Post on 04-Aug-2020
INTRODUCCION: En los estados de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur se siembran un promedio
anual de 400,000 hectáreas de trigo, las cuales deben de abastecerse de 80,000
toneladas de semilla aproximadamente; en dichos estados, desde 1983 la producción
de semilla ha tenido serias restricciones debido principalmente a problemas
fitosanitarios específicamente carbón parcial Tilletia indica (Mitra), el cual demerita la
vida útil de las variedades y la calidad física, fisiológica y sanitaria de la semilla. La
presencia de carbón parcial en estas áreas, provocó que la actividad semillera sufriera
fuertes pérdidas económicas debido a: cuarentenas impuestas a las siembras, rechazo
por semilla infectada y desplome de las exportaciones de semilla en los mercados
internacionales. Además esto ocasionó que parte de las necesidades de semilla de
estos estados se abastezcan de otras zonas, lo cual encarece el producto por el
traslado de la semilla.
El Valle de Mexicali, Baja California y la Región de San Luís Río Colorado Sonora, son
zonas libres de carbón parcial, por lo que representan una área potencial para realizar
los incrementos iniciales de semilla de nuevas y actuales variedades y posteriores
categorías. Además, con el inminente reconocimiento por Estados Unidos y Canadá
como zona libre de carbón parcial, traerá consigo la oportunidad de competir con
simiente de buena calidad en los mercados internacionales. En consecuencia, la
actividad semillero local ha venido adquiriendo relevancia, de tal forma que
anualmente se siembra en promedio 5000 ha, de las cuales se obtienen
24,000toneladas de semilla en las diferentes categorías, mismas que son
acondicionadas y comercializadas a nivel local y nacional, por 25 empresas de la
entidad de carácter público y privado.
Lo anterior pone de manifiesto la necesidad de continuar con las medidas fitosanitarias
tendientes a preservarla sanidad de esta zona agrícola del Noroeste de México, así
como el de un programa de investigación que genere tecnología de producción
tendiente a apoyar esta actividad. Bajo este contexto la Secretaría de Agricultura,
Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR), a través del Campo Experimental Valle de
Mexicali (CEMEXI) y el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas
delegación Baja California (SNICS); han elaborado el presente folleto, con el objetivo
de dar a conocer a los productores, técnicos y empresas semilleras los avances de
investigación sobre la influencia de algunas prácticas agronómicas en el rendimiento y
calidad de semilla de trigo.
CALIDAD DE SEMILLA:
No existe una definición universal que satisfaga el concepto de calidad; en este
sentido, Bustamante (1990) denota que la calidad de semilla es un conjunto de
características deseables, que comprende varios atributos, los cuales se refieren a la
conveniencia o aptitud de la semilla para sembrarse.
Además menciona que el número de características y/o atributos no es estático, y que
evoluciona constantemente conforme avanza el conocimiento y la tecnología. Bajo
esta filosofía, Dávila y Miles (1990), consideran que la calidad de semilla esta
cimentada en la captura de la mayor parte de los atributos deseables que definen y
caracterizan los siguientes cuatro componentes de calidad: Genético, fisiológico,
sanitario y físico.
COMPONENTE GENETICO: Es la fidelidad o autenticidad de una muestra de semillas de una determinada
variedad, que después de varias generaciones de incremento, conserva el mismo
genotipo con la cual fue liberada por el fitomejorador. Para preservar y asegurar que el
genotipo de una variedad se mantiene dentro de los limites aceptables en los
diferentes incrementos, es necesario vigilar sus características de tipo agronómico,
morfológico, fisiológico, bioquimico, a través de la descripción varietal con la cual fue
liberada (Bustamante 1990).
COMPONENTE FISIOLOGICO:
Bustamante (1990), asienta que es la suma de todas aquellas propiedades de la
semilla (genética, bioquimica, citológica, química, etc) que determinan su nivel de
actividad y la mantienen como una unidad biológica de reproducción; es decir, una
semilla o lote de semilla que sea viable y posea una alta capacidad de germinación y
vigor. Para evaluar este componente de calidad, existen muchas pruebas que
cuantifican su nivel de actividad, tales como: Pruebas de viabilidad (tetrazolio),
pruebas de germinación (Germinación estándar) y pruebas de vigor (peso seco,
crecimiento de plántula, prueba fría, envejecimiento acelerado, conductividad eléctrica,
etc),
COMPONENTE SANITARIO: Se refiere principalmente a la presencia o ausencia de patógenos causantes de
enfermedades. El desarrollo de estos organismos relacionados con la semilla,
depende del estado de desarrollo del cultivo, las condiciones climáticas, el manejo y la
presencia del inóculo, así como el curso de la infección. Entre los patógenos que se
asocian con las semillas están los hongos, bacterias, nemátodos y virus. Algunas
formas de evaluar la presencia de patógenos en las semillas son: Exámenes directos,
examen de embriones, pruebas de papel fillro, agar, crecimiento, serológicas, etc
(Bustamante 1990).
COMPONENTE FISICO: Se refiere al grado de pureza de un lote de semillas; es decir, a la presencia o
ausencia de otras especies, variedades, maleza y materia inerte; también comprende
la integridad física de la semilla (semilla quebrada, tamaño y peso de la semilla). La
evaluación de este componente es a través de pruebas de pureza analítica, conteos
de semillas extrañas, contenido de humedad, peso de 1000 semillas y peso
volumétrico (Bustamante 1990).
A continuación se discutirá la influencia que tienen algunas prácticas de campo sobre
algunos atributos, que definen los componentes de calidad ya mencionados.
SELECCION DEL TERRENO: Desde el punto de vista agronómico, deberán seleccionarse aquellos suelos que
presenten buena nivelación, fertilidad, drenaje y baja salinidad. Desde el punto de vista
de certificación, deberán eliminarse aquellos lotes que en su historial hayan
presentado problemas de altas infestaciones de hierbas nocivas, enfermedades y que
hayan sido sembrados con la misma especie u otra variedad en los dos ciclos
anteriores; aunque en algunos esquemas de certificación, un año es suficiente siempre
y cuando sea la misma variedad por producir. En lo posible, es conveniente
seleccionar campos donde el cultivo anterior haya sido de escarda (algodón, maíz,
ajonjolí y algunas hortalizas), ya que esto disminuirá la presencia de contaminantes
genéticos en los lotes de incremento, así como los gastos por desmezcle de plantas
fuera de tipo.
AISLAMIENTO: Se refiere a la distancia mínima que debe existir entre el lote de producción de semilla
y otras siembras de trigo, con el propósito de evitar mezclas o contaminación de polen
extraño. En trigo, por ser una especie autógama, los requerimientos de aislamiento
son los mínimos para prevenir mezclas mecánicas durante la siembra y cosecha; al
respecto, SARH (1980) indica que el terreno deberá estar aislado en todo su perímetro
de otros campos por una distancia mínima de cinco metros.
EPOCA DE SIEMBRA: La fecha de siembra es una práctica cultural que define no solo el rendimiento y otros
aspectos agronómicos del cultivo, sino que también determina la expresión de algunos
atributos de calidad, la presencia o ausencia de algunos caracteres indeseables y
organismos dañinos en la semilla, por lo que deberá seleccionarse cuidadosamente.
PUNTA NEGRA: La infección de esta enfermedad se presenta como manchas irregulares negras o
cafés en la cubierta extrema de la semilla. Estas coloraciones se concentra
comúnmente o es más evidente hacia el ápice germinal, pero puede encontrarse
distribuida sobre toda la cubierta de la semilla (Stubbs el a/1986). Prescott el a/ (1986)
indican que la enfermedad punta negra (PN) puede ser causada por varias especies
de los géneros Alternarla, He/minIhosporiurn y Fusarlum; también asientan que la
infección de estos hongos ocurre durante el estado masoso del grano, principalmente
cuando predomina el tiempo húmedo o lluvioso; de igual forma señalan que
dependiendo del género del hongo y su penetración en la semilla, éste puede
disminuir su viabilidad.
Valenzuela y Flores (1992) muestrearon en el Valle de Mexicali 70 lotes de semilla de
trigo categoría certificada; el análisis de las muestras detectó que el 80% de los lotes
presentó una incidencia de (PN) entre 0 y 20%. También observaron que éste tuvo
mayor penetración en las siembras de noviembre. Por otra parte, Valenzuela y
Martínez (1993) al examinar muestras de trigo con (PN) detectaron que el agente
causal fue Alternarla spp, Además, al correr una prueba de germinación estándar,
encontraron que semillas con (PN) presentaron mayor porcentaje de plántulas
anormales y menor crecimiento (vigor); lo cual demerita la capacidad potencial de un
tote de semilla para producir plántulas normales. (ver figura 1).
Otro estudio de fechas de siembra y variedades en el valle de Mexicali por Valenzuela
y Martínez (1993) encontraron que la mayor íncidencia de (PN) se presentó en las
siembras realizadas en el mes de noviembre; así también atribuyeron este efecto a las
lluvias que ocunrieron a fines de marzo y principios de abril, durante el período de
floración y llenado de grano. Esto corrobora la información de Prescott el a/ (1986) y
Valenzuela y Flores (1992). (ver figura 2).
PANZA BLANCA: Robinsón el a/ (1977) y Valenzuela el a/ (1992) demostraron que el carácter panza
blanca (PB), está fuertemente asociado con una disminución del contenido de proteína
de la semilla (figura 3). Por otra parte, Lowe (1972),
Sivori (1980) Y Valenzuela (1990) asientan que este carácter tiene una influencia
negativa en algunos atributos de calidad tales como: Vigor, peso de semilla, capacidad
de almacenamiento y predisposición al daño mecánico; así también reconocen que
(PB) y su expresión es debido a factores genético-ambientales. En este sentido, Sivori
(1980) y Van Maren (1988) indican que si el tiempo de maduración de la semilla se
prolonga más allá de lo normal. Debido a bajas temperaturas y alta humedad relativa
la planta no asimila suficiente nitrógeno lo que eleva el contenido de hidratos de
carbono y disminuye la proteína. A nivel local un estudio de variedades y fechas de siembra, por Valenzuela y Martínez
(1991, 1992, 1993 Y1994), revelaron que en promedio las siembras localizadas en el
mes de noviembre, presentaron mayor incidencia de (PB) que las siembras de
Diciembre y Enero. Los valores promedios de los 4 ciclos fueron de 12.56, 8.54, 6.13,
5.82, 3.26 Y4.46 % para las siembras 5 y 20 de noviembre, 5 y 20 de diciembre y 5 Y
20 de enero respectivamente; en igual orden los días del periodo floración-madurez
fisiológica fueron 44, 40, 38,37,35 Y33 (ver figura 4). Esto último corrobora la
información asentada por Sivori (1980) y Van Maren (1988). Este carácter se discutirá
más ampliamente en el capitulo de fertilización, ya que esta práctica
es la que mayormente esta asociada con su expresión.
PESO DE 1000 SEMILLAS Clement y Pratts (1969), mencionan que la influencia del clima es determinante en
algunos periodos de la vida del trigo, y que los factores climáticos tienen una acción
preponderante al ser diferente según los periodos considerados. En este sentido
Acevedo elal (1991) YSamad el al (1994), asientan que un castigo por calor durante la
fase de antésis-madurez fisiológica, afecta la translocación de fotosintatos hacia el
grano, principalmente la síntesis y depósito de almidón. Además, los autores indican
que este castigo trae como consecuencia una reducción en el período de llenado de
grano, número de granos por espiga, tamaño y peso del grano.
Estudios de fechas de siembra y variedades por Abdeishafi y Ageeb (1994) e Ishag
(1994), al comparar el efecto de las fechas de siembras tardias con las óptimas,
encontraron que las primeras tienen un efecto negativo y significativo sobre el peso de
1000 semillas, así como el número de granos por espiga y planta. weigand y Cuéllar
(1981), demostraron que dentro del rango de temperatura media 12 a26 oC durante el
llenado de grano, éste reduce su peso de un 4-8% por cada grado centígrado de
incremento en la temperatura media; de igual forma Acevedo el a/ (1991) encontró
que el peso de la semilla a temperaturas medias de 17, 24, 25.6 Y24.4·C durante el
llenado de grano fue 39.5,28.9,30.5 Y27.6 mg respectivamente.
En cuanto al tamaño y peso de la semilla, existe controversia del efecto de este
atributo sobre la capacidad germinativa, vigor, rendimiento y otras expresiones de
calidad; esta controversia se basa en evidencias que establecen que semillas grandes
y pesadas son más vigorosas que las pequeñas y viceversa. por ejemplo, Scott (1961)
citado por wood el al (1977), al correr una prueba de emergencia con semillas de trigo
de diferente tamaño y peso del endospermo, encontró que semillas con endospermo
pequeño presentaron menor vigor (peso seco de plántula) que semillas con
endospermo grande. De igual forma Ries y Everson (1973) reportaron que semillas
con pesos de 29.3,34.7,35.8 Y38.3 mg produjeron plántulas con mayor vigor (peso
seco), en igual orden los pesos secos de plántulas a los 21 días de emergido fueron
70.2, 81.4, 87.3 Y80.0 mg.
Lo descrito sobre este atributo, pone de manifiesto la importancia del clima y su efecto
en la calidad de semilla. En este sentido, Valenzuela y Martines (1991, 1992, 1993 Y
1994), al evaluar el efecto de la fecha de siembra en trigo en el Valle de Mexicali,
encontraron que para Seri M-82 en las fechas 5 y 20 de noviembre, 5 y 20 de
diciembre y 5 Y20 de enero, las temperaturas medias máximas durante el período de
floración y llenado de grano fueron: 27, 27.8, 29.9, 31.4, 34 Y 35.2 OC
respectivamente. En igual orden el peso de 1000 semillas fue de 46.60, 43.20,38.95,
37.95, 34.90 y31.70 g; con un coeficiente de determinación entre estas dos variables
de í2= 0.8949. Además asientan que esta misma tendencia se observó en las
variedades Oasis F-86, Aconchi C-89, Rayón F-89, Cucurpe S-86 y Yécora Rojo. Por
otra parte, los autores señalan que la caida del peso en siembra de enero, se debe a
las temperaturas máximas (mayores de 32 ·C) que se presentan a mediados de abril y
principios de mayo (ver figura 2).
Lo anterior concuerda con las tendencias reportadas por Acevedo et al (1991) Y
weigand y Cuéllar (1981). En general, los autores reportan que en promedio de 4 años
de evaluación, consistentemente las siembras de enero reducen drásticamente el peso
de la semilla; los valores promedios del peso de 1000 semillas para las diferentes
fechas fueron de 47.0, 47.17. 45.79, 42.79,42.57 Y40.19 g en las fechas 5 y 20 de
noviembre, 5 y 20 de diciembre y 5 Y20 de enero. Tal y como se puede apreciar en la
figura 5.
PESO VOLUMETRICO:
El peso volumétrico por lo general se expresa en kilogramos por hectolitro, y es la
relación que guarda el peso de la semilla en un volumen
Estándar de medida. El valor de este atributo esta en función de la densidad y
características físicas de la semilla (anchura y espesor). Además, un valor a~o del
peso volumétrico esta asociado con semillas sólidas y pesadas. Para esto último
Valenzuela y Martínez (1992) encontraron un alto grado de asociación entre el peso de
1000 semillas y el peso volumétrico, los coeficientes de determinación para las
variedades Oasis F-86, Seri M-82, Aconchi C-89 y Cucurpe 8-86 fueron 0.8360,
0.8931, 0.9115 Y0.8388 respectivamente, en igual orden los modelos que definieron
esta asociación fueron: Y=0.299 X + 67.76, Y=0.3397 X + 65.85, Y= 0.2316 X + 73.03
y Y=0.3156 X + 65.70. Asi también, observaron que al clasificar semilla por espesor (3,
2.5 Y2 mm), el peso de 1000 semillas aumentó conforme aumenta el tamaño del
endospermo al igual que el peso volumétrico en las diferentes fechas de siembras
(figura 6). Porotra parte, Scott citado porlM>od el a/(1977), reportó un notable
incremento en el vigor de las plántulas (peso seco), en aquellas semillas que
presentaron endospermo mas grande y pesado.
El valor del peso volumétrico, es importante no solo desde el punto de vista industrial
(mayor peso volumétrico mayor rendimiento de harina), también lo es en el ámbito
semillero, ya que generalmente en recepción de materia prima, éste valor, la pureza
física y varietal del lote defínen su aceptación y/o rechazo; ya que una prueba de
germinación o vigor (excepto viabilidad con tetrazolio) en esta etapa no refleja la
calidad fisiológica del lote, debido a que generalmente algunas variedades presentan
dormancia, por lo que se requiere de 2-3 meses de reposo para poder evaluar su
condición fisiológica.
En base a lo descrito sobre éste atributo, es importante capturar su máxima expresión
en los diferentes programas de producción de semillas, y conocer el efecto de las
prácticas culturales sobre éste. En este sentido, Valenzuela y Martines (1992),
estudiaron el efecto de 6 fechas de siembra sobre el valor del peso volumétrico; sus
datos revelaron que al igual que el peso de 1000 semillas, las siembras de enero
presentaron el menor valor, de igual forma esta disminución es debido a las
temperaturas máximas que se presentan durante el periodo de floración-madurez
fisiológica, lo cual repercute en el tamaño y peso de la semilla (ver f'9ura 2). En
general reportan que en 4 ciclos de evaluación (1991-94) los promedios alcanzados
fueron: 81.70, 81.70,81.31,81.01,80.87 y79.00 kg/hl para las siembras 5 y 20 de
noviembre, 5 y 20 de diciembre y 5 Y20 de enero respectivamente (ver figura 7).
Al hacer un balance del impacto de la fecha de siembra en la calidad de semilla, se
concluye que las siembras durante el mes de noviembre aunque pueden ser las mas
rendidoras, se corre el riesgo de tener
Problemas de punta negra por las lluvias que regularmente se presentan a fines de
marzo y principios de abril. Así también, estas siembras predisponen a las variedades
a la expresión de panza blanca, por las temperaturas frescas (temperatura mínima)
durante el período de floración-madurez. Por otra parte, las siembras de noviembre
tienen un alto riesgo de acame debido a los vientos durante el mes de abril, que
coincide con el último riego de auxilio y la etapa de llenado de grano.
En contraste las siembras de enero, son las menos rendidoras debido al menor
acumulamiento de horas fría durante amacollo. Por otra parte, el peso de 1000
semillas y el peso volumétrico se ven seriamente afectados por el incremento de la
temperatura (32 ·C) durante la fase de llenado de grano (figura 2). Por consiguiente, la
mejor época de siembra para producir semilla en donde la calidad se \le menos
afectado, o bien la probabilidad de riesgos decrece, es durante el mes de diciembre
METODO DE SIEMBRA: El método de siembra es una de las práctica más importantes, ya que en la selección
de ésta van definidas paralelamente otras actividades tales como: riegos, control de
maleza, fertilización, densidad de siembra, desmezcles etc, que en un momento dado
pueden ser cruciales para el éxito de un programa de producción de semillas.
SIEMBRA EN SURCOS: La siembra en surcos, usa como premisa central modificaciones en el arreglo espacial
de las plantas, de manera que se dé la existencia de espacios por donde pueda
introducirse el hombre y las máquinas, para llevar a cabo operaciones que
dependiendo del estado del sistema pueden ser de importancia capital (Moreno el
a/1993). En este sentido Martines el al (1994), asientan que el método de siembra en
surcos, ofrece diversas ventajas respecto al método en plano tales como: Controlar la
maleza en forma química, mecánica y manual; facilita las aplicaciones terrestres de
fertilizantes, insecticidas y herbicidas, obteniéndose un ahorro sustancial de estos al
realizar las aplicaciones en banda, reduce la cantidad de semilla empleada y el tiempo
de aplicación de los riegos. Además este método permite eficientizar la labor del
desmezcle para eliminar especies y/o variedades indeseables, las cuales demeritan la
calidad de semilla. Por otra parte, el surco reduce la probabilidad de acame y
desgrane, así como la posibilidad de obtener una cosecha más limpia con menor
cantidad de materia inerte, al cortar menos paja que el método de siembra en plano, lo
cual facilita la labor de prelimpia y/o limpieza básica durante el acondicionamiento
INTERACCION FECHA POR SURCO:
Moreno el al (1993), asientan que en el sur de Sonora la fecha de siembra, tiene un
efecto muy marcado en la expresión del rendimiento según sea el método de siembra.
En este sentido y de acuerdo con sus datos de la figura 8, la siembra de trigo en
surcos funciona mejor en fechas tempranas (1 noviembre a diciembre 15); ambos
métodos funcionan igual en el intervalo recomendado (noviembre 15 a diciembre 15),
mientras que la método en plano funciona mejor en fechas tardías (diciembre 15 en
adelante).
Martínez etal (1994), indican que para el valle de Mexicali la mejor época de siembra
bajo el método de siembra en surco es del15 de noviembre al 20 de diciembre;
además mencionan que al sembrar en este período, las primeras etapas del cultivo
coinciden con temperaturas frías que estimulan el amacollamiento, y con temperaturas
frescas durante el período de reproducción y maduración lo cual propicia mejor llenado
y mayor peso del grano.
También, asientan que en siembras antes del 15 de noviembre la planta amacolla menos, se alarga su ciclo y se expone a heladas tardías durante la floración; por el contrario, en siembras después del 20 de diciembre se expone al cultivo a
temperaturas altas durante el período de reproducción y maduración, lo cual acelera el ciclo, reduce el número de granos por espiga y el peso del grano. Por otra parte, Martínez el al (1994) y Moreno et al (1993) coinciden en señalar que la pérdida de rendimiento por fecha de siembra tardía es mas drástico en surcos que bajo el método de siembra en plano.
Al hacer un análisis de esta interacción, conjuntamente con lo que se discutió en el
apartado de fecha de siembra, y su efecto en la calidad de semilla; se puede resumir
que la mejor época de siembra para alcanzar altos rendimientos y buena calidad de
semilla es el mes de diciembre, siendo lo óptimo los primeros 20 días
NUMERO DE HILERAS POR SURCO: El número de hileras por surco, esta en función del ancho del surco, conjuntamente
con las condiciones naturales del terreno, tales como salinidad, grado de infestación
de maleza, topografía y disponibilidad de maquinaria.
Siembra en surcos angostos (60-65 cm), a una hilera y con densidades de 40-50
kg/ha; esta modalidad se adapta bien en terrenos sin problemas de sales y con buena
nivelación; además, permite tener un mayor control sobre la maleza, y el desmezcle de
todos los contaminantes genéticos (otras variedades, maleza y otras especies
cultivadas) que pudieran emerger durante el ciclo. En consecuencia este método es
ideal para incrementar semilla de categoría básica, ya que en esta etapa es poca la .
Superficie (1-2 ha) y los rangos de las normas de certificación son más estrictas
(cuadro 4).
Siembra en surcos anchos (80-92 cm) a doble hilera con densidades de 60-80 kg/ha.
Para las condiciones locales de salinidad tanto del suelo como del agua, este método
es ideal para contrarrestar su efecto debido a que la sal se acumula entre las hileras y
sobre el lomo del surco. Esta modalidad es ideal para incrementar semilla de categoría
registrada y/o certificada, ya que en esta etapa las normas de certificación son más
holgadas.
Por otra parte, las superficies en estas categorías son mayores de 20 hectáreas, y la
probabilidad de tener problemas con sales, maleza y nivelación se incrementan.
Siembra en surcos anchos con 3 hileras o más. Moreno el al (1993) indican que la
siembra de 3 ó más hileras en el lomo del surco, va en contra de lós objetivos del
método, ya que desbalancea el sistema al restringir el control mecánico de la maleza
sobre el lomo del surco. También asientan que el uso de una tercera hilera, esta
asociado con un decremento en la producción de alrededor de 25%. Además
observaciones hechas por los autores del presente folleto, indican que con 3 o mas
hileras dificulta la identificación y eliminación de plantas atípicas durante la práctica del
desmezcle.
ORIENTACION DEL SURCO:
Day el al (1976), Cinco y González (1987 y 1988), estudiaron el efecto de la
orientación del surco a doble hilera y la posición de estas. Sus datos (cuadro 1)
revelaron que al comparar las hileras Este vs oeste en la orientación Norte-Sur, éstas
no presentaron un cambio notable en el desarrollo, componentes y rendimiento de
grano. En contraste la comparación de las hileras Norte vs Sur en la orientación Este-
Oeste, la hilera Norte presentó menor rendimiento de grano, espigas por m2 y número
de granos por espiga que la hilera sur. Los autores señalan que el efecto sobre la
hilera Norte, se debe a la baja temperatura del suelo como resultado de la poca
radiación solar que recibe durante el día, lo cual ocasionó bajo vigor de las plantas,
menor tasa de crecimiento y menor tallos por planta (figura 9).
Aún cuando no existió diferencias en el rendimiento al promediar ambas hileras en
cada orientación, éste tuvo un efecto muy marcado en la hilera norte de la orientación
Este-Oeste, al retrasar en 7 días la época de cosecha con respecto a la hilera Sur
(figura 9). Este fenómeno es particularmente importante ya que un retraso en la
cosecha, afecta algunos atributos de calidad física de la semilla tal y como se discutirá
en el capitulo de cosecha.
Por otra parte, existen variedades que son susceptibles al desgrane, (ver cuadro 5 de
descripción varietal) lo cual agravaría más el problema. En consecuencia y siempre
que el terreno lo permita es preferible trazar la surquería en orientación Norte a Sur.
SIEMBRA EN PLANO: Valenzuela y Flores (1992), encontraron que de los lotes destinados para semilla en el
Valle de Mexicali, solo el 25% sembró en surcos, el resto bajo el sistema tradicional
(plano). Además para este último método la semilla tuvo mayor presencia de
contaminantes genéticos (avena, cebada, y otras variedades). Definitivamente este
sistema de siembra no es el más idóneo para producir semilla, ya que presenta serias
desventajas de índole agronómico y económico tales como mayores insumos de:
Semilla, fertilizantes, herbicidas, insecticidas (contaminación ambiental), agua, mayor
probabilidad de acame, desgrane, altos niveles de competencia, y sobre todo mayor
dificultad para detectar y/o eliminar variedades y especies indeseables en el lote de
producción.
EN RELACION CON PANZA BLANCA: Castro (1970) describe a las semillas con daño de panza blanca como diferentes a las
normales en color, estructura y textura: además menciona que por lo general
presentan menor espesor y dureza. Al respecto, Espiricueta el al (1973) y Sivori (1980)
manifiestan que estas semillas tienen un aspecto amiláceo y de fácil molienda:
también denotan que a través del pericarpio pueden observarse áreas almidonosas
con apariencia de manchas blanquecinas. En un corte, la estructura es pulverulenta y
muy blanca, también indican que el color blanco esta dado por una infinidad de grietas
microscópicas en el endospermo de la semilla (figura 10).
Sharma el al (1983) al observar semillas de triticale con panza blanca observaron las
siguientes características: presencia de distintos cuerpos de proteína, gránulos de
almidón parcialmente suelos y espacios entre los gránulos de almidón, los cuales en
semillas normales son usualmente ocupados por una matriz de proteína, la cual esta
fuertemente aprisionada por los gránulos de almidón. Al realizar un corte la fractura
ocurre a través de estos, resultando una superficie regular y amorfa. En contraste, las
semillas con panza blanca la fractura ocurre alrededor de dichos gránulos.
Tal y como se asentó en el capítulo de fecha de siembra, la expresión de este carácter
esta asociado con una disminución en el contenido de proteína de la semilla (Robinson
el al (1977) y Valenzuela el al (1992». Por otra parte, muchos investigadores
reconocen la influencia que tiene el contenido de proteína y la carga energética de
este, en algunos atributos de calidad tales como: vigor, peso, emergencia,
germinación, etc. En este sentido, L6pez y Grabe citados por Abdul, Baki (1980),
confirmaron que semillas con alto contenido de proteína germinaron más rápido y
produjeron plántulas mas grandes. De igual forma Ries y Everson (1973), Bulisani y
Womer en (1980) y Lowe y Ries en (1973) encontraron una alta correlación (r =0.92)
con el vigor de las plántulas (peso seco). Por otra parte, Lowe y Ries (1972) reportaron
plántulas con mayor área foliar y peso del coleoptilo. otro estudio por Ching y Rynd
(1978), sobre el desarrollo de embriones en semilla con 9 y 15% de proteína;
concluyeron que las segundas durante la germinación, manifestaron mayor transporte
de productos hidrolíticos del endospermo hacia el embrión, mayor presencia de
enzimas anabólicas, un alto nivel de suplemento energético (ATP) así como una gran
cantidad de organelos sintetizando proteínas.
Valenzuela y Martínez (1994), en el valle de Mexicali evaluaron el efecto de cinco
niveles de panza blanca (O, 15,30,45 Y 100%) sobre los componentes de una prueba
de germinación. Los datos revelaron que conforme aumentó el nivel de panza blanca
(figura 11) el porcentaje de plántulas normales decreció significativamente; de igual
forma aconteció con el vigor de las plántulas (medido éste como la longitud del
vástago y raíces seminales de las plántulas normales); lo inverso sucedió para las
plántulas de bajo vigor y anormales. Además mencionan que en estas últimas, la
anormalidad más frecuente fue: plúmula con longitud menor que la mitad del coleoptílo
y retorcida, mientras que para plántulas de bajo vigor el crecimiento fue débil y
Desequilibrado.
Lo anteriormente descrito sobre este carácter y su impacto en la calidad de semilla,
conlleva a implementar prácticas agronómicas como: fecha de siembra, dosis y época
de fertilización con nitrógeno y manejo de los riegos con el propósito de reducir su
incidencia en los lotes de producción de semilla.
DOSIS Y EPOCADE APLlCACION DE NITROGENO Muchos investigadores mencionan que la cantidad total de nitrógeno en trigo, esta en
función de ciertas variables tales como: necesidades propias de la planta a través del
ciclo, el cultivo anterior, reservas de nitrógeno en el suelo, condiciones climáticas
durante la estación, tipo de fertilizante y tiempo de descanso del terreno (Van Maren
(1988) y Pennington (1983)).
Además, Moreno el al (1993), Martínez el al (1994), Ortega (1993) y Bell (1991),
señalan que un aspecto importante para determinar la dosis de nitrógeno por aplicar,
es el rendimiento esperado y la eficiencia de aplicación. Por otra parte, la época de
aplicación juega un papel preponderante no solo en la relación oportunidad-
rendimiento, sino en la calidad de la semilla (proteína).
En este sentido, Van Maren (1988) y Bell (1991) en el Valle Imperial USA, mencionan
que para producir 3 toneladas necesitará alrededor de 90 kg.
Además mencionan que para reducir la incidencia de panza blanca, la dosis deberá
dividirse en tres aplicaciones; presiembra, amacollo y embuche. Ortega (1994) en la
Costa de Hermosillo, sugiere que la dosis total por aplicar esta en base al rendimiento
esperado, y también indica que para mejorar la eficiencia de los fertilizantes y el nivel
de proteína de la semilla, la dosis deberá aplicarse fraccionada; de tal forma que para
rendimientos menores de 6 ton. la dosis fluctúa entre 60-100, 30-50 Y50-70 kg/ha en
presiembra, entre encañe y embuche y entre embuche y floración respectivamente;
mientras que para rendimientos mayores de 6ton las dosis en igual orden son de 100-
140; 50-70 Y70-90 kglha.
Robinson el al (1977), demostraron que la dosis y la época de aplicación tienen un
efecto significativo en la expresión de panza blanca (figura 12). Sus datos revelaron
que en cada dosis de Nitrógeno si esta se fracciona en tres épocas de aplicación:
presiembra (PRE), amacollo (AMA) y embuche (EMB) la incidencia de panza blanca
se minimiza comparativamente con las épocas presiembra y presiembra + amacollo.
Resultados similares reportaron Valenzuela el al (1992), al evaluar diferentes fuentes y
épocas de aplicación en el Valle de Mexicali; los datos indicaron que los tratamientos
que recibieron nitrógeno en embuche, promediaron 13% de proteína y 0.2% de panza
blanca; en contra de aquellos que no recibieron nitrógeno en esta etapa los promedios
fueron 8.6 y 16.5% respectivamente.
En resumen, Martínez el al (1994) indican que el trigo requiere consumir de 20 a 25 kg
de nitrógeno para producir una tonelada de grano, y que la dosis está en función del
tipo de producto, forma de aplicación y el rendimiento esperado. En este sentido
mencionan que los productos más
En resumen, Martínez el al (1994) indican que el trigo requiere consumir de 20 a 25 kg
de nitrógeno para producir una tonelada de grano, y que la dosis está en función del
tipo de producto, forma de aplicación y el rendimiento esperado. En este sentido
mencionan que los productos más utilizados en la región son urea y amoníaco
anhidro, los cuales poseen en promedio una eficiencia de aplicación de 63.5% ; por
consiguiente se requerirá aplicar 35 kg/ha (22.5/0.635) de nitrógeno para producir una
tonelada de grano. Por lo tanto, si se espera obtener 6 ton/ha, se deberá aplicar 210
kilogramos de nitrógeno por hectárea (35 kg x 6 ton.)
Una vez determinada la cantidad total de nitrógeno, es importante Fraccionar la dosis
en 3 partes iguales y aplicar1as en presiembra, amacollo y embuche-espigamiento;
con el fin de minimizar la incidencia de panza blanca y elevar el contenido de proteína
de la semilla.
RIEGOS DE AUXILIO: Al igual que la fertilización, el cuando, cuanto y como regar, lo definen algunas
variables tales como: Textura del suelo, nivelación, salinidad, clima (temperatura,
vientos, lluvias), época de fertilización, control de maleza y sobre todo el estado de
desarrollo de la planta; bajo este contexto diversos trabajos se han efectuado con el
propósito de medir el impacto de la oportunidad de los riegos en los diferentes estados
fenológicos del trigo. Al respecto Valenzuela y López (1983) y Valenzuela (1984),
encontraron que las etapas más criticas en cuanto a la oportunidad de los riegos de
auxilio fueron: Encañe y grano lechoso-masoso, tal y como se puede observar en el
siguiente cuadro.
En dicho cuadro se aprecia que un riego desfasado en la etapa de encañe (1 VS 2)
provocó menor número de espigas, granos por espiga y peso del grano; de igual forma
aconteció en la etapa de grano lechoso-masoso (3 vs 4). En cuanto a la etapa de
amacollo (1 vs 3), esté no tuvo efecto en el rendimiento ni en los componentes,
excepto espigas por metro cuadrado. Por otra parte, los autores mencionan que en los
tratamientos 3y 4 se tuvo mayor presencia de maleza. En este sentido, Pérez y
Valenzuela (1985) evaluaron la eficacia de cinco herbicidas sobre el control de alpiste
y avena bajo los
Tratamientos 1Y3. Sus datos indicaron que los herbicidas de acción radicular,
controlaron progresivamente la maleza cuando se les proporción ó humedad al
momento de la aplicación (amacollo), mientras que cuando se les suministró humedad
hasta encañe, el control fue mas lento y errático.
En consecuencia, los autores concluyen que el mejor manejo de los riegos de auxilio
incluyendo un trabajo eficaz de los herbicidas sobre la maleza es durante amacollo,
encañe, espigamiento y grano Iechoso-masoso; por otra parte, durante la etapa de
amacollo se lleva a cabo una de las aplicaciones de nitrógeno, con la idea de reforzar
la producción de hijuelos y producción de materia seca (mayor área fotosintética). Lo
anterior puede variar en cuanto a la etapa y número de los riegos, dependiendo del
clima (vientos, lluvias y temperatura) y suelo (alta salinidad y textura arcillosa y/o
arenosa).
ULTIMO RIEGO DE AUXILIO: Los riegos de auxilio deberán ubicarse según las condiciones edáficas, climáticas y
desarrollo del cultivo. Ahora bien el último riego deberá programarse cuando el grano
esté en la etapa de lechoso-masoso; riegos posteriores a ésta etapa pueden
predisponer a la planta al acame y al desgraneo Por otra parte, riegos con láminas
muy altas (10 cm) a partir de embuche y/o floración, pueden ocasionar alta incidencia
de panza blanca, al lixiviar el nitrógeno a capas más profundas, especialmente en
suelos arenosos. En contraste, en suelos arcillosos puede provocar deficiencia de
oxígeno en las raíces causado por la saturación excesiva del suelo; por lo que la
planta no puede utilizar el nitrógeno disponible, dando como resultado un alto
porcentaje de panza blanca (Pennington et al (1983), Sell (1991) y Van Maren (1988».
MALEZA: Martínez el al (1994) asientan que una de las principales limitantes de la producción de
trigo en la región es la maleza; denotando que el 60% de la superficie anualmente
presenta infestaciones que llegan a reducir el rendimiento hasta 1.5 ton/ha. Además
de las pérdidas en el rendimiento por competencia de agua, luz, espacio y nutriente; la
maleza demerita la pureza física de los lotes por contaminación de semillas extrañas.
Desde el punto de vista de certificación, SARH (1980) clasifica a la maleza en hierbas
nocivas y comunes.
MALEZA NOCIVA: Son todas aquellas plantas indeseables que presenten algunas de las siguientes
características o inconvenientes:
- Dificultad para erradicarlas en los terrenos del cultivo.
- Que sirva como hospedera de enfermedades o de plagas.
- Que presente dificultad para separar su semilla de la semilla del cultivo.
En este último punto, es muy importante el control de estas especies, ya que un lote
con niveles de contaminación fuera de normas necesitará alguna operación especial
(mesa de gravedad, cilindro indentado), para poder eliminar y/o remover dicho
contaminante, con el consecuente incremento en los costos de beneficio y pérdidas de
semilla.
Entre las especies reportadas como hierbas nociva están zacate johnson Sorghum
ha/epense (L) pers., avena silvestre Avena fatua L, algunas especies del género
Sicyos, corre huela Convo/vulus arvensis L y lengua de vaca Rumex crispus L.; las
especies que ocurren con mayor frecuencia en la región son la avena, lengua de vaca
y zacate johnson; sobre las que se deberá tener un estricto control durante el ciclo.
MALEZA COMUN: Son aquellas plantas no deseables que pueden eliminarse por medio de prácticas
culturales, y cuya semilla se puede separar fácilmente durante el proceso de beneficio;
a nivel local las especies mas frecuentes en trigo son: chuales blanco Chenopodium
album L., chual apestoso Chenopodium murale L. alambrillo Polygonumaviculare L.,
mostacilla Sisym-brium irio L., mostaza Brassica campestris L. lechuguilla Sonchus
asper L., alpiste Pha/aris minor Retz. y cola de zorra Setaria spp.. Estas especies
además de competir con el trigo en sus primeras etapas de desarrollo, dificultan la trilla
y traen problemas de altos niveles de humedad y manchado de la semilla, cuando no
se les controla oportunamente.
METOOOS DE CONTROL: Para mantener las poblaciones de maleza en niveles inferiores de competencia y/o
contaminación, se dispone de métodos de control cultural, químico o ambas. El control
cultural contempla acciones como: seleccionar adecuadamente los terrenos, rotación
de cultivos, limpiar maquinaria y equipo, eliminación de maleza en canales y
regaderas, la siembra en surcos a tierra venida, cultivos, escardas manuales y
depuraciones en precosecha. El control químico sólo se justifica en lotes con fuertes
infestaciones de maleza y deberá ser la última opción, ya que los herbicidas además
de ser caros, no presentan selectividad absoluta, ya que está determinada por las
condiciones ambientales y la variedad de trigo (Martínez et a/1994). En el cuadro 3 se
presentan los herbicidas y dosis para el control de las hierbas más comunes en la
región.
ENFERMEDADES La mayoña de las enfermedades del trigo que causan pérdidas de rendimiento y
calidad en áreas de producción más húmedas, han sido de poca importancia en DDR
002, Río Colorado, donde normalmente la humedad relativa es baja. El carbón volador
(Ustilago tritici) y el carbón parcial (Til/etia indica Mitra), figuran entre las
enfermedades del trigo con potencial de ser introducidas por semilla a la región. El
seguimiento a las indicaciones cuarentenarias en vigor en México tales como la
siembra de semilla certificada, el uso de equipos e implementos limpios y de Iá
localidad, pueden ayudar a mantener esta región libre de estas enfermedades.
CARBON PARCIAL: El carbón parcial es una enfermedad que ataca al trigo durante la floración y es
transmitida por semilla y suelo contaminado. Las teliosporas del hongo (esporas de
sobrevivencia), germinan en el suelo y producen espolidios (esporas infecciosas), las
cuales son transportadas a las estructuras de las espigas por las corrientes de aire e
insectos. Los espolidios infectan el ovalio y los granos enfermos pueden ser
convertidos parcial o totalmente en una masa de teliosporas. En el noroeste de
México, el carbón parcial es endémico en las zonas trigueras del norte de Sinaloa, sur
de Sonora y Baja California Sur, y no se ha detectado en el DDR-002 Rio Colorado.
Las medidas de control para evaluar su establecimiento incluyen el uso de semilla
certificada, la aplicación de fungicidas preventivos durante la floración, y otras
disposiciones cuarentenarias diseñadas a restringir al patógeno a las áreas infectadas.
CARBON VOLADOR: Esta enfermedad se ha observado esporádicamente y con baja incidencia en la región,
particularmente cuando se ha introducido semilla de áreas propicias para su
desarrollo. El hongo sobrevive en estado latente en la semilla infectada. Al germinar la
semilla, el patógeno reanuda su actividad y sigue de cerca el punto de crecimiento de
la planta; cuando la planta forma la espiga el hongo la invade en su totalidad
convirtiendo las espiguillas en una masa de esporas las cuales son dispersadas por el
aire. Estas reinfectan espigas sanas y el hongo se establece en el embrión, ahí
permanece inactivo hasta que la semilla se siembra de nuevo. El mejor control de este
hongo es el uso de semilla certificada y el tratamiento a la semilla con fiungícidas
sistémicos o a la planta en desarrollo.
DESMEZCLE: Es una práctica indispensable para el mantenimiento de la pureza varietal en los lotes
de producción de semilla, por lo que es necesario asumir que todo lote de semillas o
plantas tiene mezclas. Además, esta práctica en muchos casos distingue a un lote de
producción de semillas (generalmente la única) de un lote comercial. En este sentido,
Estrella (1990) define esta práctica como un examen cuidadoso y sistemático de un
campo de producción de-semillas, con el objetivo de remover manualmente todas las
plantas que fenotípicamente difieren en forma significativa de un conjunto
determinado, y/o con relación a una descripción particular de la variedad.
TIPOS DE CONTAMINANTES: Estrella (1990) indica que los tipos de contaminantes en un lote de producción pueden
ser plantas de la misma especie (otras variedades), de otras especies cultivadas
(cártamo, cebada, trigos duros en trigos salineros y viceversa) y plantas de otras
especies no cultivadas (maleza).
EPOCA DE DESMEZCLE: Es importante que el personal de desmezcle se le instruya para que examine con
cuidado y remueva la mezcla completa desde la raíz incluyendo aún plantas aledañas,
esto es debido a que por lo general el tallo primario espiga primero y crece más que
los tallos secundarios, por lo que estos no crecen lo suficiente para ser notados con
facilidad. Por otra parte, la labor del desmezcle no solo comprende la eliminación de
plantas de otras variedades, sino también plantas de maleza, otros cultivos y plantas y
semillas enfermas durante el ciclo tanto en pre y postcosecha (Estrella 1990).
Existen tres épocas en donde las mezclas (otras variedades) son más notorias y
fáciles de identificar para su remoción:
Prefloración; (embuche), aquí se pueden observar plantas más precoces
(emergiendo espigas) que la variedad en producción.
Plena floración (espigamiento), en esta época existen características distintivas de
las variedades (ver cuadro de descripción varietal o que facilitan la labor del
desmezcle tales como: forma y tamaño de espiga así como color y tamaño de las
barbas.
Precosecha, aquí se pueden detectar las plantas de maduración más tardía, al igual
que espigas de forma y color diferente.
COSECHA: La cosecha de un lote destinado para semilla, es tan importante como las diferentes
prácticas agronómicas durante su ciclo; aún cuando la cosecha de semilla de trigo no
es mas diferente de la cosecha de grano comercial, es indispensable que se tomen las
precauciones debidas para evitar contaminar el lote, o deteriorar su calidad (Quiñones
1984), ya que métodos y épocas inapropiadas y el mal ajuste y operación del equipo
pueden producir mezclas, pérdidas excesivas y daño a la semilla.
EPOCA DE COSECHA: Ávila y Estrella en (1990) mencionan que durante la maduración de la semilla, ésta
alcanza su máxima calidad cuando se encuentra en el punto de madurez fisiológica
(figura 13); ya que en esta etapa los atributos de calidad físico y fisiológico tales como
germinación, vigor, tamaño y peso alcanzan su máxima expresión; por otra parte
Negrete el a/(1992) mencionan que en el punto de madurez fisiológica, el a~o
contenido de humedad de la semilla (30-40%) imposibilita ia realización de la cosecha
mecánica, por locual debe permanecer la semilla en el campo un tiempo considerable
para ser cosechada mecánicamente, estando sujeta a los cambios ambientales que
deterioran la semilla durante este periodo (deterioro de precosecha).
Bajo este esquema, algunos investigadores han estudiado el impacto que tiene el
retrasar la cosecha a partir de madurez fisiológica sobre la
calidad de semilla; al respecto Avila y Estrella (1992) evaluaron seis fechas
de corte en trigo con intervalos de siete días a partir de madurez fisiológica (MF), sus
datos (figura 14) revelaron que conforme se retrasó la época de cosecha, los atributos
de peso volumétrico y vigor (envejecimiento acelerado) disminuyeron progresiva y
significativamente. Por otra parte, Negrete el a/ (1992) consignaron que para las
fechas de corte anteriores, el porcentaje de germinación bajó considerablemente.
Cuando la semilla se almacenó por períodos de O, 135 Y225 días en sacos de
polipropileno a una temperatura de 25 oC y una humedad relativa de 75 % . Los
valores para (MF) fueron 99.5, 84.8 Y71.8 respectivamente, 97.8, 86.6 Y58.4 para
MF+21 días y para el corte MF+35 días los valores fueron 98.9, 84.3 Y57.9 %
respectivamente.
Lo anterior pone de manifiesto la importancia de cosechar oportunamente los lotes destinados para semilla, y la interacción que guardan la calidad, contenido de humedad y su época de cosecha. Bajo este contexto, Quiñones (1984), indica que para evitar daño mecánico a la semilla de trigo se deberá cosechar entre un 10 y 12% de humedad; además menciona que humedad. Mayor de 14% promueve un aumento en la tasa de respiración, calentamiento del lote y proliferación de microorganismos y plagas durante almacenamiento. Por el contrario humedad menor al 10% producen daño mecánico que se incrementa paralelamente a la disminución del contenido de Humedad.
AJUSTES DE LA MAQUINARIA: La calidad de semilla durante la trilla esta estrechamente relacionada con la cantidad
de semilla rajada, rota y dañada interiormente. Una de las principales razones de esto
es la velocidad del cilindro y la separación del cóncavo, por lo que deberá ajustarse
cuidadosamente (generalmente de 10-20% menos de velocidad en relación al grano
comercial), y en especial en
Variedades de gluten suave y cristalino. Por otra parte, antes de iniciar la trilla se debe
limpiar perfectamente bien la cosechadora con aire a presión para eliminar semillas
extrañas; de no contar con el equipo para hacer la limpieza, se recomienda anillar el
lote en su periferia y destinar el producto hacia grano comercial (Quiñones 1984).
CATEGORIA DE SEMILLAS: La ley sobre producción, certificación y comercio de semillas publicada en el diario
oficial de la federación (1993), define a las semillas como los frutos o partes de éstos,
así como las partes vegetales, vegetales completos, o un conjunto de genes, con la
calidad física, fisiológica, genética y fitosanitaria, que asegure la reproducción y
propagación de las diferentes especies vegetales. Bajo este concepto establece las
siguientes categorías de semillas:
Original: Como el producto de los trabajos de investigación, o mejoramiento de
variedades de plantas, que permanecen bajo el control de su formador o mejorador,
manteniendo la identidad de la variedad, y que además constituirán la fuente inicial
para la producción de semillas de categoría básica.
Básica: Esta categoría es la fuente de todas las clases de semillas certificada, y es la
multiplicación directa de las semillas originales, que se reproducen con el propósito de
obtener un mayor volumen, cumpliendo con las normas para su certificación.
Registrada: Es la progenie de la semilla básica, o de las mismas semillas registradas,
que conservan la identidad y pureza genética satisfactoria de la variedad, y se
reproducen con el proposito de obtener un mayor volumen y cumpliendo con las
normas para su certificación.
Certificada: Es la descendencia o multiplicación de las semillas básicas o registradas,
cuyo proceso de producción cumple con las normas para su certificación.
DESCRIPCION VARIETAL: Es la descripción lo más completa posible de un nuevo material genético (variedad), y
sirve como patrón para identificarlo de otros materiales en los diferentes incrementos y
protegerlo contra falsificaciones. Esta descripción consiste en una serie de
descriptores o caracteres cualitativos ( color de espiga, hoja, semilla, precosidad etc.)
y cuantitativos (No. de nudos, altura, longitud de espiga, No. de espiguillas etc.), dados
por el fitomejorador al liberar una variedad. A continuación se presenta un cuadro de
variedades con los descriptores más sobresalientes, para su identificación en campo
y/o laboratorio:
FUENTE: INIFAP, CEMEXI, CIR-NOROESTE AUTORES: M.C. Alberto Valenzuela P. Investigador de Tecnología de semillas. M.S. Adalberto Martinez b., Investigador del Programa Trigo Ing. Alejandro Medina V., Jefe de Control de Calidad del SNICS Ing. Investigador en producción de Semillas.