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La selección de temas aquí propuesta es obra personal mía, en función de la experiencia, de lo comentado en las reuniones de
Coordinación y de lo que creemos que pueden preguntar en la EBAU. No es una lista oficial, por lo que pueden caer o no, pueden
utilizar el mismo enunciado u otro. Estas propuestas están concebidas para uso exclusivo de mis alumnos, quedando prohibida su copia.
TEMAS SELECCIONADOS POR ALBINO PARA EBAU.
SIGLO XIX:
1-La Guerra de Independencia: Antecedentes, causas, bandos y desarrollo de los acontecimientos.
2-Independencia de las colonias americanas: Causas, desarrollo y consecuencias.
3-El carlismo: ideario político, zonas de influencia, guerras y consecuencias.
4-Partidos políticos durante el reinado de Isabel II: Características y obra de gobierno.
5-Etapas del reinado de Isabel II desde su minoría de edad: El papel de los militares y la evolución constitucional.
6-Conflictos del sexenio y sus consecuencias: gobierno provisional, monarquía de Amadeo I, república y gobierno de serrano, I
guerra de cuba y III guerra carlista.
7-Especifica las características de la nueva sociedad de clases y compárala con la sociedad estamental del Antiguo Régimen.
8-La constitución de 1876 y el sistema canovista.
9-La oposición en la Restauración canovista: Regeneracionismo, republicanismo, nacionalismos y movimiento obrero.
10-El desastre del 98: guerra de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, y repercusiones políticas, económicas, sociales e ideológicas en
España.
11-Evolución económica siglo XIX: Industrialización, minería, comunicaciones, y finanzas, 1833-1902.
SIGLO XX
12-El Revisionismo (Regeneracionismo) político de Alfonso XIII. Maura y canalejas (1902-1914).
13-Crisis de la monarquía de Alfonso XIII (1914-23): La influencia de la I guerra mundial y de la revolución rusa.
14-La Dictadura de Primo de Rivera: Directorio militar y Directorio Civil.
15-El problema de Marruecos.
16-Analiza la proclamación de la II República y las características de la constitución de 1931.
17-Bienio reformista de la II República, 1931-3: Reformas de Azaña y hechos más relevantes.
18-Bienio derechista y Frente Popular, 1933-36: Acontecimientos Bienio, revolución de octubre, elecciones 1936, Frente
Popular y Golpe de Estado.
19-Fases de la guerra civil. La evolución bélica.
20-Situación política y económica de los dos bandos enfrentados durante la guerra civil.
21-La internacionalización del conflicto y las consecuencias de la guerra.
22-El franquismo: Ideología, apoyos sociales, familias políticas, leyes fundamentales e institucionalización del régimen.
23-Explica las etapas del franquismo y la trascendencia de la política internacional.
24-Economía y sociedad en el franquismo: Etapas y características.
SIGLO XIX
TEMA 1: LA GUERRA DE INDEPENDENCIA: ANTECEDENTES, CAUSAS, BANDOS Y
DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS.
1.- Antecedentes, orígenes y causas. 1-La revolución francesa y Napoleón. En 1788 muere Carlos III y le sucede su hijo Carlos IV (1788-1808), y en
1789 estalla la revolución francesa. Primero, Floridablanca impone un cordón sanitario en la frontera para evitar la
llegada de las ideas revolucionarias, y Aranda, después, intenta llegar a acuerdos diplomáticos con Francia para
mantener la paz, hasta que en 1792 los revolucionarios destituyen a Luis XVI en Francia y Aranda es sustituido
como Secretario del Despacho de Carlos IV por Godoy. El guillotinamiento de Luis XVI y Mª Antonieta en enero
de 1793 provoca que la I Coalición (G.B., Austria, Holanda, España…) declare la guerra de la Convención o Guerra
de los Pirineos a Francia (1792–1795), y el General Ricardos invade el sur de Francia, pero en 1794 Francia invade
Cataluña y País Vasco, y en julio de 1795 se firma la Paz de Basilea, primero, y el Primer Tratado de San Ildefonso
(alianza España-Francia contra Gran Bretaña). La Armada británica derrota a la española en el Cabo de San
Vicente (feb. 1797) y amenaza la ruta comercial con América.
En 1799 Napoleón Bonaparte tomó el poder en Francia, en 1800 se firma el Segundo Tratado de San Ildefonso, y
en 1802 España desencadena la Guerra de las Naranjas contra Portugal, ocupando Olivenza, mientras los
británicos ocupan Menorca antes de firmar la Paz de Amiens con Francia. En 1804, Napoleón, ya emperador,
declaró la guerra a la 3ª Coalición (1804–1806) e intentó invadir Gran Bretaña, para lo que necesitaba distraer a la
flota inglesa, pero en Trafalgar (21-X-1805) el Almirante Nelson destruye a la flota franco-española.
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2-Decreto de Berlín y Tratado de Fontaniebleau. A la crisis económica, hacendística y social, se unirá la crisis política, ya que la derogación en 1789 de la Ley Sálica, aunque no se hizo oficial, inició una lucha por el poder entre
partidarios de Carlos IV y los de su hijo, Fernando, que aprovechará Napoleón en su beneficio. El desastre de
Trafalgar y la firma del Tratado de Fontaniebleau, agudizo la crisis económica por los gastos ocasionados por el
ejército francés y por el bloqueo inglés al comercio español con América, y desencadenó la lucha final por el poder
entre Carlos IV y Fernando VII. Por el Decreto de Berlín de 1806 Napoleón prohibía el comercio con Gran
Bretaña para obligarles a firmar una paz favorable a Napoleón, pero necesitaba someter a aquellos países aliados
de los británicos y que no respetaban el Decreto: Dinamarca, Grecia o Portugal. Por el Tratado de Fontaniebleau
entre España y Francia en 1807, España permitía que un ejército francés atravesase hacia Portugal, dejasen
guarniciones en España, y después dividir Portugal entre Carlos I de Borbón (Lusitania septentrional entre el Miño
y el Duero), la ex reina de Etruria y hermana de Napoleón (Elisa Bonaparte, que gobernaría entre el Duero y Tajo),
y para Godoy (Rey de los Algarves) la zona sur del Alentejo y Algarve. En pocos días las tropas de Junot tomaron
Lisboa, pero en España se acantonan más de 100.000 hombres al mando de Junot y Murat. Este último (Duque de
Berg y cuñado de Napoleón) fue nombrado en febrero de 1808 Lugarteniente del Emperador en España, y dirigió
sus tropas hacia Madrid.
3-El Motín de Aranjuez (17-19 de marzo de 1808) se presentó como una rebelión popular, aunque en realidad fue
organizado por los partidarios de Fernando VII y protagonizado por grupos organizados de 4-6 hombres armados
de palos que recorren Aranjuez capitaneados por supuestos líderes del pueblo (“El tío Pedro”, «el tío Coleto», «el
aragonés» o «el extremeño»), que eran los nombres en clave del Conde de Montijo y otros nobles, que pagaron a
los agitadores y organizaron la revuelta. Godoy había ordenado al General Castaños formar un ejército para
enfrentarse a los franceses, y ante el peligro de revuelta había preparado la huida de la familia real hacia Sevilla,
pero, no le dio tiempo, y su casa fue asaltada y él apresado, a pesar de esconderse en un arcón. Carlos IV fue
obligado a firmar la destitución de Godoy y a abdicar, 2 días después, en su hijo Fernando, que el 23 de marzo
entró a caballo en Madrid por la puerta de Toledo, aclamado por el pueblo, mientras Murat entraba por la puerta
de Chamartín, también aclamado por los que creían que venía en apoyo de Fernando (24 años), que reinará 2 meses.
4-Dos de mayo de 1808 y Abdicaciones de Bayona (5-6 de mayo de 1808)
Carlos IV pidió la ayuda de Napoleón por su abdicación, y el Emperador invitó a Fernando VII y Carlos IV a Bayona
(llegaron el 20 y 30 de abril). Ante la imposibilidad de acuerdo, Napoleón consiguió la abdicación de Fernando VII
(No sin antes amenazarle de muerte) a favor de su padre, quien al día firmó el acuerdo de abdicación a favor de
Napoleón siempre y cuando éste respetase la integridad de España y las Indias, y la confesionalidad católica del
estado, y entregase cediese Navarra Fernando VII y el territorio francés de Chambord a Carlos IV. Fernando, su
hermano Carlos Mª Isidro y su tío Antonio Pascual, fueron recluidos en el castillo de Valençay hasta 1814, y
Napoleón proclamó rey de España a su hermano José I Bonaparte.
Mientras tanto se produce la rebelión del DOS DE MAYO en Madrid, contra la presencia de tropas francesas, el
traslado de los miembros de la familia real a Francia, y las noticias sobre la reclusión de los reyes en Bayona. Los
madrileños, acaudillados por los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, se levantan contra el ejército francés.
Grupos de madrileños empiezan a manifestarse y enfrentarse a soldados franceses por la mañana, y se amotinan
frente al Palacio Real para impedir que se lleven al infante Francisco de Paula, el menor de los hijos de Carlos IV,
a Francia. Por la tarde se suman las guarniciones dirigidas por Daoiz y Velarde, y provocan la respuesta de Murat,
que restablece el orden y reprime la revuelta fusilando a centenares de madrileños como escarmiento («Los
fusilamientos del 3 de mayo» o «Fusilamientos de la Moncloa» de Goya). El 4 de mayo el resto de la familia real
partirá hacia Bayona, con el Infante Antonio Pascual, tío de Fernando, que presidía la Junta de Gobierno –que
había gobernado desde el 10 de abril hasta el 4 de mayo.
Para muchos este es el inicio de la guerra, con la extensión de la rebelión por toda España, la creación de las
Juntas Locales, Provinciales (Junta Suprema de Extremadura en junio), y la Junta Suprema Central (presidida por
Floridablanca), opuesta a la Junta de Gobierno y al Consejo de Castilla (dirigidos por el mariscal francés MURAT).
Esta guerra hay que entenderla, en primer lugar, como un conflicto europeo en el que Napoleón debe atender a
varios puntos de conflicto y en el que la rebelión española dificultará el bloqueo continental a Gran Bretaña y
servirá de ejemplo a otros pueblos europeos en la lucha contra Napoleón (Prusia, Rusia), por lo que la contienda
sufrirá vaivenes en función de los éxitos y fracasos napoleónicos en Europa. En segundo lugar, fue una guerra
nacional y popular, pero inicialmente no revolucionaria, ya que el ideario inicial de los rebeldes se basaba en la
defensa de la religión, la monarquía, y la sociedad tradicional, convirtiendo a la Iglesia en uno de los motores del
levantamiento, en contra de la ideología de una minoría liberal que emergerá poco a poco y protagonizará la
auténtica revolución política en Cádiz (Cortes de Cádiz y Constitución de 1812).
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2. Las Dos Españas. Durante la guerra habrá dos Españas, cada una con su gobierno: El de José Bonaparte y el de Las Juntas.
La España de José I. Con el apoyo de españoles "afrancesados" que colaboraron con él, José Bonaparte
gobernará la parte dominada por los franceses. El "Estatuto de Bayona", una especie de Constitución otorgada con
aires liberales que servirá de base legal para introducir reformas ilustradas-liberales que acaben
progresivamente con el Antiguo Régimen, definía el Estado como confesional-católico, el Gobierno presidido por el
Rey se apoyaba en el Consejo de Estado, reconocía derechos individuales (Inviolabilidad del domicilio, libertad
personal, derechos del detenido, abolición del tormento……)),, el Poder Judicial sería independiente, y reservaba
amplios poderes para el Rey y las Cortes Estamentales.
Los “afrancesados” apoyaron las reformas del Estatuto y juraron fidelidad a José I. La mayoría eran muy
instruidos, aristócratas (duques de Híjar o Conde de Santa Coloma), clérigos, altos funcionarios (ministros como
Cabarrús o Mazarredo), funcionarios de provincias e intelectuales (José Mª Blanco White, Meléndez Valdés o
Leandro Fernández de Moratín), o artistas como Goya. Ideológicamente estaban próximos a los liberales
moderados jovellanistas, partidarios de acuerdos entre liberales y absolutistas y contrarios a una revolución. El
pueblo les consideró traidores, y al finalizar la guerra muchos se exiliaron o sufrieron cárcel o fusilamiento.
José I decreta la abolición del régimen señorial y la desvinculación sus bienes, la desamortización de bienes
eclesiásticos y la supresión de aduanas internas. Suprimió los mayorazgos, gremios e Inquisición, y dividió el
territorio en provincias como después Javier de Burgos en 1833 (La provincia del Tajo y Alagón se asemeja a la
actual de Cáceres). Creó la Junta de Instrucción Pública para desarrollar la educación, y se enfrentó a su hermano
cuando éste no le permitió convocar Cortes Generales y cuando en 1810 el Emperador planeo incorporar a Francia
los territorios al norte del Ebro. José I sufrió el escarnio de la propaganda enemiga.
La España no ocupada. Surgieron Juntas locales (vecinos más significados, como nobles, eclesiásticos, militares,
ilustrados burgueses) que lideraron el levantamiento anti francés y ocuparon el vacío de poder provocado por los
levantamientos populares, las abdicaciones de Bayona, y el secuestro del gobierno oficial. En Septiembre de 1808,
los delegados de las Juntas Provinciales, reunidos en Aranjuez, constituyeron la Junta Central Suprema (34
miembros presididos por Floridablanca), que rechazó la renuncia de Fernando VII al trono, asumió la Soberanía
Nacional y la dirección de la guerra, y negoció la ayuda inglesa (El Consejo de Castilla ya había declarado nulas las
abdicaciones de Bayona en Agosto).
Las derrotas obligaron a la Junta a refugiarse en Cádiz, y allí publica el decreto del 22-V-1809 proponiendo crear
Cortes Constituyentes para marzo de 1810, pero las disputas por esta convocatoria y las derrotas, obligaron a su
disolución el 29 de enero de 1810 a favor de un Consejo de Regencia (Gobierno provisional de 5 miembros muy
conservadores), que mantendrá la convocatoria de Cortes por la presión popular y de las Juntas americanas.
Durante el período habrá varias tendencias políticas en la España no ocupada: Los liberales moderados o
Jovellanistas (Floridablanca y Jovellanos), partidarios de Fernando VII y de una soberanía Real; los Liberales
radicales (burgueses, intelectuales) partidarios de amplias reformas y de una monarquía constitucional
fernandina; y los absolutistas o serviles partidarios del absolutismo con Fernando VII, el catolicismo ortodoxo, y
el rechazo de las reformas liberales. Todos estaban contra los invasores franceses de José I y los españoles
afrancesados, y serán apoyados por una rebelión popular y por unos 12.000 exiliados huidos de la “España
francesa” e instalados en Cádiz.
3. La guerra. El levantamiento popular madrileño del 2 de mayo se extiende por toda España e inicia The Peninsular War (según
la historiografía inglesa) o la Guerra de Independencia según los españoles (También llamada la «guerra del
francés» –en Cataluña– o «la francesada» en el resto de España), dentro de las guerras napoleónicas, y el conflicto
civil entre españoles (patriotas contra afrancesados ). La guerra dividirá el territorio en una España napoleónica
gobernada por José I y otra “liberada” gobernada por la Junta Central Suprema. Sus causas hay que buscarlas en
los intereses napoleónicos y la alianza España-Francia que lleva al Tratado de Fontaniebleau, pero también en la
decadencia española de finales del XVIII (crisis política y económica) que obliga a depender de Francia.
Primera fase (mayo–octubre de 1808): El avance francés y la batalla de Bailén.
En junio de 1808, un ejército francés de 170.000 hombres se despliega en abanico por la península, pero la
resistencia de las Juntas, la reorganización del Ejército español (El de Castilla del General Cuesta; el de Galicia
del General Joaquín Blake; el de Aragón del General Palafox, y el de Andalucía del General Castaños), y la
resistencia de Zaragoza (Palafox y Agustina de Aragón) y Girona (Álvarez de Castro), dificultó el avance francés.
El mariscal Dupont conquistó el centro de Castilla pero en Bailen (Jaén) fue derrotado el 19–22 de julio por el
General Castaños. Ante esta primera gran derrota en Europa y la rendición de 20.000 soldados (Napoleón calificó
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a Dupont de estúpido y cobarde), los franceses fueron abandonaron Portugal (Derrota de Vimeiro y Tratado de
Cintra), José I abandonó Madrid hacia Vitoria, y las tropas francesas retrocedieron hasta el Ebro. En Octubre
Napoleón sólo controlaba el País Vasco, Navarra y parte de Girona.
Segunda Fase (Octubre 1808-1812): La ocupación napoleónica.
En noviembre de 1808 Napoleón llega a España con sus principales generales y un ejército de 250.000 hombres (la
Grand Armé), venciendo en Tudela, Burgos y Somosierra. En un mes liquida al ejército español y entra en Madrid
(2 dic.1808) con José Bonaparte, mientras la Junta Central huye a Sevilla y más tarde a Cádiz. Napoleón dictó 4
decretos reformistas antes de marcharse a finales de 1808: abolición de los derechos feudales, de la Inquisición,
reducción de los conventos y nacionalización de sus bienes.
Desde comienzos de 1809 los franceses aparentemente dominan toda España, pero se inicia una típica guerra de
desgaste durante tres años (1809–1811) entre franceses, guerrillas y un ejército español de apenas 100.000
soldados. Las guerrillas protagonizan desde 1809 «la petite guerre», con grupos de 100 hombres o menos,
formados por antiguos soldados (Espoz y Mina, Porlier), voluntarios civiles (El Estudiante, Don Julián Sánchez),
campesinos (El Empecinado), bandoleros indultados por defender la patria, y curas (El Cura Merino). Con
ideologías distintas: El absolutista Cura Merino se rebeló en Villoviado (Burgos) al obligarle a servir como
acemilero pero defendió el absolutismo en el Trienio Liberal (1820–23) y en la 1ª Guerra Carlista, mientras «El
Empecinado», lidero las guerrillas el Duero, para después liderar a los liberales con Riego en el Trienio hasta ser
ahorcado por los absolutistas en 1823. Los guerrilleros atacaban por sorpresa, aprovechando el conocimiento de
terreno y el apoyo de la población, destruían pequeñas guarniciones, caravanas de abastecimiento y soldados
rezagados, dificultando las comunicaciones entre Madrid y París (40 días), obligando a los franceses a mantener
muchos efectivos en la península. En 1811 se integraron en el ejército franco británico liderado por Wellington.
En 1810 el general Massena atacar Portugal, donde había desembarcado un ejército británico de 12.000 hombres
al mando de Arthur Wellesley (Duque de Wellington), tomando Ciudad Rodrigo y Almeida, pero se estancó ante las
defensas de Torres Vedras (Fortificaciones y accidentes naturales defendidos 30.000 ingleses y 30.000
portugueses a lo largo de 47 Km.) y la táctica anglo-lusa de destrucción de puentes, barcas y transbordadores en
el Duero-Tajo.
El general Soult conquistó Andalucía y sitió Cádiz en febrero de1810 con 20.000 soldados, pero fracasó ante la
flota hispano-británica, y el ejército del duque de Alburquerque que llegó a Cádiz un día antes que los franceses y
voló el puente de Zuazo en el río Santi Petri. A pesar de la resistencia de Cádiz, Gerona o Valencia, a finales de
1810 sólo zonas de Portugal (Lisboa), Galicia y la España insular, estaban completamente libres de franceses. Tercera fase (1812-1813): Derrota francesa y retirada.
Debido a la campaña de Rusia Napoleón retira a sus mejores tropas de España (50.000 soldados), e ingleses y
españoles atacarán. En Julio de 1812 Wellington desembarca en Lisboa y avanza hacia Badajoz (Victoria de
Albuera) con tropas portuguesas, españolas, inglesas y guerrilleros, ocupando Extremadura, Ciudad Rodrigo y
Salamanca (Victoria de los Arapiles el 22 de julio). El 13 de agosto de 1812 libera Madrid y José I huye a
Valencia protegido por el General Suchet, mientras Soult levanta el cerco de Cádiz y se retira de Andalucía. Los
franceses recuperan Madrid (3-XI-1812) y Wellington se retira a Salamanca. En julio de 1813 Wellington reúne un
ejército con 52.000 británicos, 20.000 españoles y 32.000 portugueses, para recuperar Madrid y avanzar hacia el
norte, donde vence en Vitoria y San Marcial.
José I y su corte a abandonan España y en diciembre de 1813 Napoleón firma el tratado de ValenÇay, después de
la derrota napoleónica de Leipzig contra la 7ª Coalición, devolviendo la corona a Fernando VII.
El balance de la guerra.
La Guerra de la Independencia provocó más de 300.000 muertos de una población de 11.000.000, multitud de
heridos, destrucciones y saqueos, hambre y epidemias por la ruina agrícola y ganadera, paralización industrial y
aumento de la Deuda Pública. Los británicos destacan la actuación militar de Wellington, pero olvidan la
participación portuguesa y española, y destrucción intencionada de infraestructuras industriales y artesanales,
para reducir una futura competencia a sus manufacturas. El exilio de 10.000 españoles afrancesados (Decreto
30-V-1814) nos priva de ciudadanos muy capacitados, y la guerra nos lea la costumbre de resolver nuestros
conflictos violentamente (guerras civiles y golpes de Estado), y el protagonismo de los militares da lugar a la
aparición del pretorianismo (Participación de los militares en política). La guerrilla popular fue una auténtica
escuela de rebelión colectiva, utilizada tanto por liberales como por absolutistas a lo largo del siglo XIX. En lo
positivo cabe destacar las Cortes de Cádiz: Primera Constitución española e inicio de las reformas que suponen la
transición del absolutismo al liberalismo.
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TEMA 2: – INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS: CAUSAS,
DESARROLLO Y CONSECUENCIAS.
El proceso de independencia fue largo (1808-1825) y complejo, liderado por los criollos, mientras que indígenas y
masas populares combatieron indistintamente en el bando español y en el criollo. Los Virreinatos de Nueva España
y Perú fueron los más conservadores, fieles a España, y los últimos en independizarse, mientras que Nueva
Granada y Río de la Plata, creados en el siglo XVIII, fueron los motores de la independencia con Simón Bolívar y
José San Martín.
1. Las causas de la independencia. Las causas que explican los movimientos de liberación americana son básicamente dos:
1.- El malestar de los Criollos. La minoría criolla, nacidos en América de los descendientes de antiguos
inmigrantes españoles, representaban 10–15% de la población. Eran dueños de las grandes plantaciones (café,
azúcar, tabaco), de empresas comerciales e industriales enriquecidas gracias a la subida general de los precios, y
eran una burguesía bien formada académicamente, que aspiraba a controlar la política y la administración de sus
territorios, a lograr la igualdad de impuestos con la Península, e imponer el comercio contra el monopolio
castellano de Sevilla y Cádiz. Los criollos participantes en las Sociedades de Amigos del País, creen que las
reformas económicas necesarias en América chocaban con los intereses de España. Los altos cargos
administrativos (Virreyes, Capitanes Generales) eran ocupados por españoles, provocando su descontento.
2.- El apoyo ingles y de EE.UU. El ejemplo de la Independencia de Estados Unidos influirá notablemente en los
criollos, mientras los ingleses, desde la alianza franco-española en el Primer Tratado de San Ildefonso (1796),
Inglaterra apoyo a los independentistas con un primer intento que fracasó en Venezuela. Después de la derrota
española de Trafalgar (1805), las colonias americanas quedan aisladas de España y su comercio paso a depender de
Gran Bretaña y EE.UU. Durante la Guerra de Independencia española (1808–1813), Gran Bretaña mantuvo un
doble juego: Con Wellington nos ayudan a luchar contra Napoleón, pero extiende su comercio por América.
Después, ingleses y estadounidenses, venderán barcos y armas a los insurrectos hispanoamericanos
A estas dos causas principales hay que unir otras más concretas:
a) La Ilustración. A América llegan las ideas de Locke (teórico de la Revolución Inglesa del siglo XVII), los textos
de los ilustrados franceses (Voltaire, Montesquieu y Rousseau) y los principios de la revolución francesa de 1789 y
la independencia de EE.UU, que difunden las idea de libertad, autodeterminación, y soberanía nacional.
b) La tradición foral y las teorías de Francisco Suárez (teólogo y jurista español de la 2ª mitad del XVI), que
sostiene el derecho del pueblo a reclamar la soberanía cuando el príncipe no puede gobernar, como sucede con
Fernando VII durante la Guerra de Independencia, lo que lleva a las Juntas a reclamar el autogobierno.
c) El malestar de la Iglesia americana y de los criollos por la expulsión de los jesuitas de América por Carlos III
(Unos 2.500 jesuitas eran hijos de familias criollas), y por la desamortización de Carlos IV. Aparece una
literatura americanista, como la "Carta a los españoles americanos" del jesuita peruano Juan Pablo Vizcardo, que
incita a la insurrección independentista americana.
d) Parte del pueblo llano (Clases bajas, indígenas, mestizos, esclavos…), con escasa formación, empobrecidos,
serán captados por las promesas independentistas, que sus líderes (Bolívar, San Martín) no tuviesen una ideología
igualitaria, sino todo lo contrario, dada su pertenencia a la élite social y económica, que les llevará a defender el
liderazgo de la clase criolla hasta hoy.
2. Las etapas de la Independencia de América. Según M. Hernández Sánchez-Barba, pueden establecerse 2 etapas:
1º Etapa: De 1808 a 1814.
En 1808 los colonos no reconocen a José I como Rey y crean Juntas Populares realistas (Fieles a España y a
Fernando VII en Perú Y Nueva España) o independentistas (reclaman la soberanía en Nueva Granada y Rio de la
Plata). La Junta Central española no reconoce a estas juntas y sólo les concede una pequeña representación en las
Cortes de Cádiz. En 1809 Simón Bolívar crea la Junta Central Suprema Gubernativa (enero de 1809),
reivindicando la igualdad de derechos entre América y España, y después muchas Juntas declaran la autonomía o
la independencia respecto de la metrópoli, expulsan a los Virreyes o Capitanes Generales españoles, se organizan
política y militarmente, y solicitan ayuda militar a Inglaterra y Estados Unidos.
En 1810 la Junta de Buenos Aires proclamo la independencia de la República del Rio de la Plata, lo mismo que hizo
en Chile Bernardo O'Higgins (hijo de un irlandés antiguo Virrey de Perú). La primera independencia efectiva será
la de Paraguay en 1811, seguida de Uruguay en 1813. En el virreinato del Perú el virrey Abascal derrota a los
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independentistas, pero en el virreinato de Nueva Granada y Venezuela la oligarquía criolla tomó la iniciativa con
Simón Bolívar (Terrateniente y dueño de miles de esclavos), proclamando la I República de Venezuela en 1810. En
el virreinato de Nueva España (México) se rebelan los campesinos liderados por el cura Hidalgo, primero, y el
cura José María Morelos, después, declarando la independencia y la abolición de la esclavitud en 1813 en el
Congreso Nacional de Chilpancingo, hasta su derrota en 1815.
2ª Etapa: De 1814 a 1824.
En 1814, Fernando VII envía un ejército de 10.000 hombres que restablecen la situación, encarcelando a unos
(Miranda, Nariño) y obligando a otros a marchar al exilio (O'Higgins, Bolívar). Sólo Paraguay (1811) y la Provincia
de la Plata (Argentina, 1816) resisten y mantienen la independencia, pero la ayuda británica y norteamericana
reactiva la revuelta independista desde Argentina y Paraguay, con una larga guerra de 7 años, y con José de San
Martín y Simón Bolívar como principales líderes. José de San Martín (1778–1850), militar e hijo de un oficial del ejército español destinado en América, participó
en la Guerra de independencia española y en las sociedades secretas gaditanas, hasta que en 1812 regresó a
Argentina. En 1817 atraviesa los Andes con 5.200 hombres para apoyar al chileno O'Higgins, venciendo a los
españoles en Chacabuco y declarando la independencia de Chile, con O'Higgins como Jefe de gobierno con una
constitución de carácter dictatorial. En 1821 conquista de Perú con un ejército de 4.500 hombres y el apoyo de
una armada anglo-estadounidense, y declara la independencia de Perú con San Martín como Protector.
Simón Bolívar (1783–1830), hijo de un terrateniente criollo y una española, dueño de miles de esclavos, estudió en
París, y fue nombrado «Libertador» en 1813 por el Ayuntamiento de Caracas. En 1819 cruzó los Andes y venció en
Boyacá (agosto de 1819), creando la República de la Gran Colombia en el Congreso de Angostura (dic. de 1819). En 1821 Bolívar incorpora Venezuela a la Gran Colombia y se proclama Presidente al vencer en Carabobo, manteniendo
este Estado unido hasta 1830. En 1822 Antonio José Sucre, lugarteniente de Bolívar, logra la victoria de
Pichincha, y se produce la entrevista de Guayaquil entre Bolívar y San Martín, para acordar si Ecuador se
incorporaría a la Gran Colombia, como deseaba Bolívar, o a Perú, como quería San Martín. Finalmente Ecuador se
incorporó a la Gran Colombia y San Martín abandonó su cargo de Protector de Perú y se retiró a Bruselas, donde
vivió modestamente hasta su muerte en 1850. Bolívar y Sucre finalizan la conquista de Perú y Bolivia tras las
batallas de Junín (ag. 1824) y Ayacucho (dic. de 1824) y surgen dos nuevos países: Perú y Bolivia (en honor de
Bolívar).
Uruguay, independiente desde 1813, se divide entre Argentina y Brasil en 1820, después de la derrota de su líder
Artigas por el ejército argentino, hasta que en 1828 se reunifica en la nueva República de Uruguay.
En México, en 1821 Agustín Iturbide declara la independencia con el llamado Plan de Iguala, reconocida por el
nuevo Virrey de México (Juan O'Donojú) en el Tratado de Córdoba, y un Congreso Constituyente proclamó
Emperador a Iturbide, con el nombre de Agustín I. Inmediatamente disolvió el Congreso para gobernar
dictatorialmente, pero fue depuesto en 1823 por el general Santa Ana, que proclamó la República, e Iturbide fue
detenido y fusilado en 1824.
En América Central, la Capitanía General de Guatemala (El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) se
independiza en 1821, incorporándose al México independiente de Agustín Iturbide, para después formar el Estado
de las Provincias Unidas de Centro América entre 1823 y 1839.
3. Consecuencias de la independencia americana. En 1825, el Imperio Ultramarino español quedo reducido a las Grandes Antillas (Cuba y Puerto Rico), más las islas
de Asia y Oceanía (Filipinas, Marianas y Carolinas), que continuaron siendo españolas hasta el desastre de 1898.
España perdió sus colonias, y con ellas sus impuestos y beneficios comerciales, dejando la economía y la Hacienda
española al borde de la quiebra.
Principales consecuencias para los nuevos países americanos:
a) Fracaso de los intentos de unidad. No cuajo el proyecto de unidad bolivariana o la creación de unos Estados
Unidos hispanoamericanos, ya que Colombia, Venezuela, Bolivia, Perú y Ecuador se convirtieron en estados
independientes en 1830. La Federación del Centro de América en 1821 se disgregó en Guatemala, Nicaragua,
Honduras, Costa Rica y Panamá. En el sur, en los años 30, se consolidan como países independientes Argentina,
Uruguay, Paraguay y Chile.
b) El caudillismo dictatorial será la forma de gobierno más extendida, con O'Higgins en Chile entre 1818 y 1823,
José Gaspar Rodríguez en Paraguay entre 1811 y 1840, Iturbide como el emperador Agustín I (1821–1823) y
Santa Ana (1823-1854) en México, Juan Manuel Rosas (1835–1852) en Argentina, Juan José Flores en
Ecuador (1831–1845), y Uruguay tendrán que hacer frente a la llamada guerra Grande (1839–52) entre el
partido Colorado (Conservador) y el Blanco (liberal).
7
c) Conflictos sociales. Los Criollos (terratenientes, funcionarios y burguesía urbana) monopolizaron el poder y
las riquezas, e impusieron la exención de impuestos, sometiendo a los indios, negros y clases pobres,
provocando revueltas constantes, como la de México entre 1840 y 1850 en los estados de Oaxaca y Chiapas.
d) Dependencia de Gran Bretaña y Estados Unidos, que dominarán el comercio sudamericano, convirtiendo a
estos países en un amplío mercado para su industria e influyendo en sus leyes y sus gobiernos. Estados Unidos
compró Florida a España por 5 millones de dólares en 1819 y se impone la doctrina Monroe (presidente de
EE.UU), que en un discurso ante el Congreso en 1823 acuñó la frase "América para los americanos" y declaró
que la intervención de cualquier potencia extranjera en América era una manifestación de enemistad hacia los
Estados Unidos. Esta doctrina fue esgrimida en varias ocasiones en el Siglo XIX, como en la Guerra con
México (1847–48), por la que EE.UU ocupa el 50% del territorio mexicano (Nuevo México, Arizona, California,
Utah, Nevada y parte de Colorado), o en los intentos de anexión de Cuba, República Dominicana, Uruguay,
Panamá y Nicaragua (entre 1853 y 1860).
TEMA 3: EL CARLISMO: IDEARIO POLÍTICO, ZONAS DE INFLUENCIA, GUERRAS Y
CONSECUENCIAS.
...111... EEELLL CCCAAARRRLLLIIISSSMMMOOO::: OOORRRÍÍÍGGGEEENNN,,, IIIDDDEEEOOOLLLOOOGGGÍÍÍAAA,,, AAAPPPOOOYYYOOOSSS………
Fernando VII deja dos hijas al morir el 29-XI-1833 y su mujer, Mª Cristina, se convierte en Regente de Isabel,
que tenía 3 años.
Los llamados carlistas, tradicionalistas o apostólicos no aceptaban la derogación de la Ley Sálica por la Pragmática
Sanción, ni el Testamento del Rey, y apoyaron a Carlos Mª Isidro, hermano de Fernando VII, como heredero
legitimo a la corona. Decía Carlos Mª Isidro: “No ambiciono el trono; estoy lejos de codiciar bienes caducos; pero la
religión, la observancia y cumplimiento de la ley fundamental de sucesión y la singular obligación de defender los derechos
imprescriptibles de mis hijos... me esfuerzan a sostener y defender la corona de España del violento despojo que de ella me ha
causado una sanción tan ilegal como destructora de la ley que legítimamente y sin alteración debe ser perpetuada. Desde el
fatal instante en que murió mi caro hermano (que santa gloria haya), creí se habrían dictado en mi defensa las providencias
oportunas para mi reconocimiento; y si hasta aquel momento habría sido traidor el que lo hubiese intentado, ahora será el que
no jure mis banderas, a los cuales, especialmente a los generales, gobernadores y demás autoridades civiles y militares, haré
los debidos cargos, cuando la misericordia de Dios me lleve al seno de mi amada Patria, a la cabeza de los que me sean fieles.
Encargo encarecidamente la unión, la paz y la perfecta caridad. No padezco yo el sentimiento de que los católicos españoles
que me aman, maten, injurien, roben ni cometan el más mínimo exceso...”(Comunicado de Carlos Mª Isidro, en Abrantes, el 1 de
octubre de 1833.).
El carlismo tiene su origen en los absolutistas de la Regencia de Urgell durante el Trienio, en los «realistas
puros», intransigentes apostólicos, "Los Malcontents", y “El Ángel Exterminador”, de la época de Fernando VII.
Lemas como “Dios, Patria y Rey”, “Altar y trono” y “Viva la Inquisición”, recogen sus simpatías hacia el Antiguo
Régimen: absolutismo, régimen tradicional de la propiedad agrícola (mayorazgos, vinculación señorial, etc.),
integrismo católico, y los Fueros como régimen jurídico y administrativo particular que eximía de la fiscalidad
madrileña y de las quintas a Navarra y País Vasco. Encuentran apoyo entre clérigos tradicionalistas, nobleza rural,
pequeño campesinado católico (En contra desamortización comunales), foralistas navarros y vascos, Iglesia
(contraria legislación liberal), y pequeños comerciantes y artesanos urbanos afectados por el librecambismo
(impuestos, supresión gremios). Geográficamente sus apoyos iniciales se centran en el norte (Navarra, País Vasco,
Cataluña, Aragón), y recibirán también ayuda de países absolutistas como Austria, Rusia y Prusia.
Los Isabelinos o cristinos, apostaron por acepar a Isabel, hija de Fernando VII, como heredera legal, gracias a la
derogación de la Ley Sálica por la Pragmática Sanción. Se identifican con las reformas políticas y económicas
liberales, muy queridas por la mayoría de los cargos de la administración y de la burocracia provincial y municipal,
miembros del ejército, clases medias, financieros y comerciantes, profesiones liberales, mayoría de los sectores
populares, y los absolutistas fieles a Fernando VII de entre de la alta nobleza y gran parte del clero secular.
Recibirán el apoyo de la Cuádruple Alianza (Francia, Gran Bretaña, España y Portugal). Mª Cristina y su gobierno,
encabezado por Cea Bermúdez, reaccionaron tarde ante la rebelión carlista, pero rápidamente dejaron claras sus
intenciones: “ Por una serie de hechos plenamente comprobados y demasiado decisivos, tengo la funesta incertidumbre de que
el infante don Carlos María Isidro ha tomado una resolución hostil, aspirando a usurpar el trono a mi augusta hija doña Isabel
II, en menosprecio de la ley fundamental y vigente del Estado, de la suprema voluntad del rey mi esposo (Q.E.P.D.) y del
reconocimiento de la nación testificado solemnemente en Cortes (…) He determinado y mando por el presente decreto, que
inmediatamente se proceda al embargo y adjudicación al Real Tesoro de todos los bienes de cualquiera especie, frutos, rentas
y créditos … del expresado infante don Carlos (...)” ( Comunicado de la Regente, en el Palacio Real de Madrid, a 17 de octubre
8
de 1833). Al final vencerá el liberalismo burgués y los isabelinos, liquidando el régimen señorial, la sociedad
estamental, y la abolición de las instituciones políticas del Antiguo Régimen. La burguesía, sobre todo la agraria,
asume el poder político y crea un sistema político, jurídico y económico liberal.
2. LA I GUERRA CARLISTA, 1833-1839. La primera guerra carlista se desarrolla entre 1833-1840, con diferente suerte para el carlismo y distintas
tácticas (guerra convencional, sitios de ciudades, guerra de columnas, y guerrillas), según la etapa:
1ª Etapa, (1833-35): Los liberales, desde Madrid, apoyan a la Regente Mª Cristina a cambio de reformas
propuestas por una serie de gobiernos de transición: División provincial de Javier de Burgos, Estatuto Real, y
permiten el regreso de progresistas exiliados. En 1835 los progresistas toman el poder y Mendizábal inicia las
reformas más profundas.
Militarmente es una etapa de iniciativa carlista, liderados por Zumalacárregui y sus intentos por marchar sobre
Madrid, pero el Carlos y otros generales prefieren centrarse en el control del País Vasco y Navarra,
extendiéndose después hacia Aragón, Cataluña, Valencia y las dos Castillas. En el sitio de Bilbao muere
Zumalacárregui en 1835, finalizando la expansión carlista. La crueldad de la lucha lleva a Gran Bretaña a proponer
el Convenio Elliot, que recoge los derechos de los prisioneros de guerra (1835).
2ª Etapa, 1835-37: El gobierno de Madrid restablece la Constitución de 1812, después de la rebelión de los
Sargentos de La Granja, y pone en marcha la disolución del Antiguo Régimen (gremios, desamortización, etc.) y se
aprueba la Constitución de 1837.
Las expediciones carlistas al sur del Ebro (Guerra de columnas) extienden geográficamente el conflicto a
prácticamente todo el Norte peninsular, llegando incluso a Extremadura, pero fracasan en la conquista de las
grandes ciudades (Madrid y Bilbao), y no encuentran suficiente apoyo en otras regiones. Gracias a los ingresos por
la venta de bienes desamortizados los liberales crean un gran ejército y su general, Espartero, triunfa en la
defensa de Bilbao y en la batalla de Luchana en 1836.
3ª Etapa, 1837-1839: Los moderados ganan las elecciones de 1837 para gestionar el fin de la guerra. El
carlismo se divide en Intransigentes (Don Carlos y Cabrera, apoyados por el campesinado y el clero norteño, que
se negaban a pactar cualquier rendición) y Moderados o Transacionistas de Maroto, partidarios de un acuerdo de
paz. En 1939 los progresistas vuelven al poder y finalizan la guerra con el acuerdo o abrazo de Vergara entre el
general liberal Espartero y el carlista Maroto, reconociendo la victoria liberal a cambio del ingreso en el Ejército
español de los oficiales carlistas y de la promesa de mantener los fueros vascos y navarros El General Cabrero
decidió continuar la guerra de guerrillas en el Maestrazgo hasta 1840, en venganza por el fusilamiento de su
madre.
La guerra supuso más de 200.000 muertos,sobre una población total de 13 millones, implicó la definitiva inclinación
de la monarquía isabelina hacia el bando liberal, y ratificó el protagonismo de los militares, que se convertirán en
lideres de los partidos políticos que compiten por el poderr, recurriendo muchas veces a Pronunciamientos para
cambiar el signo del gobierno según conviniese. Los gastos de la guerra acabaron por arruinar las finanzas
públicas, a pesar de los ingresos procedentes de la Desamortización de Mendizabal de 1836.
El carlismo no desapareció de la vida política nacional, levantándose otra vez en la II Guerra Carlista (1846 y
1849) al fracasar los intentos de casar a Isabel II con el primogénito D. Carlos (Carlos VI de Borbón), y
aprovechando la rebelión de campesinos catalanes. Entre 1872-1876 tendrá lugar la III guerra carlista (Carlos
VII), al no considerar el gobierno de Prim la candidatura de D. Carlos a la corona española y elegir como Rey a
Amadeo I de Saboya, desarrollándose sobre todo en el País Vasco, Navarra y Cataluña, hasta su derrota en 1876.
TEMA 4: PARTIDOS POLÍTICOS DURANTE EL REINADO DE ISABEL II:
CARACTERÍSTICAS Y OBRA DE GOBIERNO.
111... LLLOOOSSS FFFUUUNNNDDDAAAMMMEEENNNTTTOOOSSS IIIDDDEEEOOOLLLÓÓÓGGGIIICCCOOOSSS ...
Entre 1833-1875 asistimos a la construcción del régimen liberal o burgués en España. Se impone el Nuevo Régimen
al Antiguo Régimen, el Liberalismo al Absolutismo, el librecambismo al mercantilismo o al gremialismo, y la
sociedad de clases a la sociedad estamental. Podemos dividir el período en varias etapas: Regencia de María
Cristina (1833-1840), Regencia de Espartero (1840-1843), Reinado de Isabel II (Década Moderada 1844-1854,
Bienio progresista 1854-1856, Segundo período Moderado 1856-1868), Sexenio Democrático (1868-1875).
La revolución burguesa y la ideología liberal gestada por Locke, Hume y los ilustrados franceses, inicia su
andadura española con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812: División de poderes, Constitucionalismo,
Parlamentarismo unicameral o bicameral, Derechos y Deberes ciudadanos, Soberanía Nacional, Sufragio censitario
9
o universal, igualdad jurídica de todos los ciudadanos, sistema político liberal (Monarquía constitucional o
República), y economía librecambista. A partir de 1833 aparece el Partido Moderado y el Partido Progresista,
originarios de la primera división entre los Liberales de las Cortes de Cádiz y el Trienio:
Jovellanistas o doceañistas (moderados) que gobiernan en la primera parte del Trienio Liberal y proponen
Soberanía compartida entre Cortes y Rey, sufragio censitario, limitación derechos, y reformas moderadas
Liberales o exaltados (progresistas), que gobiernan en 2ª parte Trienio, abogan por Soberanía Nacional,
sufragio más amplio, desamortización amortizados, derechos y libertados amplios.
Los Absolutistas, por su parte, defendían la Soberanía Real, las Cortes estamentales consultivas, los valores del
Antiguo Régimen, y la Religión Católica como esencia del Estado. Gobernarán con Fernando VII, aunque en los
años 20 aparece una rama más reaccionaria con los Realistas Puros o Apostólicos (futuros carlistas).
El pretorianismo militar (Participación militares en política) llenará los partidos y los gobiernos militantes y
ministros militares, y el siglo XIX de golpes de estado, pronunciamientos, y asonadas. El mito del militar
victorioso en la Guerra de Independencia, la debilidad del sistema parlamentario, y la ausencia de una base
popular de apoyo al liberalismo, dificultará la alternancia pacífica en el poder.
2. EL PARTIDO MODERADO. Sus antecedentes son los jovellanistas gaditanos y los doceañistas del Trienio. Sus bases sociales proceden de
terratenientes, alta burguesía comercial e industrial, intelectuales conservadores, antigua nobleza, y altos cargos
militares. Adopta el liberalismo doctrinario francés de Guizot o el utilitarismo inglés de Bentham, que reivindican
el gobierno de los más capaces (Alta Nobleza, intelectuales y alta burguesía), orden social tradicional, Sufragio
censitario muy restringido, Soberanía Nacional compartida entre Cortes y Corona, y muchos poderes para el Rey
(Jefe del Estado, nombra los ministros, puede disolver las Cortes y vetar las leyes). Defienden la confesionalidad
católica del Estado y el proteccionismo económico, y en los años 40, el ministro Luis González Bravo, ya recurre al
caciquismo para adulterar elecciones.
Destacan líderes como Istúriz, Pérez de Castro, Alcalá Galiano, Narváez, González Bravo o Alejandro Mon, que
protagonizan la creación de un régimen liberal conservador y difunden su doctrina desde periódicos como “El
Universal” y “El Censor”, aunque ya en los años 30 habrá tres sectores: Conservadores del Marqués de Viluma
(Estatuto Real, aproximación a los carlistas, y Parlamento Corporativo); moderados de Joaquín Pacheco (Cercanos
a los progresistas y la Constitución de 1837), y centristas (Narváez, Martínez de la Rosa, López Ballesteros, Mon).
2.1. Los moderados en el poder: períodos de gobierno y obra política. 1833-43: Gobiernan inicialmente con Mª Cristina y elaboran el Estatuto Real de 1834 y la división provincial de
Javier de Burgos en 1833. Vuelven a gobernar tras las elecciones de 1837 para limitar el sufragio y las libertades
de la Constitución de 1837, decretar el nombramiento de los alcaldes por el Rey y los Gobernadores provinciales, y
suspenden la desamortización de Mendizabal.
1843-54: Después de la Regencia de Espartero (1840-43), recuperan el poder con Narváez (Jefe Gobierno en
mayo de 1844) para gobernar toda la Década Moderada, en la que imponen el liberalismo doctrinario, el caciquismo
electoral de González Bravo, y la represión sobre carlistas (II guerra carlista o guerra del matiners catalanes de
1846-49) y movimiento obrero.
La Constitución de 1845 fue su gran obra: Soberanía compartida entre Corona y Cortes, separación de poderes
ficticia (El Rey nombra ministros, sanciona leyes, disuelve Cortes), Cortes bicamerales (Senado vitalicio
nombrado por el Rey), Sufragio censitario-directo, derechos y libertades muy restringidos, y confesionalidad
católica del Estado. A la Constitución se le unirá todo un corpus jurídico conservador dividido en 5 grandes
conjuntos legislativos:
1. Control político: La Ley de Imprenta restablece la censura, se impone el control del Ejército y se expulsa a
militars progresistas, el caciquismo garantiza el triunfo electoral, y la Guardia Civil vigila el orden, la seguridad
y la propiedad privada. 2. Centralización administrativa: La Ley de Administración Local (1845) aumenta el poder de los Gobernadores
Provinciales, mantiene el régimen foral vasco-navarro, y el Gobierno nombra a los alcaldes de localidades
mayores de 2.000 hbts. Y los Gobernadores Civiles los de localidades menores. La Administración Central se organiza en Ministerios y se creará el Tribunal Supremo, mientras se aprueba el Código Penal (1848) y el
Proyecto de Código Civil de 1851.
3. Reforma fiscal: Alejandro Mon en 1845 suprime los privilegios fiscales particulares y regionales, divide los
impuestos en directos (Inmuebles, actividades industriales, comerciales y agrícolas), indirectos (Aduanas,
Consumos, Timbres, transmisión de bienes), e impuestos especiales (Tabacos, Lotería y Sal). Los
Ayuntamientos gestionaban el cobro de los impuestos Directos a los vecinos según riqueza.
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4. Educación y Religión: Pidal diseña el modelo educativo, aprobado por la Ley Moyano de 1857, que divide la
Educación en Primaria o elemental, Segunda Enseñanza en los Institutos, y Superior o universitaria (10
universidades con nuevas especialidades, aunque solo la Madrid Central expedía el título de Doctor). Se adopta
el Sistema Métrico Decimal de pesos y medidas, y se construyeron las líneas férreas Barcelona-Mataró (1848)
y Madrid-Aranjuez (1853). En 1851 Bravo Murillo firmó el Concordato con la Santa Sede, por el que la Iglesia
aceptaba la desamortización y el Estado le devolvía los bienes aun no vendidos, asumía los sueldos de los
religiosos, mantenía la confesionalidad del Estado, garantizaba la enseñanza católica y permitía la Iglesia
supervisar los contenidos educativos.
5. Política económica: Proteccionismo favorable a terratenientes agrícolas y burguesía comercial e industrial.
Bravo Murillo propuso una reforma autoritaria de la Constitución de 1845, pero fracasó, y la corrupción
(expropiaciones indebidas para el ferrocarril) y la crisis política explican el pronunciamiento de O`Donnell y
posterior levantamiento popular progresista, conocidos como la Vicalvarada de 1854.
1856-68:
Finalizado el Bienio Progresista en 1856, los moderados de Narváez recuperan el poder aliados con la Unión
Liberal de O’Donnell, y reprimen a los progresistas, disuelven la Milicia Nacional, y restablecen la Constitución de
1845 reformada por un Acta Adicional que ampliaba el sufragio, democratizaba Ayuntamientos de más de 40.000
hbts., y reconocía el juicio por jurado. En 1858 suspende el Acta Adicional y la Desamortización de Madoz, hasta
que O´Donnell gobierna en solitario, protagonizando un importante crecimiento económico, expansión colonial,
inicio construcción férrea con grandes inversiones extranjeras, pero también protestas sociales contra el
impuesto de Consumos, las Quintas y los salarios de los jornaleros.
Entre 1863-68 predomina la inestabilidad política, el descrédito de la reina, la represión de la oposición
(progresistas, demócratas y obreristas), y la crisis económica 1865-68. A las protestas universitarias (Matanza
Noche de San Daniel en Universidad Alcalá en 1865) y la rebelión de los Sargentos del Cuartel de San Gil, se unirá
el Pacto de Ostende de 1866 (progresistas, demócratas y La Unión Liberal) para derrocar a los moderados.
333... EEELLL PPPAAARRRTTTIIIDDDOOO PPPRRROOOGGGRRREEESSSIIISSSTTTAAA...
Descendientes de liberales de las Cortes de Cádiz y los exaltados del Trienio, apoyados por mediana y pequeña
burguesía, profesionales liberales (profesores, periodistas, abogados), y oficialidad media del ejército, tendrán
lideres como Mendizábal, el General Espartero, Calatrava, Madoz, Prim…. Desde periódicos como «La abeja» o «El
Eco del comercio» reivindican la soberanía nacional sin límites, el predominio de las Cortes sobre el rey, sufragio
censitario amplio, desamortización, anticlericalismo, independencia y democratización Ayuntamientos y
Diputaciones, amplios derechos individuales y colectivos (libertad de imprenta, prensa, opinión, religión, etc.), y
Milicia Nacional. De los progresistas extremistas surgen los republicanos en 1841 y el Partido Demócrata de José
María Orense en 1849, que proponían el reparto de las tierras desamortizadas, la enseñanza pública obligatoria, la
reducción del presupuesto militar, el sufragio universal, y ampliación libertad de imprenta, culto, reunión,
asociación... 3.1. Los progresistas en el poder: períodos de gobierno y obra política progresista. Gobernarán durante la minoría de edad de Isabel II, con Mendizábal (1835-1836), Calatrava (1836-1837), y
Espartero (1840-1843). Mendizábal (sept. 1835) reforma el Estatuto Real, y Calatrava, después del
Levantamiento de los Sargentos de La Granja en 1836, pone en marcha la desamortización de Mendizábal y
restablece la Constitución de1812, mientras se aprueba la de 1837: En 77 artículos recoge principios progresistas
(Soberanía nacional, amplios derechos, división de poderes, aconfesionalidad del Estado, libertad de imprenta) y
principios moderados (Bicameralismo, Derecho del Rey a vetar las leyes y nombrar ministros, financiación culto
católico, y sufragio censitario restringido para el 2’4% de la población.
Regresarán al poder con la Regencia de Espartero 1840-1843 y su gobierno autoritario, de espaldas al Parlamento
hasta que los propios progresistas le retiran su apoyo, después del Tratado de libre comercio con Inglaterra en
1841, el Levantamiento de Barcelona, y el Pronunciamiento moderado-progresista de Torrejón de Ardoz en 1843.
En el Bienio Progresista (1854-56) recuperan el poder, aprobando la desamortización General de Madoz, la
creación del Banco de España, la Ley de Bancos de Emisión y Crédito, la Ley de Ferrocarriles de 1855, y la
liberalización de la inversión extranjera. La Constitución de 1856 (Soberanía Nacional, ampliación derechos,
Libertad de culto, prensa, sufragio más amplio, limitaciones poder Rey, Milicia Nacional) no llegará a probarse, ya
que la crisis agrícola y de subsistencias de 1856 provoca revueltas, el golpe de O´Donnell y la dimisión de
Espartero.
444... OOOTTTRRROOOSSS PPPAAARRRTTTIIIDDDOOOSSS YYY MMMOOOVVVIIIMMMIIIEEENNNTTTOOOSSS DDDEEE LLLAAA EEEPPPOOOCCCAAA...
11
Los Carlistas, además de participar en 3 guerras, fundaron un partido acorde con sus principios absolutistas, ultra
católicos, foralista, y apoyado por el pequeño y mediano campesinado del norte de España y determinados grupos
de la nobleza y la Iglesia.
Los Republicanos de Sixto Cámara y Fernando Garrido, también escindidos de los progresistas a principio de los
40, se dirigen a obreros, jornaleros, clases medias, intelectuales, y proponen un Estado republicano. Se dividirán
en Unitarios y federalistas.
Los Demócratas de José Mª Orense en1849, escindidos del Partido Progresista, reivindicaban la Soberanía
Popular, sufragio universal, Milicia Nacional, reducción poderes del Rey, reformas sociales, libertades individuales,
a favor de las clases medias y bajas.
En Cataluña aparece la Asociación Mutua de Obreros, como primera asociación obrera, pero habrá que esperar al
Sexenio para asistir a la llegada del obrerismo socialista y anarquista a España.
TEMA 5: – ETAPAS DEL REINADO DE ISABEL II DESDE SU MINORÍA DE EDAD: EL
PAPEL DE LOS MILITARES Y LA EVOLUCIÓN CONSTITUCIONAL.
1.- MINORÍA EDAD DE LA REINA.
Gobiernos de transición, 1833-1835.: Estatuto Real.
La muerte de Fernando VII y la derogación de la Ley Sálica por la Pragmática Sanción, permite el ascenso al trono
de una mujer. Carlos Mª Isidro y los carlistas se rebelan en contra del ascenso al trono de su sobrina Isabel, en
defensa del Antiguo Régimen, los fueros, la religión católica, y contra las reformas liberales, provocando una
guerra civil que se alarga hasta 1839.
Mª Cristina, madre de Isabel, reina como Regente con Cea Bermúdez como Jefe del Gobierno. Intentan atraer a
los absolutistas moderados, preservando parte del Antiguo Régimen, y a los liberales más conservadores con
algunas reformas: Francisco Javier de Burgos divide España en 49 Provincias y propuso crear las Diputaciones
Provinciales y las Audiencias Provinciales; y Martínez de La Rosa, sustituto de Cea Bermúdez, permite el regreso
de los liberales exiliados y aprueba el Estatuto Real: Cortes bicamerales (Estamento de Próceres elegido por la
reina entre los Grandes de España, Arzobispos, militares prestigiosos, jueces, grandes propietarios, con un nivel
de rentas de 60.000 reales mínimo, y un Estamento de Procuradores elegidos por sufragio censitario indirecto
por 16.000 electores, 0’15% de la población y sólo pueden ser candidatos hombres con más de 12.000 reales de
renta), y mucho poder para la reina, que podía vetar leyes y nombrar al Presidente del Gobierno.
Gobiernos progresistas de 1835 a 1837: Disolución régimen señorial y Constitución de 1837.
Los progresistas rechazaron el Estatuto y se rebelaron en 1835 (Creación de Juntas revolucionarias, asaltaos a
conventos, incendio fabrica Bonaplata barcelonesa...), y la Regete nombra a Ávarez Mendizábal presidente en
septiembre de 1835. Después de la rebelión de los Sargentos de La Granja, Calatrava, con Mendizabal como
Ministro de Hacienda, restablece la Constitución de 1812. Se iniciará la disolución del Antiguo Régimen con los
decretos de Mendizábal para reformar la propiedad de la tierra: Ley de disolución de señoríos de 1837, que
permite a los señores conservar la propiedad salvo que los campesinos demostrasen sus derechos de propiedad;
Decreto de Desvinculación de mayorazgos que convierte estas propiedades en privadas absolutas; y los decretos
de desamortización de bienes eclesiásticos que expropian a la Iglesia sus bienes para venderlos en subasta pública
y pagar la guerra carlista, aumentar la producción, castigar el apoyo de la Iglesia al carlismo, y crear un grupo
social favorable al Estado Liberal (compradores de bienes desamortizados).
En 1837 se aprueba una nueva Constitución: Cortes bicamerales (Congreso con banco azul para los ministros, y
Senado) tenían el poder legislativo, sufragio censitario (4% población o 400.000 electores sobre 15 millones)
cada 3 años para el Congreso, y el Senado elegido por el Rey de entre una lista triple de diputados elegidos por los
electores de cada provincia; el Rey podía vetar las leyes y nombraba a los ministros; derechos como la igualdad
jurídica de todos los ciudadanos, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio; confesionalidad católica del
Estado, aunque permitiendo practicar otras religiones; Ayuntamientos elegidos por sufragio censitario; y Milicia
Nacional de propietarios voluntarios.
Los moderados gobiernan después de las elecciones de 1837 y limitan muchas de las reformas progresistas, pero
la guerra ya se inclina definitivamente del lado liberal. En 1839 los progresistas vuelven al poder y finalizan la
guerra con el acuerdo de Vergara. El progresista Espartero gobernó entre 1839-43 después de obligar a Mª
Cristina a cederle la Regencia. Llevó a cabo numerosas reformas apoyado por un grupo de militares (Los
Ayacuchos), pero su gobierno autoritario le privó del apoyo de las Cortes, incluidos los progresistas. El Tratado
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de Libre Comercio con Inglaterra en 1841 provocó la rebelión de Barcelona y el posterior levantamiento militar en
Torrejón de Ardoz.
2. La década Moderada, 1843-1854. En noviembre de 1843 sea adelanta la mayoría de edad de Isabel y es proclamada reina con 13 años. Su reinado se
extendió durante la Década Moderada (1844-1854), el Bienio progresista (1854-1856) y el segundo período
moderado (1856-1868), y se caracterizó por el falseamiento electoral, el apoyo a los moderados, que gobernarán
la mayor parte del tiempo, y el protagonismo de los militares-políticos (Narváez, Espartero, O´Donnell, Prim...) y
los continuos pronunciamientos militares para adulterar la alternancia democrática en el poder.
Isabel II se casó en 1846, con 16 años, con su primo el Infante don Francisco de Asís (Decía que su esposo llevó a
la noche de bodas más encajes que ella misma), al rechazar Narváez al candidato carlista. Tuvo 12 hijos, dos de
ellos nacidos muertos, cuatro muertos al poco de nacer, y cinco que llegaron a adultos. Oficialmente todos eran
hijos del rey consorte, pero sus amoríos con el General Serrano, Marfori (cantante de ópera), y un largo etcétera,
hacen dudar de la paternidad de varios de sus hijos, y se piensa que el futuro Alfonso XII era hijo de un ingeniero
del Ejército llamado Enrique Puigmoltó. Los reyes acabarán separándose en 1868.
Desde 1843 los moderados crearan un régimen liberal conservador favorable a la alta burguesía, Ejército, nobles
terratenientes y políticos moderados, recortando derechos y libertades progresistas, y encarcelando opositores.
Según Pavón, crean “el régimen de los generales” (El Ejército gastaba más del 55% del presupuesto nacional y de
él dependían el 95% de los empleados del gobierno), y Jaime Balmes escribe: “En algunos puntos, ni los jefes
políticos, ni los intendentes, ni los alcaldes son tales, ya que todas las funciones son absorbidas por un Capitán
General o un jefe militar”. El hombre fuerte será el General Narváez, que vence a los progresistas, a los carlistas
(“guerra del matiners” en Cataluña en 1846-49), y al obrerismo reivindicativo surgidos de la crisis económica de
1846 y la revolución de 1848. Solía decir: “¿enemigos? No tengo ninguno. Los he fusilado a todos”. No evitó la
escisión moderada (La Unión Liberal” de O`Donnell) ni la radicalización progresista con del Partido Demócrata en
1849.
La Constitución de 1845. Recoge los principios del liberalismo doctrinario y garantiza un orden social, político y
económico favorable a los intereses hegemónicos de la oligarquía agraria y financiera: Soberanía compartida entre
Cortes y Rey (Disuelve Cortes, designa al presidente, nombra ministros, y sanciona las leyes); Cortes bicamerales
(Congreso elegido por 5 años y Senado con senadores vitalicios elegidos por la reina entre la élite social de ex
políticos, altos cargos eclesiásticos, nobles, militares); sufragio censitario (votaba el 1% de la población o 160.000
electores de 15 millones de hbts.) falseado por el caciquismo electoral dirigido por el ministro de Gobernación;
confesionalidad católica del Estado; y alcaldes y presidentes de Diputaciones nombrados por el Rey
La obra legislativa moderada: Además de la Constitución de 1845, los moderados llevarán a cabo una amplia
labor legislativa para implantar un Estado liberal conservador, inspirado en el liberalismo doctrinario:
1. Control político. La Ley de Imprenta establece la censura, somete los delitos de opinión a los Tribunales, y
obliga a los periódicos a depositar una fianza como garantía de respeto a la Ley. El caciquismo garantiza el
triunfo electoral, y el Duque de Ahumada funda la Guardia Civil en 1844 como cuerpo de seguridad
militarizado y jerarquizado, para garantizar el orden, la propiedad, y luchar contra el bandolerismo. 2. Centralización administrativa: La Ley de Administración Local (1845) mantiene el régimen foral y el
nombramiento de los alcaldes por el Gobierno (localidades mayores de 2.000 hbts.) o por los Gobernadores
Civiles. Se extienden las quintas como forma de reclutamiento incluso en las comunidades forales, aumentan
los poderes de los Gobernadores provinciales, la Administración Central se organiza en Ministerios y Bravo
Murillo establece las oposiciones para acceder al funcionariado, y se creará el Tribunal Supremo y se aprueba el Código Penal (1848) y el Proyecto de Código Civil de 1851.
3. Reforma fiscal. Abundando en las reformas de López Ballesteros a finales de los años 20 (Creación de la
Bolsa, Tribunal de Cuentas y Banco de San Fernando), Alejandro Mon en 1845 suprime los privilegios fiscales
particulares y regionales, divide los impuestos en: Directos (Inmuebles, actividades industriales, comerciales
y agrícolas), responsabilizando a los Ayuntamientos de su cobro; indirectos (Aduanas, Consumos, Timbres,
transmisión de bienes); y especiales (Tabacos, Lotería y Sal). Todo ello no fue suficiente para reducir la
Deuda.
4. Educación y Religión: Pidal diseña el modelo educativo, aprobado por la Ley Moyano de 1857, que divide la
Educación en Primaria o elemental, Segunda Enseñanza en los Institutos, y Superior o universitaria (10
universidades con nuevas especialidades, aunque solo la Madrid Central expedía el título de Doctor). Se
adopta el Sistema Métrico Decimal de pesos y medidas, y se construyeron las líneas férreas Barcelona-
Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1853). En 1851 Bravo Murillo firmó el Concordato con la Santa Sede, por el
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que la Iglesia aceptaba la desamortización y el Estado le devolvía los bienes aun no vendidos, asumía los
sueldos de los religiosos, mantenía la confesionalidad del Estado, garantizaba la enseñanza católica y permitía
la Iglesia supervisar los contenidos educativos.
5. Política económica: Proteccionismo favorable a terratenientes agrícolas y burguesía comercial e industrial. La
crisis económica de finales de los 40 evidenció los problemas de una agricultura de subsistencia en el norte y
latifundista en el sur, con un mercado interno poco interrelacionado y escaso, y con una industria que no había
despegado, salvo en algunos puntos de Cataluña, País Vasco y Asturias.
La propuesta de reforma autoritaria de la Constitución de 1845 por Bravo Murillo no evitará la crisis final del
período (corrupción, expropiaciones indebidas para el ferrocarril) que llevan al pronunciamiento de O`Donnell y
posterior levantamiento popular y progresista, conocidos como la Vicalvarada de 1854.
333... EEELLL BBBIIIEEENNNIIIOOO PPPRRROOOGGGRRREEESSSIIISSSTTTAAA ,,, 111888555444---111888555666...
Los generales Dulce y O´Donnell se alzan en 1854 en Vicálvaro, para aupar a La Unión Liberal al poder, pero
fracasan y deciden buscar el apoyo popular y el de los progresistas con el “Manifiesto de Manzanares” (17-6-
1854), redactado por Cánovas del Castillo, prometiendo acabar con la “Camarilla real”, rebajar los impuestos,
ampliar el sufragio, democratizar los ayuntamientos…. El pueblo se subleva en varias ciudades bajo el lema «Pan,
trabajo y Espartero», apoyados por militares progresistas como Serrano, y la aparición de Junta revolucionarias
obligan a Isabel II a nombrar Presidente a Espartero, y Ministro de la Guerra a O’Donnell.
Se restablece la Constitución de 1837, se celebran elecciones a Cortes mediante un sufragio más amplio, y se
inicia la redacción de la Constitución “non nata” de 1856 (Nunca llegó a aprobarse en Cortes): soberanía nacional,
más derechos y libertades (culto, imprenta, reunión, y asociación), limitación poder de la reina (mantiene derecho
a disolver las Cortes y vetar las leyes), Cortes Bicamerales con un Senado electivo, ayuntamientos democráticos,
etc. Se restablece la Milicia Nacional y los Jurados para delitos de Imprenta.
En 1855 Pascual Madoz decretó la Desamortización General de bienes de la Iglesia, comunales y propios de los
Ayuntamientos, Beneficencia, Obras Pías, Educación, Hospitales, Ordenes Militares…. Finalizó en 1924 con el
Estatuto Municipal de Calvo Sotelo, benefició a los ricos compradores de bienes, y perjudicó a los pobres y a las
Instituciones expropiadas. Aumentó la producción, pero no la productividad. El sur siguió siendo latifundista y con
gran número de jornaleros, y el norte minifundista y pobre. El Estado destinó los ingresos a la amortización de
Deuda, sin liquidarla por completo, y a financiar parte de la construcción ferroviaria.
Continuando con el proceso de creación del sistema capitalista (López Ballesteros con Fernando VII, Mendizábal
en 1836, Alejandro Mon en 1845), se creó el Banco de España, Ley de Bancos de Emisión y Crédito, y la Ley de
Ferrocarriles de 1855. La liberalización de la inversión extranjera atraerá a la banca francesa, que creará
empresas como Ferrocarriles del Norte (Banca francesa de los Pereyre), la MZA (Banca Rottschild) y
«Ferrocarriles andaluces y del Oeste» (Banca Prost), que construyen 6.124 Kms. hasta 1875.
La crisis económica y agrícola provoca levantamientos populares y la primera huelga general obrera española en
Barcelona y Zaragoza en 1855. O´Donnell sustituye a Espartero en la presidencia en 1856, disuelve la Milicia
Nacional, reprime las revueltas, y restablece la Constitución de 1845.
444... SSSEEEGGGUUUNNNDDDOOO PPPEEERRRÍÍÍOOODDDOOO MMMOOODDDEEERRRAAADDDOOO,,, 111888555666---111888666888...
Gobierna Narváez hasta la victoria electoral de la Unión Liberal de O´Donnell, y entre 1856-58 reprime a
progresistas, disuelve la Milicia Nacional, aprueba la Ley Moyano de Educación, y restablece la Constitución de
1845 reformada por un Acta Adicional que amplía el sufragio, democratiza Ayuntamientos de más de 40.000
hbts., y reconoce el juicio por jurado. En 1858 Narváez suprime estos avances constitucionales y suspende la
Desamortización de Madoz.
El caciquismo garantiza la alternancia entre Partido Moderado y La Unión Liberal, relegando a los progresistas a la
oposición continúa, y a demócratas, republicanos o carlistas, a la clandestinidad. Los carlistas se sublevan en 1860
desembarcando en San Carlos de la Rápita, los progresistas fracasan en el pronunciamiento de 1865 y se exilian, y
el pueblo protesta contra las quintas y los consumos. La economía crece con la construcción ferroviaria,
inversiones extranjeras, desarrollo financiero y explotación minera, pero sólo beneficia a los ricos, y la crisis de
1866 causa paro y miseria.
Con el gobierno largo de O´Donnell (1859-63) asiste a un importante crecimiento económico: textil catalán
gracias a un arancel proteccionista, construcción ferroviaria, y el desarrollo siderúrgico vasco con los Altos
Hornos de Ibarra en 1860, que sustituirá el liderazgo siderúrgico de Asturias y Málaga. O’Donnell también
impulsará diferentes aventuras colonial:
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México (1861-1862). Juárez niega el pago de la Deuda y expulsa a los embajadores, por lo que España, Francia
y Gran Bretaña, envían un ejército. En 1862 Prim firma con Juárez la Convención de Soledad y nos retiramos,
mientras Francia nombra a Maximiliano emperador de México hasta su ajusticiamiento en 1867.
Marruecos. La guerra de 1859-60 responde a los ataques marroquíes, a los que derrotamos en Wad-Ras
(O’Donnell) y Los Castillejos (Prim) en 1860, obligándoles a firmar el tratado de Tetuán, por el que Marruecos
cede territorios en Ceuta e Ifni y una indemnización de 400.000 reales. Los cañones capturados servirán para
esculpir los leones del Congreso.
Indochina. Intervenimos con Francia para defender a los misioneros católicos, aunque será Francia la que
establezca un imperio colonial en la zona.
En Sudamérica: En 1861 Sto. pide incorporarse a España, para evitar su anexión por Haití, y se lleva a cabo
dicha anexión hasta que en 1865 España renuncia, debido a la revuelta, alentada por EE.UU, de muchos
dominicanos. Entre 1862 y 1866 habrá un conflicto naval con Perú, apoyado por otros países sudamericanos,
que acabará con el bombardeo de Valparaíso y la batalla del Callao, sin lograr nada positivo.
Desde 1863 prevalece la inestabilidad política, debido al descrédito de la reina, la represión de la oposición
(progresistas, demócratas y obreristas), y la crisis económica 1865-68. A las protestas universitarias (Matanza
Noche de San Daniel en Universidad Alcalá en 1865) y la rebelión de los Sargentos del Cuartel de San Gil, se unirá
el Pacto de Ostende de 1866 (progresistas, demócratas y La Unión Liberal) para derrocar a los moderados.
TEMA 6: – CONFLICTOS DEL SEXENIO Y SUS CONSECUENCIAS: GOBIERNO
PROVISIONAL, MONARQUÍA DE AMADEO I, REPÚBLICA Y GOBIERNO DE SERRANO,
I GUERRA DE CUBA Y III GUERRA CARLISTA.
1. LA REVOLUCIÓN DE 1868: CAUSAS, DESARROLLO Y CONSECUENCIAS.
Las causas de la revolución hay que buscarlas en la crisis de finales de los años 60:
a. Crisis económica: En 1866 quiebra la bolsa de Viena y se hunden las finanzas, privando de liquidez a la
industria y empresas férreas, disparando el paro y reduciendo el consumo. Las malas cosechas encarecieron
los alimentos, y todo ello desencadenó protestas violentas contra el paro, el precio del pan, el impuesto de
consumos y las quintas.
b. Crisis política: Ell descrédito de Isabel II, la corrupción y la adulteración electoral, provoca protestas como la
de los estudiantes de la Universidad Central de Madrid, ante la expulsión de Emilio Castelar de su cátedra y el
cese del Rector. El 10 de Abril de 1865, en la Puerta del Sol, la Guardia Civil cargó contra los manifestantes
provocando 14 muertos. En 1866 se rebelaron los sargentos del Cuartel de San Gil, lo que impulsa el Pacto de
Ostende entre Progresistas y Demócratas, a los que se une después la Unión Liberal, como preludio de la
Revolución del 18 de Septiembre de 1868.
La Gloriosa o Revolución de Septiembre de 1868 se inició con un pronunciamiento militar de los generales
unionistas Prim, Serrano, y el almirante Topete, apoyados por las Juntas Revolucionarias creadas por los
Voluntarios de la Libertad al grito de ¡Viva España con honra; abajo los Borbones!. Reivindicaban libertades,
Soberanía Nacional, Estado láico, Sufragio universal, abolición quintas y consumos, y Cortes constituyentes.
Vencen en la batalla del Puente de Alcolea (Córdoba. 26-28 septiembre) e Isabel II se exilia a Francia (abdicó en
Alfonso XII en 1870 y murió en 1904), y la Junta Provisional Revolucionaria presidida por Madoz asumió el
gobierno, hasta que el 3 de octubre se constituye el Gobierno Provisional de Serrano.
2. EL GOBIERNO PROVISIONAL DE SERRANO, 1868-1871. Serrano lidera el gobierno progresista-unionista (Prim, Topete, Sagasta), margina a demócratas y republicanos,
desmantela a los Voluntarios de la Libertad (Milicia Nacional), y apuesta por una legislación progresista: Libertad
de asociación e imprenta, sufragio universal masculino, libertad de cultos y disolución de los jesuitas,
democratización de Ayuntamientos y Diputaciones, emancipación de los hijos de esclavos, etc.
Las elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal arrojan los siguientes resultados: 159 diputados
Progresistas (Prim, Sagasta), 18 carlistas, 14 Moderados de Cánovas, 69 de la Unión Liberal de Serrano, 69
Republicanos Federales, 2 Republicanos Unitarios y 20 Demócratas (José Mª Orense).
La constitución de 1869 es la más democrática del XIX: Monarquía constitucional, amplios derechos y deberes,
división de poderes (Legislativo con dos cámaras electivas, ejecutivo para un Rey constitucional, y judicial con
tribunales por jurado), estado laico y libertad religiosa, y sufragio universal masculino.
Serrano fue nombrado Regente y Prim presidente del gobierno, para afrontar la exigencia constitucional de
buscar un Rey para España, la Guerra Larga (1868-1878) por la independencia de Cuba, la III Guerra Carlista, y
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las insurrecciones obreras y republicanas. Se reforma la justicia con la Ley Orgánica del Poder Judicial, que
suprime los tribunales especiales, limita la jurisdicción eclesiástica y militar, y establece la jerarquización de los
tribunales (Supremo, Audiencias, Partido e Instrucción), y se revisa el Código Penal. Figuerola aprueba un arancel
librecambista en 1869, crea la peseta como moneda única del Estado, la Ley de minas (1871) que nacionaliza las
riquezas del subsuelo, y suprime el impuesto de consumos. Querían impulsar la economía atrayendo inversiones
extranjeras, beneficiando a la burguesía industrial catalana, y la minería y siderurgia vasca.
La insurrección carlista, cubana, y la búsqueda de Rey, complicarán la vida política. Entre los candidatos a la
corona destacan el Duque de Montpesier, Leopoldo de Hohenzollern, Francisco de Portugal, Amadeo de Saboya, y
Carlos IV. La rivalidad entre Francia y Alemania inclinó la balanza a favor del italiano Amadeo I de Saboya, como
un candidato neutral apoyado por Prim. El 27-XII-1870 Prim sufre un atentado en la C/ del Turco de Madrid el 27
de Diciembre de 1870 y muere el día 30, y Amadeo, que llegó a Cartagena el día 30 y a Madrid el 2 de enero para
convertirse en Rey, pierde su principal apoyo.
3. LA MONARQUÍA DE AMADEO I DE SABOYA, 1871-1873. Amadeo contaba con el apoyo de progresistas y unionistas, y la oposición de isabelinos, carlistas y republicanos,
manteniéndose la población indiferente. Hay muchos partidos representados en las Cortes, pero sin mayorías
claras, por lo que la inestabilidad es total: Tres elecciones y seis gobiernos distintos:
Los carlistas de Nocedal mantenían su neocatolicismo integrista, foralismo, y a Carlos VII como candidato a la
corona, y en 1872 inician la III Guerra Carlista.
El Partido Alfonsino de Cánovas (fieles a Isabel II) hereda el apoyo moderado de terratenientes, nobleza e
Iglesia, y proponen a Alfonso XII como Rey.
Centristas defensores de la Constitución de 1869 y de Amadeo I: Unionistas de Ríos Rosas, Progresistas de
Sagasta, y Radicales de Ruiz Zorrilla, con importantes apoyos de la burguesía financiera e industrial, las clases
medias urbanas y el Ejército.
Los republicanos apuestan por la República y por reformas sociales para la pequeña burguesía, clases populares
y obrerismo, pero se dividen en: Federalistas (Transigentes de Pi y Margal, e Intransigentes de J.M. Orense),
y Unitarios de Castelar.
El 11 de febrero de 1873 Amadeo I abdicó ante la inestabilidad política, la III Guerra carlista, las insurrecciones
republicanas federales, la Guerra de independencia de Cuba (esclavistas contra antiesclavistas, independentistas
contra autonomistas y españolistas), y los numerosos motines populares contra quintas y el impuesto de consumos.
La inestabilidad política, la falta de mayorías suficientes, la desafección popular debido a la crisis económica, las
quintas y los consumos, los conflictos bélicos e insurrecciones republicanas, así como los constantes desaires de la
aristocracia hacia el Rey, provocaron la abdicación de Amadeo I.
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El mismo 11 de febrero se proclama la I República con Figueras como Presidente y Pi i Margall como Ministro de
Gobernación. Proponen abolir las quintas y la esclavitud en Puerto Rico, pero los republicanos intransigentes y el
obrerismo prefieren la insurrección revolucionaria en zonas de Andalucía y Cataluña. Habrá elecciones a Cortes
Constituyentes por sufragio universal masculino, y los republicanos obtienen el 90% de los votos, pero habrá un 60
% de abstención al retirarse los partidos no republicanos. Las clases populares optarán por el carlismo o por el
movimiento obrero, y las clases altas y el Ejército recelarán de la ideología republicana, por lo que sólo los
profesionales liberales e intelectuales apoyan el nuevo régimen. La crisis agrícola y hacendística, la guerra carlista
y la guerra de Cuba, las insurrecciones federalistas y obreristas, junto con la división interna de los republicanos,
explican la crisis permanente de la I República.
Pi i Margall sustituyó a Figueras y proclamó la República Democrática Federal (17 Estados). Gobernó con unas
Cortes divididas entre centristas de Pi i Margall (orden y descentralización), moderados de Castelar (orden,
gobierno fuerte, centralismo) e intransigentes de Orense. El Proyecto de la primera Constitución republicana
federal provocó la retirada de los intransigentes del Parlamento.
El cantonalismo: En el verano de 1873 estalla la revolución cantonalista en Cartagena, extendiéndose por la costa
mediterránea, primero, y después por el resto de la península. Los amotinados asaltan los almacenes de los
cantones militares para conseguir armas, de ahí su nombre. Es una rebelión política (Federalismo radical), social
(pueblo llano y obreros reclaman mejoras socio económicas, reducción de impuestos y abolición de quintas) y
regionalista (quieren autogobiernos regionales). Las masas urbanas y los obreros la apoyan, igual que muchos
intelectuales y parte de la pequeña y mediana burguesía. En Cataluña proclaman el Estado Catalán dentro de la
República Federal Española, y otros cantones también declaran el autogobierno: Cartagena, Málaga, Badajoz,
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Salamanca, etc. El 18 de junio dimite Pi i Margall y Salmerón asume la presidencia, utilizando el Ejército (Martínez
Campos y Pavía) para hacer frente al carlismo, cantonalismo, revueltas campesinas andaluzas, obrerismo, y
motines antiquintas, pero se negó a firmar las condenas a muerte de los rebeldes y dimitió el 6-IX-1873. El nuevo
presidente, Castelar, suspendió las Cortes y gobernó autoritariamente hasta que el General Pavía, ante el temor
de un triunfo federal, dio un golpe de Estado y asaltó las Cortes con la Guardia Civil la noche del 2-3 de enero de
1874, y acabó con la República.
El fin del Sexenio y la República de Serrano. Conservadores y Progresistas recuperan el poder con el General
Serrano como Presidente de la República (Jefe del Estado) y Presidente del Consejo de Ministros. Suspende las
garantías constitucionales para gobernar autoritariamente (MacMahonismo) y restablecer el orden:
a. Disuelve la AIT, reprime a los republicanos y limita el derecho de asociación.
b. La 3ª Guerra carlista se inició en 1872 cuando Carlos VII entró en España por Vera del Bidasoa, obteniendo
importantes triunfos en Montejurra y Somorrostro para controlar el País Vasco, Navarra, parte de Cataluña,
Aragón, Valencia y Cuenca desde 1873, pero en 1874 retroceden ante Serrano y finalmente son derrotados en
1876 en Montejurra y Estella, y Carlos VII tiene que abandonar España.
c. La guerra de Cuba se inició con el Grito de Yara en 1869 y Céspedes como líder. Dulce intentó negociar, pero
no habrá entendimiento, ya que Madrid deseaba abolir la esclavitud y no aceptaba ni Autonomía ni
Independencia para Cuba. EE.UU quiso comprar la isla mientras se desarrolla una cruel guerra de desgaste
hasta 1878.
Serrano cede el gobierno a Zavala y después a Sagasta, mientras los alfonsinos de Cánovas publican el “Manifiesto
de Sandhurst”, redactado por Cánovas y firmado por el futuro Alfonso X en la Academia inglesa de Sandhurst, en
favor de una monarquía moderada y garante del orden constitucional. El 29de diciembre de 1874 el general
Martínez Campos, en contra del criterio de Cánovas, lidera el Pronunciamiento de Sagunto, proclamando a Alfonso
XII Rey y condenando a Serrano al exilio. Cánovas presidirá un Ministerio de Regencia hasta la llegada del nuevo
rey.
TEMA 7.: ESPECIFICA LAS CARACTERÍSTICAS DE LA NUEVA SOCIEDAD DE CLASES
Y COMPÁRALA CON LA SOCIEDAD ESTAMENTAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
111... SSSOOOCCCIIIEEEDDDAAADDD YYY DDDEEEMMMOOOGGGRRRAAAFFFÍÍÍAAA EEENNN EEELLL AAANNNTTTIIIGGGUUUOOO RRRÉÉÉGGGIIIMMMEEENNN ...
En el Antiguo Régimen todos eran súbditos del Rey, y existía una desigualdad jurídica (distintas jurisdicciones,
Leyes y Tribunales) entre privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (pueblo llano), con diferentes derechos
y deberes según el estamento, y entre libres y no libres (siervos, y esclavos en las colonias). La población se divide
en tres estamentos:
a. Nobleza. Disfrutaban de amplios derechos y casi nulos deberes, tenían jurisdicciones especiales, no pagaban
impuestos, cobraban rentas feudales de señoríos territoriales (cargas Rentas por el arrendamiento de viejos
mansos a colonos, y por la utilización de molinos, puentes, etc.), rentas jurisdiccionales (rentas por ejercer
justicia), y salarios por cargos administrativos o militares. Son los principales propietarios de tierras, que
explotaban directamente o arrendaban. Algunos todavía tenían siervos, aunque la mayoría de estos se habían
convertido en colonos arrendatarios. Distinguimos entre alta, media y pequeña nobleza, entre nobleza
palaciega y rural, y de viejo y nuevo cuño, con una importante diferenciación económica, política y de
notoriedad social. Existía el mayorazgo, como figura jurídica, que permitía a estas familias vincular sus
propiedades a un mayorazgo, evitando así que generaciones futuras las enajenarán.
b. El Clero. Son privilegiados que no pagaban impuestos, tenían leyes y tribunales propios, y gran influencia
política, social e ideológica. Tenían Señoríos Territoriales, que aportaban rentas, cobraban el diezmo, y
sueldos por ejercer cargos públicos. Al igual que la nobleza, se divide en Alto, Medio y Bajo Clero.
c. Tercer estado. Representaba el 90% de la población, carecía de privilegios y su diversidad era enorme:
campesinos, burgueses, siervos, clases populares urbanas, esclavos en las colonias... Pagaban impuestos al
Estado, cargas feudales y el diezmo eclesiástico, y no participaban en política (Algunos burgueses trabajaban
para la administración como técnicos). Mayoritariamente era población rural dependiente de la tierra, y una
minoría urbana creciente, dedicada a la artesanía, comercio o finanzas (burguesía). Sus condiciones diferían
mucho del rico propietario (agrícola o burgués), al pequeño propietario (artesano, campesino), y a los pobres
jornaleros y siervos, que apenas podían subsistir.
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La demografía inicio un período de crecimiento en el s. XVIII (8 millones en 1700 y 10 en 1800), sobre todo en
Madrid y periferia (Galicia, País Vasco, Cataluña y Valencia), beneficiadas por el comercio colonial, mientras que
en el interior, lastrado por el proteccionismo y la falta de competencia, se reduce la población.
Ciudades como Madrid y Barcelona superaran los 100.000 habitantes, y Valencia, Sevilla, Granada y Cádiz,crecen
mucho. En el Régimen Demográfico Antiguo la esperanza de vida era de 30 años, la tasa de mortalidad y natalidad
entre el 40-50/mil, hasta que en el s. XVIII se reduce la mortalidad catastrófica (epidemias, guerras, crisis
agrícolas) y mejora la alimentación con el cultivo del maíz y la patata. El crecimiento económico de la cornisa
cantábrica, Valencia y Cataluña, gracias al comercio, artesanía, primeras industrias, no compensó la miseria
agrícola del interior. El sistema de propiedad feudal y las técnicas agrícolas tradicionales no permitían garantizar
el abastecimiento de alimentos, generando especulación de precios agrarios, crisis de subsistencia, y un
crecimiento demográfico menor al Europeo. El "Motín de Esquilache " de 1866, iniciado en Madrid por la escasez
de alimentos y las medidas sobre la indumentaria, sirvió para de escusa para expulsar a los jesuitas, pero también
impulsó mejoras en el saneamiento de ciudades y libertad del comercio de granos. Las reformas borbónicas en la
hacienda o en economía facilitarán cierta movilidad social en el Tercer Estado, pero la oposición de Nobleza y
Clero impidió crear un impuesto único para todos y materializar las reformas agrarias ilustradas.
222... SSSOOOCCCIIIEEEDDDAAADDD YYY DDDEEEMMMOOOGGGRRRAAAFFFÍÍÍAAA EEENNN EEELLL NNNUUUEEEVVVOOO RRRÉÉÉGGGIIIMMMEEENNN...
En el Nuevo Régimen decimonónico se mantiene la tendencia de mayor crecimiento de la periferia desde el s. XVI,
y el crecimiento global: España pasó de 11,5 millones en 1800 a 18,6 millones en 1900. El atraso económico español
con respecto a Europa, pésimas condiciones higiénicas, baja productividad agrícola, transportes ineficaces, y
población empobrecida, explican las altas tasas de mortalidad (28 por mil) y natalidad (34 por mil), la elevadísima
mortalidad infantil (200 por mil), una esperanza de vida muy baja (35 años en 1900), y una pirámide poblacional
muy joven. En el último cuarto de siglo el crecimiento se ralentiza por las malas cosechas de 1880-82, la epidemia
de cólera de 1885 y la emigración.
Geográficamente predomina la población de la periferia sobre la del interior, y la rural sobre la urbana. La
pobreza favorece la emigración interior (Bilbao, Barcelona, Valencia y Madrid) y exterior (Norte de África y
América). Las ciudades crecen con la migración, derribando murallas medievales, construyendo los ensanches
gracias a la Ley de Ensanches de las Poblaciones de 1864. (Plan Cerdá en Barcelona y el de Carlos Mª de Castro en
Madrid, aunque fue suspendido en 1864), e iniciando la especulación inmobiliaria con las desamortizaciones y la
construcción del barrio madrileño del Marqués de Salamanca, amparándose en la Ley de Expropiación de 1879, que
permitía construir nuevos barrios mediante la expropiación de fincas próximas a las ciudades (Ciudad Lineal en
Madrid y el Ensanche de Barcelona).
La sociedad estamental evolucionó hacia una sociedad de clases:
a. Clase alta: Alta burguesía, nobleza, altos cargos militares y algunos miembros de profesiones liberales,
terratenientes rentistas y absentistas, burguesía agraria inversora en la desamortización, grandes
empresarios que invierten en industria, comercio, finanzas, o ferrocarriles, aprovechando sus contactos con
la administración... Salvo empresarios catalanes y vascos, el resto prefiere negocios especulativos o rentistas,
ocupando también cargos públicos y beneficiándose del caciquismo, el proteccionismo y la corrupción. Muchos
burgueses hicieron fortunas enormes en las colonias y compraron títulos nobiliarios, ya que la nobleza aun
jugaba un importante papel social, a pesar de que muchas viejas familias nobiliarias se arruinaron o perdieron
patrimonio, que fue comprado por la burguesía agraria.
b. Las clases medias eran débiles cuantitativamente y cualitativamente, formadas por pequeña y media
burguesía (comerciantes, artesanos, dueños pequeñas fábricas y talleres), funcionarios, oficiales del ejército,
y pequeños-medianos propietarios o arrendatarios agrícolas. Intentaban ascender socialmente e imitar los
hábitos de la clase alta, con una participación política y social en aumento a lo largo del siglo, desde ideologías
dispares (moderados, progresistas, republicanos).
c. En las clases bajas incluimos el proletariado industrial (sólo 15% población activa), obreros urbanos, servicio
doméstico, y jornaleros agrícolas, gañanes (poseen un par de mulas) y yunteros (dos bueyes), que sufren el
paro estacional y los bajos salarios. Incluimos también los impedidos, mendigos, heridos de guerra, y
“cesantes” o trabajadores públicos que perdían el trabajo al cambiar el gobierno. El campesinado vivía en la
pobreza, tanto los jornaleros como los pequeños propietarios y arrendatarios, por el paro estacional y los
bajos rendimientos. Muchos emigran y otros protestan con motines violentos contra las quintas, consumos o
precios. Lo mismo sucede entre las clases bajas urbanas, más organizadas gracias a la aparición del
movimiento obrero.
18
Esta sociedad liberal burguesa, además de su estructura en clases, se caracteriza por mantener o reducir
ligeramente los estratos más bajos, con un lento crecimiento de las clases medias; de los propietarios agrícolas,
jornaleros agrícolas, proletariado y asalariados urbanos. La burguesía de negocios incrementa su presencia
respecto a la burguesía industrial, y se mantiene la influencia social y política de la nobleza. Las élites socio
económicas controlarán el sistema, ya que el sufragio censitario sólo permite el voto de un 5% de la población más
rica (Ley de 1878), y el sufragio universal de 1890 será adulterado por el fraude electoral. Las élites se
benefician de contratos públicos, cargos, legislación favorable, una injusta Ley de Consumos y Ley de Quintas.
TEMA 8: – LA CONSTITUCIÓN DE 1876 Y EL SISTEMA CANOVISTA.
En este período los borbones recuperan la corona con Alfonso XII, al que sucede Mª Cristina como regente de su
hijo Alfonso XIII. Las élites socio-económicas controlarán el poder a través del Partido Liberal Conservador y del
Partido Liberal Fusionista, y gracias al turnismo y al caciquismo electoral, que convierten en papel mojado la
Constitución de 1876 y el sufragio universal de 1890. España perderá sus últimas colonias en 1898, por su mala
gestión y por la rivalidad imperialista entre las grandes potencias. El ascenso de los nacionalismos periféricos y
del movimiento obrero (socialismo y anarquismo), también marcarán esta etapa.
1.-Restauración borbónica y período de transición. Antonio Cánovas del Castillo, nació en Málaga en 1828, militó en el Partido Moderado y en la Unión Liberal de
O`Donnell, redactó el Manifiesto de Manzanares en 1854, lideró la refundación del Partido Moderado y a los
alfonsinos durante el Sexenio, y será el artífice del Régimen de la Restauración.
La inestabilidad del Sexenio explica los apoyos a la restauración borbónica por parte de la burguesía,
terratenientes castellanos y jóvenes oficiales del ejército. La crisis económica, las quintas y los impuestos, para
sostener las guerras del Sexenio, provocaron la desafección popular. Cánovas vio la oportunidad de restaurar la
monarquía en la figura de Alfonso XII, que tenía 17 años, y era hijo de Isabel II. El 1 de diciembre de 1874
Alfonso XII firmó el Manifiesto de Sandhurst, ofreciendo una monarquía constitucional como solución a los
problemas de España. Los generales Martínez Campos y Jovellar, el 29-XII-1874 dieron un golpe militar en
Sagunto, proclamando a Alfonso XII. Cánovas no deseaba la proclamación por la fuerza ni el protagonismo de los
militares, pero tuvo que aceptarlos hechos consumados, y asumió la Regencia el 31 de diciembre, hasta que
Alfonso XII (llegó a Madrid el 9-I-1875) fue proclamado Rey el 14 de enero en las Cortes.
A lo largo de 1875 Cánovas se hizo con el control del poder sustituyendo a gobernadores civiles, presidentes de
Diputación, alcaldes, funcionarios y militares, por miembros del partido Alfonsino, al tiempo que creará tribunales
de imprenta para controlar la prensa. Buscó el apoyo de la Iglesia, concediéndole a ejercer la censura sobre los
libros de texto y permitiéndole crear colegios religiosos de enseñanza primaria y secundaria. Decretó una
amnistía e inició contactos con líderes progresistas para atraerlos al nuevo proyecto constitucional. Con el Rey
como Jefe del Ejército, finalizará la guerra carlista en marzo de 1876 con el Manifiesto de Somorrostro
(Supresión de los fueros vasco y navarro), permitiendo enviar más tropas a Cuba al mando de Jovellar y Martínez
Campos, que fuerzan las negociaciones y el fin de la guerra cubana en 1878 con la Paz de Zanjón (Amnistía,
libertad esclavos de origen asiático, y futura autonomía).
2.-Cortes Constituyentes y Constitución de 1876. Una asamblea de ex senadores y ex diputados designados por Cánovas eligieron una Comisión presidida por Manuel
Alonso Martínez, que redactó un borrador constitucional. Se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes por
Sufragio Universal masculino, aunque Romero Robledo, futuro ministro de la gobernación, se encargó de
“amañarlas” para garantizar una mayoría canovista: Abstención del 45%, 333 diputados dinásticos sobre 391).
Según Cánovas, existía una Constitución interna no escrita con unos principios inalienables (Catolicismo, Monarquía
y Cortes), que deberían estar presentes en la Constitución escrita. La Constitución de 1876 será breve, como la de
1845, e incluye:
1. Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey
2. División de poderes desvirtuada, por el derecho del Rey a nombrar al Jefe Gobierno y disolver las Cortes.
3. El Ejecutivo controlará toda la Administración, como durante la Década Moderada.
4. Incluye una amplia Declaración de derechos, pero restringidos por leyes posteriores.
5. Cortes bicamerales: Congreso electo, y Senado compuesto por senadores vitalicios nombrados por el Rey,
senadores por derecho propio y senadores electos.
6. Estado confesional, tolerante con otras religiones si estas no ofendían la moral católica.
7. Obligación de contribuir a los gastos y la defensa del Estado, con el reclutamiento mediante Quintas.
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8. Sufragio censitario (5% población por Ley 1878).
3.-Las bases del sistema canovista. Según Jover, la Restauración se basa en una ideología política, social y económica conservadora, apoyada por
monárquicos alfonsinos, burguesía de negocios y mandos militares. Las clases altas impusieron la seguridad y el
orden, las clases medias lo acataron, hartas de las crisis políticas y la inseguridad del Sexenio, y las clases bajas
se plegaron a la represión y al apartamiento electoral, hasta que el obrerismo volvió a movilizarlas a final de siglo.
El Régimen se sustentara en tres pilares:
a) Bipartidismo y turnismo. Imitará el modelo parlamentario inglés, con dos grandes partidos turnándose en el
poder, Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, y centralización del poder político en torno al Gobierno
desde Madrid. Desde el pacto verbal entre Cánovas y Sagasta en 1879, ratificado en el Pacto de El Pardo
durante los funerales de Alfonso XII, el Partido Liberal Conservador de Cánovas y el Partido Liberal
Fusionista de Sagasta, se turnarán en el poder. Eran partidos de minorías o "de notables", con pocos
militantes, que se diferenciaban más por los intereses particulares de sus dirigentes o de los territorios
donde tenían más apoyo, que por la ideología, y se les denominaba dinásticos por vincularse a la monarquía. El
Partido Conservador de Cánovas del Castillo integra al antiguo Partido Moderado, la Unión Liberal, la Unión
Conservadora de Silvela, y carlistas de la Unión Católica de A. Pidal y de la Comunión Tradicionalista de
Nocedal, y sus bases sociales proceden de la aristocracia, terratenientes, alta burguesía, y estaba muy
vinculado a la Iglesia y a la alta oficialidad del ejército. El Partido Liberal Fusionista de Sagasta integra al
antiguo Partido Constitucional (unionistas de Serrano y progresistas de Sagasta), miembros del Partido
Radical de R. Zorrilla, y republicanos posibilistas de Castelar, y obtiene el apoyo de profesionales liberales,
comerciantes, banqueros, militares y funcionarios. El sufragio censitario de la Ley Electoral de 1878 (votaba
el 5% de la población) y la maquinaria caciquil, garantizaban el turno.
b) Centralismo y control ideológico. El “orden conservador” necesitaba centralizar el poder para garantizar el
funcionamiento de la maquinaria caciquil desde el Ministerio de la Gobernación. En este sentido se enmarca la
supresión de los Fueros vasco y navarro y el control de los Ayuntamientos: La Constitución contemplaba la
elección de Alcaldes por los vecinos, pero la Ley Municipal de 1877 establecía el sufragio censitario, salvo para
los pueblos de menos de 100 habitantes (sufragio universal), la obligación de acreditar el pago de una
determinada cantidad de impuestos para presentarse candidato en localidades mayores de 400 habitantes, y
el nombramiento de Alcaldes por parte del Rey para Capitales de Provincia, cabezas de partido y localidades
de más de 6.000 habitantes.
La legislación garantizaba hipotéticamente el principio liberal de igualdad jurídica de todos los ciudadanos,
pero la reforma de los Códigos Jurídicos y la legislación conservadora impone el control administrativo y el
control ideológico. La Ley de Imprenta de 1879 establecía la censura a la prensa y concedía la Iglesia el
control sobre los libros de texto.
c) Caciquismo y adulteración electoral. El caciquismo se convierte en un sistema de relaciones casi personales,
mediante la coacción y el tráfico de favores e influencias. El control piramidal desde Madrid, permitía, a
través de los caciques territoriales, adulterar las elecciones, garantizar el control del poder político por parte
de las elites socio económicas y de los dos partidos dinásticos, y excluir del sistema a las clases populares.
Desde la Década Moderada el Ministerio de Gobernación, desde Madrid, ya ejercía el control de las listas
electorales y de las elecciones, y ahora se perfeccionará el sistema, siendo el Ministro de la Gobernación
(Romero Robledo durante muchos años) el auténtico artífice de la institucionalización del caciquismo.
Los dos partidos se turnan en el gobierno de mutuo acuerdo cuando el desgaste en la gestión o una crisis,
aconsejaba el cambio. El Rey disolvía las Cortes y convocaba, y después proponía un candidato a Presidente
pactado con los partidos. Con la convocatoria electoral se ponía en marcha las herramientas electorales
caciquiles:
a. El encasillamiento. El Ministro de la Gobernación y los jerarcas de los partidos elaboraban las listas
electorales e incluso la designaban los que deberían ser elegidos, generalizando la figura del “cunero” o
candidato que concurría a las elecciones por un distrito que nunca había pisado y distinto al de su
empadronamiento.
b. Relaciones caciquiles. Los gobernadores ejecutaban las órdenes de Madrid, los alcaldes las de los
Gobernadores, y los caciques, que muchas veces coincidían con el gobernador o alcalde, garantizaban el éxito
electoral, recurriendo a favores debidos y a otras prácticas fraudulentas. El podía ser “el rico” (señoritos
andaluces, nobles), personajes influyentes (cura, médico) capaces de librar a un mozo del servicio militar,
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lograr una asistencia médica, etc. El cacique ofrecía favores a cambio de votos, basándose en su ascendencia
económica y social, que le permitía generar relaciones de dependencia personal, como antiguas relaciones
señoriales.
c. Pucherazo: Resume las diferentes prácticas fraudulentas, como la adulteración del censo electoral, compra de
votos, manipulación de actas electorales, destrucción de urnas, introducción de votos falsos, el voto de los
muertos o la coacción violenta.
3.-Resumen acontecimientos por etapas. 1875-1885: El Partido Conservador canovista gobernará hasta 1881 y adoptó las medidas ya vistas para apuntalar
la Restauración. La abolición de los fueron vascos y navarros se compensó con la creación de un concierto
económico favorable para estas regiones, se aprobó en 1876 la Ley que permitía a Madrid controlar la elección de
Ayuntamientos mayores de 30.000 habitantes, en 1878 la Ley del sufragio, y en 1879 la Ley de Imprenta que
imponía la censura previa a la prensa y el control ideológico sobre sectores como el educativo, persiguiendo a los
profesores disidentes en la Universidad y en Secundaria.
El Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta aceptó definitivamente el régimen y el turnismo en 1879, y en 1881
accede al gobierno para ampliar la libertad de prensa y restablecer a muchos profesores perseguidos en sus
cátedras, tolerando las actividades obreristas y republicanas, y amnistiando a los republicanos federalistas. En
1883 aprobó la Ley de Libertad de Imprenta y de Reunión de 1883, ero la crisis económica provocó disturbios
como los nunca bien aclarados de la Mano Negra en el campo andaluz, y el pronunciamiento republicano de 1883.
En 1885 murió Alfonso XII y su segunda esposa, María Cristina, con dos hijas menores de edad y embarazada del
futuro Alfonso XIII, se convierte en Regente hasta 1902. Cánovas y Sagasta firman el Pacto de El Pardo para
turnarse en el gobierno, comprometiéndose a no derogar la legislación del gobierno saliente.
1885-90: Gobernó el Partido Liberal que aprobará el Código Civil de 1889, el juicio por jurados de 1888, la ley de
Libertad Sindical de 1887, y el sufragio universal masculino para los varones mayores de 25 años en 1890.
Años 90: En 1890 Cánovas recupera el poder e impone el arancel proteccionista de 1891, que sellaba la alianza
entre la elite política y económica de terratenientes castellanos y alta burguesía catalana y vasca. En diciembre
de 1892 Sagasta formó gobierno y el ministro de Ultramar, Antonio Maura, presentó un Proyecto de autonomía
para Cuba, pero fue rechazado en las Cortes en 1894. Un mes después Cánovas formó gobierno y estalló la II
Guerra de Cuba y Filipinas. Cánovas fue asesinado en 1897 por un anarquista italiano en el balneario de Mondragón.
El régimen no pudo hacer frente a la oposición republicana, obrerista, y nacionalista, sobre todo porque no
contaba con el apoyo de las clases bajas empobrecidas y alejadas del sistema electoral por el fraude y el
caciquismo. El desastre del 98 creó un fuerte descontento y arraigó el pesimismo en el país.
TEMA 9: LA OPOSICIÓN EN LA RESTAURACIÓN CANOVISTA: REGENERACIONISMO,
REPUBLICANISMO, NACIONALISMOS Y MOVIMIENTO OBRERO.
111 EEELLL RRREEEGGGEEENNNEEERRRAAACCCIIIOOONNNIIISSSMMMOOO ...
La sociedad exigía un cambio, una "regeneración" del país que acabase con los privilegios de la oligarquía. El
Regeneracionismo de Joaquín Costa, el de Basilio Paraíso con las Cámaras agrarias de Aragón, y Santiago Alba y la
Unión Nacional, exigía acabar con el caciquismo y la corrupción, pero también impulsar las obras públicas, la
enseñanza, y la investigación, para superar el atraso económico y la pobreza. Algunos políticos del sistema como
Maura, Canalejas, o Romanones, e intelectuales de la generación del 98, preocupados por España y su atraso, como
Unamuno, Valle-Inclán, Baroja, Machado, Maeztu, Azorín, coincidían con las reivindicaciones regeneracionistas, y
su impulsó hará que a principios del s. XX vean la luz algunas de estas propuestas: El primer embrión de Seguridad
Social (1903) y con el posterior Instituto de Reformas Sociales, la reforma tributaria de Villaverde (1899-1903),
el Plan Hidrológico de Joaquín Corta, las reformas de Maura y de Canalejas, aunque muchas serían frenadas por la
oposición de la Iglesia, Ejército, y el obrerismo radical.
2. EL REPUBLICANISMO. Los republicanos se dividían en Unitarios reformistas de Castelar, que participarán en el sistema canovista desde
la década de los 80, Federales obreristas de Pi y Margall, y Demócratas revolucionarios de Ruíz Zorrilla. Desde
1881 se les permite participar en la vida política, reivindicando un régimen republicano bajo el lema de “progreso, modernidad, y paz”, el servicio militar obligatorio universal, educación pública, el Pamiberismo (Movimiento
político-cultural que abogaba por la unión de España y Portugal), fiscalidad progresiva, medidas sociales, y
expropiación de fincas no cultivadas. Tienen muchos apoyos entre las clases populares, pero el caciquismo y el
auge del obrerismo reducen sus apoyos: 4 diputados en 1883.
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333... LLLOOOSSS NNNAAACCCIIIOOONNNAAALLLIIISSSMMMOOOSSS ...
El Nacionalismo moderno aparece con la revolución francesa y Napoleón, el Romanticismo y el Historicismo alemán.
La corriente francesa ofrecerá una teoría más liberal y democrática, que dio lugar a nacionalismos disgregadores,
mientras la corriente germana pondrá al Estado por encima del individuo. La recuperación de las tradiciones
culturales propuesta por el Risorgimento italiano, y el apoyo de de la burguesía, exaltando los conceptos de país,
pueblo, nación, y estado, puso las bases de la autodeterminación de Grecia, Bélgica, Alemania e Italia. En España,
el regionalismo recuperó costumbres, culturas regionales y lenguas, y el nacionalismo periférico responsabilizó al
centralismo del analfabetismo, el caciquismo o el atraso económico. La ausencia de “aventuras coloniales
patrióticas”, la existencia de un Ejército y una Monarquía demasiado identificados con el Estado liberal
centralizado y controlado por las elites, lastró la consolidación de un nacionalismo popular español, más allá de un
patrioterismo manipulado.
CATALUÑA. En Cataluña la Renaixença de los años 30 popularizó los Jocs Florals, para promover la lengua, la cultura, y las
tradiciones catalanas. El monasterio y la Virgen de Montserrat emergieron como símbolos de Cataluña. La
publicación de “Lo catalanisme” de Almirall en 1886, “La tradició catalana” de Torres Bagés en 1892, y “Compendí
de la doctrina nacionalista” de Prat de la Riba, completarán el bagaje teórico del nacionalismo cultural y político
catalán. En 1882 Valentí Almirall fundó el Centre Catalá (1882), y en 1885 envió a Alfonso XII el “Memorial de
greuges” (Memorial de Agravios), solicitando la autonomía catalana dentro del Estado Federal español. En 1887 se
funda la Lliga de Catalunya, por conservadores católico-monárquicos, partidarios de la autonomía.
La exposición universal de Barcelona de 1888 y la defensa del derecho catalán frente a la reforma del Código Civil
de 1889, impulsaron la unión del nacionalismo con la Unión Catalanista (1890) de Prat de la Riba, que publicó las
Bases de Manresa en 1892, de carácter tradicionalista y liberal conservador (sufragio censitario corporativo). En 1901 el Centre Nacional Català y la Unió Regionalista se unen en la Lliga Regionalista (Prat de la Riba, Cambó...),
ideológicamente catalanistas, conservadores, apoyados por el clero, la patronal, y la burguesía, para defender los
intereses catalanes, sobre todo de la burguesía.
PAÍS VASCO.
La defensa de los Fueros por el carlismo desarrollo, a la larga, un sentimiento nacionalista reivindicativo después
de la III Guerra carlista, cuando Cánovas suprimió los fueros vascos y navarros, aunque los sustituyó por un
Concierto Económico que garantizaba una autonomía fiscal bien recibida por la burguesía. Los intransigentes
fueristas, muchos ex carlistas, pronto unirán la defensa de los fueros con la de las esencias vascas y sus derechos
nacionalistas.
Sabino Arana, ultra católico y reaccionario, lideró a los fueristas y creó las bases del nacionalismo vasco: “Dios y
Ley Vieja”, utracatolicismo, enseñanza del euskera, defensa de la ruralidad vasca, y pensamiento anti español,
racista y xenófobo. En 1895 fundó el PNV y, poco después, el sindicato ELA, reivindicando la independencia y la
unidad con Navarra y territorios vasco franceses. Arana murió en un manicomio, y De la Sota, más moderado,
atraerá a la burguesía con la defensa de sus intereses económicos vascos y sustituyendo independencia por
autonomía.
RESTO DE ESPAÑA.
Existieron otros nacionalismos periféricos incipientes, pero no derivaron en partidos políticos estructurados. La
Reinaxenxa gallega surge con la poesía de Rosalía de Castro y las novelas costumbristas de Pardo Bazán.
Posteriormente aparece el galleguismo político de Manuel Muguía y Alfredo Brañas basado en el hecho
diferenciador gallego y la reivindicación autonomista.
El Andalucismo federalista de Blas Infante cristalizó en una Constitución Federalista de Andalucía en 1883, que
reclamaba una Andalucía soberana dentro de un Estado Federal español, pero no cristalizó en un partido político.
444... EEELLL MMMOOOVVVIIIMMMIIIEEENNNTTTOOO OOOBBBRRREEERRROOO ...
El movimiento obrero nace en el reinado de Isabel II y alcanza notoriedad en el Sexenio, dividiéndose entre
socialistas y anarquistas. En los años 40 aparece el obrerismo en las zonas industriales, con asociaciones como la
catalana “La Sociedad de Ayuda Mutua de Tejedores”, con 15.000 afiliados o la “Unión de Clases” en los años 50.
En 1870 Bakunin envió a Giuseppe Fanelli a España para fundar la Federación Regional Española de la Internacional
(anarquista), y Marx envía a su yerno, Paul Lafargue, para contrarrestar la expansión anarquista. En 1872 se
oficializa la ruptura entre marxistas y bakuninistas en España en el Congreso de Zaragoza, que expulsa a Pablo
Iglesias, quien acabará creando la Nueva Federación Madrileña (socialista marxista). La represión canovista en la
Restauración les condena a la clandestinidad, hasta que la Ley de asociaciones de 1887 les devolvió la legalidad. El
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movimiento se radicalizó, sobre todo el anarquismo, debido a las condiciones de vida de proletarios y jornaleros,
hasta convertirse en uno de los más violentos de Europa.
En 1879 Pablo Iglesias fundó clandestinamente en Madrid el PSOE, ideológicamente marxista y revolucionario,
que reivindicaba:
a. El poder político para la clase trabajadora o Dictadura del Proletariado.
b. Sustitución de la propiedad privada por propiedad colectiva.
c. Una sociedad sin clases, que alcanzase la igualdad económica y de oportunidades.
d. Derechos inmediatos: libertad asociación y reunión, libertad de prensa, sufragio universal, jornada laboral de
ocho horas, educación y salarios iguales para hombres y mujeres, abolición quintas y consumos...
Inicialmente el PSOE no logró muchos adeptos, hasta la aparición en 1886 del periódico “El Socialista” y la
fundación en 1888 del sindicato UGT. Con la Ley del sufragio Universal de 1890 lograron los primeros concejales
en municipios urbanos, pero el caciquismo impidió la elección del primer primer diputado a Cortes (Pablo Iglesias)
hasta 1910 dentro de la coalición republicano-socialista.
El Anarquismo, sobre todo en Cataluña y Andalucía, logró su mayor difusión a nivel mundial. La ideología anarquista
ofrecía a los campesinos discurso claro y sencillo, adaptado a una población analfabeta y recelosa. Los anarquistas
rechazan el juego electoral y prefieren la acción directa: huelgas, manifestaciones, atentados… En 1882-83
apareció la Mano Negra, vinculada a robos, incendios y atentados en Andalucía, y aunque los anarquistas negaron
su participación, las fuerzas de seguridad desencadenaron su persecución, detención, torturas y condenas a
muerte. En la actualidad todavía no se sabe si existió "La Mano Negra" o si fue un invento de los terratenientes
para perseguir al anarquismo.
A finales del siglo XIX el anarquismo se dividió entre los partidarios de la acción pacífica y los partidarios de la
acción directa terrorista. El terrorismo causó mucho daño al anarquismo con múltiples atentados a personajes
políticos (Cánovas, Martínez Campos), a la burguesía (bomba del Liceu) y a la Iglesia (bomba en la procesión del
Corpus Cristi en Barcelona). Los atentados provocaron una espiral de violencia basada en una dinámica de
acción/represión/acción, entre anarquistas y fuerzas de seguridad, que acabaron en los procesos de Montjuic de
1897 (ejecución de 5 anarquistas). Los partidarios de la acción sindical y de masas, contrarios al terrorismo,
crearon Solidaridad Obrera en 1907 y la C.N.T. en 1910.
TEMA 10: EL DESATRE DEL 98: GUERRA DE CUBA, FILIPINAS Y PUERTO RICO, Y
REPERCUSIONES POLÍTICAS, ECONÓMICAS, SOCIALES E IDEOLÓGICAAS EN
ESPAÑA.
1.- ANTECEDENTES Y PRIMERA GUERRA DE 1868-78. Después de la independencia de la mayor parte Hispanoamérica a comienzos del siglo (1824), el viejo imperio
colonial español se reducía a Cuba, Puerto Rico, Filipinas, diversas islas del Pacífico, y territorios en el norte de
África y golfo de Guinea. Al igual que en el proceso de independencia de 1808-1824 en Hispanoamérica, las causas
generales de la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas son varias:
1. Ideológicas. La Ilustración, Independencia de EE.UU y la Revolución Francesa, difundieron la idea de libertad.
2. Sociales: Los criollos deseaban acceder a los altos cargos coloniales, igualdad de impuestos y preservar sus
intereses esclavistas.
3. Económicas: Las colonias deseaban romper el monopolio comercial español, que les obligaba a comerciar sólo
con España.
4. Política Internacional: Potencias como EE.UU, que había intentado comprar Cuba, deseaban ocupar el lugar de
España en el mundo colonial.
CUBA: La Guerra Larga o de los Diez Años (1869-78) en Cuba se inició con llamado Grito de Yara el 10-X-1869,
bajo la dirección de Carlos Manuel de Céspedes (abogado y director de la central azucarera La Demajagua),
apoyado por un grupo de patriotas, que reclamaban libertad e independencia, aprovechando el enfrentamiento
entre esclavistas y antiesclavistas, entre autonomistas y españolistas. La insurrección se extendió por la zona
oriental de Cuba y Céspedes fue elegido, el 12 de Abril 1869, Presidente de la República en Armas, aunque
después la Asamblea acabó destituyéndole. España envió al general Dulce, que intentó negociar, pero las posturas
cubanas y españolistas sobre la esclavitud (Madrid deseaba abolirla) y la autonomía gubernativa (Madrid no la
acepta), impidieron el entendimiento. Entre 1870-1872 se produce una cruel guerra de desgaste, pero después las
operaciones militares se limitaron a las regiones de Camagüey y Oriente, hasta que el 8 de Febrero 1878 se
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disolvió el Gobierno de Cuba y se firmó la Paz de Zanjón dos días después, prometiendo Martínez Campos
reformas, amnistía y autonomía. El incumplimiento de las promesas provoco la rebelión de los mambises
(revolucionarios cubanos) en la llamada Guerra Chiquita de 1879-80.
PUERTO RICO. La insurrección en Puerto Rico o Grito de Lares de 1868 fue rápidamente sofocada, pero se les
permitió elegir diputados a las Cortes españolas, y en 1878, con la paz de Zanjón cubana, también se les ofreció
una forma de autogobierno.
2.- CRISISIS DEL 98 Y SUS CAUSAS. Cuba y Puerto Rico tenían una prospera economía agrícola de plantación y exportación, aportando a España muchos
ingresos por el cobro de aranceles comerciales. Filipinas era más pobre, pero España mantenía una fuerte
presencia militar y un gran interés misionero. La Restauración coincide con la Época del Imperialismo (1875-1914)
y con una España atrasada industrial y tecnológicamente, ocupando un papel de segunda categoría, incapaz de
frenar la codicia de Estados Unidos. Cánovas intentó una prudente política exterior de “recogimiento” o
neutralidad para evitar conflictos.
CUBA.
Ya hemos enumerado las causas generales del surgimiento del sentimiento independentista en una isla con
1.400.000 hbts (30% esclavos negros y chinos). Cuba era el principal productor de azúcar del mundo, del que
exportaba el 90% a EEUU, y empresas estadounidenses ya controlaban parte de los ingenios azucareros. El
proteccionismo español lesionaba los intereses de EE.UU y de la burguesía cubana, que fundó el Partido Liberal
Cubano y la Liga Nacional de Latifundista Azucareros en 1879.
España obtenía grandes beneficios de Cuba, vendiendo allí sus productos, cobrando impuestos y aranceles, lo que
permitía enjugar parte del déficit comercial peninsular. El Partido Unión Constitucional, formado por la oligarquía
española latifundista, que obtenía jugosos beneficios de la venta de café, azúcar y tabaco, defendía este
proteccionismo y la dependencia de España, mientras el Partido Liberal Cubano, integrado por criollos ricos y
clases medias cubanas, deseaba la autonomía y el libre comercio.
En 1892 José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, y en 1895 apuesta por la rebelión, cuando las Cortes
españolas, por segunda vez, votan en contra del Proyecto de Autonomía cubana, impulsado por Sagasta y Maura
desde 1893. El llamado Grito de Bayre inicia la guerra, con José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez, como
líderes independentistas. Cánovas intenta negociar sin éxito, mientras el Ejército de Mtz. Campos cosecha varios
fracasos, por lo que en 1896 será sustituido por el General Weyler, que opta por tácticas muy eficaces pero muy
crueles para la población (reclusión en aldeas y campos de concentración), desencadenando una campaña
periodística estadounidense en contra (Hearts y Pulitzer) y la sustitución de Weyler por Ramón Blanco. En 1898 el
hundimiento del acorazado norteamericano Maine en la Bahía de La Habana, provoca la intervención militar de
EE.UU en Cuba y Filipinas, alentada por la prensa estadounidense y el Presidente McKinley. La prensa española
también alentaba la guerra, considerando a EE.UU una potencia de segunda categoría.
EL ACORAZADO MAINE: El 25 de enero de 1898 el acorazado estadounidense “Maine” entró en La
Habana, mientras el gobierno español envió al crucero Vizcaya al puerto de Nueva York. Todo según los
protocolos de cordial diplomacia, pero a las 21'40 horas del día 15 de febrero de 1898, El Maine explota y de
los 355 tripulantes, murieron 254 hombre y 2 oficiales, salvándose los oficiales que disfrutaban de un baile
dado en su honor por las autoridades españolas. La prensa sensacionalista de Hearts publicaba al día siguiente
este titular:" El barco de guerra Maine partido por la mitad por una artefacto infernal secreto del enemigo”.
La comisión de investigación norteamericana determinó que la explosión se produce por causas externas,
mientras que la Comisión española sostuvo las causas internas para explicar el incidente. Los americanos no
tuvieron en cuenta opiniones de expertos independientes, ni siquiera del Ingeniero Jefe de la Armada, Melville,
para quien era probable que la causa de la explosión fuera el estallido fortuito de los pañoles de munición; ni
del experto en municiones de la armada, Philip Alger, que sostenía como causa un incendio fortuito en los pañoles de carbón, cuya combustión habría
provocado la deflagración de los pañoles de munición.
En 1911, otra comisión americana examinó los restos reflotados del Maine para llegar a la misma conclusión que la anterior. Otra vez se prescindió de
técnicos externos.
En 1971, el Almirante estadounidense Rickover, a la sazón Jefe de la flota de submarinos nucleares americanos, realizó un informe bastante
documentado, llegó a la conclusión de que la causa de la explosión fue una combustión de los depósitos de carbón que habían hecho estallar las municiones
situadas en los compartimentos contiguos.
El pueblo, los republicanos, los anarquistas y el PSOE, se oponían, bajo el lema “!O todos, o ninguno¡" en contra de
las quintas que enviaban a luchar a Cuba sólo a los hijos de los pobres, y porque consideraban que la guerra
respondía a los intereses de la alta burguesía. El 3 de julio de 1898 la Armada del Almirante Cervera fue hundida
en Santiago de Cuba, y España pidió el armisticio y el 10 de diciembre de 1898 firmó la Paz de París, reconociendo
la independencia de Cuba.
PUERTO RICO Y FILIPINAS: Puerto Rico siguió los mismos pasos, y los estadounidenses ocuparon la isla y se la
anexionaron por el Tratado de París. Hoy es un estado asociado de EE.UU
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En Filipinas se venía fraguando la oposición a España desde hacía décadas, con incidentes contra soldados y
misioneros. José Rizal fundó la Liga Filipina, y el General Polavieja decidió capturarlo y ejecutarlo en 1896,
desencadenando la insurrección general liderada por Aguinaldo y el movimiento Katipunan. Primo de Rivera intentó
someterlos militarmente, pero en 1898 interviene EE.UU y aplasta a la armada española en Cavite y Manila. El
Tratado de París de 1898 cede Filipinas y la isla de Guam a EE.UU.
3. LAS CONSECUENCIAS DEL 98. El desastre del 98 no es únicamente español, ya que otros países sufrieron su particular 98: Francia en Fashoda,
Gran Bretaña con la guerra bóer y zulú, Italia en Abisinia, etc. Las consecuencias del desastre del 98 y el Tratado
de París para España pueden resumirse como sigue:
a. Territoriales: Independencia de Cuba, y la cesión de Puerto Rico, Filipinas y Guam a EE.UU. En 1899 vendemos
las islas Carolinas, Marianas y Palaos a Alemania, y en 1900 las de Sibuto y Cagayán a EE.UU.
b. Económicas: La perdida de ingreso por impuestos, aranceles y beneficios comerciales, se compensan con el fin
de los gastos de guerra y la repatriación de capitales españoles desde Cuba, que se invertirán en España y
contribuirán al desarrollo industrial de Cataluña, País Vasco, Asturias, con fortunas como los Urquijo, Comillas,
Mazarredo, y el logro del equilibrio presupuestario por primera vez (Reforma Villaverde).
c. Políticas: La derrota provocó una crisis política, el cuestionamiento del nacionalismo patriótico español, el
desencadenamiento de una actitud pesimista, y el ascenso del regeneracionismo político. El obrerismo,
republicanismo y nacionalistas periféricos, lideraron la oposición al régimen canovista, pero el caciquismo, la
connivencia de los dos grandes partidos, las políticas favorables a las élites, pervivieron todavía en España
durante mucho tiempo, a pesar de los esfuerzos regeneracionistas y a la aparición de nuevos líderes como
Silvela y Maura en el Partido Conservador, y Canalejas en el Partido Liberal.
d. Sociales: Las clases bajas empobrecidas, alejadas del sistema electoral por el fraude y el caciquismo, dieron la
espalda al sistema.
e. Demográficas. Las guerras de 1895-1898 provocaron la muerte de 55.000 soldados españoles. La mayoría
murieron por enfermedades (fiebre amarilla, tisis, disentería, etc.), y procedían de familias pobres que no
podían pagar la redención militar (2.000 pts.) ni a un sustituto.
f. Militares. El desastre provocó un fuerte desprestigio del ejército, macro cefálico, con una estructura de la
época de Fernando VII, y con material militar anticuado.
g. Psicológicas. El pueblo español vivió la derrota como un trauma nacional, extendiéndose los sentimientos de
inferioridad, desmoralización, y pertenencia a una nación en plena decadencia.
h. Internacionales. España dejó de ser una potencia mundial y asumió una posición irrelevante.
TEMA 11: EVOLUCIÓN ECONÓMICA SIGLO XIX: INDUSTRIALIZACIÓN, MINERIA,
COMUNICACIONES, Y FINANZAS, 1833-1902.
La mayoría de la población y del PIB dependerá de la agricultura, ligada a una pobreza endémica de la mayoría de
la población, incapaz de tirar de la demanda de productos industriales. Las desamortizaciones, como hemos visto,
sólo beneficiaron a los más pudientes, y no distribuyeron mejor la propiedad, aumentado el número de jornaleros y
retrasando las inversiones en mejoras técnicas, al resultar más barato contratar jornaleros. No hay una
revolución tecnológica agrícola, más bien un estancamiento tecnológico provocado por el proteccionismo
arancelario y la abundancia de mano de obra barata. La producción aumentó al poner en cultivo muchas fincas
adquiridas con las desamortizaciones, pero no aumento la productividad. En el último tercio del siglo la trilogía
mediterránea retrocede, y aparece una pujante agricultura exportadora vinícola (aprovecha la destrucción de
cepas francesas por la filoxera), y hortofrutícola en el Levante, junto con el crecimiento del olivo en Andalucía, La
Mancha y el Sistema Ibérico. Habrá industrialización en el XIX, pero sólo en algunos puntos, por lo que la
economía seguirá dependiendo de la agricultura y la trilogía mediterránea (trigo, vid, olivo y leguminosas).
El Estado realizó importantes esfuerzos legislativos en el s. XIX: Las leyes de López Ballesteros (Banco de San
Fernando, Bolsa, Código de Comercio), el Plan de Carreteras de 1851, las leyes del Bienio (Banco de España, Ley de
Ferrocarriles, Ley de sociedades de crédito, liberalización de inversiones extranjeras) y las leyes del Sexenio
(Peseta, Ley de Minas, Arancel Figuerola). La estabilidad política de la Restauración impulso la modernización y el
crecimiento, aunque la falta de una red bancaria consolidada, mejoras en los transportes, y la pobreza del campo y
las clases bajas, impedían mayores avances.
La industria.
Jordi Nadal explica el fracaso o atraso de la revolución industrial en España por:
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1. Desvío de capitales burgueses hacia la desamortización y negocios especulativos.
2. Malas comunicaciones y un diseño ferroviario radial que prioriza la comunicación con Madrid y entre regiones
cerealícolas con ciudades consumidoras, en vez de zonas industriales con productores de materias primas o con
mercados demandantes de manufacturas.
3. Mercado interno débil e incapaz de absorber la oferta de manufacturas industriales.
4. Mercado exterior lastrado por políticas proteccionistas; con España convertida en suministradora de alimentos y
minerales a los países ricos, e importadora de productos industriales.
5. Dependencia del capital y tecnología extranjera. 6. Inestabilidad política, con múltiples pronunciamientos y sistema electoral adulterado.
No se habrá una industrialización global, pero si parcial: Siderúrgica andaluza en 1830-61, asturiana de 1861-79,
vasca en último tercio siglo, industria textil catalana…El Tratado de Librecomercio de Espartero con Gran
Bretaña, trasladando las aduanas internas a la costa, benefició a la minería e industria vasca, así como el
proteccionismo posterior, a costa de perjudicar la competencia y el desarrollo tecnológico.
El textil catalán adoptó el factory system y superó las destrucciones de la Guerra de la Independencia y la
emancipación colonial de los años 20, creciendo en los años 30 con inversiones de capitales procedentes de
cultivadores de vid o indianos. La I Guerra Carlista y el incendio de la fábrica “El Vapor” de Bonaplata en los 30 no
frenaron el desarrollo. El puerto barcelonés importará carbón y algodón, y exportará manufacturas.
El incremento del precio del algodón durante la guerra de Secesión de EE.UU (1861-1865) favorece el desarrollo
de la industria lanera en Sabadell y Tarrasa, provocando la desaparición de pequeñas industrias laneras en otras
zonas de España (Bejar) por la competencia catalana. La Ley proteccionista de 1882 reservaba el mercado colonial
para la industria española, beneficiando mucho a los textiles catalanes, hasta la independencia de 1898.
La siderurgia. Los Heredia instalan en Málaga el primer alto horno español (Heredia en Málaga), que utiliza
madera para fundir hierro local, dominando la producción. Asturias (1850-70) tomó el relevo gracias a su carbón y
minas de hierro.
La siderurgia vasca inició su desarrollo con la ley de Espartero de 1841, que permite importar carbón o coke inglés
de gran poder calorífico y vender hierro vasco a Inglaterra, invirtiendo los beneficios en siderúrgicas propias
(Ybarra). El sistema de fundición británico de Bessemer en los 70 permitió aprovechar también el hierro
fosfórico para producir acero, aumentando la exportación de este hierro y también su consumo en Euskadi. El
proteccionismo arancelario de fin de siglo reservó el mercado español para la siderurgia vasca, y en 1902 se
fusionan las empresas Altos Hornos de Vizcaya. La metalurgia, por su parte, se localizará en Asturias, País Vasco y
Cataluña. (VIDEO INDUSTRIA)
Minería: La Ley de Minas de 1870 convierte a España en exportador de minerales, en muchos casos explotados
mediante concesiones a empresas inglesas, francesas o belgas, que contribuían a los ingresos del Estado. Sobre
todo destacará la producción y exportación del carbón asturiano y leones, el hierro vaso (incluso el fosfórico al
descubrirse el sistema Bessemer), y otros productos de Riotinto y Almadén (piritas, plomo, mercurio, cobre,
wolframio…)
Comunicaciones: El Plan de carreteras de 1851, la construcción del telégrafo eléctrico, la creación de Correos, la
construcción ferroviaria, y la mejora de los puertos costeros, mejoraron la interrelación del mercado nacional, la
articulación del país y la generación de empleo. El ferrocarril (VIDEO FERROCARRIL) fue una industria por sí
misma, financiada por grupos privados (españoles y extranjeros), mediante concesiones que implicaban la
construcción y la posterior explotación. La construcción fue cara y lenta: Hasta 1855 pocas líneas y distribuidas
aleatoriamente, pero la Ley de Ferrocarriles de 1855 organizó e impulsó la construcción, optando por una red
radial, mayor ancho de vía, y concesiones de explotación durante 99 años, que permitían importar materiales y
garantizaban la inversión. Desde los años 60 se construye la red ferroviaria básica, con capital esencialmente
francés: Ferrocarriles del Norte (Banca Pereyre), la MZA o Compañía Madrid-Zaragoza-Alicante (Banca
Rottschild), y “Ferrocarriles andaluces y del Oeste” (Banca Prost). En 1866 (crisis) se habían construido 4.826
Km, llegando a 14.675 Km. en 1910. La Ley General de Ferrocarriles de 1877 permitirá afrontar la construcción
final de las grandes líneas, ya con más presencia de capital y material español, aunque sin resolver los altos costos
de explotación por falta de mercancías, escasos pasajeros, y deficiencias constructivas que ocasionaría muchos
gastos de mantenimiento.
Comercio y finanzas: Crecerá el comercio interior por la liberalización y la mejora de las comunicaciones, pero
menos de lo que debería, debido a la pobreza de la población que no impulsa la demanda. El proteccionismo reservó
el mercado nacional los productos nacionales, pero impidió la competencia de precios y de calidad. Sólo el Tratado
de Libre comercio con G.B. de Espartero o el arancel Figuerola, interrumpieron las políticas proteccionistas.
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El comercio exterior también estuvo ligado al proteccionismo. Exportamos productos mineros, vinos, aceites,
cítricos, calzado y textil, e importamos algodón, maquinaria, combustible, y manufacturas de Francia, Gran
Bretaña… La balanza comercial será negativa.
Finanzas. El librecambismo se construye sobre la legislación de López Ballesteros en 1829 (Banco de San
Fernando, Código de Comercio, Tribunal de Cuentas y Bolsa de Madrid), de Alejandro Mon en 1845 (divide los
impuestos en directos e indirectos), continúa en el Bienio (Ley de Bancos de Emisión y Crédito, Banco de España,
liberalización del crédito, Ley de Ferrocarriles, y liberalización inversiones extranjeras), y finaliza en el Sexenio
(Peseta y Ley de Minas).
En los años 60 aparecen numerosos bancos, sociedades anónimas, sociedades de seguros y de crédito, pero las
malas cosechas provocan la subida de los precios del trigo (100%), y la guerra de secesión de EE.UU dispara el
precio del algodón. La crisis de 1865-68, iniciada con el hundimiento de las bolsas internaciones, provoca la
desaparición de muchas empresas arruinadas por la especulación bursátil, parando la construcción férrea y
multiplicando los despidos
En 1869 se crea la peseta y en 1874 el Banco de España asume el control de la política monetaria y la emisión de
numerario. La moneda única y la garantía del Banco de España genera confianza, y durante la Restauración
aparecen más bancos privados (Bilbao, Santander, Vizcaya, Herrero, Urquijo) y las Cajas de Ahorros, permitiendo
la financiación de nuevos negocios, sobre todo con la repatriación de parte de los capitales cubanos después de
1898.
SIGLO XX.
TEMA 12: EL REVISIONISMO (REGENERACIONISMO) POLÍTICO DE ALFONSO XIII:
Maura y Canalejas (1902-1914).
1. Primeros gobiernos y problemas generales. Alfonso XIII cumple 16 años en 1902 e inicia un reinado que intentará protagonizar, imitando a su abuela Isabel
II, interviniendo en las decisiones políticas e incluso en el devenir interno de los partidos, provocando las famosas
Crisis Orientales (Palacio de Oriente), e interviniendo en el ejército controlando sus ascensos y nombramientos.
Durante el período se enquistan algunos problemas que no acaban de resolverse:
a) Cuestión social: La pobreza, una mayor conciencia de clase, y políticas desfavorables, provocan la afiliación
masiva a ideologías radicales, continúas manifestaciones, huelgas y algaradas violentas. El crecimiento económico
beneficia sólo a los más ricos, no mejora el reparto de la riqueza mediante reformas fiscales progresivas ni
mediante una reforma social de la propiedad de la tierra, condenando a millones de personas a una vida miserable.
El Anarquismo, muy extendido en Cataluña, Aragón y Andalucía, se organiza en torno a Solidaridad Obrera (1907)
y la CNT (1910), con unos 10.000 afiliados en 1910 y 714.000 en 1919, liderados por Salvador Seguí, Ángel Pestaña
y Joan Peiró, que impulsan la huelga revolucionaria y el rechazo a las elecciones parlamentarias. La UGT socialista
(43.000 afiliados en 1910 y 200.000 en 1919, sobre todos en zonas industriales), y liderada por Julián Besteiro,
Saborit y Largo Caballero, es la otra gran organización obrera.
b) Cuestión religiosa. Progresistas e izquierda ven en la Iglesia un freno al desarrollo, liderando el anticlericalismo
nacido en el Trienio Liberal y en la década de los 30 del siglo pasado.
c) Cuestión militar. Los Militares culpan a los políticos de la derrota del 98, intentan recurrir al militarismo,
reclaman mejoras salariales y ascensos, imponen la aventura de Marruecos, y quieren monopolizar el sentimiento
patriótico. Las sátiras de la revista “Cut-Cut” provocan el incendio del edificio de la revista por militares, y en vez
de ser condenados se aprueba la Ley de Jurisdicciones, que permitía que un Tribunal Militar juzgase a los civiles
que cometiesen supuestos delitos contra el Ejército, la bandera, etc.
d) Cuestión nacionalista: Vascos y catalanes apuestan por el regeneracionismo, la descentralización y la autonomía. La Lliga Regionalista de Cataluña, de Francesc Cambó, reivindica reformas moderadas para España y una autonomía
catalana en forma de Mancomunidad Catalana (Concedida en 1913 por Canalejas).
e) Marruecos. La guerra provoca protestas, gastos, derrotas, e involucra a élites sociales, Rey y Ejército, en
tramas de corrupción, incompetencia y especulación.
f) Gobierno y luchas internas en los partidos dinásticos. En el Partido Conservador Maura acabará sustituyendo al
fallecido Silvela, después de vencer la rivalidad de Villaverde, y en el Partido Liberal el fallecimiento de Sagasta
provoca el enfrentamiento entre Moret y Montero Ríos, hasta que Canalejas asuma el liderazgo. El caciquismo
empieza a no controlar el crecimiento de nuevas fuerzas políticas (socialistas, nacionalistas, anarquistas y
republicanos), sobre todo en las ciudades. Los Republicanos, cada vez más fuertes en las ciudades, se dividen en
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el Partido Radical (1908) de Alejandro Lerroux (populista, anticlerical, y muy vinculado a Barcelona), y el Partido
Reformista de Melquíades Álvarez y Gumersindo Azcarate, más moderados. PNV y La Lliga Regionalista de
Cataluña pronto logran representación parlamentaria, y el PSOE lo consigue en 1910 (Pablo Iglesias) dentro de la
llamada Conjunción Republicano-Socialista.
El desastre del 98 creó un gran desencanto y muchos exigían una "regeneración" o revisionismo político, de
carácter transversal ideológicamente y basado en la moralización de la gestión pública, reforma del Estado,
fomento de la riqueza e impulso a la enseñanza pública. (Despensa, escuela... de Costa). El Movimiento de las “Clases Productoras” y el partido la Unión Nacional de Joaquín Costa, Basilio Paraíso y Santiago Alba, en 1900
participan en el gobierno para luchar contra el caciquismo y el fraude electoral, regenerar la economía, llevar a
cabo la reforma fiscal Raimundo Fernández Villaverde, inversiones públicas (Plan de Regadío de Joaquín Costa), e
inversiones en educación. La Unión Nacional pronto se disolvió, al no cumplir sus expectativas electorales, dejando
el Regeneracionismo en manos de líderes de los partidos tradicionales, como Maura o Canalejas.
2 El maurismo, 1903-1909. (Estándar EBAU nº15). Antonio Maura, líder del Partido Conservador desde 1903, protagonizará la llamada “revolución desde arriba” e
intentará atraer a las llamadas “masas neutras” (grupos sociales neutrales ideológicamente) al sistema para evitar
una revolución radical desde abajo. Promovió importantes medidas regeneracionistas:
1. Ley electoral de 1907: Sufragio universal masculino por oficios, obligatoriedad de votar, proclamación
directa de los candidatos si sólo se presentaba uno por distrito, y el Tribunal Supremo decidiría sobre las actas
sospechosas de adulteración electoral.
2. Ley de Administración local: Autonomía municipal y posibilidad de crear mancomunidades, como concesión a las
reivindicaciones del nacionalismo catalán.
3. Impulsa la economía con la Ley de Protección de la Industria Nacional y el Plan de Reconstrucción Naval.
4. Mejoras sociales desde sus convicciones católicas, con la creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908
como origen de la futura Seguridad Social, regulación de la jornada laboral, del trabajo de mujeres y niños, y
con la Ley del descanso dominical.
Sus logros fueron notables, pero no consiguió desmontar el caciquismo, ni convencer a la oposición liberal,
nacionalista y republicana, que se opusieron violentamente a la Ley de Administración local y consideraban que la
Ley electoral sustituía el sufragio universal por un sufragio corporativo (elecciones por oficios), mientras el
obrerismo consideraba insuficientes las reformas laborales.
Esta oposición se vio impulsada por los sucesos de 1909 (Semana Trágica de Barcelona del 26 de julio al 2 de
agosto de 1909), donde confluyen la oposición antimilitarista, las reivindicaciones obreristas, nacionalistas
(contra la Ley de Jurisdicciones), anti-quintas, y el anticlericalismo y la oposición a la Ley de Administración Local
de los republicanos de Lerroux, desencadenando la llamada Semana Trágica. Los ataques de los rifeños a los
intereses españoles en Marruecos obligaron al gobierno a reclutar reservistas para enviar al Protectorado, lo que
desencadenó una oleada de protestas populares anti quintas en toda España que se agravan en Madrid al embarcar
los reclutas en Atocha, y en Barcelona en la Semana Trágica (25 julio a 1 de agosto de 1909), al tiempo que unos
1.200 soldados españoles eran masacrados en el Barranco del Lobo el 26 de julio de 1909, cerca del Monte Arruit.
La revuelta, liderada por republicanos de Lerroux, y apoyada por los obreristas y nacionalistas, deriva en
incendios de iglesias, conventos, edificios públicos, y la convocatoria de huelga general para el 26 de julio. Maura
recurre al ejército para reprimir la revuelta. Se saldará con más de 100 muertos, 88 edificios religiosos
incendiados, mil detenidos, varias condenas a muerte, y 5 ejecutados.
Se responsabiliza a los anarquistas y anticlericales de Lerroux como principales agitadores, y se acusa a Francisco
Ferrer Guardia (Líder anarquista y fundador de la Escuela Moderna de Barcelona), de promover la revuelta, siendo
juzgado y ejecutado, a pesar de las protestas nacionales e internacionales. Las protestas, al grito de “!Maura no¡”,
logran la dimisión del Presidente del Gobierno, y la convocatoria de elecciones, la alianza republicano-socialista
que llevará al primer diputado socialista a las Cortes (Pablo Iglesias), y la victoria de los progresistas de Moret y
Canalejas en 1910.
3. El final del regeneracionismo, 1910-1914. Se rompe el turnismo pacífico de Cánovas, y Canalejas lidera el gobierno desde 1910 con medidas importantes:
1. El Senado será elegido en su totalidad, se avanza en la autonomía municipal y se acepta la creación de la
Mancomunidad catalana.
2. Reforma del Concordato con la Iglesia, reduciendo sus prerrogativas sobre censura y educación, ya probando la
Ley de Candado que impedía crear nuevas corporaciones religiosas.
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3. Desarrolla las políticas sociales aprobadas por Maura, con la definitiva regulación de la jornada laboral, del
trabajo infantil, la prohibición del trabajo nocturno femenino, y el desarrollo del Instituto de Previsión Social.
4. Abolición impuesto de consumos y Ley de Reclutamiento que establece el Servicio Militar Obligatorio sin
redención ni sustitución, aunque crea la figura de los soldados de cuota, que por 1000-2000 pts. reducían el
tiempo del servicio militar y elegían destino, si justificaban ser estudiantes.
El asesinato de Canalejas e 1912 abrió una lucha por el poder en el partido liberal entre Romanones y García
Prieto, y también el Partido Conservador entre Dato y De La Cierva. El conservador Eduardo Dato accede a la
presidencia y en Cataluña se crea la Mancomunidad de Cataluña presidida por Prat de la Riba en 1913. Acabando
aquí el proceso revisionista que se desarrolló, con luces y sombras, desde 1900.
TEMA 13: CRISIS DE LA MONARQUÍA DE ALFONSO XIII (1914-23): LA
INFLUENCIA DE LA I GUERRA MUNDIAL Y DE LA REVOLUCIÓN RUSA.
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La crisis del régimen canovista se inicia en 1910 debido a:
a. Ruptura del pacto de turno pacifico en el poder entre los dos partidos dinásticos (Conservador y Liberal).
b. Enfrentamiento entre centralismo de Madrid y el nacionalismo periférico.
c. Conflictividad social por la incapacidad del sistema para abordar las reformas necesarias, a las que se oponía las
élites dominantes
d. Inestabilidad interna de los partidos: El Partido Conservador eligió a Dato como sucesor de Maura, pero en el
Partido Liberal el asesinato de Canalejas provocará un enfrentamiento endémico entre Romanones, García
Prieto, Santiago Alba y N. Alcalá Zamora.
e. Inestabilidad gubernativa por faltas de mayorías estables, que se materializa en 6 disoluciones de Cortes
entre 1914–1923, sucesión de gobiernos entre 3 gobiernos de Eduardo Dato hasta su asesinato en 19121, 2 de el
Conde Romanones, uno de Maura, otro de García Prieto, etc. Habrá 13 gobiernos entre 1917-23.
La I Guerra Mundial: El estallido de la I Guerra Mundial en 1914 supuso un gran impacto en España, ya que la neutralidad oficial no pudo
evitar el enfrentamiento entre aliadófilos y germanófilos. La industria catalana y vasca aprovechó la circunstancia
para incrementar la producción y los beneficios, vendiendo esos productos, sin competencia, a los países
beligerantes, que habían reconvertido sus industrias civiles en industrias militares. Sin embargo estos beneficios
no se reinvirtieron en mejorar la producción y la competitividad, ni para optimizar la redistribución social de la
riqueza. La inflación disparó los precios por encima de los salarios, por lo que la capacidad adquisitiva de los
asalariados se reducirá en un 20% respecto a 1914, sorprendentemente, en una época de expansión económica. El
superávit de la balanza comercial de 1915-1919 por las exportaciones textiles y siderúrgicas, beneficia a los
industriales, comerciantes y bancos: Bilbao, Vizcaya, Hispano- Americano, Urquijo. Al acabar la guerra finaliza
también el período exportador, y los ricos son más ricos, pero lo millones de pobres son mucho más pobres,
incapaces de sostener la demanda industrial en un mercado interior socialmente empobrecido.
La crisis de 1917. Esta crisis hay que abordarla desde la óptica militar, política y social, ya que en el verano de 1917 estallan
sucesivamente tres conflictos, cuyas causas vienen de décadas anteriores, y que se alimentan unos a otros.
El llamado Problema militar arranca de la tradición militarista decimonónica, renacida desde los incidentes de la
revista Cut-Cut en 1905 y la Ley de Jurisdicciones de Maura, pero ahora se verá agravado por el enfrentamiento
entre africanistas y peninsulares, ya que los oficiales destinados en la península consideraban que los oficiales
destinados en Marruecos monopolizaban los ascensos (méritos de guerra) y sus sueldos eran mejores. La
“rebelión” de los peninsulares cristaliza en 1917 con la creación de Juntas Militares de Defensa, que piden
mejores salarios, modernización del ejército, y convocatoria de Cortes constituyentes para abordar reformas políticas. El Gobierno cede y legaliza las Juntas como Comisiones informativas de las Armas del ejército,
aceptando una subida de salarios y el control de los ascensos por méritos en Marruecos.
Creación de la Asamblea de Parlamentarios por la actitud autoritaria del gobierno de Dato, que se negaba a
abrir las Cortes, cerradas cuando los socialistas y los republicanos reformistas de Melquiades Álvarez pactaron
imponer un gobierno que convocase Cortes Constituyentes. Catalanistas, reformistas, republicanos, y socialistas,
exigen reformas profundas del sistema político. El 5 de junio de 1917 los diputados nacionalistas catalanes se
reúnen en Barcelona, pidiendo la democratización del sistema político, el fin del turnismo, la reapertura de las
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Cortes, Convocatoria de Cortes Constituyentes, formación de un gobierno provisional, y una autonomía para
Cataluña. Cambó lidera a estos diputados, y el presidente de gobierno, Eduardo Dato, se niega a reabrir las
Cortes, por lo que el 19 de junio estos diputados crean la Asamblea de Parlamentarios, que rápidamente será
disuelta por las fuerzas de seguridad.
El llamado Problema Social se concreta en la Huelga General de 1917. La huelga de los ferroviarios valencianos
y de la Canadiense barcelonesa en 1917, provoca la reacción de los empresarios decretando el lock out y la
represión “pistoleril” a cargo de los sindicatos amarillistas de la patronal. A principios de agosto el comité
conjunto de la CNT-UGT convoca huelga general revolucionaria para el 13 de agosto de 1917. Será un éxito en
Cataluña, Madrid, Asturias y País Vasco, y el Comité de Huelga pensaba que los diputados de la Asamblea
Parlamentaria les apoyarían, pero no fue la Asamblea de Parlamentarios condenó la huelga revolucionaria, y el
gobierno utilizó al ejército para reprimir la huelga: Casi 100 muertos y 2000 detenidos, entre ellos los socialistas
Julián Besteiro y Largo Caballero, condenados a cadena perpetua (Amnistiados en 1918).
La crisis de 1917 finalizó en noviembre. De formó un gobierno de "concentración" con la participación de los
nacionalistas catalanes, rompiendo el binomio de los partidos dinásticos y renunciando al programa reformista de
los asambleístas.
Hacia la dictadura 1917 – 1923. El período coincide con el final de la I Guerra Mundial y la derrota de los Imperios Centrales, la crisis económica
de posguerra, la revolución bolchevique (marxismo) en Rusia, y numerosos estallidos revolucionarios en otras
naciones europeas. España entra en una crisis económica que provoca conflictividad social (pistolerismo y Trienio
Bolchevique), además de la inestabilidad de los gobiernos y el excesivo protagonismo del Ejército y del Rey.
Al terminar la Gran Guerra España deja de exportar y se frena la producción y los beneficios, aumentando el paro
rápidamente y reduciendo los salarios, al tiempo que la inflación reduce la capacidad adquisitiva de los salarios.
Esto provoca manifestaciones y huelgas obreras, que desembocan en un enfrentamiento directo entre la Patronal
catalana y las organizaciones obreras entre 1919-23 con el pistolerismo barcelonés (pistoleros profesionales de la
Patronal, fuerzas de seguridad al servicio de esa patronal, y pistoleros anarquistas). La patronal recurrió al
lockout en el invierno de 1919-20, ante la huelga de La Canadiense de 1919 (Traction Light and Power) a favor de
la jornada de 8 horas, pero el lockout dejó 200.000 trabajadores sin trabajo. Los sindicatos se sentían fuertes,
ya que en 1919 la UGT tenía 211.000 afiliados y 700.000 la CNT.
En el campo andaluz los jornaleros paralizan la cosecha en 1918, 1919 y 1920 ("trienio bolchevique"), ocupan y
reparten tierras. Las autoridades recurren la "ley de fugas" y los terratenientes crean sindicatos
contrarrevolucionarios (sindicatos libres) y grupos armados para abortar huelgas y perseguir a anarquistas y
socialistas, produciéndose cientos de detenidos, muertos en enfrentamientos, o asesinados con la Ley de Fugas.
TEMA 14: LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA: DIRECTORIO MILITAR Y
DIRECTORIO CIVIL.
1.El golpe de estado de 1923.
La crisis del sistema canovista, el desastre de Annual en Marruecos, y la violencia social, engendraron el golpe de
Estado de Primo de Rivera. El 13 de Septiembre de 1923, desde Barcelona, el capitán general de Cataluña, el
jerezano Miguel Primo de Rivera, declaró el estado de guerra y exigió la creación de un gobierno militar. El Rey
accedió y le encomendó la formación de un nuevo gobierno, acabando con el sistema de la Restauración. Las causas
del golpe son varias y complejas:
A) Causas externas: El triunfo de la revolución bolchevique en 1917 en Rusia radicalizó las protestas sociales y
asustó a las élites, que permitieron la aparición de ideologías fascistas y militaristas.
B) Causas internas: La inestabilidad política, el conflicto de Marruecos, las protestas sociales, el miedo a que los
nacionalismos periféricos desmembrasen España, y el protagonismo del Ejército, desencadenaron la crisis. La
insuficientes medidas democratizadoras del gobierno de concentración de García Prieto, y las consecuencias del
Informe Picasso, desencadenaron los acontecimientos.
El golpe de Primo de Rivera fue recibido como un mal menor, como reflejan algunos artículos periodísticos y la
pasividad de la ciudadanía. Sólo algunos intelectuales se opusieron claramente, como Unamuno, que pagó su actitud
con el destierro a Fuerteventura, o Azaña y Pérez de Ayala. El golpe contó con el apoyo tácito del rey, la
oligarquía agrícola, la burguesía catalana, los círculos políticos católicos y, en un principio, hasta la UGT y el sector
de Largo Caballero del PSOE se mantuvieron de perfil. Primo de Rivera se presentó como reformista
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regeneracionista al mando de una Dictadura “necesaria”, como un cirujano de hierro que en 90 días acabaría con
los desórdenes. Cerró las Cortes, reprimió a la oposición (anarquistas y comunistas, sobre todo), y, después, piloto
una Dictadura vestida de cierto regeneracionismo militar que intentó crear un Estado corporativista parecido al
Estado fascista italiano para reducir el atraso de España modernizando sus infraestructuras, liquidando el
caciquismo, el liberalismo, el movimiento obrero y los nacionalismos periféricos.
2-El directorio Militar, 1923-1925. El nuevo gobierno se llamó Directorio Militar, presidido por el Director (Primo de Rivera), en el que los
tradicionales Ministros fueron sustituidos por técnicos (Militares, Subsecretarios, Altos Funcionarios...). El
Directorio ejercerá los poderes ejecutivo y legislativo, una vez suspendidas las garantías constitucionales y la
propia Constitución, y controlará toda la administración al disolver las Cortes, destituir Alcaldes y Gobernadores
Civiles, y nombrar a Delegados Gubernativos para dirigir Ayuntamientos y Diputaciones antes de aprobar el
Estatuto Municipal de 1924.
Ideológicamente el régimen adopta propuestas populistas, autoritarias, regeneracionistas, y algunos principios
próximos al fascismo italiano. Se impone la modernización del país y la lucha contra el paro mediante inversiones
en obras públicas, e intenta desmantelar el caciquismo interviniendo Ayuntamientos y Diputaciones, y aprobando
un Decreto de Incompatibilidades que impedía a los políticos contratar con la Administración. La creación de un
partido único, la Unión Patriótica, pretendían reunir a todos los administradores públicos bajo una única formación
política, a la que había que afiliarse para ejercer cargos públicos. El problema del orden público lo solucionó
decretando el estado de guerra, pactando con la UGT, reprimiendo duramente al PCE y a los anarquistas, y
prohibiendo cualquier manifestación de los nacionalismos periféricos. Finalmente, acabó con la guerra de
Marruecos con el desembarco franco-español en la bahía de Alhucemas en Septiembre de 1925.
3-El Directorio civil, 1925-1930. En 1925 el directorio militar fue sustituido por un directorio civil del que formaban parte jóvenes políticos de
extrema derecha, como Calvo Sotelo, que intentaron consolidar la dictadura institucionalmente como un régimen
corporativo antidemocrático, copiando instituciones y formas corporativas italianas (Comités Paritarios, Consejo
de Corporaciones, Unión Patriótica...); pero el carácter fascista del régimen fue muy superficial.
El intento de crear un Estado Corporativo parte de la creación del partido único llamado Unión Patriótica, en
marzo de 1924 en Valladolid. Todos los cargos públicos y personalidades con responsabilidades políticas debían
estar afiliados al partido, al tiempo que intentó apartar de la política a los principales líderes de la Restauración,
sustituidos ahora por carlistas, mauristas, empresarios, militares, todos católicos y de probado patriotismo. El
partido sirvió de correa de transmisión de las ideas populistas y autoritarias desde Madrid a los últimos rincones
del Estado. En 1927 creará la Asamblea Nacional Consultiva, que sustituía a las viejas Cortes y asumía funciones
consultivas más que legislativas, formada por representantes elegidos por Corporaciones (Administración,
corporaciones profesionales, militares, etc.). Un año después intentó aprobar un Proyecto de Constitución, pero
fracasó debido a la oposición que registró su intento de perpetuar e institucionalizar el régimen.
Sus principales éxitos fueron económicos. Desarrolló el intervencionismo estatal con una política económica
proteccionista y nacionalista. Las inversiones en obras públicas generan mucho empleo: En 1926 creará el Circuito
Nacional de Firmes Especiales, que construirá 7.000 Kms. de carreteras, y las Confederación Hidrográficas que
desarrollarán la política hidráulica y la construcción de pantanos de regadío e hidroeléctricos. Creará monopolios
estatales como RENFE, CAMPSA, TABACALERA, o TELEFÓNICA, además de subvencionar empresas férreas,
navieras y mineras, e impulsar el consumo de productos nacionales con aranceles que gravaban las importaciones.
Estas inversiones y el crecimiento industrial sidero-metalúrgico, cementos-construcción y energía eléctrica,
generó mucho empleo, aunque también incrementó la inflación, el déficit público, y la concentración en manos de
una oligarquía liderada por los grandes bancos. La llegada de la gran depresión (1929) con la caída del comercio
exterior, inflación, aumento del paro, demostró que los éxitos de la política económica de la dictadura habían sido
sólo coyunturales, y que el déficit público acumulado impedía mantener el ritmo de inversiones públicas necesarias
para detener la caída del empleo.
Su política laboral se centró en la creación de empleo y en una política negociadora y paternalista con los obreros.
Se creó en 1926 la Organización Corporativa Nacional, que pretendía articular el asociacionismo obrero en un
único sindicato, pero la Dictadura también permitió la existencia de la UGT como sindicato libre. Lo más
interesante fue la creación de los Comités Paritarios, formados por el mismo número de vocales obreros y
patronos y presididos por un representante gubernativo, para legislar y resolver conflictos. Las negociaciones y
acuerdos en los Comités Paritarios, junto con la reducción del paro por el crecimiento económico y las inversiones
en obras públicas, fueron uno de los responsables de la reducción drástica de la conflictividad social, además de la
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represión y la alianza o pacto del régimen con la UGT, a cambio de extender algo más la Seguridad Social, el
seguro de maternidad, el subsidio a familias numerosas, etc., que permitieron aparecer a la UGT como la
representante de la clase obrera.
4.- La caída de la dictadura, 1929-1930. A pesar del crecimiento económico y las mejoras sociales, la Dictadura debió enfrentarse a una oposición cada vez
más enconada de intelectuales como Unamuno, Ortega y Gasset, estudiantes universitarios de la Federación
Universitaria Española, comunistas, anarquistas desde la clandestinidad, y republicanos. Ya desde 1928, cuando se
inicia la desaceleración económica y repunta el paro, también se suman a la oposición los viejos partidos de la
Restauración, que reclamaban el regreso a la legalidad constitucional, los nacionalistas catalanes de la Ezquerra
Republicana de Francesc Macía, que se oponen a la política de represión lingüística impuesta por Primo en
Cataluña, la UGT y los socialistas que abandonan el pactismo con la Dictadura, y muchos militares africanistas
descontentos por la política contra los ascensos por méritos de guerra.
Pasada la euforia económica, las organizaciones patronales y el ejército retiraron su apoyo al régimen, y el Rey se
decantó del lado de los descontentos, lo que provocó la dimisión del dictador el 28 de enero de 1930. Alfonso
XIII encargó al general Berenguer liderar la transición a una monarquía constitucional. El cambio fue tan lento
que la oposición denominó a esta etapa "la Dictablanda", y el Rey sustituyó a Berenguer por el Almirante Aznar,
con el compromiso de convocar elecciones, empezando por las municipales. Republicanos, catalanistas de
izquierdas y PSOE, firmaron el pacto de San Sebastián, por el que se comprometían a derribar la monarquía, crear
un gobierno provisional y proclamar la II República. Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 se
convirtieron en un plebiscito nacional contra la monarquía, y el triunfo republicano en las grandes ciudades
provocó júbilo popular y la renuncia de Alfonso XIII.
TEMA 15-EL PROBLEMA DE MARRUECOS.
La derrota marroquí en 1859 ante España supone la ampliación de los territorios españoles en zona, y el tratado
de fin de siglo con el Sultán acepta esa ocupación. Las Conferencias de Algeciras de 1906 y 1911, y el tratado con
Francia en 1912, resuelven a rivalidad de las grandes potencias en la zona y evita la expansión alemana, acordando
la división de Marruecos en dos protectorados: El español al norte (Territorios norteños en el Rif y Yebala en
torno a Ceuta y Melilla, Tánger, y Juby en los límites del Sahara español) y el francés en el resto.
España se compromete garantizar el dominio efectivo sobre la zona, pero le resulta difícil ante la rebelión de los
rifeños, tribus del Riff, que se rebelan contra la presencia hispana y asaltan empresas mineras y ferroviarias
cerca de Melilla. Maura decide enviar más tropas y decreta la movilización de reservistas, con las consiguientes
protestas como detonante de la Semana Trágica barcelonesa desde el 26 de julio al 2 de agosto. El mismo día en
que se inicia la revuelta barcelonesa (26-VII-1909) se produce la derrota del Barranco del Lobo (cerca de Monte
Arruit), con la muerte de más de 1.200 soldados. La noticia de este desastre se suma al resto de reivindicaciones
de los manifestantes barceloneses (republicanos, nacionalistas, obreristas, anti quintas…), provocando el fin del
gobierno de Antonio Maura.
Posteriormente se vive un período de tensa calma en el Protectorado, con diversas acciones guerrilleras, pero sin
poner en peligro el dominio español, que sigue avanzando en la creación de infraestructuras y de los órganos de
gobierno. La I Guerra Mundial será un período de crecimiento económico para España y de tranquilidad en su
protectorado marroquí, pero no por que hubiesen desaparecido los deseos de independencia marroquí ni sus
líderes, sobre todo Abd-el-Krim.
Al acabar la guerra, intenta fortalecer su dominio en la zona, para evitar que Francia, con la excusa de la debilidad
del control español sobre la región, ocupase esos territorios. En 1921 el General Berenguer (en la parte
occidental) y Silvestre (en la oriental), desencadenan una ofensiva que provoca el contraataque de Abb-el-Krim
desde Alhucemas y la recuperación de los territorios conquistados por España después de infligir al Ejército
hispano la derrota en Annual el 22 de Julio de 1921: 12.000 soldados españoles muertos y 4.000 heridos.
Este desastre provoca una crisis política, protestas callejeras, el descubrimiento de una trama de corrupción en
los abastecimientos al ejército, que incluye al propio Rey, y la creación de una Comisión que elabora el Informe
Picasso sobre este asunto. La izquierda y el pueblo llano, consideraban que esta larga guerra sólo beneficiaba a la
oficialidad militar, a las empresas con intereses en el ferrocarril y las minas marroquíes, a los suministradores y
transportistas de material para el Ejército, y a los comisionistas (corrupción) de contratas.
La crisis desencadena el golpe de estado del General Primo de Rivera, y Abd-el-Krim amenaza el Protectorado
francés, lo que provoca la alianza hispano-francesa en su contra en 1925. En septiembre de 1925, tropas hispano-
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francesas, desembarcan en Alhucemas y derrotan a los marroquíes, aunque oficialmente la guerra no finaliza
hasta 1927. Por fin, se produce el dominio efectivo de España sobre su Protectorado, que seguirá ligado a España
hasta 1956.
TEMA 16: ANALIZA LA PROCLAMACIÓN DE LA II REPÚBLICA Y LAS
CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1931.
La II República (1931-36) abordó los viejos problemas de España apostando por la modernización,
democratización y regeneración, pero se enfrentó a la inestabilidad, la radicalización, las divisiones internas y a un
contexto internacional de crisis económica y crisis de los sistemas democráticos atacados por el fascismo y el
marxismo.
El intento de Alfonso XIII de pilotar una transición de la Dictadura a un régimen constitucional, con la
Dictablanda de Berenguer, primero, y el gobierno Aznar, después, fracasó, ya que después de la dimisión de Primo
de Rivera, la monarquía carecía de apoyos suficientes. En agosto de 1930 los partidos republicanos firman el Pacto
Sebastián (El PSOE se une en diciembre), por el que acuerdan la estrategia para derribar la monarquía y
proclamar la República. En diciembre se militares republicanos en Jaca (Tenientes Galán y García Hernández),
pero fracasan y son fusilados. El Rey convoca elecciones municipales para el 12 de Abril de 1931 y los republicanos
las afrontan como un plebiscito contra la monarquía, logrando el triunfo republicano en las grandes ciudades. Los
resultados electorales, aunque difieren algo según las fuentes, se traducirán en 40.324 concejales monárquicos,
34.688 republicanos, 4.813 socialistas, y 1.274 el resto, según Javier Tussel, pero los partidos monárquicos sólo
ganan en 9 de las 42 capitales de provincia. Los republicanos ganaron en 41 de las principales ciudades, con 26.563
concejales.
El Rey y sus asesores consideran, en privado, que los monárquicos han sido derrotados, ya que saben que la
victoria en las zonas rurales tuvo más que ver con el caciquismo que con la libre voluntad de los electores. El
martes 14 muchas localidades izan la bandera republicana y en Madrid, funcionarios socialistas, cuelgan la bandera
republicana en el edificio de Correos. Habrá una reunión del Conde Romanones con Alcalá Zamora, miembro del
Comité Revolucionario, proponiendo la abdicación del Rey en su hijo, pero éste exige la salida del Rey de Madrid
inmediatamente. El Comité Revolucionario se dirige a la sede del Ministerio de Gobernación, en la Puerta del Sol, y
Miguel Maura grita: «Señores, paso al Gobierno de la República». Mientras miles de personas se manifiestan ante
el Palacio de Oriente, El comité Revolucionario se constituye en "Gobierno Provisional" de la República y Niceto
Alcalá-Zamora en su presidente. A la ocho de la tarde del 14 de abril el Rey decide abandonar Madrid en tren hacia Cartagena, donde embarca, a las cuatro de la madrugada del día 15, en el “Príncipe de Asturias” rumbo a
Marsella. Unas horas más tarde abandona Madrid la reina y toda la familia real en tren hacia Francia. Como diría
el Comandante Aznar: "España se acostó monárquica y se levantó republicana", con gran júbilo popular y aparente
consenso.
El republicanismo, minoritario a principio de siglo, se había consolidado entre las clases medias, al contrario de lo
ocurrido en la primera República. Ahora existían numerosos partidos republicanos de todo color político (derecha,
izquierda, centro…), y el republicanismo había logrado aglutinar la oposición contra la corrupción y el caciquismo
identificado con el régimen de la Restauración. Además, el obrerismo y los nacionalistas catalanes o vascos,
también optaban por la República.
1. EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. El gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora, contaba con representantes de todos los partidos:
Monárquicos (Niceto Alcalá-Zamora), Derecha Republicana (Miguel Maura, Ministro de Gobernación), partido
Republicano Radical (Alejandro Lerroux, Ministro de Estado, y Martínez Barrio), Partido Radical-Socialista
(Álvaro de Albornoz), Acción Republicana (Manuel Azaña, Ministro Guerra), republicanos catalanes (Nicolau
d’Olwer), y el PSOE (Indalecio Prieto, Ministro de Hacienda, Fernando de los Ríos y Largo Caballero). Era un
gobierno de concentración para iniciar las reformas y convocar elecciones a Cortes Constituyentes.
Se inició una legislación reformista muy importante:
1. Largo Caballero, Ministro de Trabajo, impulsó el Decreto de Términos municipales (Contratar primero a los
jornaleros del municipio), jornada laboral de ocho horas, y Jurados mixtos compuestos por propietarios y
jornaleros para resolver conflictos.
2. Marcelino Domingo (Ministro Educación) creo las Misiones Pedagógicas, reformó la carrera de Magisterio, puso
en marcha un proyecto para construir 10.000 escuela de Primaria, suprimió la obligatoriedad de la enseñanza
religiosa, y llevó el cine y el teatro a las zonas rurales (La Barraca de García Lorca).
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3. Azaña inicio las reformas militares, abordando su macrocefalia, exigiendo lealtad a la República, racionalizando
su estructura, y creando los Guardias de Asalto para colaborar con la Guardia Civil en el orden público.
Habrá oposición radical del izquierdas, con huelgas obreras y campesinas lideradas por la CNY anarquista,
exigiendo reformas más profundas, pero la oposición frontal vendrá de parte del Ejército y de la oligarquía
económica se opusieron, ya que veían peligrar sus intereses. La Iglesia, que tradicionalmente había cumplido una
función legitimadora del poder y el orden social, se opondrá a la concepción laica que los republicanos tenían del
Estado, provocando reacciones anticlericales violentas con incendios de iglesias y conventos. La República no sabrá
atraer a la Iglesia, y ésta verá en la República un enemigo que, en muchos casos, identifica con una conspiración
masónica (Según Ferrer Benimeli ocho de los miembros del gobierno provisional eran masones) incluso durante el
franquismo (Franco aprueba la Ley de represión de la masonería).
En las elecciones constituyentes del 28 de junio de 1931, con altísima participación, venció el PSOE, pero sin
mayoría absoluta, seguido del Partido Radical de Lerroux. La derecha, desunida, quedó en minoría, frente a una
poderosa izquierda liderada por el PSOE y apoyada por los republicanos de centro-izquierda (Azaña) y el PCE
comunista.
2. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. El socialista Jiménez de Asúa presidirá la Comisión encargada de elaborar el proyecto constitucional. En las
Cortes se debatirá el Proyecto, con importantes discrepancias sobre el modelo territorial, el voto femenino o la
cuestión religiosa, que empezarán a quebrar el consenso y el júbilo inicial en torno a la Republica. La Constitución
caracteriza por una especial sensibilidad hacia la cuestión social y los derechos de los ciudadanos, regulados de
manera pormenorizada, por su carácter laico y por la descentralización administrativa. Podemos resumir sus
aspectos más importantes de la siguiente manera:
1. Define España como una República de trabajadores, recogiendo así la sensibilidad obrerista, aunque añadió "de
todas las clases" para tranquilizar a la derecha.
2. Soberanía Popular (El poder político reside en el pueblo), y amplio catálogo de derechos individuales y derechos
para la familia (Matrimonio Civil, divorcio), la economía y la cultura,
3. División de poderes muy estricta: El Parlamento unicameral ejercerá el poder legislativo, el Presidente de la
República y el Gobierno tendrán el poder ejecutivo, y los Tribunales administrarán el poder judicial. Los
poderes del presidente de la República (Elegido cada 6 años por sufragio universal indirecto) estaban a medio
camino entre una República presidencialista y una no presidencialista, concediéndole el poder de vetar al
Presidente del Gobierno, por lo que algunos lo consideraban el Cuarto poder. También habrá un Tribunal de
Garantías Constitucionales.
4. Sufragio universal para mayores de 23 años, después de aprobar el voto femenino. En las elecciones a Cortes
Constituyentes de 1931 se permitió el sufragio pasivo femenino (podían ser candidatas, pero no votar), lo que
convirtió en diputadas a Margarita Nelken (PSOE), Clara Campoamor (Partido Republicano Radical) y Victoria
Kent (Partido Republicano Radical Socialista). El art. 36 reconocía el voto femenino, con la oposición de algunos
diputados de izquierdas y de Margarita Nelken (Todavía no era diputada) y Victoria Kent, por el recelo a la
influencia machista y de la Iglesia para condicionar el voto femenino, y en contra de Clara Campoamor, que voto
a favor del sufragio femenino ya el 1 de Octubre de 1931: 161 si, 121 no y 188 abstenciones.
5. La Constitución establece el Estado laico, separación Iglesia-Estado, y libertad de cultos. Esto y futuros
decretos sobre la supresión de la Compañía de Jesús, prohibición a la Iglesia de crear colegios, y aprobación del
divorcio, arrastrarán a los sectores católicos a la oposición. El periódico “El Debate” y la campaña “República
enemiga de la Fe católica” del Cardenal Segura (Toledo), muestran el descontento eclesiástico.
6. El modelo territorial intenta integrar a nacionalistas periféricos y centralistas, autorizando la creación de
Autonomías para dar salida a las reivindicaciones catalanistas, que ya el 15 de abril de 1931 proclamaron el
Estat Catalá.
7. Contemplaba la propiedad privada, pero permitía la expropiación por interés público y general.
8. Intentó aunar principios liberales (derechos y deberes del ciudadano, respeto a la legislación internacional,
“renuncia a la guerra como instrumento de política internacional", igualdad jurídica de todos los ciudadanos.)
con principios socialistas (Derecho al trabajo, la educación, la salud o la vivienda).
Las discusiones constitucionales provocarán algunas crisis políticas por la cuestión autonómica y la cuestión
religiosa, con la dimisión en Octubre del Presidente del Gobierno Provisional (Alcalá-Zamora) y los ministros
católicos (Miguel Maura), contrarios a la política religiosa y la expulsión de los jesuitas. Manuel Azaña será elegido
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Presidente del Gobierno y aprobará la Ley de Defensa de la República: Suspensión de las garantías
constitucionales para abordar la violencia en el campo y en las ciudades.
El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución, y al día siguiente las Cortes eligieron a Alcalá Zamora
presidente de la República, y éste confirmó a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno (2º gobierno de Azaña).
La Constitución no logró el consenso necesario y pronto empezaron los intentos para derogarla, por la fuerza con
el intento de golpe de Estado del General Sanjurjo) o en las urnas. Si la comparamos con nuestra Constitución de
1978, vemos que las dos contemplan las autonomías, la Diputación Permanente en Cortes, un Tribunal
Constitucional, pero la de 1978 intento buscar el consenso y el apoyo de la mayoría, inclinándose más hacia el
centro liberal que hacia la izquierda tradicional, asumiendo una Monarquía Parlamentaria o el bicameralismo, y
dejando para leyes posteriores el divorcio o el aborto.
TEMA 17: – BIENIO REFORMISTA DE LA II REPÚBLICA, 1931-33: Reformas de Azaña
y hechos más relevantes.
1 LA ASAMBLEA LEGISLATIVA Y LAS REFORMAS DE AZAÑA. 1) El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución y el 10 las Cortes Constituyentes, sin elecciones legislativas
previas, se proclamaron Cortes Legislativas con los mismos diputados. Alcalá Zamora fue elegido Presidente de
la República, y éste confirmó a Manuel Azaña (líder de Izquierda Republicana) como Presidente de un Gobierno
con varios ministros del PSOE: Indalecio Prieto (Obras públicas), Fernando de los Ríos (Educación), Largo
Caballero (Trabajo), y Jaume Carner (Economía). Abordan una ingente tarea legislativa, aprobando la Ley de
Congregaciones Religiosas, Ley de Orden Público, Ley de Divorcio y Matrimonio civil, Ley Tribunal de Garantías
Constitucionales, y la Ley de Bases de la Reforma Agraria, pero lo que define a este gobierno, según Gabriel
Jackson, son las reformas para regenerar y modernizar España en un período de crisis económica mundial y de
polarización ideológica.
2) LA REFORMA AGRARIA fue la más relevante, ya que la mayoría de la población todavía dependía del campo y
de la agricultura. El modelo de repoblación durante la Edad Media, la compra de bienes con fortunas
provenientes de la Conquista de América, y las desamortizaciones del s. XIX, extendieron el latifundismo y el
jornalerismo por la mitad sur de España. Ni las reformas ilustradas ni la desamortización, mejoraron la
distribución social de la propiedad, la miseria de los “sin tierra”, ni la modernización de las explotaciones. Ahora
se pretendía resolver esta problemática. Los republicanos liberales proponían, respetando la propiedad privada,
expropiar las fincas no cultivadas y entregarlas a los cultivadores directos, indemnizando a los antiguos
propietarios (salvo las antiguas tierras de señoríos). Aunque los socialistas preferían la expropiación sin
indemnización alguna, al final se aprobó el proyecto liberal con la Ley de Bases para Reforma Agraria del 9-IX-
1932, que permitía expropiar latifundios mal explotados y repartirlos entre Comunidades de campesinos para
que los explotasen individual o colectivamente. Se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria) para gestionar el
proceso, pero la necesidad de respetar la legalidad provocó lentitud. El Bienio Conservador no suspendió la
reforma, pero aprobó decretos favorables a los propietarios en otros aspectos, como en lo referente a la Ley
de Intensificación de Cultivos.
La derecha y los propietarios se opusieron lógicamente, pero también los jornaleros que exigían el reparto de
tierras inmediato se rebelaron, liderados, sobre todo, por la CNT y la FAI anarquistas, y por sectores
socialistas y comunistas. Se produjeron invasiones de fincas, asaltos a registros civiles, y acciones violencias:
En 1931 en Corral de Almaguer (Toledo) habrá cinco campesinos muertos y siete heridos al intervenir la Guardia
Civil; en Castilblanco de los Arroyos (Badajoz) un campesino muerto provoca la venganza de sus compañeros
matando a cuatro guardias civiles; en Arnedo (Rioja) murieron siete personas y treinta heridos, como venganza
por los sucesos de Castilblanco; y en Casas Viejas morirán 2 Guardias Civiles, un Guardia de Asalto y 21 civiles.
La ilusión inicial del campesinado se trastocó rápidamente en desencanto por la lentitud de la reforma por la
falta de presupuesto (El IRA fue dotado sólo de 50 millones de pesetas), por la necesidad de respetar las
garantías legales, y por los obstáculos de los terratenientes (legales y no legales, como la quema de cosechas).
3) LA REFORMA DEL ESTADO CENTRALISTA: Desde los Decretos de Nueva Planta, pasando por las guerras
carlistas, con un importante componente foral, se enfrentan los partidarios de un Estado centralista y los de un
Estado descentralizado. El liberalismo del s. XIX se inclina por la centralización contraria al foralismo vasco-
navarro y al nacionalismo periférico de fin de siglo, pero la Constitución de 1931 intenta conciliar a todos y
admite la posibilidad de crear autonomías territoriales, para las regiones que lo pidiesen previo voto
mayoritario de sus Ayuntamientos.
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Cataluña lidera la reivindicación autonomista desde finales del XIX, radicalizándose con el incidente de la
revista Cut-Cut barcelonesa y la reacción del Ejército imponiendo la Ley de Jurisdicciones. Los moderados
catalanistas (La Lliga de Cambó) reivindican la creación de la Mancomunidad Catalana (Con Maura o en la
Asamblea de Parlamentarios de Barcelona en 1917), pero el nacionalismo español veía esta concesión como el
inicio de la desintegración de España. Los más radicales (La Esquerra de Macia o Companys) pedían la
independencia, y el 15 de abril de 1931 proclamaron el Estat Catalá unilateralmente, aunque dieron marcha
atrás al prometerles recoger en la futura Constitución la posibilidad de la autonomía. El 20 de junio se presentó
el Estatuto de Nuria (Proyecto Estatuto de Autonomía) redactado por una Comisión de 6 miembros, y en agosto
fue aprobado en referéndum en Cataluña. El Estatuto recogía la ciudadanía catalana, el catalán como idioma
oficial, y la posibilidad de incorporar otros territorios a Cataluña. La Constitución de 1931 recortó estas
aspiraciones, por lo que el Estatuto aprobado por las Cortes no contemplaba el derecho de autodeterminación,
la nacionalidad catalana, la incorporación nuevos territorios, ni el control de los impuestos por la Generalitat,
aunque otorgaban amplias competencias a Cataluña y reconocía un Gobierno catalán (Generalitat) y un
Parlamento que podría legislar sobre competencias exclusivas: Derecho civil catalán, orden público, obras
públicas autonómicas, enseñanza primaria y secundaria, universidades, transportes… El estado se reservaba
competencias sobre asuntos exteriores, moneda, impuestos, defensa y control de fronteras, por citar las más
importantes.
La Autonomía vasca. Navarra y el País Vasco mantuvieron los con Felipe V y los perdieron con las guerras
carlistas, aunque Cánovas les concedió el control de los derechos civiles y los conciertos económicos. A finales
del XIX Sabino Arana funda el PNV y crea el concepto de Euskalerría (las tres provincias vascas, el País Vasco
francés y Navarra) como entidad cultural y "étnica" diferenciada (la más antigua de Europa). El estatuto vasco
no salió adelante en 1932 al no lograr el acuerdo municipal con Navarra, pero se aprobó en 1936 y entro en vigor
con la guerra ya iniciada, pero sin Navarra, que prefirió conservar sus fueros particulares y desligarse de
Euskadi. José Antonio Aguirre se convertirá en el primer Lehendakari vasco.
En 1937 también se presentarán el Estatuto de Galicia y Andalucía, aunque no pasaron de la fase de estudio.
4) REFORMAS MILITARES: Azaña quería acabar con la macrocefalia militar (exceso de oficiales), modernizar el
Ejército y reducir su protagonismo político. La Ley de Retiro permitía pasar a la reserva con el sueldo integro
para reducir el número de oficiales y para que muchos pudiesen eludir jurar la Constitución, pero habrá otras
medidas que despiertan mucha oposición: Reducción algunos rangos de la oficialidad, supresión de los tribunales
de honor y la prensa militar, cierre de la Academia Militar de Zaragoza (Franco era su Director), derogación de
la Ley de Jurisdicciones, sustitución de las Capitanías Generales por Divisiones Orgánicas, y creación de los
Guardias de Asalto.
5) LA CUESTIÓN RELIGIOSA: La Constitución oficializó el Estado laico, la libertad de cultos y la supresión del
presupuesto del culto y clero. Se permitió el divorcio, el matrimonio civil, la secularización de los cementerios,
la disolución de los jesuitas, y se prohibió a la Iglesia dedicarse a la enseñanza. El Bienio Conservador restituyó
el presupuesto para el clero y a los jesuitas, pero el Frente Popular volvió a la política anterior. Habrá
reacciones anticlericales (incendios iglesias), pero también una fuerte oposición de la Iglesia y de los católicos
(El Cardenal Segura y el obispo de Vitoria fueron expulsados de España por sus campañas antirrepublicanos).
6) LAS REFORMAS SOCIALES: El socialista Largo Caballero, ministro de trabajo, aprobó la Ley de contratos de
trabajo, Decreto de Términos municipales (Contratar primero a los jornaleros del municipio), jornada laboral de
ocho horas, Jurados mixtos compuestos por propietarios y jornaleros para resolver conflictos, la ampliación de
los seguros sociales, el reforzamiento del papel de los sindicatos en la contratación de las tareas del campo, la
prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras, y el laboreo forzoso de las tierras allí donde
hubiese jornaleros en paro. En el Bienio Conservador se frenaron o reescribieron estas propuestas.
7) LAS REFORMAS EDUCATIVAS: Marcelino Domingo (Ministro Educación) apostará por una educación mixta,
laica, obligatoria y gratuita, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza y con el objetivo de reducir el
analfabetismo (45% de la población). Se crean las Misiones Pedagógicas para llevar la cultura a zonas rurales
(Cine, bibliotecas móviles, teatro con la compañía “La Barraca”, dirigida por García Lorca). La implantación de la
carrera de Magisterio y el plan para construir 10.000 escuelas de Primaria en dos años ponían la guinda al
proyecto educativo republicano.
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2. LA OPOSICIÓN Y EL FÍN DEL BIENIO REFORMISTA. Las reformas encontraron una fuerte oposición; tanto de los sectores “perjudicados” (Iglesia, Ejército,
terratenientes, organizaciones patronales...), como de sectores radicales de izquierda que demandaban más
reformas y mayor rapidez en su aplicación.
La oposición conservadora se organizó en partidos o agrupaciones políticas como la CEDA (Confederación de
Derechas Autónomas) desde 1933, dirigida por Gil Robles, que agrupó a los sectores católicos, agrarios y derecha
tradicional en un partido de masas, católico, defensor de la propiedad, autodefinido como Accidentalista (ni
monárquico ni republicano), y que buscaba la mayoría electoral para modificar la constitución republicana, con un
gran apoyo de clases medias, profesionales urbanos, parte élites sociales. Los monárquicos de Calvo Sotelo, incluso
pedían un golpe de estado para frenar a la República. La Falange de José Antonio se fusionó con las JONS (Juntas
de Ofensiva Nacional Sindicalista) de Onésimo Redondo, de corte nacional sindicalista y fascista, con su propia
idea de Estado a imagen del fascismo italiano. Parte del Ejército también manifestó su descontento y apoyó el
fracasado golpe de estado de Sanjurjo en 1932. Las clases medias y la población católica se opondrán a muchas
medidas excesivamente radicales o de izquierdas de la República, apoyando al Partido Radical de Lerroux y a los
moderados monárquicos de Alcalá-Zamora.
La oposición de izquierda se centra en los anarquistas de la CNT, dividida en moderados de Ángel Pestaña -
partidarios de cierta colaboración con la República- y radicales de la FAI de García Oliver y Durruti –fieles a la
insurrección revolucionaria-, los comunistas del PCE, y los socialistas del PSOE más revolucionarios. Todos pedían
reformas más profundas y rápidas, pero se significarán, sobre todo, los opositores anarquistas desde el Congreso
anarquista de 1932, cuando triunfan las tesis revolucionarias de la FAI, iniciando un enfrentamiento continuo con
la República hasta 1936.
Los altercados, incendios de iglesias, invasiones de fincas, asaltos a registros civiles y ayuntamientos,
manifestaciones, y huelgas, pronto se convirtieron en habituales, polarizando a la sociedad y a la política.
Destacamos algunos hechos a modo de ejemplo:
Huelga General revolucionaria anarquista en Cataluña (Alt Llobregat) y Aragón. Proclamaron el comunismo
libertario, izaron la bandera negra y roja y procedieron a destruir los registros de la propiedad, hasta que fueron
derrotados por las fuerzas del orden.
Violencia campesina: Corral de Almaguer (Toledo) en 1931, con cinco campesinos muertos y siete heridos al
intervenir la Guardia Civil; Castilblanco de los Arroyos (Badajoz) cuando la muerte de un campesino provoca el
asesinato de cuatro guardias civiles; Arnedo (Rioja), con siete personas muertas y treinta heridos en venganza por
los sucesos de Castilblanco; y Casas Viejas, donde morirán 2 Guardias Civiles, un Guardia de Asalto y 21 civiles.
Estos desordenes provocan el desprestigio de Azaña, al no poder atajar la violencia social, sobre todo desde junio
de 1933. En septiembre el gobierno pierde apoyos y Azaña dimite. Alejandro Lerroux (Partido Radical) formará
gobierno el 12-9-1933, sustituido el 8-10-1933 por Mtz. Barrio, que convoca elecciones a Cortes para el 19–XI-
1933.
TEMA 18. BIENIO DERECHISTA Y FRENTE POPULAR, 1933-36: ACONTECIMIENTOS
BIENIO, REVOLUCIÓN OCTUBRE, ELECCIONES 1936, FRENTE POPULAR Y GOLPE DE ESTADO.
1. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA. Después de la dimisión de Azaña en Septiembre y del efímero gobierno de Lerroux, el Presidente de la República
y el nuevo Presidente del gobierno (Martínez Barrio), convocan elecciones generales para el 19 de noviembre de
1933. Los anarquistas decidieron abstenerse y el resto de la izquierda acudió desunida a las urnas, mientras la
derecha promovió coaliciones unitarias que acabarían facilitando su victoria: La Derecha obtendrá 200 diputados,
el Centro Derecha alcanza los 179, y la izquierda tradicional 94. El partido con mayor representación
parlamentaria será la CEDA de Gil Robles con 115 diputados, seguido del Partido Radical de Alejandro Lerroux con
102 diputados, y a mucha distancia el PSOE con 59. La debacle del PSOE, partido con más diputados en la
legislatura anterior, y de Acción Republicana de Azaña, fue absoluta. También destaca la exigua representación
de los partidos inequívocamente fascistas (2 diputados) y del PCE (1
RESULTADOS ELECCIONES 1933 Diputados Partidos Diputados
Derecha 200
CEDA 115
Partido Agrario 30
Comunión Tradicionalista 20
Renovación Española 14
37
diputado), muy lejos de su presencia en la calle y en la
prensa. Se inicia un período complejo e inestable, con 9
gobiernos y 4 presidentes distintos hasta 1936, y con
una manifiesta deslealtad hacia la República de los más
radicales de izquierdas y de derechas. Después de las
elecciones formó gobierno Lerroux (republicano radical),
con el apoyo de la CEDA, pero sin ministros cedistas. El
nuevo gobierno no derogó todas las reformas azañistas
(En 1934 siguió la Reforma agraria y se asentaron más
campesinos que en el Bienio Socialista), pero reformó y
paralizó algunas: No renovó la Ley de Intensificación de
Cultivos, derogó de facto la Ley de Términos
Municipales, reformó los Jurados Mixtos. Decretará la
amnistía para los golpistas de la sanjurjada de 1932,
inició una política más favorable a la Iglesia (Impuesto
para el culto y el clero), recortó el presupuesto de
educación, devolvió bienes expropiados a la nobleza, y
nombró a Franco Jefe del Estado Mayor del Ejército.
Todo esto provocó la desconfianza de la oposición y, sobre todo, de las fuerzas obreristas.
Ante la proliferación de huelgas y desórdenes el gobierno de centro derecha (Desde abril a Octubre estará
presidido por Ricardo Samper, también del Partido Radical), tuvo que recurrir en ocasiones al Estado de guerra en
determinadas zonas. En el campo las protestas por una política favorable a la patronal, por la reducción de salarios
o el desalojo de arrendatarios por el retraso en el pago de la renta, culminarán con la Huelga General Agraria de
junio de 1934. Fracasara por el escaso apoyo de los obreros urbanos y por la acción de las fuerzas del orden:
10.000 detenidos, 200 ayuntamientos de izquierda sustituidos por gestores de derechas nombrados por el
gobierno, 13 muertos y muchos heridos. Sin embargo el gobierno quedará muy debilitado y la CEDA empieza a
exigir participar en el gobierno para mantener su apoyo parlamentario.
Lerroux deseaba un gobierno fuerte del Partido Radical y con el nombramiento de ministros de la CEDA, pero una
parte de su partido (Partido Radica) liderada por Martínez Barrios se oponía, así como la izquierda obrerista, que
desde el verano ya venía amenazando con acciones radicales si la CEDA entraba en el gobierno. Finalmente vencen
las tesis de Lerroux, quien convence al Presidente de la República para aceptar 3 ministros de la CEDA (Justicia,
Agricultura y Trabajo), en su nuevo gobierno anunciado el 4 de octubre.
LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1934 (Texto nº 8 EBAU): Desde la elección de Largo Caballero con
Presidente del PSOE y Secretario General de la UGT, triunfan las tesis revolucionarias dentro del socialismo, y
esto es lo que lleva a la creación de una Comisión Mixta ya en Primavera para organizar la Huelga General
Revolucionaria. Esta Comisión encargará a Indalecio Prieto la compra de armas y la captación de apoyos entre el
obrerismo y los soldados acuartelados. Desde el verano amenazan con acciones radicales si la CEDA entra en el
gobierno, y ante el nombramiento de 3 ministros de este partido, deciden cumplir sus amenazas poniendo en
marcha la Huelga General el 5 de Octubre, apoyados por los anarquistas. La llamada revolución de octubre tendrá
dos escenarios y motivos distintos:
Asturias. Los mineros protagonizaron una revolución social dirigida por la UGT, con la participación de socialistas,
comunistas y anarquistas. En Asturias se había producido en marzo la alianza de anarquistas y socialistas,
plasmada en la UHP (Unión de Hermanos Proletarios), a la que se uniría después el BOC, la Izquierda Comunista y
el PCE. Entre el 5 y 18 de octubre los mineros, armados con fusiles y dinamita, proclamarán en Gijón la República
Socialista Asturiana, y en 3 días controlan casi todas las cuencas mineras con el llamado Ejército Rojo Asturiano,
amenazando con marchar hacia Madrid.
El gobierno envió al Ejército al mando de López Ochoa y Yagüe (Regulares de Marruecos y la Legión). Los
enfrentamientos fueron muy duros y de una violencia inusitada, sobre todo por parte de las tropas de Yagüe.
Según el historiador Julián Casanova murieron 1.100 insurrectos y 2.00 heridos, y 300 muertos entre las fuerzas
de seguridad y el ejército; además de 34 sacerdotes y asesinados por los revolucionarios. A esto hay que añadir
unos 200 fusilados y asesinados, como el periodista Luis de Sirval, asesinado por tres oficiales legionarios,
después de sus denuncias sobre las torturas y actos de represión de las fuerzas de seguridad.
Cataluña. El Presidente de la Generalitat, Companys, fundador de la Unió de Rabassaires, deseaba mejorar la
situación de miles de pequeños cultivadores vinícolas que cultivaban tierras ligadas a la rabassa morta (contrato
Independientes 13
Falange y PNE 2
Monárquicos Independientes 4
Independientes Estatuto de Estella 1
Centro Derecha 170
Partido Radical 102
PR Liberal demócrata 9
PR Progresista 3
PNV 11
LLiga 24
PR Gallego 6
PR Conservador 17
PR de Centro 7
Izquierda 98
PSOE 59
ERC (Esquerra) 17
USC 3
Acción Republicana 5
Federales 4
Unión Socialista de Cataluña 3
PCE 1
Radicales Socialistas 3
PR Radical Socialista 1
Unió de Rabassaires 1
TOTAL 473
38
de arrendamiento mientras durante la vida de las cepas). Companys llevó al Parlamento de Cataluña en abril una
Ley de Contratos de Cultivo por la cual al rabassaire (arrendatario) se le garantizaba un contrato de 6 años como
mínimo y la posibilidad de acceder a la propiedad de esas tierras. Los propietarios consideraban que la ley les
perjudicaba al impedir la actualización de la renta y poner en peligro su propiedad, y la Lliga se hizo eco de sus
protestas pidiéndole al gobierno de Madrid que recurriese la Ley por inconstitucional. El Tribunal de Garantías
Constitucionales, por 13 votos a favor y 10 en contra, consideró que el Parlament no tenía competencias para
aprobar esta Ley.
Esta sentencia provocará el enfrentamiento entre la Generalitat y el Gobierno y una radicalización del
nacionalismo independentista catalán, liderada por Companys, Macia y Dencas.
El día 6 de Octubre, Companys, proclama el Estado Catalán de la República Federal Española, y anima a crear un
gobierno provisional de la República Federal Española en Barcelona. Lerroux ordena al general Batet desplegar el
ejército y 10 horas después se produce la rendición de los sublevados. Algunas interpretaciones sostienen que
Companys adoptó una medida tan extrema para demostrar su nacionalismo catalán ante sus críticos (Al acabar su
discurso dijo “Ahora ya no diréis que no soy suficientemente catalanista”), y otros incluso apuntan que Companys
tomo esta decisión para desactivar una revolución obrerista más radical (anarquistas y socialistas).
La Huelga, cuyo objetivo era un golpe de Estado revolucionario, fracasó por el escaso seguimiento en el campo, el
aislamiento del movimiento armado en Asturias, y la falta de apoyo de los soldados acuartelados, que no
respondieron al llamamiento de los huelguistas para que les apoyarán. En toda España fueron encarceladas entre
30.000 y 40.000 personas, miles de obreros perdieron sus puestos de trabajo, y muchos políticos, sobre todo en
los Ayuntamientos, fueron cesados.
LA CRISIS DEL BIENIO DE DERECHAS: La revolución de octubre endureció la postura del gobierno y las
cárceles se llenaron de presos políticos. Los sucesos de Octubre 1934 reforzaron a la CEDA, con cinco ministros
en el nuevo gobierno (Gil Robles en la cartera de Guerra). Franco fue nombrado Jefe del Estado Mayor, se
suspendió el Estatuto de Autonomía de Cataluña, se devolvieron las propiedades a los jesuitas y se presentó un
anteproyecto para modificar la Constitución, contemplando la abolición del divorcio, la restricción de las
autonomías y la negativa a la socialización de la propiedad.
El 19-9-1935 dimite Lerroux por un escándalo de corrupción (el estraperlo), siendo sustituido por Chapaprieta,
pero su debilidad llevó al líder de la CEDA, Gil Robles, a reclamar la Jefatura del Gobierno. Alcalá Zamora,
Presidente de la República, no accedió por no fiarse de la fidelidad del gil Robles hacia el régimen republicano, y
prefirió apoyar otro gobierno débil (Portela Valladares). La debilidad del gobierno, finalmente, hizo que Alcalá
Zamora disolviese el Parlamento el 7 de enero y convocase elecciones para el 16 de febrero de 1936, en primera
vuelta, y para el 1 de marzo, la segunda vuelta.
2. ELECCIONES Y GOBIERNO FRENTE POPULAR EN 1936. EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR: Los Frentes Populares, financiados por la KUOMINTER desde Moscú, son
coaliciones de partidos antifascistas surgidos en Europa desde 1934, logrando su primera victoria en Francia. La
II República española también asistió a la formación de frentes ideológicos, polarizados en la extrema derecha de
la Falange y la extrema izquierda del PCE y los anarquistas. Para evitar el ascenso del fascismo y el posible triunfo
de la derecha cedista, surge a alianza entre Izquierda Republicana de Azaña y Unión Republicana de Martínez
Barrio, como origen del Frente Popular, al que se unirán después el Partido Sindicalista, Esquerra, Acción
Republicana, PSOE, PCE, POUM, y el apoyo en velado de la CNT para desarrollar un programa común: amnistía para
los presos de Octubre, recuperar reformas del bienio de izquierdas, y el compromiso, una vez ganadas las
elecciones, de disolverse y permitir el gobierno de los republicanos de Azaña.
La derecha se unirá entorno a la CEDA, creando el Bloque Nacional, con el objetivo de reformar la Constitución y
revisar las políticas referentes a la territorialidad, religión y reforma agrícola. En el centro sólo queda el partido
del presidente del gobierno Pórtela Valladares
Después de una campaña electoral muy accidentada se producen las elecciones del 16 de febrero. A pesar de lo
apretado de las encuetas y de las votaciones, antes de terminar el recuento de votos el Frente Popular, sobre
todo los partidos obreristas, se proclaman vencedores y se manifiestan en la calle y ocupando Ayuntamientos. El
Gobierno de Portela, incapaz de garantizar el orden y de evitar la huida de los Gobernadores Civiles y otras
autoridades encargadas de garantizar la legitimidad del recuento, dimite y Alcalá Zamora encarga a Azaña formar
gobierno antes de finalizar el recuento y de constituir las nuevas Cortes.
COALICIÓN O PARTIDO VOTOS % DIPUTADOS
FEBRERO
DIPUTADOS
FINALES
39
Frente Popular - Front d’Esquerres (PSOE, IR, UR, ERC, PCE, ACR, USC, PG,
PRDF, P.Sind) (en.Cuenca, CNR)
4.451.300 47,03
%
(265) 285
Derecha - Centroderecha -Front Català d’Ordre (CEDA,BN,Lliga,P.Agrario E.,
CTC, PRLD, indep.) (y listas comunes con CNR, PRR, PRP y PRC)
4.375.800 46,48
%
(185) 166
P. Centro Nacional Rep. y aliados (CNR, PRC, PRP, PURA) (en Lugo con IR y
UR)
333.200 3,51 % (12) 12
P. Nacionalista Vasco 150.100 1,59 % (9) 9
P. Rep. Radical 124.700 1,32 % (2) 1
Falange Española de las JONS 6.800 0,07 % -
Nunca se publicaron los resultados oficiales de las elecciones y en algunos distritos fue necesario anular o repetir
las elecciones, y en otros ir a una segunda vuelta. Irregularidades como las de Cáceres, Coruña, Pontevedra,
Cuenca, Jaén, Tenerife, fueron muy evidentes, y siempre a favor del Frente Popular, y la segunda vuelta se
celebró ya con el Gobierno de Azaña y con los gobernadores civiles de la anterior administración cesados o huidos.
La victoria del Frente Popular parece indiscutible, por lo que la acusación de la derecha sobre un golpe de estado
no parece fundamentada, pero de no haber sido por las irregularidades denunciadas su mayoría hubiese sido más
exigua, teniendo en cuenta que la Ley Electoral beneficiaba a las mayorías, al conceder los escaños a las
candidaturas más votadas en cada distrito. Finalmente se proclamaron los siguientes resultados: Frente Popular
285 diputados (47,03% votos), derecha 166 diputados (46,48%, y centro y nacionalistas 57 diputados. Todo esto
dio argumentos a los que no aceptaban los resultados.
GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR: Pronto Alcalá Zamora fue destituido como Presidente de la República por
las Cortes, por entender que ya había cumplido 3 legislaturas. En realidad fue una interpretación polémica de la
Ley, ya que en diciembre de 1931 no hubo elecciones y muchos no lo entendían como cambio de legislatura. Manuel
Azaña fue elegido Presidente de la República y éste propuso a Casares Quiroga como Presidente de un Gobierno
republicano, sin ministros socialistas. Se decretó una amnistía para los presos de Octubre de 1934, restableció el
estatuto y el gobierno catalán, reanudó la reforma agraria, y trasladó a los generales pro golpistas lejos de
Madrid: Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Navarra.
Parte de la derecha no aceptó los resultados electorales, mientras que la izquierda radical exigía reformas casi
revolucionarias e inmediatas. La sociedad española estaba polarizada entre derechas e izquierdas: Los sectores
conservadores optaron por acciones como la quema de cosechas o renunciaban a sembrar, muchos industriales
cerraron sus fábricas, y la Falange formó patrullas callejeras que sembraron un clima de violencia enfrentándose
a grupos izquierdistas. El gobierno pretendía el cumplimiento de la ley, pero se vio desbordado por la espiral de
violencia de la extrema izquierda y la extrema derecha, que se adueñaron de la calle.
El gobierno persiguió a las milicias carlistas, los requetés, y a los falangistas de José Antonio, ilegalizando la
Falange y encarcelando a su líder, pero los grupos paramilitares de derecha e izquierda no cesaron en sus acciones
violentas. La desaparición de la escena política de Alcalá Zamora, un gran moderador, complico más las cosas, y el
gobierno de Casares Quiroga se mostró incapaz de atajar la violencia, las huelgas, manifestaciones, quemas de
Iglesias, asaltos de fincas, etc. Cada vez quedaban menos republicanos convencidos y aparecían más opositores:
Los socialistas y comunistas querían un Estado obrero y la derecha no creía en esta República.
EL GOLPE DE ESTADO DE JULIO DE 1936: La idea de golpe de estado se empezó a gestar la noche de los
resultados electorales de febrero, cuando parte de la derecha hablaba claramente de fraude electoral y de golpe
de estado. La imposibilidad de atajar los desórdenes llevó a Franco o a Gil Robles a pedir que se declarase el
estado de excepción. Ya en marzo hubo un intento fallido de golpe, y desde ese momento el general Emilio Mola
inició la planificación de un pronunciamiento simultáneo de todas las guarniciones, con el Ejército de África como
pieza clave. Civiles como la Banca March aportaron financiación y dieron cobertura diplomática y política (CEDA,
los falangistas, los carlistas), y negociaron el apoyo alemán e italiano.
Los radícales de derecha asesinaron al Teniente Castillo (Guardia de Asalto) el 12 de julio de 1936, y el 13 los
Guardias de Asalto asesinaron a Calvo Sotelo (Renovación Española). Esto no provocó el golpe, pero pudo
acelerarlo. El 17 de Julio se sublevaron las guarniciones de Marruecos, y el 18 las
de la Península. No triunfó, pero no fueron vencidos, por lo que se inició una
guerra que duraría tres largos años.
La República cometió errores que desembocaron en una guerra civil provocada por el Golpe de Estado, pero
inmersa en una dinámica internacional de lucha entre fascismo y marxismo, y los dos contra el liberalismo.
40
TEMA 19: FASES DE LA GUERRA CIVIL: LA EVOLUCIÓN BÉLICA.
1. El Golpe de Estado y el inicio de la guerra. El Golpe se planifica mediante una conspiración militar iniciada después de las elecciones de febrero, que concedía
al exiliado General Sanjurjo la presidencia de la futura Junta Militar. El cerebro y Director fue el General Mola,
que buscó el apoyo de generales como Franco (Dilató su visto bueno hasta que obtuvo la seguridad necesaria y la
relevancia que exigía), Goded, Fanjul, Saliquet, Ponte, Cabanellas, Orgaz, o Varela, y de Tradicionalistas
(carlistas), falangistas, y alfonsinos. La CEDA no participó oficialmente, pero apoyo en la sombra. El Golpe debía
ser violento y rápido, para establecer una dictadura militar, y los políticos se subordinarían.
Los golpistas se hacen con el control del Ejército de Marruecos el día 17 de julio en Melilla, Tetuán y Ceuta
(Yagüe), y el 18 Franco lo secunda en Canarias, Queipo de Llano en Sevilla, Goded en Baleares y Barcelona, Fanjul
en Madrid, Cabanellas en Zaragoza, etc. Franco vuela a Marruecos el 19 para asumir la jefatura del Ejército de
África, mientras Sanjurjo es nombrado Jefe de Operaciones desde Lisboa y Mola Jefe peninsular desde
Pamplona. El Golpe fracasó, ya que no logró derrocar al gobierno republicano, pero los golpistas controlaban
extensas zonas peninsulares, las islas y Marruecos. La República tardó en reaccionar y no consiguió detener a los
rebeldes. El pronunciamiento inicial se convertiría, en unas semanas, en una guerra civil que duraría tres años.
1936- EL AVANCE HACIA MADRID Y SU RESISTENCIA.
Los nacionales pretendían crear un eje Norte-Sur (Desde Galicia hasta Gibraltar) y avanzar hacia Madrid por
Extremadura (Sevilla-Mérida-Talavera). Los aviones alemanes y la flota italiana permiten establecer un puente
aéreo y trasladar el Ejército de Marruecos a la península. La República abortará el golpe en Madrid al entregar
armas a las milicias sindicalistas (Conquistan el Cuartel de la Montaña sublevado con Fanjul) y enviará tropas a
Andalucía (fracasan en su intento para recuperar Córdoba) y a los puertos de Somosierra y Guadarrama, donde
detendrán las columnas de Mola. Desde Barcelona envían refuerzos a Menorca y varias columnas de milicianos
anarquistas (Durruti y Ascaso) para controlar el oriente aragonés, aunque no recuperan Zaragoza.
El 1 de agosto Franco inicia la Campaña de Extremadura desde Sevilla: Mérida cae el 10 de agosto, el 15 Badajoz,
y el 2 de septiembre llega a Talavera de la Reina. Pretendía enlazar con el ejército del norte de Mola en San
Martín de Valdeiglesias y atacar Madrid, pero el 21 de septiembre se desvía hacia Toledo para liberar el Alcázar.
El retraso permite a Largo Caballero trasladar la capital a Valencia y al general republicano Miaja organizar la
defensa de Madrid con la ayuda de las recién llegadas Brigadas Internacionales, los milicianos, los primeros carros
y aviones soviéticos (retrasan a Franco en la batalla de Seseña), y las columnas anarquistas catalanas de Durruti,
deteniendo a los nacionales” en la Ciudad Universitaria. Los nacionales logran importantes avances en Andalucía y
consolidan su dominio en el Oeste, Navarra, occidente de Aragón y norte de Castilla.
1937- AVANCES NACIONALES.
Franco renuncia al ataque frontal e intenta rodear Madrid, atacando en la carretera de la Coruña y por el sur en la
batalla del Jarama el 4 de febrero, Miaja y Líster lograron resistir con la ayuda de los tanques y aviones
soviéticos y la llegada de las Brigadas Internacionales. El CTV italiano, con la ayuda de los cruceros Baleares y
Canarias, toma Málaga el 8 de febrero de 1937, y convencen a Franco para atacar en Guadalajara el 8 de marzo,
cortar las carreteras de Valencia y Zaragoza, y lanzarse sobre Madrid, pero fracasan ante las Brigadas
Internacionales y la defensa del General Rojo, que el 12 de marzo contraataca y provoca la huida de la 3ª División
italiana el 23 de marzo, logrando la "primera victoria contra el fascismo" y la captura de muchos "legionari" del
CTV por los "garibaldini" de las Brigadas Internacionales.
La resistencia de Madrid lleva a Franco a ordenara Mola desencadenar la Campaña del Norte el 31 de marzo, para
controlar el carbón y la industria norteña de Asturias, Cantabria y País Vasco. Entre marzo y julio el General Mola,
antes de su muerte en accidente aéreo en el frente vasco, diseño la ofensiva vasca con 28.000 hombres y la ayuda
del CTV italiano y la Legión Condor alemana. El llamado "Cinturón de Hierro", diseñado por Goicoetxea (deserta
con los planos) no resistió mucho y Bilbao cayó el 19 de junio, después del vergonzoso bombardeo de Guernica por
la Legión Condor. La Batalla de Santander se retraso hasta agosto por la ofensiva republicana en Brunete, y
acabará con la toma de Santander por los italianos el 26 de agosto. La campaña del norte concluirá con la
conquista de Asturias en septiembre-octubre, resuelta con la toma de Avilés y Gijón el 21 de octubre, a pesar de
la resistencia encarnizada del Consejo Soberano de Asturias y León bajo la presidencia del socialista Belarmino
Tomás.
Los republicanos intentaron contrarrestar la campaña del norte: La Batalla de Brunete entre el 6-26 de julio para
controlar la zona entre la carretera de Extremadura y Coruña, pero el contraataque franquista volvió la situación
41
al inicio.; y el 24 de agosto con la ofensiva de Aragón para recuperar Zaragoza, pero los nacionales resistieron los
ataques de anarquistas, comunistas de Líster y Brigadas Internacionales en la batalla de Belchite.
En noviembre de 1937 el gobierno republicano de Negrin se traslada de Valencia a Barcelona (Azaña ya estaba en
Barcelona desde noviembre de 1936), sometiendo la industria de guerra catalana a la única autoridad de la
República para suplir la pérdida de las fábricas de Vizcaya, Cantabria y Asturias.
1938.- LA BATALLA DEL EBRO. Batalla de Teruel. Los tres cuerpos del ejército de Levante dirigido por Hernández Sarabia son enviados a
Teruel, y la XI División del comunista Enrique Líster inicia el ataque el 15 de diciembre de 1937, provocando la
rendición del coronel Domingo Rey d'Harcourt ante la 46 División de "El Campesino" el 8 de enero, pero Franco
contraatacó y recuperó la ciudad el 21 de febrero, provocando el desprestigio de “El Campesino” por la huida. A
continuación se inicia la ofensiva nacional sobre Aragón, Cataluña y Valencia el 9 de marzo, tomando Alcañiz,
Belchite, Lérida, y el 15 de abril llegan al Mediterráneo en Vinaroz, dividiendo la zona republica en dos.
Batalla del Ebro. El Ministro de Defensa, Indalecio Prieto (socialista), propone negociar, pero Negrín, apoyado
por los comunistas de Antonio Cordón, decide aceptar su dimisión y asumir él la cartera de Guerra y reorganizar
las tropas. El General Rojo ordena cruzar el Ebro por sorpresa el
25 de julio, entre Mequinenza y Amposta, con un gran éxito
inicial, pero pronto la ofensiva se estanca y tendrán que resistir
la contraofensiva de Franco, con enorme superioridad artillera y
de aviación. La batalla dura tres meses entre el 25 de julio y 16
de noviembre, y se saldo con más de 60.000 bajas nacionales y
75.000 republicanas (7.000 muertos nacionales y 10.000
republicanos). Durante la batalla se producen los acuerdos de
Múnich, la retirada de la Brigadas Internacionales de España, y el
acuerdo por el que Francia y Gran Bretaña aceptan la presencia
italiana en España a cambio de la neutralidad de Franco en caso
de una guerra mundial. Negrín ve como fracasa su táctica de
alargar la guerra en espera del estallido de la II Guerra Mundial.
1939.- EL FINAL DE LA GUERRA HASTA ABRIL DE
1939. La ofensiva de Cataluña se inició el 23 de diciembre de 1938, provocando la retirada de los restos del Ejército del
Ebro y el Ejército del Este. Como distracción, Vicente Rojo intentó atacar en Extremadura y en Motril, pero no
funcionó y Franco continúo el avance protegido por la aviación de la Legión Condor, la aviación italiana y la flota
“nacional”, entrando en Barcelona el 26 de enero. El gobierno republicano cruza la frontera francesa el 5 de
febrero, después de celebrar la última reunión de Cortes republicanas en el castillo de Figueras, mientras el
presidente Negrin lo hace el día 9, aunque después regresará a España. Vicente Rojo Lluch comparó un año
después desde el exilio lo que había sucedido en Madrid en noviembre de 1936 y lo que había pasado en Barcelona
en enero de 1939: “¡Qué ambiente tan distinto! ¡Qué entusiasmo entonces! ¡Y qué decaimiento ahora! Barcelona
cuarenta y ocho horas antes de la entrada del enemigo era una ciudad muerta... [Se] perdió lisa y llanamente
porque no hubo voluntad de resistencia, ni en la población civil, ni en algunas tropas contaminadas por el ambiente.”
Menorca se rinde después de la vergonzosa intervención británica trasladando allí a las autoridades franquistas
en el “Devonshire” para negociar la rendición, y así evitar que la isla cayera bajo control italiano. El mismo barco
británico se encargo de trasladar a Marsella a 452 refugiados republicanos.
El 27 de febrero Francia y Gran Bretaña reconocieron al gobierno de Franco y el 28 Manuel Azaña dimite como
Presidente de la República. En Madrid el coronel Casado, partidario de negociar el final de la guerra, da un golpe
de Estado el 5 de marzo, con el apoyo del anarquista Cipriano Mera, jefe del IV Cuerpo de Ejército, y del
socialista Julián Besteiro, creando el Consejo Nacional de Defensa presidido por el general Miaja y proclamando la
destitución del gobierno de Negrín. La resistencia del gobierno y los comunistas provoca una guerra civil interna
con casi 2.000 muertos en Madrid. Negrín y su gobierno, junto con los principales dirigentes comunistas,
abandonaron España en avión para evitar ser apresados por los "casadistas". Mientras, en Cartagena, el almirante
Miguel Buiza ordena a la flota republicana zarpar hacia Bizerta, en Túnez, y Casado intenta negociar con Franco,
pero este exigió una rendición sin condiciones. Casado y otros golpistas abandonaron Madrid el 29 de marzo,
aunque el socialista Julián Besteiro decidió quedarse para ser fusilado posteriormente por Franco.
Finalmente los “nacionales” ocuparon Madrid el 29 de marzo, y en los días siguientes también Cuenca, Albacete,
Ciudad Real, Jaén, Almería, Murcia; Valencia, Alicante, y el 31 de marzo la ciudad de Cartagena. En Alicante,
42
15.000 refugiados en espera de algún barco británico o francés, fueron detenidos y muchos fusilados por los
italianos de la División Littorio.
El 1 de abril de 1939 Franco, por la radio, difundía el último parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y
desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha
terminado”. Burgos, 1º de abril de 1939, año de la victoria. El Generalísimo. Fdo. Francisco Franco Bahamonde.
TEMA 20: SITUACIÓN POLÍTICA Y ECONOMICA DE LOS DOS BANDOS
ENFRENTADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL.
1. Los bandos enfrentados: Características y evolución (1936-1939). Geográficamente, según el resultado del golpe de estado, España se divide en dos:
a. Los nacionales, inicialmente, controlan el Galicia, casi toda Castilla y León, Cáceres, las principales
ciudades andaluzas (Sevilla, Cádiz, Córdoba y Granada), La Rioja, Álava, Navarra, Aragón occidental,
Baleares (salvo Menorca), Canarias y el Protectorado de Marruecos, y otros puntos aislados en la
Península.
b. Los Republicanos mantienen el control del Madrid, Levante, Cataluña, Aragón oriental, Guipúzcoa y
Vizcaya, Asturias, Cantabria, la mayoría de Castilla-La Mancha, Badajoz y parte de Andalucía.
En cuanto al control de los recursos económicos, la República mantendrá las zonas industriales, la minería, las
agrícolamente más desarrolladas, los recursos del Banco de España, y parte de la flota y la aviación (aunque casi
sin mandos), además de obtener pronto el apoyo de la Unión Soviética. Los golpistas controlan las zonas agrícolas,
gran parte de los mandos del ejército, y reciben ayuda militar y económica de Italia y Alemania.
La población quedará apresada en uno u otro bando según quién controla cada comarca, sin que ello tuviese que
ver, muchas veces, con sus preferencias ideológicas. En este sentido los nacionales contaban con el apoyo de los
grupos oligárquicos económicos (terratenientes, alta burguesía) e institucionales (Alta oficialidad del ejército y
jerarquía eclesiástica), y campesinado y clases medias católicas de la mitad norte. La República tendrá el apoyo de
jornaleros, proletariado, parte de las clases medias y profesiones liberales, intelectuales, etc. Algunos de estos
apoyos, no obstante habrá que matizarlos, ya que las clases medias, la mayoría liberales, muchas veces optaron por
apoyar a quien controlaba cada zona u optaron por el apoyo a los “nacionales” por el hartazgo respecto a la
inestabilidad y algunas decisiones de la República. Así mismo, parte de del apoyo de la izquierda a la República
(CNT, POUM, CNT, y parte del PSOE) pretendía aprovechar la situación para imponer su propio modelo de Estado
más que para defender la República liberal, y el PNV en el País Vasco, nacionalista y católico, apoyó a la República
a cambio de aprobar su Estatuto (Octubre del 36).
Las Fuerzas de Seguridad también se dividieron. Los nacionales contaron con el 70% de la oficialidad militar,
120.000 soldados (47.000 del ejército de Marruecos), el 50% de la Guardia Civil, y las milicias falangistas y
requetés. La República con el 30% de los oficiales, 90.000 soldados, el 50% de la Guardia Civil, los Guardias de
Asalto, y las milicias sindicalistas. De 104 generales muchos no se sublevaron, y 7 de ellos fueron fusilados por los
nacionales, y entre los que quedaron en territorio republicano, fueron 17 los fusilados por haberse sublevado. En
total fueron fusilados 1.500 oficiales por uno u otro bando. La diferencia no fue tanto cuantitativa como
cualitativa, ya que los nacionales mantuvieron la disciplina de combate desde el principio, mientras que los
republicanos carecían de mandos (La marina, por ejemplo) o no aceptaban una autoridad central, hasta que en
1937 se militariza a las milicias de CNT, PCE, etc.
La guerra civil provocó una situación excepcional de muerte por enfermedad, hambre, accidentes, “paseos”,
destrucción de infraestructuras, problemas de abastecimiento y racionamiento de todo tipo de productos, que
precisó de la adecuación del Estado republicano y la creación de un nuevo Estado en el otro bando. La vida
cotidiana se acostumbró a la tragedia, la radio en la principal fuente de información y propaganda, y los
ciudadanos adaptaron sus costumbres y hábitos a la ideología de cada bando. Con el bando nacional se identificará
el matrimonio católico, las ropas de luto, celebraciones religiosas, el recato en toda su expresión, represión;
mientras en la zona republicana se respiraba más libertad, matrimonio civil, celebraciones lúdicas, y también
represión. Cada bando tendrá su moneda y se España se acostumbre a las familias separadas, refugiados en
embajadas, “escapados”, “niños de la guerra”, hermanos combatiendo en frentes distintos, racionamiento…
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2. La España Nacional. 3. Se atribuyen la denominación de “Nacionales” para destacar su defensa de los valores patrios y
diferenciarse de una República que, según ellos, servía a intereses ideológicos extranjeros. Para disfrazar
la ilegalidad del golpe de Estado, los nacionales recurren al termino “Alzamiento”, justificado para evitar la
destrucción de España por los “rojos”. La Iglesia aportará la denominación de “Cruzada” medieval contra
liberales y marxista, que en los últimos 100 años habían incendiado iglesias y legislado en contra de sus
intereses, y que ahora, durante la guerra, asesinaron a unos 7.000 religiosos.
4. La concentración del poder: Sanjurjo, líder inicial, muere el 20 de julio al estrellarse su avión al despegar
en Lisboa, y se inicia la disputa del liderazgo entre Franco, Mola desde Navarra y Queipo de Llano desde
Sevilla. Confirmado el fracaso, pero no la derrota del golpe, se creó la Junta de Defensa Nacional o Junta
Técnica en Burgos, presidida por Cabanellas e integrada por los militares más importantes (Franco, Mola,
Queipo de Llano, Cabanellas, Dávila y Saliquet). Franco libera el Alcázar de Toledo y obtiene la legitimación
popular (manifestación organizada por la Falange en Cáceres) y de la Iglesia (Pastoral del obispo de
Salamanca calificando la guerra como "una cruzada por la religión, la patria y la civilización"), y el apoyo
alemán e italiano. La cúpula militar nacional, reunida en una finca de Salamanca, nombró a Franco Jefe
Militar y pronto la Junta de Defensa Nacional lo nombró Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Gobierno
y del Estado el 1 de octubre de 1936. En Enero de 1937 adopta la bandera y el himno monárquico, el gripo
de ¡Viva España¡ y el lema “ Una Patria, un Estado, un Caudillo ”, y en Febrero Franco publica el Decreto de
Unificación de tendencias políticas(falangistas, carlistas, CEDA, monárquicos) en un partido único (Falange
Española Tradicionalista y de las JONS), presidido por Franco con el título de Caudillo, a pesar de la
oposición de una parte de los falangistas, dirigidos por Hedilla, hasta que fueron fusilados.
5. Mola, muere en junio de 1937 en un vuelo de observación en el frente vasco, y Franco ya acumulaba la
Jefatura del Estado, Jefatura de Gobierno, Jefe del Partido único, y Generalísimo de los Ejércitos.
6. La institucionalización del régimen: En Enero de 1938 Franco presidió el primer Consejo de Ministros
formado por ministros procedentes de las llamadas familias del régimen, y se reservaba por Ley el poder
legislativo, empezando a legislar para institucionalizar el nuevo régimen: Fuero del Trabajo -sindicatos
verticales e intervención del Estado en economía-, Ley de prensa con censura previa, Ley de Enseñanza
Media con el control educativo por parte de la Iglesia, y Ley de Responsabilidades Políticas para perseguir
a los opositores. Se deroga la Reforma Agraria, Divorcio, Matrimonio Civil, reformas educativas
republicanas, Autonomías, etc.
7. La Iglesia controlará los hábitos y costumbres diarios, y la represión impedirá cualquier oposición. Se
militariza la economía y la política, aparece el culto al Caudillo y a los símbolos religiosos y nacionales (El
yugo y las flechas, y la cruz de San Andrés de los requetés), se prohíben sindicatos y partidos, desaparece
el derecho de reunión y asociación, habrá juicios sumarísimos y fusilamientos en masa de republicanos e
izquierdistas en la plaza de toros de Badajoz (2.000 prisioneros), Málaga, Teruel, Alicante, y los
tristemente famosos “paseos” a las tapias de los cementerios o a las cunetas de las carreteras por bandas
de falangistas (García Lorca).
8. La España republicana. 9. Casares Quiroga dimite, y el nuevo presidente del gobierno, Giral, entrega armas a partidos obreros y
sindicatos para combatir la rebelión, y éstos crearán Milicias armadas que sustituyen o compiten con un
Ejército republicano debilitado por las deserciones y la indisciplina. El gobierno no logrará imponer su
autoridad a estas milicias, que se movían más por el fervor revolucionario que por la las necesidades
estratégicas, ni evitar las primeras derrotas.
10. En septiembre de 1936 el socialista Largo Caballero sustituye a Giral en la presidencia de Gobierno,
arropado por ministros socialistas, republicanos, comunistas y anarquistas. Intenta aparcar la revolución y
centrarse en ganar la guerra, militarizando las milicias e integrándolas en único Ejército regular,
imponiendo una economía de guerra y nacionalizando las industrias estratégicas, restableciendo la
autoridad del gobierno y garantizando el respeto a la pequeña y mediana propiedad. Logra un pacto de
unidad de acción entre partidos y sindicatos, aprueba el Estatuto del País Vasco y se crean Comités para
organizar el transporte, comunicaciones, economía, etc. Sin embargo, los anarquistas y el POUM continúan
sus planes revolucionarios colectivizando tierras y fábricas y actuando al margen del gobierno, y los
nacionalistas catalanes y vascos no siempre obedecen al mando central. Francia cerrara la frontera y el
Ejército de Franco llegará a las puertas de Madrid, por lo que el gobierno se traslada a Valencia en
noviembre de 1936, dando por perdida la capital, pero Madrid resiste.
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11. La desorganización y el caos inicial provocan una represión descontrolada con asesinatos de religiosos,
burgueses, políticos de derechas, etc. Comunistas, anarquistas de la FAI y elementos descontrolados
cometerán asesinatos masivos de curas en Lérida, sacas de las cárceles, o la matanza de Paracuellos. En
mayo de 1937 en Barcelona se enfrenta el gobierno, la Generalitat, socialistas y comunistas, contra los
partidarios de una República más revolucionaria (sindicatos, anarquistas, POUM). Es como una guerra civil
dentro de la guerra civil y, aunque los rebeldes son derrotados, Largo Caballero tiene que dimitir. Los
líderes del POUM, Andrés Nin y Joaquín Maurín, son arrestados y asesinados, y el gobierno central y la
Generalitat recuperan el poder, pero a costa de una mayor influencia de los comunistas apoyados por
Stalin.
12. Juan Negrín asume la presidencia del gobierno y Prieto el Ministerio de Defensa, sin ministros sindicalistas
ni anarquistas. Optan por buscar resistir, buscar apoyos en el exterior, centralizar el mando militar y el
poder político, y restablecer el orden público. Este gobierno sobrevivirá hasta el final de la guerra, pero no
consiguió más apoyo internacional, aumentó la dependencia de los comunistas, y pronto surgieron
discrepancias entre el Presidente con Prieto y Azaña, que consideraban que la guerra estaba pérdida. La
dimisión de Prieto después de la Batalla del Ebro provocó la desintegración del gobierno de Negrín,
mientras el general Casado, en febrero de 1939, dio un golpe de estado en Madrid con el apoyo del
socialista Besteiro, para negociar la rendición, aunque Franco nunca aceptó negociar nada.
13. En el bando republicano también asistiremos a una represión brutal contra el enemigo, sobre todo en los
primeros meses, contra la burguesía, militantes de la derecha, monárquicos, fascistas, religiosos, etc.
Recordamos, tristemente, las matanzas masivas de clérigos, como la de Lérida a cargo de los anarquistas, o
la matanza de unos 4.000 presos en Paracuellos del Jarama (Arroyo de San José) y Torrejón de Ardoz
(Soto de Aldovea).
TEMA 21: LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO Y LAS CONSECUENCIAS
DE LA GUERRA.
1.- LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO.
Los años 30 asisten a la crisis de las democracias yal ascenso del fascismo y el totalitarismo marxista. Fascismo y
Comunismo intentan derrocar al Liberalismo, y al mismo tiempo se enfrentan entre sí. La III Internacional
comunista o Komintern financió movimientos antifascistas o Frentes Populares, mientras que la Italia fascista y la
Alemania nazi hacen lo mismo con los partidos de ultraderecha y Bloques Nacionales (derechas). Francia y Gran
Bretaña, las principales democracias, intentan preservar la paz mundial contemporizando con propuestas de
neutralidad y no beligerancia, en defensa de sus intereses económicos y geopolíticos.
En este contexto estalla la guerra civil española, en la que Francia apoya tímidamente a la República e impulsa, con
Gran Bretaña, el Pacto de no Agresión y la No beligerancia, que sólo ellas respetarán. EE.UU opta por la Ley de
Neutralidad de 1937, pero sus empresas suministran petróleo a Franco (Texas Oil) y su diplomacia desconfiaba de
las veleidades revolucionarias de los socios comunistas, socialistas y anarquistas, de la República. Estimación de la ayuda militar extranjera durante la Guerra Civil.
Frente Nacional Frente Popular Italia: 72.775 soldados, 213 bombarderos, 458 cazas y otros aviones de combate, 88 hidroaviones, y aeronaves de observación.
URSS: Entre 2.000 y 6.000 soldados, 760 tanques, 1.555 piezas de artillería, 462 aviones katiuscas, otros 625 aviones diversos.
Alemania: Entre 15.000 y 17.000 soldados, 120 tanques, 600 piezas de artillería, 135 bombarderos, 275 cazas, 88 aviones para otros usos.
Brigadas internacionales: Entre 35.000 y 70.000 combatientes.
Portugal: 200 soldados y mercancías a través de sus fronteras Francia: 26 aviones militares, 16 aeroplanos civiles.
Irlanda: 700 soldados. México: Apoyo diplomático y venta de armas.
AYUDA A LA REPÚBLICA: La U.R.S.S. aportará petróleo, aviones (cazas katiuskas), carros de combate, armas,
municiones y asesores militares, pagado con las reservas de oro del Banco de España. Los consejeros militares
soviéticos participaron en la organización táctica de la guerra, y los consejeros políticos, a través del PCE,
influyeron en la política republicana, protagonizaron numerosos episodios de represión contra fascistas y
enemigos del comunismo (Asesinato de los trotskistas Andrés Nin y Joaquín Maurín), y controlaron diferentes
chekas (pisos de tortura y confinamiento para interrogar, custodiar y asesinar).
México aporto apoyo diplomático, armas ligeras, municiones, algunos aviones y alimentos. Francia entregará
aviones por valor de 150 millones de dólares y envió pilotos al principio, pero después optó por la no intervención.
Gran Bretaña, con la Royal Navy, impidió el bloqueo de puertos republicanos y el dominio del mar por la Armada
italiana, permitiendo la llegada de subsistencias.
Las Brigadas Internacionales eran voluntarios izquierdistas de diferentes países (estadounidenses, canadienses,
británicos, franceses, Europa del Este…) que vienen a España a luchar contra el fascismo. Muchos eran
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intelectuales, veteranos de la I Guerra Mundial, universitarios, militantes comunistas, procedentes de más de 50
países. Tenían fuertes convicciones ideológicas y participaron heroicamente en las batallas de Madrid en 1936-37
(Ciudad Universitaria, Jarama) y en el Frente de Aragón. Desde 1937 estarán muy controladas por los comunistas.
Vinieron unos 60.000 10.000 franceses), aunque nunca hubo más de 20.000 al mismo tiempo, y murieron unos
15.000 antes de que en 1938 abandonasen España en cumpliendo el Pacto de No Beligerancia impuesto por Comité
de No Intervención.
AYUDA A LOS NACIONALES: Alemania aportó préstamos, ayuda técnica, operativa (Puente aéreo para
trasladar el Ejército de África por el Estrecho de Gibraltar), económica, apoyo marítimo, y la Legión Cóndor
(5.500 hombres, aviones, tanques y artillería antiaérea) que dominará el cielo y participara en el tristemente
famoso bombardeo de Guernica.
Italia envía el CTV (40.000 hombres) y la Aviación Legionaria (Unos 5.500 hombres), además de con préstamos y
material. El CTV participa como protagonista en la toma de Málaga, batalla de Guadalajara y ocupación de
Santander, y la Armada italiana hostigará a los buques españoles republicanos y dificultara la llegada de
mercancías.
Portugal apoyo a los sublevados permitiendo introducir armas y petróleo por su frontera. Además, voluntarios
portugueses e irlandeses combatieron con Franco, que también contó con la importantísima participación de
soldados marroquíes del Protectorado español (Unos 100.000), reclutados a cambio de un salario y que todavía hoy
cobran ellos o sus viudas la pertinente pensión como soldados retirados.
EL COMITÉ DE NO INTERVENCIÓN: Francia simpatizaba con los republicanos, pero los ingleses recelaban de
las veleidades revolucionarias de algunos socios republicanos. En agosto de 1936, firmaron el Pacto de No
Intervención en España 27 países europeos, y en septiembre se creó el Comité de No Intervención. Francia y Gran
Bretaña pretendían así no alterar la política de apaciguamiento con Hitler y evitar la internacionalización de la
guerra, pero ello no consiguió impedir que los dos bandos recibiesen ayuda del exterior.
Negrín intentó resistir en el interior y forzar una mediación internacional, pero fracasó por la negativa de Franco
a pactar y por que Francia e Inglaterra mantuvieron su política de No Intervención en la Conferencia de Múnich
de Septiembre del 38. A pesar de ello, Negrín pensaba que un conflicto internacional estaba a punto de estallar, y
la República debía aguantar. Comunistas y militares estaban con Negrín, pero el Ministro de la Guerra (Prieto), el
Presidente de la República (Azaña), los anarquistas y parte de los socialistas, consideraban la guerra perdida, y los
militares también después de la batalla del Ebro. El golpe de estado del general Casado con el apoyo de Besteiro
para negociar la rendición, dio la puntilla a la República, aunque no logró que Franco negociase.
2.- LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
La Represión. En el bando republicano también asistiremos a una represión brutal contra el enemigo, sobre todo
en los primeros meses, contra la burguesía, militantes de la derecha, monárquicos, fascistas, religiosos, etc.
Recordamos, tristemente, las matanzas masivas de clérigos como la de Lérida a cargo de los anarquistas, o la
matanza de unos 4.000 presos en Paracuellos del Jarama (Arroyo de San José) y Torrejón de Ardoz (Soto de
Aldovea). Esta represión descontrolada se reducirá enormemente cuando el Estado recupere el control con el
gobierno Negrín, aunque seguirán produciéndose actos aislados y las chekas comunistas seguirán actuando en
locales donde se torturaba y se retenía a enemigos políticos.
En el bando nacional la represión estuvo organizada desde arriba y perseguía la eliminación sistemática del
enemigo ideológico o de clase, con leyes de excepción para someter a los prisioneros a juicios sumarísimos. Los
fusilamientos en masa de republicanos e izquierdistas en la plaza de toros de Badajoz (2.000 prisioneros), Málaga,
Teruel, Alicante, se unen a los tristemente famosos “paseos” a las tapias de los cementerios o a las cunetas de las
carreteras por bandas de falangistas (García Lorca). Antes de terminar la guerra Franco firmó la Ley de
Responsabilidades políticas para perseguir a los que habían apoyado la llamada “subversión roja” desde 1934,
incluyendo a los militantes de sindicatos-partidos de izquierdas o en el Frente Popular, condenándolos a la cárcel,
destierro, confiscación de bienes o fusilamiento. Se ejerció la justicia al revés, premiando a los rebeldes y
castigando a los defensores del régimen constitucional, confiscando sus bienes, depurando a los funcionarios,
médicos, maestros, miembros de la administración pública, etc. Se reprimió a los nacionalistas vascos, catalán y
gallego, imponiéndose la lengua castellana y reprimiendo su identidad particular. Acabó la guerra pero no estalló la
paz, ya que se impuso la revancha, la humillación y la represión del vencido durante la posguerra.
Consecuencias demográficas. Habrá cientos de miles de desplazamientos huyendo de la guerra, como los famosos
niños enviados a Rusia, y unos 500.000 muertos, de los que cerca de 150.000 corresponde a asesinados en la
retaguardia de ambos bandos. A estos hay que añadir unos 200.000 encarcelados, 28.000 condenados a Batallones
de Trabajo, 50 fusilados después de la guerra, y casi medio millón de exiliados. En los últimos meses de la guerra
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miles de republicanos huyeron de España por los Pirineos y por el puerto de Alicante (combatientes, intelectuales,
militantes de partidos y sindicatos), acabando en campos de concentración franceses, combatiendo en la II
Guerra Mundial, prisioneros de los alemanes en Mathaussen, y los más pudientes exiliados en América. Todo esto
repercutirá en un descenso de la natalidad y un agujero en el crecimiento natural de la población estimado en otro
medio millón de personas, de la que España no se recuperara hasta el Baby Boom de los 60.
Consecuencias culturales. Se trunco el esfuerzo de regeneración cultural y educativa de la Edad de Plata de la
cultura española (1898-1936). El franquismo ejecutó o destituyó casi al 60% de los maestros y profesores, y la
mayoría de los intelectuales de la generación del 27, y muchos científicos y artistas murieron o marcharon al
exilio: García Lorca, Buñuel, Antonio Machado, Alberti, Picasso, Américo Castro, Sánchez Albornoz…
Consecuencias económicas. Se destruyeron carreteras, ferrocarriles, puentes y casas. La producción agraria
disminuyó más del 20%; y la industrial un 30%, debido a la movilización de la población masculina como soldados. El
consumo de recursos y la Deuda contraída ampliará la distancia con Europa: Las reservas de oro del Banco de
España pagaron la ayuda soviética (oro de Moscú). La producción de 1931 no se recupera hasta 1951.
Consecuencias políticas. El triunfo de los sublevados dio paso a una dictadura militar durante 36 años, hasta la
muerte de Franco en 1975, aunque algunos creían que en 1939 se iniciaría una transición a un liberalismo de
derechas. La Dictadura apartó a España de la senda de las democracias occidentales, y su alineamiento con las
potencias fascistas en la II Guerra Mundial supondrá su aislamiento internacional y el bloqueo comercial, que
provocará los años del hambre hasta que EE.UU rompe ese aislamiento en los años 50. Además, Franco renunció a
cualquier posibilidad de reconciliación con los vencidos, alimentando la existencia de dos Españas.
TEMA 22: EL FRANQUISMO: Ideología, apoyos sociales, familias políticas, leyes fundamentales,
e Institucionalización del régimen).
1. La ideología del régimen franquista.
Franco fue un militar con escaso repertorio político e ideológico, de ideas conservadoras y habilidad para
adaptarse a las circunstancias. Intentó inculcar valores castrenses a la sociedad dentro de un régimen dictatorial
apoyado en el tradicionalismo católico y el nacionalismo exacerbado. Repartió el poder entre las distintas familias
políticas y se apoyó en el Ejército como garante de un régimen dictatorial, caudillista, represivo y centralista, en
el que Franco era Jefe del Estado, Jefe de Gobierno, Jefe de los Ejércitos y Jefe del Movimiento, con el título
de Caudillo. Nunca fue, en esencia, un régimen puramente fascista, aunque durante el período azul se aproximo
mucho, y más bien hay que encuadrarlo dentro de los muchos regímenes autoritarios, de derechas y de izquierdas,
que proliferaron durante el período y a los que sobrevivió.
Esta dictadura personal y totalitaria, con un partido único (El Movimiento) y varias familias entre las que Franco
distribuye cargos y ejerce de árbitro (monárquicos, católicos, militares…), no tiene una ideología clara, sino una
pluralidad de ideas compartidas por Franco y sus apoyos, y que se adaptarán a las circunstancias de cada etapa:
Los principios ideológicos podemos resumirlos en:
a) Nacional patriotismo: Los militares imponen el nacional patriotismo, que se resume en una idea unitaria y
tradicionalista de España, el rechazo al comunismo y valores castrenses como la disciplina, la austeridad, el
autoritarismo, el orden público, y unos comportamientos machistas. Se exaltará la idea de España como un
Imperio y los héroes nacionales (El Cid, los RRCC).
b) Nacional sindicalismo: La Falange aporta la idea fascista de Estado Corporativo, con el sindicalismo vertical o
sindicato único para encuadrar a todos los trabajadores (OSE), y otras corporaciones de adoctrinamiento
político de la juventud (OJE) y de la mujer (Sección femenina).
c) Nacional catolicismo: El catolicismo forma parte de la esencia de España y se convierte en pilar esencial de un
régimen tradicionalista, de moral católica, anticomunista y antiliberal. La Iglesia controlaba la forma de vestir,
de salir, de relacionarse, de casarse y la educación.
d) Principios ideológicos rechazados: Los militares, la Iglesia, la Falange o los carlistas, culpaban al liberalismo
republicano de todos los males de España, y rechazan los partidos políticos, las elecciones, el parlamentarismo,
y el obrerismo (comunismo, socialismo, anarquismo) causante de la violencia social y la lucha de clases. La
masonería y el judaísmo serán perseguidos como culpables de todos los males introducidos en el s. XIX y XX.
2. Apoyos y familias políticas. Socialmente, el régimen contará con el apoyo de las élites económicas y sociales (Alta burguesía, terratenientes,
nobleza), pequeños propietarios católicos, funcionariado franquista, y parte de las clases medias. Por acción u
omisión, por convicción o por miedo, Franco contó con un importante apoyo social, y la represión elimino
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físicamente a la oposición, logrando la "despolitización" de la sociedad. Se le atribuye a Franco la frase "Tú, haz
como yo, no te metas en política", y su ministro López Rodó, que también apostaba por la despolitización de la
sociedad, pensaba que la población se desinteresaría de la política cuando alcanzase un nivel de vida adecuado. No
fue así, y con el desarrollismo de los 60 y el crecimiento urbano, surgió una oposición entre estudiantes, obreros,
y un sector eclesiástico influido por el Concilio Vaticano II.
Políticamente la dictadura se sustenta en los Monárquicos, los ultra católicos del Opus Dei y la ACNP, Carlistas y
falangistas, y parte de la vieja derecha. Institucionalmente se sustentará en el Ejército, la Iglesia, y la Falange.
Entre estos grupos o Familias políticas repartirá el poder:
a. La Iglesia y los católicos: Monopolizan ministerios como Educación y Asuntos Exteriores., y se dividen en
tradicionalistas de la ACNP, dominantes entre 1943-57, y el OPUS DEI, que desde 1957 controla parte del
poder junto con los tecnócratas (Católicos con formación técnica que pilotarán el desarrollismo económico).
b. Falangistas y El Movimiento: El Movimiento es como se llamará desde 1943 al partido único (Falange Española
Tradicionalista y de las JONS). El Movimiento incluía al Partido propiamente dicho, al sindicato único (OSE), y
a corporaciones como la Sección Femenina o la OJE. Todos los cuadros del régimen pertenecían al Movimiento
y los funcionarios debían jurar fidelidad a sus principios. Los falangistas o azules (como familia del régimen)
controlaron tradicionalmente estas organizaciones, así como los ministerios como Agricultura y Trabajo.
c. Militares: El Ejército fue el sostén del régimen y el artífice de la victoria sobre la República. Controlado por
Franco y subordinado a su persona, siempre ocuparon 6 ó 7 ministerios.
d. Los monárquicos: Divididos en carlistas, que ocuparon frecuentemente ministerios (Justicia) e importantes
cargos públicos, y los donjuanistas, que perdieron presencia desde el Manifiesto de Lausana.
e. Los franquistas puros: Civiles y militares de indudable fidelidad y adhesión a Franco que consideraban el
golpe de 1936 como inevitable y defendían la continuidad del franquismo después de Franco: El Bunker.
Carrero Blanco fue el más importante hasta su asesinato por ETA en 1973, cuando ya había sido proclamado
Jefe de Gobierno.
3. Organización del Estado franquista. El Estado Totalitario franquista se sustentó en la idea de la democracia orgánica, las Leyes Fundamentales y el
apoyo del Ejército, Iglesia y Movimiento:
Estado Totalitario. Entre 1939-45 la Falange intentó imponer el totalitarismo, inspirado en la Italia fascista,
previó desmantelamiento del. Se establecerá el Partido único y la figura del Caudillo como Jefe Supremo (Je del
Gobierno, Jefe Estado, Jefe Partido, Generalísimo del Ejército) y se desmantelará el estado republicano:
Derogación Constitución del 1931, disolución Parlamento y de las Autonomías, prohibición partidos y sindicatos,
etc. La censura, la represión y un gran aparato de propaganda evitan la oposición y ensalzan el nuevo régimen.
Democracia orgánica: Desde 1945, inspirándose en las experiencias de Primo de Rivera y Mussolini, y para
contentar a las democracias vencedoras en la II Guerra Mundial, se intenta crear un régimen seudodemocrático
bajo el concepto de democracia orgánica: Integración de la sociedad en Corporaciones (la Familia, municipio,
Sindicato, etc.), que serán un instrumento de participación política y electoral controlada y dirigida, con
características particulares.
1. Se crearon tres Corporaciones para organizar esta democracia orgánica (Sindicatos, Familia y Movimiento),
además de otras organizaciones sociales (Sección Femenina, OJE).
2. La Ley Constitutiva de las Cortes restablece el Parlamento en 1942, formado por procuradores designados
por las corporaciones: sindicatos, familia y Movimiento. Los ciudadanos sólo elegían al tercio familiar a partir
de 1947. No hay división de poderes, ya que es Franco quién decide que leyes se envían a Cortes y cuales se
aprueban.
3. Sufragio: Habrá elecciones sindicales, municipales y a Cortes, pero en los municipios los votantes sólo elegían
a un tercio de los representantes (El tercio familiar). Para los referéndum (1947 sobre la Ley de Sucesión y
1967 sobre la Ley Orgánica del Estado) podían votar todos los mayores de edad, y para elegir al tercio
familiar de concejales o procuradores sólo los cabezas de familia mayores de edad (varones y mujeres
casadas). Habrá elecciones municipales en 1948, 1954 y 1966, y a Cortes en 1967 y1971.
4. Franco es el Jefe absoluta y Jefe del Gobierno, y elige a los Ministros de entre las Familias del Régimen, o
de instituciones como el Consejo Nacional, rectores Universidad, Alcaldes principales ciudades. La
administración territorial correspondían a los Gobernadores civiles, Gobernadores Militares, Capitanías
Generales, y los Alcaldes, elegidos por los Gobernadores, que ejercían Jefes del Movimiento locales.
Sindicalismo vertical: La Ley de Unidad Sindical prohíben los sindicatos libres y sólo existirá la O.S.E.
(Organización Sindical Española), compuesta de varias ramas sindicales de obreros y empresarios. Habrá
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elecciones sindicales para elegir a los representantes, pero las candidaturas siempre serán las oficiales (A partir
de los 60 surgen candidaturas libres de Comisiones Obreras poco a poco), el Secretario General tenía rango de
Ministro. El Estado controla salarios, jornada laboral, vacaciones, y prohíbe la negociación colectiva y huelgas.
Las leyes fundamentales del Estado: Constituyen el pilar jurídico del régimen y aparentan ser una constitución
fragmentada, ante la carencia de una auténtica Constitución democrática. Garantizan la seguridad jurídica,
justifican la existencia de las instituciones franquistas, organizan la vida política e imponen y la ideología
franquista. En total son 7 Leyes:
1. El Fuero del Trabajo (9-3-1938) regula las relaciones laborales, establece el sindicato único y prohíbe el
derecho a la huelga.
2. La Ley Constitutiva de las Cortes ((17-VII-1942) crea las Cortes franquistas de procuradores elegidos como
hemos visto más arriba (democracia orgánica), y con un papel consultivo más que legislativo.
3. El Fuero de los Españoles (17-VI-1945) recoge los derechos y deberes de los ciudadanos, admite el habeas
corpus y determinadas libertades, y da cierta apariencia democrática.
4. Ley del Referéndum Nacional (22-X-1945) permitía someter a referéndum popular determinadas cuestiones, y
votaban hombres mayores de 21 años y mujeres mayores de 25.
5. Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (26-VII-1947) concedía a Franco la potestad de elegir a su
sucesor y declaraba "España como un estado católico social y representativo que de acuerdo a su tradición
histórica se constituye en un Reino". Don Juan la rechazó y reclamó su derecho a la sucesión en una monarquía
democrática (Manifiesto de Lausana), pero en 1969 Franco designa oficialmente a D. Juan Carlos como futuro
Rey.
6. Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (17-V-1958) establece unos principios permanentes
e inalterables del Régimen, en consonancia con la modernidad de los tecnócratas contra la intransigencia
falangista.
7. Ley Orgánica del Estado (10-I-1967) oficializaba la democracia orgánica y el sufragio (Varones Cabeza de
Familia mayores de 21 años y mujeres casadas mayores de 25) para elegir el tercio de procuradores y de
concejales representantes de las familias.
4. Los pilares institucionales del régimen. 5. El Ejército: Los militares participan en Tribunales, Gobierno, Cortes, actos públicos o sociales, controlan
la represión, dirigen la policía, y aportan símbolos y claves ideológicas como la doctrina del caudillaje
militar. Se sienten orgullosos de su victoria contra los que “querían destruir España” y de su lugar de
honor en el régimen, compensando los bajos sueldos con privilegios.
6. La Iglesia: Sufrió una brutal represión en el bando republicano, pero aportó la idea de "Cruzada" y
legitimó el golpe de Estado, convirtiéndose en el principal instrumento diplomático, de propaganda, de
control de costumbres sociales y de censura. Franco intervenía en el nombramiento de Obispos y
Cardenales, y la Iglesia le permitía desfilar bajo palio en las Iglesias y procesiones. Organizaciones
católicas como Acción Católica logró influir en el régimen ocupando los ministerios de Justicia y Educación,
imponiendo un representante en la Organización Sindical, y disfrutando de subsidios económicos y
exenciones de impuestos. En los años 60 aparecen algunos “rebeldes” influidos por las doctrinas del
Concilio Vaticano II que rompen el apoyo monolítico al franquismo.
7. El Movimiento: El Decreto de Unificación de 1937 integró a la Falange de José Antonio Primo de Rivera,
los tradicionalistas carlistas y las JONS en un único partido, al que luego se llamará El Movimiento, y que
será la cantera de políticos y administradores (procuradores, alcaldes, gobernadores…), garante de los
principios ideológicos, y encargado de encuadrar y adoctrinar a las masas a través de la Organización
Sindical, Sección Femenina, Frente de Juventudes, Auxilio Social, SEU, y la OJE.
TEMA 23: EXPLICA LAS ETAPAS DEL FRANQUISMO Y LA TRASCENDENCIA DE LA
POLÍTICA INTERNACIONAL
Desde un punto de vista político-económico distinguimos varias etapas del franquismo: Etapa azul (1939-1945) y
nacional-catolicismo (1945-57) correspondiente a la autarquía económica (1939-1959); tecnocracia (1957-1969) o
desarrollismo económico; y crisis del franquismo (1969-75) o crisis económica desde 1973.
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1.TOTALISTARISMO Y GOBIERNOS AZULES, 1939-45.
La Falange, Serrano Suñer (cuñado de Franco) y la simbología e ideología fascista marcarán esta eta, condicionada
por la evolución de la II Guerra Mundial.
La Falange impulsó el corporativismo fascista y el encuadramiento de la población en el Sindicato, el Movimiento,
el SEU, el Frente de Juventudes, y la Sección Femenina. Se aplica la represión feroz y ponen en marcha el Fuero
del Trabajo y la Ley de Cortes de 1943, como paso previo a la democracia orgánica.
En 1940 Franco abandona la neutralidad por la no beligerancia, y se reúne con Hitler en Hendaya (Octubre de
1940). Franco reclama el Marruecos francés a cambio de declarar la guerra a Gran Bretaña y recuperar Gibraltar,
pero Hitler se niega. El Caudillo venderá la entrevista como un éxito que libra a los españoles de la guerra, aunque
se compromete a enviar a Alemania, alimentos, materias primas y minerales, y en 1941 Franco envía la División
Azul, con 18.000 voluntarios al mando de Muñoz Grandes, para luchar contra la URSS hasta 1944.
El enfrentamiento entre falangistas y carlistas en el bilbaíno Santuario de Begoña en 1942, con el lanzamiento de
una granada contra el ministro General Varela, provoca una remodelación gubernativa con menos ministros
falangistas y el alejamiento del fascismo más duro para lavar la cara a un régimen que ya intuía la victoria de los
aliados en la II Guerra Mundial, y que le lleva en 1943 declarar la neutralidad. Esto no evitó el aislamiento
internacional al acabar la contienda, como castigo por su actitud en la guerra y por su ideología, con la retirada de
los embajadores (salvo Argentina, Portugal y el Vaticano) en 1946, la exclusión de España del Plan Marshall y de la
ONU, y el cierre de la frontera francesa. Sólo Argentina ayudó enviando alimentos.
2.- AUTARQUÍA Y NACIONALCATOLICISMO, 1945-57.
Ante la ofensiva diplomática internacional contra el régimen Franco vuelve a reducir los ministerios controlados
por falangistas a favor de católicos, busca el apoyo del Vaticano, y aprueba el Fuero de los Españoles de 1945 que
establece la democracia orgánica y recoge una serie de derechos de los ciudadanos. La Ley de Referéndum
Nacional (permitía someter a consulta algunos temas) y la Ley de Sucesión ( define España como un reino, católico,
social y representativo, y a Franco como Jefe del Estado vitalicio con el derecho a proponer a las Cortes su
sucesor), le permite crear el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia, pero Don Juan rechazó esta ley en el
Manifiesto de Lausana, aunque en 1948 llegó con Franco al acuerdo de que Don Juan Carlos se educara en España y
pudiese suceder a Franco en la corona.
El enfrentamiento entre EEUU y Rusia (Guerra de Corea en 1950, Guerra Fría) hace que EE.UU considere a
Franco un posible aliado y facilita que la ONU levante el veto a régimen en 1950, que vuelvan los embajadores en
1951, y que en 1953 España firme el Concordato con la Santa Sede y el Tratado con Estados Unidos: ayuda
económica y créditos para comprar productos agrícolas, materias primas y equipo industrial, a cambio de instalar
bases militares norteamericanas en Morón, Rota, Zaragoza y Torrejón. Estos acuerdos acaban con el aislamiento
internacional y resuelven la falta de divisas, materias primas, bienes de equipo, y alimentos. Se pone fin al
racionamiento y el mercado negro, y se aborda la estabilización de los precios. España ingreso en la ONU en 1955
y sus organismos especializados (FAO, UNESCO, etc.) y la visita de presidente de EE.UU, Eisenhower, en 1959,
ratificó la amistad hispano-norteamericana.
La inflación provoco las protestas obreras de 1856, acompañadas de manifestaciones estudiantiles, que forzaron
una crisis de gobierno solucionada con el cese del ministro de educación, Ruiz Giménez, y la sustitución de
ministros católicos liberales por los tecnócratas del Opus Dei (López Rodó, Alberto Ullastres y Navarro Rubio),
que accedieron al nuevo gobierno de la mano de Carrero Blanco e iniciaron llevaron a cabo las reformas económicas
posteriores.
3.- TECNOCRACIA Y OPUS DEI, 1957-69.
Ullastres en comercio y Navarro Rubio en Hacienda, protagonizarán la nueva etapa y el desarrollismo económico,
mientras surge una oposición social liderada por los estudiantes, sindicalistas de CCOO, católicos vinculados al
Concilio Vaticano II, e incluso ex falangistas (Dionisio Ridruejo) y demócrata-cristianos que apuestan por una
transición a la democracia.
La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958) establecía las bases ideológicas, los tecnócratas
intentaron reformar y modernizar las instituciones y la economía, y la Ley Orgánica del Estado separaba los
cargos de Jefe de Estado y Presidente del Gobierno. En 1957 los españoles eligen, por primera vez al tercio
familiar de procuradores en Cortes, Franco designó a Carrero Blanco como sucesor en el gobierno y a Don Juan
Carlos como futuro Jefe del Estado, después de un referéndum.
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El franquismo se divide en los inmovilistas o bunker (Sector duro del Movimiento que se opone a cualquier
reforma) y los aperturistas (Sector más liberal del Movimiento), liderados por Fraga y Solís, que pensaban que el
desarrollo económico y social demandaban cambios políticos. Los aperturistas aprobaron la Ley de asociaciones
políticas que permitía avanzaba en la "democracia sindical" permitiendo candidaturas independientes, la Ley de
Prensa de 1966, promovida por el ministro de Información y Comunicación Manuel Fraga, y que creó la Agencia
EFE para controlar las noticias internacionales y ampliaba la libertad de prensa aboliendo la censura previa, pero
prohibía la crítica al Jefe del Estado, a los principios del Movimiento, y a las Leyes Fundamentales, pudiendo
cerrar medios de comunicación que no respetasen la ley. El escándalo de corrupción Matesa de 1969 fue utilizado
por los aperturistas para perjudicar al Opus, pero Franco impuso un nuevo gobierno Monocolor: Sólo franquistas
puros liderados por Carrero Blanco y con mayoría de ministros del OPUS.
La política exterior del período intentó acercarse a Europa y buscó el ingreso en la CEE, mantener la amistad con
EE.UU, y recuperar Gibraltar. Se firmaron acuerdos comerciales con la CEE, se prorrogaron los acuerdos con
EE.UU, y la ONU aprobó una resolución favorable a la descolonización gibraltareña, pero no fue aceptada por Gran
Bretaña y España cerró la frontera con el peñón en 1968. España aceptó la independencia de Guinea Ecuatorial y
cedió el Ifni a Marruecos, pero pretendió conservar el Sahara, hasta que en 1975, después de la Marcha Verde,
se acordó repartir el Sahara entre Marruecos y Mauritania.
8. EL APERTURISMO Y LA CRISIS FINAL.
Los grupos opositores dentro y fuera de España, la presión internacional, el cambio social y económico, la decadencia física de Franco, ETA, y la crisis del petróleo, provocan la crisis final. En 1969 Franco dirá “Todo está
atado y bien atado”, después de delegar la Presidencia del gobierno en Carrero Blanco y de que las Cortes
designasen D. Juan Carlos sucesor de Franco en la Jefatura del Estado.
Carrero Blanco dirige el nuevo gobierno monocolor de tecnócratas del OPUS, excluyendo a los aperturistas, y
promueve la Ley de Educación de Villar Palasí (EGB, BUP). La economía todavía seguirá creciendo hasta después de
1973, pero la oposición social surgida en la década anterior continuaba creciendo y reivindicado cambios
democráticos, y el terrorismo incrementa sus atentados a pesar del Proceso de Guerra de Burgos en 1970. Carero
es nombrado definitivamente Presidente del Gobierno en 1973, pero el 20 de diciembre fue asesinado por ETA.
Arias Navarro sucede a Carrero y parece inclinarse por el aperturismo en su discurso conocido como "el espíritu
del 12 de febrero", pero la ejecución del anarquista catalán Puig Antich en 1974 demostró lo contrario. Los
inmovilistas del Bunker imponen la represión para acallar las corrientes aperturistas de la sociedad y de muchos
políticos: En 1974 se crea la Junta Democrática liderada por el P.C.E. (comunistas, monárquicos donjuanistas,
socialistas de Tierno Galván), y en 1975 la Plataforma de Convergencia Democrática del P.S.O.E. (socialistas,
cristiano demócratas y liberales), unificadas en la llamada Platajunta.
Antes de morir Franco, después de una larga agonía, el régimen se despide los el fusilamiento de 3 terroristas del
FRAP y 2 de ETA, y cediendo a los intereses de Marruecos sobre el Sahara con la firma del Tratado del 14 de
noviembre que reparte el territorio entre Marruecos y Mauritania, después de la "Marcha Verde" o invasión del
Sahara por 200.000 civiles marroquíes. Franco muere el 20 de noviembre de 1975 y el 22 fue coronado don Juan
Carlos I como rey de España.
TEMA 24. ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN EL FRANQUISMO: ETAPAS Y
CARACTERÍSTICAS.
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1.1. Autarquía y economía de posguerra,1939-1956. La autarquía es una política económica que busca el autoabastecimiento y la autosuficiencia, sustituyendo las
importaciones por productos nacionales, e imponiendo una fuerte intervención del Estado en la economía:
Inversiones públicas, creación empresas estatales, control de precios de de importaciones… Inicialmente intenta
imitar la economía fascista, pero después la autarquía vendrá impuesta por el aislamiento político y comercial al
que los aliados someten a España. Los resultados fueron desastrosos, y España no alcanzó la renta per cápita de
1935 hasta 1952.
La agricultura: Ideológicamente el régimen ensalza los valores tradicionales del mundo rural, pero anuló la
reforma agraria republicana, aunque impulsa colonizaciones, planes de regadío, las concentraciones parcelarias
desde los cincuenta, y el SNT (Servicio Nacional del Trigo) que compraba todo el trigo a un precio fijo para
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revenderlo también a precios fijados, provocando la reducción de la producción, la ocultación y el estraperlo, para
evitar esos precios oficiales.
La industria y el comercio: La Ley de promoción industrial contemplaba incentivos, deducciones de impuestos y
licencias especiales para crear industria llamadas de interés nacional o estratégicas (industrias de guerra y bienes
de extrema necesidad). En 1941 se creó el INI (Instituto Nacional de Industria) para gestionar las empresas
públicas (ENASA, ENDESA, RENFE, IBERIA, TELEFÓNICA, etc.). La industria hidroeléctrica y la siderurgia
crecen mucho, mientras que la textil disminuyó su producción.
El comercio: Las Importaciones y exportaciones estaban intervenidas por el Estado (necesitaban permiso del
gobierno), provocando una gran escasez de bienes, desabastecimiento de alimentos, mercado negro, y cartillas de
racionamiento.
El régimen culpó de la crisis a la "la pertinaz sequía", pero será la política autárquica y el aislamiento internacional
que nos dejo fuera del Plan Marshall, lo que explica la crisis, el hambre y la miseria de los años 40. La agricultura
no puede abastecer las necesidades de la población, la producción industrial retrocede al faltar materias primas,
capitales y tecnología, y el paro y los bajos salarios extienden la miseria.
El 14 de mayo de 1939 se promulgó el racionamiento para productos de primera necesidad hasta 1951. Cada
familia tenía dos cartillas de racionamiento, una para la carne y otra para el resto de alimentos, pero en 1943 se
establecieron las cartillas individuales que fijaban la cantidad de raciones e incluso los días en que se podían
comer ciertos alimentos. El hambre se agudizó entre 1946 y 1949, sobre todo en las ciudades, ya que en el campo
era más fácil acceder a productos de cercanía. El mercado negro, estraperlo o contrabando, mercadeaba con el
café, el trigo, el tabaco, el aceite, etc. En este mercado los ricos obtenían de todo a precios muy caros, mientras
que en el mercado legal apenas había productos, ya que la corrupción los desviaba al mercado negro. Los años del
hambre (1946-49) también fueron los años de la inflación, por la excesiva emisión de moneda para financiar la
deuda y las importaciones, aumentando el déficit comercial, cayendo la competitividad y la renta per cápita.
En los 50, con la ayuda americana, se recuperan los índices de producción anteriores a la guerra. Aparecen
industrias importantes automovilísticas (SEAT, Pegaso, Barreiros), de motocicletas (Montesa, Derbi, Bultaco) y
electrodomésticos, y el gobierno inicia un extenso proyecto de construcción de pantanos hidroeléctricos y de
regadío. Sin embargo en 1957 los desequilibrios internos llevaron a España al borde de la banca rota por la
inflación, el déficit de la balanza de pagos y la escasez de reservas.
1.2.- El desarrollismo de los años 60. Los nuevos ministros tecnócratas (López Rodo, Navarro Rubio y Alberto Ullastres), procedentes del OPUS,
pusieron en marcha el Plan de Estabilización de 1959, para sanear las cuentas públicas y liberalizar la economía,
como exigía el FMI y el Banco Mundial para conceder ayudas al desarrollo. Para reducir la inflación se subieron los
tipos de interés y se bajaron salarios; para equilibrar las cuentas del estado se subieron impuestos, se devaluó la
peseta (El dólar paso de 42 a 60 pesetas), y se limitó el gasto; y para equilibrar la balanza de pagos se penalizaron
las importaciones y se fomentaron las exportaciones. Todo esto paralizó la economía, aumentó el paro y aumento
la miseria, pero a medio plazo sentó las bases del crecimiento futuro. El desarrollo posterior se cimentó sobre el
saneamiento económico y una coyuntura internacional favorable. Las inversiones extranjeras, las remesas enviadas
por los emigrantes y los ingresos por turismo, financiaron el crecimiento industrial y el crecimiento económico denominado por la prensa oficial “milagro español”.
López Rodó pone en marcha los Planes de Desarrollo y la Comisaría del Plan de Desarrollo, para planificar el
crecimiento, impulsar la industrialización y corregirlos desequilibrios territoriales. Habrá tres Planes entre 1962-
1975 y la creación de los Polos de Desarrollo o comarcas beneficiadas por bonificaciones y rebajas fiscales para
atraer industrias.
Dice Rostow que "España consiguió todo a la vez" en referencia a la industrialización completa, modernización
económica, sociedad consumista, y reducción de la distancia con Europa. En un corto periodo de tiempo -una
década aproximadamente- España se situó entre las diez potencias industriales del mundo gracias a tasas de
crecimiento anual superiores al 6% gracias a:
1. Cambio estructura población activa: reducción en el sector primario y aumento en secundario y terciario.
2. Dominio producción industrial y el sector servicios en el PIB.
3. Aumento exportaciones y del consumo interior.
4. Crisis de la agricultura tradicional provoca el éxodo rural, la mecanización agrícola ante el aumento de
salarios, el abandono de muchas tierras y la especialización de cultivos orientados al mercado.
5. La industria lideró el crecimiento: Siderurgia, metalurgia, cemento, química, automoción, astilleros,
electrodomésticos, bienes de equipo... Además del País Vasco, Madrid, Cataluña y Asturias, la industrialización
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se extendió por el Valle del Ebro (Zaragoza y Navarra), Levante (Tarragona, Valencia...) y ciudades como
Valladolid, Burgos, Sevilla, Málaga...
6. El sector servicios creció exponencialmente, sobre todo el comercio, banca y seguros, administración pública,
transportes, y el turismo.
7. Inversiones públicas: Pantanos hidroeléctricos, electrificación ferroviaria, carreteras...
El capital para financiar este crecimiento se obtendrá de:
a. Los inversores extranjeros (EE.UU, Francia, Suiza, Alemania y Gran Bretaña) atraídos por los bajos salarios,
un mercado en expansión, escasa conflictividad y la permisividad sobre contaminación y fiscalidad. Estas
inversiones contrarrestaron el déficit de la balanza de pagos.
b. El turismo se convertirá, a medio y largo plazo, en la primera industria nacional, aportando divisas para
equilibrar la deficitaria balanza de pagos.
c. Los emigrantes a Europa (Alemania, Francia, Suiza…) hasta 1973, además de reducir la presión demográfica y
el paro, enviran sus ahorros par que las Cajas de Ahorro los canalicen hacia inversiones industriales.
1.3.-La crisis económica final, 1973-75. En palabras de Julián Marías, "España había dejado de ser un país subdesarrollado y se había convertido en un
país mal desarrollado". El desarrollo provocó un excesivo peso extranjero en la economía, desequilibrios
sectoriales y territoriales, el proteccionismo lastró la productividad y la competitividad, frenando la generación
de empleo y la inflación.
La dependencia exterior de materias primas, fuentes de energía y tecnología, hizo que la crisis de 1973,
provocada por la subida de precios del petróleo, fuera más duradera y profunda en España. Se desmoronó la
llegada de turistas se y las inversiones extranjeras, y se paralizó la emigración. La estanflación (inflación más
paro) provocada por el alza de precios, aumento déficit balanza comercial, y reducción del P.I.B se instaló en
España durante mucho tiempo.
222... LLLAAA SSSOOOCCCIIIEEEDDDAAADDD...
El Estado, la Falange, el Ejército y la Iglesia, impusieron una ideología única y la censura vigilaba la prensa, la
imprenta, la radio, pero también las costumbres, la moralidad y el comportamiento en los cines, bares,
restaurantes, cafés, teatros... La Iglesia opinaba, y casi legislaba, sobre la vestimenta, los baños, los bailes, las
fiestas, las relaciones sexuales... El Frente de Juventudes u OJE, que encuadraba a la población juvenil
obligatoriamente, organizaba campamentos, concentraciones y ciclos educativos de formación política., al igual que
la Sección Femenina con las mujeres. El SEU controlaba la Universidad, y la asignatura de Formación Política en
los colegios difundía la doctrina falangista, mientras que el Movimiento se encargaba del adoctrinamiento del
resto de la población, y encuadraba a numerosos militantes que encontraban en él una gran seguridad y la
posibilidad de escalar puestos y lograr favores políticos.
El crecimiento demográfico se detuvo con la Guerra y la crisis de posguerra. A partir de los años 50 se inició el
éxodo rural (migración masiva del campo a las ciudades) y al extranjero. Las ciudades crecerán
descontroladamente, apareciendo el chabolismo, barrios obreros, ciudades dormitorios, especulación urbanística,
y falta de equipamientos urbanos. Al mismo tiempo se produce una importante emigración a Europa y, en menor
medida, a América. El baby boom, incremento de la natalidad, provocará un importante crecimiento demográfico a
pesar de la migración al exterior.
El Estado, en los 60, abordará la relajación de la represión y el control ideológico, al tiempo que empieza a
desarrollar una legislación social con la creación del seguro de desempleo, la Seguridad Social con el régimen
general y los especiales (autónomos, trabajadores del campo, artistas...), y la Ley de Educación de Villar Palasí en
1970 con la EGB, la FP y el BUP y la política de becas permitirá que los hijos de las clases medias y bajas accedan
a la educación gratuita y la política de becas.
La sociedad se estructuraba en torno a:
a. Clase alta: Grandes propietarios de tierras, alta burguesía financiera, industrial y comercial, y las altas
jerarquías de la Iglesia, la Falange y el Ejército. Los grandes propietarios agrícolas pierden importancia
respecto a los principales empresarios industriales y del sector servicios, los altos cargos del Estado y del
Ejército.
b. Clase media: Aumenta el número de sus integrantes, con la pequeña y mediana burguesía y propietarios
agrícolas, profesiones liberales, administrativos, funcionarios, cargos medios del Movimiento, la Iglesia y el
ejército, obreros muy cualificados.
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c. Clase baja: Jornaleros agrícolas, obreros industriales, y asalariados en general. Todos integrados en el sindicato único desde la Ley de 26 de enero de 1940 sobre Unidad Sindical. Junto con el grupo muy numeroso
de ciudadanos sin trabajo, sufrirán los rigores del racionamiento y del hambre, hasta que desde los 50 se
inicia la mejoría económica.
A partir de los 60 el crecimiento económico reduce el paro a cifras testimoniales, y la mayoría de la población
podrá acceder a una incipiente sociedad consumista, sobre todo entre las clases medias de las ciudades,
reduciendo el porcentaje salarial destinado a alimentación y aumentando el destinado a vivienda, automóvil,
electrodomésticos, ropa, ocio (fútbol, cine, vacaciones). La sociedad se moderniza, se seculariza, se vuelve más
abierta y tolerante, reduciéndose la religiosidad y amentando las reivindicaciones sobre libertad.