Post on 26-Nov-2015
Diario La voz del interior
Una chica de provincia Selva Almada se gan los elogios del pblico y de buena parte de la crtica con El viento que arrasa, su primera novela. Un pastor y su hija, un mecnico y su hijo adoptado son los cuatro personajes que protagonizan una historia mnima en un
paisaje hostil.
Por Luciano Lamberti
A finales de 2012, una novela irrumpi con fuerza en las listas de votaciones de "libro del ao".
Se llamaba El viento que arrasa y su autora, pese a tener publicados un libro de cuentos (Una
chica de provincia), uno de poemas (Mal de muecas) y una nouvelle (Nios), era joven y
casi desconocida. Pronto llovieron elogios desde los suplementos culturales e incluso desde la
voz autorizada y legitimante de Beatriz Sarlo.
Nacida en 1973, en Entre Ros (actualmente vive en Buenos Aires), Selva Almada se form en
el mtico taller de Alberto Laiseca, al que an acude para leer su produccin. Dice sobre la
experiencia: "No es un taller convencional, Laiseca nunca te va a marcar una cuestin de
puntuacin, es muy libre en un sentido. Aprends de l a travs de lo que charls, de sus
lecturas y de su experiencia de vida ms que cmo formatear un cuento o cmo hacer una
descripcin. En ese sentido, es un poco mitolgico. Su gran acierto es que te alienta a encontrar
tu propia voz. Yo misma soy docente y a veces me tengo que contener para no llevarlos a lo
que me gusta leer a m".
Narrada en un lenguaje sencillo, claro y econmico, El viento que arrasa cuenta una historia
mnima, con cuatro personajes y lo que en la preceptiva se llamara unidad de tiempo y lugar:
un pastor y su hija, un mecnico y su hijo adoptado, un auto descompuesto. Alrededor, el paisaje
deprimente y hostil del desierto chaqueo, casi un personaje ms en la historia.
"Conozco el Chaco de haber ido varias veces", dice Almada. "Me pasaba que sala de Entre
Ros, que es como un vergel, y me iba a meter en el norte santafesino y sur del Chaco, que es
desrtico y llano. Me pareca un paisaje hostil, yo lo rechazaba y l me rechazaba a m. Entonces
plante esa dicotoma entre el paisaje chaqueo y el entrerriano, la infancia del pastor transcurre
en Entre Ros y est llena de ros y rboles, es donde tiene lugar su bautismo".
Uno de los aciertos en el libro es el uso de los dilogos, que suenan crebles sin ser
costumbristas, algo poco visto en la narrativa contempornea. "En los relatos anteriores le
escapaba siempre al dilogo porque me pareca que cada vez que lo usaba quedaba impostado.
Y en cambio ac la novela de hecho arranca con un dilogo, y ah me di cuenta de que
funcionaban, me parecan verosmiles. Por ah no soy muy observadora, pero s tengo mucho
odo para captar cosas que pasan, o frases, o giros, que me gustan, me interesan, me parecen
pintorescos".
El otro acierto es la prosa: cuidada, econmica, profundamente sensorial, recuerda un poco a
la de ciertos narradores de la dcada de 1970 como Haroldo Conti o Daniel Moyano, y menos
a los desvos y las disgresiones que suelen caracterizarse como "escritura femenina". La de
Almada es, en este sentido, una escritura masculina, til y transparente, que parece dejar hablar
a los personajes por s mismos sin la molesta intervencin del autor, y con un concepto de la
sugerencia que recuerda a la teora del iceberg de Hemingway.
"Ya me han dicho que mi escritura no es tpicamente femenina", dice la autora. Y aade: "Igual,
las escritoras que me gustan no trabajan con ese tono. No me interesan las historias domsticas
con dramas o romnticas. Me gustan las historias que avanzan. Y me da ms curiosidad el
mundo de los hombres que el de las mujeres. Eso se nota en la novela, donde las madres estn
ausentes. Lo que no quiere decir que en mis cuentos no aparezcan mujeres, pero no son
mujeres comunes nunca, son quizs ms masculinas. Por ah es la mirada que yo tengo sobre
las cosas, sobre el mundo".
Novela moralEl viento que arrasa es una novela moral, en el sentido que le da a esa palabra
la tradicin de escritores del profundo sur norteamericano. Como en Pedro Pramo de Juan
Rulfo, los personajes de Almada viven en un infierno en la tierra, una zona despoblada y pobre,
y esto parece ser el resultado de sus propias acciones pecaminosas. En todos hay una prdida,
un recuerdo doloroso que puede resumirse en una imagen, una fotografa. "En ese tiempo haba
empezado a leer a Flannery O` Connor y Carson Mccullers", dice Almada. "De Faulkner
le Mientras agonizo, y algunos cuentos sueltos, y creo que lo que hay suyo en la novela est
ms pasado por el ro de Onetti. Eleg la figura del pastor porque necesitaba la excusa de alguien
que viajara, y los viajantes de comercio ya casi no existen y son un lugar muy transitado. Y como
yo voy mucho al Chaco me haban llamado la atencin la cantidad de cultos evanglicos".
La accin cuenta en simultneo la vida de esos cuatro personajes, la espera para que le arreglen
el auto al pastor, que debe seguir viaje, los flashbacks que permiten entender su historia y los
sermones del pastor. Y todo se encamina hacia un final digno de una buena pelcula argentina.
Porque El viento que arrasa es tambin una "novela cinematogrfica", como dice la contratapa,
casi servida para su adaptacin. "Hay una propuesta bastante firme de un productor -adelanta
Almada-, que ya casi est cerrada. Hubo un par de directores puntuales, pero nos convenci
esa. En ese momento incluso me plante si era necesario llevar el libro al cine, si no era mejor
dejarlo como estaba. Despus pens que la pelcula nunca va a ser el libro, va a ser la obra del
director o el guionista, no ma".
Uno de los temas centrales de la novela son los vnculos familiares, cuyas rupturas marcan la
vida de los personajes. Almada es contundente al respecto: "La familia, como institucin, la
familia convencional, me parece algo que necesito poner en crisis todo el tiempo -dice-. Yo
vengo de una familia disfuncional, entonces cuando veo pap, mam, la nena, el nene, y son
todos felices, no les creo. Siempre estoy poniendo en cuestin a la familia, con todo lo que gira
alrededor. La familia es el lugar de proteccin: mentira. Las peores cosas suceden muchas
veces ah adentro".
"La idea de que la sangre tira tambin me parece un discurso vaco -seala la escritora-. O la
idea de que por que sos familia te tengo que defender a capa y espada aunque te hayas
mandado una cagada terrible. Esa cosa argentina de que lo primero es la familia es una idea
que me da escozor. Por eso en mis historias las familias nunca estn completas, siempre les
falta una parte".
Un poco de vrtigo
El sello Mardulce acaba de publicar Ladrilleros, la segunda novela de Selva Almada, que define
como "un poco ms larga y ms digresiva" que la primera. La expectativa es grande y la autora
confiesa que le da "un poco de vrtigo". Adems, reafirma su eleccin de un proyecto mediano
como Mardulce antes que los grandes grupos editoriales. "Me siento ms cmoda con ellos. Me
gusta la editorial, me gusta el catlogo que estn armando. Trabajo muy bien con Damin
Tabarovsky. Me acompaaron mucho en todo el proceso del libro, ellos se ocuparon de la
prensa, de llevarlo a una distribuidora. Yo puedo opinar sobre las tapas, cosa que no es habitual.
Es una idea quizs un poco romntica de la vieja relacin del editor con el autor, que lo
acompaa durante toda su obra y toda su vida. Tampoco me voy a cambiar de editorial para
ganar plata".