Post on 16-May-2020
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COAHUILA
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOECONÓMICAS
MAESTRÍA EN ECONOMÍA REGIONAL
TESIS: PATRONES DE CONSUMO ALIMENTARIO EN MÉXICO DE 1992 AL 2002.
EL CASO DEL MAÍZ, TRIGO Y FRIJOL
PRESENTA: DANAE DUANA ÁVILA
DIRECTOR: DR. GILBERTO ABOITES MANRIQUE
LECTORES: DR. HECTOR RODRIGUEZ RAMIREZ
DR. FRANCISCO MARTINEZ GOMEZ
12/08/04
INTRODUCCIÓN
El propósito de esta investigación es analizar los cambios en los patrones de con-
sumo en función del ingreso que percibieron los miembros de los hogares mexicanos.
Para ello se indagó el porcentaje que destinó la población, agrupada en deciles a tres
productos básicos de la dieta nacional: maíz, trigo y frijol, diferenciando el gasto en
monetario y no monetario, con base en la información de las Encuesta Nacional Ingre-
so Gasto de los Hogares (ENIGH) 1992, 1994, 1996, 1998, 2000 y 2002.
El problema que analizamos refiere al hecho de que en México, a la par que se
dio un proceso de industrialización, la población tendió a concentrarse en el ámbito ur-
bano, de manera que los patrones de consumo fueron cambiando de una dieta básica-
mente rural a otra urbana, lo que de entrada marca una distinción en la utilización de
insumos para la comida, donde unos eran más naturales y otros mas procesados. Este
proceso se fortaleció con la expansión cultural vivida en el país durante la segunda mi-
tad del siglo XX llamada modernización, si bien, se supone que adquirió rasgos es-
pecíficos por región económica, cultural y geográfica.
La cuestión es que el tema había sido poco trabajado desde el ámbito económi-
co de suerte tal que aun contando con fuentes de información actualizadas y periódi-
cas no conocíamos las mutaciones operadas en el consumo de los hogares mexica-
nos.
Ante eso nos planteamos los siguientes objetivos:
1) Mostrar los cambios en los patrones de consumo,
2) Mostrar la relación ingreso – gasto de los hogares en relación con los ali-
mentos y,
3) Mostrar el peso que tiene el consumo de maíz, trigo y fríjol en función del es-
trato social y su ubicación geográfica.
Las hipótesis que guiaron la investigación fueron tres:
a) La cantidad de ingreso que se destina al gasto en alimentación a nivel
1
nacional, provoca una gran variedad de productos diferentes a los que se consumían
hace algunos años (cultura) pues en la actualidad la mayoría de ellos se encuentran
industrializados,
b) El factor fundamental en el consumo de alimentos es la diferencia en los in-
gresos de los individuos lo cual provoca una desigualdad para adquirir alimentos bási-
cos como maíz, trigo y fríjol.
c) Hay un creciente proceso de homogenización en los patrones de consumo
entre la población rural y urbana.
Ahora bien, el tema de los patrones de consumo y alimentación habían sido tra-
bajados por autores como: Torres (2000); Martínez (2001); Villezca (2001); Aboites et
al (2003) solo que ellos habían trabajado con gasto monetario de tal manera que una
de las aportaciones de esta investigación fue la incorporación del gasto no monetario
en el análisis, centrando la atención en los principales productos de la canasta básica
(maíz trigo y frijol).
La evidencia acumulada hasta la fecha indica que han aumentado los cambios en
los patrones de consumo durante los últimos años y una de las principales manifesta-
ciones es la adquisición de productos mas industrializados. Según diversos investiga-
dores (De la Riva 1998; Sierra 2002 y Torres 2000) esto se debió a que las familias
dispusieron de menos tiempo en la preparación y adquisición de alimentos, especial-
mente la mujer dada su incorporación al mercado laboral. Sin embargo, autores como
CONAPO (1999); FIRA (2001); Juárez (2001) y Martínez (1999), mencionan que la va-
riable fundamental fue el ingreso, ya que éste determina la cantidad, el lugar y el pre-
cio que las personas están dispuestas a pagar, aunque existen otras variables como:
la cultura y la ubicación geográfica que han cobrado importancia en las decisiones to-
madas por las personas para adquirir sus alimentos.
Se observó que sí hubo un cambio en los patrones de consumo, es decir, las per-
sonas ahora consumen productos más industrializados. Son productos que no necesi-
tan mucho tiempo en su preparación. También aumento el consumo de viejos
2
productos con nuevas presentaciones y sobre todo se han incorporado ciertos alimen-
tos en las dietas de la población independientemente del nivel de ingresos de la pobla-
ción, ya que ese elemento determina básicamente el volumen de lo consumido y no
solo el producto.
La investigación mostró cual ha sido el cambio que ha habido en los patrones de
consumo, así mismo se pudo ver la capacidad de gasto que tienen las personas la
cual esta en función directa del ingreso que perciben, pues a pesar de que hay otros
factores como la cultura y la ubicación geográfica, la principal sigue siendo el ingreso.
El comportamiento del gasto en alimentación da cuenta de la capacidad familiar
para acceder a la canasta básica, además define su composición, la cantidad y la cali-
dad de la dieta e indirectamente las compensaciones que resultan de programas so-
ciales. En síntesis la capacidad real del ingreso, constituye un factor determinante en
las preferencias alimentarías.
Aunque en periodos anteriores a la década de los 90´s la alimentación no consti-
tuyo un tema central de la política gubernamental, ciertamente el sistema alimentario
mexicano SAM de finales del sexenio de López Portillo marca un mito en la historia
mexicana porque puso en la mesa de discusión nacional la importancia de la alimenta-
ción. Durante el periodo de Miguel de la Madrid el tema quedo plasmado en documen-
tos oficiales pero disminuyo en los hechos al restringirse el apoyo económico para
esas políticas, años después ya ni si quiera apareció en los documentos oficiales. De
hecho durante el gobierno de Vicente Fox no hay una referencia explicita en los docu-
mentos de política gubernamental.
Este trabajo abre nuevos campos de investigación en otras áreas o productos ali-
menticios los cuales pueden dar resultados interesantes para otras investigaciones o
para las empresas, pues como lo mostró la investigación, trabajar con el gasto no mo-
netario arroja datos interesantes para el sector publico y privado que no habían sido
considerados.
3
El documento se integra por tres capítulos. El primero corresponde a una expo-
sición detallada del marco teórico y metodológico utilizado en la investigación, señalan-
do las coincidencias y deferencias entre los diferentes autores que han abordado el
tema y hace explícitos los instrumentos utilizados así como las definiciones operativas
a partir de las cuales se construyeron los patrones de consumo. Presenta además la
relación que hay entre consumo y alimentación así como el papel que juega la cultura
y dentro de ésta la migración y urbanización.
En el segundo capítulo se analiza la relación entre ingreso y gasto así como el
problema de la desigualdad, medida ésta a través de dos índices: el índice de Gini y el
índice de concentración del ingreso utilizado por CONAPO (1999). Ambos miden el
grado de concentración del ingreso en una población. Con base en el contexto, se
analizó la distribución del gasto en la alimentación y, en particular el porcentaje que
destinaron a los productos de estudio (maíz, trigo y frijol) así como a sus derivados.
Finalmente, en el tercero capítulo se dan a conocer las conclusiones generales
y se plantean lineamientos generales de política económica que pueden ayudar en la
solución de algunos problemas identificados..
4
CAPÍTULO 1. RETOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LOS PATRONES DE CON-
SUMO ALIMENTARIO EN MÉXICO.
INTRODUCCIÓN
Al conjunto de alimentos que habitualmente se consumen en un hogar se le de-
nomina patrón de consumo alimentario y esta determinado por el ingreso y la cultura,
dado lo cual es diferente en cada época, región y estrato económico.
El hecho ha sido señalado y estudiado con diferentes propósitos y perspectivas,
sin embargo los esfuerzos por una documentación y validación empírica, estadística-
mente sustentada, son bastante recientes y en general son trabajos que poco a poco
configuran una adecuada comprensión del fenómeno.
Esta investigación se suma en esa dirección y pretende aportar elementos que
documentan y puntualizan la manera como los cambios en los patrones de alimenta-
ción se han operado en el país, centrándose en los años noventa del siglo que acaba
de pasar.
Ahora bien, determinar los cambios habidos en el consumo de alimentos entre
la población mexicana durante la última década, supone primeramente identificar cuá-
les son los alimentos consumidos con mayor impacto en los hogares mexicanos, en
función del gasto y del volumen, para después determinar los agregados de alimentos,
es decir, los patrones de consumo observados en los hogares, se asume en conse-
cuencia el ingreso de los hogares como variable definitoria en relación a los productos
consumidos y sus montos.
Este capítulo tiene el propósito de explicar el marco metodológico, justificar la
pertinencia de los instrumentos utilizados y explicitar las categorías analíticas y des-
criptivas manejadas.
5
1.1 LA DEMANDA
Dado que la investigación se centra en el comportamiento económico de los
consumidores partimos de la necesidad por entender qué es la demanda. Siguiendo la
exposición de Varian, (1996:99) en relación a la teoría económica de la demanda, éste
señala que la demanda son todos los bienes y servicios que el consumidor esta dis-
puesto a retirar del mercado, asumiendo que sus elecciones óptimas dependen del in-
greso y de los precios de los bienes.
En el caso de los consumidores hay dos elementos que afectan su elección
óptima: los precios y el ingreso, por lo tanto en la teoría del consumidor (demanda), la
estática comparativa consiste en investigar cómo varía la demanda cuando varían los
precios y los ingresos.
Veamos primeramente qué se entiende por estática comparativa. Esta es el es-
tudio de las respuestas a los cambios del entorno económico, comparativa porque se
trata de comparar dos situaciones: el antes y después de la variación del entorno
económico; y estática porque no interesan los procesos de ajuste que entraña el cam-
bio de una elección por otra, sino sólo la elección final de equilibrio.
Para ello es necesario ver cómo varía la demanda de un bien por parte de un
consumidor cuando varía su ingreso, estos bienes se dividen en normales e inferiores,
para los bienes normales la demanda de cada bien aumenta cuando aumenta el ingre-
so, mientras que para un bien inferior cuando aumenta el ingreso disminuye la deman-
da.
Así, en una función de demanda con dos bienes, si mantenemos fijos los pre-
cios de ambos bienes y observamos cómo varia la demanda cuando varía el ingreso,
obtendremos una curva llamada curva de Engel, que nos muestra la variación de la
demanda cuando varía el ingreso y todos los precios permanecen constantes.
Las funciones de demanda del consumidor muestran las cantidades óptimas de
cada uno de los bienes en función de los precios y del ingreso del consumidor y se ex-
presan de la siguiente forma.
6
x1=x1(p1,p2,m) Para el caso de un solo bien o,
x2=x2(p1,p2,m) Para el caso de dos o más bienes.
Los comportamientos de las curvas de oferta-ingreso y las curvas de Engel son
los siguientes: sustitutos perfectos, complementarios perfectos, preferencias Cobb-
Douglas, preferencias homotéticas y preferencias cuasilineales.
Los supuestos económicos que explican el comportamiento de la función de-
manda indican lo siguiente:
Sustitutos perfectos si el precio del bien 1 es menor que el precio del bien dos,
el consumidor se especializara en el consumo del bien 1, su aumento en el ingreso
significa que aumentó el consumo de dicho bien.
Complementarios perfectos dado que el consumidor siempre consume la misma
cantidad del mismo bien, cualquiera que sea esta, la demanda estará definida por el
ingreso entre la suma de los dos precios.
Cobb-Douglas si se mantiene fijo el precio del bien 1, esta será una función line-
al del ingreso, por lo tanto si se duplica el ingreso, se duplica la demanda, si triplica-
mos el ingreso se triplica la demanda y así sucesivamente.
Preferencias homotéticas cuando aumenta el ingreso, la demanda de un bien
puede aumentar más o menos deprisa que ella, si aumenta más deprisa decimos que
es un bien de lujo y si aumenta menos deprisa decimos que es un bien necesario.
Preferencias cuasilineales un incremento en el ingreso no altera la demanda del
bien 1 y toda la renta adicional se destinara al consumo del bien 2.
Bienes ordinarios y bienes Giffen. Los bienes ordinarios son los bienes que al
bajar el precio su demanda aumenta, los bienes Giffen son los bienes que al reducir el
precio del bien 1 su demanda también disminuye.
7
Los comportamientos de las curvas de oferta precio y la curva de demanda son
los siguientes: sustitutos perfectos, complementarios perfectos, un bien discreto.
Tenemos sustitutos perfectos cuando el consumidor se especializa en el bien
que tenga el precio más bajo.
Complementarios perfectos cuando, independientemente de cuáles sean los
precios, el consumidor siempre demandara la misma cantidad de los bienes.
Bien discreto si el precio del bien 1 es muy elevado, por lo tanto el consumidor prefe-
rirá estrictamente consumir cero unidades, y si es suficientemente bajo, preferirá con-
sumir una unidad, mientras que a un precio de equilibrio le dará igual consumir el bien
1 que no consumirlo, este precio se llama precio de reserva.
Ley de Engel: desde el siglo XVIII los economistas han estudiado la relación entre el
ingreso y el consumo de algunos artículos, para este análisis lo mas frecuente es que
se recojan datos de una muestra de familias y que se clasifiquen de acuerdo a sus ni-
veles de ingreso (clases sociales), Engel realizó lo que fue la primera generalización
empírica sobre la conducta de los consumidores, la cual dice que la proporción del
gasto total que se dedica a los alimentos disminuye a medida que aumenta el ingreso.
Los alimentos son un bien necesario cuyo consumo aumenta menos deprisa
que el ingreso, para llegar a esta afirmación se han hecho comparaciones a nivel inter-
nacional las cuales muestran que en promedio, los individuos de los países menos
desarrollados gastan en alimentos un porcentaje mayor de su ingreso que los indivi-
duos de las economías industriales, el porcentaje del ingreso que se destina al gasto
en alimentos también tiende a disminuir con el paso del tiempo a medida que aumenta
el ingreso (Nicholson,2002:90).
1.2 INGRESO Y CONSUMO
Ahora bien, asumiendo la relación entre ingreso y consumo de alimentos, en
economía se acostumbra estudiar la distribución del ingreso y su impacto en el consu-
mo, buscando establecer patrones de comportamiento entre los agregados de pobla-
8
ción, aglutinados en función de la variable ingreso y consumo. Por tanto y dado que se
presume que el consumo de alimentos esta asociado al gasto y este al ingreso, es im-
portante señalar que a la fecha persiste la incertidumbre respecto del grado en que el
ingreso impacta no tanto al consumo de alimentos sino a la ingesta nutricional de los
hogares y persisten contradicciones acerca de la magnitud de la respuesta de la inges-
ta de alimentos y nutrientes ante cambios en el ingreso (Aboites et al 2003).
El hecho de que predomina en una sociedad la adquisición de bienes mediante
el intercambio de dinero, destaca la importancia que tiene el ingreso monetario al aco-
tar las posibilidades del consumo, tanto en su magnitud como en su forma, es decir, en
el tipo de alimentos adquiridos para consumirse, su cantidad e incluso en la manera
como el consumo se realiza, por ejemplo tratándose de alimentos industrializados des-
tinados al consumo rápido y fácil.
Se asume que la relación entre ingreso y consumo de alimentos esta asociada a
la distribución del ingreso y que su impacto en el consumo busca establecer patrones
de comportamiento entre los agregados de población, los cuales se construyen por
agregación de la variable consumo e ingreso.
Antes de continuar es conveniente precisar cuatro conceptos claves que se ma-
nejaran a lo largo de la investigación: ingreso corriente monetario, ingreso corriente no
monetario, gasto corriente no monetario y gasto corriente monetario.
El ingreso corriente monetario se define como: El efectivo que recibieron los
miembros del hogar durante el período de referencia, a cambio de la venta de su fuer-
za de trabajo a una empresa, institución o patrón, o bien el ingreso en efectivo y/o en
especie de un negocio agropecuario o no agropecuario propiedad de algún miembro
del hogar, incluyendo también los alquileres, intereses, dividendos y regalías derivadas
de la posesión de activos físicos y no físicos, los rendimientos derivados de cooperati-
vas, las transferencias recibidas que no constituyeron un pago por trabajo y otros in-
gresos corrientes, se clasifican en:
9
a) Remuneración al trabajo: Percepciones en efectivo que los miembros del
hogar ocupados obtuvieron a cambio de la venta de su fuerza de trabajo a una
empresa, institución o patrón con quien establecieron determinadas condiciones de
trabajo mediante un contrato o acuerdo verbal o escrito.
b) Renta empresarial: Percepciones en efectivo o en especie, provenientes de
un negocio agropecuario o no agropecuario propiedad de algún miembro del hogar es-
ta actividad productiva se realizó en forma independiente o asociada.
c) Renta de la propiedad: Percepciones en efectivo provenientes de alquileres,
intereses, dividendos y regalías derivadas de la posesión de activos físicos y no físi-
cos.
d) Ingresos por cooperativas de producción: Percepciones en efectivo prove-
nientes de los rendimientos de las cooperativas que les corresponde a cada cooperati-
vista miembro del hogar por su participación en la administración, gestión y distribución
de sus beneficios.
e) Transferencias: Percepciones en efectivo que recibieron los miembros del
hogar y que no constituyeron un pago por trabajos realizados.
f) Otros ingresos corrientes: Percepciones en efectivo no clasificadas en las an-
teriores, provenientes de la venta de bienes muebles de segunda mano y vehículos
propiedad del hogar (ENIGH, INEGI, Glosario 2000).
Ingreso corriente no monetario se define como: El valor estimado por los miem-
bros del hogar, a precios de consumo final, de los productos y/o servicios de consumo
final y privado, se clasificaron en:
a) Autoconsumo: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de con-
sumo final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado, que los miem-
bros del hogar consumieron y que ellos mismos procesaron. También se incluye el va-
lor estimado de los productos que tomaron los hogares de su negocio comercial, así
como el valor estimado de los servicios que se recibieron de algún miembro del mismo
10
hogar, cuya actividad económica fue precisamente comercializar proporcionando algún
tipo de servicio.
b) Pago en especie: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de
consumo final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado que recibieron
los miembros del hogar que fueron empleados (agropecuarios y no agropecuarios) co-
mo pago a su trabajo, por medio de prestaciones sociales o bien si les fueron entrega-
dos productos como pago. Así mismo se consideró el valor estimado de los productos
y/o servicios que recibieron en especie los trabajadores por cuenta propia o los patro-
nes propietarios de un negocio, por un trabajo realizado.
c) Regalos: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de consumo
final de los productos y/o servicios de consumo final y privado que fueron recibidos co-
mo regalo de personas que no eran miembros del hogar.
d) Estimación del alquiler de la vivienda: Estimación realizada por los miembros
del hogar, referente al del alquiler de las casas habitación, propias, prestadas, las reci-
bidas como prestación por parte de la empresa donde se trabajó y las viviendas en
otra situación, con excepción de la rentada (ENIGH, INEGI, Glosario 2000).
Gasto Corriente Monetario. Parte del ingreso que los hogares destinaron duran-
te el período de referencia, a la adquisición de productos y/o servicios de consumo fi-
nal y privado, y a las transferencias pagadas o donadas a otras unidades en dinero,
entre los cuales tenemos (ENIGH, INEGI, Glosario 2000).
- Alimentos y bebidas consumidas dentro y fuera del hogar y tabaco.
- Vestido y calzado.
- Artículos y servicios para la limpieza y cuidados de la casa, enseres domésti-
cos, muebles, cristalería, utensilios domésticos y blancos.
- Cuidados médicos y conservación de la salud.
-Transporte, adquisición, mantenimiento y accesorios para vehículos y comuni-
caciones.
- Servicios y artículos de educación y esparcimiento, paquetes turísticos y para
11
fiestas, hospedaje y alojamiento.
- Artículos y servicios para el cuidado personal, accesorios y efectos personales,
otros gastos diversos y transferencias.
Gasto Corriente No Monetario. Valor estimado por los miembros del hogar, a
precios de consumo final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado, se
clasifica en:
a) Autoconsumo: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de con-
sumo final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado, que los miem-
bros del hogar consumieron y que ellos mismos procesaron, También se incluyó el va-
lor estimado de los productos que tomaron los hogares de su negocio comercial, así
como el valor estimado de los servicios que se recibieron de algún miembro del mismo
hogar, cuya actividad económica fue precisamente comercializar proporcionando algún
tipo de servicio.
b) Pago en Especie: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de
consumo final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado que recibieron
los miembros del hogar que fueron trabajadores, (agropecuarios y no agropecuarios)
como pago por su trabajo, por medio de prestaciones sociales o bien si les fueron en-
tregados productos como pago. Así mismo se considera el valor estimado de los pro-
ductos y/o servicios que recibieron en especie los trabajadores por cuenta propia o los
patrones propietarios de un negocio, por un trabajo realizado.
c) Regalos: Valor estimado por los miembros del hogar, a precios de consumo
final, de los productos y/o servicios de consumo final y privado que fueron recibidos
como regalo de personas que no eran miembros del hogar.
d) Estimación del Alquiler de la Vivienda: Estimación realizada por los miembros
del hogar, referente al alquiler de las casas habitación, propias, prestadas, las recibi-
das como prestación por parte de la empresa donde se trabaja y las viviendas en otra
12
situación, con excepción de la rentada (ENIGH, INEGI, Glosario 2000).
Ahora bien, según Boltvinik (2003) el bienestar de los hogares y las personas
depende de las siguientes seis fuentes: 1) el ingreso corriente; 2) los activos no
básicos y la capacidad de endeudamiento del hogar; 3) el patrimonio familiar, entendi-
do como el conjunto de activos y bienes durables que proporcionan servicios básicos a
los hogares (vivienda y equipamiento doméstico básico); 4) el acceso a bienes y servi-
cios gratuitos; 5) el tiempo libre y el disponible para trabajo doméstico, educación y re-
poso, y 6) los conocimientos de las personas, no como medio para la obtención de in-
gresos, sino como satisfactores directos de la necesidad humana de entendimiento y
como indicadores directos del grado de desarrollo cognitivo del ser humano (Boltvinik,
2003:453-4659).
Y de acuerdo con Arroyo (1971) es la desigualdad en el ingreso y no la disminu-
ción de la oferta alimentaria, lo que se convierte en el detonante principal de las asi-
metrías alimentarías; y, esto mismo es además la fuente principal de la heterogenei-
dad en los patrones de consumo que se detectan para el caso de México (Arroyo,
1971: 675).
Así, el ingreso y su asignación en el gasto expresan cómo las familias definen
sus estrategias de consumo a lo largo del tiempo. Una relativa estabilidad o mejoría en
el ingreso permite, además de diversificar la alimentación, mejores niveles nutriciona-
les al igual que un incremento en la calidad de la dieta. Por tanto, el perfil alimentario
de la sociedad tiene amplia relación con las posibilidades de ingreso, aunque no nece-
sariamente determina una alimentación adecuada. (Arroyo, 1971:675).
Por otra parte, una característica del gasto familiar es la frecuencia con la que
se realiza, la cual varía según el producto (Sierra 2002). En términos comparativos,
existen diferencias en las proporciones de gasto entre los hogares rurales y urbanos,
ya que los primeros destinan casi la tercera parte de su gasto corriente a los alimentos,
mientras que en las ciudades este rubro ocupa una cuarta parte de los ingresos
(SEDESOL, 2002:2).
13
Por ejemplo, los hogares en condición de pobreza alimentaria1 dedican el 46.5%
1 Pobreza alimentaria, se define como los hogares cuyo ingreso es insuficiente para cubrir las necesidades de ali-
mentación (SEDESOL, 2002 :1).
a la comida; a educación y esparcimiento 8.2; vivienda, 6.1; salud, 5.2; vestido y cal-
zado, 5; artículos de limpieza, 4.8; transporte público, 4.6; y cuidado personal, 4.1
(SEDESOL, 2002:4).
1.3 RELACIÓN ENTRE CONSUMO Y ALIMENTACIÓN
De acuerdo con varios autores, la alimentación muestra un descenso histórico
en su estructura respecto al ejercicio del gasto en los hogares. Así, mientras en 1984
representó el 44.5% del gasto monetario total, en 1994 disminuyó poco más de 10
puntos porcentuales al situarse en 33.6%.
Esta disminución en los niveles de consumo, traería un deterioro en la alimenta-
ción de los mexicanos con claras consecuencias negativas para el desarrollo de las
generaciones futuras, no obstante las familias buscan aumentar su ingreso por medio
de la participación de otros miembros, para solucionar esos problemas.
Pero al buscar esa solución tenemos que se enfrentarían a otro problema pues
a medida que aumentan los ingresos familiares, disminuyen los niveles de gasto en
alimentos o se presenta una mayor diversificación, agregación o sofisticación; se infie-
re por lo tanto que la demanda de alimentos es inelástica en el tiempo.
El problema se presenta cuando se detecta un desequilibrio profundo en el in-
greso que afecta en mayor proporción la base de la alimentación de la población, en
ese momento surgen los problemas que se profundizan en épocas de crisis económi-
ca, lo cual induce al fenómeno del hambre localizada, junto con desnutrición en grupos
muy amplios, además de distorsiones atípicas en el patrón alimentario.
Kaufer en su libro menciona que para hacer un diagnóstico de la situación ali-
mentaría y nutricia, se requiere de un instrumento que proporcione simultáneamente
información acerca del consumo de todos los alimentos que conforman la dieta de los
14
distintos grupos sociales, pues no hay que olvidar que cada uno de los alimentos que
integran una dieta contribuye específicamente al aporte de energía y de otros nutri-
mentos, indispensables para el mantenimiento de la salud. Además, se requiere cono-
cer la frecuencia de consumo de cada alimento y su consumo integrado pues permite
ver la combinación de los diversos alimentos dentro de la dieta, y nos permitirá el esta-
blecimiento del perfil alimentario del o de los grupos que se quiera estudiar (Kaufer,
1995:784).
Menciona también que es necesario conocer el conjunto de alimentos que com-
ponen la alimentación habitual de un individuo y las cantidades ingeridas, para poder
evaluar si está cubriendo sus necesidades de nutrimentos y calificar la dieta de ade-
cuada o inadecuada, de acuerdo a las características particulares del individuo, esto
también se puede hacer con población, pero dice que la información requerida para
lograr una evaluación de la nutrición en México no es sistemática ni suficiente (Kaufer,
1995:784).
De la Riva menciona que el proceso de alimentación está ligado al instinto de
conservación; por medio de la comida las personas son capaces de mantener su con-
dición física y mental, el alimento es una necesidad, ingerir alimentos se considera in-
dispensable para poder resistir jornadas diarias de trabajo, así como el trabajo cotidia-
no proporciona fuerza y vigor (energía), además de ayudar a prevenir enfermedades,
malestar y debilidad, el estar bien alimentado garantiza hasta cierto punto una salud
buena (De la Riva, 1998:40).
Maluf menciona que la cuestión alimentaria no se restringe a los aspectos rela-
cionados con la pobreza y el hambre, aunque las características asumidas reflejen y
interfieran a la vez en el perfil de equidad social del país, y el hambre figure como la
manifestación más aguda y urgente de la cuestión alimentaria (Maluf, 1998:7).
1.3.1 RELACIÓN ENTRE CONSUMO Y TIPOS DE ALIMENTOS (MAÍZ, TRIGO Y
FRIJOL)
15
En relación al consumo de maíz comenta Juárez que entre 1994 y el 2001, hubo
una disminución en el consumo anual, pues dice que el consumo por persona prome-
dio en el país pasó de 254 kilogramos por persona a 238, por lo que observó una dis-
minución del 6.29% (Juárez, 2001:5).
En relación al consumo de frijol, comenta que entre 1994 y el 2001, el consumo
per capita paso de 15 kilogramos por persona en 1994, a 11 kilogramos en el 2001,
por lo que registró una disminución del 30.5% (Juárez, 2001:5).
En relación al tercer producto comenta Juárez que el consumo per cápita de tri-
go pasa de los 77 kilogramos por persona en 1994, a los 58 kilogramos en el 2001, lo
que significó una disminución del 25% (Juárez, 2001:5).
Casanueva (2003) menciona que los alimentos que presentan un mayor consu-
mo en (según una investigación de campo que realizo en colaboración con la División
Internacional de Salud de la fundación Rockefeller en Cooperación con la secretaria de
Salud y Asistencia a través de la Escuela de Salud Pública, la comisión Nacional de
Alimentación, el Instituto de Nutrílogia y el Instituto de Enfermedades Tropicales) son:
los alimentos básicos maíz, chile y fríjol, (niveles de ingreso bajos) pues la comida
principal al medio día, en el desayuno y cena la cena consistían únicamente en alguna
bebida pan o tortilla, mientras que las familias de los niveles económicos más altos la
variedad de consumo fue más amplia, en relación al consumo de trigo comenta que la
ingestión de productos de trigo fue complementaria a la del maíz, el cual fue más con-
sumido entre las familias de bajos ingresos en comparación con los de ingresos altos
(Casanueva, 2003:215).
FIRA dice que el consumo per cápita que hubo entre 1990 a 2000 fue de 15 ki-
logramos de frijol por habitante (FIRA, 2001:28).
Fuentes en su estudio que realizó muestra la enorme participación del maíz en
el volumen de consumo semanal, con alrededor de las dos terceras partes del total de
alimentos consumidos en kilogramos, además comenta el autor que el maíz y el frijol
mostraron un consumo de 72% (Fuentes, 2002:193).
16
Vázquez menciona que los principales productos que se consumen son: produc-
tos de mayor consumo, como la tortilla, las leguminosas como el frijol, estos bienes se
ubican entre los principales productos adquiridos por los hogares en el mercado, con
preferencia entre 75 y 95 % de las familias (Vázquez, 2002:149).
Por lo tanto es claro que el maíz, frijol y el trigo son productos preponderantes
en la dieta del mexicano.
1.3.2 RELACIÓN ENTRE CONSUMO Y LUGARES GEOGRÁFICOS DONDE SE
CONSUMEN
Martínez (2001) menciona que hay patrones de consumo asociados al desarro-
llo socioeconómico y a la urbanización de las distintas localidades y regiones, un ejem-
plo son las zonas que presentan un grado más alto de desarrollo (Área Metropolitana
de la Ciudad de México y la parte norte del país) y las zonas urbanas presentan las
ingestas más elevadas de la mayor parte de los alimentos (Martínez, 2000:27).
Al estar los norteños cerca del país vecino (EEUU) provocó un cambio en los
patrones de consumo de las personas pues la vinculación geográfica, histórica y
económica favoreció hábitos de consumo muy similares a los de la población del sur
de Estados Unidos, lo que no ha cambiado mucho con el paso del tiempo; este comen-
tario coincide con el de Vázquez en el 2002 pues los estados fronterizos se ven in-
fluenciados por las costumbres de EEUU (Sierra, 2002:701).
Ciertamente, el territorio norte de México comparte con el sur de Estados Uni-
dos el gusto por el trigo y la carne vacuna y Guatemala comparte con los mexicanos
el amor ancestral por el maíz con sus innumerables formas de prepararlo, sin embargo
puede afirmarse que las fronteras de la republica mexicana coinciden con sus fronte-
ras culinarias pues, de Tijuana a Chetumal, los mexicano comparten un conjunto de
conocimientos y practicas del comer, que son extraños entre sus vecinos: los horarios
de las tres refrigerios diarios y su composición respectiva, por no citar sino dos rasgos
de menor importancia que nos distingue de ellos (Iturriaga, 2002:83).
17
La migración de trabajadores hacia los Estados Unidos de América y Canadá,
es otro factor que provoca que las personas regresan al país con nuevos hábitos ali-
mentarios, lo cual también ha afectado la dieta, sin omitir que la apertura del tratado de
libre comercio permite a su vez que se pueda disponer de más variedad de productos
en el mercado (Long, 2003:175).
1.3.3 CAMBIOS HABIDOS EN LOS PATRONES DE CONSUMO EN MÉXICO EN LA
DÉCADA DE LOS 90´S
El documento de FIRA menciona que hoy hay menos tiempo para preparar ali-
mentos ya que la mujer cada día se está integrando más a la fuerza productiva. Pero
también la urbanización lleva a que los tiempos de traslado sean cada vez mayores,
por lo tanto la sociedad está buscando alimentos fáciles de preparar o casi listos para
consumir, lo cual se define como productos convenientes. Esta tendencia crea la opor-
tunidad para desarrollar nuevos productos, un ejemplo de esto son los frijoles enlata-
dos, los cuales ahorran tiempo y dinero al consumidor, recordemos que tradicional-
mente el ama de casa tiene que limpiar el frijol, dejarlo remojar, cocer y luego guisar
(FIRA, 2001: 26).
Kaufer (1995) menciona que en los últimos años se han modificado de manera
sustancial los hábitos alimentarios de la población, la cultura alimentaria nacional, con
su amplia forma de expresiones regionales y locales, asumió tendencias al cambio,
orientadas a homogeneizar los patrones de consumo mediante la incorporación paula-
tina de nuevos componentes en la alimentación cotidiana, el consumo de trigo ha ido
sustituyendo en cierta medida al de maíz y el consumo de alimentos autóctonos ha ido
disminuyendo, las tendencias al cambio se han dado por igual en el medio rural y en
urbano, aunque están mucho más marcadas en este último, sobre todo en los estratos
de ingresos medios y altos (Kaufer, 1995:798).
Kaufer menciona también que los alimentos se sustituyeron por productos que,
desde el punto de vista de la nutrición, aportan los mismos elementos pero a un costo
menor, el pan y la tortilla, básicamente aportan los mismos nutrimentos; sin embargo la
tortilla es más barata (aun cuando ambos estaban subsidiados en 1983) por lo que es
18
lógico suponer que esa fue la causa por la cual se prefirió su consumo (Kaufer,
1995:801).
Menciona Vázquez que los patrones de consumo en ambientes transfronterizos
se amplían con la existencia de un mercado diferenciado y tendencialmente integrado,
que permite la discriminación entre bienes y servicios que proporciona a los individuos
una mejor calidad de vida, sin embargo esta circunstancia no ha sido benéfica para
todos, ya que evidencia con mayor magnitud las diferencias entre las sociedades que
comparten adyacencia espacial, y entre los individuos y familias que pertenecen a es-
tas sociedades (Vázquez, 2002:160).
La distribución del ingreso en 1975 propició un patrón alimentario diferente del
de 2002, además se substituyo el maíz en grano por tortilla dentro del grupo de cerea-
les, con las consecuencias nutricionales graves para la población (Livas, 1998:834).
Menciona Herrera (1995) que nuestro consumo de alimentos se ha modificado a
través de los tiempos particularmente, en el siglo XX. Los cambios se han debido a cir-
cunstancias coyunturales que engloban lo científico-tecnológico, geo-político-
económico, social y cultural (Herrera, 1995:5).
Señala Macias (2003) que las amas de casa se encuentran ante una mayor di-
versidad, pues los abarrotes se diversifican al aparecer la latería como alternativa de
consumo principalmente de verduras y pescados (atún y sardina), los detergentes en
polvo, este cambio se acentuó en los últimos años con la incorporación de la mujer en
el trabajo el cual busco formas de preparar alimentos que no le quitaran mucho tiempo
en su preparación (Macias, 2003:3).
1.4 NUTRICIÓN
Al acto a través del cual se obtienen los alimentos se le llama alimentación y
básicamente refiere a la ingestión, cuando el individuo no recibe en su alimentación las
cantidades suficientes de uno o más nutrimentos o si, aun cuando los recibe, existen
obstáculos para que los aproveche correctamente, las células corren peligro de muer-
te. Sin embargo, para evitar esta situación, se echan a andar una serie de mecanismos
19
que retrasan la muerte: el organismo reduce la mayoría de las funciones para disminuir
la necesidad de nutrimentos, utiliza las reservas de estos nutrimentos, en caso de que
éstas existan, y consume algunos tejidos del organismo para así nutrir a otros tejidos
prioritarios (Kaufer, 1995:21). Por razones obvias, esta situación no puede perpetuarse
indefinidamente.
Así pues, alimentos son todos aquellos productos que el hombre ingiere, que le
proveen las substancias indispensables para el adecuado funcionamiento de su orga-
nismo. La historia nos dice que las plantas y animales han tenido preponderancia en el
ejercicio de esa función, sin embargo, actualmente el concepto se ha ampliado tanto
que, por ejemplo en España remite a cualquier sustancia o producto destinados a ser
ingeridos por los seres humanos o con probabilidad de serlo, tanto si han sido proce-
sados entera o parcialmente, entonces decimos que las sustancias que portan los ali-
mentos y que son indispensables para el funcionamiento del organismo humano se les
llama nutrimentos estos mismos se ven comprometidos con mayor frecuencia pues
aportan la energía y las proteínas y, por ello, la carencia de éstos generalmente es res-
ponsable de la aparición de la desnutrición (Kaufer, 1995:25).
También se incluye, el oxigeno, agua, glucosa, ácidos grasos, ácidos aminados,
vitaminas, hierro, yodo, calcio y zinc pero las deficiencias aisladas de los demás nutri-
mentos, con excepción quizá de la de hierro, son muy poco frecuentes, pues los ali-
mentos son el vehículo de los nutrimentos, mientras que la nutrición involucra un cam-
bio, además de la adquisición de los nutrimentos, otros fenómenos como la digestión,
la absorción, la distribución de los nutrimentos en el organismo y, sobre todo, su utili-
zación por las células del cuerpo, estos aspectos son influenciados por la edad, el
sexo, el estado fisiológico (embarazo, crecimiento, etc.), las características genéticas o
la variabilidad individual, el ejercicio físico y en general el estado de salud de los indivi-
duos (Kaufer, 1995:26).
Esta distinción conceptual, acordada por los nutriólogos, hace que la unidad de
análisis en la alimentación más que los alimentos sea la dieta.
No obstante se ha demostrado que en ciertas sociedades y estratos sociales
20
opulentos se presentan enfermedades derivadas de una alimentación costosa pero de-
ficientemente balanceada; pues la población presenta subconsumo de calorías, vitami-
na a y riboflavina, y consume en exceso seis nutrimentos, entre ellos proteínas, calcio,
hierro y niacina, en donde el Instituto Nacional de Nutrición señala que este cuadro nu-
tricional es inadecuado y que es ocasionado por las campañas publicitarias de alimen-
tos poco nutritivos, así como los bajos niveles de ingreso y cultura de estratos sociales
(Livas, 1998.831), la globalización de los mercados, y consecuentemente de la oferta.
Este es uno de los factores que ha traído entre otros problemas mala nutrición
la cual se define como las deficiencias de vitaminas y de nutrimentos inorgánicos,
dentro de los cuales la anemia por deficiencia de hierro es la más común, los excesos
también ocasionan problemas de mala nutrición; el más frecuente es el exceso de
energía que da por resultado la obesidad que aparece cuando un individuo ingiere ali-
mentos en exceso y sobrepasa su gasto de energía (Kaufer, 1995:28), el excedente se
acumula en el organismo en forma de grasa, y trae como consecuencia un aumento de
peso que, de no corregirse, conduce a una serie de alteraciones metabólicas así como
a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, algunos tipos de
cáncer y lesiones osteo artríticas, por otra parte, la obesidad también tiene serias con-
secuencias psicológicas y sociales que repercuten en la calidad de vida de quien la
padece, pero también la mala nutrición se puede dar por el consumo en exceso algu-
nas vitaminas -en particular la A y la D- la cual es poco frecuente y la aparición de sig-
nos y síntomas de intoxicación se presentan después de una exposición excesiva y
continua a estas vitaminas (Kaufer, 1995:33).
De ahí, que la desnutrición es un estado de transición entre la salud de un orga-
nismo bien nutrido y la muerte, debida al aporte insuficiente de nutrimentos, que no se
corrigió oportunamente y que independientemente de su origen es incompatible con la
vida, además limita el desarrollo biológico, psicológico y social de quien la padece y,
con frecuencia, lleva a la muerte (Kaufer, 1995:40).
Podemos decir entonces que la desnutrición se presenta con alguno o varios de
los factores siguientes :
21
1. Problemas socioeconómicos: cuando el individuo, la familia o la comunidad
no tiene posibilidades de comprar alimentos en cantidades suficientes, cuando está
marginada social o geográficamente. Cuando se carece de los medios mínimos de sa-
neamiento ambiental (drenaje, pavimentación), cuando se vive en el hacinamiento,
etcétera.
2. Falta de educación: el desconocimiento de prácticas básicas de higiene y de
conservación de los diversos tipos de alimentos y las combinaciones y cantidades ópti-
mas que deben consumirse.
3. Problemas de producción de alimentos donde se carece de suficientes ali-
mentos para cubrir las necesidades de distintos grupos de población.
Podemos decir que estos tres problemas que afectan a la nutrición, son deriva-
do de la forma, lugar y cantidades en que se consumen o se producen los alimentos,
pues en el caso del consumo de alimentos en la mayoría de los casos se desconocen
la forma en que se prepararon, mientras que en la producción muchas veces las canti-
dades que se producen no alcanzan a cubrir las necesidades de la población.
1.5 PATRONES DE CONSUMO
Con el proceso de industrialización y urbanización vivido en el país, se ha dado
una transformación en los hábitos de consumo entre la población, heterogénea, des-
igual y constante, cuyas huellas podemos encontrar en la comparación de la comida
que hacían y que hacen los mexicanos (Aboites et al 2003). Estos procesos nos llevan
a modificar la forma de consumir los alimentos.
Esto se debe a que en una economía de mercado, el ingreso no observa una
asignación social equilibrada porque su objetivo esta basado en la competencia de los
agentes económicos, no en la equidad. Ello reduce la brecha de la pirámide social,
donde un grupo reducido asegura mejor calidad de alimentación sin mayor impacto en
su gasto, al tiempo que dinamiza ciertos rubros de la oferta (Arroyo, 1971:675).
22
Este desequilibrio se presenta cuando el ingreso afecta en mayor proporción la
pirámide social, en ese momento surgen las desigualdades que se prolongan en épo-
cas de crisis económica, la cual induce al fenómeno del hambre localizada, junto con
desnutrición en grupos muy amplios, además de distorsiones atípicas en el patrón ali-
mentario (Arroyo, 1971:675).
Este problema provoca en muchos casos una disminución de los niveles de
compra de unos productos y por consecuencia obliga al desplazamiento de otros pro-
ductos, provocando una modificación de los patrones de consumo y de cambios artifi-
cialmente inducidos en la dieta (Arroyo, 1971:677).
En donde los grupos que podríamos catalogar como de ingresos "medios" y
"medios altos" enfrentan de manera relativamente mejor sus condiciones de consumo
si mantienen su ingreso equilibrado y una constante en la proporción de su gasto desti-
nado a la alimentación y por consiguiente presentaran menos problemas relacionados
con la nutrición (Arroyo, 1971: 680).
Pero los hogares de mayores ingresos no sufren modificaciones ante este pro-
blema por lo que mantienen constante la proporción del gasto en alimentos; en éstos,
la tendencia es hacia una clara diversificación del consumo que se relaciona con las
oscilaciones, de la oferta la información nutricional y las influencias externas, en cam-
bio los grupos más pobres no sólo se ubican en una línea de subconsumo sino que
también sacrifican calidad debido al efecto combinado de la crisis y la baja del poder
adquisitivo; esta situación ha introducido diversas condicionantes en la estructura del
consumo (Arroyo, 1971: 684).
Aunque al finalizar el siglo se observó una diversificación en la oferta alimentaria
inducida por innovaciones trascendentales en tecnología de alimentos, siguen siendo
los cereales la fuente principal de proteínas y calorías en la alimentación de los mexi-
canos, pues los cereales conforman, después de la carne, el rubro de gasto más im-
portante en el conjunto de los alimentos para las familias mexicanas, especialmente
para los estratos de ingresos bajos y medios, debido al peso que tienen en la alimenta-
ción productos como el maíz en grano, tortilla de maíz, arroz y pastas para sopa
23
(Arroyo, 1971:684).
Sin embargo hay que destacar que la dieta mestiza esta formada por las
personas que comen una mayor proporción de otros alimentos incluyendo los de ori-
gen animal, mientras que para el género masculino la alimentación también resulta
muy importante, aunque su significado es diferente por su papel, pues no están ligados
a la cocina como las mujeres (De la Riva, 1988:36).
Ahora bien, siendo el nivel popular el que manifiesta que tienen grandes limita-
ciones económicas, su dieta se ha reducido a los alimentos básicos, generando senti-
mientos de culpa en ambos géneros por que consideran que no pueden acceder a una
alimentación adecuada para ellos y para sus hijos, mientras que el nivel medio (las
mujeres) se han visto precisadas a salir a trabajar, lo que ha significado menor tiempo
para cocinar, alejamiento de sus tradiciones culinarias, imposibilidad de ir a comer a su
hogar, etc, estos cambios les generan confusión en sus papeles de esposa y madre,
pues tanto los hombres como las mujeres de este sector llevan una vida agitada y se-
dentaria, semejante a la de una gran urbe (De la Riva, 1988: 39).
Otro problema de consideración en la definición de los patrones de consumo es
la desregulación de los precios, la cual ha contribuido a que las empresas fijen los su-
yos libremente, mejoren sus utilidades y, de esta manera, recuperen sus inversiones,
lo cual ha constituido un incentivo para la inversión privada, en especial de las grandes
empresas provocando un cambio en los hábitos de consumo trayendo una diversifica-
ción de la demanda, pues de un mismo producto se tienen varias versiones, según el
nicho de mercado al que vaya dirigido (recién nacidos, niños, adolescentes, jóvenes,
adultos mayores ).
1.5.1 QUÉ SE ENTIENDE POR PATRÓN DE CONSUMO
Dado lo anterior un patrón alimentario se refiere al conjunto de productos que un
individuo, familia o grupo de familias consumen de manera ordinaria, según un prome-
dio habitual de frecuencia estimado en por lo menos una vez al mes; o bien, que di-
24
chos productos cuenten con un arraigo tal en las preferencias alimentarías que puedan
ser recordados por lo menos 24 horas después de consumirse (Juárez,2001:2).
Torres (1998) nos dice que patrones de consumo son la forma en que las perso-
nas adquieren los alimentos ya sea por la influencia del mercado, la tecnología , los
costos de producción o por los precios, los cuales tienen que ver con el ingreso de las
personas y que a su vez la adquisición de este tipo de productos se homogeniza, en el
sector urbano y rural (Torres,1998:2).
1.5.2. PRINCIPALES HIPÓTESIS QUE EXISTEN ACERCA DE LOS PATRONES DE
CONSUMO
Menciona Juárez (2001) que el grupo de bajos ingresos del medio rural y urba-
no han desarrollado diferentes estrategias, tanto en sus formas de consumo como en
sus formas de organización, donde cada vez más niños y mujeres ingresan al mercado
familiar con el fin de completar el ingreso familiar pero, también han tenido que cam-
biar sus patrones alimentarios por el aumento de los precios de los alimentos que con-
sumen y por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios (Juárez, 2001:6).
FIRA (2001) señala que la relación precio/salario disminuyó, en 1995 pero en
los años siguientes, hasta 1998, se incrementa en un 33%. Con esta situación se pue-
de decir consumidor estaría sustituyendo el consumo del frijol por algún otro bien ali-
menticio más económico, en términos económicos esto se conoce como: elasticidad
de la demanda (FIRA, 2001:30).
Martínez (2000) comenta que los productos en los cuales más gastan los mexi-
canos no satisfacen todas las necesidades energéticas de un grupo importante de
hogares pues el suministro de alimentos satisface 84% de las calorías y 93% de las
proteínas diarias que requiere un hogar típico en el país, menciona que estos datos
significan que el hogar medio en México requiere de 9 267 Kcal diarias y consume 7
786; en cuanto a proteínas, requiere 285 gramos diarios y consume 265, además men-
ciona que los hogares pobres consumen todavía menos de los requerimientos necesa-
rios un 66% de calorías y un 60% de proteínas (Martínez, 2000:33).
25
Fuentes (2002) por su parte indica que el maíz juega un rol de protección muy
importante en la dieta de los hogares ante descensos en el ingreso familiar
(Fuentes,2002:198).
Vázquez indica que los patrones de consumo son resultado, principalmente, de
la estructura socioeconómica, pero además menciona que los habitantes de la franja
fronteriza del norte prefieren alimentos que adquirían en EEUU, pues argumentaban
que eran de mejor calidad y que además había mayor variedad que en México
(Vázquez, 2002:139).
1.5.3 QUÉ OPINAN LOS NUTRIÓLOGOS SOBRE LOS PATRONES DE CONSUMO
Kaufer (1995) señala que los distintos alimentos contienen nutrimentos en ma-
yor o menor proporción y mientras, los frijoles proporcionan proteínas, las guayabas
son ricas fuentes de vitamina C; la autora dice que lo importante no es averiguar el
consumo de alimentos aislados, sino en conjunto es decir: la dieta (alimentación diaria)
que, al ser la unidad de la alimentación, debe evaluarse para conocer los patrones de
alimentación de la población, y no simplemente si consumen pan o tortilla o si incluyen
diariamente algunos alimentos de origen animal, por otra parte, la ausencia de datos
acerca del consumo de algunos alimentos, entre otros el maíz y el frijol, que constitu-
yen la base de nuestra alimentación, le restan utilidad a la información que se obtiene
de los censos (Kaufer, 1995:785).
La autora Casanueva menciona que los principales alimentos que consumen las
familias de ingresos bajos son: maíz, frijol y chile, pero dice que el único producto deri-
vado de trigo que presenta un mayor consumo es al pan blanco (bolillo), estos produc-
tos proporcionan calcio, dependiendo de la ingestión de productos de maíz, sin embar-
go, este consumo puede ser aparente que real, ya que los valores relativamente altos
de contenido de calcio se obtienen de las tortillas y otros productos de maíz usados en
estos cálculos, los cuales están basados en pocos análisis que muestran amplia varia-
bilidad, pero el maíz y los frijoles son importantes, pues además de que el maíz pro-
porciona calcio, también es la principal fuente de hierro junto con los frijoles
(Casanueva, 2003:217).
26
En nuestro país se carece de una política de adición de nutrimentos a los ali-
mentos y el hierro se adiciona a una gran variedad de productos, en general el hierro
en polvo es elemental, además es el compuesto más usado y sirve para adicionar las
harinas de maíz y trigo y los cereales para el desayuno, además también se ha usado
en las papillas y leche en los programas gubernamentales, sin embargo su efectividad
está en discusión por lo que comenta la autora que se están considerando otras alter-
nativas (De Regel, 2003:225).
La población presenta subconsumo de calorías, vitamina a y riboflavina, y con-
sume en exceso seis nutrimentos, entre ellos proteínas, calcio, hierro y niacina, así el
Instituto Nacional de Nutrición señala que este cuadro nutricional es inadecuado y que
lo propician las interrumpidas campañas publicitarias de alimentos poco nutritivos, así
como los bajos niveles de ingreso y cultura de estratos sociales, el Instituto Nacional
de Nutrición señala que la crisis económica ha provocado la polarización y el cambio
en el consumo de alimentos, y que al mismo tiempo se modificara el patrón alimentario
de la familia mexicana (Livas, 1998:831).
De acuerdo con las estimaciones que realizó el INN, en 1982 la población de
menores ingresos consumió 947.5g de alimentos diarios de los cuales 835 fueron de
origen vegetal y 175 animal, en comparación, con los grupos de familias privilegiadas
se calcula que la ingesta fue de poco más de 1500g per cápita (54% de origen vegetal
y 46% animal) (Livas, 1998:832).
Bourges menciona que una dieta saludable o prudente implica contar en los pri-
meros meses de la vida con una lactancia materna, no consumir demasiada energía
en la edad adulta, preferir los polisacáridos a la sacarosa, comer fibra (lo cual no es un
problema en México porque su alimentación se basa en el frijol y en productos deriva-
dos del maíz), combinar ácidos grasos mono y polisaturados, consumir bajas cantida-
des de colesterol, añadir pequeñas cantidades de sacarosa y cloruro de sodio, incluir
proteínas vegetales en las proporciones mencionadas con anterioridad y por último,
realizar ejercicio intenso (Bourges, 1988:1).
1.5.4 QUÉ OPINAN LOS ECONOMISTAS SOBRE LOS PATRONES DE CONSUMO
27
Según Martínez observó que en los hogares más pobres el aporte dietético es-
triba en pocos alimentos, entre los que destaca el consumo del maíz; en los hogares
que cuentan con alto ingreso, la energía y los nutrientes se adquieren de una variedad
más amplia de éstos, entre los que destacan frutas, vegetales y carnes (Martínez,
2000:26).
La autora De la Riva (1998) menciona que los deciles medios y bajos se han
visto en la necesidad de cambiar sus hábitos de consumo, así como sus dietas, e in-
cluso se han visto en la necesidad de abandonar sus costumbres, ella hace una con-
ceptualización de la ingesta de alimentos la cual divide en dos partes, en la primera se
observa la preocupación por el bienestar físico y mental, aquí se dan todas las consi-
deraciones del "deber ser" (lo que una persona necesita para proveerse calidad de vi-
da y un organismo fuerte y saludable) lo cual indica que el proceso de alimentación
está ligado al instinto de conservación, por medio de la comida, pues las personas son
capaces de mantener su condición física y mental; ya que el alimento es una necesi-
dad, pues ingerir alimentos se considera indispensable para poder resistir las jornadas
diarias de trabajo y el trajín cotidiano, proporciona fuerza y vigor (energía). También
ayuda a prevenir enfermedades, malestar y debilidad. Estar bien alimentado garantiza,
hasta cierto punto, buena salud (De la Riva, 1998:40).
Para FIRA el frijol junto con el maíz, tradicionalmente representa un ingrediente
fundamental en la dieta básica de los estratos socioeconómicos y en especial de los
estratos bajos, de las zonas urbanas y de las áreas rurales. El frijol en combinación
con el maíz (en forma de tortilla) se complementan en cuanto al contenido de aminoá-
cidos debido a que el maíz es deficiente en lisina y triptofano mientras que estos ami-
noácidos se encuentran presentes en el frijol aumentando con esto el valor biológico
de la proteína consumida, y sin olvidarnos de que también proporcionan minerales que
son necesarios para las personas (FIRA, 2001:20 y 35).
Por su parte Fristcher (2003) menciona que la tortilla de maíz aporta el 60% de
las calorías y casi el 40% de las proteínas, y además es consumida por todos los nive-
les de ingreso ya que le proporciona altos niveles de energía (Fristcher, 2003:4).
28
Fuentes (2002) menciona que los hogares pobres presentan deficiencias calóri-
cas, entre 7 y 12% respecto a lo recomendado, las calorías provienen fundamental-
mente del maíz, contribuyendo con más de la mitad de las necesidades calóricas,
otras fuentes importantes de calorías son el frijol y el arroz, que sumados al maíz, con-
forman las fuentes individuales principales de nutrientes de las familias, el estudio que
realizo el autor maneja el rubro “otros” alimentos los cuales contribuye con más del
20% del total de calorías, este rubro incluye alimentos industrializados como pastelillos
en bolsa (gansitos), refrescos, bebidas alcohólicas, café y azúcar, entre otros
(Fuentes, 2002:201).
1.6 RETOS DE LA INVESTIGACIÓN
Diversos autores a lo largo de los últimos treinta años han señalado que a la par
con los procesos de industrialización y urbanización vividos por el país se dieron cam-
bios en los alimentos consumidos por la población, sea que los miremos en términos
de los productos consumidos como si los miramos en términos de la manera como se
procesan o incluso en términos de la frecuencia y lugar donde se consumían.
Para los propósitos de esta investigación, lo anterior en realidad refiere al hecho
de que junto con la urbanización e industrialización del país se dió una masiva incorpo-
ración al mercado de grandes contingentes humanos que obligados o por voluntad se
trasladaron del campo a la ciudad. Dichos contingentes tuvieron que abandonar las
practicas tradicionales a partir de las cuales se allegaban los alimentos que consumían
(autoconsumo) y crecientemente adoptaron las practicas económicas del mercado, ta-
les que establecen que los intercambios de mercancías operan a través del dinero y
que éste se obtenía como retribución al trabajo o al capital, de tal suerte que la mayor-
ía de los nuevos moradores de la ciudad se convirtieron de peones, campesinos o ga-
naderos en obreros y en trabajadores que percibían un ingreso denominado salario,
mismo que acotaba los montos y los bienes que podía consumir. Por ende, lo que in-
teresa indagar es la magnitud del ingreso en los hogares y el destino de este, es decir
el consumo, acotando nuestra investigación al gasto en alimentos y más puntualmente
al maíz, trigo y frijol.
29
A partir de los años ochenta, junto con la expansión económica del país, comen-
zaron a percibirse mutaciones importantes en la manera como se ofertaban los
alimentos y el impacto económico y cultural que ello significaba.
Ambos elementos indicaban mutaciones que es menester estudiar a fin de de-
terminar los efectos económicos y sociales que sobre nuestra sociedad tienen, por ello
esta investigación se propuso:
1) Mostrar los cambios habidos en los patrones de consumo dentro de la pobla-
ción de México.
2) Mostrar la relación entre el ingreso de los hogares y el consumo de alimen-
tos.
3) Mostrar el peso que tiene el consumo de maíz, trigo y frijol en función del es-
trato social y su ubicación geográfica.
Para responder a esos objetivos era preciso traducir el planteamiento general
de los objetivos en problemas operativamente claros y viables de realizarse, atendien-
do a las restricciones de tiempo y dinero que enfrentamos los estudiantes de una ma-
estría, fue así que se plantearon los siguientes retos de investigación:
Primero, agrupar a los hogares en grupos en función del ingreso, esto es, cons-
truir los deciles de población.
Segundo, determinar los principales productos alimenticios consumidos en los
hogares mexicanos, en función del gasto monetario y del volumen consumido para de-
terminar el impacto económico de los productos seleccionados.
Tercero, analizar los cambios habidos en términos del volumen en el consumo
del maíz, trigo y frijol, según grupos de hogar construidos a partir de la variable ingre-
so.
Para afrontar lo señalado se hicieron las siguientes actividades:
30
1. Se construyeron unas bases de datos a partir de cada una de las Encuesta
Nacional Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) en las que agregué al ingreso mone-
tario el equivalente por concepto de gasto no monetario, es decir, autoconsumo a fin
de determinar con exactitud el impacto del gasto en alimentos respecto de los ingresos
en cada hogar.
2. A partir de cada una de esas bases de datos, que corresponden a 1992,
1994, 1996, 1998, 2000 y 2002, se agruparon los hogares en deciles, tomando como
variable de referencia el ingreso mensual monetario total. Aunque el análisis del im-
pacto que tiene el consumo de alimentos en cada decil se hace considerando tanto el
ingreso mensual monetario total más la imputación de valor por concepto de gasto no
monetario, lo cual de entrada será una aportación, pues tanto Torres y Gasca (2000)
como Aboites et. al.(2003) agruparon a los hogares en función del ingreso monetario,
sin considerar el no monetario.
3. Se construyo a partir de cada una de las ENIGH las bases de datos que con-
tenían la información respecto del gasto trimestral normalizado (GAS_TRI), del ingreso
trimestral normalizado (ING_TRI) y el gasto trimestral no monetario normalizado
(GAS_TRI). Además, con base en las variables de cantidad, precio y gasto, se deter-
minó la cantidad y el gasto total mensual en alimentos. Esto implica cotejar, previa-
mente, que cada una de las claves asociadas a los alimentos se mantengan en las di-
ferentes ENIGH, pues se han presentado modificaciones en términos de una mayor
desagregación de productos, por ejemplo el caso de las tostadas de maíz que en la
ENIGH del 2000 aparecían agregadas con otras presentaciones de alimentos de maíz
y para la ENIGH 2002 ya están como un rubro separado.
CONCLUSIONES
Primera conclusión, valiéndonos de la ENIGH se pueden construir patrones de
consumo, agrupando los productos más importantes consumidos en los hogares,
apoyándose en la variable ingreso y gasto del hogar.
Segunda, junto con el proceso de urbanización, la industrialización que se esta
31
viviendo en el país, se dio un cambio en los patrones de consumo, manifestándose en
los cambios habidos en la preparación y la selección de los alimentos consumidos en
los hogares mexicanos.
Tercera, esos cambios están vinculados con la concentración en el ingreso de
los mexicanos, el cual demuestra que la desigualdad acota las posibilidades del consu-
mo de alimentos, con la selección del costo, o su monto en la preparación y forma de
consumo.
Cuarta, los patrones de consumo han evolucionado desde formas tradicionales
a urbano-industriales.
Quinta, aunque existen diferentes acepciones de los términos relacionados a la
alimentación, esta sigue siendo indispensable y necesaria para la realización de las
actividades de la población.
32
CAPITULO 2. RELACIÓN INGRESO - GASTO.
2.1. INGRESO COMO DETERMINANTE DEL CONSUMO
Según diferentes autores, la falta de ingresos es una de las causas más impor-
tantes que impiden a la población obtener una alimentación adecuada. De acuerdo al
cuadro que publica la agencia de investigación de mercados, los ingresos que perci-
ben las familias no alcanza para cubrir sus necesidades (cuadro 1).
Es importante destacar aquí, que los rangos utilizados por esa empresa son mu-
cho más altos que los manejados por otros autores, que como yo basan su análisis en
las bases de datos de las ENIGH, por ejemplo (Boltvinik, 2003:3; Kaufer, 1995:785;
Martínez, 2000:27; Rodríguez, 2003:3; Torres, 2000:5; Villezca, 2000:27 y Aboites,
2003:3).
Sin embargo en todos los casos es claro que la variable ingreso limita general-
mente el acceso a la alimentación.
(CUADRO1) Ingreso por niveles económicos
Fuente: Elaboración propia con base en los datos de la AMAI
En el cuadro 1 podemos ver que los rangos de ingreso que usa AMAI son muy
superiores a los calculados con la ENIGH para el 2002, pues muestra ingresos muy
altos, comparando estos ingresos con los del cuadro 2.
33
Nivel económico Ingreso mensual
A/B Al menos $48,000.00
C+ Varía desde $19,200.00 hasta $48,000.00
C Varía desde $6,400.00 hasta $19,200.00
D+ Varia de $4,000.00 hasta $6,400.00
D Varia de $1,600.00 hasta $4,000.00
E Es menor a $1,600.00
Miguel Székely (2003) menciona que la desigualdad del ingreso se debe a cua-
tro factores, el primero son los activos generadores de ingreso con que cuenta las per-
sonas tales como pueden ser (salud, educación y nutrición) así como los activos de
tierra y capital a los que tengan acceso, el segundo factor son las oportunidades con
que cuenta cada individuo par utilizar los activos de manera productiva. Esto se debe a
que una persona puede tener activos pero si no tiene la forma para emplearlos no se
vera retribuido, el tercero es el sistema de precios.
Los precios determinan la retribución monetaria que recibe cada persona por
utilizar los activos, entre mayor sea la retribución, mayor será el flujo de ingresos que
se obtiene por cada unidad de activo que se utiliza y el cuarto elemento que determina
el ingreso de las personas incluye las transferencias y otros ingresos que se obtienen
de manera independiente a la posesión de activos, su utilización y su precio. Según
Székely, (2003) estos son algunos de los factores que como ya se había comentado
han llevado a una desigualdad (Székely, 2003:17).
En términos nominales, efectivamente los ingresos han aumentado para todos
los deciles de ingresos, situación que con anterioridad ya había sido documentada
(Torres 2000 y López 2001) pero, al traer estos datos a términos reales se observan
disminuciones importantes, mismas que en el año 2000 son menos acentuadas
(cuadro 2). Esto obedece a que durante los años noventa la caída del poder adquisiti-
vo del ingreso monetario fue severa, dado lo cual, analizando los ingresos entre los
hogares de México, era de esperarse que mostraran una disminución.
La forma como en economía se aprecian estas situaciones refiere al uso de la
deflactación y es común que se utilice, para los datos de los años noventa, el índice de
precios de 1993, toda vez que ese año mostró mas estabilidad, sin embargo, aquí se
optó por manejar el índice de precios de 1994 como el año de referencia, porque los
datos de la ENIGH consideran los años pares en el levantamiento de la información y,
sobre todo, para tener un punto de comparación y de continuidad analítica respecto del
documento de CONAPO 1999, dado que esa investigación maneja información históri-
34
ca de las ENIGH desde la década del setenta hasta el noventa, de suerte tal que aquí
se actualizo la información ahí vertida.
(CUADRO 2) Rango de ingreso real por decíl Base 1994
Fuente: Elaboración propia con base en las ENIGH 1992,1992,1994,1996,1998,2000 y 200.
De acuerdo con esta investigación (cuadro 2) y utilizando datos deflactados con
base 1994, en 1992 el ingreso del primer decil, que agrupa a los hogares con menor
recursos monetarios, iba de ($0.79 a $361.58) mientras que en los siguientes periodos
(1994, 1996, 1998 y 2000) iban de ( $8.69 a $100.42), dado lo cual tenemos que el
rango inferior aumento en 1100% mientras que el superior disminuyo 28% Podemos
ver, además, que 1994 tiene disminuciones en los rangos inferiores mientras que el
rango superior aumento en relación a los rangos de ingresos de 1992, esto indica que
hubo una mejoría en la asignación del ingreso para ese año, pero en los siguientes to-
dos los deciles aumentaron su nivel de pobreza.
Por otra parte, al hacer un análisis con base en los promedios de ingreso de ca-
da uno de los deciles construidos en los diferentes periodos analizados, tenemos que
el promedio para el decil uno, que era de $224.89 en el año 1992, para 1994 fue de
$209.88 lo que indica que hubo una disminución de $15.00. Esta tendencia se
mantiene a lo largo del tiempo con una recuperación hacia el año 2000, pues el ingre-
so fue de $222.56, lo cual es casi el mismo que en el año 1992. Sin embargo, nueva-
mente para el 2002 hubo una disminución pues el ingreso del decil 1 fue de
$63.73.anterior indica un proceso generalizado de disminución en el ingreso de los
35
Deciles
Minimo Maximo Minimo Maximo Minimo Maximo Minimo Maximo Minimo Maximo Minimo Maximo
1 $0.79 $361.58 $5.83 $346.67 $3.31 $293.26 $0.00 $288.82 $0.00 $349.98 $8.69 $100.42
2 $361.97 $571.13 $347.00 $630.03 $293.53 $440.99 $288.87 $446.75 $350.49 $529.21 $100.44 $181.98
3 $571.23 $761.70 $537.00 $845.64 $440.99 $585.23 $446.75 $597.56 $530.11 $691.72 $182.05 $268.51
4 $763.07 $957.07 $721.00 $1,080.04 $585.23 $736.82 $597.86 $774.59 $692.24 $869.80 $268.75 $353.07
5 $958.05 $1,203.31 $920.33 $1,349.67 $737.28 $914.13 $775.24 $967.08 $869.80 $1,088.53 $353.46 $447.95
6 $1,204.28 $1,526.15 $1,150.00 $1,690.38 $914.32 $1,134.63 $967.74 $1,221.63 $1,090.59 $1,358.74 $447.98 $564.60
7 $1,526.15 $1,968.79 $1,440.00 $2,152.26 $1,135.00 $1,436.89 $1,221.99 $1,575.78 $1,360.38 $1,734.45 $565.06 $718.11
8 $1,970.11 $2,701.09 $1,836.00 $2,931.38 $1,440.48 $1,929.33 $1,576.76 $2,144.40 $1,734.96 $2,317.68 $718.48 $951.58
9 $2,702.31 $4,461.05 $2,500.00 $4,634.80 $1,929.61 $3,029.60 $2,144.54 $3,307.92 $2,318.09 $3,664.27 $951.88 $1,418.96
10 $4,462.32 $304,982.49 $3,951.67 $172,494.08 $3,029.93 $311,449.20 $3,311.20 $125,484.11 $3,664.48 $92,538.27 $1,423.16 $32,662.66
Ingreso real Ingreso real
1992
Ingreso real
1994
Ingreso real
1996 1998 2000 2002
Ingreso real Ingreso real
Lo indica un proceso generalizado de disminución en el ingreso de los hogares
más pobres del país agrupados en el decil 1.
El comportamiento es similar en todos los deciles y a lo largo del tiempo se pue-
de observar la misma tendencia, los primeros deciles son los que experimentaron los
cambios drásticos mientras que el decil 10 presenta cambios aunque no en las mismas
proporciones como las observadas en los otros esto nos lleva a concluir que las des-
igualdades en la distribución del ingreso aumentaron en el 2002.
El cuadro 3 muestra como hubo una disminución en términos reales en los in-
gresos para todos los deciles y que fueron más fuertes y generalizadas en el año
2002, puesto que la disminución que sufrió el primer decil fue de 28%, de 30% el si-
guiente, de 33% el 3, y del decil 4 al 9 el porcentaje se mantuvo en un promedio de
36%, mientras que el decil 10 experimento un disminución de 24%. Esto muestra que
los hogares con mayores ingresos, tuvieron una mayor capacidad para sortear las eta-
pas económicas recesivas o de crisis, tal y como había reportado Martínez Jasso para
el área metropolitana de Monterrey en 1999 (Martínez, 1999: 5).
(CUADRO 3) Ingreso real promedio por decil base 1994
Lo anterior se puede observar en la grafica 1 particularmente en los años 1994 y
1996, donde hubo una caída y una recuperación en 1998 y 2000, pero para el 2002
observamos una disminución significativa comparada con las de años anteriores.
1992 1994 1996 1998 2000 2002
Decil 1 $224.89 $209.88 $185.32 $176.38 $222.56 $63.73
Decil 2 $468.44 $440.85 $371.63 $367.71 $440.99 $141.08
Decil 3 $666.85 $630.58 $513.70 $521.72 $608.29 $225.72
Decil 4 $859.84 $822.56 $659.24 $683.65 $778.59 $310.86
Decil 5 $1,076.02 $1,032.58 $823.48 $865.21 $977.49 $401.61
Decil 6 $1,356.25 $1,289.63 $1,024.21 $1,089.25 $1,220.93 $506.54
Decil 7 $1,734.98 $1,621.95 $1,280.96 $1,382.46 $1,533.51 $639.60
Decil 8 $2,311.53 $2,130.52 $1,675.14 $1,830.66 $2,004.83 $823.86
Decil 9 $3,400.31 $3,085.63 $2,393.09 $2,640.19 $2,841.28 $1,149.53
Decil 10 $10,854.38 $7,866.72 $6,037.00 $6,551.92 $7,256.03 $2,699.83
Fuente elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000, 2002
36
Según María Barrón (2003) en el 2000, el 34.7% de la población tenía ingresos
inferiores o iguales a dos salarios mínimos, esto indicaba que la población se encon-
traba en condiciones de pobreza mientras que el 11.4 en condiciones de extrema
pobreza ya que el salario que recibía era igual o inferior a un salario mínimo, pero co-
mo podremos ver en el cuadro de rangos, efectivamente se observa que el decil 1 pre-
senta personas cuyos ingresos pueden ser los que comenta la autora, lo cual nos lleva
a elevar los niveles de pobreza (Barrón, 2003 :150).
Grafica
1
Elaboración propia con datos de las ENIGH 1992, 1994, 1996, 1998,2000, 2002.
Aunque, pareciera lógico suponer que una relativa estabilidad o mejoría en el
ingreso permitiría, además de diversificar la alimentación, mejorar los niveles nutricio-
nales e incrementar la calidad de la dieta, la confirmación de ese supuesto ha sido
puesta en entredicho por diferentes resultados de investigación, mismos que indican
que no siempre un incremento en el ingreso redunda en una mejor alimentación (De la
Riva,1998:38; SEDESOL,2002:2; Torres,2000:7 y Sierra,2002:3).
De acuerdo con Felipe Torres (2000), las encuestas ingreso gasto para 1984,
1989, 1992 y 1994 en términos nominales reportan mejorías y ampliando el análisis
IN G R E S O R E AL B AS E 1 9 9 4
$ 0 .0 0
$ 2 ,0 0 0 .0 0
$ 4 ,0 0 0 .0 0
$ 6 ,0 0 0 .0 0
$ 8 ,0 0 0 .0 0
$ 1 0 ,0 0 0 .0 0
$ 1 2 ,0 0 0 .0 0
1 9 9 2 1 9 9 4 1 9 9 6 1 9 9 8 2 0 0 0 2 0 0 2
ENIGH
VA
LO
R M
ON
ET
AR
IO
D e c i l 1
D e c i l 2
D e c i l 3
D e c i l 4
D e c i l 5
D e c i l 6
D e c i l 7
D e c i l 8
D e c i l 9
D e c i l 1 0
37
para las ENIGH de 1996, 1998, 2000 y 2002 se observa el mismo efecto en términos
nominales, no obstante, según el cuadro calculado en términos reales se observa lo
contrario, pues solo se aprecian mejorías no significativas en el año 1998. Mientras
que la ENIGH de 2000, efectivamente muestra una mejora en el ingreso en general
para todos los deciles de ingreso comparado con la ENIGH de 1992, asimismo tene-
mos que para el año 2002 se observa una caída drástica en los ingresos de todos los
deciles lo cual supone que aumentó la desigualdad, situación reflejada en una dismi-
nución del bienestar (CONAPO,1999:152). Los cálculos realizados muestran un país
desigual y pobre, coincidiendo con Boltvinik, pues según él la distribución del ingreso
es muy similar a la de 1984, indicando que son casi dos décadas perdidas de este indi-
cador (Boltvinik,2003:1).
Según Felipe Torres (2000) los primeros deciles son los más afectados por la
caída casi vertical de los salarios reales, junto con las altas tasa de desempleo y sub-
empleo de la población. Estos autores (Torres 2000:10 y Boltvinik 2003:3) concluyen
que el ingreso de las familias mexicanas no se ha incrementado constantemente en la
ultima década, lo cual se puede ver en las Encuestas Nacionales de Ingresos y Gastos
de los Hogares. Mas bien se observa una concentración marcada en ciertos grupos
(deciles VII, VIII, IX y X) que polariza el acceso a la riqueza nacional generada, hacien-
do evidente el deterioro del poder adquisitivo de los primeros deciles (Torres,2002:6).
Esta tendencia a sido documentada desde décadas atrás y se confirma que la
estrategia de desarrollo de los ochenta, afectó fundamentalmente a la población de in-
gresos bajos y medios quienes eventualmente redujeron sus niveles de consumo ge-
neralizado y la calidad de la alimentación (CONAPO,1999:153).
Varios autores señalan que la población de menores ingresos, así como la de
ingresos medios han tenido que completar sus ingresos apelando a la utilización más
intensiva de su fuerza de trabajo disponible, a través del aumento de la jornada laboral
del jefe de familia e incorporando otros miembros (las mujeres, hijos e hijas) en activi-
dades ya sean formales o informales; o bien mediante la introducción de cambios en la
estructura del gasto de bienes no básicos y básicos que en conjunto contribuyó a la
38
desaceleración del consumo por la vía del subconsumo (Adriana López, 2001:18; De
la Riva,1998:36 y COANAPO, 1999:151). Además, autores como Juárez establece que
tanto los topes saláriales como las políticas gubernamentales y empresariales son fac-
tores que influyen en las personas para que modifiquen sus hábitos de consumo o sus
patrones de alimentación (Juárez,2001:1).
Así cualquiera que sea el monto del ingreso, las personas en su diario aconte-
cer van definiendo estrategias diversas para ajustar su consumo y gasto al monto del
ingreso, dado lo cual, el análisis del consumo muestra los diferentes arreglos que las
familias definen entre ingreso y gasto (Torres, 2000:3).
2.1.1 INCORPORACIÓN DE LA MUJER EN EL TRABAJO
Dada la recesión económica por la que atravesaba el país así como la aguda
contracción salarial, los miembros de la familia buscaron aumentar sus ingresos propi-
ciando la incorporación de la mujer en el trabajo. En las ultimas dos décadas (1988-
1996) el aumento habido va de 36% a 39%, esto indica que cuatro de diez mujeres en-
tre 15 y 64 años se encuentra en la actividad productiva (López,2001: 18; Székely,
2003:17 y Barkin, 2003 :38).
Tenemos que decir que a pesar de que la incorporación de la mujer se da en los
años ochenta, la crisis que sufrió México en 1995 aceleró este proceso, ya que en el
ámbito urbano, las mujeres adultas (45 años y más) se convirtieron en el grupo que
presentaba un mayor nivel ocupacional (17% entre 1994 y 1995) tanto en empleos
asalariados como no asalariados (19 y 10%), mientras que la mujeres que se encon-
traban unidas o que alguna vez estuvieron unidas fueron un 9% mas que las solteras,
mientras que las que se encuentran unidas fueron 13% (López,2001:18).
De ahí que en 1984 uno de cada cuatro hogares del país tenía al menos una mu-
jer que percibía ingresos, para 1996 la mitad de los hogares contaba con aportaciones
monetarias de mujeres (51.1%) del total de hogares con ingresos monetarios en 1996,
pero es necesario ver que los hogares que cuentan con mujeres preceptoras en uno
39
de cada cuatro hogares (26%) son las únicas que perciben ingresos y que en uno de
cada cinco son las principales contribuyentes (22.4%) (López,2001:19).
Como podemos suponer, la incorporación de las mujeres en la actividad produc-
tiva trae consigo una disminución en el tiempo para preparar alimentos lo cual repre-
senta un factor adicional para el crecimiento de la demanda de productos procesados
y/o diversificados, es decir, listos para su consumo. Al darse este proceso las mujeres
están sacrificando el consumo de producto menos industrializados que antes consum-
ían a granel como (frijol en grano) (Castañon, 2003:114).
En una economía de mercado el ingreso no observa una asignación social equi-
librada porque su objetivo, basado en la competencia de los agentes económicos, no
es la equidad, sino la racionalidad de las leyes del mercado. Ello estrecha el vértice de
la alimentación de la población, donde un grupo reducido asegura mejor calidad de ali-
mentación sin mayor impacto en su gasto, al tiempo que dinamiza ciertos rubros de la
oferta.
En algunos casos, disminuir niveles de compra obliga al desplazamiento de pro-
ductos, o bien al desarrollo de estrategias familiares que provocan la modificación frag-
mentada del patrón de consumo hacia cambios artificialmente inducidos en la dieta.
2.2 GASTO Y SU ASIGNACIÓN AL CONSUMO
El gasto se reorienta con la finalidad de compensar la caída del ingreso familiar
e individual. Por ello se establecen nuevas escalas de prioridades; algunos bienes y
servicios se sacrifican, mientras otros bajan su calidad o nivel de consumo acostum-
brado (Torres,2000:8), mismos que en economía se les denomina bienes complemen-
tarios.
Según SEDESOL (2001) los hogares mexicanos dedican casi la tercera parte
de su gasto, calculado en 27.5 por ciento a los alimentos; 15 puntos porcentuales al
alquiler de la vivienda y otros 14 puntos a la educación y esparcimiento (SEDESOL,
2001:2).
40
Menciona Hernández (2003) que el conjunto de los hogares mexicanos, en
términos globales dedican casi la tercera parte de su gasto corriente total (27,5%) a
satisfacer las necesidades nutricionales, adquiriendo alimentos y bebidas para su con-
sumo dentro y/o fuera del hogar, el gasto de los hogares mexicanos al alquiler o renta
de la vivienda representa casi 15% de su gasto total, en tercer lugar, por debajo de la
alimentación y la vivienda, los hogares invierten aproximadamente 14% de sus recur-
sos disponibles en educación y esparcimiento. En síntesis la alimentación, la vivienda
y la educación representan el 56% del desembolso de los hogares (Hernández,
2003:12), aclarando que el gasto que realizan los hogares de áreas urbanas y rurales
es eminentemente monetario (Hernández, 2003:15).
Por su parte los hogares en pobreza alimentaria dedican casi la mitad de sus
recursos a la comida, mientras que en términos globales las familias urbanas destinan
mayor cantidad de recursos al alquiler de vivienda y las comunicaciones, y las rurales
invierten más en educación, transportación y esparcimiento (Martínez,2001:31).
Las familias mexicanas, tanto de zonas rurales como urbanas, ocupan el 56 por
ciento de su gasto corriente total a satisfacer las necesidades de alimentación, vivien-
da, educación y esparcimiento de sus integrantes (Martínez,2001:31).
En términos comparativos, existen diferencias en las proporciones de gasto en-
tre los hogares rurales y urbanos, ya que los primeros destinan casi la tercera parte de
su gasto corriente a los alimentos, mientras que en las ciudades este rubro ocupa una
cuarta parte de los ingresos (SEDESOL, 2002: 2).
De acuerdo con Martínez (2001), los hogares en condición de pobreza alimentar-
ía dedican el 46.5 por ciento a la comida; a educación y esparcimiento 8.2; vivienda,
6.1; salud, 5.2; vestido y calzado, 5; artículos de limpieza, 4.8; transporte público, 4.6;
y cuidado personal, 4.1 (Martínez,2001:31).
En tanto que los hogares en pobreza de patrimonio que son los que disponen de
recursos suficiente para satisfacer el costo de la canasta básica, pero no el resto de
bienes y servicios esenciales, orientan más del 40 % del gasto total a alimentos y bebi-
das, y el resto a los otros rubros mencionados (Martínez,2001:31).
41
Por lo tanto la diferencia porcentual entre una y otra es apenas del 6% cuando
el ingreso familiar se incrementa, su propensión media al consumo disminuye. La
estructura del gasto de los hogares contenida en la ENIGH 1998 indicó que 34% se va
a los alimentos y bebidas; 16.6%, a transporte y comunicaciones; 13.6% corresponde
a educación y esparcimiento; 8.6% se asocia con la vivienda (alquileres, pago de
servicios: energía y agua); otro 8%, a artículos y equipamiento para el hogar; 5.8% es
dirigido al vestido y calzado; 4.7%, al cuidado personal; 3.5% se ocupa en salud; y
más de 6% cubre gasto diverso y de transferencia (Martínez,2001:32).
Pero estas proporciones se modifican al clasificar a los hogares según deciles,
ya que entonces el segmento de menor ingreso (10% de los hogares más pobres) des-
tina 56% de su gasto total a la alimentación; mientras que 10% de los que tienen más
alto ingreso emplea 20% en este rubro y un porcentaje similar lo utiliza en educación,
esparcimiento, transporte y comunicaciones. Los más pobres sólo utilizan 4.2% de su
gasto total en educación y 6%,en transportación (SEDESOL, 2002:2).
Al respecto es interesante señalar que Fuentes (2002) tomando como universo
de su investigación hogares que recibieron apoyo del programa federal PROGRESA
encontró que los hogares pobres dedican alrededor del 82% de su gasto total en ali-
mentos, mientras que los hogares no pobres disminuyen su participación en cinco pun-
tos porcentuales comenta el autor que son porcentajes altísimos, por lo que fluctuacio-
nes en el ingreso de estos hogares tienen un impacto severo en su consumo y nivel
nutricional (Fuentes,2002:190).
Por su parte, la autora Vázquez (2002) menciona que los grupos de ingresos
medios y bajos presenta limitaciones para acceder a cierto tipo de bienes como: la
subsistencia, protección y entendimiento, además de que les impide satisfacer sus ne-
cesidades axiológicas de participación, creación y libertad (actividades de esparcimien-
to, enseñanza, cultura y transporte privado), ya que destinan todos sus recursos para
satisfacer principalmente sus necesidades básicas de subsistencia y protección
(alimentación y vivienda) (Vázquez, 2002:144).
42
Lo anterior evidencia que, independientemente de las cifras y fuentes de la infor-
mación, está documentado un comportamiento en cuanto a la dependencia en el con-
sumo en función del ingreso familiar y en general ante un aumento en el ingreso se
evidencia una caída en la proporción media al consumo.
Según los resultados de las ENIGH estudiadas se observa que el gasto que reali-
zan las personas a lo largo del tiempo es menor en alimentación pues como se puede
ver en los anexos el porcentaje disminuye conforme pasan los años, pero en términos
reales se observa que en 1992 el gasto fue de $2034062.95, en 1994 fue $23185351,
en 1996 de $2317532.33,en 1998 de $1759930.83, en 2000 de $652542.351, en el
2002 de $2765674.68.
La segunda actividad a la que destinaron un mayor gasto fue el rubro de educa-
ción, cultura y recreación, pero en términos reales se observa que en 1992 el gasto fue
de $437863.909, en 1994 se destino $578361.23, en 1996 $647997.504, en 1998
$469678.006, en el 2000 $250687.168, y en el 2002, $462934.701
La tercera actividad a la que se destino mayor porcentaje de gasto fue el rubro de
vivienda y servicios de conservación, pero en términos reales se observa que en 1992
$320259.675, en 1994 $456321.86, en 1996 $575364.23, en 1998 $453290.403, en el
2000 $167492.35 y en el 2002 $818334.909.
En términos monetarios podemos ver que las personas destinan un mayor por-
centaje de gasto a la alimentación, en segundo lugar a la educación y en tercero a la
vivienda (ver grafica 2), no obstante destaca el incremento en educación, pues es la
segunda actividad de importancia, sin embargo, el porcentaje que destina México no
alcanza el promedio mínimo que debe destinar según la ONU. Entre otras razones es-
ta explica porque los jóvenes han dejado la escuela para contribuir al aumento del in-
greso en sus hogares.
43
Grafica 2
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
2.2.1 GASTO NO MONETARIO
Ahora bien teniendo desagregado el comportamiento del gasto monetario en los
hogares es necesario analizar lo sucedido pero en términos del gasto no monetario de
tal manera que podamos completar la película de lo sucedido en México en la ultima
década (grafica 3 y anexo).
Los porcentajes de destino manejados en términos monetarios, en general coinci-
dieron con los reportados por SEDESOL (2002), Martínez (1999), Villezca (1999) y To-
rres (2000), mientras que la aportación de esta investigación muestra que en términos
no monetarios las personas dan prioridad a la vivienda pasando en segundo lugar la
alimentación, además de que se observa que en los últimos diez años casi todos los
deciles destinaron entre 2 y 3% a la alimentación, pues en términos generales los tres
principales destinos del gatos (alimentación, educación, vivienda y servicios de conser-
vación), coinciden en términos monetarios y no monetarios, el cambio que se observa
es el orden pues en el gasto no monetario pasa a segundo termino la alimentación.
PROMEDIO GENERAL DE LA DISTRIBUCIÓN DEL
GASTO MONETARIO POR ACTIVIDAD 1992-2002
0
5
10
15
20
25
30
35
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
Alimentos
Transporte púb.
limpieza
Cuidados pers
Educación, c y rec
Comunicaciones
Vivienda
Prendas de vestir
Cristaleria , bla
Cuidados salud
Enseres Domes
Artí, esparcimiento
Transporte
Otros gastos
44
Grafica 3
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
Hasta aquí podemos señalar que se ha documentado el proceso de polarización
en el ingreso de los hogares mexicanos a lo largo de la última década y que aún cuan-
do el ingreso no guarda una relación directa con la calidad de la nutrición, si es claro
que diferencia el consumo de alimentos.
Mostramos además, la proporción media al consumo ante incrementos en el in-
greso y precisamos los cambios en el comportamiento económico de los hogares
según su deseo de preferencia y según se trabajara con la variable gasto monetario y
no monetario. Vamos ahora a analizar las particularidades económicas analizamos los
productos, maíz, frijol y trigo.
PROMEDIO GENERAL DE LA DISTRIBUCIÓN GASTO NO MONETARIO
POR ACTIVIDAD 1992-2002
0
10
20
30
40
50
60
70
80
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
Alimentos
Transporte púb.
limpieza
Cuidados pers
Educación, c y rec
Comunicaciones
Vivienda
Prendas de vestir
Cristaleria , bla
Cuidados salud
Enseres Domes
Artí, esparcimiento
Transporte
Otros gastos
Erogaciones Finan
45
2.3 RELACIÓN INGRESO – GASTO. EL MAÍZ
Según Fristcher el Cultivo de maíz se encuentra disperso en todo el territorio
nacional, en tanto la industria que lo procesa está junto a las grandes ciudades del
centro del país (Fristcher,2003:3), Barkin coincide con la autora, solo que dice que a
pesar de eso no es rentable en la mayoría de los estados (Barki, 2003:39).
Los principales estados productores de maíz son: Sinaloa, Jalisco, Estado de
México, Chiapas, Michoacán, Puebla, y Veracruz (Secretaria de desarrollo Agropecua-
rio,1995:5) y las principales variedades sembradas en el país se tiene que son cinco
las más frecuentes: Chalqueño, Celaya, Tuxpeño, Cónico y semitropical de acuerdo a
lo reportado por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecua-
rias (INIFAP) (Cruz,2003:1).
Analizando el comportamiento del gasto monetario del maíz en las diferentes
ENIGH y, considerando exclusivamente como referencia el total del gasto monetario
en alimentos, podemos señalar que en general existe una tendencia positiva a lo largo
del tiempo, sin embargo, cuando analizamos el gasto no monetario la tendencia se in-
vierte (ver gráfica 4).
Esto indica que continúa siendo un producto importante en la dieta nacional de
los hogares y que esa importancia se mantiene e incluso se acentúa, sin embargo,
también indica que hay una disminución en la participación del autoconsumo, posible-
mente asociada con el deterioro en las condiciones generales del campo mexicano y al
hecho de que crecientemente el acceso a los alimentos se da por la vía monetaria (ver
anexo).
46
Grafica 4
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En síntesis el maíz es el producto con mayor impacto económico en el gasto ge-
neral de los hogares mexicanos. Durante la última década el gasto en productos deri-
vados del maíz, como la tortilla, representaron, en promedio, el 10% del gasto total en
alimentos de los hogares mexicanos.
2.4 RELACIÓN INGRESO – GASTO. EL FRIJOL
Los principales estados productores de frijol en México son: Zacatecas, Nayarit,
Sinaloa, Chihuahua, Durango y Chiapas (FIRA, 2001:19).
En México las especies más importantes en cuanto a superficie sembrada y pro-
ducción son dos: el Phaseolus vulgaris (frijol común) y Phaseolus coccineus (frijol ayo-
cote, “runner bean”, etc.) (ver anexo). (FIRA, 2001:11).
Mediana del Maíz
0
50000
100000
150000
200000
250000
1992 1994 1996 1998 2000 2002
Años
Can
tid
ad
Monetario No Monetario
47
Grafica 5
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En relación al consumo de frijol se puede ver que este ha ido disminuyendo en
términos monetarios y no monetarios, aunque en los últimos años mostró una leve re-
cuperación. La caída en el gasto del frijol se asocia con el aumento en el precio del
producto el cual fue de un 232.5% de 1992-2002, la caída en el poder adquisitivo de la
población, la concentración del consumo en los deciles de menores ingresos y, de
acuerdo con información cualitativa referente a algunos regiones del país, a una pon-
deración social negativa al consumo de ese producto.
Ahora bien, dado que los movimientos observados son similares tanto en el gas-
to monetario como en el no monetario, es de suponerse que la caída en el gasto en
frijol obedece a cambios culturales y no sólo a cambios en las condiciones económi-
cas, tales como fluctuaciones del precio.
Obviamente en el caso del gasto no monetario, para todos los productos anali-
zados su importancia varia en función inversamente proporcional al decil de ingresos,
por ello entre menores sean los ingresos monetarios que sirvieron de base para la
construcción de los deciles de hogar, mayor será el impacto del autoconsumo.
Mediana del Frijol
0
50000
100000
150000
1992 1994 1996 1998 2000 2002
Años
Can
tid
ad
Monetario No Monetario
48
2.5 RELACIÓN INGRESO – GASTO. EL TRIGO
El trigo se cultiva en el noroeste del país (Sonora, Baja California y Sinaloa),
aunque también en Guanajuato y Jalisco, durante el ciclo de otoño/invierno. Ocupó el
segundo lugar en volumen de producción de granos, después del maíz y fue el primer
producto impulsado por la revolución verde. Las variedades que se producen en Méxi-
co son:
Las panificables con gluten fuerte y medio fuerte (variedades I y II ), que en
1995 constituían aproximadamente el 50% de la oferta.
Las de trigo duro e cristalino para pastas (variedad V ) que aportaban el 27%
del total.
Las de trigo con gluten suave, orientadas a la industria de galletas (variedad III)
equivalen al restante 23% (ver anexo 4). (Fristcher,2003:3)
Grafica 6
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002.
Mediana del Trigo
0
50000
100000
150000
200000
1992 1994 1996 1998 2000 2002
Años
Can
tid
ad
Monetario No Monetario
49
De acuerdo con la información disponible puede afirmarse que el consumo de
trigo se ha mantenido constante lo largo del tiempo, así la variación en la grafica res-
ponde básicamente al incremento de precios sufrido durante los años posteriores a la
crisis del cambio sexenal vivido en México al llegar el presidente Ernesto Zedillo.
Además, como veremos a continuación, dicha tendencia general engloba muta-
ciones importantes que es menester analizar a fin de precisar los cambio que al interior
de los deciles se dan, reestructurando el patrón de consumo según la presentación de
los alimentos, es decir, pasamos ahora a un análisis detallado de cada producto.
2.6 GASTO EN PRODUCTOS DEL MAÍZ (TORTILLAS Y BOTANAS)
El cuadro 4 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto altos en
consumo de tortillas y botanas
(CUADRO 4) Porcentaje de gasto monetario en tortillas y botanas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En 1992 se observa que el 72.5% del gasto que se destino a productos de maíz
fue para el gasto de tortillas y un 6.7% al gasto de botanas, los deciles que presentan
un mayor consumo de tortillas son: el VI 14%, el V 11%, el II 10% y el X 10%, los de-
más deciles presentan un gasto del 9%, mientras que los deciles que presentan un
mayor gasto de botanas son: VIII 16%,I 14%, II 10.5%, III 10.8%, y el decil X presentó
un gasto mínimo de 4.22%.
En 1994 se observa que el 84.2% del gasto que se destino a productos de maíz
fue para el gasto de tortillas, comparado con el año anterior podemos ver un incremen-
to del 10% y un 7.84% al gasto de botanas lo que indica un incremento de un 1% res-
pecto al periodo anterior, los deciles que presentan un mayor gasto de tortillas son: el
50
Deciles
Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas
I 14.44 10.41 16.67 21.88 10.25 7.79 10.61 10.63
II 10.75 10.52 9.78 11.00 10.78 10.11
III 10.84 12.56 11.61 15.81
IV 9.43 10.44 14.31 11.36 12.96 11.10
V 11.17 12.15 10.94 11.08 10.58 10.44 10.21 10.67 15.13 11.90
VI 14.28 12.80 12.34 11.43 11.91 11.36 11.36 11.14 13.20
VII 10.08 10.45
VIII 16.32 17.08 12.12 10.25 27.41 14.96
IX 10.50 10.48 10.77 13.58 12.31
X 10.43 10.96 10.41 12.49
2000 20021992 1994 1996 1998
VI 12%, el V 11%, los demás deciles presentan un gasto del 10% es decir que se ge-
neralizo el aumento que hubo en el gasto de tortillas, mientras que los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de botanas son: I 16.7% podemos ver como el decil 1 aumento
su gasto en 3%, III 12.5% y V 11%, mientras que el decil X se mantuvo con un gasto
mínimo 6.59%.
En 1996 se observa que el 75.20% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 6.84% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de tortillas son: el VI 14%, el V 11%, el II 10% y el X 10%, los
demás deciles presentan un gasto del 9%, mientras que los deciles que presentan un
mayor gasto de botanas son: VIII 16%,I 14%, II 10.5%, III 10.8%, y los deciles altos
presentan un gasto mínimo en promedio de 5%.
En 1998 se observa que el 75.97% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 6.57% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de tortillas son: el IX 13.57%, IV 12.96% y el I 10.25%, los de-
más deciles presentan un gasto del 9%, mientras que el decil X presento un gasto de
5%, mientras que el los deciles que destinaron un mayor gasto a botanas son: VIII
27.41%, el III 15.81%, V 15.12%, la tendencia es la misma para el decil X presenta un
gasto mínimo 3.28%.
En el 2000 se observa que el 86.32% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 6.84% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de tortillas son: el VI 14%, el V 11%, el II 10% y el X 10%, los
demás deciles presentan un gasto del 9%, mientras que los deciles que presentan un
mayor gasto de botanas son: VIII 16%,I 14%, II 10.5%, III 10.8%, y los deciles altos
presentan un gasto mínimo.
En 2002 se observa que el 79.78% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 6.93% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto en tortillas son: el VI 11.14%, el IV 11%, el I 10.6% los demás
deciles presentan un gasto del 10%, mientras que los deciles que presentan un mayor
51
gasto de botanas son: VIII 14.95%,VI 13.19%, X 12.48%, V 11.89%, I 10.62%, los cin-
co deciles restantes presentaron un gasto en promedio del 7%.
En síntesis podemos decir que en términos monetarios el consumo de trigo a
permanecido constante como porcentaje del gasto monetario en alimentos en 6% en-
tre 1992 y el 2002, El gasto no monetario apenas muestra una ligera variación positiva
en los últimos diez años. Así, dado que el porcentaje del gasto monetario utilizado en
adquirir maíz, frijol y trigo representa el 16%, podemos concluir que son la base de la
alimentación en México coincidiendo con lo reportado por otros autores
(Boltivinik,1998:1; Bourges, 1988:1 Casanueva, 2003:217; De Regel, 2003:225; FI-
RA,2001: 25; Fristcher,2003:4; Fuentes,2002:191; Juárez,2001:3; Kaufer, 1995:785;
Martínez,2000:31; Rodríguez,2000:3; Torres, 1994: 1; Toussaint,2000:9).
2.6.1 GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ (TORTILLAS Y BOTANAS)
El cuadro 5 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto altos en
consumo de tortillas y botanas
(CUADRO 5) Porcentaje de gasto no monetario en tortillas y botanas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En 1992 se observa que el 11.38% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 1.45% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto en tortillas son: el VI 22.44%, V 15.96% los demás deciles pre-
sentan un gasto del 8%, mientras que el decil III presento un gasto de 3.63%, mientras
que el los deciles que destinaron un mayor gasto a botanas son: VII 23.94%, el I
52
Deciles Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas Tortillas Botanas
I 23.16 30.47 17.46 10.28 22.02
II 9.74 9.53 13.35 13.21 12.24 10.86 10.16
III 10.61 20.45
IV 9.81 13.72 13.90 19.16
V 15.96 13.24 12.20 11.87
VI 22.45 11.06 14.96 11.64 11.67 14.64 21.62 9.32 15.06
VII 23.94 11.27 22.74 33.84 15.23 24.66
VIII 14.70 11.67 13.16 12.38 31.83 15.06 9.29 11.80
IX 8.24 12.25 12.78 11.19 12.72 9.94 11.39
X 12.24 9.95 11.04 15.97 10.82 11.15
2000 20021992 1994 1996 1998
23.16%, VIII 14.96%, El decil tres presento un menor gasto pues solo destino un
1.42%, y otro decil que destino una menor cantidad fue el X con 2.12%, pues en gene-
ral los deciles restantes destinaron un 5%.
En 1994 se observa que el 13.74% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 1.37% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de tortillas son: el VI 14.96%, II 13.34% y el IX y el X 12%, los
demás deciles presentan un gasto del 10%, el III y el V presentaron un gasto de 3%
deciles que presentaron un gasto inferior, mientras que el los deciles que destinaron
un mayor gasto a botanas son: I 30.47%, el II 13.20%, VI 11.68% y VIII 11.67%, la ten-
dencia es la misma para el decil X presenta un consumo mínimo 3.28%, el III y el IV
son los deciles que presentaron los menores gastos en botanas.
En 1996 se observa que el 9.15% del gasto que se destino a productos de maíz
fue para el gasto de tortillas y un 2.32% al gasto de botanas, los deciles que presentan
un mayor gasto en tortillas son: el VII 22.74%, IV 13.72%, IX 12.78, II 12.23%, en este
año el decil I fue el decil que presento un menor consumo 2.74%, los deciles que desti-
naron un mayor gasto a botanas son: VII 33.83%, el VIII 13.15%, IX 11.19%, II
10.85% ,I 7.85%, mientras que el decil X y IV presentaron un menor consumo los deci-
les restantes presentaron un consumo en promedio del 5%.
En 1998 se observa que el 14.15% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 2.31% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor consumo de tortillas son: VII 15.22%, VI 14.64%, V 13.24%, en este
año los deciles que presentaron un menor gasto fueron el decil III 3.6% y el X 3%,
mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a botanas son: el VIII 31.82%,
VI 21.61% y el I 17.45%, II 10.15%, mientras que el decil X no presento consumo, los
demás deciles presentan un consumo muy variado.
En el 2000 se observa que el 22.57% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 2.32% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor consumo de tortillas son: el IV 13.89%, V 12.19%, y el X 11.05%, los
demás deciles presentan un consumo del 8%, mientras que el los deciles que destina-
53
ron un mayor gasto a botanas son: el III 20.45%, IV 19.16%, el X presenta un consumo
del 15.96%, el I y el IX no presentaron consumo.
En el 2002 se observa que el 29.75% del gasto que se destino a productos de
maíz fue para el gasto de tortillas y un 2.79% al gasto de botanas, los deciles que pre-
sentan un mayor gasto de tortillas son: el VII 24.66%, el decil III 3.39% fue el decil que
destino un menor porcentaje, mientras que en general los demás deciles destinaron en
promedio el 8%, mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a botanas
son: I 22.02%, VIII, IX y el X destinaron en promedio un 11%, mientras que el decil VII
destino un 5.15% fue el decil que destino un menor porcentaje.
En términos no monetario la tendencia es casi la misma en lo que se refiere al
consumo de los principales derivados de maíz, trigo y frijol aunque el crecimiento es en
menor proporción.
2.7 GASTO EN PRODUCTOS DEL TRIGO (GALLETAS DULCES Y SALADAS, PAN
BLANCO, PANDE DULCE, PAN DE CAJA, PAN DE MARCA Y PASTAS)
El cuadro 6 y 6.1 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto altos
en consumo de galletas dulces y saladas, pan blanco, pan de dulce, pande caja, pan
de marca y pastas.
(CUADRO 6) Porcentaje de gasto monetario en galletas dulces y saladas, pan
blanco, pan de dulce, pande caja, pan de marca y pastas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
54
Deciles G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas
I 28.07 13.45 12.53 9.79 9.37 12.84 12.60 11.83 13.21 16.03 12.52 29.06 11.25 10.45
II 7.58 14.47 23.74 13.13 13.74 13.57 13.38 12.53 10.91
III 14.85 16.41 13.90 18.59 12.12 8.69 13.17 15.07 12.55 11.17 11.01 12.50 11.05 15.35 9.90 11.87
IV 9.39 11.09 12.03 15.17 13.18 12.21 12.23 13.62 10.15 12.17 13.11
V 10.26 16.48 12.21 11.93 15.32 11.93 12.79 11.32 10.27 10.92 11.76 9.42 10.13 9.45
VI 5.95 10.50 11.38 11.58 9.75 11.54 13.06
VII 10.49 10.04 12.06 10.99 11.06 9.88 9.28 10.27
VIII 18.07 12.65 13.33 10.27 10.97 12.08 10.22 10.24 14.82
IX 8.85 8.23 12.37 9.51
X 17.48 11.22 10.30 11.39 11.93 10.46 10.13 9.47 12.71 19.90 14.18 11.47 17.29 11.96
19961992 1994
(CUADRO 6.1) Porcentaje de gasto monetario en galletas dulces y saladas, pan
blanco, pan de dulce, pande caja, pan de marca y pastas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En 1992 se observa que el porcentaje de gasto destinado a productos de trigo,
galletas saladas fue de 1.66%, los deciles que destinaron un mayor gasto fueron el I
28.06%, VIII 18.07%, X 17.48%, los deciles restantes destinaron en promedio un 5%,
el gasto que se destino a galletas dulces fue de 6.28%, los deciles que destinaron un
mayor porcentaje de gasto fueron: II 14.47%, I 13.44%, VIII 12.65%, el V y VII del 10%,
los deciles restantes destinaron porcentajes variados.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 19.28%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: V 16.47%, III 14.85%, X 11.22%, los deciles
restantes destinaron en promedio 8%, en pan dulce el porcentaje de gasto fue de
40.41% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: III 16.40%, V 12.21%, VI
11.38%, VII 10.49%, X 10.29%, los deciles que destinaron un menor porcentaje fue-
ron: el I, VIII y IX, los deciles restantes destinaron en promedio 9%, a pan de caja se
destino 6.18%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: III 13.90%, VIII
13.31%, I 12.53%, V 11.92%, VII 10.03%, los deciles restantes presentan un con sumo
en promedio del 7%, el porcentaje destinado a pan de marca fue de 5.06% , los deciles
que destinaron un mayor porcentaje son el III 18.58%, V 15.32%, VII 12.05%, VIII
10.26, los deciles restantes destinaron en promedio un 7%.
55
Deciles
G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja Pastas GalletasP. blanco P. dulce P. caja Pastas GalletasP. blanco P. dulce P. caja Pastas
I 24.20 13.74 16.82 9.72 14.89 22.13 16.19 12.02 10.14 13.91 10.43
II 12.96 15.29 10.99 12.15 10.24 9.98
III 9.53 11.80 12.86 12.37 11.67 15.30 12.11 14.64 13.26 12.11 10.90 12.34 12.97 13.58 13.01
IV 11.88 12.53 18.33 16.90 10.04 10.73
V 13.09 11.47 13.33 14.99 13.41 13.84
VI 12.64 12.05 12.16 9.25 10.12 11.58 10.74 13.68 10.17
VII 13.79 10.87 10.68 10.76 11.86 10.84
VIII 6.87 10.03 12.65 10.82 10.00
IX 16.16 9.84 11.70 12.15 12.04 13.11 10.05 9.77
X 18.21 15.44 11.56 13.49 11.89 13.52 16.72 10.46
1998 2000 2002
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.16%, los deciles que desti-
naron un mayor gasto son el III 12.12%, V 11.93%, IV 11.09%, X 11.39%, el VII
10.98%, I 10.04%, los de deciles restantes destinaron en promedio un 8.5%, con ex-
cepción del decil VIII que fue el decil que presento un gasto de 6.50%.
En 1994 se observa que el porcentaje de gasto destinado a productos de trigo,
galletas saladas fue de 1.66%, los deciles que destinaron un mayor gasto fueron el II
23.73%, X 11.92%,VIII 10.97% y el I 9.37% los deciles restantes destinaron en prome-
dio 7.33%, el gasto que se destino a galletas dulces fue de 7.06%, los deciles que des-
tinaron un mayor porcentaje de gasto fueron: III 13.17%, II 13.12%, I 12.83%, IV
12.02%, X 10.45%, los deciles restantes destinaron en promedio 7.67%.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 17.56%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: IV 15.17%, V 12.78%, I 12.59% y el VIII
12.07% los deciles restantes destinaron en promedio 10%, pero los deciles II, VII y IX
presentaron un porcentaje de gasto de 5%, en pan dulce el porcentaje de gasto fue de
37.48% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: IV 13.17%, I 11.83%, VI
11.58%, V 11.32%, VII 11.05%, el decil IX fue el que presento un menor gasto 6.94%,
los deciles restantes destinaron en promedio 8.5%, a pan de caja se destino 7.43%,
los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: III 15.07%, I 13.20%, IV 12.21%,
V 10.26%, el decil que presento un menor gasto fue el VIII 3.78%, los deciles restantes
presentan un consumo en promedio del 9.08%, el porcentaje destinado a pan de mar-
ca fue de 6.52%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: I 16.03%, III
12.54%, IV 12.23%, VII 10.21% los deciles restantes destinaron en promedio un
8.15%.
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.54%, los deciles que desti-
naron un mayor gasto son: IV 13.62%, I 12.54%, el III 11.17%, los de deciles restantes
destinaron en promedio un 8.94%.
En 1996 se observa que el porcentaje de gasto destinado a productos de trigo,
galletas saladas fue de 2.06%, los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: el I
29.06%, II 13.73%, X 12.71%, IX 12.37%, VIII 10.23%, los deciles restantes destinaron
56
en promedio 4.37%, el gasto que se destino a galletas dulces fue de 6.21%, los deciles
que destinaron un mayor porcentaje de gasto fueron: VIII 14.82%, II 13.57%, VI
11.54%, I 11.25%, III 11.00%, el decil que destino un menor porcentaje fue el IV
5.43%, los deciles restantes destinaron en promedio 8.08%.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 11.22%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: X 19.89%, III 12.49%, V 10.91%, VII 10.27%,
IV 10.14%, I 9.38%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el
porcentaje de gasto fue de 35.20% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron:
X 14.18%, VI 13.06%, IV 12.16%, V 11.76%, III 11.04%, el decil que presento un me-
nor porcentaje de gasto fue el VIII 4.75% , los deciles restantes destinaron en
promedio 8.25%, a pan de caja se destino 7.74%, los deciles que destinaron un mayor
porcentaje son: III 15.35%, II 13.38%, X 11.47, I 10.44%, los deciles que destinaron
menor porcentaje de gasto IV 5.66% y VII 6.76% los deciles restantes presentan un
consumo en promedio del 9%, el porcentaje destinado a pan de marca fue de 3.56% ,
los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: X 17.28%, II 12.52%, V 10.13%,
el decil VII fue el que destino un menor porcentaje 5.08%, los deciles restantes desti-
naron en promedio un 9%.
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.41%, los deciles que desti-
naron un mayor gasto son: el IV 13.10%, X 11.96%, III 11.86%, II 10.90% , los deciles
restantes destinaron en promedio un 8.68%.
En 1998 se observa que el porcentaje de gasto destinado a productos de trigo,
galletas saladas fue de 1.67%, los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: el I
24.19%, II 13.73%, IX 16.15%, VII 13.78%, II 12.96%, el decil que tuvo un menor gasto
fue el V 2.53%, los deciles restantes destinaron en promedio 5%, el gasto que se desti-
no a galletas dulces fue de 7.20%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje de
gasto fueron: II 15.29%, I 13.74%, VI 12.64%, IX 9.83%, los deciles restantes destina-
ron en promedio 8.07%.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 18.10%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: X 17.20%, V 13.08%, III 11.80%, IX 11.69%,
57
VII 10.86%, el decil VIII presento un gasto menor con 3.76%, los deciles restantes pre-
sentan un gasto variado, en pan dulce el porcentaje de gasto fue de 39.42% los deci-
les que destinaron un mayor gasto fueron: X 15.43%, III 12.85%, VI 12.05%, IV
11.88%, V 11.47%, el decil que presento un menor porcentaje de gasto fue el VIII
3.60%, los deciles restantes destinaron en promedio 8.22%, (la ENIGH a partir de este
año agrupo a pan demarca dentro del pan de caja), el porcentaje destinado a pan de
caja es de 7.93%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: I 16.82%, III
12.36%, VI 12.16%, X 11.55%, II 10.98%, los deciles restantes presentan un porcenta-
je de gasto variado.
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.75%, los deciles que
destinaron un mayor gasto son: el VIII 14.43%, X 12.23%, IV 11.37%, III 10.59%, I
8.82%, los deciles restantes destinaron en promedio un 8.50%.
En el 2000 se observa que el porcentaje de gasto destinado a productos de tri-
go, (a partir de este año la ENIGH agrupo en un solo rubro a galletas saladas y dul-
ces), el porcentaje de gasto en galletas fue de 13.21%, los deciles que destinaron un
mayor porcentaje de gasto fueron: el IV 18.32%, III 15.29%, X 11.88%, los deciles que
destinaron un menor porcentaje son el VIII 5.61 y el IX 4.90%, el promedio que desti-
naron los deciles restantes fue de 8.32%.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 20.65%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: IV 15.98%, IX 12.84%, V 12.60%, I 11.88%,
VIII 12.03%,III 11.45%, el decil que presento un menor gasto fue el X con 3.65% los
deciles restantes destinaron en promedio un 7.87%, en pan dulce el porcentaje de gas-
to fue de 38.16% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: I 16.96%, III
16.93%, IX 12.03%, V 12.97%, VII 12.21%, el decil X destino un gasto menor que los
demás 3.77%, los deciles restantes destinaron un porcentaje variado, a pan de caja se
destino 3.07%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: I 22.12%, V
14.99%, III 13.26%, IX 13.10%, IV 10.04%, los deciles restantes presentaron porcenta-
jes variados.
58
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.16%, los deciles que
destinaron un mayor gasto son: el I 14.50%, X 13.79%, II 12.29%, III 11.58 VII 9.18%
los deciles restantes destinaron en promedio 7%.
En el 2002 se observa que el porcentaje destinado a productos de trigo, galletas
fue de 9.94%, los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: el X 13.51%, I
12.01%, III 10.89%, VIII 10.82%, II 10.24%, los deciles restantes destinaron porcenta-
jes variados.
El porcentaje de gasto destinado a pan blanco fue de 21.54%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje fueron: X 16.71%, V 13.41%, III 12.33%, VI 10.73%, I
10.13%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el porcentaje
de gasto fue de 38.66% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: V 13.83%,
VI 13.67%, III 12.97%, VII 10.84%, IV 10.73%, los deciles restantes destinaron un por-
centaje variado, a pan de caja se destino 9.46%, los deciles que destinaron un mayor
porcentaje son: I 13.91%, III 13.58%, VI 10.17%,el decil que destino un menor porcen-
taje fue el VII con 5.57%, los deciles restantes presentan un consumo en promedio del
9.33%.
El porcentaje de gasto destinado a pastas fue de 13.64%, los deciles que desti-
naron un mayor gasto son: el III 13.0%, X 10.46%, I 10.46%, VIII 10.0%, los deciles
restantes destinaron en promedio un 9.34%.
El consumo de pan blanco para el decil diez muestra un aumento en los últimos
años, el pande de marca y pan de caja por los deciles bajos, mientras que el consumo
de las se ha generalizado para todos los deciles el cual ha aumentado en los últimos
años.
Comenta la autora Casanueva (2003) que las familias de ingresos bajos presen-
taron un consumo mayor de pan blanco (bolillo), principal producto derivado de trigo, la
autora indica que era habitual el consumo de pan integral o de grano entero y que el
pan dulce era apreciado (Casanueva, 2003:216).
Martínez (2000) menciona que el gasto que realizan con frecuencia los hogares
59
mexicanos se da en productos como la pasta para sopa (Martínez ,2000:31).
2.7.1 GASTO NO MONETARIO EN PRODUCTOS DEL TRIGO (GALLETAS DULCES
Y SALADAS, PAN BLANCO, PANDE DULCE, PAN DE CAJA, PAN DE MARCA Y
PASTAS)
El cuadro 7 y 7.1 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto no
monetario alto en consumo de galletas dulces y saladas, pan blanco, pan de dulce,
pande caja, pan de marca y pastas.
(CUADRO 7) Porcentaje de gasto no monetario en galletas dulces y saladas, pan
blanco, pan de dulce, pande caja, pan de marca y pastas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
(CUADRO 7.1) Porcentaje de gasto no monetario en galletas dulces y saladas, pan blanco, pan de dulce, pande caja, pan de marca y pastas
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
60
Deciles
G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja Pastas GalletasP. blanco P. dulce P. caja Pastas GalletasP. blanco P. dulce P. caja Pastas
I 12.36 9.80 25.54 9.40 16.07 18.10 9.09 10.88 12.30
II 15.41 26.92 12.93 13.61 18.70 11.86 16.60 11.04
III 13.15 10.25 9.93 10.23 16.16
IV 25.29 18.97 22.01 11.32
V 19.57 17.80 11.03 15.62 21.85 32.15 10.88 10.94 10.88 11.56 10.39
VI 9.38 16.60 18.93 15.76 14.44 10.65 9.62 9.44 15.45 15.41
VII 38.30 20.83 8.30 23.71 12.61 18.41 13.64
VIII 22.98 11.07 9.57 9.42 12.03 9.02 10.82 12.47 10.67
IX 18.23 14.44 9.51 12.20 13.31 10.39 10.69 9.52
X 11.69 9.16 10.12 9.34 17.31 18.08 18.27 10.61 10.20
1998 2000 2002
Deciles G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas G. saladas G. dulces P. blanco P. dulce P. caja P. marca Pastas
I 11.37 19.58 17.59 9.48 13.43 11.57 21.30 24.24 9.78 25.98 11.50 12.14 10.52
II 52.70 12.39 10.38 16.42 9.94 19.15 17.31 10.92 24.92 9.84 14.71 13.83 12.32
III 11.63 11.21 14.34 21.98
IV 10.12 11.30 12.31 18.43 11.61 13.98
V 11.90 11.79 42.57 9.37 10.52 11.93 13.38 10.11
VI 7.09 17.38 13.37 11.07 12.83 11.48 9.18 10.74 14.92 10.97
VII 12.64 12.44 9.67 16.52 12.71 13.81 8.61 8.24 9.66 10.71 10.40
VIII 14.65 22.09 11.41 12.98 23.40 33.61 15.90 12.67 1.15 15.52 22.67
IX 16.37 15.22 15.79 11.39 18.20 12.52 28.31 11.23 14.21 11.20 12.82 15.68 11.78
X 7.39 15.55 21.67 9.73 11.35 12.71 14.89 11.38 10.38 24.75 10.40 13.07
1992 1994 1996
En 1992 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, galletas saladas fue de 2.42%, los deciles que destinaron un mayor
gasto fueron: el II 52.70%, VIII 14.65%, I 11.37%, el decil III no destino porcentaje de
gasto, los deciles restantes destinaron porcentajes de gasto variados, el gasto que se
destino a galletas dulces fue de 8.96% los deciles que destinaron un mayor porcentaje
de gasto no monetario son: VIII 22.09%, VI 17.37%, VII 12.64%, II 12.38%, IV 10.11%,
los deciles restantes presentan porcentajes de gasto variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 10.78%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: IX 16.37%, X 15.55%, VI 13.37%,
V 11.89%, IV 10.14%, VIII 11.40%, los deciles restantes presentan un gasto variado,
en pan dulce el porcentaje de gasto fue de 36.98% los deciles que destinaron un ma-
yor gasto fueron: X 21.66, IX 15.22%, VII 12.43%, VI 11.07%, II 10.37%, los deciles
restantes presentaron porcentajes de gasto variado, a pan de caja se destino 5.26%,
los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: I 19.57%, IX 15.79%, V 11.78%,
III 11.62%, IV 11.30%, los deciles restantes presentaron un consumo variado, el por-
centaje destinado a pan de marca fue de 14.57%, los deciles que destinaron un mayor
porcentaje son: V 42.56%, II 16.41%, VIII 12.97%, VII 9.67%, los deciles restantes
destinaron porcentajes variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 11.80%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el VII 16.52%, VI 12.82%, IX 11.39%, 10.90%
X 9.37%, los deciles restantes destinaron en promedio un 8.0%.
En 1994 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, galletas saladas fue de 1.36%, los deciles que destinaron un mayor
gasto fueron: el VIII 23.40%, II 19.14%, I 17.58%, X 11.34%, III 11.20% el decil V no
destino porcentaje de gasto, los deciles restantes destinaron porcentajes de gasto va-
riados, el gasto que se destino a galletas dulces fue de 12.53% los deciles que desti-
naron un mayor porcentaje de gasto no monetario son: VIII 33.61%, X 12.71%, VII
12.70%, I 9.47%, los deciles restantes presentan porcentajes de gasto variados.
61
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 9.73%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: IX 18.20%, VIII 15.90%, X 14.89%,
I 13.42%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el porcentaje
de gasto fue de 39.92% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: VII 13.80%,
VIII 12.66%, I 11.56%, IX 11.52%, VI 11.47%, X 11.38%, los deciles restantes presen-
taron porcentajes de gasto variado, a pan de caja se destino 3.61%, los deciles que
destinaron un mayor porcentaje son: I 21.29%, II 17.30%, III 14.33%, IX 12.52%, los
deciles restantes presentaron un consumo variado, el porcentaje destinado a pan de
marca fue de 10.68% , los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: IX 28.31%,
I 24.23%, VIII 15.51%, los deciles restantes destinaron porcentajes variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 14.41%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el VIII 22.66%, IX 11.22%, II 10.92%, V
10.51%, I 9.77%, los deciles restantes presentaron un porcentaje de gasto variado.
En 1996 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, galletas saladas fue de 1.83%, los deciles que destinaron un mayor
gasto fueron: el I 25.98%, II 24.91%, X 10.38, los deciles restantes destinaron porcen-
tajes de gasto variados, el porcentaje de gasto no monetario que se destino a galletas
dulces fue de 8.35% los deciles que destinaron un mayor porcentaje de gasto no mo-
netario son: III 21.98%, IX 14.20%, I 11.50%, los deciles restantes presentan porcenta-
jes de gasto variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 12.82%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: X 24.74%, IV 12.31%, I 12.37%, VI
10.37%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el porcentaje
de gasto fue de 42.13% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: IV 18.42%,
V 11.92%, IX 11.19%, VII 10.70%, I 10.51%, los deciles restantes presentaron porcen-
tajes de gasto variado, a pan de caja se destino 5.33%, los deciles que destinaron un
mayor porcentaje son: VI 14.91% II 14.70%, IX 12.81%, VII y X 10.40%, los deciles
restantes presentaron un consumo variado, el porcentaje destinado a pan de marca
62
fue de 5.76%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: IX 15.68%, II
13.83%, V 13.38%, IV 11.61%, los deciles restantes destinaron porcentajes variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 13.67%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el IV 13.98%, II 12.32%, IX 11.78%, VII
10.96%, V 10.11%, el decil que destino un menor porcentaje fue el VIII 5.55% los deci-
les restantes destinaron en promedio un 8.81%.
En 1998 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, galletas saladas fue de 2.55%, los deciles que destinaron un mayor
gasto fueron: el VII 38.30%, VIII 22.98%, IX 18.23%, el decil III y V no destinaron por-
centaje de gasto, los deciles restantes destinaron porcentajes de gasto variados, el
gasto que se destino a galletas dulces fue de 9.15% los deciles que destinaron un ma-
yor porcentaje de gasto no monetario son: VI 16.60%, II 15.41%, I 12.36%, X 11.68%,
VIII 11.06%, los deciles restantes presentan porcentajes de gasto variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 9.62%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: VII 20.83%, IX 14.44%, V 19.57%
III 13.15%, X 9.15%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el
porcentaje de gasto fue de 42.15% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron:
VI 18.92%, V 17.80%, X 10.11%, I 9.79%, los deciles restantes presentaron porcenta-
jes de gasto variado, (la ENIGH a partir de este año agrupo a pan demarca dentro del
pan de caja) el porcentaje de del gasto que se destino a pan de caja fue de destino
4.80%, los deciles que destinaron un mayor porcentaje son: II 26.92%, I 25.53%, VII
15.76%, III 10.24%, los deciles IV y VIII no presentaron porcentaje de gasto, los deci-
les restantes presentaron un consumo variado.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 12.87%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el VI 14.44%, II 12.92%, IX 12.19%, los deciles
restantes destinaron en promedio un 8.63%.
En el 2000 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, (a partir de este año la ENIGH agrupo en un solo rubro a galletas sala-
63
das y dulces), el porcentaje de gasto en galletas fue de 18.30%, los deciles que desti-
naron un mayor porcentaje de gasto fueron: el VI 13.39%, IX 13.09%, II 12.54%, X
9.93%, y I 9.41%, los deciles restantes destinaron porcentajes variados.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 9.85%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: IV 18.97%, V 15.61%, VIII 12.03%,
VI 10.65%,III 10.23%, el decil que presento un menor consumo fue el II con 4.30% los
deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el porcentaje de gasto fue
de 40.51% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: II 12.38%, I 11.65%, VII
10.51%, III 10.08%, IV 9.69%, los deciles restantes presentan un consumo en prome-
dio del 9%.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 15.97%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el II 18.69%, III 16.15%, IX 13.31%, IV
11.32%, V 10.87%, los deciles restantes destinaron en promedio 6%.
En el 2002 se observa que el porcentaje de gasto no monetario destinado a pro-
ductos de trigo, galletas fue de 14.67%, los deciles que destinaron un mayor gasto fue-
ron: X 12.54%, II 12.21%, IX 11.06%, V 10.89%, VIII 9.76%, el decil que destino un
menor porcentaje fue el III 6.65%, los deciles restantes destinaron en promedio 9%.
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pan blanco fue de 9.99%, los
deciles que destinaron un mayor porcentaje fueron: X 18.26%, VII 12.61%, VIII
12.47%, V 10.87%, IX 10.68%, IV 10.62%, el decil II es el que destino un menor por-
centaje 2.89%, los deciles restantes presentan un gasto variado, en pan dulce el por-
centaje de gasto fue de 14.83% los deciles que destinaron un mayor gasto fueron: VII
22.17%, V 13.16%, I 11.60%, VIII 11.13%, los deciles que destinaron un menor por-
centaje son el III 5.25% y II 6.38% los deciles restantes presentaron en promedio un
gasto del 7.5%, a pan de caja se destino 7.22%, los deciles que destinaron un mayor
porcentaje son: II 13.01%, VIII 11.86%, I 11.34%, VI 10.85, X 10.15%, los deciles que
presentaron un menor porcentaje de gasto son el IV 6.52% y el III 6.95%, los deciles
restantes destinaron en promedio 9%.
64
El porcentaje de gasto no monetario destinado a pastas fue de 11.50%, los deci-
les que destinaron un mayor gasto son: el VI 15.41%, VII 13.63%, II 11.04%, V
10.39%, X 10.20%, IV 10.13%, los deciles restantes destinaron en promedio un 7.29%.
2.8 GASTO EN PRODUCTOS DE FRIJOL (FRIJOL EN CAJA)
El cuadro 8 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto alto en
consumo de frijol en grano y frijol en caja.
(CUADRO 8) Porcentaje de gasto monetario en frijol en grano y frijol en caja
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En 1992 se observa que el 96.74% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 3.25% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor gas-
to en frijol en grano son: el IV 14.47%, VII 11.20% los demás deciles presentan un gas-
to del 10%, mientras que el decil III presento un gasto bajo en comparación con los de-
más de 6.43%, mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en lata
o en caja son: I 22.47%, el VIII 11.77%, II 10.67%, mientras que los otros deciles gas-
taron en promedio 10%, con excepción de los deciles IX y X que gastaron 6 y 4 % res-
pectivamente.
65
Deciles Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja
I 9.79 22.47 11.57 17.77 16.80 10.28 11.70 12.27 16.67 15.87
II 10.68 10.29 10.46 10.80
III 10.18 11.13 15.59 11.17 10.74
IV 14.47 10.46 16.15 12.58 11.59 9.07
V 11.15 9.78 10.77
VI 10.12 10.42 10.72 10.79 12.86 11.67 11.07 10.45
VII 11.20 10.47 11.96 10.35 13.71 13.29 11.59 14.05 14.07 13.82
VIII 11.78 11.78 9.78 11.44 9.94
IX 13.22 11.78 12.60 16.19
X 10.36 12.86 13.53 10.20 21.96
2000 20021992 1994 1996 1998
En 1994 se observa que el 96.76% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 3.24% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor gas-
to en frijol en grano son: el VIII 11.78%, I 11.56% los demás deciles presentan un gas-
to del 9%, mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en lata o en
caja son: I 17.76%, el IX 13.22%, VII 11.95%,III 11.18%, mientras que los otros deciles
gastaron en promedio 10%, con excepción del decil X que gastaron 5 % respectiva-
mente.
En 1996 se observa que el 97.60% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 2.39% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor gas-
to en frijol en grano son: el IV 16.15%, V 11.15% los demás deciles presentan un gasto
del 10% con excepción del III, IX y X que destinaron 6.29%,7.52% y 7.77 %, mientras
que los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en lata o en caja son: I 16.79%,
el III 15.59%, X 12.86%,III 11.18%, mientras que los otros deciles gastaron en prome-
dio 8%, con excepción del decil IV, VII y IX que gastaron 4.01%,6.73 y 5.44% % res-
pectivamente.
En 1998 se observa que el 95.44% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 4.55% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor gas-
to en frijol en grano son: el VII 13.71%,IV 12.58%, IX 11.78% los demás deciles pre-
sentan un gasto del 8.5%.mientras que el decil X solo destino un 6.70%, los deciles
que destinaron un mayor gasto a frijol en lata o en caja son: X 13.53%, el VII 13.28%,
I 11.70%,II 10.80%, mientras que los otros deciles gastaron en promedio 10%, con ex-
cepción del decil X que gastaron 7 % respectivamente.
En el 2000 se observa que el 95.22% del gasto que se destino a productos de
frijol y un 4.77% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor
gasto en frijol en grano son: el IX 12.59%, I 12.26% los demás deciles presentan un
gasto del 11%, excepto el X pues mostró un gasto de 6.13%, mientras que los deciles
que destinaron un mayor gasto a frijol en lata o en caja son: I 16.66%, el IX 16.19%,
VII 14.04%,III y VII 11.18%, mientras que los otros deciles gastaron en promedio 7%,
con excepción del decil X que gastaron 2.54% respectivamente.
66
En el 2002 se observa que el 94.96% del gasto que se destino a productos de
frijol y un 4.75% al gasto de frijol en lata o en caja, los deciles que presentan un mayor
gasto en frijol en grano son: el VII 1407%, V 10.77%, VI 10.48%, X 10.2% los demás
deciles presentan un gasto del 9%, mientras que los deciles que destinaron un mayor
gasto a frijol en lata o en caja son: X 21.96%, el I 15.87%, VII 13.81%,III 10.74%, mien-
tras que los otros deciles II, VII y IX gastaron 4.08%, 3.34% y 4.41 los otros deciles
gastaron en promedio 9%.
El frijol es consumido por los deciles medios a pesar de que el frijol en grano
presenta una disminución en su consumo, mientras que el frijol en lata muestra un au-
mento.
2.8.1 GASTO NO MONETARIO EN PRODUCTOS DE FRIJOL (FRIJOL EN GRANO
Y EN CAJA)
El cuadro 9 muestra los cinco deciles que tienen porcentajes de gasto no moneta-
rio alto en consumo de frijol en grano y frijol en caja.
(CUADRO 9) Porcentaje de gasto no monetario en frijol en grano y frijol en caja
Elaboración propia con base en la ENIGH 1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
En 1992 se observa que el 96.97% del gasto que se destinó a productos de frijol
y un 3.02% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor gasto
en frijol en grano: el IV 16.31%, VII 15.93%, X 15.92%, II 15.54% los demás deciles
presentan un gasto del 7.5%, excepto los deciles II, V, VI, que gastaron 2.79%, 4.86%
y 4.94%, mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en caja o en
lata son: VIII 38.15%, el I 16.39%, VI 13.93%, el I y el VII 8.60 y 8.27% en este año no
67
Deciles Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja Frijol en grano Frijol en caja
I 8.60 8.19 12.85
II 15.54 16.39 11.42 28.53 33.18 11.71 16.81 24.43
III 9.47 13.83
IV 16.32 11.97 26.58 12.98 11.20 25.46 14.63 16.96 49.69
V 13.57 14.28 11.28 9.29 14.34 13.22 13.28
VI 13.93 11.79 8.01
VII 15.94 15.53 15.45 18.09 10.78 10.76 16.12 11.65 32.82 9.87
VIII 9.19 38.16 16.14 31.89 16.55 11.18
IX
X 15.92 16.52 19.57 10.73 14.79 40.99
1992 1994 1996 1998 2000 2002
presentaron gasto no monetario los deciles V y IX, los otros deciles presentaron un
consumo muy bajo 1%.
En 1994 se observa que el 99.17% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 0.83% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor gasto
en frijol en grano: X 16.52%, el VIII 16.13%, VII 15.52%, V 13.57%,IV 9.02%, los de-
más deciles presentan un gasto del 4%,mientras que el los deciles que destinaron un
mayor gasto a frijol en caja o en lata son: VIII 31.88%, el IV 26.57, VII 15.45%, los de-
más deciles destinaron en promedio 4% con excepción del l y el VI que no hicieron
ningún gasto en frijoles en lato o caja.
En 1996 se observa que el 96.63% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 3.36% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor gasto
en frijol en grano: el VII 18.09%, V 14.28%, IV 12.97%, VI 11.78%, el II y el IX destina-
ron un 9%, el I 7.80%, mientras que los demás deciles presentan un gasto del 5%,
mientras que el los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en caja o en lata son:
II 28.53%, el X 19.56%, V 11.27, VII 10.77,el I 8.1% mientras que los demás deciles
presenta un consumo muy variado con excepción del decil IV que no presento consu-
mo.
En 1998 se observa que el 97.31% del gasto que se destino a productos de frijol
y un 2.68% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor gasto
en frijol en grano: el II 33.17%, IV 11.20%, VII 10.76%, el X 10.73% los demás deciles
presentan un gasto muy variado, mientras que el los deciles que destinaron un mayor
gasto a frijol en caja o en lata son: IV 25.45%, el VII 16.11%, V 14.33%, el I 12.85% en
este año no presentaron gasto no monetario el decil III, mientras que los demás pre-
sentaron un consumo alrededor del 8%.
En el 2000 se observa que el 97.86% del gasto que se destino a productos de
frijol y un 2.13% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor
gasto en frijol en grano: el X 14.79%, IV 14.63%, III 13.82%, II 11.71%, VII 11.61% los
demás deciles presentan un gasto del 5%, excepto los deciles, V, VI, que gastaron
9.71% y 9.90%, mientras que los deciles que destinaron un mayor gasto a frijol en caja
68
o en lata son: VII 32.82%, el II 16.82%, VII 16.52%, el I y el IV en este año no presen-
taron gasto no monetario, mientras que los otros deciles presentaron un gasto muy va-
riado.
En el 2002 se observa que el 97.27% del gasto que se destino a productos de
frijol y un 2.36% al gasto de frijol en lata o caja, los deciles que presentan un mayor
gasto en frijol en grano: el II 24.43%, IV 16.95%, V 13.27%, VII 11.17% los demás de-
ciles presentan un gasto muy variado, mientras que el los deciles que destinaron un
mayor gasto a frijol en caja o en lata son: IV 49.69%, el X 40.99%, II 6.20%, el VI
3.10%, mientras que los demás deciles no presentaron consumo, pero como se puede
ver en el cuadro 3 el 2002 fue un año donde los ingresos disminuyen de ahí que se
congruente la disminución en el consumo de los deciles de bajos ingresos.
Dado lo anterior expuesto podemos decir que el consumo de frijol en grano a
disminuido a través de los años pues con la incorporación de la mujer en el trabajo ya
no dispone de tiempo para poner coser los frijoles, razón por lo cual ahora ha buscado
formas que le ahorren tiempo recurriendo así al consumo de frijoles en lata, así como
de otros productos, este cambio en la forma de consumo de los frijoles se observa en
los primeros seis deciles, auque los últimos cuatro deciles también presentan un con-
sumo importante.
Como se pudo observar, durante los últimos diez años la tortillas es un alimento
generalizado para todos los deciles y de acuerdo a las condiciones económicas
generales de cada periodo reportado por las ENIGH es claro que varía la participación
de los deciles. Por el contrario el gasto en botana si manifiesta una clara concentración
en los deciles bajos, particularmente en el más bajo así como en el medio (decil V) y
en el de mayores ingresos (decil X).
En relación al frijol se aprecia que el gasto se ha concentrado en los deciles me-
dios, sin embargo el gasto en frijol procesado ubica a los deciles I y III como consumi-
dores importantes al igual que el decil X. Esto parece corroborar la hipótesis de que la
pobreza se manifiesta cada vez más como una carencia de tiempo misma que ocasio-
na cambios en el consumo de alimentos y en la manera como se preparan. En este
69
caso los frijoles de caja permiten que al revolver el polvo de frijol con agua queda listo
el alimento.
En consonancia con esto, podemos apreciar que en los deciles bajos (del I al III)
se ha concentrado el consumo del pan de dulce, pan de marca, así como las sopas.
Las pastas se ofertan en una forma fácil de adquirir además de tener precios accesi-
bles para las personas de estos deciles. Los principales demandantes son estudiantes
así como trabajadores que comen fuera de su hogar. En el caso del trigo el consumo
de pan blanco se mantiene concentrado en los deciles medios y alto.
Así, el patrón de consumo se ha modificado en detrimento del consumo de ali-
mentos tradicionales (maíz y frijol). Muestra además, que ha adquirido importancia el
consumo de alimentos procesados (botanas) y de acuerdo con algunos nutriologos
(Casanueva,2003:217; Bourges,1988:1; Kaufer,1995:785; Livas,1998:831 y Tous-
saint,2000:655), ello puede traer repercusiones graves a la salud como anemia y des-
nutrición si substituyen a productos como aportantes proteínicos.
2.9 ELEMENTOS QUE INFLUYEN EN LA DETERMINACIÓN DEL CONSUMO
(CULTURA, CALIDAD, DIETA Y UBICACIÓN GEOGRÁFICA)
El principal factor que determina el consumo es el ingreso. Esto a sido reiterada-
mente señalado por: Arroyo, (1971:675; CONAPO,1999:150); Barrón (2003:150); De la
Riva (1998:38); FIRA 2001:9; Juárez 2001:2; Martínez (1999:41); SEDESOL 2002:2;
Sierra 2002:3; Torres 2000:5; Vázquez 2002:153 y Villezca 1999:41), pero además te-
nemos otros factores que en las ultimas décadas han cobrado importancia.
Según Juárez (2001) la cultura y la diversidad regional son factores que deter-
mina el consumo y estos a su vez están determinados por el ingreso, por consiguiente
éste determina la cantidad de gasto que las personas destinan al consumo. Ahora los
consumidores se ven en la necesidad de adecuar sus estrategias alimentarías, las
cuales sufren repercusiones tanto en la cantidad como en la calidad de los alimentos
que consumen (Juárez, 2001:2).
70
Molina (2003) menciona que la cultura es un factor esencial en los seres
humanos, y que las costumbres y tradiciones son una forma de expresarla, por consi-
guiente la alimentación de los humanos no es un producto espontáneo sino de las cos-
tumbres, mismas que van a depender de cada región, pues hay estados que le otor-
gan a la alimentación ciertos atributos cósmicos y es este un factor cultural el que de-
terminara el consumo (Molina, 2003:60).
Por su parte Torres (2000) menciona que en los últimos años se ha dada una
diferenciación en la alimentación en términos regionales, debida al aumento en los flu-
jos migratorios de los últimos años (Torres, 2000:8).
Vázquez (2002) coincide con Sierra (2002) en que la ubicación geográfica es un
factor que determina el consumo, pues los estados que se encuentran en las fronteras
tienen una influencia del estado vecino por productos de ese país, así la gente argu-
menta que son mejores y de mejor calidad. Por ejemplo Vázquez señal que los ciuda-
danos que viven en estados fronterizos adquieren entre los principales productos ali-
mentos, vestido, calzado artículos electro domésticos, artículos para el hogar y artícu-
los para automóviles (Vázquez, 2002:141).
Por su parte De la Riva (1998) en relación a los patrones de consumo observa-
dos en el sur del país dice que a pesar de que en las ultimas décadas se han dado
cambios en la forma de consumir y adquirir alimentos en los estados del sur, se siguen
conservando algunas tradiciones tales como consumir alimentos propios de la región,
continúa siendo la mujer la encargada de prepáralos, aunque este ultimo punto ha sido
modificado con la incorporación de las mujeres en algún trabajo. La autora comenta
que además de estos factores se da otro fenómeno en el cual los individuos han tenido
que cambiar su forma de consumo, a saber, la dieta, pues cada vez más alimentos son
consumidos en función de elementos vinculados al status social y, aunque a impacta-
do tanto en los niveles bajos y medios, es claro que se acentúa en los deciles altos (De
la Riva, 1998:2).
Otro autor que refiere a la cultura es Long (2003), éste menciona que la cultura
desde la época teotihuacana juega un papel importante, acentuándose con la llegada
71
de los españoles, en la cual la dieta de los mexicanos se modificó con la introducción
de los productos que trajeron tales como gallinas, puercos, ganado vacuno y sus deri-
vados: leche, queso, huevos, azúcar, arroz y cítricos, que vinieron a sumarse a los ali-
mentos propios de esta región, entre los que tenemos frijoles, calabaza y chile.
Todavía se consumen la mayoría de estos aunque con diferentes modificaciones, de-
pendiendo el estado (diversificación geográfica), pues la autora comenta que esta di-
versificación de productos se ha dado debido, a las costumbres de los inmigrantes que
modifican la forma de preparar los alimentos y las dietas (Long, 2003:3).
Estos elementos de análisis aun siendo importantes no han sido trabajado en
forma sistemática, con la representatividad de la estadística adecuada a nivel de regio-
nes, dado que con la ENIGH solo podemos hacer análisis a nivel nacional, sin embar-
go en el futuro debiera procederse a trabajar con la regionalización, tal vez sobre la
base de regiones las cuales se agruparon usando la ENIGH, en donde se aglutinen los
estados en cada una de las regiones y calculando la representatividad estadística de
los estados, con el propósito de validar su utilización para un país.
2.10 ÍNDICE DE GINI Y CONCENTRACIÓN DEL INGRESO
El índice de Gini mide el grado de concentración del ingreso, el cual varía entre
cero y uno, entre más cercano de cero se encuentre significa que hay una igualdad en
la distribución del ingreso, mientras mas cercano a uno hay una mayor desigualdad en
el ingreso.
Según Molina (2001) Uno de los indicadores sintéticos más utilizados para el
análisis estadístico de la desigualdad es el denominado índice de Gini, debido a dos
razones: a su facilidad de cálculo y de interpretación, este indicador, se clasifica entre
las medidas estadísticas para el análisis de la distribución del ingreso, no utiliza como
parámetro de referencia el ingreso medio de la distribución a diferencia de la desvia-
ción media, la varianza y el coeficiente de variación, dado que su construcción se deri-
va a partir de la curva de Lorenz (Medina,2001:21).
Los índices de Gini de concentración del ingreso a nivel nacional indican que en
72
1992 la concentración del ingreso total de los hogares fue de 0.55 puntos, en 1994 de
0.51, en 1996 de 0.49, en 1998 de 0.51, en 2000 de 0.50, en 2002 de 0.50, como se
puede observar en 1992 se observa mayores concentraciones, mientras que la ten-
dencia para los demás años de estudio es casi la misma esto indica que la
concentración resulto menos acentuada, algo parecido a lo que comenta Martínez
(1999) para el estado de Monterrey, en donde los últimos años son los que muestran
una menor concentración, dándose algo similar a lo de Monterrey, hay que decir que
estos aumentos se debieron al aumento del ingreso pero en términos nominales, estos
aumentos en promedio fueron de 30%, a través de los índices que miden globalmente
el grado de concentración de la distribución del ingreso (índice de Gini) podemos ver
que no existe un progreso hacia la igualdad sino que persisten elevados niveles de
c o n -
centración y de rigidez en la distribución del ingreso, resultados causados por la capa-
cidad que tie- nen los hogares
de mayores in- gresos para
mantener y au- mentar su parti-
cipación en el ingreso incluso,
en periodos de recesión y de
crisis, y por el deter ioro o
avance poco significativo de
los hogares más pobres
( M a r t í n e z , 1999:5).
Otra for- ma de analizar
las desigualdades y concentración del ingreso es por medio del Índice de desigualdad
para ver como se encuentra distribuido el ingreso (por deciles), y una forma de medir
la desigualdad utilizada por CONAPO (1999) es mediante la relación del ingreso medio
del décimo decil respecto a la suma de los cuatro primeros; calculo efectuado a partir
73
Indice de desigualdad por años de la ENIGH
(Ingreso del décimo decíl a los cuatro primeros)
1992 1994 1996 1998 2000 2002
4.88 3.74 3.49 3.74 3.54 3.64
Fuente:Elaboración propia con base en las ENIGH 1992,1992,1994,1996,1998,2000 y 2002
INDICE DE DESIGUALDAD POR
AÑOS DE LA ENIGH INGRESO REAL
0
1
2
3
4
5
6
1992 1994 1996 1998 2000 2002
AÑOS
ING
RE
SO
del cuadro 3 (CONAPO,1999:154).
Grafica 7
Elaboración propia con datos de las ENIGH 1992, 1994, 1996, 1998,2000, 2002.
Como pudimos ver en los cuadros que muestran los porcentajes de ingreso pa-
ra los diferentes periodos analizados los deciles inferiores son los más afectados, pues
presentan una disminución mayor en los diferentes periodos dándose una recupera-
ción en el año 2000, aunque no muy significativa, con esto se observa una mayor des-
igualdad, Barrón (2003) comenta algunas causas resultado de la desigualdad siendo la
principal el ingreso, la vivienda, educación, alimentación. Por otra parte, según
Vázquez(2003) el ingreso y la accesibilidad para adquirir productos para el consumo
son factores de desigualdad, pues como se pudo ver en los años de estudio el ingre-
so muestra grandes variaciones.
Maluf dice que la noción de desigualdad es usualmente tomada en un significa-
do cuantitativo, es decir la desigualdad se expresa como una comparación entre los
que tienen más con los que tienen menos (ricos versus pobres, avanzados versus re-
74
trasados, etc.) (Maluf, 1998:4).
CONCLUSIONES
Primera: el ingreso es la variable que limita el acceso a la alimentación
Segunda: la falta de ingresos es la causa principal por la que la población no
obtiene una alimentación adecuada.
Tercera: en los años noventa la caída en el poder adquisitivo fue severa en vir-
tud de que los ingresos de la población habían disminuido.
Cuarta: los primeros deciles experimentaron los cambios más drásticos en el
ingreso a diferencia del decil X que experimento cambios, aunque no en las mismas
proporciones.
Quinta: los hogares con mayores ingresos (deciles VIII, IX y X) tuvieron capaci-
dad para soportar etapas económicas recesivas o difíciles.
Sexta: una relativa mejoría o estabilidad en el ingreso diversifica la alimentación,
mejora los niveles nutricionales e incrementa la calidad de la dieta, aunque no siempre
esto redunda en una mejor alimentación.
Séptima: con la incorporación de la mujer en el trabajo los ingresos de los hoga-
res aumentaron, y en algunos casos las mujeres aportaron mayores ingresos que el
jefe de familia.
Octava: la tortilla es el alimento consumido por los diez deciles casi en las mis-
mas proporciones (9.5% -10%).
Novena: el frijol en grano es un alimento que representa un 6% del gasto en
alimentos y paralelo a la disminución generalizada se observa un consumo ascendente
del frijol en lata.
Décima: el pan de dulce, de marca y las pastas son productos derivados del tri-
go que presentan un aumento en el gasto resultado de la generalización en su consu-
75
mo, particularmente en las urbes.
Décimo primera: Se observo que la población cada vez se alimenta de cosas
menos nutritivas, y que además este consumo aumenta y se generaliza para todos los
deciles conforme pasan los años.
3. CONCLUSIONES Y ALGUNOS LINEAMIENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA
La investigación mostró que el ingreso es la principal variable que determina el
consumo de las personas y se desprende de ésta que, en términos reales, el ingreso
no es suficiente para que las personas accedan a una alimentación adecuada.
También es claro que históricamente los hogares modificaron sus patrones de
consumo y que en ello influyó, de manera importante la incorporación de las mujeres y
otros miembros del hogar en la actividad productiva. Esto tiene que ver fundamental-
mente con una disminución del tiempo disponible para la preparación de los alimentos
76
y con una reasignación del tiempo entre las actividades de esparcimiento, laboral y de
satisfacción de las necesidades fisiológicas y culturales.
Los resultados obtenidos mostraron similitudes importantes entre el gasto mone-
tario y no monetario dado lo cual los resultados son parecidos a los obtenidos por otros
autores, aun y cuando sólo se hayan restringido al análisis del gasto monetario.
De acuerdo a la primera hipótesis que señala que la cantidad del ingreso destina-
do al gasto en alimentación a nivel nacional, propicia el surgimiento de una gran varie-
dad de productos diferentes a los que se consumían hace algunos años (cultura) se
identificó que en la actualidad la mayoría se encuentran industrializados.
Ahora bien, en base a la literatura consultada y al análisis realizado encontramos
que las personas destinaron a la satisfacción de sus necesidades básicas grandes por-
centajes de su gasto monetario (40%), siendo las principales alimentación, educación
y vivienda. Estas asignaciones del gasto coinciden con las que manejan diferentes au-
tores, donde establecen que el rubro de mayor gasto es el de alimentación, y en se-
gundo lugar mencionan diferentes actividades, las cuales pueden variar dependiendo
del decil o como ellos lo nombran (población con ingreso bajo medio o alto).
La otra hipótesis señalaba dice que el factor fundamental en el consumo de ali-
mentos era la diferencia en los ingresos individuales, lo cual provoca una desigualdad
para adquirir alimentos básicos como maíz, trigo y frijol.
Se detectó que existe una generalidad en el consumo del principal derivado del
maíz: la tortilla pues se observa un porcentaje de gasto semejante para todos los deci-
les, lo cual indica que la tortilla forma parte de los patrones de consumo de toda la po-
blación mexicana, las botanas es otro producto derivado del maíz que presenta un in-
cremento en los deciles bajos, aunque este se acentúa en los jóvenes, para los cuales
representa su principal fuente de alimentación es la comida chatarra cuando andan
fuera casa.
El frijol en grano evidencia una disminución en el consumo debido la mayor incor-
poración de las mujeres en el trabajo, y no disponen de tiempo para la elaboración de
77
los alimentos, razón por la cual ahora buscan productos sustitutos a los tradicionales
(frijol en grano), es decir alimentos más industrializados que pueden ser en polvo en
lata o caja, sin olvidar que el precio se incrementó y eso fue otro elemento central que
explica la disminución de su consumo.
El trigo presenta un crecimiento en el consumo de galletas siendo el decil uno y
dos los que presentan un mayor consumo, mientras que el gasto que se destina al
consumo de pan blanco resulto mayor para el decil diez, lo cual nos muestra que el
pan forma parte del patrón de consumo de este decil, mientras que el pan de marca y
el pan dulce muestran un mayor consumo en los deciles bajos. Ello tienen que ver con
el tipo de consumidores, pues este tipo de pan es vendido en cualquier tienda de co-
mestibles; se puede decir entonces que esta comida forma parte de los patrones de
consumo de los jóvenes y de las personas, de escasos recursos que pasan la mayor
parte de su tiempo fuera de casa.
La última hipótesis indicaba que hay un creciente proceso de homogenización en
los patrones de consumo entre la población rural y urbana.
Aquí, documentamos que, incluso en el sector rural se ha incorporado la mujer al
trabajo y ello significa una disminución del tiempo disponible para la preparación de
alimentos en forma tradicional, lo cual provocó cambios en los patrones de consumo y
ahora se observa que las zonas rurales están cambiando los hábitos de compra por
productos mas industrializados.
El porcentaje de gasto que la gente destinó a maíz en estos diez años muestra
un incremento tanto en términos monetarios como no monetarios, lo que afirma que el
maíz es el principal producto que integra el patrón de consumo de las personas, mien-
tras que el frijol en grano muestra una disminución, sin embargo el gasto del frijol en
lata indica un incremento en su consumo.
En el caso del trigo, en términos monetarios se observa un crecimiento poco sig-
nificativo mientras que en términos no monetarios el crecimiento ha sido mayor en los
últimos años.
78
Las galletas elaboradas con base en harina de trigo presentan un consumo ma-
yor en los primeros deciles, al igual que consumo de pan blanco, el pan dulce es con-
sumido por los últimos deciles mientras que el pan de caja o pan de marca sigue con-
sumiéndose en mayores porcentajes en los deciles primeros. Esto se supone que es
resultado del aumento del consumo por parte de la población joven para paliar el ham-
bre fuera de su hogar. Las pastas muestran un cambio ascendente en el porcentaje de
gasto asignado por los deciles, de suerte tal que se comporta como un alimento ancla
en la dieta nacional, son, junto con la tortilla el alimento llenador.
Mientras que en las zonas urbanas los cambios en los patrones de consumo se
empezaron a dar desde que la mujer se incorpora en el trabajo, en los años 80`s e in-
cluso antes, en las zonas rurales ya para los años noventa era también una realidad.
Creemos que ello se explica básicamente por la disminución en la disponibilidad de
tiempo para la preparación de alimentos dado lo cual se crean las condiciones favora-
bles para el aumento en el consumo de alimentos procesados.
Por lo tanto podemos decir que la magnitud del ingreso familiar impulsa la incor-
poración de la mujer al ámbito productivo laboral y que esto ha llevado a las personas
a modificar la forma en que adquieren los alimentos, pues buscan bienes sustitutos
que les ahorren tiempo y dinero.
Otro factor que ha influido en estos cambios son los movimientos migratorios que
han modificado en algunas regiones los patrones de consumo, por ejemplo en los es-
tados del norte, fronterizos con Estado Unidos, pues ahí los ciudadanos han modifica-
do la forma de preparar y consumir los alimentos. No obstante, se observa que algu-
nos estados se resisten al cambio como es el caso de los estados del sur que a pesar
de que la mujer se incorporo al trabajo, la forma de preparar y consumir los alimentos
ha sido modificada aunque no en una forma tan marcada como en los estados del cen-
tro y norte del país, es decir compran alimentos que no tienen grandes procesos de
industrialización.
Aunque existen diferentes variables en el sector urbano que influyen en la adqui-
sición de los alimentos como son: la ubicación geográfica, la cultura y la dieta, la varia-
79
ble fundamental es el ingreso, pues como lo mostró la investigación en términos reales
el ingreso ha disminuido, razón por la cual las personas del las zonas urbanas se han
visto en la necesidad de incorporar a otros miembros de la familia en la actividad pro-
ductiva, así como también han modificado sus patrones de consumo.
En consecuencia con lo anterior, mediante al análisis del índice de Gini se corro-
boró que efectivamente el ingreso se esta concentrando en los deciles últimos, mien-
tras que el índice de desigualdad muestra la misma tendencia, los deciles últimos son
los que tienen una mayor concentración del ingreso, de ahí que los deciles de pobla-
ción con mayores ingresos no sólo concentran la mayoría del ingreso nacional sino
que históricamente han mostrado una mayor capacidad de ajuste ante las fluctuacio-
nes y crisis económicas de suerte tal que su alimentación no se ha visto afectada por
estos elementos, en cambio, la literatura de manera creciente, esta documentando
cambios en los patrones de consumo asociados con la publicidad y con la imposición y
adopción de hábitos de consumo globalizados, cuyo ejemplo más claro es la macdona-
lización.
En términos generales y considerando el consumo en gramos del maíz y trigo,
estos han aumentado a lo largo de la década pasada, en forma heterogénea y des-
igual, mientras que el frijol manifiesta una disminución casi generalizada.
3.1 ALGUNOS LINEAMIENTOS DE POLÍTICA ECONÓMICA
La autora Martínez (1999) menciona que para que este proceso no se acelere se
debe trabajar en forma conjunta en unas áreas que son básicas entre las cuales se en-
cuentran la generación de empleo productivo y el aumento de demanda en trabajos
menos calificados así como políticas para aumentar y mantener los ingresos de los
hogares pobres; en aspectos relacionados con la dinámica demográfica y en la amplia-
ción de la cobertura y calidad del sistema educacional pues entre más preparada se
encuentre la gente consumirá alimentos más nutritivos (Martínez, 1999:5).
80
La autora menciona que otra forma de solucionar el problema es mediante la re-
ducción del tamaño del hogar en una proporción bastante menor, y por consiguiente
los hogares pobres tendrán una mejor distribución del ingreso (Martínez, 1999:6).
En el documento del (2001) la autora Martínez comenta que según lo expuesto
en la cumbre mundial sobre la alimentación de 1996 y el documento sobre el derecho
a la alimentación (FAO, 2000), todas las personas tienen derecho de acceder a ali-
mentos sanos, tener una alimentación adecuada y no padecer hambre, lo que significa
que la oferta de alimentos debe ser adecuada, es decir, que los tipos de alimentos dis-
ponibles nacionalmente, en los mercados locales y, en los hogares, deben ser acepta-
bles ajustándose a la cultura alimentaría o dietética, de cada país o región
(Martínez,2001:11).
Sin embargo dicha oferta debe cubrir todas las necesidades de nutrición desde el
punto de vista de la cantidad (energía) y la calidad (proporcionar todos los nutrientes
esenciales, como vitaminas y yodo), además estos alimentos deben ser seguros
(inocuos), sin elementos tóxicos o contaminantes y de buena calidad, por ejemplo, tex-
tura y gusto (Martínez,2001:12).
Así mismo para que un individuo tenga una dieta sana y pueda cubrir sus necesi-
dades de nutrición, se recomienda una ingesta de calorías equivalente a 2,800 unida-
des, realizando actividades moderadas, si es mujer se recomienda una ingesta de
2,100 calorías con actividades moderadas, también se recomienda una ingesta de 80
gramos de proteínas para los hombres y 60 para las mujeres, se sugiere que la ingesta
de proteínas este compuesta por un 50% de origen animal y un 50% de origen vegetal,
asimismo se recomienda que el consumo de grasa oscile entre 30 a 50 gramos diarios
(Martínez,2001:12).
Para la población mexicana esto no representa un problema pues satisface los
requerimientos mínimos, solo que el problema es la concentración en pocos productos
como son: maíz, azúcar, trigo y leche los cuales aportan un 85.1% de los requerimien-
tos nutricionales (Martínez,2001:13).
81
Otro punto que la autora retoma, aunque no profundiza, es el de las mujeres con
un nivel de educación elevado, pues éstas cuando se casan muestran una fecundidad
menor por matrimonio, lo cual trae hogares mejor nutridos gracias a un mejor conoci-
miento de los alimentos y un tamaño menor de hogar (Martínez, 2001:19).
La autora también menciona que la FAO recomienda que para mejorar la sufi-
ciencia energética y la seguridad alimentaría de los hogares debe haber una redistribu-
ción del control sobre los ingresos y bienes en favor de las mujeres
(Martínez,2001:19).
Por su parte la autora López (2001) coincide con Martínez (1999) al señalar que
debe haber una reducción del tamaño de los hogares mexicanos y que debe haber
una responsabilidad económica equilibrada entre hombres y mujeres (López, 2001:13).
CONAPO (1999) menciona que una forma es mediante la reducción de los gas-
tos que realizan los hogares, pero esto puede influir en el bienestar de las personas
(CONAPO, 1999:152).
El Dr Bourges (1998) menciona que no se debe consumir los alimentos chatarra
en edad adulta, pues proporcionan demasiada energía; es preferible consumir alimen-
tos polisacáridos a la sacarosa, comer fibra (lo cual no es un problema en México por-
que su alimentación se basa en el frijol y en productos derivados del maíz), combinar
ácidos grasos mono y poliinsaturados, consumir bajas cantidades de colesterol, añadir
pequeñas cantidades de sacarosa y cloruro de sodio, incluir proteínas vegetales en las
proporciones mencionadas con anterioridad (Bourges, 1998:3).
Podemos ver que coincide con lo que menciona Martínez pues mencionan el tipo
de alimentos que se deben consumir y dan las características de cada uno lo cual re-
percute en una buena alimentación sin necesidad de recurrir a los alimentos chatarra,
además de estar de acuerdo en un consumo de alimentos variado, también tiene otra
coincidencia el Dr Bourges con la autora Martínez pues ambos enfatizan en la educa-
ción como una forma que evitara un consumo ascendente de este tipo de alimentos
(Bourges, 1998:4).
82
Maluf (1998) comenta que esto se puede disminuir si se disminuyen las desigual-
dades es decir acercar los que no tienen a los que tienen, para poder tener una equi-
dad social y no tener que recurrir por medios externos al horro monetario sacrificando
la alimentación (Maluf, 1998:7).
Menciona que esto se puede llevar acabo mediante tres argumentos. El primer de
ellos es un argumento de tipo ético-normativo, que se refiere al derecho humano de
estar adecuadamente alimentado, lo cual ha expuesto a todas las sociedades al reto
de asegurar, en forma permanente, el acceso adecuado (desde los puntos de vista
económico y nutricional) a los alimentos por parte de sus ciudadanos, el segundo argu-
mento, de tipo más económico, remite al rol central que tiene el sistema alimentario -es
decir, todo lo que se refiere a la producción, distribución y consumo de los alimentos
en la conformación y desempeño de las actividades económicas y el tercer argumento
es de tipo político y resulta de los anteriores, puesto que en su dimensión ética e im-
portancia económica, la cuestión alimentaría y los temas relacionados con ella han es-
tado, siempre en el centro de las acciones públicas, ya sea de los gobiernos o de las
organizaciones sociales (Maluf, 1998:7).
Para el gobierno de Guatemala (2000) el tamaño de la población es el que deter-
mina las necesidades de alimentación, pues si existen más bocas que alimentar debe
producirse o accederse a un mayor volumen de alimentos (Gobierno de Guatemala,
2000:9).
Pero como la producción de alimentos no se incrementa la gente no diversifica
sus alimentos de ahí que el 75% de las calorías proceden de hidratos de carbono
amiláceos como el maíz, el arroz, el trigo y los tubérculos, por lo que se recomienda
que la gente diversifique su alimentación combinándolo con alimentos de origen ani-
mal, el gobierno también recomienda tener un elevado nivel de educación lo cual con-
tribuirá a mejorar el comportamiento de las personas y familias en cuanto a una ali-
mentación adecuada, de acuerdo a la edad, estado fisiológico y requerimientos indivi-
duales (Gobierno de Guatemala, 2000:12).
83
Podemos ver que Martínez, Bourges y el Gobierno de Guatemala presentan coin-
ciden en la educación como factor que determinara las condiciones, forma y tipo de
alimentos que se acceden.
También se observan coincidencia con Martínez, Toussaint, Bourges, López y el
gobierno de Guatemala en el sentido de que el tamaño de los hogares es un factor de-
cisivo, pues de no disminuir el número de miembros de los hogares se tendrá que re-
currir al aumento de los alimentos lo cual resulta más costoso además de que esto nos
llevaría a que las personas continúen consumiendo alimentos poco nutritivos o que se
continué con la concentración de unos cuantos alimentos.
Toussaint (2000) menciona la conveniencia de desarrollar programas para preve-
nir la obesidad en los niños resultado del consumo excesivo de alimentos poco nutriti-
vos, concentrándose en la promoción de la actividad física y la educación (dieta co-
rrecta), la cual debe de llegar a padres y maestros, como a médicos y paramédicos,
para que sean capaces de prevenir, diagnosticar y de ser posible tratarla de una forma
adecuada (Toussaint, 2000:1).
Torres (2000) menciona que se debe multiplicar el rendimiento de los cultivos y
de la producción ganadera, mejorar los sistemas de almacenamiento y conservación
de alimentos, así como modernizar a niveles sin precedente los sistemas de distribu-
ción; de tal manera que no existe posibilidad alguna de que cualquier región pueda
quedar desabastecida si cuenta con las divisas suficientes para complementar las ne-
cesidades alimentarías de su población (Torres, 2000:2).
Lo anterior evitaría la escasez y problemas de mala alimentación y por consi-
guiente la gente tendría una diversificación de sus alimentos es decir, la gente podrá
consumir un 50% de alimentos de origen animal y 50% de origen vegetal.
Como se pudo ver los autores muestran coincidencias en señalar al disminuir el
tamaño del hogar las personas pueden acceder a niveles de educación más altos y
esto hará conciencia en que cierto tipo de alimentos que se deben consumir en menor
proporción, y esto podría llevar a una diversificación de los alimentos en donde las per-
84
sonas consuman lo que los nutriologos proponen es decir 50% de su consumo de ali-
mentos podría ser de origen animal y 50% de origen vegetal.
Estos lineamientos muestran coincidencia por parte de los economistas, nutriolo-
gos y gobiernos, pues si nos fuéramos por disminuir el gasto como menciona CONA-
PO en su documento de 1999 la gente, sin niveles adecuados de educación consumirá
productos a bajo costo los cuales en su mayoría son productos chatarra o poco nutriti-
vos.
BIBLIOGRAFÍA.
Aboites Gilberto, Martínez Francisco, Rodríguez Héctor (2003). Patrones de consumo alimentarios en los hogares de México, XXVII Aniversario de la carrera de inge-niero agrónomo en desarrollo rural. UAAAN, Departamento de Sociología octu-bre 22.
Agencia de Investigación de Mercados (2003). Niveles Socioeconómicos. México D.F a 16 de octubre, hoja web http://www.amai.org/nivel-e.shtml, consultada el 16 de octubre a las 11:30 AM.
Arroyo Pedro (1971). Aspectos socioeconómicos de los alimentos y la alimentación en México, Revista Comercio exterior,21 de agosto , pp. 675-686.
85
Banco Interamericano de Desarrollo (1998). El enfoque del Banco Interamericano de Desarrollo para reducir la pobreza. Abril de Departamento de Desarrollo Soste-nible del Banco Interamericano de Desarrollo, pp.1- 48.
Barkin David (2003). La soberanía alimentaría: el quehacer del campesino mexicano, Estudios agrarios, Revista de la procuraduría agraria, pp.35-61.
Barrón María (2003), el programa nacional con jornaleros agrícolas: una evaluación, Comercio exterior, vol 53, núm 2, febrero, pp.150-158.
Bassols Batalla Ángel (1963). La planeación regional de México, México, Vol. XIII, núm. 5, mayo, y la división económica regional de México, UNAM,1967.
Boisiel Sergio (2001).Sociedad del conocimiento social y gestión territorial, Comunica-ción personal, junio, sboisier@interactive.el, pp. 29-31.
Boltvinik Julio(1998). Lucha contra los pobres, la jornada, hoja web http://www.jornada.unam.mx/1998/nov98/981106/boltvinik.html consultada el 15 de junio del 2004 a las 21:10.
Boltvinik Julio (2003) “Tipología de los métodos de medición de la pobreza”. Los méto-dos combinados. Revista: Comercio Exterior, vol. 53, núm. 5, mayo, pp. 453-465.
Bourges H., A. Chávez & P. Arroyo (1981). Recomendaciones de nutrimentos para la población mexicana(publicación L-16), División de Nutrición , Instituto nacional de Nutrición, pp. 5.
Bourges Rodríguez Héctor, (1988). Consideraciones sobre el panorama de la nutrición en México, Primer Simposium sobre investigación en alimentos y nutrición en Tamaulipas, Instituto de Ecología y Alimentos. Cd. Victoria, Tam., diciembre 7, 8 y 9 hoja web Indices de la Revista Biotamhttp://ecologia.uat.mx/biotam/v1n1/art1.html, consultada el 15 de junio del 2004, a las 19:09.
Camberos Mario (2001) , Capacidad de consumo y bienestar de los hogares de Méxi-co y de la frontera norte, Comercio Exterior, marzo del, pp. 203-210.
Casanueva Esther (2003). Estado de nutrición de los habitantes de la ciudad de Méxi-co en la década de los cuarenta, Cuadernos de nutrición, vol. 26, núm, 5, sep-tiembre octubre, pp. 213-220.
Castañón Rosario(2003). Estructura y perspectivas de la industria de alimentos en México, Comercio Exterior, vol. 53, núm 2, febrero del, pp. 114-127.
CONAPO (1999). El ingreso de los hogares en México: una visión de dos décadas, CONAPO, pp.151-159.
Cruz Antimio (2003) Recomiendan bancos de germoplasma como alternativa para fu-turos retos agrícolas o ambientales, Mural, hoja web http://www.mural.com/ciencia/articulo/305950/ consultada el 10 de junio del 2004 a las 19:38.
Cuadernos de Nutrición (2003). Hacia la candidatura ante la UNESCO para la procla-mación de la cocina mexicana como patrimonio oral e inmaterial de la humani-dad, 4to Congreso Sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en Améri-ca latina y el Caribe 22 de octubre, México Cuadernos de Nutrición, vol. 26, núm. 2, marzo abril, pp.79-80.
Dávila Alejandro (2003). Geográfica :Los agrupamientos económicos del sector indus-trial en México. hoja Web http://www.cise.uadec.mx/estudio1.pdf, consultada el lunes 27 a las 19:00.
Davila Flores Alejandro (2003). Matriz de insumo-producto de la economía de Coahuila
86
87
serpiente.dgsca.unam.mx/rompan/50/rf50b.html consultada el 15 de junio del 2004 a las 19:30.
Humboldt Alexander (1970). Ensayo político de la nueva España, segundo libro, tomo 2, Robredo México, pp. 23.
Iturriaga Yuriria (2002). Gastronomía mexicana patrimonio de la humanidad, Cuader-nos de nutrición, la jornada, lunes 25 de febrero , pp. 81-87.
Juárez Sánchez Laura (2001). Inseguridad alimentaría, patrones de consumo y sala-rios, Julio, hoja web www.uom.edu.mx/trabajadores/27laura.htm - 36k consulta-da el 9 de abril del 2004 a las 16:00.
Kaufer Horwitz Martha (1995) Alimentación y Nutrición en México en Rubio, Luis, Artu-ro Fernández (eds.) México a la hora del cambio México Editorial Cal y Arena, Centro de Investigación para el Desarrollo, A. C. Julio, hoja web http://www.cidac.org/libroscidac/mexico-cambio/Cap-18.PDF consultada el 25 de no-viembre a las 16:00.
Livas Raúl (1998). Niveles de ingreso y alimentación en México” Comercio Exterior, vol. 38, núm. 9, México, septiembre de, pp. 830-839.
Long Janet (2003). La riqueza culinaria del altiplano mexicano, cuadernos de nutrición, vol. 26, núm 4, julio agosto, pp.173-175.
López Ramírez Adriana (2001). El perfil sociodemográfico de los hogares en México 1976-1997, CONAPO, pp.18-20.
Macias Huerta Ma. del Carmen ( 2003). Cambio de hábitos de consumo femenino en la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco, México. hoja web http://sincronia.cucsh.udg.mx/huertaprim03.htm#_edn9 consultada el 15 de junio del 2004, a las 18:09.
Maluf Renato (1998). Diversidad, desigualdades y la cuestión alimentaría, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788], num, 25, hoja web http://www.ub.es/geocrit/sn-25.htm, consultada el 15 de junio del 2004 a las 20:02, pp.4-7.
Martínez Jasso Irma (1999). Tendencias recientes de la distribución del ingreso en el AMM, Entorno Económico, vol XXXVII, num, 220, pp. 5-8.
Martínez Jasso Irma, Villezca Becerra Pedro A (2000). La alimentación en México: un estudio a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, Datos hechos y lugares, pp. 26-37.
Martínez Jasso Irma (2001). La disponibilidad de alimentos en México. Las hojas de balance alimentario de la FAO, Entorno Económico, vol XXXIX, num, 23, pp. 11-19.
Medina Fernando (2001). Consideraciones sobre el índice de Gini para medir la con-centración del ingreso, División de Estadística y Proyecciones Económicas CE-PAL, Santiago de Chile, marzo, pp. 2-43.
Molina Juan (2003). Cultura y alimentación, Cuadernos de nutrición, vol. 26, núm. 2, marzo abril del, pp. 60-67.
Nicholson Walter (2002). Teoría microeconómica; principios básicos y aplicaciones, McGraw-Hill, pp. 90-91.
Organisation for economic Co-operation and development (OECD) 2001,OECDTerritorial Outlook, Ed. OECD, pp. 133-221.
Organización para la cooperación y el desarrollo económico(2003), Estudio Territorial
88
de México, 2002, hoja Web, http://www.oecd.org/dataoecd/24/61/1957257.pdf, consultada el lunes 27 a las 19:22.
Secretaria de Economía, Dr Alejandro Davila (2003), Sistema de información, Saltillo, CISE.
SEDESOL Notimex (2002). Importantes la alimentación y transporte para hogares po-bres, Sedesol, miércoles 12 de marzo del, pp. 1-2.
SEDESOL (2002). Pobreza alimentaría, SEDESOL hoja web www.sedesol.gob.mx/prensa/entrevistas/e_20030130_1.htm, consultada el 10 de junio del 2004 a las 19:30.
Sierra Olga A (2002), Patrones de consumo y hábitos de consumo en Baja California, Comercio Exterior, vol 52, núm 8, agosto , pp. 701-708.
Spengler Oswaldo(1920). Untergangdes abendlandes, Munich, I, pp. 41-45. Stanton William J (1997). Fundamentos de marketing, México, 10Ed, Mc Graw-Hill, p.
200. Székely Miguel( 2003). Es posible un México con menor pobreza y desigualdad, SE-
DESOL, octubre, pp. 5-41. Téllez Atonal María de los Ángeles (2000). Los hogares en el Censo del 2000, Datos
hechos y lugares, análisis, pp. 35-42. Torres Felipe(1994). El consumo de tortilla como reflejo de la crisis alimentaría en la
zmcm, Momento Económico, Instituto de investigaciones Económicas, Ciudad Universitaria hoja web http://ladb.unm.edu/econ/content/momeco/1994/january/consumo.html consultada el 15 de junio del 2004 a las 10:18.
Torres Felipe (2000). Alimentación y economía en México: disyuntivas del tercer mile-nio, Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, pp.1-7.
Toussaint M Georgina (2000). Patrones de dieta y actividad física en la patogénesis de la obesidad en el escolar urbano, Bol Med Hosp Infant Méx, vol, 57(11), pp. 650-662.
Trapanga Delfín (2001).La agricultura Estadounidense de toque del comercio agrícola internacional, disco compacto, seminario de economía agrícola del tercer mun-do, universidad autónoma de México, instituto de investigaciones económicas, pp. 1-17.
Valle Suzana (2001). La dimensión de entorno en la construcción de la sostenibilidad institucional, servicio internacional para la investigación agrícola nacional, mayo, pp. 2.
Varian Harl R (1996) Microeconomía Intermedia, Antoni Bosch editor, pp.99-119. Vázquez Delgado Blanca Delia y Palomares León Humberto (2002). Condiciones del
consumo e ingreso de la población de Piedras Negras, Coahuila, El Colegio de la Frontera Norte, num, 32, pp. 140-163.
Villareal Diana (2003), Plan nacional de Desarrollo 2001-2006 y la política de ordena-ción del territorio,, hoja Web http://prodeco.xoc.uam.mx/libros/2002/uno/pdf/02-1-04.pdf, consultada el lunes 27 a las 19:10.
Villezca Becerra, Martínez Jasso (1999) Efecto de factores socioeconómicos sobre los gastos de consumo en alimentos para familias del área metropolitana e
Wallace, Henry A. y William L. Brown (1956), Corn and Early Fathers, East Lansing, Michigan State University Press, pp.14.
Weatherwax, Paul (1954), Indian Corn in old America, Mc Millan Company, Nueva
89
York, EUA, pp. 206. Weber Alfred (1969). Historia de la cultura, México, editorial Fondo de cultura económi-
ca, pp. 9-342. Zubirán Salvador (1964). El papel de la industria en la nutrición, Instituto Nacional de la
Investigación Científica, México, pp. 676-683.
ANEXOS
Población Urbana-Rural
0
10000000
20000000
30000000
40000000
50000000
60000000
70000000
80000000
190
0
191
0
192
1
193
0
194
0
195
0
196
0
197
0
198
0
199
0
199
5
200
0
Años-Censados
Po
bla
ció
n
Urbana Rural
Fuente: Elaboración propia a partir de las Estadísticas Históricas de INEGI y de anuario estadístico INEGI.
Población Urbana y Rural (Hombres y
Mujeres)
0
5000000
10000000
15000000
20000000
25000000
30000000
35000000
40000000
191
0
192
1
193
0
194
0
195
0
196
0
197
0
198
0
199
0
199
5
200
0
Años-censados
Po
bla
ció
n
Urbano-mujeres
Urbanohombres
Rural-mujeres
Rural-hombres
Fuente: Elaboración propia a partir de las Estadísticas Históricas de INEGI y de anuario estadístico INEGI.
91
GRAFICA 1a
Auto
r T
em
a
Auto
r T
em
a
Auto
r T
em
a
Auto
r T
em
a
Auto
r T
em
a
Ju
lio
Bo
lvi-
nic
k
Ingre
so,
info
r-m
ació
n
Kau
fer
Nutr
i-ció
n,A
liment
ació
n,
des-
nutr
ició
n
To
rres
Patr
ones d
e
consum
o
Bark
in
Ante
ce
de
nte
s
his
toricos e
info
r-m
ació
n s
obre
las
tend
encia
s
de los
alim
ento
s
Mo
lin
a
Cultura
, A
li-m
enta
ció
n
Cam
bero
s
Ingre
so,
info
r-m
ació
n
Ch
av
ez
Nutr
i-ció
n,A
liment
ació
n,
des-
nutr
ició
n
Arr
oyo
P
atr
ones d
e
consum
o
Lo
ng
A
nte
ce
de
nte
s
his
toricos e
info
r-m
ació
n s
obre
las
tend
encia
s
de los
alim
ento
s
Itu
rria
ga
C
ultura
, A
li-m
enta
ció
n
Ag
en
cia
de
inv
esti
gació
n
de m
erc
ad
os
Ingre
so
C
op
lam
ar
Nutr
i-ció
n,A
liment
ació
n,
des-
nutr
ició
n
Weath
erw
ax
P
atr
ones d
e
consum
o
Sera
s
Ante
ce
de
nte
s
his
toricos e
info
r-m
ació
n s
obre
las
tend
encia
s
de los
alim
ento
s
Alf
red
Web
er
Cultura
Sec
reta
ria d
e
desarr
ollo
so
-cia
l
Ingre
so
L
ivas
Nutr
i-ció
n,A
liment
ació
n,
des-
nutr
ició
n
De R
eg
el
Patr
ones d
e
consum
o
Info
rme d
e
Go
bie
rno
2001
Ante
ce
de
nte
s
his
toricos e
info
r-m
ació
n s
obre
las
tend
encia
s
de los
alim
ento
s
No
rbert
Elia
s C
ultura
Org
an
izació
n
para
la c
oo
pe-
ració
n y
el
desarr
ollo
eco
nó
mic
o
Ingre
so
Z
ub
irán
N
utr
i-ció
n,A
liment
ació
n,
des-
nutr
ició
n
De la R
iva
P
atr
ones d
e
consum
o
Fri
stc
he
r A
nte
ce
de
nte
s
his
toricos e
info
r-m
ació
n s
obre
las
tend
encia
s
de los
alim
ento
s
Bo
isie
l C
ultura
Ale
jan
dro
Da-
vila
Info
rmació
n
Hu
mb
old
t A
limenta
ció
n S
ierr
a
Patr
ones d
e
consum
o
Sch
wen
te-
siu
s
Ante
ce
de
nte
s
his
toricos
William
C
ultura
Casan
uev
a
Ingre
so
B
ou
rges
A
limenta
ció
n C
asta
ño
n
Patr
ones d
e
consum
o
Sec
reta
ria d
e
desarr
ollo
so
cia
l
Ante
ce
de
nte
s
his
toricos
Vall
e
Cultura
Basso
ls
Def,
de r
eg
ion
geoeco
nom
ica
Ab
oit
es
P
atr
ones d
e
consum
o
Cu
ad
ern
os
de n
utr
ició
n
Cultura
, A
li-m
enta
ció
n
Villa
real
Regio
na
lizació
n
Tra
pag
a
Ingre
sos
Garc
ía
Gasto
Lao
s
Info
rmació
n
CU
AD
RO
1a
E
sta
do
de
l a
rte
92
Niv
el
eco
nó
mic
o
Estr
ato
E
co
nó
mi-
co
Perf
il e
du
-cati
vo
del
jefe
de f
a-
milia
Acti
vid
ad
q
ue r
ea
liza e
l je
fe d
e f
am
i-lia
Perf
il
del h
og
ar
Per
sonas
co
n
las
que
cuenta
el a
ma
de
casa
Cole
gio
s a
lo
s q
ue
asis
ten los
hijo
s
Art
ícu
los
po
see
q
ue
S
erv
icio
s
Div
ers
ion
es
/P
as
ati
em
po
s In
gre
-so
m
en
-su
al
A/B
C
on
tien
e a
la
po
bla
ció
n
con
el
más
alto
niv
el d
e
vid
a e
ingre
-
sos
del
paí
s.
Tie
ne
en p
ro-
med
io u
n
niv
el e
du
cati
-
vo
de
Lic
en-
ciat
ura
o m
a-
yo
r
Ocu
pac
ion
es:
se
des
emp
eñan
com
o g
ran
des
o
med
ian
os
emp
re-
sari
os,
com
o g
e-
ren
tes,
dir
ecto
res
o d
esta
cad
os
pro
fesi
on
ista
s
So
n c
asas
o d
epar
ta-
men
tos
pro
pio
s
de
lujo
.
Cu
enta
n
con
al m
eno
s tr
es o
cuat
ro r
ecám
a-
ras,
do
s o
tre
s
bañ
os,
sal
a,
com
edo
r, a
nte
-
com
edo
r, c
oci
-
na,
cu
arto
de
Cu
enta
n c
on
un
a
o m
ás p
erso
nas
de
pla
nta
a s
u
serv
icio
, y u
na
más
de
entr
ada
po
r sa
lid
a
Asi
sten
a l
os
cole
gio
s p
ri-
vad
os
más
caro
s o
re-
no
mb
rad
os
del
paí
s, o
bie
n a
cole
gio
s d
el
extr
anje
ro
La
fam
ilia
po
-
see
auto
mó
vil
del
añ
o,
algu
-
nas
vec
es d
e
lujo
o i
mp
ort
a-
do
s, y
tie
nd
en a
rota
r su
s au
tos
con
per
iod
ici-
Tie
-
nen
al
men
os
do
s
apar
a-
tos
tele
-
fón
ico
s
Ser
vic
ios
ban
ca-
rio
s, e
stas
per
so-
nas
po
seen
al
men
os
un
a cu
en-
ta d
e ch
equ
es
(usu
alm
ente
del
jefe
de
fam
ilia
),
y t
ien
en m
ás d
e
Asi
sten
no
rmal
-
men
te a
clu
bes
pri
va-
do
s,vis
itan
do
al
men
os
un
a vez
al a
ño
el
extr
an-
jero
, y v
aria
s
vec
es v
acac
io-
Al
menos
$48,0
00.0
0 .
C+
C
on
tien
e a
la
po
bla
ció
n
con
in
gre
sos
o n
ivel
de
vid
a li
ger
a-
men
te s
up
e-
rio
r al
med
io
Tie
ne
un
niv
el
edu
cati
vo
de
Lic
enci
atu
ra,
mu
y p
oca
s
vec
es c
uen
tan
sola
men
te c
on
edu
caci
ón
Ocu
pac
ion
es:
emp
resa
rio
s d
e
com
pañ
ías
pe-
qu
eñas
o m
edia
-
nas
, ger
ente
s o
ejec
uti
vo
s se
cun
-
dar
ios
en e
mp
re-
So
n c
asas
o d
epar
ta-
men
tos
pro
pio
s
Cu
enta
n c
on
do
s o
tre
s 3
recá
mar
as,
un
o
o d
os
bañ
os,
sala
, co
med
or,
coci
na,
un
estu
dio
o s
ala
Un
o d
e ca
da
do
s
ho
gar
es (
o m
e-
no
s),
cuen
ta c
on
serv
idu
mb
re.
So
n e
du
cado
s
en p
rim
aria
s y
secu
nd
aria
s
par
ticu
lare
s, y
con
gra
nd
es
esfu
erzo
s
term
inan
su
Po
seen
au
to-
mó
vil
, au
nq
ue
no
tan
lu
joso
Al
men
os
do
s
apar
a-
tos
tele
-
fón
ico
s
Ser
vic
ios
ban
ca-
rio
s po
seen
un
par
de
tarj
etas
de
créd
ito
, en
su
may
orí
a n
acio
-
nal
es,
aunq
ue
pu
eden
ten
er u
na
Asi
sten
a c
lub
es
pri
vad
os,
sie
nd
o
ésto
s u
n i
mp
or-
tan
te e
lem
ento
de
con
viv
enci
a
so-
cial
,vac
acio
nan
Var
ía
des
de
$19,2
00.0
0
has
ta
$48,0
00.0
0
.
C
Co
nti
ene
a la
po
bla
ció
n
con
in
gre
sos
o n
ivel
de
vid
a m
edio
.
Tie
ne
un
niv
el
edu
cati
vo
de
Pre
par
ato
ria.
Ocu
pac
io-
nes
:peq
ueñ
os
com
erci
ante
s,
emp
lead
os
de
go
bie
rno,
ven
de-
do
res,
mae
stro
s
So
n c
asas
o d
epar
ta-
men
tos
pro
pio
s o
ren
tad
os
Cu
enta
n c
on
do
s re
cám
aras
en p
rom
edio
,
un
bañ
o,
sala
,
com
edo
r, y
coci
na.
No t
iene
n
Alg
un
as v
e-
ces,
lle
gan
a
real
izar
su
edu
caci
ón
bás
ica
(pri
mar
ia -
Po
seen
un
au
to-
mó
vil
par
a to
da
la f
amil
ia,
com
-
pac
to o
au
ster
o
y n
o d
e m
od
elo
reci
ente
Un
apar
ato
tele
-
fón
ico
,
equ
ipo
mo
du
-
Ser
vic
ios
ban
ca-
rio
s al
gu
no
s
po
seen
tar
jeta
s
de
créd
ito
nac
io-
nal
es y
es
po
co
com
ún
qu
e u
sen
Des
taca
n e
l ci
ne,
par
qu
es p
úbli
cos
y e
ven
tos
mu
si-
cale
s,vac
acio
nan
en e
l in
teri
or
del
paí
s, a
pro
xim
a-
Var
ía
des
de
$6,4
00.0
0
has
ta
$19,2
00.0
0
.
D+
C
on
tien
e a
la
po
bla
ció
n
con
in
gre
sos
o n
ivel
de
vid
a li
ger
a-
men
te p
or
Tie
ne
un
niv
el
edu
cati
vo
de
secu
nd
aria
o
pri
mar
ia c
om
-
ple
ta.
Ocu
pac
ion
es:
se
encu
entr
an t
axis
-
tas,
co
mer
cian
tes
fijo
s o
am
bu
lan
-
tes,
ch
ofe
res
de
casa
s, m
ensa
je-
Lo
s h
oga-
res
de
las
per
son
as
en s
u
may
orí
a,
de
su
Cu
enta
n c
on
un
a o d
os
reca
-
mar
as,
un
bañ
o, sa
la-
com
edo
r, y
coci
na.
No
tie
nen
A
sist
en a
escu
elas
pu
-
bli
cas
No
po
seen
auto
mó
vil
pro
-
pio
, u
tili
zan
do
los
med
ios
de
tran
spo
rte
pú
bli
co p
ara
Un
apar
ato
tele
-
fón
ico
,
un
tele
vi-
So
n e
scas
os
y s
e
rem
iten
bás
ica-
men
te a
cu
enta
s
de
aho
rro
s,
cuen
tas
o t
arje
-
tas
de
déb
ito
y
Asi
sten
a s
ho
ws
org
aniz
ado
s po
r
la D
eleg
ació
n y
/
o p
or
el g
ob
ier-
no
, ta
mb
ién
uti
liza
n l
os
ser-
Var
ia d
e
$4,0
00.0
0
a $6,4
00.0
0
D
Co
nti
ene
a la
po
bla
ció
n
con
in
gre
sos
o n
ivel
de
Tie
ne
un
niv
el
edu
cati
vo
de
Pri
mar
ia,
(co
mp
leta
en
Ocu
pac
ion
eso
-
bre
ros,
em
ple
a-
do
s d
e m
ante
ni-
mie
nto
, em
ple
a-
So
n i
n-
mu
eble
s
pro
pio
s o
ren
tad
o
Cu
enta
n ú
nic
a-
men
te c
on
un
a
recá
mar
a, u
n
bañ
o, sa
la-
No
tie
nen
A
sist
en a
escu
elas
pu
-
bli
cas
suel
en d
esp
la-
zars
e p
or
med
io
de
tran
spo
rte
pú
bli
co, y s
i
Cu
enta
con
un
tele
vi-
sor,
No
po
seen
nin
gún
tip
o d
e
inst
rum
ento
ban
cari
o.
Asi
sten
a p
ar-
qu
es p
úb
lico
s y
esp
orá
dic
amen
te
a p
arq
ues
de
Var
ia d
e
$1,6
00.0
0
a $4,0
00.0
0
E
Co
nti
ene
a la
gen
te c
on
Tie
nen
un
niv
eled
uca
tivo
Ocu
pac
ion
esti
ene
sub
emp
leo
s o
No
po
se-
en u
n
Su
s viv
ien
das
po
seen
do
s
No
tie
nen
D
ifíc
ilm
ente
sus
hij
os
asis
-
Se
des
pla
zan
po
r m
edio
de
Só
lo
do
s d
e
No
cu
enta
con
nin
gún
ser
vic
io
Su
div
ersi
ón
es
bás
icam
ente
la
Es
menor
a
$1,6
00.0
0.
CU
AD
RO
2a
B
ien
es
y s
erv
icio
s u
sa
do
s p
ara
de
term
ina
r e
l in
gre
so
ap
rox
imad
o d
e l
as
fam
ilia
s
93
94
95
DE
CI-
LE
S
ALIM
EN
-T
OS
BE
-B
IDA
S Y
T
AB
AC
O T
RA
NS
-P
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
RE
-C
RE
AC
IÓ
N
CO
MU
NI-
CA
CIO
NE
S Y
S
ER
VI-
CIO
S
PA
RA
V
EH
ICU
-LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓ
N
PR
EN
-D
AS
D
E
VE
S-
TIR
, C
AL-
ZA
DO
Y
AC
-C
ES
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
NC
OS
Y
UT
EN
SI-
LIO
S D
O-
ME
ST
ICO
S
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y
MA
NT
E-
NIM
IEN
TO
DE
LA
V
IVIE
N-
DA
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E O
TR
OS
G
AS
-T
OS
1
4.0
31
0.4
01
0.6
53
0.5
34
0.9
28
0.8
23
0.8
23
0.9
22
0.1
27
0.3
06
0.2
63
0.2
17
0.2
17
0.4
11
2
3.8
02
0.3
83
0.5
79
0.4
77
0.7
42
0.4
24
0.6
83
0.8
64
0.1
19
0.3
24
0.2
61
0.1
65
0.1
65
0.5
28
3
5.4
97
0.7
87
0.7
58
0.6
10
1.7
23
0.9
10
0.9
10
1.2
47
0.1
28
0.5
34
0.2
45
0.2
06
0.2
06
0.6
81
4
3.9
25
0.4
39
0.5
11
0.3
36
0.5
77
0.4
34
0.4
34
0.6
93
0.0
82
0.2
23
0.1
19
0.1
39
0.1
39
0.2
60
5
5.3
50
0.7
89
0.7
56
0.5
50
1.7
48
0.8
70
0.8
70
1.2
38
0.1
51
0.4
43
0.2
24
0.2
69
0.2
69
0.7
03
6
4.1
02
0.5
48
0.5
39
0.4
04
0.8
78
0.5
49
0.5
49
0.8
24
0.1
31
0.4
23
0.1
33
0.1
38
0.1
38
0.4
45
7
3.2
96
0.4
54
0.5
17
0.3
60
0.8
67
0.4
84
0.4
84
0.7
51
0.1
01
0.2
11
0.1
91
0.1
46
0.1
46
0.3
99
8
3.9
07
0.5
14
0.5
29
0.4
46
0.8
18
0.5
58
0.5
58
0.9
26
0.1
26
0.3
14
0.2
16
0.1
93
0.1
93
0.5
39
9
3.1
42
0.5
59
0.3
96
0.3
11
0.6
43
0.3
68
0.3
68
0.6
68
0.0
79
0.2
56
0.2
16
0.1
07
0.1
07
0.4
68
10
3.4
23
0.5
20
0.4
43
0.2
98
0.6
16
0.3
37
0.6
75
0.7
33
0.0
79
0.4
19
0.2
75
0.1
28
0.1
28
0.3
35
40.4
75
5.3
94
5.6
82
4.3
26
9.5
41
5.7
58
6.3
54
8.8
65
1.1
24
3.4
53
2.1
43
1.7
07
1.7
07
4.7
68
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
199
2
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
2
CU
AD
RO
5a
96
DE
CI-
LE
S
ALIM
EN
-T
OS
BE
-B
IDA
S Y
T
AB
AC
O T
RA
NS
-P
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CIO
NE
S Y
S
ER
VI-
CIO
S
PA
RA
V
EH
ICU
-LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S
DE
C
ON
-S
ER
VA
CIÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y M
AN
-T
EN
IMIE
NT
O D
E
LA
VI-
VIE
ND
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E O
TR
OS
G
AS
TO
S
1
3.6
45
0.3
53
0.6
03
0.5
40
0.9
35
0.9
35
1.1
76
0.8
41
0.0
97
0.4
34
0.5
36
0.1
18
0.4
15
0.5
77
2
2.7
90
0.3
74
0.5
59
0.4
51
0.8
35
0.8
35
0.7
43
0.6
86
0.0
99
0.3
86
0.5
01
0.1
35
0.4
77
0.5
24
3
4.1
38
0.5
06
0.7
90
0.5
34
1.7
78
1.7
78
1.4
22
0.8
93
0.0
91
0.4
57
0.3
94
0.1
41
0.3
96
0.4
83
4
4.1
51
0.4
97
0.7
14
0.5
25
1.2
57
1.2
57
1.1
73
1.0
40
0.1
04
0.4
08
0.3
48
0.1
60
0.5
55
0.3
94
5
3.5
08
0.5
13
0.5
26
0.3
97
1.4
32
1.4
32
0.9
65
0.7
86
0.0
77
0.3
21
0.2
50
0.1
19
0.4
54
0.4
42
6
3.4
22
0.5
52
0.5
11
0.3
96
0.7
14
0.7
14
0.8
82
0.7
00
0.0
78
0.3
83
0.3
53
0.0
88
0.1
78
0.3
46
7
2.8
14
0.4
39
0.4
77
0.3
31
0.8
41
0.8
41
0.7
81
0.5
93
0.0
78
0.2
81
0.3
29
0.0
92
0.3
00
0.3
77
8
2.7
90
0.4
28
0.3
96
0.3
16
0.5
88
0.5
88
0.5
88
0.5
56
0.0
68
0.3
47
0.3
01
0.0
92
0.3
14
0.3
11
9
2.8
98
0.4
76
0.4
61
0.4
00
0.6
37
0.6
37
0.8
29
0.6
34
0.0
66
0.2
54
0.3
78
0.1
02
0.2
88
0.4
33
10
2.8
24
0.4
51
0.4
53
0.3
08
0.5
88
0.5
88
0.6
00
0.5
59
0.0
71
0.2
67
0.3
53
0.0
81
0.2
96
0.2
91
32.9
78
4.5
90
5.4
89
4.1
98
9.6
05
9.6
05
9.1
59
7.2
89
0.8
29
3.5
37
3.7
44
1.1
27
3.6
72
4.1
78
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
199
4
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
4
CU
AD
RO
6a
97
DE
CI-
LE
S
ALIM
EN
-T
OS
BE
-B
IDA
S Y
T
AB
AC
O T
RA
NS
-P
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CIO
NE
S Y
S
ER
VI-
CIO
S
PA
RA
V
EH
ICU
-LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
NS
ER
-V
AC
IÓN
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S D
O-
ME
ST
ICO
S
CU
IDA
-D
OS
D
E L
A
SA
LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y M
AN
-T
EN
IMIE
NT
O D
E
LA
VI-
VIE
ND
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
1
3.9
37
0.4
71
0.5
90
0.5
23
0.9
96
0.8
44
0.9
94
0.6
90
0.0
78
0.2
95
0.3
79
0.0
80
0.4
71
0.4
78
2
3.7
87
0.3
81
0.5
43
0.4
99
1.0
43
0.6
49
0.9
25
0.6
51
0.0
60
0.2
26
0.3
48
0.0
89
0.3
81
0.3
42
3
4.3
38
0.3
46
0.7
13
0.5
61
1.4
74
1.0
56
1.4
56
0.8
11
0.0
55
0.3
54
0.2
70
0.0
68
0.3
46
0.4
96
4
3.6
52
0.2
30
0.4
89
0.3
82
0.6
45
0.4
72
0.8
12
0.5
22
0.0
60
0.3
05
0.3
02
0.0
63
0.2
30
0.2
45
5
3.3
84
0.2
80
0.4
76
0.3
81
1.0
71
0.6
23
0.8
43
0.5
54
0.0
46
0.3
97
0.2
43
0.0
66
0.2
80
0.4
02
6
3.6
41
0.4
16
0.5
52
0.4
08
0.8
28
0.5
88
0.8
85
0.7
12
0.0
76
0.4
29
0.3
95
0.0
83
0.4
16
0.4
03
7
3.0
32
0.2
85
0.4
62
0.3
28
0.7
87
0.3
82
0.6
38
0.5
36
0.0
55
0.2
97
0.2
82
0.0
79
0.2
85
0.3
12
8
3.5
76
0.5
38
0.5
26
0.4
96
1.0
88
0.7
18
1.0
02
0.6
73
0.0
79
0.2
92
0.4
02
0.0
82
0.5
38
0.4
73
9
3.3
18
0.4
04
0.5
19
0.4
72
0.8
07
0.5
31
0.7
88
0.6
46
0.0
52
0.3
14
0.2
89
0.0
60
0.4
04
0.6
28
10
4.1
29
1.8
11
0.5
56
0.4
57
1.3
43
0.6
50
1.0
55
0.6
37
0.0
59
0.4
17
0.2
88
0.0
58
0.3
28
0.3
61
36.7
93
5.1
62
5.4
25
4.5
07
10.0
82
6.5
13
9.3
99
6.4
32
0.6
19
3.3
25
3.1
98
0.7
27
3.6
79
4.1
39
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
199
6
Fu
en
te:
Ela
bo
ració
n p
rop
ia c
on
ba
se e
n l
a E
NIG
H 1
996
CU
AD
RO
7a
98
DE
CI-
LE
S
ALIM
EN
-T
OS
BE
-B
IDA
S Y
T
AB
AC
O T
RA
NS
-P
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
RV
I-C
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓN
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
AD
O
Y A
CC
E-
SO
RIO
S
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y M
AN
-T
EN
IMIE
NT
O D
E
LA
VI-
VIE
ND
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E O
TR
OS
G
AS
-T
OS
1
3.5
68
0.2
82
0.5
98
0.5
38
1.1
15
0.9
16
0.9
17
0.7
46
0.0
78
0.2
95
0.3
89
0.1
27
0.5
52
0.5
59
2
3.2
82
0.3
70
0.5
03
0.4
58
0.8
16
0.7
04
0.8
82
0.6
73
0.1
02
0.2
42
0.3
10
0.1
25
0.5
59
0.3
09
3
4.5
24
0.6
32
0.8
46
0.5
86
1.6
68
1.1
59
1.6
88
0.7
92
0.0
97
0.3
76
0.2
69
0.1
04
0.4
02
0.4
28
4
8.0
13
0.3
75
0.5
22
0.4
37
0.9
24
0.5
14
0.9
17
0.6
63
0.0
90
0.3
39
0.2
77
0.1
12
0.4
14
0.3
44
5
3.1
84
0.4
63
0.4
66
0.3
75
0.8
21
0.5
37
0.6
70
0.6
53
0.0
86
0.4
86
0.3
22
0.1
18
0.6
31
0.4
26
6
3.2
05
0.4
29
0.5
20
0.3
89
0.9
10
0.6
10
0.7
89
0.6
07
0.0
81
0.3
99
0.5
47
0.1
13
0.5
82
0.5
40
7
2.7
06
0.4
08
0.3
89
0.3
09
0.6
63
0.3
78
0.5
37
0.5
49
0.0
69
0.2
48
0.2
58
0.0
92
0.1
89
0.3
32
8
2.8
66
0.3
41
0.4
57
0.4
12
0.6
75
0.5
80
0.7
81
0.5
71
0.0
74
0.1
91
0.3
06
0.0
67
0.2
49
0.2
88
9
2.7
80
0.3
97
0.4
29
0.3
58
0.6
76
0.4
61
0.7
06
0.4
77
0.0
58
0.2
61
0.3
39
0.0
70
0.2
90
0.3
42
10
3.7
31
0.7
82
0.5
21
0.4
89
1.1
35
0.7
34
1.0
24
0.7
68
0.1
15
0.3
29
0.4
08
0.1
48
0.3
60
0.3
40
37.8
61
4.4
79
5.2
49
4.3
52
9.4
04
6.5
92
8.9
11
6.5
00
0.8
49
3.1
64
3.4
26
1.0
77
4.2
28
3.9
07
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
199
8
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
8
CU
AD
RO
8a
99
DE
CI-
LE
S
ALI-
ME
NT
OS
BE
BI-
DA
S Y
T
AB
A-
CO
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
RE
-C
RE
AC
IÓ
N
CO
MU
-N
ICA
CIO
NE
S Y
S
ER
VI-
CIO
S
PA
RA
V
EH
ICU
-LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓN
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y
MA
NT
E-
NIM
IEN
TO
DE
LA
V
IVIE
N-
DA
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
RC
I-M
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S G
AS
-T
OS
1
4.0
26
0.4
00
0.7
02
0.6
84
1.6
40
1.2
21
1.1
27
0.8
89
0.1
07
0.4
73
0.3
88
0.1
22
0.6
59
0.5
70
2
2.7
36
0.3
36
0.5
45
0.4
25
1.0
83
0.6
46
0.8
03
0.6
59
0.1
04
0.2
77
0.3
10
0.1
16
0.1
74
0.3
96
3
3.6
91
0.4
99
0.7
67
0.5
33
1.7
94
1.0
56
1.0
64
0.9
00
0.1
00
0.4
11
0.3
97
0.1
19
0.6
75
0.5
58
4
4.0
30
0.6
56
0.6
25
0.4
84
1.4
28
0.7
76
0.7
60
0.7
42
0.1
33
0.5
61
0.4
72
0.1
87
0.7
53
0.5
53
5
2.6
91
0.4
23
0.3
84
0.3
33
0.8
35
0.5
13
0.6
41
0.5
29
0.0
66
0.4
44
0.4
88
0.1
28
0.3
02
0.3
97
6
3.1
19
0.5
32
0.4
48
0.4
62
1.2
60
0.6
89
0.7
82
0.6
77
0.0
76
0.3
32
0.4
39
0.1
26
0.4
57
0.3
86
7
3.0
73
0.3
79
0.4
68
0.4
62
1.1
19
0.6
64
0.8
99
0.6
73
0.0
81
0.3
22
0.4
13
0.1
53
0.8
57
0.6
56
8
3.0
54
0.5
47
0.4
78
0.4
59
1.0
84
0.7
38
0.7
87
0.6
66
0.0
98
0.3
35
0.4
07
0.1
34
0.3
63
0.4
37
9
4.0
78
0.7
17
0.6
46
0.5
84
1.9
47
0.7
49
1.0
63
0.8
14
0.1
12
0.3
24
0.3
40
0.1
36
0.2
84
0.5
80
10
1.3
20
0.1
19
0.1
84
0.1
93
0.2
21
0.2
33
0.2
74
0.2
59
0.0
29
0.1
35
0.2
09
0.0
52
0.0
97
0.1
88
31.8
18
4.6
09
5.2
47
4.6
20
12.4
11
7.2
85
8.1
99
6.8
09
0.9
07
3.6
14
3.8
63
1.2
74
4.6
21
4.7
22
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
200
0
Fuente
:E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 2
00
0
CU
AD
RO
9a
100
DE
-C
ILE
S
ALIM
EN
-T
OS
BE
-B
IDA
S Y
T
AB
AC
O
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
PIE
ZA
Y
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
CA
SA
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
RV
I-C
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S
VIV
IEN
DA
Y
SE
RV
I-C
IOS
DE
C
ON
SE
R-
VA
CIÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
D
O-
ME
ST
IC
OS
Y
MA
N-
TE
NIM
IE
NT
O
DE
LA
V
I-V
IEN
DA
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S G
AS
-T
OS
1
3.5
22
0.4
10
0.5
37
1.3
17
0.7
05
0.0
86
1.3
57
1.3
22
0.8
53
0.1
37
0.4
01
0.3
43
0.6
36
0.7
37
2
2.5
57
0.3
51
0.3
90
0.9
18
0.5
28
0.0
62
0.9
38
0.8
49
0.6
23
0.0
87
0.1
94
0.2
13
0.2
83
0.4
36
3
4.1
61
0.5
69
0.6
17
1.6
21
0.6
72
0.0
92
1.4
33
1.2
48
0.8
87
0.1
31
0.3
92
0.3
20
0.3
82
0.5
82
4
3.0
61
0.4
40
0.4
96
1.0
45
0.5
13
0.0
85
0.8
25
0.8
40
0.7
38
0.1
09
0.3
98
0.3
29
0.5
97
0.5
97
5
3.3
15
0.6
76
0.3
95
0.9
43
0.4
75
0.0
68
0.8
60
0.7
73
0.6
43
0.0
82
0.2
93
0.2
89
0.3
42
0.3
56
6
3.2
45
0.5
26
0.4
32
0.8
75
0.4
99
0.0
86
0.9
03
0.8
00
0.7
46
0.1
17
0.4
72
0.2
62
0.4
81
0.4
69
7
2.7
37
0.4
78
0.3
91
0.8
95
0.4
48
0.0
58
0.6
91
0.6
29
0.5
71
0.0
81
0.2
86
0.2
12
0.2
89
0.3
19
8
3.1
59
0.4
92
0.4
67
1.1
64
0.5
86
0.0
85
1.1
37
0.9
05
0.7
57
0.1
43
0.3
10
0.4
07
0.4
42
0.6
34
9
2.9
44
0.5
25
0.4
26
0.9
33
0.5
53
0.0
70
0.9
91
0.8
98
0.7
03
0.0
82
0.2
89
0.3
07
0.3
88
0.5
31
10
2.7
22
0.4
59
0.3
95
0.7
77
0.4
40
0.0
59
0.7
49
0.6
43
0.5
33
0.0
91
0.2
30
0.2
79
0.3
92
0.4
26
31.4
23
4.9
26
4.5
45
10.4
87
5.4
19
0.7
51
9.8
83
8.9
08
7.0
53
1.0
59
3.2
66
2.9
61
4.2
31
5.0
88
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
200
2
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 2
00
2
CU
AD
RO
10
a
101
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO GRANDES
AGREGADOS 1992
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1994
0
5
10
15
20
25
30
35
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
102
GRAFICAS 2a
GRAFICAS 3a
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1996
0
5
10
15
20
25
30
35
40
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1998
0
5
10
15
20
25
30
35
40
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
103
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 2002
0
5
10
15
20
25
30
35
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
PORCENTAJE DE GASTO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 2000
0
5
10
15
20
25
30
35
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
104
GRAFICAS 4a
DE
CI-
LE
S
ALI-
ME
NT
OS
BE
-B
IDA
S
Y T
A-
BA
CO
TR
AN
SP
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S D
E
LA
CA
-S
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
-S
ON
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
RV
I-C
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S
DE
C
ON
-S
ER
VA
CIÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IS-
TA
LE
RI
A,
BL
AN
-C
OS
Y
UT
EN
-S
ILIO
S
DO
-M
ES
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
D
E L
A
SA
LU
D E
NS
E-
RE
S D
O-
ME
ST
ICO
S Y
M
AN
TE
-N
IMIE
NT
O D
E L
A
VIV
IEN
-D
A
AR
TI-
CU
LO
S
DE
ES
-P
AR
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
ER
OG
A-
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y
DE
CA
PI-
TA
L
1
2.1
56
0.0
45
0.0
42
0.0
42
0.0
69
0.0
46
5.6
30
0.1
04
0.0
37
0.2
89
0.0
39
0.0
20
0.0
29
0.0
42
0.0
51
2
2.7
98
0.2
29
0.0
58
0.0
94
0.0
42
0.0
21
6.2
16
0.1
97
0.0
46
0.8
24
0.1
22
0.0
47
0.1
00
0.1
14
0.0
20
3
2.5
36
0.0
19
0.0
22
0.0
33
0.0
58
0.0
52
12.2
14
0.1
01
0.0
13
0.4
36
0.0
37
0.0
15
0.0
45
0.0
59
0.0
04
4
2.4
41
0.0
12
0.0
30
0.0
27
0.0
48
0.0
18
4.0
90
0.1
21
0.0
12
0.3
28
0.0
48
0.0
43
0.0
25
0.0
56
0.0
00
5
2.7
61
0.0
77
0.0
29
0.0
68
0.1
13
0.0
98
8.9
80
0.2
06
0.0
16
0.4
30
0.0
68
0.0
29
0.1
83
0.4
96
0.0
14
6
2.8
31
0.1
04
0.0
46
0.0
50
0.0
63
0.0
37
5.2
77
0.1
44
0.0
17
0.4
07
0.0
92
0.0
39
0.0
73
0.0
61
0.0
01
7
3.2
16
0.0
75
0.0
41
0.0
31
0.0
51
0.0
48
5.4
72
0.1
36
0.0
18
0.3
79
0.0
35
0.0
35
0.1
79
0.0
58
0.0
06
8
3.7
32
0.1
88
0.0
41
0.0
73
0.1
24
0.0
63
5.0
73
0.2
96
0.0
28
0.8
64
0.0
92
0.0
29
0.0
72
0.0
82
0.0
08
9
2.3
17
0.0
36
0.0
12
0.0
29
0.0
34
0.0
03
3.8
47
0.0
90
0.0
07
0.6
71
0.0
23
0.0
17
0.0
44
0.0
59
0.0
15
10
2.6
69
0.0
27
0.0
22
0.0
39
0.0
28
0.0
18
3.3
88
0.1
13
0.0
15
0.4
16
0.0
66
0.0
21
0.0
30
0.0
66
0.0
09
27.4
57
0.8
12
0.3
43
0.4
86
0.6
30
0.4
03
60.1
87
1.5
07
0.2
09
5.0
44
0.6
24
0.2
96
0.7
80
1.0
94
0.1
28
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
19
92
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
2
CU
AD
RO
11
a
105
DE
CI-
LE
S
ALI-
ME
NT
OS
B
EB
I-D
AS
Y
TA
BA
-C
O
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
-P
IEZ
A
Y C
UI-
DA
DO
S D
E
LA
C
AS
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
NI-
CA
CIO
NE
S Y
S
ER
VI-
CIO
S
PA
RA
V
EH
ICU
-LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
-T
IR,
CA
LZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
D
E L
A
SA
LU
D
EN
SE
-R
ES
D
OM
ES
-T
ICO
S Y
M
AN
TE
-N
IMIE
NT
O D
E L
A
VIV
IEN
-D
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
ER
OG
A-
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y
DE
C
AP
I-T
AL
1
2.4
50
0.1
10
0.0
58
0.0
59
0.0
57
0.0
18
6.2
93
0.1
44
0.0
19
0.5
92
0.0
69
0.0
16
0.0
80
0.1
38
0.0
32
2
2.6
53
0.1
56
0.0
56
0.0
50
0.0
38
0.0
30
4.3
59
0.1
43
0.0
22
0.7
78
0.0
76
0.0
24
0.0
36
0.1
67
0.0
06
3
2.1
56
0.0
44
0.0
21
0.0
35
0.1
17
0.0
49
9.7
10
0.0
96
0.0
10
0.3
67
0.0
38
0.0
15
0.0
76
0.1
07
0.0
02
4
2.1
82
0.0
70
0.0
32
0.0
40
0.0
65
0.0
25
9.3
19
0.1
00
0.0
21
0.4
84
0.0
21
0.0
15
0.1
08
0.1
06
0.0
12
5
1.8
90
0.0
45
0.0
35
0.0
27
0.0
51
0.0
14
6.8
18
0.0
89
0.0
02
0.3
03
0.0
63
0.0
15
0.1
14
0.0
19
0.0
06
6
2.1
42
0.0
50
0.0
51
0.0
28
0.0
10
0.0
14
6.0
76
0.0
84
0.0
08
0.3
93
0.0
29
0.0
19
0.0
18
0.0
48
0.0
39
7
2.4
03
0.1
72
0.0
63
0.0
68
0.1
00
0.0
18
4.7
21
0.0
87
0.0
12
0.4
21
0.0
86
0.0
20
0.0
25
0.2
39
0.0
97
8
2.3
27
0.0
61
0.0
59
0.0
53
0.0
16
0.0
14
3.5
14
0.1
11
0.0
10
0.3
81
0.0
49
0.0
12
0.0
32
0.0
73
0.0
10
9
2.3
30
0.0
83
0.0
39
0.0
80
0.0
44
0.0
23
4.4
51
0.1
32
0.0
16
7.3
85
0.0
43
0.0
28
0.0
67
0.0
98
0.0
19
10
2.4
86
0.1
44
0.0
72
0.0
35
0.0
21
0.0
08
3.7
25
0.1
14
0.0
09
0.4
98
0.0
36
0.0
21
0.0
18
0.0
35
0.0
15
23.0
17
0.9
34
0.4
85
0.4
77
0.5
20
0.2
12
58.9
86
1.1
01
0.1
29
11.6
01
0.5
09
0.1
84
0.5
75
1.0
30
0.2
38
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
19
94
Fuente
:E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
4
CU
AD
RO
12
a
106
DE
CI-
LE
S
ALI-
ME
NT
OS
B
EB
I-D
AS
Y
TA
BA
-C
O
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S
DE
LA
C
AS
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A Y
R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
RV
I-C
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S
VIV
IEN
-D
A Y
S
ER
VI-
CIO
S D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓ
N
PR
EN
-D
AS
D
E
VE
S-
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
D
E L
A
SA
LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y
MA
NT
E-
NIM
IEN
TO
DE
LA
V
IVIE
N-
DA
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E O
TR
OS
G
AS
-T
OS
ER
O-
GA
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y
DE
C
AP
I-T
AL
1
2.0
68
0.1
04
0.0
61
0.0
53
0.2
07
0.0
34
5.1
18
0.0
86
0.0
13
0.7
44
0.0
42
0.0
14
0.0
64
0.1
66
0.0
07
2
2.4
74
0.2
06
0.0
59
0.0
59
0.1
49
0.0
59
3.9
72
0.0
97
0.0
11
0.8
24
0.0
51
0.0
21
0.0
57
0.1
92
0.0
21
3
2.8
94
0.0
76
0.0
39
0.0
43
0.1
51
0.0
35
10.0
86
0.0
97
0.0
05
0.8
00
0.0
48
0.0
11
0.1
01
0.4
06
0.0
00
4
2.1
39
0.0
57
0.0
60
0.0
57
0.1
00
0.0
04
4.0
50
0.1
05
0.0
04
0.5
07
0.0
30
0.0
17
0.0
22
0.0
78
0.0
02
5
2.8
65
0.0
80
0.0
72
0.0
70
0.1
03
0.0
38
4.6
45
0.1
21
0.0
17
0.5
63
0.0
46
0.0
20
0.0
52
0.2
49
0.0
00
6
2.6
86
0.0
96
0.0
63
0.1
39
0.1
75
0.0
55
5.4
21
0.1
60
0.0
24
0.8
64
0.1
07
0.0
23
0.4
93
0.3
13
0.0
03
7
3.0
04
0.0
54
0.0
41
0.0
40
0.0
53
0.0
09
3.8
75
0.0
82
0.0
04
0.4
42
0.0
23
0.0
26
0.0
81
0.1
52
0.0
06
8
7.2
53
0.1
39
0.0
35
0.0
66
0.1
60
0.0
48
4.4
82
0.1
15
0.0
15
0.7
17
0.0
93
0.0
29
0.1
01
0.3
22
0.0
04
9
2.9
48
0.0
87
0.0
39
0.0
51
0.0
96
0.0
28
4.2
04
0.1
14
0.0
13
0.6
41
0.0
45
0.0
31
0.0
32
0.2
30
0.0
04
10
2.3
51
0.0
67
0.0
46
0.0
47
0.1
61
0.0
29
7.5
54
0.0
94
0.0
09
0.6
32
0.0
16
0.0
08
0.0
53
0.2
66
0.0
18
30.6
81
0.9
66
0.5
14
0.6
24
1.3
55
0.3
38
53.4
08
1.0
69
0.1
16
6.7
34
0.4
99
0.2
00
1.0
57
2.3
75
0.0
65
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
19
96
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
6
CU
AD
RO
13
a
107
DE
-C
ILE
S
ALI-
ME
NT
OS
B
EB
I-D
AS
Y
TA
BA
-C
O
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S
DE
LA
C
AS
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
U-
CA
CIÓ
N,C
UL
TU
RA
Y
RE
-C
RE
AC
IÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
R-
VIC
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S V
IVIE
N-
DA
Y
SE
RV
I-C
IOS
DE
C
ON
-S
ER
VA
CIÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y M
AN
-T
EN
IMIE
NT
O D
E
LA
VI-
VIE
ND
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
ER
OG
A-
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y
DE
C
AP
I-T
AL
1
2.7
40
0.2
00
0.1
08
0.0
52
0.0
71
0.0
86
5.6
11
0.1
58
0.0
33
0.8
76
0.0
62
0.0
56
0.1
29
0.1
58
0.0
91
2
2.4
61
0.1
36
0.0
48
0.0
72
0.1
05
0.0
26
5.7
83
0.1
69
0.0
22
0.5
82
0.0
63
0.0
23
0.0
38
0.1
02
0.0
52
3
2.2
61
0.0
58
0.0
30
0.0
50
0.2
88
0.0
68
12.5
75
0.1
42
0.0
14
0.5
77
0.0
34
0.0
30
0.0
19
0.0
75
0.0
06
4
1.8
92
0.0
81
0.0
40
0.0
55
0.0
70
0.0
14
4.5
81
0.1
26
0.0
06
0.3
80
0.0
28
0.0
50
0.0
27
0.0
18
0.0
01
5
3.2
26
0.1
96
0.0
77
0.0
91
0.1
04
0.0
54
4.9
74
0.2
17
0.0
12
0.6
44
0.0
88
0.0
34
0.3
21
0.2
04
0.0
01
6
3.3
89
0.1
10
0.1
11
0.0
89
0.3
04
0.0
74
5.6
67
0.2
77
0.0
45
0.7
98
0.1
55
0.0
54
0.0
89
0.2
48
0.0
07
7
2.4
51
0.1
60
0.0
50
0.0
55
0.0
49
0.0
11
3.4
78
0.0
90
0.0
13
0.5
42
0.0
29
0.0
20
0.0
57
0.0
85
0.0
03
8
2.5
53
0.1
63
0.0
35
0.0
56
0.2
96
0.0
18
4.1
10
0.2
62
0.0
22
0.5
56
0.0
58
0.0
52
0.1
10
0.1
67
0.0
00
9
2.3
83
0.1
30
0.0
69
0.0
66
0.0
70
0.0
43
3.5
67
0.1
04
0.0
07
0.5
97
0.0
47
0.0
27
0.0
28
0.1
73
0.0
08
10
3.0
39
0.0
56
0.0
38
0.0
79
0.2
15
0.0
59
7.0
88
0.1
96
0.0
30
0.4
99
0.0
86
0.0
63
0.0
22
0.2
85
0.0
00
26.3
95
1.2
90
0.6
06
0.6
66
1.5
72
0.4
53
57.4
35
1.7
42
0.2
04
6.0
52
0.6
51
0.4
08
0.8
42
1.5
15
0.1
70
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
19
98
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 1
99
8
CU
AD
RO
14
a
108
DE
CI-
LE
S
ALI-
ME
NT
OS
BE
BI-
DA
S Y
T
AB
A-
CO
TR
AN
S-
PO
RT
E
PÚ
BLI-
CO
LIM
PIE
-Z
A Y
C
UID
A-
DO
S
DE
LA
C
AS
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
SO
-N
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A
Y R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
R-
VIC
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S V
IVIE
N-
DA
Y
SE
RV
I-C
IOS
D
E
CO
N-
SE
RV
AC
IÓN
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
-T
IR,
CA
LZ
A-
DO
Y
AC
CE
-S
OR
IOS
CR
IS-
TA
LE
RI
A,
BL
AN
-C
OS
Y
UT
EN
-S
ILIO
S
DO
-M
ES
TI
CO
S
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y M
AN
-T
EN
IMIE
NT
O D
E
LA
VI-
VIE
ND
A
AR
TIC
U-
LO
S D
E
ES
PA
R-
CIM
IEN
TO
TR
AN
S-
PO
RT
E
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
ER
O-
GA
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y D
E
CA
PI-
TA
L
1
2.3
95
0.3
90
0.0
46
0.0
69
0.2
23
0.0
77
6.3
65
0.2
08
0.0
19
0.9
43
0.0
57
0.0
31
0.0
58
0.0
77
0.2
65
2
2.7
62
0.2
90
0.0
59
0.0
58
0.1
05
0.0
31
4.6
22
0.1
69
0.0
27
0.9
77
0.0
85
0.0
30
0.1
65
0.3
05
0.0
06
3
2.4
78
0.1
06
0.0
60
0.0
68
0.1
00
0.0
62
9.8
52
0.1
64
0.0
16
0.6
06
0.0
24
0.0
43
0.0
88
0.2
83
0.0
60
4
3.2
79
0.1
38
0.0
94
0.1
07
0.1
86
0.0
14
4.7
49
0.3
09
0.0
34
0.7
51
0.0
66
0.0
88
0.1
20
0.3
08
0.0
12
5
2.5
95
0.1
34
0.0
72
0.0
85
0.1
46
0.0
41
4.6
79
0.2
58
0.0
21
0.8
72
0.0
94
0.0
26
0.0
58
0.1
54
0.0
05
6
2.8
25
0.1
18
0.0
93
0.0
95
0.0
23
0.0
17
4.6
34
0.2
02
0.0
23
0.6
51
0.1
04
0.0
43
0.1
18
0.3
23
0.0
08
7
2.8
75
0.1
68
0.0
68
0.0
75
0.2
41
0.0
25
5.8
89
0.2
39
0.0
46
1.2
54
0.1
42
0.0
66
0.1
50
0.2
73
0.2
07
8
2.6
39
0.0
91
0.0
52
0.0
61
0.0
91
0.0
13
4.5
92
0.1
54
0.0
13
0.9
55
0.1
19
0.0
48
0.2
05
0.0
61
0.0
03
9
1.9
20
0.0
55
0.0
55
0.0
83
0.0
95
0.0
24
3.9
81
0.2
16
0.0
27
0.5
33
0.0
59
0.0
49
0.0
20
0.1
08
0.0
25
10
2.6
70
0.1
76
0.0
62
0.1
05
0.0
94
0.0
25
3.6
73
0.2
39
0.0
55
0.7
42
0.1
01
0.0
65
0.0
77
0.1
54
0.0
05
26.4
39
1.6
65
0.6
62
0.8
07
1.3
05
0.3
28
53.0
34
2.1
59
0.2
80
8.2
82
0.8
49
0.4
88
1.0
58
2.0
47
0.5
97
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
20
00
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 2
00
0
CU
AD
RO
15
a
109
DE
CI-
LE
S
ALIM
EN
-T
OS
B
EB
I-D
AS
Y
TA
BA
-C
O
TR
AN
SP
OR
TE
P
ÚB
LI-
CO
LIM
-P
IEZ
A
Y C
UI-
DA
DO
S
DE
LA
C
AS
A
CU
IDA
-D
OS
P
ER
-S
ON
AL
ES
ED
UC
A-
CIÓ
N,C
ULT
UR
A
Y R
E-
CR
EA
CI
ÓN
CO
MU
-N
ICA
CI
ON
ES
Y
SE
R-
VIC
IOS
P
AR
A
VE
HI-
CU
LO
S V
IVIE
N-
DA
Y
SE
RV
I-C
IOS
DE
C
ON
-S
ER
VA
CIÓ
N
PR
EN
-D
AS
DE
V
ES
TIR
, C
ALZ
A-
DO
Y A
C-
CE
SO
RI
OS
CR
IST
A-
LE
RIA
, B
LA
N-
CO
S Y
U
TE
NS
I-LIO
S
DO
ME
S-
TIC
OS
CU
IDA
-D
OS
DE
LA
SA
-LU
D
EN
SE
-R
ES
DO
-M
ES
TIC
OS
Y
MA
NT
E-
NIM
IEN
TO
DE
LA
V
IVIE
N-
DA
AR
TI-
CU
LO
S
DE
ES
-P
AR
CIM
IEN
TO
TR
AN
SP
OR
TE
OT
RO
S
GA
S-
TO
S
ER
O-
GA
CIO
NE
S
FIN
AN
-C
IER
AS
Y D
E
CA
PI-
TA
L
1
1.7
08
0.1
99
0.0
37
0.0
57
0.0
67
0.0
27
7.6
12
0.1
53
0.0
19
0.6
10
0.0
92
0.0
26
0.0
54
0.0
81
0.0
24
2
1.5
42
0.1
85
0.0
27
0.0
63
0.0
70
0.0
20
5.5
95
0.0
94
0.0
09
0.3
94
0.0
33
0.0
22
0.0
54
0.0
59
0.0
00
3
1.3
35
0.0
63
0.0
20
0.0
28
0.0
95
0.0
28
13.0
39
0.1
10
0.0
16
0.5
38
0.0
40
0.0
19
0.0
46
0.0
73
0.0
00
4
1.6
93
0.0
94
0.0
34
0.0
64
0.0
41
0.0
23
5.2
10
0.1
92
0.0
18
0.5
78
0.0
43
0.0
24
0.0
24
0.1
18
0.0
02
5
1.6
41
0.0
89
0.0
25
0.0
40
0.0
87
0.0
21
6.3
81
0.1
10
0.0
07
0.4
33
0.0
23
0.0
14
0.0
33
0.0
48
0.0
01
6
1.6
63
0.0
76
0.0
33
0.0
61
0.1
11
0.0
19
5.9
98
0.1
73
0.0
32
0.6
67
0.0
38
0.0
22
0.0
61
0.1
64
0.0
34
7
1.3
71
0.0
61
0.0
35
0.0
69
0.0
82
0.0
28
5.7
64
0.0
82
0.0
07
0.3
20
0.0
36
0.0
14
0.0
33
0.0
77
0.0
01
8
1.7
58
0.2
16
0.0
51
0.0
85
0.1
61
0.0
68
6.5
12
0.2
17
0.0
32
0.5
33
0.0
53
0.0
38
0.0
77
0.1
50
0.0
33
9
1.6
42
0.1
47
0.0
26
0.0
59
0.1
00
0.0
29
7.1
32
0.1
42
0.0
13
0.6
37
0.0
47
0.0
17
0.0
30
0.0
86
0.0
00
10
1.4
77
0.0
82
0.0
32
0.0
54
0.0
65
0.0
30
8.4
90
0.1
65
0.0
17
0.6
46
0.0
55
0.0
36
0.0
30
0.0
98
0.0
04
15.8
31
1.2
11
0.3
20
0.5
80
0.8
78
0.2
94
71.7
33
1.4
38
0.1
70
5.3
56
0.4
59
0.2
32
0.4
41
0.9
55
0.1
00
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
po
r ac
tivid
ad
20
02
Fuente
: E
labora
ció
n p
ropia
con b
ase
en la E
NIG
H 2
00
2
CU
AD
RO
16
a
110
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1994
0
10
20
30
40
50
60
70
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1992
0
10
20
30
40
50
60
70
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
111
GRAFICAS 5a
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1996
0
10
20
30
40
50
60
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 1998
0
10
20
30
40
50
60
70
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
112
GRAFICAS 6a
0
10
20
30
40
50
60
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 2000
PORCENTAJE DE GASTO NO MONETARIO
GRANDES AGREGADOS 2002
0
10
20
30
40
50
60
70
80
ACTIVIDAD
PO
RC
EN
TA
JE
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Q
113
GRAFICAS 7a
PORCENTAJE DE GASTO QUE SE DESTINO A MAÍZ.
En 1992 del 40.47% del gasto que se efectúa en alimentos el 6.6% corresponde a maíz, y del 27.46% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 7.6 % co-rresponde a maíz.
En 1994 del 33% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 5.4% co-
rresponde a maíz, del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 6% corres-ponde a maíz.
En 1996 del 36.8% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 7.3% co-
rresponde a maíz, del 30.7% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 6.45% corresponde a maíz.
En 1998 del 37.86% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 7% co-
rresponde a maíz, del 26.39% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 4.45% corresponde a maíz.
En 2000 del 31.81% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 7.77%
corresponde a maíz, del 26.44% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 3.6% corresponde a maíz.
En 2002 del 31.42% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 8.27%
corresponde a maíz, del 15.83% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 4.40% corresponde a maíz. PORCENTAJE DE GASTO QUE SE DESTINO A FRIJOL
En 1992 del 40.47% del gasto que se efectúa en alimentos el 3 % corresponde a frijol, del 27.46% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 2.32% corres-ponde a frijol.
En 1994 del 33% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 3% corres-
ponde a frijol, del 23% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 2.1% co-rresponde a frijol.
En 1996 del 36.8% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 4.4% co-
rresponde a frijol, del 30.7% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1.7% corresponde a frijol.
En 1998 del 37.86% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 3.13%
corresponde a frijol, del 26.39% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 2.38% corresponde a frijol.
En 2000 del 31.81% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 2.22%
corresponde a frijol, del 26.44% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el
114
1.13% corresponde a frijol. En 2002 del 31.42% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 2.40%
corresponde a frijol, del 15.83% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1.42% corresponde a frijol.
PORCENTAJE DE GASTO QUE SE DESTINO A TRIGO.
En 1992 del 40.47% del gasto que se efectúa en alimentos el 6% corresponde a trigo, del 27.46% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1 % corres-ponde a trigo.
En 1994 del 33% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 6% corres-
ponde a trigo, del 23% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1.1% corresponde a trigo.
En 1996 del 36.8% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 7.25% corresponde a trigo, del 30.7% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1.0% corresponde a trigo.
En 1998 del 37.86% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el 5.66%
corresponde a trigo, del 26.39% del gasto no monetario que se efectúa en alimentos el 1% corresponde a trigo.
En el 2000 del 31.81% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el
5.7% corresponde a trigo, del 26.44% del gasto no monetario que se efectúa en ali-mentos el 1.1% corresponde a trigo.
En el 2002 del 31.42% del gasto monetario que se efectúa en alimentos el
5.96% corresponde a trigo, del 15.83% del gasto no monetario que se efectúa en ali-mentos el 1.49% corresponde a trigo.
115
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO DEL
TOTAL (ENIGH 92)
Decil 1
9%Decil 2
10%
Decil 5
9%
Decil 4
12%
Decil 3
7%
Decil 6
12%
Decil 7
11%
Decil 10
11%Decil 9
10%
Decil 8
9%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH92)
Decil 1
10%Decil 2
10%
Decil 3
14%
Decil 4
9%Decil 5
12%
Decil 6
9%
Decil 7
10%
Decil 8
9%
Decil 10
10%Decil 9
7%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 92)
Decil 9
9%
Decil 10
10%
Decil 8
10%
Decil 7
11% Decil 6
10%
Decil 3
6%
Decil 4
15%Decil 5
9%
Decil 2
10%
Decil 1
10%
116
GRAFICAS 8a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 92)
Decil 5
3%
Decil 3
1%
Decil 4
13%
Decil 6
6%Decil 7
17%
Decil 8
9%
Decil 9
16%
Decil 2
11%Decil 1
5%
Decil 10
19%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL
RESPECTO DEL TOTAL (ENIGH 92)
Decil 9
8%
Decil 10
10%
Decil 8
14%
Decil 7
12%
Decil 6
10%
Decil 5
10%
Decil 4
9%
Decil 1
8%Decil 2
10%
Decil 3
9%
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO
RESPECTO DEL TOTAL (ENIGH 92)
Decil 4
7%
Decil 3
5%
Decil 2
11%
Decil 5
12%Decil 6
11%
Decil 8
12% Decil 7
11%
Decil 9
11%
Decil 10
12%Decil 1
8%
117
GRAFICAS 9a
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO DEL
TOTAL (ENIGH 94)
Decil 9
12.0%Decil 8
12.4%
Decil 7
12.8% Decil 6
12.5%
Decil 5
11%
Decil 4
9%
Decil 3
9%
Decil 2
11%
Decil 1
9%
Decil 10
12.1%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 94)
Decil 2
10%
Decil 9
10%
Decil 10
9%
Decil 8
12%
Decil 7
10% Decil 6
11%
Decil 4
8%Decil 5
9%
Decil 3
9%
Decil 1
12%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 94)
Decil 5
10%
Decil 6
9%
Decil 7
9%
Decil 8
9%
Decil 9
8%
Decil 10
9%
Decil 4
13%
Decil 3
11%
Decil 2
10%
Decil 1
13%
118
GRAFICAS 10a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 94)
Decil 1
2%
Decil 2
7%Decil 3
4%Decil 4
8%
Decil 5
12%Decil 6
9%
Decil 9
7%
Decil 8
14%
Decil 10
14%
Decil 7
22%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL
RESPECTO DEL TOTAL (ENIGH 94)
Decil 1
4%Decil 2
11%
Decil 6
6%
Decil 10
17%
Decil 8
16%
Decil 7
16%
Decil 4
9%
Decil 5
14%
Decil 3
4%Decil 9
3%
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 94)
Decil 8
17%
Decil 1
14%Decil 9
14%
Decil 10
10%
Decil 4
6%
Decil 5
8%
Decil 6
8%
Decil 3
5%
Decil 2
8%
Decil 7
11%
119
GRAFICAS 11a
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO DEL
TOTAL (ENIGH 96)
Decil 4
15%
Decil 10
10%
Decil 1
8%Decil 2
9%Decil 3
6%
Decil 5
11%Decil 6
12%
Decil 7
11%
Decil 8
9%
Decil 9
9%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 96)
Decil 2
10%
Decil 4
10%Decil 5
9%
Decil 6
10%
Decil 7
8%
Decil 8
10%
Decil 9
9%
Decil 10
11%
Decil 1
11%
Decil 3
12%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 96)
Decil 1
9%
Decil 4
10%Decil 5
10%
Decil 6
10%
Decil 7
9%
Decil 8
8%
Decil 9
8%
Decil 3
12%
Decil 2
12%
Decil 10
13%
120
GRAFICAS 12a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 96)
Decil 9
14%
Decil 8
7%
Decil 7
28%
Decil 6
8%
Decil 5
12%
Decil 4
9%
Decil 3
5%
Decil 2
7%Decil 10
4%
Decil 1
7%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL
RESPECTO DEL TOTAL (ENIGH 96)
Decil 4
13%
Decil 9
5%Decil 8
5%
Decil 7
18% Decil 6
12%Decil 5
14%
Decil 3
9%
Decil 2
6%
Decil 1
8%
Decil 10
9%
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 96)
Decil 1
11%Decil 2
12%
Decil 3
8%
Decil 4
14%Decil 5
10%
Decil 6
9%
Decil 7
10%
Decil 10
11%Decil 9
10%
Decil 8
5%
121
GRAFICAS 13a
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO DEL
TOTAL (ENIGH 98)
Decil 4
11%Decil 6
11%
Decil 10
9%Decil 9
11%
Decil 8
10%Decil 7
10% Decil 5
10%
Decil 3
8%
Decil 2
10%
Decil 1
10%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 98)
Decil 9
12%Decil 10
7%
Decil 8
11%
Decil 7
14%
Decil 6
9%
Decil 4
12%Decil 5
9%
Decil 3
7%
Decil 2
9%
Decil 1
10%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 98)
Decil 5
10%
Decil 9
8%Decil 8
7%
Decil 7
9%Decil 6
10%
Decil 4
10%
Decil 2
10%
Decil 1
10%
Decil 3
12%
Decil 10
14%
122
GRAFICAS 14a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 98)
Decil 6
9%
Decil 8
5%Decil 3
1%
Decil 4
8%Decil 5
15%
Decil 1
8%
Decil 10
4%Decil 2
15%
Decil 7
23%
Decil 9
11%
Decil 8
4%
Decil 9
3%
Decil 7
11%
Decil 6
9%Decil 5
9%Decil 4
11%
Decil 3
3%
Decil 2
33%
Decil 1
5%
Decil 10
11%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 98)
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 98)
Decil 3
5%Decil 4
6%Decil 5
13%
Decil 7
10%
Decil 8
11%
Decil 9
9%
Decil 10
11%
Decil 6
16%
Decil 2
9%
Decil 1
11%
123
GRAFICAS 15a
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO DEL
TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 9
14%
Decil 8
10%
Decil 6
11%
Decil 7
11% Decil 5
9%
Decil 4
13%
Decil 3
9%
Decil 10
5%
Decil 1
9%Decil 2
9%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 1
12% Decil 2
8%Decil 3
8%
Decil 4
12%Decil 5
9%Decil 6
12%
Decil 7
12%
Decil 8
8%
Decil 9
13%
Decil 10
6%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 7
10%
Decil 4
13%
Decil 3
13%Decil 6
9%Decil 5
10%
Decil 8
9%
Decil 9
10%
Decil 10
5% Decil 2
7%
Decil 1
14%
124
GRAFICAS 16a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 3
7%
Decil 4
17%
Decil 2
12%Decil 1
6%
Decil 10
11%Decil 9
7%
Decil 8
10%
Decil 6
7%
Decil 5
11%
Decil 7
12%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 1
5%Decil 2
12%
Decil 10
14%Decil 9
4%
Decil 8
5%
Decil 7
12%Decil 6
10%
Decil 5
10%
Decil 4
14%
Decil 3
14%
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2000)
Decil 6
9% Decil 5
14%
Decil 4
15%
Decil 3
11%
Decil 2
8%
Decil 1
10%
Decil 10
6%Decil 9
6%Decil 8
9%Decil 7
12%
125
GRAFICAS 17a
GASTO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (2002)
Decil 9
10%
Decil 10
10%
Decil 8
10%
Decil 7
12% Decil 6
11%
Decil 4
11%Decil 5
10%
Decil 3
9%
Decil 2
9%
Decil 1
10%
GASTO MONETARIO EN FRIJOL RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2002)
Decil 4
10%
Decil 9
9%
Decil 10
10%
Decil 8
10%
Decil 7
14%
Decil 6
10%Decil 5
11%
Decil 3
8%
Decil 2
10%
Decil 1
8%
GASTO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2002)
Decil 9
9%
Decil 8
9%Decil 7
8%Decil 6
11%Decil 5
11%
Decil 4
10%
Decil 3
14%
Decil 2
7%
Decil 1
11%Decil 10
10%
126
GRAFICAS 18a
GASTO NO MONETARIO EN MAÍZ RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2002)
Decil 1
5%Decil 2
16%
Decil 5
11%
Decil 4
16%
Decil 3
2%
Decil 7
17% Decil 6
9%
Decil 10
10%
Decil 9
8%Decil 8
6%
GASTO NO MONETARIO EN FRIJOL
RESPECTO
DEL TOTAL (ENIGH 2002)
Decil 1
5%
Decil 3
3%
Decil 9
3% Decil 10
8%
Decil 6
6%
Decil 7
10%
Decil 5
13%
Decil 4
17%
Decil 2
24%Decil 8
11%
GASTO NO MONETARIO EN TRIGO RESPECTO
DEL TOTAL (2002)
Decil 3
6%
Decil 9
10%
Decil 10
10%
Decil 8
12%
Decil 7
12% Decil 6
12%
Decil 5
11%
Decil 4
9%
Decil 2
8%
Decil 1
10%
127
GRAFICAS 19a
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
9.4
00
14.4
35
9.7
90
22.4
70
28.0
68
13.4
47
7.1
55
7.6
72
12.5
31
9.7
89
10.0
43
2
10.7
54
10.5
18
9.6
28
10.6
76
7.5
80
14.4
69
8.3
42
9.2
01
9.9
81
8.2
93
8.2
28
3
8.3
06
10.8
41
6.4
40
10.1
80
4.6
73
9.5
71
14.8
52
16.4
09
13.9
03
18.5
87
12.1
22
4
9.4
33
8.5
11
14.4
71
7.7
92
4.2
07
5.0
81
9.3
94
9.1
87
6.6
24
8.6
94
11.0
93
5
11.1
65
12.1
54
8.9
64
9.3
99
4.5
71
10.2
59
16.4
79
12.2
14
11.9
27
15.3
23
11.9
32
6
14.2
80
8.6
02
10.1
23
10.4
24
5.9
54
10.5
04
7.4
52
11.3
83
8.7
39
6.7
15
8.0
06
7
8.7
34
8.8
60
11.2
04
7.2
31
4.0
35
9.6
65
8.3
08
10.4
93
10.0
36
12.0
58
10.9
86
8
8.5
11
16.3
23
9.7
09
11.7
79
18.0
71
12.6
53
7.9
46
6.1
94
13.3
32
10.2
70
6.5
10
9
8.9
86
5.5
28
9.3
15
5.9
64
5.3
60
5.6
58
8.8
52
6.9
51
6.0
33
5.0
33
9.6
88
10
10.4
31
4.2
28
10.3
56
4.0
86
17.4
80
8.6
92
11.2
21
10.2
96
6.8
94
5.2
39
11.3
92
72.5
44
6.7
46
96.7
40
3.2
60
1.6
64
6.2
82
19.2
86
40.4
16
6.1
84
5.0
65
13.1
68
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
92
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
992
CU
AD
RO
17
a
128
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
10.4
10
16.6
72
11.5
66
17.7
65
9.3
73
12.8
36
12.5
97
11.8
34
13.2
10
16.0
32
12.5
24
2
10.0
09
7.4
88
10.2
87
5.7
85
23.7
37
13.1
25
5.1
92
7.3
88
9.7
87
6.9
58
8.8
25
3
8.2
75
12.5
57
8.7
36
11.1
26
8.6
93
13.1
72
10.1
05
10.2
45
15.0
71
12.5
49
11.1
72
4
8.9
73
10.4
44
8.4
47
10.4
63
6.9
01
12.0
29
15.1
73
13.1
77
12.2
10
12.2
33
13.6
20
5
10.9
40
11.0
81
9.3
00
6.5
05
6.6
80
9.3
10
12.7
90
11.3
24
10.2
70
8.2
13
8.9
98
6
12.8
03
9.2
50
10.7
19
7.7
19
5.8
47
5.8
45
10.1
22
11.5
83
8.1
69
7.7
68
9.7
49
7
10.0
84
7.3
91
10.4
67
11.9
58
7.6
36
8.2
96
6.4
80
11.0
57
9.8
85
9.2
82
8.3
09
8
8.0
19
8.0
35
11.7
76
10.3
65
10.9
72
7.4
81
12.0
75
7.9
61
3.7
82
10.2
18
8.7
91
9
10.5
01
10.4
82
9.8
34
13.2
24
8.2
31
7.4
51
5.3
35
6.9
43
9.0
15
9.0
04
8.5
44
10
9.9
85
6.5
99
8.8
68
5.0
90
11.9
28
10.4
55
10.1
31
8.4
88
8.6
01
7.7
43
9.4
67
84.2
48
7.8
47
96.7
58
3.2
42
1.6
65
7.0
67
17.5
64
37.4
86
7.4
36
6.5
22
13.5
42
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
94
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
994
CU
AD
RO
18
a
129
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
9.2
66
10.3
15
9.2
02
16.7
95
29.0
60
11.2
52
9.3
88
6.3
45
10.4
48
9.4
58
7.0
65
2
9.7
83
11.0
01
10.4
57
9.3
07
13.7
35
13.5
73
7.6
14
7.9
92
13.3
84
12.5
30
10.9
07
3
7.3
20
11.6
06
6.3
00
15.5
93
4.9
49
11.0
10
12.4
98
11.0
46
15.3
55
9.9
03
11.8
66
4
14.3
12
7.0
40
16.1
54
4.0
17
4.3
90
5.4
40
10.1
46
12.1
66
5.6
68
9.3
26
13.1
05
5
10.5
76
10.4
37
11.1
54
9.7
78
3.8
93
7.4
67
10.9
16
11.7
64
9.4
21
10.1
34
9.4
49
6
12.3
38
11.4
31
10.7
92
9.6
96
4.6
24
11.5
40
8.2
75
13.0
61
9.4
08
8.6
47
8.1
80
7
9.0
07
3.9
45
10.3
48
6.7
31
4.0
25
7.4
35
10.2
73
10.3
54
6.7
60
5.0
87
9.0
91
8
8.0
22
17.0
80
10.2
87
9.7
75
10.2
38
14.8
22
4.6
70
4.7
52
8.9
77
8.1
15
9.3
24
9
8.4
14
7.1
15
7.5
30
5.4
44
12.3
74
9.8
57
6.3
21
8.3
36
9.1
05
9.5
11
9.0
49
10
10.9
62
10.0
30
7.7
76
12.8
63
12.7
11
7.6
02
19.8
99
14.1
84
11.4
74
17.2
88
11.9
62
75.2
04
6.8
46
97.6
04
2.3
96
2.0
63
6.2
11
22.2
20
35.2
07
7.7
44
3.5
66
13.4
19
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
96
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
996
CU
AD
RO
19
a
130
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas s
a-
lad
as
Galle
tas d
ul-
ces
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
9.2
17
21.8
81
10.2
82
11.7
04
24.1
96
13.7
43
7.3
85
6.7
09
15.8
45
8.8
21
2
9.6
31
10.7
75
9.2
20
10.8
04
12.9
64
15.2
92
5.5
53
8.8
00
10.3
51
8.7
56
3
9.5
66
8.3
49
7.1
81
7.7
40
6.7
26
9.5
28
11.8
02
12.8
57
11.6
50
10.5
92
4
11.3
55
9.1
87
12.5
85
8.5
54
4.5
98
7.4
27
10.6
68
11.8
83
7.6
42
11.3
71
5
10.2
09
10.6
70
9.1
47
7.1
69
2.5
33
8.6
76
13.0
87
11.4
70
8.9
77
8.5
57
6
11.9
15
11.3
59
7.9
52
12.8
62
6.0
13
12.6
44
6.9
70
12.0
53
11.4
57
7.8
18
7
7.7
60
4.9
36
13.7
11
13.2
86
13.7
88
7.2
59
10.8
67
9.7
89
6.6
07
9.6
42
8
9.1
63
12.1
19
11.4
37
7.1
39
6.8
67
8.2
21
3.7
62
3.6
09
7.7
74
14.4
36
9
10.7
74
4.7
40
11.7
81
7.2
08
16.1
56
9.8
35
11.6
99
7.3
90
7.3
60
7.7
67
10
10.4
10
5.9
82
6.7
04
13.5
35
6.1
61
7.3
74
17.2
08
15.4
39
12.3
38
12.2
40
75.9
76
6.5
79
95.4
40
4.5
60
1.6
71
7.2
02
18.1
05
39.4
23
8.4
21
13.7
51
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
98
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
998
N
ota
: A
part
ir d
e e
sta
añ
o la E
NIG
H a
gru
po e
l pan d
e m
arc
a d
entr
o d
el pa
n d
e c
aja
CU
AD
RO
20
a
131
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
10.1
89
15.1
67
22.7
87
14.4
04
7.6
31
11.8
82
16.9
66
18.9
01
14.5
04
2
9.2
89
9.9
70
10.3
91
8.5
53
8.1
95
6.5
17
6.5
25
8.7
45
12.3
00
3
9.5
26
13.3
64
5.2
37
9.6
53
15.2
99
11.4
59
16.9
38
9.0
71
11.5
81
4
12.2
43
15.0
74
7.6
05
6.7
91
18.3
27
15.9
89
5.0
21
7.1
72
7.7
35
5
9.1
18
13.3
11
11.0
40
9.5
58
8.2
15
12.6
08
16.1
01
7.9
12
7.6
32
6
11.0
27
12.4
77
7.6
57
9.5
72
9.2
50
9.5
73
4.7
03
10.0
88
7.6
70
7
9.5
69
2.7
32
7.6
06
12.1
41
10.6
81
6.3
74
12.2
20
9.3
40
9.1
90
8
9.8
16
6.9
85
10.4
72
6.3
49
5.6
10
9.0
96
4.7
55
9.8
37
8.4
22
9
12.7
06
8.2
38
13.1
77
13.9
95
4.9
03
12.8
42
12.9
79
10.4
65
7.1
75
10
6.5
17
2.6
82
4.0
28
8.9
84
11.8
89
3.6
60
3.7
91
8.4
70
13.7
92
86.3
24
6.8
49
95.2
29
4.7
71
13.2
17
20.6
60
38.1
62
6.0
71
13.1
67
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
20
00
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 2
000
N
ota
A p
art
ir d
e e
ste
añ
o la
EN
IGH
agru
pa las g
alle
tas d
ulc
e y
sa
ladas e
n g
alle
tas
CU
AD
RO
21
a
132
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Gra
no
C
aja
G
alle
tas
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
10.6
12
10.6
26
7.7
18
3.9
18
12.0
17
10.1
35
9.4
14
12.3
30
10.3
82
2
10.1
11
6.1
57
9.5
46
1.0
08
10.2
41
3.0
03
5.1
10
10.2
55
8.8
48
3
9.0
17
9.9
26
8.2
01
2.6
51
10.8
96
12.3
38
12.4
68
11.8
39
13.8
97
4
11.0
95
7.2
96
9.7
95
2.2
39
9.8
25
9.9
35
10.9
29
9.1
17
9.1
29
5
9.6
22
11.8
96
10.7
69
34.4
48
7.5
69
13.4
14
13.7
90
8.7
80
9.4
39
6
11.1
44
13.1
96
10.4
49
2.4
16
9.5
60
10.7
37
13.4
89
10.5
51
8.9
88
7
10.4
53
4.4
58
14.0
75
3.4
11
6.5
34
7.6
94
11.1
27
8.4
36
9.7
02
8
9.2
12
14.9
59
9.9
36
1.7
06
10.8
21
9.6
12
9.0
18
9.0
03
9.9
54
9
9.7
30
8.9
99
9.3
10
42.7
83
9.0
19
6.4
12
5.9
16
10.3
68
9.7
27
10
9.0
03
12.4
87
10.2
00
5.4
21
13.5
17
16.7
18
8.7
38
9.3
21
9.9
35
79.7
81
6.9
31
94.9
65
4.7
59
9.9
42
21.5
49
38.6
65
9.4
63
13.6
45
Po
rce
nta
je d
e g
as
to m
on
eta
rio
de
sti
na
do
a l
os p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
20
02
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 2
002
CU
AD
RO
22
a
133
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
7.3
28
23.1
63
7.2
49
8.6
05
11.3
71
8.7
99
6.5
22
6.9
54
19.5
77
1.7
59
7.5
59
2
9.7
41
9.5
30
15.5
41
16.3
95
52.7
00
12.3
89
5.4
80
10.3
77
5.7
87
16.4
18
9.9
36
3
3.6
34
1.4
28
2.7
96
1.6
39
0.0
00
4.1
30
3.4
59
3.2
27
11.6
28
6.3
91
8.7
19
4
9.8
11
4.9
60
16.3
17
11.9
68
2.3
44
10.1
19
6.3
78
5.4
56
11.3
05
0.2
35
7.9
10
5
15.9
64
4.2
07
4.8
64
0.0
00
1.7
58
0.3
81
11.8
96
4.2
17
11.7
90
42.5
69
6.6
21
6
22.4
47
11.0
61
4.9
45
13.9
34
7.0
92
17.3
76
13.3
74
11.0
71
6.9
78
5.7
85
12.8
26
7
7.3
35
23.9
43
15.9
40
8.2
78
1.6
41
12.6
41
9.5
59
12.4
37
2.6
49
9.6
74
16.5
25
8
7.8
72
14.6
97
9.1
86
38.1
56
14.6
52
22.0
92
11.4
08
9.3
72
10.7
08
12.9
78
8.7
78
9
8.2
40
4.8
82
7.2
39
0.0
00
1.0
54
8.8
31
16.3
73
15.2
21
15.7
92
2.7
95
11.3
94
10
7.6
28
2.1
29
15.9
24
1.0
24
7.3
86
3.2
41
15.5
50
21.6
68
3.7
86
1.3
97
9.7
32
11.3
81
1.4
59
96.9
76
3.0
24
2.4
29
8.9
66
10.7
86
36.9
84
5.2
66
14.5
73
11.8
09
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
92
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
992
CU
AD
RO
23
a
134
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
10.9
72
30.4
74
4.1
57
0.0
00
17.5
86
9.4
80
13.4
29
11.5
65
21.2
96
24.2
35
9.7
76
2
13.3
47
13.2
07
11.4
20
4.5
74
19.1
50
4.0
91
4.1
55
6.1
54
17.3
08
4.0
97
10.9
25
3
3.5
86
3.1
81
4.1
24
4.9
43
11.2
07
7.5
11
1.8
29
3.9
57
14.3
39
4.4
54
3.1
42
4
11.1
95
2.8
03
9.0
25
26.5
79
6.2
40
5.8
82
8.2
90
7.1
09
5.8
86
3.9
88
6.7
11
5
2.8
48
5.0
01
13.5
73
3.7
08
0.0
00
2.4
55
9.3
74
10.3
56
7.8
11
1.0
88
10.5
16
6
14.9
64
11.6
45
6.2
58
0.0
00
2.8
37
4.4
85
5.5
96
11.4
78
6.9
56
2.3
56
6.0
83
7
11.2
72
4.2
99
15.5
29
15.4
51
2.2
70
12.7
07
8.3
30
13.8
08
5.4
57
8.6
10
9.2
52
8
7.3
33
11.6
72
16.1
35
31.8
90
23.4
04
33.6
12
15.9
04
12.6
69
1.1
51
15.5
17
22.6
70
9
12.2
46
7.7
71
3.2
59
7.0
46
5.9
58
7.0
63
18.2
02
11.5
24
12.5
22
28.3
14
11.2
29
10
12.2
36
9.9
47
16.5
20
5.8
10
11.3
49
12.7
14
14.8
90
11.3
81
7.2
76
7.3
41
9.6
96
13.7
47
1.3
71
99.1
68
0.8
32
1.3
65
12.5
39
9.7
38
39.9
23
3.6
18
10.6
80
14.4
15
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
94
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
994
CU
AD
RO
24
a
135
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
sala
das
Galle
tas
dulc
es
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
an m
arc
a
Pasta
s
1
2.7
42
7.8
51
7.8
01
8.1
95
25.9
83
11.5
00
12.1
37
10.5
18
7.4
39
1.9
46
9.6
27
2
12.2
35
10.8
57
5.9
69
28.5
32
24.9
18
9.8
42
8.5
08
8.8
32
14.7
09
13.8
33
12.3
22
3
2.3
51
4.8
62
9.4
71
1.2
99
1.7
10
21.9
80
4.5
82
5.5
62
8.5
10
9.7
28
7.3
80
4
13.7
22
3.2
46
12.9
77
0.0
00
5.8
01
7.9
35
12.3
12
18.4
29
5.4
63
11.6
14
13.9
84
5
10.5
33
6.0
36
14.2
84
11.2
77
6.9
60
8.4
45
7.7
12
11.9
29
7.0
40
13.3
85
10.1
12
6
11.6
74
5.8
40
11.7
86
8.0
09
2.1
37
9.1
85
10.7
37
9.4
47
14.9
19
5.1
56
10.9
65
7
22.7
44
33.8
36
18.0
90
10.7
80
8.2
43
6.3
78
9.6
62
10.7
09
10.4
01
10.4
08
9.1
85
8
6.3
20
13.1
57
4.9
54
7.6
85
7.3
30
5.2
50
5.9
54
3.7
54
8.3
01
5.1
75
5.5
57
9
12.7
83
11.1
92
5.4
47
4.6
55
6.5
34
14.2
06
3.6
46
11.1
96
12.8
18
15.6
81
11.7
82
10
4.8
96
3.1
24
9.2
21
19.5
70
10.3
83
5.2
77
24.7
50
9.6
23
10.4
01
13.0
74
9.0
87
9.1
60
2.3
28
96.6
38
3.3
62
1.8
37
8.3
55
12.8
30
42.1
32
5.3
39
5.7
66
13.6
79
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
96
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
996
CU
AD
RO
25
a
136
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas s
a-
lad
as
Galle
tas d
ul-
ces
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
8.9
58
15.8
96
5.1
59
12.8
50
5.0
48
12.3
65
9.1
25
9.7
99
25.5
36
9.4
04
2
11.7
71
12.7
05
33.1
79
2.2
23
2.6
72
15.4
11
1.9
98
6.0
69
26.9
23
12.9
27
3
3.6
01
0.0
00
3.3
49
0.0
00
0.0
00
1.3
24
13.1
54
2.8
78
10.2
46
8.6
45
4
4.4
16
5.9
23
11.2
03
25.4
57
1.3
07
8.1
93
3.5
55
6.7
16
0.0
00
8.7
05
5
13.2
44
6.7
40
9.2
91
14.3
40
0.0
00
9.6
83
19.5
72
17.8
01
7.0
30
7.2
69
6
14.6
44
19.1
00
8.8
21
8.2
26
9.3
82
16.6
02
3.8
23
18.9
30
15.7
63
14.4
45
7
15.2
29
6.3
74
10.7
60
16.1
17
38.3
01
8.1
27
20.8
31
8.6
10
5.6
75
7.6
45
8
12.3
79
26.9
72
4.0
64
8.2
26
22.9
82
11.0
65
4.3
42
9.5
69
0.0
00
9.4
22
9
12.7
17
6.2
90
3.4
42
5.0
02
18.2
31
5.5
45
14.4
43
9.5
12
3.4
68
12.1
99
10
3.0
42
0.0
00
10.7
32
7.5
58
2.0
78
11.6
86
9.1
57
10.1
15
5.3
60
9.3
39
14.1
54
3.0
01
97.3
13
2.6
87
2.5
51
9.1
51
9.6
27
42.1
53
4.8
05
12.8
77
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
19
98
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 1
998
N
ota
: A
part
ir d
e e
ste
añ
o s
e a
gru
pa e
l pan d
e m
arc
a d
entr
o d
el pa
n d
e c
aja
CU
AD
RO
26
a
137
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
10.2
80
0.0
00
4.8
36
0.0
00
9.4
19
8.5
83
11.6
58
7.1
66
7.3
45
2
5.8
23
4.9
86
11.7
14
16.8
08
12.5
45
4.3
08
12.3
81
5.2
23
18.6
97
3
10.6
08
6.2
03
13.8
27
5.9
45
6.8
57
10.2
35
10.0
85
5.8
03
16.1
55
4
13.8
95
60.4
60
14.6
32
0.0
00
10.5
58
18.9
73
9.6
91
53.5
81
11.3
21
5
12.2
00
7.2
34
9.7
14
13.2
16
7.3
15
15.6
16
8.7
83
6.7
35
10.8
76
6
10.5
14
4.9
06
9.9
08
8.0
24
13.3
99
10.6
53
8.8
60
3.7
64
5.2
10
7
8.7
08
5.0
25
11.6
50
32.8
20
7.8
51
7.2
90
10.5
16
5.2
08
7.4
31
8
8.4
58
5.5
54
5.2
59
16.5
51
9.1
02
12.0
30
9.5
55
5.3
13
6.5
86
9
8.4
79
0.0
00
3.6
68
3.8
78
13.0
17
5.2
18
9.0
69
7.2
08
13.3
15
10
11.0
35
5.6
31
14.7
92
2.7
58
9.9
36
7.0
94
9.4
03
0.0
00
3.0
64
22.5
71
2.3
27
97.8
61
2.1
39
18.3
04
9.8
51
40.5
12
26.9
39
15.9
77
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
20
00
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 2
000
N
ota
: A
part
ir d
e e
ste
añ
o s
e agru
po g
alle
tas s
ala
das y
galle
tas d
ulc
es e
n g
alle
tas
CU
AD
RO
27
a
138
Decile
s
Tort
illas
Bota
nas
Frijo
l G
rano
F
rijo
l C
aja
G
alle
tas
Pan b
lanco
P
an d
ulc
e
Pan c
aja
P
asta
s
1
8.5
01
22.0
21
4.5
18
0.0
00
9.3
96
8.2
54
11.6
03
11.3
48
7.8
81
2
7.9
40
6.2
80
24.4
32
25.2
77
12.2
13
2.8
94
6.3
84
13.0
16
11.0
41
3
3.3
97
5.3
14
2.7
05
0.0
00
6.6
52
5.4
07
5.2
54
6.9
56
6.3
83
4
7.2
91
5.1
53
16.9
55
19.9
62
9.4
23
10.6
30
8.0
17
6.5
22
10.1
34
5
8.8
41
9.1
79
13.2
78
0.0
00
10.8
91
10.8
78
13.1
63
9.3
84
10.3
90
6
9.3
25
15.0
56
5.6
58
11.6
13
9.1
24
7.8
98
8.3
23
10.8
53
15.4
12
7
24.6
61
2.6
57
9.8
66
26.6
79
8.9
28
12.6
12
22.1
78
10.5
09
13.6
39
8
9.2
88
11.7
95
11.1
80
0.0
00
9.7
66
12.4
75
11.1
33
11.8
60
8.2
15
9
9.9
37
11.3
94
3.1
57
0.0
00
11.0
63
10.6
85
7.3
10
9.3
94
6.7
02
10
10.8
19
11.1
51
8.2
50
16.4
68
12.5
45
18.2
67
6.6
36
10.1
58
10.2
02
29.7
52
2.7
99
97.2
78
2.3
61
14.6
77
9.9
92
14.8
38
7.2
24
11.5
07
Po
rce
nta
je d
e g
as
to n
o m
on
eta
rio
de
sti
nad
o a
lo
s p
rod
uc
tos d
e e
stu
dio
20
02
Fuente
: E
labora
ció
n p
rop
ia c
on b
ase e
n la E
NIG
H 2
002
CU
AD
RO
28
a
139
ÍNDICE DE GINI 1992
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
%
AC
UM
ULA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
ÍNDICE DE GINI 1994
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
% A
CU
MU
LA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
140
GRAFICAS 20a
ÍNDICE DE GINI 1998
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
% A
CU
MU
LA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
ÍNDICE DE GINI 1996
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
% A
CU
MU
LA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
141
GRAFICAS 21a
ÍNDICE DE GINI 2002
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
% A
CU
MU
LA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
ÍNDICE DE GINI 2000
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
% ACUMULADO DEL INGRESO
% A
CU
MU
LA
DO
DE
LA
PO
BLA
CIÓ
N
142
GRAFICAS 22a
INGRESO REAL BASE 1993
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
1992 1994 1996 1998 2000 2002
ENIGH
VA
LO
R M
ON
ET
AR
IO
Decil 1
Decil 2
Decil 3
Decil 4
Decil 5
Decil 6
Decil 7
Decil 8
Decil 9
Decil 10
INGRESO REAL BASE 1998
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
1992 1994 1996 1998 2000 2002
ENIGH
VA
LO
R M
ON
ET
AR
IO
Decil 1
Decil 2
Decil 3
Decil 4
Decil 5
Decil 6
Decil 7
Decil 8
Decil 9
Decil 10
143
GRAFICAS 23a
ÍNDICE DE DESIGUALDAD
0
1
2
3
4
5
6
1992 1994 1996 1998 2000 2002
AÑOS
VA
LOR
NU
ME
RIC
O
144
GRAFICA 24a