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A LOS CRISTIANOS QUE VIVEN EN TODO EL MUNDO

(Carta universal de Santiago)

Autor

John Alejandro Ruge Pinto

Un curso del

Seminario Internacional de Miami

Miami International Seminary

14401 Old Cutler Road

Miami, FL 33158

305-238-8121 ext. 315

Email, MINTS@ocpc.org

Email, jarp8101@hotmail.com (personal)

Mintsspanol.com

2017

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TABLA DE CONTENIDO

A LOS CRISTIANOS QUE VIVEN EN TODO EL MUNDO

(Carta universal de Santiago)

PRINCIPALES ABREVIATURAS

PREFACIO

COMO ESTUDIAR EL CURSO

INTRODUCCIÓN

LECCIÓN 1

Introducción

Soportando con paciencia las pruebas y las tentaciones (Santiago 1:1-18)

Conclusión

Preguntas lección 1

LECCIÓN 2

Introducción

Poniendo en práctica la palabra de Dios (Santiago 1:19-27)

Conclusión

Preguntas lección 2

LECCIÓN 3

Introducción

Discriminación y buenas acciones

I. Cuando discriminamos a otros (Santiago 2:1-13)

II. La fe sin buenas acciones está muerta (Santiago 2:14-26)

Conclusión

Preguntas lección 3

LECCIÓN 4

Introducción

Controlando la lengua (Santiago 3:1-12)

Conclusión

Preguntas lección 4

LECCIÓN 5

Introducción

Emociones y lealtad

I. Envidias y egoísmo (Santiago 3:13:18)

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II. Lealtad dividida entre Dios y el mundo (Santiago 4:1-10)

Conclusión

Preguntas lección 5

LECCIÓN 6

Introducción

Jueces y advertencias

I. Juzgando a los demás (Santiago 4:11-12)

II. Advertencia para los que confían en sí mismos (Santiago 4:13-17)

III. Advertencia para los ricos (Santiago 5:1-6)

Conclusión

Preguntas lección 6

LECCIÓN 7

Introducción

Resistiendo con paciencia en tiempo de dolor (Santiago 5:7-12)

Conclusión

Preguntas lección 7

LECCIÓN 8

Introducción

Oración y restauración

I. El poder de la oración (Santiago 5:13-18)

II. Restaurando al creyente que se aparta (Santiago 5:19)

Conclusión

Preguntas lección 8

BIBLIOGRAFÍA

RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS

BIOGRAFÍA

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PRINCIPALES ABREVIATURAS

LBLA La Biblia de las Américas (The Lockman Foundation)

NVI La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (Bíblica, Inc)

NTV Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente (Tyndale house Foundation)

RVR 1960 Biblia Reina Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas)

TLA Traducción en Lenguaje Actual (Sociedades Bíblicas Unidas)

PDT La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (Bible League International)

PREFACIO

A través de los años como estudiante del seminario he podido darme cuenta de lo importante que ha sido para

mí el estudio sistemático de la Biblia, esto me ha ayudado a crecer no sólo en el conocimiento de las

escrituras, sino en mi crecimiento espiritual, emocional, ministerial, personal y académico; este crecimiento

me ha ayudado también a adquirir las herramientas para defender la fe, para enseñar a otros a seguir la verdad

de Cristo que es tan importante para cualquier ser humano en medio de un mundo en oscuridad.

Quiero agradecer a cada profesor y facilitador, a cada escritor y teólogo que con sus conocimientos me ha

motivado y apasionado a estudiar con más profundidad la palabra de Dios para llevar la verdad del evangelio

a donde Dios me permita ir; agradecer a cada pastor que con su ejemplo ha influenciado mi vida y me ha

motivado a seguir el ministerio sin importar lo que la sociedad opine de ello. También quiero agradecer a mi

esposa Camila por su ejemplo, amor, paciencia, y entrega absoluta, por estar siempre de la mano

apoyándome, ayudándome y corrigiéndome en cada aspecto del ministerio, por sus valiosos aportes en cada

área de mi vida, pues ya no somos uno sino dos y gracias a Dios que nos permite servir en el ministerio

juntos.

También quiero agradecer a mis padres y hermano por amarme tal como soy, por sus correcciones porque

aunque duelen al principio, al final me ayudaron a madurar; pero por sobre todo gracias a Dios por el

privilegio que me ha dado de ser su hijo, por enseñarme, por corregirme, por disciplinarme y darme una nueva

vida, porque me permite vivir esta aventura de ser un cristiano en busca de la verdad.

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INTRODUCCIÓN A COMO ESTUDIAR EL CURSO

Propósito del curso: Este curso profundizará en algunos aspectos de la práctica común de los creyentes en la

vida diaria dentro y fuera de la iglesia, además que motivará a los estudiantes a llevar una vida cristiana

ejemplar para ser luz a la sociedad que los rodea.

Resumen del contenido del curso: Santiago manifiesta la responsabilidad que tienen los creyentes de no

llevar una vida doble, de hablar menos y actuar más; llevando fruto a donde quiera que vamos demostrando el

fruto con el verdadero amor de Dios, la verdad de Cristo que enseñó en el sermón del monte. Es necesario que

tratemos a los demás con amor, tolerancia y respeto, tratando a cada uno como me gustaría que me trataran a

mí sin envidia, celos, murmuración, queja, critica, egoísmo, creyéndonos superiores a los demás y hasta

jueces por encima del Dios Todopoderoso.

Cuando sufrimos, tenemos pruebas y nos persiguen por causa de Cristo no nos debemos entristecer, al

contrario, Santiago nos anima a estar gozosos porque en medio de las pruebas crecemos, maduramos y

aprendemos a conocer a Dios, a depender de Él y morir a nuestros deseos pecaminosos; la oración es una de

las herramientas más valiosas que tenemos ya que nos comunicamos con Dios y entendemos cuál es el

camino que debemos tomar en diferentes circunstancias.

Materiales para el curso: Este manual de estudio, (A los cristianos que viven en todo el mundo) se sugieren

tres versiones de la Biblia. Para la lectura adicional se sugiere el libro de Woods, Guy Napoleón. Un

comentario sobre la epístola de Santiago. Nashville, Tennessee: Gospel Advocate Co, 1965. Se encuentra

disponible digitalmente en https://willie75.files.wordpress.com/2013/08/comentario-de-santiago-por-guy-

n-woods.pdf

Objetivos del curso:

1. Participar en los foros resolviendo las preguntas hechas al final de cada capítulo.

2. Entender cada concepto dicho en el manual del curso.

3. Escribir un ensayo usando el comentario bíblico de Guy Woods.

4. A través del estudio profundo de la epístola de Santiago el alumno desarrolla herramientas y habilidades

para el desarrollo del ministerio.

5. Que el alumno retenga la enseñanza del curso y la ponga en práctica en un ministerio real.

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Metodología del curso: En la modalidad presencial se combina la exposición magistral y la participativa. En

la modalidad en línea se hará uso de foros de diálogo para promover la participación del estudiante, y la

investigación a través del escrito de un ensayo, además de evaluaciones por capítulo y una evaluación final.

Requisitos del curso:

1. El alumno asistirá a 15 horas de clases (presencial) o participará en 8 foros de diálogo (en línea).

2. El alumno cumplirá con los cuestionarios al final de cada lección.

3. El alumno se familiarizará con las lecturas relacionadas con el tema.

4. El alumno participará en un proyecto especial.

5. El alumno rendirá el examen final.

Evaluación del curso:

1. Participación en los foros. (15%).

2. Tareas. (15%).

3. Lecturas obligatorias. Los alumnos del programa de licenciatura leerán

300 páginas, y deben entregar un informa de lectura de 3 páginas. Los alumnos del programa de maestría

leerán 500 páginas, y deben entregar un informe de lectura de 5 páginas (20%).

4. Proyecto especial del alumno. Escribir un ensayo acerca de algún tema que le haya llamado la atención de

la epístola de Santiago (30%).

5. Examen final. (20%).

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LECCIÓN 1

Soportando con paciencia las pruebas y las tentaciones (Santiago 1:1-18)

INTRODUCCIÓN

Santiago el autor de esta epístola nos da un claro panorama acerca de las luchas, aflicciones, pruebas,

tribulaciones y tentaciones que debe pasar todo creyente a lo largo de su vida. En esta primera lección

notaremos como él nos dirige a vivir todas estas situaciones con sumo gozo, teniendo plena confianza en las

promesas de Dios descritas en su palabra y descansando apoyados en el fruto del Espíritu en este caso la

paciencia. Estas pruebas y dificultades que debemos atravesar producen en todo creyente un crecimiento

espiritual y que además le permite crecer en todas las áreas de su vida hasta que alcance “la estatura del varón

perfecto” (Efesios 4:13 RVR).

Debemos pedir sabiduría a Dios para solucionar cualquier situación en nuestras vidas es más, también

debemos pedirla cuando estemos en medio de tomar cualquier decisión sea grande o pequeña, pero sea que

pidamos sabiduría o cualquier otra cosa, debemos pedir creyendo y no dudando porque si dudamos estamos

poniendo nuestra confianza en Dios en una delgada y peligrosa línea de incredulidad y esto es algo que no

podemos permitir, debemos ser personas seguras y constantes en todos nuestros caminos.

Igualmente todo creyente debe tener claro cuál es su posición como hijo de Dios al cual pertenecen todas las

promesas escritas en la Biblia. Un creyente no es más valioso por las cosas materiales que posee, es más

valioso por lo que posee en su interior es decir, los frutos que produce su corazón; es ahí en donde está la

verdadera riqueza, por eso los que tienen muchas riquezas materiales no deben estar confiados en sus riquezas

sino en el dador de la vida que es quien da cosas buenas a todos los seres humanos pero también es quien

hace que se acaben las mismas cosas “Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor

se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.” (Santiago

1:11). Por eso debe estar agradecido con Dios por la oportunidad que le ha dado de tener muchas cosas y con

ellas ayudar a los que tienen necesidades sin creer que es más importante que los demás.

Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando lo hace está permitiendo que su carácter

sea educado y madurado de acuerdo al propósito de Dios en su vida, está permitiendo que la obra del Espíritu

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Santo de fruto y aunque los conflictos que este atravesando en su interior sean seductores y tentadores no se

rinde al deseo que hay en su interior.

Teniendo claro que la tentación no proviene de parte de Dios sino que cada uno es tentando de lo que hay en

el interior de su corazón, por esa razón un cristiano maduro nunca culpa a Dios por sus problemas o por sus

debilidades, tampoco culpa a la sociedad, o a las personas que lo rodean; un cristiano maduro reconoce sus

debilidades y se humilla delante de Dios pidiendo perdón por sus pecados y apartándose de los mismos,

creciendo y sometiéndose a la autoridad de la palabra de Dios.

“Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.”

(Santiago 1:1)

El autor de esta epístola universal se identifica como Santiago y ¿Quién es este Santiago? El evangelio de

Mateo nos ayuda a ubicar a Santiago dentro de un contexto familiar e histórico. Santiago pertenencia nada

más y nada menos que a la familia terrenal de Jesucristo, hijo de José y María, hermano de Jesús, José, Simón

y Judas: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José,

Simón y Judas?” (Mateo 13:55) y (Marcos 6:3).

Otro pasaje que ubica al hermano de Jesús está vez en un contexto de liderazgo y tiempo después de que Jesús

ha resucitado y subido al cielo: “Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos,

oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su

nombre.” (Hechos 15:13-14). Por último encontramos otro pasaje que nos habla de Santiago, la referencia la

hace el mismo apóstol Pablo: “pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.”

(Gálatas 1:19).

Después de identificarse, Santiago deja en claro cuál es su posición u oficio, es decir, la tarea específica que

cumple como persona que ha sido apartada por Dios para una labor esencial, en su caso como servidor de

Dios y del señor Jesucristo llevando el mensaje de salvación a toda la tierra; y así lo especifica enviando un

saludo a los cristianos de todo el mundo.

Pero viene la pregunta: ¿porque si el autor es Santiago el hermano de Jesús, no se identifica como tal? Como

dice Guy Woods en un comentario sobre la epístola de Santiago: “Es especialmente digno de observarse que

el escritor, aunque un hermano de Cristo en la carne, no hace mencion de ese hecho en la Epistola,

escogiendo mejor identificarse simplemente como siervo de Dios y de Cristo. Es significante que de todas las

Epistolas del Nuevo Testamento, solo las que fueron escritas por los hermanos de Cristo (Santiago y Judas)

no tienen otras identificaciones de los escritores mas que (a) sus nombres; (b) su designacion como siervo.” 1

1 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre la Epístola de Santiago, p. 2.

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Vale la pena mencionar que diferentes versiones de la Biblia tales como LBLA, NVI, NTV, y RVR 1960

dicen que esta carta fue enviada a las doce tribus que se encuentran dispersas por el mundo. La versión TLA

habla de los cristianos que viven en todo el mundo y la versión PDT se refiere al pueblo de Dios disperso por

el mundo; lo que significa que esta carta está dirigida a nuevos creyentes que han creído en el mensaje del

evangelio de Cristo y han sido transformados por el poder del Espíritu Santo sin importar su ubicación

geográfica.

En la Biblia del Diario Vivir el autor señala lo siguiente: “La Epistola de Santiago fue una de las primeras,

escrita probablemente antes del año 50 d.C. Después del martirio de Esteban (Hechos 7:55), aumento la

persecucion y los cristianos de Jerusalén fueron esparcidos por todo el mundo romano. Hubo comunidades

judias cristianas florecientes en Roma, Alejandria, Chipre y ciudades de Grecia y de Asia menor. Debido a

que estos nuevos creyentes no tuvieron el apoyo para establecer iglesias cristianas, Santiago les escribio

como un lider interesado en el bienestar de ellos a fin de animarlos en la fe durante ese periodo dificil.” 2

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.” (Santiago 1:2)

“Hermanos míos”, aquí el autor enfatiza a quien dirige su carta: a todos aquellos que son parte del cuerpo de

Cristo es decir la iglesia de Cristo, todos aquellos que han sido hechos hijos de Dios. Él no se refiere

solamente a sus hermanos de sangre y carne que en este caso han sido testigos de lo que Jesús su hermano ha

hecho, la huella imborrable que ha dejado en la historia de la humanidad.

Además de la obra del Espíritu Santo que está haciendo un cambio en miles de corazones, aquí Santiago habla

de todos aquellos que ahora son hermanos en la Fe en Cristo, ya que todo aquel que ha creído en el mensaje

de buenas nuevas de salvación pasa a ser parte de una nueva familia, la familia de la Fe. ¡Ahora todos somos

hermanos de la Fe que compartimos en Cristo!

El mensaje de Santiago es muy motivante desde el inicio, él dice que a pesar de todas las pruebas que las

personas estén pasando deben sentirse felices, no dice que estemos tristes, no dice que abandonemos nuestra

fe, no dice que nos preguntemos ¿dónde está Dios? no dice que nos desesperemos, tampoco dice que nos

llenemos de amargura y nos comparemos con los demás ¡no! Santiago dice que debemos estar gozosos.

Parece ser que el cristiano a lo largo de su vida debe recorrer un largo camino de pruebas, atravesar por

diversas dificultades, y es allí donde la actitud que asume cada creyente cobra importancia en su crecimiento

espiritual, emocional y espiritual. Como dice el apóstol Pedro “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su

2 Biblia del Diario Vivir, p. 1887.

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gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,

fortalezca y establezca.” (1 Pedro 5:10 RVR1960).

Como dice el Comentario Bíblico Mundo Hispano: “Es cierto que la prueba- tentacion en si, como la buena

educacion, no produce gozo en el momento de sufrirla (1 Pedro1:6, Hebreos 12:11). Mas tarde, sin embargo,

cuando el pleno fruto de la prueba - tentacion ha sido obtenido, el gozo es la marca predominante de la

experiencia. Santiago no dice que debemos considerarlas con gozo, ni con algo de gozo, sino con “sumo”

gozo, es decir, con gozo pleno, completo, entero (Filipenses 2:29). La marca primordial de la experiencia

cristiana es el gozo. Gozo no es deleite, ni felicidad, ni placer, ni entusiasmo, ni júbilo, ni risa. Gozo es un

profundo sentimiento de la aprobacion de nuestro actuar por parte de Dios, una seguridad de saberse en los

caminos y en la voluntad de Dios mas alla de todo dolor humano que se pueda estar experimentando.” 3

O como dice Warren Wiersbe en sus Bosquejos Expositivos de la Biblia: “Los cristianos deben esperar que

las pruebas vengan; Santiago no dice si, sino cuando. (La palabra griega para tentacion en 1.2 significa

pruebas o tribulaciones; mientras que la palabra griega para tentar en 1.13 significa incitacion a hacer el

mal.) ¿Cual es el proposito de Dios en las pruebas? Es la perfeccion del caracter cristiano de sus hijos. Él

quiere que sus hijos sean maduros (perfectos) y la madurez se desarrolla solo en el laboratorio de la vida.

Las pruebas pueden producir paciencia (Romanos 5.3), lo cual significa resistencia; y la resistencia a su vez

conduce al creyente a una madurez mas profunda en Cristo.” 4

“sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.” (Santiago 1:3)

La palabra “sabiendo” implica que quien la escribe tiene experiencia, conocimiento, sabe de lo que está

hablando. El autor escribe acerca de pruebas por las que él ya ha pasado y por eso habla y escribe de lo que

sabe. Normalmente las personas hablan y se comunican sobre aquellos temas que saben, que dominan, que

tienen conocimiento; si una persona no ha pasado por alguna prueba determinada pues simplemente no habla,

prefiere permanecer en silencio y dejar que los “expertos” tomen la palabra.

Ahora, lo que es probado a través de todas las dificultades en nuestras vidas según el autor es la Fe.

Entendiendo que la fe es tal vez uno de los más valiosos tesoros que podemos llegar a tener los seres humanos

y que encuentra su cúspide en las escrituras: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado

la fe.” (2 Timoteo 4:7). “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17). “Es,

pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1).

Esto quiere decir que es la fe el medio por el cual las personas demuestran su confianza en las promesas que

Dios nos ha dado a través de sus escrituras. Es la actitud, la respuesta que tiene un creyente ante las

3 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, pp. 141-142.4 Wiersbe,Warren. W, Bosquejos Expositivos de la Biblia, p. 792.

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adversidades sabiendo que Dios responderá muchas veces de la manera menos esperada. Es donde los seres

humanos dejan a un lado la razón, la base de muchas filosofías, para confiar en algo que no se ve, que para la

mente humana no tiene sentido. De esta manera el autor hace ver que, al ser probada nuestra Fe, todos los

cimientos de nuestra creencia están siendo movidos, perfeccionados y parte de esa perfección se ve expuesta

en la paciencia; esta es parte del fruto que producen las pruebas de nuestra Fe.

La paciencia es algo que hoy en día poco se ve. La Biblia nos enseña que es parte del fruto del espíritu en

nuestras vidas (Gálatas 5:22). Poco se ve en estos días la paciencia; las personas no quieren esperar por nada,

desde una fila en un banco hasta decisiones importantes en su vida. La corriente del mundo en estos tiempos

nos ha enseñado que todo lo podemos tener fácilmente sin necesidad de esperar, es decir haciendo a un lado

este fruto maravilloso llamado paciencia. Como dice Guy Woods: “Paciencia (jupomone) resultando de la

prueba de fe surgiendo de una prueba dificil es mucho mas que un mero sometimiento. Significa no solo la

voluntad de afirmarse bajo las multiformes cargas de la vida, sino que también indica la habilidad de usar

estas cargas como instrumentos para el bien y mayor gloria. Viene de la preposicion (jupo), bajo, y (meno),

permanecer, morar; y, por lo tanto, estar de pie sin fluctuar; sin ceder a cualquier presion de afuera. Denota

la habilidad de exhibir permanencia y constancia ante la dificultad mas formidable. Es esta caracteristica

que, al encontrarse en el seguidor del Señor, la habilita no solo para aguantar las pruebas de la vida

valientemente, sino para encararlas y vencerlas. Fue éste el significado de nuestro Señor al decir, "Con

vuestra paciencia ganareis vuestras almas" (Lucas 21:19).” 5

Muchas veces el creyente no es consciente de los dones, habilidades y regalos maravillosos que Dios nos ha

dado a través de su hijo. Si el creyente entiende que la paciencia es una habilidad maravillosa, un regalo

perfecto de Dios, estaríamos dispuestos a permitir que en nuestra vida la paciencia sea puesta en práctica y de

esta manera tenga el crecimiento que debe tener en un cristiano.

“Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa

alguna.” (Santiago 1:4)

Es decir, debemos permanecer pacientes hasta el final de la prueba, esperar hasta que acabe el problema o

hasta que se resuelva la situación que se está enfrentando. En ocasiones cuando enfrentamos un problema, al

inicio permanecemos firmes, confiados en que Dios de alguna manera nos ayudará y resolveremos la

situación, pero a medida que pasan y pasan los días, las semanas, los meses o quizás los años y aún no se

resuelve el problema, perdemos la paciencia, nos desesperamos y tratamos de resolver el problema nosotros

mismos en nuestro conocimiento o en nuestras fuerza, olvidando la confianza puesta en Dios al principio del

problema y dejándolo a un lado.

5 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre la Epístola de Santiago, p. 13.

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Quizás pensamos cosas tales como “Dios no quiso resolver mi problema y ha pasado tanto tiempo, mejor yo

mismo me encargaré de resolver esto a mi manera.” Como dice Plooy: “Se trata, por lo tanto, de seguir

perseverando. Porque el diablo no acepta su pérdida, ni nuestra ganancia. Vuelve una y otra vez, como

volvio también algún tiempo después de lo que era su derrota y la victoria de Jesús en el desierto (Lucas

4:13, Lucas 11:24-26).” 6

Es allí donde todo ese proceso de crecimiento, de madurez en nuestra vida se detiene. Es en este punto en

donde debemos reflexionar un poco. Los procesos de madurez que debe pasar una persona a lo largo de su

vida son importantes para su crecimiento, y también es importante entender que estos toman tiempo, muchas

veces más tiempo del que nosotros queremos o estamos dispuestos a esperar.

La corriente de este mundo nos ha llevado poco a poco a pensar que todo en la vida debe resolverse rápido,

estamos ante un boom en la sociedad que nos enseña que todo debe hacerse de manera rápida, resolverse

pronto, ser prácticos, pero este es un concepto que tal vez no funciona para las decisiones importantes que

debemos tomar en la vida o para resolver los problemas que debemos enfrentar.

Madurar en la vida toma tiempo, más tiempo que el que la sociedad nos quiere imponer. Es como los bebes.

Si miramos el proceso de crecimiento de un bebé, es precisamente lo mismo lo que nosotros debemos hacer

para madurar. A un bebé le toma tiempo y bastante tiempo aprender a comer, caminar, gatear, hablar, ir al

baño y un sin fin de cosas; por eso es necesario que entendamos que esos bebes tuvieron que pasar por

dificultades para aprender a hacer todas esas cosas, muchas veces incluso frustración, llanto, desesperación, al

igual que nosotros ya personas grandes.

Lo importante de todo esto es que entendamos que nunca vamos a dejar de crecer, de aprender, de madurar. Si

entendemos esto, podremos confiar que Dios tiene el control de todos nuestros problemas, que Él nos dará la

salida para que podamos como dice el autor ser cabales y perfectos sin que nos falte cosa alguna.

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin

reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5)

El autor nombra la sabiduría como un recurso para alcanzar la paciencia y la confianza en Dios, es decir, para

que la Fe en el creyente madure. Si estamos enfrentando problemas necesitamos de una sabiduría que no es

humana, que sobrepasa nuestro entendimiento. Debemos recurrir a la sabiduría de Dios, como dice este

pasaje “Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.” (Proverbios 3:5 PDT).

6 Plooy, C.P, La Epístola de Santiago, la Fe que actúa, p. 17.

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Si actuamos y enfrentamos los problemas pidiendo sabiduría a Dios nuestro trabajo será más fácil “Pero la

sabiduría hace más fáciles los trabajos. Es muy difícil cortar con un hacha sin filo, pero si se le saca filo, el

trabajo es más fácil. Las cosas se hacen bien si se hacen con sabiduría.” (Eclesiastés 10:10 PDT).

Ahora, adquirir la sabiduría es un gran beneficio para aquel que entiende que los problemas solo se

solucionan cuando Dios da la sabiduría que se necesita para enfrentar la crisis y en medio de eso crece la

paciencia y la Fe en el señor (Proverbios 8:11 PDT). Como dice la Biblia del Diario Vivir: “Cuando

necesitamos sabiduria, podemos orar a Dios y Él suplira abundantemente nuestras necesidades. Los

cristianos no tienen por qué andar a tientas en las tinieblas, con la esperanza de tal vez encontrar la

respuesta. La sabiduria de Dios esta a nuestra disposicion para guiar nuestras decisiones. Sabiduria

significa discernimiento practico. La sabiduria empieza con respeto a Dios, conduce a una vida recta y

resulta en una capacidad creciente para distinguir lo correcto de lo erroneo. Dios esta dispuesto a darnos

esa sabiduria, pero no podremos recibirla si nuestras metas estan centradas en nosotros mismos en lugar de

estar centradas en Dios. Para conocer la voluntad de Dios, debemos leer su Palabra y pedirle que nos revele

como obedecerla, y luego estar dispuestos a hacer lo que Él nos diga.” 7

Si nuestro tesoro esta puesto en nuestro creador entenderemos que para enfrentar las pruebas es necesario

someterse completamente a la voluntad de ese creador y creer y demostrar con nuestras actitudes que nuestra

confianza en Él está firme. “La sabiduría comienza con el respeto al SEÑOR; aprender acerca del Santo es

tener inteligencia.” (Proverbios 9:10 PDT). En este pasaje encontramos una promesa maravillosa. Pidamos

sabiduría a Dios, a nuestro Padre que está en los cielos y Él nos dará sin reproche abundantemente aquello

que le estamos pidiendo. No dice “y quizás el pensara y mirara si tal vez te mereces esa sabiduría, si te has

portado bien o mal.”

Simplemente Dios sabe que necesitamos tener sabiduría para poder resolver y enfrentar situaciones difíciles

que están fuera de nuestro conocimiento, fuera de nuestras fuerzas. Así que Él nos dará la sabiduría que

necesitamos para resolver cualquier asunto que nos mueva los cimientos de nuestra Fe.

“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es

arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.” (Santiago 1:6)

De nuevo entra la fe en juego. Si cuando pedimos sabiduría no creemos que Dios nos la de, estamos dudando

del poder que tiene Dios para darnos lo que él mismo prometió que nos daría. Esto nos ayuda en cualquier

momento de nuestra vida, que si pedimos a Dios algo y ese algo está dentro de su voluntad para la vida del

creyente simplemente lo tendremos. Es una promesa que él nos ha hecho, por eso no debemos permitir que la

cizaña inunde nuestra mente y plante la duda, la incredulidad. Como nos enseñó nuestro maestro Jesús en la

7 Biblia del Diario Vivir, pp. 1887-1888.

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higuera “Les digo la verdad: si ustedes tienen fe y no dudan, no solamente serán capaces de hacer lo que yo

hice con la higuera... Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración.” (Mateo 21:21-22 PDT).

Si dudamos estamos permitiendo desequilibrio en nuestra mente, en nuestras emociones y por tanto en

nuestras decisiones; afectamos nuestro entorno y no permitimos que la obra del Espíritu Santo actúe en

nosotros. Perdemos la fuerza, la motivación y el brillo de ser creyentes en Cristo. La duda es una de las

herramientas que satanás más ha usado a lo largo de la historia, incluso desde el mismo momento de la

creación en el jardín del edén con Eva y luego con el resto de la humanidad (Génesis 3:1, 4-6 RVR1960).

Cuando permitimos que la duda entre a la sabiduría que Dios nos ha dado, todo lo hermoso que tenemos dado

por Dios se desvanece y se pierde. Nos convertimos en personas de doble ánimo, andando por un camino

frágil y jugando por una peligrosa y delgada línea que puede ocasionar una pérdida en nuestra verdadera

confianza en Dios. Como dice Peter H. Davids: “Pero hay un requisito si hemos de recibir la sabiduria: el

pedido debe fluir de la fe en Dios, o mas bien de un compromiso con él. La “duda” sobre la cual advierte

Santiago no es la de la persona que se pregunta si Dios contestara un pedido en particular, o la de un

dudoso introspectivo luchando con la fe. Al contrario, es la de una persona de doble animo. En otras

palabras, este tipo de persona que duda es el de quien no se ha comprometido plenamente con Dios, sino que

juega a estar seguro por medio de la oracion. Su verdadero interés esta en su progreso en este mundo, pero

también quiere disfrutar de algunas bendiciones de Dios ahora e ir al cielo cuando muera.” 8

También Wiersbe habla acerca de esto: “No siempre entendemos los propositos de Dios y a menudo Satanas

nos tienta a preguntar: ¿Se preocupa realmente Dios? Los creyentes de doble animo no son estables durante

las pruebas. Sus emociones y decisiones fluctúan. En un minuto confian en Dios; al siguiente minuto dudan

de Él. La fe en Dios durante las pruebas siempre guia a la estabilidad.” 9

“No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Santiago 1:7)

El autor es claro, si dudamos acerca de lo que queremos o de aquello que estamos pidiendo simplemente es

porque no creemos que lo podamos tener o no creemos en aquel que nos lo puede dar. No creemos que es

todo poderoso para darnos lo que nos hace falta, lo que necesitamos para ser mejores. Volvamos al punto: la

duda es una de las herramientas más peligrosas que usa satanás en nuestras mentes para destruir conceptos,

promesas, decisiones, relaciones y bendiciones.

¿Cómo recibiremos de esta manera algo de parte de Dios si no estamos creyendo en El? Estamos

acostumbrados a albergar cientos y miles de pensamientos en nuestras mentes sin ningún tipo de control.

8 Motyer, John Alexander. Wenham, Gordon J. Carson, Donald Arthur. France, Richard Thomas. Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno, p. 1023.9 Wiersbe,Warren. W, Bosquejos Expositivos de la Biblia, p. 792.

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Estamos tan “ocupados” en diversas actividades diarias que olvidamos o más bien no le damos lugar o la

importancia a cada pensamiento que pasa por nosotros; no filtramos la duda, la incredulidad o cualquier

cizaña que el enemigo pone en nuestra mente. No luchamos contra esos pensamientos y lo más importante, no

renovamos nuestra mente en el conocimiento de Dios (Romanos 12:2 RVR1960).

No entregamos a Dios nuestro entendimiento, nuestros pensamientos para que El mismo nos ayude a filtrar

todo aquello que trae duda a nuestras vidas. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará

vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7 RVR1960). Es definitivo, si

nosotros no ponemos atención a lo que pasa por nuestra mente fácilmente seremos bombardeados por la duda,

y esta nos llevará a toda clase de incredulidad en el momento que menos lo pensemos y nuestra vida caerá en

la miseria ya que no tendremos lo que hemos pedido porque hemos pedido sin creer que Dios puede dárnoslo.

Guy Woods muestra lo que sucede al hombre que tiene este tipo de reacción ante la duda: “muestra que tal

persona se elimina a si misma de todos los favores especiales de Dios. Un estado de mente variando entre

esperanza en un momento, a la desesperacion por medio de la duda en el proximo, no conduce a la felicidad;

y una persona asi posesionada esta sin reclamo de Dios. Una persona posesionada de tal naturaleza no

puede de ninguna manera ser feliz en la vida, y tal persona no da contribucion alguna de sustancia para el

tiempo en el cual vive.” 10

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Santiago 1:8)

Ya habíamos visto que para tomar buenas decisiones era necesario pedir a Dios sabiduría. De esta manera

sabremos qué hacer cuando viene la hora de resolver determinada situación, pero si hay duda ya no hay

seguridad respecto a la decisión que se va a tomar. La persona con duda analiza la situación y ve muchos

caminos, muchas opciones de posible solución, pero solo uno de ellos correcto y entonces viene la confusión,

su mente se ve nublada por el ataque sin misericordia de la duda y por tanto se ve encerrada en un laberinto

sin solución, sin salida, y la decisión que tal vez pudo tomar un par de minutos en tomarse, termina tomando

en muchos casos incluso años.

La persona que tiene dudas en su mente sin resolver se vuelve insegura en todas las áreas de su vida. Está

poniendo su confianza no en Dios, está poniendo su confianza en sí misma, no le está creyendo realmente a lo

que Dios ha prometido. A muchos de nosotros podría ocurrirnos que creemos que sí pedimos a Dios algo

creyendo, lo tendremos, pidiéndolo con Fe, pero pasan los días, las semanas, los meses o tal vez los años y

nos damos cuenta de que no hemos encontrado una respuesta a nuestra petición. Y surge la pregunta: ¿Dios,

acaso he dudado y no he creído que puedas darme esto o aquello?

10 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre la Epístola de Santiago, p. 19.

16

La verdad en muchos de estos casos es que en algún punto de esa espera perdimos nuestra confianza en Dios

de tener lo que habíamos pedido. Tal vez nuestra fe desfalleció sin darnos cuenta el veneno de la duda hizo su

efecto en nuestras vidas. Pudo ser una leve palabra de alguna persona que nos desanimó y no nos dimos

cuenta. Por eso es tan importante estar alertas como creyentes a cualquier ataque de duda que viene a nuestra

mente derribando y sometiendo todos esos pensamientos a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:5

RVR1960). El autor nos da una enseñanza clave para nuestro desarrollo como cristianos: debemos ser

constantes, seguros en todas las decisiones que tomamos, estar confiados que lo que hemos pedido al Señor lo

tendremos.

“El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación.” (Santiago 1:9)

Vivir en condiciones de pobreza no ha sido fácil en ninguna época de la historia. Se sufre, nunca hay lo

necesario para vivir, no hay muchas oportunidades para salir adelante, hay que sacrificar mucho y los sueños

son muy lejanos de alcanzar. En muchas ocasiones las personas que tienen mucho dinero humillan de diversas

formas y menosprecian a aquellos que no tienen nada.

Santiago a visto de cerca esta situación y sabe perfectamente lo que es ver personas que son humilladas por su

condición de pobreza y la tristeza o frustración que se puede llegar a sentir. Es por eso que tiene claro lo que

antes viene diciendo: gloríese o alégrese si esta es una descripción de su vida. Como dice el texto: “Estas

cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido

al mundo.” (Juan 16:33 RVR1960). Es decir, si el autor habla acerca de gloriarse a pesar de su condición

actual, es porque la obra que ha hecho Cristo pasa por encima de cualquier dificultad que las personas puedan

estar pasando. Debemos ver las cosas no como nuestros ojos terrenales las ven, sino que debemos verlas con

los ojos de la fe, confiando en Dios que nuestra condición en los cielos cuando todo esto acabe será mejor y

duradera.

La Biblia del Diario Vivir trata el asunto desde la posición sólida que debe tener un creyente si está pasando

por esta condición: “El cristiano que no ocupa un puesto importante debe estar contento porque es de gran

estima ante los ojos de Dios. Ese hermano que es de humilde condicion es una persona sin un alto nivel

social ni riqueza. A menudo se trata a tal persona con desprecio, incluso en nuestras congregaciones, pero

Dios no lo subestima. La verdadera riqueza se halla en el desarrollo de la vida espiritual del individuo, no en

su caudal economico. Dios esta interesado en lo que es duradero (nuestra alma) no en lo que es temporal

(nuestro dinero y nuestros bienes). Procure tratar a las personas de la misma forma que Cristo las trataria.

Si la riqueza, el poder y el nivel social no significan nada para Dios, ¿Por qué les damos tanta importancia y

les rendimos honor a quienes los poseen? Lo que usted tiene en el corazon, no sus cuentas bancarias, es lo

que le interesa a Dios y permanece para siempre.” 11

11 Biblia del Diario Vivir, p. 1888.

17

“pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.” (Santiago 1:10)

A sí mismo la persona que se le ha permitido tener muchas cosas y es rico, lo es porque a Dios mismo le ha

placido que algunas personas tengan riquezas materiales y otros no, pero en este caso habla de aquellos que

son ricos y que deben estar preparados para el momento en que sean humillados y se les quite todo lo que

tienen. Así como estuvieron felices y seguros cuando tenían todo ahora deben tener una actitud de alegría, de

paz, de confianza en el señor y seguir contentos sabiendo que de Dios es todo y el da y también quita. Como

dijo Job (Job 1:21 RVR1960). Esta es la actitud que debe tener una persona cuando lo ha tenido todo y de

repente lo pierde todo. Su seguridad, su confianza y alegría no está en lo que tenía sino en quien es el para

Dios.

Lo importante es la posición que tenemos en Cristo, así que la persona que tiene riquezas y se le quitan en

algún momento debe gloriarse y tener una actitud de sometimiento a Dios y de agradecimiento porque Él lo

tiene todo bajo control y cada prueba que las personas pasan en la vida son para probar la fe que se tiene en el

creador.

Plooy acerca del tema opina lo que puede pasar a un rico cuando se ve seducido por la tentación de sentirse

imponente por sus riquezas: “parece evidente que los ricos no se preocupaban demasiado de sus hermanos

pobres, y esto significaba una experiencia amarga en la dispersion. El gozo de que hablaba Santiago (v. 2),

va a faltarles del todo, tanto a los pobres como a los ricos, si no perseveran (vv. 3-4) y se mantienen firmes,

los unos en la tentacion de la riqueza, los otros en la prueba de la pobreza. Corren el riesgo de no aguantar

mas: los unos a causa de sentimientos de inferioridad, porque tienen tan poco; los otros a causa del temor

continuo de tener que desprenderse de algo, porque tienen tanto (comparese el joven rico de Mateo 19).” 12

“Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa

apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.” (Santiago 1:11)

Aquí viene la explicación de porqué esta área en las personas con riquezas debe ser probada: porque donde

este su corazón allí estará su riqueza (Mateo 6:21 RVR1960).

El calor, el fuego abrazador derrite, pule, prueba la cantidad de pureza que hay en el corazón. Si una persona

es probada de esta manera tan dura puede y es capaz de mostrar lo que hay en su interior. Es tan probado que

puede verse pulido el carácter y la madurez del mismo. El autor nos muestra claramente que las riquezas

nunca durarán toda la vida, que aquellos que las tienen tendrán que prepararse porque vendrá un momento en

su vida en el que vendrá escasez y allí serán probados. Cuando se tienen muchas riquezas es fácil afrontar

12 Plooy, C.P, La Epístola de Santiago, la Fe que Actúa, p. 20.

18

diversas pruebas, las personas se sienten seguras y confiadas, aún se sienten fuertes e invencibles, pero

cuando viene la escasez y la pobreza es ahí donde solo se puede apoyar y confiar en el Señor.

El comentario Bíblico Mundo Hispano hace una referencia acerca de lo que estamos hablando. Muestra lo

frágil que es el ser humano y la transitoriedad que Dios le ha dado a lo largo de su vida: “En la cruz de Cristo

nos igualamos ricos y pobres. La cruz es exaltacion para el pobre y humillacion para el rico. El rico, dice

Santiago, pasara, pareleusetai, el original esta en una forma tal que indica que desaparecera, se

desvanecera, perecera completamente. La hierba del rico “se seca”, su flor se cae, sus negocios “se

marchitaran”. Estas acciones sucederan aunque el ser humano no las quiera. Sucederan porque es Dios el

que realiza este acto. Es Dios quien trae justicia sobre la tierra. De su parte vienen el bien y el mal. Dios

hace prosperar y Dios hace marchitar. Tanto el rico como el pobre deben siempre recordarlo.” 13

“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la

corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” (Santiago 1:12)

“Según el diccionario bíblico VINE la palabra bienaventurado en griego significa:

A. Verbo: makarizo (μακαριζω), de una raiz mak, que significa grande, largo; hallada también en makros,

largo, mekos, longitud; y de ahi denota pronunciar feliz, bienaventurado (Lucas 1.48; Santiago 5.11).

B. Adjetivo: makarios (μακαριος), bienaventurado. Se usa en las bienaventuranzas de Mateo 5 y de Lucas 6.

Es especialmente frecuente en el Evangelio de Lucas, y se halla siete veces en (Apocalipsis 1.3; 14.13;

16.15; 19.9; 20.6; 22.7,14). Se dice dos veces de Dios (1 Timoteo 1.11; 6.15). En las bienaventuranzas el

Señor indica no solo los caracteres que reciben bendicion, sino también la naturaleza de lo que es el

mayor bien.

C. Nombre: makarismos (μακαρισμος), relacionado con A, y que significa bienaventuranza, indica una

ascripcion de bendicion mas que un estado; de ahi que en Romanos 4.6, donde la RVR la traduce como

nombre, “habla de la bienaventuranza”, la RV dice correctamente “dice ser bienaventurado”. Igual con

el v. 9. En Galatas 4.15: “satisfaccion” (RV: bienaventuranza). Los creyentes de Galacia se habian

tenido por felices cuando oyeron y recibieron el evangelio.” 14

Es decir la palabra bienaventurado se utiliza para ir más allá de un estado emocional de felicidad o alegría.

Santiago va más allá de una palabra, él continúa con su descripción de felicidad aún en las más terribles e

inimaginables pruebas. En este caso la persona que logra soportar la tentación es completamente

bienaventurada, dichosa, tenido en cuenta por Dios ya que hay una promesa y esta es recibir la corona de vida

para aquellos que aman a Dios.

13 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, pp. 145-146.14 Vine, William Edwy. Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, p. 607.

19

Es decir, si yo logro soportar cualquier tipo de tentación, lo hago porque en mi interior me mueve algo más

poderoso que yo y mi dominio propio que hace que pueda obedecer aún ante los impulsos más grandes. El

amor de Dios en mi vida me da las fuerzas necesarias para soportar. No es solamente mi amor por Cristo,

dado que ese amor aún es imperfecto. Es el amor que el mismo Dios ha puesto en mí el que hace que yo

pueda soportar la tentación, la prueba; no en mis propias fuerzas sino en el apoyo del Dios todopoderoso que

ahora domina y controla mi ser.

El Comentario Bíblico Mundo Hispano señala de manera similar que es a través de las pruebas y las

tentaciones que los creyentes logran madurar, crecer en carácter y así, su esperanza se muestra firme para

recibir la promesa de la corona de vida “El cristiano no es un masoquista que se deleita en el sufrimiento. El

cristiano, sin embargo, puede sentirse bienaventurado al tener que sufrir múltiples pruebas-tentaciones,

porque sabe que ellas educan su caracter y lo preparan para una vida con proposito, y para la vida eterna.

Quien resista en las pruebas-tentaciones, ademas, recibira la corona de vida. La frase corona de vida esta

construida en el original de tal manera que expresa que la vida misma es la esencia de la corona. La corona

que el cristiano espera recibir de Dios no es una corona “de oro” que simboliza la vida, es una corona de

vida. Asi también los cristianos, muchas veces solo recibimos pruebas y tentaciones, pero si somos fieles al

Señor, recibiremos la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman (1 Corintios 9:25; 2 Timoteo

4:8).” 15

“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado

por el mal, ni él tienta a nadie.” (Santiago 1:13)

Ahora, el autor entra a explicar y dejar en claro que cuando somos tentados no podemos pensar o creer que

esa tentación viene de parte de Dios mismo ya que aclara: Dios no puede ser tentado por el mal como explica

el diccionario bíblico VINE hablando acerca de la tentación, y /o tentar:

“ Peirazo (πειραζω), significa: (1) intentar, probar, ensayar; (2) poner a prueba, en un buen sentido, dicho

de Cristo y de los creyentes (Hebreos 2.18), donde el contexto da evidencia de que la tentacion fue causa de

sufrimiento para Él, y solo de sufrimiento, no una atraccion hacia el pecado, de modo que los creyentes

tienen la simpatia de Cristo como su Sumo Sacerdote en el sufrimiento que el pecado ocasiona a aquellos

que estan en el disfrute de la comunion con Dios; lo mismo es el caso con el pasaje similar en 4.15; en todas

las tentaciones que Cristo soporto, no habia nada dentro de Él que respondiera al pecado. No habia en Él

ninguna debilidad pecaminosa. En tanto que era hombre verdadero, y que su naturaleza divina no era en

absoluto incongruente con su humanidad, no habia nada en Él de lo que produce en nosotros la naturaleza

pecaminosa de que participamos.” 16

15 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, pp. 146-147.16 Vine, William Edwy, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, p. 1663.

20

Debido a que Dios no puede ser tentado por el mal, Él tampoco va a tentar a nadie; esta es una gran

explicación de la razón por la cual Dios no puede ser tentado. En Él no hay pecado, no es gobernado por el

pecado y ahí está nuestra esperanza como hijos de Dios, que cuando seamos probados, podamos superar la

tentación en integridad y aún en medio del sufrimiento o de la caída, no culpar a Dios por nuestros errores.

Como dice Peter Davids en el Comentario Bíblico Siglo Veintiuno: “No todos demostraran que son genuinos

cuando sean probados. Los que fracasen o quieran ceder al ser probados quiza lo hagan echando la culpa a

Dios. Esto es precisamente lo que Israel hizo en el desierto; se quejaban de que Dios era responsable y le

echaban la culpa a él (Éxodo 17:2, 7). De hecho, lo hicieron diez veces (Números 14:22).” 17

“Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” (Santiago

1:14)

No hay excusa, no podemos culpar a otros de nuestra conducta, ni siquiera al mismo Dios. Somos nosotros

mismos de acuerdo a lo que haya guardado o escondido en nuestro corazón lo que nos atrae y seduce a hacer

aquellas cosas que sabemos que no son correctas. La palabra concupiscencia según el diccionario bíblico

VINE significa: “epithumia (επιθυμια), denota un intenso deseo de cualquier tipo, sea este bueno o malo, el

requerimiento a no dejar que reine el pecado en nuestro cuerpo mortal para obedecerle en sus

concupiscencias se refiere a aquellos malos deseos que estan listos para expresarse en una actividad

corporal. Son igualmente las concupiscencias de la carne, frase que describe las emociones del alma, la

tendencia natural hacia lo malo. Tales concupiscencias no son necesariamente ruines e inmorales; pueden

ser de caracter refinado, pero son malas si son incoherentes con la voluntad de Dios.” 18

Me gusta la frase que usa el autor para explicar claramente de lo que estamos hablando, él dice: "aquellos

malos deseos que están listos para expresarse en una actividad corporal". Si lo analizamos bien el autor define

lo que en la vida práctica sucede cuando estamos pasando por la tentación y justo en el momento de aceptar

pensamientos que nos llevan a consumar el pecado.

“Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo

consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1:15)

El autor continúa con la explicación, una vez a concebido la concupiscencia, es decir, una vez se ha aceptado

el deseo intenso de pecar, o una vez se a permitido o dejado atraer por ese deseo, en ese momento ya se ha

dado a luz el pecado y al consumar el acto ilegítimo de pecar se da a luz la muerte (Romanos 6:23 RVR1960).

17 Davids, Peter. H. Motyer, John Alexander. Wenham, Gordon J. Carson, Donald Arthur. France, Richard Thomas, Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno, p. 1025.18 Vine, William Edwy. Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, pp. 694-695.

21

Santiago Nieves habla en sus “Exhortaciones Para Ser Genuinos En La Fe”, acerca de la gran responsabilidad

que tiene el hombre de asumir sus propios errores y no culpar a otros o en el caso más extremo culpar a Dios:

“La gran aportacion de estos versos esta en que hace responsable a los seres humanos de sus pecados. Todo

aquel que viene a este mundo no nace sin sentir deseos por cosas prohibidas, y si proveemos o las

alimentamos se engrandecen monstruosamente arrastrandonos al pecado, y luego a la muerte. Santiago no

quiere que se culpe a otro por mi pecado, tampoco al diablo. El autor quiere dejar bien claro que son

nuestras propias pasiones. El psicologo humanista lo llama “estimulos” Pablo en Romanos 7 lo llama

pecado.” 19

Uno de los muchos problemas que tenemos los creyentes con respecto a este tema es que parece ser que

tenemos el concepto de que todo lo podemos controlar. No colocamos límites o “barreras de contención” para

evitar la descripción que nos hace Santiago. Deberíamos defendernos desde el mismo instante en que viene el

pensamiento a nuestra mente y responder ante el ataque supuestamente “inofensivo” que llega a nuestra mente

por nuestra propia concupiscencia.

Coloquemos el ejemplo típico del hombre que va manejando su auto y observa a una mujer atractiva que

activa esa concupiscencia que hay en él. Santiago nos enseña que debemos poner en ese mismo momento un

alto, en este caso mirar hacia otra dirección, pero como creemos que somos fuertes el hombre continua su

recorrido no por el camino sino por las curvas de aquella mujer, pensando que su mirada es “inofensiva y no

le hace daño a nadie”.

Aquel hombre se está engañando a sí mismo y lo único que está haciendo es permitiendo que el deseo lo

debilite hasta que tal vez al final del día, después de tantos dardos va a caer con sus pensamientos o mirando

cosas más fuertes que lo único que van a hacer es terminar de llevarlo a consumar de alguna manera el

pecado, solo para darse cuenta en ese momento de su humillante condición al revelarse tantos sentimientos de

derrota y de la culpa que trae el pecado una vez ha sido consumado.

“Amados hermanos míos, no erréis.” (Santiago 1:16)

Una vez más Santiago habla a los creyentes con palabras suaves pero contundentes. Él dice amados hermanos

míos; denota interés por aquellos a los que dirige su carta, pero la palabra no erréis es un consejo, una

advertencia ¡no se equivoquen! Una alerta, no piensen o crean que Dios los está haciendo pasar por estas

cosas. Son ustedes mismos, no culpen a nadie más por sus errores, no se engañen, no crean que esto no tiene

importancia. No creamos que podemos manejarlo y darle pronta solución, si no ponemos un alto a todos esos

deseos que nos someten perderemos la guerra.

19 Nieves, Willy. Santiago: Exhortaciones Para Ser Genuinos En La Fe, p. 19.

22

Zobeida Vásquez analiza el proceso que se lleva a cabo cuando nos dejamos someter por la concupiscencia:

“La tentacion se produce cuando somos atraidos por nuestros propios apetitos pecaminosos. Esto pone en

accion un proceso que si no lo detenemos termina en pecado, y luego en la muerte eterna. Santiago afirma

que nuestras acciones derivan en última instancia de nuestros propios apetitos. Dios es santo y los únicos

responsables somos nosotros.” 20

También Guy Woods habla acerca de que cualquier creyente no debe dejarse engañar por las trampas o

conceptos falsos que satanás quiere poner en nosotros para que creamos cosas que la Biblia no nos enseña:

“Aquellos a los que Santiago escribio, identificados aqui como “amados hermanos”, no deben permitirse ser

engañados en pensar que Dios origina la tentacion y el pecado en ellos y que asi los separa de Él. Suscribir

a tal punto de vista es ser engañado, (planasthe, literalmente, divagar, apartarse del curso correcto). En este

caso usado figurativamente, es un mandato diseñado para evitar que los hermanos permitan que sus mentes

sean dirigidas en direccion contraria de la verdad y ¡en un campo en que se culpa a Dios por su conducta!

Las palabras “no erréis”, aparecen con frecuencia en el Nuevo Testamento (1 Corintios 6:9; 15:33; Galatas

6:7). Satanas trabaja con diligencia para engañar a los santos sobre el pecado, y busca lograr su proposito

al inducirlos a abandonar los principios estables de la Palabra de Verdad anclados en sus mentes, para que

divaguen de ellos (2 corintios 4:4; Romanos 1:27; Efesios 4:4; Colosenses 3:5).” 21

“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay

mudanza, ni sombra de variación.” (Santiago 1:17)

Todo lo bueno proviene de Dios. El no cambia como cambian la mayoría de las cosas creadas. Todo lo bueno

pertenece a Dios, lo que creo, lo que nos ha dado. Dios no duda acerca de lo que ha hecho, sea lo que sea. Él

no está pensando en cambiar algo que ya hizo y darle otro sentido o significado; lo que Dios ha creado, el

destino de los hombres, cumplirá su propósito ya que Él lo estableció desde el inicio del mundo. “Nuestro

Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.” (Salmos 115:3 RVR1960).

Guy Woods habla acerca de este tema mostrando el significado desde la palabra griega don y dádiva: “En la

frase, "todo don perfecto", la palabra es dosis, significando el acto de dar; en la frase, "toda buena dadiva",

la palabra es dorema, incluyendo el resultado del acto de dar, es decir, el don mismo. La palabra "buena",

modifica la dadiva, en la primera parte de la clausula, es predicativa en su naturaleza, y señala al hecho de

que todo lo que se da es bueno; y el adjetivo "perfecto" que modifica don en el segundo caso, (todo don

perfecto), enfatiza lo pleno, lo cabal de aquello que es dado. Claro que las dos ideas estan intimamente

asociadas. El don es completo por la bondad del dador. El motivo que impulsa la liberalidad, de parte de los

20 Vásquez de Cueto, Zobeida, Estudio Sobre El Libro De Santiago, p. 16.21 Woods, Guy Napoleón. Un Comentario Sobre la Epístola de Santiago, p. 36.

23

hombres, puede ser bueno, pero debe haber falta en comparacion con lo que Dios da; en la naturaleza del

caso, lo integro, lo completo y lo cabal.” 22

“Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus

criaturas.” (Santiago 1:18)

Dios mismo había planeado incluso antes de crear el mundo que el ser humano debía creer en su hijo para

salvación eterna por medio de ese maravilloso mensaje de salvación y así ser lo mejor de lo mejor de su

propia creación. De nuevo Guy Woods explica con bastante claridad la frase “El, de su voluntad” mostrando

que en lugar de estar preocupados culpando a Dios y a otros deberíamos estar pensando en que él nos dio vida

por medio de su verdad: “La frase, “por designio de su voluntad”, es de participio, y significa: (queriendo,

nos hizo nacer), y ha de ser construida intimamente con los versos anteriores. El pensamiento corre asi: en

vez de considerar a Dios como una fuente de tentacion (y el pecado consecuente), es el que quiso darnos vida

por medio de la verdad. Dios, bajo la misma figura (concepcion y nacimiento) es un Padre también. Pero

¡qué distinta es su progenitura! Lo que nace de él tiene vida. Esto demuestra el hecho que el proceso de

conversion no es accidental ni por casualidad; envuelve el ejercicio de la voluntad divina, y de acuerdo con

el previo plan adoptado. (Juan 1:11-13).” 23

CONCLUSIÓN

Hemos visto a lo largo de este capítulo la importancia de mantenernos con “gozo” cuando estamos

atravesando pruebas o tentaciones; es decir, tener clara cuál es nuestra posición en Cristo cuando estamos

sufriendo. Poner toda confianza en Dios cuando estamos siendo llevados al límite de nuestros propios deseos

y concupiscencias, entendiendo que todas estas pruebas nos ayudan a madurar nuestro carácter y nuestro

caminar con Dios y con los demás. En medio de todas estas situaciones sale a brillar un fruto del Espíritu que

es la paciencia y esta nos ayuda a ser mejores en todos los aspectos de nuestra vida.

Luego nos enseña Santiago que si encontramos falta de sabiduría en nuestra vida solamente debemos pedirla a

Dios el cual da a todos abundantemente y sin reprocharnos nada, pero si vamos a pedir algo, debemos creer

que lo tendremos, de lo contrario seriamos como las olas del mar que van de un lado al otro sin ningún

control, es decir, seriamos inconstantes en nuestras decisiones y en cada camino que debemos atravesar. Es

necesario evaluar nuestras vidas y mirar si somos personas de doble ánimo y pedir a Dios que nos ayude a ser

constantes en todos nuestros caminos.

De la misma forma debemos reflexionar acerca de la transitoriedad de la vida. Sea que tengamos riquezas

materiales o no, debemos humillarnos ante Dios el cual es el dueño del oro y de la plata, y El da a quien

22 Ibid, pp. 37-38.23 Ibid, p. 40.

24

quiere lo que a Él se le antoja de acuerdo a su voluntad perfecta. También debemos tratar a las personas con

amor, sin sentirnos más importantes o menos importantes ya que todos somos iguales delante de Dios y Dios

no tiene favoritos (Romanos 2:11 TLA). Siempre debemos pensar en los demás como superiores a nosotros

mismos (Filipenses 2:3 RVR).

Somos bienaventurados cuando soportamos las pruebas. Todo creyente debe tener claro que a lo largo de su

caminar con Cristo va a pasar por sufrimientos y tentaciones que mostraran lo que hay en realidad en lo

profundo de su corazón. El creyente no culpa ni a Dios ni a otros por las pruebas o las tentaciones y mucho

menos por los pecados que comete ya que entendemos en este capítulo que las tentaciones se producen en

nuestra propia concupiscencia, de nuestros propios deseos que simplemente no sabemos manejar y que

permitimos que nos arrastren por completo. Cuando nos dejamos seducir por nuestros propios deseos

engañosos y perversos estamos dando a luz el pecado y este al practicarlo da a luz la muerte (Romanos 6:23

RVR).

PREGUNTAS LECCIÓN 1

1. Santiago se identifica como el hermano de Jesus. Falso o verdadero.

2. La Epístola de fue una de las primeras, escrita probablemente antes del año . Después del

martirio de .

3. ¿Cuál es el propósito de Dios en las pruebas?

4. Las pruebas pueden producir paciencia, lo cual significa resistencia; y la resistencia a su vez conduce al

creyente a una madurez más profunda en Cristo. Falso o verdadero.

5. He peleado la buena , he acabado la , he guardado la .

6. Si actuamos y enfrentamos los problemas pidiendo sabiduría a Dios nuestro trabajo será más fácil. Falso

o verdadero.

7. Para conocer la de Dios, debemos leer su y pedirle que nos cómo obedecerla, y luego

estar dispuestos a lo que Él nos diga.

8. Si dudamos estamos permitiendo desequilibrio en nuestra , en nuestras emociones y por tanto en

nuestras , afectamos nuestro entorno y no permitimos que la del Espíritu Santo actúe en

nosotros, perdemos la fuerza, la motivación y el brillo de ser en Cristo.

9. Dios está interesado en lo que es duradero (nuestra alma) no en lo que es temporal (nuestro dinero y

nuestros bienes). Falso o verdadero.

10. Dios origina la tentación y el pecado en los seres humanos. Falso o verdadero.

25

LECCIÓN 2

Poniendo en práctica la palabra de Dios (Santiago 1:19-27)

INTRODUCCIÓN

Uno de los retos más grandes que tenemos todos los creyentes en el mundo es practicar las enseñanzas de la

Biblia. A donde quiera que va el creyente debe ser ejemplo, debe iluminar, demostrar con sus actos que es una

persona diferente, que no se deja doblegar ante las costumbres del mundo y el pecado. Demostrar el amor al

prójimo aunque este sea difícil de tratar, dejar a un lado la religiosidad, las posiciones, el poder y la ambición

entre muchos otros aspectos que la gente observa en nosotros y se dan cuenta de lo vana que es la religión y

por esta razón tal vez no quiere acercarse a una iglesia.

El autor de esta epístola nos enseña precisamente en este capítulo acerca de los comportamientos que

debemos tener sobre todo al tratar con los demás. Como debe ser mi actitud frente a las demás personas. Nos

da pautas claras al comunicarnos con las personas, como por ejemplo dedicar tiempo a escuchar los

problemas de los demás. El autor nos hace caer en cuenta que es importante dejar que las personas hablen, tal

vez porque en ese momento se están desahogando de sus luchas, o tal vez algunas personas no tienen nadie

que las escuche y les ayude a enfrentar situaciones difíciles.

También es importante para nosotros escuchar a los demás porque eso nos enseña humildad. Nos ayuda a

poner las nuestras ideas en orden y aunque tal vez tengamos la razón no siempre es prudente hablar. También

nos enseña a ser lentos para hablar y airarnos, dos cosas que siempre nos están metiendo en líos. Cuando

hablamos mucho tenemos más probabilidades de equivocarnos o hacer daño a otras personas.

26

Al mismo tiempo que cuando no ponemos freno a la ira, ya que con ira podemos herir fácilmente a una

persona y después de decir una palabra con ira ya no hay vuelta atrás. Debemos desechar toda inmundicia,

todo lo que hay guardado en nuestro interior que no glorifica a Dios y que nos hace daño, arrojarlo como se

arroja la basura. Todo lo que está podrido y huele mal en nuestro interior debemos sacarlo, cambiarlo.

La palabra de Dios es útil porque nos permite darnos cuenta de lo que hay en nuestro interior. El autor de esta

epístola da un ejemplo maravilloso acerca de esto y es cuando nos miramos en un espejo; este nos muestra lo

bellos que somos, también las imperfecciones que tenemos. De la misma manera la palabra de Dios nos

enseña, nos muestra, nos revela como en un espejo todas las imperfecciones (pecados, inmundicias, codicias,

concupiscencias) que hay en nosotros.

Esto nos ayuda para que podamos tomar la decisión de llevar a cabo un cambio en nuestra vida y ser

diferentes por la palabra de verdad que ahora hay en nosotros, pero al igual que en el ejemplo, si dejamos que

Dios nos muestre a través de la palabra todas nuestras imperfecciones, pero no tomamos la decisión de hacer

un cambio en nuestra vida, es igual que el ejemplo del espejo, porque aquel hombre cuando se retira del

espejo olvida cómo era su aspecto. Lo mismo pasa con nosotros sí nos alejamos de la palabra de Dios o si no

aplicamos sus principios adecuadamente en nuestras vidas.

El autor nos enseña una cosa más y es poner freno a nuestra lengua y creernos religiosos. Dos cosas que aún

hoy en día debemos cuidar mucho. Las posiciones en la iglesia nos llevan a sentirnos más importantes que los

demás. El conocimiento de la palabra a algunos también los lleva a volverse orgullosos y creer que nadie más

tiene la razón, nos llenamos de argumentos y creemos que solo nosotros tenemos la verdad del conocimiento

de Dios.

Esto mi amigo es un gran engaño, no debemos permitir la religiosidad en nuestras vidas, debemos

mantenernos siempre humildes aún ante cualquier promoción que tengamos dentro o fuera de la iglesia.

Debemos reconocer que Dios es quien nos da todas las cosas y debemos estar contentos por ello y ayudar a

los demás con los dones o las posiciones en las que Dios nos ha colocado.

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para

airarse.” (Santiago 1:19 RVR1960)

El autor toma la idea del pasaje anterior diciendo “por esto” lo que significa que si somos primicias de sus

criaturas, si hemos sido apartados por Dios para ser sus hijos y somos luz y sal sobre la tierra, influencia en el

mundo acerca de lo que creemos (Mateo 5:13 RVR1960). Entonces ¡tenemos una responsabilidad! Somos

embajadores que demuestran el poder del evangelio con su manera de vivir. Por eso Santiago comienza la

frase con esta palabra, porque más adelante va a dar un consejo acerca de cómo comportarse en el mundo.

27

Luego vuelve a acercarse con términos pastorales de cuidado “mis amados hermanos”. En esto notamos que

Santiago trata en su carta a estas personas con cariño, con amor; antes de dar un consejo usa términos

cariñosos para después decir algo más fuerte que quizás es necesario para que el receptor sea corregido,

amonestado o para caer en cuenta de sus errores.

Luego dice “todo hombre” no dice algunos hombres, o los que quieran, o solo los hombres interpretando solo

el género masculino, aquí se refiere a todos los seres humanos: mujeres, hombres, niños, niñas, el autor

encierra todo el género humano en esta palabra. Luego viene el consejo que Santiago resume en tres partes:

Pronto para oír. Es decir, estar listos, preparados para atender lo que otras personas quieren compartirnos o

comunicarnos. Hoy en día es muy difícil pasar un par de minutos escuchando, atendiendo lo que otra persona

nos quiere decir. Es muy común ver que en una conversación las personas se interrumpen todo el tiempo y

quieren imprimir su propia opinión sin dejar que la otra persona haya terminado de comunicar su idea.

También es muy común porque mientras otras personas nos están hablando, simplemente no estamos

poniendo atención a lo que nos están diciendo, nuestra mente está distraída en otros pensamientos y/o asuntos,

o tal vez construyendo una idea para refutar lo que el otro me está hablando (la mayoría de las veces creemos

que los demás no tienen la razón y que lo que tienen que decir realmente no es importante).

Otra razón que es muy común hoy en día es que pasamos mucho tiempo en internet leyendo acerca de

diversos temas. Quizás para tener una mejor idea a la hora de sostener una conversación con otros, de esta

manera nos llenamos de argumentos solamente para poder tener herramientas e ideas claras y así mostrarnos

inteligentes, sabios, para que los demás piensen que tenemos mucho conocimiento acerca de diferentes temas,

pensando que de esta forma vamos a tener el reconocimiento de otros. Si analizamos esta situación nos damos

cuenta de que somos muy egoístas y egocéntricos, solamente queremos nuestro bien sin pensar en el de los

demás.

También buscamos reconocimiento de todo lo que hacemos o en este caso de todo lo que decimos. Pronto

para oír también significa interesarme por la otra persona, pensar que lo que está persona me quiere decir es

tan importante que debo detenerme completamente para escucharlo sinceramente, de esta manera estoy

demostrando mi amor al prójimo, mostrándole que lo que el habla es importante para mí.

Tardo para hablar. Aquí hablamos de todo lo contrario. Parece que hablar es una de las cosas que a muchos

de nosotros más nos gusta, estamos dispuestos incluso a dejar de hacer alguna actividad cuando escuchamos a

otras personas conversando y nos atrae el tema y simplemente interrumpimos para dar nuestra “fabulosa

opinión”. La Biblia nos habla muchas veces acerca del peligro de hablar más de la cuenta: “El que ahorra sus

28

palabras tiene sabiduría; Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es

entendido.” (Proverbios 17:27-28 RVR1960) y (Proverbios 11:12 RVR1960).

Y es que no es fácil callar cuando en tu mente hay un montón de cosas que se quieren decir. Pero la Biblia

nos da una gran enseñanza acerca de este tema. Es parte del dominio propio que debemos ejercer sobre ese

deseo incontrolable de hablar más de la cuenta. Podemos darnos cuenta de esto en las conversaciones

comunes que todos tenemos, siempre hay alguien que habla mucho y por lo general termina diciendo cosas

que hieren o lastiman a los demás.

Tardo para airarse. Otro punto muy importante a la hora de relacionarse con otras personas. Cuando

vivimos en ciudades grandes es muy común observar en las calles la poca tolerancia que tienen las personas

cuando están manejando su automóvil. Es allí en donde hay atascos, donde se produce el caldo de cultivo para

que las personas se enojen fácilmente. Casi a ninguna persona le agrada que un desconocido se “meta en su

vida” en “sus decisiones” e inmediatamente discuten y en muchos lugares esas discusiones terminan

desafortunadamente en muertes.

El autor de esta epístola da un claro y conveniente consejo: “tardo para airarse” es decir, van a ocurrir un

montón de situaciones que nos van a poner a prueba en el día a día y es la decisión que debemos tomar la de

no enojarnos pese a cualquier situación que se produzca. Debemos estar atentos a nuestras reacciones con

personas que están enfadadas y no caer en el juego de pelear con otros.

El libro de Proverbios es bien claro también acerca de la ira cuando afirma: “El hombre iracundo promueve

contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”. (Proverbios 15:18 RVR1960) y también: “El que

tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad"

(Proverbios 14:29 RVR1960).

“porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” (Santiago 1:20 RVR1960)

Definitivamente cuando una persona está airada y controlada completamente por la ira no puede producir

ningún fruto del espíritu en su vida, porque el cólera, la rabia que tiene lo domina, lo nubla y no le permite

pensar con claridad. Aquel hombre termina haciendo daño ya sea con sus palabras o con acciones y de esta

manera no obra la justicia de Dios, es decir, a esta persona le queda imposible realizar acciones que lo lleven

a amar, comprender a su prójimo y acercarse a su necesidad.

Es por eso que debemos siempre entregar todas nuestras emociones a Cristo y por nada del mundo dejarnos

dominar por el veneno de la ira, como dice Guy Woods: “Los que estan llenos de ira (agitacion mental

violenta, resultando en enojo descontrolado), estan totalmente incapacitados para escuchar a la

29

presentacion de la verdad; o, en ese caso, hacer cualquier cosa que esté bien. La “ira del hombre”, (según la

frase griega), es puesta en contraste con la “justicia de Dios”. La ira aqui descrita difiere de la “indignacion

justa” que es, en algunas ocasiones, propia; lo que aqui se condena es ira personal que, cuando hierve, lo

hace imposible para los que asi estan posesionados obrar “la justicia de Dios”, es decir, la justicia que Dios

requiere”.24

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la

palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” (Santiago 1:21 RVR1960)

Es decir, si esta ira hace que en nosotros no se produzca la justicia de Dios debemos hacer algo, y el autor en

este verso nos da la respuesta de lo que debemos hacer: “si desechamos” está palabra normalmente la

utilizamos para referirnos a la basura. Nosotros desechamos en un lugar específico todo lo que en nuestra casa

no sirve y huele mal o se pudre y lo “desechamos” en la calle para que las personas indicadas se lo lleven.

Bueno aquí es lo mismo, debemos desechar. El autor nos habla de botar a la basura, desechar toda

inmundicia, ¿qué significado tiene la palabra inmundicia?, veamos qué nos dice el diccionario bíblico VINE

respecto a esta palabra: “Ruparia (ρυπαρια,) denota suciedad, inmundicia. Se usa metaforicamente de

contaminacion moral en (Santiago 1:21). Aquello que esta caracterizado por impureza moral.” 25

Además de la inmundicia o impureza moral el autor habla de “abundancia de malicia”. Vemos que el

diccionario VINE habla acerca de la avaricia como: “Kakia (κακια), condicion de malo (lo opuesto a arete,

excelencia), caracter malicioso en general (Lightfoot). Se traduce malicia en (1 Corintios 5:8; 14:20) ;

( Efesios 4:31) ;( Colosenses 3:8); (Tito 3:3); (Santiago 1:21); (1 Pedro 2:1); en otros pasajes: (Mateo

6:34): mal (RV: afan), referido a ansiedad; (Hechos 8:22): maldad; (Romanos 1:29): maldad; (1 Pedro

2:16): lo malo.” 26

Es decir, el autor deja bien claro que debemos desechar, arrojar a la basura, sacar de nuestro interior todo lo

malo que nos domina y nos hace alejarnos de la justicia de Dios, que nos aleja del propósito de Dios para

nuestra vida que es ser una luz en medio de tanta oscuridad, en pocas palabras, sacar lo que está ensuciando

nuestra vida y que en muchos casos abunda en nosotros, por eso es importante cada día ir al lugar secreto para

encontrar reposo en el señor y despojarnos de todo lo que nos daña, de otra forma comenzaría a llenarse poco

a poco nuestra vida con basura hasta el día que llega a oler tan mal que ya es demasiado tarde.

Como dice Guy Woods: “Para que nuestros corazones puedan estar propiamente preparados para la

palabra, la cual solo puede suplirnos con el conocimiento de la salvacion, eliminemos todo lo que estorbaria

24 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, pp. 45-46.25 Vine, William Edwy, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, p. 1096.26 Ibid, p. 1187.

30

o derrotaria su operacion. Una disposicion terca es totalmente extraña al espiritu docil que siempre debera

caracterizarnos si hemos de beneficiarnos por la palabra en nuestros corazones y el que quiere ser

bendecido por Dios debe exhibir ese espiritu que siempre dice, “Habla, Señor, tú siervo escucha; ordena, y

obedeceré”. Solo aquellos que asi obran, califican como amigos de Cristo (Juan 15:4); y los que pretenden

conocerlo mientras que rehúsan obedecer sus mandamientos son, en las palabras de Juan “mentirosos” (1

Juan 2:4).” 27

Guy Woods resume muy bien la importancia de no ver el pecado como algo ligero, sino que es de gran

importancia estar atentos a desechar todo lo que puede haber en nuestro interior: “Debemos estar

impresionados con el hecho de que Santiago no busco suavizar el caracter del pecado o de obscurecer la

firme oposicion de Dios a él. Hay la oposicion hoy de juguetear con el pecado, de excusarlo, de acudir a

eufemismos en referencia a él, de hablar de “inhibiciones”, debilidades sicologicas, reversiones, influencias

de ambiente, factores hereditarios, etc., el diseño siendo para hacerlo ver menos censurable en la persona, y

¡para hacer ver que el pecado es menos pecaminoso! Los escritores del Nuevo Testamento nunca hicieron el

intento de presentar el asunto diferente a lo que realmente es inmundicia y abundancia de malicia.” 28

Ahora, Santiago va al siguiente paso: “recibir con mansedumbre la palabra” de igual manera VINE habla

acerca de la mansedumbre: “Prautes, o praotes, (πραϋτησ). Es aquella disposicion de espiritu con la que

aceptamos sus tratos con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos. Este término esta

estrechamente relacionado con la palabra tapeinofrosune, humildad, y es una directa consecuencia de ella

(Efesios 4:2; Colosenses 3:12). Los adjetivos en la LXX en (Sofonias 3:12), humilde y pobre; son solo los de

corazon humilde que son también mansos, y que, como tales, no luchan contra Dios ni se enfrentan ni

contienden con Él. Sin embargo, esta mansedumbre, siendo ante todo una mansedumbre ante Dios, lo es

también ante los hombres, incluso ante hombres malos, en base de estar consciente de que estos, con todos

los insultos y malos tratos que puedan infringir, son permitidos y empleados por Dios para la disciplina y

purificacion de sus elegidos.” 29

Ahora es más claro, el autor habla acerca de recibir de parte de Dios la palabra, (ya que esta es inspirada por

el mismo Dios) recibirla, aceptarla, pero no de cualquier forma, o de mala gana; solo porque como Dios lo

dice entonces me toca por obligación aceptar su palabra, ¡no! Debemos recibirla con mansedumbre, con una

disposición entera, de espíritu, aceptando por amor el trato que Dios nos da, ya que este es bueno.

No cabe duda alguna que si Dios nos aconseja algo, de seguro va a ser para nuestro beneficio. Por esa razón lo

tomamos con buena actitud, sin desprecio, sin discutir o poner oposición. Ya que es precisamente la palabra la

que nos conduce a un camino seguro, lleno de sabiduría y dirección para la vida diaria: “La palabra de Dios es

27 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 48.28 Ibid, p. 49.29 Vine, William Edwy, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, p. 1198.

31

limpia y siempre se mantiene firme. Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas.” (Salmos 19:9

TLA) y (1 Pedro 1:25 TLA). Lo más importante es que la palabra es la que nos permite crecer en nuestra fe:

(Romanos 10:17 RVR1960).

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”

(Santiago 1:22 RVR1960)

Volvemos al mismo punto que Santiago toco anteriormente. No debemos ser lentos para oír, rápidos para

hablar y rápidos para airarnos; al contrario, debemos actuar, practicar, llevar a cabo las enseñanzas que Dios

nos dejó en su palabra. Es común que escuchemos un sermón o una palabra de parte de alguna persona, la

escuchamos y nos parece atractiva, toca nuestro interior y decimos: claro, ¡eso es lo que debo cambiar! Pero

pasan las horas o los días y no lo hicimos.

Como dice el dicho “entró por un lado y salió por el otro.” En cuanto a escuchar la palabra, muchas veces

somos expertos, tomamos nota de cada sermón, lo comentamos con nuestra esposa, lo analizamos y es por

qué esa palabra movió algo en nosotros, pero no llegamos a realizar un plan para cambiar nuestras actitudes

de acuerdo con el mensaje que nos habló el pastor.

Otro motivo que nos lleva a no practicar la palabra es porque creemos que determinada palabra no era para

nosotros sino para nuestra esposa, hermano, amigo o cualquier otro menos yo. No somos capaces de escuchar

la palabra, evaluar nuestra propia vida, decidir los cambios que debo hacer y ahora sí mirar a los demás. No;

siempre estamos mirando los errores que cometen los demás. No sé porque razón no vemos los nuestros.

El apóstol Pablo hace una descripción muy fuerte acerca de este tema: “Por lo cual eres inexcusable, oh

hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú

que juzgas haces lo mismo.” (Romanos 2:1 RVR1960). Y es muy cierto muchas veces creemos que porque

quizás no hemos asesinado a alguien, o porque tal vez no hemos fornicado ya estamos libres de pecado, pero

resulta que en todos nosotros hay un sin fin de pecados aparentemente “pequeños” como la mentira, la

envidia, el chisme, los celos y muchos otros que están tan incrustados y camuflados en las vidas que no nos

damos cuenta que los poseemos, o más bien que nos poseen. La Biblia es clara con respecto al pecado:

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10 RVR1960) y también: “Ciertamente no hay

hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20 RVR1960) Y (Romanos 3:23

RVR1960).

Henry Matthew en su Comentario Bíblico Sobre La Epístola de Santiago dice lo siguiente: “Los que son solo

oidores se engañan a si mismos; y el engaño de si mismo sera hallado, al final, como el peor engaño. Si nos

halagamos a nosotros mismos es nuestra propia falta. La verdad no halaga a nadie, tal como esta en Jesús.

32

La palabra de verdad debe ser cuidadosamente escuchada con atencion, y expondra ante nosotros la

corrupcion de nuestra naturaleza, los desordenes de nuestros corazones y de nuestra vida; nos dira

claramente lo que somos. Notese la distincion: el hombre no es bendecido por sus obras, sino en su obra. No

es hablar sino andar lo que nos llevara al cielo. Cristo se volvera mas precioso para el alma del creyente,

que, por Su gracia, se volvera mas idonea para la herencia de los santos en luz.” 30

Henry Matthew es contundente cuando habla del poder que tienen las escrituras en una persona que está

dispuesta a dejarse dirigir por el Espíritu Santo en todas las áreas de su vida. Ya que la palabra le abre “los

ojos espirituales” para darse cuenta de la cantidad de pecado que hay en su vida, esta persona se ve reflejada

en un espejo y allí ve la inmundicia que hay en él y esto le ayudará a cambiar esos aspectos de su vida.

“Porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que

considera en un espejo su rostro natural.” (Santiago 1:23 RVR1960)

Leyendo este texto surge una pregunta a mi vida: ¿cuál es la razón por la que miles de cristianos cada

domingo se reúnen en sus iglesias a escuchar un sermón (la palabra de Dios). Es para aprender y mejorar sus

vidas (obediencia), pero una vez han salido de la iglesia, en el transcurso de la semana, olvidan el mensaje

que tanto impacto les causó, pero no obedecen.

Quizás la respuesta la encuentro al reflexionar acerca del concepto que tengo de Dios ¿quién es El para mí?,

¿su palabra (las escrituras) es la fuente única de autoridad para mi vida? Tal vez muchos cristianos en el

mundo nos hemos vuelto personas que siguen una religión sin propósito, sin vida, sin poder ni autoridad;

porque simplemente no conocemos al Dios de las escrituras, y ¿cómo lo conocemos si no las estudiamos? ¿Si

no pasamos tiempo en oración? ¿Si cuando el pastor da el sermón nos incomoda lo que nos dice?

¿Qué pasa cuando nos miramos en un espejo? Normalmente tomamos un tiempo considerable observándonos,

analizando cada aspecto que queremos ver en detalle. En ocasiones logramos ver cambios que hemos tenido

en nuestro aspecto (manchas, imperfecciones, granos, raspones, cicatrices, signos de vejez). También

observamos cómo podríamos lucir mejor, si este peinado me favorece más que el otro, o si el tono de

maquillaje favorece o no. La forma como combinamos la ropa, entre otros aspectos; pero ¿qué pasa cuando

nos vamos o nos alejamos del espejo? ¡Se nos olvida cómo somos o como nos vemos!

Lo mismo pasa cuando solamente escuchamos la palabra, pero no la practicamos, no la obedecemos en

nuestra vida diaria, el Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno señala: “Santiago señala que no basta con

conocer la Escritura o la enseñanza piadosa. El simple conocimiento es algo inútil. Es peor aún que algo

30 Matthew Henry. Comentario Bíblico, p. 20.

33

inútil, porque quien piensa que conocer la Biblia convierte a alguien en piadoso se engaña a si mismo. Al

contrario, lo que le hace piadoso es el ser hacedores.” 31

“Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.” (Santiago 1:24 RVR1960)

Como decía anteriormente, la persona toma un tiempo determinado en considerarse a sí mismo y ver todas las

imperfecciones o cosas que tal vez no le gustan de su aspecto, pero ¿Que pasa cuando se va?, simplemente se

olvida cómo era, olvida las imperfecciones que tenía y ya no recuerda lo que tenía que cambiar. Warren

Wiersbe expresa en su Comentario de Santiago precisamente este tema: “La Palabra de Dios revela lo que

hay por dentro, asi como el espejo revela lo que aparece por fuera. Cuando los cristianos miran en la

Palabra se ven como Dios la ve y asi pueden examinar sus corazones y confesar sus pecados. Pero no basta

con una simple mirada y lectura de la Palabra; debemos obedecer lo que leemos. Una persona que solo oye

la Palabra, pero no la obedece, es como alguien que echa un vistazo casual al espejo, ve que su cara esta

sucia y sigue su camino sin hacer nada al respecto. Tal persona piensa que se ha mejorado espiritualmente

cuando en realidad se ha hecho mas daño.” 32

Si tuviéramos una perspectiva correcta acerca de lo importante y valiosa que es la escritura y cuánto bien

puede producir en nosotros, nos deleitaríamos cada día en ella y profundizaríamos aún más para que refleje su

luz en nuestras vidas, pero la mayor parte del tiempo preferimos hacer lo que nuestros impulsos nos dictan y

terminamos alargando el tiempo de cambio, llenándonos de argumentos que si somos sinceros no sirven para

nada ya que solo nos engañan a nosotros mismos. ¡Dejemos toda excusa que impide que la palabra nos enseñe

y nos forme para llevar una vida como a Dios le agrada! Reconozcamos nuestras debilidades de carácter y

dejemos el orgullo pensando que no necesitamos cambiar, que son otros los que necesitan un cambio.

“Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor

olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” (Santiago 1:25 RVR1960)

Que tremendo mensaje nos deja aquí Santiago, debemos estar atentos, concentrados en la única ley perfecta

que existe y ha existido jamás en la tierra. Aquella ley que nos hace libres (Juan 8:32 RVR; 1 Juan 2:21;

Salmos 119:142). Ley que nos enseña la verdad, que quita toda venda espiritual que nos impide ver realmente

lo que sucede a nuestro alrededor y no nos deja pensar con claridad, que nos aparta del propósito divino que

Dios tiene con cada uno de nosotros.

Debemos esforzarnos, dar todo lo que somos para obedecer y perseverar en la ley. Santiago expresa

claramente que si perseveramos siendo hacedores y no solamente oidores tendremos una recompensa, la

31 Motyer, John Alexander. Wenham, Gordon J. Carson, Donald Arthur. France, Richard Thomas. Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno, p. 1026.32 Wiersbe,Warren. W, Bosquejos Expositivos de la Biblia, p. 793.

34

promesa de ser bienaventurados en lo que hagamos. Si tenemos tan grande promesa y la vemos expuesta a lo

largo de la palabra con un sin número de ejemplos, entonces ¿porque nos cuesta tanto obedecer lo que Dios

manda en su palabra?

El Comentario Bíblico Mundo Cristiano lo expresa de la siguiente manera: “La recomendacion de Santiago

es a prestar atencion. Esta expresion parakuptas, puede traducirse literalmente como “mirar dentro” (Lucas

24:12), “inclinarse para mirar una cosa” (Juan 20:5, 11) o “contemplar” (1 Pedro 1:12). En todas ellas se

trata de observar algo que esta en el primer momento oculto a la mirada, para verlo hay que “prestar

atencion”, hay que “mirar atentamente”. No es una mirada pasajera, como la de quien se miraba al espejo

sin atender demasiado. Es una mirada atenta, escudriñadora, una mirada que busca descubrir las suciedades

y corregir las maldades.” 33

Además, esta ley perfecta de la que habla Santiago se explica porque fue el mismo Jesucristo quien hizo

perfecta esta ley. Él nos trajo libertad para vivir como Dios quiere que vivamos. La verdad de Jesucristo trae

verdadera libertad en la vida de las personas que en El creen. El comentario bíblico mundo cristiano aborda

este tema de la siguiente manera: “Esa ley de libertad de Jesucristo esta asegurada por su propia vida y

obra, que nos hizo libres (Lucas 4:18; Juan 8:32; Romanos 8:2, 21; 2 Corintios 3:16). La ley de la libertad

pudo ser dada únicamente por Jesucristo. Él es su autor y consumador. Él nos trajo libertad para poder vivir

como Dios manda. A partir de Jesucristo, vivir con Dios no es cumplir preceptos frios y mecanicos. Vivir con

Dios y para Dios es creativamente descubrir las riquezas de la palabra implantada en nosotros, viva y activa

a través de la obra del Espiritu Santo.” 34

“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la

religión del tal es vana.” (Santiago 1:26 RVR1960)

“Creerse religioso” es sin duda alguna una manifestación vana de cualquier religión. Lo que el autor expresa

es que muchos de nosotros nos sentimos importantes por el hecho de “haber alcanzado” ya la salvación, pero

no nos preocupamos por los sufrimientos de los demás. No somos capaces de ayudar a personas con

verdaderas necesidades. Somos egoístas y solo pensamos en nuestro porvenir. Profesamos creer en un Dios

todo poderoso pero completamente impersonal, que no le preocupan las necesidades de otros.

Esa es la religión de la que habla Santiago, religiones muertas en las que aquellas personas solo buscan poder

y ambición por tener más que los demás así tengan que pasar por encima de otros. Religión en la que aquellas

personas tienen determinado conocimiento de la palabra y por tal razón creen que pueden dominar a los

demás e imponerles cargas que ellos mismos no pueden llevar (Lucas 11:37-52).

33 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 154.34 Ibid, p. 154.

35

Esta religión de la que habla Santiago es la que estaban llevando muchas personas y aún hoy en día muchos

de nosotros actuamos con la misma creencia equivocada respecto a lo que es la verdadera religión. Henry

Matthew en su Comentario de Santiago expresa lo siguiente: “Cuando los hombres se esfuerzan por parecer

mas religiosos de lo que realmente son, es una señal de que su religion es vana. No frenar la lengua, la

prontitud para hablar de las faltas del projimo, o para disminuir su sabiduria y piedad, son señales de

religion vana. El hombre que tiene una lengua calumniadora no puede tener un corazon verdaderamente

humilde y bondadoso.” 35

“La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en

sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” (Santiago 1:27 RVR1960)

Santiago habla en este verso de la “religión pura y sin mácula” es decir, él sabe que las personas religiosas y

aún otras religiones falsas no practican lo que enseñan. Muchos son falsos, mentirosos, se muestran a los

demás “limpios, sin mancha“pero cuando están a solas y nadie los ve hacen cosas vergonzosas que ellos

mismos enseñan que no se deben hacer y que a Dios no le agrada.

Aquí el autor deja de una vez por todas claro el tema de cuáles son las características de la verdadera religión:

visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, no dice solamente pasar a visitarlos y arrojarles una

limosna, ¡no! Va mucho más allá de eso. Santiago dice “en sus preocupaciones”. Esto va más allá de

cualquier visita de 5 minutos superficial. Lo que el autor habla aquí es dedicar tiempo, cuidado, escuchar,

ayudar a solucionar el problema que la persona pueda estar enfrentando, ser un soporte para que esta persona

pueda salir adelante.

Esto implica que debe haber amor, sinceridad, relación en esta ayuda; además termina diciendo “guardarse sin

mancha del mundo” y esto no es fácil. La corriente del mundo es muy fuerte y los seres humanos somos

influenciados fácilmente por el mismo, nos dejamos seducir con facilidad con cualquier corriente que

provenga del mundo, pero Santiago nos anima a guardarnos de todo aquello que nos aleje del propósito de

Dios. Todo aquello que nos haga pecar o que nos incite al mal.

Henry Matthew comenta lo siguiente respecto a este tema: “las religiones falsas pueden conocerse por sus

impurezas y falta de caridad. La religion verdadera nos enseña a hacer cada cosa como estando en la

presencia de Dios. Una vida inmaculada debe ir unida al amor y la caridad no fingidas. Nuestra religion

verdadera es igual a la medida en que estas cosas tengan lugar en nuestro corazon y conducta. Recordemos

que nada sirve en Cristo Jesús salvo la fe que obra por amor, que purifica el corazon, que somete las lujurias

carnales y que obedece los mandamientos de Dios.” 36

35 Matthew Henry. Comentario Bíblico, p. 20.36 Ibid, p. 20.

36

CONCLUSIÓN

Esta lección nos ha dado varios ingredientes para aplicar en nuestra propia vida. Es un alivio contar con esta

epístola escrita por Santiago, que tanto bien ha hecho y seguirá haciendo a la iglesia de Jesucristo en el

mundo. Podemos ver en términos generales en este capítulo que el autor nos ha hablado prácticamente de

cuidar y escuchar atentamente lo que la palabra de Dios nos enseña.

Si escuchamos atentamente esta palabra, ella misma penetrara a lo más profundo de nuestro ser y nos revelara

las imperfecciones que tenemos en diferentes áreas de la vida, pero ¡ojo! Si Dios nos revela en su palabra

aquellas imperfecciones, es necesario que hagamos un cambio, las practiquemos y no hagamos a un lado las

advertencias que nuestro Dios nos hace.

Es a través del Espíritu Santo que podemos entender la palabra que trae libertad genuina a nuestra vida.

Debemos someternos a la misma y obedecer, poner todo nuestro esfuerzo para cambiar todo aquello que huele

mal, que está podrido en nuestro interior; desechar la inmundicia que llevamos arrastrada en nosotros y que

no permite que avancemos en la vida y no crezcamos espiritualmente.

Debemos tener clara nuestra posición en Cristo y no sentirnos más importantes que los demás. Si Dios mismo

nos ha promocionado o nos ha dado un don o habilidad, no es para humillar a otros, o enriquecernos con ello,

o sentirnos más poderosos. Todo lo que Dios nos ha dado debemos enseñarlo a otros o ayudarlos en sus

necesidades. Debemos dejar de ser religiosos y tener mucho cuidado de vigilar constantemente nuestras vidas

en oración y en el estudio de la palabra para que así no estemos jugando con la delgada línea de la

autosuficiencia, creyendo que no necesitamos de nuestro Dios para enfrentar las pruebas y las tentaciones.

PREGUNTAS LECCIÓN 2

1. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para hablar, tardo para oír, tardo para airarse.

Falso o verdadero.

2. Los que están llenos de , están totalmente para escuchar a la presentación de la .

3. ¿Qué debemos desechar para recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar

vuestras almas?

4. Pero sed hacedores de las obras, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Falso o

verdadero.

5. La palabra de verdad debe ser cuidadosamente con atención, y expondrá ante nosotros la

corrupción de nuestra , los desórdenes de nuestros y de nuestra .

6. La Palabra de Dios revela lo que hay por dentro, así como el espejo revela lo que aparece por fuera.

Falso o verdadero.

37

7. ¿Qué pasa con la persona que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella,

no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra?

8. ¿Por quién fue dada la ley de la libertad?

9. Cuando los hombres se esfuerzan por parecer más religiosos de lo que realmente son, es una señal de que

su religión es vana. Falso o verdadero.

10. Las falsas pueden conocerse por sus y falta de caridad.

LECCIÓN 3

Discriminación y buenas acciones

INTRODUCCIÓN

Dos asuntos importantes se tocarán en este capítulo, el trato que tenemos hacia otros y el fruto que arroja la

verdadera fe, es decir, las obras. Veremos cómo Santiago condena el pecado de hacer acepción de personas,

sobre todo entre creyentes, en la iglesia. Cuando una persona importante llega a nuestra congregación y la

tratamos con favoritismo, poniéndola en mejor lugar o dándole mejores beneficios que a los demás, siendo

que todos somos iguales.

Nos llama a recapacitar y a analizar que Dios ha escogido por algún motivo a los pobres de este mundo para

que sean ricos en fe, además de ser herederos del reino de Dios ya que los ricos pocas veces reconocen el

poderío de Dios y su trato con ellos. Es más son los ricos los que insultan el nombre de Dios y humillan a los

pobres de diferentes maneras. Al igual que nuestro señor Jesucristo, Santiago habla acerca de amar al prójimo,

a todas las personas, independientemente como sean estas.

Así nos hayan hecho daño, sean nuestros enemigos, o así amemos con todo nuestro ser; ya que si faltamos a

un solo mandato de la ley ya somos transgresores de esa ley, es decir, si no amo a mi prójimo ya soy culpable

38

de fallar a toda la ley, ¡tremenda obra que Jesucristo hizo por nosotros! Si Jesús con toda su obra paso por alto

toda nuestra maldad (abusos, rebeldías, necedades, pecados, inmundicias) solo porque nos ama y mostró su

misericordia con nosotros, aun cuando lo único que merecíamos era la muerte, él tuvo misericordia con

nosotros y ahora espera que nosotros también tengamos misericordia con nuestro prójimo.

Todo esto nos lleva al segundo asunto obviamente unido al primero. Si yo digo tener fe pero esa fe no se

refleja en obras, simplemente esa fe que digo tener está muerta. Si digo que tengo fe, que creo en Cristo y

toda esa maravillosa obra, y llega el momento de demostrar mi amor ayudando a mi prójimo en su necesidad

y no lo ayudo, simplemente mi fe es solo palabras vanas, es una fe superficial que no demuestra el dolor, el

deseo de ayudar a alguien que realmente necesita ayuda, es más, no estoy obedeciendo la palabra de Dios.

Todo lo que enseñan las escrituras desde su inicio hasta el fin debe ser la meta para todo creyente. Obedecer

su palabra es tener fe demostrado con las obras que surgen de mi deseo expreso de imitar lo que estás dicen.

Santiago dice que este tipo de fe además de estar muerta, es vana, es la clase de fe que tienen los demonios, ya

que estos creen en Dios, lo conocen, los creo; la diferencia es que al igual que algunas personas estos no

obedecen la palabra de Dios.

I. Cuando discriminamos a otros (Santiago 2:1-13)

“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.”

(Santiago 2:1 RVR1960)

Parece ser que uno de los problemas que más aqueja a la iglesia de todos los tiempos es la facilidad que

tenemos los creyentes de favorecer a unas personas más que a otras. Ya sea que esta tenga una posición de

autoridad, de poder, sea famoso, millonario, se vista mejor, tenga un trabajo bien remunerado, o incluso dones

y talentos extraordinarios. Siempre encontramos la manera de hacer a un lado a las personas que no tienen

“este tipo de características especiales.”

Es común ver hoy en día en nuestro círculo social cristiano que buscamos juntarnos a este tipo de personas y

de esta manera sentirnos nosotros también importantes frente a los demás. Es la “imagen” que queremos que

las personas vean siempre en nosotros, es decir, si nos juntamos a personas que tengan algunas de las

características mencionadas arriba nos sentiremos mejores que el común de las personas.

Como dice la Biblia Del Diario Vivir: “Actuamos asi porque preferimos identificarnos con las personas que

han tenido éxito y no con quienes han tenido un aparente fracaso. Lo ironico, como dice Santiago, es que los

supuestos triunfadores pudieron haber obtenido su estilo de vida ostentoso a nuestras expensas.”37

37 Biblia Del Diario Vivir, p.1891.

39

Santiago expresa claramente que nuestra fe en nuestro glorioso señor Jesucristo no debe contener

absolutamente nada de favoritismos hacia cualquier persona así este tenga la condición que tenga. Es

necesario que amemos y tratemos a todas las personas como nosotros quisiéramos que nos tratarán a nosotros.

“Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y

también entra un pobre con vestido andrajoso y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le

decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi

estrado ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?”

(Santiago 2: 2-4RVR1960)

Santiago nos da aquí un ejemplo práctico y que sucede muy a menudo en la iglesia. ¿Cuántas veces hemos

visto esto mismo en nuestras iglesias, en nuestra casa, en reuniones familiares y en todo tipo de eventos

sociales? La cultura o quizá la sociedad nos ha amoldado a comportarnos dando la prioridad a personas bien

vestidas, elegantes, con dinero; quizás pensando nosotros que son más importantes, pero es ahí donde nos

damos cuenta que estamos juzgando a las personas según la corriente del mundo, según principios puramente

humanos, egoístas y nos estamos olvidando de ver a todas las personas iguales.

Muchos aún no tenemos claro que la importancia de las personas y el éxito no se miden por lo mucho que

estas puedan poseer o saber, sino que Cristo nos enseña que el que quiera sentirse importante es aquel que se

dispone de corazón a servir a otras personas, a llevar a cuantas personas podamos al camino de la salvación,

del arrepentimiento, del cambio de vida (Mateo 20:27; Marcos 10:44; Mateo 20:26; Marcos 10:43).

Imaginemos por un momento esta escena. Mi pregunta sería ¿qué podría haber llegado a sentir aquel hombre

que llegó a esta congregación mal vestido y que fue menospreciado por las personas que lo hicieron a un lado

o que le dieron menos importancia que aquel que llegó bien vestido y al cual le dieron prioridad? Ahora

¿cuántas veces usted y yo hemos sentido ese mismo desprecio? O peor aún ¿cuántas veces hemos sido

nosotros los que hemos despreciado a otros por su apariencia?

Es necesario que reflexionemos acerca del trato que damos a las personas. Dios nos pedirá cuentas de todo lo

que hayamos hecho a los que quisieron acercarse a Él, si fuimos piedras de tropiezo impidiendo con nuestras

actitudes que otros vieran el amor de Dios reflejado en nosotros con actitudes de menosprecio y favoritismo

hacia los demás. ¿Cuántas veces hemos juzgado a otras personas simplemente por su apariencia? ¿Qué pasa

por nuestras mentes, cuando nos creemos con el derecho de hablar o pensar mal de otros? ¿Es que acaso

conocemos profundamente la vida íntima de las demás personas y su relación personal con Cristo como para

separar a las personas por grupos?

40

Que equivocados estamos cuando llega a nosotros una persona y nos dejamos engañar por lo que nuestros

ojos ven. Que lejos estamos de la verdad si juzgamos por lo poco que ven nuestros ojos, porque ellos ven lo

físico, el momento, lo superficial, pero no ven lo interno de cada persona (sufrimientos, alegrías, temores,

necesidades). Nuestros ojos no pueden medir la espiritualidad de nadie, ni saber las intenciones y

pensamientos del corazón. Nuestros ojos no ven las necesidades profundas del mundo, es más, ellos no

pueden ni siquiera evaluar la condición espiritual de una persona. Es necesario que a partir de hoy tengamos

mucho cuidado de dejarnos dominar por lo que nuestros ojos nos dictan y juzgar sin tener la menor idea de lo

que hay en el interior de la gente.

Hay un texto en las escrituras que habla precisamente de este tema y es cuando Dios le ordena al profeta

Samuel ungir a David, aquí vemos que Samuel tuvo dificultad para saber quién era la persona que Dios había

elegido para ser el Rey de Israel ya que Samuel evaluaba según lo que sus propios ojos veían: “Y Jehova

respondio a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque

Jehova no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que esta delante de sus ojos, pero Jehova

mira el corazon.” (1 Samuel 16:7 RVR1960).

Guy Woods en su Comentario sobre la Epístola de Santiago dice lo siguiente: “Es malo mostrar honor a

cualquier hombre simplemente porque tiene mejor ropa, vive en una casa de mayor pretension, o tiene una

cuenta en el banco mas grande. ¿Qué impulsa a la gente mostrar consideracion especial para con los ricos?

Usualmente el motivo es egoista. Hay pensamientos en el fondo de la mente con la idea de que algún dia

quizas sea necesario pedir favores de los ricos; y, por lo tanto, es conveniente agasajarlos. ¿Para qué

molestarse con los pobres? De todos modos, nunca podran hacer algo por nosotros. ¡Cuantos pecados

brotan simplemente por el egoismo!”38

“Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en

fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?" (Santiago 2:5 RVR1960)

Oíd quiere decir estar atentos, lo que Santiago va a expresar es realmente importante. Él está profundizando

su explicación acerca del tema y está enseñando lo que él mismo Jesús enseñara tiempo atrás. Dios mismo

eligió a los pobres de este mundo, es decir, los que no tienen los medios económicos para vivir de acuerdo a

como viven la mayoría de las personas según la corriente del mundo, los que no tienen dinero, estudios

profesionales, cosas tangibles como autos, casas y todo tipo de cosas materiales. Es a ellos que Dios escogió

para que sean ricos en fe, es decir, es más fácil para una persona que no tiene nada tener fe en Cristo y el

evangelio, que para una persona que lo tiene todo según las costumbres del mundo creer y tener fe en Dios.

38 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 72.

41

Cuando una persona lo tiene todo normalmente no ve la necesidad de Dios, casi siempre su orgullo por lograr

todo lo que se propone lo aleja de Dios. Mientras que los pobres de este mundo a diferencia de los ricos son

humillados constantemente por otros lo que los lleva a tener más necesidad física, emocional y espiritual y

esto los acerca más fácil a Dios. Su orgullo no es por creer que lo tienen todo y ser capaces de salir adelante

solos, más bien tienen que reconocer que necesitan de Dios para poder vivir.

Además, podemos observar la promesa que Dios tiene para los pobres: “tener fe y ser herederos de su reino

prometido para aquellos que lo aman”, y es que aquí también podemos ver en la práctica cristiana el amor a

los demás. Si yo hago acepción de personas simplemente el amor que decimos tener a Dios no se evidencia en

nuestro trato al prójimo, es decir, solo los verdaderos hijos de Dios aman a los demás y no muestran signos de

favoritismo con nadie.

“Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os

arrastran a los tribunales?” (Santiago 2:6 RVR1960)

¡Pero! Dice Santiago, hay un detalle nada pequeño en este caso, algo que sale a la luz, una acción que la

iglesia está teniendo en contra de los pobres y que está dañando el correcto testimonio que un creyente en

Cristo debe tener. La advertencia de Santiago es: ¡habéis afrentado al pobre! Algo muy grave, ya que Cristo

en todas sus enseñanzas estuvo a favor de los pobres, además cuando leemos las escrituras hay muchos

pasajes no sólo en el Nuevo sino también en el Antiguo testamento en el que se advierte la forma como se

debe tratar a las personas pobres (Salmos 72:13; Proverbios 22:22; 14:31; Amos 8:4; Salmos 35:10). Las

escrituras son muy claras a la hora de advertir a las personas poderosas cómo deben tratar a los pobres: “El

que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.”

(Proverbios 17:5 RVR1960).

Luego, Santiago habla acerca de cómo son los ricos los que oprimen a muchos con cargas de trabajo casi

imposibles de llevar a cabo, o con tasas de interés “usureras” por los préstamos que las personas piden, por

exageradas horas de trabajo, por mala remuneración salarial y por malos tratos físicos y emocionales a sus

empleados. Además que si estos no cumplían con su labor o su pago estos ricos los arrastraban a los

tribunales para quitarles prácticamente todo lo que les quedaba.

El comentario Bíblico Mundo Hispano lo expresa de la siguiente manera: “Afrentar, atimazo, significa

denigrar, injuriar, agraviar, insultar, ofender, deshonrar, insultar, sea de palabra o por medio de hechos.

Eso es lo que ellos han hecho con el pobre. El “vosotros” en la frase debiera interpretarse como incluyendo

tanto a los jueces con malos criterios como a los ricos. Ambos son los que injurian y denigran al pobre: los

jueces, por ser parciales, y los ricos, por oprimirlos y arrastrarlos a los tribunales. La violencia y la

42

arrogancia con que estos ricos operan es graficamente descrita con esta palabra “arrastrar”, utilizada en el

Nuevo Testamento siempre en situaciones violentas y relacionadas con juicios injustos”.39

“¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?” (Santiago 2:7 RVR1960)

Santiago se refiere aquí a los mismos ricos de los cuales viene hablando, aquellos que afrentan y oprimen a

los pobres y que también blasfeman el nombre del Todopoderoso, ¿qué significa la palabra blasfemar?

Veamos qué dice el Diccionario Expositivo VINE: “Blasfemeo (βλασφημεω), blasfemar, difamar o injuriar.

Se usa:

A. de una manera general, de cualquier forma, de hablar injuriosa, ultrajante, calumniante, como la de

aquellos que injuriaban a Cristo (Mateo 27:39; Marcos15:29; Lucas 22:65).

B. de aquellos que hablan despreciativamente de Dios o de lo sagrado (Mateo 9:3; Marcos 3:28; Romanos

2:24; 1 Timoteo 1:20; Apocalipsis 13:6; Mateo 26:65).”40

Es común observar que las personas poderosas o ricas y que en cierta forma influyen en medio de la sociedad,

son personas que hablan abiertamente en contra de Dios, en tono de burla, o se refieren a él con desprecio,

son personas que creen que lo que poseen ha sido adquirido por su personalidad, inteligencia y por sus propias

fuerzas, quitándole cualquier lugar que Dios pudiera tener en sus vidas, como dice el apóstol Pablo: “Pues

habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en

sus razonamientos, y su necio corazon fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios...”

(Romanos 1:21-22 RVR1960).

Si prestamos atención nos damos cuenta de que nosotros también hemos blasfemado el nombre de Dios con

nuestras acciones, ya que como dice Pablo muchas veces nos creemos sabios en nuestra propia opinión, nos

volvemos necios y hacemos a un lado a Dios en nuestras decisiones, nos envanecemos en nuestros propios

razonamientos y no glorificamos a Dios de forma debida. Dios debe ser lo más importante en la vida de un

creyente y por tanto el trato cotidiano que debemos tener con él es de respeto, sumisión, agradecimiento,

obediencia, amor, compromiso y reconocimiento en todos los aspectos de nuestra vida.

“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien

hacéis.” (Santiago 2:8 RVR1960)

Aquí el autor pone al lector en un momento de reflexión acerca de su obediencia a las escrituras. Él dice “si

en verdad” parece ser que lo que estos hermanos hacían es lo mismo que hoy en día hacemos nosotros,

hablamos mucho, enseñamos mucho, creemos mucho, pero aplicamos en nuestra vida diaria muy poco. Es

39 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 162.40 Diccionario Expositivo VINE, p. 608.

43

decir, medita por un momento y responde a esta pregunta, ¿si en verdad amas a Dios, guardas su palabra?

(Juan 14:23-24).

Si en verdad guardas la palabra entonces de seguro es porque amas a tu prójimo como te amas a ti mismo, y

ya sabemos que este amar del cual habla el autor no es solo amar a tu familia y a las personas que te rodean,

sino que también se refiere a todas las personas incluso aquellas por las que sientes celos, envidia, rabia y que

consideras tus enemigos o aquellas que te han herido, o te han lastimado y que te cuesta amar.

Además, amar a tu prójimo va más allá de besos y abrazos o compañía en momentos felices. Amar a tu

prójimo es cuidar de él en momentos difíciles como una enfermedad, la muerte de un ser querido, un

accidente, una separación, o cualquier clase de problema que este pueda tener, incluso si es necesario

desprenderte de lo que es tuyo para su beneficio. Si tú haces esto realmente estás yendo por buen camino, dice

el autor bien hacéis.

“pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como

transgresores.” (Santiago 2:9 RVR1960)

Es tan claro y tan sencillo lo que Santiago expresa en este verso, ¡si hacemos acepción de personas estamos

pecando! Y ante la ley seriamos automáticamente transgresores. Una sola vez que transgredemos la ley ya nos

hace culpables de quebrantar cualquier aspecto de la misma. No es como el dicho popular que dice “el que

peca y reza empata” ¡No! Va mucho más lejos que eso.

Debemos cuidar y obedecer todos los aspectos que las escrituras nos enseñan, como en este caso, no hacer

acepción de personas, como dice Plooy: “No debemos hacer distinciones entre mandamientos de la Ley, y

por eso tampoco entre las personas con las que vivimos. Los mandamientos de Dios no se pueden “cumplir

por separado”. Dios es uno, y su Ley es una. Asi también tiene que ser nuestra vida una sola, de personas

integras. El número “uno” es el prefijo de la fe judia, como testifica la antigua y única confesion de fe de

Israel: “Oye, Israel; Jehova nuestro Dios, Jehova uno es” (Deuteronomio 6:4).” 41

Hoy en día es tan fácil caer en esta práctica. Aún en la iglesia podemos observar cuanto y cuán a menudo lo

hacemos. Cuantos grupos cerrados tenemos en nuestras iglesias y en los cuales no permitimos que entren

personas diferentes a nosotros o nuestro grupo. Hacemos que sea difícil para un nuevo creyente sentirse parte

de esta nueva familia o ingresar a ser parte de algo nuevo que le permita a esta persona cambiar su vida, ver

que en el evangelio realmente puede encontrar diferencias con la sociedad que nos rodea y que realmente vale

la pena pertenecer a la iglesia de Cristo.

41 Plooy, C.P, La Epístola de Santiago, la Fe que actúa, p. 32.

44

Pero nosotros hacemos todo lo contrario, les cerramos la puerta a las nuevas personas y creamos normas y

códigos para comportarnos como “cristianos” que nada tienen que ver con lo que la palabra de Dios nos está

enseñando. Ningún creyente tiene la autoridad de juzgar a una persona y hacerla a un lado, como si esta no

mereciera el evangelio de Cristo. Todos los seres humanos que vivimos en esta tierra tenemos la misma

oportunidad de conocer la verdad que Cristo vino a enseñarnos y que ahora nosotros como creyentes tenemos

la responsabilidad de mostrar al mundo.

“Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.”

(Santiago 2:10 RVR1960)

Para obedecer todo lo que dice la Biblia es necesario creer en aquel que la escribió. Es necesario estar

enamorado de aquel que nos dio esperanza de una vida nueva y debe estar completamente apasionado por

vivir lo que está dice, de lo contrario es imposible obedecer algo que no creo, que no amo y por lo cual no

estoy apasionado.

Ahora, Santiago hablaba a aquellos hombres que eran bien estrictos en cumplir al pie de la letra todo lo que

decía la ley en público pero que sabían que en lo secreto, en lo íntimo de su corazón ellos no cumplían. Solo

se mostraban perfectos frente a la gente pero ante Dios que todo lo ve, eran igual de pecadores a todos, con lo

que dice Santiago, este tipo de hombres no podían tener excusa, ya que con una sola cosa que fuera

transgredida eso hacía que fueran culpables no de un solo pecado sino de todo lo que la ley abarca.

“Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes

adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.” (Santiago 2:11 RVR1960)

Volvemos al punto, aquel que dijo no cometerás adulterio, fue el mismo que dijo no matarás. No es un dios

diferente, creado por hombres. Es el mismo Dios todopoderoso que creó los cielos y la tierra, que creó al

hombre y le dio un propósito de vida y además a pesar de su insistente pecado y rebeldía trazó un plan de

salvación para que este no se perdiera por la eternidad. Así que cada uno de los mandatos dados por Dios no

podemos separarlo como si fueran cosas aparte. Todos los pecados e incumplimientos de la ley por más que

parezcan diferentes afectan la integridad y propósito del hombre que lo práctica.

Es ahí en donde encontramos un vacío en nuestra práctica cristiana ya que solemos pensar que como no

practicamos o no incumplimos literalmente ninguno de los mandamientos del señor todo está bien en nuestra

vida, pero nos engañamos cuando no profundizamos y analizamos cada uno de los mandatos y vemos que en

los detalles, en cosas que pensamos inofensivas (mentira, chisme, celos, envidia, hablar mal de los demás,

fantasías en nuestra mente, pensamientos de todo tipo) estamos incumpliendo la ley, ya que como decía el

45

mismo Pablo: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que

juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.” (Romanos 2:1 RVR1960).

“Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.” (Santiago 2:12

RVR1960)

Seremos juzgados por la ley de la libertad, la ley de Cristo. Él nos ha hecho libres de la maldición de la ley

hecho por nosotros maldición, porque está escrito, maldito todo aquel que es colgado en un madero (Gálatas

3:13). Si Cristo por amor a nosotros aun siendo rebeldes dio su propia vida y murió colgado a un madero.

¿Cuánto más podemos hacer nosotros que ahora conocemos la verdad y podemos ser luz al mundo entero?

Incluso dando nuestra propia vida si fuera necesario por llevar el evangelio a donde más podamos, teniendo la

oportunidad de mostrar ese mismo amor que Cristo mostró, amando a nuestro prójimo. Como dice Henry

Matthew en su comentario: “Conforme al pacto de obras, transgredir cualquier mandamiento pone al

hombre bajo condenacion, de la cual ninguna obediencia lo puede librar, sea pasada, presente o futura. Esto

nos muestra la dicha de los que estan en Cristo. Podemos servirle sin miedo esclavizante. Pero Dios

considera que es su gloria y dicha perdonar y bendecir a los que pudieran ser condenados con justicia en su

tribunal; y su gracia enseña que los que participan de su misericordia, deben imitarla en su conducta.” 42

“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa

sobre el juicio.” (Santiago 2:13 RVR1960)

Una de las enseñanzas en las que más se hizo énfasis por parte de Jesús fue en ser misericordiosos con las

demás personas. A pesar del mal que pudiera haber hecho siempre había una respuesta amorosa, una actitud

perdonadora y misericordiosa. Aquí Santiago también enfatiza la misericordia, si tú no has sido

misericordioso con las personas con las que has tenido que tratar, no esperes que Dios tenga misericordia

contigo cuando la necesites, y no digas que nunca la necesitaras, porque ninguno de nosotros podemos decir

con seguridad que estemos libres de pecado, y para estarlo necesitaremos misericordia de parte de Dios.

Como dice la Biblia del Diario Vivir: “La gracia de Dios no elimina nuestra necesidad de obedecerle; le

otorga a la obediencia un nuevo fundamento. La ley no es mas un conjunto de reglas externas sino la ley de

la libertad, la que con gozo y buena voluntad podemos acatar, porque amamos a Dios y porque obra en

nosotros el poder del Espiritu Santo para cumplirla. Nuestros pecados son perdonados solo por la

misericordia de Dios. No podemos ganar perdon por perdonar a otros. Pero cuando nos resistimos a

perdonar a los demas después de haber sido perdonados, demostramos que no entendemos o no apreciamos

la misericordia de Dios hacia nosotros (véanse Mateo 6:14, 15; Efesios 4:31-32).” 43

42 Matthew Henry. Comentario Bíblico, p. 21.43 Biblia Del Diario Vivir, p.1892.

46

¿Eres tú de los que entienden y aprecia la misericordia que Dios ha tenido con tu vida, o eres de los que

juzgan a los demás y los aísla creyendo que nadie más merece misericordia?

II. La fe sin buenas acciones está muerta (Santiago 2:14-26)

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe

salvarle?” (Santiago 2:14 RVR1960)

Entramos aquí a un tema que ha sido motivo de discusión entre teólogos durante mucho tiempo y este es que

una persona que dice tener fe debe demostrarlo en su vida diaria con las obras, pero Pablo en Romanos habla

acerca de que el hombre es justificado por su fe sin necesidad de hacer las obras de la ley (Romanos 3:28).

La Biblia del Diario Vivir habla acerca de este tema lo siguiente: “A primera vista, este versiculo parece

contradecir lo que dice (Romanos 3.28): “El hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley”. Una

investigacion profunda, sin embargo, muestra que las enseñanzas de Santiago y Pablo no se contradicen.

Mientras que por un lado es verdad que nuestras buenas obras no podran darnos salvacion, por otro lado, la

verdadera fe siempre resulta en una vida transformada y en buenas obras. Pablo habla en contra de quienes

procuran ser salvos por las obras y no por la verdadera fe. Santiago habla en contra de quienes confunden la

simple aprobacion intelectual con la verdadera fe. Después de todo, aun los demonios saben quién es

Jesucristo, pero no le obedecen (2:19). La verdadera fe implica una entrega total de su ser a Dios." 44

No debemos excusarnos con ninguna de las dos vías descritas anteriormente ya que es cierto que ambos

escritores atacaban las actitudes de estos dos tipos de personas que tenían un concepto errado acerca de la fe.

Santiago es completamente claro cuando dice ¿de que aprovechara si alguien dice que tiene fe, pero no la

demuestra con sus obras? Ya que cuando una persona tiene fe en Cristo y toda la obra que esto conlleva, la

persona es transformada en su interior y esta transformación se ve evidenciada en un cambio externo

individual y con los demás. Automáticamente esta persona comienza a hacer cosas que antes no hacía, a estas

cosas se les llama “obras” cuando tú comienzas desinteresadamente y honestamente a tener la necesidad de

ayudar a otros en cualquier aspecto es porque esas obras están demostrando que tú fe en Cristo es verdadera y

se evidencia en todo lo que haces cada día.

“Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y

alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias

para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?” (Santiago 2:15-16 RVR1960)

44 Ibid, p. 1892.

47

Esto es muy común no sólo hoy en día sino al parecer según Santiago en el tiempo que escribió esta epístola,

y es que la naturaleza humana en cualquier época de la historia ha sido siempre egoísta. Buscamos siempre

nuestro beneficio y el de nuestros seres queridos pero muy rara vez miramos hacia afuera. Nuestra cultura y

educación nos lleva a ser tan individualistas que por más que veamos en una calle o aún en la iglesia a una

persona o a una familia con necesidad del mantenimiento de cada día (aseo personal, comida, un techo donde

descansar, dormir, ropa, entre otros) no la ayudamos.

Y seamos sinceros, si administráramos correctamente el salario o el dinero que Dios nos provee cada día,

alcanzaría no sólo para el mantenimiento de nosotros y nuestra familia, sino que alcanzaría también para

ayudar a los que no pueden por algún motivo tener dinero. El problema es que siempre queremos tener más de

lo que poseemos. Nos dejamos deslumbrar por la gran cantidad de cosas que se venden hoy en día y que la

gente corre a comprar pero que en realidad muchas veces no se necesita y terminan en un rincón de la casa

empolvándose.

Siempre queremos tener más solo para sentirnos más poderosos, en mejor posición social, o simplemente

porque creemos que lo necesitamos. Con esto nos estamos quitando la oportunidad de ayudar a otras personas

que no son menos importantes que nosotros, porque esto no tiene nada que ver con si eres o no eres más

importante, o mejor que el otro. Simplemente Dios pone a nuestro alrededor personas que tendrán más o

menos que nosotros para medir nuestra fe y así saber si esta es real o es simplemente solo palabras.

He podido observar y darme cuenta que en la iglesia de hoy es muy común este problema. Por ejemplo la

visita de un pastor o un líder a la casa de un miembro de la misma y que está en estas condiciones. El Pastor o

líder dan todo un discurso Bíblico, una grandiosa enseñanza, luego procede a orar por las necesidades que son

evidentes en este hogar, pero el siguiente paso es decir: Dios te dará lo que te hace falta, ¡pero tú no le das

nada!, no lo ayudaste a saciar la necesidad que sé que tú podrías haber saciado porque tenías los medios para

poder ayudar.

Creemos que una palabra o una oración resolverá el problema de los demás, y sí, es cierto la palabra y la

oración tienen un poder tremendo, pero tú en ese caso eres portador de bendición, eres un instrumento que

debe dejarse usar para ayudar a esa persona en su necesidad, Dios nos ha dado provisión para ayudar en las

necesidades que tienen los demás.

“Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:17 RVR1960)

Santiago primero nos da un ejemplo claro acerca de lo que produce la fe en la vida de los creyentes, es decir

el fruto. Ahora va al concepto: si la fe no tiene obras, está muerta, no sirve para nada. Aquí debemos

detenernos y pensar acerca de esto, miremos nuestra propia vida y seamos sinceros, ¿hay obras en nuestra

48

vida diaria que evidencien nuestra fe en Cristo y la transformación que está haciendo en nosotros? Y si ¡No!

¿Qué vamos a hacer para cambiar esta situación?

Guy Woods dice acerca de esto: “Asi como uno que esta en necesidad y con hambre, no puede tener

provecho de palabras amables y hermosos discursos, tampoco hay bendicion alguna en fe que no impulsa a

los fieles a la obediencia de los mandamientos del Señor. Probamos que nuestros buenos deseos son

genuinos cuando los traducimos a obras doradas de misericordia y buena voluntad; y probamos nuestra fe

cuando somos obedientes a la voluntad de aquel cuya palabra impulsa a la fe.” 45

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe

por mis obras.” (Santiago 2:18 RVR1960)

Aquí Santiago se adelanta a cualquier justificación que pueda tener lugar, dos puntos de vista. El primero, el

que tiene fe mostrando esa fe sin obras. El segundo, que tiene obras y muestra su fe por esas obras.

Recordemos que la fe es la confianza en la esperanza que Cristo nos da para la vida eterna y el cumplimiento

de sus promesas para avanzar con un propósito de vida, creer que lo que él ha dicho se cumplirá así no lo

veamos.

El Diccionario Expositivo VINE define la fe de la siguiente manera: “Los principales elementos en la fe en

su relacion con el Dios invisible, en distincion a la fe en el hombre, quedan especialmente expuestos con la

utilizacion de este nombre y de su verbo correspondiente, pisteuo; son: (1) una firme conviccion, que

produce un pleno reconocimiento de la revelacion o verdad de Dios (2 Tesalonicenses 2:11-12); (2) una

rendicion personal a Él (Juan 1:12); (3) una conducta inspirada por esta rendicion (2 Corintios 5:7). Según

el contexto, uno u otro de estos elementos se destacan mas. Todo ello esta en contraste con la creencia en su

puro ejercicio natural, que consiste en una opinion mantenida de buena fe sin referencia necesaria a su

prueba. El objeto de la fe de Abraham no era la promesa de Dios; ello fue la ocasion de su ejercicio. Su fe

reposaba en el mismo Dios (Romanos 4:17, 20, 21).” 46

Como expresan los tres puntos anteriores, sí tengo una firme convicción que produzca que reconozca la

revelación de Dios, una rendición personal a Él y una conducta inspirada por esta rendición es lógico y natural

que se produzcan buenas obras, buenas respuestas de nuestro interior, de nuestro carácter, de nuestros actos,

de nuestras palabras, de nuestra comunicación con los demás y de nuestra conducta. Al mezclar estos tres

aspectos, esto resultara en deseo intenso de obedecer lo que Dios manda en su palabra.

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.” (Santiago 2:19

RVR1960)

45 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 92.46 Diccionario Expositivo VINE, p. 978.

49

Santiago continúa, si tú crees que tienes fe sin necesidad de las obras, está bien, igual que tú hay muchos otros

que practican lo mismo, se unen los demonios que creen. Porque recordemos que ellos fueron creados por

Dios para adorarle y al igual que nosotros deben rendir cuentas al Dios todopoderoso. Pero aun conociéndolo

y dándole gloria se rebelaron contra El, pero saben quién es Él y le temen.

Si tú crees en esta opción estas igual que los demonios que creen, pero no le obedecen, es decir tu fe está

muerta y no sirve de nada, es vacía, no produce frutos, no da el resultado que produce la verdadera fe. Guy

Woods habla acerca del tema lo siguiente: “Debe de observarse que la clase de fe que los demonios tienen es

exactamente la que Santiago declara ser sin provecho, la fe que no se expresa en la obediencia humilde a los

mandamientos del Señor. Los demonios creen, pero no obedecen; los que ejercen la fe, sin las obras, asi

exhiben la misma clase de fe inútil que los demonios tienen. Ellos saben que estan perdidos; y tiemblan por

su inevitable destruccion. No hay mas esperanza para los que solo dependen en su fe como base de la

salvacion que hay para los demonios.” 47

“¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?” (Santiago 2:20 RVR1960)

El autor realiza ahora una pregunta tal vez intencional, para dejar con ella implícita una respuesta clara y

contundente y luego pasar a dar ejemplos de la historia Bíblica. Él dice hombre vano, es decir, un hombre que

tiene creencias vacías, sin sustento, que no se ha detenido a evaluar el concepto de fe en su vida, la estructura

y las bases de su “creer” en Dios tan superficial como para pensar o creer que no necesito que las obras se

evidencien como fruto de una nueva vida en Cristo, de una vida transformada que solo quiere obedecer lo que

el Salvador a requerido.

Como dice Guy Woods: “El que hace el intento de razonar que la fe es aparte de las obras, esta vacio en la

cabeza, sin aquellas cualidades que son esenciales para un razonamiento apropiado. La fe, aparte de las

obras, es fe solamente. Tal fe es “vacia”, (erge, no productiva), porque esta muerta. Lo que esta muerto, no

puede producir; y, es asi, infértil. Anteriormente, y en mucho detalle, Santiago muestra que la fe, sin obras,

esta muerta; aqui, él indica que esta sin una evidencia externa de vida (productividad) que demuestra que la

vida existe (Santiago 2:17, 20). La clase de fe aqui descrita, fe aparte de las obras, es la clase que el mundo

sectario impulsa que es la que salva. Por lo contrario, las Escrituras, establecen el hecho de que las manos

de la persona ejerciendo tal fe, ¡no tiene fruto alguno!”48

“¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el

altar?” (Santiago 2:21 RVR1960)

47 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 96.48 Ibid, p 98.

50

Aquí pasa el autor a dar ejemplos reales trayendo a memoria las obras de los antiguos hombres de Dios que

creyeron aún sin poder ver lo que Dios les estaba prometiendo. Es el caso de Abraham nuestro padre y

específicamente cuando en obediencia ofreció a su hijo, el hijo de la promesa a Isaac sobre el altar para ser

sacrificado. Este es un gran ejemplo de justificación por obras; y que más fe que de la que venimos hablando

a lo largo del capítulo, si Abraham no creyera de verdad en Dios y en lo que le prometió no habría tomado tal

decisión tan radical, tan ilógica.

Abraham no pensó en lo ilógico que tal vez pudiera parecer este mandato, el simplemente confió. Estaba

rendido ante aquel que era su Dios. En su vida no había duda que Dios respondería a su promesa de alguna

manera, es decir, vemos que Abraham reconoció la revelación, la verdad de Dios, tenía una rendición

personal a Él y su conducta. Debido a esa rendición hacía que su fe fuera firme, aún ante cualquier

circunstancia desalentadora.

“¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” (Santiago

2:22 RVR1960)

Aquí pasa ahora a explicar lo que sucedió internamente en Abraham y la manera como fue expresado de

forma exterior con las decisiones que este tomo. Santiago dice que la fe actúa juntamente con las obras,

ambas están enlazadas, unidas; no puede ir la una sin la otra, eso sí, primero la fe y luego las obras que son el

fruto intrínseco de la fe. Además la fe es perfeccionada a través de las obras, estas son las que hacen que la fe

crezca, se fortalezca y se establezca en la vida del creyente. Como dice Warren Wiersbe: “Su obediencia a la

Palabra fue evidencia de su fe en la Palabra. Su fe se perfecciono (maduro) en su acto de obediencia.” 49

Podríamos pensar por un momento ¿cuántas veces en nuestra vida se ha evidenciado la fe que decimos tener

al obedecer la palabra de Dios en alguna situación que hemos tenido que enfrentar? Es supremamente

importante entender que obedecer la palabra es vital en nuestra vida cristiana. Esto hace que haya una

evidencia en nuestra vida que diga que realmente la fe en nosotros está viva y al estar viva produce los frutos

de las obras. Nuestra fe se perfecciona cuando obedecemos la palabra (las obras) no una vez, no por una

semana, sino en todo nuestro caminar con Cristo, hasta que Él nos llame a su perfecta gloria.

“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado

amigo de Dios.” (Santiago 2:23 RVR1960)

Si analizamos por un momento podemos observar que todo lo que las escrituras dicen es verídico, se ha

cumplido y lo poco que falta por cumplirse, se cumplirá, como dice el autor de Hebreos “la palabra es viva y

49 Wiersbe, Warren. W, Bosquejos Expositivos de la Biblia, p. 795.

51

eficaz...” (Hebreos 4:12). No existe ni existirá jamás un libro, un texto que sea tan creíble, certero e infalible

como la Biblia. Si hay algo que este escrito en ella tenlo por seguro que así fue, así ha sido y así será.

El acto de obediencia de Abraham marco la historia y sirvió de ejemplo para todos los que somos después de

él. Para Abraham este acto le fue contado por justicia, tal como hoy en día somos justificados por la fe en

Cristo. Aquel que cree en El y en la obra que hizo por nosotros nos justifica y recibimos redención por

nuestros pecados. Además fue llamado amigo de Dios. Que privilegio tan enorme ser llamado amigo de Dios,

de hecho en la Biblia solamente se nombra a Abraham como amigo de Dios.

El comentario Bíblico Mundo Hispano dice lo siguiente acerca de en quien se sustenta la fe: “La fe verdadera

se muestra en obras, pero no se sustenta en ellas para la justificacion, sino en Dios, el dador de la fe (Efesios

2:8), y en Jesucristo, el “autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2). Si la fe se sustentara en nosotros

mismos, entonces dejaria de ser una obra de amor y se convertiria en una obra de la ley por la cual se

presume ganar el cielo. Pero el cielo no se gana, es un don libre de Dios, una gracia eterna que solo tiene a

Dios como su autor y dador, aquel que dijo “Tendré misericordia del que tendré misericordia y me

compadeceré del que me compadeceré” (Éxodo 33:19; Romanos 9:15). La salvacion y la justificacion

dependen exclusivamente de la gracia y la misericordia de Dios. Solo Dios garantiza la salvacion.”50

“Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.” (Santiago

2:24 RVR1960)

A través de todo lo que ha dicho Santiago hasta ahora, nos damos cuenta de la evidencia que el hombre es

justificado por una fe que produce obras como dice el Comentario Bíblico Mundo Hispano: “La fe que

justifica es aquella que puede mostrarse en obras de amor. Si no hay obras, no hay fe que justifica. De modo

que no es solamente por la fe, porque la fe necesita evidenciarse a través de las obras. La prueba que

Santiago no desprecia la fe es esta palabra solamente. La salvacion, diria Santiago, es por la fe, pero no

solamente por la fe, sino por las obras que demuestran la verdadera existencia de esa fe como compromiso

total con Dios.”51

“Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y

los envió por otro camino?” (Santiago 2:25 RVR1960)

Este es el último ejemplo que utiliza el autor de esta epístola para dejar de una vez por todas claro el asunto

que estamos tratando. Ahora, el turno es de Rahab la prostituta que fue justificada por fe que produce obras

cuando recibe, esconde y envía a los mensajeros por otro camino. Además si analizamos por un momento

Rahab era prostituta y no pertenecía al pueblo de Dios, es decir, no había la más mínima posibilidad hablando

50 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 172.51 Ibid, p. 172.

52

en términos humanos y lógicos, que ella fuera salva y mucho menos que de su descendencia proviniera el

Mesías. Pero, sin importar todo esto, ella creyó en Dios, tomó una decisión y sin mirar su condición, su vida

fue transformada y cambio el rumbo de sus futuras generaciones.

¡Esto es fe por obras! Aun cuando no existía la más mínima posibilidad de que pudiera ser aceptada, Dios

hizo lo imposible. No hay excusa, ni condición humana que haga pensar a alguien que no puede formar parte

del pueblo de Dios; es más, hoy en día todos aquellos que creemos en Cristo somos adoptados como sus hijos,

aun cuando no pertenecíamos al linaje original del pueblo de Dios.

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Santiago

2:26 RVR1960)

Esta debe ser quizás la mejor manera de terminar este capítulo, Santiago usa aquí una analogía utilizando el

cuerpo y el espíritu. Él dice que el cuerpo que no tiene espíritu evidentemente está muerto, no hay evidencia

de vida en él, ya que no reacciona a ningún estímulo externo que pueda hacerse, no puede haber movimiento,

no puede expresar nada, simplemente no sirve para nada.

De esta misma manera dice Santiago la fe sin obras está muerta, el Comentario Bíblico Mundo Hispano

señala: “Un cuerpo sin espiritu pareciera que tiene vida, pero no la tiene. Asi es la “fe” que se declara, pero

que no se muestra en acciones de amor. Parece viva, pero esta muerta. Parece algo que no es. Asi también

era la iglesia de Sardis, a la cual el Señor en el Apocalipsis dice: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre

de que vives, pero estas muerto” (Apocalipsis 3:1). Asi también, la fe que no se demuestra en obras esta

muerta (Santiago 2:14, 17, 20).”52

CONCLUSIÓN

Que valiosos temas se han tratado en este capítulo. Nos hace reflexionar acerca de nuestro comportamiento en

diferentes lugares y con diferente gente. Muestra lo que hay en el interior de nuestro corazón y revela las

actitudes diarias que tenemos con nuestro prójimo. Nos hace recordar que amar al prójimo como a mí mismo

es un mandamiento y encierra mucho de lo que hacemos como humanos en el camino diario de la vida. Nos

hace ubicarnos en las escrituras dejando a un lado la corriente del mundo que nos dice que solo debemos

pensar y luchar por nuestro propio futuro y que cada uno verá cómo sale adelante.

Nos recuerda el amor que Dios tuvo por nosotros entregando a su único hijo para que muriera, para que

tomará el lugar que nos correspondía a nosotros (ya que la paga del pecado es la muerte) teniendo

misericordia y perdonando toda maldad. Ahora a los que creen les dio el derecho de ser hijos suyos; entonces

52 Ibid, p.172.

53

¿Por qué si Dios nos perdona y nos tiene misericordia, nosotros no tenemos misericordia con nuestro

prójimo?

La fe que se evidencia en obras abre los ojos de nuestro entendimiento para darnos cuenta de que no es

suficiente solo creer en Dios, creer en sus promesas, creer en la obra de Jesucristo y ¡no actuar!. Santiago dice

que hasta los demonios creen en esto y tiemblan de miedo porque saben el resultado eterno de su

desobediencia a Dios. Así mismo existen personas que creen que no son necesarias las obras para demostrar

la fe que tengo, pero Santiago desbarata esa creencia demostrando que si no hay obras de obediencia en mi

vida de fe, esa fe está muerta, es vana, superficial, esa fe no sirve para nada, es vacía.

La verdadera fe produce frutos y esos frutos son las obras que vienen automáticamente cuando me he rendido

a Cristo, cuando el verdadero creyente tiene una firme convicción y reconoce la verdad de Dios (Su palabra)

se rinde a Él y esto produce una conducta inspiradora que resulta en esas obras que habla Santiago.

PREGUNTAS LECCIÓN 3

1. Discriminar a otras personas es parte de la práctica de nuestra fe en Cristo. Falso o verdadero.

2. ¿Qué es lo que mira Jehová en el hombre?

3. ¿A quiénes a escogido Dios para que sean ricos en fe y herederos de su reino?

4. El que escarnece al afrenta a su ; Y el que se alegra de la no quedará sin castigo.

5. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Falso o verdadero.

6. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. F o V.

7. Conforme al pacto de obras, transgredir cualquier mandamiento pone al hombre bajo , de la cual

ninguna obediencia lo puede , sea pasada, presente o futura.

8. La gracia de Dios no elimina nuestra necesidad de obedecerle. Falso o verdadero.

9. cuando nos resistimos a a los demás después de haber sido , demostramos que no

entendemos o no apreciamos la de Dios hacia nosotros.

10. Santiago enseña que la fe se puede demostrar aparte de las obras. Falso o verdadero.

LECCIÓN 4

Controlando la lengua (Santiago 3:1-12)

INTRODUCCIÓN

Este capítulo habla acerca de la lengua que es uno de los miembros más pequeños de nuestro cuerpo, casi

imposible de dominar y que es capaz de destruir a otros y crear guerras. Bien, Santiago aborda el tema con

varios ejemplos que sirven al lector de ayuda para darse cuenta del poder que tiene este pequeño miembro y la

responsabilidad que tenemos todos los creyentes de dominar con la ayuda del Espíritu Santo ya que Él es el

único que puede transformarnos para poder cambiar aquello que en nuestras fuerzas es imposible.

54

Veremos a través del capítulo como la lengua realmente es un mundo de maldad que arroja “el veneno” para

herir y ofender a aquella persona que no nos cae muy bien, o que odiamos, envidiamos etc. Nos daremos

cuenta que lo que hay guardado en nuestro corazón eso es lo que expresamos con nuestra boca.

El hombre ha logrado a través de la historia dominar todas las especies animales, conseguir que están le

obedezcan. Ha logrado con creatividad inventar cosas que sirven para la producción en diferentes áreas como

el desarrollo industrial, tecnológico, científico, educativo, medicinal, entre otros, pero no logra de ninguna

manera dominar su lengua, refrenarla para no hacer mal con ella y dañar a otros.

Santiago nos lleva a reflexionar acerca de lo hipócritas que podemos llegar a ser ya que usamos nuestra boca

para bendecir y alabar a Dios pero al prójimo lo maldecimos y ofendemos con esa misma boca, esto es algo

que no está bien y que debemos cambiar. No puede de la misma boca salir bendición y maldición. Además

que si decimos amar a Cristo, creer en El y seguir sus pasos, nos estamos engañando a nosotros mismos ya

que si ofendemos con nuestras palabras a los demás no estamos amando a nuestro prójimo y este es uno de los

mandamientos más importantes que nos ha dado el Señor.

“Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor

condenación.” (Santiago 3:1 RVR1960)

Santiago da inicio a este capítulo y a este tema dando un consejo a todos sus amados, a todos los hermanos, a

toda la iglesia. Su consejo es que no todos aspiren a ser maestros. Y es que ser maestro en casi todas las

épocas de la historia ha sido un oficio y una labor respetable que requiere de mucho estudio, de mucha

lectura, de mucho análisis, de mucha reflexión; en fin, es una labor que agota, que fatiga a la carne

(Eclesiastés 12:12) pero que trae grandes beneficios ya que este tipo de persona crece mucho en

conocimiento, por lo cual puede enseñar a otros con claridad y autoridad sobre el tema que domina.

El problema que surge de este oficio es que algunos maestros piensan que adquiriendo ese conocimiento

pueden sentirse por encima de los demás, llegando a tratarlos como ignorantes. Pueden llegar a sentirse más

sabios en su propia opinión y en su desenvoltura intelectual y no se dan cuenta de la responsabilidad que lleva

encima un maestro. El maestro es una influencia directa para todos sus receptores; todo lo que un maestro

dice es tomado por la gente como verdadero, no se refuta.

Las personas confían en lo que un maestro enseña porque se supone que pasó muchos años adquiriendo las

destrezas y las herramientas para enseñar lo que sabe, por tanto no se dan cuenta que lo que salga de su boca

va a ser juzgado por Dios, Él va a medir cada palabra que como maestros hallamos dicho a aquellas personas

que sedientos por conocer la palabra de Dios se acercaron a nosotros para adquirir sabiduría.

55

Santiago no duda en decir que los maestros seremos juzgados con más severidad que los demás; más

estrictamente, porque son muchas las personas que un maestro influye a lo largo de la vida. Si enseñamos el

camino correcto no tendremos porque preocuparnos, pero si enseñamos incorrectamente la palabra,

confundiendo y siendo mal testimonio a otros nos tendremos que ver de frente con un juicio terrible delante

de Dios.

Tenemos que pensar muy bien cada palabra que salga de nuestra boca hacia nuestros oyentes ya que cada una

de ellas podría traer herejía o confusión, haciendo que alguien se aparte de Dios. A esto se refiere Santiago

cuando dice: piensen mejor antes de tomar la decisión de volverse o creerse maestros, porque lo que enseñen

y como conduzcan a la gente les será juzgado por el mismo Dios.

“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz

también de refrenar todo el cuerpo.” (Santiago 3:2 RVR1960)

Aquí el autor no deja a nadie por fuera, no hay persona sobre la faz de la tierra que no haya ofendido a

alguien. Santiago dice “porque todos ofendemos muchas veces”. Lo peor de todo es que Santiago no dice:

porque todos ofendemos una vez en la vida ¡No! Él dice “muchas veces”, tampoco dice: “porque algunos

ofenden muchas veces” ¡No! Él dice: “Todos”, aun siendo maestros ofendemos, no hay categoría de personas

que estén excluidas de esta frase.

Pienso que todo creyente en cierta medida es un maestro porque un creyente escudriña, estudia, profundiza,

medita, memoriza y “enseña” las escrituras, la palabra de Dios; es más, un creyente tiene la responsabilidad

de enseñar a los nuevos creyentes, de dirigirlos por el camino recto que enseñan las escrituras (Mateo 28:19-

20). Santiago es claro diciendo: ¡cuidado! si quieres de verdad, con sinceridad enseñar a otros ten en cuenta lo

que puede suceder, la responsabilidad tan grande que esto conlleva.

Ahora, Santiago dice que un varón perfecto, un varón que puede refrenar todo su cuerpo es aquel que no

ofende en palabra, pero ¡un momento! No acaba Santiago de exponer en la anterior frase que ¿todos hemos

ofendido muchas veces? Bueno, está es la meta a la cual todos los creyentes debemos apuntar. Si primero

refrenamos lo que decimos, no ofendiendo a los demás, conseguiremos más fácilmente dominar el resto de

nuestro cuerpo y entonces, solo entonces, estaremos alcanzando un nivel de perfección como del que habla

Santiago.

Plooy hace un comentario acerca de este tema: “Si nuestra fe viva se revela en obras, debemos empezar con

nosotros mismos. ¿Y qué hay mas cercano que la lengua en nuestra boca? No olvidemos que las palabras

56

también son hechos.” 53 Es cierto, si estamos hablando que nuestra fe se revela a través de las obras, pues que

más ejemplo práctico que lo que a diario decimos y enseñamos a los demás, si decimos tener fe y obras,

miremos en nuestro interior y pensemos a quienes estamos ofendiendo con lo que decimos o con lo que

enseñamos.

“He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así

todo su cuerpo.” (Santiago 3:3 RVR1960)

El autor de la epístola nos da un ejemplo común y que en la época era muy practicado entre las personas (hoy

en día también, pero solo en algunos lugares además del campo) poner freno al caballo es algo que se ha

hecho desde hace muchos siglos. La función que desempeña el freno en un caballo es darle instrucciones para

que haga los movimientos que nosotros necesitamos, dependiendo de la fuerza con que ejecutemos al freno, el

caballo responderá de la misma manera con la misma fuerza.

La cuestión aquí es que al domador no le causa ningún dolor, mientras que al caballo le está produciendo un

dolor terrible y además dependiendo del material del freno y el grosor de este será peor el tormento para el

animal. Aún así el ser humano logra dirigir al caballo y darle las instrucciones requeridas sin importar cuánto

dolor produzca en este. Ahora, Santiago toma este ejemplo para darnos a entender que necesitamos poner

urgentemente un “freno” a nuestra lengua, para dominar lo que decimos y así no hacer daño y ofender a los

demás, ¿cuánto dolor podrá ocasionar en nuestra vida, poner un freno a nuestra boca? Es que ¿acaso nuestro

cuerpo sufre cuando decidimos callar para no ofender al prójimo? ¿Es posible poner un freno a nuestra

lengua?

“Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con

un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.” (Santiago 3:4 RVR1960)

En esta ocasión Santiago nos lleva a analizar lo que sucede con los barcos, grandes embarcaciones que sirven

como medio de transporte, imponentes, que pueden recorrer grandes distancias empujadas y llevadas por

impetuosos vientos, pero dominadas por las instrucciones que le da una persona ejecutando un pequeño

timón. Resulta extraordinario pensar ¿cómo un timón que en realidad es tan pequeño puede dar la dirección al

barco que este requiera? Guy Woods afirma contundentemente acerca de este tema lo siguiente: “Podemos

controlar los animales grandes y las naves enormes con muy pequeños objetos; ¡cuanto mas deberiamos

nosotros controlarnos a nosotros mismos! Pues, si podemos ejercer una regla semejante sobre nuestras

lenguas, podemos gobernar todo nuestro ser.”54

53 Plooy, C.P, La Epístola de Santiago, la Fe que actúa, p. 38.54 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 113.

57

La reflexión que resulta de lo que dice anteriormente Guy Woods es ¿cómo es posible que el ser humano ha

logrado dominar todo lo que está a su alrededor (animales grandes y naves enormes) pero no ha logrado

dominarse a sí mismo? Lo que sale de nuestra lengua hace tanto daño a tantas personas, destruye tantos

corazones, trae tanta desilusión, destruye familias, ha destruido naciones y miles de millones de vidas. Es

necesario prestar mucha atención a lo que Santiago nos quiere enseñar, debemos hacer algo inmediatamente

con nuestra lengua, ponerle un “freno” para que podamos dominarnos y en lugar de traer más odio y ofensa a

los demás, llevemos el amor que Cristo nos enseñó.

“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande

bosque enciende un pequeño fuego!” (Santiago 3:5 RVR1960)

Queda claro, la lengua es un miembro pequeño de nuestro cuerpo, pero pequeño no significa sin importancia,

de hecho nuestro cuerpo tiene cientos de miembros que pueden ser pequeños o grandes, pero todos tienen una

función vital para que permanezcamos con vida. Imagínese por un momento que no tuviera lengua; no

podríamos comunicarnos, sería difícil expresar lo que sentimos o lo que opinamos.

Bien, a este pequeño miembro de nuestro cuerpo debemos prestarle más atención ya que fácilmente se exalta,

se jacta, presume del conocimiento que el hombre posee y puede meternos en grandes líos los cuales no

podemos llegar a imaginar. Como dice Santiago “cuán grande bosque enciende un pequeño fuego”. Otra

comparación para entender a donde nos puede llevar lo que sale de nuestra lengua.

Pensemos por un momento en las grandes guerras que han ocurrido en el planeta, muchas de ellas han sido

encendidas por el combustible interno de lo que había en el corazón de esos líderes políticos y que arrojaron a

otros sin pensar en las consecuencias que esto podía traer. Así como un pequeño fuego crece en cuestión de

minutos y puede llegar a arrasar un gran territorio, así mismo estos hombres en pocos minutos, en cuestión de

horas crearon incendios que solo fueron apagados después de millones de muertes.

“Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y

contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.”

(Santiago 3:6 RVR1960)

Es precisamente de lo que estamos hablando, la lengua es ese fuego que puede en cuestión de segundos

arrasar con todo lo que este a su paso. Tal como el fuego consume rápidamente todo lo que está a su paso, a sí

mismo la lengua es un mundo de maldad que destruye con facilidad la vida de otras personas a nuestro

alrededor. Santiago dice que la lengua ha sido puesta entre nuestros miembros y que contamina todo lo que

somos, todo el cuerpo, es decir, la lengua no sólo puede llegar a destruir a los demás sino también a nosotros,

tiene mucho poder ya que para que un miembro pequeño contamine todo es porque este debe ejercer un poder

58

extraordinario, nos puede echar a perder toda nuestra vida, todo lo que deseamos hacer, Guy Woods lo

describe con el siguiente ejemplo: “Si todos los hombres perdiesen repentinamente la facultad del habla, ¡el

número de pecados de los cuales los hombres son continuamente culpables rebajaria enormemente! En vista

de este hecho, ¡cuan importante es que hablemos solo lo que debemos decir, y lo que digamos que lo

consideremos con sobriedad!”55

De nuevo Guy Woods explica con claridad los términos utilizados por Santiago para expresar el impacto que

tienen las palabras que salen de nuestra boca: “Es de interés para nosotros observar el cuidado con el cual

Santiago uso al presentar estos simbolos. Una lengua mala contamina todo el cuerpo. Un cuerpo

contaminado es apropiado solo para ser echado en un basurero (como se hacia en los siglos primitivos), y

alli eran quemados. (Es verdaderamente un pensamiento sobrio que el fuego (figurativo) que sale de nuestras

lenguas al ser mal usadas se origina en el infierno, y nos llevara alli si no aprendemos a extinguirlo. El

infierno es verdaderamente un basurero del mundo y ése sera el destino de todos los que mueren en

desobediencia.”56

“Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido

domada por la naturaleza humana;” (Santiago 3:7 RVR1960)

Desde la época de la creación hasta hoy el hombre ha tenido la potestad sobre toda clase de animales. Dios

mismo le dio al hombre la autoridad de señorear sobre todo tipo de animales: terrestres, del cielo y del mar

(Génesis 1:26-28); incluso una de sus primeras tareas fue asignarles nombres (Génesis 2:19). Como vemos el

hombre siempre ha tenido la habilidad de domar cualquier especie animal, de hecho hoy en día podemos ver

cómo existen profesiones que estudian acerca del comportamiento de los animales, personas que han dedicado

sus vidas al estudio profundo de cada especie y la importancia que cada uno tiene dentro de la creación.

Estas personas han seleccionado cada especie y le han designado una clase especifica como: animales

vertebrados y que son los mamíferos, reptiles, anfibios, las aves y los peces; también están los invertebrados

que son sin patas y con patas, otras especies han sido seleccionadas como alimento por su docilidad, otras han

sido seleccionadas como transporte de carga, otras como animales de compañía y otras especies incluso han

sido separadas como animales salvajes y domésticos.

En fin, todo esto nos ayuda a entender ese dominio que el hombre ha ejercido sobre los animales desde el

principio de la creación hasta el día de hoy. Nos muestra cómo el hombre ha llegado incluso a dominar y

domar a la bestia más salvaje, pero Santiago quiere mostrar esta comparación para que el lector entienda que

aún dominando el ser más salvaje, el mismo hombre no puede dominar, domar su propia lengua.

55 Ibid, p. 115.56 Ibid, p 117.

59

“pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de

veneno mortal.” (Santiago 3:8 RVR1960)

Aquí está el punto al que Santiago quiere llegar: el hombre ha logrado domar todo a su alrededor, no hay nada

que esté fuera de su dominio, ni aun el animal más salvaje, pero ¡no puede dominar su propia lengua! dice

Santiago: “es un mal que no puede ser refrenado.” Volvamos por un momento a los animales, el hombre a lo

largo de la historia para domar todo tipo de animales ha tenido que experimentar a punta de prueba y error

que objetos, señales o movimientos sirven para domar un animal ¿cierto? Pero en todo ese tiempo no ha

logrado encontrar nada que le ayude, que le sirva para domar su propia lengua.

Con razón Santiago afirmaba que es un mal que no puede ser refrenado por el mismo, es decir, el hombre

tiene dominio sobre los animales y los puede domar porque Dios le dio potestad sobre ellos, pero la lengua

del hombre es algo que el mismo hombre no puede dominar en sus fuerzas, solamente la ayuda de el mismo

Dios divino que le dio la autoridad y el dominio sobre todos los animales puede ayudarle a domar su lengua,

de lo contrario el hombre por sí mismo nunca logrará dominarla.

Además, para empeorar la situación el autor añade una característica más a este miembro que ya de por sí

entendemos todo lo malo que puede tener: ¡la lengua está llena de veneno mortal! De nuevo Santiago utiliza

una comparación con el veneno que solo traen los animales y que solo algunos de ellos son tan mortales que

pueden matar seres vivos en cuestión de minutos; ¿es acaso veneno mortal lo que puede salir de nuestra boca?

Si, el autor lo afirma categóricamente: el ser humano puede matar a una persona con lo que dice.

Recordemos por un momento lo que el señor Jesús dijo al fariseo que quería tentarlo preguntándole cual era el

gran mandamiento en la ley, a lo cual El responde: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda

tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amaras a

tu projimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” (Mateo 22:37-40

RVR1960). Esta respuesta de nuestro señor Jesucristo es contundente ya que esta afirmación encierra

absolutamente todo lo que la ley pedía.

En nuestro caso de estudio es igual, la lengua la utilizamos para ofender a los demás. Ahora, Santiago expresa

que además de ofender a los demás nuestra lengua tiene veneno mortal es decir, si Dios nos manda amar a

nuestro prójimo, entonces debemos tener mucho cuidado con la manera como le hablamos a los demás ya que

con lo que digamos podemos herirlos a tal punto que podemos matar sus corazones, sus sueños, sus ilusiones,

incluso su futuro.

“Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la

semejanza de Dios.” (Santiago 3:9 RVR1960)

60

Es este miembro, la lengua, con la cual exaltamos a Dios utilizando bellas y rebuscadas palabras que incluso

no usamos con nadie más. La misma lengua con la que maldecimos a los demás en casa, en el trabajo, en la

calle o incluso en la iglesia; y eso que dice Santiago que todos somos hechos a semejanza de Dios, ¡increíble!

Este puede ser un ejemplo claro de lo superficial que es nuestro seguir a Cristo, lo poco que conocemos a

Dios ya que, si lo conociéramos de verdad, no trataríamos a la gente así.

Es triste observar las actitudes que tenemos con las personas. Somos tan poco tolerantes, somos tan

arrogantes, egoístas, mostramos tanto odio cuando hablamos a la gente y eso que decimos ser seguidores de

Cristo. Santiago está destapando un problema de la raza humana en todas las épocas y es la incapacidad para

ver a los demás como nos vemos a nosotros mismos. Siempre nos vemos por encima de los demás, creemos

tener la razón absoluta de las cosas, siempre estamos menospreciando a los demás y lo único que nos enseñó

Cristo fue amar a pesar de ser enemigos de Él, amar sin condiciones, eso es lo que debemos hacer, amar

aquella persona que es tan difícil amar, eso es lo que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.

La Biblia del Diario Vivir dice lo siguiente acerca de lo que demuestra una persona en la forma como actúa:

¿Ha conocido a alguien que afirma que es sabio pero que actúa con necedad? La sabiduria verdadera puede

medirse por la profundidad del caracter de una persona. Asi como usted puede identificar un arbol por el

tipo de fruto que produce, también puede evaluar su propia sabiduria por la forma en que actúa. La necedad

conduce al desorden, pero la sabiduria conduce a la paz y a la bondad. ¿Esta usted tentado a agrandar el

conflicto, hacer correr el chisme o echar leña al fuego de la discordia? Las conversaciones agradables, asi

como las palabras prudentes y amorosas, son semillas de paz. Dios ama a los pacificadores (Mateo 5:9).”57

“De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” (Santiago

3:10 RVR1960)

Santiago amonesta respecto a este tema, no es posible que sigamos actuando así, no podemos seguir hablando

cosas buenas a unos y maldiciendo a otros, ¿dónde está el testimonio que debemos dar como cristianos?

Zobeida Vásquez dice acerca de este problema lo siguiente: “Los cristianos alabamos y adoramos al Señor

con nuestros labios, entonamos canciones a nuestro Dios, pero ¿Somos diferentes de los que no alaban a

Dios en nuestras acciones? Creo que no. No hay diferencia alguna, ya que con estos labios que adoramos a

Dios, maldecimos a los hombres que estan hechos a su imagen. Con nuestros labios lo denigramos, echamos

por el suelo su reputacion, calumniamos a nuestro projimo. Esto no debe ser asi, que de una misma boca

procedan bendicion y maldicion.”58

57 Biblia Del Diario Vivir, p. 1894.58 Vásquez de Cueto, Zobeida, Estudio Sobre El Libro De Santiago, p. 57.

61

Si profundizamos aún más acerca de esto, podemos darnos cuenta que la mayoría de las veces cuando las

personas están enojadas, frustradas, tristes, cuando algo va mal en su vida y no lo pueden solucionar es que

sale veneno de su boca. Cuando una persona está en un momento donde todo está saliendo “aparentemente

bien” de su boca normalmente no tendría por qué salir veneno, es más son personas que vemos alegres,

aconsejan a otros, sienten paz; digo esto no porque sea una regla infalible, ¡No! Es algo que notamos que es

común en la mayoría de la gente.

También podemos decir que es cuando las personas pueden “controlar” lo que está pasando en su vida que no

hay problema, todo es lindo, pero es cuando las personas no pueden dominar lo que está sucediendo en su

vida que todo se sale de control, sale el veneno del odio, de la frustración y de toda la maldad que hay dentro

del corazón y esto pasa porque no conocemos al Dios que trae verdadera libertad, al Dios de las Sagradas

Escrituras, al Dios al cual deberíamos acudir para hallar descanso, para dejar que sea El quien tome el control

no sólo de lo que no podemos controlar por nuestras propias fuerzas, sino de toda nuestra vida.

“¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?” (Santiago 3:11 RVR1960)

A continuación, Santiago hace una comparación para ilustrar lo que está explicando, ¿existe alguna fuente que

eche agua dulce y amarga por la misma abertura? Esta es una pregunta fácil de responder, ¡absolutamente

Nunca! No existe lugar alguno en el que una fuente mezcle dos tipos de agua, o es una o es la otra, pero nunca

se mezclarán. Dios ha establecido un orden en absolutamente toda su creación y este es uno de ellos.

Si Dios creo al hombre para que este le adore, ¿no se supone que deberíamos usar todos nuestros miembros

para alabarlo? Pero ¿de qué manera estamos usando nuestra boca? Somos los únicos en la creación de Dios

que vamos en contra de la ley divina, en completa desobediencia a sus mandatos, a su voluntad.

Los creyentes hemos sido llamados a ser influencia en medio de un mundo perdido, un mundo sin esperanza

que va directo al lago de fuego donde Dios juzgará el mal y la desobediencia. Hemos sido llamados a ser luz,

sal y muchas otras cosas, pero ¿qué está pasando? ¿Porque no estamos siendo esa luz, esa influencia? Los

creyentes estamos permitiendo que salgan de nuestras bocas bendiciones y maldiciones y esto lo está viendo

el mundo, nos estamos contradiciendo con lo que la Biblia realmente enseña y estamos viviendo una religión

superficial. Es hora de despertar y asumir el papel que debemos desempeñar en esta tierra.

Henry Matthew dice en su Comentario Bíblico lo siguiente acerca delo que debería ser la práctica de la

verdadera religión, el verdadero testimonio que un creyente debería tener: “La religion verdadera no admite

contradicciones: ¡cuantos pecados se evitarian si los hombres fueran siempre coherentes! El lenguaje

piadoso y edificante es el producto genuino de un corazon santificado; y nadie que entienda el cristianismo

espera oir maldiciones, mentiras, jactancias e improperios de la boca del creyente mas de lo que espera que

62

un arbol produzca el fruto de otro. Pero los hechos prueban que son mas los profesantes que logran frenar

sus sentidos y apetitos que refrenar debidamente sus lenguas. Entonces, dependiendo de la gracia divina,

cuidémonos de bendecir y no maldecir; y apuntemos a ser coherentes en nuestras palabras y acciones.”59

“Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna

fuente puede dar agua salada y dulce.” (Santiago 3:12 RVR1960)

La pregunta que Santiago hace a continuación tiene una respuesta lógica, una respuesta que no tiene objeción,

la higuera nunca producirá aceitunas siempre va a producir higos y la vid nunca producirá higos sino que

producirá uvas. Así mismo ninguna fuente puede dar agua salada y dulce al mismo tiempo. Una fuente dará

agua dulce o agua salada pero nunca ambas; de la misma manera de la boca de todo creyente no debe salir

bendición y maldición, sino al contrario, la lengua del hombre fue creada por Dios para bendecir y no para

maldecir, es más todos nuestros miembros fueron creados para usarlos para ser bendición, para vivir en

santidad y no en contra vía de los mandatos de Dios.

El Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno dice acerca de esto lo siguiente: “Santiago da dos ejemplos

para presentar la conclusion de este punto. El primero se toma de la tierra de Israel, donde en el arido valle

del Jordan se podia ver, a la distancia, un torrente que fluia del valle en su lado oriental. Uno viajaba hasta

alli esperando encontrar agua. A veces el agua era fresca y buena. A veces estaba llena de minerales (sal) y

era imbebible. Pero algo era seguro: los dos tipos de agua no brotaban de la misma fuente. Del mismo modo,

uno no obtiene un fruto diferente de un arbol o una viña que el que crece de acuerdo con su naturaleza. Este

argumento implica que, si estamos usando insultos o maldiciones al hablar, es porque ésa es nuestra

naturaleza. Nuestras alabanzas a Dios son una cobertura, un tipo de hipocresia.”60

CONCLUSIÓN

Santiago ha demostrado una vez más a través de este escrito cuán importante es que aprendamos a dominar

nuestra lengua. Nos lleva a reflexionar acerca de cuánto daño y a cuantas personas hemos ofendido con

nuestras palabras. Nos lleva a entender cuan profunda es la maldad arraigada en nuestro interior que hace

imposible dominarla. Nos lleva a entender la responsabilidad social que tenemos los creyentes ya que no

podemos ser piedra de tropiezo para los no creyentes y dar de qué hablar cuando no somos testimonio y nos

ven ofendiendo a otros.

Si decimos amar a Dios por sobre todas las cosas entonces debemos demostrarlo no sólo con palabras sino

también con hechos, con obras de amor hacia los demás que evidencien que si existe alguien que de verdad

59 Matthew Henry. Comentario Bíblico, p. 22.60 Davids, Peter. H. Motyer, John Alexander. Wenham, Gordon J. Carson, Donald Arthur. France, Richard Thomas, Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno, p. 1036.

63

puede cambiar cualquier vida, cualquier corazón. Debemos reconocer la soberanía de Dios sobre nuestra vida

y dejar que él nos ayude a cambiar todas aquellas actitudes que tenemos frente a los demás que ofenden y

tomar la decisión de poner realmente un freno a toda esa maldad que no nos ayuda a entregar a otros ese amor

y misericordia que Dios ya tuvo con cada uno de nosotros.

Todo aquel que ha tomado la decisión de creer en Jesucristo asume el llamado y la responsabilidad de ser una

luz en medio de un mundo en oscuridad, una guía a los débiles que no conocen el verdadero camino de luz. Si

decimos ser luz comportémonos como tal, si decimos amar a nuestro prójimo demostrémoslo sin ofenderlo,

no podemos ser hijos de la luz y al mismo tiempo jugar por breves periodos a ocultarnos en la oscuridad

haciendo todo aquello que a Dios no le agrada y que no trae provecho a nuestras vidas, además, damos mucho

de qué hablar cuando somos influencia y la gente nos ve actuando contrario a lo que enseñamos.

PREGUNTAS LECCIÓN 4

1. Según Santiago ¿cuál es la característica del varón perfecto?

2. No es necesario poner un freno a nuestra boca para maltratar a otros. Falso o verdadero.

3. Los barcos necesitan grandes timones para poder dominarlos. Falso o verdadero.

4. Podemos controlar los grandes y las enormes con muy pequeños objetos; ¡cuánto más

deberíamos nosotros a nosotros mismos.

5. Cuán grande enciende un fuego.

6. Si todos los hombres perdiesen repentinamente la facultad del habla, ¡el número de pecados de los cuales

los hombres son continuamente culpables rebajaría enormemente. Falso o verdadero.

7. Pero ningún puede domar la , que es un mal que no puede ser , llena de

mortal.

8. Así como usted puede identificar un árbol por el tipo de fruto que produce, también puede evaluar su

propia sabiduría por la forma en que actúa. Falso o verdadero.

9. De una misma boca debe producirse bendición y maldición. Falso o verdadero.

10. La del hombre fue por Dios para y no para .

LECCIÓN 5

Emociones y lealtad

INTRODUCCIÓN

64

Este capítulo es de gran importancia para cualquier creyente ya que toca las emociones y la lealtad que

debemos tener como cristianos. A decir verdad practicar las enseñanzas que nos da Santiago en este capítulo

nos hace practicar el cristianismo genuino al límite. Veremos cómo tenemos que tener cuidado con nuestra

lengua; lo que sale de nuestra boca puede llegar a destruir otras vidas y crear grandes guerras y sobre todo

cuando nos damos cuenta que muchas de esas cosas que decimos salen de la envidia y los celos acumulados

en nuestro corazón.

Debemos dominar esos sentimientos y no permitir que dañen nuestro corazón ya que es a través de nuestra

buena conducta y ejemplo que demostramos que tenemos la sabiduría que proviene de Dios, que somos

genuinos en lo que creemos y en quien creemos. Santiago nos muestra algunas características que tiene la

sabiduría que proviene de lo alto, es decir que proviene de Dios y las diferencias que tiene con la sabiduría del

mundo, terrenal y diabólica que domina a la mayoría de los seres humanos y aún a mucho creyentes.

Luego Santiago nos enseña que todas las grandes guerras, divisiones, peleas y toda clase de mal en las

relaciones entre las personas, proviene de las pasiones pecaminosas que surgen de la maldad que hay en

nuestro corazón y del egoísmo que nos domina, que no nos permite que demostremos nuestro amor a los

demás ya que siempre luchamos por nuestro propio beneficio y no soportamos que a otros les vaya bien.

Cuando pedimos en oración a Dios para que supla cosas que le pedimos, no hallamos respuesta la mayoría de

las veces porque no sabemos pedir, pedimos para satisfacer nuestros deseos pecaminosos, pedimos con malas

intenciones, para hacer cosas que no debemos hacer, pedimos para no quedarnos atrás, por envidia, por celos.

En el desarrollo de este capítulo aprenderemos que debemos pedir de acuerdo a la voluntad de Dios y no para

satisfacer nuestros malos deseos. Por último Santiago nos llama la atención acerca del peligro que tiene para

el creyente la amistad con el mundo ya que hemos sido separados por Dios para que le obedezcamos. Dios es

un Dios celoso y no comparte su gloria con nadie, tenemos que tomar la decisión de apartarnos del mundo y

buscar la amistad con Dios.

I. Envidias y egoísmo (Santiago 3:13:18)

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia

mansedumbre.” (Santiago 3:13 RVR1960)

Santiago enseña que una de las mejores formas de demostrar si eres o no una persona sabia es haciendo el

bien a los demás, teniendo una conducta ejemplar y al hacerlo asumir una actitud sencilla. Es muy común ver

personas que se creen sabias en su propia opinión, en sus conocimientos o en su área profesional, son

personas que hablan mucho acerca de lo que saben y de lo que hacen, con la actitud que asumen se muestran

65

arrogantes y piensan que nadie los puede igualar o superar, el problema es que todo el conocimiento que

tienen no les sirve para ayudar a otros, ni para entender la verdad del evangelio, ni para ser ellos mismos un

ejemplo de lo que enseñan las sagradas escrituras, tampoco les ayuda a darse cuenta de lo débiles que son

como seres humanos y de la dependencia tan grande que tenemos de Dios.

No nos damos cuenta que la sabiduría humana que podamos llegar a adquirir sirve de muy poco ante la

sabiduría que enseña la Biblia, ambas son muy diferentes, pues, una le lleva al hombre a creer que él es dios,

la otra lleva al hombre a reconocer que solo hay un Dios y que debe ser adorado con nuestras actitudes y con

todo lo que somos.

El Comentario Bíblico Mundo Hispano señala lo siguiente acerca de lo que significa ser sabio y entendido:

“Santiago marca tres condiciones de quien es “sabio y entendido” en las cosas del Señor: (1) El sabio tiene

una sabiduria que se muestra en su conducta, en sus obras. Es una sabiduria que puede ser demostrada en

obras, no una “sabiduria” que solo sirve para hablar. (2) El sabio tiene buena conducta, es decir, lleva

adelante una buena manera de enfrentar la vida. (3) El sabio tiene una sabiduria humilde, llena de

mansedumbre.”61

Todo creyente debe demostrar con una buena conducta, con una buena actitud cómo enfrenta cada asunto de

la vida, como resuelve con sabiduría cada aspecto difícil y cada decisión, la manera como lo haga determinará

si es sabio en el conocimiento de Dios o solo es una sabiduría terrenal sin experiencia, sin solidez, superficial

que no lleva a ningún tipo de cambio en las vidas de las personas, además, una persona sabia practica lo que

enseña, si lo que enseña no es la verdad de las escrituras no lleva esperanza en su enseñanza mientras que si lo

que enseña es la verdad del evangelio la luz brillará y su sabiduría llevará esperanza a quien él enseñe.

Tampoco es correcto creer que porque enseñamos las sagradas escrituras o porque tenemos un cargo en la

iglesia nuestra sabiduría es pura, debemos examinar nuestro corazón y ver cuáles son las intenciones detrás de

lo que decimos ya que estas pudieran estar ocultando algún pecado o algún sentimiento erróneo dentro de

nosotros que queremos expresar usando la “sabiduría” como un medio erróneo para hablar a otros.

“Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la

verdad;” (Santiago 3:14 RVR1960)

Es precisamente lo que venimos hablando, Santiago habla aquí sobre jactarse, hacerse pasar por sabio cuando

lo que estamos haciendo es maquillando un sentimiento, un deseo pecaminoso que carcome nuestro interior y

que de alguna manera queremos expresar, en este caso el autor habla acerca de los celos y la rivalidad que hay

en los corazones de las personas, muchas veces sentimos envidia, celos de otras personas, quizás porque a

61 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 180.

66

ellos les va mejor que a nosotros, o tal vez porque pueden tener y nosotros no, el punto es que cuando nos

vemos enfrentados a este gran problema nos llenamos de argumentos, de ideas en contra de esas personas,

hablamos y actuamos dominados completamente por ese sentimiento, nos vemos anestesiados por esa rabia y

no nos damos cuenta que pasa y pasa el tiempo y nos hace más daño.

Al no solucionar nuestro conflicto directamente con Dios y no someternos a Cristo, nuestros pensamientos

con toda esa cizaña que hay en nuestra mente en contra de esta persona, avanzamos al siguiente nivel;

comenzamos a tomar decisiones y actitudes basados en lo que hay dentro de nuestro corazón. Esa envidia,

esos celos no nos dejan ver con claridad y terminamos obedeciendo más a esos impulsos que al final no nos

llevarán a ninguna parte; nos engañamos a nosotros mismos creyendo que todo está bien y no nos damos

cuenta que nuestra vida interior se está desmoronando y destrozando poco a poco, todo esto nos lleva a ser

infelices y no disfrutar lo que tenemos y no podemos practicar la verdad del cristianismo.

¿Qué puede llevar a un creyente a sentir envidia o celos por otro? tal vez sea que aún no entiende lo que

significa ser cristiano, o tal vez no ha conocido a Dios de verdad, o quizás no tiene clara cuál es su posición

ahora que está en Cristo; tal vez es aún muy superficial y la palabra de Dios no ha hecho la obra que debe

hacer en su vida, tal vez es religioso y lo único que realmente desea es las cosas terrenales.

Sea cual sea la razón por la cual un creyente puede llegar a sentir envidia o celos, nunca debe usar las

escrituras para tratar de jactarse de ser sabio, ya que primero debemos pedir a Dios que El, que conoce lo que

hay en lo profundo de nuestro corazón nos ayude y nos revele que es lo que hay allí, y así sanar y eliminar,

desechar todo lo que no sirve y daña nuestro ser y de paso a otros. Guy Woods comenta acerca de esto lo

siguiente: “Uno que se gloria con su lengua porque tiene un genuino conocimiento superior, mientras que

tiene celos y envidia en su corazon, ha de ser culpable de falsedad y manifiesta ser contrario a la verdad que

los tales dicen creer. Los tales llegan a ser infieles a la mera causa que ellos profesan servir. Defender a un

partidismo en la iglesia nunca esta bien; y en donde existe tal condicion, los responsables estan realmente

viviendo una mentira, puesto que se oponen a la verdad que pretenden creer y defender.”62 Así que debemos

tener mucho cuidado de no practicar las obras de la carne que nos habla (Gálatas 5:19-21) ya que, si así lo

hacemos, no heredaremos el reino de Dios.

“porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.” (Santiago

3:15 RVR1960

Aquí Santiago deja en claro que la sabiduría que estos hombres querían demostrar a pesar de los celos, la

envidia y todos esos sentimientos encerrados en su corazón, no es una sabiduría que proviene de Dios, ya que

“el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1Juan 4:8). Si hay envidia, celos, egoísmo y

62 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 131.

67

otras tantas cosas en nuestro corazón fijémonos si realmente conocemos a Dios o son solo palabras que nos

engañan creyendo ser expertos en conocerlo a Él.

También podemos llegar a creer que porque somos expertos oradores pensamos que estamos bien cerca de

Dios, pero mira lo que dice Dios: “Porque este pueblo se acerca a mi con su boca, y con sus labios me honra,

pero su corazon esta lejos de mi, y su temor de mi no es mas que un mandamiento de hombres que les ha sido

enseñado” (Isaias 29:13 RVR1960).

Esta clase de sabiduría de la que habla Santiago es más bien terrenal, animal y diabólica es decir, llena de

maldad, una sabiduría que va en contra de los propósitos de Dios para el ser humano, es una sabiduría

pecaminosa en sí misma alimentada por el mismo diablo y en completa adversidad con Dios. Como dice el

autor de Gálatas que el deseo de la carne va contra el deseo del Espíritu, y el del Espíritu es contra el de la

carne, y ambos se oponen entre sí para que no hagamos lo que es bueno sino al contrario, para que hagamos

todo lo que es malo (Gálatas 5:17).

Todo eso que es malo son precisamente las obras de la carne y que el autor nos advierte de tener cuidado ya

que quien las practique no hará parte del reino de Dios, así que debemos cuidarnos nosotros mismos y

evaluarnos con plena sinceridad y pedirle al Señor que nos ayude a dejar todos esos sentimientos, deseos e

inmundicias, tomando una actitud de cambio para llegar a ser consecuentes en lo que hablamos y en lo que

creemos.

“Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.” (Santiago 3:16

RVR1960)

En esta frase podemos encontrar gran sabiduría, una buena medida para darnos cuenta si la sabiduría que hay

en nosotros es de abajo, es que la persona alberga en su corazón celos, envidia, incluso división y cualquier

otro sentimiento perverso. Es una persona que está en peligro, en oscuridad, es una persona que está

perturbada; la palabra perturbación según el Diccionario Expositivo VINE significa: “Akatastasia

(ακαταστασια), inestabilidad (a, negativo; kaaa, abajo; stasis, posicion). Denota un estado de desorden,

perturbacion, confusion, tumulto (1 Corintios 14:33; Santiago 3:16), revoluciones o anarquia; se traduce

como confusion en 1 Corintios 14:33: “Dios no es Dios de confusion” (RV: disension).”63

Esto lo deja más claro, cuando una persona está perturbada causa desorden, confusión, tumulto y hasta

anarquía; puede llegar a hacer o decir cosas tan perversas para cumplir el objetivo consciente o inconsciente

de destruir o dañar a la otra persona. Todo eso que está guardado en su corazón día a día va aumentando y

maquinando hasta que resulta en actos y hechos reales que han logrado su objetivo.

63 Diccionario Expositivo VINE, p. 704.

68

La Biblia del Diario Vivir dice lo siguiente acerca de los celos y la envidia: “Celos amargos y contencion

estan inspirados por el diablo. Es facil para nosotros ser atraidos a deseos equivocados por la presion social

y, a veces, por cristianos con buenas intenciones. Por escuchar los consejos de impongase, hagalo, fijese

metas altas, podemos ser atraidos hacia la avaricia y la competencia destructiva. Buscar la sabiduria de

Dios nos libra de la necesidad de compararnos con los demas y de codiciar lo que ellos tienen.”64

¿Cuál es la sabiduría que estamos practicando? Santiago nos lleva a reflexionar a todos los creyentes acerca

de lo que sentimos cuando a otros les va mejor que a nosotros, cuando son otros los que son promovidos y

tienen lugares prominentes por los que tal vez hemos luchado por mucho tiempo. ¿Cómo reaccionamos

cuando otros logran conseguir lo que nosotros queremos, pero aún no lo tenemos y nos cuesta tenerlo?

Necesitamos urgentemente como creyentes buscar la verdadera sabiduría que proviene de arriba, de Dios y

que solo podemos hallar a través de la oración, del estudio de la palabra, de la reflexión y de reconocer la

necesidad de libertad que solo Dios nos puede dar, de esta manera lograremos librarnos de la necesidad de

compararnos con los otros y desear lo que tienen. Podremos tener seguridad en Cristo y ser felices con lo que

Dios nos permite tener en cada momento de nuestras vidas.

“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de

misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.” (Santiago 3:17 RVR1960)

Después de haber dejado en claro cuál y cómo funciona la sabiduría terrenal, animal y diabólica, el autor pasa

a explicar que es y cuáles son las características de la sabiduría que viene de lo alto, es decir, la sabiduría de

Dios y que se adquiere no con el conocimiento a la manera como el mundo la adquiere, sino a través de las

disciplinas espirituales mencionadas anteriormente. Santiago menciona en este verso 8 características que

tiene este tipo de sabiduría, el Diccionario Expositivo VINE define cada una de estas palabras de la siguiente

manera y nos lleva a entender un poco mejor el sentido que Santiago quería dar a cada una de ellas:

PURA: “jagnos (αγνος), puro, libre de contaminacion, incontaminado (de la misma raiz que jagios, santo),

se traduce “pura” en 2 Corintios 11:2; Santiago 3:17.

Nota: jagios, santo, como libre de toda mezcla con el mal; josios, santo, como libre de contaminacion;

eilikrines, puro, como habiendo sido probado, juzgado por la luz del sol.”65

PACÍFICA: “eirene (ειρηνη), aparece en cada uno de los libros del Nuevo Testamento a excepcion de 1 de

Juan, y se traduce uniformemente como “paz”. Describe:

(c) relaciones armonicas entre personas (Mateo 10:34; Romanos 14:19)

64 Biblia Del Diario Vivir, p.1894.65 Diccionario Expositivo VINE, p. 1450.

69

(d) entre naciones (Lucas 14:32; Hechos 12:20; Apocalipsis 6:4)

(e) amistad (Hechos 15:33; 1 Corintios 16:11; Hebreos 11:31)

(f) ausencia de agresion (Lucas 11:21; 19:42; Hechos 9:31; 16:36)

(g) orden, en el Estado (Hechos 24:2); en las iglesias (1 Corintios 14:33)

(h) las relaciones armonicas entre Dios y el hombre, conseguidas mediante el evangelio (Hechos 10:36;

Efesios 2:17)

(i) la conciencia de reposo y contentamiento que surge de ello (Mateo 10:13; Marcos 5:34; Lucas 1:79;

2:29; Juan 14:27; Romanos 1:7; 3:17; 8:6).”66

AMABLE: “epieikes (επιεικης), (de epi, hacia, y eikos, placentero). Denota apropiado, ajustado; de ahi

equitativo, justo, moderado, paciente, no insistente en la letra de la ley. Expresa aquella consideracion que

examina humana y razonablemente los hechos de un asunto. Se traduce amable en 1 Timoteo 3:3, en

contraste a ser pendenciero; en 1 Tito 3:2, amable (RV: modestos), en asociacion con la mansedumbre; en

Santiago 3:17, amable (RV: modesta), como una cualidad de la sabiduria que es de arriba. Se traduce en la

RVR como gentileza en Filipenses 4:5, y como afable en 1 Pedro 2:18.”67

BENIGNA: “eupeithes (ευπειθης) dispuesto a la obediencia (eu, bien; peithomai, obedecer, ser persuadido),

docil. Se traduce benigna (VM: «propensa a complacer») en Santiago 3:17.”68

LLENA DE MISERICORDIA: “eleos (ἐ λεος), es la manifestacion externa de la compasion; da por

sentado la necesidad en aquel que la recibe, y recursos adecuados para afrontar la necesidad de parte de

aquel que la exhibe. Se usa en los hombres; por cuanto Dios es misericordioso con ellos, Él quiere que ellos

muestren asimismo misericordia unos a otros (Mateo 9:13; 12:7; 23:23; Lucas 10:37; Santiago 2:13).”69

LLENA DE BUENOS FRUTOS: “karpoforeo (καρποφορεω), dar fruto, o llevar fruto. Se usa (a) en el

sentido natural, del fruto de la tierra; (b) metaforicamente, de la conducta, o de aquello que surte efecto en

la conducta.”70

SIN INCERTIDUMBRE: “adiakritos (αδιακριτος, 87) significa primariamente no ser separado (a,

privativo, y una forma adjetiva relacionada con diakrino; véanse DISTINGUIR, JUZGAR); y, de ahi, sin

incertidumbre o indecision (Stg 3.17: «sin incertidumbre»).”71

66 Ibid, p. 1340.67 Ibid, p. 503.68 Ibid, p. 601.69 Ibid, pp. 1234-1235.70 Ibid, p. 767.71 Ibid, p. 1081.

70

SIN HIPOCRESÍA: “anupokritos (ανυποκριτος), (de a, privativo; n, eufonico; y una forma adjetiva que

corresponde a jupokrisis), significa no fingido, sin fingimiento. Se dice de amor (Romanos 12:9: sin

fingimiento; 2 Corintios 6:6: sincero; 1 Pedro 1:22: no fingido); de la fe (1 Timoteo 1:5; 2 Timoteo 1:5: no

fingida); de la sabiduria que viene de arriba: sin ... hipocresia.”72

“Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” (Santiago 3:18 RVR1960)

Es decir, aquellos creyentes que promueven la paz entre las personas, que luchan cada día por establecer

parámetros de respeto y comprensión entre otros, que se esfuerzan por sembrar paz en su corazón y en el del

prójimo y no obedecen a sus instintos y deseos pecaminosos, que no responden a la envidia, a los celos, a la

falsa sabiduría, al egoísmo, al orgullo y a todos los deseos de la carne; solo aquellos que hacen esto, logran

alcanzar el producto de esa siembra, es decir, el fruto que produce seguir la sabiduría de lo alto y que se

caracteriza por ser pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia, llena de buenos frutos, sin

incertidumbre y sin hipocresía; solo ellos alcanzarán el fruto de justicia, de la justicia divina que proviene de

Dios y no de los hombres. Alcanzarán la justicia y la paz que el mundo no puede alcanzar, que el solo hombre

no puede lograr por sus propios medios, por su propia sabiduría.

II. Lealtad dividida entre Dios y el mundo (Santiago 4:1-10)

“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales

combaten en vuestros miembros?” (Santiago 4:1 RVR1960)

Todos los conflictos, discusiones, peleas, malos entendidos, ofensas entre los seres humanos dice Santiago,

provienen de nuestras pasiones desordenadas, de nuestro egoísmo, de la maldad que habita en cada uno de

nosotros, del deseo de querer más que los demás, de competir por tener la razón, por tener poder, influencia,

dinero y toda clase de cosas materiales que nuestros miembros desean con tantas ansias; del deseo de saber

más que otros, de ser reconocido, importante, poderoso, de la envidia y los celos porque el otro consiguió lo

que yo quería y no tengo.

Lo tremendo de todo esto es que todas esas pasiones desordenadas están continuamente combatiendo en cada

uno de nuestros miembros, es decir, en nuestra mente, allí donde se alojan todos los pensamientos que llegan

como un gran ataque y que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta, también en nuestro corazón que

alberga tantos sentimientos contrarios a lo bueno que proviene de Dios, además de nuestros ojos, manos,

boca, en fin, todo nuestro ser.

72 Ibid, p. 986.

71

La práctica de todos estos deseos y concupiscencias impiden una verdadera y continúa adoración a Dios, nos

distancia de la oración, de la sed por adquirir la sabiduría de lo alto a través del estudio de la palabra y nos

impide pensar, nos aleja de la practica de todo lo que es verdadero, todo lo que es honesto, justo, puro,

amable, todo lo que es de buen nombre, (Filipenses 4:8 RVR1960). Cuando no crucificamos todo lo terrenal

en nosotros (Gálatas 3:5) dejamos que todas esas pasiones tomen lugar en nuestra vida y se apoderen de

nuestra voluntad, de nuestra mente y de todo lo que somos, pero si realmente somos de Cristo entonces

debemos crucificar la carne con todas sus pasiones y deseos (Gálatas 5:24).

“Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no

tenéis lo que deseáis, porque no pedís.” (Santiago 4:2 RVR1960)

Podemos llegar a ser tan envidiosos, siempre pensando en tenerlo todo, dominarlo todo, no hay nada que no

deseemos tener, codiciamos desde cosas materiales (casas, autos, joyas, viajes, ropa, ganancias deshonestas)

pasando por codiciar lo que pertenece a otras personas, (Éxodo 20:17) hasta cosas espirituales que tal vez no

se pueden medir humanamente como dones, talentos, habilidades, nivel de espiritualidad, el ministerio y la

forma en que Dios usa a determinadas personas.

Como no logramos conseguir eso que tanto deseamos, por más que luchamos, peleamos y buscamos

alcanzarlo de tantas maneras incluso incorrectas, entonces recurrimos a medidas desesperadas y violentas,

maquinamos y planeamos la forma de conseguir lo que tanto queremos así tengamos que pelear, hablar mal

de alguien, destruir su reputación inventando mentiras y manipulando a otros para que sean falsos testigos,

hasta llegar al terrible punto sin retorno de llegar a asesinar a alguien sólo por obtener lo que creemos querer.

Toda esa mezcla de pasiones infernales que permitimos que nos dominaran y ni aun así haciendo todas estas

cosas podemos conseguir lo que queremos, y no lo obtenemos porque sencillamente no se lo pedimos a Dios.

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (Santiago 4:3 RVR1960)

Y si pedimos, no recibimos porque estamos pidiendo mal, no nos estamos evaluando, no estamos permitiendo

que Dios examine nuestro corazón para ver si hay en nosotros camino de perversidad, para que Él nos dirija

por el camino correcto (Salmos 139: 23-24). Pedimos basados en nuestros deseos egoístas y hedonistas para

alcanzar el placer y la satisfacción de tener más que los demás y para demostrar ya sea a nosotros mismos o a

otros que somos importantes.

Nunca vamos a tener nada de parte de Dios que haya surgido de un deseo en nuestro corazón completamente

incorrecto, que atenta contra la verdad de las escrituras. Dios nunca nos dará nada así se lo pidamos que surja

de deseos egoístas, de la envidia, de los celos. Debemos tener cuidado si nuestro corazón ha sido seducido por

las cosas de este mundo y su corriente ya que si nos inclinamos a lo que el mundo nos ofrece nos

72

convertiremos en enemigos de Dios, ya que todo el que es amigo del mundo se hace enemigo de Dios

(Santiago 4:4) porque la corriente del mundo es contraria a los propósitos de Dios para los seres humanos.

Un error común que tenemos al pedir a Dios cualquier cosa es que al pedir no estamos evaluando si lo que

queremos satisfacer son deseos pecaminosos, cosas que son nuestra voluntad; buscamos de alguna forma

torcer la voluntad de Dios y hacer la nuestra, oramos a Dios que se haga nuestra voluntad como si Dios fuera

nuestro amuleto de la buena suerte.

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,

pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” (Santiago 4:4 RVR1960)

Santiago nos llama infieles, no estamos respetando el pacto de fidelidad con el mismo Dios, esa fidelidad que

de su parte es eterna. Dios nunca nos ha dejado, Él siempre ha sido fiel y lo seguirá siendo hasta el final de

todas las cosas. Él nos adoptó a todos nosotros (gentiles) y ha mantenido sus promesas de amarnos, tener

misericordia, perdonarnos, redimirnos, santificarnos, regenerarnos y completar su obra en nosotros hasta que

Cristo regrese (Filipenses 1:6).

La Biblia muchas veces compara la relación de matrimonio entre una pareja de esposo y esposa con la unión

de Cristo y la iglesia. Santiago nos amonesta acerca del incumplimiento que la iglesia tiene en su relación de

amor y fidelidad con Cristo ya que como creyentes estamos desviándonos y relacionándonos con las cosas del

mundo. Estamos acercándonos más y más hasta el punto de enamorarnos de todo lo que el mundo nos ofrece

y en muchos casos estamos escogiendo esta relación que la verdadera y duradera relación de amor con Cristo

y su palabra.

Es una decisión que cada creyente en algún momento de su vida tiene que tomar. Escoger entre la amistad con

el mundo y la amistad con Dios. Desafortunadamente cuando estamos en frente de los dos caminos y nos

vemos en la obligación de tomar la decisión erróneamente tomamos la amistad con el mundo, escogemos

sentir así sea por un breve momento el placer que produce el pecado, lo prohibido, que tarde o temprano

termina arrastrándote, seduciéndote y destruyendo por completo una vida que pudo haber sido completamente

diferente.

Hoy en día no hay absolutamente nada a nuestro alrededor que nos aconseje seguir el camino de amistad con

Dios (televisión, Internet, deportes, los colegios, las universidades, música, las amistades, la pareja, la familia

y hasta algunas iglesias), todo lo que nos rodea nos seduce a seguir la corriente del mundo, alejándonos del

amor verdadero que solo Dios nos ofrece (Mateo 6:24).

73

“O pensáis que la Escritura dice en vano: ¿El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela

celosamente?” (Santiago 4:5 RVR1960)

El Comentario Bíblico Mundo Cristiano explica a que se refiere Santiago al decir: “El Espíritu que él ha

hecho morar en nosotros nos anhela celosamente”: “El Espiritu Santo habita en los cristianos y nos anhela

celosamente. Esta expresion, epipozeo, significa desear, anhelar, buscar con amor, apetecer, y aun codiciar.

La expresion es usada muchas veces por el apostol Pablo para referirse a sus amados hermanos (Romanos

1:11; Filipenses 1:8; 2:26; 2 Timoteo 1:4). Ese mismo amor celoso, en el buen sentido de los celos, es el que

el Espiritu Santo tiene por los cristianos. El argumento de Santiago sigue rondando la idea de la amistad-

enemistad con Dios. Si el Espiritu nos anhela celosamente no dejara que nos alejemos de Dios y que seamos

constituidos enemigos suyos.”73

Dios mismo que es nuestro creador, que formó cada uno de nuestros miembros, que nos conoce, coloca en

cada uno de los creyentes el Espíritu que ha hecho morar dentro de nosotros. No estamos solos, es más Dios

no sólo está a nuestro lado ayudándonos, ¡está dentro de nosotros! Ayudándonos en cada área de nuestra vida,

a madurar, a llegar a ser y cumplir los propósitos que él tiene destinados para cada uno de nosotros y que

nosotros solos sin su ayuda no podríamos lograrlo.

El nos anhela de tal manera, nos ama tanto que Santiago utiliza esta palabra para seguir explicando el ejemplo

de la infidelidad a Dios de parte de su pareja y lo que esté siente al ver a su amada irse a adulterar con otro

que sabe que no le proporcionara nada duradero, solo destrucción y muerte.

“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

(Santiago 4:6 RVR1960)

Estamos hablando acerca de una relación entre esposos que se aman, es este caso la iglesia que ha adulterado

alejándose de su amado, dándole la espalda; ha preferido la relación con el mundo, una relación que no

terminará bien, que lo único que traerá son problemas y muerte. Por otro lado vemos a Dios que ama tanto a

los suyos, que dio a su único hijo por amor a todos nosotros para que pagara por nuestros delitos y asumiera

el lugar que nos correspondía a cada uno de nosotros (adúlteros, pecadores, inmerecedores de su amor) y que

está dispuesto a perdonar el adulterio de su amada si ella se vuelve a él, si se arrepiente de sus pecados, si

reconoce su necesidad de verdadero amor, si se humilla y asume una actitud de cambio; lo contrario de una

actitud tal vez orgullosa, soberbia, egoísta y que no reconoce su maldad.

En este caso no habrá gracia, ni perdón, ni reconciliación; si cada uno de nosotros reconocemos nuestra

soberbia y nos humillamos, pedimos perdón por cada uno de nuestros pecados y asumimos una verdadera

73 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 190.

74

actitud de cambio, seguramente recibiremos esa gracia que Dios nos promete y de seguro un cambio en

nuestra vida que tanto necesitamos, ya que lo que Santiago nos enseña en estos versos es tal cual lo que

vivimos hoy en día y que muchas veces está encerrado en nuestro corazón esperando para hacer daño y herir a

otras personas; oculto en la soledad, donde nadie se da cuenta que está allí pero que en cualquier momento

estalla y destruye a quien este a su alrededor

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Santiago 4:7 RVR1960)

Entregarnos completamente a él, someternos a sus escrituras, obedecer lo que él manda, dejarnos guiar por su

voz, todo eso suena muy bien, es una gran enseñanza que sabemos que nos llevará a vivir como Dios quiere y

viviremos tranquilos, confiados, con amor; pero ¿cuál es el problema? ¿Porque no lo hacemos? Hacemos todo

lo contrario, continuamente estamos dándole la espalda a aquel que nos amó y nos quiere dar una verdadera

vida nueva ¿porque resulta tan difícil al creyente someterse a Dios? Porque continuamente queremos hacer

nuestra voluntad dirigida por una naturaleza que va en completa anarquía contra Dios.

Sabemos cómo arreglárnoslas para pecar, para escondernos y así dar rienda suelta a nuestros más grandes

deseos pecaminosos, sabemos que lo que vamos a hacer es pecado, sabemos que Dios está observando, pero

pareciera que no nos importa porque aun así lo hacemos; nos tiene sin cuidado, no sentimos ninguna clase de

responsabilidad con nuestro creador, con aquel que quiere que seamos salvos, no hay la más mínima señal de

dolor en nuestro corazón por haber pecado.

Santiago nos llama a someternos a Dios y ese sometimiento implica crucifixión, morir a nosotros mismos, a

nuestro ego. Dejar para siempre los deseos pecaminosos es algo que cuesta mucho y aunque en teoría lo

hacemos cuando vamos a la iglesia, en la práctica, cuando estamos a solas y nadie nos ve estamos negando

aquel en quien decimos creer. El siguiente paso es resistir, utilizar todas las fuerzas que tengamos para resistir

a las prácticas pecaminosas que provienen del diablo, cuando un deportista está en medio de una prueba

difícil y que requiere de mucho esfuerzo y de la cual depende ganar el torneo, esta persona resiste con todas

sus fuerzas, con todo su aliento para poder ganar. Así mismo nosotros debemos resistir con todas nuestras

fuerzas los ataques del enemigo, resistir hasta el final o como dice Santiago hasta que el diablo huya de

nuestro lado y nos deje en paz.

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble

ánimo, purificad vuestros corazones.” (Santiago 4:8 RVR1960)

Este es un gran consejo que todos los creyentes sin importar la edad deberíamos seguir, acercarnos a Dios

implica acercarnos a su palabra, acercarnos en oración, en meditación y estudio de las escrituras, nos

acercamos a Dios cuando morimos y crucificamos nuestra carne, cuando decidimos renunciar a todos esos

75

apetitos carnales y tomamos una actitud de obediencia a la palabra, cuando nos humillamos delante de Dios y

abandonamos toda práctica pecaminosa, cuando decidimos arrojar cualquier raíz de amargura, de envidia y

celos hacia los demás y mostramos que podemos amarlos como Cristo nos ha amado.

Si de verdad el creyente quiere ser amigo de Dios ha de demostrarlo con hechos, con frutos de verdadero

arrepentimiento, con obras reales, no con palabras y promesas que no sirven de nada. Además se hace

necesario que cuando nos volvemos a Dios le pidamos que nos limpie ya que nuestros cuerpos son templos

del Espíritu de Dios (1 de Corintios 6:19) de modo que si están contaminados, sucios y llenos de pecado no

podríamos brillar y ejercer la posición que en Cristo tenemos.

Recordemos que si buscamos ser amigos de Dios debemos estar limpios, nosotros no podemos limpiarnos por

más agua y jabón que usemos, pero gracias a la sangre que Cristo derramó en lugar nuestro, tenemos

redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:14; Efesios 1:7; Hebreos 9:12) y la santidad sin

la cual no podríamos ver a Dios (Hebreos 12:14).

“Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.” (Santiago

4:9 RVR1960)

Cualquiera podría decir ¡que locura es esta! ¿Cómo debo estar afligido, llorar y lamentarme por mis pecados?

Claro, cuando una persona reconoce y entiende completamente que la obra de Cristo no fue solo morir por los

seres humanos para salvarlos, sino que no había nadie ni en los cielos ni en la tierra, ni en ningún otro lugar

que estuviera en condiciones de entregar su propia vida en lugar de toda la raza humana; porque todos los

pecadores tenían que pagar con la muerte como consecuencia de sus pecados, (Romanos 6:23).

Todos debemos morir a causa de nuestros pecados porque Dios no puede ser injusto de pasar por alto los

pecados y perdonarlos sin ninguna razón. Dios es el Juez justo (Salmos 7:11; Salmos 75:7; Romanos 2:16) así

que para juzgar nuestros pecados Cristo se ofreció a sí mismo como la solución para que Dios hiciera justicia

a través de Él y en Él se descargara todo peso de maldad de toda la raza humana y de esa forma Dios nos mira

a través de Cristo.

Si nos mira a través de Él nos ve limpios, por la obra de Cristo que hizo en la tierra hace ya dos mil años, así

que ¿cómo no llorar y lamentarnos, cuando pecamos y le fallamos como creyentes a aquel que entregó su

propia vida con tanto amor? Es hora que reconozcamos que muchos creyentes hemos estado jugando con un

Dios vivo que toma en serio la relación que tenemos con El. Es hora de entrar en luto por nuestros pecados y

asumir una actitud responsable ante esta oportunidad tan grande de alcanzar la salvación a través de Cristo.

“Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.” (Santiago 4:10 RVR1960)

76

Si confesamos nuestros pecados Dios es fiel y también justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad (1

Juan 1:9). Para esto es necesario entrar en nuestro lugar secreto, allí donde en oración nos descargamos de

todas nuestras luchas, frustraciones, fracasos y recurrimos por fe a aquel que nos ha dado una nueva vida a

través del Espíritu; ese espíritu que nos desea con tanta fuerza, allí en donde nos humillamos y es que para

humillarnos hace falta valentía, esa valentía de reconocer que no somos nada de lo que creemos ser, que no

somos dioses, que necesitamos al Dios vivo que trae verdadera libertad.

Como dice Santiago él nos recompensará, pero ¿que más recompensa que recibir exaltación después de

habernos humillado ante el Dios Todopoderoso? Que más recompensa que poder vivir libres de las cadenas

del pecado y de la muerte, que más recompensa que la que nos espera en el cielo por ser obedientes a la

palabra de Dios. El Comentario Bíblico Mundo Hispano lo resume de la siguiente manera: “La exaltacion es

siempre un acto de reivindicacion que los humildes reciben del Señor (Lucas 1:52), porque el propio Señor

lo recibio de su Padre. Dos exaltaciones tuvo Jesús: la exaltacion de la cruz (Juan 3:14) y la exaltacion de la

resurreccion (Hechos 5:31). La primera exaltacion fue para el sufrimiento y la entrega. La segunda

exaltacion para la resurreccion y la glorificacion. No hay gloria que no pase por el sufrimiento. El principio

es valido para todos. El que se humilla, sera exaltado, pero el que se exalta, sera humillado (Lucas 18:9–14).

Hasta que no nos hayamos vuelto a Dios, hasta que no podamos obedecer su voz conforme a todo lo que él

nos manda, no habremos vencido en nuestro frente interno. Nuestro cristianismo sera superfluo. Con cada

vaivén de la vida nos alejaremos de Dios. Quiza volvamos a acercarnos a él si la vida da un nuevo vuelco,

pero lo mas probable es que, con cada dia que pase, nos alejemos mas y mas de Dios.”74

CONCLUSIÓN

Este capítulo expone la realidad oculta de muchos corazones de creyentes que viven prisioneros a todos estos

sentimientos y que están dominados por los celos, la envidia, el egoísmo, el orgullo; que luchan cada día

contra estos ataques del enemigo pero que difícilmente logran superar. Son más fuertes las ganas de sacar

toda esa rabia y frustración a través de lo que decimos, que humillarnos ante Dios y reconocer que

necesitamos de su ayuda para podernos librar de esas cadenas que no permiten que seamos libres y

practiquemos el verdadero evangelio de Cristo que es el Amor.

Es necesario que tomemos un tiempo para meditar, evaluarnos seriamente y mirar si dentro de cada uno de

nosotros hay alguno de estos pecados, porque si los hay debemos arrancarlos de lo profundo de nuestro

corazón. Ya que el propósito de Dios no es que estemos prisioneros a estos pecados, sino que nos acerquemos

a aquellas personas por las que sentimos todos estos sentimientos y amarlas; si, amarlas como Cristo nos ha

amado a pesar de que nosotros somos infieles a Él; a pesar de que nosotros con nuestros hechos nos

74 Ibid, p. 193.

77

mostramos enemigos de Dios ya que fácilmente nos dejamos seducir por la amistad del mundo y la

preferimos por encima de una búsqueda genuina de amistad con el Dios verdadero.

PREGUNTAS LECCIÓN 5

1. ¿Cuál es la característica de una persona sabia y entendida?

2. Pero si tenéis amargos y contención en vuestro , no os jactéis, ni mintáis contra la

.

3. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. Falso o verdadero.

4. Porque este pueblo se acerca a mí con su , y con sus labios me , pero su está lejos de mí,

y su de mí no es más que un mandamiento de que les ha sido enseñado.

5. Donde hay celos y contención ¿qué más hay?

6. Buscar la sabiduría de Dios nos libra de la necesidad de compararnos con los demás y de codiciar lo que

ellos tienen. Falso o verdadero.

7. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?

8. ¿Porque razón es que pedimos mal?

9. Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Falso o verdadero.

10. Dios resiste a los , y da gracia a los .

78

LECCIÓN 6

Jueces y advertencias

INTRODUCCIÓN

En este capítulo hablaremos acerca de la murmuración. Cuando hablo mal de otras personas, cuando

juzgamos a los demás creyendo que nosotros no tenemos nada que cambiar, creyendo y asumiendo el papel

de jueces, pensando que quizás Dios necesita de nuestra ayuda para gobernar ya que parece ser que algunas

personas no saben cómo vivir la vida cristiana.

Veremos lo equivocados que estamos cuando juzgamos a los demás ya que solo a Dios le corresponde esta

tarea y nosotros debemos velar por obedecer lo que dice su palabra y cambiar nuestra vida y después ayudar a

otros a conocer la verdad del evangelio sin juzgar y criticar la forma como las personas hacen las cosas.

Santiago también nos llevará a reflexionar acerca de la forma como vemos la vida, la forma como hacemos

siempre planes, proyectos y un sin fin de cosas sin contar con nuestro Creador, sin siquiera pasar tiempo en

oración y estudio de la palabra para ver qué dice Dios acerca de lo que esperamos hacer.

Nos mostrará cómo nuestras decisiones están basadas en los deseos pecaminosos que hay en nuestro corazón,

en el egoísmo, en la envidia, en los celos, en la avaricia, en la codicia y un sin fin de cuestiones que

urgentemente debemos cambiar si queremos recibir algo de parte de Dios. Debemos quitar todo eso que nos

impide honrar a Dios y adorarlo como debe ser.

También veremos cómo Santiago condena la actitud de todos aquellos que se han aprovechado de sus

riquezas o de su posición social para engañar, robar y engañar a los pobres; para no pagarles un salario justo y

a tiempo. Veremos cómo la raza humana a través de los tiempos siempre ha pisoteado a los más débiles para

poder obtener sus más terribles deseos y enriquecerse a costa del trabajo duro de sus empleados. Veremos

como Dios actuará y juzgará a todas estas personas que a través de los años han hecho tanto daño a millones

de familias que lo han perdido todo por estos hombres injustos que lo único que realmente están haciendo es

acumulando no sólo riquezas que se van a podrir, sino la ira de Dios que viene sobre esas personas que han

dañado a los débiles y a los cuales les espera un juicio eterno del cual no podrán librase ni con sobornos, ni

con poder, ni con riquezas.

I. Juzgando a los demás (Santiago 4:11-12)

“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano,

murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.”

(Santiago 4:11 RVR1960)

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Santiago continúa exhortando a todos los creyentes, en esta ocasión el tema es la murmuración (hablar mal de

los demás); sin importar lo que piense el mundo acerca de esto, los creyentes tienen la responsabilidad de

brillar en medio de un mundo lleno de odio, resentimiento, envidia, celos y egoísmo. Cuando una persona se

encuentra con la verdad de Cristo se ve expuesta a un cambio radical en su manera de vivir y hacer las cosas,

nunca más su vida vuelve a ser la misma; sus relaciones interpersonales cambian por completo.

El nuevo creyente encuentra una nueva forma de afrontar la vida y tratar con los demás; el problema que veía

Santiago al escribir este fragmento es que la gente estaba dejando una mala impresión del cristianismo

destruyendo el cambio que produce el Espíritu Santo en la vida del nuevo creyente. Estas personas estaban

abandonando el poder que tiene el evangelio para cambiar al ser humano y se estaban dejando dominar por

todos esos sentimientos perversos y pecaminosos al hablar mal de los demás, al decir chismes y dañar la

imagen de otras personas con sus palabras.

Santiago afirma que al hablar mal del hermano (es decir de otro creyente) y juzgarlo está murmurando y

juzgando la mismísima ley, ¡estas son palabras muy serias! Ya que si juzgamos a la ley, ya no seríamos

hacedores de la ley sino que pasaríamos a ser jueces. El problema es que nosotros no hicimos la ley, no la

creamos, solo hay uno que fue quien creó la ley y es el mismo Dios Todopoderoso.

Así que debemos tener cuidado antes de hablar mal de nuestro prójimo ya que estaríamos tomando el lugar de

Dios como juez, estaríamos asumiendo una posición de superioridad frente los demás creyendo que tenemos

el derecho de juzgar los errores de los demás cuando ni siquiera nos miramos a nosotros mismos para ver si

nosotros hacemos lo mismo (Lucas 6:41), creyendo que después de ver nuestros propios errores ahora sí

tenemos todo el derecho de juzgar a los demás, estamos muy equivocados si creemos que las cosas funcionan

de esa manera.

“Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a

otro?” (Santiago 4:12 RVR1960)

Aquí queda completamente claro, Dios es quien hizo la ley. El mismo la escribió. Él es el único juez y solo Él

tiene la autoridad para salvar o castigar eternamente a alguien; entonces ¿quién creemos que somos cuando

nos atrevemos a hablar mal de alguien? ¿Porque nos ponemos en posición de jueces? Siempre estamos con la

actitud de mirar en que se equivoca nuestro hermano para tener de que hablar.

Cuando hablamos mal de alguien estamos rebajando su imagen para poder vernos con una imagen más alta de

nosotros mismos y así hallar la manera de exaltarnos ante los demás, así nos sentimos superiores a esa

persona de la cual estamos hablando. Esto se ha convertido hoy en día en algo “ muy común” en la iglesia,

80

entre hermanos, en nuestros hogares y a donde quiera que vayamos; el problema es que el mundo es el que lo

hace ver “común o normal” pero Santiago nos exhorta que esto es pecado y quien práctica estas cosas no

merece heredar el reino de los cielos.

Tenemos por delante un gran reto todos los creyentes que queremos obedecer la palabra de Dios ya que esto

es algo que todos en algún momento de nuestras vidas lo ha practicado en su vida diaria, debemos dejar de

pensar que Dios no hace nada y por esa razón nosotros vamos a tomar la justicia por nuestras manos y le “

vamos ayudar a gobernar y a juzgar” es algo que solo le corresponde a Dios y debemos respetar su soberanía

y ubicarnos dentro de nuestra posición como hijos de Dios y no como jueces.

II. Advertencia para los que confían en sí mismos (Santiago 4:13-17)

“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y

traficaremos, y ganaremos;” (Santiago 4:13 RVR1960)

Santiago está hablando aquí a aquellas personas creyentes que se encargaban de hacer diferentes tipos de

negocios, es decir, gente con recursos económicos y posibilidades de comprar y vender en diferentes lugares.

El punto al que quiere llegar el autor es que para tomar cualquier decisión en la vida, para realizar planes o

proyectos no debemos hacerlo poniendo nuestra mirada en el mundo, a la manera que tiene la gente no

creyente de hacer negocios.

Si nos damos cuenta el mundo hace negocios, compra y vende mirando cómo sacar provecho de la otra parte;

ya sea engañando, siendo deshonesto, mintiendo, robando y hasta pasando por encima de los demás. El

consejo que quiere dar Santiago es ese, si decimos amar y seguir a Cristo, debemos demostrar que somos luz

haciendo negocios de acuerdo a lo que nos enseñan las escrituras, evidenciando los valores y ética cristiana,

recordemos que unos versos antes Santiago nos habla acerca de la amistad con el mundo y aquí precisamente

nos encontramos en el punto de decidir si queremos más la amistad con el mundo, haciendo lo que este

enseña o ser leales al amor a Dios que decimos profesar y obedecer lo que dice la Biblia.

Hoy en día es muy común escuchar personas que se nos acercan para vendernos “la última gran idea de

negocio” en la que nosotros mismos debemos decidir si escogemos invertir una pequeña o una gran cantidad

de dinero y esperar simplemente que en un par de semanas nos regresarán el doble; este ha sido un gran boom

en los últimos años en muchos países y muchas personas han decidido involucrarse en estos negocios

pensando que todo es legal, pero después de que los gobiernos decidieron investigar cuál era el vacío legal

que había, descubrieron que estás “pirámides” lo único que hacían era captar el dinero de las personas de

manera ilegal con empresas ficticias y dineros provenientes del narcotráfico y que tiempo después no le

regresaban el dinero ni las promesas hechas a la gente.

81

Muchos son los que han perdido los ahorros de toda su vida por realizar negocios que saben que provienen de

lugares ilegales y de personas estafadoras y mentirosas que el único propósito que tenían era enriquecerse

ellos mismos, el problema con esto, ya que no es nuevo, es que muchos creyentes han caído en este tipo de

negocios, ellos no han querido poner sus planes y proyectos en las manos de Dios y tampoco han querido

obedecer las escrituras y actuar conforme a lo que estás nos enseñan.

“cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se

aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.” (Santiago 4:14 RVR1960)

Y la verdad es que muchas veces cuando hacemos diferentes tipos de planes y proyectos no tenemos en

cuenta que sucederá con nuestras vidas el próximo minuto, la vida no está en nuestras manos como nos lo

enseña la corriente del mundo que nos dice que vivamos la vida y hagamos lo que queramos sin pensar en las

consecuencias que podría tener mañana. Dios es quien tiene el control de todas las cosas y él como nuestro

creador tiene el control de todos los aspectos de nuestras vidas.

Debemos vivir la vida de acuerdo a lo que las escrituras nos enseñan reflexionando y poniendo en manos de

Dios cada decisión que queremos tomar y obedeciendo lo que ella dice, ya que solo Dios tiene los días de

cada uno de nosotros contados, solo él sabe cuánto tiempo viviremos; solo Él sabe si podremos usar nuestros

miembros normalmente, si estaremos enfermos y postrados en una cama sin poder hacer nada o al contrario

viviremos saludables y podremos hacer de todo.

Santiago nos enseña es que debemos reconocer a Dios en todos nuestros caminos y él enderezará todo lo que

este torcido, (Proverbios 3:6) él nos ayudará a tomar decisiones sabias de acuerdo a lo que dice su palabra.

Plooy añade en su comentario a la Epístola de Santiago lo siguiente: “Planificar forma parte de la esencia de

un hombre responsable. La planificacion conecta el dia de hoy con el futuro. Un proyecto atrae, inspira,

proporciona resorte y horizontes. A pesar del margen de riesgo imprevisto, el hombre continúa haciendo

planes. Y eso es bueno. ¡Pero el sentido de responsabilidad tiene que ir acompañado del sentido de

dependencia! Saberse dependiente de la planificacion de Dios no trastorna nuestra planificacion, al

contrario, la profundiza. Nuestra dependencia de Dios si da al traste con la seguridad que tenemos en

nosotros mismos, y con la fanfarroneria de: haremos esto y lo otro.”75

“En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.” (Santiago

4:15 RVR1960)

75 Plooy, C.P, La Epístola de Santiago, la Fe que actúa, p. 47.

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Santiago no se refería a usar esta frase como una muletilla o frase mágica que nos protegerá y nos bendecirá,

usarla como repetición no sirve para nada, repetir palabras, frases u oraciones a lo largo de nuestra vida no

nos llevará a ninguna parte. El objetivo de Santiago con este consejo es llevar a la práctica esta frase, a

nuestra vida diaria, en todas las decisiones que tomemos dependiendo en Dios y solo en El; es decir, cualquier

plan, proyecto, meta o lo que sea que estemos por decidir debemos siempre ponerlo en manos de aquel que

nos formó y nos dio no sólo vida, sino una nueva vida.

Solo Dios tiene completo poder sobre todos los aspectos de nuestras vidas, dice la Biblia que él sabe cuántos

cabellos tenemos en nuestra cabeza (Mateo 10:30); es necesario que en todas las decisiones que tengamos que

tomar coloquemos en primer lugar a nuestro Dios, que contemos con su consejo que es sabio, que nos llevará

por camino seguro y no hará que nuestro pie tropiece en piedra (Salmos 91:12).

Es necesario que seamos sencillos y reconozcamos su grandeza y suprema sabiduría entendiendo que su

ayuda es mejor que nuestra sabiduría para tomar decisiones; podemos hacer los planes más maravillosos que

alguien pueda haber creado, podemos planear, crear los proyectos más sabios y creativos jamás hechos por

alguien, podemos planear viajes, bodas, comprar casa, carro, estudiar, ir a un restaurante, pero Dios es quien

tiene siempre la última palabra. Él puede desbaratar los planes humanos por más maravillosos que estos

parezcan, si Dios dice no, no habrá nada en este mundo y en nuestra inteligencia que podamos hacer, nadie

puede convencer a Dios de cambiar sus propósitos, si Él lo ha dicho así lo hará.

“Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;” (Santiago 4:16

RVR1960)

Volvemos al punto ¿qué es lo que hay guardado en nuestro corazón? Santiago nos dice aquí que es la

soberbia, la arrogancia, lo que hace que nos jactemos de lo que tenemos, de lo que hemos logrado, de los

triunfos, de los logros, de las promociones; todas estas cosas nos hacen sentirnos mejores que los demás y

maltratamos con nuestras palabras y nuestras actitudes a los demás, a nuestros hermanos en la fe, aún a

nuestros seres queridos.

Una vez más Santiago nos corrige y nos llama a reflexionar acerca de que todo este tipo de jactancia en

nuestras vidas es malo, no agrada a Dios, es desobedecer lo que El enseña. Recordemos que cuando

maltratamos a nuestro prójimo o nos sentimos mejores que los demás dañamos el propósito que Dios tiene

con cada uno de nosotros de hacernos más como Él es.

Guy Woods dice en su Comentario de Santiago referente al tema de la soberbia que se traduciría

fanfarronadas lo siguiente: “"Fanfarronadas", (de alazon, un jactancioso o vanaglorioso), denota insolencia,

arrogante y seguridad vacia; la disposicion de olvidar a Dios en los asuntos de la vida, y vivir con la

83

presuncion que el hombre solo es el arquitecto de sus fortunas. La etimologia de la palabra traducida

"fanfarronadas", sugiere un esfuerzo calculado de su parte para reclamar suficiencia sin Dios. Denota la

disposicion de reclamar astucia, fuerza, y habilidad; por lo tanto, suficiencia; y, claro, sin Dios. Aumentaron

su pecado no solo por mantener este concepto en sus corazones, sino que por expresarlo a otros. Por mas

malo que sea sentirse independiente de Dios, es peor gloriarse de ello, y aun jactarse de ello con otras

personas. No obstante, esto no es de sorprenderse, sino que muestra el curso normal del pecado. El hombre

que no siente obligacion a Dios pronto con jactancia expresara insolentemente a otros su desprecio al

Señor.”76

“y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:17 RVR1960)

Para todos los creyentes y todos aquellos que leen las escrituras a conciencia es muy evidente cuando

pecamos ya que la palabra nos recuerda la verdad a nuestra conciencia, a nuestra memoria y a nuestro corazón

que estamos desobedeciendo lo que aprendimos al leer y guardar en nuestro interior, esas enseñanzas tan

maravillosas que han hecho que nuestra vida sea ahora tan diferente. Así que cada vez que vamos a pecar ya

sabemos en nuestro interior que lo que estamos a punto de hacer es desobedecer la misma voz de Dios.

No tenemos ningún tipo de excusa que tape o haga ver menos terrible el pecado que hacemos. Dios ha puesto

en nuestro corazón lo que es bueno y lo que es malo y tenemos la responsabilidad de escoger o amar a Dios o

amar al mundo. Ahí están los dos caminos que podemos tomar (Deuteronomio 30), pero si escogemos hacer

el mal o simplemente escogemos no hacer lo que es bueno se nos contara como pecado dice Santiago. Así que

miremos y reflexionemos, tengamos cuidado no sólo de no pecar sino también de hacer todo lo que es bueno

y beneficioso para el reino de Dios amando a los demás, amando a nuestros hermanos, amando a nuestras

familias y amando a aquellos que nos cuesta amar.

III. Advertencia para los ricos (Santiago 5:1-6)

“¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.” (Santiago 5:1 RVR1960)

He aquí una advertencia, las palabras que vienen a continuación son bastante fuertes y son dirigidas a los

ricos. En el capítulo 2 de Santiago vemos cómo se ha tocado el tema respecto a los ricos, dice Santiago ¿acaso

no son los ricos los que insultan a nuestro Señor maltratando y robando a los pobres para enriquecerse? Aquí

Santiago va a profundizar el tema tocado anteriormente y es que los ricos ofenden a Dios no sólo porque

creen que sus riquezas provienen de su propia sabiduría y habilidades sino porque maltratan a los pobres no

pagándoles su salario justo y robándolos para enriquecerse, además de olvidarse y darle la espalda al mismo

Dios.

76 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 187.

84

La advertencia que da Santiago aún no da las razones por las cuales los ricos deben entristecerse, llorar y

aullar por las miserias que vendrán, es decir, sobre los ricos vendrá un juicio de parte de Dios el cual es justo

y ha tardado su juicio para que muchos se arrepientan de sus pecados y su maldad y se vuelvan a Dios

demostrando con obras que aman a los pobres, pero todo ese orgullo, vanagloria, autosuficiencia y arrogancia,

avaricia e injusticia va a ser tarde o temprano juzgada por el Dios supremo.

“Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.” (Santiago 5:2 RVR1960)

Aquí comienza a describir el autor lo que sucederá con todas las cosas que los ricos han obtenido

deshonestamente. No se está refiriendo a las riquezas de todo el mundo sino que está siendo específico al

describir a quienes se refiere: a todos aquellos que han obtenido sus riquezas engañando a otros, robando,

mintiendo y en fin humillando a los pobres que no tienen cómo defenderse. Además en el lenguaje bíblico

podemos observar que al referirse al rico, la Biblia no sólo habla de aquellos que poseen grandes cantidades

de dinero o posiciones sino también a aquellos que asumen una actitud equivocada hacia los demás con lo que

tienen así no sea mucho.

Otra cosa que podemos tomar de este verso es que el autor habla acerca de la condición de esas riquezas, él

dice que están podridas, asumiendo que está diciendo que en el presente ya Dios las veía podridas aunque

estas personas no lo mostrarán superficialmente, aunque sus ropas tal vez continuarán espléndidas y sus

riquezas o posesiones aún se mantuvieran intactas, para Dios que todo lo ve y todo lo sabe, Él sabía que el fin

de esas cosas materiales era el fin y la destrucción; tal como pasa con el cuerpo cuando muere, que es comido

por los gusanos así mismo esos vestidos serían comidos por la polilla. Es muy irónico pensar en los símbolos

que el hombre ha creado para demostrar a otros las riquezas que este posee, son símbolos superficiales que

rápidamente pueden ser extinguidos por cualquier medio y llevar a la pobreza.

“Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo

vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.” (Santiago 5:3

RVR1960)

Lo que el autor quiere decir en este verso es que cuando las riquezas se acumulan de una forma equivocada se

dañan, cuando no se les da el uso adecuado se pudren, es más, cuando se guardan en un lugar que está en mal

estado estas se dañan y eso es lo que ha sucedido con estas personas a las cuales se refiere Santiago. Ellos

acumularon riquezas del pago que le correspondían a sus obreros, las guardaron y eso ha llegado ante los ojos

de Dios y el si ve lo que el ojo humano no puede ver, Dios ve como el oro y la plata se han enmohecido, Guy

Woods dice respecto a este tema: “El moho da testimonio del mal uso, o de uso impropio; y su existencia

85

demuestra de manera inequivoca que aquellos en posesion de las mismas; no han manejado bien las cosas

que asi son afectadas.”77

La ambición de estos hombres ha evidenciado su pecado y la destrucción que les espera. Así como el oro y la

plata con el tiempo son destruidas, ellos serán destruidos como el fuego destruye al oro y a la plata a causa de

su codicia, avaricia y egoísmo; solo que esa destrucción está preparada para el fin de la humanidad. Estos

hombres están acumulando tesoros para los días finales donde Cristo juzgará con mano firme y donde estas

personas han acumulado la ira para el día de la ira de Dios por sus actitudes y malos frutos (Romanos 2:5).

“He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les

ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del

Señor de los ejércitos.” (Santiago 5:4 RVR1960)

Aquí está la razón por la cual estas personas “ricas” recibirán el castigo mencionado en los versos anteriores,

el pago por el trabajo de los obreros en las tierras de los ricos ha sido robado, ellos mismos los han engañado

para no pagarles y este clamor ha llegado a oídos de Dios, estas personas se han enriquecido a costa de los

trabajadores demostrando sus injusticias y mentiras.

Zobeida Vásquez dice lo siguiente: “Los ricos opresores no solo eran culpables de acumular riquezas con

avaricia en vez de compartirlas con los necesitados, sino que habian adquirido estas riquezas de una manera

incorrecta. Explotaban al pobre y se quedaban con el salario, lo retenian con ellos. Los obreros trabajaban

por su jornal diario y esperaban recibirlo para suplir sus necesidades de alimentos para su familia. El rico al

quedarse con el salario del obrero al final del dia, tenia sus graneros rebosados con la cosecha, pero el

obrero en su casa no habia comida. Esto es injusto. Se estaban enriqueciendo con el dinero ajeno, con el

arduo trabajo del obrero. Los obreros en su necesidad, en su afliccion clamaban y estos clamores llegaron a

los oidos del Señor de los ejércitos.”78

Hoy en día aún vemos esa situación; en muchos lugares los empleadores abusan de los empleados pagándoles

muy por debajo de lo que es justo y en muchos casos robándoles sus prestaciones sociales. Hoy en día hay

muchos adultos que deberían tener un retiro justo, pero durante años estos empleadores les robaron el dinero

con engaños y al final no les pagaron nada y hoy en día estas familias deben arreglárselas de otras maneras,

buscando en las calles trabajos mal remunerados para poder sobrevivir después de tantos años de trabajo. Este

es el llamado de Santiago, la advertencia y el castigo inminente para las personas que han hecho tanto daño a

millones de familias solo por enriquecerse ellos mismos y acumular sus “tesoros podridos”.

77 Ibid, P. 195.78 Vásquez de Cueto, Zobeida, Estudio Sobre El Libro De Santiago, pp. 76-77.

86

“Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como

en día de matanza.” (Santiago 5:5 RVR1960)

Pero ¿que hicieron estas personas con este dinero además de acumularlo? Lo utilizaron para darse lujos en la

tierra, para comprar lo que sus deseos les sugerían, para gastarlo en cuanta cosa innecesaria pudieron ver, para

aparentar una posición social y mostrarse importantes. Se han engordado como cuando se engordan los

animales para el momento de ser sacrificados y vendidos en los mercados o en las fiestas.

El problema aquí es que el autor habla del corazón que ha sido engordado, no ha sido cuidado, un corazón

gordo en el futuro tendrá muchos problemas de salud, las arterias se taponan, la sangre no circula de la misma

manera, el corazón no bombea la sangre igual, en fin, a ese corazón solo le espera la muerte al igual que a

esas personas que han actuado injustamente robando y maltratando a gente necesitada. Todo asalariado en el

mundo necesita el dinero para poder vivir y bendecir a su familia, pero ¿que pasa cuando esa remuneración no

llega? Dios está pendiente de estas injusticias y El hará justicia (Jeremías 22:13).

Warren Wiersbe habla con respecto a este tema lo siguiente: “Es cierto que Dios quiere que disfrutemos de

las bendiciones de la vida (1 Timoteo 6:17), pero no quiere que tal vida sea de desperdicio y lujos mientras

se roba a otros en necesidad. Estos hombres vivian con lujo innecesario y gastaban con desenfreno el dinero

que no les pertenecia licitamente. Santiago los compara a ganado torpe que engorda sin moderacion, ¡que

no se dan cuenta de que solo los engordan para la matanza! (Amos 4:1–3). El pecado final que menciona es

la injusticia.”79

“Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.” (Santiago 5:6 RVR1960)

Es común ver que los ricos tienen influencia en diferentes esferas de la sociedad, en la política, con los jueces,

con los bancos, entre otros. También es común ver cómo los ricos sobornan a personas con cargos muy

importantes y que toman decisiones muchas veces para hacerse ricos o hacer más ricos a los que sobornan. El

problema es que para lograr todo esto hay que pasar por encima de personas que no son poderosas, que no

tienen mucha influencia y que en este caso son justas y al serlo no se van a defender o no tienen como

hacerlo; entonces los poderosos aprovechan la ocasión para manipular, amenazar e incluso llegar a matar a

personas inocentes solo por conseguir sus oscuros objetivos de riqueza. Santiago ya ha dicho lo que les espera

a las personas que han hecho este gran mal y lo que Dios está dispuesto a hacer en contra de estos opresores

inmorales que han lastimado a los suyos.

Guy Woods dice lo siguiente: “El primer verbo es de katadike, condenacion; y denota el hecho de que el rico

tenia influencia aun en las cortes de la tierra y podia conseguir sentencias de acuerdo a sus deseos. A los

79 Wiersbe,Warren. W, Bosquejos Expositivos de la Biblia, p. 800.

87

pecados graves de fraude y opresion, el rico, que era el objeto de las denunciaciones severas de Santiago,

agrego el crimen del soborno, controlaban las cortes y tenian influencia en las decisiones de los jueces. El

verbo katedikasate tiene la implicacion de un juicio, legalmente arreglado para determinar la inocencia o la

culpabilidad de un acusado; pero, el acusado ya habia sido juzgado culpable por los que lo habian citado y,

por lo tanto, el juicio era una burla a la justicia.”80

Debemos tener mucho cuidado de no caer en esto ya que en muchas de nuestras naciones es algo muy común

y muy practicado no sólo por los ricos, sino por todo el pueblo, esto es algo que nos tiene que separar de los

demás, hemos sido llamados a ser luz, a brillar aún en medio de la oscuridad.

CONCLUSIÓN

Hemos visto a través de estos versos la gran cantidad de cosas que como creyentes debemos cambiar.

Debemos luchar contra toda clase de injusticia que hay en nuestro corazón y que daña a las personas que nos

rodean. Debemos desechar la murmuración de nuestras vidas, hablar mal de los demás ya que cuando lo

hacemos no sólo estamos dañando la imagen que otros tienen de esa persona, sino que nos estamos creyendo

superiores y con derechos que juzgar y criticar cuando el único juez sobre la tierra es Dios y El juzgará en el

tiempo que él ha determinado a cada uno conforme a sus obras.

Otro punto importante que debemos cambiar es hacer planes sin el consentimiento de Dios. Él es nuestro

padre y como un hijo siempre cuenta con el permiso y la autorización de su padre para hacer cosas, asimismo

nosotros debemos contar con la aprobación de nuestro Señor para cualquier plan que tengamos por más

pequeño que este parezca. Debemos dejar toda soberbia que hay alrededor de las decisiones que tomamos ya

que Dios es quien tiene poder sobre nuestros días y sobre nuestra vida, la soberbia no nos llevará a ninguna

parte ya que Dios desprecia a los orgullosos; mantengamos una actitud humilde frente a la manera como se

dan las cosas en nuestra vida.

Por último Santiago habla acerca de un tema muy grave que estaba sucediendo en aquella época pero que hoy

en día sigue sucediendo y es la codicia y la avaricia que algunas personas tienen sobre sus empleados, los

cuales con engaños roban el dinero que les pertenece por el trabajo hecho, los sobornan, los condenan y hasta

los matan por obtener riquezas ilícitas con dinero que no les pertenece; a estas personas les viene un juicio

inminente de parte de Dios ya que todas estas aflicciones han llegado a oídos de Dios y él no se quedara

quieto.

Él juzgará a todos aquellos que se han enriquecido de manera ilícita maltratando a los débiles que no tienen

como defenderse y que en muchos casos afectan también a sus familias. Debemos tener mucho cuidado con la

80 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 201.

88

actitud que tenemos con las riquezas que Dios nos ha dado a cada uno, no es necesario ser millonario y tener

millones en la cuenta bancaria, lo importante es que con lo que tenemos ¿que estamos haciendo para el

bienestar de los demás? ¿Estamos amontonando lo que tenemos para nosotros mismos? Somos ricos cuando

compartimos las verdades de Jesucristo a otros que aún nos las conocen, ese tipo de riqueza no se pudrirá, ni

se llenará de moho, sino que durará por la eternidad.

PREGUNTAS LECCIÓN 6

1. Entre creyentes es bueno murmurar los unos de los otros. Falso o verdadero.

2. Dios nos ha puesto como jueces para juzgar a otros. Falso o verdadero.

3. ¿Para que debemos reconocer a Dios en todos nuestros caminos?

4. El hombre que no siente a Dios pronto con jactancia expresará a otros su desprecio al

.

5. Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. Falso o verdadero.

6. ¿Porque deben llorar y aullad los ricos?

7. Vuestras están podridas, y vuestras están comidas de polilla.

8. ¿Porque clama el jornal de los obreros?

9. Warren Wiersbe menciona que el pecado final es la injusticia. Falso o verdadero.

10. Habéis y dado al justo, y él no os hace resistencia.

89

LECCIÓN 7

Resistiendo con paciencia en tiempo de dolor (Santiago 5:7-12)

INTRODUCCIÓN

Veremos en el desarrollo de este capítulo la paciencia que deben desarrollar los creyentes respecto a todas las

cosas hasta que venga Cristo, es decir, a pesar de los sufrimientos que un cristiano debe vivir a lo largo de su

vida y la persecución que debe afrontar por hablar del evangelio de Cristo, la oposición que debe enfrentar de

todos aquellos que no creen en lo que dice la palabra de Dios. Aún con todas esas cosas, Santiago nos invita a

permanecer firmes, pacientes, a la espera de la ayuda idónea de Dios en cada una de esas luchas que muchas

veces nos debilitan y nos hacen perder la confianza en nuestro Dios.

Santiago nos enseña con un ejemplo claro como el del agricultor, la paciencia que debemos tener para obtener

el fruto de lo que estamos sembrando. Tal vez no lo veamos en esta vida como muchos de los “héroes” de la

fe, que murieron apenas viendo realizada la promesa que Dios les había hecho desde hace mucho tiempo

atrás, pero entendemos con este texto que nuestra recompensa no es siempre terrenal, que se pudre y se llena

de moho. Nuestra recompensa está esperando en los cielos, allí donde muchos hemos acumulado riquezas que

no se perderán, que no se enmohecerán, ni se pudrirán; así que Santiago nos invita a ser valientes y asumir el

rol que tenemos como creyentes que aún en medio de la tempestad y las dificultades permanezcamos

enseñando la luz del evangelio a toda la humanidad.

Es importante que cuando el creyente está pasando por persecución, por pruebas y sufrimientos producidos

por predicar, enseñar o manifestar el evangelio a otros, tenga en cuenta el perseverar en la confianza que se

tiene en Dios y no desbocarse en queja contra El, ya que de nada nos servirá en nuestro crecimiento como

cristianos. Tampoco debemos quejarnos de lo que hacen o no hacen los demás, Dios es un juez justo y a cada

uno le dará su merecido conforme a cada cosa que haya hecho. Nuestro papel en medio del sufrimiento no

debe ser el de víctimas, volviéndonos amargados y asumiendo una actitud errónea frente a los demás; nuestra

90

actitud debe ser de alegría, de gozo al saber que estamos sufriendo por razón de Cristo, por amor a Él y nada

que este mundo nos pueda ofrecer nos podrá apagar ese gozo que se siente cuando estas obedeciendo la

palabra de Dios. Cuando seguimos el ejemplo de todos esos hombres que han dado hasta su vida para que

todos pudieran escuchar la verdad de Dios.

Por último Santiago nos enseña que debemos tener cuidado con los juramentos que hacemos, con la forma

como usamos el nombre de Dios ya que muchos son los que lo usan de manera desprevenida, irresponsable,

irrespetuosa e irreverente, el nombre de Dios debe ser respetado en toda conversación y en todo lugar,

debemos respeto y rendición a su nombre.

“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el

precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.”

(Santiago 5:7 RVR1960)

Podemos ver en este verso como Santiago se vuelve a los hermanos, a los amados creyentes a los cuales ha

dirigido la epístola en la mayoría del desarrollo del texto; en los últimos versos hemos notado lo que le espera

a aquellos hombres que se han enriquecido maltratando, humillando y engañando a hombres que han

trabajado para ellos. También vimos lo que le espera a estos hombres insensatos e injustos, Dios los defenderá

y no dejará que las cosas terminen de esa manera, a estos hombres les espera un juicio terrible en el cual

ninguna de sus riquezas servirá para librarse del mismo.

Por esta razón Santiago pide paciencia a todos los hermanos, a todos aquellos que han sido oprimidos por

estas personas ricas e injustas y en general a toda la iglesia, ¡aguardemos pacientemente hasta la venida de

Cristo! Guy Woods dice lo siguiente acerca del término paciencia, en esta ocasión refiriéndose a la paciencia

que debe tener con aquellos que lo oprimen: “Es digno de notarse que la palabra traducida “paciencia” aqui

(makrothumeo) no es la misma asi traducida en el primer capitulo de la Epistola (Santiago 1:3). Alli, es la

palabra jupomone, permanecer bajo. La primera de estas palabras (makrothumeo) es usada para denotar

paciencia con personas, la segunda (jupomone) con cosas. En Santiago 5, los santos que sufrian estan

exhibiendo paciencia para con los atormentadores, sabiendo que Dios seguramente los vengara y se

encargara para que se haga una justicia cabal.”81

Santiago nos da un ejemplo maravilloso y es el del labrador y la actitud que asume al esperar pacientemente la

lluvia temprana y la tardía para el momento en que el precioso fruto salga a la vista y se pueda disfrutar. Aun

cuando tiene que atravesar por una serie de circunstancias adversas para que dé fruto, el buen labrador espera,

incluso confía en Dios que a pesar de las adversidades climáticas que puedan presentarse, la semilla producirá

el fruto esperado con ansias. El labrador nunca tiene el control de la cosecha en sus manos; pueden haber

81 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 204.

91

muchos cambios que están fuera de su alcance pero aun así espera meses y aprende a escuchar y a determinar

en qué momento es preciso utilizar las herramientas adecuadas para cuidar la siembra y así cosechar de la

manera correcta.

De la misma manera es necesario que el creyente permanezca firme ante las dificultades que tiene que

afrontar en la vida; debe ser paciente, entender que al esperar está permitiendo que el espíritu de Dios haga su

obra dentro de él y así de esa manera irá madurando, tal como lo hace la semilla que va creciendo a medida

que va pasando no sólo el tiempo adverso, sino todo ataque de la naturaleza; a pesar de las pruebas, las

amenazas, los engaños, las humillaciones y burlas de otras personas, el cristiano genuino logrará

pacientemente germinar y dar el fruto que Dios ha determinado que este produzca. Es a través de los

sufrimientos que se logra crecer y avanzar en todas las áreas de la vida del creyente de esta manera

demostrara el fruto del cual habla Santiago unos capítulos atrás.

“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se

acerca.” (Santiago 5:8 RVR1960)

De nuevo Santiago nos anima a tener paciencia, fortaleciendo nuestros corazones, guardándolos porque de

nuestros corazones brota la vida (Proverbios 4:23) y así esperaremos con ansias la venida tan esperada de

nuestro Señor Jesucristo, venida tan cierta, tan real, tan eminente que aún los apóstoles al escribir las cartas y

las epístolas añoraban su pronta venida y preparaban a sus discípulos para estar alertas y preparados para no

llegar desprevenidos.

Así como el agricultor debe esperar bastante tiempo para que todo el proceso se complete y llegue el

momento de cosechar lo sembrado, asimismo nosotros debemos esperar con paciencia la venida de Cristo,

aunque muchas veces quisiéramos que regresará pronto debido a los sufrimientos que tenemos que vivir,

debemos trabajar duro en el interior de nuestras vidas para que podamos dar frutos de verdadero

arrepentimiento, dejando atrás todo aquello que nos estorba, todo aquello que nos aparta de Dios, todo odio,

rencor, envidia, celos, avaricia; todos esos deseos pecaminosos y concupiscencias que nos atraen a hacer el

mal y así alcanzar la meta que todo creyente tiene por delante ¡ la eternidad con Cristo!.

La Biblia del Diario Vivir expresa esto mismo de la siguiente manera: “El agricultor debe esperar con

paciencia que crezca lo que sembro; no puede apresurar el proceso. Pero no puede tomarse vacaciones en el

verano y esperar que todo vaya bien en sus sembrados. Hay mucho por hacer para asegurar una buena

cosecha. De igual manera, debemos esperar con paciencia el regreso de Cristo. No podemos apresurarlo,

pero mientras esperamos hay mucho que hacer para que avance el reino de Dios. Tanto el agricultor como el

cristiano deben vivir por fe, con la mirada en el futuro, que sera portador de recompensa por su trabajo. No

92

viva como si Cristo nunca fuera a volver. Trabaje con fidelidad en la edificacion de su reino, porque el Rey

vendra cuando el tiempo de la cosecha haya llegado.”82

“Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante

de la puerta.” (Santiago 5:9 RVR1960)

De nuevo Santiago retoma el problema de la lengua y es que es un mal que no puede ser controlado. Tenemos

que refrenar nuestra lengua, disciplinarla para que no salga basura y maltrato hacia los demás sino todo lo

contrario, para que salga de nuestra boca bendición, amor, comprensión y tolerancia frente al hermano; de

esta manera no seremos condenados, porque ¿de que nos sirve decir que amamos a Dios si no amamos a

nuestro prójimo demostrándolo en la forma como le hablamos o con lo que guardamos en nuestro corazón

hacia él?

Y es que siempre estamos buscando la manera de quejarnos de los demás, todo el tiempo estamos mirando en

que se equivocan mis hermanos y así tener argumentos para criticarlo, juzgarlo o en este caso como dice

Santiago quejarnos de él. Con esas actitudes no estamos demostrando el amor de Cristo en nosotros. El

Diccionario Expositivo VINE traduce la palabra queja de la siguiente manera: “stenazo (στεναζω), gemir. Se

traduce con el verbo quejarse en Hebreos 13:17: quejandose (Reina Valera: gimiendo; VM: con

pesadumbre); Santiago 5:9: no os quejéis (RV, RVR; VM: no murmuréis).”83

Es muy común ver la queja en lugares en donde se está enfrentando la opresión, donde se es oprimido, parece

ser que esto era lo que estaba sucediendo cuando Santiago escribió esta epístola. No eran buenos tiempos

como tampoco lo son hoy en día, estamos viviendo en tiempos de sequía en todos los ámbitos, anarquía, falta

de liderazgo y vivimos en una sociedad que ha abandonado la fe y la obediencia a Dios y su palabra. En

muchos lugares la gente que está oprimida se queja del gobierno, de las instituciones, de la iglesia, de la

familia, de los padres, de la pareja y de todo lo que nos rodea.

Esto mismo es lo que sucedió al pueblo de Israel cuando pasó por el desierto buscando la libertad que Dios

mismo les había prometido y allí poco a poco fueron cayendo todos aquellos que se quejaron y murmuraron

de Dios, de Moisés, de las decisiones que se tomaban y de todo a su alrededor, pero aun así Jehová cumplió

con lo que prometió y le dio al pueblo la tierra que les había prometido a sus predecesores.

Por eso debemos estar alertas, porque Dios está a la puerta, ya no tarda, debemos estar preparados, sin queja

en nuestro corazón, sin nada que interfiera en nuestra directa relación de pureza que debemos vivir gracias a

nuestro salvador. Así hallan pasado todos los siglos que han pasado desde los apóstoles que escribieron estos

libros, nosotros hoy en día no perdemos la fe y la credibilidad de la palabra de Dios y lo que Él nos ha

82 Biblia Del Diario Vivir, p.1896.83 Diccionario Expositivo VINE, p. 1456.

93

prometido, si Cristo dijo que volvería en las nubes tal y como se fue El cumplirá sus promesas, debemos

mantenernos confiados que lo hará.

“Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en

nombre del Señor.” (Santiago 5:10 RVR1960)

Santiago nos motiva a ser pacientes y a seguir el ejemplo de grandes hombres que dejaron huella, que

obedecieron a Dios, que creyeron en sus promesas por más ilógicas que estas pudieran sonar; ejemplos de

aflicción, de sufrimiento, de entrega, de sacrificio; de todos aquellos profetas que hablaron en el nombre del

Señor, que hablaron lo que Él les decía y no lo que a ellos les parecía que era lo mejor.

Para poder hacer esto esos hombres tuvieron que morir a su ego, a sus deseos pecaminosos, a su carne, para

poder obedecer lo que Dios les mandaba que dijeran al pueblo, de lo contrario habría dicho y hablado en su

propia sabiduría y no habrían logrado nada de lo que lograron. Además los profetas de la Biblia fueron los

hombres más perseguidos de la historia, no hay hombres que hayan recibido la peor aceptación por parte de

los gobiernos y autoridades que ellos, fueron todas estas pruebas las que ellos tuvieron que soportar por amor

al Dios Todopoderoso y para hablar en nombre de Él. Debían estar preparados interiormente, ser fuertes para

esas persecuciones tan violentas y rencorosas, pero hay una recompensa para todos aquellos que han sufrido

por hablar de parte de Dios y hacer que muchos se arrepientan y cambian su manera de caminar en la vida

(Mateo 5:12).

Muchos fueron los profetas que tuvieron que pasar por estas circunstancias y esto era de conocimiento para

los lectores de esta epístola es el caso de Isaías, Jeremías, Daniel, Jonás y otros tantos ejemplos para todos

nosotros tomar e imitar. Si ellos padecieron tanta persecución por ser testigos de lo que Dios está dispuesto a

hacer a los que en El creen, entonces ¿que esperamos nosotros hoy en día si nuestras aflicciones en la mayoría

de los casos no son de persecución por ser cristianos, sino aflicciones y sufrimientos comunes que todas las

personas deben pasar?

Ejemplos como el de Abraham el padre de la fe nos invita a ser pacientes y en medio de cualquier proceso que

tengamos que enfrentar madurar y ser voceros de la palabra de Dios a miles de personas que necesitan

escuchar la luz del evangelio. No debemos poner excusas para hablar lo que Dios dice en su palabra, es

necesario hablarla a tiempo y fuera de tiempo, redarguyendo, reprendiendo y exhortando con mucha

paciencia, así como el Señor también ha tenido paciencia contada uno de nosotros. (2 Timoteo 4:2)

“He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis

visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.” (Santiago 5:11 RVR1960)

94

Cabe notar que estos hombres además de pasar persecución y sufrimientos de todo tipo, sentían una paz

increíble en su corazón, sabían que Dios de una u otra forma los respaldaría y no los dejaría en vergüenza; por

esa razón ellos se sentían bienaventurados y además para el resto de las personas eran tenidos por “héroes” ya

que no muchos eran los que lograban este nivel de entrega absoluta al Señor. La mayoría de los hombres ante

el sufrimiento y la persecución revelan la queja ante Dios o hacia otros.

Los hombres que se han determinado servir a Dios con toda sinceridad y con una actitud correcta en su

corazón están dispuestos al sufrimiento por amor a Cristo, están dispuestos a lo que venga sin importar lo que

pase con sus vidas, con sus cuerpos ni con nada que los rodee o puedan poseer. Ellos han muerto a todo lo que

pueda atraerlos al mundo y se han dado a Cristo sin reservas; ellos han encontrado su riqueza en el cielo así

deban esperar y no se dejan atraer por los tesoros de este mundo que pronto se pudrirán y no serán nada.

Guy Woods escribe acerca de esto dando quizás el ejemplo más claro y real de la actitud que debe tener un

hombre de fe como Job diciendo lo siguiente: “El libro de Job demuestra el hecho de que un hombre fiel

soportara cualquier forma de prueba en vez de abandonar a Dios. Exhibe en forma clara y notable las luchas

de uno que, aunque no lo pueda entender, por el momento, la ocasion de sus duras pruebas, no culpa a Dios

con ellas, y mantiene su fe en la Deidad. Job y sus experiencias nos dan una leccion de objeto de fe constante

ante la prueba tremenda. A pesar de sus aflicciones fisicas, la pérdida de sus posesiones terrenales, el

desprecio y las acusaciones falsas de sus amigos y la infidelidad de su esposa, "no peco Job, ni atribuyo a

Dios desproposito alguno" (Job 1:22).” 84

Es importante aclarar que aquí Santiago nos hace ver que aunque no lo veamos, Dios está en medio de toda

situación en nuestras vidas y aunque tal vez no lo veamos actuando a favor nuestro no significa que no esté

allí presente, al contrario El no sólo está presente observando lo que está sucediendo sino que está obrando en

cada uno de nosotros para nuestro bien, para nuestro crecimiento y para que podamos aumentar nuestro nivel

de fe y confianza en Dios. El con su compasión y misericordia hacia nosotros no tarda en ayudarnos pero

también conoce hasta qué punto podemos soportar y nos dará siempre la salida para que podamos resolver las

situaciones de la mejor manera (1 Corintios 10:13).

“Pero, sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro

juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.”

(Santiago 5:12 RVR1960)

Es importante detenernos por un momento y analizar este verso que en cierta manera es diferente de aquello

que viene hablando Santiago acerca de tantas costumbres pecaminosas que estaban practicando los creyentes

en este momento, pero no menos importante ya que el autor enfatiza que por sobre todas las cosas que se han

84 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 216.

95

venido diciendo, es decir, se da más importancia a esto que se va a decir que a todo lo mencionado

anteriormente y es que la práctica de usar alguno de los nombres de Dios o las cosas creadas por él para dar

cierta importancia a lo que se está diciendo o para jurar respecto a algún tema determinado era algo que se

acostumbraba a hacer entre los creyentes.

El problema viene cuando estos nombres son usados de manera irreverente, superficial o tal vez con irrespeto;

el Señor nos recuerda sus mandatos cuando habla acerca de este tema: “Pero yo os digo: No juréis en ninguna

manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por

Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro

un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.” (Mateo

5:34-37 RVR1960).

Debemos tener mucho cuidado con la forma como nos expresamos de Dios y de todo lo que Él ha creado, no

podemos hablar a la ligera cuando nos referimos a Él. Debemos ser reverentes en toda nuestra manera de

proceder. Y es que hoy en día podemos ver cómo aún en las iglesias se usa el nombre de Dios de una manera

irreverente, escuchamos personas que usan nombres despectivos para referirse a Dios faltándole

completamente al respeto y además enseñando a otros que no hay ningún problema en hablar de tal manera.

Ya lo vimos anteriormente el Señor es celoso y su gloria no la comparte con nada ni con nadie, Él lo ha

dejado en claro desde tiempos antiguos cuando nos dejó los mandamientos en aquellas famosas tablas para

que los obedeciéramos y cumpliéramos: “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No harás para ti escultura,

ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de

los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago

misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu

Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.” (Deuteronomio 5:7-

11RVR1960).

Es importante que nos aseguremos que lo que digamos a los demás sea lo correcto, ya sea que nuestra

respuesta sea sí o sea no, debemos estar conscientes que esto sea claro y verídico, sin necesidad de tener que

hacer juramentos y promesas. Ahora, en esta categoría Santiago no se refiere a los juramentos que en

ocasiones se deben tomar ante jueces, notarios y servidores públicos que son necesarios ya que estos son de

naturaleza sería. Lo que Santiago quería que entendiéramos es la irreverencia y la falta de respeto de algunas

personas que estaban teniendo con el nombre de Dios y el uso inadecuado que se estaba haciendo de los

juramentos.

96

Podemos encontrar varios ejemplos bíblicos de hombres que juraron y que utilizaron el nombre de Dios para

reforzar lo que estaban comunicando, para defenderse en algún caso determinado o como él mismo Jesús que

testificó bajo juramento ante Caifás (Mateo 26:63-64). Se hace necesario pues, que aprendamos y enseñemos

a las personas a usar el nombre de Dios con reverencia y no usarlo para propósitos engañosos.

CONCLUSIÓN

Hemos notado ante todo que para el creyente de cualquier época de la historia lo más importante y el consejo

que da Santiago es permanecer pacientemente esperando la respuesta y solución de Dios en las pruebas,

sufrimientos y persecuciones. El creyente no debe desistir ni frustrarse ante este tipo de luchas, aunque sabe

que es difícil mantenerse en fe confiando en las promesas de Dios.

También sabe por los ejemplos que la Biblia enseña de todos aquellos hombres que creyeron a Dios en medio

de situaciones imposibles de solucionarse y Dios a su debido tiempo respondió y esto ayudó a aquellos

hombres a cimentar su fe y su confianza en Dios, a creer a pesar de que la lógica humana dicte lo contrario, a

entregar y sacrificar sus vidas sabiendo que el tesoro que les espera en el cielo es mayor y mucho mejor que

cualquier tesoro en la tierra. En donde muchos hombres por amor a este se han apartado de los caminos de

Dios escogiendo la amistad con el mundo por encima de la vida verdadera con Dios.

Estos hombres han acumulado tesoros de forma deshonesta engañando a muchos, robándoles lo que les

pertenece por derecho y hasta asesinando, manipulando y sobornando a la justicia para lograr sus propósitos

pecaminosos. Por eso el creyente debe tener mucho cuidado de hacer más bien tesoros en el cielo, sirviendo a

otros, enseñando la verdad y llevando una vida en obediencia, y si es necesario ser perseguidos por llevar a

Cristo en nuestro corazón.

Por último debemos guardar nuestro corazón cuando estamos pasando por momentos difíciles. No debemos

permitir que la queja invada nuestras vidas, que las actitudes de amargura y frustración nos dominen y

terminemos apartándonos de Dios. Debemos asumir siempre una actitud paciente, esperando no sólo la

solución a nuestra situación actual sino esperando algo más importante que es la segunda venida de nuestro

señor Jesucristo.

No hay nada más importante para un creyente que guardarse y esperar por el evento más importante que

tendrá la historia de la creación, esperar por aquel que lo dio todo por nosotros aun cuando nadie lo merecía.

De esta manera debemos cuidarnos de no usar el nombre o los nombres para identificar a Dios con irrespeto o

irreverencia, no debemos jurar en vano, más bien debemos responder a todas las cosas con honestidad e

inteligencia, si nuestra respuesta es sí que sea lo correcto y si nuestra respuesta es no igualmente debemos

hacerlo con sinceridad.

97

PREGUNTAS LECCIÓN 7

1. Según Santiago 5:7 ¿que debemos tener?

2. Los santos que están exhibiendo para con los atormentadores, sabiendo que Dios

seguramente los vengará y se encargará para que se haga una cabal.

3. Tanto el agricultor como el cristiano deben vivir por fe. Falso o verdadero.

4. Tened también vosotros , y afirmad vuestros ; porque la venida del Señor se acerca.

5. Cuando los creyentes se quejan unos contra otros, no serán juzgados. Falso o verdadero.

6. Debemos tomar como ejemplo de aflicción y paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del

Señor. Falso o verdadero.

7. Los que sufren son bienaventurados. Falso verdadero.

8. El libro de demuestra el hecho de que un hombre soportará cualquier forma de en vez de

abandonar a Dios.

9. Job fue un hombre de paciencia. Falso o verdadero.

10. Para los creyentes es bueno jurar. Falso o verdadero.

LECCIÓN 8

Oración y restauración

INTRODUCCIÓN

Veremos a lo largo de este capítulo la importancia que tiene la oración en la vida del creyente. Cualquiera que

sea la situación que uno tenga que enfrentar, en la oración encuentra el alivio y la paz que solo se puede

encontrar cuando se tiene relación con Dios. El mundo ha buscado la paz por medio de personas influyentes,

organizaciones políticas, religiosas y líderes mundiales, pero ninguna de estas formas han funcionado a lo

largo de la historia.

Sigue existiendo la injusticia, la pobreza, las guerras y por más que se busca la paz no la encuentran; es solo a

través de una relación sincera y honesta con Dios que las personas pueden hallar esa paz que tanto anhelan.

Solo a través de la oración, el estudio de la palabra, el ayuno y demás disciplinas espirituales es que logramos

crecer, madurar y hallar ese equilibrio y paz que tan difícilmente se encuentra en gran parte de la sociedad.

Santiago explica muy bien a los creyentes los momentos en los cuales podemos buscar la oración como

solución a nuestras alegrías y también a nuestras tristezas; nos enseña que no importa la situación por la que

98

estemos pasando lo importante es aferrarnos a aquel que nos ha dado la vida y buscar la completa

dependencia en El, que tiene el absoluto control de nuestras vidas, no hay nada que sea imposible para Dios y

si nosotros somos sus hijos estemos seguros que él no dejará que nos falte nada que realmente necesitemos.

Además Santiago nos hace ver que la oración también la usamos para unirnos como comunidad, como

cristianos creyentes que oran los unos por los otros sin egoísmo, sin envidias, sin competencia, nos unimos

cuando otro hermano tiene cualquier tipo de necesidad y oramos a Dios creyendo que al orar con fe Dios en

su infinito poder puede responder a esa oración y traer sanidad a un enfermo y hasta perdonar sus pecados. Es

cuando nos unimos como creyentes en oración que podemos vencer adversidades que tal vez solos no

podríamos lograr “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

(Mateo 18:20 RVR1960).

Si Dios está en medio nuestro cuando nos unimos a orar por algo importante, relevante y que beneficia a mi

hermano que está en necesidad, seguro Dios responderá a aquellas necesidades que tengamos, y aun cuando

en muchas ocasiones pasa el tiempo y pareciera que Dios no hubiera escuchado, lo que Él está haciendo es

capacitarnos en la paciencia, enseñándonos a esperar de verdad en El. Nuestra fe es evaluada y nos permite

ver en qué posición estamos o si nuestros caminos están errados, ya que para todos los creyentes “sabemos

que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son

llamados.” (Romanos 8:28 RVR1960).

Cuando llegamos a la madurez cristiana entendemos que cualquier situación por más mala que está parezca

Dios la utiliza para que aprendamos a vivir, para que sin importar el problema podamos vivir con gozo

creyendo que Dios mismo lo resolverá. Además, Santiago añade que como creyentes somos propensos a

desviarnos de la verdad por tal motivo debemos estar alertas y si alguno de nosotros se desvía estamos como

familia para ayudarlo a caer en cuenta de su error, si mi hermano o yo reconocemos nuestro error seremos

perdonados de nuestro pecado y estaremos ayudándonos los unos a los otros a permanecer en la verdad de

Cristo.

I. El poder de la oración (Santiago 5:13-18)

“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.” (Santiago

5:13 RVR1960)

Estar afligido es cuando una persona está pasando por sufrimientos, el Diccionario Expositivo VINE define

aflicción de la siguiente manera: “kakopatheo (κακοπαθεω), (de kakos, malo; pathos, sufrimiento). Significa

99

sufrir penalidades, tal como lo traduce la RVR en 2 Timoteo 2:3 y 9; soporta las aflicciones (4:5); esta

afligido (Santiago 5:13).”85

El autor nos revela un gran consejo para este problema: ¿te encuentras afligido? La respuesta: ¡haga oración!

La oración es una de las herramientas más importantes que tiene todo creyente para salir adelante respecto a

cualquier situación. Cuando estamos atravesando por dificultades muchas veces nos vemos y nos sentimos

débiles e indefensos; recurrir a la oración es una excelente idea ya que estamos rindiendo absolutamente al

poder de Dios toda nuestra vida y de paso le estamos entregando toda dificultad que estemos viviendo.

Estamos reconociendo que en nuestras fuerzas, en nuestra sabiduría, en nuestro poder no podemos hacer nada,

en cambio recurrimos a la oración para decirle a Dios: reconozco delante de ti que soy débil, que con las

habilidades que poseo no puedo solucionar mi dificultad, en cambio Tú, que todo lo sabes, que todo lo

puedes, que eres quien me ha creado, tienes todo el control sobre mí vida, ayúdame y aún, si no respondieras

mi oración como yo quiero, sé que tu voluntad es buena, agradable y perfecta para mi vida (Romanos 12:2).

Muchas veces pareciera ser que nuestras oraciones han sido negadas o no son respondidas porque pedimos

egoístamente para satisfacer nuestros propios deseos. Santiago lo explico anteriormente, no sabemos pedir

como conviene porque siempre estamos pensando en satisfacer deseos que no llevan a hacer la voluntad de

Dios y que nos llevan a desobedecer su palabra.

Podemos ver el ejemplo cuando el apóstol Pablo pide por varias ocasiones en oración a Dios para que lo

librará de aquel aguijón que había sido puesto en su vida: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me

exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee,

para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y

me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me

gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a

Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando

soy débil, entonces soy fuerte.” (2 Corintios 12:7-10 RVR1960).

Este es un maravilloso ejemplo que nos da el apóstol, digno de ser imitado, una vez más como Santiago a

querido explicar a lo largo de todo el libro gozarnos en medio de las pruebas, reconociendo las debilidades,

gozándonos en el sufrimiento, porque cuando reconocemos nuestras debilidades y que no lo podemos

solucionar todo, entonces Dios resalta su poder en nuestras vidas.

Santiago pasa al segundo punto, ¿esta alguno alegre? Solución: cantar alabanzas. Dios nos ha dado a todos los

seres humanos habilidades para expresar nuestros sentimientos y emociones a través de nuestro cuerpo, es por

85 Diccionario Expositivo VINE, p. 474.

100

eso que la gente usa el baile, canta, interpreta un instrumento, pinta, dibuja, crea esculturas cuando siente la

necesidad de expresar algo que está viviendo. Santiago recurre precisamente a esto, si estamos contentos

debemos expresarlo, ¿de qué manera? Alabando a Dios porque es bueno, porque para siempre es su

misericordia, (Salmos 118).

¿Cómo o de qué forma puedo alabar a Dios? A través de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos, con las

habilidades que Él nos ha dado, con todo nuestro ser (Salmos 150); no hay nada más maravilloso que poder

estar agradecidos con Dios por absolutamente todas las cosas que afrontamos en la vida sean buenas o malas

y demostrarlo con alabanzas sinceras que provengan de un corazón genuino, rendido y agradecido por la obra

que Dios hace en nuestras vidas, porque él nunca nos dejará ni nos desamparará (Josué 1:5; Salmos 94:14).

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con

aceite en el nombre del Señor.” (Santiago 5:14 RVR1960)

Santiago nos enseña que hacer si alguno de nosotros está enfermo, él dice: llame a los ancianos de la iglesia y

ellos oraran por esa persona ungiéndole con aceite, haciéndolo todo en el nombre de Cristo. El creyente no

debe recurrir a otras cosas, muchos son los que recurren a ritos, rezos, riegos y hasta mitos para ser sanados.

Recordemos que Santiago está escribiendo a creyentes en Cristo lo cual nos hace concluir que los creyentes se

pueden enfermar, la enfermedad es un mal físico que llega a buenos y malos, por último, el hecho de que una

persona esté enferma no significa que tenga pecado en su vida y por esa razón se ha enfermado.

Los ancianos son aquellas personas pertenecientes al cuerpo de Cristo, recordemos que la iglesia tiene una

cabeza que es Cristo y el cuerpo somos todos los creyentes que vamos aprendiendo y creciendo en

conocimiento para llegar a hacer otros discípulos a donde quiera que la iglesia local crezca. Todos aquellos

miembros de la iglesia que han sido enseñados en la palabra y que se desempeñan dentro de una iglesia local

sirviendo en algún ministerio son esos ancianos a los cuales se refiere Santiago.

Estos hombres se encargan de orar por esa persona enferma ungiéndole con aceite. El aceite de oliva ha sido

usado históricamente desde tiempos bíblicos para orar por los enfermos porque representaba el poder de Dios

derramado sobre los seres humanos, pero solo se usa de manera simbólica, el solo uso del aceite no trae

sanidad por sí solo, es solo el poder de Dios, la sangre del cordero que fue derramada la que tiene el poder

para sanar cualquier tipo de enfermedad.

Henry Matthew en su Comentario Bíblico toca un tema importante respecto a lo que estamos hablando:

“Mucho sirve cuando una persona justa, un creyente verdadero, justificado en Cristo, y por su gracia, que

anda delante de Dios en santa obediencia, presenta una oracion ferviente eficaz, puesta en su corazon por el

101

poder del Espiritu Santo, la que produce afectos santos y expectativas de fe, y asi guia con fervor a pedir las

promesas de Dios en su trono de misericordia.”86

“Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán

perdonados.” (Santiago 5:15 RVR1960)

He ahí la respuesta de tener plena confianza en el Señor. Cuando oramos de la manera correcta, creyendo que

lo que pidamos a Dios lo obtendremos, esa oración, no nosotros, ni tampoco el aceite ungido; la oración con

fe levantara al enfermo de su dolencia, de su enfermedad y hasta los pecados que pudiera haber cometido le

serán perdonados; pero esto no quiere decir que hemos hallado la fórmula para lograr la sanidad de cualquier

persona y de cualquier enfermedad solamente haciendo esto; el Comentario Bíblico Mundo Hispano habla

acerca de la actitud de muchas personas cuando oran por un enfermo y este no recibe la sanidad pedida en

oración: “Orar por un enfermo en el nombre del Señor significa que, si el Señor quiere, el enfermo sera

sanado, y si el Señor no quiere, no sera sanado. Dios es el dueño de nuestras vidas desde la cuna hasta la

tumba. Dios es el dueño de la salud y la enfermedad. No nos compete a nosotros explicar porqué Dios sana

al que sana y no sana al que no sana. Caso contrario, tendriamos que explicar porqué se enferman las

personas de fe, y porqué murieron todos los grandes cristianos de la historia.”87.

Cuando el creyente entiende que Dios tiene la autoridad y el poder sobre nuestras vidas y aún sobre toda

enfermedad y dolencia no está dudando de su fe, tampoco duda del poder de Dios para sanar, simplemente se

rinde en sus brazos y espera con gozo la respuesta de Dios sea está un sí o un no, tal como comentaba

anteriormente que sucedió con el apóstol Pablo debemos permanecer en toda situación gozosos esperando que

un día nuestros cuerpos mortales sean transformados, en donde la enfermedad y la muerte ya no tendrán el

poder y nosotros nunca más tendremos dolencias.

También debemos entender que Dios no es nuestro esclavo al cual simplemente tenemos que orar y Él debe

responder a todas nuestras oraciones tal y como nosotros deseamos dándonos un sí como respuesta, eso es

inmadurez. Las personas que actúan de esta manera aún son débiles y no tienen un fundamento firme y sólido

en la palabra; son personas superficiales, amadoras de sí mismas y que no conocen al verdadero Dios.

Lo que dice Santiago respecto al pecado no es que las personas se enfermen o sufran dolencias porque ha sido

hallado alguna clase de pecado en su vida, esa no es la razón, la razón por la que la gente se enferma es

porque nuestros cuerpos son mortales, tienen una naturaleza pecaminosa, porque muchos no se cuidan en la

alimentación o no hacen ejercicio; cuando Santiago expresa que la oración hará que los pecados sean

perdonados es porque cuando todo creyente ora a Dios en aquella oración viene inmerso el reconocimiento de

86 Matthew Henry. Comentario Bíblico, p. 25.87 Comentario Bíblico Mundo Hispano, Santiago, p. 217.

102

todo pecado, todo orgullo y altivez se derriba y nos entregamos por completo con una actitud de humillación

pidiendo a Dios que perdone nuestros pecados.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración

eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16 RVR1960)

Es aquí donde resalta la intención principal de la comunidad cristiana, si somos parte de la iglesia, si somos

hermanos en la fe, si nos une una misma fe y esto nos convierte en comunidad, en familia, es aquí donde nos

ayudamos entre todos a superar los obstáculos, las pruebas, los sufrimientos, las enfermedades y hasta las

ofensas y maltratos entre unos y otros.

Santiago nos llama a que hagamos precisamente esto, confesarnos unos a otros toda ofensa que podamos

haber hecho a nuestro hermano, pero podemos notar que hoy en día esto no funciona de esta manera,

podemos ver cómo nos maltratamos, nos ofendemos, nos llenamos de envidia, de celos, peleamos y dañamos

la imagen de nuestro hermano con chismes, juicios y murmuración. Este no es el ejemplo ni la enseñanza que

nos dejó Santiago en este pasaje.

También El autor nos anima a orar los unos por los otros para que recibamos sanidad, una vez más debemos

dejar en claro que oramos esperando que Dios en su infinito poder responda positivamente a nuestra oración

pero si él no sanara a la persona por la cual oramos no significa que estemos en pecado, o que no tengamos

suficiente fe o cualquier otra cosa rara. Es más, nos invita a que oremos los unos por los otros. No

necesitamos tener cargos importantes dentro de la iglesia para poder orar por nuestro hermano, tampoco tener

el don de sanidad, simplemente debemos tener dentro de nuestro corazón amor por nuestro hermano y orar

con una actitud sencilla creyendo, siendo obedientes y justos en todos nuestros caminos y la oración eficaz

que hagamos siendo justos podrá mucho dice Santiago.

Guy Woods con respecto a la actitud que debe tener un hombre justo al orar dice lo siguiente: “El efecto de

una oracion hecha por un hombre bueno es grandioso”. De esto aprendemos que (1) la oracion es efectiva;

(2) es bueno orar, y podemos tener la expectacion que nuestras oraciones, cuando bien dichas, seran oidas; y

(3) debemos guardar los mandamientos del Señor si es que vamos a esperar respuestas a nuestras

oraciones.”88

Y es que cuando un creyente se compromete con Dios a obedecer su palabra y permite que el Espíritu Santo

haga una verdadera obra en su vida, este hombre tiene efectivamente vía libre para poder orar con pasión, con

poder y sin los obstáculos que trae una vida en continua práctica pecaminosa.

88 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 233.

103

“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no

lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.” (Santiago 5:17 RVR1960)

Elías es uno de los hombres que más inspiran al cristiano de hoy en día, fue un gran hombre de fe que fue

obediente a los mandatos de Dios, además tenía una habilidad dada por Dios que era la profecía, con ella

habló al pueblo lo que Dios le indicaba. Hizo grandes milagros y señales que dejaron a más de uno

boquiabierto. Santiago expresa que este hombre que más parece un superhéroe fue un hombre común,

parecido a nosotros, con las mismas luchas, sufrimientos y pasiones como las que nosotros tenemos.

No era nada diferente a lo que es cualquier otra persona, pero Elías tenía una pasión y esa pasión era Dios, él

decía que sentía un celo por Jehová, Dios de los ejércitos (1 Reyes 9:10), es decir, este hombre era un hombre

justo, un hombre que amaba a Dios y lo demostraba con su vida diaria, pero también presentaba el cuadro de

todos los seres humanos con desánimos, frustraciones, tristezas, también alegrías, tal como nosotros nos

sentimos en diferentes momentos de la vida.

Santiago utiliza a Elías como ejemplo a los creyentes para que nos demos cuenta primero, que nadie debe ser

completamente perfecto y no estar sujeto a pasiones para ser usado por Dios, de ser así Dios no usaría a nadie

ya que todos hemos pecado. Segundo, al igual que Elías, Santiago nos motiva a tener la fe que poseía Elías.

No había nada que este hombre no creyera, y aún así hacía cosas que muchos no haríamos. Y tercero, una

persona que está apasionada por Dios y su reino es capaz de morir a las cosas que este mundo ofrece, es capaz

de dejarlo todo por amor a lo que cree. Solo una persona que hace estas cosas se toma en serio el evangelio de

Cristo y por tanto llegará muy lejos.

Elías oro “fervientemente” es decir con todas sus fuerzas, con todo lo que él es, tal vez en ese momento no

hubo nada más alrededor de Elías que fuera más importante, o que lo distrajera del propósito por el cual

estaba orando; de hecho Elías no oraba para que la gente lo alabara por tan grande milagro, no, él ni siquiera

pensó en lo que pudieran decir de él. Elías estaba tomando las herramientas que le fueron entregadas, en este

caso la oración, porque él creía en el poder de la misma y sabía que si oraba a su Dios, El respondería su

petición, ya que no era egoísta ni tampoco era para satisfacer sus propios deseos.

Elías sabía que la respuesta a esta oración no sólo beneficiaría el territorio, el pueblo sino que aquellos que no

creían o no conocían al Dios de Elías creerían inmediatamente en El; así que Elías tomo el riesgo que tal vez

Dios no respondiera, pero aun así su fe fue motivada más allá de lo que un simple mortal puede llegar a

imaginar, y así fue como el Dios todopoderoso respondió a su oración y la respuesta se dio, no llovió por tres

años y seis meses.

“Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.” (Santiago 5:18 RVR1960)

104

Después de pasados esos tres años y seis meses dice el autor que Elías volvió a orar y de nuevo Dios

respondió a su oración, pensemos por un momento lo que estaba ocurriendo en la tierra de Israel, han pasado

tres años y medio y no ha caído una gota de agua en la tierra, es decir, la gente se estaba muriendo de hambre

por la sequía tan tremenda que estaba teniendo lugar en este país. Cuando no hay agua todo muere, los

animales, las personas, los cultivos no pueden dar su fruto y todo en donde esté sucediendo la sequía se

detiene.

Pues esto era lo que estaba sucediendo en Israel, así que ¿qué podía estar pasando por el corazón de la gente?

¿Qué sentía Elías? ¿Qué lo motivó a orar de nuevo? La necesidad del pueblo, el amor que Elías tenía por

Israel, por sus hermanos, lo movió la misericordia, la compasión y por estas razones clamó a Jehová para que

volviera la lluvia, recordemos que Elías tiene muy claro que el que hace todo lo increíble es el mismo Dios y

no el.

Guy Woods dice con referencia a esto lo siguiente: “En una tierra en donde las sequias son frecuentes y las

vidas de la gente estan directamente dependientes de la lluvia, la lluvia es de vital importancia, y las

bendiciones envueltas en la venida de la lluvia son muy grandes. Cuando el cielo da lluvia, la Tierra,

particularmente en Palestina, da su fruto en abundancia. Este caso fue citado por Santiago para mostrarnos

el poder de la oracion. Si uno con sentimientos semejantes con nosotros (poseido de la misma naturaleza

humana) como Elias podia lograr tanto por medio de la oracion, entonces no deberia negar su eficacia hoy.

Si estamos con la disposicion de preguntarnos si una oracion semejante se hiciera hoy, es decir por lluvia o

para que deje de llover si fuese contestada; podemos tener la seguridad que, si las mismas circunstancias

existieran y la voluntad del Señor era la misma, el resultado seria el mismo.”89

La oración renueva nuestras vidas, cuando oramos toda carga se va, nos sentimos descansados, toda carga se

va de nuestro interior porque en la oración dejamos todo lo que nos está sucediendo en manos de nuestro

creador, en manos de quien tiene el control de todas las cosas. Cuando oramos la duda que podríamos tener se

elimina, nos sentimos más fuertes, desaparece la frustración, la tristeza, nuestra alma se llena de paz, nos

comunicamos directamente con el Padre y aunque no lo vemos sabemos que está a nuestro lado

escuchándonos y pronto responderá y nos dará las salidas a cada situación que tengamos que atravesar.

Así que ¿qué pasaría si hoy todos los creyentes del mundo nos uniéramos a orar? No con peticiones irreales o

egoístas, sino con peticiones que resulten en bendición para los demás. Para los que necesitan conocer a Dios

con urgencia antes de que el tiempo se acabe. La Biblia Del Diario Vivir dice acerca del tema lo siguiente:

“El recurso mas poderoso de un cristiano es comunion con Dios mediante la oracion. A menudo los

resultados son mucho mas grandes de lo que pensamos seria posible. Algunas personas ven la oracion como

89 Ibid. p. 235

105

un último recurso a intentar cuando todo lo demas haya fallado. Es al revés; la oracion debe venir primero.

Dado que el poder de Dios es infinitamente mas poderoso que el nuestro, solo tiene sentido que nos

apoyemos en él, sobre todo porque Él nos anima a que asi lo hagamos.”90

II. Restaurando al creyente que se aparta (Santiago 5:19-20)

“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que

el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de

pecados” (Santiago 5:19-20 RVR1960)

Por último y para no perder la costumbre, Santiago se refiere de nuevo a sus queridos hermanos creyentes,

nos dice: si alguno en la iglesia, si alguno entre vosotros se ha extraviado de la verdad, es decir, Santiago nos

habla que, dentro de la comunidad cristiana, dentro de la iglesia local, cualquiera podría extraviarse de la

verdad. Ya que el que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Corintios 10:12); pero ¿cuál verdad? Cristo es

el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6), así que nuestra tarea como hermanos en Cristo no es juzgar y

criticar al hermano cuando se extravía de la verdad.

Con esto Santiago concluye lo que ha dicho durante toda la epístola, debemos actuar con amor hacia nuestro

prójimo y no con egoísmo, con envidia, celos y sintiéndonos más importantes que los demás. El autor nos

muestra que debemos hacer volver a nuestro hermano de su error, debemos buscar la manera adecuada para

que entienda que se ha extraviado y con mucho amor y paciencia hacer que este vuelva a la única verdad, ya

que no hay otra verdad.

El mundo nos enseña constantemente que cada persona tiene la verdad y que debemos respetar las diversas

opiniones de la gente, eso es mentira, la verdad de Dios no se negocia con nadie ni con nada. Luego, si como

hermanos hacemos volver a ese creyente a volver a la verdad Santiago anuncia una promesa maravillosa y

además una labor por parte de quien lo haga extraordinaria. Si hacemos volver de su error a un creyente

estaremos salvando una vida, un alma, estaríamos rescatando un alma de las garras del infierno, de la muerte

eterna.

Si pensamos por un momento en la gran labor que hace un cirujano día a día al salvar los órganos de muchas

personas para que estos sigan funcionando en condiciones normales y aún en muchos momentos salvan la

vida del cuerpo de muchos enfermos, ¿no será más maravilloso y mejor labor salvar un alma que un cuerpo?

Además, Santiago añade que no sólo seremos instrumentos de Dios para salvar el alma de esa persona, sino

que al mismo tiempo que esa persona se reconcilia con Dios también se están cubriendo multitud de sus

pecados.

90 Biblia Del Diario Vivir, pp.1897-1898

106

Guy Woods dice lo siguiente respecto a lo que estamos resaltando: “Cubrir es esconder, poner fuera de vista.

De esa manera, al capacitar a un hermano para obtener perdon, lo traemos de vuelta de una situacion que

debe, si se permite seguir, resultar en la separacion eterna de Dios; y sus pecados son puestos a un lado,

escondidos, cubiertos.”91

CONCLUSIÓN

Hemos visto en este capítulo final todo lo referente al poder que tiene la oración en la vida del creyente. Una

herramienta de guerra efectiva si vivimos en obediencia a las sagradas escrituras, si actuamos con rectitud en

nuestro corazón y si demostramos el amor de Dios amando a nuestros hermanos y a nuestros enemigos. Una

gran herramienta no sólo individual sino grupal que nos ayuda a unirnos como familia que somos en Cristo

cuando nuestro hermano padece necesidades, enfermedad, tristezas o también cuando estamos alegres.

Nos ayuda a rendirnos y reconocer nuestras debilidades como humanos; nos permite entregarnos a Dios en

totalidad y descargarnos de tantos problemas, sufrimientos, frustraciones y dolores. La epístola de Santiago

nos enseña cómo vivir la vida cristiana de una manera práctica aplicando todos los principios bíblicos que el

mismo Señor Jesús nos enseñó en el sermón del monte, y no vivir una vida religiosa de manera falsa, con

hipocresía, egoísta, llena de envidia y celos, sin amor por los demás.

Es necesario que evaluemos nuestro caminar con Cristo hasta el día de hoy y reconozcamos que hemos

fallado, que hemos sido injustos con los demás, que hemos sido amadores de nosotros mismos, egoístas,

envidiosos, celosos, nos quejamos por todo, juzgamos y criticamos a nuestros hermanos y nos creemos

mejores seres humanos que el resto del planeta creyendo que somos como Dios. Aún estamos a tiempo de

volvernos a Dios con sinceridad y seriedad y ser parte de su reino brillando a donde quiera que vallamos.

PREGUNTAS LECCIÓN 8

1. ¿Que debe hacer un creyente afligido? Oración.

2. ¿Qué debe hacer un creyente alegre? Cantar alabanzas.

3. ¿Qué debe hacer un enfermo, según Santiago? Llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él,

ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

4. ¿Qué puede hacer una oración con fe? Sanar al enfermo y sus pecados serán perdonados.

5. La oración eficaz del justo puede mucho. Falso o verdadero.

6. Debemos guardar los mandamientos del Señor si es que vamos a esperar respuestas a nuestras oraciones.

Falso o verdadero.

91 Woods, Guy Napoleón, Un Comentario Sobre La Epístola De Santiago, p. 239.

107

7. Cuando Elías oro fervientemente para que no lloviera, no pasó nada. Falso o verdadero.

8. Elías nunca estuvo sujeto a pasiones como las nuestras. Falso o verdadero.

9. El recurso más poderoso de un cristiano es comunión con Dios mediante la oración. Falso o verdadero.

10. Debemos excomulgar a aquellos que se extravían en la fe. Falso o verdadero.

BIBLIOGRAFÍA

Biblia del Diario Vivir. Nashville Tennessee: Editorial Caribe, una división de Thomas Nelson, 1997.

Comentario Biblico Moody. The Wyclife Bible Commentary. Chicago, EE. UU, editado por Everett Falconer

Harrison, 1962.

Davids , Peter. H. Motyer, John Alexander. Wenham, Gordon J. Carson, Donald Arthur. France, Richard

Thomas. Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno, Nuevo Testamento. Editorial Mundo Hispano, 2003.

Jamieson, Roberto. Fausset, Andrew Robert. Brown, David. Comentario Exegetico y Explicativo de la Biblia

Tomo II: El Nuevo Testamento. El Paso Texas: Casa Bautista de Publicaciones, decimoséptima edición,

2002.

Juan Carlos Ceballos and Rubén O. Zorzoli. Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 23, Hebreos,

Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas. El Paso Tx: Editorial Mundo Hispano. Copyright 2005.

Matthew Henry. Comentario Bíblico. Editorial Clie, 1999.

Nieves, Willy. Santiago: Exhortaciones para ser genuinos en la Fe. Miami: Mints, 2015.

Plooy, C.P. La Epístola de Santiago, la Fe que actúa. Edición española Felire, 2007.

Vásquez de Cueto, Zobeida. Estudio sobre el libro de Santiago. Miami: MINTS 10 septiembre de 2009.

Vine, William Edwy. Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo.

Nashville, Tennessee. Editorial Caribe. 1999.

Wiersbe, Warren. W. Bosquejos Expositivos de la Biblia. Nashville, Tennessee. Editorial Caribe, 1995.

Woods, Guy Napoleón. Un comentario sobre la Epístola de Santiago. Nashville, Tennessee: Gospel Advocate

Co, 1965.

La Biblia de las Américas (The Lockman Foundation)

La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (Bíblica, Inc)

Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente (Tyndale House Foundation)

Biblia Reina Valera 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas)

Traducción en Lenguaje Actual (Sociedades Bíblicas Unidas)

La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (Bible League International)

RESPUESTA A LAS PREGUNTAS

Lección 1

1. Falso

108

2. La Epístola de Santiago fue una de las primeras, escrita probablemente antes del año 50 d.C. Después del

martirio de Esteban.

3. Es la perfección del carácter cristiano de sus hijos.

4. Verdadero.

5. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

6. Verdadero.

7. Para conocer la voluntad de Dios, debemos leer su Palabra y pedirle que nos revele cómo obedecerla, y

luego estar dispuestos a hacer lo que Él nos diga.

8. Si dudamos estamos permitiendo desequilibrio en nuestra mente, en nuestras emociones y por tanto en

nuestras decisiones, afectamos nuestro entorno y no permitimos que la obra del Espíritu Santo actúe en

nosotros, perdemos la fuerza, la motivación y el brillo de ser creyentes en Cristo.

9. Verdadero.

10. Falso.

Lección 2

1. Falso.

2. Los que están llenos de ira, están totalmente incapacitados para escuchar a la presentación de la verdad.

3. Desechar toda inmundicia y abundancia de malicia

4. Falso.

5. La palabra de verdad debe ser cuidadosamente escuchada con atención, y expondrá ante nosotros la

corrupción de nuestra naturaleza, los desórdenes de nuestros corazones y de nuestra vida.

6. Verdadero.

7. Será bienaventurado en lo que hace.

8. Jesucristo.

9. Verdadero.

10. Las religiones falsas pueden conocerse por sus impurezas y falta de caridad.

Lección 3

1. Falso.

2. Jehová mira el corazón.

3. A los pobres de este mundo.

4. El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; Y el que se alegra de la calamidad no quedará sin

castigo.

5. Verdadero.

6. Verdadero.

7. Conforme al pacto de obras, transgredir cualquier mandamiento pone al hombre bajo condenación, de la

cual ninguna obediencia lo puede librar, sea pasada, presente o futura.

109

8. Verdadero.

9. cuando nos resistimos a perdonar a los demás después de haber sido perdonados, demostramos que no

entendemos o no apreciamos la misericordia de Dios hacia nosotros.

10. Falso.

Lección 4

1. Aquel que no ofende en palabra.

2. Falso.

3. Falso.

4. Podemos controlar los animales grandes y las naves enormes con muy pequeños objetos; ¡cuánto más

deberíamos nosotros controlarnos a nosotros mismos.

5. Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego.

6. Verdadero.

7. Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno

mortal.

8. Verdadero.

9. Falso.

10. La lengua del hombre fue creada por Dios para bendecir y no para maldecir.

Lección 5

1. Mostrar por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

2. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad.

3. Verdadero.

4. Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de

mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado.

5. Hay perturbación y toda obra perversa.

6. Verdadero.

7. De vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros.

8. Pedimos para gastar en nuestros deleites.

9. Verdadero.

10. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

Lección 6

1. Falso.

2. Falso.

3. Para que Dios enderece todo lo que este torcido.

4. El hombre que no siente obligación a Dios pronto con jactancia expresará insolentemente a otros su

desprecio al Señor.

110

5. Verdadero.

6. Por las miserias que vendrán sobre ellos.

7. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.

8. Porque por engaño no les ha sido pagado.

9. Verdadero.

10. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.

Lección 7

1. Paciencia.

2. Los santos que sufrían están exhibiendo paciencia para con los atormentadores, sabiendo que Dios

seguramente los vengará y se encargará para que se haga una justicia cabal.

3. Verdadero.

4. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.

5. Falso.

6. Verdadero.

7. Verdadero.

8. El libro de Job demuestra el hecho de que un hombre fiel soportará cualquier forma de prueba en vez de

abandonar a Dios.

9. Verdadero.

10. Falso.

Lección 8

1. Oración.

2. Cantar alabanzas.

3. Llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

4. Sanar al enfermo y sus pecados serán perdonados.

5. Verdadero.

6. Verdadero.

7. Falso.

8. Falso.

9. Verdadero.

10. Falso.

BIOGRAFÍA

John Ruge es colombiano, nacido en Bogotá el 26 de enero de 1981, criado en una familia con principios

cristianos; músico de profesión, tiene una especialización en ingeniería de sonido y ha servido en diferentes

111

iglesias en Colombia y Estados Unidos. Desde hace varios años se ha preparado en estudios teológicos para

poder enseñar la palabra con excelencia y ahora es candidato a maestría en estudios teológicos con el

Seminario Internacional de Miami (MINTS).

Actualmente se encuentra preparándose junto a su esposa Camila para plantar iglesias hispanas y bilingües

multiculturales con el patrocinio de la Iglesia Reformada en América, juntos han enseñado y capacitado a

otros jóvenes para los ministerios de música en diferentes iglesias, su mayor deseo es equipar multitudes de

personas para ir a llevar el evangelio de Cristo por todo el mundo.