Post on 26-Sep-2018
i\1ercedes Pasclltll 1\rtitJ~/tl
Josep XaPier Esplugurs i Prllicer
Atlar(a Euge11itl Galitwa Súucluz
Eva Trescas lro l..ófH'Z
)osep Henrc1bm - A~lesln•
(Edito~)
Turis1ne, Gastronon1Ia, Oci i Salut als
nuazicipis valencians: Una Perspectiva
Històrica
Turisme, Gastronomia, Oci i Salut als municipis valencians:
Una Perspectiva Històrica
Seminari d' Estudis sobre la Ciència
Mercedes Pascual Artiaga
Josep Xavier Esplugues i Pellicer
Marra Eugenia Galiana Sanchez
Eva Trescastro L6pez
Josep Bernabeu- Mestre (Editors)
Imatge de l'Ajuntament de Sant Vicent del Raspe1g
Sant Vicent del Raspeig 2012
Co/./aboreu·
AYUN IAMI E NTO OE
SAN VICENTE DEL RASPEIG
""- Univer'iitat d'Aincanr I "- Universidad de Alicante
CODE:O
V•crntt· ''a t.ICII\'O JnM·n•l~r~;~ Voetntt!Ot~<• dc Ú\tn510n Unf';tl'\ol3n~
Grupo Gadea de flfvtsligaci611
fJf GENERALITAT ~VALENCIANA
U11ivemdad Mig ut! HmufHdez y U11ivtrsitnt d'Alaca11t Programa Promtteo de la Grneralitat Valtncimlll ( 2009/122)
Edt ta: Semi1tari d'Est11dis sobre la Citucia
ISBN, 84-695-6635-o ISBN· 978-84-695-6635-o
[mpressi6: l11d11rtrias Grtíficas Elull, SL
INDEX
ÍNDEX
PRESENTACIÓ
l. Las relaciones enn·e turismo y salud como construcdón histó rica Enrique Percliguero-Gil -·-- ----·---- ------------·------------13
2. La costa valenciana com a estació hivemal. Medicina, clima i medi ambient a les acaballes del segle XIX josep L Barona Vilar; joan A Micó Navarro ·-----------------
3. Del hospital al batneario: arquirecturas para rratar y prevenir las enierrnedades
41
Andrés Martínez Medina ·------- - -----·-------·--··------- ----- 57
4. El balneari de Benimarfull durant els segles X:VUI i XlX a través de l'obra de Madoz complementat amb els tractats d 'hidrologia mèdica de l'é poca Amparo Marco Torres; Empar· Sanz Marco-- --·-----··---·------105
5. Los baños de mary el turisme litoral desde la perspectiva urbanfstica: el paradigma de Benidorm jose Luis Camarasa Garcia - ··----·------ --·------------ -----·-------131
6. Salut, banys de mar i el primer turisme de litoral a la futura Costa Brava Laura Francès San Martín;josep M Comelles Esteban; Sílvia Alemany Nadal _______ ____________ ______________________________ l53
7. De balneari a hotel: el turisme gandià entre 1894 i 1959 j esús E. Alonso i López --------------·----------------- - 177
8. El drama de las ferrilidades inertes Maria Elia Gutiérrez Mozo -----·---
_________ ____________ 195
fNDEX
9. Mercats municipals: de símbols de la higiene d'aliments a espais d'oci Mireia Alonso-Monasterio; Ximo Cuíllem-Liobat --··-··---___ _
10. Nutrició i salut en els textos de gastronomia alacantina: l'obra de josé Guardiola Ortíz (1872-1946)
221
josep Xavier Esplugues i Pelli cer; María Eu ge nia Galiana Sanchez; Mercedes Pascual A rtiaga; Eva Trescastro López i josep Bemabeu-Mestre - -·· 241
11. La farmaciola femenina amagada a la jardineria popular dels pobles valencians l'Alcoià-Comtat Vanessa Martínez-Francés; Segundo Ríos Ruiz; ]orge]uan Vicedo____ 265
12. Bases ambientals per al foment de les iniciaLives d'oci i turisme de muntanya en el municipi d'Onil (Alacant) ]orge]uan Vicedo; Segundo Ríos Ruiz; Vanessa Martínez Francés, Gisela Draz Espejo.__··---- -----·----· ,----·--- 289
13. Cos, oci i sali ut al naturisme integral de la joventut obrera alcoiana (1900-1939) josep Maria Roselló i Castellcl ______ _____________ 307
14. La higiene del ocio: las inspecciones de los farmacéuticos titulares en salas de espect<kulos de los municipios valencianes (1954) Isabel Castelló Botia --- -·· ·------ 333
15. Aproximació a les malalties de Francesc de Borja (1510-1572) Francesc Devesa i jordà ___ ·-··------·-------------·---····-- 351
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•. 57
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR Y PREVENIR LAS ENFERMEDADES
RESUMEN
Andrés Martínez Medina
Dr. Arquitecto, Profesor Titular de Universidad
Departamento de Expresión Gráfica y Canografía
Escuela Politécnica Superior, Universidad de Alicante andresm.medina@ua.es
En el presenLe anfculo se estudian las relaciones existentes en materia
de hospitales entre la disciplina de la arquitecrura y la ciencia de la medicina en el periodo de las eras Moderna y Contemporánea (1450-1950), es decir: las
mtluencias entre ambas a través de sus respectivos avances y descubrimientos;
particularizado para Occidente y para las tierras valencianas. El recorrido jalona
los tipos arquitectónicos hospitalarios cruciforme, radial, pabellonario y colonja,
y los coloca en correspondencia paralela a las teorfas médicas hipocrática y galénica, la miasmática, la taxonomía y la nosología, para finalizar con las teorfas
del h1gienismo (sanitary movemenL) y la teoría microbiana de las enfermedades
con los cambios que esta última imroduce, junto a otros de índole técnica. Esto
supone un cieno distanciamiento entre arquitectura y medicina a partir del siglo
XX. Con la revolución industrial el tiempo era dinero; con la revolución sanitaria
elnempo sería vida.
A ello se añaden las relaciones entre las curas por hidroterapia,
talasoterapia y climatoterapia con los balnearios Lermales y los marinos. Se asiste
a la doble evolución: del enfrentamiento a la enfermedad como un acto de cura
de agudos y la arquitecrura vinculada emenillda como una máquina para curar
(los hospitales), al planteamiento de la salud como un acto de tratamiento de
crónicos y prevención, entendiendo la arquitectura vinculada como residencias
58 TURISME, GASTRONOMIA, OC// SALUT ••• :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
o lugares de residencia y/o ocio (los balnearios) . Las obras y proyectos
arquitectónicos más sobresalientes que ilustran el discurso son: el antiguo hospital
general de Valencia (s. XVI), el hospital civil de Oliver en Alcoy (s. XIX), el antiguo
hospital provincial de Alicante (s. XX), el balneario de Busor (ss. XIX-XX) , el
sanitarium de Babel (s. XIX) y el conjunto de balnearios marítimos que existían
por toda la costa valenciana (desde Torrevieja hasta Benicásim) y que han
desaparecido en su totalidad tras la ll guerra mundial.
Se efectúa un recorrido histórico por los tipos de hospitales, que se
plantean como arquitecturas para curar las enfermedades, hasta la aparición de
los balnearios, planteados como arquitecturas para prevenirlas.
Palabras clave: arquitecmra. hospitales, balnearios termales y marinos, higienismo.
1.- INTRODUCCIÓN: ARQUITECTURA Y CLENOAS DE LA SALUD
El tema que vamos a desarrollar trata de descubrir algunas de las
relaciones que han existido a lo largo de la historia entre la arquitectura y las
ciencias de la salud; todas ellas siempre han procurado por el bienestar de las
personas, en la salud y en la enfermedad, su razón de ser. El discurso se acota
temporalmente a las eras Moderna y Contemporánea (1450-1950) -correspondientes
al Renacimiento y la Modernidad en la historiografía del arte-, cinco siglos en los
cuales wdas las disciplinas sufren grandes cambios: el conocimiento de la tradición
es sustituido por el saber derivado del méwdo científico: observar, experimentar
y razonar, para poder encontrar respuestas lo más universales posibles a los
problemas concretos planteados. No obstante, las bases del conocimiento de la
arquitecmra no son tan precisas y científicas como lo pueden ser las de la medicina
y la enfermería, que son disciplinas más empíricas.
En este recorrido asistimos a la "evolución" acaecida en las arquitecturas
para albergar y tratar pacientes, sean agudos o crónicos. Arquitecturas que.
histórica y genéricamente, se han venido denominando "hospitales". Y puesto
que hay muy diversos tipos de enfermedades y, por tanto, han existido diversos
modos de tratarlas, podríamos pensar que han existido distintos tipos de hospitales,
tantos como enfermedades; pero la historia no es así de sencilla e inmediata. Un
capímlo singular, en este sentido. lo constituyen los balnearios que, de hecho,
asociamos más con la salud que con la enfermedad, más con el tratamiento que
con la intervención. Sea como fuere, tanto la arquitecLUra como la medicina y
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ..• 59
Fig. 01- Vista exterior actual del hospiwl cardíovascular de San Vicente (1950-63)
la enfenneria han trabajado para mejorar las condiciones de permanencia de lo::.
paciemes en las lnstaladones sanitarias y en la creación de tratamientos ambulatonos
o domicilíarios )', entre ellas. se han establecido influencias mutuas derivadas de
sus descubrimtenLOs y experiencias. Veamos algunas de ellas a lo largo de los
siglos propuestos en dos aparrados claramente diferenciados: hospilales y balneanos.
Arquitecturas para la intervención y/o cura de enfermedades (acmación mmed1ara)
y arquitecturas para la prevención y/o tratamiento de las m1smas (acLUadó n
prolongada). Cerraremos el discurso con los descubnmientos ciemificos que
tendrían su repercusión en las arquitecturas 'sanitaJias' del s. XX: los hospitales
se concenrrarfan en p lama, se desarrollarían en altura y buscarían el comacto con
la naturaleza, como el hospit.al Cardiovascular de San Vicente del Raspeig 1 Fig. O ll .
11.- HOS PITALES: MÁQU INAS PARA CURAR
l.- HOSPITALES: ARQUITECTURA PARA INTERVENIR ENFERMEDADES
1.1.- DEL ORIGEN Y SIGNlFICADO DEL TÉRMINO 'HOSPITAL'
Hospttal. Esta palabra, como hoy la entendemos, asoCiada al edificio
para la asisrencta y rraram1emo de enfermos, no tiene el mismo sentido en su
origen . Procede del sustamivo larino hospes, que significa "huésped", y del adjetivo
hospitéi1ts, que signiltca "hospitalano" u "hospitalidad", incluso "bondadoso" o
"benéfico"; todos estos sentidos y significados siguen plenamente vigentes: el de
atender en nuestra casa a familiares. amigos o desconocidos. ¿Por qué , pu~.
'hospital' se asocia con enfermedad si deriva del latín 'huésped' que es acogida?
60 TURISME, GASTRONOMfA, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Los vocablos existentes en las antiguas Grecia y Roma para referirse a las
arquitecLUras vinculadas con los enfermos tenían ralees que se han perdido.
"Hospital" (en español) u "Ospedale" (en italiano) se aplica a las arquitecturas
donde se alojan los pacientes desde un momento impreciso tras la caída del
imperio romano de Occidente. La primera vez que se emplea el término 'hospital'
para designar a las construcciones donde se internaban los enfermos se encuentra
en el 724 en un documento en la ciudad de Lucca, en el cual se cita la fundación
de un ospitale por parte del obispo (Iglesias 2011: 29). Su actual significado,
pues, queda vinculado a la iglesia cristiana. Hospital y hospitalario no son hoy
lo mismo (con salvedades), aunque tengan el mismo origen romano (del latín).
La irrupción del Cristianismo, y su implantación, cambió el modo de
ver las enfermedades del cuerpo ya que importaban más las dolencias del alma.
El saber médico de la antigüedad fue diluyéndose por la creencia de que la curación
sólo estaba en manos de Dios. Por esta "verdad", los centros asistenciales que se
fundaron a lo largo del milenio de medievo (ss. IV-XIV) no ejerclan la medicina
propiamente. Eran instituciones donde se practicaba la virtud cristana de la caridad.
Caridad y hospitalidad de atención al peregrino y al viajero, al desprotegido y al
desvalido, al lisiado y al tullido, al descarriado y al loco, al enfermo y al pobre.
Porque no habra más pobre que aquel que estaba enfermo de verdad: toda
enfermedad del cuerpo no podía ser más que un refiejo del desorden del alma.
Domus Pauperrimun (Pevsner 1979: 166), es decir: 'Casa de Pobres1, era el nombre
más habitual que recibían los hospitales que eran, a su vez, hospicios, asilos,
inclusas, beneficiencias, correccionales, lazaretos, manicomios y tamos otros lugares
donde recluir, sobre todo, a los indeseables, nocivos o dañinos. Esta vinculación
de los pobres a los centros asistenciales perduraría hasta bien entrado el siglo XIX,
incluso en Alicante (Pascual 2009: 69-ss) , de ahJ su nombre de 'beneficiencias'.
Por estos siglos medievales, "La multiplicación de instituciones hospitalarias coincide paradójicamente con la pérdida del conocimiento de los médicos" (Iglesias
2011: 28) . Todas estas edificaciones, siempre vinculadas a organizaciones
mayorüariameme religiosas, servian para dar satisfacción a estas necesidades de
reclusión cuyos tipos arquitectónicos tendían a ser contenedores genéricos o Simples de una sola planta y desde una hasta ues naves. Muy ilustrativo de todos
estos cambios es, en el plano del lenguaje y en el de la etimologfa, que "hospital''
en francés siempre se ha denominado "Hótel-Dieu": Domus Dei o Casa de Dios.
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•. 61
1.2.-EL REDESCUBRIMIENTO DE LOS CLÁSiCOS Y EL TIPO CRUCIFORME
Los cambios que se perfilan en tomo al Renacimiento, a partir del siglo
XV. tienen varias repercusiones importantes para nuestro tema. Por un lado, la
colocación del Hombre en el centro de interés de los conocimiemos -desplazando
a Dios como explicación de todos los acontecimientos- daría lugar al nacimiento
y consolidación de la "ciencia nueva" que alcanzarfa un cénit en el siglo XVlll,
con la Ilustración. Fundamental en este cambio fue la recuperación de los textos
y el saber del mundo clásico en relación a la medicina: las teorías hipocráticas
(Hipócrates, 460-370 aC) y galénicas (Galeno, 126-199) y, simultáneamente, el inicio de investigaciones en torno a la fisiología y funcionamiento del cuerpo
humano. El cuadro "La lección de anawmía del Dr. Nicolaes Tulp", pintado en
1632 por el joven Rembrandt (1606-1669) por encargo del gremio de cirujanos
de Ámsterdam, Uustra estos caminos que se adentraban en los misterios de la
vida y la muerte para hacerlos accesibles al conocimiento humano.
El mismo interés se despierta por el arte y la arquitectura clásicos, sobre
todo a partir del "redescubrimiento" del único tratado de arquitectura conservado
de la antigüedad y escrito por Marco Viruvio Pollion en el s. 1 aC: De Architectura. Con él se inicia una fecunda tradición de especulación teórica en tomo a las leyes
de la belleza, no exenta de apoyo en herramiemas científicas (como la perspecuva)
y en la visita a los restos arqueológicos grecorromanos conocidos. Esta nueva
tradición se plasmó en una amplia redacción de tratados sobre arquitectura e
ingeniería militar, muchas veces apelando a razonamientos teóricos y relaciones
con otras materias como la música o la matemática. Por úlrimo, el creciente poder
de los monarcas se apoyaría en los ejércitos y en la fidelidad de los municipios
(tras su emancipación de los señoríos feudales), lo que provocó un interés por
cemralizar las dispersas instituciones medievales asistenciales y de beneficiencia
en centros unitarios dependientes de los nuevos poderes civiles. La enfermedad,
como el ejército, comenzó a ser una cuestión más civil que religiosa. Y el Estado
civil -el de las ciudades-, como la arquitectura, había que hacerlo más a medida
del Hombre que de Dios.
El primer hospital planteado como un tipo arquitectónico suscepuble
de convenirse en ejemplo teórico a seguir y que organizaba ordenadamente las
d1stintas partes del mismo (sistematizando en forma y medidas sus dependencias)
62 TURISME, GASTRONOMÍA, OC/ 1 SALUT ... ;UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
bajo los principios unitarios de un todo, surgió a caballo de Florencia, Mantua
y Milán. Este esquema cruciforme tuvo un origen de orden práctico y adoptó la
forma de una cruz griega de cuatro brazos de similares longitudes desplegada en
una única planta (1334, Hospital de Sta. Maria la Nuova, Florencia); su lógica
pragmática no estaba exenta de simbolismo religioso. Un siglo después, Antonio
di Pietro Averlino (1400-1469), conocido como 11 Filarete, tomó como referencia
este edificio para proponer su Ospedale Maggiore para Milán (conocido por Ca1
Grande, 1456-ss), que dibujaría para su tratado de arquitectura que no se publicó,
lo que no impediría la difusión de la solución propuesta.
Se trataba de una gran pieza rectangular de dimensiones considerables para su época (22.000 m2), que se organizaba en planta mediante dos cuadrados
a ambos lados de un primer patio central en el cual se encontraba una iglesia de
planta centralizada y exenta. la simetrta estaba pensada para separar los sexos
y cada uno de los dos cuadrados, repetidamente, incluía en su interior una cruz
griega constituida por cuatro naves definidas por cuatro claustros que se cerraban
en su perímetro cuadrado por una serie de salas. Esta forma geométrica tan
elemental como rotunda, tan regular como equiUbrada, y tan simétrica como
estrictamente modu lada (235x94m= 2x94m+94/2m, es decir: 2x5=10 cuadrados
de 47m de lado; proporción 1:2,5), en el plano arquitectónico, evidencia un
cambio de estatus en el ejercicio del arquitecto que ahora adquiere protagonismo intelectual al pasar a proyectar y dirigir el conjunto de la obra, "pensada" como
una idea total y cerrada, no como una edificación que se hacia según las necesidades
comando con la asistencia del saber relativamente hermético de los diferentes
gremios del secwr de la construcción. FUarete no sólo cuidó los aspectos de
geometria y proporción, sino que tuvo presentes cuestiones funcionales e higiénicas
como las necesidades de limpieza, por lo que previó una red interior de canales
que recogía el agua de lluvia, cuya referencia eran las ordenanzas propias de los conventos y monasterios medievales (un saber que se recopilaba).
la propuesta de Filarete fue conocida por Europa y en España tuvo
mucha fortuna. El arquitecto Enrique Egas (1455-1534), por encargo de los Reyes
Católicos, replanteó e inició las obras de tres de los cinco hospitales que responden
a este modelo y que se construyeron por las ciudades más importantes de la
península: el hospital de la Santa Cruz en Toledo (ca 1504-14), el Hospital de
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITEITURAS PARA TRATAR ... 63
los Reyes en Santiago (ca 1501-11) y el Hospital Real en Granada (ca 1511-26);
alguno de ellos, no sólo para enfermos, sino también para la asistencia a niños
huérfanos y desamparados (Lampérez 1993). A estos hay que añadir el algo más
tardío Hospital de las Cinco Llagas o de la Sangre (de Cristo) de Sevilla (ca 1546-
59, que funcionaría como tal hasta 1972) y el de Valencia (ca 1494-1512/45/ss),
el más temprano de ellos. Todos responden a una de las partes del modelo de
Ftlarete para Milán, disponiendo sólo de uno de los cuadrados donde se insertaba
la cruz griega con los cuatro patios en cada uno de los cuadrantes interiores
(resulta interesante esta relación continua de proporciones: cuadrado dividido
eh cuatro claus tros mediante cuatro naves, todo dispuesto simétrica y ordenadamente según dos ejes ortogonales). Cada brazo de la cruz constituía una
enfermería de dos plantas (conectadas por escaleras abiertas a los claustros), cuyas
naves se interseccionaban en el crucero, vacfo en sus dos niveles, donde se situaba
el altar para que la liturgia fuera o visible o audible por rodos los enfermos. Si la inctpiente ciencia fallaba, en última instancia quedaba apelar a Dios.
La ampliación hasta dos en el número de p lantas multip licaba la
capacidad de acoger camas para enfermos o pobres, lo cual evidencia el crecimiento
de las ciudades y la importancia de sus órganos de gobierno , de los cuales
dependían estas instituciones ya civiles. De hecho, fue con el Renacimiento cuando
la medicina salió de los monasterios y de los centros religiosos y pasó a enseñarse
en las universidades al tiempo que los médicos entraron a trabajar en los hospitales
Oos actuales residentes), desplazando a los clérigos en su poder curativo, si bien
las órdenes religiosas siguieron siendo las encargadas de los trabajos de asistencia
a Jos pobres enfermos. La vida y la muerte, la salud y la enfermedad, ya no sólo
eran cuestión divina sino que el estado se entrometía en su administracióiL Los
hospitales, muy necesarios para los soldados, pasaban a ser un asumo de Estado
o, cuando menos, dependieme de la autoridad municipal.
1.3.- EL HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA
El antiguo hospital general de Valencia (en realidad Hospital Vell u
Hospital de los Pobres Inocentes) [Fig. 02] rrataba de unificar en una única
edificación las distinras instituciones benéficas que existían en la ciudad, a partir
del hospital general de locos (Hospital deis Folls i Orats -orates: bobos-) que se
había fundado hacta 1409 (Bérchez 1983, U: 345), para lo que resultó idóneo
64 TURISME, GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 02- Planta del hospital general de Valencia (hacia mediados del s. XIX)
este nuevo tipo arquitectónico cruciforme que permitía separar distintos tipos
de pacientes en las ocho salas disponibles. Este hospital (en funcionamiento hasta 1960), con los años, entre sus ampliaciones incluiría la facultad de medicina
(donde ejerció docencia Ramón y Cajal) , hasta el traslado de esta a un nuevo
emplazamiento a principios del siglo XX.
Este hecho nos revela dos cuestiones interesantes. Una: que los hospitales
eran construcciones "vivas", sometidas a continuos procesos de ampliación y crecimiento, lo que desembocaría, en una mayoría de casos, en más densidad
edi[icada y en un empeoramiento acumulativo de las condiciones de salubridad.
Y dos: que los hospitales devendrían en centros de investigación y práctica médica,
de aquí que las facultades de medicina salieran de muchas universidades para
alojarse físicamente junto a su objeto de estudio: los enfennos. No obstante, antes
de avanzar en el tiempo, conviene apumar que este modelo en cruz no fue la
única solución arquitectónica, si bien la mayoría de los hospitales se generaron a partir de un patio claustral al que se adosaba un templo ya que, en última
instancia, importaba más la sanación del alma que la del cuerpo.
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 65
2.- LA TEORÍA MIASMÁTICA
Y LOS HOSPITALES COMO MÁQUINAS DE AIREACIÓN
2.1.- PLANTEAMIENTOS MÉD ICOS Y PROPUESTAS ARQUITECTÓNICAS
El trayecto que nos traslada hasta mediados del siglo XVlll, en plena
1lusrración, está salpicado de algunas propuestas significativas, si bien nos interesa especialmente esta centuria de derroche de racionalidad y empirismo ya que los métodos en los que se basaba la Ciencia (experimentación, racionalidad y umversalidad) se pretendían aplicar para resolver los problemas funcionales y
formales de la arquitectura, a la postre, de sus tipologías. Se Lrataba de encontrar las mejores adecuaciones de las formas -conocidas o experimentables- a las funciones cada vez más especializadas o al revés: resolver los nuevos programas
de necesidades con las formas más óptimas. Es significativo que, en estas décadas, los profesionales de la arquitectura y de la medicina trabajaran en equipo en el
diseño de hospitales, en pro de mejorar e l lamentable estado de hacinamiento de los mismos y de d isminuir las altas rasas de mortalidad que se registraban ,
cuestiones éstas recogidas en los numerosos estudios e informes que se sucedieron por entonces denunciando la grave situación (Pevsner 1979).
Ambas disciplinas, arquitectura y medicina -una menos ciemúica que la
otra, pero ambas 'anísticas1, piénsese en "el arte de curar"-, estaban siendo
sometidas a serias transformaciones, muchas de ellas de base empírica, las cuales
quedan magníficamente ilustradas en el cuadro de 1768 dejoseph Wright (1734-1797) titulado "Experimento con una máquina neumática", en el que se exploran los misterios de la vida y la muerte de una cacatúa blanca. El oxígeno -agente
clave en este proceso- no se identificaría hasta dos años después, en 1770. Vida
y muerre, cuyas ciudades -para el presente o para la eternidad- iban a disponerse distantes de ahora en adelante: la ciudad de los muenos había de separarse de la de los vivos. En España, la Real Orden de Carlos 111 del J de abril de 1787 prohibió los entierros en el interior de las iglesias (Gomila 1998), lo que aceleraría
la consuucción de las necrópolis a las afueras de las ciudades. Este tema nos abrirla el camino de la muerte -y los cementerios- en el que no nos detendremos
porque nos imeresan las enfermedades de la vida -y los hospitales-.
En este discurso cronológico procede traer ahora a dos médicos: al inglés Thornas Sydenbam (1624-1689) y al italiano Giovanni Maria l.ancisi (1654-1720). El trabajo del primero se caracterizó por un estrecho contacto con el
66 TURISME, GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT ••• :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
paciente, interesándose menos por las cuestiones teóricas y más por el estudio de los síntomas, y sería quien formularía la teoria miasmática de la enfermedad. El segundo, investigador del corazón y de la malaria, sería un firme defensor de esta teoría. Según la misma, los miasmas -conjunto de emanaciones [éúdas de suelos y aguas impuras- eran la causa de las enfermedades. Es decir: los miasmas transitaban en el aire donde se mezclaban con otros gases provenientes de la descomposición de la materia orgánica.
Desde la antigüedad y durante la edad Media ya existía la práctica profiláctica: quemar las pertenencias de los muertos y encalar la arquitectura para evitar contaminaciones con una fuerte dosis de simbolismo purificador. Sin embargo, la teorfa miasmática parecía explicar tanto la propagación de ciertas enfermedades como el porqué las epidemias eran más comunes en los barnos sucios y malolientes de la gente pobre. No resulta extraña su vigencia a lo largo de los dos siglos siguientes hasta que fue sustituida por la teoría microbiana. Este principio de transmisión de las enfermedades a través del aire, que es la base de la teoría miasmática, inspira algunas de las nuevas propuestas de hospitales que se suceden desde el siglo xvm. La arquitectura de la Ilustración se hizo eco de esta teoría a fin de mejorar las condiciones espaciales de los contenedores hospitalarios para disipar los aires portadores de miasmas, habida cuenta de las insalubres condiciones de los hospitales por la densidad de enfermos y la falta de higiene, concepto ignorado por entonces del modo en que se definiría un siglo después.
El primer tipo hospitalario en esta cadena es el conocido como tipo
radial y puede considerarse, en pane, derivado del cruciforme. Se trataba de un modelo que situaba en su centro una rotonda de la que partían dislintas alas, todo lo cual quedaba rodeado por una corona de construcciones. Lógicamente, el centro del conjunto estaba ocupado por La capilla -que era visible desde todas
las alas, ya que convergían en este punto- desde la cual partían las diferentes alas -dispuestas radialrnente y que se usaban como enfermerias- y se cerraba el conjunto con un aniUo de edi(icaciones en el exterior destinadas a orras salas y
a la logística hospitalaria. De algún modo se sistematizó gradualmente una serie
de usos: capilla, enfermerías e intendencia. Este prototipo tenia como objetivo
prioritario el conseguir "más camas en una misma superficie" (Pevsner 1979:
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 67
173) garantizando la correcta ventilación de las salas. Esta densidad se lograba
por el mayor número de salas y porque se doblaba el número de plamas (hasta
4), para lo que se situaron estratégicamente las escaleras al principio y al final
de cada enfermería a fin de racionalizar los movimientos interiores.
Uno de los ejemplos más representalivos de este Lipo quizás sea el
proyecto para la construcción, en 1774, del nuevo Hótel-Dieu de Parfs, propuesto
por el cirujano Antaine Petit (1722-1785) [Fig. 03]. El emplazamiemo para el
mismo era la colina Be1leville al nordeste de París y consistía en un gran círculo
exterior al que atracaban seis pabellones para enfermos que se unían en una
rotonda central (Pevsner 1979: 180). Estas enfermerías habían crecido hasLa las
cuatro plamas y la rmonda -además de contener el altar y una corona de salas
para usos médicos y farmacéuticos- funcionaba como una potente chimenea por
la que se aspiraba el aire enrarecido de las salas y lo expulsaba al cielo procediendo
a su continua renovación.
Este modelo ampliaba la capacidad de camas para una misma porción
de suelo (por el aumento del número de salas y del número de plantas), presentaba
en planta la forma de una rueda con sus radios y, en sección, la rotonda -con el
altar- estaba constuida por un gran cono que funcionaba como un "verdadero
mecanismo de purificación del aire y de paso de extracción de enfermedades" (Iglesias 2011: 51). Es decir: la arquitectura se asemejaba a un artefacto tanto en
su forma como en su funcionamiento y rendimiento, precisamente en ciernes de
la propia revolución indust1ial que, podríamos decir, se había iniciado un lusao
antes con el invento de la máquina de vapor (1768) por el ingeniero y matemático
James Watt (1736-1819). Estos planteamientos se llevan al limite en el proyecto
también para el mismo Hótel Dieu de París dibujado en 1788 por el arquitecta
Bernard Poyet (1742-1824). Aquí los radios pasan de seis a dieciséis y las camas
llegarían basta las cinco mil: una maquinaria perfectamente a punto, eficaz y económica en construcción y recorridos. la cuestión de los desplazarnienws sería
determinante en el futuro para definir los nuevos hospitales porque la vi.da podía
evanescerse en minutos. El tipo radial tuvo mucha fortuna en el Nuevo Mundo.
Uno de los ejemplos más tempranos construidos es el hospital de Belén en
Guadalajara (México) de finales del s. XVID., de ocho brazos, siendo uno de ellos
68 TURISME, GASTRONOMIA, OC/ 1 SALUT •.. :UNA PERSPEa/VA HISTÓRICA
Fig. 03- Planta del nt!evo Hmel-Dieu de Pmis, del cirujano Antmne Petit 0 774)
fig. 04-Vista del anhguo reformatorio (hoy 'juzgados1
) de Alicante (1887-L910)
la propia iglesia. Otro. aunque más tardto, hacia 1875, es el hospital 2 de Mayo
de Lima (Perú), cuyo centro es un patio abterto octogonal (Bonilla. 2009). Ambos
están en fundonamiemo.
2.2.- HOSPITALES Y CÁRCELES: TIPOS INTERCAMBIABLES
Este modelo, que tanta fortuna tendña por Occidente sin que llegara a
ejecutarse ningún hospital por la geografia valenciana, sin embargo, encontraría
su mejor encaje en la construcción de cárceles (o prisiones, reformatonos,
correccionales, penilenciarías ... ), convirtiéndose en el parrón casi por excelencia
durante más de un siglo para unos y otras (otro modelo fue el Panopticón de J. Bentham). Este hecho no es una casualidad de las formas sino que, como señala
Pevsner: "los planteamientos de distribución de un hospital )' de una prisión
tienen mucho en común. En ambos casos la genre está en un lugar donde preferiría
no estar y en ambos casos se precisa una constante vigilancia" (1979: 189), si
bien se trataba de vigilancias con muy distintos mveles de seguridad.
Para este tipo arquitectónico, el radial. el uso de hospital fue imercambtable
con el de cárcel porque el anillo exterior servía para albergar La necesaria
administración e imendencia hospitalaria o carcelaria, los pabellones radiales servían
de alojamiento a los enfermos en salas diáfanas o a los presos mediante la división
de estas salas en celdas a ambos lados de cada eJe radial y la rotonda central -fuese
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 69
capilla y/o gran chimenea- servía paTa la vigilancia de las almas más que de los
cuerpos según se tratase de hospitales o cárceles. Los patios exteriores ejercian de
vacíos ramo para la iluminación y ventilación como para el necesario paseo y
espa rcimiento, eso si, dentro de un recinto perimetral vallado. Porque ya se sabe,
todo lo que queda detrás de los muros de un hospital o de una cárcel queda
confinado al margen de la ciudad para que no "dañe" a sus habitantes. Aunque no
sea el caso tipológico, piénsese en el sanatorio de Fomilles de san Francisco Borja
(ca 1907-50), construido para tratar la estigmada enfermedad de la lepra, confinado
en el fondo de un barranco en el Vall de Laguan Qaén 1999: 276).
A este prototipo. aunque bastante tardíos cronológicamente, responden
tamo la antigua cárcel modelo de Valencia (ca 1890, Joaquín Ma Belda lbáñez)
como el antiguo reformatorio de Alicante (ca 1887-1910,josé González Altés)
[Fig. 041, hoy, significativamente. rehabilitado para los ~uzgados', hecho que
reafirma la tesis de que las relaciones entre forma y uso, en arquiLectura, no son
biunívocas. Todos estos planea miemos reforzaban la creencia que se estaba asentando
entre los reformadores sociales: que mejorando las condiciones ambientales (léase:
mejorando las condiciones de la arquitecmra) era posible reformar a las personas.
Así pues, las cárceles devenían en contenedores que ayudaban a la reforma de la
mente del delicuente para su reinserción social y los hospitales resultaban máquinas
para regenarar los cuerpos de los soldados y de los ciudadanos (la regenaración
del alma siempre habla sido territorio religioso). Y la arquitecnua revelaba sus
intenciones a través de sus formas, se volvía 1parlame1• Piénsese en la Casa del
Placer (ca 1780) del arquitecto C. N. Ledoux (1736-1806) para delincuentes
sexua les (Kaufmann 1980: 152) en forma de pene erecto.
2.3.- El HOSPITAL C IVIL DE OUVER EN ALCOY
No obstante, aunque no se construyó ningún hospital siguiendo fielmente
el tipo radial, procede mostrar el hospital civil de Oliver (1868-77) [Fig. 051.
proyectado por el maestro de obras catalánjeroní Granell i Mundet (1834-1889),
ejecutado enAlcoy gracias a la filantropía del paternalismo burgués (García 2006)
y al mamenimiemo del mismo por parte del ayuntamiemo de la ciudad. El lugar
escogido era el Olivaret del Padre Guillem, es decw a las afueras, en el campo.
El hospüal está formado por tres piezas unidas por dos galerías ele planta baja.
El volumen principal, que ocupa el centro de la composición, estaba destinado
70 TURISME, GASTRONOMIA, OCI 1 SALUL.:UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 05- Perspectiva del hospital civil Oliver de Alcoy (1868-77)
a iglesta (de espacio cemrahzaclo), a la que se adosaban los servicios admmistrativos, las dcpendenClas de la congregactón de religiOsas. el botiquín y la cocina (el quirófano llegaría décadas después y se colocarla en una de las galerfas laterales). Dispuestos simétricamente surgían dos bloques cruciformes desunados a se.ndas enfermerías -separando hombres de muJeres- . aruculadas a parur de lus cruceros de la intersección donde se situaban diversos servicios. Aunque ambos pabellones cruciformes mantienen la mtsma aJLura de comisa, presentaban distinto numero de plantas al exterior (dos y tres) ; es[O se debía a la pendiente de la rasante que hace anorar el semisóLano de w1o de ellos.
Este hospttal, que presenta una gran similitud con el modelo renacentista de Filarete, había perclido todo el pcri.metro de consLrUcctones consiguientlo que los patios se convinieran en espactos abienos a su emorno ruraL de manera que se garanUzaban las mejores corrientes de atre para lo distpactón de los miasmas y se regenaraba el aire por la presencia de abundante arbolado. La solución de Alcoy queda a mitad camino enLre los esquemas cmc1forrnes y eJ tipo mc1pieme de pabellones aislados. resu llando muy eficaz como anefaclO de sanactón según la leoria mtasmáoca fmnememe arraigada a lo largo del siglo XIX, la cual también está en la base del samtary movement británico. Sobre esla corriente volveremos más adelame, ya que esla ideología supone un gran cambio 'sanitari.o' (que traspasa las tlisc1plinas de la salut.l): frente a pensar exclusivamente en tratar las enlermedades en los hospitales se rrnpondrfa la mentalidad de crear las condiciOnes óplimas en el entorno para evitarlas o, al menos preve.mrlas
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ..• 71
La medicina no podia evitar la muerte, ni la profunda tristeza y sensación
de desamparo que provoca cuando no tiene una explicación terrenal, tan
dramáticamente refiejadas en el cuadro de 1890 de Heliodoro Guillén (1863-
1940) titulado "¡Solos!". Las ciencias de la salud sólo podían seguir investigando
para descubrir las causas de las enfermedades, para tratarlas y curarlas.
3.- TAXONOMÍA DE eNFERMEDADES Y TIPOS DE ARQUITECTURAS 3.1.- LA TAXONOMÍA, LA NOSOLOGÍA Y EL TIPO POR PABELLONES
Pero la teoría miasmática no fue el único progreso en el campo de la
medicina. Existieron muchos avances relevantes. Por un lado, la creación del
cuerpo de cirujanos consolidó y aumentó la presencia de los médicos en los
hospitales (a pie de cama, en la sala de operaciones y en la mesa de au topsias) ,
fomentando la proximidad a los pacientes y auspiciando que las facultades de
medicina se vinculasen fisica y espacialmente a los propios hospitales (para las
clases teóricas y prácticas y para los 1aboratorios de investigación), como ya se
ha señalado que sucedió en Valencia. Así pues, los métodos de observación directa
tomaron cuerpo y razón y, poco a poco, reemplazaron a los plameamientos
especulativos de la teoría galénica o teorfa de los 'pneuma' (o humores natural
-higado-, vital -corazón- y animal -cerebro-), constituyendo estos una forma sutil
y muy especial de materia.
La experimemación se abrió camino y se hizo eco de un nuevo avance:
la taxonomía o la clasificación del mundo orgánico que estaban llevando a cabo
los científicos gracias, entre otros, al trabajo del médico y botánico sueco Carl
von Linné (1707-1778), que pretendía nombrar a todos los animales y plantas
conocidos en la época a partir de sus características físicas comunes y clasificar
Las especies en géneros, familias, órdenes y clases (López 2002: 369). La relación
de este naturalista con el también bO[ánico y médico francés Franc;:ois Boissier
de Sauvages de Lacroix (1706-1767) hizo que el interés por las "genealogías
fisicas" se trasladara al can1po de la medicina dando lugar a la nosología, La cual
se ocuparía del esmdio y clasi Eicación de las distintas enfermedades desde esta
nueva óptica para así poderlas afrontar con mejores medios y remedios. Todo
ello supondría la ruptura con el saber 'clásico' al proceder "a la clasificación de
enfermedades según datos objetivos obtenidos junto a la cama del enfermo"
(Iglesias 2011: 4 7). Definitivamente se puso en crisis el saber de los antiguos, eJ
cual podría superarse con los nuevos métodos de la Ciencia.
72 TURISME, GASTRONOMIA, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Algo similar sucedió en el campo del arte y de la arquitectura con la Querelle des Ancians et Moderns que se vivió en el seno de la Academia francesa a
finales del siglo XV11, entre quienes postulaban que el arte había alcanzado las máximas cotas de perfección en el mundo clásico y quienes defendlan que estas
cimas se podían superar. Los descubrimientos de Herculano (1738) y de Pompeya (1748) aportaban nuevos daws ciertos sobre la antigüedad clásica, de primera mano, sin alterar. De hecho: Roma y Grecia dejaron de ser una unidad en lo artlslico y en lo arquttectónico. Como señalaría]. N. L. Durand (1760-1834) en sus lecciones
de arquitectura, había que " ... estudiar lo antiguo con los ojos de la razón, en lugar de, como se hace con demasiada frecuencia , ahogar esta con la autoridad de lo antiguo" (Durand 1981: VIl) . Por otro lado, los tratados de arquitectura sobre
cuestiones teóricas (órdenes, proporción, armonfa .. . ) empezaron a ser desplazados
por orros de rndole más práctica para la definición concreta de nuevos edificios como teatros, cárceles u hospitales (Pevsner 1979). La preocupación por ajustar los
contenedores a sus funciones especificas desembocó en toda una serie de clasificaciones tipológicas y una lista de 'experimenws' sobre nuevos tipos. La arquüecLUra no era
una ciencia, pero intentar definirla desde parámetros más objetivos (como la adecuación de la forma al uso, la conveniencia o la economía) la volvía una disciplina.
sino más exacta, cuando menos, algo máS empírica y racional.
Es en este amplio contexto empirista donde situamos el segundo tipo
arquitectónico que adquirió relevancia en plena llusLración, el cual se conocería
como hospital de pabellones o tipo pabellonario. Si bien esta nueva solución
contaba con algunos destacados antecedentes ingleses -el Royal Hospital Navy
(1694-1702) en Londres o el Royal Hospital Navy (1756-64) en Stonehouse en
Plymouth (no podemos olvidar la relevancia que los diferentes ejércitos y armadas
tenían para los estados y, en correspondencia, la importancia y desarrollo de los
hospitales donde curar a los soldados heridos; buena muestra son los distintos
hospitales que poblaban todas las ciudades como el Hospital Militar de Alicante,
ca 1775)-, elegimos para la ocasión el modelo que dibujarían en equipo el f[sico
jean-Baptiste Leroy (1720-1800) y el arquitecto Charles-Fram;ois Viel (1745-1819). El proyecto, de nuevo, era una propuesta para reconstruir el incendiado
HOtei-Dieu de París que se dibujó en 1773, un año antes que el expuesto con
anterioridad. El cientffico, que había estudiado los problemas de ventilación en
los edificios púbHcos, se referta a su proyecLO de hospital afirmando que "Una
sala es como una máquina de curar enfermos" (Pevsner 1979: 180).
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 73
Pero ¿qué novedades aportaba esta propuesta? Se trataba de un hospital
de gran extensión que se desarrollaba a lo largo de un patio longitudinal
diferenciando tres partes. En la zona del acceso se situaban cuatro construcciones
para la logística del personal. En el tramo central, y ambos lados del eje del patio,
dispuestos simétricamente, se disponían veinticuatro salas de enfermería (doce
a cada lado destinadas a cada uno de los sexos) constituidas por pabellones
prismáticos aislados y dispuestos paralelamente. El conjunto se cerraba en la
parte final con una iglesia enmarcada en una plaza semicircular columnada.
Metafóricamente podría pensarse que las teorías del médico inglés Thomas Willis
(1621-1675), que sugerían que el alma se alojaba en el cerebro (Punset 2007:
16-28), se habían plasmado en el proyecto, al desplazar la iglesia de l centro de
los hospitales (el corazón) a una posición de privilegio jerárquico (la cabeza),
evidenciando que la religión quizás tuviera algo que decir sobre el alma, pero
poco o nada sobre los cuerpos enfem1os que ya quedaban en manos de la ciencia.
Este nuevo tipo había cambiado la densidad de edificación (concentración en
altura) por la gran ocupación de superficie (extensión) por lo que, optar por esta
solución significaba emplazar el hospital fuera de la ciudad, lugar donde se
encontraban disponibles terrenos libres de edificaciones por donde circulaba más
libre el aire.
En este hospital los pacientes se alojaban, según sus diferentes síntomas,
en los pabellones cuyo número (2x12) emula las clasificaciones de las enfermedades
de la época: las salas, pues, se especializaban por sintomatologra. Los pabellones,
exemos, bien orientados y bien ventilados, evitaban los contagios y prevenían
las equivocaciones de tratamiento (Iglesias 20 l l : 4 7). Cada una de estas veinticuatro
enfermertas estaba constituida por una sala rectangular con una altura considerable
(12 m y sección transversal de proporción l:l) de cuya cubierta emergían
chimeneas de aireación colocadas con la misma modulación que las ventanas,
lo que favorecía una ventilación máxima de las salas para la disipación de los
miasmas. El hecho de que las salas de enfermería sólo se dispusiesen en una
única planta era la causa de la gran extensión del centro hospitalario cuya
generosidad de distancias permitía alojar arbolado en los partos alargados que
rodeaban los dos conjuntos de doce salas. El proyecto devino en "una metáfora
del mayor impulso renovador de la ciencia médica: la nosotaxia o clasificación
de en [ermedades" (Iglesias 2011: 4 7), donde medicina y arquüectura se daban
74 TUR/SME, GASTRONOMIA, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
la mano por medio de un cirujano y un arqunecto. No obstante, todas estas
ventajas también tema algún incooverueme. el de Las excesivas distancias que
habia de recorrer el personal sanitano de un lugar a otro baJO las diversas
condiciones meteorológicas. aunque se preveían pónicos uniendo los pabellones.
Este ripo hospitalario sería perfeccionado en las décadas inmedia tas
tamo por los nuevos trabajos tlel citado arquitecto Bemard Poyet , tenden tes a
la más ordenada disposición geométrica de las panes en torno al gran patio
alargado perimetrado por soportales (1788, Hospital de La Roquette. París), como
por las propuestas más prácticas del ClTUJano jacqucs-René Tenon (1724-1816).
que susutuían el patio y los corredores ab1ertos por un gran bloque central -a
modo de columna \'enebral wnstrUJda- donde se concentraban las ruculac10nes
horizontales (1787, HospllaJ de La Roquette, Paris) y del que partfan los pabellones
a modo de 'costillas'; claro que e l c1rujano Tenon había VIajado a Inglaterra
(Pevsner 1979: 181). Al imciarse el ochocientos, el profesor de J. N. L Durand
(1760-1864) sancJOnó este tipo hospitalario de pabellones parnlelos en sus libros
que recoglan su~ Lecciones de Arqullectura (1801) en un ejerciciO de mayor
abstracción si cabe, el cual lo defiende (junto a su predecesor mglés ya citado del
hospttal de Stonehouse) por sus múltiples ventajas de ventilación
Sm embargo, e l debate entre las
necesidades de camas >. la idoneidad del
tipo no quedó zanJado h::tSta mediados de
siglo , cuando se erigió el hospital
lan.bo1s1ere (ca 1836-54) de Paris IF1g.
06 1. obra del arquitecto Martin-Pierre
Gauthier (1790-l855) Para la adopc1ón
de este tipo pabellonario resultó decisiva
la defensa que del m1smo abanderó
Florence Nigh tingale (l R20-1910) (Pe,·sner 179· 184), la fundadora de la
Eniermer[a moderna . Nightingale
argumentó razones de indole oentifica
fíg. 06-Plant.a del hospital La riboisiere basadas en la experiencia, la observaoon de Parfs de M P. Gaurhic1 (1836-54-) y l:l reflex1ón Señalaba que en los
DfL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR •.• 75
hospitales de pabellones "las salas estaban especialmente diseñadas para recibir la luz y el aire fresco, al tiempo que permitían que los 'efluvios malignos' o 'miasmas' pudieran disiparse entre los largos y estrechos bloques" (Auewelll998). Además,
había estudiado estadística y estas matemáticas se volvieron ''sanadoras" cuando
usó las ci[ras. Sus cálculos demostraron que una mejora en los medios higiniestas
empleados disminuía el número de muertes en los hospitales de campaña; estos
datos también serían herramientas para mejorar los hospitales de las ciudades. Su método empírico se resume en sus propias palabras de 1882: "La observación
indica cómo está el paciente; la reflexión indica qué hay que hacer; la destreza
práctica indica cómo hay que hacerlo. La formación y la experiencia son necesarias para saber cómo observar y qué obseJVar, cómo pensar y qué pensar'' (Anewell 1998).
3.2.- EL HOSPITAL PROVlNClAL DE AU CANTE
Con el inevnable retraso que parece caracterizar a las 'periferias' (en un
amplio sentido del término), el primer hospital que se construyó en tierras del
sur valenciano que responde a este tipo se vino a proyectar y ejecutar cuando ya el modelo habia entrado en crisis. El hospital provincial de Alicante [Figs. 07a/b/c],
proyectado y d irigido en 1926-32 por Juan Vida! Ramos (1888-1975) , se sitúa
en el actual barrio del Plaque, por entonces, tenía el nombre completo del Pla del Bon Repós, cuya toponimia nos da una idea más precisa de cómo era el lugar
elegido (aunque los terrenos fueron u na donación filamróptca): una planicte al
borde de la ciudad, ligeramente e levada sobre el nivel del mar, adonde llegaban
las brisas marinas, muy apropiada para el necesario reposo de los enfermos. El esquema planteado responde, con basrame correspondencia, al modelo de
pabellones paralelos y, más concretamente, al modelo más prácuco desarrollado
por el cirujano Tenon. De hecho, se organiza con la misma secuencia de usos:
un primer bloque de administración, a continuación una serie de ocho pabellones (dispuestos simétricamente cuatro frente a cuatro sobre el eje) y, rematando el
conjunto, una capilla que tiene adosada la residencia de la congregación de
monjas que ejercían de enfermeras.
El cambto más significativo de esta composición académica es que el
gran patio central del tipo de referencia se ha sustituido por un bloque construido
que alberga toda una serie de servicios médicos (farmacia, quirófanos, rayos X)
envueltos por dos pasillos paralelos que separan la zona de hombres de la de
76 TURISME, GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Figs. 07a/b- Plantas O y 1 del (antiguo) hospttal provtnctal de Alicante (1926-32)
mujeres: todo ello en aras a facilitar el trabajo del personal sanitario. Cada uno
de los ocho pabellones de enfermos consta de una única planta con veinticuatro
camas cada sala hasta completar un total de dosctentas (ya que a las 8x24 se
suman ocho de las dos salas de observación junto a los pasillos). Cada una de
las salas de enfermería cue.ma, en su lado del corredor, con un cuarto para la
enfermera y, al fondo, con unos baños Con todo, es probable que este hosptlal
se proyectara bajo la hipótesis de una posible ampliación en altura (siendo estos
volúmenes de remate los lugares donde alojar las escaleras).
La presencia de la iglesia en la cabecera del conjunto hospitalario no
es ninguna novedad. Pero, con su excusa, conviene hacer una apreciación al
lenguaje de las formas empleadas en los hospnales. Desde la revitalización del
arte clásico en el Renacimiento, las referencias estilisticas de todos los hospitales
se reOejaban en la arquitectura clasicista, si bien, con el paso de los siglos, cada
vez se trataba de formas más depuradas y eslilizadas y, por tanto, más económicas.
Tambten reducían en cantidad su presencia, después de todo, los hospitales eran
arquitecturas, cada vez, más utilitarias que representativas, sin que nunca dejaran
de ser esto último. Sin embargo, desde mediados del siglo XLX, con el auge de
la disciplina de la historia del arte y la prodigación de los historkismos, ya no
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO; ARQUITECTURAS PARA TRATAR ••• 77
Figs. Ole- Vtsta de ¿poca del antiguo hospital provincial de Alicante (1926~32)
resultaron exl.raños ni la presencta de lenguages neomedievales ni el eclecLictsmo
de la convivencia de varios periodos estil!sticos del pasado. Este es el caso del
hosp1Lal provincial donde la zona hospitalaria se desarrolla con referencias más
o menos clastcistas (contaminadas de cienos regionalismos) con las formas
neogóticas de la capilla. Lo gótico (o medieval) parecía más apropiado para los
usos religtosos que renian que ver con las almas (en La edad Media el cemro fue
Dios), mtemras que lo clastasta (o humanista) resultaba más convememe para
los usos hospiralarios que se hacfan cargo de los t:uerpos (tras la edad Media el Hombre fue la medida de las cosas). Hoy, el anuguo hospttal provincial se ha
rehabilitado para museo arqueológico.
La medicina y la enfermeña, al tránsito de los siglos XlX al XX, había
logrado muchos avances. una nueva revolución sarutatia se avectnaba, froto de
los descubrimientos de las últimas décadas. La muene comenzaba a ser un hecha
digno, lógico en la cadena de la vida, como se reneja en el cuadro del pintor
alcoyano F. Cabrera Cantó (1866-1937) "Mors invita", en el que la [rialdad de
la piel del cadáver tendido sobre la mesa de mármol contrasta con la calidez y
,·jveza de los almendros en nor tras la vemana , simoma de una primavera
adelantada_ Mientras , las enfermedades enconrraban su exphcación en el
micromundo de La biología. Los secretos de la vida y la muerte no quedaban en
el espectro normal de la vista humana, requerían del auxilio de los avances en
tecnología óptica.
78 TURISME, GASTRONOMfA, OC/ 1 SALUT ..• :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
lll .- BALNEARIOS: MÁQUINAS PARA SANAR
1.- EL HOSPITAL COMO BALNEARIO DONDE TRATAR LAS ENFERMEDADES
1.1.- DE LOS O RiG ENES A LOS PRIMEROS BALNEARIOS TERMALES
La recuperación de los clásicos (teorías hipocráticas }' galénicas) y su
superación mediante la formulación de la teorfa miasmática y la clasificación de enfermedades de la nosología (a partir de la taxonomía), no fueron los únicos
avances en los campos de la medicina y la enfermería, si bien todos estos progresos
influyeron en los tipos para las arquitecturas hospitalarias a lo largo de cuatro siglos. Además, en este tiempo, la propia medicina se desarrolló en sus múltiples
ramas especializadas (fistOiogia, anammfa, ClrUJfa, neurologia , cardiología, etc.) .
Al margen de todo ello, conviene hacer mención a una serie de terapias que nunca
habían sido abandonadas y que eran conocidas desde los orígenes de las prop1as civilizaciones. Nos referimos a las curas que hacian uso del agua como agente
sanador de males. Al agua siempre se le atribuyeron propiedades curativas y
milagrosas desde la antigüedad . Las propias mitologías griega (y romana) ya
recuerdan que a Heracles (o Hércules) se le recomendó el baño en ciertas aguas
para aliviar los dolores que le acarreaba el cumplir los doce trabajos.
El arte se hizo eco, a lo largo de la hislOna, de todas estas propiedades
y usos del agua, tamo en su vertiente milagrosa o sanadora, como se recoge en
el cuadro de 1547 de Lucas Cranach el Joven (1515-1586): "Fuente de la eterna
juventud", o en su venieme de higiene y salud, como se rerleja en el cuadro de
1904 clejoaquln SoroUa y Bastida (1863-1923): " La hora del baño". Todos estos aspectos quedan sintetizados metafóricamente en la delicada belleza del cuadro
de 1856 dejean Auguste David (1780-1864): "La Fuente", de todo bienestar.
Seguramente fueron los romanos los que mayor uso y difusión dieron al empleo del agua en relación al cuerpo humano tanto en su vertiente sanadora, en la de la higiene y en la del ocio. Con Balneae se designaban los baños privados
mientras que con Thermae se designaban los baños públicos (que siempre contaban
con agua caliente ya que thermós significa 'caliente' en griego). Toda ciudad romana estaba equipada con unas termas públicas (como las de Diodeciano o las de
Caracalla en Roma). donde era posible la práctica de depone, de juegos, de fiestas ,
de relax y de los p ropios baños; eran más que espacios y lugares para la higiene personal y el culto al cuerpo: se lrataba de cemros de reunión, relación y diversión social. Baños cuyas instalaciones contaban con una serie de estancias con distintos
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 79
vasos de aguas a diferentes temperaturas: elfdgidarium, elcepidarium y el caldarium, para el disfrute del agua frta, templada y caliente, con todo su ritual.
Muchas ciudades romanas fueron fundadas allí donde existian nacimientos de aguas termales, como Caldes de Montbui, Alange, Arnedillo, Las Burgas o
Sagumo en España y, también, Aquisgrán en Alemama y Bath en Inglaterra. Bath, significa baño y SPA quizá sea el acrónimo en lalln de la expresión salutem per aquam, es decir: salud a través del agua (que también coincide con el nombre de
una pequeña ciudad balnearia en Bélgica). Si bien con la llegada del cristianismo
las prácticas romanas de esparcimiento y ocio dentro de los baños públicos fueron
consideradas pecaminosas, ni la práctica del baño personal ni la del tito comunitario se perdieron completamente a lo largo de la edad Media (Tatjer 2002). De hecho,
aunque en muchos reinos cristianos encontramos testimonios documentales y
arquilecturas para estos fines, fueron los musulmanes quienes mejor conservaron
estas tradiciones que, parece, heredaron en su esplendor del imperio romano de
Oriente. La arquitectura medieval en tierras valencianas aún se atestigua con
buenos ejemplos de baños públicos, como los musulmanes de Elche, en el convento de Sama Luda [Fíg. 08] , o los cristianos de Valencia, conocidos como
Baños del Almirante (Tabemer 2007); no podemos olvidar que el médico, científico
y filósofo hispano-musulmán Avicena (980-1037) recomendaba la hoy denominada
balneoterapia (Pérez 2005: 7).
A partir del Renacimiento podríamos decir que hubo un renovado interés por las propiedades curativas de cienos manamiales naturales de agua, fueran o
no termales. Por lo que respecta a España, en 1498, Juan Miguel Savonarola
publica el primer tratado de balneoterapia: De Balneis et Thermis; en 1679, Alfonso de Limón Momero publica Espejo cristalino de las aguas minerales de Españ.a y, en
1764, Pedro Gómez de Bedoya publica Historia universal de las fuentes minerales de España, donde se enumeran las propiedades de 214 manantiales (Pérez 2005:
8-9). Por lo que respecta al resLo de Europa debe destacarse el papel del medico inglés john Floyer (1649-1734) que impulsó el uso del agua como agente prevenúvo
y curativo en su libro: An inquiry into right use of the hoc, cold and temperature baths in England (1697), donde recopiló las prácticas hidroterápicas conocidas hasla
entonces, y la ampliación de estos métodos Lerapéuticos realizada por los medtcos Sigmund Hahn (1662-1742) y su h ijo johann Sigmund Hahn. (1796-1773) , aunque ambos se centraron en la aplicación del agua fria (Pérez 2005: 7 -9).
80 TURISM~, GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT .•. :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 08- Vista interior de los baños árabes del Convenco de Sta. Lucia, Elche (s. Xll)
Todos estos médicos y otros estudiosos consolidaron las técnicas de la
hidroterapia y la balneoterapia. ya que era muy habitual que las personas
peregrinaran hasta los manantiales para conseguir estas aguas o, incluso , se
acercaran hasta nacimientos termales por cuya afluencia hicieron surgir fondas,
casas ele huéspedes y residencias estacionales a su alrededor cuando no a pie de
las rrusmas fuentes: los balnearios. Y la voz "balneario" está tomada del latfn
balneanus, 'relativo al baño\ que deriva de balneum: 'baño' (Coromines 2005).
'Balneano' fue, en su inicio, el conjunto ele instalaciones para tomar el 'baño' y.
después, el propio ecWkio donde residían los 'bañistas', es decir: adoptó la forma
de 'casa grande' -hotel- JUntO a las fuentes.
Especial tradición en es[e senudo tuvo el auge del uso del agua enLre
la sociedad inglesa ya desde el siglo XVl que desembocó, dos siglos después, en
la presencia de balnearios por toda Gran Bretaña (Hembry: 1990). La ciudad que
más éxüo tuvo fue Bath que restauró sus tem1as romanas y. haciendo de ellas su
principal atracción, convirtió la ciudad en el primer gran desúno balneario-termal
de Gran Bretaña. al reunir. bajo la estrátegica orquestación del maestro de
ceremonias Richard 'Beau' Nash (1674-1761). baños para la salud, salones de
baile, restaurantes, comercios, hoteles, urbanizaciones residenciales y amplios
parques. Bath, a lo largo del siglo XVlll, se convertirla en un destmo vacacional
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 81
-balneario de primer orden que otras ciudades europeas que contaban con manatiales termales pronto se apresuraron a imitar (entre otras: Karlovy Vary en
la República Checa). Salud, naturaleza y ocio serian una combinación simultánea sin precedentes en las ciudades que está en el origen del fenómeno del turismo,
en general, y del turismo residencial, en particular.
Al amparo del rápido auge de este tipo de balnearios, muchos pueblos y ciudades españolas se apresuraron a seguir los mismos patrones de sus homólogas
europeas. Para albergar a esros primeros turistas de la salud, que debían pasar ciertas temporadas recibiendo el tratamiemo que manaba de las fuentes, surgieron
los primeros hoteles, más conocidos como balnearios por encontrarse junto a los nacimientos de aguas sanadoras. En 1826 se estableció el marchamo oficial de los balnearios españoles, distinción con la cual las autoridades ditinguian a los
centros que reunían las condiciones sanitarias adecuadas, contando con médicos para el análisis de las aguas y la prescripción de tratamientos. Por entonces había en España treinta balnearios acreditados.
1.2.- EL BALNEARIO TERMAL: EL HOS PITAL ENTEN DIDO COMO HOTEL
Por nuestra geografía valenciana abundan los manantiales de aguas
minero-medicinales con propiedades curativas que eran conocidos y usados desde
mediados del siglo XVl, por lo menos, documentadameme. Entre aquellas fuentes
que devinieron en balnearios o estaciones termales están Verche, Chulilla,
Hervidero de Cofremes y Fuentepodrida en Requena (todos ellos en la provincia
de Valencia) y el Balneario de Nuestra Señora de L'Avella en Catl, Villanueva de
Nules, Momanejos y Fom d'En Segures en Benasal (estos en la provincia de
Castellón). En Alicante, las fuentes y centros con mayor desarrollo y renombre
rueron el manantial de Penáguila, Salinetas de Novelda, el Balneario de Benimarfull
(1846-1936) y el Balneario de Aguas de Busm (Gisbert, 1994: 45), que se conocía
desde 1596. Nos interesa este último por el desarrollo de su arquilectura.
la primera construcción balnearia en Busot fue construida hacia 1815
por el conde de Torrellano. No disponemos de datos que nos atestiguen la [echa
exacta de los inmuebles que, ruinosamente, aún se conservan, si bien el centro
estaba a pleno rendimiento a mitad de siglo XlX (ca 184 7). Aquellas primitivas
instalaciones se ampliaron en la zona de baños de aguas sulfurosas al tiempo que
se erigió un hotel delante de las mismas. El balneario, prop1amente, se orgaruzó
82 TURISME, GASTRONOMIA, OC/ 1 SALUT ••. :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Frg. 09- VtSta exterior de época del hotel-balneario de Bussot (ca. 1900)
medtame un conjunto de casetas emremedianeras de planta baja y piso alrededor
de una plaza cuadrada cuyo eje se iniciaba en el torreón central del hotel próximo,
atravesaba el espacto abterto que separaba ambos conjuntos (hotel y baños) .
avanzaba baJO e.l arco de entrada a la plaza y conclufa en la pequeña ermna,
porque , a pesar de las propiedades qufmtcas, todos estos lugares milagrosos
siempre quedaban bajo la advocación de alguna virgen o santo.
El hotel-balneario de Bussot [Fig. 09] era una edificación prismática
exenta de tres plantas con tres volúmenes avanzando sobre el cuerpo base como
si fueran torres (se trata de un recurso compositivo que encuadra las partes del
conJUnto dotándolo de sirnetria y empaque con una planta más). las plamas
supenores debieron destinarse a las habitaciones, la inferior a los salones,
comedores y cocma (los baños para los tratamientos se encontraban en wmo a
la plaza ya descrita) y el semisótano a diversos servicios y almacenes. En la dificil
orografra del lugar se organizó un parque (que contaba con palmeras "Valparaíso"
y otras plantas subtropicales), paseos (de acaaas), cammales con bancos, senderos
y alguna pequeña explanada donde practicar algún juego (crickeL) por parte de
los usuarios (Mateo 1998, I: 273-280). Por sus elementos constructivos visws y ornamentales, el actual inmueble podrfa haberse ejecUlado en las úlumas décadas
del stglo XIX y sufrir una ampliación en las primeras del XX (recrectdo de la
plama cuarta), que sirvió ele excusa para cambiar el nombre de "Baños de 13usot"
a "Gran Hotel Miramar"; porque se trataba de un hotel, un hotel enclavado en
la montaña encarado ha·cta el mar, que quedaba a lo lejos. Este hecho viene a
corncidir con la constderactón del mtsmo como "Estación de lnvierno": un lugar
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•. 83
donde pasar largas temporadas en el templado invierno de estas lierras. Este
ambiente relajado de estancias temporales en hoteles y balnearios fue recogido
por los artistas del momento, como lo reflejó Claude Monet (1840-1926) en "El
Hotel des Raches Naires en Trouville" de 1870. El balneario y el hotel de Bussot estuvieron en funcwnamiemo hasta la década de 1930.
A partir de la guerra civil este "gran hotel'' se destinó a preventorio, a igual que el cercano sanatorio amiruberculoso de La Torre de les Mat;anes (Mateo
1998, U: 446) , y ambos hospitales cenaron sus puertas en la primavera de 1967 para el tratamiento de niños que padecian la tuberculosis. Este cambio de uso
-de hotel a preventorio- pone de relieve la proximidad existente entre el tipo de
hotel exento enfrentado a la naturaleza y los hospitales destinados a eniermos crónicos; los preventmios u hospitales antituberculosos quedan más vinculados tipológicamenre con los hoteles que con los históricos hospitales estudiados,
situación de parentesco que resulta lógica porque los pacientes (con 'paciencia')
venían a residir una temporada para recibir el tratamiento que aliviaba sus
dolencias. Primero fueron personas pertenecientes a la burguesía aquejadas de
enfermedades de largo ciclo que eran tratadas mediante los baños sulfurosos y,
más adelante en el tiempo, fueron los niños tuberculosos quienes residieron aquí
para ser tratados con sol, aire y naturaleza. El antiguo hospital-asilo de San Juan de Dios de Valencia (1907), de Francisco Mora Berenguer (1875-1961), tenía un
uso similar, situado cerca de la playa , para que los niños raquíticos recibiesen
el aire yodado del mar, tomasen el sol en las amplias terrazas (Taberner 2007:
130) y se pudieran bañar en la orilla; el cuadro de 1899 "La triste herencia" de
]. Sorolla retrata esta penosa situación.
Todos ellos, los clientes del hotel y los niños de los sanatorios, recibían curas de hidroterapia (salud por el agua) , balneoterapia (salud por agua termal) y dimatoterapia (salud por el cUma). Estos banearios -alguno de ellos rehabilitado
después como hospital amituberculoso [Fig. lOa]-, que derivan y surgen al mismo tiempo que los hoteles, quedaban más del lado de la prevención de la enfermedad
que del lado de la intervención quirúrgica, pues se planteaban para pasar en ellos temporadas entre medias y largas, como una estancia vacacional. l.as amplias terrazas de las habitaciones del más moderno de los dos (La Torre de les Ma<;anes
[Fig. lOb]) nos habla de estas 'vacadones' donde el úempo mmscurre más lemameme
contemplando el paisaje del horizonte y pone en relación estos sanatorios con
84 TURISMé, GA.STRONOM{A, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 1 O a-Habicacinnes del sanatorio antituberculoso de Bussol (ca. 1950)
Fig. JOb- Terrazas del sanatono ancitube!culoso df La Tom: de les Ma(.anes (ca. 1 950)
otros contemporáneos de Idénticos planteamientos como los antituberculosos de Hilversum en los Paises BaJOS (1925-28, por Duiker y Bijvoet) y el de Painuo en Fmlandia (1928-32. por A. Aalto). Ambientes que emran en decadencia tTas la 1
Guerra \ttundtal y que relata Thomas Mann en La Montaña Magic:a (1924) y cuya arquitectura se sinteliza en la imagen de la portada de la pnmera edtcton inglesa de esta novela
2.- TALASOTERAPIA E HlGJENlSMO, PI ERS Y BALNEARIOS MA RINOS
2.1.- TALASOT ERAPLA Y LOS PJERS BRITÁNlCOS
Al auge de la hidroterapia y de la balneoterapia de los siglos XVIII y
XTX se sumaron otros hallazgos. El médico inglés Richard Russell (1700-177 1) recopiló en un libro sus observaciones ·•sobre los efectos benéGcos del agua del mar, cuyos aspectos med Lclnales se difundirían años más tarde con el nombre de Talasoterapia" (Vmyes 2004: 21). Tambíen el méthco alemán Christoph
Wtlhelm Friedrich Hu1eland ( 1762- L836) "reconoció el poderoso efecto de los baños de mar en el tra[amiento de enfermos" (Vinyes 2004: 21) A las razones quimtcas que avalaban el empleo del ag·ua de mar ante ciertas curas, por las sales
d1sue.ltas que contiene, se sumó inmediatamente las no menos certezas de los beneficios de respirar la aunósfera marina. Ya lo apuntaba Eurlpides (480-460
aC): "el mar limpia de todo mal" (Vinyes 2004: 14).
El efecto de estos estudios fue bastante inmecliato sobre todo en Inglaterra, donde comenzaron a contruuse, a principios del stglo XIX, balneanos a la orilla del mar (Vinyes 2004: 21). Este hecho comc1de con una singular histona: la
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•• 85
construcción del Royal Pavi7lion (1815-22) para la familia real británica en Brighton
por el arquitecto john Nash (1752-1835), que desplazaría el interés de con esanos,
aristócratas y burgueses de pasar temporadas en balnearios termales en el interior
por residir en hoteles frente al mar y tomar banos de agua salada. Brighton, ciudad
costera del sur de Inglaterra, pasaría a convertirse en una ciudad entre balnearia
y estival, que era la mejor temporada para wmar los baños en el mar aunque el
agua salada de estas instalaciones balnearias, muchas veces, solía calentarse. la
capitalidad del incipiente turismo pasó de Bath a Bnghwn, es decir: pasó del
tnterior a la costa, del balneario termal al balneario marino.
Los balnearios marinos, desde sus inicios, adoptaron una smgular forma cuyas referencias lipológicas no son ni inmediatas ni precisas En realidad, estas
arquitecturas se denominaron Piers, es decir: muelles. Dado que, para romar baños en el mar directamente o para extraer agua y conducirla hasta las instalaciones y calentarla, lo más conveniente era que la construcción estuviera lo más cerca posible del mar, se ingenió un sistema por el cual los contenedores arquitectónicos se localizaron directamente encima del mar, a la manera de grandes palafiws. Para ello fueron necesarios esos piers o muelles a modo de pasarelas elevadas en
perpendicular a la costa y en paralelo a la superficie azul, cerca de la misma y apoyadas sobre una estructura de p ilotes, inicialmenre de madera que, después, a medida que crecieron las instalaciones, se ejecutaron de hierro, coincidiendo con el desarrollo de la producción industrial de este material (Masa 2005).
Se trataba, pues, de construcctones más de ingenieros que de arquitectos, ya que su base era un muelle sobre la que se erigían las construcciones destinadas al balneario propiamente: una pieza que incluía cuartos con bañeras o casetas para
el cambio de ropa con escolillas para bajar hasta la misma agua del mar a espaldas de las miradas de curiosos; después de todo había que salvaguardar la moral de la sociedad que consideraba ofensivo el mostrar públicamente desnudas ciertas panes del cuerpo. También, desde los inicios de la talasOLerapia, era posible
introducirse en el agua mediante el servicio de unos carros con caseta ('máqumas de baño') que permitían sumergirse en el mar evitando la visión de los bañistas
por curiosos desde la orilla; esre sistema sólo era apto en playas de orografía suave. El pintor james Ensor (1860-1949) lo reflejó melancólicamente en su cuadro "la
caseta de baño" (1876); en realidad 'una caseta' no sólo para cambiarse de vestimenta, sino también, para practicar el baño.
86 TURISME, GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT .•. :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
El primer pierde Brighton, Chain Pier, data de 1823 (Dale 1950: 78),
y en los 70 años siguientes se construyeron este tipo de muelles-paseo por toda
la costa sur, este y oeste de Gran Bretaña. Estos piers fueron creciendo en tamaño
porque se convirtieron en un reclamo que U amaba la atención y su oferta sanitaria
balnearia fue ampliada con programas de ocio: kioskos, refugios, restaurantes,
teter!as, casetas de feria, escenarios y todo tipo de instalaciones (más o menos
fijas) donde tenían lugar representaciones y actuaciones que amenizaban el tiempo
libre. Los piers eran unos largos muelles con plataformas sobre el mar donde las
gentes paseaban. disfrutaban del paisaje marino y de la oferta lúdica de los locales
y tenderetes que había. Una guía de Southport elogiaba el pier que allf existía al
ensalzar la sensación de "estar en la cubierta de un barco anclado en unas aguas
tranquilas .. . Tienes la brisa malina que puedes respirar, pero sin los vaivenes de un
barco" (Galindo 2002: 27); este ambiente de relax festivo queda recogido en "Día
de vacaciones en Mentone" de 1888 del pintor británico Charles Conder (1868-
1909). Pero, a medida que se introducían más atracciones, el espectro del público
se ampliaba con las clases más populares y los piers devinieron en parques
flotantes de diversiones cuyo fin balneario y terapéutico fue a menos a medida
que la moral pública se relajaba y las gentes optaban por bañarse directamente
en el mar sin la mediación de estas instalaciones.
2.2.- HIGIENJSMO Y BALNEARIOS MARINOS
A principios de siglo XX, la moda del veraneo en la costa apoyada en
las instalaciones de los piers se podía constatar por tOda la geografía costera de
la sociedad occidental en todos los lados de los mares y océanos (Inglaterra,
Bretaña, Costa Azul , Riviera, Adriático, Cantábrico, California, etc.). Este nuevo
tipo de construcción, que se inició como un balneario de talasoterapia, evolucionó
hasta convertirse en un paseo marltimo perpendicular al mar a la vez que parque
de atracciones. El auge del mismo queda vinculado con la ideología higienista
del sanitary movement británico del siglo XIX que defendía la necesidad del
desarrollo de la vida humana en un ambiente con aire, tierra y agua sanos. La
corriente del higienismo se convirtió en un movimiento social e intelectual de
gran relevancia en la lucha contra las enfermedades infecciosas y tendría muchas
repercusiones sobre el urbanismo y la arquitectura.
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 87
El propio arquitecto mumcipal de Alicante, José Guardiola Picó (1836-1909), se hizo eco en sus escritos en el minsilo de Jos siglos de este modo de pensar
al afirmar que en la atmósfera de la ciudad debe ptimar la "pureza del terreno, del
aire y del agua", para hacer una ciudad "más sana, ( .. . )más culta" (Guardiola
1999), identificando higiene con cultura. Varios fueron los estudiosos y los médicos
de estas tierras que a finales del siglo XIX se interesaron por los baños marinos
como agente terapéutico. Entre ellos Evaristo Manero, Esteban Sánchez Santana
o Pascual Pérez Martinez.
Nuestra geografia no fue ajena a este fenómeno. La costumbre de bañarse
en el mar e ra una tradición lúdica practicada históricamente ramo por la gente
ribereña como por la del interior. En 1810 ya se tiene constancia de la masiva
concurrencia de gentes a las playas, pues se redactó el primer Reglamento o método
de vida que debe observarse por los que víenen a Santa Pola con motivo de recreo o a bañarse (Bonmatí 1988. 20). Según este dato, el baño en el mar fue antes ocio que
terapia, saber popular ames que prescripción facultativa. A este manual le s1gu1eron
tres más en Alicame de 1838, 1859 y 1861 encaminados a regular la vestimenta
y las horas de baños (Benigno 2008: 13). Las recomendaciones sanitarias de la
toma de baños en agua del mar (siempre acompañados de denos rilUales religiosos:
de 'virgen' a 'virgen') provocó la aparición de los complejos balnearios sobre las
mismas playas que, poco a poco, fueron trasladándose o construyéndose sobre
mueUes en el mar, constituyendo una estampa que define la BeUe Époque y cuyas
arquitecturas han desaparecido casi por completo del litoral valenciano. Hubieron,
por tanto, dos tipos de construcciones relacionadas con los baños de mar: los
balnearios en tierra firme a orillas del mar, a modo de hoteles, y los balnearios
sobre el mar, siguiendo el modelo de los piers bmánicos (plataforma y parque de
ocio).
Los balnearios de playa eran construcciones más fijas y perennes
(construidas con cimientos pétreos sobre los que se levantaba una casona de muros
de mampostería auxiliados por elememos de estructura y cerramientos de madera)
que albergaban en su interior los cuartos con las bañeras y las canalizaciones para
extraer el agua del mar y calentarla. Solían contar con algunas habitaciones, si bien
las fondas, albergues y casas de huéspedes para usuarios y pacientes se localizaron
más en tierra firme mientras que los balnearios a orilla del mar se especializaban
en la prestación del servicio terapéutico.
88
•
TURISME, GASTRONOMfA, OC/ 1 SALUT ... :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
$,1-~.o.. • ..,..... .• ,
,¡.
Fig. ll· Planta y alzado dtl balneario "La Alianza" en Al•wnLe (1877)
Los balneanos sobre los picrs eran construcciOnes estacionales ya que,
SI b1en la e5tJ'UCLUra de) muelle pasó de postes de madera a perfiles de ruerro ,
sobre la plataforma horizontal de tablas de madera se levantaron pequeños
volúmenes, normalmente, tam bién de madera. Este material factlitó el que, en
muchos casos, se montaran y desmontaran para cada verano dislimos balnearios
en atención a la demanda, evitando erigir arquitecturas muy sólidas y costosas
que habrfan de hacer frente a los temporales de inv1erno La fachada marfLima
que estaban descubriendo las cmdades a lo largo del siglo XIX (muy especialmente a partir del momento en que se derribaron sus murallas, después de 1850 en
España) devino, durante décadas, en una unagen desmontable que se fue volviendo
permanente en la medida que las instalaciones balnearias eran más y más
demandadas por la sociedad de las propias ciudades y por los turistas y/o
veraneantes que Llegaban a las mismas (Marünez 2004). como es el caso de
Alican te desde la apertura del senrtcio de tren a Madrid con trenes especiales en
verano (\os 'trenes boujo' a partir l893)
DEl HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 89
Esta transformación de instalaciones proVlsionales en otras más definitivas
y fijas está en relación directa a los servicios que ofrecían estos balnearios sobre
el mar. Inicialmente eran plataformas sobre las que se levantaban casonas de madera que albergaban cuartos para el cambio de vestuario y trampilias para descender
hasta el mar, como ilusu-an los planos de 1877 del balneario La Alianza en Alicante
[Fig. ll l. El baño tenía lugar bajo las plataformas de madera de los p1ers. Para
evitar que los bañistas fueran molestados o vistos por otras personas, las plataformas
estaban equipadas con pequeñas cortinillas en wdo el pertmetro que descendían
hasta la superficie del mar. Estos primeros servicios de cuartos de baño , cambio
de vestimenta y "parcela marina de baño" se fueron ampliando sobre el palafito
con la incorporación de kioskos. bares, restaurantes, ambigús y espacios para
orquesta y baile, todos ellos con terrazas sobre el mar. Estos balnearios fueron
creciendo a lo largo, adenuándose en el mar, y a lo ancho, con distintas p lataformas
para las distintas alternativas de entretenimiento que ofrecian. El público fue
variando y, desde los iniciales imereses en los beneficios rerapeuticos por la
atmósfera y el baño marinos, su oferta se fue ampliando y diversificando hacia lo
lúdico y la diversión del propio chapuzón y los servicios de restaurante y baile.
El tratamiento de la enfermedad devino en prevención de la misma al tiempo que
el balneario marino se convenía más en un lugar de esparcimiemo lúdico.
En nuestro litoral, los primeros balnearios marinos que se instalaron
en Alicante lo hicieron en el puerto en 1834 (sólo una década después que en
Brighton) y se montaban y desmontaban cada año. Fueron trasladados al Posúguet
hacia 1850, posiblemente debido a los proyectos de ampliación del puerto, y
continuaron ampliándose hasta 1930 (Vera 1987: 54-55). Al borde de los años
60 del siglo XX hablan perdido su función y desaparecieron. Se tiene constancia
de balnearios de este tipo, por lo menos, en Torrevieja (El Carmen, La Pura, La
Rosa, La Unión, Vista Alegre, La Marina y La Paz) , en Santa Poi a (La Sirena), VUiajoyosa (Neptuno), Benidorrn (La Virgen del Sufragio) , Valencia (Las Menas y Termas Victoria) y Alicante. En esta ciudad, y localizados en la playa del Postiguet,
a lo largo de los cien años del periodo (1850-1950), se han documentado los
siguientes: "Diana, Alianza, La Confianza (antes Nepwno), La Esperanza (Simó), La
Rosa. Fen·ocarril, Nuevo Neptuno, Las Delicias, El Madrileño, La. Florida, La Estrella, El Agu.ila, Playa del Postiguet, El Almirante, Ferrandis y Guillemw" a los que hay
que añadir "El León y La Alhambra" (Vera 1987: 55).
90 TURISME, GASTRONOMfA, OC/ 1 SALUT .. . :UNA PERSPECnVA HISTÓRICA
la evolución de estos balnearios desde su uso terapéutico hacia muelles
de ocio y diversión y, por tanto, su éxito, es paralelo al triunfo de la higiene como
un hábito de salud y la generalización del veraneo y el turismo, así como al
relajamiento de las costumbres morales. El auge de los balnearios marinos a
finales del siglo XIX fue en paralelo al declive, a partir de esas fechas, del interés
por los balnearios termales. la lenta desaparición de estos balnearios marinos,
en el entorno de entre guerras, es paralela aJ auge de las playas como lugares de
ocio y destino turístico, hecho que refleja la transformación del incipiente veraneo
de élites en un fenómeno de masas: el del veraneo o turismo de sol y playas. Este
cambio de preferencia por una playa y un mar abarrotados por bañistas queda
ya temprana y perfectamente ilustrado en 1890 en el cuadro "Los bañistas de
Ostende", del citado pintor George Ensor, en el que playa y mar están atestados
de gentes de todas las edades y de distintos sexos, aunque en muy distintas
proporciones y con diferentes vestimentas. Casi podríamos identificar a los
balnearios termales con la aristocracia, a los balnearios marinos con la burguesía
y al turismo de sol y playas con el resto de ciudadanos.
2.3.- EL SANIT ARIUM: UN 'HOSPITAL' SOBRE EL MAR
Dentro de esta confluencia que tuvo lugar en el siglo XIX y que dio
lugar a la 'ideologfa' del higienismo (el citado sanitary movement), que desde el
campo de la medicina trasCendió a muchas disciplinas y tuvo amplias repercusiones
sociales, puede emenderse la misma -en parte- como una respuesta a las graves
epidemias en que se vieron envueltas todas las ciudades occidemales, especialmente
las europeas. Era la otra cara de la revolución industrial: hacinamiento e insalubridad
favorecían la propagación de enfermedades. Las ciudades valencianas no fueron
ajenas a esta lacra. De la ideología higienista (aire, tierra y agua sanos), entre
muchas otras acciones, partió el nuevo modo de enfrentarse a la enfermedad:
antes que curarla, prevenirla, y aquí se incluían las terapias señaladas de hidroterapia,
balneoterapia y climatoterapia, a las que se sumaban la talasoterapia (salud por
el agua de mar), la aeroterapia (salud por el aire) y la helioterapia (salud por el
sol) que ya se han señalado y, por supuesto, otras muchas medidas que afectarían
al urbanismo (el 'saneamiento' en su sentido más amplio) y a la arquitectura (con
planteamientos 'higienistas').
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR . .. 91
Que Alicame y su comarca reunían una serie de condiciones óptimas de
clima para tratar muchas enfermedades era una afirmación que se avaló con
numerosos estudios médi.cos como la Topografía Médica de Alicante (1883) de
Evaristo Manero, Alicante, estación sanitaria (1889) de Panefto Ballesteros y Residencia invernal de Alicante (1889) de Esteban Sánchez Samana (Olcina 1997). El nóbel
de medicina D. Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) daba fe de esta realidad
décadas después con las siguientes palabras: "El clima de Alicante es verdaderamente
ideal. Las medias de temperatura, singularmente en los meses invernales, indican
que el frfo es casi desconocido" (Sempere 1934). Todo apuntaba a que Alicante,
por sus excelemes condiciones climáticas y de atmósfera, podía convertirse en un
destino de reposo y curación de las afecciones pulmonares, entre ou·as enfermedades.
En este contexto se comprenden mejor LOdas las campañas encaminadas a convenir
Alicante en una estación sanitaria invernal ('Winter Resort'), incluyendo publicidad
en francés y en inglés destinada a estos países.
En este sentido sorprende la propuesta del médico Sánchez Santana quien,
en su libro de 1889 (para el que seguramente contó con el apoyo y asesoramiento
del arquüecto José Guardiola), propuso la construcción de un 'hospital' sobre el
mar en la playa de Babel de Alicante que denominó Sanitarium [Fig. 12) . El médico
aportó un plano de planta con una leyenda de las edificaciones y una descripción
literaria bastame detallada. Este proyecto toma como punto de partida e1 modelo
de los piers británicos ya adaptados por esta geografía como pasarelas equipadas
con diversas construcciones encima. Se trata de un muelle que conduce a una
plataforma octogonal de unos 25.000 m2 (es decir: ligeramente mayor que el
hospital renacentista del Filarete), donde se despliegan los pabellones exentos de
este balneario-residencia u hospital marino para eniem1os crónicos.
El primer tramo del muelle es una calle que conduce a una plaza 'ovalada1
hasta donde llegarían los carruajes y que introduce el hospital en medio del mar
para que sus residentes, a pie, disfruten de la atmósfera marina_ La plataforma
octogonal se organiza con un sistema de ocho conjuntos de bloques exemos
residenciales dispuestos en U y situados en el perímetro. En el interior de cada
espacio de la U se prevén jardines organizados en parterres volcados hacia el
centro, mientras e.l perímetro exterior es recorrido por un paseo abalconado sobre
el mar. El centro está ocupado por un pabellón desLinado a comedor y a su
alrededor, segün las diagonales, se erigen cuatro pabellones destinados a casino,
92 TURISME, GASTRONOMIA, OCJ 1 SAWT ••• :UNA PERSPEcnVA HISTÓRICA
DJSPDSJtiD~ Gti\E..W .(¡Jl UJI l'ROJECTO
EN :t.A PLAYA DE ALXCANTE
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1
:~-;;;-: :::.:..--:.... -'------·~"'-!::=-~---=-··-, ___ _ ~ ..... -. ,......__,_ ...... _,_
salones de tertuha, juego y gimnasio,
todos ellos, de nuevo, están rodeados
por una corona de jardines que enlaza
con los anteriores. Aparece una pequeña
capilla que se sitúa al Einal del eje desde
el pier, si bien no es mayor en planta
que el resto de pabellones de
habitaciones. Este 'hospiral' sobre el mar
estaría equipado con todos los adelantos
tecnológicos: agua corriente, alumbrado
eléctrico, telégrafo, teléfono, cosmógrafo
y una estación meteorológ¡ca.
La disposición de las
construcciones se rige por principios
académicos (a ejes), pero las piezas de
arquitectura presentan tres singulares
novedades. Primera: LOdas son bloques
prismáticos exentos, sin patios de luces
(ancho enrre 7,00-9,00 m). Segunda: la
superficie destinada a jardines es mayor
que la ocupada por las edificaciones.
Tercera, se construirían sólo con ''metal,
madera, ladn Uo y crista les" (Sánchez
1997: 148). Parece evtdenre que la mano
Fig. 12- Planta delSanitarium en Babel y e l pensam1ento del arquitecto José
(Alícantc) d~ E. Sánchez Santana (1889) Guardiola se desliza entre las palabras
del médico Sánchez Santana, porque
aquí se reflejan las nuevas ideas que nuyen del higienismo hacia la urbanística
(Jardlnes, venrilación, densidades, ere.) o la arquitectura (bloques exentos sin
patios, matenales industriales y ligeros, etc.). A ello se suma una fe casi ciega en
el progreso tecnológico, como la del propio José Guard iola.
Aunque l'udiéramos pensar que se lrata de un gran balneano manno,
como así parece plantearse. o que pudiera ser un hospital sobre el mar desunado
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR ... 93
a tratar enfermos crónicos, sobre roda porque, además, el plameamiento tipológico
guarda una estrecha relación con los tipos hospüalarios de pabellones aislados
(que tienen sus antecedentes en hospitales ingleses, si bien, aquí, los pórticos de
unión entre pabellones o no existen o son metálicos), nos enconLramos ante un
concepto distinto y nuevo. Este sanitarium era una residencia invernal, un hotel sobre el mar, sólo destinado a un segmento solvente del espectro social no
residente en el entorno. Era, pues, un proyecto que anticipaba el fururo turístico
que parecfa ya emerger en elliroral valenciano y como tal se vio reflejado en
algunas propuestas de "colonias-sanatorio" (ca 1910-20) en las playas del Cabañal
y la Malvarosa en Valencia (Pecoun 1997), aunque allí las construcciones habían
hecho el camino de vuelta: habían vuelto a tierra fume, habían pasado de estar
sobre el mar a estar freme a él y este planteamiento ya apuntaba en otra dirección,
la del turismo residencial. Porque los tiempos para la medicina y la arquitectura
eran ya otros, y este proyecto daba buena cuenta de ello: higiene y tecnología
serian nuevas armas frente a las enfermedades.
IV.- EPÍLOGO: LA SALUD COM O PREVENCIÓN
l.- LA T EORÍA MICROBIANA Y EL T IPO DE HOSPITAL EN ALTURA
La medicina había s ido transformada súbitamente por nuevos
descubrimientos en la segunda mitad del siglo XIX. Los trabajos del médico
Ignacio Felipe Semmelweis (1818-1865), del químico Louis Pasteur (1822-1895)
y del cirujano joseph Lister (182 7-1912) -que fueron paralelos a los de Florence
Nightingale- condujeron al descubrimiento de los agentes patógenos microscópicos
que están en el origen de las enfermedades. Tras sus investigaciones se introdujeron
los nuevos métodos de esterilización y de asepsia y se produjeron los antibióticos
y los antisépticos. Una nueva revolución científica estaba servida que cambiaría
la práctica de la medicina hasta nuestros días. El enemigo, aunque diminuto,
habitaba dentro de nosotros. Estos avances aceleraron la especialización de los
hospitales en atención a las enfermedades y a las patologías clinicas o quirúrgicas.
El desarrollo de las nuevas maquinarias médicas (en quirófanos, instrumental y
laboratorios) y de confort ambiemal e higiénico (baños integrados y renovación
asistida del aire) exigía edificios centralizados, donde las panes no quedaran muy
alejadas las unas de las otras para la optimización y eficacia -'económica'- de
recorridos y recursos -humanos y materiales- .
94 TURISME, GASTRONOMfA, OC/ 1 SALUT ••. :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 13a- Planta con jar·dfn del Sanatorio Virgen dclSocon-o en Alicante (1948-50)
Por ú ltimo, el necesario ahorro de Liempo en los desplazamiemos rue
detenninanLe para que se abandonaran todos estos tipos hospitalarios de pabellones
(en extensión) y se optara por modelos desarrollados y concentrados en altura
(con la presencia de los imprescindibles ascensores), a fin de mmnnizar los
recorridos del personal sanitario y de los enfermos desde sus hab1Lac10nes (ya no
serian 'salas' comunitarias) hasta los quirófanos, porque la vida podía ser cuestión
de mmutos. Si con la revolución industrial el tiempo ero dinero, con la revolución
sanitaria, el tiempo se había convertido en vida. Y aunque el tiempo corría muy
deprisa, lo hacia de un modo más veloz para las ciencias ciertas de la salud que
para la incierta ciencia de la arquitectura. Tras el periodo de entreguerras del siglo
XX, arquitectura y med1cina comienzan a distanciarse respecto de los planteamientos
aquf estudiados, a pesar de que ambas disciplinas procuren el bienestar de los
seres humanos, ya que lo hacen en tiempos disuntos, y la arquitectura hospitaria
haya terminado por con figurar pequeñas ciudades autónomas dentro de las
grandes metrópolis con su red de ambulatorios jalonando la geograira urbana.
Las relaciones entre ambas disciplinas estaban ya muy mediatizadas por los fuertes
condicionantes que introdujeron las exigencias de las imprescindibles maquinarias
de diagnosis e intervención de enfermedades y de confort de enfermos, así como
por el nuevo modo de entender la asitencia sanitaria de un modo más próximo
al pac1eme, ahora ya usuario.
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•• 95
Fig. 13b-Vista exterior· de época del Sanatorio Virgen del Socorro en Alicante (1 950)
En Allcante, sólo diez años después de haber emrado en funcionamiento
el hospital provincial, en 1942, se comenzó el Sanatorio y Casa de Reposo "Virgen
del Socorro" lFig. l3a/b ] (hoy Hospllal del Perpetuo Socorro), obra de M1guel
López González (1907 -1976). Los plameamjemos d1stribuuvos ya fueron otros:
se atendió a las funciones especificas debidameme articuladas por los recomdos
horizontales y por los ascensores verticales, dando libertad a la planta para que
mejorase su orientación y sus vistas, optimizando el soleamiento: ulilidad, UexibHidad y economia , en palabras de su autor (López 1950). Este pequeño
'hospital' -en su origen: sanatorio- crecía en alrura, cambiaba su fisonomía y se
volvía blanco aséptico. higiénico e lnmaculado, como los hábitos de las monjas
que atendían a paciemes y enfermos; su antecedente lrunecliato había sido el lnstiluLo Provincial de I-Ugiene en la misma ciudad y del mismo autor (1936-
4 3/45), si bien, en este no habían camas, era un centro de atención 'de día' por
especialldades médicas (Martínez 2008). La reesrrucmrac..tón de la sanidad era
de uuevo una cuestión de Estado para que los enfermos dejaran de ser siempre
pobres y la sanidad la 'hermana pobre' de los servicios públicos de uu estado
social Desde la segunda década del s iglo XX había comenzado a imponerse un
nuevo tipo hospitalario que se desarrollaba en altura, tanto paTa los hospitales
generales como para los especializados.
En Aücance, este cambio se reflejó tanto en la construcción del hospital
"Residencia 20 de Noviembre" (1951-56) [Fig. 14]. corno en el hospital
Cardiovascular de San Vicente (1950, 56-63) [Fig. 15], proyectado por el arquitec[O
96 TUR/SME. GASTRONOM(A, OC/ 1 SALUT ..• :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
Fig. 14- VtSta del hospital-residencia "20 de Noviembre" de Alicantt: (ca. 1951-56)
Aisna (desde el M0 de la Gobernación) y dingido por el propto Miguel López.
Desde La n Guerra Mundial, además de la especialización hospitalaria, se abrírta
un nuevo camino que intentaba acercar la medicina a los ciudadanos mediante
una arquitectura próxima para la consulta médica. invirtiendo el ciclo: prevenir
antes que curar. Pero este episodio, que urd ió una red de ambulawrios y consultorios por la geografra del Estado entrelazada con las nuevas estructuras
de la cobertura sanilaria y social pública. conslituye un nuevo relato.
Este recorrido por quinientos años nos ha llevado a descubm los avances
de la medicina para bacer frente a las enfermedades y cómo, en el camino, se ha
ido enhebrando un tejtdo con las aportaciOnes de la arquitectura que se plegaba
a las exigencias científicas de la medicina y la enfermería. El hospital era un
anefacto para curar: del tipo cruciforme al radial, del pabellonario a la colonia
del sanitarium. Los balnearios termales y marinos eran los 'otros' bospilales:
residencias para sanar. Por último, la diferenciación : hospitales centralizados o
especializados para intervenir dolencias y residencias o san atorios para tratar
enfermedades; ambas modalidades ya en altura. Casi podrfamos intuir que los
hospitales han mirado a su interior, más a la organización de sus espacios. cuando
se trataba de curar enfermedades graves, cuando se hacfa necesaria la intervención
DEL HOSPITAL AL BALNEARIO: ARQUITECTURAS PARA TRATAR .•• 97
1>8
Fig. 15- Planta baja actual del hospital Cardwvascular de San Vicente (1950-63)
y, sin embargo, han mirado más a su alrededor, al exterior, al paisaje verde y al mar azul, cuando han tenido que enfrentarse a enfermedades largas. Al intenor
la cura -hospitales-, al exterior la prevención -balneanos-, como SI la salud. cada
vez, dependtera más del modo de vtda que de las garamias del remedio. Las
ciencias de la salud han progresado en un doble sentido: curar las enfermedades
para evttar la muerte y educar en la higiene (en su más amplio sentido) para evitar
las enfermedades. lnvenir, pues, en calidad de vida, a lo que se ha sumado la
arquitectura.
Los intereses de estas disciplinas son distintos: la mecltcina y la enfem1erfa
procuran más por restaurar el bienestar de inmediato mientras que la arquitectura
procura crear las conclidones para que este b1enestar se prolongue. El
distanciamiento entre ellas no impide nuevas aventuras juntas, pero los m veles
Lecnicos, tecnológicos y de ínstalac10nes hacen cada vez más dtfícilla reunión ele
estas antiguas disciplinas, cada cual con su puma de V1Sla artlsnco Sea cualluere
el futuro , hemos evidenciado que se ha evolucionado desde una arquitectura para
t"UU'ar enfermedades, los hospitales, a otra preparada para reahzar largos tratarruenros,
los balnearios y sanatorios (o preventorios) Este largo camino refleJa el cambio
de nuestros hábitos soc1ales como consecuencia de los nuevos modos de enlender
la medicinar La enferrneria: invertir en salud es prevenir más que curar. Porque
el tiempo es vida y la enfermedad nos aleja de ella.
98 TURISME, GASTRONOM{A, OC/ 1 SALUT ..• :UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA
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de Alicante, (07c) libro de Mateo 1998-ll, (08) fotografía de]. Oliva, ca. 1998,
(09) Ubro de Mateo 1998-T, (lOa-lOb) Libro de Mateo 1998-1, (11) Trabajo de
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Raspetg.