble, seencuentra en El libro negro, que marca unaruptura definitiva con el realismo social domi-nate en la literatura turca así como señalanumerosas referencias a la tradición místicade Oriente. Una novela de amor y un marcoeminentemente poético de la ciudad deEstambul, inaprehensible, perturbardora ymaliciosa, alquimia singular de la que ella esel teatro. La novela finaliza con el giro pos-moderno del autor revelando su presencia enla narración, por otra parte llena de historiasencastradas en la historia principal, relatan-do el pasado turco otomano y la contempo-ránea Estambul.

En 1995 se publica Yeni Hayat (La vidanueva, Alfaguara, 2002), novela sobre unlibro misterioso que tiene la propiedad detransformar irrevocablemente la vida de unapersona cuando lo lee. Y el lector no dejará depreguntarse sobre la omnipotencia oníricaque atrapa a los personajes, así como, a élmismo, le llevará a meditar sobre las fronte-ras, tenues a veces, que separan sueño y rea-lidad, sobre el amor y otras questiones exis-tenciales sin que pueda aportar la menorsolución.

Su siguiente novela publicada en 1998,Benim Adim Kirmizi (Me llamo Rojo,Alfaguara, 2003) quefue premio Interna-cional IMPAC (Du-blín) y premio “Grin-zane Cavour” (Italia),combina la narraciónde misterio con unaseductora historia deamor y reflexión filo-sófica, también elamor al arte y a lasminiaturas en loslibros, observando lainfluencia de la pintu-ra occidental en estearte, sin embargoestos influjos deben

30 Núm. 85L.E.A.

lidiar con las diferentes normas culturales,políticas y religiosas. Todo a través de lasmúltiples voces de sus protagonistas u obje-tos inanimados, en el ambiente de unEstambul del siglo XVI, bajo el reinado delsultán Murad III (1574-1591).

En el año 2001, Kar (Nieve, Alfaguara,2005), fue premio “Médicis étranger” 2005.Al igual que la anterior novela, se van a con-centrar los acontecimientos en escasos días.Fábula político-social en la que se confron-tan nacionalistas laicos e islamistas radica-les. Bamboleado entre esos dos campos, seencuentra un periodista y poeta, llamado Kaque ha vivido doce años en Alemania, en elexilio, y que a su regreso a Estambul para elfuneral de su madre -y también para encon-trar un amor perdido-, un periódico le envíaa Kars, ciudad que fue frontera entre losimperios otomano y ruso, pequeña ciudadadormecida bajo un sudario de nieve en lainmensidad de Anatolia. Su misión serácubrir las próximas elecciones municipales ycomprender porqué tantas mujeres –que ensu mayoría llevan velo– se suicidan. La nie-ve en polvo, aérea y deslumbrante, que nodejará de caer hasta impedir toda salida, con-vertirá más desolador aún este teatro a puer-ta cerrada, kafquiano, donde se entremezclan,se taracean, los miembros de una Turquíadividida y abrumada.

En su última obra, Istanbul: Hatiralar vefiehir (Estambul. Ciudad y recuerdos, Mon-dadori, 2006), Pamuk se expresaba así:“Cuando estaba escribiendo e imaginando ellibro como uno moderno y ambicioso, porsupuesto que tenía en el pensamiento lo queJames Joyce hizo a Dublín”. Y ésto fue lo queJoyce había dicho antes a su amigo, el artis-ta Frank Budgen, cuando estaba trabajando

en su novela épica Ulises: “Quiero dar unaimagen de Dublín tan completa, que si la ciu-dad desapareciera de la tierra pudiera serreconstruída a partir de mi libro”.

Si la ciudad de Dublín fue reflejada yrefractada en la conciencia de los personajesdel autor irlandés, ahora, el escritor turco, consu sentido de la historia y su extraordinariotalento para la narración y al mismo tiempoque rememora los secretos y la idiosincrasiade su propia familia, nos lleva de la mano através de la palpitante ciudad de Estambul –unser en el tiempo: que antes fue Bizancio y lue-go Constantinopla–, y nos ofrece semblanzasde perdidos paraísos, villas, fuentes de már-mol y monumentos otomanos en ruina, calle-juelas y canales, nos presenta escritores,columnistas, artistas e historiadores entu-siastas populares que han rastreado Estambula lo largo de un siglo y medio de “moderni-zación”. Y el joven imaginativo, errante, sesiente atraído por el pintor del siglo XVIII,Antoine-Ignace Melling, porque “veía la ciu-dad como un estambulita pero la pintó comoun occidental de mirada avispada”.

Así con bello y cautivador estilo, Pamuktransforma la autobiografía, y lo que comien-za siendo un retrato del joven artista se con-vierte en una entidad plenamente narrativa, elretrato de una viva ciudad –“un destinoincuestionable”–, en la topografía del mundo.

Reducir a este escritor a su última obra ya un alegato político sería una injusticia. Leídopor el mundo entero, merecedor de muchospremios literarios, como hemos visto, hayque añadirle el “Premio de la Paz” de loslibreros alemanes en el año 2005.

Turquía narrada por Pamuk se nos hacemás entrañable y cercana. La guerra de Troya,cantada por el griego Homero, se libró en suscostas que dan al mar Egeo, en aquel territo-rio nacieron los filósofos presocráticos, Talesde Mileto, Anaximandro, Anaxímenes,Anaxágoras y Heráclito. Desde su atalaya pri-vilegiada, este escritor franquea épocas yfronteras, recorre múltiples sendas, ideoló-gicas, simbólicas, místicas y filosóficas,esposando tradición y modernidad contem-poránea, presentado las contradicciones deuna Turquía minoritaria europeizada, acomo-dada, y una población pobre, clavada en laspropias tradiciones ancestrales. Esa es laalquimia de la que sólo el autor conoce elsecreto. Y esa es su escritura de alto voltaje,transmitiendo secretos mundos repletos decrónicas.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Isabel Alcaide (Grupo San Alipio)San Lorenzo de El Escorial

31Núm. 85 L.E.A.

EL II Congreso Internacional deLaicos Agustinos que se ha des-arrollado en Roma del 12 al 18 dejulio ha tenido como lema «Juntos

para un mundo mejor» y en él se planteó lanecesidad de establecer las bases de la estruc-tura y organización del laicado agustiniano, surepresentación y función, a nivel nacional einternacional, dentro de la Orden de sanAgustín. Acudieron ciento cincuenta y cincolaicos y 27 religiosos agustinos de todo elmundo que reflexionaron acerca de la situa-ción de la sociedad actual y el papel que el cris-tiano, en concreto, el laico agustino, debe des-empeñar como elemento activo de la sociedad,a la luz de la espiritualidad agustiniana.

La celebración diaria de la Misa, con lapreparada selección de cantos y organizaciónlitúrgica fue perfectamente llevada a cabopor el infatigable P. Ness Scout. Todas laslenguas se hablaron en la capilla de SantaMónica, todas tuvieron su lugar y momento.

El ambiente reinante en el Congreso fuerealmente amigable, valorando la organiza-ción material, incluidas las inolvidables cenasen los jardines del Patristicum y las atencio-nes de los PP. Purcaro, Giuseppe.

Las lenguas oficiales en los actos comu-nes fueron el italiano, el español y el inglés,con traducción simultánea.

El Congreso en sí se estructuró en cuatropartes. En la primera se hizo un análisis dela situación y problemas del mundo de hoy.La ponencia fue presentada por el jesuitainglés P. James Hanvey, doctor de Teologíapor la Universidad de Oxford y Director delInstituto “Religión, ética y vida pública” de laUniversidad de Londres, que bajo el título“Realidad económica, social y religiosa delmundo en el que estamos llamados a pro-clamar el Evangelio y dar testimonio deCristo con la palabra y las obras” planteó la

II Congreso Internacional de Laicos Agustinos

(ROMA, 12-18 DE JULIO)

32 Núm. 85L.E.A.

problemática relación que se establece entrela postmodernidad, la teología y la culturacontemporánea. Relativismo, secularización,pérdida de la identidad del individuo, cambiode valores, etc., definen nuestra sociedadcontemporánea y el cristiano no puedeenfrentarse a ello reivindicando el pasado oadoptando posturas intransigentes frente ala cultura vigente. Desde su conciencia mo-ral y su dimensión evangelizadora, el cristia-no debe defender el diálogo fe-cultura, fe-sociedad, afirmando su propia identidadcomo creyente, pero siempre desde el res-peto y la tolerancia.

La exposición del P. Robert Dodaro, OSA,“La Ciudad de Dios y nuestro tiempo”, queocupó la segunda parte del Congreso, anali-zó, desde la perspectiva absolutamenteactual de San Agustín, la participación delcristiano en la política. Nuestra vocacióncomo ciudadanos debe hacernos participaractivamente en la realidad política y social delmundo en que vivimos, aportando la promo-ción de la justicia y la ética social, como ele-mentos constitutivos de nuestra espirituali-dad agustiniana. La prudencia, el amor y latemplanza, dice San Agustín en uno de sussermones, deben presidir la actuación delcristiano que participe en la vida política entodos sus niveles. Abordó, en su segundaconferencia, temas pastorales vividos yresueltos por san Agustín, como su actua-ción y consejos acerca de temas como laayuda a los pobres, la actitud ante la pena demuerte, y el silencio o pasividad de la mayo-ría de la comunidad ante las injusticias quese cometen.

La tercera parte del Congreso estuvodedicada a exponer la labor, actividad y expe-riencias de los diversos grupos de laicos entodo el mundo, con proyecciones en PowerPoint y explicaciones en italiano, español einglés. Se desarrolló con gran interés e inter-

cambio de los asistentes que se distribuye-ron en los diversos grupos. Este intercambiode vivencias y la visita que se llevó a cabo aOstia Tiberina para pisar el suelo que en otrotiempo recorrieron Agustín y Mónica y dondeel diálogo entre ambos llegó a las cimas dela contemplación. El puerto de Ostia mues-tra restos de una villa y un puerto perfecta-mente organizados. Las visitas a otros luga-res de importante significación agustiniana(Iglesia de San Agustín, Santa María delPopolo, Santa Prisca, Santissimi QuattroCoronati…), sirvieron de preámbulo a la últi-ma parte del Congreso.

La cuarta y última parte fue un análisisde la situación en la que el laicado agustinia-no se encuentra en la actualidad y cual puedeser su proyección futura. Como conclusio-nes de este Congreso se afirma la validez dela espiritualidad agustiniana magníficamentesintetizada en la obra”En Camino con SanAgustín”1 para mejorar el mundo que vivimosy se ve la necesidad de establecer los mediosnecesarios para que religiosos y laicos com-partamos este patrimonio.

Los laicos debemos contar con unaestructura que fortalezca la unión de todos.Para ello se crea una Comisión Internacionalformada por laicos, que tendrá entre sus pri-meros retos estudiar las posibles formas deorganización y estructura jurídica y econó-mica que puedan garantizar la continuidaddel laicado, el abordar los problemas decomunicación entre los grupos, la posibili-dad de presentar puntos de reflexión alCapítulo General del 2007, entre otras accio-nes y sugerencias que podrán presentar adicha Comisión los grupos de todo elmundo, a través de sus representantes.

Fue elegida la primera Comisión Inter-nacional que cuenta con diez laicos. Se nom-bró coordinador de la misma a John Grech,de Malta. La representación española estáformada por Carmen Villanueva y José MaríaBento Company.

Esperamos que con el trabajo de los lai-cos y el apoyo de los religiosos agustinosque están presentes en cada grupo se pro-duzca el fortalecimiento de la organizaciónlaical para un mejor servicio a Dios, a laIglesia, a la Orden de San Agustín y a la Hu-manidad.

N U E S T R O S C O L E G I O S

1 Fraternidades Agustinianas Seculares.Espiritualidad y Organización. PublicaciónAgostiniane Roma 2001.

Jaime Arboleda CastillaAlberto Navarro Garmendia

33Núm. 85 L.E.A.

NUESTRA historia comienza un31 de julio, en el aeropuerto deBarajas, cargados de maletas eilusiones. Éramos tres colegiales

del Colegio Mayor Mendel (Alberto, Jaime yÁlvaro) y un compañero de clase de Jaime,Javier.

La primera parada fue en Milán, ciudad ala que llegamos un día antes de empezar el

encuentro, para poder visitarla tranquila-mente y estar a tiempo a la ceremonia inau-gural. Por la tarde cogimos un tren paraPavía, y fuimos recibidos en el convento delos agustinos de manera muy acogedora.Nos ofrecieron bocadillos, refrescos, y, sobretodo, una cálida acogida.

El primer día del encuentro tuvieron lugarlos juegos que habían preparado los eslova-

Encuentro InternacionalAgustiniano de JóvenesPAVÍA AGOSTO 2006

34 Núm. 85L.E.A.

cos, para romper el hielo y conocer al restode participantes. Fue una actividad muyentretenida, en la que hicimos las presenta-ciones personales (había que conocer a losotros participantes rápido, ya que éramosmuchos y tan sólo teníamos siete días), yotros juegos que acabaron con un baile en elque participó todo el mundo en un gran corrode más de 200 personas.

Los días se sucedieron muy deprisa en elcastillo de Pavía, cedido por el ayuntamiento,pues estaba todo muy bien organizado, y nohabía momento para el aburrimiento. Siem-pre había actividades, de meditación, de ora-ción, de debate, de encuentro, de diversión…El primer día se formaron los grupos por len-guas, en los que grupos de 10 ó 15 perso-nas que hablaban el mismo idioma se senta-ban para compartir experiencias, reflexionesy sentimientos. Fue, en nuestra opinión, unade las actividades más enriquecedoras detodas, pues el hecho de ver que personas desitios tan alejados entre sí tienen tantascosas en común es muy hermoso.

En el grupo de inglés, en el que estába-mos Alberto y Jaime, tuvimos la oportunidadde conocer a Rita, una monja india con la quetuvimos mucha relación, y de la que habla-remos más adelante. La primera charla ibasobre los momentos en la vida en los quenos habíamos sentido bendecidos, especial-mente felices. Hubo historias muy emotivas,como la de Rita. Ella tiene una guardería en la

que educa a niños que tienen problemasfamiliares y necesidades especiales, y contóque entró un niño con síndrome de Down,con el se volcó para conseguir que se sintie-ra integrado y feliz. Después de un año delucha por él, la madre decidió llevárselo deallí, porque los médicos le dijeron que debíaestar en un centro más especializado. Rita sesintió muy triste, porque le había cogido uncariño enorme al niño, y cuando contó lanoticia a sus compañeros, muchos empeza-ron a llorar, mostrando el amor que sentíanpor él. Para Rita ese fue un momento muyespecial, pues sintió que no estaba sola, quetodos echaban de menos al compañero quese había marchado.

Otra actividad destacada fue la presenta-ción que cada país hacía sobre su modo devida, sus costumbres, sus problemas y lasposibles soluciones. Como no había tiempopara verlas todas, tuvimos que decidir, yasistimos a la charla de Panamá (porqueentablamos una gran amistad con el grupode panameños), a la de Eslovaquia y a la dePuerto Rico. Fueron todas muy entrañables ysimpáticas.

En otro orden de actividades, tuvimos un“Via Lucis” por las calles muy especial, diri-gido por el Obispo de Milán, el cual tambiénnos ofició una misa en la impresionante cate-dral de Milán. La diócesis tuvo un trato muybueno con todos nosotros.

La gran actividad a nivel formativo fue laexposición que cada grupohizo sobre sus distintas activi-dades de voluntariado en susrespectivos paises: campos detrabajo, casas de acogida,catequesis... Destacamos demanera especial la ONG“Inquietud y futuro” de Alco-bendas (Madrid). Una organi-zación formada por antiguosalumnos de un colegio agusti-niano que lleva varios añosfuncionando y tienen ya unlocal del ayuntamiento en elque dan clases a chicos desfa-vorecidos y otras actividadespara colaboración periódica,aunque también organizanotras para colaboración pun-tual, como repoblaciones fo-restales, maratones solidariasy otras obras puntuales.

N U E S T R O S C O L E G I O S

También son destacables las actividadesorganizadas para las dos últimas noches. Enuna, cada país organizaba una pequeña can-ción o baile típico de su país con trajes típi-cos. Los españoles, hicimos una buenarepresentación de una corrida de toros, yotra muy emotiva de la ronda de una tunacon tunos, capas, cintas, tuno declarándose(Álvaro) y hermosa española haciéndose derogar. En la otra, la comunidad de Pavía nosofreció la actuación de un coro de la ciudadque había preparado el musical de “CristoUomo Nuovo” con muy buenos resultados.Al terminar, el grupo de músicos, cuatroamigos, veteranos de un grupo de jazz, nosdeleitaron con una inesperada exhibición desus artes, que, aunque tenían que acompa-ñar a los cantantes, se descolgaban consolos poco frecuentes para canciones de esetipo.

Al terminar el encuentro, los cuatro deci-dimos quedarnos una noche más para ayu-dar a recoger todo el material que habíandesplegado. Como recompensa obtuvimosdos días de convivencia en el monasteriocon una gran comunidad agustiniana (losque allí vivían y los que habían venido alencuentro). En estos dos días pudimosaprovechar una oportunidad bien rara detener una convivencia más cercana con

miembros de la congregación de muy dife-rentes orígenes y carismas. Especialmentecon los más jóvenes, casi de nuestra edad,que estaban llenos de ilusiones que, almenos un poco, compartieron con nos-otros. Una experiencia verdaderamenteúnica en la cual pudimos constatar la reali-dad de la congregación en estos momentos.Prácticamente todas las nuevas vocacionesvenían de países en vías de desarrollo: laIndia, el Congo, Filipinas... Su manera deexpresarse es bien distinta a la que estamosacostumbrados, y algunos de ellos, tienenproblemas para entender las necesidades decomunidades en el primer mundo frente alas que consideran más urgentes, en suspaíses de origen.

A nuestra vuelta pudimos hacer balancedel viaje y de los posos dejados por elmismo. Para empezar una experiencia muygrata e irrepetible de un evento con una delas mejores organizaciones que hemos visto.También conocimos una ONG muy atractivaen nuestra misma ciudad (Inquietud yFuturo) con la cual hemos participado ya enalguna de sus actividades. Y por último unaparticular amistad con las novicias y herma-nas de la India, con las que mantenemos unacorrespondencia fluida, y a las que espera-mos volver a visitar en el futuro.

35Núm. 85 L.E.A.

36 Núm. 85L.E.A.

TODOS los veranosuna notable canti-dad de chicos ychicas de los gru-

pos juveniles agustinianos seimplican en las diversas acti-vidades que organizan tantola Provincia Matritense comola Familia AgustinianaEspañola para jóvenes…llama la atención y chocaque, en una sociedad en laque lo religioso cada vezhace menos mella en nuestrajuventud, un grupo tan exten-so de chicos y chicas denuestros colegios y parro-

quias empleen parte de su tiempo en Jesúsy se esfuercen en conocer a este gran des-conocido que encierra en su persona tantofuego de amor. Por esto el comienzo de esteartículo no podría empezar de otra maneraque felicitando a todos estos chavales y cha-valas que hacen posible que verano trasverano nos juntemos personas de todos loslugares de España para vivir, en comunidad,nuestra fe. A todos vosotros… ¡GRACIAS!Desde estas letras os animo para que sigáissiendo luz y esperanza para muchos otrosjóvenes que no entienden muy bien el estilode vida de Jesús, porque si la gente piensaque todo lo que esté relacionado con laIglesia debe oler a carca y a pesado, vos-otros, con vuestra alegría y entusiasmo, soisla mejor prueba de que están equivocados.

Tampoco podemos olvidarnos de todaslas personas, agustinos y jóvenes, que estándetrás de todos los encuentros y campa-mentos, esas personas que, año tras año, ydesinteresadamente, tan sólo por amor aJesús y a la juventud se esfuerzan en prepa-

rar al detalle todas las dinámicas, oraciones,gymkanas, veladas y demás actividades. Atodos vosotros, de nuevo, ¡GRACIAS!Vuestro trabajo, no lo dudéis, es como unasemilla que cae en la tierra y poco a poco vadando sus frutos.

Las actividades que se han organizadoeste año tienen un carácter especial, porqueno nos encontraremos con un campamentocomo el de otras veces, ni tampoco con unencuentro cualquiera. Este año, en que recor-damos el 750º Aniversario de la Gran UniónAgustiniana, las actividades de verano hanbrillado sobre todo por ser un claro signo deesta unión que nos recuerda aquello de quedebemos ser «un solo corazón y una solaalma en Dios».

EENNCCUUEENNTTRROO IINNTTEERRNNAACCIIOONNAALL DDEE JJÓÓVVEENNEESS EENN PPAAVVÍÍAA

En la semana del 1 al 7 de agosto nos reu-nimos en Pavía, lugar donde se encuentranlos restos mortales de San Agustín, jóvenes(y no tan jóvenes) de todas partes del mundobajo el lema «Felices construyendo la Ciudadde Dios».

De la Provincia Matritense acudía un buennúmero de jóvenes de distintos lugares deorigen: Málaga, Salamanca, Valdeluz, Esco-rial…

Tras un largo viaje y visitar la ciudad deMónaco aterrizamos en nuestro destino algomás tarde de lo que se esperaba. Tras cenaralgo y acoplarnos en los distintos colegiosmayores de la ciudad nos preparamos paraempezar con buen ánimo esta nueva aventura.

Los días estaban cargados de oraciones,reuniones, testimonios de los distintos paí-

N U E S T R O S C O L E G I O S

Santiago Ruiz Galacho

Actividades pastoralesde los grupos juveniles

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ses, experiencias compartidas, espectáculosy diversiones. Todo ello organizado con unaexquisita precisión. Las actividades y actoseran traducidos en tres idiomas: italiano,inglés y español, aunque los lugares de pro-cedencia eran muy numerosos: contamoscon la asistencia de jóvenes desde Australia,pasando por Eslovaquia y hasta del mismísi-mo Congo, Puerto Rico y Panamá, dejándo-me una buena cantidad de nacionalidades enel aire para no aburríos demasiado.

Entre las experiencias vividas podemosdestacar, quizás por su especial trascenden-cia, la peregrinación a Casiciaco (actualCassago-Brianza), el día 3 de agosto, dondepudimos reflexionar con ayuda de los textosde San Agustín sobre la felicidad y tuvimos laoportunidad de conocer los terrenos dondeaquel otoño del 386 el Santo se retiró con ungrupo de amigos para formar comunidad.Realmente pudimos sentirnos un solo cora-zón y una sola alma en Dios, a pesar de lasdiferencias culturales y de lengua. El día locoronó la visita a Milán y la ceremonia derenovación de las promesas del bautismo enla Catedral de la ciudad, presidida por el obis-po de la Diócesis, acompañado este del P.General, quien estuvo presente durante todoel encuentro.

Entre otros momentos que merecen lapena ser destacados sobresale quizás el VíaLucis nocturno por el centro histórico dePavía, el día 4 de agosto, que quiso mostrarcómo la juventud cristiana no está muerta,cómo nos esforzamos por seguir siendo Luzpara el mundo en la medida de lo posible.

Las oraciones agustinianas de la mañanaeran celebradas en la Basílica de SanAgustín, donde se encuentran los restos deSan Agustín bajo un arca monumental.También en este lugar se celebró la misa dedespedida del encuentro, y en la cual cons-truimos simbólicamente la ciudad de Dios entorno a la tumba del Santo con obras litera-rias del mismo, compromiso: Debemosesforzarnos por construir la Ciudad de Diosen nuestro tiempo, en nuestras sociedades,con sus diferencias tan abismales (y las queno lo son tanto).

Aunque el encuentro finalizara el día 7,nuestro viaje (más bien, nuestra peregrina-ción) no termino allí. El grupo de Españapudo disfrutar cuatro días de turismo pordistintas ciudades de Italia: Padua, Verona,Rábena, Venecia… Todo un lujo…

Cuando uno lee el lema del Encuentropuede no darse cuenta del significado que

encierra, y es que, a veces, nos pensamosque para decir cosas importantes hay queusar muchas palabras, y el problema es queacabamos perdiéndonos en palabras. El lemade este encuentro internacional es una lla-mada a la acción, desde la felicidad… Miratu vida: ¿La vives con alegría? ¿Eres de esaspersonas que sonríen a la vida aun en losmalos momentos?

Estos días nos sirvieron para darnoscuenta de lo que estamos haciendo connuestra vida… buscamos por todos losmedios ser felices, ponemos nuestras espe-ranzas en las cosas, en las personas, nosesclavizamos al ordenador, al móvil, a nues-tros estudios y nuestros trabajos, a nuestrosintereses, a nuestra pareja…, y creemos quesomos libres, y en ocasiones confundimos elamor con la necesidad… y acabamos frus-trándonos porque esperamos estar alegres, yesta alegría no llega nunca…, y el problemaes que esperamos y esperamos sin encon-trar nada… Cuando decimos «Felices cons-truyendo la Ciudad de Dios» nos damoscuenta de que este sentimiento de felicidadllega cuando nos ponemos manos a la obrapara alcanzarla… el lema nos dice muy biencómo: Construyendo la Ciudad de Dios…

Esto puede sonar muy raro, ¿qué es eserollo de la Ciudad de Dios? ¿Cómo podemoscada uno de nosotros construir esta ciu-dad?… Es difícil de entender…, lo primeroque hay que conseguir es que los cimientosde tu interior estén bien asentados… si nonos conocemos bien a nosotros mismos,

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difícilmente podamos ver a Diosen nuestros hermanos de igualmanera que si en nuestro interiorno hay amor, es imposible queamemos a los demás.

Una vez que nuestro interioresté bien asentado es cuando nosponemos manos a la obra paraconstruir la Ciudad de Dios, cuyasvigas son los demás. Es en lagente que nos rodea donde debe-mos empezar nuestra obra paraconstruir la Ciudad Celeste, esaciudad donde lo que reina es elamor. El cemento es el Amor deCristo; los planos su propia vida,su Palabra y las Bienaventuranzas;y las herramientas son nuestros

dones…, el don de acogida que mostraronlos voluntarios cuando llegamos a Italia, eldon de la voluntad que mostramos todospara intentar comunicarnos con personas dedistintas lenguas, el don de la alegría quemostraron los grupos que animaban lasmisas y oraciones con su música, y el donde la fe que brilló como una luz sobre todosnosotros y que consiguió unirnos como sifuésemos todos uno solo.

Si tuviera que definir el Encuentro dePavía en una sola palabra… utilizaría la pala-bra: Bendición. En pocas ocasiones tieneuno la oportunidad de sentir tan de cerca lapresencia de Dios, ese Dios que es unidad,que consigue que muchas personas de diver-sos lugares y tan diferentes lleguen a sentir-se uno. Porque Cristo es unión. Doy graciasal Señor por esta bendición recibida, queespero se vuelva a repetir

CCAAMMPPAAMMEENNTTOO TTAAGGAASSTTEE--CCAASSIICCIIAACCOO

No menos importante fue el gran campa-mento que hicimos en la finca de lasReligiosas de la Asunción, en Navas deRiofrío (Segovia) del día 1 al 9 de Julio. Bajola coordinación del P. Jesús Torres y la asis-tencia de los PP. Manuel García y JuanPereña y veinte monitores de los distintoscolegios y parroquias de la Provincia, cienchicos y chicas, de entre 10 y 17 años, deMálaga, Valdeluz, Escorial, Palma deMallorca y Salamanca se juntaron con unlema muy claro: «El futuro tiene nombre:juventud», queriendo demostrar que lajuventud no está perdida y que nos sobranmotivos para depositar nuestras esperanzase ilusiones en sus ganas de vivir.

De nuevo todas las dinámicas, talleres,reuniones y oraciones volvieron a ser unaexcusa más para vivir a Cristo en comunidad,dejando de lado los valores imperantes ennuestra sociedad, como el dinero o el poder,concentrándonos en vivir en profundidad laamistad en Jesús y la alegría de poder sacarun poquito de tiempo para convivir con losdemás, y es que ¡qué mayor ejemplo de GranUnión que ver a tantos chicos y chicas delugares y edades tan distintos ayudarse,cantar, trabajar, reírse y jugar juntos!

Mención especial merecen Juan y MaríaJosé, de Málaga, nuestros cocineros y ami-gos, que son un claro ejemplo de lo que esentregarse a los demás con todo el cariño. Avosotros dos, que tenéis un corazón tanenorme, muchísimas gracias, porque si vos-otros no nos hubierais acompañado en estecampamento nada habría salido bien.

El último día de campamento fue un díaespecial: el día de la Familia, en el que seintentó rememorar el Encuentro de lasFamilias que se realizó en Valencia con laasistencia del Papa Benedicto XVI, y conta-mos con la presencia del P. Provincial y unmontón de religiosos de la Provincia y her-manas de la Asunción que nos acompañaronen la Eucaristía.

Una vez más, no queda otra que dar gra-cias a Dios por todo lo compartido y apren-dido de los chicos, los monitores, las reli-giosas de la Asunción (anfitrionas quepermanecieron siempre atentas a todo lo quenecesitásemos) y el resto de hermanos quenos acompañaban.

EESSCCUUEELLAA DDEE MMOONNIITTOORREESS DDEE TTIIEEMMPPOO LLIIBBRREE

Como colofón, considero importantehacer mención de un grupo de jóvenes de laProvincia que ha acudido en la segunda quin-cena de julio a Guadarrama a los cursillos deformación de Monitores de Tiempo Libre. Esbueno que los jóvenes sigamos preocupadospor formarnos para así poder servir a losdemás, que brille vuestra luz entre todos losque os rodean.

Sin nada más que añadir, aquí concluyeel resumen de todas las actividades pastora-les de la Provincia en verano. Estas activida-des son un signo claro de que la juventudtiene más que cabida en la Iglesia, sino queademás son una fuente de renovada energíae ilusión.

N U E S T R O S C O L E G I O S

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DE los días 12 al 14 de octubre secelebró en el Colegio de SanAgustín de Santander el XCongreso de la Amistad, organi-

zado por la Federación de Asociaciones dePadres de Alumnos de Colegios Agustinianos(FAGAPA). A él acudieron cerca de doscien-tas personas, procedentes de veinticincocolegios agustinianos de toda España. Hacíaveinte años que en esa misma sede se habíacelebrado el primer congreso de la FAGAPA.

Bajo el lema “FAMILIA, SOCIEDAD, RELIGIÓN

HOY: ¿QUÉ FAMILIA ESTAMOS OFRECIENDO A NUES-TROS HIJOS?”, los congresistas reflexionamossobre algunas cuestiones relativas a la edu-cación de los hijos que inquietan y preocu-pan a los padres y madres de familia de hoy.

El congreso conjugó acertadamenteponencias, trabajo en grupos y actividadessocio-turísticas. La apertura la realizaron elP. Julián Muñoz, Consejero de Colegios de laProvincia de España, a la que pertenece elcolegio de Santander, y D. Eduardo García,presidente de FAGAPA. Las conferenciascorrieron a cargo del profesor D. Abilio deGregorio, experto en asuntos educativos yviejo conocido de los asistentes a jornadasy congresos educativos agustinianos ante-

riores. La primera ponencia trató sobre: “Lafamilia, referente de valores cristianos”; lasegunda, sobre: “La comunidad educativaagustiniana, apoyo en la tarea de educar”.Tras cada una de ellas, los congresistas nosreunimos en grupos de trabajo, donde deba-timos y profundizamos las ideas y propues-tas más destacadas del ponente. A partir delas aportaciones de los grupos se elaboraronlas conclusiones del congreso, aprobadas enasamblea general.

Fuera de las sesiones de trabajo, los par-ticipantes tuvimos tiempo para visitar algunade las maravillas santanderinas. El primer día

La importancia del espejo, el café y la dieta en la educación de los hijos

TRES IMÁGENES Y UNA CRÓNICA DEL X CONGRESO DE LA AMISTAD

Carlos J. Sánchez Díaz

40 Núm. 85L.E.A.

por la noche acudimos al Palacio de laMagdalena, donde, tras una vista guiada almismo, fuimos recibidos por el Alcalde deSantander, antiguo alumno de los agustinos,y obsequiados con un refrigerio. El viernes13, comimos en Riclones y visitamos lacueva de “El Soplao”, recién abierta al públi-co. Ese mismo día por la noche pudimos dis-frutar de la cena de clausura en el HotelChiqui, amenizada por el buen hacer de unmago local, que nos hizo pasar una veladamuy agradable. Allí acudió a saludarnos elPresidente de Cantabria, hombre de verbofácil y simpático, que nos regaló una pulseradel Año Santo Lebaniego, según él, cuasimilagrosa. La mañana del domingo, tras lacelebración de la misa y la clausura del con-greso a cargo de la Madre Provincial de lasAgustinas Misioneras de la Provincia deSanta Mónica, Hna. Piedad Pacho, visitamosbrevemente la ciudad y disfrutamos de uninteresante paseo en barco por la bahía san-tanderina. La comida final se celebró en elcasino de la ciudad.

Acto seguido, cada uno partió a su puntode procedencia, con la sensación de haberparticipado en un congreso muy bien orga-nizado y provechoso, que, además de enri-quecernos con nuevas ideas, sirvió paraestrechar los lazos de amistad entre losmiembros de las diversas asociaciones depadres entre sí y con los representantes de latitularidad.

Como medio para compartir lo ocurridoaquellos días, puede ser útil resumir las dosponencias del profesor de Gregorio y reco-

ger al final las conclusiones del congreso. Eslo que haré a continuación.

LLAA FFAAMMIILLIIAA,, RREEFFEERREENNTTEE DDEE VVAALLOORREESS CCRRIISSTTIIAANNOOSS

LLAA SSAACCRRAALLIIDDAADD DDEE LLAA FFAAMMIILLIIAA YY SSUU FFUUNNCCIIÓÓNN PPEERRSSOONNAALLIIZZAADDOORRAA

Partiendo del dicho de Séneca: “El hom-bre, cosa sagrada para el hombre”, D. Abiliode Gregorio, en la primera conferencia, con-cluyó también la sacralidad (= intocabilidad)del ámbito donde el hombre se “hominiza” ohumaniza y llega a desarrollarse como per-sona, proceso que ocurre fundamentalmen-te en la familia. Por ello la protección de lafamilia es ante todo protección del hombremismo.

Esa función personalizadota de la familiase desarrolla en tres ámbitos esenciales: elpsicológico, el relativo a la socialización y elde la donación de sentido.

En el primero, la familia cubre la necesi-dad de amor, valoración y aceptación quesiente el niño, y que es fundamental para sudesarrollo posterior. La familia hace al hijopersona en la medida en que le hace ver loimportante que es para ella. Es su funciónmás importante. Los padres tienen derecho adecidir el número de hijos, pero, una veznacido, es el niño quien tiene derecho a tenerpadres.

En el segundo, la familia ayuda al niño adescubrir que el otro existe. El hecho de queel primer “otro” que se encuentra el niño seala madre, que lo protege y alimenta, hace queel hijo pueda percibir al otro no como un ene-migo, sino como un amigo. Junto a la madre,el niño siente el apoyo del resto de los miem-bros de la familia. Por eso la familia es fun-damental para que el niño reciba una socia-lización confiada, abierta y no defensiva.

En el tercer ámbito, la familia ayuda alniño a ver su existencia como dotada de sen-tido, algo fundamental para el ser humano,pues si no se ve sentido a la vida, puede caeren tristeza y depresión. Pero para que el sen-tido tenga sentido, ha de ser trascendente,estar más allá de la vida y de uno mismo.Sólo desde allá se puede dar sentido inclusoa lo más sin sentido acá, como la enferme-dad y la muerte. La familia no puede dejar deeducar este ámbito. Sería dejar tirados a loshijos. No basta con engendrarlos. Es nece-sario darles un horizonte de sentido. Y estolo consiguen los padres proporcionándoles

N U E S T R O S C O L E G I O S

LLAA FFAAMMIILLIIAAAAYYUUDDAA AALL NNIIÑÑOO

AA VVEERR SSUUEEXXIISSTTEENNCCIIAA

CCOOMMOO DDOOTTAADDAA DDEE SSEENNTTIIDDOO,,

AALLGGOOFFUUNNDDAAMMEENNTTAALL

PPAARRAA EELL SSEERR HHUUMMAANNOO,,

PPUUEESS SSII NNOO SSEE VVEE SSEENNTTIIDDOO

AA LLAA VVIIDDAA,, PPUUEEDDEE CCAAEERR EENN TTRRIISSTTEEZZAA YY DDEEPPRREESSIIÓÓNN

41Núm. 85 L.E.A.

su universo de valores. La familia, cuando eslo que está llamada a ser, es siempre fuentede valores.

LLAA FFAAMMIILLIIAA CCRRIISSTTIIAANNAA,, SSAACCRRAAMMEENNTTOO DDEE DDIIOOSS--AAMMOORR

Si lo dicho hasta ahora afecta a toda fami-lia, a la cristiana le cabe además una misiónañadida en el campo de la donación de sen-tido: ser sacramento de Dios-Amor, y serloante las nuevas vigencias culturales.

Con la Modernidad el hombre proclamóla muerte de Dios como medio para poten-ciar al hombre. Paradójicamente la muerte deDios trae consigo la pérdida de sentido delpropio hombre y hace imposible conjugar lostres elementos que han creado Occidente:razón (Grecia), ciudadanía (Roma), trascen-dencia (cristianismo). Al no lograr conjugar-los, aflora el relativismo, para el que no hayverdades absolutas. El amor para siemprepierde sentido. Todo amor es también relati-vo. Se confunde el amor con sus emociones.Estas pueden desaparecer; aquel, si es ver-dadero, no. Lo mismo que desaparece laemoción del amor por un ser querido yafallecido, pero no el amor a él.

Este clima relativista afecta también a lafamilia. Solo yo valgo y lo demás vale en rela-ción conmigo. El hijo, la mujer, el marido…valen cuando y en la medida en que mevalen. Así hoy día los hijos vienen cuandoson deseados; si no, se provoca un aborto.Pero si los hijos son simplemente deseados,el mensaje que se les transmite es: “Tú vales

porque yo te he deseado”. Por el contrario,cuando el hijo es simplemente aceptado, sele está diciendo: “Tú vales por ti mismo; poreso eres valioso para mí”. Esta actitud relati-vista en torno al amor, crea “amores mercu-riales” (Marina), es decir, amores que, comolas gotas de mercurio, se separan y se vuel-ve a unir una y otra vez.

En esta coyuntura histórica, la familiacristiana ha de ser signo del Dios Vivo, quees Dios-Amor. Si el hombre, según dato fun-damental de la antropología cristina, es ima-gen de Dios, la familia, comunidad de amor,puede verse como imagen y sacramento deDios-Amor. Una familia que se ame de ver-dad, que valore a sus miembros por sí mis-mos, que sepa vivir en su seno y fuera de élun amor generoso y abnegado es un testi-monio eficaz para mostrar al mundo la fuer-za y la belleza del amor de Dios. La funciónde una familia así es salir por la calle a darenvidia por lo mucho que se ama.

Solo una familia que vive la dinámica delamor es auténticamente cristiana. Esa mismadinámica del amor es propedéutica de la fe.Bastará mostrar la raíz última de ese amor(Dios) para acercar a los demás hacia la fe.Le bastará vivir ese amor para convertirse enverdadero referente de valores cristianos.Desde esta base implícita puede pasar luegoa lo más explícito, a la formación religiosa delos hijos. Para ello es fundamental no limi-tarse a dar contenidos, sino formar la perso-nalidad religiosa de los niños e ir interpre-tando en clave cristiana las experienciassignificativas de la familia. De esta manera

UUNNAA FFAAMMIILLIIAA QQUUEE SSEE AAMMEE DDEE VVEERRDDAADD,, QQUUEE VVAALLOORREE AA SSUUSS MMIIEEMMBBRROOSSPPOORR SSÍÍ MMIISSMMOOSS,,QQUUEE SSEEPPAA VVIIVVIIRR EENN SSUU SSEENNOO YY FFUUEERRAA DDEE ÉÉLL UUNN AAMMOORRGGEENNEERROOSSOO YY AABBNNEEGGAADDOO EESS UUNN TTEESSTTIIMMOONNIIOOEEFFIICCAAZZ PPAARRAAMMOOSSTTRRAARR AALL MMUUNNDDOO LLAA FFUUEERRZZAA YY LLAA BBEELLLLEEZZAA DDEELL AAMMOORR DDEE DDIIOOSS

42 Núm. 85L.E.A.

los valores cristianos arraigarán firmementeen el corazón de los hijos, y la fe no será paraellos un añadido prescindible, sino, por elcontrario, fuente de vida y de sentido.

Hoy ha llegado el momento de suscitarminorías activas, que no teman ir contraco-rriente, que no busquen carácter político; conalta formación, y coherente con sus opcio-nes radicales.

LLAA CCOOMMUUNNIIDDAADD EEDDUUCCAATTIIVVAA AAGGUUSSTTIINNIIAANNAA,, AAPPOOYYOO PPAARRAA LLAA FFAAMMIILLIIAA

En la segunda conferencia, D. Abilio deGregorio abordó las relaciones entre la comu-nidad educativa agustiniana y las familias.

SSIISSTTEEMMAA EEDDUUCCAATTIIVVOO YY SSIISSTTEEMMAA EESSCCOOLLAARR.. LLAA PPLLUURRAALLIIDDAADD DDEE AAGGEENNTTEESS EEDDUUCCAATTIIVVOOSS YY SSUU NNEECCEESSAARRIIAA UUNNIIDDAADD

Hoy día se suele confundir sistema edu-cativo con sistema escolar. Parece como siel sistema educativo se redujese al sistemaescolar, sin caer en la cuenta de que en laeducación no interviene solo la escuela, sinootros muchos agentes: familia, medios decomunicación, Administración... Lo que elniño recibe de la escuela lo metaboliza segúnlo que haya recibido de la familia, de sussemejantes, de la televisión, etc.

Esta confusión provoca que la sociedaddelegue sus funciones educativas en laescuela y se despreocupe de esta tarea esen-cial. De ahí, por ejemplo, la insistencia enimplantar asignaturas nuevas para intentarabordar problemas cuya solución corres-ponde en primer lugar a la sociedad. Paradó-jicamente esta descarga sobre la escuela secombina con un movimiento contrario dedesprestigio del educador, lo que dificultaque la escuela pueda desarrollar bien su pro-pia tarea. ¡Cuánto menos la que injustamen-te le echa encima la sociedad!

La escuela, en realidad, es un subsistemadentro del sistema educativo, en el que inter-vienen más agentes, complementarios entresí. Bien dispuestos todos ellos, cumpliendocada uno la función que le es propia, logranactuar como un auténtico sistema, es decir,como un conjunto de elementos organizadoscon vistas a un fin. Pero si hay confusiónentre las diversas funciones de cada uno deellos, el sistema se transforma en un con-glomerado de elementos descoordinados –ya veces enfrentados– entre sí, que hace

imposible, o al menos más difícil, trabajar deforma armónica por la educación de losniños y jóvenes, con el consiguiente perjuiciopara estos.

Una comparación nos lo hará compren-der. Nadie conoce directamente su rostro,sino indirectamente a través de la imagenque le devuelve el espejo. Pero ¿qué imagentendríamos si nos hubiésemos mirado siem-pre en un espejo cóncavo o convexo o alon-gado, o en los tres a la vez? Sin duda sería-mos incapaces de formarnos una imagenreal de nosotros mismos. Lo mismo ocurrecon el niño. Él va forjándose una imagen desí mismo desde la que le devuelven losdemás. Si estos actúan desde una pluralidadde valores y concepciones contrapuestos (=pluralidad de espejos), el niño es incapaz dehacer una síntesis de sí mismo y del mundo.Coleccionará elementos, pero no será capazde formarse una idea coherente. Crecerá, así,sin un referente claro, con la consiguienteconfusión en todos los órdenes.

Al igual que para conocernos necesita-mos mirarnos en un mismo tipo de espejo,así también, para que el niño pueda adquiriruna base coherente desde la que construirsey construir su mundo, es del todo necesarioque se pongan de acuerdo todos los queintervienen en la educación y que cada unocumpla la tarea que le corresponda.

Al mismo tiempo, para que la escuela seaeficaz tiene que establecerse en un ámbitodonde haya cosas que se den por supuestas,es decir, donde todos estén de acuerdo enunos valores comúnmente aceptados. Sobreesa base común se edifica. Cuando no hayeste fondo común aceptado por la generali-dad de cuantos intervienen en la educación,no es posible educar. Cuando no hay algo sóli-do y todo es líquido, es decir, pasajero, discu-tible, relativo, no es posible educar. Lo mismoque no se puede hacer café si el receptáculode lo sólido (café) está vacío y el agua pasapor él sin impregnarse de su esencia.

Para que pueda haber educación es nece-sario café, esto es, principios sólidos acepta-dos por todos los educadores; principios cla-ros que, con la necesaria flexibilidad, permitanmantener el rumbo en medio del oleaje.

LLAA EESSCCUUEELLAA CCAATTÓÓLLIICCAA--AAGGUUSSTTIINNIIAANNAA

Conseguir una unidad como la anterior-mente expuesta entre todos los componen-tes del sistema educativo es una pretensiónpoco menos que utópica. En toda sociedadhay diversas concepciones, diversas mane-

N U E S T R O S C O L E G I O S

PPAARRAA QQUUEE PPUUEEDDAA

HHAABBEERR EEDDUUCCAACCIIÓÓNN

EESS NNEECCEESSAARRIIOO CCAAFFÉÉ,,

EESSTTOO EESS,,

PPRRIINNCCIIPPIIOOSS SSÓÓLLIIDDOOSS

AACCEEPPTTAADDOOSS

PPOORR TTOODDOOSS

LLOOSS EEDDUUCCAADDOORREESS;;

PPRRIINNCCIIPPIIOOSS CCLLAARROOSS

QQUUEE,, CCOONN LLAA NNEECCEESSAARRIIAA

FFLLEEXXIIBBIILLIIDDAADD,,

PPEERRMMIITTAANN MMAANNTTEENNEERR

EELL RRUUMMBBOO EENN MMEEDDIIOO

DDEELL OOLLEEAAJJEE

43Núm. 85 L.E.A.

ras de ver la vida y la educación. Y sin embar-go, como hemos visto, es necesaria una cier-ta unidad, una cierta comunión de valoresentre los que intervienen en la educación. Esimportante que al menos todos tengan unospuntos de vista comunes en relación conaspectos más fundamentales. A partir de ahí,pueden surgir diversos tipos de escuelas,correspondientes a distintos modelos educa-tivos. En ellas la coincidencia en unas mis-mas aspiraciones, creencias y valores permi-tirá una unidad mayor entre todos los agenteseducativos y facilitará al niño adquirir unaimagen coherente de lo que le rodea.

Entre estos modelos de escuela seencuentra toda la escuela católica en gene-ral, y la agustiniana, en particular. La ofertade este tipo de escuela es ser una escuelaevangelizadora. Para eso nació. Frente al pro-yecto laicista de la Ilustración, la escuela cris-tiana surgió como alternativa confesional.Una alternativa que llegó también a ambien-tes marginados y pobres, donde no llegaba laescuela ilustrada.

¿Tiene hoy todavía algún sentido la pre-sencia de la escuela católica-agustiniana enuna sociedad como la nuestra? Hoy aparen-temente nuestra escuela hace lo que lasdemás. Puede que, como el genoma delhombre respecto al del mono, la escuelacatólica tenga un 99% de elementos comu-nes con la otra escuela. Pero si quiere seguirsiendo escuela católica tiene que salvar ese1% diferente, constituido por su carácter

evangelizador. Porcentaje pequeño en canti-dad, pero de una calidad tal que es capaz detransformar todo el 99% restante.

Para lograr seguir siendo escuela evan-gelizadora es fundamental que se conviertaen signo del Dios del evangelio. Signo deDios en el proyecto educativo, en el grupo deeducadores y en la organización. Si no essigno, no dirá nada. Y hoy hay muchasescuelas que no están diciendo nada, aunquelo digan muy bien.

Para que la escuela católica-agustinianasea tal, es sobre todo fundamental que elpersonal esté identificado con el proyectoeducativo común, reflejado, ente otros sitios,en el ideario, inspirado en último término enel evangelio. El profesor seglar, igual que elreligioso, tiene que ser signo de Dios. Si estono es así, si el profesorado seglar no asumeesto, no habrá escuela católica dentro dequince años.

No se trata de que individuos aisladosasuman el proyecto y sean signo. El proyec-to, con sus valores, se entrega a una comu-nidad. Es necesario que en torno al proyectotodos formen esa comunidad educativa, conunos principios básicos comunes (café), ycapaces por ello de transmitir una imagenhomogénea (espejo).

Hay comunidad cuando se compartenunos valores que dan sentido a lo que sehace. ¿Existe siempre esta comunidad devalores en los profesores de todo colegio

PPAARRAA QQUUEE LLAA EESSCCUUEELLAA

CCAATTÓÓLLIICCAA--AAGGUUSSTTIINNIIAANNAA

SSEEAA TTAALL,, EESS SSOOBBRREE TTOODDOO

FFUUNNDDAAMMEENNTTAALL

QQUUEE EELL PPEERRSSOONNAALL

EESSTTÉÉ IIDDEENNTTIIFFIICCAADDOO

CCOONN EELL PPRROOYYEECCTTOO

EEDDUUCCAATTIIVVOO CCOOMMÚÚNN,,

RREEFFLLEEJJAADDOO,,

EENNTTEE OOTTRROOSS SSIITTIIOOSS,,

EENN EELL IIDDEEAARRIIOO,,

IINNSSPPIIRRAADDOO

EENN ÚÚLLTTIIMMOO TTÉÉRRMMIINNOO

EENN EELL EEVVAANNGGEELLIIOO

44 Núm. 85L.E.A.

católico? ¿Existe esta comunión de valoresen los padres que acuden al centro católico?A menor comunión en valores mayor exi-gencia y lucha entre padres y educadores.

CCOOMMPPAARRTTIIRR EELL SSIIGGNNOO CCOONN LLOOSS PPAADDRREESS

El signo hay que compartirlo no sólo conlos agentes del sistema escolar, sino tambiéncon los del sistema educativo, y, en especial,con los padres. Sin la participación de estos,difícilmente se podrá conseguir una auténti-ca escuela evangelizadora.

Implicar a los padres es un auténtico reto.A veces se les intenta atraer con una motiva-ción falsa: simples llamadas a la participación,grandes discursos sobre su responsabilidaden la educación, etc. Pero para conseguir unaparticipación efectiva hay que seguir los mis-mos pasos que para hacer con éxito una dieta.Muchas personas intentan seguir una dieta;pero no pocas fracasan en el intento. Y es quepara hacer la dieta, que requiere un esfuerzono pequeño, es necesario tener motivos(salud, estética, etc.), previsiones de que sepodrá llevar a cabo, e incentivos para hacerla( por ejemplo, subir a la báscula y ver que sevan perdiendo kilos). Si falla alguno de estosestímulos, la dieta no se comenzará o se aban-donará una vez comenzada.

Lo mismo ocurre con la participación quese pide a padres y profesores. Supone unesfuerzo. Y nadie realiza un esfuerzo si no tienetres acicates para ello: motivos para hacerlo,previsiones de éxito e incentivos de éxito.

Para implicar a los padres hay que conec-tar con sus motivos. No basta con decirlo enlas reuniones o exponer motivos externos aellos y no sentidos por ellos. Solo si recibenmensajes de seguridad y de estima se ani-marán a participar activamente.

En segundo lugar, es necesario elaborarun proyecto con metas accesibles y entendi-bles. No basta con decir a los padres quecolaboren. Hay que decirles en qué se quie-re que colaboren y convencerles de las metaspropuestas y de la capacidad para alcanzar-las. De esta forma la previsión de éxito lesanimará a participar.

Y en tercer lugar, hay que darles incenti-vos. En este sentido sería bueno que todoslos elementos del colegio ( Dirección, profe-sores, padres...) fueran capaces de reunirsey marcar unos objetivos, medios y evalua-ción del proyecto, respetando espacios pro-

pios de cada parte. Podría favorecer la parti-cipación también la constitución de aulas deeducación: profesores y padres se reúnen enel aula y planifican. Hay que abrir espaciosde encuentro, y estos no son patios ni salónde actos, sino aulas.

Pero los padres no pueden ir a los cole-gios como sindicalistas reivindicativos, sinocomo colaboradores. La gestión de un cole-gio no puede ser asamblearia, sino subsidia-ria: lo que pueda hacer una entidad menor nolo haga una mayor.

CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS DDEELL CCOONNGGRREESSOO

Las conclusiones a las que se llegó traslas sesiones de trabajo fueron las siguientes:

• El ámbito donde se realiza la persona es lafamilia, lugar sagrado e inviolable. Por locual es a ella a quien corresponde decidircómo se ha de educar a sus hijos en elamor solidario, la búsqueda de la verdady la elección del bien en la libertad.

• La familia, como primer responsable dela educación de sus hijos, desea que losprofesores que los educan compartan yse comprometan con el proyecto cristia-no del centro, estableciendo un diálogocontinuo.

• Los padres de familia desean encontraren los centros agustinianos cauces deformación que permitan encontrar senti-do a la vida y ser referente de los valorescristianos.

• Las APAS deben potenciar minorías acti-vas comprometidas, procurando su for-mación, para que sean coherentes y res-petuosas, sean signos del amor de Dios,firmes en sus creencias y comprometidascon el proyecto que han elegido.

• Hay que recuperar valores y signos cris-tianos aprendidos en nuestras familias,

• Enseñando a rezar.• Transmitiendo la fe.• Acompañando a los hijos en las celebra-

ciones de los sacramentos.• Dialogando con ellos.• En definitiva, viviendo con coherencia los

valores cristianos.• Los valores que promueve la escuela cris-

tiana deben ser compartidos por el restode la comunidad educativa. Esta ha deimplicarse en su desarrollo a través decampañas de solidaridad, colaborandocon grupos cristianos de voluntariadosocial, etc.

N U E S T R O S C O L E G I O S

PPOODDRRÍÍAAFFAAVVOORREECCEERR

LLAA PPAARRTTIICCIIPPAACCIIÓÓNNTTAAMMBBIIÉÉNN

LLAA CCOONNSSTTIITTUUCCIIÓÓNNDDEE AAUULLAASS

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PPAATTIIOOSS NNII SSAALLÓÓNNDDEE AACCTTOOSS,,

SSIINNOO AAUULLAASS

45Núm. 85 L.E.A.

ME has hecho recordar mi

vocación, mis comienzos

como religioso agustino.

Parece que ahora te toca a

ti descubrir tu camino. Venías a contármelo

como si te fuera a estallar el corazón y la

cabeza con tanta «energía» y «pasión» con-

centrada. Dios cuando nos toca y se nos

hace presente parece que no cabe en nuestra

pequeñez. Pero vaya si cabe.

A mí también me pasó. Después de untiempo de insatisfacción y de búsqueda deno saber muy bien qué, me vino la preguntaque me daba terror «¿Por qué tú no? ¿Porqué no puedes ser tú sacerdote?» Recuerdoel día y la hora, el mes y el año, me tuve quelevantar e ir a lavar la cara varias veces paraintentar refrescarme y espabilarme. Mitadaturdido y mitad cobarde quería «enfriar»esa voz interior. Estaba equivocado puespoco a poco descubrí que me era imposiblehacerlo. Una cosa eran la dudas e inseguri-dades que no me iban a dejar tan fácilmente,

pero otra era la certeza que se iba consoli-dando, ésta mucho más fuerte y cierta: esapregunta no me la buscaba yo, era Jesús elque me la hacía.

Yo, como tú, también busqué a alguienpara hablar, y esa persona me ayudó. «Oye,tener vocación no es huir de nada ni denadie», «mira que no se trata ser mejor queotros», «mira que te vas a encontrar a santospero también a hombres rotos, cansados...».«Sí, lo sé» –respondí sinceramente–, «quie-ro saber si esto viene de Dios», «no mepuedo quedar con la duda toda la vida.»«Venga, hay que ir dando pasos, hay queoptar y renunciar. Aunque cueste, se puede.»

Luego vendría explicar a la familia que noera ni una locura ni una cabezonería, tambiénles dije que nunca me perderían y estaría conellos pero de otra manera. También tuve quedejar a una chica, y en ambos bandos hubolágrimas y miedos. No quise ni engañarla niengañarme.

José Alberto Escobar Marín, OSA

VOCACIÓN DESPUÉS DE LOS 20

Seragustinohoy

N U E S T R O S C O L E G I O S

que estaban en España trabajando por la jus-ticia. Con los años he descubierto que a lomejor Jesús es quien nos pide que no nosvayamos lejos, que gastemos nuestra vida ensembrar el evangelio en nuestro mundo, ennuestra cultura, entre nuestros hermanos,también aquí. Porque se es sacerdote paraponer la vida en sus manos y que Él decida.Un hermano agustino, Alfonso, nos decíauna y otra vez: «Ser sacerdote es lo másgrande que me ha pasado en mi vida, lo másdigno que puede pasarle a un hombre, másdignidad que ser rey.» Y es verdad.

¿Con los agustinos? En comunidad, aten-to a lo más profundo de mí mismo, en bús-queda de la Verdad junto a hermanos y her-manas de fe, intentando que el amor alnecesitado esté en el centro del corazón, enamistad y servicio a la Iglesia. Como Alfonso,Moisés, Juan de Sahagún, Tomás deVillanueva, Jesús Luis y tantos otros.

¿Ser agustino hoy? Tú, mi querido amigo,tienes que descubrir qué es lo que Él te pide.No tengas miedo de abrirle tu corazón «ven-diéndolo todo y dándoselo a los pobres» (Mc10, 21) para seguir a Jesús. Tu alegría seráplena y nadie te la podrá arrebatar. Dile: sí.

Al principio sólo se tienen algunas cosasmedio claras. Yo sabía que Dios se me habíaido metiendo dentro sin saberlo, a través demi paso por los grupos, las campañas desolidaridad y las experiencias serias de tra-bajo con necesitados. Me sabía un poco dife-rente, y en el fondo, estaba contento y sana-mente orgulloso, porque no todos intentabanvivir como yo pretendía. Sin creerme mejorque nadie, sólo quería saber qué era lo queDios quería para mí, para lo que estaba des-tinado en la vida, algo que se me revelabagrande y excepcional, como luego ha sido,útil para los planes de Dios y la humanidad.

Yo no quería ser profesor, ni tampocosacar títulos, me decía «sólo quiero saber sisirvo para ser sacerdote». ¿Agustino? No losabía bien. Sí tenía claro que los agustinosme habían transmitido al Jesús que conocíay me deslumbraba. Ellos, los agustinos, mehabían educado en una Iglesia sana y alegre.Ellos se mostraron ante mí siendo, en ciertamanera, diferentes ante el mundo y Dios. Fuiconociendo nombres muy concretos y des-cubrí a Luciano en Brasil en medio de lamiseria dando su vida y siendo profeta, aMoisés ahogado en un río en Centroaméricaen plena misión indígena, supe de agustinos

L.E.A. Núm. 8546

47Núm. 85 L.E.A.

FELIPE Hernández y Eugenia Gon-zález, matrimonio residente en SanLorenzo de El Escorial, sólo tuvodos hijos y ambos se entregaron

al sacerdocio: Felipe, el mayor, incardinado enla diócesis de Madrid; Luis (nacido el 12 dejulio de 1927), ingresó en los agustinos delcercano Real Monasterio de San Lorenzo, co-menzando su preparación en el Seminariomenor de Leganés (1939-1942). A partir deentonces, desarrollaría su año de noviciado ysus cursos de formación filosófica y teológi-ca en el Real Monasterio, entre 1942 y 1950,año en que fue ordenado sacerdote. Su pri-mer destino fue el Colegio de Santa Rita enMolina de Aragón (Guadalajara), donde per-maneció dos cursos. Pero pronto volvería alEscorial de sus orígenes, primero al Monas-terio (1952) y después al Real Colegio Uni-versitario María Cristina (1953-1957). Con elfin, posiblemente, de facilitarle el acceso al

Real Conservatorio de Música, de Madrid, estrasladado a Leganés (1957) y al Colegio SanPablo de Madrid (1958-1961), en este últimoen calidad de Vicerrector. En 1961 es trasla-dado de nuevo a Salamanca como profesor yMaestro de Capilla, convirtiendo el SeminarioMenor San Agustín, en un centro de cantomuy estimado en la ciudad. A él se debe lacreación del Festival que cada año se celebra

Luis Hernández (1927-2006):Liber usualisJosé María Torrijos Carrillo

Cerrada la edición de este número de L.E.A, nos enteramos de la muerte de Luis

Hernández González, tras una inesperada y rápida enfermedad. Había desempeñado su

puesto de Director de la revista entre los años 1982 y 1998, casi cincuenta números con

sus índices correspondientes, que hablan de una labor eficaz, minuciosa, callada, y

valiente, que abarcaba todas las páginas. Cada número era un “hijo” mimado. La revis-

ta rinde este sencillo recuerdo, esta inmediata semblanza, al margen de que volvamos

a ocuparnos posteriormente de su figura.

48 Núm. 85L.E.A.

en el Colegio-Seminario San Agustín, en ho-nor de Santa Cecilia.

En 1971 es trasladado al que será su des-tino definitivo: el Colegio Valdeluz, de Madrid,donde desplegará una larga y valiosa laborcomo profesor de Música y de Religión, quese alternará con su trabajo como primerpárroco de la nueva Parroquia de SantaMaría de la Esperanza, en el local que hastaentonces había sido Capilla del Colegio(1974). Desempeñó el puesto de Director delDepartamento de Religión (1978), Consejerode la Comunidad agustiniana (1982). En1982 fue nombrado director de la revista L. E. A, (La escuela agustiniana). A esta últi-ma misión, Luis se entregó como él hacíatodo, en cuerpo y alma. Aprendió los tecni-cismos de la imprenta (maquetación, nom-bres de tipografías, catálogos de colores,etc.) y puso un esmero absoluto en los tra-bajos que él realizó (editoriales, artículos,reseñas de libros, entrevistas, fotografías...),cuidando al máximo cada número desde laportada hasta el final, en constante búsque-da de temas candentes y nuevos colabora-dores. Igualmente, cuidó de elaborar perió-dicamente unos índices muy valiosos de lapropia revista. No es exagerado afirmar queL. E. A. alcanzó en aquellos años una calidady una altura que nada tenían que envidiar aotras publicaciones del mercado y los quios-cos. Yo me sentí honrado por pertenecer asu primero Consejo de Redacción, ente queno necesitaba reunirse porque compartir unrecreo o una mesa de almuerzo con Luis seconvertía en una conversación sobre la revis-ta, nuevas ideas, posibles colaboradores,imagen de una portada, y hasta las columnasde cada artículo.

La colosal obra de Modesto GonzálezVelasco, Autores agustinos de El Escorial

(1996), recientementeampliada en un segundovolumen (2006), recoge uncentenar de entradas deobras en prosa, casi treintade obra poética y varias foto-grafías. Al repasar los conte-nidos de tantos escritos, tanvariados y siempre certeros,no resulta inadecuado califi-car a Luis Hernández comouno de los grandes polígra-fos que la Provincia Matriten-se cuenta en su haber desdela guerra civil hasta nuestrosdías.

Sería muy difícil resumirla obra de Luis Hernández, yno es el momento de reali-zarlo en esta breve crónica,pero cabría destacar, en pri-

mer término, sus estudios sobre la liturgia yla música en tiempos de los monjes jeróni-mos de El Escorial, así como del culto divinorestaurado con los religiosos agustinos. Eneste sentido, sus semblanzas varias sobre lafigura del P. Samuel Rubio, son pequeñasjoyas de su bibliografía. No obstante, nume-rosas veces se acercó Luis Hernández a lavida y a la historia de la propia ProvinciaMatritense y de sus religiosos, en lo cual cabedestacar el volumen coordinado por él Losagustinos en el Monasterio del Escorial,1885-1985, que si bien resulta de desigualinterés en los artículos que lo componen, suelaboración fotográfica y maquetación cons-tituyeron, una vez más, un ejemplo de obraprimorosamente preparada. De todos modos,las semblanzas personales que realizó sobremuchos hermanos, en ocasión de celebra-ciones o en ocasión de sus muertes, formanun álbum de certeros retratos.

En 1980 publicó en L. E. A. su primerpoema, el espléndido soneto “Tiempo prime-ro”, inspirado en un Concierto de Brandem-burgo de J. S. Bach y que a mí me dejó de unaire por su belleza, musicalidad y perfección.Tanto, que le insistí en que siguiera escri-biendo y publicando y por ello me honro enhaber sido testigo y presentador de su libroNudos del viento (Madrid, 1990), espléndidopoemario por el que desfilan figuras familia-res, paisajes, momentos, amistades, herma-nos de hábito, viajes, obras de arte… en unararo equilibrio de ternura, fuerza plástica,emoción contenida, sensibilidad pero sin sen-siblería. Uno recuerda a Fray Luis de León, aAntonio Machado, a Gerardo Diego y a otrosmuchos poetas contemporáneos, que LuisHernández comenzó a leer con tanta intensi-dad que seguramente ha dejado en su celdauna buena colección de libros de poesía del

R E S E Ñ A S D E A C T U A L I D A D

49Núm. 85 L.E.A.

siglo XX. Mis noticias sobre un último libroinédito me llenan de satisfacción, y mereceríala pena reunir la obra poética completa deLuis Hernández para que las generacionesvenideras puedan tener un ejemplo de hom-bre, religioso y escritor, en la másseria tradición de la Provincia y susorígenes.

Porque el retrato de LuisHernández (estas notas detestan seruna necrología) quedaría muy incom-pleto si no recordáramos en él al reli-gioso cumplidor, austero y obediente,pero también si pasáramos por altosu dedicación intensa a su hermanoFelipe, especialmente en los últimosaños, cuidando de él como un ángel de laguarda. Quienes tuvimos la suerte de convivircon Luis y de alegrarnos con sus éxitos o deestimular sus creaciones, no podemos olvi-

dar, sobre todo, su exquisita educación y elrespeto absoluto a los demás, incluso a losdiscrepantes. Luis era un hombre delicado desentimientos (no otra cosa cabe imaginar enalguien que vivía apasionadamente la músi-

ca, la poesía y todas las artes), ele-gante en su austeridad, que sabíamirar con cierta distancia desde susgafas, por dónde se hallaban loscharcos para rodearlos y evitar man-charse con el fango.

En mi única y última visita al Luisenfermo me conmovió su paz. Yahora prefiero imaginarlo ya en elcielo, dirigiendo a un coro de arcán-geles y niños (entre ellos a Gonzalo

Díaz Pagador), en un canto gregoriano eter-no, con un Liber Usualis en su mano izquier-da y su derecha trazando cadencias de unamelodía sin fin.

DDÓÓNNDDEE EESSTTAARRÁÁ EELL AAMMOORR

¿Dónde estará el amor que en la negrura dejó su resplandor junto a la cueva? ¿Dónde estará, Jesús, la vida nueva de tus ojos de Dios, de tu ternura?

Perdida la encontré yo en la espesura de la materia ardiente, donde eleva su voz el eco triste que me lleva a regiones de sombra y de amargura.

Con ella subiré donde me esperas para buscar la risa de mi boca, oculta entre olvidadas primaveras.

¡Risa de Dios que alegra cuanto toca!Al sentirte mi vida me aligeras,se hace leve y en cielo desemboca.

Luis Hernández González(Del libro “Nudos del Viento”, Madrid, 1990)

50 Núm. 85L.E.A.

R E S E Ñ A S D E A C T U A L I D A D

SEGÚN un estudio muy conocido so-bre los valores de los europeos 1, lasociedad española ocupa el primerpuesto del mundo occidental en la

aceleración y profundidad del cambio social.Lo ocupa no sólo la sociedad adulta, sino, ysobre todo, la sociedad joven.

Si los modelos familiares, así como lastipologías juveniles, vienen definidos por lascosmovisiones que los alimentan y susten-tan, eso significa que en la sociedad españo-la se están produciendo cambios tan rápidosy profundos en su visión de la vida como nose están dando en ninguna otra sociedadoccidental.

Por causa de su singular situación políti-ca, todos los factores que, desde los tiemposmás remotos hasta nuestros días, han veni-do minando en Europa a la institución fami-liar tradicional –tanto en su forma premo-derna como moderna–, se desencadenaronsúbitamente sobre la tradicional familia espa-ñola a partir de la década de los sesenta,adquiriendo legitimidad y toda su fuerzaexpansiva a partir de la llamada Transiciónpolítica. Entre nosotros, la Constitución de1978 fue el punto de partida de la irrupciónexterior, real y legal, del cambio interior, que,desde tiempo atrás, venía experimentándoseen todos los ámbitos de la realidad españo-la. A partir de aquella fecha en la nuevaEspaña todo ha sido, real y legalmente, exal-tación de la diferencia sobre la identidad tra-dicional, todo es «deconstructivismo» y«pensamiento débil» en todos los órdenes dela realidad social. En el tema que nos ocupa,concretamente, todo ha sido «desinstitucio-nalización» y «flexibilidad» familiar, cuyocomún desenlace ha sido el «pluralismofamiliar» que hoy reina en la sociedad.

Fue la generación contracultural de la«Década Prodigiosa», educada todavía ma-yoritariamente en un contexto conservador ytradicional, la primera que rompió masiva-mente entre nosotros con la tradición ymarcó el cambio radical de valores en todoslos órdenes de la vida. Este cambio puedeapreciarse en los datos de la tabla siguiente,en la que los valores tradicionales estánrepresentados por la generación paterna:

La familia y lajuventud españolasIsaías Díez del Río

1 Inglehart, R., Human Values and SocialChange: Findings from the World ValuesSurveys (2003), E. J. Brill, Groningen2003.

51Núm. 85 L.E.A.

DIFICULTADES DE LOS JÓVENES PARA UN PERFECTO ENTENDIMIENTO CON SUS PADRES (POR SEXOS) (EN PORCENTAJES)

1960 1975*

Hombres Mujeres Hombres Mujeres

No me importa mucho la familia 2,8 0,7 6,1 4,2Quiero más libertad 12,3 7,7 21,9 17,9Me molesta que me manden 8,2 14,9 15,6 19,0Mi forma de pensar no es compatible con mi familia 8,6 9,8 49,4 53,4Quiero divertirme más 9,8 7,4 7,0 5,5Estoy de acuerdo con mi familia 52,5 53,9 (-) (-)

N (1.316) (415) (1.359) (1.339)* Porcentaje sobre el total de los que contestan(-) No existía esa posibilidad de respuesta

FUENTE: Juventud Española 1960/82, Fundación Santa María, Madrid 1984, p.90.

Las razones que aducen los jóvenes deaquella época para explicar las dificultadesen el entendimiento con sus padres girantodas en torno a la incompatibilidad ideoló-gica, al deseo de mayor libertad, al rechazodel autoritarismo paterno y al reclamo demayores posibilidades de diversión. Dehecho, a juzgar por datos de aquellas fechas,donde principalmente se nota la ruptura ide-ológica es en la ideología política, en la cre-encia religiosa y en las normas morales.

La aceleración y amplitud del cambio fuede tal dimensión, que a comienzos de los 80 ennuestra sociedad, con más rapidez y ahíncoque en el resto de la sociedades occidentales,«se tiende hacia una familia participativa,democrática y progresista, ni rígida ni dogmá-tica, pluralista, tolerante y regida teniendo encuenta las circunstancias de cada momento ylas situaciones personales más que por otrosmodos de pensar y normas de conductainamovibles. Se tiende hacia la simetría en lasrelaciones internas hombre/mujer y padres/-hijos, lo que puede significar una auténticarevolución. Los hijos ya no funcionan según elesquema clásico de respeto-autoridad-obe-diencia patriarcales, sino que reclaman rela-ciones de tolerancia, libertad e igualdad basa-das en la confianza y la amistad, laparticipación y la comunicación para sentirseaceptados como son y respetados por sí mis-mos y por sus propios valores» 2

La mayoría de las tendencias detectadasa comienzos de los años ochenta ya sonhoy realidades plenamente consagradas en

nuestra sociedad, en la que ya no hay pro-blema con las relaciones prematrimoniales,la planificación familiar, el matrimonio civil,la cohabitación, el divorcio, el aborto, lasuniones homosexuales…, es decir, todo elespectro de formas de convivencia matri-monial que pueden darse en cualquier otrasociedad de Occidente. Alguien, refiriéndo-

2 Ros Manero, M.ª J., «Juventud, fami-lia, mujer», en Documentación Social,n.º 58 (enero-marzo 1985) 133.

se a las rápidas y profundas transfor-maciones de esta institución social,ha podido afirmar que hoy con tododerecho «la familia española partici-pa de ese modelo de familia post-nuclear que ha sido postulado comotípica de las sociedades de capitalis-mo avanzado y que se caracteriza porsu carácter desregularizado, por lapluralidad de formas posibles y por laprimacía de la libertad individual fren-te a la regulación institucional» (R.Pallol Trigueros) 3. En definitiva, laque hasta ahora ha podido definirse–en terminología de D. Reher– comouna familia «fuerte», va camino deconvertirse en una familia «débil» 4.

El cambio radical que ha sufrido lafamilia española sólo puede explicar-se, lógicamente, como resultado de un

rápido proceso y como consecuencia de loscambios demográficos, de las mutaciones enla estructura socioeconómica y laboral de lasociedad y en su sistema de valores. Laacción conjuntada de todos estos y otros fac-tores ha provocado un cambio tan rápido y

abultado en esta institución que actualmentehan desaparecido ya los disensos y conflic-tos intergeneracionales. Han desaparecido,porque a medida que han ido acortándose lasdistancias en la edad entre padres e hijos, asíhan ido decreciendo las discrepancias en losvalores compartidos. En los hogares dondetodavía existen divergencias ideológicas, lospadres procuran evitar la transmisión deaquellos valores sociales, morales y religio-sos que pueden romper la paz familiar. Es elllamado «eclipse paterno». Su dejación de laautoridad y su permisividad en el hogar hallegado en algunos a tal extremo, que les haconvertido en la primera generación depadres que temen y obedecen a sus hijos.Hay que reconocer también que en no pocoscasos la falta de conflictividad es el equiva-lente a la ausencia de relaciones profundas,lo que alguien ha calificado de coexistenciamás que de convivencia familiar. En cualquiercaso, frente a las evidentes incompatibilida-des e intolerancias de la década de los seten-ta, hoy priva una manifiesta tolerancia y liber-tad familiar, tal como se desprende de lossiguientes datos:

52 Núm. 85L.E.A.

Hay que resaltar que nuestros jóvenes, asícomo han rechazado los consensos ideoló-gicos y las dependencias normativas, nuncahan renunciado al refugio, al apoyo material,al afecto y al confort familiar. En todo esteasunto, «del esencialismo normativo se hapasado a un esencialismo en la calidad de larelaciones interpersonales y la primacía delafecto» 5. Esta actitud no debe extrañarnos,pues «los jóvenes no le dan tanta importan-cia (como los adultos) al hecho de compar-

tir o no unas ideas, opiniones y actitudes[…] Presumen de convivir sin que necesa-riamente se coincida con el otro en normas,opiniones y actitudes» 6. Esta mentalidadexplica el hecho de que desde la superaciónde la crisis de la década de los setenta lafamilia ha mantenido ininterrumpidamente elmás alto grado en el aprecio y valoración denuestros jóvenes. Con pequeñas variantes,éste ha sido el constante panorama valorati-vo de la familia entre nuestros jóvenes:

R E S E Ñ A S D E A C T U A L I D A D

3 Cfr. Campo, S. del, La «nueva» familiaespañola, Eudema, Madrid 1991, pp.28ss.

4 Cfr. Reher, D., «El cambio familiar enEspaña en el marco de la evolución histó-rica», en revista Arbor, CLXXVIII, 702 (ju-nio 2004 ) 187-203 pp.

5 Iglesias de Ussel, J., «Los valores fa-miliares de los jóvenes», en Revista deJuventud, n.º 39 (1997), p.15.

6 Andres Orizo, F., Sistema de Valores enla España de los 90, Cis, Madrid 1996, p.158 y 330, respectivamente.

LIBERTAD JUVENIL. PORCENTAJE DE JÓVENES QUE CREEN QUE TIENEN LIBERTAD

PARA ESCOGER EN DIVERSOS ÁMBITOS

Opciones de estudio .................................................................................. 83,7Opciones de trabajo .................................................................................. 63,6Opciones religiosas .................................................................................... 90,9Opciones políticas ...................................................................................... 92,0Opciones sexuales .................................................................................... 91,3Formas de diversión .................................................................................. 88,9

FUENTE: Jóvenes españoles 99, Fundación Santa María, Madrid 1999, p. 143.

53Núm. 85 L.E.A.

Los tradicionales factores de conflicto(ideas políticas, creencias religiosas, normasmorales) han desaparecido de la lista dedisonancias familiares. Hoy las discusionesfamiliares giran en torno a cosas y cuestio-nes más pragmáticas y triviales, como losbuenos modales, el rendimiento escolar, elregreso a casa por la noche, la forma de ves-tir, la participación en las tareas domésticas,cuestiones de dinero, el alcohol, etc…

Y ¿qué papel han jugado en todo esteproceso de cambio familiar las generacionesjóvenes? Si tenemos en cuenta que quienesprimero perciben, asumen y protagonizan elcambio social son los jóvenes, el rol que hadesempeñado la juventud en este fenómenosocial ha sido crucial, y por razones no difí-ciles de dilucidar. Los jóvenes españoles,siguiendo las pautas de la sociedad en la queviven inmersos, han ido evolucionando en elsentido de ir mostrando y demostrando cadadía mayores cotas de tolerancia y permisivi-dad, hasta el punto de singularizarse «por serde los más permisivos, en comparación consus coetáneos europeos» 7. Hoy, por ejem-

plo, la juventud española se pronuncia mayo-ritariamente a favor de los anticonceptivos,las relaciones prematrimoniales, la cohabita-ción, el matrimonio civil, las uniones homo-sexuales, el aborto, el divorcio, la eutanasia,la selección genética de embriones con finesterapéuticos, etc. En realidad, nuestros jóve-nes no han hecho ni hacen otra cosa queacelerar los pasos que les marca la sociedaden la que viven.

Dejando aparte la actual deserción sociali-zadora de la familia, de la escuela y de la igle-sia españolas en los valores tradicionales,desde hace ya varias décadas la juventud vienesocializándose cada día más fuera del grupofamiliar y más dentro del grupo de iguales. Losjóvenes se han creado su propio universo, almargen del mundo de los adultos. La impor-tancia del «grupo de iguales» supera actual-mente a la familia en la función socializadoraen no pocas dimensiones de la personalidadde no pocos jóvenes. Esta progresiva suplan-tación de la familia por el grupo de igualesarranca de la década de los setenta, comopuede apreciarse de los datos siguientes:

7 Elzo Imaz, J., «Valores e identidades enlos jóvenes», en Jóvenes españoles 2005,p. 94.

GRADO DE IMPORTANCIA QUE SE CONCEDE A DIFERENTES INSTITUCIONES Y ACCIONES

(MEDIAS. MÁXIMA IMPORTANCIA 4)

Salud ........................................................................................................ 3,80Familia ...................................................................................................... 3,79Amigos y conocidos.................................................................................. 3,58Trabajo ...................................................................................................... 3,52Ganar dinero ............................................................................................ 3,46Llevar una vida moral y digna .................................................................. 3,37Tener una vida sexual satisfactoria............................................................ 3,36Tiempo libre y ocio.................................................................................... 3,40Estudios, formación y competencia profesional ........................................ 3,25Política ...................................................................................................... 1,92Religión .................................................................................................... 1,76

FUENTE: Jóvenes españoles 2005, p.208

FRECUENCIA CON QUE HABLAN LOS JÓVENES CON SUS PADRES Y AMIGOS DE ALGUNOS PROBLEMAS

(Instituto de la Juventud 1977)

Padre (%) Madre (%) Amigos (%)Actualidad política 34 23 67Profesión, estudios 54 59 72Sexo 10 20 72Amigos/as 30 47 77Empleo del tiempo libre 26 39 79Religión 14 20 31

FUENTE: Elena Bardón Fernández, Indicadores de la crisis juvenil, revista De Juventud, n.º 1, 1980, p.74.

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Actualmente, los jóvenes se socializanentre sí desde la experimentación grupal.Ellos «construyen sus propios esquemas ymodelos de comprensión de la realidadsocial en la que viven y con la que se hacen»(J. Elzo). Y los valores que los amigos com-parten y transmiten les son proporcionadospor la «cultura juvenil», esa cultura formadapor los valores, normas y actitudes quecrean, encarnan y promueven los propiosjóvenes. A la cultura juvenil, a su vez, se lossirve «la calle» y, fundamentalmente, «losmedios de comunicación social». Los «me-dios» se han convertido en los maestrosdecisivos de los jóvenes para las cosas de lavida. Ellos «dan el ser» a las cosas, a las per-sonas y a los acontecimientos ¿Y qué valorestransmiten hoy la «calle» y los «medios decomunicación social»? Salvo contadasexcepciones, valores y modelos innovadoreso desviacionistas respecto de los valores ymodelos tradicionales.

La juventud no sólo asume, encarna ypromueve, sino también impulsa y potenciael cambio social y familiar al convertirse enmodelo a imitar por los adultos, fenómenoconocido como «juvenilización» de la socie-dad. Nunca como ahora se han impuesto,como imperativo categórico para todas lasgeneraciones, los valores juveniles. Hoy «lojoven» es la expresión de «lo nuevo», de «lo

válido». No resulta difícil de entender, porotra parte, la centralidad de lo joven en unasociedad posmoderna, consumista y hedo-nista como la nuestra, en la que el «principiode convicción» ha sido sustituido por el«principio de seducción» en todas las dimen-siones y manifestaciones de la vida.

Como afirma Finkielkraut, la juventud seha convertido en un imperativo categóricopara todas las generaciones, pues el «proce-so de conversión al hedonismo del consumoemprendido por las sociedades industrialesoccidentales culmina hoy con la idolatría delos valores juveniles» 8. Se da hoy, de estaforma, el fenómeno nuevo y desconcertantede que así como hasta épocas recientes eladulto representaba el horizonte identitariodel joven, en la actualidad es el adulto el queestá erigiendo el «ser-joven» en modelo pro-pio de identidad. Así sucede que, según elsondeo del Instituto de la Juventud (INJUVE,2004), cuatro de cada diez jóvenes (41%)declara no tener personas en su entorno cer-cano o social a quien imitar o parecerse.

La revaloración de lo joven se refuerzapor el auge e impacto que en esta sociedad–la sociedad adulta– tienen los medios decomunicación social. Los actuales medios decomunicación social, que son los lugaresdonde hoy se crean y se transmiten los nue-

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8 Finkielkraut, A., La derrota del pensa-miento, Barcelona, Anagrama, 1987, p.135; cf. et. Lipovetsky, G., La era del va-cío, Anagrama, Barcelona 2002, p. 109.

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vos valores sociales, llevan todos un marca-do marchamo de referencia juvenil. Tanto susmensajes y mensajeros como sus modelosestán reemplazando en la actualidad a loshéroes de la mitología y a los santos de lareligión. Son, por ello, la nueva escuela queno sólo conforma la mentalidad de las nue-vas generaciones, sino también marca laspautas generales del comportamiento social.

La juventud, por ley de vida, se convierteen generación portadora y, por consiguiente–llegado el momento de convertirse estosjóvenes en progenitores–, también transmi-sora del cambio que ella encarna a las gene-raciones que le siguen. Esto hace que –comoya ha sido aquí anteriormente indicado– lasgeneraciones vayan constantemente acer-cándose en simpatía ideológica y normativa,aumentando, de ese modo, la armonía fami-liar. Está estadísticamente comprobado que,desde la época del disentimiento, han idoaumentando ininterrumpidamente las actitu-des que los hijos comparten con los padres:actitudes sociales, normas morales, actitudeshacia la religión, opiniones políticas y actitu-des sexuales. Esta convergencia intergenera-cional se refiere, por supuesto, a la coinci-dencia en cosmovisiones, cultura y valoresnuevos, distintos de los tradicionales.

Aunque en todas las épocas existen dis-tintas tipologías o modelos de jóvenes, siem-pre hay un perfil generacional que recoge losrasgos más significativos que definen a cadageneración. Para conocer el perfil de la másjoven generación , seguidamente ofrecemosuna visión global de los rasgos más relevan-tes de la última generación de jóvenes sobreel tema que nos ocupa. En ellos se refleja lasituación a la que ha llegado la última gene-ración de jóvenes, tras los largos años decambio y evolución que hemos mencionado.

A juzgar por los datos del estudio Jóvenesespañoles 2005 de la Fundación Santa María,los jóvenes españoles se van perfilandocomo una generación cada día más descreí-da, tolerante, laxista y permisiva. En la últi-ma década se ha acelerado de forma sor-prendente el descenso de la creencia y delgrado de confianza en la Iglesia. De un 77 por100 de los jóvenes que hace 10 años se auto-calificaban de católicos, hoy no superan el 50por 100. La Iglesia es la institución que másdesconfianza suscita entre ellos. La familia,sin embargo, sigue manteniéndose como lainstitución más valorada por la mayoría delos jóvenes. Pero las pautas siguen cam-biando. Estos jóvenes se muestran muyabiertos, tolerantes y permisivos con otros

modelos de familia, que, a su juicio, resultanigual de válidos que el modelo tradicional,aceptando, en consecuencia, mayoritaria-mente, como familia auténtica cualquier tipode unión o agrupamiento entre hombre ymujer. En general, la forma elegida mayori-tariamente por los jóvenes (57%) es el casa-miento, bien por la Iglesia (43%) o por locivil (22%) 9. Vivir definitivamente en pareja,sin casarse, apenas convence (14%), aunquese la considera, incluso entre los católicos,como forma transitoria y previa de llegar almatrimonio (43%). Prácticamente nadiequiere quedarse soltero (1%). Valoran elmatrimonio, pero lo retardan porque quierenformar una familia con empleo estable y pisoen propiedad; valoran los hijos, pero quierentener muy pocos (1,2 hijos por mujer) y enedad tardía. En general, se caracterizan porser más permisivos que sus coetáneos euro-peos en la justificación de los comporta-mientos de carácter privado, como el divor-cio, el aborto, la adopción por parte deparejas homosexuales, las relaciones sexua-les entre menores, etc., y más exigentes encomportamientos públicos, como el terroris-mo, el pago de impuestos, la violenciadoméstica y la pena de muerte.

Con lo anotado basta para poder concluirque, entre los factores que han concurridoen el cambio producido en las valoraciones ylos estilos de vida de las últimas décadas ennuestra sociedad, hay que destacar el factorgeneracional. En no pocos aspectos de lavida social, en el corto período de unas déca-das, España ha pasado de la premodernidada la posmodernidad, sin apenas haber pisa-do la modernidad. Ese es el proceso que haseguido el modelo familiar. Y uno de losagentes destacados en ese proceso es laedad joven.

9 Cf. Meil, G., «Pareja y familia en el ho-rizonte vital de las nuevas generaciones»,en Revista de Juventud, 67 (2004), pp.39-54.

ME propongo en estas líne-as presentar a un pícaro am-bulante y popular que recorreplazas y teatros deleitando y

enseñando a cuantos se acercan a su tarimao escenario de cualquier rincón de nuestrageografía. Algunos pensarán que me fui al Si-glo de Oro español o a recordar al Lazarillode Tormes. Quizá algunos piensen en el mun-do de la picaresca y la hambruna que en Es-paña han sido, no en tiempos tan lejanos.

No. Quiero hablaros de Paco Torres, quees actor consagrado y probado en las lidesdel mundo del espectáculo. Es también autornovel de libros para biblioteca; pues artícu-los, escritos cortos y pliegos de cordel no lehan faltado en su dilatada carrera artística. Yes precisamente la publicación de su primerlibro, JÁCARAS para corral de comediascon Añasco el de Talavera, lo que me da piepara hablar de este actor, autor y escritor que

es licenciado en Arte Dramático por laRESAD de Madrid.

El libro al que hago referencia fue pre-sentado como acariciada primicia en su pue-blo natal, Los Navalmorales, de Toledo, conlos calores de agosto de 2006. Muy acogiday aplaudida esta presentación entre sus pai-sanos, que celebraban por esos días laSemana Cultural y la Feria de Artesanía. Elreconocimiento de la prensa toledana y man-chega no se hizo esperar.

Y, dicho lo dicho, quiero añadir de nues-tro personaje, para que sea mejor conocido,que nació, como ya dije, en tierras toledanashace poco más de medio siglo; que su granvocación ha sido y es el teatro. Que le habránvisto en numerosos montajes de la Compa-ñía Nacional de Teatro Clásico, y ha trabaja-do con los grandes, desde Fernán Gómez, enPeribáñez y el Comendador de Ocaña, hastacon el manchego Nieva en varios de sus

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De plazaen plazacon PacoTorresJesús Torres Fernández

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diseñados montajes. Trabaja en películas,como Los santos inocentes, El viaje a ningu-na parte, Las ratas o Un franco, catorcepesetas. Series televisivas como La Banda dePérez, y su trabajo en doblaje y en el mundode la Zarzuela nos dan una idea de la polifa-cética carrera de nuestro pícaro toledano.

Pero aquí me interesa especialmentereseñar que nuestro actor recorre desde haceaños numerosos pueblos y ciudades con susJácaras, que él escribe, dirige e interpretacon su compañía Pícaros Ambulantes. PacoTorres, pícaro que responde por Añasco deTalavera, siempre acompañado del actorAlfonso Asenjo, «hijo de ciegos que ven», yque responde por el sobrenombre deExpósito del Henares, quiere homenajear asía la picaresca y los cómicos de la legua delsiglo XVI con su teatro popular.

AARRRRIIEERRIITTOOSS SSOOMMOOSS……

Todas las cosas tienen un comienzo ytodos los proyectos un punto de inspiración.Y creo que Paco Torres se empieza a encon-trar muy especialmente consigo mismo ycon lo que quiere hacer, cuando es invitado aparticipar en las Jornadas de Caza que pormediados de los 90 se celebraban en elCastillo-Parador de Oropesa y en el HotelBeatriz de Toledo. Con sus actuaciones «demesa en mesa», amenizando y aderezandocon su humor y su música las ricas viandasde estos renombrados lugares, comienza adespertar el espíritu coplero y juglaresco queha mantenido hasta el presente.

De ahí a la Primera Ruta Arriera por losMontes de Toledo sólo habría un paso. Enefecto, por estos años se lleva a cabo unacuriosa iniciativa cultural de las muchas queen nuestro tiempo se dan para revivir «lonuestro», lo popular, lo de toda la vida…eneste caso por los Montes de Toledo. 20 pue-blos se sumaron al programa que, patroci-nado por la Comunidad Económica Europea,recibía el nombre de Ruta Arriera, y que teníacomo protagonistas a nuestros ya PícarosAmbulantes, trasplantados desde el Medievoa nuestros días para representar «teatro decalle» con una formación de nombre Naqueo «Ñaque, integrada por dos actores/músi-cos callejeros: Paco Torres y Alfonso Asenjo.

Esta feliz iniciativa fue la ocasión, creo yo,para que Paco Torres y su propia compañíaempezaran a dar pasos firmes y seguros que,poco a poco, y con no pocos esfuerzos, lesabrieran las puertas de ventas, plazas y tea-tros para presentar sus jácaras. La

Asociación Cultural Montes de Toledo le otor-gó a Paco Torres en junio del 98 el título deMonteño Distinguido en reconocimiento atan meritoria tarea.

JJÁÁCCAARRAA

Se llama así a una composición«poético-cantada» en la que se poníande relieve fechorías o sucesosacaecidos en el mundo del hampa, ynarrados en parte con el lenguaje delhampa.

Estas composiciones se incorporaron,generalmente, en los intermedios delas representaciones teatrales, en elsiglo XVI.

(DOTÚ, J., Diccionario de términos y anécdotasteatrales, Madrid 2002.)

Y en estos comienzos a los que me vengorefiriendo, y echando la vista aún más atrás,no puedo dejar de ver al abuelo Gerardo,arriero de toda la vida, y a la abuela Dorotea,mesonera de la posada del pueblo. En elrecuerdo de las escenas vividas en tan dicho-sa posada y las historias y chascarrillos con-tados por el abuelo a la vuelta de sus viajespor las ventas del Pico y Menga y los cami-nos de la Vera, quiero ver, veo, la vena poé-tica y el trasfondo vivencial de las jácaras dePaco Torres.

Y junto al homenaje que sus obras supo-nen a los cómicos de la legua, puede decirse

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que también quieren ser, y de hecho lo son,un reconocimiento a quienes con las noblesprofesiones de ventera y arriero llenaron suvida.

DDEE VVEENNTTAA EENN VVEENNTTAA……

Consolidada la compañía PícarosAmbulantes, Paco Torres se propone recu-perar la picaresca con una mezcla de len-

guaje clásico-popular y, a la vez, adaptándo-lo al auditorio de hoy, al que a veces se lehace difícil entender términos y expresionesde antaño. Y además una originalidad añadi-da, como el propio autor reconoce: «Si nosda tiempo hacemos para cada sitio una jáca-ra, y tenemos un amplio repertorio. Una delas particularidades de este género es quetrataba los temas del sitio en el que se hacía.Nosotros escribimos ad hoc para cada lugar.Incluso creamos papeles para la gente de lospueblos. Y les encanta.» (La Razón, Madrid,junio 2005).

Lo suyo en realidad no es teatro de calle,aunque también puede serlo. Sus guiones seprestan mejor para recintos cerrados, aun-que sean cuatro paredes cerradas para aco-tar una plaza. Una corrala, un callejón, unaventa o un teatro mayor se prestan para tancuidadas escenificaciones que suponen, porparte del autor, un conocimiento previo y unsosegado trabajo de estudio e investigaciónen el pupitre de lectura y pateando las callesy rincones a donde llegará la Compañía.

Este es Paco Torres, Añasco de Talavera,nombre tomado de pícaro que existió, nom-brado por Calderón de la Barca; protagonis-ta de una comedia de Cubillo de Aragón ysobre el que su tocayo D. Francisco deQuevedo escribió una jácara tituladaSentimiento de un jaque por ver cerrada lamancebía. Se trata de un personaje cuyasandanzas y fechorías podemos situar en lasposadas o ventas de cualquier pueblo o enlas callejas y palacios de cualquier villaimportante o ciudad imperial. Suponen,pues, las jácaras de Paco Torres un homena-je al «Teatro breve o menor» de nuestroSiglo de Oro.

De esta manera nuestro protagonistaescribe y acopla los textos –algunos de auto-res clásicos– bajo el título de JÁCARAS,adaptándolas a cada lugar, acontecimiento oencargo, y también, por qué no decirlo, amedida del presupuesto. Y después de variosaños intentándolo se le brinda la oportunidadde presentar sus jácaras en Almagro en suafamado festival. Almagro ya es un lugar bienconocido y «trillado» por Paco Torres, peroera la primera vez que podría presentar supropio espectáculo, escrito y protagonizadopor él mismo.

Durante dos noches, como dicen los artí-culos de prensa del momento, la plaza mayorde Almagro se traNsportó al Siglo de Oroespañol gracias al espectáculo Pícarosambulantes de plaza en plaza que gira en

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torno a una posada conocida como LaAlmagreña. Y para terminar, el Festival deAlmagro de 2004, el jacarandoso Torres y sucompañía, presentan Jácara final para losfastos de Almagro; un escenario privilegiadopara los que gustan del teatro clásico espa-ñol y en el que una obra que pudiera consi-derarse como «menor» se presenta ahoracon el respaldo de un escenario «mayor».

Almagro supone para nuestro autor y susjácaras el espaldarazo que confirma el valory la profesionalidad de lo que se hace. Elpúblico, todos los públicos, lo siguen, sedivierten, se implican, aprenden y ríen a pla-cer.

Después vendrían otras ventas y otrasplazas. De Almagro a su natal Los Naval-morales, para presentar Jácara para el privi-legio de la Villa que tuvo un éxito y reconoci-miento indiscutible, donde se fundieronmagistralmente actores profesionales conaficionados del propio pueblo, entre los cua-les me cupo el privilegio de encontrarme. Eraagosto de 2004.

El año de El Quijote, el 2005, supuso tam-bién el estreno y puesta en escena en distin-tos distritos madrileños de Jácara al retorte-ro de Don Quijote, Añasco de Talavera y laMaritornes dentro del programa «DistritoQuijote» en mayo de 2005. En esta obraTorres hace de escudero, uno de sus gran-des sueños y retos profesionales, como élmismo ha reconocido en diversas ocasiones.

Y de venta en venta, y de plaza en plazapodríamos seguir los pasos de los PícarosAmbulantes. Pero dejemos en el tintero lacrónica de otras muchas que podríamosreferir. Pero, eso sí, la Jácara para Almagro ysu corral de D. Leonardo no la puedo pasarpor alto. Uno de los grandes sueños del actorPaco Torres se pudo cumplir. Y es que pre-sentar en el Corral de Comedias de Almagrotu propia obra y ser el actor principal es parasentirse satisfecho. Y si además, como asífue, la obra es acogida con entusiasmo y fre-cuentes aplausos, pues doblemente pagado.

DDEE LLOOSS PPLLIIEEGGOOSS DDEE CCOORRDDEELL AALL LLIIBBRROO……

Y lo que me dio pie para comenzar aescribir también me lo dará para terminar miescrito sobre Paco Torres y sus PícarosAmbulantes: El libro escrito y presentadorecientemente, como dije, en su pueblo natal,y posteriormente en el Círculo de BellasArtes de Madrid y el Teatro Victoria de

Talavera de la Reina,y que lleva por títuloJÁCARAS.

Otro deseo cum-plido y con creces,dada la esmeradapresentación del li-bro y la buena acogi-da que va teniendoen los lugares dondese presenta y cono-ce. En él pueden en-contrarse presenta-das, con todo lujo dedetalles, la Jácarapara el privilegio deVilla y Jácara al re-tortero de Don Qui-jote, Añasco de Tala-vera y la Maritornes.Ambas precedidasde sabias y elogiosaspalabras de auténti-cos profesionalesque en su prólogocompartido invitan ala lectura atenta y provechosa.

Y este relator, que también lo ha leído yreleído, invita a los jóvenes y no tan jóveneslectores de LEA a que abran sus páginas ydisfruten y aprendan deleitándose entre loclásico y lo actual, entre el pasado y lo coti-diano que tan armoniosamente se funde enlas Jácaras de Paco Torres. Y para los másatrevidos les tiento a llevarlo a la escena; sedivertirán, y el éxito estará asegurado.

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las propuestas psicopedagógicasse centran mayoritariamente altrabajo con niños.

El segundo bloque temático esun marco organizativo y funcionalque atiende a los distintos tiposde aula de educación especial:centros específicos, ordinarios,centros rurales agrupados(CPRA) y centros de EducaciónSecundaria.

El tercer bloque es la puesta enpráctica de la intervención educa-tiva atendiendo a patologías másusuales que nos encontramos enel aula, se describe cada patolo-gía, se analiza un caso y se pro-pone un diseño de intervenciónconcreto.

Este manual puede ser un buenrecurso metodológico, tanto parael profesor que está ejerciendocomo para el futuro docente, por-que es un trabajo que reúne teo-ría, reflexión y puesta en práctica.

Rosa Marcos López

EDUCAR EN LAINTERCULTURALIDADReal Navarro, J.Ed. CCS, Madrid 2006, 195 pp.

La inmigración en España esun fenómeno que afecta de lleno ala realidad educativa, nuestraescuela se ha convertido en unencuentro de culturas y religio-nes, que plantean nuevos retos deintegración y convivencia.

La educación en la intercultu-raliadad es un tema transversalque ha de estar presente a lo largode toda la escolaridad, y hay quetratarlo desde un enfoque inter-disciplinar, es decir, desde todaslas áreas, es fundamental apren-der a vivir en sociedad y a respe-tar la diversidad cultural.

Este libro aborda el tema desdecuatro bloques de contenidos:inmigración, reacciones ante lainmigración, encuentro entre cul-turas y la convivencia en paz yarmonía. Los temas se presentana través de actividades motivado-ras que provocan la participaciónde los alumnos, como son diná-micas, juegos, cuentos tradicio-nales de diferentes culturas yreflexiones.

Es un material propicio paratrabajar tanto en las aulas , muyútil en las horas de tutoría, comoen otros grupos de formaciónfuera de la escuela, catequesis,tiempo libre, etc., y aunque lasactividades están pensadas paraniños de entre 7 y 13 años, esfácilmente adaptable a otras eda-des.

Rosa Marcos López

LA INTERVENCIÓN ENEDUCACIÓN ESPECIALPeñafiel, F.; Fernández, J. de Dios,y domingo, J. (coords.)Ed. CCS, Madrid 2006, 559 pp.

En cualquier aula o centro ordi-nario nos encontramos con alum-nos que siguen diferentes ritmosde aprendizaje, niños con unasnecesidades educativas especia-les que pueden ser transitorias opermanentes. Es objeto de laescuela atender estas necesida-des de forma adaptada e indivi-dualizada.

Este manual propone repues-tas a las demandas de los docen-tes y de la sociedad, desde unaperspectiva teórica y práctica,dado que los autores son profe-sionales activos dentro de la inter-vención en educación especial.

El libro está dividido en tresbloques, el primero es un marcoteórico donde se analizan los prin-cipios pedagógicos, la legislacióny las relaciones entre distintoselementos que van a guiar laintervención. Me parece significa-tivo el capítulo IV «Atención apadres con hijos con necesidadeseducativas especiales», dado que

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capítulo constituye el armazónfundamental del libro. En él pasarevista al principio de actividad,vivencial, lúdico, principio de glo-balización, de creatividad, de indi-vidualización, de socialización yde normalización. Después de cla-rificar los principios educativoscaracterísticos de este período,describe de una manera prácticalas metodologías que de ellos sederivan, así como el mejor lugar ymodo de desarrollar las diferentesmetodologías.

Dedica un capítulo a la impor-tancia de la educación en valoresincluyendo una serie de propues-tas sencillas y sugerentes.

El libro concluye con una deta-llada explicación de lo que es elProyecto Educativo de Centro y elProyecto Curricular de Aula.Ofrece además una aclaración delo que son las unidades didácticasy los métodos de elaboración.

Carlos R. Alonso

EL CURRÍCULO DEEDUCACIÓN INFANTIL.ASPECTOS BÁSICOS.GERVILLA CASTILLO, A.Narcea, Madrid 2006, 122 pp.

Ángeles Gervilla Castillo, Doc-tora en Psicopedagogía, enseñaen la Universidad de Málaga ycuenta con más de 30 años deexperiencia como educadorainfantil y como formadora de edu-cadores de este nivel, y cuentaasimismo con más de un centenarde publicaciones sobre esta temá-tica. Sus principales líneas deinvestigación son: Educacióninfantil (currículo, metodologías,etc.), mentira infantil, menores ensituación de riesgo, creatividad, ysuperdotación.

En apretada síntesis el libroofrece modelos, medios, recursosy orientaciones de evaluaciónpara poner en práctica el currícu-lo de educación infantil. El libretiene siete capítulos: el primerotrata de la didáctica diferencialpara la educación infantil; elsegundo, de la razón de un currí-culo; el tercero, de los distintosmodelos didácticos en EstadoUnidos, Italia e Inglaterra; el cuar-to, de los medios y recursos en

educación infantil y los criteriosde selección de material; el quin-to, está dedicado enfáticamente lafamilia como el principal factorhumano de la educación; el sexto,ofrece pistas de evaluación; y, porúltimo, dedica un capítulo final alPracticum en educación infantil.

En definitiva, este libro es unmanual básico y de rápida consul-ta para la formación inicial de losmaestros de los más pequeños.

Carlos R. Alonso

DIDÁCTICA BASICA DE LAEDUCACIÓN INFANTIL.CONOCER YCOMPRENDER A LOSMÁS PEQUEÑOS.Narcea, Madrid 2006, 185 pp.

Los docentes conocen muybien que los primeros años de lavida son fundamentales para for-jar la estructura de la persona. Laautora, especialista en educacióninfantil, ofrece un libro dirigido alos docentes de formación inicial,así como para los maestros quetrabajan con la infancia de 0 a 6años.

Se trata de un manual básicode didáctica de la educación de lainfancia escrito en un lenguajesumamente asequible. Partiendode lo que supone la incorporaciónde los niños al mundo escolar ysaliendo al paso de lo que consti-tuye este período de adaptaciónpara ellos, se centra en los princi-pios básicos del aprendizajeinfantil y de su relación con lasmetodologías más adecuadaspara esta etapa educativa. Este

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favorezcan la confianza en sí mismoy, más adelante, una buena autoes-tima.

Para dar este empujón inicial enun proceso que ha de durar toda lavida, el libro es una ayuda incalcula-ble para resolver cuestiones del cre-cimiento psicológico del niño: ¿Có-mo procurar que el niño pequeño sesienta seguro? ¿Cómo ayudarle adesarrollar su identidad? ¿Cómoenseñarle a vivir en sociedad? ¿Có-mo guiarle para qué experimente eléxito? Estas grandes cuestiones,que están en la base de la autoima-gen y de la autoestima de los niñosestán tratadas aquí con sencillez yprofundidad.

El libro contiene informaciones,reflexiones, sugerencias de actitu-des y comportamientos, así comonumerosos ejercicios, ministest yevaluaciones para seguir los proce-sos de los más pequeños en eldesarrollo de su identidad positivade una forma fácil y divertida.

Carlos R. Alonso

¿DÓNDE SE ESCONDENLOS SUEÑOS?RUBIO, J.C.CCS, Madrid 2004, 68 pp.

¿Donde se esconden los sue-ños? es una obra teatral infantil delcordobés Juan Carlos Rubio, quetrata el problema del consumismo

AUTOIMAGEN,AUTOESTIMA YSOCIALIZACIÓN.GUÍA PRÁCTICA CONNIÑOS DE 0 A 6 AÑOS.LAPORTE, D.Nancea, Madrid 2006, 140 pp.

Danielle Laporte, psicóloga clíni-ca, es conferencista de renombre yautora de obras de éxito sobre lapsicología del niño y sobre las rela-ciones entre ellos y sus educadores.

El libro es ante todo un recursopráctico para seguir de cerca elaprendizaje de los niños. Está dirigi-do especialmente a los padres.Éstos, nos dice la propia autora,pueden ayudar a sus hijos pequeñosa desarrollar actitudes básicas que

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en los niños, el cual impide queéstos inventen, sueñen y puedanconstruir un mundo de ilusiones yaque incapacita la herramienta nece-saria e imprescindible para todoniño: La Imaginación.

La sinopsis del libro es lasiguiente: Un buen día Luna descu-bre que sus mejores amigos hanperdido la capacidad de soñar.Preocupada por ello comienza aindagar el por qué de esta misterio-sa situación. Ayudada por dos desus sueños, una tortuga bailarina declaqué y una cantante de ópera ten-dente al divismo, termina porencontrar al culpable de todo: elenigmático Tragasueños. Luna noduda un momento en plantarle cara.Claro que para ello le vendrá muybien la ayuda de sus mejores ami-gos ¿podrá contar con ellos?

Diana Arribas

PPaassaajjeerrooss ddeell aaiirree((VViillllaanncciiccoo))

Pasajeros del aire, ángeles santos, cantores de la paz desde la altura de un cielo que se abaja hasta la honduradel hombre, caminante en risa y llanto.

Si el aire tan sutil de vuestro vuelo rompió cristal de luz en los pastores, cataratas destellan resplandores sobre el pobre belén de nuestro suelo.

Despiertos esperamos la alborada de este divino amor, de este portento. Y si calla la voz por un momento la tierra clamará con voz alzada.

Canto al Niño Jesús, recién nacido en el breve portal de cada espera, canto al amor que se hizo primavera en el hielo del hombre estremecido.

Canto al Hijo de Dios, canto a María y vaga mi cantar por la llanura de sus ojos absortos de ternura. Resuena en mi guitarra la alegría

de los ángeles santos y pastores. Todo es hoy Navidad; ya llegó el día. Sopla un viento de Dios en noche fría, un aliento de paz sin esplendores.

LUIS HERNÁNDEZ,5 de diciembre de 1990

FFeelliizz NNaavviiddaadd yy vveennttuurroossoo 22000077FFeelliizz NNaavviiddaadd yy vveennttuurroossoo 22000077

Nuestros jóvenes en Pavía con San Agustín