Post on 15-Dec-2015
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Quitar prestaciones, dilema de empresas
Las empresas buscan cómo darle la vuelta a la disposición que limita la deducibilidad de
las prestaciones sociales de los trabajadores. Esta medida aumentará un 50% sus costos,
según expertos.
“Está buscando opciones en sus esquemas de productividad, tienen que vender más,
aumentar clientes, eliminar deficiencias en su proceso de trabajo, ver dónde puede ahorrar,
con eso cubrir el extra que deben absorber”, dijo Alfredo Bernacchi, director de Soluciones
de Edenred México, empresa que ofrece asesorÃa y soluciones orientada a otorgar
prestaciones sociales.
La reforma hacendaria que entró en vigor en enero fijó un lÃmite a las empresas en la
deducibilidad de prestaciones al 53%, si se mantienen, o 47%, si se reduce el monto de las
prestaciones. Además, sólo podrán deducirse los vales otorgados a través de
monederos electrónicos otorgados por el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Las empresas están recurriendo a prácticas como ‘la piramidación’, “un ajuste en sus
costos para que el empleado no absorba la carga fiscal que representarÃa monetizar
prestaciones como los vales”, mencionó Alfredo Bernacchi.
ArtÃculo relacionado: Costo laboral subirá con reforma fiscal
Un 21% de las compañÃas en el paÃs considera la opción de monetizar esas
prestaciones, según una encuesta de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos
Humanos (Amedirh) a 12,500 empresarios. Alrededor de 6 millones de trabajadores, que
perciben entre uno y cuatro salarios mÃnimos mensuales, reciben vales de despensa,
según información de la Asociación de Sociedades Emisoras de Vales (Aseval).
Optar por la vÃa de monetizar los vales, dar el equivalente a su valor en efectivo, no es
sinónimo de beneficios, por el contario, los empleados podrÃan perder un 45% del valor
de esa prestación.
Con un sueldo mensual de 7,000 pesos y vales de despensa equivalentes a 800 pesos, si la
empresa decide sumar esa cantidad al salario, el empleado perderÃa alrededor de 40.45%
de la prestación, unos 323 pesos, porque ese ingreso adicional se gravarÃa con Impuesto
sobre la Renta (ISR).
El hecho de convertir una prestación en parte del salario tiene otras implicaciones
negativas, de las “que poco se ha hablado”, expresó Bernacchi.
En su opinión, cuando un empleado recibe los vales puede hacer una mejor distribución
de ese recurso, porque sabe que es ayuda para el hogar y lo utiliza en alimentos y otros
productos. Cuando ese apoyo se da en efectivo no se administra adecuadamente.
Esa decisión desencadenarÃa otras repercusiones a nivel de productividad y atracción-
retención del trabajador, pues las prestaciones suelen ser un incentivo adicional a los
salarios, mencionó, Gustavo Tavares, director del área de Productized Services de la
consultora Hay Group.
Monetizar no sólo implicarÃa una mayor carga fiscal para el trabajador, a la propia
empresa le costarÃa tres veces más esa decisión, porque al aumentar el salario la
empresa deberá pagar más impuestos por otros conceptos, como aguinaldo y cuotas
patronales.
Un tercer camino es sustituir esas prestaciones, pero las empresas deben valorar con qué
otros recursos pueden apoyar al empleado. Pero hasta la fecha las empresas “no han hecho
números, ni valoraciones. El fenómeno incertidumbre en cuanto a estrategias que se
tomarán prevalece”, afirmó el director de Soluciones de Edenred.
El ejecutivo advirtió en este momento es necesario contabilizar cuál será el impacto de
las nuevas disposiciones, según los distintos rangos salariales, y a partir de ello definir
qué solución conviene implementar.
La respuesta del empresariado mexicano se está orientando a no tomar decisiones que
afecten el bolsillo del trabajador, precisó Bernacchi. Sin embargo –detalló- actuar de esa
manera tiene un costo, a final de cuentas la reforma hacendaria se traduce en eso, en
incrementos.
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Publicado: Viernes, 21 de febrero de 2014 a las 06:04:00
Por: Ivonne Vargas
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