Post on 05-Jul-2015
Inam Benali – Carolin Dameris – Joaquín de Aubeyzon – Gonzalo Eguren
Prólogo
Dentro del marco conceptual de la asignatura de Historia de América
Contemporánea se decidió realizar un trabajo sobre el Perú por ser el país de origen de
dos de los integrantes del grupo. Desde luego, la vasta historia republicana del Perú
ofrece una miríada de posibilidades sobre temas de investigación pues es un país cuya
historia política y social ha sido bastante convulsa pues no se cumplieron ni veinte años
en su historia republicana sin un golpe de estado civil o militar. Partiendo de este abanico
de temas se decidió optar por analizar el gobierno de Alberto Fujimori, no solo por su
contemporaneidad sino porque su gobierno ha generado debates y controversias en el
mundo académico sobre el uso del poder, legitimidad, democracia y los derechos
humanos, temas que también están enmarcados en la ciencia política. Por razones de
síntesis y de límites de tiempo, se optó por un evento en concreto del decenio de Alberto
Fuijmori al mando del gobierno del Perú, el autogolpe de 1992. Este evento marca un
importante hito en el gobierno de Fujimori, pues marcó una tendencia autoritaria y un
modo de hacer política bastante pragmática, estilo que fue imitado por líderes en América
Latina.
La estrategia de búsqueda de información consistió en buscar los autores que más
contribuyeron al estudio del gobierno de Alberto Fujimori, a partir de esta búsqueda hallar
artículos, libros e investigaciones que se circunscriban a este marco de tiempo del
autogolpe de 1992. Luego, lo más importante es hallar una pregunta que se ajuste al
debate historiográfico y académico que se suscita alrededor de los eventos de 1992, y así
realizar una síntesis de las razones y consecuencias del denominado autogolpe de
Fujimori.
Por otro lado, Alberto Fujimori es también parte de la ola neoliberal que invade
América Latina y para algunos expertos es responsable directo de la próspera situación
macroeconómica que vive hoy el Perú. Por lo tanto, es necesario escudriñar este evento
en concreto pues marcó un momento trascendental en el gobierno de Fujimori y ha sido
motivo de discusión académica por la repercusión que tuvo en la democracia peruana.
Incluso, Alberto Fujimori, a pesar de su aspecto dictatorial, arrasa las elecciones de 1995
nada menos que ante el ex-secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de
Cuellar.
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Inam Benali – Carolin Dameris – Joaquín de Aubeyzon – Gonzalo Eguren
Índice
Introducción
1. Entorno económico y político antes del golpe de Estado
1.1 Situación socioeconómica
1.2 Relación entre Fujimori y el Congreso de la República
2. Rasgos característicos de Fujimori
3. El autogolpe
3.1. El rol de la oposición
3.2. La ruptura democrática
3.3. La reacción ante el autogolpe
4. Consecuencias Post-Autogolpe
Bibliografía
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Inam Benali – Carolin Dameris – Joaquín de Aubeyzon – Gonzalo Eguren
Introducción
La irrupción de Alberto Fujimori en las pantallas de televisión dentro de cada hogar
del Perú en 1992 anunciando la disolución del Poder Legislativo y la reforma del Poder
Judicial enmarcó la política pragmática que siguió durante sus años en el poder. Un estilo
de “realpolitik” que tuvo inclinaciones, por etapas, autocráticas significó la condena de la
mayoría de intelectuales y líderes políticos. El autogolpe de 1992 establece un debate
sobre el uso del poder y la legitimidad de su uso. Cynthia McClintock, analista político
estadounidense opina que el autogolpe fue resultado de “una voluntad política autoritaria,
característica perdurable del liderazgo fujimorista”1, en tanto que el observador Hugo Zea
describe al autogolpe como una política necesaria para “transformar la sociedad y la
economía peruana.”2 Por esta razón, es necesario ver las causas y consecuencias
fundamentales por las cuales Alberto Fujimori decide llevar a cabo este autogolpe y así
marcar una línea de gobierno en los años venideros.
Pregunta inicial
¿Hasta qué punto las ansias de Fujimori de perpetuarse en el poder fue la razón
que precipitó el autogolpe de Fujimori?
1 Artículo de Cynthia McClintok extraído de: Fuesta Soldevilla, Fernando. “El juego político: Fujimori, oposición y las reglas”. Friedrich Elbert.1999. Lima, Perú.2 Zea, Hugo. “En defensa de Fujimori: Una Mirada a la Verdad”. Ediciones del autor. 2005. Lima, Perú.
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1. Entorno económico y político antes del golpe de Estado
1.1 Situación socioeconómica
En el momento en que Alberto Fujimori toma el poder el 28 de julio de 1990, el
país se encontraba en un estado económicamente alarmante y estaba obligado a
atravesar por un proceso de restructuración, que le permitiría emerger de la crisis no solo
económica sino social en la que se encontraba sumergido.
Durante el régimen del General Juan Velasco Alvarado (1968 – 1975) y tras un
deliberado proceso para hacer crecer el Estado peruano, éste se volvió mayoritariamente
propietario de los activos y del capital productivo nacional. Sin embargo, a pesar de su
gran tamaño y de ser una de las naciones económicamente más influyentes en
Latinoamérica3, resultó que en los años ochenta el Perú fue uno de los países más
débiles de la región. El estado peruano era incapaz de generar orden, era un desastre en
la administración macroeconómica e ineficiente para proveer de servicios esenciales. Por
si fuera poco, durante el mandato del presidente García (1985 – 1990), el movimiento
subversivo Sendero Luminoso se había fortalecido en la sierra y selva del Perú y se había
convertido en una amenaza real en la capital.
La situación a inicios de los años 90 heredaba este bagaje de corruptela y crisis
financiera y fiscal. La mayoría de las empresas estatales se encontraban seriamente
endeudadas y al borde de la bancarrota, las finanzas públicas habían colapsado y la
posibilidad de pedir crédito del extranjero se había extinguido.
En 1991 los niveles de inflación seguían siendo muy altos con un promedio
mensual de 14.5%4, situación que desalentaba la inversión en el país. El mercado de
valores también era un claro indicador de que la economía estaba estancada. Entre 1989
y 1992, el valor de acciones negociadas en la Bolsa de Valores de Lima se había
mantenido alrededor de los 600 millones dólares, casi 8 veces menor a los niveles que
alcanzaría en 1994. Y el indicador riesgo país era bien alto no solo debido a aspectos
económicos de inestabilidad sino también a la constante amenaza terrorista.
Una vez en el poder, Fujimori tuvo claros sus objetivos con miras a cambiar el
curso de las acciones. Los principales y más inmediatos objetivos que se plantea son:
3 Kay, Bruce H. “ “Fujipopulism” and the Liberal State in Peru” en Journal of the Interamerican Studies and World Affairs, Vol.38, No. 4, Center for Latin American Studies at the University of Miami, 1996. Pág.64 Op.Cit. Pág.10
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controlar la inflación, reinsertar al Perú en el sistema financiero internacional, reformar el
sistema tributario y vencer al terrorismo.
En pro de recibir el sello de aprobación del Fondo Monetario Internacional y para
cumplir con los tres primeros objetivos anteriormente mencionados, Fujimori decide tomar
medidas drásticas a través de un programa económico, que se denominó el “Fujishock”.
El “shock” fue una combinación de varias medidas que se tomaron. Para
comenzar, se redujo drásticamente el gasto fiscal, por ejemplo, el presupuesto militar en
defensa que era de 500 millones de dólares en 1989, se redujo a más de la mitad (245
millones) en 1990.5
Se flexibilizaron las leyes para la inversión externa, se redujeron los aranceles y se
comenzó un programa de privatización de empresas. Asimismo, y con miras a reformar el
sistema tributario, se introdujo una nueva institución: la SUNAT (Superintendencia
Nacional para la Administración Tributaria) que serviría para reducir la alta informalidad
generada en los años ochentas con el gobierno de García. Los resultados del PIB
reflejaban dicha informalidad, donde los ingresos por tributos eran inferiores al 10%.6
Si bien estas políticas resultaron positivas para introducir nuevamente al Perú en el
mercado internacional y para controlar una inflación que había llegado a unos dramáticos
7000% en 1990, la pobreza en el corto plazo empeoró. Aunque ya no había hiperinflación,
la pobreza extrema estaba en aumento, además, Sendero Luminoso había ampliado
dramáticamente su presencia en las ciudades.7
1.2 Relación entre Fujimori y el Congreso de la República
Luego de vencer en las elecciones de 1990, el partido de Alberto Fujimori (Cambio
90) no obtuvo mayoría en el Congreso de la República, Cámara de Diputados y Senado,
en contraposición con las mayorías relativas del Partido Aprista Peruano y el FREDEMO.
El país, en manos de Fujimori, necesitaba una serie de cambios apremiantes y para ello el
presidente debía contar con el apoyo de un sistema ágil y poco burocrático, pero esto se
complicaba dado que cambio 90 solo dominaba un cuarto de los escaños de la legislatura.
5 Kay, Bruce H. “ “Fujipopulism” and the Liberal State in Peru” en Journal of the Interamerican Studies and World Affairs,
Vol.38, No. 4, Center for Latin American Studies at the University of Miami, 1996. Pág.166 Op. Cit. Pág. 177 McClintock, Cynthia. “¿Resucitando la designación de régimen autoritario? Perú bajo Fujimori 1995-1998” en Tuesta Soldevilla, Fernando. La Política bajo Fujimori Lima: Fundación Friedrich Ebert. FFE, 1999. Pág.7
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Sin embargo, entre 1990 y 1992, Fujimori sí pudo ejercer muchas de las políticas
que se propusieron, especialmente las económicas. La coalición más importante en el
Congreso (el FREDEMO) apoyó muchas de las iniciativas de Fujimori en cuestiones que
tenían como principal objetivo el aliviar el país de la situación económica en la que se
encontraba.
Por otro lado, los partidos políticos opuestos a las políticas de Fujimori se
encontraban muy divididos, por ejemplo, el APRA no solo estaba desarticulado sino muy
desacreditado por los cinco años del gobierno anterior. Incluso, Fujimori podía gobernar
con cierta libertad dada la naturaleza de la constitución del 79. Ésta le permitía “al poder
ejecutivo ejercer vastos poderes unilaterales en materia económica, así como emitir
decretos sobre cualquier área de políticas públicas si la legislatura le delegaba la
autoridad para hacerlo”. 8
Sin embargo, la mayoría de tensiones entre el ejecutivo y el congreso, surgieron
con las iniciativas antisubversivas de Fujimori. En noviembre de 1991 el presidente emitió
126 decretos de los cuáles más de tres cuartos fueron aprobados. La mayoría de los 28
decretos rechazados estaban precisamente orientados a “medidas draconianas sobre
contrainsurgencia”9.
Ante la negativa del Congreso para concederle amplios poderes para legislar sin
ser fiscalizado, y alegando una falta de cooperación, el 5 de abril de 1992 Fujimori toma la
decisión de disolver el Congreso de la República.
La siguiente cita textual es un extracto del mensaje a la nación del presidente
dónde expresa los motivos de su decisión.
“Es cierto que la propia Constitución prevé los mecanismos para su modificación, pero es cierto que…. casi al término del presente mandato, recién contaríamos con los instrumentos legales necesarios para la reconstrucción general del Perú. ...Como Presidente de la República, he constatado directamente todas estas anomalías y me he sentido en la responsabilidad de asumir una actitud de excepción para procurar aligerar el proceso de esta reconstrucción nacional.1. Disolver temporalmente el Congreso de la República, hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional.2. Reorganizar totalmente el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías Constitucionales, y el Ministerio Público para una honesta y eficiente administración de justicia.
8 McClintock, Cynthia. “¿Resucitando la designación de régimen autoritario? Perú bajo Fujimori 1995-1998” en Tuesta
Soldevilla, Fernando. La Política bajo Fujimori Lima: Fundación Friedrich Ebert. FFE, 1999. Pág.69 Op.Cit. Pág.6
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3. Reestructurar la Contraloría General de la República con el objeto de lograr una fiscalización adecuada y oportuna de la administración pública, que conduzca a sanciones drásticas a los responsables de la malversación de los recursos del Estado.” 10
Sin lugar a dudas, la decisión de Fujimori rompe todas las bases de una
democracia, incluso sus férreos defensores lo califican como “El llamado autogolpe,
formalmente, constituye una transgresión constitucional”11, sin embargo genera un
legítimo debate acerca de si la obstrucción legislativa al poder ejecutivo es la explicación
fundamental del autogolpe. Por el contrario, si las ansias de un mayor poder fue lo que en
definitiva llevó al ex presidente del Perú a convertir su régimen en uno mucho más
autoritario del que había anticipado.
2 Rasgos característicos de Fujimori
"El país debe entender que la suspensión temporal y parcial de la legalidad existente no es la negación de la democracia real sino, por el contrario, es el punto inicial de la búsqueda de una auténtica transformación que asegure una democracia legítima y efectiva; que permita a todos los peruanos convertirse en constructores de un Perú más justo, más desarrollado y respetado en el concierto de las naciones".12
Con estas mismas palabras Alberto Fujimori legitimó el autogolpe del 5 de abril de
1992 ante el pueblo peruano. ¿Hasta qué punto Fujimori respetó la democracia y el
autogolpe fue medida necesaria para mantener la gobernabilidad del Perú ante la difícil
situación socioeconómica? En este capítulo se enfoca en especial en la personalidad de
Fujimori y además en la persona de Vladimiro Montesinos, entonces jefe de facto del
Servicio de Inteligencia y asesor más importante de Fujimori.
El entorno familiar en el que creció un político, experiencias personales y sucesos
vividos en el pasado influyen conductas políticas. De ahí que sea reveladora investigar la
bibliografía de Fujimori e intentar de crear una imagen de su carácter político para analizar
en qué medida éste influyó el autogolpe. Para completar este análisis, investigamos
también la persona de Vladimiro Montesinos quién jugó un papel fundamental en el
gobierno de Fujimori.
10 Mensaje a la Nación del Presidente del Perú, Ingeniero Alberto Fujimori Fujimori en EL 5 DE ABRIL DE 1992 en http://www.congreso.gob.pe/museo/mensajes/Mensaje-1992-1.pdf. Último acceso: (10/12/2010)11 Zea, Hugo. “En defensa de Fujimori: Una Mirada a la Verdad”. Ediciones del autor. 2005. Lima, Perú.12 Centro de estudios y documentación internacionales de Barcelona: Alberto Fujimori. En: http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/peru/alberto_fujimori#2, último acceso 15/12/10.
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Alberto Fujimori nació en Lima el 28 de julio de 1938 como hijo de inmigrantes
japoneses humildes. En los años sesenta estudió ingeniería agrícola en la Universidad
Nacional Agraria La Molina en Lima, como también física pura en la Universidad de
Estrasburgo en Francia. La Universidad de Wisconsin-Milwaukee le otorgó el grado de
máster en ciencias matemáticas en 1969. Más tarde volví a la Universidad Nacional
Agraria para ocupar un cargo de rector y además fue elegido dos veces presidente de la
Asamblea Nacional de Rectores. Asimismo era anfitrión de un programa de televisión
transmitido por Televisión Nacional del Perú (desde 1987 hasta 1989). Cuando pasamos
a investigar la bibliografía de Fujimori, éste parece ser corriente y sin aspectos llamativos
respecto a la pregunta de investigación. Simplemente su oficio en el programa de
televisión podría haber sido útil para Fujimori respecto a vínculos sociales los que más
tarde podía utilizar para la tramitación del autogolpe en que los medios de comunicación
jugaban un papel fundamental como vamos a ver a lo largo de este trabajo. En general la
bibliografía de Fujimori se caracteriza por una falta de experiencia política, aspecto que le
sirvió para ganar las elecciones en 1990 porque su estado de outsider le proporcionó
esperanzas del pueblo peruano para conllevar un estilo nuevo a la política peruana. Un
aspecto importante es que Fujimori incorporó un mandato no renovable para cinco años
en 1990. Al final en el contexto de la nueva Constitución de 1993 logró ser reelegido una
tercera vez.
“[…] tras ese desconocido [Fujimori] se ocultaba un personaje autoritario que poco a poco minó el orden constitucional, exacerbó los sentimientos más atrasados de la población orientándolos contra las instituciones democráticas y consiguió una hegemonía autoritaria en la conducción del Estado, a cuyo efecto incorporó en su aventura antidemocrática a los altos mandos castrenses, muy preocupados por el progreso de la subversión […]”13
Un aspecto fundamental que fortalece el argumento de que las ansias de Fujimori
de quedarse en el poder condujeron hacia el golpe, es su intento exitoso de ser reelegido
por tercera vez en 2000. Si hubiera respetado el orden democrático, y el golpe fue ilegal
pero necesario en cuanto a la situación económica y política en el país, no habría pedido
de poder presentarse una tercera vez al cargo del presidente en 2000. Posibilidad que le
dio la nueva Constitución, aprobado después del autogolpe e iniciado por Fujimori por sí
mismo.
Cuando pasamos al asesor más importante de Fujimori, Vladimiro Montesinos, su
bibliografía muestra varias tendencias autoritarias. Tras recibir una enseñanza militar, fue
13 San Martín Castro, César (1992): La justicia en el Perú y el golpe de Estado del presidente Fujimori. En: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2520572, último acceso 15/12/10.
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acusado en los años setenta de traición y conspiración, reproches que más tarde se
pasaron. Además sus títulos académicos resultaron ser inválidos al haber desaparecido
los documentos correspondientes. Sin embargo logró alcanzar el título de abogado con
documentos falsos y en ese cargo defendió unos narcotraficantes. Se cruzó camino con
Fujimori en el año de la candidatura al presidente de él mismo al defenderle de
acusaciones de fraude y de transacciones irregulares en bienes raíces. Después de haber
ganado las elecciones Fujimori, Montesinos asumió el cargo de asesor del jefe del
Servicio de Inteligencia, siendo de verdad el jefe de facto.14 De ahí que teniendo en cuenta
las irregularidades bibliográficas la persona Montesinos no se pueda premiar con el
adjetivo “democrático”. Al mismo tiempo el gobierno de Fujimori se caracterizó por una
colaboración estrecha entre Fujimori y Montesinos lo que también muestran entrevistas de
las dos.15
Aunque no se puede confirmar con seguridad, parece probable que ya con el
acceso al poder la tramitación del autogolpe estaba prevista. Como si hubiera querido
preparar al pueblo peruano, Fujimori se lamentó del "desastre" que heredaba de la
administración aprista y resumió el sombrío estado de cosas con estas palabras:
"Nos toca afrontar la crisis más profunda que ha vivido el país en toda su historia
republicana; una economía entrampada en una hiperinflación y una depresión, una
sociedad escindida por la violencia, la corrupción, el terrorismo y el narcotráfico. En una
palabra, casi una economía de guerra".16
En conclusión, ni Fujimori ni Montesinos se caracterizaban por tener una voluntad
democrática ni de un respeto por las bases fundamentales del ordenamiento institucional
y democrático del Perú.
3. El autogolpe
3.1. El rol de la oposición
El motivo de la confrontación entre Fujimori y la oposición son las medidas de
shock con las que quiso solucionar los problemas del país. Fujimori a la hora de aplicar
las medidas de shock solo se ocupó de la eficiencia de los procedimientos usados para la
14Wikipedia: Vladimiro Montesinos. En: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:sJrgybGRJ98J:es.wikipedia.org/wiki/Vladimiro_Montesinos+bibliograf%C3%ADa+vladimiro+montesinos&cd=1&hl=de&ct=clnk, último acceso 15/12/10.15 Véanse http://www.youtube.com/watch?v=ppuKqx8ST40&feature=related, último acceso 15/12/10.16 Centro de estudios y documentación internacionales de Barcelona: Alberto Fujimori. En: http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_lideres_politicos/america_del_sur/peru/alberto_fujimori#2, último acceso 15/12/10.
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obtención de estos logros concretos que por el carácter democrático o antidemocrático de
los mismos.
Al inicio del mandato de Fujimori los partidos políticos existentes constituían la
mayoría en el congreso pero no tenía la intención de colaborar. Como lo describe el
mismo Fujimori: “parlamentarismo estéril que de nada ha servido a nuestro pueblo”17.Esta
falta de colaboración puede ser uno de los motivos que terminaron con el autogolpe.
Fujimori fue un político muy astuto y construyó una alianza con los poderes fácticos, una
alianza cívico militar con las fuerzas armadas, el círculo empresarial y financiero y los
tecnócratas.
La reacción de la oposición ante las medidas de shock distanció, incluidos los
partidos de derecha, al legislativo del ejecutivo. El comportamiento de los partidos
dificultaron el trabajo del ejecutivo, este no encontró una solución al bloqueo de los
decretos supremos que en los 20 meses transcurridos entre la toma de posesión y la
realización del autogolpe Fujimori sumaba 575 decretos supremos rechazados.
En 1991 la relación con la oposición se empeoró cuando Fujimori firmó un
convenio con los Estados Unidos, pero mejoró la relación diplomática con este país. Otro
tema era el presupuesto sobre el cual Fujimori defendía el equilibrio presupuestal y la
oposición insistía sobre un presupuesto con déficit y la solución fue que el mandatario
evitó la reforma a través un decreto ley, en este momento no pudo hacer nada porque no
se podía revocar el decreto ley.
Hacia el año 1990 comenzaron a propagarse rumores acerca de intenciones de la
oposición de derrocar al presidente Fujimori, bajo el pretexto de evasión de impuestos. El
año siguiente, la oposición responsabilizó políticamente al presidente del conflicto con
Ecuador, e hizo evidentes sus intenciones de pedir su destitución. Afortunadamente para
Fujimori, la destitución no tuvo el apoyo de la mayoría del Congreso. Fue entonces que su
desconfianza hacia la oposición aumentó aún más.
A principios de 1991 Fujimori en un discurso condenó a las fuerzas opositoras
como partidistas y dijo que convendría que haya un emperador que pasase 10 años
resolviendo los problemas del Perú. A pesar de sus disculpas las relaciones con la
17 Declaración de Alberto Fujimori extraída de: Degregori, Carlos Iván. “El nacimiento de los otorongos: El Congreso de la
República durante los gobiernos de Alberto Fujimori (1990-2000)”. Instituto de Estudios Peruanos. 2007. Lima, Perú.
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oposición ya estaban zanjadas, su distanciamiento era evidente y un Fujimori, apoyado
por la cúpula militar se mostraba cada vez más confiado en el poder.
Cynthia McClintock, historiadora de la Universidad de Washington y feroz crítica
del gobierno de Fujimori, señala que las relaciones de la oposición se tornaron ásperas
por la voluntad política de Fujimori de desprestigiar al sistema político del Perú, así
aislarse en la escena política y ser percibido como la única solución. FREDEMO, la
coalición más importante de ese congreso apoyó la mayoría de las iniciativas de Fujimori,
en particular sus políticas económicas. FREDEMO sí buscó acercarse al presidente
Fujimori y si bien, censuraron a un ministro suyo esto no tiene mayor repercusión pues en
el gobierno de Belaúnde se censuraron más de cincuenta funcionarios.
3.2. La ruptura democrática
El domingo 5 de abril apareció Alberto Fujimori en todos los canales de TV para
anunciar el autogolpe y lo hace pronunciando dos veces “disolver” y dio inicio al llamado
Gobierno de emergencia y reconstrucción nacional. Dio de entender que este paso era
inevitable si se quiere la mejora y la recuperación de la situación económica del poder y
evitar que la izquierda aprovechase el sistema para debilitar al gobierno. Se denominó
autogolpe porque el Presidente civil y constitucional destruyó con el apoyo de las fuerzas
Armadas y la Policía Nacional la base legal sobre la cual él mismo había resultado
elegido. Paralelamente al autogolpe se detuvieron políticos, periodistas, dirigentes
gremiales y se intentó detener el ex presidente García, pero este logró escapar.
3.3. La reacción ante el autogolpe.
El 5 de abril de 1992 cuando se consumó el autogolpe, Fujimori dio un
discurso repentino a través de los canales de televisión y la radio, anunció la suspensión
temporal de la Constitución Política y diversas medidas de urgencia como el cierre del
Congreso, la renovación el poder judicial y la redacción de una nueva Constitución
Política. Según Fujimori, él no rechazaba la democracia sino por la construcción de una
democracia legítima y eficiente que haga del Perú un país justo y desarrollado.
En el Perú, el autogolpe recibió apoyo por los ciudadanos, muchos peruanos
apoyaron las medidas drásticas inconstitucionales con la expectativa de una pronta
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mejora en el aspecto socioeconómico y de una ejecución eficaz de la política contra
subversiva.
Las fuerzas opositoras rechazaron enérgicamente el autogolpe y criticaron a
Fujimori, y a mediados de Abril basándose en la constitución de 1979 destituyeron a
Fujimori de la Presidencia y nombraron al Vicepresidente Máximo San Román como
presidente provisional y llamaron al pueblo a resistir y a movilizarse, pero no se observó
ninguna movilización, salvo la minoría de militantes y simpatizantes de los partidos
políticos. Tras el autogolpe Fujimori restituyó los decretos legislativos derogados. Las
fuerzas opositoras no contaban con apoyo popular y no podían tomar una iniciativa
política ni una acción contraria de gran envergadura frente a la convocatoria de Fujimori a
las elecciones del Congreso Constituyen Democrático (CCD).
4. Consecuencias Post-autogolpe
Después de perpetrado el autogolpe, Fujimori y la cúpula militar que lo
acompañaba en esta “pausa” institucional poseían un abanico de posibilidades para
actuar. Tal y como lo manifestó Alberto Fujimori: este autogolpe era una medida temporal
en pro de restablecer un funcionamiento democrático en el país. Por lo tanto, un
reordenamiento institucional era lo que la sociedad peruana se esperaba dadas las
pésimas experiencias dictatoriales vividas en los años 70.
El plan de Fujimori de retorno a la democracia estaba compuesto por tres
principales medidas: elecciones de noviembre de 1992 para delegados del CCD,
encargados de redactar una nueva constitución, elecciones municipales de junio de 1993
y un referéndum constitucional.
El Congreso Constituyente fue el responsable de escribir esta nueva Constitución,
Congreso donde Fujimori obtuvo una ligera mayoría con la ayuda de un nuevo
movimiento de perfiles de líderes exentos de ambición política, reconocidos como
auténticos defensores y promotores del pueblo18. El gobierno de Fujimori se destaca por
un fuerte discurso apolítico, su sorpresiva elección fue en sí misma resultado de un
debilitamiento del sistema político tradicional y del consecuente rechazo a los partidos
políticos tradicionales. El “ideario político”19 de Cambio 90, plataforma de Alberto Fujimori,
18 García Montero, Mercedes. “La década de Fujimori: Ascenso, Mantenimiento y caída de un líder antipolítico” en América Latina Hoy, Vol. 28, Universidad de Salamanca, 2001. Pág.2319 “Invocando a Dios… en ejercicio de los derechos consagrados en la Constitución Política del Perú…. convocamos a todos los peruanos de buena voluntad… a constituir un vigoroso movimiento social y político” Resumen de primeras líneas del Ideario político de Cambio 90 extraídas de: Carlos Iván Degregori. El nacimiento de los otorongos: el Congreso de la
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vislumbra la precariedad del movimiento y una completa desidia de formar un
alineamiento ideológico estricto que circunscribiera al partido político. El discurso del
mandatario no se adecuaba a una ideología política de modo manifiesto pues tuvo una
constante perorata anti-política para distanciarse del sistema político tradicional y en
alguna medida, perpetuarse en el poder. De este modo, tras el autogolpe asumió un rol de
presidente plebiscitario haciendo expresa su voluntad de gobernar al margen del sistema
tradicional de partidos, reemplazándolos con un sistema autoritario de concentración del
poder.
Julio Cotler, reconocido politólogo, comenta al respecto:
Fujimori incumplió sistemáticamente su compromiso de negociar con la oposición las
condiciones bajo las cuales se realizarían las elecciones; más aún, dio marchas y
contramarchas en el cronograma de la transición y mantuvo silencio sobre las reglas
electorales y sobre los procedimientos y las funciones del nuevo Congreso, lo que creó
desconcierto y desconfianza sobre sus propósitos.
Más aún, para elecciones del CCD se atrasó el establecimiento de las normas
procesales y se determinó que sus miembros no podrían ser electos a cargos públicos
hasta por lo menos un periodo después.20 Si bien esta norma fue revocada la participación
de los líderes de la mayoría de los partidos políticos, Acción Popular, el Apra y los
movimientos Izquierda se abstuvo pues su involucramiento hubiese significado legitimar
los eventos plenamente anti-democráticos del gobierno.
De este modo, Fujimori sí cumple con este esquema tripartito de retornar a la
democracia, sin embargo de forma simultánea se encarga de aislarse en la escena
política con el propósito de allanarse el camino para perpetuarse en el poder y de
establecer dudosas y cambiantes reglas. Con un fuerte discurso anti-político él logra alejar
a las tradicionales fuerzas de oposición y obtener un consenso oportuno. Además, un
elemento adicional en este análisis primigenio de las consecuencias del autogolpe, es la
presencia de Vladimiro Montesinos, cuya participación en estos eventos es fundamental
dado que Fujimori no consulta estas medidas con su Consejo de Ministros.
República durante los gobiernos de Alberto Fujimori (1990-2000). IEP, 2007. Lima, Perú. Pág. 3020 McClintock, Cynthia. “¿Resucitando la designación de régimen autoritario? Perú bajo Fujimori 1995-1998” en Tuesta Soldevilla, Fernando. La Política bajo Fujimori Lima: Fundación Friedrich Ebert. FFE, 1999. Pág.8
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La nueva Constitución de 1993 es refrendada por un referéndum cuya limpieza fue
puesta en duda21. Hasta el día de hoy, se cuestiona la legitimidad de esta Constitución,
existiendo fuertes convicciones políticas de retornar a la constitución de 1979. Sin
embargo, estos cuestionamientos no cuestionan principalmente su legitimidad sino su
abierta posición neo liberal. Por lo tanto dentro del análisis post-autogolpe cabe
mencionar que Fujimori, a través de la promulgación de una nueva constitución existe un
intento legítimo de alcanzar un Estado que se modernice para así avanzar con su agenda
neoliberal. Según el autor Phillip Mauceri en un artículo muy bien documentado en
materia de reformas económicas y estructurales en el Perú; Fujimori, confrontado al
aislamiento internacional precipitado por el autogolpe no encontró posibilidades de un
desarrollo de estructuras autoritarias22.
La reacción internacional al autogolpe fue quizás la más contundente en contra del
autogolpe cívico-militar en el Perú. Los EEUU lanzaron advertencias para un
reordenamiento democrático en el Perú, Panamá y Venezuela rompieron relaciones
democráticas con el Perú, la Unión Europa suspendió su cooperación económica, así
como un expreso desacuerdo por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA)
que envío una comisión de observación al país.
En consecuencia, la presión internacional jugó un papel importante en presionar a
las autoridades post-golpistas que actuaran a la altura de las circunstancias y solventen
un reordenamiento democrático. La Constitución redactada ese año sí está en línea con lo
planteado por Fujimori pues esta conlleva no una agenda de “mercado social” sino una
direccionalidad neoliberal, de libre mercado. Por lo tanto, dentro del análisis de las
consecuencias del autogolpe cabe establecer que sí existió una reforma genuina del
sistema político y económico del Perú. Se plantearon reformas que permitieron agilizar al
Estado y modernizarlo, elementos como esta constitución son la que otorgaron legitimidad
al accionar de Fujimori. Actualmente, dentro de los elementos que sustentan el
Fujimorismo, es el consensuado reconocimiento que esta nueva constitución permitió y
agilizó el crecimiento económico que el Perú hoy ostenta.
Conclusiones
21 Rosa García Montero García Montero, Mercedes. “La década de Fujimori: Ascenso, Mantenimiento y caída de un líder antipolítico” en América Latina Hoy, Vol. 28, Universidad de Salamanca, 2001. Pág.2322 Mauceri, Phillip “State Reform, Coalitions and the Neoliberal Autogolpe in Peru” en Latin American Research Review, Vol. 30, No.1, The Latin American Studies Association, 1995, Pág.32
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Inam Benali – Carolin Dameris – Joaquín de Aubeyzon – Gonzalo Eguren
Las condiciones en que Alberto Fujimori recibe al Perú son, irrefutablemente,
complicadas. El país estaba al borde del precipicio, Sendero Luminoso constituía una
amenaza latente y organizada que ya se acercaba a la capital. La crisis económica era
rampante, la hiperinflación del gobierno de García y más aún el Perú se encontraba
aislado en la comunidad internacional. Alberto Fujimori ha provisto de suficiente evidencia
para determinar el autogolpe fue resultado de su voluntad autoritaria. Él no se ajustaba a
una ideología política en particular y decidió tomar la vía autocrática en su manera de
gobernar. Asesorado por Vladimiro Montesinos, se dedicó a difamar al sistema político
peruano y a debilitarlo para así mostrarse como la única solución posible a la
problemática nacional. Como sintetiza Cynthia McClintock:
Fujimori era de una personalidad autoritaria que no quería perder su tiempo
negociando con líderes opositores y que quería que su período presidencial se extendiera
a más de cinco años. Así mismo, los militares y los oficiales de inteligencia sostenían que
para poder derrotar a Sendero Luminoso era necesario un régimen autoritario.23
Las consecuencias de este evento tampoco distan de esta conclusión pues el
accionar de Fujimori, con una turbia elección del CCD y una constitución eminentemente
presidencialista confirman su voluntad de perpetuarse en el poder.
Sin embargo, y muy aparte del análisis historiográfico acerca del autogolpe, cabe
hacerse las interrogantes si en realidad la democracia estaba funcionando en el país.
Eran momentos de crisis y Fujimori asumió un liderazgo autocrático que finalmente
terminó solucionando los graves problemas que enfrentaba el Perú. Una decisión racional
y pragmática para una situación económica y social tan nefasta en aquellos años era lo
que el pueblo peruano aceptó pues el verano de 1992 estuvo marcado por sangrientos
atentados de Sendero Luminoso. Por eso, se consideró que acciones drásticas eran las
necesarias para combatir el terrorismo y la crisis económica. Es evidente que Alberto
Fujimori encaminaba su gobierno hacia una senda autoritaria. Sin embargo, la
abrumadora aceptación y el “indulto político” al reelegir a Fujimori en las elecciones
generales de 1995 legitiman esta decisión. La disolución del Congreso fue aceptada y
concertó con la necesidad del pueblo peruano de una solución eficaz y vertiginosa contra
los problemas del país.
23 McClintock, Cynthia. “¿Resucitando la designación de régimen autoritario? Perú bajo Fujimori 1995-1998” en Tuesta Soldevilla, Fernando. La Política bajo Fujimori Lima: Fundación Friedrich Ebert. FFE, 1999. Pág.7
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