Post on 29-May-2018
POESÍA MATEMÁTICA A LA DIVINA PROPORCIÓN (Rafael AlbertI)
A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura,
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.
A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.
A ti, mar de los sueños, angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.
Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera transparente.
A ti, divina proporción de oro.
A LA LÍNEA (Rafael Alberti)
A ti, contorno de la gracia humana,
recta, curva, bailable geometría,
delirante en la luz, caligrafía
que diluye la niebla más liviana.
A ti, sumisa cuanto más tirana,
misteriosa de flor y astronomía,
imprescindible al sueño y la poesía,
urgente al curso que tu ley dimana.
A ti, bella expresión de lo distinto,
complejidad, araña, laberinto
donde se mueve presa la figura.
El infinito azul es tu palacio.
Te canta el punto ardiendo en el espacio
A ti, andamio y sostén de la Pintura.
EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS (Rafael AlbertI)
Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.
Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.
Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.
Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3 y el 4...
ASÍ SOÑÉ YO LA VERDAD (Gabriel Celaya)
Kepler miró llorando los cinco poliedros
encajados uno en otro, sistemáticos, perfectos,
en orden musical hasta la gran esfera.
Amó al dodecaedro, lloró al icosaedro
por sus inconsecuencias y sus complicaciones
adorables y raras, pero, ¡ay!, tan necesarias,
pues no cabe idear más sólidos perfectos
que los cinco sabidos, cuando hay tres dimensiones.
Pensó, mirando el cielo matemático, lejos,
que quizá le faltara una lágrima al miedo.
La lloró cristalina: depositó el silencio,
y aquel metapoliedro, geometría del sueño,
no pensable y a un tiempo normalmente correcto,
restableció sin ruido la paz del gran sistema.
No cabía, es sabido, según lo que decían,
más orden que el dictado. Mas él soñó: pensaba.
Eran más que razones: las razones ardían.
Estaba equivocado, mas los astros giraban.
Su sistema era sólo, según lo presentido,
el orden no pensado de un mundo enloquecido,
y él buscaba el defecto del bello teorema.
Lo claro coincidía de hecho con el espanto
y en la nada, la nada le besaba a lo exacto.
BALADA DE LOS NÚMEROS (José Verón)
Un monte me sostiene y el sol traza mi sombra.
Bajo el peso ligero de mis ojos
los números se extienden,
signos en la materia polícroma del valle.
Junto al camino;
al amparo del único ciprés,
los huesos de un centauro son la nada,
lo que un cero perdido significa.
Pero el árbol esbelto y verde oscuro,
el ciprés solitario de funeral ternura,
es la unidad , lo simple, lo que empieza.
Y ese abrirse la estrada de dos senderos,
como el eco sonoro y los amantes,
trama el sentido del número segundo.
Y las hojas menudas del trébol atrevido
que, retando a mis pies, surge del suelo
¿no son principio, centro y fin, como reclama
el tres para ser cifra?
Si mis brazos extiendo y miro el horizonte,
siento cruzar los puntos cardinales:
cuatro,
y en ellos flota el viento caprichoso
que el fuego misterioso siembra de humo,
y la tierra y el agua se cortejan
con fluvial armonía.
En lo agreste hay un cinco,
digital y bucólico,
que significa paz.
Desde el valle se aniebla
la sangre de los números
Veo un seis en el paisaje vivo,
en la hermosa parcela de universo
que la tarde y el tiempo seducen con amor.
Lejos,
heredero de lluvias,
el puente celestial del Arco Iris:
siete colores presta al firmamento,
y la leyenda eterna, siete enigmas.
Hay quietud; todo es perfecto y mesurado
como si fuese un ocho la campiña.
Tal vez las nueve musas no están lejos
de la alameda que ríe junto al río,
y el cielo sea un diez incontenible y puro.
Ocultos al orgullo de las urbes,
los números construyen sinfonías
y definen aromas planetarios,
espejos del infinito y de la nada.
CINTA DE MOEBIUS (Isa Correyero)
Yo vengo de perder una batalla de la vida
y otra más y otra más y otra.
Pero mi espíritu está indemne
y aún puedo saltar sobre todas las pérdidas
aunque sé que sin más flexibilidad
y menos exactitud que
en los 20 o 25 metros de edad que tuve
y ahora ya no tengo más que predicciones
presagios de lo que va a ocurrir
según veo a los tipos que se acercan a mis ojos
según huelo sus preocupaciones
según cómo se empeñan en agradarme
o en desagradarme.
Eso veo. Ya lo tengo claro estoy preparada para perder
y distinguir cuál será la ventaja que yo saque
o cuál la captura
qué parte de mi corazón se llevará
quien me persiga y observe
cuánto soy de vulnerable.
Lo tengo claro todo eso de las pérdidas y las
ganancias afectivas o las otras
y no me importa perder el beneficio
porque yo vengo de una habilidad de penitenciarías
y en los correccionales en donde estuve
siempre me dejaron muy exactamente claro
que el modelo de mi conducta
iba derechito a los peligros y que ganar
en ellos
sería una suerte ingrata para mí.
De todos modos a veces he ganado
una chuchería una bola o la pieza de un zapato.
Y una vez sólo una vez gané
algo complicadamente bueno algo grande y
prodigioso que ahora con los años
valoro más que nunca.
Pero hoy ya sé que no volverá
la buena estrella ni el azar a mi vida
porque mi sublevación y mi trastorno
están conspirando para que me hunda:
Y a eso no le pondré freno ni me doblegaré.
Ya tengo bastante con mi suficiencia para el dolor
y una superioridad colérica para subsistir
y todavía asombrarme de cómo
entre el perder y el ganar
he preferido siempre la sutil y constante ingenuidad
que producen las pérdidas.
Así como si esto fuera un dulce
me ahorro el terror del desengaño.
CIR… ¿CUÁNTO? (Danny Perich Campana)
Algunos me llaman círculo,
pero soy una circunferencia,
pues solo tengo contorno,
he ahí la diferencia.
Y sólo el que muy bien se fija
nunca se confundirá
entre el que posee área
y la que no la tendrá jamás..
Por ser una circunferencia
saber mi perímetro es sencillo,
pero si no quieres confundirte
compárame con un anillo.
Cuando calculan mi área
es porque un círculo soy
algo parecido a una moneda,
como ejemplo te doy.
Si desde el centro trazas
a mi contorno un segmento,
conocerás lo que llaman radio
y son infinitos, te cuento.
Y si unes dos puntos de mí,
una cuerda se dibujará ,
que si pasa por el centro
en diámetro de transformará.
Este diámetro mide,
como te habrás dado cuenta,
el valor de dos radios
y mil ejercicios se inventan.
Para finalizar te comento:
mi área es pi por r al cuadrado
y si necesitas mi perímetro
2 pi por r es lo adecuado.
DECLARACIÓN MATEMÁTICA (M. Ossorio y Bernard)
Niña, me postro a tus pies
para pintar la pasión
que abrasa mi corazón
como dos y una son tres.
Escucha mi amor vehemente,
pues des que te he conocido
continuamente ha crecido
en progresión ascendente.
Que me quieras solicito
y ésta no mires esquiva:
si es mi beldad negativa
mi cariño es infinito.
Multiplicamini, etcetra,
dijo Dios al padre Adán,
y yo quiero ese refrán
seguir al pie de la letra.
Mas no fundo mi porfía
en una incógnita unión
que es regla de aligación
o de falsa compañía.
No a fe, y en buen testimonio
del fin que mi amor barrunta
quiero la regla conjunta
que se llama matrimonio.
Si no sumo grandes bienes
tengo un caudal de razones;
piensa que no hay proporciones
cual la que en tu mano tienes.
Y si bien no da la ciencia
para pavos ni perdices,
ni tengo bienes raíces
ni he de elevarme a potencia.
Sabré, aunque el mundo lo note
prestar a interés compuesto,
y solamente con esto
multiplicaré tu dote.
Espero respuesta el martes.
Madrid, tantos... sin errata.
Tuyo,
Pascasio.
Postdata:
Si me desprecias me partes.
DIOS ES UN MATEMÁTICO (Antonio Álvarez Burgos)
Mientras más viejo
se muere menos:
matemática pura
Dios es un matemático
prolijo, previsible
y la naturaleza el libro
que se le quedó abierto,
olvidado,
con pájaros inocentes
escapando del destello
engañados como las flores
de un espejismo;
como los peces efímeros
vagando en una tierra
infecunda,
como los días que se mueren
a la hora señalada
todos los días,
cuando el sol es un reloj
agonizante allá en la vida,
que apunta prosternado
hacia el ocaso.
Matemática pura
Hábito de cándidos silencios
apocalípticos
Memoria que fuiste,
memoria que eres,
doliente,
mucho antes de haber sido
y de ahora que menos
se muere.
Matemática pura
Sentencia sin secretos
virginales
Diseño de mundos irrecusables
construido.
Mientras más viejo
menos se muere
Dios es un matemático
EL BESO PRECISO (Frederic Soddy)
Pueden besarse los labios, dos a dos,
sin mucho calcular, sin trigonometría;
mas ¡ay! no sucede igual en Geometría,
pues si cuatro círculos tangentes quieren ser
y besar cada uno a los otros tres,
para lograrlo habrán de estar los cuatro
o tres dentro de uno, o alguno
por otros tres a coro rodeado.
De estar uno entre tres, el caso es evidente
pues son todos besados desde afuera.
Y el caso tres en uno no es quimera,
al ser éste uno por tres veces besado internamente.
Cuatro círculos llegaron a besarse,
cuanto menores tanto más curvados,
y es su curvatura tan sólo la inversa
de la distancia desde el centro.
Aunque este enigma a Euclides asombrara,
ninguna regla empírica es necesaria:
al ser las rectas de nula curvatura
y ser las curvas cóncavas tomadas negativas,
la suma de cuadrados de las cuatro curvaturas
es igual a un medio del cuadrado de su suma.
Espiar de las esferas
los enredos amorosos
pudiérale al inquisidor
requerir cálculos tediosos,
pues siendo las esferas más corridas, a más de un par de pares
una quinta entra en la movida.
Empero, siendo signos y ceros como antes
para besar cada una a las otras cuatro,
El cuadrado de la suma de las cinco curvaturas
ha de ser triple de la suma de sus cuadrados.
EL BURRO EN LA ESCUELA (Gloria Fuertes)
Una y uno, dos
Dos y una, seis.
El pobre burrito
Contaba al revés.
¡No se lo sabe!
-Sí me lo sé.
-¡Usted nunca estudia!
Dígame ¿por qué?
-Cuando voy a casa
no puedo estudiar;
mi amo es muy pobre,
hay que trabajar.
Trabajo en la noria
Todo el santo día.
¡No me llame burro,
profesora mía!
EL NÚMERO PI (Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura)
El admirable número Pi
tres coma uno cuatro uno.
Las cifras que siguen son también preliminares
cinco nueve dos porque jamás acaba.
No puede abarcarlo seis cinco tres cinco la mirada,
ocho nueve ni el cálculo
siete nueve ni la imaginación,
ni siquiera tres dos tres ocho un chiste, es decir, una comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres de este mundo.
La serpiente más larga de la tierra suma equis metros y se acaba.
Y lo mismo las serpientes míticas aunque tardan más.
El séquito de digitos del número Pi
llega al final de la página y no se detiene,
sigue, recorre la mesa, el aire,
una pared, una hoja, un nido de pájaros, las nubes, hasta llegar
directo al cielo,
perderse en la insondable hinchazón del cielo.
¡Qué breve la cola de un cometa, cual la de un ratón!
¡Qué endeble el rayo de un astro si se curva en la insignificancia
del espacio!
Mientras aqui dos tres quince trescientos diecinueve
mi número de teléfono la talla de tu camisa
el año mil novecientos sesenta y tres sexto piso
el número de habitantes sesenta y cinco céntimos
dos pulgadas de cintura una charada y un mensaje cifrado
que dice vuela mi ruiseñor y canta
y también se ruega guardar silencio,
y se extinguirán cielo y tierra,
pero el número Pi no, jamás,
seguirá su camino con su nada despreciable cinco
con su en absoluto vulgar ocho
con su ni por asomo postrero siete,
empujando, ¡ay!, empujando a durar
a la perezosa eternidad.
EXAMEN DE ESTADÍSTICA
José del Río Sánchez
¿Qué es la Estadística? Es una ciencia fotográfica y adivinatoria
que procede en primera instancia
como una película,
donde graban sus números
la realidad y la apariencia.
Cruza después al otro lado
para vaticinar el éxito
o embalsamar la ruina,
pues el oráculo de sus campanas
siempre se puede modular
eligiendo los prismáticos adecuados
¿Para qué sirven las estadísticas? Para generar hambres y vender tapaderas,
para dictar la norma
e imponer su razón
Con ellas se averigua cómo y cuando
llamar a la oración y al voto,
a la guerra y a la trashumancia,
a la risa y al tributo.
Ni las ovejas negras
pueden huir de sus dominios.
FÁBULA (Cayetano Hernández)
Graves autores contaron
que en la ciudad de los ceros
el uno y el dos entraron
y, desde luego, trataron
de medrar y hacer dineros.
Pronto el uno hizo cosecha,
pues a los ceros honraba
con amistad muy estrecha
y dándoles la derecha
su valor así aumentaba.
Pero el dos es de otra cuerda,
¡todo es orgullo maldito!
y con táctica tan lerda
los ceros pone a la izquierda
y así no medraba un pito.
En suma, el humilde uno
llegó a hacerse millonario
mientras el dos, importuno,
por su orgullo cual ninguno,
no pasó de un perdulario.
Luego, ved con maravilla
en esta fábula ascética
que el que es humilde más brilla,
y el que se exalta se humilla
hasta en la misma Aritmética.
LA FAMILIA TRIÁNGULO (Danny Perich Campana)
Todos los triángulos somos
polígonos muy amigables,
3 lados, 3 ángulos, 3 vértices,
nuestros elementos principales
Yo soy el equilátero
y mis lados iguales tengo,
y por más que me estiren y estiren
mis ángulos inalterables mantengo
Cada uno de ellos mide
exactamente 60 grados
y cuando me trazan una altura
quedo en dos partes iguales, cortado.
Yo soy su hermano isósceles
tengo tan solo dos lados iguales
y opuestos a ellos, modestamente,
dos ángulos que lo mismo valen
De mis hermanos soy el más desordenado,
como escaleno me han bautizado,
mis ángulos son todos desiguales
y lo mismo pasa con mis lados.
El que no se hace mayor problemas
es mi primo acutángulo
pues menos de 90 grados tiene
la medida de sus ángulos.
Pero el más chistoso de todos
es el tío obtusángulo
que entre 90 y 180 grados
tiene uno de sus ángulos.
Y si preguntan por el más famoso,
no hay duda: triángulo rectángulo
con un ángulo de 90 grados
a sus catetos afirmando.
A su lado más largo
por hipotenusa han bautizado,
¿creerías que en tan pequeño triángulo
el más grande teorema se ha creado?
Pitágoras fue el matemático
que descubrió por sabio y sus musas
que al sumar el cuadrado de los catetos,
resulta igual que el cuadrado de la hipotenusa.
Y esta historia familiar finaliza,
en otro momento nos juntaremos
para hablar de los cuadriláteros
y de todo su parentesco.
LA TABLA DE MULTIPLICAR (Miguel de Unamuno)
2 x 2 son 4,
2 x 3 son 6,
¡ay que corta vida
la que nos hacéis!
3 x 3 son 9,
2 x 5 10,
¿volverá a la rueda
la que fue niñez?
6 x 3 18,
10 x 10 son 100.
¡Dios! ¡No dura nada
nuestro pobre bien!
Infinito y cero,
¡la fuente y el mar!
¡Cantemos la tabla
de multiplicar!
LOS CUADRILÁTEROS (Danny Perich Campana)
Figuras de cuatro lados,
algunos cortos, otros largos,
horizontales, verticales, oblicuos,
por diagonales atravesados.
Si suman nuestros ángulos
una sorpresa se llevarán,
pues interiores o exteriores
siempre 360 grados sumarán.
Por nuestras propiedades
el mundo nos ha dividido;
en paralelogramos, trapecios y trapezoides
nos hemos convertido.
Y nos llaman paralelogramos
si tenemos los lados paralelos,
cuadrado, rectángulo, rombo
y romboide, siempre seremos.
El trapecio tiene solamente
un par de lados paralelos,
el destartalado trapezoide,
no tiene ninguno de ellos.
Si mis diagonales son iguales,
se dimidian y son perpendiculares,
es porque soy un cuadrado
ahora muy bien lo sabes.
La diferencia con ese personaje
es que mis diagonales son distintas
soy el famoso rombo,
no doy autógrafos, no insistan.
Hoy tendremos una fiesta
y a las circunferencias invitaremos
para que inscritas o circunscritas
eternamente.bailemos.
NO SÉ ... (Rafael Alberti)
No sé si el faro incendia aún las horas
del triste odiar la Trigonometría,
si en tus zapatos duerme todavía la arena de las playas salvadoras.
Si en las algas y espumas rodadoras
trina el Latín con la Fisiología,
si el alto lavadero en que te urgía
el placer solitario, rememoras.
No sé si vas despierto o vas dormido,
en pecado mortal sobrecogido,
a comulgar sin fe cada mañana.
No sé, no sé...
Mas sé que tu locura
fue hacer del mar tu sola asignatura,
alumno al sol que de la mar se ufana.
Quién me iba a decir a mí,
pintorcillo por las playas y castillos ruinosos
de El Puerto de Santa María,
practicante de excesivas rabonas
-alumno al sol que de la mar se ufana-
ROMBO (Danny Perich Campana)
Tengo mis lados iguales
y eso presenta un problema,
pues algunos no se fijan
y cuadrado me consideran.
Y para que tú no te confundas
con firmeza debo recalcar
que mis ángulos no son rectos
y los opuestos miden igual.
Mis diagonales se cortan
en forma perpendicular,
una dimidia a la otra
y al revés ocurre igual.
Si te interesa mi área
multiplica diagonal por diagonal,
luego divide por la mitad
y el resultado ya está.
RIMA PARA RECORDAR EL NÚMERO PI (Manuel Golmayo)
Soy y seré a todos definible, (3,14159)
mi nombre tengo que daros, (26535)
cociente diametral siempre inmedible ( 8979)
soy de los redondos aros. (32384)
POESÍA MATEMÁTICA (Millôr Fernández)
En las muchas hojas
Del libro de matemáticas
Un Cociente se enamoró
Un día dolorosamente
De una Incógnita.
La vio con su mirada innumerable
y la vio desde el ápice a la base:
Una figura impar;
ojos de robot, boca de trapecio,
cuerpo rectangular, senos esferoides.
Hizo de la suya una vida
paralela a la de ella,
hasta que se encontraron
en el infinito.
<<¿Quién eres tú? >> -indagó ella
con ansia radical.
<<Pero puedes llamarme hipotenusa >>
Y de hablar descubrieron que eran
(lo que en aritmética corresponde a las almas hermanas)
primos entre sí.
Y así se amaron
al cuadrado de la velocidad de la luz,
en una sexta potencia
trazando ,
al sabor del momento
y de la pasión,
rectas, curvas, círculos y líneas sinusoidales
en los jardines de la cuarta dimensión.
Escandalizaron a los ortodoxos de las formas euclidianas
y a los exegetas del Universo infinito.
Rompieron convenciones newtonianas y pitagóricas.
Y en fin resolvieron casarse,
constituir un hogar,
más que un hogar, una perpendicular.
Invitaron como padrinos
al Polígono y a la Bisectriz.
E hicieron planos y ecuaciones y diagramas para el futuro
soñando con una felicidad
integral y diferencial.
Y se casaron y tuvieron una secante y tres conos
muy graciosillos
Y fueron felices
hasta aquel día
en que todo se vuelve al fin
monotonía.
Fue entonces cuando surgió
El Máximo Común Divisor.
Ofreciole, a ella,
una grandeza absoluta
y la redujo a un denominador común.
Él, Cociente, percibió
Que con ella no formaba un todo,
una unidad.
Era un triángulo, llamado amoroso.
De ese problema él era una fracción
la más ordinaria.
Pero fue entonces cuando Einstein descubrió la Relatividad
Y todo lo que era espurio pasó a ser
moralidad
Como en cualquier sociedad.