Post on 03-Jun-2020
VIOLENCIA, VIDA
Y BIOÉTICA
Daniel Piedra Herrera
VIOLENCIA, VIDA Y BIOÉTICA
Primera edición digital
Noviembre, 2013
Lima - Perú
© Daniel Piedra Herrera
PLD 0748
Editor: Víctor López Guzmán
http://www.guzlop-editoras.com/guzlopster@gmail.com facebook.com/guzlop twitter.com/guzlopster731 2457 / 959552765Lima - Perú
PROYECTO LIBRO DIGITAL (PLD)
El proyecto libro digital propone que los apuntes de clases, las tesis y los avances en investigación (papers) de las profesoras y profesores de las universidades peruanas sean convertidos en libro digital y difundidos por internet en forma gratuita a través de nuestra página web. Los recursos económicos disponibles para este proyecto provienen de las utilidades nuestras por los trabajos de edición y publicación a terceros, por lo tanto, son limitados.
Un libro digital, también conocido como e-book, eBook, ecolibro o libro electrónico, es una versión electrónica de la digitalización y diagramación de un libro que originariamente es editado para ser impreso en papel y que puede encontrarse en internet o en CD-ROM. Por, lo tanto, no reemplaza al libro impreso.
Entre las ventajas del libro digital se tienen:• su accesibilidad (se puede leer en cualquier parte que tenga electricidad),• su difusión globalizada (mediante internet nos da una gran independencia geográfica),• su incorporación a la carrera tecnológica y la posibilidad de disminuir la brecha digital (inseparable de la competición por la influencia cultural),• su aprovechamiento a los cambios de hábitos de los estudiantes asociados al internet y a las redes sociales (siendo la oportunidad de difundir, de una forma diferente, el conocimiento),• su realización permitirá disminuir o anular la percepción de nuestras élites políticas frente a la supuesta incompetencia de nuestras profesoras y profesores de producir libros, ponencias y trabajos de investiga-ción de alta calidad en los contenidos, y, que su existencia no está circunscrita solo a las letras.
Algunos objetivos que esperamos alcanzar:• Que el estudiante, como usuario final, tenga el curso que está llevando desarrollado como un libro (con todas las características de un libro impreso) en formato digital.• Que las profesoras y profesores actualicen la información dada a los estudiantes, mejorando sus contenidos, aplicaciones y ejemplos; pudiendo evaluar sus aportes y coherencia en los cursos que dicta.• Que las profesoras y profesores, y estudiantes logren una familiaridad con el uso de estas nuevas tecnologías.• El libro digital bien elaborado, permitirá dar un buen nivel de conocimientos a las alumnas y alumnos de las universidades nacionales y, especialmente, a los del interior del país donde la calidad de la educación actualmente es muy deficiente tanto por la infraestructura física como por el personal docente.• E l pe r sona l docente jugará un r o l de tu to r, f ac i l i t ador y conductor de p r oyec tos
de investigación de las alumnas y alumnos tomando como base el libro digital y las direcciones electró-nicas recomendadas.• Que este proyecto ayude a las universidades nacionales en las acreditaciones internacionales y mejorar la sustentación de sus presupuestos anuales en el Congreso.
En el aspecto legal:• Las autoras o autores ceden sus derechos para esta edición digital, sin perder su autoría, permitiendo que su obra sea puesta en internet como descarga gratuita.• Las autoras o autores pueden hacer nuevas ediciones basadas o no en esta versión digital.
Lima - Perú, enero del 2011
“El conocimiento es útil solo si se difunde y aplica” Víctor López Guzmán Editor
Memorias de la mesa sobre Bioética Social
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Violencia, vida y bioética
Daniel Piedra Herrera
El 5 de octubre pasado, la querida colega y amiga Susana Vidal, del Programa
de Bioética y Ética de la Ciencia de la UNESCO para América Latina y el Caribe
de la Oficina de Montevideo, nos recordaba la importancia de ―…que los temas
que ustedes propongan para sus disertaciones estén en consonancia con el
tema del congreso, los objetivos de la Redbioética y de la UNESCO y desde ya
con los principales temas que el debate internacional está poniendo en la
bibliografía actual‖. Como ya en ese momento mi tema había sido propuesto al
Comité Organizador de este Congreso, mi reflexión inicial la dedico al análisis
de su pertinencia, a la luz de la llamada de atención de Susana. La inclusión de
esta intervención en la mesa en la que estamos, es indicador de que no
andábamos descaminados. Debo confesar, no obstante, que en lo que respecta
a ―los principales temas que el debate internacional está poniendo en la
bibliografía actual‖, mi intervención quiere deliberadamente apartarse un tanto
de ellos. De inmediato quiero revelar mi motivación.
De las publicaciones académicas que se encargan de estudiar los efectos de la
guerra sobre la salud, por ejemplo, en los conflictos bélicos de Irak y
Afganistán, la casi totalidad se concentra alrededor del trastorno conocido como
síndrome de stress postraumático, que sufren ¡los veteranos de estas guerras!
Es decir, se ocupan casi exclusivamente de la salud de los efectivos militares
extranjeros (mayoritariamente norteamericanos) que han intervenido en las
acciones de guerra de invasión y en la ocupación de estos dos países. Se
comprenderán las razones que me asisten para volver mi mirada en otra
dirección, en la dirección de las masas de civiles afganos e iraquíes que han
sufrido las consecuencias de estas guerras, que han venido a turbarles su
existencia.
Memorias de la mesa sobre Bioética Social
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La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (DUBDH),
aprobada por aclamación por la Conferencia General de la UNESCO, hace casi
exactamente cinco años, culminó un laborioso proceso de elaboración y una
aguda pugna por su adopción1. Incluso quien ostentaba a la sazón el cargo de
Director General de la UNESCO, Koïchiro Matsuura, reconoció que esta
declaración constituía un acontecimiento crucial en la historia de la bioética2. A
nuestro juicio, su especial carácter radicó, entre otras cosas, en la victoria en
que desembocó la muy activa y decisiva participación que tuvimos en su
elaboración los bioeticistas de nuestra área geográfica y en particular de la
RedBioética. Particularmente me es grato recordar cuando [Diapositiva]
―expertos en bioética y (los) profesionales de la salud y las ciencias humanas y
sociales de organismos gubernamentales y no gubernamentales de Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, República Dominicana, México,
Paraguay, Uruguay y Venezuela, [algunos de los cuales nos encontramos hoy
aquí en Bogotá] reunidos en la Ciudad de Buenos Aires el 6 de noviembre de
2004, al término del Seminario Regional Bioética: un desafío internacional.
Hacia una Declaración Universal convocado por el Gobierno Argentino‖,
firmamos la ―Carta de Buenos Aires sobre Bioética y Derechos Humanos‖. El
desafío al que nos enfrentábamos entonces lo encarnaba la furia neoliberal que
arremetía contra el consenso internacional en bioética, que pugnaba por
consolidarse. La respuesta de nuestra área geográfica estaba representada
básicamente por la defensa del contenido del Artículo 14, que constituía en sí
una ampliación del ámbito de la bioética ―oficial‖, a lo que considerábamos (en
la Declaración de Buenos Aires), ―los problemas bioéticos originados en las
condiciones sociales persistentes vinculadas con la pobreza, el hambre y la
desnutrición, la injusticia y la exclusión social‖. Atrás debía quedar una agenda
limitada, que se había ido haciendo tradicional, para una bioética preocupada
1 El anteproyecto fue finalizado por el Comité Internacional de Bioética en su sesión extraordinaria del 28 de enero de 2005,
después de seis reuniones de su Grupo de Redacción sostenidas entre abril y diciembre de 2004, tres sesiones del CIB (abril y
agosto de 2004, enero de 2005), dos consultas escritas (enero-marzo y octubre-diciembre de 2004), numerosas consultas a
niveles internacional, regional y nacional (incluyendo en el marco del Comité Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre
bioética), una sesión del Comité Intergubernamental de Bioética (CIGB) y una sesión conjunta del CIB y el CIGB (enero de 2005).
2“The 2005 Declaration, however, marked a new milestone.” DG/2009/077 – Original: English, p. 3.
Memorias de la mesa sobre Bioética Social
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exclusivamente por los aportes tecnológicos emergentes, en su repercusión
sobre la atención de salud privada, en el llamado Primer Mundo.
Recuerdo también, a este respecto, la posición sostenida en la discusión final
de la Declaración, por la delegación de los Estados Unidos de América, que
consideró innecesaria la aparición del texto del actual Artículo 14 3 (en el
anteproyecto, Artículo 13, titulado ―Responsabilidad Social‖), comentando que
―Este artículo excede el marco de esta declaración‖ 4 . Dicha delegación se
mantuvo amenazando con no firmar la declaración, hasta que no pudo soportar
más la presión de la aplastante mayoría de las delegaciones en la reunión
conjunta del CIB/CIGB en París, que dejó terminado el documento.
Aunque la DUBDH no condena explícitamente a la violencia ni a la guerra, ni
declara la necesidad de la paz, debo admitir que los especialistas de nuestra
área geográfica tampoco hicimos, en su momento, el debido énfasis en la
rectificación de esta omisión, ni siquiera en la citada Declaración de Buenos
Aires. A todas luces, consideramos que el derecho a la vida – primero de los
derechos humanos – era demasiado obvio, para que fuera necesario explicitarlo.
De tal modo, cuando el Comité Internacional de Bioética decidió, en su
Duodécima Sesión sostenida en Tokio, en diciembre de 2005, que un Grupo de
Trabajo elaborara un informe sobre ―Responsabilidad Social y Salud‖, todavía
no existía ningún reclamo formal de incluir estos temas.
3 Artículo 14 Responsabilidad social y salud
1. La promoción de la salud y el desarrollo social para sus pueblos es un cometido esencial de los gobiernos, que comparten
todos los sectores de la sociedad.
2. Teniendo en cuenta que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de
todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social, los progresos de la ciencia y
la tecnología deberían fomentar:
a) el acceso a una atención médica de calidad y a los medicamentos esenciales, especialmente para la salud de las
mujeres y los niños, ya que la salud es esencial para la vida misma y debe considerarse un bien social y humano;
b) el acceso a una alimentación y un agua adecuadas;
c) la mejora de las condiciones de vida y del medio ambiente;
d) la supresión de la marginación y exclusión de personas por cualquier motivo; y
e) la reducción de la pobreza y el analfabetismo.
4 “This article exceeds the scope of the declaration”. US comments on Prel.Draft 13.06.05.
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De la versión del Borrador de Informe Preliminar sobre Responsabilidad Social
y Salud que presentó el Grupo de Trabajo del CIB, a la Quinta Sesión del
Comité Intergubernamental de Bioética, celebrada en el 2007, quiero destacar
la única alusión a la muerte que allí aparece. Se trata de la frase: ―¿cómo puede
aplicarse la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos de modo
que no se quede en ‗letra muerta‘, sin impacto en la situación social y de salud
de los países individuales y del mundo como un todo?‖5 Se requiere solo un
mínimo de perspicacia para pensar que el documento se propuso todo lo
contrario, precisamente desvirtuar y convertir en letra muerta al Artículo 14 de
la DUBDH. Pero el borrador al menos menciona a la guerra entre las causas de
los desplazamientos forzados, aunque sin ponerla en la debida relevancia. El
CIB, en sus recomendaciones, decide finalmente el posible destino de cualquier
alusión a este factor destructor de la vida y perturbador de la salud,
reservándole el penúltimo lugar, junto con otros ―tópicos‖ como la gobernanza,
el género, el abuso de las drogas, la corrupción y la inestabilidad política.
La RedBioética se ocupó de criticar debidamente, en su momento, esta versión
preliminar de Informe, aunque se limitó a la esencia de los planteos
explicitados en el Artículo 14 y contra el intento de deformarlos y mellarlos, sin
mencionar el asunto de la violencia, la guerra y los desplazamientos forzados.
Sin embargo, ya desde entonces existían evidencias innegables, cuantitativas,
de los enormes estragos causados a la vida y a la salud de masas de población,
por estos nefastos ―efectos colaterales‖ de la operación de sociedades
disfuncionales.
La versión del Informe Preliminar de 2008 fue sustituida por la de 2009, con
algunos cambios importantes. No obstante, el asunto de la violencia, la guerra
y los desplazamientos forzados, siguió sin tener la debida consideración,
desconociendo testimonios y evidencias como la que sigue, de una fuente
insospechable de parcialidad:
5 …how can the Universal Declaration on Bioethics and Human Rights be applied so that it will not remain a “dead letter” with
no impact on the social and health situation of individual countries and the world as a whole? SHS/EST/IGBC-
5/07/CONF.204/3.Paris, 11 June 2007, p. 5.
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―La violencia armada, como la del conflicto en curso en Irak, es una amenaza a
la salud global. Causa graves heridas y muertes de civiles, convierte a los niños
en huérfanos, traumatiza a las poblaciones y socava la capacidad de las
comunidades de aportar atención médica adecuada, incrementando
dramáticamente las necesidades de salud‖6.
La contienda en Irak ha sido declarada una vez más terminada por sus
iniciadores, a pesar de que todavía quedan – y quedarán indefinidamente –
ocupando el territorio de ese sufrido país más de 50 000 efectivos del país que
lo invadió. La situación de salud en Irak solo puede ser calificada por los
organismos internacionales como una de las más dramáticas catástrofes
humanitarias. Pero no es menos dramática la situación en Afganistán, que
resulta también de una prolongada guerra de intervención. Resulta
particularmente aleccionador examinar en este caso la correlación entre las
acciones bélicas y el desarrollo del cultivo ilícito del opio, como espero puedan
apreciar en las siguientes [dos diapositivas].
6 Madelyn Hsiao-Rei Hicks, M.D., M.R.C.Psych., Hamit Dardagan, Gabriela Guerrero Serdán, M.A., Peter M. Bagnall, M.Res., John
A. Sloboda, Ph.D., F.B.A., and Michael Spagat, Ph.D. “The Weapons That Kill Civilians — Deaths of Children and Noncombatants
in Iraq, 2003–2008.” N Engl J Med 360;16 (1585-1588) April 16, 2009.
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Llama la atención la evidencia en el mismo sentido, recogida en la siguiente
[Diapositiva] para el caso de Colombia.
No quisiéramos abrumar al auditorio con cifras y datos de los que menudean
en la prensa de nuestros días, confirmando la existencia de una realidad muy
semejante a ésta, dentro de nuestro entorno geográfico inmediato. Baste, por el
Memorias de la mesa sobre Bioética Social
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momento, con citar lo que leemos en un informe, de marzo pasado, de la
Agencia de la ONU para los Refugiados:
―Un agravamiento de la situación humanitaria en Colombia, especialmente en
zonas rurales remotas, ha dejado a más de tres millones de personas
oficialmente desplazadas dentro del país - la segunda población de desplazados
internos más grande del mundo después de Sudán - mientras que otros han
buscado refugio en los países vecinos‖7.
Para precisar las proporciones del fenómeno que les proponemos evaluar, creo
que basta con considerar que ―El desplazamiento forzado, una de las
principales consecuencias de la violencia en Colombia, afectó entre 1985 y
2007 a 3.940.164 personas, aproximadamente un 9% de la población del
país‖8.
El hermoso país, cuya hospitalaria acogida agradecemos todos, sufre en una
considerable proporción de su población, los efectos devastadores de la guerra
más larga que ha sufrido nuestra área geográfica. Los desplazados forzosos van
a parar a lugares alejados de sus sitios originales de residencia, con lo que
experimentan un sensible deterioro en todos los indicadores que tienen que ver
con cada uno de los incisos del Artículo 14 de la DUBDH (a: acceso a una
atención médica de calidad y a los medicamentos esenciales, especialmente
para la salud de las mujeres y los niños; b: acceso a una alimentación y un
agua adecuadas; c: condiciones de vida y del medio ambiente; d: marginación y
exclusión; e: pobreza y analfabetismo).
La UNESCO, fundada a finales de la 2ª Guerra Mundial – y esta RedBioética,
como parte de ella – es depositaria de un mandato constitucional que la obliga
a promover la cooperación entre los científicos a favor de la paz y la seguridad.
La denuncia de la guerra y de sus desastrosos efectos está, sin dudas, en el
espíritu de la DUBDH. Permítasenos recordar en este momento las palabras del
7SITUACIÓN COLOMBIA. PRIORIDADES EN 2010. Marzo de 2010. ACNUR. Agencia de la ONU para los Refugiados, p. 1.
8Amparo Susana Mogollón-Pérez y María Luisa Vázquez. Factores que inciden en el acceso de la población desplazada a las
instituciones prestadoras de servicios de salud en Colombia. Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 24(4):745-754, abril, 2008.
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Manifiesto Russell-Einstein, de julio de 1955, en el sentido de que hablemos
[Diapositiva] ―no como miembros de una u otra nación, o continente, o credo,
sino como seres humanos, integrantes de la especie humana, la continuación
de cuya existencia está ahora en duda (…) [Q]ueremos que vosotros os
consideréis solo como integrantes de una especie biológica que posee una
notable historia, y cuya desaparición no puede desear ninguno de nosotros.‖
Y termino con una cita de nuestro querido novelista de América Latina y el
Caribe, Gabriel García Márquez, con quien sin duda nos solidarizamos todos:
―Pero la sospecha creciente de que el único sitio del sistema solar donde se ha
dado la prodigiosa aventura de la vida nos arrastra sin piedad a una conclusión
descorazonadora: la carrera de armas va en sentido contrario de la inteligencia.
Y no solo de la inteligencia humana, sino de la inteligencia misma de la
naturaleza, cuya finalidad escapa inclusive a la clarividencia de la poesía.
Desde la aparición de la vida visible en la Tierra, debieron transcurrir
trescientos ochenta millones de años para que una mariposa aprendiera a
volar, otros ciento ochenta millones de años para fabricar una rosa sin otro
compromiso que el de ser hermosa y cuatro eras geológicas para que los seres
humanos, a diferencia del abuelo pitecántropo, fueran capaces de cantar mejor
que los pájaros y morirse de amor. No es nada honroso para el talento humano,
en la edad de oro de la ciencia, haber concebido el modo de que un proceso
multimilenario tan dispendioso y colosal pueda regresar a la nada de donde
vino por el arte simple de oprimir un botón‖9.
9 Citado en “Ciencia para la paz y el desarrollo: el caso del Juramento Hipocrático para Científicos”, Guillermo A. Lemarchand
(editor). Estudios y documentos de política científica de ALC, Vol. 2., pág. 3. UNESCO 2010. Oficina Regional de Ciencia para
América Latina y el Caribe.
Memorias de la mesa sobre Bioética Clínica
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