* Se entiende por agregados aquellas manifestaciones que integran recursos de diversas tipologías, como compilaciones, prólogos, introducciones, ilustraciones, notas, etc., como veréis con más detalle en el módulo 2.

El modelo IFLA-LRM no está concebido para ser un modelo aislado, sino para permitir en un futuro su armonización con otros estándares, principalmente en el ámbito del patrimonio cultural. No es extraño, por tanto, que haya optado por una definición establecida por una organización competente en la materia, reconocida y avalada internacionalmente, como OASIS.

El modelo IFLA-LRM está dividido en 8 capítulos: Los capítulos 1 y 2 son introductorios, explican el contexto en que se fue desarrollando, el alcance, sus los objetivos. Los capítulos siguientes están centrados en la parte esencial del modelo, los cuatro elementos que lo componen: el capítulo 3 en las tareas de usuario, y el capitulo 4, subdividido en tres partes, en los tres elementos restantes: 4.1 las entidades, 4.2 los atributos y 4.3 las relaciones. El capítulo 5, dividido en ocho secciones, es un poco cajón de sastre, ofrece una visión del modelo en relación a cuestiones varias: los diagramas para representar las relaciones entre entidades y cuestiones diversas sobre las entidades no contempladas en sus apartados correspondientes. El capítulo 6 muestra la alineación de las tareas de usuario con respecto a las entidades, los atributos y las relaciones. El capítulo 7 contiene el glosario relativo a los términos usados en el modelo, y el capitulo 8 referencia los modelos consultados.

El modelo IFLA-LRM está compuesto por once entidades, treinta y siete atributos y treinta y seis relaciones, con sus correspondientes relaciones inversas. El texto se presenta en forma de tabla, con un contenido predeterminado y estructurado de una manera muy concisa para cada tipo de elemento. Todos los elementos contienen además su correspondiente definición, notas de alcance y ejemplos. Cada uno de estos posee una identificación única, consistente en la letra inicial del nombre de cada elemento numerado secuencialmente, independientemente del nivel al que pertenezcan, como puede apreciarse en la diapositiva. Esto hace que el modelo LRM favorezca la programación en la web semántica y que los elementos estén debidamente identificados con lo que se reduce potencialmente la ambigüedad.

A la hora de comprender lo que son las entidades, hay que partir de la base de que una entidad es una clase abstracta de objetos conceptuales. Los datos bibliográficos son los ejemplos de cada una de las entidades, por decirlo de otra manera, la entidad es el concepto y los datos bibliográficos sus ejemplos presentes en un determinado recurso bibliográfico. Lo crucial es entender que la descripción de los datos bibliográficos se realiza a partir de identificar conceptualmente las entidades representadas en un recurso bibliográfico.

Las entidades del modelo IFLA-LRM están estructuradas jerárquicamente en tres niveles de superclases y subclases. Res es la entidad de nivel superior en la jerarquía, todas las otras entidades de modelo son directa o indirectamente subclases de res. Su existencia permite establecer la relación general de alto nivel en el modelo, que equivale e a decir que cualquier entidad puede relacionarse con cualquier entidad dentro del modelo. Se considera que el resto de las relaciones declaradas en el modelo son refinamientos específicos de esta relación. Este tipo de estructura también permite la transferencia de atributos . Por ejemplo, agente es una superclase que abarca las entidades persona y agente colectivo, cualquier atributo que se aplique a la entidad agente puede aplicarse también a la entidad persona. Si bien, nunca se podrá aplicar a la inversa, los atributos y relaciones de una subclase no se pueden aplicarse en conjunto a la superclase, por ejemplo, un atributo como «lugar de nacimiento» sólo se puede aplicar a personas pero no a agentes colectivos, es decir a los diferentes tipos de entidades corporativas, como instituciones culturales, etc. El resto las entidades: obra, expresión, manifestación, ejemplar, nomen, lugar y periodo de tiempo no están estructuradas en una superclase o subclase, están disjuntas, no admiten la transferencia de atributos y relaciones.

Res, "cosa” en latín, se entiende en el modelo como la entidad que representa en su conjunto el universo bibliográfico. El modelo define el universo del discurso como: «todo aquello considerado relevante en el dominio que está siendo modelado». El dominio del modelo IFLA-LRM es la información bibliográfica. De manera que res comprende cualquier instancia de cualquier entidad, si bien sólo modela aquellas instancias que no están representadas por una entidad definida en el modelo: disciplinas, objetos, acontecimientos, lugares o personajes imaginarios. Una novela, un autor, una institución o un lugar real forman parte del universo bibliográfico, y por tanto son ejemplos de res, pero se modelan respectivamente a través de las entidades obra, persona, agente colectivo y lugar.

El modelo LRM, como marco de referencia bibliográfica, define sus entidades en términos absolutos, sin entrar en cómo se genera ese proceso de creación o quién es responsable. Obra es el contenido de una creación, no se asocia con el creador, aunque evidentemente sin su intervención no existiría una obra, pero ese hecho no es tenido en cuenta, se identifica exclusivamente por lo que representa. Obra está concebida como una entidad no tangible. Que esté definida como una creación distinta quiere decir que obra posee una identidad propia, que la distingue y la convierte en única

Una obra necesita expresarse, realizarse de alguna manera para poder trasmitir su contenido. Por ejemplo, una obra textual se sirve del alfabeto para poder formar palabras, frases, párrafos… El modelo no entra en los detalles de cómo o dónde se realiza este proceso.

Partiendo de la afirmación de que una obra es una creación distinta, y como tal posee una comunidad de contenido que le es propia, la prueba fehaciente para poder demostrar que eso cierto reside en constatar que todas las expresiones comparten el mismo contenido. Una traducción es en el modelo un ejemplo de una nueva expresión de una obra. Cualquier obra ha tenido que ser expresada en algún momento por primera vez, por ejemplo Don Quijote en castellano, a partir de ahí, las traducciones pasadas, presentes y futuras que se hagan volcarán en otro idioma exactamente el mismo contenido de la obra, ya sea el inglés o el chino.

El modelo no entra a considerar si el contenido de estas obras pueda ser más o menos original, según esté basado en enfoques diferentes, propósitos o por su claridad expositiva, etc. Lo que importa es el hecho de que cada obra, necesariamente, tiene un contenido que le es propio.

Una alteración de la comunidad de contenido de una obra conlleva implícita la intervención de un esfuerzo intelectual o artístico distinto, por tanto, una obra es distinta si ha requerido un esfuerzo intelectual o artístico distinto para su creación. Cuando Cervantes publicó la segunda parte del Quijote habían trascurrido diez años desde la primera, por tanto, existen dos esfuerzos intelectuales distintos, de manera que, en sentido estricto, son dos obras diferentes. Ahora bien, como una es continuación de otra, se editan juntas y a efectos literarios se considera la misma obra. Son ejemplos de obras derivadas las paráfrasis, reescrituras, parodias, variaciones musicales de un tema, los resúmenes, compendios, adaptaciones de un género a otro, como es el caso de una película basada en Don Quijote de Cervantes o adaptación para niños, en las que tiene lugar un esfuerzo creativo distinto, que se traduce en una alteración de contenido de esta obra, ya sea al lenguaje cinematográfico o con un texto acortado y un vocabulario simplificado para hacerlo comprensible a los niños.

En términos absolutos, y en estricto sentido formal, para el modelo LRM todas las expresiones de una obra son iguales, en cuanto a realizaciones mediante una combinación de signos, sin entrar a distinguir que los distintos tipos de signos son los que dan lugar a los diferentes tipos de recursos, solo que si cambian con respecto a una obra expresada tiene lugar una expresión diferente.

Por ejemplo, los caligramas

Por ejemplo, todas las manifestaciones que se hagan de Don Quijote de Cervantes en castellano, incluso aunque el formato sea diferente, como en el caso de un libro en papel o en formato electrónico pueden contener exactamente la misma expresión.

Es decir, tendrá lugar una nueva expresión siempre y cuando haya un cambio en la combinación de signos usada para expresar una misma obra. Un libro en papel y un audiolibro no utilizan la misma combinación de signos, por tanto hay un cambio en la forma de la expresión, no es lo mismo el lenguaje escrito que el lenguaje sonoro, no es lo mismo leer que escuchar, no utiliza la misma combinación de signos un texto escrito, que su representación en un espectrograma de sonidos o su transcripción al alfabeto fonético. En las traducciones, la revisiones, etc., la combinación signos no es la misma con respecto a la primera expresión, un texto en castellano no contiene la misma combinación de letras que un texto en ingles o en chino, como veíamos en el ejemplo de las traducciones del Quijote. No son ejemplo de una nueva expresión las correcciones gramaticales o de puntuación en un texto o las ligeras variaciones que puedan existir entre los diferentes manuscritos de una obra, en estos casos no tiene lugar una alteración del contenido, ni hay detrás de ellas un esfuerzo intelectual. Mas allá de los límites de este tipo de variaciones, por ejemplo, los borradores constituyen estadios diferentes del resultado definitivo, y pueden por tanto deben considerarse expresiones diferentes.

Veíamos en el apartado de la entidad expresión que puede estar encarnada en diferentes soportes y sin embargo contener la misma expresión, porque es una entidad no tangible, y por tanto no se identifica con un soporte físico determinado. En el caso de una manifestación, ocurre todo lo contrario, para considerar que es la misma manifestación de una expresión de una obra, debe ser idéntica tanto en contenido como en forma física, de manera que una manifestación puede ser definida por las propiedades y atributos de cualquiera de los ejemplares que la integran. Detrás de cada uno de los soportes ha habido una serie de decisiones que responden a un plan de producción fijado y que hacen que ese soporte tenga unas determinadas características. El plan de producción es, por tanto, una parte intrínseca de la manifestación. Puede estar explícitamente planeado en una fecha determinada o para que tenga lugar en el tiempo y no, como, por ejemplo, en el caso de, la impresión bajo demanda de un libro.

Las variaciones menores o diferencias en el empaquetado no pueden ser consideradas bibliográficamente significantes y no garantizarán el reconocimiento de una nueva manifestación.

En la práctica cotidiana, los ejemplares dañados y los no dañados de una misma edición permanecerán ligados al mismo bibliográfico. LRM es un modelo de referencia y como tal establece sus límites en función de su coherencia y lógica conceptual interna.

Los seres humanos son, directamente o indirectamente, el motivo de fuerza detrás de tales tipos de acciones. Los autómatas, como los dispositivos de grabaciones, los programas de traducción, están referidos en el modelo como “agentes tecnológicos”, como herramientas usadas para suplir a un agente real.

No se requiere una prueba de existencia estricta mientas que haya un acuerdo general de su probable historicidad. Como hemos visto en los ejemplos de la entidad res, los personajes de ficción o legendarios forman parte del universo bibliográfico, pero se modelan a través de la entidad res.

No son ejemplos de agente colectivo los grupos de personas que no entran en la definición establecida en el modelo, como son los grupos nacionales, como los españoles, los franceses, los chinos, etc., confesiones religiosas, como los cristianos, musulmanes, etc. o las diferentes tribus indígenas.

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La dispositiva muestra como la combinación de signos (m+i+g+u+e+l+d+e+c+e+r+v+a+n+t+e+s…) sirve para crear la cadena de nomen con la que asocian las apelaciones de Miguel de Cervantes es diferente según el idioma y el alfabeto utilizado.

Las reglas predeterminadas también pueden resolver los casos de polisemia, homonimia, cuando la entidad nomen puede tener valores idénticos para su atributo cadena de nomen y al mismo tiempo referirse a ejemplos distintos de la entidad res. También pueden darse casos de sinonimia, cuando el mismo caso de la entidad nomen puede ser referido por diferentes cadenas de nomen.

La entidad lugar puede hacer referencia a lugares contemporáneos o históricos en la Tierra o fuera de la Tierra. La entidad lugar, como extensión de espacio, es distinto de cualquier entidad gubernativa que ejerza jurisdicción en ese territorio. El gobierno responsable de un territorio es un agente colectivo. Es la misma diferencia que aplicamos cuando registramos un área geográfica o una entidad gubernativa en formato MARC.

Los datos que sirven como apelación de nomens para período de tiempo se toman de diferentes calendarios o sistemas de retención del tiempo, también pueden ser referidos por términos más generales, tales como años, eras geográficas o épocas. En las implementaciones bibliotecarias, los ejemplos de período de tiempo considerados útiles para los datos bibliográficos o de autoridad están a menudo expresados en años, como el año de nacimiento o de muerte de una persona, el año en que una entidad corporativa ha dejado de existir, el año de creación de una obra o el año de publicación de una manifestación, incluso a través de un acontecimiento asociado que tuvo lugar durante solo una parte del año.

Así es como se conoce el proceso de alineación de las RDA con el modelo IFLA-LRM, en este enlace podéis encontrar las últimas actualizaciones que se están llevado a cabo, puesto que el proyecto sigue en marcha hasta que se publique la versión definitiva de las RDA.

A simple vista se puede apreciar la diferencia que hay entre las dos versiones en cuanto a la organización del contenido.

La implementación del modelo IFLA-LRM para las normas RDA integra trece entidades, con respecto a la versión de las RDA 2010, se incorporan las entidades de LRM agente, agente colectivo, nomen, lugar y período de tiempo, así como la creación de una entidad propia, la entidad RDA. Como puede observarse en la tabla de la diapositiva también hay variaciones con respecto al propio modelo. Res no se ha incorporado como entidad de nivel superior, en su lugar se ha identificado la entidad RDA, que se entiende como una subclase de la entidad res, y si res modelaba el universo bibliográfico en su totalidad, la entidad RDA, por su parte, incluye todas las entidades que forman parte de las RDA y se define como «una clase abstracta de objetos conceptuales clave en el universo del discurso humano que es un foco de interés para los usuarios de metadatos RDA en un sistema para el descubrimiento de recursos». Las entidades RDA están, por tanto, jerárquicamente organizadas en torno a la entidad RDA. En el resto de casos la plataforma RDA no manifiesta expresamente que estén dispuestas jerárquicamente, pero se infiere, por la existencia de las dos entidades que son superclases: la entidad RDA y la entidad agente. Familia y entidad corporativa tienen cabida como entidades en esta implementación como subclases de la entidad agente colectivo.

En la plataforma RDA toolkit cada entidad tiene su propia página, en la que se proporciona toda la información necesaria para asociarla con los diferentes tipos de recurso, juntamente con las pautas o los métodos para registrar los atributos y las relaciones.

La identificación de las entidades RDA se hace a través del RDA Registry, que contiene las representaciones para datos enlazados y para la web semántica de los elementos y los designadores de relación, aprobados por el RSC (RDA Steering Committee). En el RDA Registry las entidades se denominan clases y se identifican mediante el nombre de la etiqueta: rdac C + un número correlativo del 10001-10013, junto con su definición.

A su vez los elementos definidos en el RDA Registry están integrados en la plataforma Open Metadata Registry, que es la organización que se encarga de dar soporte a la interoperabilidad de metadatos basados en RDF a los usuarios de vocabularios controlados.