Post on 07-Feb-2015
Pedro seguía avanzando por el Sendero.
algo se había transformado en su interior aquella
preciosatarde de verano, mientras
observaba la puesta de Sol.
Estaba simplemente observando, disfrutando
del momento cuando, de repente, todo se volvió más y más luminoso,
El Sol y los astros parecíanbrillar a la vez, una nueva estrella había nacido y todo el universo se
estremeció con la nuevavibración
El sonido de esa esfera era increíble y le proporcionaba
paz y plenitud. Esa vibración yaformaría para siempre parte de sus experiencias futuras.
Ese día Pedro comprendió algo que había leído centenares de
veces en los libros de los Maestrospero que, como suele suceder, no había
entendido en absoluto.
La vida era solo Una, y laindividualidad, sólo una ilusión.
Y que por eso somos inmortales, porque no hay separación.
Los planos de la forma son únicamente
percepción nuestra pero no existen
más que en la consciencia delos seres que en cada uno
de ellos los perciben.
No hay muchas vidas, ¡solo hay vida! no hayseparación. ¡La gente debe entender esto!
somos uno con el Uno. Por eso nuestros pensamientos
afectan al todo, porque ¡somos el todo!
Si pensamos algo dentro de la forma,
nos afecta comoforma. Entendamos entonces que,
si “somos” dentro de Dios, si somos uno con Dios entonces, cuando pensamos, piensa
Dios y, por tanto, nuestros pensamientos afectan
a todo, a lo manifestadoy a lo no manifestado.
Esto lo trascendía todo: la luz, la oscuridad, la pena, la alegría, la paz, el caos, la compañía, la
soledad....
Pedro comprendió ese día que debía de ser muy cuidadoso con lo que decía, con
lo que pensaba,con lo que hacía cada momento del día y de la noche, pues afectaba a todo el
universo y a todo eltiempo.
Y debía estar permanentemente en sintonía con el universo,
haciendo que su vibración nocrease disonancias sino armonía.
A las estrellas que nacen cada nuevo día.¡Hágase la luz! Y la luz se hizo, (Génesis)
Pedro seguía avanzando por el Sendero. Algo se había transformado en su interior aquella preciosatarde de verano, mientras observaba la puesta de Sol. Estaba simplemente observando, disfrutandodel momento cuando, de repente, todo se volvió más y más luminoso, El Sol y los astros parecían
brillar a la vez, una nueva estrella había nacido y todo el universo se estremeció con la nuevavibración. El sonido de esa esfera era increíble y le proporcionaba paz y plenitud. Esa vibración ya
formaría para siempre parte de sus experiencias futuras.Ese día Pedro comprendió algo que había leído centenares de veces en los libros de los Maestros
pero que, como suele suceder, no había entendido en absoluto. La vida era solo Una, y laindividualidad, sólo una ilusión. Y que por eso somos inmortales, porque no hay separación. Los
planos de la forma son únicamente percepción nuestra pero no existen más que en la consciencia delos seres que en cada uno de ellos los perciben. No hay muchas vidas, ¡solo hay vida! no hay
separación. ¡La gente debe entender esto! somos uno con el Uno. Por eso nuestros pensamientosafectan al todo, porque ¡somos el todo! Si pensamos algo dentro de la forma, nos afecta como
forma. Entendamos entonces que, si “somos” dentro de Dios, si somos uno con Dios entonces,cuando pensamos, piensa Dios y, por tanto, nuestros pensamientos afectan a todo, a lo manifestado
y a lo no manifestado.Esto lo trascendía todo: la luz, la oscuridad, la pena, la alegría, la paz, el caos, la compañía, la
soledad....Pedro comprendió ese día que debía de ser muy cuidadoso con lo que decía, con lo que pensaba,con lo que hacía cada momento del día y de la noche, pues afectaba a todo el universo y a todo eltiempo. Y debía estar permanentemente en sintonía con el universo, haciendo que su vibración no
crease disonancias sino armonía.